Disclaimer: Sí eso que dice que nada es nuestro yque no ganamos ganas haciendo este fic... Pues mentira! Tenemos muchas cosas nuestras, personajes hechizos y muchas cosas más! (que no se los prestamos a nadie) Y también ganamos vuestro cariño y vuestras palabras ¿acaso es poco?

Hola UP´s, soy Nigriv¡qué ganas que tenía de volver a subir! Y más a estas alturas que se echa de menos que sepaís de la historia a través de mí. Pero se que habeís disfrutado de lo lindo con Mahe. Todos los días me pierdo inmersa en vuestros rr, en las respuestas que nos daís y en ver como aún somos capaces de sorprenderos después de tanto capítulo. Espero poder seguir haciendolo yo también hoy. Los rr...

Seika: Me parece recordar que Mahe pensaba al hacer ese capítulo si no quedaría pesado la entrega de "oscar" :D:D:D:D Mira que yole decía que tenía su encanto. En fin a tu pregunta... ¿te has parado a pensar que el fic aún no acaba y que aunque estamos de fiesta aún somos capaces de mataros a alguien? (Si no me mires así, con nosotras todo es posible) Pero no desesperes disfruta que aun no sabes ni cuento queda y cuando acabemos, según lo hayamos dejado ya hablamos. Solo te prometo algo, después de teneros tantos capítulos aquí no pienses que vamos a defraudaros.

Kata: Es que acaso alguien duda que Harry sea el mejor héroe? Uhmmmm si es que estan lindo, el "poderoso" y tan... Me voy a callar quela otra Guilmain se me va a poner celosa

Elementhp: Jajaja querías un avada para corner:D Y nosotras que esperabamos el día de las cartas que alguien dijera que la invitación de Mahe era para el... En fin el chico se quedó de piedra pero yo más aún con tu canción, aún me desvano los sesos por saber en que tono la estas cantando! (jajaja con mi mente heineken no se que hacer! siempre en verde!)

LaUrYDaRkAnGeL: Ey, si que te echabamos de menos aunque avisaste que estarías de estudios! Ya veo que has disfrutado a lo grande y la verdad es que has leido la parte más intensa del fic todo seguido. Así las emociones son más fuertes, bien que lo se, pero chica controla el corazón que aun te queda por leer y no queremos que te pase nada!. Me alegro que te haya gustado sobre todo por esos giros tan inesperados que hacemos, su trabajo cuesta cuadrarlo todo. Pero chica nos pones coloradas con tus halagos a la vez que nos pronuncias una gran sonrisa. Muchas gracias pero... ¿qué más quisieramos? y lo mismo te deseo, feliz Semana santa y muchos bicos.

Belen: Nadie se esperaba que les hicieran ese ofrecimiento... Creo que ni las autoras en el momento de ponerlo en boca de dumbledore. Ya veremos si te enteras de qué van a hacer. y sí se supone que Harry quiere ser auror, al menos en la versión oficial. Pero ya descubriras su futuro. y sí queda poquito :( pero ya he dicho mil veces que espereís a acabar para ver como queda todo. se que hoy volveremos a empezar a sorprenderos aun estando de fiesta. Ya vereís. Despues de acabar UP ya empezaremos a hablar de futuros. Muchos besos tmbién para tí.

khristina : Gracias por los ánimos, le vienen muy bien a alguien para este capítulo. y sobre el final pues si queda poco, pero mucho a la vez, según lo quieras mirar! Pero para eso tendrás que llegar al epilogo. Hasta mañan linda. cuidate.

abel: Caramelos y demás os llegarán más adelante de la mano de Mahe. y bueno te recomiendo encarecidamente que te leas OdF en ingles, es flipante. Además no cuesta demasiado, al principio si pero luego te acostumbras (no quieras saber lo que ha mejorado mi ingles gracias a HP) y yo estoy el 16 de julio a las puertas de la librería para leer. Además tras comprar OdF en ingles me los pillé todos en edición bolsillo y te aseguro que las traducciones a veces son nefactas. Para mí que hago teorías sobre lo que escribe JK nada como la version original (¿Sabías que en PF en inglés dicen que James y Lily eran premios anules? Pues en la versión en castellano se lo saltaron!) en fin, animo que verás que no te arrepientes. cuidate.

