Hola! Bueno, aquí les traigo otro songfic, talvez algunos de ustedes ya lo leyeron en el foro de warner, pero si no, pues aquí est�!

Me basé en la canción de la famosa caricatura de Disney: La sirenita, la canción es de la escena más romántica (a mi parecer) de la película, se llama BÉSALA, en la caricatura la canta el cangrejo Sebastián :p...

Bueno sin nada más que agregar, aparte de recordarles que todos los personajes son propiedad de JK Rowling...

Espero que lo disfruten!

BÉSALA

Hogwarts, el colegio de magia y hechicería, era reconocido por los grandes magos que de ahí salían graduados, haciéndolo uno de los mejores colegios de toda Europa, y él podría asegurar que del mundo entero.

Dumbledore era uno de los mejores ejemplos, y ahora era director de una de las generaciones más importantes. Hacía más de 50 años había sido profesor de Tom Riddle, uno de los magos más extraordinarios de su época, pero que llegó a dirigir su gran conocimiento mágico a la ruina de su mundo, causando pánico entre los magos y logrando deshacerse de muchos de ellos. Y ahora, Dumbledore, era director de otro mago reconocido, famoso en todo el mundo mágico por una hazaña que nadie creyó que pudiera llegar a realizarse. Con apenas un año de edad, habiendo perdido, minutos antes, a sus padres, Harry Potter logró sobrevivir a una de las peores maldiciones imperdonables y acabó, por un tiempo, con la presencia del Innombrable. Tom Riddle. Voldemort.

Dumbledore había intentado protegerlo desde que lo había dejado en casa de sus tíos muggles; su única familia; poniéndole guardias día y noche, y esperando el momento en que regresaría al mundo mágico.

Harry tan sólo tenía 11 años cuando conoció a los que serían sus mejores amigos: un chico pelirrojo bastante nervioso, pero muy divertido, Ronald Bilius Weasley, y una chica de cabello castaño bastante enmarañado, con un aspecto de superioridad que al principio los hacía irritarse con facilidad, Hermione Jane Granger. Conforme fue pasando el tiempo Harry y sus amigos se volvieron bastante conocidos entre todo el colegio, no sólo por ser inseparables, también por sus incontables aventuras que iniciaron desde su primer año. Desde el momento en que lograron combatir al Trol que intentaba acabar con Hermione, se dio cuenta que serían inseparables, y al finalizar ese curso agradeció saber que siempre contaría con ellos, pues le habían demostrado que arriesgarían su vida por él.

En su segundo año las cosas no se facilitaron, con el curso ya empezado comenzaron a suceder diferentes cosas, que lo llegaron a señalar como un mago temible, una especie de asesino, pero, a pesar de que todo señalaba que él era el culpable, sus amigos permanecieron a su lado, no dudaron de él y lo apoyaron en todo momento, hasta lograr descubrir quien estaba causando todas esas víctimas.

Y podría seguir recordando sus aventuras, pero, seguramente, la noche no le alcanzaría para revivir todas en su mente, podría jurar que, en el tiempo que había estado en el colegio, había vivido muchas cosas más que cualquier otro mago que él conociera, pero agradecía el haber contado con sus amigos.

Sólo había una ocasión en la que él no había contado con ellos, una sola "aventura" que había tenido que vivir solo. Su cuarto curso había sido uno de los más complicados, y sabía que, si no hubiera contado con la ayuda de su mejor amiga, habría sido más difícil, pues un malentendido había ocasionado que su mejor amigo dudara de él. Esa era la diferencia que había entre sus dos amigos, ella era más analítica, y él un poco testarudo.

– ¡ey, Harry¿Te dignarás a hacernos caso algún día! –

Harry volteó a sus lados, se había perdido en sus recuerdos y había olvidado que tenía compañía. Estaba con sus compañeros de dormitorio, arreglando sus cosas para después celebrar su último banquete como alumnos de Hogwarts

– lo siento¿de qué hablaban? – preguntó bastante confundido.

Ron y Seamus soltaron unas risitas burlescas mientras observaban cómo Harry se rascaba la nuca confundido – bien podríamos haberte echado una maldición y tú ni cuenta te habrías dado – le dijo Ron con una sonrisa divertida.

– lo siento, en verdad – se disculpó bastante apenado. Y si hubiera sido la primera vez que eso le pasaba no se preocuparía, pero, últimamente, le había sucedido en tantas ocasiones que ya ni disculparse le servía.

– está bien, no importa – le dijo Dean con calma – sólo hablábamos de nuestros planes después de graduarnos –

Harry los observó preocupado, y no era que no tuviera planes, los tenía, pero...

