Las personajes principales son del Maestro Tolkien, yo solo los tome para hacer esta humilde historia, pero sin fines de lucro, el resto de los personajes salieron de mi loca cabecita.
Gracias a todas las que hasta el momento han leído sin falta esta mi primera historia, son las que la mantienen viva, no puedo agradecerle a nadie en especial, por que todas tienen un lugarcito en mi corazón y no quiero herir sensibilidades pero a todas ustedes LQM.
Por último perdón la tardanza pero creo que de hoy en adelante así será ya que el trabajo me absorbe, aun así "no me abandonen téngame paciencia" de una semana no pasa
Besos. Gracias por leer.
Capítulo XII. La partida a Gondor.
Elladan se había mantenido muy silenciosa durante aquellos días que transcurrieron lentos para su persona, sin embargo en el interior su despechada alma estaba pensando una dulce venganza. Después de pensar por varios días y tener todo planeado, le sugirió a su padre que la dejará ir a Rohan a visitar a sus amistades con la intención de olvidar todo lo sucedido y dejar que se disiparan los rumores por Mirkwood.
Su padre no tenía la mínima intención de contradecirla y al buscar solo su distracción acepto aunque de mala manera, por lo que Elladan se encontró partiendo rumbo a Rohan un día antes de la partida de Legolas rumbo a Gondor, sus planes buscaban destruir todo lo que a ella le había causado dolor; en su corazón ya no había lugar para el príncipe del Bosque Negro y su mirada lo reflejaba, mirada que preocupaba a su padre ya que nuca antes la había visto así, tan silenciosa y seria.
Ya entrada la madrugada, Legolas se había quedado dormido en uno de los sillones que yacía en su habitación esperando la respuesta que Haldir le dijera al mensajero, cuando de momento oyó como tocaron tímidamente a su puerta, era el mensajero quien repetía susurrante – Señor Legolas....príncipe, me escucha-
Corrió apresurado a abrir y se topó con el mensajero quien apenas era un jovenzuelo – que te ha dicho, cual ha sido su respuesta??? – atacó Legolas al pobre niño con una pregunta tras otra.
-Déjalo – susurró Haldir saliendo de entre las sombras – que no vez la cara de espanto que tiene, deja que se vaya –
-Haldir, mi amor, mi Haldir...como te he echado de menos estos últimos días – le abrazo fuertemente por el cuello y llenó su boca de dulces y tibios besos.
Una vez que el mensajero se hubo retirado excusándose con Legolas por no haber podido impedir la intrusión de Haldir con él a la casa. Se encerraron en la habitación. Haldir se sentó en el sillón que momentos antes acurrucara a Legolas y jalo al príncipe para que este se sentara en su regazo. Legolas lo abrazó y poso la cara de su amante en su cuello, asiéndola fuertemente.
-Que te ha dicho tu padre?? – preguntó Haldir después de un breve silencio
-Durante estos últimos días casi nada, solo que mañana durante el amanecer debo de estar en camino. Sabes una cosa cariño, mi padre me preocupa en demasía, esta muy demacrado y su semblante es cada vez más opaco como si hubiera perdido su brillo.
-Es natural amor, esta deprimido pero te he dicho que le dieras ánimos y que estuvieras con él lo mas que pudieras – reprochó en tono cariñoso Haldir
-Sí lo se, pero no me deja pasar, solo se lo permite a Lolindir Calafalas...- se hizo por unos momentos un breve silenció-. Haldir prométeme una cosa, prométeme que cuidaras de mi padre mientras yo no este aquí!!!-
-Pues... eso quisiera prometerte amor, pero me temo que tu padre odia mas mi presencia que la tuya, de todas formas yo mantendré en este castillo a un informante y a un asistente que sirvan cumplir las exigencias de tu padre por eso no te preocupes – Haldir levantó la cara y beso de manera prolongadada a Legolas, después de tanto tiempo sin él, sus labios exigían el sabor de aquella húmeda fuente de calor.
-Gracias, se que puedo contar contigo. – y dime, chilló penosamente Legolas –que has sabido de ya sabes???
-Elladan? Bueno pues parece ser que no esta en Mirkwood, que ha salido solo que nadie sabe a donde, yo personalmente vi salir su carruaje ayer a primera hora, esperemos que se mantenga alejada y no de problemas.
-Haldir??? –preguntó Legolas
-Quédate conmigo, de nuevo tengo miedo pero esta vez por mi inminente partida – su petición parecía la de un pequeño niño que después de una pesadilla buscaba el regazo de su madre.