Barby-Black: No te preocupes, se entiende, además con eso de que actualizamos a diario la cosa se complica para el lector. No lo esperabas? Jejeje eso me gusta! Me encanta ver que aún os podemos sorprender. Pero agarraté a la silla que te prometo que vamos a seguir sorprendiendoos a todos. Besos tmbien para tíque te sean leves las clases.

Luna-bayo: Espero que cuando leas esto estés más tranquilita y que tu examen haya salido a la perfección. Nos vemos linda.

Bueno me alegro de ver que después de tantos capítulos aúntemeís que esto se acabe. y nosotras temiendo que ya estuvieráis cansados de leer. en fin todo un orgullo teneros por lectores que lo sepáis. Seguimos bailando! O comenzamos a hacerlo mejor dicho :)


CAPITULO 105 : Notas del corazón

(Por Nigriv)

Aquella fiesta comenzaba a resultarle pesada… Hacía ya rato que las Brujas de Matbech tocaban su música para todos los asistentes y, sin embargo, seguía sin poder acercarse a él. Todo el mundo parecía querer hablarles, felicitarles y darles la enhorabuena. Lo de él era comprensible; había acabado con el mago más tenebroso de todos los tiempos, era el héroe aunque sabía que no le gustaba que lo llamaran así y mucho menos se sentiría nunca así. Pero ella… Ella no había hecho nada, nada más que seguir los impulsos de su corazón, y si ahora estaba ahí sólo se debía a una especie de jugada maestra del destino, algo fraguado bajo un haya, mucho antes de la batalla y de su decisión de dar su vida por él.

Pero ahora, casi un mes después de todo eso, el miedo y la pena inicial se habían atenuado y la gran mayoría de los invitados sólo querían chismorrear y meter las narices hasta en los más escabrosos puntos de la historia. Sobre todo muchos de aquellos que, sin haber participado en la batalla, tenían el 'honor' de encontrarse allí, celebrando una victoria de la que nunca quisieron tomar parte. Y para colmo, 'cierta información' referente a su más preciada vida privada se había filtrado a la prensa en los primeros días post guerra… Si algo no le gustaba era sentirse el centro de atención en ningún lado, mucho menos de una fiesta que podía contar fácilmente con mucho más de mil invitados. Más si había algo que realmente odiara esa noche era a todos esos desconocidos e ignorantes de todo que, tras leer un dichoso artículo de 'El Profeta', se referían a ella como 'señorita Snape'. Si alguien más la volvía a llamar así esa noche explotaría irremediablemente.

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"Pues esta vez al menos, se ha limitado a contar la verdad"-Le había dicho Harry, casi sonriente, cuando le enseñó enfadada el artículo, página quince de un gran especial del diario.- "No sabes la de cosas que puede llegar a inventar esa Skeeter."- Pero sus palabras no lograron animarla en absoluto.

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Seguía saludando gente, todas ellas tratándola como si la conociesen desde siempre, algunas más tímidas; otras, tan engreídas como si fueran estrellas, tan sólo por llevar unos apellidos 'nobles' y poseer fortunas… cosas de las que ella nada tenía que envidiar. O salía rápidamente de esa situación o era capaz de abandonar la fiesta sin previo aviso. Decidió que lo mejor para evadirse era el recuerdo, aunque el elegido esta vez no era, digamos, el más apropiado.

