Los personajes utilizados no me pertenecen (al menos no todos), sino que son propiedad de JK Rowling y yo los utilizo sin ánimo de lucro, solo por aburrimiento. Bueno, Tom Felton es un nombre que he cogido prestado sin permiso e igual que he compuesto los nombres de James y Black.

Este es el último capitulo (por fin) de "Esto no es un adiós". Si alguien ha resistido la tardanza y ha conseguido seguir leyendo la historia hasta el final, lo/la felicito.

Gracias a todos/as (si hay alguien) que haya seguido la historia. Y muchas gracias a una persona en especial, a quien va dedicada la historia, por estar siempre tocándome los pies con que escribiese y la terminara, en fin, esta cap. al igual que el resto es para ti.

Se que no me ha quedado muy bien la historia, pero que se va ha hacer, no soy Rowling y no puedo escribir como ella, espero que os guste y hasta otra (aunque no creo, ya he aprendido la lección)

Pensándolo bien, no tenía porque dudar de sus sentimientos. Es decir, a ella, siendo Hermione, le gustaba Draco, y siendo Montse, le gustaba Tom; así que no tenia de que preocuparse, ¿no? Ya más segura, al menos de una cosa, se encaminó a su clase.

A medida que avanzaba al aula, varios chicos se giraron a mirarla e incluso un par de ellos se le acercaron a ella para preguntarla el teléfono y pedirle una cita. Otra cosa de la que sentirse segura y es que, desde que se había arreglado, se notaba la buena figura que tenia y lo formada que estaba, además de que desde que sus recuerdos regresaron, la necesidad de llevar gafas había desaparecido. Cuando llego a su sitio observo, complacida, la cara agriada que les había quedado a las fresas.

Paso el principio de la mañana con buen humor, olvidándose de sus preocupaciones. Los profesores que dieron sus clases durante ese tiempo quedaron complacidos con su participación en clase pero la mirada que le dirigió Angie le dio a entender que no se libraría de darle una muy buena explicación. A la hora del recreo prefirió esconderse en la biblioteca ya que, si en Hogwarts funcionaba, ¿por qué aquí no?

Era última hora de la mañana, educación física, cuando Angie se acercó a ella y aprovecho que tenían la hora libre debido a que el profesor estaba en su revisión medica para pedir explicaciones. Cuando Montse termino de contarle todo a Angie, creyó que esta la tomaría por una loca.

¿Me lo estas contando en serio? (pregunto Angie)

¿Me crees? (inquirió asombrada Montse)

Bueno, es todo bastante extraño pero eso es una explicación factible de tus mareos y la relación que entablaste con Tom desde el principio, aunque muy improbable (dijo la morena)

Vamos, que no me crees (suspiro la rizosa)

No es eso, pero tienes que comprender que es algo muy difícil de tomar en serio, si se lo hubieras contado a Stef… ella podría considerarlo y tomarte más enserio que yo (respondió Angie)

No, si te entiendo, pero esperaba que confiaras en mi (murmuro Montse)

Cariño, si no confiara en ti, ya habría llamado al psiquiatra. Escucha, lo que me has contado se trata de algo irreal: resurrecciones, escuelas de magia, magos, brujas, mortífagos… (hablo Angie)

Bien, pero confías en mi y me crees, ¿no? (indagó Montse)

Que más remedio (suspiro la otra)

Montse, feliz, abrazo a su amiga y en cuanto sonó el timbre de salida, se fue corriendo sin esperar a nadie. Stef, viendo cuanta prisa tenía, renunció a intentar alcanzarla y espero a que su hermana saliera. Angie se acercó a su hermana y, tirando de ella, se fue de ahí antes de que Tom, quien iba hacia ellas, se acercara lo suficiente para entretenerlas. De camino a su casa, Stef interrogo a Ángela sobre lo que pasaba y, cuando Angie acabado de contárselo, la pobre no sabía si reír por lo que podía ser un cuento muy bien inventado o llorar porque eso no le pasaba a ella.

Montse, en su casa, prefería concentrarse en hacer los deberes que en el dichoso teléfono que no había parado de sonar media hora después de llegar a casa. Tenía suerte que sus padres trabajaran hasta tarde y de que su teléfono mostrara el número desde el que se recibía la llamada. Pasadas las nueve, cuando estaba esperando que llegara la cena, sonó el timbre de la puerta. Cogió dinero suficiente para pagar al repartidor y abrió la puerta. Esperando estaba, efectivamente, el repartidor, pero a su lado también esperaba Tom que, aprovechando que tenía la puerta abierta entro en la casa mientras ella pagaba al pizzero. Cuando regreso al salón, se encontró con el chico que tenía los brazos cruzados y la miraba con el ceño fruncido; suspirando, dejo la pizza encima de la mesa y se sentó, siendo imitada por él.