-Así será entonces amor –Haldir comprendía que aquella noche no podrían ponerse románticos, por que la cara de Legolas manifestaba mucha preocupación y confusión, así que no quiso aturdirlo más y lentamente lo tomó en sus brazos, se deshizo de su bata y abriéndole paso por las cobijas lo situó tiernamente sobre el tibio lecho.
Haldir se quitó la ropa y de espaldas a Legolas lo abrazó por la cintura, uniéndose a él por detrás, beso su aromático cuello jugó con su piel un rato, haciendo pequeñas figurillas sobre sus caderas, las cuales Legolas tenia que adivinar.
Así permanecieron unos momentos. Cuando Haldir notó que Legolas ya no buscaba adivinar las figuritas que trazaba Haldir en su piel, comprendió que había caído profundamente dormido, le besó la nuca...despacio recorrió su cuello y cerro con un beso en su hombro para quedarse él también profundamente dormido, con la nariz posada entre los cabellos de Legolas que se le antojaban como suaves hilos de seda.
La mañana llegó celosa ante los dos amantes, Legolas se había quedado profundamente dormido y el alba había pasado ya hacia un par de horas. Haldir abrió los ojos y se levantó de un salto, con el corazón palpitándole a mil por hora.
-Legolas – lo meneó – Legolas!!! Es muy tarde levántate el alba ya ha pasado –
Legolas abrió sus ojos como dos enormes órbitas se incorporó de un salto y se asomo al balcón –el carruaje esta allá abajo, esperándome – tomó su ropa del perchero y se la puso tan rápido como pudo.
Cuando Haldir terminó de vestirse le ayudó a Legolas con sus maletas, poniéndolas en la entrada y llamando a un sirviente para que las subiera al carruaje – seguro que no olvidas nada?? - Pregunto Haldir –
-Si, un cálido beso tuyo – exigió Legolas – al mismo tiempo que lo sujetaba con ambas manos y le robaba el más tierno de los besos. – no te puedo llevar conmigo amor?? – pregunto Legolas
-Pues amenos que me metas en una de las maletas, no lo creo –rió Haldir – pero no te preocupes en un par de días te alcanzo allá, solo esperare a que llegues y te asientes lo suficiente como para que no sea yo una desagradable visita.
-Eso no sucederá, siempre serás bien recibido – se tomaron de las manos y bajaron como recién casados, por las escaleras, si Thranduil, los hubiera visto sin duda se lanzaba sobre ellos.
Después de una breve despedida a su padre y un tierno beso en la frente, el rey secamente le dijo que se fuera que ya era demasiado tarde y que en Gondor ya lo esperaban.
Los tiernos amantes se abrazaron al pie del carruaje, Legolas no pudo evitar soltar un quedo sollozo y dejó escapar un fino hilo de lagrimas. Haldir le pidió no hacerlo más y una vez que lo ayudo a subir al carruaje, se despidió de el con la mano ondeante.
El camino fue largo y cansado en ocasiones y en contra de la voluntad del conductor, Legolas pidió detenerse unos momentos para poder mover las piernas, el retrazo ya era mayor y para muy entrada la noche del segundo día llegaron a Gondor.
Debido a que ya era muy tarde los guardias le dijeron que el rey se encontraba durmiendo en su habitación y que no era bueno despertarlo, por que había sufrido una horrible migraña durante toda la tarde, así que Legolas subió a su nueva habitación conducido por uno de los sirvientes y con desilusión por no haberse presentado y no haber probado bocado, estaba hambriento y cansado. Esa noche durmió hasta los primeros rayos de la mañana, quiso madrugar para no verse tan descortés.
Llamaron a su puerta, era uno de los hombres de la servidumbre –Príncipe –exclamó al tiempo que hacia una reverencia – me pidió el Rey que le preguntará si bajará a comer o si prefiere hacerlo en su habitación.
-Bajaré enseguida muchas gracias – Legolas se preparo se vistió con uno de los que considero sus mejores trajes, ya que quería dar una buena impresión después de tanto tiempo.
Ahí en una de las puntas de la mesa, estaba Aragorn, había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que lo vio, en realidad no había cambiado mucho, su cuerpo era aun atlético y su piel color tostado, sin embargo sobre su rostro se cernía una sutil barba que le hacia aun más varonil, mas imponente. Cuando Aragorn lo vio se levanto de la mesa y con un cálido abrazo le dio la bienvenida.
-Siento no haberte recibido ayer, pero tenia una horrorosa migraña que recién se había calmado y caí profundamente dormido, pero es un placer que el hijo del buen Thranduil se quede un tiempo aquí conmigo.
