*~*~*~*~*~*~*~*~*EL AMOR TIENE FORMAS EXTRAÑAS*~*~*~*~*~*~*~*~*

» [SEGUNDA PARTE ]

»CAPÍTULO 9: HISTERIA

»Dedicado exclusivamente a ARWEN-CHAN, quien me ayudó a definir la trama para poder continuar esta historia... ^_____^ ¡gracias amiga!

»Antes de dejarlos con el capítulo tengo que aclararles algo que me olvidé de decir la vez pasada y que una lectora me recordó (¡gracias Sabina Evans!): sé que cuando una persona está amnésica y recupera la memoria, esta persona recuerda lo que ha hecho en el período en que estuvo amnésico. Entonces ¿¿porqué demonios Draco se tiene que olvidar todo?? Licencia artística... ^___^ No, además, ya dije en una ocasión (más bien, lo dijo mi portavoz en el fic, Madam Pomfrey) que Draco Malfoy sufría una amnesia infrecuente... Igualmente esas "horrorosas" (para él, claro está) imágenes de lo vivido volverán a su cabecita... en algún momento...

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Draco reaccionó en cuanto el asqueroso (y sumamente fuerte) aroma de la colonia de perfume de Pansy Parkinson le invadió las fosas nasales violentamente, arrancándole gruñidos a su garganta.

-¡¡Bien hecho, Pansy!!- Draco oyó que Blaise felicitaba a su amiga por la iniciativa, pero él, que aún no había abierto los párpados estaba lejos de aprobar dicho método. Abrió los ojos muy lentamente y sus pupilas tardaron unos segundos en acostumbrarse a la oscuridad que los rodeaba y la brisa fresca del exterior del castillo ayudó a reanimarlo un poco. (NdA: recuerden que se encontraban en las escalinatas de entrada...)

-¿Draco?- Pansy se inclinó un poco sobre el cuerpo del rubio, manteniendo firmemente apretada contra la fina nariz de Draco el frasco de colonia de "Hierbas silvestres y otros yuyos". -¿Estás bien, querido?

-Pansy, creo que se está ahogando- comentó sabiamente Blaise, al ver que los ojos de Draco comenzaban a ponerse rojos.- Quítale la colonia de la nariz...

-Esperemos un poco más, por las dudas. Además, así nos aseguramos de que se despierte bien...

Pero Pansy, que no sabía que sólo se debía acercar el frasco para que el aroma despertara al desmayado, empinó un poco más la botella y Draco gritó como nunca cuando sintió el perfumado líquido introducirse en su nariz, quemándole. Se levantó de un salto y tanto Pansy como el odioso frasco fueron empujados a un lado por un Draco muy irritado que resoplaba sin parar, intentando eliminar el perfume de su delicada nariz, que se había enrojecido, dándole pinta de tener un grave resfriado.

-¡¡¡¡¡¡¡¡PARKINSON!!!!!- bramó, sumamente cabreado.- ¿¿Que mierda te pones como perfume, mujer?? ¡Eso es capaz de matar a un hombre de un infarto!

Pansy se encogió de hombros, declarando que en el pasado, Draco no había puesto reparos a "Hierbas silvestres y otros yuyos" a la hora de acostarse con ella.

-¡¡Debí haber estado MUY constipado para no oler ese aroma a zorrino podrido!!-rumió Draco y Blaise soltó una risita mal disimulada, que le valió una dura mirada de la chica. (NdA: no se si los magos sepan que es un zorrino [supongo que sí...], pero tampoco sé a que huelen los animales mágicos, asi que obvié ese detalle y dejemoslo en el zorrino... ¿ok?)

-Al menos despertaste- dijo Pansy, volviendo a sentarse en la escalinata y sacando un cigarro de quien sabe donde en ese vestido tan diminuto. Lo encendió y le dio una larga pitada, soltando el humo con pereza.

-¡Porqué estuviste a un paso de matarme!- exclamó Draco, masajeándose la nariz, que aún seguía haciéndole cosquillas.- ¡Oh, dios! Si quería seguir teniendo amigos estúpidos me hubiera quedado con Crabbe y Goyle... ¿es que ustedes son magos o qué? ¿No podían haber usado un "enervate!" en vez de ahogarme en esa cosa que tiene el descaro de llamarse perfume?

Blaise y Pansy intercambiaron miradas de sorpresa, haciendo ver que esa opción no se les había pasado en ningún momento por la cabeza.

-Debes comprender que hoy no estamos muy lúcidos...- comentó Blaise con una media sonrisa, agitando en su mano derecha la botella semi-vacía de cerveza.

-¿¿Cuando lo están??- suspiró Draco, con ironía.

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Ginny sabía que cuando ella se enfadaba, nada bueno salía de ello. Porque cuando una persona normal se enfada, suele encerrarse en su cuarto y ya, pero cuando ella se enfadaba, el asunto era otro.

No, a ella no le servía eso de "tranquila, Ginny, respira hondo y ya ves como te tranquilizas", la única vez que Ron le había dicho eso, había terminado con la nariz sangrando. Porque Ginny no podía serenarse por las buenas para luego pensar fríamente cual era la mejor manera de enfrentar el problema, no.

Ella tenía que sacarse la rabia de adentro. Como fuera, tenía que hacerlo.

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-La noche está preciosa...

-Está algo fresco...

-¡Pero si estás sudando, Ron!- Hermione lo miró sin comprender y Ron se encogió de hombros, desviando la mirada a un lado.

Era verdad. Unas diminutas gotitas de agua asomaban de su frente y brillaban plateadas a la pálida luz de la luna. Sólo que Hermione no podía saber todo, claro que no. ¿¿¿Qué sabía ella que ése no era el sudor proveniente del calor, sino ese molesto sudor frío que surge gracias a la acción de los nervios??? Y por más que la brisa fresca del exterior del castillo (Hermione había tenido la genial idea de ir a dar una vuelta por los jardines) le diera de lleno en el rostro, seguía transpirando como un condenado. Pasó saliva, intentando serenarse y ocupar su mente en cualquier banalidad, pero no podía. Hermione entrelazó los dedos con los del pelirrojo y el corazón del chico comenzó a retumbar con más fuerza en su pecho. Miró de reojo a Hermione para ver si se había percatado del ruidoso concierto que su corazón estaba haciendo gala. Afortunadamente, ella tenía la risueña mirada castaña perdida más allá, justo donde el calmo lago lamía con pereza la húmeda orilla arenosa.

Maldición. Caminaban sin rumbo alguno, sin intercambiar palabra, pero Ron sabía que de un momento a otro sucedería lo inevitable. Y he aquí el dilema.

¿Con qué *dudosas* intenciones Hermione lo había hecho salir del castillo?

Allí afuera estaban prácticamente solos... aunque de vez en cuando llegaban *misteriosos* sonidos ahogados desde más allá de los árboles, pero Ron se obligó a no pensar en ello. No era muy agradable que su mente impresionable le diera forma corpórea a aquellos sonidos, además ¿a quién le interesaba lo que estaban haciendo esas parejitas ahí afuera?

Pero... ¿¿Y si Hermione lo había sacado afuera con la intención de que aportaran ellos también *sonidos misteriosos* a la calma de la noche??

No. No. No. Sacudió la cabeza con presteza. Hermione no era ese tipo de chica. Ella era de las que disfruta estar abrazados junto a la chimenea, caminar con las manos entrelazadas al atardecer o ensarzarse en un buen debate acerca de la mejor manera de preparar pociones... ¡un momento!

¿¿Entonces porqué lo estaba llevando en dirección a la arboleda??

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Aly estaba en su momento de gloria. Al menos, en su momento de gloria para poner en práctica todas las interesantes teorías que había estado leyendo en sus gruesos libros de Psicología en estos últimos días.

Porque muchos en Hogwarts conocían su fama de "psicóloga", cuando los alumnos eran muggles o, en el caso de los magos, "curandera emocional mágica". Pero esa noche, todo había comenzado porque a Roger Davies (quien, dicho sea de paso, se había pasado un poco con el hidromiel) le agarró pánico al darse cuenta de que estaba en el baile de Halloween SIN COMPAÑÍA. Primero fue Roger, pero un segundo después, había un grupo de alumnos (esos que no habían conseguido pareja para irse a hacer arrumacos por ahí) borrachos llorando por su mala suerte. Y como la única sobria (y que no lloraba) era Aly, decidió aprovechar para poner en práctica sus conocimientos. Después de todo, los borrachos son mejores pacientes, no tienen reparo en contar lo que sea.

Con una amplia sonrisa, improvisó lo que ella llamaba "una sala de psicóloga (o curandera emocional, como prefieran...)", dispuso una mesa como su escritorio y juntó un par de sillas para hacer de cuenta que se trataba de un extraño diván y los los jóvenes llorosos hicieron fila.

La sesión con Roger fue bastante interesante (además de recreativa para la vista, claro está), y Aly estuvo maravillada de descubrir pequeñeces como que el chico odiaba dormir solo y por eso, cuando no contaba con la compañía ocasional de alguna fémina, solía pasar las noches abrazado a un águila de felpa que había conseguido en Hogsmeade (en honor a Ravenclaw). También se enteró de que Roger era un aficionado a los besos al estilo francés y que el último verano se la había pasado en Francia para adquirir mejor experiencia en la materia, aunque aclaró, con una pícara sonrisa, que a sus padres les había dado la excusa de que quería conocer los principales lugares de la quema de brujas en el siglo dieciocho para que le permitieran ir. Cuando su sesión terminó, Aly había conseguido que el autoestima de Roger subiera bastante y el chico se marchó del Gran Salón quien sabe a dónde o a hacer qué.

Y fue el turno del siguiente "paciente". Un muchacho de cabello oscuro bastante revuelto, ojos verdes y relucientes anteojos enmarcándolos.

-Soy Harry Potter.- anunció ceremoniosamente, dejándose caer en el improvisado diván. Era más que evidente que la cerveza de manteca se le había subido a la cabeza y todavía aferraba una botella semi- vacía en su mano izquierda.

-Ah! no me había dado cuenta...- dijo Aly, en tono de broma, con una semi-sonrisa curvando sus labios. Pero Harry frunció el ceño y se levantó del diván, tambaleándose.