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-"Aún sigues sin admitirlo"- Le confirmó dejando el periódico a un lado y tomándola entre sus brazos. Ella se limitó a resoplar. "Sabes que algún día tendréis que hablar. No podrás rehuirlo eternamente."- A sus palabras sintió como sus labios se le curvaban en una mueca exasperada.
-"¡Mejor cuanto más tarde!"- le respondió.
-"Tú espíritu era más comprensivo Mahe."- Le contestó casi melancólicamente.
-"¿Qué?"- Replicó asombrada.
-"No lo niegues, él lo alentó, al menos a que se acercara a tú madre."
-"Pero… Eso fue antes de saber que podía volver"- Notaba que se estaba exaltando.-"Cuando pensaba que no tendría que afrontarlo"- concluyó bajando la voz, reconociendo con ese gesto parte de su verdadero miedo.
-"Una vez me dijiste que, tal vez era mejor tener recuerdos tristes que estar ausente de ellos."-Guardo un instante de silencio y luego continuo diciéndole- "El destino te ha dado una segunda oportunidad para que los llenes, Mahe, quizás deberías de intentarlo."- Se movió incómoda entre sus brazos, casi molesta por su insistencia. Él tomó su barbilla y, alzándole la cabeza, la miró fijamente con esos ojos verdes que solo irradiaban amor hacia ella.- "Pero prefiero que hablemos de otro tema."- Añadió sonriente.
-"¿De qué?"- Preguntó curiosa. Él la estrechó aún más entre sus brazos y se acercó a ella besándola dulce pero apasionadamente. El rumor de las hojas del haya fue de lo único que tuvo conciencia cuando sus labios borraron toda preocupación de su mente.

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Igual que en su recuerdo Mahe se estremeció y, al sentir su cuerpo temblar, volvió a la realidad de la fiesta. Suspiró y advirtió sorprendida que nadie la avasallaba ya a saludos. En ese momento las notas de una balada romántica comenzaban a sonar; miró hacia los lados casi desubicada y vio que todos los invitados se habían retirado de ella y la miraban como expectantes. Se giró, lentamente, a la vez que sentía su corazón inquieto y supo, sin ninguna duda, que era a causa de él.

Al voltearse totalmente observó como al otro lado del salón la situación era idéntica que allí, solo que los invitados aislaban y miraban a un Harry tan sorprendido como ella. Durante unos instantes se miraron, aún en la distancia, su vínculo era tal que podían expresarse todo con solo una mirada. Lentamente y a la vez, ambos comenzaron a avanzar hacia el centro de la improvisada pista de baile. Antes, durante la recepción, habían estado brevemente juntos pero, durante los segundos en que avanzaban uno hacia el otro fue como si se vieran de nuevo.

Harry llevaba una estupenda túnica de terciopelo de un tono verde botella que le hacía resaltar el verdor de sus ojos incluso tras sus gafas. Era una túnica sencilla pero elegantemente rematada con plata en los puños y el cuello. "Le da un toque demasiado Slytherin pero… ¡Por Merlín!. ¡Está para comérselo!" Él era su amor y se dirigía hacia ella con una sonrisa en los labios y los ojos chispeantes de felicidad. Por un momento se olvido de todo y de todos, sólo se concentró en él y sintió el aire abandonar su pecho.

"Ahí viene mi corazón… Engalanado en un raso del gris de la más hermosa perla, con sus hombros al aire, provocándome. Su túnica, finamente entallada, se abre ligeramente hasta caer a sus pies, justo donde me tiene a cada instante." Un suspiro escapó de su pecho en ese momento. "En un moño francés"- dijo antes sonriendo cuando, tomando un mechón de pelo de los que tan acertadamente adornan su cara, pregunté dónde había escondido su pelo. "¿Cómo haré para contenerme?.¿Cómo me negaré a recorrer dulcemente esa fina línea que la cadena marca en su cuello?.¿Cómo evitar que ese aroma que tanto me gusta me arrastre y me enloquezca cuando es tan bella?"

Cuando llegaba vio que le tendía su mano derecha a lo cual ella alzó su izquierda hacia él y, cuando se la tomó en la suya, la llevó delicadamente hasta su boca, besándosela tiernamente, sin apartar la mirada de sus ojos. Se creyó volar con ese simple gesto y, sin poder evitarlo, se sonrojó.

