La sacerdotisa de los cuatro dioses

Capítulo 11: Nos volveremos a reencontrar en el fin del mundo.

Pero no solo una luz roja había llegado al mundo, sino que una luz azul empezó a aparecer delante de ellos, cuando se apagó vieron a Nakago.

-Cuanto tiempo, sacerdotisas.

-Nakago... ¿¿Pero como?

-No tengo por que dar explicaciones. Ahora mismo acabaré con vosotros.

-¡¡¡Espera! –dijo Chikara señalando desafiante a Nakago- ¡¡¡Te ofrezco un trato!

-¿¿¡¡Pero que dices Chikara? –se quejaba Tasuki, no se fiaba ni un pelo de ella, seguro que se ofrecía como moneda de intercambio-

-Lo siento Tasuki... ¡¡Este es el trato! Lucharemos Suzaku contra Seyriu, quien gane, invocaré a su dios. ¿¿Entendido?

-Mmm, acepto el reto.

-¡¡Perfecto!

-¡¡Chikara no seas idiota! –le dijo Tasuki, pero ella no le escuchaba-

-Entonces me retiraré por hoy, cumple tu promesa.

-¡¡Sí!

Nakago se giró y comenzó a caminar, desapareciendo de la vista de todos.

-Humm, nos tendremos que esforzar... –dijo con cara de preocupación Chikara- Oye Tasuki...

-¡¡¡Eres iditota!

-¿¿Me has llamado idiota?

-No seas inocente. Tienen mucho poder, no les pondremos ganar así como así.

-¡¡Y que más da! ¡¡No te preocupes! Me tenéis a mi a vuestro favor. Si sale algo mal invocaré a Suzaku en medio de la batalla. –le guiñó el ojo- ¡¡¡Así que no pasa nada!

-Pero...

-¿¿Qué pasa Miaka? –preguntó Chikara al sentir la voz de Miaka-

-Creo que tenemos un problema ahora... A ver, Taka puede venir a casa, tu Chikara tienes la tuya, pero ¿¿y Tasuki?

-¡¡No hay problema! Viene conmigo.

-¿¿Seguro? –preguntó con cara de preocupación Taka- No te fíes de él. –le dijo Taka a la oreja-

-¡¡¡Pero que te has creído! –Tasuki empezó a pelearse con Taka-

-No cambiaran... –se quejó Miaka-

-Pues quedamos mañana aquí por la mañana. ¿¿OK?

-OK. Adiós. –dijeron Taka y Miaka, a la vez que se fueron-

-¿¿Vamos? –le dijo Chikara a la vez que empezaba a caminar-

-¡¡¡Eh espera! –se puso a su lado- ¿¿Este es tu mundo?

-Sí, es muy diferente al tuyo... ¿¿No habías estado?

-Una vez... Pero muy poco rato.

-Mira ya hemos llegado. –señaló la casa que estaba frente a ellos- Mira. ¿¿Ves esa ventana?

-Sí...

-Pues escala y entras.

-¿¿¿¡¡¡¡Comoooooooo!

-Oye no creo que mis padres te dejaran entrar. Entro yo y les distraigo, y tu escalas y entras. ¿¿De acuerdo?

-Buffffffff. Está bien...

-Perfecto. –entró en la casa- ¡¡¡He vuelto! –pero no había nadie- Anda, no hay nadie... –miró en la mesa y había una nota la leyó y lo comprendió todo- Así que se han ido a ver a la abuela... –se asustó cuando oyó un fuerte golpe fuera, salió corriendo de la casa- ¡¡¡Tasuki! ¿¿Estás bien? –Tasuki se encontraba tirado en el suelo-

-¿¿A ti que te parece?

-No hay nadie en casa así que puedes entrar.

-A buenas horas lo dices...

-Jeje. –entraron en la casa- ¿¿Quieres algo de comer?

-No quiero nada. –sonó muy frío el tono-

-¿¿Estás enfadado? –preguntó intrigada, pero Tasuki se quedó callado- Ya veo. ¿¿Sabes que? He recordado tu mundo y el mío cuando estaba hablando con Nakago. Son preciosos, algún día quiero regresar a tu mundo, eso es lo que deseo. Por eso quiero protegerlos...

-¿¿Por qué mientes?