-¿Ves?- se levantó el flequillo oscuro y se señaló la frente con insistencia.- Soy yo, soy Harry Potter- habló en tono conspirador, bajando cada vez más la voz.- Antes era "el niño que vivió" y ahora soy "el niño que vivió para estar SOLO en un estúpido baile de Halloween"

-Bien... - Aly hizo esfuerzos para no reírse ante la seriedad exagerada con la que hablaba Harry de él mismo.- Harry Potter, primero será mejor que quitemos esa botella de cerveza del medio, no creo que necesites más...

-¿Tu crees?- preguntó Harry tontamente, mirando alternadamente a la botella y a Aly, que asentía con la cabeza. - Bueno, pero guárdala para después.

-Como quieras- mintió la chica, tomando la botella que le tendía Harry y dejándola a un lado.- Ahora sí, Harry, cuéntame tus penas...

Harry se estiró en el "diván", dió un largo suspiro de resignación, y comenzó a hablar.

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Estar en Hogwarts no era lo mismo que estar en La Madriguera.

Por lo tanto no podía descargar su rabia en Hogwarts de la misma manera en que lo hubiera hecho si se encontrara en casa. Porque si alguien llegaba a verla correr como una loca por los corredores soltando blasfemias contra Draco Malfoy y dándole patadas a las armaduras a diestra y siniestra, lo más probable es que al día siguiente despertara atada a una cama en San Mungo.

Ginny rió levemente ante su propia ocurrencia. Y era en días como éste en cuando le agradecía a quien sea que fuese el dios de los magos por Aly y su psicoanálisis. Se encaminó a la torre Gryffinfor, con los puños fuertemente apretados y obligando a su mente a pensar en cualquier cosa que no fuera cierto *rubito asqueroso* para evitar estallar.

-¡Ginny, cariño, qué cara tienes!-la Dama Gorda la miró con el ceño fruncido en cuanto la pelirroja se detuvo ante el retrato.

-Lamentablemente, es la única que tengo- respondió con acidez, ante la mirada horrorizada de la Dama Gorda.- "Leones y melones"- murmuró, y el retrato se abrió a un lado, descubriendo la abertura a la sala común.

No esperaba encontrar la sala común en paz, pero tampoco esperaba encontrar lo que estaba viendo en estos momentos. Allí se estaba dando una especie de... "fiesta". Para más señas, una "fiesta" no apta para menores, en humilde opinión de Ginny.

-¡¡¡¡¡Síííííí!!!! ¡Tenemos una nueva adepta!- antes de que Ginny pudiera reaccionar o decir algo, Dean Thomas la tomó por el brazo y prácticamente la arrastró al grupo de gente allí reunido. Todos los presentes aplaudieron y vivaron ante la llegada de Ginny.

-¿Qué...- Ginny comenzó a formular una pregunta, pero se detuvo súbitamente en cuanto sus ojos (que iban con intención de clavarse en el suelo) tuvieron visión de *algo* que *no* debería haber visto en un día normal.- ¡ay, mierda!- Ginny, se tapó los ojos con avidez, haciendo una mueca.

-¡No te preocupes, Gin!- Dean la apremió con soltura, y le pasó el brazo por encima de los hombros, amistoso. Ginny se movió a un lado al instante, asqueada.- ¡Está todo bien, de verdad!- le aseguró el chico.- ¡Sólo estábamos jugando al Strip- Póker! Y da la casualidad de que he perdido todas mis prendas...

-Eres pésimo, Thomas...- acotó Justin Finch- Fletchley, quien se paseaba por la sala de Gryffindor en unos slips rojos muy llamativos con la inscripción dorada "Superman". (NdA:no me miren!! O____O )

Pero Ginny ni siquiera los escuchó, porque aún no podía sacarse de la mente la *horrorosa* imagen que acababa de ver accidentalmente. Ni siquiera se preguntó que hacía Justin en la torre de Gryffindor cuando era un Hufflepuff.

-¡¡¡Mis ojos!!! ¡¡¡Mis ojos!!!- gimió la pelirroja, frotándoselos con fuerza, como si eso fuera suficiente para olvidar.

Dean se sintió aludido y se miró a sí mismo con suma atención.

-¡Oye! ¡Que no es tan chiquito!- protestó, algo sonrojado. Parvati y Lavender se rieron y el chico las fulminó con la mirada.

-¡¡Mis ojos!! Mis pobrecitos ojos... -continuó Ginny, ignorando a Dean, quien seguía *contemplándose* con insistencia.

-¡Es de tamaño normal!- insistió el chico, apenado.

-¡Me importa un bledo tu... tu... *coso*, Thomas!- estalló Ginny, dándole un golpe en la cabeza.- ¡¡Pero no es cosa de que lo ventiles por ahí como si nada!!

-¿Porqué no? Es bueno ventilarlo de vez en cuando...- el chico moreno se encogió de hombros y sonrió ante la mueca desaprobatoria de Ginny. - ¿Y que tal si te unes a nosotros y te *ventilas* un poco?- propuso Dean, alegre.

Todo sucedió tan rápido que algunos perdieron el hilo de los acontecimientos. Un segundo después la puerta del cuarto de las chicas de quinto año se cerró estrepitosamente y en la Sala Común, Dean Thomas quedó tendido en la alfombra con la nariz sangrándole.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

-Bien... Bien... Bien...

-Draco, ya van sesenta veces que dices "bien"... Cuando quieras puedes cambiar de palabra...

-¡¡Cállate, Pansy!!- gruñó con molestia. Comenzó a dar vueltas en círculo, yendo y viniendo, masajeándose insistentemente las sienes que le latían como nunca. La cabeza entera le daba vueltas y la nariz aún le ardía un poco a causa de la genial idea de Pansy de echarle perfume. Pero ahora, su mente volvía al asunto importante. Esa foto en donde ÉL mismo parecía un gigoló. Su padre no iba a matarlo: iba a escaldarlo vivo. Sacudió la cabeza y preguntó: - ¿PORQUÉ.... DEMONIOS.... HAN.... DEJADO.... QUE... SUCEDIERA LO QUE ESTOY VIENDO EN ESTA ASQUEROSA, HUMILLANTE Y DEGRADANTE FOTOGRAFÍA?

Una sonrisa apareció en el acto en la cara de Blaise, y Draco lo miró con interés.

-¿¿TE PARECE QUE ES DIVERTIDO??- estalló, dándole un puntapié a un cantero de flores que, para desgracia de Draco, resultó ser de piedra.

-Bien, Draco- Blaise comenzó a caminar ceremoniosamente, con una renovada confianza. Desde la escalinata donde se encontraba sentada, Pansy también sonreía esperanzada.- Esto...- agitó un pedazo de pergamino.- da constancia de que nosotros queríamos ayudarte pero...

-¿¿PERO QUÉ??- exclamó Draco con impaciencia. Con un rápido movimiento le arrebató al moreno el pergamino que sostenía celosamente. Sus ojos grises se movieron con rapidez sobre la superficie del pergamino, que estaba garabateada con letras negras. Cuando volvió a alzar la mirada, Draco estaba lívido.- ¡¡¡¡AY, DIOS!!! ¡¡¡AY, DIOS!!!

-Ya va otra vez que repite la misma palabra... ¿se estará volviendo tartamudo?- preguntó Pansy a Blaise con un hilo de voz.

-Entiéndelo, Pansy, es el shock- respondió el chico.- Yo tuve un tío al que le pasó lo mismo cuando encontró a su mujer con su mejor amigo en la cama...

-¿De verdad?- Pansy pareció interesada súbitamente en la historia del tío de Blaise. A Pansy le encantaban los escándalos, cuanto más retorcidos, mejor todavía. Pero Draco no le dejó conocer el resto del cuento, porque empezó a gritar a todo pulmón.

-¡¡¡¡¡¡¡SON UN PAR DE ESTÚPIDOS!!!!! ¿¿CÓMO PUDIERON HACERME ESTO?? - sacudió la cabeza con incredulidad e hizo trizas el pergamino.

-Tu quisiste irte con la Weasley y eso...

-¿¿Yo quise irme con la Weasley??- repitió horrorizado, abriendo mucho sus ojos claros. Al instante agregó, recuperando su sangre fría.- ¡¡¡ESTABA AMNÉSICO, IDIOTAS!!! ¿Uds. creen que en mi sano juicio yo haría una locura semenjante?- Pansy y Blaise negaron rápidamente con la cabeza. Draco elevó sus ojos grises hacia el cielo.- ¡¡¡¿¿ENTONCES PORQUÉ DEMONIOS LE HICIERON CASO A UNA PERSONA AMNÉSICA??!! ¿¿PORQUE ME HICIERON FIRMAR ESO??- Draco enarcó una ceja, como si acabara de surgir una idea en su cabecita.- Querían librarse de la culpa, ¿verdad? - continuó, arrastrando las palabras cargadas de ironía.- Total, es Draco quien se jode la reputación...

Pansy se puso de pie al instante y se colgó del brazo de Draco, mirándolo fijamente.

-Draquito...- murmuró haciendo pucheros, para que él pensara que estaba realmente arrepentida.- Creéme que no pudimos hacer mucho...

-Es cierto- acotó Blaise, suavemente. Draco los miró a ambos con superioridad, con el ceño fuertemente fruncido. ¿Esos idiotas realmente decían ser sus amigos?

-De todas formas...- Draco se zafó del brazo de Pansy y comenzó a caminar en círculos nuevamente.- Tengo que planear la venganza a la Weasley...

-¡Claro!- Pansy aplaudió, sonriendo de oreja a oreja al ver que Draco volvía a concentrarse en la pelirroja y había dejado pasar lo del contrato de Blaise.

-¡Por supuesto! ¡Esa enana no se va a salir con la suya!- Blaise también animó a Draco, dándole unas palmaditas amistosas en la espalda. El rubio se retorció las manos, con una rara sonrisa asomando de sus labios ligeramente llenos.

-Sí...- continuó.- Tengo que planear la venganza a la Weasley...- miró con altanería a Pansy y Blaise.- Y agregar sus nombres a la lista de víctimas...

-¿¿¿¿QUÉ?????

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Sí. No había duda. Hermione lo estaba llevando *muy sutilmente* en dirección a la arboleda.

¡Ay, maldición! ¿Y ahora qué? Los oscuros árboles se encontraban al menos a unos veinte mentros de ellos y Hermione le dirigió una extraña mirada junto con una sonrisa melosa. Ron pasó saliva, visiblemente nervioso.