– vamos, Harry, no te preocupes por eso – le dijo Ron con calma mientras se acercaba a él – sabes que papá ya se encargó de todo y te ha conseguido un buen puesto de afanador en el ministerio y ha conseguido convencer al espíritu que vive en la casa de que te deje dormir con él! – le dijo fingiendo tono serio, pero al ver la mirada preocupada de Harry no pudo evitar reírse, recibiendo como respuesta un fuerte almohadazo que lo hizo caer de espaldas, ocasionando la risa de sus demás compañeros – ¡oye¡Sólo bromeaba! – se quejó mientras se reincorporaba, sin poder contener una sonrisa y frotándose la parte afectada con la caída.

– ¡te mereces eso y más! – le dijo Harry fingiendo tono molesto mientras se levantaba de la cama para seguir recogiendo sus cosas.

– sabes que es broma – le dijo Ron poniéndose serio de nuevo – y también sabes que eres bienvenido en la casa, a mamá le encantaría que aceptaras quedarte con nosotros, claro mientras tu quieras – le dijo con calma, antes de dejarse caer en la cama de su mejor amigo.

Harry negó – gracias, pero no quiero ser una carga – le dijo mientras acomodaba su escoba, con sumo cuidado, dentro de su baúl.

– ¡oh, no lo serás! Apenas si comes, y cuando estás en casa, eres tan sigiloso, que mi mamá ha estado pensando seriamente en agregarte al reloj Weasley – le dijo mientras se llevaba a la boca un pastelillo entero.

– menos mal que no lo hizo antes, seguro estaría todo el tiempo en la inscripción "en problemas"... habría vuelto loca a tu mamá – le dijo Seamus con gesto divertido.

– ¡no lo dudo! – dijo Ron sonriendo, luego de haber logrado pasar el pastelillo – entonces ¿qué¿aceptas irte a la casa? Sería divertido, además de que serían nuestros últimos meses que pasaríamos los tres juntos¡antes de que Hermione se vaya a su viaje de campaña de pedo! – dijo con una sonrisa burlesca, ocasionando una leve risa de Harry.

– ¡ten cuidado, Weasley¡Si ella estuviera aquí ya tendrías tres ojos más! – le dijo Dean a modo de advertencia, pero sin dejar de sonreír.

– bueno, no es mi culpa que mi amiga esté un poco loca – se defendió Ron, haciendo que Harry riera.

– ¡oh, claro¡Quiero verte decir eso delante de ella! – dijo sin dejar de sonreír.

– si eso sucede¡por favor¡Invítenme¡Me gustaría ver cómo desintegran a Weasley! – dijo Seamus sonriendo.

– ¡claro que lo diría¡No tengo nada qué temerle a Hermione! – dijo Ron intentando sonar seguro, pero sus nervios lo traicionaban.

– oh, sí... ¡claro, Ron¡Nada más recuerda no temblar cuando lo digas, demostrar temor ante tu asesino puede ser peor! – le dijo Dean fingiendo tono serio.

– sí, sí, lo que digan... – dijo Ron desentendiéndose del asunto – y ¿dónde se metió Neville¿No piensa arreglar sus cosas? – preguntó intentando hacer que olvidaran la conversación.

– no sé por qué lo preguntas, Neville no pierde el tiempo – le dijo Seamus mientras se levantaba para terminar de guardar su ropa.

– oh, sí... lo olvidaba... – dijo Ron sin darle mucha importancia.

– cómo puedes olvidarlo, si desde que tiene novia no se aparece por aquí a menos que sea para dormir – dijo Dean mientras se acostaba en su cama.

– hay algo que yo no entiendo – dijo Seamus con tono serio.

– no nos preguntes, nosotros tampoco entendemos cómo es que Neville logró conseguir novia – dijo Ron fingiendo tono desconcertado, provocando nuevas risas en sus amigos.

– no, no me refería a eso... digo, después de todo, algún día tenía que madurar¿no? – dijo Seamus aún sonriendo – al lo que voy es... bueno, cómo es posible¡que hasta tú Ron tengas novia y Harry no! – dijo fingiendo tono asombrado.

– ¡oye¿Qué quisiste decir con "hasta tú Ron"? – preguntó el pelirrojo con tono molesto.

– nada importante... – dijo Seamus con calma – lo que sí es importante es el asunto de Harry – dijo volteando a ver a su amigo de cabello azabache.

Harry no dijo nada, sólo se limitó a ignorarlos, si él no tenía novia era simplemente por que no quería... ¿no quería?

– cierto, Harry... comienzas a preocuparnos – le dijo Dean con tono serio, mientras se acercaban, él y Seamus, a Harry, y Ron se acomodó sobre la cama de forma que pudiera ver de frente a Harry.

– ¿porqué habrían de preocuparse? – les preguntó Harry frunciendo el entrecejo, mientras volteaba a ver a sus amigos.

