Bueno, aquí esta el siguiente capitulo... La verdad es que lo siento algo forzado, pero igual de necesario.

Besos a tod@s.

Siete: Excesiva confianza

Harry llegó rozando la medianoche.

Con fastidio notó que el lugar parecía relucir más de lo que lo hizo en la mañana y apretó los dientes dispuesto a hacérselo pagar al muy engreído de Malfoy.

Con esa idea caminó hacia la habitación, ya que en la sala no estaba, y abrió la puerta haciendo el suficiente ruido para molestarlo.

Pero no estaba ahí.

¿Qué rayos...?

Bueno, quizá en el cuarto de baño...

Si es que estaba en la tina lo disfrutaría más, pensó Harry. Aunque no se imaginaba a Malfoy sumergido en la tina oxidada cuando él mismo había expresado su entero asco por la visión que presentaba.

... a menos que el muy presumido hubiese comprado una tina de su categoría...

Seguro que sí.

Harry caminó hasta el cuarto de baño y abrió la puerta con la misma brusquedad que usó anteriormente.

Oh, si había una tina nueva.

El cuarto de baño era nuevo.

¿Pero donde estaba ese rubio impertinente?

No estaba en la cocina... Ni en el cuarto... Ni en la bañera... ¿En el closet?... Que estupidez.

¿Y por que se preguntaba su paradero?

Mejor para Harry.

Con ese pensamiento caminó de nuevo a su habitación y se acomodó en la cama para sacarse las botas de piel. Al agacharse descubrió unos papeles que sobresalían por debajo de la cama. Con curiosidad los tomó y ojeó rápidamente.

-Una poción –decidió y se terminó de sacar las botas para recostarse y leer con cuidado.

¿Eso era suyo?

La verdad es que no recordaba tenerlo.

"Poción para reanimar a un mago..."

Oh, sí. La había leído por ahí.

Harry leyó los ingredientes y frunció el ceño.

Se levantó y caminó descalzo hasta alcanzar una pluma que entintó para escribir algunas notas a la orilla del margen. Tachó uno de los ingredientes y lo cambió por otro.

-No hay nada mejor que la sangre de un inmortal griego –ironizó –eso reanimaría hasta al Dragón del que quieren sacar esa inútil escama.

El chico frunció el ceño y se acercó al pequeño librero extrayendo un recetario de pociones bastante desgastado. Ojeó varias veces las páginas hasta dar con una poción.

"Energía extra..."

Perfecto. Así no habría fallas.

*          *          *

-¿Te corrieron, Malfoy? –preguntó Seamus Finnigan levantando un tarro con cerveza -¡Brindo por eso!

-Pronto estarás tan borracho, Finnigan, que no será difícil que alguien te meta la varita por el culo –siseó Draco con aburrimiento.

-¿Alguien como tu? –se burló el muchacho.

-Oh, no. ¡Que asco! –replicó el rubio y giró hacia el otro lado de la barra para seguir evitando la estúpida conversación.

¿Para empezar qué hacía ahí?

No había comprado tina (y baño nuevo) para nada, ¿no?

Oh, pero el genio necesitaba concentración. Así que se lo perdonaría por esta noche.

¡¡Pero ni una noche mas!!

-Oye, Malfoy –llamó Seamus a sus espaldas y Draco deseó desaparecerlo al percibir su aliento alcohólico -¿qué me dices de tu primo?

¿Ah?

-Finnigan, si sigues así vas a terminar ensartándote la varita tu solo –gruñó Draco alejándose con claro gesto de repulsión.

-Tu primito –continuó el chico sin hacer caso e irritando más al rubio. -... Aud-

-Basta, Seamus –interrumpió Hermione con  voz enérgica y miró a Draco –necesito hablar contigo, Malfoy.

-¿Segura? –inquirió el rubio con fastidio –No estoy de humor precisamente, Granger... y para ser honestos me empeoras la noche.

-No es algo que me importe –dijo ella sin perder la seriedad –Hay un hechizo que solo tu conoces debido a que fuiste alumno de la señorita Potter...

-¿Y quieres que lo lance? –preguntó el rubio –Ahora mismo estoy pensando en alguien que sería excelente receptor –dijo mirando a Seamus quien se unía a un grupo para seguir bebiendo -¿Esta bien que permitan eso en su división? Que descontrol.

-Es un hechizo de control superior –continuó ella sin hacer caso a lo que había hecho -¡¿Quieres dejar de ver a Seamus?!

Draco desvió la mirada asqueado. El muchacho acababa de vomitar sobre la mesa.

-Ahora si –dijo mirando a la chica -¿Qué decías, Granger?

Hermione giró los ojos con exasperación. Vaya que iba a ser una noche larga.

*          *          *

Remus no tuvo que preguntar la razón por la que Sirius tenía ese gesto preocupado.