-¿No crees que está muy oscuro por ahí, Herm?- preguntó, pasándose la mano por el rojizo (y ahora húmedo) cabello.

La chica pareció algo sorprendida por la pregunta de Ron, pero al instante su expresión se suavizó y respondió con calma:

-No te preocupes, quiero mostrarte algo...

¿¿MOSTRARLE ALGO?? ¿Qué quería mostrarle Hermione que no podía hacerlo en el castillo? ¿Porqué ese *algo* tenía que ser develado en aquella oscura arboleda que tenía fama de ser un excelente lugar para el besuqueo? ¡Oh, por dios! ¿Qué esperaba Hermione de él?

-Ven, Ron, no tengas miedo- La chica castaña sonrió y apretó aún con más fuerza la mano del pelirrojo. Ron la siguió con resignación y unos segundos después, la luz de la luna desapareció casi por completo en cuanto las inmensas copas de los árboles que conformaban aquella pequeña arboleda se encontraron sobre sus cabezas. El corazón de Ron volvió a latir con fuerza y apenas podía distinguir la figura de Hermione recortada entre los débiles rayos de luna se colaban entre las hojas de los árboles, dándole al lugar un aspecto surrealista.

Desvió su vista a un costado, intentando ignorar el simple hecho de que su corazón parecía querer salírsele del pecho, y pudo distinguir unas formas oscuras moviéndose apenas. ¡Oh, por dios! El lugar apestaba de parejitas. ¿Ésa era Mandy Brocklehurst? Enarcó una ceja. ¡Vaya! ¡Se estaba ligando a Shane Lowen! Ron tomó nota mental de contárselo a Aly. Pero Mandy y Shane desaparecieron de su mente en cuanto las manos de Hermione se apoyaron en sus hombros y lo obligaron a retroceder hasta que su espalda dio con el grueso tronco de un árbol. Sus ojos se abrieron como platos.

¡¡¡¡¡MIERDA!!!! ¡Hermione quería lo mismo que esas chicas de ahí!

-Ron...- susurró con voz ronca, al tiempo que cruzaba sus brazos detrás de la nuca de Ron y acercaba su rostro hasta que sólo quedaron separados por escasos centímetros.- ¿Sabes? Nunca pensé que este momento llegaría a hacerse realidad...

-Eh...

-Todo esto... es tan maravilloso, Ron. Te debo una disculpa por lo mal que te he tratado en este último tiempo- Hermione ladeó apenas la cabeza y un mechón de ondulado pelo castaño le cayó en el rostro, haciéndola ver adorable. Ron posó con delicadeza sus temblorosas manos sobre la estrecha cintura de la chica.

-Te... te acepto la disculpa...-murmuró. Hermione se acercó aún más a él, sonriendo apenas y humedeciéndose con pereza sus labios finos.

-Que bien... - dijo la chica.- Ron... te quiero...

Era inevitable. El pelirrojo comprobó con horror como los párpados de Hermione se cerraban y ladeaba apenas la cabeza, con los labios ligeramente entreabiertos. Y también, ese espacio vital que había entre ellos comenzaba a ser cada vez más y más estrecho, al punto de que de un momento a otro sus labios se rozarían y...

¡¡¡¡¡¡¡NO!!!!! ¡Por dios! Nunca había sentido tanto pánico en su vida. ¿Qué debía hacer? Él no tenía absolutamente ninguna experiencia en este tipo de cosas... ¡¡Iba a hacer el ridículo!! Y al día siguiente, Hermione Granger iba a contarle a todo Hogwarts que Ron Weasley, además de pobretón, ni siquiera sabía besar. ¡No! No podía permitir que eso pasara, y mucho menos con Hermione. No quería decepcionarla, no a ella. Tenía que haber una solución... tenía que haberla...

Los labios de Hermione rozaron apenas los del chico y él se estremeció involuntariamente. Su mente comenzó a funcionar a mil por hora y una imagen borrosa se apareció en su mente. Justamente esa persona que sabría dar con la solución a su problema.

-¡Aly!- murmuró.

-¿ALY?- Antes de que Ron pudiera darse cuenta de que se le había escapado el nombre de la rubia, una enfadada Hermione de dió un brusco golpe en el pecho y se alejó de él, recelosa.

-Dije "Ah, linda noche"...- intentó remendarse Ron, pero era evidente que Hermione había oído a la perfección el conflictivo nombre que se había escapado de los labios de Ron.

-¿¿Estás pensando en Alyssa Pryor mientras nos besamos??- le espetó. Sus ojos se volvieron vidriosos, pero a causa de la oscuridad reinante, Ron no pudo percibir este detalle.

-¡No es eso, Herm!- insistió Ron, tomándola por el brazo.-No puedo decírtelo...

-¡Ah, genial! ¿Qué clase de *pareja* somos si no podemos confiar el uno en el otro?- la voz de Hermione llegó cargada de amargura y cerró con fuerza los ojos, decepcionada. ¿Porqué ese momento tan especial y soñado tenía que arruinarse, desaparecer como una vana ilusión cuando el destino le había prometido tener a Ron a su lado?- ¿Sabes lo que creo? Que con todo el tiempo que has pasado con *ésa*, has terminado enamorándote de ella...

-¡¡¡¡No es así, Hermione!!!!- gritó Ron, molesto. Un insistente *shhh... silencio...* llegó desde algún punto cercano y Ron bajó un poco la voz.- Te quiero a tí...

-Pues no lo parece...- dijo Hermione con ironía.- ¿Sabes, Ron? Olvídalo todo... olvídalo...

Ron sólo se quedó boquiabierto, las palabras de lucha que iba a pronunciar se perdieron en su garganta, y un silencio opresor se interpuso entre ellos. Hermione alzó su mirada y Ron se sintió infinitamente culpable por ser el causante de que esos bonitos ojos castaños que le robaban el sueño cada noche ahora estuvieran anegados de lágrimas amargas. Pero no reaccionó, y se reprochó esto en lo más profundo de su corazón. Dejarla ir.

Porque se quedó ahí, como un estúpido, mientras la figura de Hermione se alejaba entre las sombras, hasta desaparecer. Se dejó caer, hasta quedar sentado en la hierba y enterró la cabeza entre los brazos, abatido. Acababa de arruinarlo todo, una vez más...

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Aly nunca había pensado, cuando le indicó a Harry que le contara sus penas, que el chico podía ser tan penosamente aburrido. La sesión con Harry era totalmente opuesta a la interesante sesión del apuesto Roger. La rubia suspiró y se llevó la mano al mentón, deseosa de que Harry se callara de una buena vez.

-Si soy Harry Potter, ¿quieres explicarme que hago aquí solo? Si mi fama es archi- conocida, ¿porqué demonios no puedo conseguir una pareja decente?

-No lo sé, Harry...- respondio Aly, con desgano. Miró disimuladamente el reloj que llevaba en la muñeca. Ya llevaban unos veinte minutos y Harry parecía tener un enorme complejo con su fama y las consecuencias de ésta.

-¿Crees que soy apuesto?

-No eres mi tipo, pero...

-¿¿Soy feo??- preguntó haciendo exagerados pucheros y llevándose la mano al pecho.

-¿Comparado con qué?

-¡¡¡¡¡Me estás hundiendo el autoestima, Pryor!!!! ¡Se supone que tienes que elevármela! ¿Para qué te pago?

-No me pagas- le recordó Aly.- Es un servicio gratuito...

-¿Ah, sí?- Harry sacudió la cabeza..- Volvamos a dónde estábamos... ¿si me comparas con Crabbe, soy feo?

-Al lado de Crabbe, eres tan lindo como Malfoy...- suspiró Aly, quien había empezado a jugar con sus tirabuzones rubios, que ya habían perdido gran parte de la elasticidad de la que hacían gala al comienzo de la noche.

-¿Lindo como Malfoy? ¿Eso es un halago o un insulto?- preguntó Harry confundido. Aly le respondió que se refería a la primera opción. El muchacho volvió a la carga.- ¿Y entre Malfoy y yo?

Aly sonrió con incredulidad y clavó su mirada color miel en Harry.

-¿Realmente me estás preguntando eso? ¿Me estás haciendo elegir entre tú y Malfoy?

-¿Qué tiene de malo?

-Es que...

-¿¿¿PREFIERES A MALFOY???

-Esteeee...

-¿Es que no importa lo buena persona que es uno? ¡Yo soy una persona decente! ¡Y soy famoso! - lloriqueó Harry.- ¡Dame la botella de cerveza, déjame ahogar mis penas en alcohol!

-¡Espera! ¡No estamos hablando de lo buena persona que es uno! ¡Tu me preguntaste por el aspecto físico!- se defendió la chica, cruzándose de brazos. Realmente, Harry borracho daba pena. Decidió recordarle (cuando se encontrara sobrio) que si quería encontrar pareja, abandonara su adicción a la cerveza.

-¡Da lo mismo! ¿Malfoy es mas guapo que yo?

-Es sólo mi humilde opinión... pero... sí, Draco Malfoy tiene más encantos que... tu...

-¡¡¡Soy lo mas bajo que hay!!!- Harry se tiró de los pelos, desolado. - ¡Soy...

-¡Oye! Habrá chicas a quienes les parecerás atractivo...

-¿Mas atractivo que Malfoy?- preguntó, esperanzado. Una gota de sudor frío resbaló por la espalda de Aly. Draco Malfoy era incomparable, portador de una belleza casi anti- natural, el alumno más codiciado de Hogwarts entre las féminas. ¿Cómo explicarle eso a Harry... sin enviar su autoestima al fondo del mar?

-Harry... Harry... Escucha- Aly se puso de pie, dio un rodeo al *escritorio*, se sentó junto al muchacho y le dio unas palmaditas de aliento en la espalda.- Malfoy es Malfoy. Tú eres tú, debes aceptarte con todos y cada uno de los encantos que tus padres te han dado...

-¡¡¡No me vengas con esos cuentos estúpidos!!! ¡Todas siguen prefiriendo al gran Malfoy que al miope de Potter!

-¡¡¡Ginny!!!

-¿¿Qué tiene que ver Ginny??- Harry frunció el ceño, mirando a Aly con atención.

-Es un ejemplo. Ginny.- dijo Aly, pausadamente.- Tu sabes bien que Ginny estuvo loca por tí durante cuatro años, ¿no?