– bueno, no es normal que, después de haber andado con Chang¡no haya pasado nada! – dijo Seamus con tono examinador.

– ¿cómo que "no haya pasado nada"¿qué querían que hiciera¿Que le fuera a rogar?... ¡yo ya no quería nada con ella! – se defendió Harry aún con el entrecejo fruncido y pudo ver como negaban sus tres amigos.

– no, creo que hiciste bien al olvidarte de ella... sólo era una carita bonita – dijo Ron con tono serio.

– de lo que hablamos es de que... bueno, Ron al ver su batalla perdida con Hermione no tardó en darse cuenta de que había sido atracción y que, quien realmente le interesaba era Luna... y se puso las pilas... y aún, después de un año y medio sorprendente, siguen juntos... pero tú... bueno¡no te has mostrado interesado por nadie! – dijo Seamus con tono preocupado mientras sus dos compañeros asentían.

– para empezar, no tengo por qué estar gritando a los cuatro vientos quién me gusta... – se defendió Harry – además de que ¡he tenido demasiadas cosas en qué pensar! Si mi vida fuera más sencilla como la de ustedes con gusto andaría con... – decía, pero se detuvo al darse cuenta de que iba a meter la pata.

– �¿con? – le preguntó Ron con tono emocionado, mientras se reincorporaba.

Harry los observó nervioso – con... con... ¡con alguna chica! – dijo con tono resuelto, reincorporándose dispuesto a salir del dormitorio, pero le fue imposible abrir la puerta – ¿qué pasa¿Por qué...? – decía confundido, volteando hacia sus compañeros, pero se calló al ver a Dean con su varita en la mano.

– ¿con quién te gustaría andar? – le preguntó Ron sonriendo ampliamente.

– ¡con nadie en especial! – dijo Harry con tono decidido.

– ¡vamos Harry, somos tus amigos, nos puedes decir! – le dijo Seamus con tono confidente.

– lo sé, y si hubiera alguna chica en especial¡se los diría! – dijo antes de darles la espalda y abrir de nuevo la puerta con un movimiento de varita.

No estaba de ánimo como para que sus amigos lo estuvieran molestando con ese asunto, aún tenía que pensar en dónde iba a vivir, sabía que contaba con los Weasley pero, cómo le había dicho a Ron en incontables ocasiones, no quería ser una carga. También tenía que pensar en sus futuros estudios, si quería ser un Auror tenía que concentrarse solamente en eso, no podía estar pensando en una novia.

Ella está ahí sentada frente a ti, no te ha dicho nada aún, pero algo te atrae.

Sin saber porqué te mueres por tratar de darle un beso, ya.

No, él no estaba para novias en ese momento, ni lo había estado antes, Cho había sido una tonta distracción y al andar con ella lo había comprobado, no tenían absolutamente nada en común, sólo el Quidditch, pero eso también lo tenía en común con Ron, y no pensaba andar con él por ese asunto. Si algo pasaría entre Cho y él, sería ser amigos y nada más, ella era demasiado complicada para Harry.

Sólo había tenido dos citas en toda su vida, y las dos habían sido un desastre. Primero estaba Parvati, queriéndose lucir con él en el baile de los Campeones, en su cuarto curso, pero él no tenía ánimos ni de un baile ni de una cita, si hubiera sido por él, no iba al baile, pero como era uno de los Campeones, lo habían obligado a ir y a llevar una pareja. Aunque talvez habría sido más divertido si hubiera ido con Hermione, por lo menos a ella la conocía y sabía que ella habría entendido si él no hubiera querido bailar, aunque si hacía memoria, Hermione se había divertido bastante mientras bailaba con Krum.

Pero también estaba su desastrosa cita con Cho, y pensar que había estado tan nervioso. En esa cita sólo logró descubrir lo mal que se hubiera dado una relación con ella. A la menor, e ilógica, provocación había estallado en lágrimas gritándole que se fuera con Hermione, que seguramente se moría por estar con ella, después de ver cómo había resultado todo, talvez hubiera preferido estar en otro lugar en ese momento, aunque le había servido, así había podido comprobar lo poco que se relacionaban. Cho seguía pensando en Cedric y él sólo había confundido atracción con un romance.

Le gustaría que las mujeres fueran más sencillas, siempre solían complicar las cosas, una se enojaba por que, por no bailar con ella, ya decía que no le ponía atención, y la otra, sólo por tenerle más confianza a su mejor amiga, ya decía que no quería estar con ella. Hermione era menos complicada, decía las cosas claramente, no tenía que andar adivinando qué era lo que tenía, bueno, talvez en algunos casos sí solía ser un poco complicada, pero así era ella¿no? Demasiado inteligente para todos, demasiado perfecta para él.

La conocía demasiado bien, había pasado tantas cosas a su lado, estaba seguro que ninguna chica se arriesgaría, por él, tanto como ella lo había hecho.