-¿¿eh?

-Tienes miedo, se te nota en la cara. No luches, quédate aquí. No invoques a ningún dios, sino...

-No. Era la promesa que te hice, tengo que invocar a Suzaku.

-¡¡Pero a mi no me importan los dos mundos! ¡¡Tu vida es más importante! ¡¡No quiero que te mueras! ¡¡No quiero! –la abrazó muy fuerte-

-Ah... (Tasuki...) No tengo nada que temer. Lo único que temo es que tu te separes de mí. ¿¿Cuándo ocurrió? Ya me acuerdo fue cuando vine por primera vez a este mundo... Y te vi, creía que nadie me necesitaba, pero entonces te hice esa promesa. Por fin alguien me necesitaba y quería verme. Cuando te tengo a mi lado, no hay oscuridad que apague mi felicidad. –unas pequeñas lágrimas cayeron por su rostro- Te quiero. Tasuki te quiero, te quiero mucho. Y quiero tenerte a mi lado, que me abraces, no quiero que te alejes de mí. Quiero que estemos juntos para siempre.

Tasuki se separó de ella y le dio un beso en los labios, un dulce y tierno beso que les unía para siempre.

-Nunca me iré de tu lado, te lo prometo. –le dijo Tasuki al mismo tiempo que la abrazaba más fuerte.

Al día siguiente todos (Miaka, Taka, Chikara y Tasuki) se encontraban en el parque esperando a Nakago. Este por fin llegó y con él vinieron todas las estrellas de Seyriu, menos Amiboshi.

-¿¿Las estrellas de Seyriu? –dijo Miaka, así no les podrían vencer-

-No podemos... Son demasiados. –dijo Taka a la vez que protegía a Miaka poniéndose delante de ella-

-(¿¿Cómo consiguen llegar?)

-Veo que has cumplido el pacto. Pero aún así no me fío. –alargó la mano y una esfera azul rodeó a Chikara y la subió para arriba-

-¡¡¡Chikara! –gritó Tasuki-

-¿¿Qué es esto? –intentaba romperla, pero era como una barrera-

-No podrás huir, mira como tus compañeros mueren

Y empezó la batalla, con ventaja de Seyriu.

-(No... A este paso Tasuki morirá... No quiero...)

-Chikara... –dijo una dulce voz de detrás suyo-

-Moon.

-Tu y yo somos una. Siempre estaremos juntas. Por eso siempre tenemos un vínculo especial. –le di la mano y Chikara la cogió, entonces la esfera se rompió, pero ellas estaban flotando en el aire- Estamos juntas de nuevo. –Moon se metió en el cuerpo de Chikara-

-Los cuatro cielos, los cuatro puntos cardinales de la tierra... En nombre de las leyes sagradas, la fe y la bondad... Llamo a la tierra a los cuatro señores de las cuatro casas, que sus poderes se transmitan al señor del norte, Suzaku.

-Eso es... La plegaria para invocar a un dios... –dijo Tasuki sorprendido-

-Así que al final has decidido este camino... –dijo Nakago a la vez que levantaba la mano-

Yo... Ahora digo estas palabras. Que las siete constelaciones del norte, bajen del cielo a la tierra y me ayuden. –unas luces rojas aparecieron y cuando se apagaron estaban las constelaciones de Suzaku más Yui- Ven a mí, destruye el mal en la Tierra en todas sus formas. –abrió sus ojos- ¡¡¡Baja del cielo y concededme mis deseos! –una luz roja cayó del cielo y impactó en Chikara, cuando la luz se apagó Chikara estaba envuelta en cuatro luces- Yo in... –no continuó porque un rayo azul le atravesó el estómago, provocando una grande herida en la barriga por la cuál caía mucha sangre- ¡¡¡¡aaaaaaaaaa!

-¡¡¡Chikara! –la chica empezó a caer y Tasuki la cogió- ¿¿Estás bien? ¡¡¡Chikara responde! Tu... –se giró hacia Nakago, que era el que la había herido- Tu has...