Había ido a buscar a Deborah desde la noche anterior, pero se encontró que estaba en estado de reposo natural... así que no pudo preguntarle nada. En cambio aceptó quedarse con su amigo y ayudarlo en lo que fuera posible. Pero Sirius no se lo ponía nada fácil; en especial por que no había dejado de hablar de ella sin molestarse en preocuparse por él.

Bueno. Comprendía que le preocupara Deborah, pero el que estaba en estado lamentable y con una herida sin atender debido a que enfrentó a un excelente cazador (del que casi no logra escapar) fue él. Él, Remus Lupin, el único amigo que le quedaba a Sirius Black.

Remus suspiró guardándose los celos para otro momento y decidió que tendría que atenderse solo. Así que se levantó de las incómodas sillas a las que había ido a parar en busca de Sirius en ese sucio hospital que Neville había buscado de último momento tras el ataque reciente y buscó ayuda de alguno de los aprendices. Justo al cruzar la esquina se topó con el propio Neville y sonrió agradecido.

-La verdad no es una herida grave –admitió Remus descubriéndose el abdomen bajo, donde podía apreciarse una herida superficial, con un color bastante inusual.

-No se ve muy buen –murmuró Neville tocando. Remus hizo una mueca de dolor –Jamás había visto un color como este en una herida.

-Puede que no sea tan convencional. –ofreció el hombre viendo a Neville revolver entre las plantas que tenía guardadas para regresar y untarle liquido de una de ellas logrando que la herida se difuminara.

-Con eso bastará –dijo el rubio satisfecho –Ahora debo encontrarme con Hermione, hay un asunto del que debemos hablar.

Remus suspiró. Probablemente él tendría que ver a Sirius de nuevo. Y eso implicaba escuchar hablar de Deborah otra vez.

*          *          *

-No sabría explicar los síntomas exactos... –decía Hermione sin dejar con paso acelerado hasta que se dio cuenta que no escuchaba el andar de Draco detrás del suyo y giró sobre sus talones.

La muchacha apretó los labios al verlo caminando con toda tranquilidad mientras miraba los corredores del provisional hospital con admirable interés.

Sin duda su nueva estrategia para ignorarla.

-¡Malfoy! –exclamó ella ofendida y acortó la distancia –Mira... No quiero que terminemos siendo amigos tras esto... No espero nada de ti... ¡Sólo quiero que cumplas con la promesa que hiciste al unirte a la Orden del Fénix! –dijo ella extendiendo los brazos para señalar el edificio en cuestión -¿Te cuesta mucho eso?

Oh, pero Draco no estaba ahí. No con ella, al menos.

Hermione frunció el ceño.

¿De donde había salido ese perro?

Draco se incorporó cuando pareció satisfecho de las caricias dedicadas al can y miró a Hermione con una cándida sonrisa.

-¿Decías algo, Granger? –preguntó con gentileza.

-¡Vete al diablo, Malfoy! –espetó ella y continuó caminando hacia la habitación a la que había estado intentando llevarlo.

Draco la siguió sin desprenderse de su sonrisa.

-Fiebres altas, sangrados externos  internos, incapacidad de reconocer a las personas.... –enumeró Draco caminando hasta ella con grandes zancadas y detenerse en la misma puerta -... ¿qué síntoma no puedes explicar exactamente, Granger?

-No perderé mi tiempo de nuevo –replicó ella con acidez.

-Que rencorosa –canturreó Draco y penetró la habitación. Justo en el momento en que vio al mago tendido en la cama perdió su sonrisa y gradualmente apretó los labios.

Patil Padma.

Claro que se acordaba de ella. La niña de las noticias veloces y la que le dijo muchas cosas tras insultar toda su ascendencia familiar. Una chica bonita, hasta cierto punto. Y aquella por la que Finch-Fletchley había regresado sin importarle desafiar al gran Harry Potter.

Ojalá no lo hubiera hecho.

En opinión de Draco la chica estaría mejor muerta. El estado en que se veía causaría la lástima de cualquiera... incluso la suya... y hasta podría pensar en ser amable con ella... Si es que llegaba a despertar.

Contusiones por ahí y cortadas por allá. Marcas amoratadas y mas y más sangre. La piel afiebrada y ese horroroso hedor que causó nauseas a Draco.

Oh, pero era un aroma familiar. Uno de tantos que Draco sabría reconocer gracias al entrenamiento especial que recibió de su madrina, quien también podría reconocer ese hedor y le causaría la misma curiosidad.

-¿Ha despertado? –preguntó con seriedad ignorando el suspiro complacido de Granger.

-Dos o tres veces –respondió ella –En todas ha dicho incoherencias que nadie comprende.

-¿Cómo esta Finch-Fletchley? –quiso saber Draco acercándose hasta levantar una maltratada muñeca.

