Formato para este capitulo en adelante:
~~~~~~~~~~
Flashback
~~~~~~~~~~
Seis: Lo que Malfoy es capaz de provocar.
Tres hombres lobo adultos.
Lastima. Necesitaba al cuarto también.
Era poco común acceder a los registros médicos de las criaturas híbridas. Muy especialmente las humanas. Los hombres lobo figuraban en la lista como casos especiales... quizá los medimagos no habían encontrado otro lugar para clasificarlos... probablemente solo habían puesto la información ahí por que lo creían conveniente. Después de todo cuántos magos oscuros se interesaban en la información de un hospital si su objetivo era destruir aquello que le estorbaba.
Pero Voldemort había aprendido que nada estorbaba en esa sociedad.
Cualquier dato, por más insignificante que pareciera, era vital.
Mucho.
Ahora estaba ahí, en los calabozos, viendo con deleite a los magos... los tres perfectamente atados y aturdidos. Justo como debería ser.
Todo marchaba como debía ser. Justo como siempre debió ser.
Exterminaría la molestia que Harry Potter le había causado y cumpliría su objetivo.
Crearía una sociedad perfecta en la comunidad mágica... esta vez sin muggles.
Como siempre debió ser.
Ojalá Severus estuviese ahí para verlo. Así comprendería que sus estúpidos esfuerzos habían sido inútiles y se reiría en su cara por tratar de engañarlo. Ojalá pudiera verlo todo desde el infierno, en donde debería estar. Así Voldemort le demostraría una vez más quién era el amo.
Oh sí.
Ojalá todos lo vieran.
En especial ella.
Esa asquerosa híbrida que se había negado a servirle a pesar de ser la perfecta asesina. Ella que había hecho todo por hacerle tropezar y que, sin duda, aun seguía haciéndolo.
Pronto vería que su trabajo había sido tan inútil como el de Snape y ella también terminaría muriendo en manos de un sirviente suyo.
Voldemort sonrió. Sí. Dejaría que uno de sus sirvientes la matara. Justo ese que ella había utilizado y que Voldemort descubrió hasta el momento final.
No importaba lo que Deborah Potter investigara.
Nada funcionaría.
Nada le quitaría su victoria esta vez.
... nada...
* * *
Neville hizo las pruebas pertinentes y trabajó en conjunto con Charlie. Jamás había imaginado lo maravilloso que resultaban las semejanzas de la criatura (aun con las diferencias) y admiró el mortal estado de reposo en que se encontraba tumbada ahí, en esa cama de hospital.
Su apariencia resultaba más asombrosa de la que podía presentar consciente. La piel había tomado un tono tan blanco que burlaba de manera humillante el plateado de la luna más hermosa que Neville hubiera visto. Los labios que una vez lucieron un orgulloso tono nacarado, ahora mostraban un mortal color azulaceo. Y sus venas... Santo cielo... Neville podía apreciar cada línea azul a través de la piel aperlada.
Había que admirar la belleza mortífera de la criatura. El cabello negro brillaba con una sedosidad hermosa alrededor de la ovalada cara y las cejas adornaban su rostro de manera preciosa junto con las largas pestañas.
Cualquiera diría que la sirena se negaba a lucir una fealdad humana, aun tan cerca de la muerte.
Charlie insistió en respetar la privacidad reproductiva de la criatura, así que Neville no pudo saber si la criatura estaba gestando (o deseando hacerlo). Lo que si supo fue que ella deseaba adelantar el momento en que despertaría, razón por la que había llamado a Charlie.
De acuerdo a lo que había entendido, ellos dos curarían el cuerpo híbrido por ambos medios: la criatura y la humana debían estar sanas.
Desde luego que eso sería bastante difícil. El reposo de la criatura había dejado a la humana clínicamente muerta y Neville encontró que todos sus conocimientos eran inútiles.
No sólo se trataba de la frialdad de su cuerpo y esa apariencia. También era un latido por cada 20 minutos, apenas perceptible a los instrumentos del médico.
Charlie se veía más optimista. Desde que llegaron se había dedicado a observar y tomar notas que no compartía con Neville; cosa que lo tenía bastante frustrado.