-Gracias Rey Aragorn el placeres mío – cuchicheó penosamente Legolas
-Dime Aragorn – exclamó al tiempo que le hacia señas de que tomara asiento junto a él-
Platicaron durante todo el desayuno, de cómo se encontraba el rey Thranduil, del triste acontecimiento que había dado origen a su estancia en Gondor, y de lo triste que para Aragorn habían sido sus días en Gondor durante todo este tiempo solo, sin embargo no se olvidó en recalcar que nos extrañaba a Argwen, pero la soledad del enorme castillo le había hecho flaquear por momentos.
-Se que tu estancia aquí no servirá a los dos de mucho Legolas, me da mucho gusto de verdad y no dudes en pedir lo que desees para hacer tu estancia de lo mejor aquí.
-Gracias Aragorn –musitó Legolas al tiempo que se llevaba a la boca el dulce jugo de zarzamoras que tenia en uno de sus lados.
-Y dime...-preguntó penosamente Aragorn – no me digas si no quieres esta bien???
-Si claro, que quieres saber??? –intuyó Legolas
-Es verdad que el causante de todo ha sido Haldir...bueno lo pregunto por que tu padre me lo ha hecho saber en la nota, pero no se a ciencia cierta, causante de qué es el fiero guerrero.
- Pues si, Haldir es responsable del amor que día a día crece en mi pecho, sin embargo el no es culpable de la tragedia que terminó con la amistad de mi padre y el Juez.
-Haa!!! Ya veo – susurró Aragorn, al tiempo que se le subía el color a las mejillas – perdón por la indiscreción.
-No, esta bien, no puedo ocultar más lo que siento por Haldir, lo amo y quiero que a todo el mundo le quede claro de una vez. – exclamó orgullosamente el elfo, - precisamente sobre eso quería pedirte algo esperando no sea un abuso –
-No claro que no dime!!! – exclamó Aragorn poniendo ojos de interés
-Bueno quería ver si era posible que Haldir nos visitara de vez en cuando, claro si esto no representa una molestia para ti???
-No claro que no, el puede venir a visitarte cuando quiera, siéntanse como en casa para actuar con libertad –exclamó Aragorn.
Y así transcurrió el desayuno, después Aragorn, llevó a Legolas a una de las caballerizas con la intención de que este escogiera uno de los mejores corceles del reino, después caminaron por los bellos jardines del castillo y comieron al aire libre al pie de una de las enormes fuentes que rodeaban la entrada principal. Ya en la cena Aragorn se disculpo con Legolas por ausentarse pero tenia asuntos que arreglar, sin embargo le ofreció salir a cabalgar por la mañana alrededor del lago, el cual era impresionante contemplar debido a que en esa época en la que entraba la primavera, el su descongelamiento era una visión hermosa en combinación con los primeros rayos de la mañana. Legolas no opuso resistencia y se manifestó ansioso por que llegará el momento.
Sin embargo Aragorn en realidad no tenia ningún compromiso que cumplir, simplemente se dispuso a sentir sobre su piel el fresco aire del atardecer. Se sentía extraño, algo en el elfo le había encantado, durante todo el día no pudo evitar que de vez en vez se le escapara una picara mirada a las curvas del hijo de Thranduil. Sin embargo esto se lo atribuía a que había permanecido solo durante mucho tiempo y Legolas le había impregnado al castillo una nueva chispa, con la hermosa luz que despedía. Cerró los ojos y dejó que el aire acariciara su rostro, ahí situado sobre el balcón de su habitación, sentía nacer en él un nuevo animo, que había perdido con el tiempo.
A la mañana siguiente mandó abrir todas las cortinas del castillo, las cuales habían permanecido mucho tiempo cerradas, ante las repentinas migrañas del rey, la luz le revelaba rincones de las habitaciones que parecía haber olvidado.
Antes de que los primeros rayos de sol se posaran sobre los verdes pastos, Aragorn y Legolas se encontraban en camino hacia el lago que a las afueras del reino, el gélido viento que soplaba en esos momentos los obligó a portar capuchas que les cubría desde la cabeza hasta los tobillos. Galoparon lo más rápido posible...hacia ya mucho tiempo que Legolas no recorría grandes caminos a caballo dejando que el viento le arañara de manera celosa su fina piel.
Ante tal frío la nariz y mejillas del príncipe se tornaron rojizas, podía sentir dentro de si la libertad que el paisaje le regalaba, cerro sus ojos y sintió dentro de si, que por momentos que se elevaba, ante las fuertes velocidades que de momentos adquirían.