-Hola- le dijo sonriente.
-Hola- respondió ella igual.
-Creo que tenemos que inaugurar el baile- Le susurró casi mientras tomaba también su otra mano y se disponían en la postura más formal que una pareja puede adoptar al bailar.
-Eso parece- añadió ella tomando su posición. Se sentía extraña, sería su primer baile entre ellos y estaban siendo contemplados por infinidad de ojos indiscretos. Fue él quién la sacó de ese pensamiento angustiante.
-Tengo un problema Mahe- Su voz seria y la tensión que le comunicó la asustó.
-¿Qué pasa Harry?- le preguntó casi sin voz, algo desconcertada.
-Que no se bailar.- Le susurró acercándose aún más a ella, mientras su cara adquiría un tono sonrojado encantador. Se separó un poco de él para verlo mejor y le sonrió.
-Entonces, cierra los ojos, olvídate de todo lo que nos rodea y… déjate llevar por tu corazón. – Tras devolverle la sonrisa lo vio cerrar sus ojos y, al mismo tiempo que sentía como se evadía toda su tensión, le escuchó responderle.
-Eso, precisamente, es lo que mejor sé hacer.

El mundo desapareció para ella cuando comenzaron a bailar al son de aquella melodía. Ya no existía el salón, ni toda la gente que lo abarrotaba; sólo él y ella, fundida entre sus brazos. Poco a poco más parejas fueron uniéndose al baile y cuando volvió a abrir los ojos él la miraba ensimismado. Volvió a sonreírle y quedó a su vez perdida en su mirada.

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Verlos bailar así le llenó el corazón. Cuando el resto de parejas se unieron al baile se dirigió a tomar una copa… Inesperadamente alguien la tomó del brazo: al roce justo de su mano cerrándose sobre ella tembló, intentó soltarse, pero no lo logró. Involuntariamente, y antes de lograr evitarlo, se vio arrastrada hasta la pista de baile. Cuando al fin alzó su mirada y lo enfrentó sus ojos irradiaban furia.

-. ¿Cómo te atreves?- le preguntó enojada mientras sentía como su fuerza se imponía a la de ella para no dejarla marchar.
-Porque si te lo pido hubieras dicho que no.- Le respondió sereno, a pesar de que sus manos se esforzaban en retenerla, tan discretamente como ella intentaba a su vez que la dejara escapar. Entrecerró los ojos y le espetó enfadada.
-¡No quiero bailar contigo!- Esperaba una de sus respuestas hirientes pero se sorprendió al ver que sus palabras no iban más allá de una fina ironía velada por una sonrisa.
-Deberías decírselo a tus pies, Virginia.

Abrió los ojos sorprendida y se dio cuenta de que llevaba razón. Inconscientemente había dejado de debatirse contra él, sus pies habían comenzado a seguir el ritmo de la balada y ya no sentía que él la retuviera bajo presión, solo de un modo firme y a la vez casi delicado. Apretó los dientes y negó con la cabeza, exasperada consigo misma al no poder evitar esa 'molesta' dualidad que él siempre le provocaba al estar cerca y que ella tanto se esforzaba en olvidar. Resopló fuertemente y giró la cabeza hacia el lado, pensando que, si bien debería de terminar ese baile para no montar un número desagradable en una fiesta tan importante, eso no implicaba que tuviera que hablarle mientras durara.

-. Lo único bueno en todo este mes- dijo sereno- es la cantidad de veces que has tenido que pensar en mí… Has usado tu poder para percibirme, para saber cada uno de mis movimientos y así poder evitarme. Pero, para hacerlo, tenías que pensar en mí…- Terminó de con un amago de sonrisa entristecida. Sabía que la estaba mirando intensamente, aunque ella mantenía la cabeza ladeada, rehuyendo su mirada.
-¡Qué más quisieras!- le replicó airada.
-Niégalo Virginia, pero tú sabes que es verdad. Ni siquiera Hogwarts es tan grande para que no exista la casualidad de un encuentro fugaz en tanto tiempo.-Frunció el ceño y quedó esperando. Había decidido no hablar pero aquel baile parecía no acabar, confabulado contra ella para hacerse eterno. Tras un pequeño silencio, su voz, esta vez temblorosa, le preguntó-¿Por qué me rehuyes ahora?