Y por primera vez en lo que llevaba de la noche, Harry sonrió, y sus ojos verdes se volvieron de repente mucho más brillantes y claros. La luz de la esperanza, pensó Aly.

-Si...- Harry asintió lentamente.- Ginny me quiere. Y le gusto tal como soy. ¿Te acuerdas cuando me compuso esa poesía?

-¡Ahí tienes!- exclamó Aly, felicitándose internamente por lo capaz que era para animar a alguien.- ¡Pasó semanas componiendo eso!

-Eso es un lindo gesto, ¿verdad?- Harry se acomodó los lentes y se cruzó de brazos.- Vaya, no había pensado en Ginny. Quizá debería prestarle más atención, después de todo... - Harry frunció el ceño y la sonrisa desapareció de su cara.- Un momento, Pryor, un momento... Tu dijiste... ¿"Ginny ESTUVO loca por tí durante cuatro años"?

Otra gota de sudor frío resbaló por la espalda de Aly. Acababa de meter la pata. Y se dio cuenta también de que Harry borracho no era tan estúpido como pensaba.

-Estem... bueno, tu la ignoraste...- se justificó la rubia.

-Si, es verdad... ¿y ahora está loca por alguien?

-Estem... digamos que... sí...

-¿Ah, sí? ¿Y quién es el que la vuelve loca?- quiso saber Harry, entrecerrando los ojos. Aly sonrió estúpidamente.

-Estem.... es.... Draco Malfoy....- titubeó con nerviosismo.

-¿¿¿GINNY ME CAMBIÓ POR DRACO MALFOY???- la desesperación se apoderó nuevamente de Harry.- ¡¡No puede ser!! ¡¡Al final, todas se van con Malfoy!! ¿Qué es, su pelo rubio como el sol, sus ojos grises como la tormenta o esa sonrisa de pendejo arrogante? ¡¡¡¡Yo no puedo competir con Malfoy!!!! ¿Ves, Pryor? Esta sesión sirvió para algo: para darme cuenta de que soy lo más bajo que hay... ¡¡¡Mundo cruel, me has dado fama para ser lo más mediocre!!! ¡Nadie me quiere!

Harry se puso de pie y se marchó, todo enfurruñado, diciendo cosas como que iba a saltar de la pajarera de las lechuzas. Aly lo dejó ir. Resultó ser que Harry era un paciente complicado y ella aún no había llegado a estudiar los casos de *falta de confianza aguda*.

Más adelante, cuando ampliara su experiencia, tendría otra sesión con Harry, y esta vez, todo saldría bien. Eso, claro, si es que al día siguiente no lo encontraban tirado en los jardines, justo debajo de la pajarera de las lechuzas.

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A pesar de ser bastante pesada, la puerta que daba al cuarto de las chicas de quinto año de Gryffindor, tembló en cuanto la menuda pelirroja hizo uso de todas sus fuerzas para cerrarla. Ginny recostó su espalda contra la gruesa puerta de roble y suspiró. Maldito Dean Thomas que se paseaba por la Sala Común tal y como Dios lo había traído al mundo.

Ahora tendría pesadillas, esas pesadillas retorcidas que le encantaban a sus hormonas revolucionadas. Avanzó lentamente por la oscura habitación que, afortunadamente, se encontraba desierta. No había rastro alguno de sus compañeras de cuarto. Se detuvo frente al ovalado espejo que descansaba en una esquina. El limpio cristal le devolvía una pálida imagen de ella misma, débilmente iluminada por los tenues rayos de luna que se colaban por la ventana entreabierta, una imagen bastante distinta a la que había tenido al comienzo de esa noche. Suspiró.

¿Realmente esa noche había sido tan larga? Parecía que hacía siglos que se había puesto aquel hermoso y deslumbrante vestido de plata para asistir al baile de Halloween... Ese baile de Halloween que había resultado tan maravilloso por una parte y tan... ¿desilusionante? por la otra....

Inconscientemente, subió su mano derecha hasta tocar suavemente con las yemas de los dedos sus labios carnosos. Un escalofrío le recorrió la columna, sagaz, incontrolable, y el corazón le dio un vuelco. Aquel beso. Jamás en su vida, nadie la había besado de aquella forma, nadie, jamás, había podido hacerle sentir con un beso el sinfín de emociones que habían estallado en su cuerpo cuando los labios del Slytherin se habían apoderado de los suyos. La fuerza misma había abandonado su cuerpo y, por ese fugaz instante idílico, había pensado que todo estaba bien. Que ya no había nada porque preocuparse, porque no había nada más allá que esa conexión que habían establecido entre los dos.

Qué estúpida había sido. Se obligó a separar las yemas de los dedos de sus labios temblorosos y la llevó hacia su espalda, bajando con lentitud la cremallera de aquel vestido de plata, que cayó, escurridizo, hasta quedar hecho un ovillo a sus pies.

-Todo es tu culpa- se dijo a si misma, con la mirada perdida en su propio reflejo. - Todo es tu culpa. - cerró los ojos, presionándolos con fuerza.- Ya pasó todo. Lo has humillado. Disfrútalo... y olvídalo. Ése era el plan. Draco Malfoy te va a odiar por el resto de su vida. Así debe ser. No era normal tener a un Malfoy loco por tí...

¿Entonces porqué sentía esas punzadas en el corazón? Inhaló profundamente, pero la fuerza que necesitaba no acudió a su cuerpo. Se veía frágil, se sentía frágil. Maldición. ¡Ésa no era ella!¡Ésa no era Ginny Weasley!

-No estás enamorada de él... -dijo, alzando la voz, intentando forzar a su mente a negar lo que sentía su corazón.- Todo fue un juego estúpido.

Pero sus ojos comenzaron a aguarse y Ginny reaccionó. Se alejó rápidamente del espejo y corrió hacia su mesita de noche. Con manos temblorosas, abrió uno de los cajones y rebuscó entre los pergaminos que allí descansaban hasta dar con lo que buscaba desesperadamente. Aún visiblemente alterada, se sentó en el borde de su cama y desenrrolló aquel pergamino que siempre se obligaba a leer cuando se sentía (como solía decir desde que era pequeña) "débil del alma".

No sabía si era lo correcto o no, pero a ella, al menos le servía. Y le gustaba, además. Aly le había dado la idea una soleada tarde de primer año cuando Ginny había tenido un berrinche bastante fuerte. Y desde ese momento, Ginny se había dedicado a escribir en aquel viejísimo y ajado pergamino, todas las reglas por las que le gustaba regir su vida.

La frase :"NO VAS A LLORAR" estaba escrita con una caligrafía desordenada, en letra desmesuradamente grande, de modo que llamaba inmediatamente la atención al abrir el pergamino. Sacudió la cabeza y sonrió apenas, por el simple hecho de lo justa que parecía aquella regla para este preciso momento de su vida. Y más abajo, otra frase llamó su atención. La frase que había escrito el día en que había aceptado que el amor de su vida por aquellos entonces, Harry, no iba a prestarle atención: "LOS CHICOS NO SON TODO EN LA VIDA"

Volvió a colocar el pergamino en su lugar y cerró el cajón, sintiéndose algo reconfortada. Entonces, buscó bajo de su cama. Ginny adoraba esconder cosas debajo de la cama, de hecho tenía más cosas allí que en el ropero. Después de correr unas cuantas cajas de cartón que se encontraban allí, dio con lo que buscaba. Una especie de bolsa roja de tamaño mediano que Aly le había regalado para Navidad hacía algún tiempo atrás. Sonriente, y recuperando parte de su humor habitual, arrastró el pesado saco fuera del escondite y lo dejó reposar en el suelo. Se había enamorado de esta invención muggle desde el mismo día en que la había visto. Tomó la varita y murmuró un hechizo levitatorio, de modo que el saco rojo quedó flotando a, aproximadamente, un metro del suelo. Ginny se puso de pie, lista para comenzar. Tenía que descargar su rabia, su fustración. Y ese saco de "bosteo" iba a ayudarla como siempre lo hacía. Un momento, ¿era "bosteo"? ¡No! Bosteo no, era Boxeo, algo así como un deporte, había dicho Aly.

Estrelló su puño con toda la fuerza que era capaz. Y el otro. Y una vez más. Era a Malfoy a quien golpeaba. A ese Malfoy que la humillaba y al mismo tiempo... se le había clavado en el corazón...

¡Oh, maldición!

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.-Bueno, evaluemos los hechos con ojo crítico- propuso Draco Malfoy, con renovada confianza. Recostó su espalda contra una gárgola de piedra que adornaba la entrada al castillo y se cruzó de brazos con soltura. Blaise y Pansy lo miraron con algo de temor. Y no era de menos ya que, hacia unos cinco minutos atrás Draco les había informado que iba a vengarse de ellos por lo mal que habían obrado cuando estaba amnésico. Y las venganzas de Draco no consistían simplemente en esconder el cepillo de dientes o el pijama, no, Draco tenía una mente mucho más retorcida, y ellos lo sabían bien. Pero ahora, el rubio parecía querer concentrarse en otra cosa.

-¿Que... qué quieres decir?- atinó a preguntar Pansy, echándose para atrás su cabellera oscura. Draco resopló con altanería, haciendo rodar sus brillantes ojos grises.

-Ahora que estoy en mis cinco sentidos, creo que el asunto no es tan grave, ¿no?- comentó, haciendo un gesto con la mano.- Digamos, que todo es una exageración...

-¿Qué es una exageración?- inquirió Blaise, dándole el último trago a la botella de cerveza que había logrado sacar del Gran Salón. Arrojó la botella vacía a un lado, y el cristal se rompió en pedazos.

-Todo este asunto de la amnesia- continuó el rubio, haciendo gala de una semi- sonrisa torcida.- Veamos, Pansy me tomó esta foto - agitó la *horripilante* fotografía que sostenía en su mano derecha.- Si partimos esta foto en cuatro pedacitos...- trozó la fotografía en dos pedazos con brusquedad y sonrió.- Nadie tendrá porqué saber que he hecho un estriptís en la sala común de Slytherin... No habrá evidencia... ¿comprenden, mis pequeños cabeza de chorlito?

Oh, oh. Pansy miró a Blaise con los ojos muy abiertos y el chico le devolvió la mirada, también desconcertado. Aparentemente, Draco aún no caía en cuenta de la *magnitud* de sus hechos. Blaise pensó que esto iba a ser todavía peor que haberle mostrado el maldito contrato.