Cuando por fin se detuvieron, Aragorn lo ayudó a bajar del caballo, tomándolo delicadamente por la cintura, los dos se avergonzaron un poco al quedar uno frente a otro sin mucho espacio de por medio, sin embargo Legolas volteó rápidamente su rostro como mostrando interés por el paisaje que los rodeaba, Aragorn por su parte disimuló un poco soltando a Legolas antes de que este tocara suelo.
Su regreso al castillo fue justo al momento de la comida, tanto galopar y caminar por los alrededores había abierto su apetito. Así pasaron las horas conversando en la mesa y engullendo los deliciosos platillos que él mismo Rey de Gondor había pedido para dar la bienvenida a su nuevo huésped.
Desde que Legolas había llegado notó una particular emoción en el rey por platicar sobre todo, por salir a tomar vino a la luz de las estrellas, aprovechando el comienzo de los días calurosos sentados en el verde pasto del jardín, tanta emoción la atribuyó a que el rey había pasado ya bastante tiempo sin un alma a quien platicarle sobre lo que acontecía en los alrededores. Sin embargo para Legolas las platicas sobre combate y los deliciosos quesos que acompañaban al vino no disminuían en nada su impaciencia por saber algo de Haldir quien no había dado señales de vida desde un par de días atrás.
La noche siguiente Aragorn tuvo que salir apresurado tras haber recibido la noticia de que algunos sembradíos se habían incendiado alcanzando algunas casas y desconocían las causas, por lo que decidió ir a investigar un poco y a dirigir la extinción del fuego. Leg0las sabía que el rey tardaría un poco por lo que se dispuso a recorrer rincones del castillo que hasta el momento no había visto.
Conoció la inmensa librería rodeada por enormes estantes de libros, una inmensa sala que servía de refugio para un hermoso piano de cola en el cual se le antojaba era el sitio de reunión para los bailes y festejos, cuando se topó con la hermosa cocina decidió hacer una parada en busca de algo tibio para antes de irse a la cama, ya en piyama Legolas tomó un baso de leche y subió pesadamente las escaleras.
En el ala contraria a la de su habitación, una tenue luz le llamo la atención, camino silenciosamente para toparse con que la luminiscencia que débilmente dejaba salir la puerta entre abierta era la de una enorme habitación situada hasta el fondo. Al principio Legolas no prestó mucha atención sin embargo intento escuchar algún ruido pero nada pasaba al interior. Ya que había recorrido varias estancias en la parte de abajo y todas le habían parecido exquisitas, no quiso dejar pasar la oportunidad de husmear un poco en aquella habitación que nunca antes vio.
Cuando abrió lentamente la puerta la impresión fue tremenda, era enorme un ventanal enorme cubría toda una pared, la enorme cama estaba apostada de frente a esta, las paredes estaban cubiertas de finas telas rojizas, el resto de las esquinas estaban cubiertas por impresionantes esculturas o pinturas que no se parecían en nada a las que había visto escaleras abajo. De momento Legolas intuyó que esa era la habitación de Aragorn por que la ventana estaba cubierta de una cortina pesadísima que impedía a toda costa la entraba de la luz sin olvidar que en uno de los clóset entre abiertos se encontraba mucha de la ropa que anteriormente Aragorn había vestido.
Cuando entró al baño de la habitación, en medio de este se encontraba una tina circular de gran tamaño extrañamente la servidumbre parecía haberla preparado, ya que no habían notado la inesperada partida del rey...el agua aun estaba tibia y los aromas que despedía eran frescos y relajantes.
-Por que no? –pensó Legolas –si el rey demorará en regresar y sería una lástima que se desperdiciara así este baño.
Lo pensó unos momento más y dejo en uno de las mesitas de la habitación su vaso con leche aun sin beber, se quito la bata que dejó al descubierto su blanca piel... la aventó sobre la cama y corrió a la tina cuando noto que aun estaba presente la tenue brisa del fío. Se metió lentamente en la tina...sí...el baño estaba recién preparado...Haa!! era demasiado bueno, tan tibio y aromático...
Lentamente se recostó hasta que el agua rozaba su nuca...cerró los ojos y pensó por un momento en todas aquellas cosas que el rey de Gondor pudo haber hecho en esa enorme y reconfortante tina...- que pasaría si Haldir entraba por aquella puerta – su rostro libero una picara sonrisa, no podía evitar imaginar, sin embargo ciertos pensamientos que le llegaban combinados, por unos momentos Haldir, por otros Aragorn, ahí recostados en la tina, los veía besando a una silueta borrosa que Legolas no podía ver, solo se distinguía una sombra sin rostro...pero era agradable, la visión era intrigante.