-Estable. Encontró a Padma y escapó.

Muy astuto. Sin embargo Draco no le daría tanto mérito.

-Dijeron que eran tres aurores... Patil es una de tres...

-Murieron –dijo Hermione con palabras atascadas y Draco evitó hacer un comentario burlón ante el dolor de la chica al pronunciar esas palabras.

En ese caso había sido un rescate inútil. Un rescate en el que Harry no se desgastaría, claro esta... y lo más irritante es que había tenido razón el muy idiota.

Draco se inclinó sobre la chica y tocó la frente húmeda por sudor. Los aromas se dispararon haciéndole sentir nauseas y tuvo que cubrirse la nariz por un momento hasta que se hubo acostumbrado.

Aroma a sangre... Sangre... especial.

Draco se levantó de nuevo y suspiró.

-Ella va a morir también –dijo sin mostrar emoción alguna.

-¿Cómo puedes saber eso? –preguntó Hermione –Neville dijo que podría curarse con los cuidados necesarios.

- Longbottom no reconocería un trabajo como este aunque un experto se lo enseñara –replicó el rubio – Dijiste que era un hechizo de control superior –se acomodó el cabello –Pues te equivocaste... Es más que eso...  Esta chica se esta muriendo lentamente... lo más piadoso que podrías hacer es adelantar el momento y salvarle el alma.

-Son palabras muy elevadas para un Malfoy –dijo ella con desconfianza.

-Por eso debiste estudiar artes oscuras, Granger –dijo él sin ofenderse –Este hechizo se hace con sangre preparada... La sangre de un Licántropo... Pero el efecto no es tan piadoso como suele serlo una mordida... Si dejas que Patil muera a causa de este mal te aseguro que la verás de nuevo y no precisamente de nuestro lado.

-Eso es horrible –gimió Hermione entendiendo.

-Es la guerra, Granger, y nuestro enemigo es un desgraciado que hará cosas aun más horribles. Mata a la chica y di a Finch-Fletchley que murió como los demás...

*              *              *

Draco llegó a casa rozando el amanecer.

Lo primero que hizo fue dejarse caer en el sofá nuevo y se preguntó la razón por la que Potter no lo había tirado aun. De hecho no había tirado ninguno.

Que raro.

Con pesadez se levantó y caminó hasta la habitación, en donde seguro lo encontraría.

Lo había dejado con la poción que Charlie estaba intentando hacer para reanimar a su madrina, pero Draco pensó que era mejor que un experto lo viera.

¿Y quien mejor que Harry?

Después de todo se había encerrado en el mundo de las pociones con la cursi intención de comprender un poco más el proceder se su profesos.

Iluso.

Tanto tiempo hablando al respecto y ahora se encontraba con que no creyó palabra alguna.

Con algo de fastidio, y sin comprender quien de los dos había sido más ingenuo, empujó la puerta de la habitación encontrando a Harry.

Vaya. Para ser el desgraciado que no se fiaba de muchas cosas estaba muy tranquilo. Muy profundamente dormido y en definitiva tranquilo.

Draco se acercó con sigilo hasta el escritorio y vio las notas hechas en el pergamino que se encargó de dejar al alcance del moreno.

Satisfecho por las correcciones lo guardó y posó sus ojos claros en Harry.

Muy tranquilo.

Con las sabanas revueltas en torno a su cuerpo, vestido aun con la túnica, y los cabellos más revueltos que nunca.

Draco se acercó y le quitó los lentes para colocarlos en la mesa de noche. Apreció las sombras tenues que la única luz causaba en la piel de Harry y apretó los labios... aun tras mas de 4 años no había perdido ese halo de inocencia que le atrajo la primera vez y la razón por la que se acercó pensando que Harry lo necesitaba.

Pero los tiempos habían cambiado.

Y Harry dejó de necesitarlo hace 4 años tras ese horrible ataque.

El ataque donde Severus Snape Murió. Y donde el padre de Draco dejó de tener contacto con ellos...

Desde ese día Harry ya no acudió a sus habitaciones en busca de consuelo ni le llamó con esa urgencia oculta tras los insultos que aun mantenían al estar frente a los demás.

Harry dejó de necesitarle y la verdad es que eso hirió a Draco.

Por primera vez tuvo al gran Harry Potter justo donde quería y de pronto lo perdió de nuevo.

¿Y todo por que?

Draco evitó responderse y salió de la habitación con los papeles en la mano.

Tenía que ver a Charlie lo antes posible.

Necesitaba hablar con su Madrina para convencerla de que estar con Harry no era bueno para la salud de ninguno de los dos.

Ya de paso le informaría sobre el curioso estado de Pansy.

*              *              *

-Audiel...

Neville se maravilló por el tinte rodado que cubrió las mejillas del muchachito que estaba parado frente a él y el ligero movimiento que hizo al apretar los labios.