-Estemmm... ¿Draco?

-¿Si, Pansy?

-Bueno, verás...- titubeó la chica, poniéndose de pie muy disimuladamente y caminando sutilmente hacia el costado contrario de donde se encontraba Draco.- Yo no te he tomado la fotografía- reveló.

Draco enarcó una ceja.

-¿Fuiste tú, Blaise?- preguntó, clavando sus ojos en el muchacho, que también se alejó a una distancia prudente del joven Malfoy. Lentamente, Blaise movió su cabeza de izquierda a derecha. Draco parpadeó, sorprendido.

-Oh... Bueno... ¿Y quién fue? ¿Bulstrode? ¿Crabbe? ¿Goyle? ¿Nott?

-No, tampoco fueron ellos- Pansy se movió hasta quedar resguardada detrás del alto cuerpo de Blaise.- Esa fotografía... fue comprada...

-¿Comprada?- repitió Draco.- ¿Cómo que comprada? ¿A qué te refieres?

-Pagué unos galleons y me dieron la fotografía...

-¡¡¡Se lo que es comprar, estúpida!!!- se irritó Draco.- Lo que quiero que me expliques es *porqué* esta fotografía *fue* comprada...

-Bueno- Pansy rió entre dientes.- No creo que a nadie le moleste tener una foto tuya en esos apetecibles boxers negros...

-¡¡¡¡¡PANSY!!!!!

-Ok, ok- Pansy suspiró.- Draco ¿Has mirado *BIEN* la fotografía?

El chico juntó los dos pedazos que conformaban la fotografía y los contempló con atención. Primero, se horrorizó al verse nuevamente sacudiendo las caderas sólamente en interiores, pero pasada la impresión inicial, comenzo a apreciar... los detalles. Pequeños y reveladores detalles que antes no había tenido en cuenta por el simple hecho de que verse semidesnudo en una fotografía que estaba en posesión de Pansy no era algo grato. Vaya uno a saber que clase de sueños húmedos tenía Pansy con *su* preciosa imagen. Sacudió la cabeza para apartar los estúpidos pensamientos sobre Pansy y dejó que su atención se centrara en aquella imagen. ¡¡Por dios, ni siquiera llevaba gomina!! ¡Que horror!

Un momento.

La Sala Común de Slytherin no era tan iluminada.

¿Aquel era Justin Finch- Fletchley? ¿Qué hacía ahí?

¿Eso que se veía en un extremo... era una ventana? ¡¡La sala común de Slytherin no tenía ventanas!!

-¡¡¡¡ESTO NO ES SLYTHERIN!!!!!!- bramó, anonadado y horrorizado.- Es... ¿¿¿¿LAS TRES ESCOBAS?????

-Realmente, Draco es brillante para deducir cosas- comentó Pansy, desenfadada. Blaise asintió.

-¡¡¡¡MIERDA!!!! ¿¿HICE UN ESTRIPTÍS EN "LAS TRES ESCOBAS"?? ¿¿EN UN BAR SATURADO DE ESTUDIANTES DE HOGWARTS??

-Ajá.

-¿¿¿¿Y - Draco miró la fotografía nuevamente.- ¡¡PARKINSON!! ¡¡TU ESTÁS ALLÍ!! ¿¿PORQUÉ NO ME DETUVISTE??

-Ohh... Había mucha gente y no pude llegar a donde te encontrabas...- mintió Pansy, con una sonrisa nerviosa. Aquella vez en Hogsmeade, tendría que haber estado loca para detener semejante delicia de espectáculo.

Draco se dejó caer al suelo, hasta quedar sentado. Pasó saliva, aquello era más grave de lo que había creído en un principio. Su reputación y su orgullo se habían ido por el retrete a quien sabe dónde.

-Bien...- la voz de Draco llegó neutra, sin denotar ningún tipo de sentimiento.- Entonces sólo tenemos que modificarle la memoria a todos los que hayan estado presentes ese día.

-No, no puedes borrarle la memoria a todo Hogwarts...- acotó Blaise.

-¿¿TODO Hogwarts?? No creo que todo Hogwarts haya estado presente ese maldito día...

-No, pero... ¿no sabes que aquí las noticias vuelan...?

-Las fotografías también...- murmuró Pansy, casi ininteligiblemente.

Entonces, Draco comprendió todo.

-¿La persona que sacó las fotografías las vendió aquí en el colegio? ¿El periódico escolar se ha enterado?- preguntó, abatido. Pansy dijo que sí, y agregó también que había guardado una edición del periódico que le enseñaría más tarde.- ¿Y... quién provocó todo esto?

No hubo respuesta, pero Draco comprendió sin palabras de quien se trataba. Y en ese preciso momento, se dio cuenta de que nadie lo había humillado tanto, que nadie lo había hecho caer tan bajo. ¡Por dios! ¡Debía haber cientas de mujeres (y algún que otro hombre) que debían estar babeándose con su fotografía! Toda su reputación, su fama de chico malo se había ido al traste. Pero el se encargaría de recuperarla. Oh, sí, iba a hacer sufrir a la Weasley hasta que deseara no haberse metido jamás con él. A partir de este momento, ésa era su meta.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Minerva McGonagall dio un respingo en cuanto oyó que llamaban a la puerta de su despacho. ¿A quién demonios se le ocurría ir al despacho de un profesor cuando había un baile abajo? Los golpes volvieron a repetirse, y esta vez con más insistencia. Por lo visto, aquella persona no parecía dispuesta a irse.

-Albus, desaparece...- indicó en voz muy baja, y el director frunció el ceño, algo decepcionado.

-¡Pero si todavía no habíamos llegado a lo mejor!- protestó, bajándose del escritorio de la profesora y volviéndose a colocar el sombrero amarillo con murciélagos negros que lucía para la ocasión. Minerva le dirigió una dura mirada.

-Quizá haya pasado algo abajo y es algún prefecto que viene a avisar- susurró la profesora, intentando en vano alisar unas arrugas en su túnica. Ese Albus nunca tenía cuidado, siempre pensando en la diversión. Le echó una última mirada al hombre, en cuyos ojos azules aún brillaba una chispa de picardía. La mujer no pudo evitar sonreír, y al final agregó:- De acuerdo, nos veremos mas tarde en TU despacho. Ahora, desparece...

-Pero no te tardes mucho, ¿eh, Minnie?- pidió galantemente, haciendo ruborizar a la profesora, que asintió suavemente con la cabeza.- Te estaré esperando... - se acercó a McGonagall y le susurró en el oído.- Vestido únicamente con mis interiores de luces intermitentes que tanto te gustan...

La profesora rió.

-¡Ay, Albus!- le dio un ligero golpecito cariñoso.- Eres un chico realmente malo...

Dumbledore también rio y, haciendo una ligera inclinación, se esfumó del despacho de la jefa de Gryffindor. La mujer se encaminó a la puerta, haciendo un esfuerzo de poner su mejor cara de indiferencia y rogando por que su cabello no se hubiera salido demasiado de su habitual rodete. Sus ojos se abrieron como platos al ver a la persona que estaba parada delante de la puerta. Mejor dicho, el estado en que se encontraba esa persona.

-Vaya- la profesora se acomodó los anteojos, como si pensara que estaba viendo mal a causa de ellos.- Sr. Malfoy. ¿Se puede saber... que ha... sucedido con ud.?

En efecto, Draco lucía completamente opuesto al pulcro aspecto con el que se paseaba diariamente. Su pelo platino estaba completamente revuelto, varios mechones le caían sin cuidado sobre el pálido rostro, rebeldes y sus mejillas estaban apenas sonrosadas, como si acabara de correr un largo trecho. Su camisa negra no tenía mucho mejor aspecto. Los botones parecían haber sido arrancados, dejando al descubierto el torneado y blanquecino torso del chico. Además, la manga izquierda de la camisa aparecía rasgada en la parte del hombro. El cinturón negro colgaba desabrochado y lo peor, en opinión de McGonagall, eran las innumerables marcas de carmín rojizo que cubrían la cara y el pecho del rubio.

-¿Se ha estado divirtiendo, joven Malfoy?- preguntó Minerva.- Parece que ud. ha tenido una compañera bastante... efusiva.

-¡No es lo que piensa!- se apresuró a aclarar Draco. Al instante, puso cara de estar profundamente trastornado. Se felicitó internamente por lo buen actor que era. Ya lo había hecho en su tercer año, cuando aquel hipógrifo estúpido lo había atacado. Y ahora no veía porqué no podía hacerlo nuevamente. Trató de que su voz sonara afligida: - Sufrí... sufrí... una experiencia terrible... realmente terrible...

-¿Ah, sí?- McGonagall pareció indiferente y eso molestó a Draco.- ¿Quiere pasar a mi despacho?

Siguiendo su papel al pie de la letra, Draco avanzó con pasos temblorosos, mirando con cierto temor alrededor, con ojos desorbitados. Al menos, así creía él que se comportaría una persona que acababa de sufrir una experiencia traumática. Bueno, quizá debería actuar como el estúpido de Potter, que después de tantas experiencias fuertes había quedado tal como estaba. Hecho un idiota total. Se dejó caer en la silla, agarrándose el brazo con dolor.

-Bien. ¿Va a contarme que sucedió, Malfoy?- McGonagall sonó impaciente y el rubio no pudo evitar preguntarse si tenía algún asuntito pendiente. Draco suspiró larga y cansinamente.

-Oh... Esas aterradoras imágenes vuelven a mí para castigarme...- se tomó la cabeza y cerró los ojos, como si estuviera sufriendo una especie de torura interior.- Profesora... tengo que informarle que... me da mucha verguenza reconocerlo, creáme, pero he sido víctima de un acoso sexual...

-¡¿Qué?!

-¡¡Ahh!!- Draco sacudió la cabeza y su pelo rubio se desordenó aún más.- ¡¡He conseguido salvarme por tan poco!! ¡Si hubiera pasado un momento más...- se tomó la cabeza con ambas manos, teatralmente.-¡No! ¡No puedo ni pensarlo!- exclamó.

McGonagall permaneció en silencio unos instantes, evaluando lo que acababa de escuchar. Puso ambas manos sobre su escritorio y preguntó:

-¿Ha estado bebiendo?