Lentamente el sueño se apoderaba de él...era tan relajante...ese aroma a violetas...de momentos intentaba abrir los ojos, pero el sueño era más prometedor.
Mientras tanto a unos paso afuera de la habitación se encontraba el rey que le daba instrucciones a una de las jóvenes de la servidumbre...
-Será mejor que cambies cuanto antes el agua, ha de estar helada y quiero quitarme este hollín del cuerpo – el rey había regresado pocos minutos antes ya que el incendio había sido controlado y apagado por guardias que recibieron primero la noticia, por lo que no considero necesario quedarse mas tiempo en el lugar después de corroborar que nadie había salido dañado y de dar instrucciones para la pronta recuperación de los daños.
Cuando llego a su habitación se encontró con que la puerta estaba abierta y las velas del baño prendidas, con un poco de precaución camino sigiloso atravesando el cuarto y se dirigió lentamente a la puerta que adentraba al baño.
Continuará.....
REVIEWS
VANIA: Pues si aun en contra de su voluntad el eflo parte a Gondor, esperemos a ver que es lo que pasa aunque yo tampoco creo que todo sea color de rosa, por la rencorosa esa, pero nada esta escrito aun, así que no desesperemos. Haldir pues tendrá que hacer de tripas corazón, por que eso de amor de lejos. Gracias por leer amiguita espero nos veamos pronto, te mando un abrazote y un saludo. Prometo ya no demorar tanto para publicar, pero este fin necesitaba unas vacaciones. Gracias
FORFIRITH: Amigocha, gracias por leer haber si ya con este segundo capitulo me perdonas el haber metido al rey hasta ahorita, pero su entraba tenia justificación hasta estos momentos, aunque si a mi también me da una poquita de lastima dejar a Haldir tan solito, tan bueno y considerado que ha sido. Gracias por las porras, espero no defraudar a nadie en el camino, especialmente a ti que has sido tan paciente con esta cuestión de Haldir y Aragorn. Seguimos con los planes y me da gusto que sigamos desvelándonos juntas Besitos TQM
LUTIEN TELRUNYA: espero que ya te encuentres mucho mejor de tu resfriado, con eso de que luego se complican y ya no se sabe i que le pica a uno, cuídate mucho!!!. Que bueno que te haya gustado este capitulo en general y muchas gracias por la recomendación, aunque por acá no se ve tan exagerada la palabra, pero considerare tu recomendación en las siguientes escenitas salseras, muchas gracias. Pues con Haldir si tendremos unos pequeños inconvenientes pero haber que resulta de todo esto. Muchas gracias de nuevo por la sugerencia y cuídate mucho esa gripa. Haaa y seguimos en contacto por correin sale??? Besos.
DANIELA.: Amiguita perdón por la tardanza en cuanto a Aragorn no pensé que fuera tanta la desesperación o mucha mi tardanza por sacarlo, pero esta bien aquí esta ya y ahora estará presente en los siguientes capítulos, aunque la verdad al igual que le decía a Forfirith no prometo nada ni para Aragorn ni para Haldir, así que mejor no nos apresuramos. Gracias por seguir la historia y además por seguir dejando reviews eso de algún modo me reconforta por que se que todavía andas por aquí. Gracias por todo.
IONA: Amiguita queridísima, pues si tus predicciones no andan tan lejos de lo que pasara, hasta en eso de los enredos, pero aun así todavía falta mucho que ver, espero que este capitulo te haya gustado como los demás y espero no haberte hecho esperar mucho. Que mala eres por que quieres ver a Haldir sufrir tan bueno que ha sido con el Legolitas, además se lo ha cuidado super bien al rey mínimo una recompensa no, los cuernos no le dejan pasar por la puerta (jajajaj)???, lo de los pañuelos pues todavía falta así que por el momento no lo creo. Y vaya que el rey siempre le sale todo al revés, pero bueno cuando será que de una?? En lo que respecta a tu fic, pues si, es solo la verdad esta buenisisismo, y sigue dándome una lastima que no pueda ser leído por mas gente, a mi si me emociono muchisisismo, pero pues ojalá y pronto te decidas. Amiga te mando saludotes, un inmenso abrazo y prometo que inmediatamente contestare tu mail, Besitos y lo mejor de las suertes, vibra y deseos hasta Argentina.