Charlie se había justificado con la idea de que él la miraba como la criatura que era.
Eso frustraba más a Neville.
¿No comprendía que para un medimago ella estaba simplemente muerta?
Por si las cosas no podían tensarse más, ocurrió una visita en esa tarde.
Draco Malfoy.
El muchacho rubio se encaminó hacia la habitación sin mostrar consideración alguna por el protocolo médico y se postró a un lado de la cama para tomar la mano de la mujer y fruncir el ceño.
-¿Pero no han hecho nada aun? –preguntó con ese tono de voz que molestó a Neville –Esta claro que la división médica pierde cualidades.
-Y lo dices tu –masculló el muchacho regordete entre dientes justo al salir de la habitación.
Draco ignoró el comentario con un gesto de superioridad y miró al pelirrojo en espera de una explicación más aceptable.
-Una criatura como la señorita Potter es difícil de tratar por métodos médicos comunes –dijo Charlie sin mostrarse ofendido por el comentario.
-¿Entonces por qué la trajiste aquí? –insistió Draco con fastidio.
-Acelerar el proceso natural de curación de una Sirena no es sencillo. Cuando ella despierte necesitará del mejor de los médicos.
-¿Longbottom? –ironizó el rubio.
-Si –Charlie tocó el cuello de Deborah justo entre el tiempo en que se registró la siguiente pulsación –Supe que le estás dando problemas a Harry –cambió el tema.
-Potter me esta dando problemas a mí –corrigió el muchacho y torció los labios –Tus hermanos son que saben correr noticias, ¿no Weasley?... No ha pasado siquiera un día completo.
-Tienen que entretenerse en algo –el pelirrojo restó importancia –Me pareció escuchar que están haciendo apuestas respecto al tiempo que durarás.
-Oh –Draco apretó los labios. Para esos momentos toda la Orden del Fénix sabría que estaba viviendo en casa de Harry... justo en su habitación.
Perfecto. Ese engreído se lo merecía.
-¿Cuánto crees aguantar? –preguntó Charlie directamente.
-No se trata de lo que yo soporte a Potter –corrigió Draco con fastidio -, se trata de lo que Potter me soporte a mí.
Charlie miró al rubio con escepticismo.
-Claro –ironizó -¿Cuánto crees que Harry aguante?
Draco suspiró con más fastidio. ¿Qué hacía ahí, platicando precisamente de eso con un Weasley?
Sin embargo no pudo evitar rememorar lo que había ocurrido por la mañana... De acuerdo a eso Harry no parecía ir a aguantar tanto.
Pero, ¿qué podía hacer?
¿Seguir asustándolo con chismes que aseguraba haber escuchado?
Aunque había que admitir que no sabía lo que debía esperar ahora. A cada día que estaba en casa de Harry notaba lo extraño que le resultaba...
Desde luego que eso no pensaba decírselo a Weasley.
-En mi opinión ustedes deberían ponerse a trabajar en cosas que concuerden con la situación –evadió Draco –De todas maneras no harán una fortuna apostando sobre algo tan incierto por más desesperados que estén, ¿saben?
Charlie sonrió. Fue ese gesto lo que recordó a Draco por que prefería molestar a Ron Weasley y no a alguno de sus... tantos hermanos.
-¿Por qué no vino Harry? –preguntó el pelirrojo.
Ahí había otro tema del que Draco habría preferido no hablar.
Vaya que la curiosidad Weasley era admirable.
-La preservación del apellido Potter no es algo que le interese –respondió Draco con cinismo y miró a su madrina.
-Pero si es su tía.
-Muy especialmente si se trata de ella. –murmuró Draco de mal humor ya que sabía la razón de tanto enfado aunque no lo justificara –En vez de meterte en asuntos que no te importan, Weasley, deberías pensar en la manera de despertarla.
-Las sirenas no son criaturas comunes para el estudio... No son fáciles de atrapar.
-¿Eso significa que no sabes cómo despertarla? –preguntó Draco enarcando una ceja.
Charlie se puso colorado.
Oh, genial... Ese era un gesto Weasley que Draco conocía muy bien.