Flash Back

– Tienes razón, Harry – dijo Hermione, casi sin voz.

– voy a llevar la capa invisible – dijo Harry – es una suerte haberla recuperado –

– pero ¿nos cubrirá a los tres? – preguntó Ron.

– a... ¿nosotros tres? –

– oh, vamos¿no pensarás que te vamos a dejar ir solo? –

– por supuesto que no – dijo Hermione con voz enérgica – ¿cómo crees que vas a conseguir la Piedra sin nosotros? Será mejor que vaya a buscar mis libros, tiene que haber algo que nos sirva... –

– pero si nos atrapan, también los expulsarán a ustedes –

– no, si yo puedo evitarlo – dijo Hermione con severidad – Flitwick me dijo en secreto que en su examen tengo ciento doce sobre cien. No me van a expulsar después de eso –

Fin

Flash Back

– Percy está asustado – dijo George a Harry en voz baja – esa chica de Ravenclaw... Penélope Clearwater... es prefecta. Supongo que Percy creía que el monstruo no se atrevería a atacar a un prefecto –

Pero Harry sólo escuchaba a medias. No parecía poder olvidar la imagen de Hermione, inmóvil sobre la cama de la enfermería, como esculpida en pierda.

Fin

Podría hacer un libro con todos los momento en que Hermione se había arriesgado. Y a pesar de todo lo que había sufrido, seguía a su lado sólo por ayudarlo, por protegerlo sin importarle su propio bien.

Al final de su quinto curso había temido tanto por ella, por un segundo llegó a pensar que había muerto y ante la sola idea, todo su mundo se había venido abajo, Hermione sólo había llegado a ese lugar por él, por no dejarlo solo y protegerlo. Y no podía haberse sentido mejor cuando Neville le aseguró que seguía viva. Si no hubiera sido así jamás se lo habría perdonado, Hermione había llegado a ser demasiado importante para él.

– ¡ey! Pareces zombi – lo sorprendió Ron mientras lo hacía salir de su ensimismamiento pasándole una mano frente a la cara.

– ¿que?... ¿hay un zombi? – preguntó confundido mientras volteaba a ver a su amigo, haciendo que este se riera bastante divertido.

– a ver Harry... dime, hijito¿qué te acongoja? – le preguntó imitando a su mam�, logrando hacer que Harry se riera – enserio, amigo, me preocupas... tienes días así – dijo recobrando la compostura.

– ¿te preocupo¿Porqué? – le preguntó Harry confundido mientras seguía caminando junto con Ron, quien giró los ojos desesperado.

– no creo que tú no te hayas dado cuenta, por que eres el que ha estado actuando extraño – le dijo con tono serio – tienes días actuando extraño, tienes suerte de que los exámenes hayan pasado antes de que comenzaras a comportarte así, por que ¡seguro te hacían repetir todo el curso! – le dijo a modo de reprimenda – la última vez que te vi siendo el Harry de siempre fue el día que terminaron los exámenes, y no creo que sea por que te haya ido mal... no lo creo, hasta a mi me fue bien¡Hermione se encargó de eso! – le dijo con tono serio.

Y ahí estaba de nuevo su nombre¿acaso estaba descubriendo algo? No, sería demasiado tonto, la conocía demasiado bien.

– ¿me dirás? – le preguntó Ron parándose delante de él con los brazos cruzados sobre su pecho.

Harry lo observó confundido¿qué era lo que quería que le dijera? Él no estaba actuando extraño, era el mismo de siempre, sólo tenía unas cosas que pensar.

– ey, Harry¿ya no me tienes confianza? – le preguntó con tono serio, y Harry pudo notar el gesto molesto en el rostro de su amigo y se apresuró a contestar.

– claro que sí¿porqué dices eso? – le preguntó frunciendo el entrecejo.

– ah, por nada... digo¡el hecho de que mi mejor amigo me oculte cosas no significa nada! –

– vamos, Ron, no te estoy ocultando nada... ya sabes por que estoy actuando así – le dijo Harry con tono serio.

– ¡claro¡si yo lo sé! Es sólo que me gusta preguntarte cosas que ya sé – dijo Ron volviendo a fruncir el entrecejo – si te lo pregunto es por algo, Harry... –

– bueno, he estado actuando así por que no sé que voy a hacer cuando mis tíos me saquen a patadas de la casa, y no es que yo quiera quedarme con ellos, al contrario, soy el primero en querer salirse, pero aún no sé donde voy a vivir – le dijo Harry con tono serio y, esquivándolo, siguió con su camino.

– si esa es toda tu preocupación ya sabes que puedes quedarte en la casa, no serás una carga, mira, puedes permanecer ahí mientras buscas dónde vivir... estoy seguro que a Hermione le encantará que vayas a la casa – le dijo Ron sonriendo mientras entraban al Gran Salón – sabes que se va a ir de viaje por bastante tiempo – le dijo volviendo a ponerse serio.