-Para nada. Ni una sola gota.- contestó Draco, irguiendo la barbilla.

-¿Sabe que lo que está diciendo es una acusación muy seria?

-¡¡¡YO SOY LA VÍCTIMA AQUÍ!!!- Draco hizo una mueca de chico incomprendido.- ¡¡¡Ah, estoy taaan traumado!!!

-¿Puede, si no es que está taaaan traumado - un deje de ironía pudo percibirse en la voz de la profesora.- contarme exactamente que es lo que ha sucedido?

El rubio se aclaró la garganta sonoramente.

-Bien. Como ud. sabe yo estaba amnésico...

-¿Recuperó la memoria?- lo interrumpió la mujer, asombrada.- ¡Vaya! ¡Qué mala suerte!

-¿Eh?- Draco frunció el ceño, desconcertado. ¿McGonagall había dicho "que mala suerte!"? Maldita Gryffindor. Ya la acusaría a ella también con Snape.

-Nada, nada. Por favor, continue...

-Como iba diciendo antes de que ud. insultara la vuelta de mi memoria...- Draco habló entre dientes, con una sonrisa irónica.- Yo estaba con Virginia Weasley en los jardines.

-Oh, sí. Me he enterado de su relación con la joven Weasley...- comentó McGonagall, pensativamente.

-¡¡Yo no tengo ninguna relación con... con... ésa!!- gritó Draco, irritado.

-Vaya. Ya casi me había acostumbrado a verlos todo el día juntos...

-¿Qué?- Draco parpadeó para evitar golpear a la profesora. ¿Porqué demonios no podía recordar nada? ¿Él se pasaba todo el día con la Weasley? ¡Por dios! Rogó internamente que no hubiera hecho nada... extremo.

-Continúe...- indicó McGonagall, tranquilamente. Draco se preguntó si la profesora no le creía. ¿Es que era normal que estuviera tan calmada cuando un alumno va a decir que fue víctima de un acoso sexual?

-Yo estaba con Virginia Weasley en los jardines...- repitió Draco, intentando quedarse tranquilo en la silla y representar su papel de pobre víctima.- Y... mi memoria volvió. Y más precisamente, cuando mi memoria volvió esa Weasley... estaba prácticamente encima mío... besándome... demasiado efusivamente. Entonces... cuando le grité (ud. sabe que en mi sano juicio no suelo relacionarme con ese tipo de gente...) que me dejara, que ya había vuelto a ser el mismo Draco de siempre, ella se puso agresiva, ¿sabe?

-¿Está hablando de Ginny Weasley?- preguntó la profesora, entrecerrando los ojos con desconfianza.

-Ajá. ¿Ud. la creía tan santita? - Draco soltó una carcajada irónica.- Déjeme decirle que la Weasley es lo opuesto a alguien recatado y santo. Me tumbó en el césped mientras yo me debatía furiosamente...

-¿Ud... con su metro setenta y cinco y su complexión no pudo hacer nada contra una muchachita de quince años?

Draco pasó saliva, nervioso. Carajo. Ahora iba a quedar como un debilucho.

-Créame, profesora. A pesar de ser tan chiquita es endemoniadamente fuerte. Y yo no quería lastimarla...

-Oh, sí, me imagino...

-Quiso arrancarme la camisa, como puede ver, y comenzó a besarme por todos lados... ¡fue horrible!- Draco hizo una pausa.- Gritaba: "¡Vas a ser mío, Draco Malfoy! ¡Oh, sí, vas a ser mío esta noche!" . Si no hubiera sido porque escuchamos voces que se acercaban, no hubiera podido escapar. Entonces, quiero denunciar a Virginia Weasley.

-¿Denunciarla?

-Si ud. no le impone castigo, voy a contarle todo a mi padre. TODO.

De mala gana, McGonagall se dirigió hacia la chimenea y tomó un puñado de polvos flú. Arrojó los polvos a las llamas y dijo:

-¡¡Dobby!!

-¿Dobby? - Draco la miró sin comprender.- ¿El estúpido de Dobby trabaja aquí?

Un momento después, la cabeza del elfo aparecía entre las llamas.

-¿Qué se le ofrece, profesora?- preguntó gentilmente la criatura.

-¿Virginia Weasley se encuentra ahí?

-Oh, sí. La señorita está cumpliendo su castigo.- informó el elfo.- Pero el Sr. Malfoy ha faltado a su cita.

-El Sr. Malfoy está en circunstancias especiales ahora...- dijo Minerva, restándole importancia. - Por favor, dígale a Virginia Weasley que se presente ahora en mi despacho.

Dobby asintió vigorosamente y su cabeza pequeña despareció de las llamas. La jefa de Gryffindor volvió a echar otro puñado de polvos.

-¡¡Profesor Dumbledore!!

Para sorpresa de Draco (y vergüenza de McGonagall) Albus Dumbledore apareció *demasiado* sonriente y *jocoso*.

-¡¡Minnie!!- exclamó.- ¡¡Qué pícara eres!! ¡¡Sabes que me encanta que me llames "profesor Dumbledore"!!

-¡¡¡¡Director!!!!- gruñó McGonagall, enrojeciendo completamente.- Por favor... tenemos un asunto...

-¡¡Claro que tenemos un asunto, Minnie!!- Dumbledore se rascó la barba.- ¡Si no llegas pronto las luces de mis interiores van a dejar de funcionar! ¡Y yo sé que a ti te gusta verlas!

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡ALBUS!!!!!!!!!!

-¿Qué te sucede, Minnie?

-Tenemos un asunto aquí. El señor Draco Malfoy se encuentra en mi despacho.

-¿Draco?- Albus sonrió, pero a causa del escritorio no lograba divisar al chico.- ¡¡Hola, Draco!!

-Hola... señor... director...- titubeó el chico, demasiado anonadado ante la excesiva *familiaridad* entre ambas autoridades. Oh, caramba. Así que Dumbledore y McGonagall... ¿Quién lo hubiera imaginado?.

-¡¡Minnie!!- Albus enarcó una ceja.- ¿Estás teniendo *asuntos* con Draco?

-¡Albus! ¡Sabes que no me gustan tan jóvenes!

Desde su asiento, Draco abrió la boca, horrorizado. ¡¡¡El director de Hogwarts, el que era considerado el mago más grande de todos, acababa de insinuar que la profesora McGonagall y él, Draco Malfoy, estaban haciendo *cosas*!!! ¡Eso era mil veces peor que el beso con la pelirroja! ¡¡Las pesadillas iban a durar un mes, como mínimo!!

-Me alegra que me recuerdes que te gustan los *maduritos*...

Draco carraspeó, irritado. Ambos adultos parecieron caer en cuenta que el joven todavía se encontraba en la habitación y volvieron al tema principal. El Sly suspiró aliviado. Sus delicados oídos no podrían soportar más frases con dobles sentidos. Y mucho menos entre esos dos... *vejestorios* ¡Por Dios! De sólo imaginarse a Dumbledore y McGonagall haciendo *cosas*, le agarraban escalofríos y arcadas.

-El joven Malfoy quiere acusar a Virginia Weasley por acoso sexual- explicó McGonagall a Dumbledore, volviendo a utilizar el mismo tono severo que habitualmente usaba. - ¿Podría presentarse en mi despacho para que podamos aclarar todo de una buena vez?

Dumbledore permaneció en silencio unos instantes, como si estuviera meditando lo que la profesora acabara de decirle. Se rascó la barbilla, con expresión pensativa. Parecía estar debatiendo consigo mismo algo realmente importante y serio, hasta que al final rompió el silencio.

-Bien. - dijo con voz cansina.- Minnie, esta noche vamos a tener que prescindir de los interiores con lucecitas. El efecto no dura tanto tiempo. En cambio, puedo usar los *interiores comestibles* de sabor a menta que compré el otro día en Hogsmeade. ¿Te gusta la menta, verdad? Por si acaso, también he comprado con sabor a fruta...

-Albus, querido, por favor... mejor discutamos *esos* asuntos en privado...- pidió McGonagall, visiblemente incómoda, aunque una casi imperceptible sonrisa luchaba por curvar sus labios. Draco la miró con horror. ¡Las pesadillas no iban a durar un mes, sino cinco! Era realmente asqueroso... ¿interiores comestibles? Bueno, él nunca los había probado y una de sus hormonas revolucionadas hizo que le entrara la curiosidad por dicha... ¿golosina? Algún día compraría uno... aunque no para usarlo con la profesora McGonagall, por supuesto. Debería comentarle la idea a Pansy, seguro le encantaría.

-Bueno, Minnie, déjame ponerme ropa decente y voy para tu despacho...

Draco hizo otra mueca. ¡Por Dios! ¿Dónde había quedado la decencia del director? Cerró fuertemente los ojos para evitar imaginarse a Dumbledore, con su cuerpo flaco y arrugado, vistiendo una especie de slip de color verde (con gusto a menta), con una gran sonrisa libidinosa, murmurando : "¡¡¡Minnie!!! ¡¡¡Minnie!!! ¿Te gusta la menta? Ven y prueba, Minnie..." También cayó en la cuenta de que nunca más iba a poder tener una clase de Transformaciones en forma decente, sin que su mente evocara lo oído esa noche.

La cabeza de Dumbledore desapareció de entre las llamas al tiempo que alguien llamó a la puerta. McGonagall soltó un seco "Adelante" y la puerta se abrió cautelosamente permitiendo que una sorprendida pelirroja entraba en la habitación. Al instante, su mirada recayó, como si fuera una especie de imán humano, en el rubio que, sentado en la ornamentada silla de madera rústica, le devolvía la mirada con altanería, olvidándose por completo de su papel de *pobre víctima*.

-Siéntate, Virginia- pidió McGonagall. Completamente desconcertada, Ginny se sentó lentamente, sin dejar de preguntarse que demonios había sucedido ahora. Sin embargo, se abstuvo de hacer la pregunta, para no irritar a la profesora. McGonagall se aclaró la garganta ruidosamente y dijo:- Seguramente te estarás preguntando el motivo de porqué he solicitado tu presencia. - Ginny asintió.- Bien. El señor Malfoy, aquí presente...- Ginny no se inmutó al oír el nombre, pero podía sentir los ojos grises de Draco clavados en ella, iracundos.- ha hecho una denuncia contra tí.

-¿¿Qué??-

-Sí. El señor Malfoy te acusa... de...acosarlo sexualmente.