¿Por qué? (pregunto él)

¿Por qué? (imito Montse)

Si, ¿por qué me esquivas? (inquirió Tom)

No quería verte (respondió ella)

De eso me di cuenta, pero no entiendo por que lo haces (suspiró el rubio)

No sabía como reaccionar, demasiados recuerdos, es todo muy confuso (murmuró Montse)

Espera, espera. ¿Cómo que recuerdos? Creía que esto se debía lo que ocurrió el viernes, ¿has recordado todo? (se levanto él)

Sí, todo. Es por eso que te evitaba pero sino, también te hubiera evitado por lo del viernes. Si no hubiera recordado lo que hubiese no hubiera tenido ningún sentido para mi (dijo levantándose también)

Te creo, pero ahora que has recordado podemos estar por fin juntos (añadió acercándose)

Tom… (empezó ella)

Draco. Prefiero que tú, y solo tú, me llames así. (interrumpió él)

Draco (concedió Montse) ¿Tú me quieres por ser Montse, o por ser Hermione?

Por las dos. Al principio solo te buscaba por ser Hermione, pero con el tiempo me enamore de ti por ser Montse (respondió él)

Suspirando, Montse se dejo abrazar y, después de unos momentos así, ambos buscaron los labios del otro. Aprovecharon a cenar juntos riendo de las cosas que habían hecho en otro tiempo y, para acabar, Montse presento a Tom a sus padres cunado estos llegaron en el mismo momento que él se iba.

Stef estaba esperando a que la llamara la chica a la que había pedido su hamburguesa cuando James Black entro por la puerta. Una pareja cercana se volteo a mirarlo y sonrieron al ver que se acercaba hacia la chica recostada en la barra de pedido.

¿Crees que reencarnar a tu padrino a la vez que a ellos haya sido una buena idea? (susurro la chica pelirroja)

Buena idea o no, parece haber encontrado a su alma gemela (sonrió el moreno)

Pues parece que no va a tenerlo fácil (rio la prelirroja)

¿Por qué iba a tenerlo? Al final, tú me complicaste mucho las cosas Ginny (rio él)

Ambos estaban viendo como la chica, que momentos antes discutía con el chico a gritos, aprovechaba que la mujer le acababa de traer su menú para sacar de la bolsa una coca-cola grande, vaciársela al joven en la cabeza e irse sin más.

Dime Harry, ¿eres feliz? (inquirió la pelirroja)

¿Cómo no iba a serlo? Estoy por casarme en verano con la mujer que amo, mis mejores amigos son felices y podrán asistir a la boda gracias a que Hermione a recuperado sus recuerdos, y Sirius es el joven que había sido en Hogwarts pero esta vez se que tendrá un buen futuro al lado de una chica que, por lo que veo, es su alma gemela, por lo que sabrá controlarlo. ¿Qué más puedo pedir? (sonrió el moreno)

Montse y Tom empezaron a frecuentar el único sitio mago al que podían ir, el caldero chorreante y fue así como se encontraron con Harry, Ron y Ginny. James había recuperado la memoria de su anterior vida gracias a Harry que se había alegrado de poder hacerlo y, tras las pruebas que los tres amigos habían presentado a las dos hermanas, estas habían terminado por creerse todo lo referente a Hogwarts.

EL año había llegado a su fin y, por muchos intentos que realizaron las fresas, la pareja Montse/Tom consiguió resistir, y resistiría. Los padres de Montse, Angie y Stef, Tom y James estaban reunidos con ellos en la casa del penúltimo junto con tres personas más: un joven pelirrojo que se sentaba al lado de una joven pelirroja que a su vez estaba agarrada al un joven moreno. En verano, los cinco chicos iban a irse de vacaciones a un castillo abandonado con unas personas conocidas durante el curso que pensaban casarse por esa fecha y además, solos, para consternación de sus padres. Montse, aunque casi no conocía a los prometidos (según su madre) haría de madrina y Tom sería su acompañante. Stef, que había empezado a salir con James casi a finales de año para sorpresa de todos, junto con su novio y Angie, también habían sido invitados a la boda. James se pasaba todo el rato dándole consejos a Harry, como se llamada el joven, para sorpresa de los adultos, siendo a su vez regañado por su novia que le decía que: "en esta ocasión, NO eres mayor que él" lo cual confundía aún más los mayores.

Tras muchas promesas y unas cuantas despedidas, los adultos dejaron en la estación a los cinco chicos que corrieron para subirse al tren. Una vez estuvo en marcha, los tres antiguos magos comenzaron a contar sucesos pasados que asombraron a las dos hermanas. Cuando llegaron, fueron recibidos por un montón de gente que tanto Montse como Tom y James reconocieron fácilmente. Escabulléndose un momento, James aprovecho para señalarles a Stef y Angie el castillo Hogwarts de magia y hechicería, al momento se les reunieron Montse y Tom mientras el resto solo les esperaba. Abrazándose a sus novios las dos parejas miraron el castillo mientras que Angie seguía con la vista a un rubio que acababa de pasar por su lado. Mientras las dos hermanas pensaban que una nueva aventura había comenzado para ellas, los otros tres tenían un mismo pensamiento:

"POR FIN EN CASA"