Harry asintió cabizbajo, recordaba el último día de exámenes, todo el día había sido de lo más normal, habían presentado su EXTASIS de Transformaciones avanzadas, y después habían cenado de lo mas tranquilos.

Flash Back

– vamos, Ron, deja eso... Luna dijo que te veías lindo – le dijo Harry a su mejor amigo con tono divertido al ver a Ron pelear con su cabello.

– ¡cállate, Harry! – le dijo con tono enojado – todo es tu culpa¿tenías que pasar tanto tiempo leyendo ese estúpido libro que te dio mi hermana? – le preguntó sin dejar su tono enojado.

– ¡oye! Por la forma en que me veía era seguro que si daba una sola muestra de no apreciar el regalo, me iba a matar... y tenía que demostrarle que lo había leído – le dijo Harry volviendo a sonreír.

– ¡oh, claro¿y tenías que usarlo en mi? – le preguntó enojado – ¡si te dio ese libro para que controlaras tu horrible cabello! – le dijo sin dejar de intentar aplastar de nuevo su cabello, que ahora más bien parecían picos saliendo de su cabeza

– mi horrible cabello no tiene arreglo... pero ¡el tuyo si! – le dijo volviendo a reír a carcajadas.

– te mat... – decía Ron enojado, pero fue interrumpido por un grito que provenía de los dormitorios de las chicas – ¿crees que haya pasado algo? – le preguntó con gesto preocupado mientras se acercaban él y Harry a las escaleras.

El chico de cabello azabache se encogió de hombros acercándose sigilosamente al pie de la escalera, justo en el momento en que alguien salía de estás saltándole al cuello.

– Hermione¿es-tás bien? – le preguntó hablando con dificultad, al reconocer el cabello enmarañado de su amiga, pues aún estaba un poco sofocado por aquel inesperado abrazo.

– �¡no podría estar mejor! – dijo mientras se separaba de su amigo con un leve rubor en las mejillas – perdón... – le dijo sin dejar de sonreír.

– bien¿nos vas a decir qué pasó? – le preguntó Ron con tono serio.

– oh, no pasó nada... bueno, nada de qué preocuparse – dijo mientras se dirigía al sillón que estaba frente a la chimenea.

– pero... ¿porqué gritaste? – le preguntó Harry confundido, mientras se acercaban a ella.

– bueno... me llegó una carta de mis papás, verán, yo les había dicho que quería hacer un viaje por el sur de Europa, hay muchos lugares que no conozco, y, pues¡me han dejado! – dijo sonriendo ampliamente – me iré de viaje por algunos años, me servirá bastante para conocer magos de otros países... podría volver a empezar lo de la PEDDO... talvez pueda lograr que, por lo menos, tengan un sueldo justo... – decía emocionada, pero al ver las caras de sus amigos se borró la sonrisa de su rostro y frunció el entrecejo – ¿qué pasa? – preguntó preocupada – lo siento... ¿pasó algo? Debí preguntar antes de empezar a hablar como si nada más importara – decía con gesto preocupado, pero Ron negó.

– no, Hermione, no pasó nada – le dijo con tono serio.

– ¿entonces¿porqué esas caras? Así sólo me hacen pensar que les pasó algo – les dijo manteniendo el gesto preocupado.

– bueno... nosotros pensamos que seguiríamos juntos aún después del colegio... – dijo Ron con tono decaído – ¡lo habíamos hablado, Hermione¡habíamos dicho que no íbamos a ser como todos esos que se dicen amigos y que nada más dejan la escuela y se olvidan de su amistad! – le dijo cono tono enojado.

– pero¿a qué viene eso? – le preguntó Hermione confundida, observando a sus amigos. Ron se veía bastante molesto, podría jurar que sus orejas comenzaban a enrojecer, mientras Harry, él se había sentado y permanecía impasible.

– �¿que a qué viene! – le preguntó Ron enojado, logrando sobresaltarla – ¡te vas a ir y te olvidarás de nosotros! –

– ¡claro que no! – le aseguró Hermione – ¡jamás me olvidaría de ustedes, cómo dices eso! –

– ¡pues prefieres a un montón de elfos que pasar tiempo con tus amigos! – le reclamó sin dejar su tono enojado.

– �¡eso es mentira¡Yo sólo quiero ayudarlos, pero eso no quiere decir que vaya a dejar de ser su amiga u olvidarlos! – se defendió un poco alterada por el comportamiento de su amigo.