Las pupilas de los ojos azules de Ginny se dilataron al máximo.

-¡¡¡¡Eso es una cochina mentira!!!!- gritó, volviéndose hacia Draco quien se llevó la mano al pecho, fingiendo dolor.

-¿Admites haberle hecho eso al joven?- preguntó McGonagall, irritada.

-¡¡¡Por supuesto que no!!!- se defendió Ginny, entrecerrando los ojos y rechinando los dientes.- No le puse un dedo encima.

-¡¡¡Está mintiendo, está mintiendo!!!- Draco se puso de pie y señaló a Ginny con dedo acusador.- ¡Es una maniática sexual! ¡Sé que soy hermoso, pero no por eso debe arrojárseme encima como una desesperada!

-¡Cierra la boca, estúpido!

-Bien, bien, bien... ¿qué sucede aquí?- Albus Dumbledore hizo acto de presencia, ataviado con una bata de cama de color azul, perfectamente amarrada a la cintura, para alivio de Draco.

-Ambos jóvenes se contradicen, Director- explicó Minerva, con suma paciencia.- ¿Cómo resolveremos esto?

Dumbledore sonrió. Si Ginny y Draco no hubieran estado tan ocupados en fulminarse mutuamente con la mirada, se hubieran dado cuenta de que la sonrisa era bastante rara.

-Joven Malfoy, señorita Weasley, por favor, tengan la amabilidad de seguirme...- El profesor Dumbledore giró sobre sus talones y salió de la habitación, dejando a todos desconcertados.

-Vamos, vayan...- indicó McGonagall a los jóvenes, aunque no tenía la más mínima idea de lo que pretendía el hombre. Ambos se adelantaron al mismo tiempo y se quedaron inmóviles al ver que sólo uno pasaba por la puerta. Draco, orgulloso, se adelantó primero, dejando a Ginny detrás. No había hecho más que sacar un pie del despacho cuando sintió que algó le golpeó fuertemente la cabeza.

-No, no. Joven Malfoy... debe ser caballeroso- Albus sonrió amistosamente. Acababa de golpearlo con la varita.- Primero las damas...

De mala gana, y más enfurruñado aún, volvió a entrar al despacho de McGonagall, cediéndole el paso a una sonriente Ginny feliz de haber humillado a Malfoy. Luego del percance, Dumbledore los hizo cruzar unos cuantos pasillos, hasta que se detuvo frente a una puerta cerrada. Giró el picaporte y descubrió la habitación en penumbras.

-Adelante, por favor.- indicó. Draco, con una sonrisa fingida, le *cedió* el paso a Ginny y luego, entró él en la habitación desconocida. Se quedaron esperando que el director entrara también, pero para su sorpresa, Dumbledore cerró la puerta. Y oyeron, desesperados, como pasaba llave.

-Bien, jovencitos.- la voz de Dumbledore llegó desde el otro lado de la gruesa puerta de madera.- Vamos a hacer una cosa, en vista de que va a llevarnos toda la noche resolver su problemita. Yo, como verán, tengo unos asuntos por atender, así que voy a dejarlos aquí para que *discutan amistosamente* sobre lo que ha sucedido y en cuanto se pongan de acuerdo, podrán salir. ¿Les parece?

Ninguno respondió. Por el contrario, oyeron anonadados como los pasos del anciano se alejaban por el pasillo, hasta que se dejaron de oír definitivamente y el silencio opresor se adueñó del lugar, interrumpido sólo por sus respiraciones. Draco estalló primero.

-¡¡¡¡¡¡Aghhhh!!!!!- corrió hacia la puerta y giró con desesperación el picaporte, pero fue en vano.- ¡¡¡¡¡Maldito viejo pervertido!!!!! ¡¡¡Se va a ir a la cama con McGonagall!!!

Ginny suspiró. Caminó lentamente hacia la ventana y descorrió las pesadas cortinas, dejando que la luz de la luna llena entrara a sus anchas en la habitación, permitiéndoles distinguir mejor el lugar donde se encontraban. Draco seguía gritando y pateando la puerta como un poseso, totalmente enfurecido. La pelirroja lo dejó hacer durante un cuarto de hora, hasta que finalmente dijo:

-Acostúmbrate. Vamos a pasar la noche aquí.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

HoLa a TodoS!! ¿Cómo están, tanto tiempo? Espero que muy bien. ¡Acabo de escribir el capítulo más largo de todos! 23 páginas de Word, todo un récord, pero no podía dejar de escribir, mis manos estaban poseídas y me costó mucho despegarlas del teclado. (espero que la Srita. Inspiración se quede un tiempo conmigo, para poder escribir rápido). Espero que les haya gustado. (¡no pueden quejarse porque es corto, eh! Tienen bastante para leer!)

Por cierto, en este capítulo hay un ligero cambio de estilo. Más dinámico y exponiendo más a los diversos personajes sin centrarme exclusivamente en Draco y Ginny. ¿Qué les pareció? ¿Les gusta este estilo o prefieren el de los capítulos anteriores? A mi me parece que ameniza más la lectura... pero en fin, me gustaría saber su opinión.

Y ahora sí, con ustedes, los maravillosos reviews!! (muchísimas gracias por dejar tantos!!)

»LOONY MOONY: Sip, dejé a Luna solita, pero no te preocupes que ella se divierte de todas formas. Harry... bueno, en este cap hay un poquitito de Harry. (y también tengo muchas chicas contentas porque el chico sale tan poco...) No sé, por ahora no tengo definido que tenga un graan papel, si más adelante se me ocurre algo, se verá. ¿Ya extrañas al Draco amnésico? U____U ¡Si se acaba de ir! Igualmente, este Draco también tendrá sus *momentos inolvidables* ¡¡BesiToS!!

»PATTY-VG: Bueno, me alegra que te haya gustado, pero yo, en lo personal, odio el capítulo 8 y me sigue pareciendo el más soso del fic. No tenía mucha inspiración cuando lo escribí, y fue bastante forzado... pero en fin, ya está. Gracias por tus elogios, de verdad ^___^ Ginny tendrá su recompensa... ya veremos... ¿Te gustó lo de Ron y Mione? En este cap se han vuelto a pelear, todo porque Ron es un inseguro. ¡Qué suerte que te cae bien Aly! Yo le tengo un cariño especial, debe ser por eso de que es mi creación. En este cap sale un poco... Espero que nos veamos en el msn... ¡¡besos!!

»SARA MELISS: ¡Espero que te haya gustado este mega- cap!

»MEIKO: Bueno, Draco va ir recuperándose... muy lentamente Y, aunque no lo demuestre, su orgullo está bastante resentido. Y eso que todavía no se ha enfrentado a las burlas del resto del colegio. ¿Un Ron para tu mesita de luz? ^___^ jejeeje... ¡Pídeselo a Hermione ¡¡Besotes y nos leemos pronto!!

»ELSA: U_____U ¡Pobre Draco! ¿Cómo pueden decir ahora que volvió que lo prefieren amnésico? Le van a hundir el autoestima al pobre chico... Giinny lo está pasando mal, digamos, pero no lo quiere admitir (quien no estaría mal después de que, con lo que le costó admitir que le gustaba Draco, cuando este la besa, vuelve a ser el de siempre y no la puede ver ni en figurita?). Igualmente... en el próximo capítulo va a hacer un descubrimiento interesante... ya verán... ¡¡BesotEs y gx por el review!!

»ARWEN-CHAN: ¡Heys! ¿Cómo estás? Me alegra que te haya gustado el cap, y sí, es verdad, quedó algo corto... Sobre lo que te había contado, empezaré a desarrollar todo eso en el próximo capítulo... ^^ pero shh!! que es secreto... ¡¡Nos LeEMoS!!

»IRIA DE WOOD: ¿Y? ¿Cómo va tu fic? Espero que lo tengas para prontito... ¿A Pansy que le den? jejejeje... ^^ ¿No te cae bien la chica? Espero que te haya gustado este capítulo... ¡¡¡BeSiToS!!!

»CAPIT: Me alegra saber que tus amenzas no iban en serio jejeje *Airilee suspira aliviada* ¡Otra más que se enoja con el caracter del pobre Draco! ¡El chico es así! Me parece que uds, las lectoras, se acostumbraron demasiado a ese Draco *dulcey sexy* Que bien que te gustó la parte Ron/Mione... yo pensaba que me había quedado muy sosa... ¿a pesar de la torpeza de Ron? Es que es Ron, no me lo imagino diciendo las cosas con un discurso conmovedor e impecable, sino siendo "tal como es y como le venga del corazón" y, creo, que eso es mil veces mejor que un discurso ensayado... Aunque lo admito, en este cap arruinó todo... ¡¡¡¡Thanks por el review!!!!

»VIKA RIDDLE: Hey! Si queres, te mando un mail cuando actualizo así no tienes que entrar a cada rato a ver si subí algo. Eso claro, si estás de acuerdo. Me alegra que, a tu parecer, el capítulo haya valido la pena, por tanta espera... (espero que pase lo mismo con este..) ¡¡¡La primera que está contenta con el Draco cabrón!!! ^^ A mi me encanta también... ¡¡¡Besos!!!

»VANESA C. : Gracias por tan lindo revi, y si, cualquiera de nosotras guardaría bajo llave esa foto si pudiéramos tenerla... No te preocupes con el desmayo de Draco... Ya viste que Pansy *sabe* como hacerlo reaccionar...¡¡ nos leemos!!

»SABINA EVANS: ¡HoLiTaS! Mil gracias por los elogios hacia el fic, no sabés lo feliz que me hace saber que la historia les gusta tanto. Si, Pansy y Blaise estaban prevenidos, no sabían cuando podía volverle la memoria, pero ante la duda... ellos tenían con que atajarse... Gracias también por recordarme el asunto de la amnesia, el porqué Draco olvidó todo, me había olvidado de aclararlo, para que no hubiera confusiones ni quedaran cosas inconexas. Espero que te siga gustando tal como va avanzando la historia... ¡¡Mil besos y gracias por tu siempre constante review!!

»ASUKY-CHAN: ¡En este cap hubo bastante Draco, espero que te haya gustado! ¿Te leíste el fic en un día? ^^ Una fotito de Draco bailando... ¡Aly las vendió todas! ^^ Un secretillo: hice un dibujo del momento del estriptís, y quedó bastante mono, el problema es que no tengo scanner, pero en cuanto consiga uno, ¡voy a mandarselo a todas! Espero que nos veamos en el msn algún día! ¡¡¡BeSoTes!!!