A pesar de su propósito de no hablarle sus sentimientos la traicionaron y escuchó las palabras salir disparadas de sus labios, tan raudas como sus oídos oyeron la cuestión.

-. Por que TE ODIO- le dijo concientemente y sin ninguna clase de remordimiento. Y para hacerle ver que decía la verdad volteó hacia él su cara y lo miró directamente a los ojos.

Con el contacto de su baile pudo sentir como sus palabras lo dañaron y como automáticamente se le encogió el corazón a la vez que se quedaba estático, ausente incluso del ritmo al que hasta entonces la había llevado. Pero no soltó sus manos y al fijar la vista en sus ojos descubrió la certeza de que no le mentía. Cuando finalmente reaccionó del impacto de su confesión le apretó su mano derecha y con ese gesto ella pudo sentir todo su dolor. Una irónica sonrisa se perfiló en su cara ante los sentimientos que él le transmitió.

-Tú no eres así Virginia.- Dijo tratando de controlarse, de imponer a su voz unos sentimientos que realmente no albergaba en ese momento, tratando de evitar reflejar el dolor que sentía.
-Corrección Snape… Yo no ERA así.- Se mostraba parca en palabras, algo extraño en ella pero no era eso lo peor, sino que junto a ellas su tono demostraba que, por una vez en mucho tiempo, no hablaba con intención de herirlo, sino porque en realidad pensaba así, sentía así y eso, eso era lo que más le dolía.
-¿Por qué tanta ira a estas alturas?- Le inquirió fríamente.
-¿Por qué?. ¿Y preguntas por qué?- Replicó alzando la voz, aunque pareció darse cuenta de ello y rápidamente volvió a hablar en voz más baja.- Por que ya es hora de que me libre de la carga que amarte me impuso, es hora que deje de preocuparme de tus intenciones o tus actos y me concentre en mí. Sobre todo, es hora de que olvide lo que tantos años de sufrimiento me causó y causó a mi hija… Como ves, es hora que me olvide de ti.

Sus palabras le dañaron el alma y el corazón si, pero no podía evitar pensar que algo le ocultaba, nunca Virginia se había dejado invadir así por unos sentimientos tan viles como le estaba demostrando en ese momento. Ni siquiera el día que descubrió su marca le mostró un odio tal como el de ahora. Se sentía dolido, quería gritarle, hacerla reaccionar… Pero sabía bien que esta vez no podría combatirla de ese modo, la fuerza ahora no tendría ningún sentido por lo que, con mucho esfuerzo, mantuvo a raya su carácter.

- Ni siquiera lo acaecido en batalla…- comenzó a decirle entristecido, pero aún así ella lo interrumpió.
-. ¡JA!. ¿Pensaste que los actos de una noche te redimirían ante mis ojos?. ¡Qué iluso! Como si una sola noche pudiese borrar viejos pecados marcados a fuego… Tú saliste airoso de la batalla, mis heridas, lo antiguo las hará sangrar hasta que no quede nada de él en mí.- Severus frunció el entrecejo, más preocupado que enojado esta vez. "¿Me está diciendo qué…?" Pero el pensamiento se perdió en su mente al volverla aescuchar.- Lo único bueno que esto me aportó es que al fin puedo decir, alto, claro y a boca llena… ¡Te odio Severus Snape!"

Justo al terminar la frase la música paró. Sus ojos realmente brillaban tildados por el odio, un sentimiento que nunca llegó a ver en ella. Rabia, frustración, resentimiento y mucho más… Sí, todos ellos habían pasado por sus ojos en algún momento de su vida, pero odio… Nunca, nunca antes lo vio en ella y, verdaderamente, había visto como este sentimiento inyectaba los ojos de tantosa los que durante años se vio obligado a llamar compañeros que le era innegable reconocerlo también en ella.