– y �¿qué va a pasar si te gusta estar en otro país! – le preguntó molesto – �¿qué va a pasar si decides quedarte a vivir en otro lado!... ¡te olvidarás de nosotros, Hermione! –

La chica de cabello enmarañado negó – ¡no me olvidaré de ustedes! A demás¡yo no pienso quedarme en ningún otro lado! A mi me gusta Londres, sólo quiero hacer algo por los Elfos, ellos merecen algo me... – decía pero Ron la interrumpió.

– ¡vete¡Diviértete¡Espero que los estúpidos elfos sean mejores amigos que nosotros! – le dijo enojado antes de darse media vuelta y salir de la sala común.

Hermione lo observó, con la respiración agitada, desaparecer por el hueco del retrato sintiendo como su barbilla temblaba y volteó a ver a Harry en busca de una mirada o una palabra de apoyo.

– dale tiempo... – fue lo único que dijo Harry intentando sonreír mientras se levantaba del sillón y, sin siquiera voltearla a ver, se alejó de ella.

Fin

Sabía que habían sido injustos con ella, pero Ron también tenía razón, aunque Hermione les jurara que nunca los olvidaría, él sabía que eso podía pasar y también sabía que podría acostumbrarse a su vida en algún otro país y decidir quedarse a vivir en quien sabe donde.

– ¿entonces¿Pasarás las vacaciones con nosotros? – le preguntó Ron mientras ocupaban su lugar frente a Hermione y Ginny – puedes aprovechar ese tiempo para buscar dónde quedarte – le dijo sonriendo mientras buscaba a su novia con la mirada.

– ¡sí, Harry! Hermione también irá a la casa – le dijo Ginny sonriendo.

Harry levantó la vista y se encontró con la mirada de su amiga, quien le sonreía tímidamente. Entendía que actuara así, después de todo él había estado bastante distante con ella, a pesar de que le había hecho creer que la idea de que se fuera no le molestaba en lo absoluto, siempre y cuando fuera lo que ella realmente quería hacer, seguía sin hablarle como antes.

– no querrás que nuestra Hermy se vaya sin prevenirte sobre lo que te espera¿no es así? – le dijo Ron con gesto burlesco haciendo que Hermione lo observara de manera desafiante.

¿Quién le había dicho que eso le iba a pasar¿Porqué todo mundo se había encargado de advertirle sobre el Innombrable y no le habían podido advertir sobre su amiga? Él sabía todo sobre el Innombrable, sabía que no podía pronunciar su nombre delante de los demás magos porque le temían demasiado, sabía que quería acabar con él porque se interponía en sus planes de gobernar el mundo mágico, sabía que se encargaría de acabar con todos sus seres queridos sólo para hacerlo sufrir y también sabía que ya no existía. Pero no sabía nada de ella, no sabía qué podía hacer con ese sentimiento que tenía bastante tiempo que estaba creciendo dentro de él.

Flash Back

– tendrías que habérselo explicado de otro modo – aclaró Hermione sin abandonar aquel exasperante aire de superioridad – tendrías que haberle asegurado que te daba mucha rabia, pero que yo te había hecho prometer que irías a Las Tres Escobas, y que en realidad no tenías ninguna gana de ir allí porque preferías mil veces pasar todo el día con ella, pero desgraciadamente creías que no podías darme plantón; y tendrías que haberle pedido por favor que te acompañara, por que así podrías liberarte antes de mí. Y no habría estado de más mencionar lo fea que me encuentras – añadió Hermione en el último momento.

– pero si yo no te encuentro fea – repuso Harry, desconcertado.

Su amiga rió.

– eres peor que Ron, Harry. Bueno, peor no – suspiró.

Fin

Él nunca la había encontrado fea, ni cuando la conoció, ni cuando ella se lo sugirió y menos en ese momento.

Permanecía tan callada, tan tranquila, escuchando con atención a su amiga y asintiendo de vez en cuando. ¡Le iba a extrañar demasiado!

– déjala de ver así o pensará que tiene algo en el rostro – le susurró Ron con tono serio, haciendo que Harry lo volteara a ver preocupado.

– ¿de qué hablas¡Yo no la estoy viendo! – le aseguró sin dejar su gesto preocupado y observando por el rabillo del ojo que Hermione no lo hubiera notado, estaba demasiado cerca. Aunque bien parecía un truco de magia, al observarla podía sentir claramente cómo se alejaba de él y sabía que pronto terminaría de perderla.

– vamos, Harry, sé que soy un poco lento, pero no estúpido... – le dijo con una sonrisita – talvez me tardé un poco, pero no te preocupes, ya encontré la verdadera razón de tu forma de actuar – le dijo con el mismo tono de suficiencia que acostumbraba usar Hermione cuando les explicaba o descubría algo – pero¿porqué no me habías dicho?... ¡bien podría haberte ayudado! – le dijo volviendo a su tono serio.