-Tuvimos una emboscada al ir por las hierbas que necesita, señor Longbottom –explicó el muchachito.

Neville rió encantado.

-No me llames señor Longbottom –dijo por enésima vez –A ti puedo permitirle que me llames por mi nombre Audiel.

El rubio volvió a ruborizarse e hizo un ademán afirmativo al momento que se acomodaba en la vieja camilla descubriéndose el brazo izquierdo en donde se veía una herida hecha con un filo.

-Así que un ataque –Neville hizo platica al joven al momento que comenzaba a hacer limpiezas -¿Fue muy difícil salir adelante?

-Estamos aquí –dijo el chico escuetamente.

Tan reservado.

Tan callado.

¿No podía ser Draco Malfoy como ese chico?

-Se viene el invierno –Neville cambió el tema al tocar la herida con una sustancia que escoció la carne viva arrancando una queja del herido -¿Vas a irte de nuevo a tierras latinas?

El muchacho se ruborizó aun más y Neville enarcó una ceja con auténtica curiosidad.

-Tal vez no lo haga esta vez –dijo Audiel –Se viene la navidad...

-Jamás pareció importarte –señaló el mago recordando que desde su entrada al colegio voló a tierras con clima más generoso (como él solía decir) en busca del calor tropical...  Cosa que no cambió desde hace cuatro años.

-Ahora es distinto –insistió el rubio y saludó a alguien... uno de sus compañeros, seguro.

-Traigo lo que me pediste, Neville –intervino un mago abriendo la puerta del viejo consultorio. Uno de los nuevos magos a instruirse.

-Gracias, Shade –Neville le sonrió tomando un objeto de donde extrajo un poco de ungüento para colocarlo en la herida de Audiel –Nuestro amigo Audiel no se va, ¿te lo puedes imaginar? –le dijo a su alumno de confianza.

-¡No me digas!  -exclamó Shade Janai. Un chico de la edad de Neville que apenas se había unido a esa división para aprender lo necesario -¿Quién ha logrado el milagro que ignore lo despiadado del clima invernal? –preguntó jocoso.

-Ya basta... –musitó Audiel aun más rojo.

-Quizá... –insinuó Neville con una mirada de complicidad.

-...Potter –completó Janai de la misma manera.

-¡Basta! –insistió el enfermo y bajó la cabeza –Es mi deber quedarme, ahora estoy dentro de una división que necesita estar alerta.

-"Pero no en las inclemencias del invierno y con una gripa horrible" –Neville le recordó sus propias palabras –Audiel Malfoy no pudo cambiar tan de repente sin tener una buena razón.

-Y Harry Potter es una buena razón para cualquier cosa –secundó Janai con una sonrisa –Además, Audiel... te has sonrojado ¿Va seria la cosa?

Audiel hizo un ademán negativo. Por puro orgullo no confesó que no era alguien que le importara a Harry Potter y salió del lugar abochornado.

Janai Shade se le quedo mirando un hasta que desapareció por la puerta y sonrió con malicia.

-Así que Potter... ¿quién lo diría?

-Ya sabes lo que dicen... –musitó Neville –los Malfoy quieren lo mejor... Me pregunto si Harry esta de acuerdo con eso.

-Ya lo averiguaremos...

Continuará....

Sakura Corazón: La verdad no sé si Severus aparecerá o no... Analizándolo sería un golpe algo bajo de mi parte..... hum...... creo que lo analizaré más. Y el bebe de Debbie, bueno, aun no lo decido. Jo jojo... lo demás ya lo irás viendo.

Amaly Malfoy: La persona que Deborah y Voldemort usarán es..... Sorry, creo que tendrás que esperar para verlo. Audiel es punto y aparte y justo en este capitulo comienza a verse... tus demás dudas se irán respondiendo conforme avance la historia.

Isis Luciano: Snape esta muerto; lo mate en "Interludio" (aunque no esta enteramente especificado) Harry-Draco-Zabini...? Humm, ya lo verás.

Moryn: Solo no se te olvide tenerme paciencia. Besos.

Ayesha: No te preocupes, Debbie dará más en esta historia. Besos.

Youko Gingitsune: Si, esa relación que Harry y Draco tienen actualmente no se ve a diario.  Y Draco será más Malfoy... solo debo doblegar un orgullo por ahí, ju ju ju... Mil gracias por dejar mensaje.

Isis Luciano: (de nuevo?)... Bueno, con lo que me dices me da la impresión que pudiste no leer los antecesores de este fic. El primero es "La Trampa", con una ligera relación con "Junto a tu recuerdo"; le sigue "Interludio" y al final "Tan solo un momento"... Si hay algo más que no entiendas será cosa de la historia... así que solo te recomendaré tener un poco de paciencia.

Sayuri Hiro: Mil gracias... Eso me da animos.