Cuando dejaron de bailar ella lo miró retadoramente. Dolido y aún así preocupado, miró hacia los lados. Había sido muy clara con él pero algo dentro de sí mismo lo impulsaba a… No sabía qué hacer y sin embargo sentía, sabía que no podía dejarla así. Volvió a mirar y, al verlo, supo que eso podía ser lo más indicado en ese momento.

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-Hay algo de lo que nunca hemos hablado- Le dijo Harry inesperadamente, separándose un poco de ella para poder verle la cara.
-¿De qué?- preguntó curiosa.
-Del futuro… De nuestro futuro.- Respondió haciendo que se pusiese nerviosa. Él lo sintió y le sonrió.
-Nunca dijiste nada sobre eso.- Fue su respuesta casi temerosa. Él suspiró antes de continuar.
-Por que nunca pensé que pudiera llegar a tenerlo Mahe… siempre temí que… no le sobreviviría.- Mahe acarició su mejilla y sonrió levemente.
-¿Pensaste lo que harías al graduarte Harry?
-¿No es evidente…? Iría a la Academia de Aurores pero, ahora que Voldemort no està no estoy tan seguro de querer hacerlo.
-Te atrae la propuesta de Dumbledore¿verdad?- Añadió, sabiendo que era en eso en lo que realmente estaba pensando.
-¿Y a ti?- fue su respuesta, eludiendo la pregunta con otra a su vez. Ella se encogió de hombros.
-Me ha sorprendido. No esperaba nada así.
-Ni yo… pero ¿qué piensas?

Seguían bailando y, a pesar de que hacía casi un par de horas que el director les había comunicado aquella proposición con todo el jaleo de la fiesta aún ni había pensado en ello. Las palabras salieron de ella a la vez que tomaban forma en su mente por primera vez.

-. De pequeña siempre quise ser aurora como mi madre… Nunca pensé en otra posibilidad, mucho menos en nada que tuviera que ver con pociones, mi madre tampoco me alentó en ello.
-Es una gran oportunidad Mahe, y seríamos los profesores más jóvenes que Hogwarts haya tenido en siglos. Además… están Mark y todos esos niños a los que he enseñado durante dos años.
-Y Nora.- Añadió sonriente ante el recuerdo de su amiga.- No lo había visto así.
-Tenemos tiempo para pensarlo ¿no?- respondió sonriendo.

Pero justo en ese momento sintió como alguien tocaba en su hombro y, antes incluso de girarse, oyó que se dirigían a él.

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A estas alturas, después de todo lo ocurrido, no podía imaginar que la felicidad fuera tan… efímera. El regocijo que le embargaba desde que vio su tímida sonrisa y el sonrojo de sus mejillas cuando le tomó el brazo que le ofrecía al encontrarse en el vestíbulo, se esfumó. Por una vez se llegó a sentir el hombre más afortunado del mundo: su amor de toda la vida había accedido a asistir a la fiesta con él, y no solo a la fiesta de su graduación, sino a la fiesta que celebraba la caída del Innombrable. Ella se había sonrojado en respuesta a sus piropos al verla llegar arreglada e incluso había buscado su mano durante la recepción, intentando así encontrar el apoyo del que aún necesitaba para eludir los fantasmas de sus acciones pasadas y, acaso confirmando las palabras que Dumbledore les había dirigido a ellos, o al menos, eso quería creer. No le importaba, al contrario, se alegraba al menos de que ella buscara ese consuelo en él y no en otro porque él nunca la dejaría, mucho menos si como ahora, lo necesitaba. Pero, tan solo unos minutos de ausencia para ir a recoger unas bebidas y….