– sigo sin entender de qué hablas – le dijo Harry intentando ignorarlo. Le había costado bastante comenzar a aceptar que ella se iría, como para que llegara Ron y le diera esperanzas infundadas.

– vamos, Harry, está más claro que el agua... oye¿te habías dado cuenta de lo bonita que es la sonrisa de Hermione? – le preguntó señalando discretamente a su amiga, quien sonreía, seguramente, por algo que le había dicho Ginny.

Harry la volteó a ver y no pudo evitar quedarse hipnotizado mientras se plantaba una sonrisita tonta en su rostro – sí... desde hace bastante tiempo... es bella... – dijo sin dejar de observar a su amiga con gesto embelesado.

Ron sonrió – ¿cuánto tiempo? – le preguntó aprovechando el embeleso de su amigo.

– demasiado... –

– ¿cuánto tiempo es demasiado? – le preguntó Ron sin dejar de sonreír.

– tres años... ella... se veía muy guapa en ese baile... – dijo sonriendo mientras recordaba aquel acontecimiento.

– ¿de quién habla? – le preguntó Ginny.

Ron las observó preocupado e inmediatamente hizo que Harry se levantara – se está burlando de mi... – dijo Ron intentando ignorar la mirada desconcertada de su amigo – ¡ey¡Díganle a Dumbledore que no comience el banquete sin nosotros! – les dijo sonriendo antes de alejarse de la mesa.

– ¡ey, tu¡Despierta! – le dijo Ron con gesto burlesco a su amigo.

Harry lo observó confundido – �¿qué estaba diciendo! – le preguntó preocupado y Ron lo observó con una sonrisa altanera.

– me decías cuanto te gusta nuestra amiga –

– �¿qué! – le preguntó Harry asustado – �¿yo te dije eso! – le preguntó preocupado y Ron asintió – y... y... ¡ella estaba ahí¿Me escuchó! – preguntó bastante preocupado.

– no te preocupes, no se enteró de nada... bueno, escucharon lo último pero no alcanzaron a entender de quién hablabas – le explicó intentando tranquilizarlo.

– lo último... – repitió Harry recordando lo que había estado diciendo – el baile... – dijo sin poder dejar de recordar ese momento.

Flash Back

Se abrieron las puertas principales de roble, y todo el mundo se volvió para ver entrar a los alumnos de Durmstrang con el profesor Karkarov. Krum iba al frente del grupo, acompañado por una muchacha preciosa vestida con túnica azul a la que Harry no conocía.

Entonces volvió a mirar a la chica que acompañaba a Krum. Y se quedó con la boca abierta.

Era Hermione.

Harry se preguntó cómo no se había dado cuenta antes.

Fin

– �¿qué te pasa! – le preguntó Harry con tono molesto al sentir un golpe que le acababa de dar Ron en la nuca.

– �¿por qué has tardado tanto tiempo en decírselo! – le preguntó Ron con tono exasperado – y �¿por qué sigues sin hacerlo! –

– ¡oh, sí, Ron¡Muy fácil! – le decía Harry con gesto molesto – dime¿qué hubieras pensado si le hubiera dicho a Hermione, en cuarto curso, que me gustaba? – le preguntó con tono retador.

Ron lo observó confundido, pero luego recordó su erróneo enamoramiento por Hermione – bueno, sí, talvez me hubiera enojado... o ¡talvez me habría dado cuenta de que no me gustaba! – le dijo con tono seguro.

– ¡sí, claro! – le dijo Harry con tono incrédulo.

– bueno, talvez no, pero eso no importa... ¡ya tiene más de un año que me di cuenta de que no me gusta! – le recordó Ron – ¿porqué no se lo has dicho? –

– simplemente, por que es mi mejor amiga – le dijo Harry intentando regresar al Gran Comedor, pero Ron se interpuso en su camino.

– ¡claro¡lo olvidaba¡Qué tonto, de verdad, discúlpame, Harry – dijo Ron fingiendo tono apenado, y volvió a girar los ojos – ¡el que sea tu mejor amiga no te impide decirle que te gusta! – le dijo volviendo a usar su tono exasperado – ¿porqué no se lo dices? –

– ¡por que se va a ir! – dijo Harry molesto y retomó su camino.

Se iba, quien sabe cuantos años estaría fuera, y talvez Ron había tenido razón¿qué iba a pasar si a Hermione le gustaba estar en otro país y decidía quedarse ahí? No podría esperarla tanto tiempo.

– ¡Harry¿Entonces qué irás a pasar las vacaciones de verano a la madriguera? –

Harry apenas y se había acercado a dónde estaban Ginny y Hermione, y ya quería salir huyendo¿cómo se lo preguntaba ella? Y peor aún¡con esa sonrisa tan hermosa!

– s-sí... – dijo un poco desconcertado, recibiendo como respuesta una enorme sonrisa de su amiga.