-¡¡¡Yo te invoco! –una letra apareció en su frente, mientras un hilito rojo de sangre recorría sus labios- ¡¡¡Haz que las cuatro ciudades vivan en paz por el resto de la eternidad! –una luz roja envolvió las cuatro ciudades del libro-

-Chikara no invoques más deseos, sino tu cuerpo... –muchas lágrimas cayeron por el rostro de Tasuki-

-(Los he de pedir ahora que tengo fuerzas...) ¡¡¡Invoco tu poder por segunda vez! –una letra apareció en su frente, esta vez azul- ¡¡¡Que mi mundo no sufra daño! –una luz azul empezó a cubrir la Tierra y las destrozas se reponían- (No puedo más... Mi cuerpo está siendo devorado... Estoy cansada... Muy cansada...)

-Chikara...

-(He de pedir los dos deseos que me quedan...) ¡¡¡Te invoco por tercera vez! –otra letra, pero esta vez verde- ¡¡¡Devuelve a las estrellas de Seyriu, Suzaku y a mí a su mundo! –la luz verde les rodeó y fueron a parar al mundo del libro- Me falta uno... –la herida era cada vez más grande y sangraba más-

-Chikara para de una vez.

-Te curaré. –dijo Mitsukake a la vez que se acercaba a ella-

-No lo hagas... ¡¡¡Invoco al último dios, mi último deseo! –una letra amarilla apareció en la frente- ¡¡¡Mi último deseo! ¡¡¡Ruego que las estrellas de Suzaku sean felices para siempre! –una luz amarilla les rodeó a todos-

-Chikara deja que te curen...

-Es demasiado tarde... –metió la mano en el bolsillo y se sacó una pulsera- Mi última promesa... No...s Vol...vere...mos a... ver... Te... qui... ero... Yo... estaré... contigo... siem... pre... –la mano cayó al suelo sin vida-

-¡¡¡Chikara!

Siempre había creído que no existía el amor... Por eso no me tomo las cosas en serio, que importa que juegue con el corazón de otras personas... Estoy asustada. A mis pies se abre un mundo desconocido, donde puedo esconderme y llorar tranquila, ese mundo es mi soledad... Todos me observan, esperando a que me hunda y que desaparezca. ¿¿No les importo?

Me he odiado a mi misma, una persona incapaz de amar de verdad. Me he odiado por ser un ser egoísta... Me odio porque para protegerme hago daño a los que me rodean. ¿¿Tu también verdad Tasuki? Me odias por no cumplir la promesa... ¡¡¡Pero soy fuerte! No me importa... Aún así... has llorado por mí y me sonríes como si nada, me dices que me quieres y que quieres estar a mi lado... "No quiero que te vayas, tu eres más importante" esas palabras me llenan de valor y confianza. Quiero volverte a ver y estar a tu lado para siempre... Lo conseguiré, te volveré a ver, cueste lo que cueste.

Diez años después.

-¡¡¡¡Despierta de una vez! –dice una Miaka cabreada mientras entra en una habitación-

-¿¿Qué pasa? –dice una chica de pelo castaño y rizado, con ojos verdes- ¿¿Qué pasa mamá?

-Hoy cumples 16 años, te tengo que regalar algo... –dijo con voz triste- ¡¡¡Así que vístete de una vez! –dijo sonriendo-

-Bueno... –se viste y baja al comedor-

-Ten. –Miaka le da un paquete, la niña lo abre y encuentra un libro "El universo de los cuatro Dioses"-

-Este libro... –al abrirlo una luz roja la rodea y es transportada dentro-

-Por fin se reunirán...

La chica llega al mundo de dentro del libro allí ve un chico de pelo naranja y ojos dorados que la miran con sorpresa.

-¿¿Quién eres? –pregunta la chica-

-Tasuki, ¿¿y tu?

-(¿¿Tasuki?) Me llamo Sukunami, Chikara Sukunami.

FIN

KONICHIWA

SE ACABÓ! EL FIC LA SACERDOTISA DE LOS CUATRO DIOSES ESTÁ ACABADO!

Espero que os haya gustado . Creo que ya comenté que haría otro fic de Fushigi Yugi, pues será una especie de continuación, porque este queda un poquito cortado ¿¿no?

Rewiew:

Eluchis: Muchas gracias por tu rewiew , me ha encantado tu fic y el dibujo también! Te ha quedado genial.

Me despido para siempre en este fic

¡¡¡¡Sayonara!

Mina