Estaba de espaldas a él, entregada al abrazo de aquel chico alto, desgarbado y de rostro hosco poblado de cejas negras que ya se la había arrebatado una vez. Ante esa escena paró en seco sus pasos y se abstuvo de acercarse más a la mesa que antes ocuparan. Sintió el celo invadirlo arrolladoramente y como hasta las piernas le temblaban de la rabia contenida ante esa sensación. Sin embargo, bajó la cabeza derrotado, sabiendo que le sería inútil competir contra él como siempre le fue inútil hacerlo contra Harry. Lo normal en él hubiera sido gritar, montarle una gran escena de celos y acabar peleando con ella como era tan típico entre los dos, pero no lo hizo esta vez. Cerró los ojos, suspiró profundamente y girándose, se dirigió de nuevo hacia la mesa que hacía la vez de barra para las bebidas, totalmente resignado a la suerte que hacía tiempo ya sabía le esperaba. Esta noche no podía ser más que un sueño y ya le había llegado el momento de despertar. Ni siquiera sabía por qué había mantenido la esperanza tanto tiempo.

Alzó el vaso y bebió el licor de un solo trago. El tibio y fuerte líquido se deslizó por su garganta, quemándola, pero no le importó, su corazón despedazado aún quemaba más en su pecho. Retomó la botella y volvió a servirse otra copa, pero antes de hacerla llegar a su boca una mano lo interrumpió a mitad de camino.

-¿Se puede saber qué haces Ronald?- Su estridente voz sonó enfadada y junto a su estado anímico aquella sola pregunta le hubiera bastado para hacerlo explotar. Pero esta vez la derrota era tan grande que ni siquiera se lo demostró. Al responderle giró la cabeza eludiendo su mirada, no creía poder soportar el brillo emocionado que sus ojos reflejarían en ese instante.
-Siempre quise probar el Firewhisky.- Contestó, voz ronca pero intentando ocultar su propia desesperación.
-¡Bien! El primero fue la prueba… ¿Y el segundo?- Le reprendió.
-La confirmación.- Respondió serio, evitando aún su mirada.- Tampoco contra Krum puedo competir.

Abrió la boca sorprendida y casi se quedó sin respiración ante su respuesta. No le había gritado y sí, estaba rojo de ira pero… tremendamente triste también. Y además, había usado sus propias palabras para hacerle saber cómo se sentía, sin exaltarse… Celoso, sí, nunca cambiaría y tal vez con razón pero, muy controlado por una vez. Sintió como una oleada de ternura la invadía y casi se deleitó con la sensación. Si se tarda un segundo más no lo detiene, él había aprovechado su perplejidad para liberar su mano con la copa y se disponía ya a dar el siguiente trago. "¿Acaso pretendía emborracharse?"