– ¡me alegra saberlo! – le dijo Hermione sin dejar de sonreír, parecía dispuesta a pasar sobre la mesa y abrazar a su amigo para festejar su decisión – me hubiera apenado mucho no pasar unas últimas vacaciones los tres juntos – dijo recuperando la compostura.

– ¡oye¡Lo dices como si nunca fueras a regresa! – dijo Ron con tono molesto, a espaldas de Harry.

Hermione se sonrojó un poco al escucharlo – bueno, no sé cuanto tiempo me vaya a tomar el viaje – dijo deseando que Ron no volviera a exaltarse como la vez que se los había dicho – ¡mira¡Dumbledore va a dar el discurso! – se apresuró a decir al ver que Ron estaba apunto de decir algo.

– ¡vamos, vamos! Seamus, Dean y Neville nos esperan en el campo de Quidditch – apuró Ron a Harry y Hermione, mientras entraban a la sala común, para que Harry fuera por su capa invisible para que pudieran ir y regresar con libertad.

– vamos, Ron¿cuál es la prisa? – le decía Hermione sonriendo mientras esperaba a Harry sentada frente al fuego.

– ¡listo! – dijo Harry bajando con capa en la mano.

Hermione le sonrió al verlo y se apresuró a acercarse a él con un gesto de niña traviesa, haciendo que Harry se pusiera nervioso. Ron los observó, giró los ojos y se acercó a ellos para sacar a su amigo de su lapsus brutus.

– ¡vámonos! – dijo Ron quitándole la capa de la mano a Harry, se puso detrás de él y a él lo puso detrás de su amiga para cubrirlos con la capa.

Harry comenzó a maldecir mentalmente al ver las intenciones de su amigo, pero se olvidó de su enojo al escuchar la voz de su amiga.

– ¿se dan cuenta¡Está será nuestra última aventura en el castillo! – dijo con tono emocionado, aunque había un poco de melancolía en su voz.

– s-sí – le contestó Harry un poco nervioso, y se puso aún más nervioso al sentir la mano de su amiga tomando la suya.

– voy a extrañar mucho esto... – dijo con aire melancólico mientras atravesaban el vestíbulo, sin soltar la mano de Harry, que caminaba a menos de cinco centímetros de ella, pues Ron lo iba apurando a empujoncitos y Hermione, parecía, no tenía mucha prisa por caminar – ¿creen que regresemos algún día? – preguntó esperanzada.

– estoy seguro que si quieres regresar serás bien recibida – le dijo al oído Harry sonriendo, sin darse cuenta de que su amiga se había sonrojado – pero antes necesitas regresar de tu viaje – le dijo con tono serio sin darse cuenta que cada vez estaba más cerca de ella.

Hermione sonrió – supongo que sí... ¿a ti te gustaría regresar? – le preguntó volteando un poco hacia él.

Harry asintió, pero no fue capaz de hablar, Ron les acababa de quitar la capa invisible de encima pues ya habían salido del castillo, y pudo apreciar mejor el brillo en los ojos de Hermione y su perfil iluminado por la luz de la luna, marcando sus delicadas facciones y haciéndolo desear probar sus labios.

– vaya noche¿no! – preguntó Ron sonriendo mientras caminaba delante de ellos, haciendo que ambos despertaran del estupor en el que se habían quedado y se separaran – ¡vamos¡Se hace tarde! – los apuró Ron.

Harry volvió a maldecir mentalmente, pero de nuevo se detuvo al sentir que Hermione tiraba de su mano, haciéndolo que comenzara a correr junto con ella hasta el campo de Quidditch.

Si la quieres, si la quieres mírala, mírala y ya verás no hay que preguntarle.

No hay que decir, no hay nada que decir, ahora bésala.

– ¡vamos, Harry¡Te estás viendo lento! – le dijo Hermione con tono divertido.

– ¡ey¡Ustedes dos¡Yo también iba con ustedes! – se quejaba Ron mientras intentaba alcanzarlos.

Corrían por la explanada, Harry deseaba poder detenerse y tomarla entre sus brazos, y permanecer así, sólo así hasta que amaneciera.

– ¡vaya¡Por fin llegan! – dijo Dean al verlos llegar, ignorando el hecho de que aún iban tomados de la mano.

– ¿Hermione, Ron viene con ustedes? – le preguntó Luna, que, segundos antes, había estado platicando con Ginny.

Hermione asintió sonriendo – ¡se quedó un poco atrás! – decía respirando un poco agitada, mientras soltaba la mano de Harry para ir a saludar a sus demás compañeros.

– Harry... – le dijo Luna a modo de saludo.

Harry le dirigió una sonrisa torcida mientras se rascaba la nuca y observó a Luna seguir su camino hacia Ron.