-Tengo en mente una poción especial... Ha logrado reanimar dragones en estado invernal, pero no sé si funcione con una sirena.
En primer lugar quién querría despertar a un Dragon.
Draco ignoró esa pregunta y dedicó todo su interés al pelirrojo.
-¿Podría ver los ingredientes? –preguntó y recibió un pergamino desgastado con tachaduras y correcciones de las que prefirió no hacer comentario –Conozco a alguien que podría ayudar...
-¿Algún experto en pociones? –Charlie se veía animado.
-Más o menos –admitió el rubio –Yo más bien lo llamaría amante del pasado.
* * *
El problema de Draco Malfoy es que pensaba que las cosas no cambiaban.
Claro. Él no había cambiado, al menos.
Seguía siendo un despreciable Slytherin que se creía merecedor de todo. Seguía mirando con ese menosprecio plasmado en sus ojos azules y sus labios se curveaban en esa sonrisa que tenía el extraño efecto de extraer lo peor de cualquier persona.
Y ahora era... era...
Harry apretó los labios terminando de anudarse la bufanda vieja ante ese pensamiento inconcluso y miró con molestia el reflejo en el espejo.
"No me mires a mí, fuiste tu quien pensó en él de esa manera"
¿Ahora hasta su reflejo se iba a burlar de él?
Harry desvió la vista y se pasó una mano por el cabello con impaciencia.
-¿Te vas tan pronto? –preguntó una voz al fondo de la habitación.
-Tengo cosas que hacer, Audiel... –gruñó Harry odiando ese tono desolado de su acompañante y evitó mirarle.
-Pero has tenido tiempo para venir a hacerme el amor...
-No te he hecho el amor –Harry giró los ojos con exasperación y volteó para verlo –Creo que ya lo sabías y aun así corriste a mis brazos.
-¿Quién no lo haría? –musitó el jovencito cubriéndose con las mantas y levantó su mirada azul...
Ese azul tan bello y claro... Como el azul de los ojos de...
¡Basta!
-Pues ahora te tocó correr a ti –siseó Harry y le dio la espalda de nuevo abrigándose para salir.
-¿Sólo ha sido sexo? –insistió la vocecilla exasperando a Harry.
-Hace rato me gustabas más –dijo caminando hacia la salida -, no te quejabas... no al menos de esa manera...
Y salió cerrando a sus espaldas.
El problema es que todo era por culpa de la rabieta que le provocaron por la mañana.
Demasiados pensamientos pecaminosos.
Demasiada imaginación en lo que a Malfoy se refiere con la sola idea de asustarlo y... resultó que el efecto surtió en la victima equivocada.
No es que hubiese mentido... No del todo...
Había gente entre el bando enemigo que había expresado su claro interés en el rubio... No con fines sexuales... Pero en una tortura hacia alguien que se considera un traidor (bonito) entran los apetitos carnales más obscenos jamás pensados por la mente humana.
Apetitos de los que Harry no tuvo necesidad de escuchar para saber que existían. Después de todo una mirada cargada de deseo es fácil de identificar, en especial estando bajo la protección de la capa invisible y en plan de espía.
Pero no era el punto.
Harry había caído en los brazos de Audiel, su más joven integrante, por culpa de alguien más.
Impotencia.
Rabia.
Imaginación.
Todo fue desencadenado por él.
Mil veces demonios.
¿Por qué Malfoy?
De tanta gente que había a su disposición, ¿por qué él?... Precisamente quien le hacía las cosas tan difíciles.
Si Draco insistía en hacerle perder la paciencia con esa necedad de ayudarlo terminaría por provocarlo al grado de no controlarse. Y la próxima vez no correría en busca de Audiel para aliviar frustraciones. Tomaría lo que tenía en casa... y esta vez demostraría a Malfoy que no jugaba.
Harry Potter no jugaba.
~~~~~~~~~~~~
-¿Estás dormido ya?
Harry sonrió. Claro que no estaba dormido aun... ¿qué clase de pregunta era esa? ... Acababan de recostarse, no podía dormir inmediatamente.
-No –respondió con tono travieso.