- ¡Dame eso Ron!- dijo quitándole el vaso imperativamente pero con un tono de voz suave.- Ni tú ni yo necesitamos uno más.- Añadió a continuación. La miró frunciendo el ceño pero al mismo tiempo algo aturdido: la conocía, estaría enojada con él por verlo beber y sin embargo, lo había llamado ¡Ron! En verdad estaba todo perdido si ella tampoco le iba a discutir como siempre. Un leve suspiro abandonó su pecho sin que el chico lo pudiera retener.- ¡Ven!- le oyó decirle suavemente a la vez que le tomaba la mano y lo arrastraba tras ella en dirección a la pista de baile. "¡Eso sí que no! Sabe muy bien que odio bailar."
-¡No voy a bailar Hermione!- Exclamó comenzando a sulfurarse, a demostrarlo mejor dicho, pero ella ni se inmuto por su réplica y solo detuvo sus pasos al llegar al borde de la pista.
-Echa un vistazo y dime que ves.- Le dijo sin soltar su mano, parada ante él, mirando fijamente hacia la pista.
-Parejas… Bailando.- Respondió desganado.
-En el centro Ron…- Le indicó dirigiendo su atención a donde ella deseaba. Y entonces comprendió… allí estaba Harry… "Lo había traído a que observara a Harry!" El ver a su amigo no evitó que se sintiera aún peor.
-Es Harry.- Dijo casi sin voz, abatido como estaba ante sus propios pensamientos.
-Harry y, Mahe- Añadió ella apretando su mano en la de ella y acercándolo un poco más a su cuerpo, casi tímidamente, mientras hacía un momento de silencio que incluso a él lo llenó de tensión al percibir como su pequeña mano temblaba entre sus largos dedos.- Ya es hora de que dejemos de ser un trío para ser un cuarteto Ron.- La sentía nerviosa pero su voz sonaba bastante firme, mucho más de lo que escuchó a la suya propia al preguntarle.
-¿Qué…?. ¿Qué quieres decir?- La interrogó, manteniendo la respiración, temiendo la respuesta que vendría de su boca. La temida confirmación de que ellos nunca serían nada más allá que amigos.
-Tom llevaba razón...- Dijo a la vez que se giraba hacia él pero manteniendo la vista fija en el suelo, claramente avergonzada.- Mis sentimientos hacia Harry siempre estuvieron… influenciados. Y…- había pena en su voz, indiscutiblemente manifiesta, pero aún así seguía manteniéndose bastante serena.- Y… en cierto modo siempre supe que nunca me correspondería.- No pudo evitar mirarla con un deje de confusión. Lo estaba liando, más aún de lo que ya estaba y, a pesar de no haberse retirado de él sí que soltó su mano y comenzó a juguetear nerviosa con sus propios dedos, mostrándole así su nerviosismo.- Cuando Tom me abrió los ojos- continuó diciéndole- solo un nombre acudió a mi mente Ron, el tuyo. Y soy consciente de que si hay alguien que puede llegar a ocupar su lugar en mi corazón, eres tú y solo tú, aunque no tenga derecho a pedirte que…
-¡No tienes que hacerlo Hermione!- La interrumpió tajantemente, sin saber si su tono exaltado era producto de sus propios nervios o de los que veía que sentía ella.- Yo siempre esperaré por ti.- Dijo poniéndose más rojo que su pelo y haciendo un intento por encontrar sus ojos, por ver su reacción, nervioso, anhelante…

Ella alzó la cabeza a sus palabras y, también ruborizada, lo miró enternecida. Unos segundos después una lágrima se deslizó por su cara dibujando la línea de su pómulo. Ron no pudo evitar el impulso de limpiar cuidadosamente su llanto mientras la miraba embelesado, casi ausente de todo aquello que le rodeaba a excepción de ella y de lo que le acababa de decir. El roce de sus labios en su mejilla, muy cerca de la comisura de su propia boca lo devolvió inesperadamente a la realidad y, mientras que ella retrocedía llevó su mano, aún humedecida por el llanto, allí dónde ella le había besado. Sin saber casi qué hacer miró hacia los lados como espantado.

- Ron- Lo llamó impresionada de su reacción.- ¿Ron?
-¿Alguien trajo un cartel de 'Weasley es nuestro rey'?- Le preguntó de sopetón. Aunque días atrás también lo había besado tímidamente en la mejilla aquello fue en la sala común, a solas… Nunca antes hizo ese gesto en público más que aquella vez, en su quinto curso, antes del partido. La vio abrió los ojos sorprendida aunque automáticamente le sonrió al encontrarse con su ojos divertidos.
-No pero… Tal vez yo sí que debí hacerlo.

Ron la trajo hacia él y la estrechó entre sus brazos emocionado. Por una vez sentía que tenía una oportunidad de demostrarle cuanto es que verdaderamente la quería. No necesitaba nada más.

- Nunca lo hagas…- musitó a su oído.- El día que estés preparada, tan sólo dímelo.


No me mateís! os queda aún mucho por leer de este baile y en el proximo capítulo os prometo respuestas a las incognitas que supongo debereís de tener ahora mismo, pero se admiten preguntas! Mañana también me tendreís a mí. Besos y como siempre, gracias por leer