»JERU: Ok, ok... ¿ni siquiera disminuye un poquito tu enfado? ¿Ni siquiera con este cap demasiado largo? jejejee ¡Gracias por el review!

»ANVI_ SNAPE: Jajaja... dudo mucho que Draco tenga ganas de andar haciendo *shows* privados en este momento, pero por si las dudas, le preguntaré. Y, si no me da un buen golpe en la cabeza, ¡te lo envío a tu casa!. No, Blaise y Pansy no tenían idea de que la memoria iba a regresarle justamente en el baile y sí, ante la duda, prefieren estar prevenidos, por eso Blaise lleva siempre consigo el contrato y Pansy, la foto. ¿Te cae mal Roger Davies? ¿Porqué? ... Espero que te haya gustado este cap, luego me lo dices... ¿de verdad me extrañabas? ^____^ ¡que lindo!... jejej... Me dejo de devaríos y... ¡¡nos leemos!!

»KAMI-CHAN: HoLiTaS! No te preocupes por el Login, a mi también me da vagancia hacerlo a veces (y eso que mi contraseña es cortita!^^) ¿vos y Thurin van a formar mi club de fans? jejejeje =^___^= Me hacen poner colorada jejeje ¡Que justo que comentaras de lo Alejandro Sanz! Te juro que yo había pensado en esa canción, pero como no me sale muy bien eso de los song fic, al final no puse nada (Además de que estuve buscando el maldito cd por mi casa ya que no me acordaba la letra entera y no lo encuentro en ningún lado!! para mí que es culpa de mi hermano menor... grrr) También encontré una canción perfecta para este capítulo, al menos, desde el punto de vista de Ginny: "El problema" de Ricardo Arjona.Es perfecta.
No sé porqué será, pero esta canción me da la impresión de hablar de la relación de Draco y Ginny... ^___^ Ok, me deja más tranquila que, loca o no, mi fic te guste de todas formas jejeje... ¡Mil besos!

»TAKHISIS, THE DARK QUEEN: ¡HoLaS! No, definitivamente no te tomaré como ejemplo ¡¡tardaste siglos en actualizar Wicked Game!! ¡Y yo aquí revisando continuamente para ver si habías subido algo! Suerte que... como has publicado un excelentísísísmo capítulo dos, y bastante largo, además, voy a perdonarte la demora. Tengo tu review escrito por ahí (si, yo los escribo cuando no estoy conectada, así puedo escribir tranquila y luego los copio y los pego...), así que en cuanto tenga tiempo te los dejo. Lo mismo que con "my last breath"... ^^ que también me encantó. Vi el revi que me dejaste en el one- shot, muchísimas gracias, hace rato que tengo escrito el segundo cap de ese one- shot, me faltan responder los reviews para subirlo... Bueno... sé que Ginny tiene los ojos marrones y yo se los pongo azules no se porqué bendita razón... pero Ron? Ron sí los tiene azules? No sabía jejeje ¿Sale en algún libro? Sobre lo del msn, la verdad estoy entrando muy poco, sobre todo porque mi maldito servidor anda cuando se le da la muy maldita gana... Sí, el capítulo 8 sólo tenía unas escasas 10 paginitas, pero este tiene unas flamantes 23! No se pueden quejar... ¿Así que te gusta Bill Weasley? ^^ Yo prefiero a Fred... Quizá ponga un poquitito de Bill para vos en algún momento jejeje... ¡gracias por tan lindo review! ¡BeSoTes y noS LeEMoS! (no te tardes tanto en actualizar, que me dejaste en un hilo con tu fic, please, please! ¿si?)

»PAULINA MALFOY: Mil perdones por la tardanza que están teniendo los capítulos, pero hubo todo un conjunto de cosas que contribuyeron a que no encontrara la inspiración por ningún lado... Gracias por tus elogios!!!! ¡BesiTos y noS LeEmoS x MaiL!

»LUCIANA: Muy buena tu idea, pero no creo que Ginny sepa hacer hechizos para modificar la memoria... aunque también podría haberle arrojado alguna piedra o algo y continuar con ese maravilloso beso... Pero no te preocupes, a Ginny se le va a ocurrir una solución, por así decirlo... ¡¡besosss!!

»LUCIA3: ¿lo matarías a golpes? ¿matarías a golpes al rubito más lindo, más incomparable y único que hay? UU No, no,no ¡eso está mal! Es que tienen que comprenderlo... ¡estaba besando a la Weasley! Eso es como que te despiertes un día y estés besando a tu peor enemigo... cualquiera se trauma, ¿no? ¡¡nos leemos!!

»LUZ DEL ALBA: Soy mala, lo sé, pero cuando la idea de este fic se me metió en la cabeza, la escenita de cuando a Draco le regresa la memoria fue una de las primeras que planeé. Creo que le dio un toque distinto, si se hubieran seguido besando y la memoria regresara, por ejemplo, mientras hablaban o algo así, no tendría tanta gracia. Y si, tenés razón, todavía faltan capítulos (no sé cuantos...no tengo el fic planeado rigurosamente...) y falta trama, porque todavía tengo un par de cartas bajo la manga muajajajaja! ¡Gracias por el review!

»KAP DE WEASLEY: ¡Holass! Me alegra saber que al menos te reiste con el capítulo pasado... yo lo odio jejeje Sobre el título del fic, si uno se pone a pensar, como decís, es verdad que el amor tiene formas extrañas... por las circunstancias en que se da o, mas bien, con la persona con la que se dá. Leí "Círculo Vicioso" por supuesto! ^^ Me retrasé con el review, pero lo tendrás allí, no te preocupes... ¡¡¡Mil besotes!!! (para cuando "Melodía..."???)

»VANINA: Ya lo dijo Madam Pomfrey, Draco sufrió una amnesia infrecuente, por eso olvidó todo... aunque quizá recuerde luego... pero a Gin no le convendría mucho que recordase, ¿verdad? jejeje ¡BeSiToS! (a propósito! no puedo evitar ser mala, así que vamos a tener que compartir la labor jejeje!)

»ELI: Espero que te haya gustado este capi, y sí, es una pena que el Draco *adorable* se haya tenido que ir, pero.. este Draco tambien tiene sus cosas adorables, aunque no sea tan *directo y deshinibido* como el otro... Gracias por tu review¡¡ besos!!

»THURINGWETHIL: Realmente, te agradezco infinitamente tu lindo review y gracias también por decirme lo que pensás de este fic, ayuda mucho a un/a escrito/a saber que hay personas que aprecian lo que escribís. Espero que este cap haya sido de tu agrado... Sobre "Maintenant, je te dis"... no te preocupes, que no me había pasado por alto tu fic, llevo leídos un par de caps (dicho sea de paso, esta muy bien!) y en cuanto me ponga al día te dejo el extensísisisisismo review que te debo.... ¿Sip?

»_YRE_: Espero que se te haya pasado un poco la desesperación!!!! ^____^ ¡besitos!

»LIPI WEASLEY: ¿Cómo estás, tanto tiempo? Ya te extrañaba jejeje... Ok,ok, no hay porqué pedir disculpas, está todo bien jejeje... Si, si, tenés razón, una cosa es quedar en shock y otra es empujar a Ginny, pero hay que entenderlo, ¡estaba besando a la última persona que besaría en todo el mundo si estuviera en sus cinco sentidos! (bueno, creo que exageré, me parece que Draco besaría a Ginny antes que besar, por ejemplo, a Hagrid...). El tema de los sentimientos de Draco es un tanto complicado. Ginny se quedó *colgada* por él, y el chico, por el contrario, la odia todavía más que antes de se cayera de la escoba. Ya veremos lo que sucede, pero vos lo sintetizaste en una frase perfecta: "la memoria va y vuelve, pero los sentimientos quedan..." Si, Ron es adorable, aunque seguro después de leer este cap me vas a matar por haberlos peleado nuevamente... Harry... bueno... es verdad, Harry no aparece casi nada, y tengo varias lectoras contentas con el prácticamente nulo protagonismo del chico, es que con Draco... ¿quién piensa en Harry? *Tu* Ron / Mione (sí, va dedicado a vos que tanto lo pedís...^^) está en progreso, será un one-shot. Para Navidad falta muchísimo (creo que lo terminaré mucho antes de esa fecha)... ¿y tu cumpleaños cuando es? ¡¡¡besotes y nos leemos!!!

»JOY EVANS: ^______^ Gracias por los elogios, espero que te guste este cap!!!! ¡¡Besos!!

Eso es todo por ahora! Los dejo con la canción "el problema" de Ricardo Arjona, que me parece que describe tal cual los sentimientos de Ginny en estos momentos... ¡¡¡Nos LEeMoS!!!, AiRiLEe.

"El problema no fue hallarte, el problema es olvidarte.
El problema no es tu ausencia, el problema es que te espero.
El problema no es problema, el problema es que me duele.
El problema no es que mientas, el problema es que te creo...

El problema no es que juegues, el problema es que es conmigo.
Si me gustaste por ser libre, ¿quién soy yo para cambiarte?
Si me quedé queriendo solo, ¿cómo hacer para obligarte?
El problema no es quererte, es que tu no sientas lo mismo...

Y cómo deshacerme de tí si no te tengo,
como alejarme de tí si estás tan lejos,
cómo encontrarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojos,
cómo encontrarle plataformas a lo que siempre fue un barranco,
cómo encontrar en la alacena, los besos que no me diste.
Cómo deshacerme de tí si no te tengo,
como alejarme de tí si estás tan lejos.
El problema no es cambiarte, el problema es que no quiero.

El problema no es que duela, el problema es que me gusta.
El problema no es el daño, el problema son las huellas.
El problema no es lo que haces, el problema es que lo olvido.
El problema no es que digas, el problema es lo que callas.

Y cómo deshacerme de tí si no te tengo,
cómo alejarme de tí si estás tan lejos,
El problema no fue hallarte, el problema es olvidarte.
El problema no es que mientas, el problema es que te creo.
El problema no es cambiarte, el problema es que no quiero.
El problema no es quererte, es que tu no sientas lo mismo.
El problema no es que juegues, el problema es que es conmigo..."