-Santo Cielo, Potter; tengo un examen mañana y, a menos que me ayudes con esa capa de invisibilidad tuya, necesito estar despierto para recordar lo poco que estudie (también por tu culpa).
Habían acabado en la habitación del Slytherin por petición de Harry ya que no quería estar a merced del curioso de su amigo Ron. No mientras estuviera tan indefenso en lo que a heridas interiores se refería.
-Podría ayudarte –solucionó Harry –Soy bueno en Defensa Contra las Artes Oscuras.
-Eres presumido –corrigió el muchacho rubio y le plantó la almohada en la cara –Ahora duérmete, así podré dormir también.
Harry apartó la almohada de su cara para abrazarla de manera suave y posó sus ojos verdes en los de Draco.
-¿Qué crees que estuviera pensando Snape al hacer ese conjuro? –preguntó con voz cansada.
-¿Es que no piensas dormir? –suspiró Draco y renunció a la idea de estudiar un poco. –Quizá en tu seguridad... Los adultos son retorcidos cuando tienen más experiencia.
-¿Cómo puedes decir eso? –dijo Harry sin dejar de verlo.
-Mi papá es igual... Hace cosas que me dañan en pro de mi seguridad... Yo pienso que preferiría el daño, pero si algo me dañara... mi papá se podría triste.
¿Era eso?
¿A Snape le pondría triste verlo en peligro y prefería hacerle el daño con su propia mano?
-¿No es egoísta? –murmuró Harry – Toman todo lo que "eres" para hacerlo como ellos "quieren" que sea... Eso no es amor... es posesión... Amar es aceptar.
-¿Aceptar? –preguntó Draco mirando al Gryffindor con sorpresa -¿Tu lo aceptas, Potter?
-Lo hice –aseguró el muchacho.
-¿Entonces por qué no puedes comprenderlo? Él prefirió matar lo que sentía por ti a "matarte" a ti... Se sacrificó por ti.
-Yo no quiero un sacrificio –protestó Harry – se supone que tengo el poder para destruir ese mal... Podría solucionarlo.
-¡Recibe mis reverencias! –se burló Draco.
-No es a lo que me refiero –Harry se ruborizó.
-Eres un niño, Potter... 16 años no hacen a un mago, aun si ese mago derribó al Dark Lord cuando era un bebe... No lo olvides.
-¿Entonces qué es lo que debo hacer?
-Ahora mismo debes dormirte, Potter –Draco le quitó los lentes y los puso en la mesita de noche –Si no lo haces juro que no volverás a entrar a mi habitación.
Harry suspiró y se acomodó contra la almohada cerrando los ojos.
A los 15 minutos Draco fue consciente de su respiración pausada y acomodó el libro que había leído antes de que se le cansara la vista. Posó los ojos azules en su acompañante inesperado y apreció la inocente expresión de su cara.
No culpaba a su profesor de pociones por amarlo. Harry no solo era hermoso... hasta cierto punto podía llegar a ser muy inteligente también... Algo ingenuo, si, pero muy hermoso.
Draco se inclinó para besar la frente con un roce suave y se acomodó en la cama dándole la espalda para dormir.
Antes de quedarse profundamente dormido sintió el calor de otro cuerpo contra el suyo y lejos de turbarse pensó que se sentía bien.
... estar con Harry se sentía muy bien...
~~~~~~~~~~~~
Sailor Earth: Harry hará bastantes cosas para sacar a Draco de… la casa de ambos, esto es solo el doloroso principio. Aquí se responde tu inquietud. Espero que te guste.
Moryn: Muchas no están contentas por esa muerte... Míralo por el lado positivo, no hay muchas que asesinen a Severus, así que otras escritoras lavan mi pecado. Harry cambiará, no te preocupes... solo hay que tenerle mucha paciencia.
Di Malfoy: Yo también espero que terminen juntos... Besos.
Seve: Mandil = Delantal = Protección = Guardapolvo.
Ayesha: Remus no estará solo, lo prometo =D Y el cadáver de Draco no debe estar tan despreciable, muchos lo aprecian XD. Suerte en tu viaje. Besos.
