Once: Un beso al vacío
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Audiel corrió por los pasillos manteniendo alerta cada uno de los sentidos hasta que un sonido alcanzó a escucharse y el muchachito se detuvo temeroso de que se tratara de un mortífago. Con ese pensamiento caminó lentamente hasta la orilla del pasillo para asomarse.
No era un mortífago, se trataba de Harry.
Harry Potter.
Audiel comprendió que se trataba de algo que no debió ver. El cuerpo destrozado de su maestro de pociones descansaba en los brazos de Harry; la ternura con que estaba siendo sujeto cautivó al pequeño rubio y por un momento deseó ocupar el lugar del profesor de pociones.
Audiel supo lo mucho que lo había amado tan solo al ver ese gesto ausente que Harry hacía al acariciar la piel herida. Escuchó los murmullos con los que se comunicaron y vio ese tierno beso en el que ambas bocas se unieron.
Al final solo una frase que emanó del agonizante cuerpo fue suficiente para que Harry sonriera y llorara a la vez. Una frase que encerró cada bella emoción y la concentró solo para confortar a Harry… Un "te amo".
Audiel quedó prensado de esa persona. Amó a ese Harry y decidió existir por él.
Deseoso de respetar ese momento giró sobre sus talones y se alejó hasta llegar a la sala común en donde se encontró a su primo Draco, sentado sobre una mesa, mirando a los alumnos que se habían reunido esperando la oportunidad de ser los siguientes en atenderse.
-Tienes sangre en la frente –murmuró Audiel tocando el líquido viscoso con las manos en busca de la herida -; no es tuya.
-Tuve un lamentable encuentro con Zabini –murmuró Draco y miró a su joven primo –Todo esto es una locura.
-Ha iniciado la guerra, ¿verdad? –preguntó Audiel con esa adorable expresión que a Draco antes le gustaba.
Draco se inclinó y besó los labios de su primo.
-No te preocupes… Saldrás con vida de ella –prometió.
-Tu vas a pelear, ¿no? –el pequeño Malfoy levantó la mirada.
-Lo haré –afirmó Draco.
-¿Qué razón tienes?
-No necesito una.
-Yo tengo una –Audiel posó sus ojos azules en cada uno de sus compañeros notando la manera en que se ayudaban.
-Tu no tienes que pelear, Audiel –replicó Draco -, eres muy pequeño e inexperto.
-Creceré –aseguró el chico -… y sobre la experiencia… creo que puedo aprender lo necesario para merecer tal honor.
Draco admiró esa postura y guardó silencio mientras una mano se posaba en la cabellera rubia de su primo.
-¿Qué razón tienes? –preguntó a Audiel.
-Amor.
-Que idiotez –declaró Draco con una sonrisa.
-Lo sé, pero bastó tan solo un momento para que pasara.
-Siento lastima por ti… Ahora no te será suficiente una eternidad para que puedas arrancar eso que sientes.
-No quiero arrancarlo… Quiero que viva…
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-No podemos movernos así de repente –Hermione levantó la mirada de las notas que habían rescatado recientemente y la concentró en su amigo Harry –La concentración mágica de cada uno de nuestros elementos (y no digo que sean muchos) puede ser percibida. En otras palabras estaríamos lanzando una bonita invitación para que nos ataquen.
Harry apretó los labios con exasperación. Claro que sabía eso. Lo había sentido por primera vez hace cuatro años cuando todo un ejercito de mortífagos se trasladó al colegio utilizando la magia, pero en ese entonces no sabía la razón y los profesores reaccionaron demasiado tarde.
-Pienso que nuestra ubicación no puede estar más expuesta -insistió el moreno –Aun no sabemos el alcance de lo ocurrido a Malfoy.
-Audiel esta luchando por recuperarse –señaló ella –No creo que pueda hacer mucho en ese lamentable estado (de estar dominado por algo).
-En verdad no estás entendiendo el punto, Hermione –gruñó Harry.
La muchacha guardó silencio ante eso. En realidad lo comprendía a la perfección. Lo comprendía tras ver el estado de Padma y la muerte que ella misma había pedido que provocasen.
-Neville no encontró rastros de magia oscura en su aura –dijo ella pensativa –Estaba muy impresionado por que en algunas partes de su piel había algo de sangre putrefacta... –la muchacha calló de repente y posó sus ojos castaños en Harry -¿En verdad no te importa lo que pase con él, Harry?
-¿Por qué habría de importarme? –preguntó él pareciendo sorprendido.
-Audiel esta loco por ti –señaló ella como si fuera evidente –No había cumplido los 13 cuando se unió al campo de entrenamiento para ser un auror, y la primera división que eligió fue la tuya... Además los rumores...
-No tenemos tiempo para sentimentalismos, Hermione –interrumpió Harry con algo de fastidio –Las personas con quien me acueste es punto y aparte.
La chica se ruborizó un poco.
-Pero ahora lo vez como un peligro, ¿no?
-No estamos seguros de lo que pasó en esta misión con él.
-¿Además de ser violado, quieres decir? –ironizó ella.
-Si... Además de eso –respondió Harry sin darle importancia.
Hermione suspiró.
-Solo puedo ofrecerte una retirada gradual –dijo –Nos marcharemos utilizando el tiempo que resta del día y la noche completa. Para la madrugada todos los elementos estarán fuera.
-Perfecto –aceptó el chico.
-Debes decidir el destino.
Oh, eso era algo que Harry no había pensado y la chica lo notó.
-¿Qué tal aquí? –ella se levantó y señaló un punto en el mapa.
-¿Junto al lago?
-Tiene más posibilidades de entrenamiento –Hermione se encogió de hombros.
-Esta bien... Que empiecen ahora. Y no quiero que Malfoy se entere.
-¿Cuál de los dos?
-Ambos...
Hermione guardó silencio ante eso y volvió a mirar a Harry, esta vez de manera evaluadora. Finalmente suspiró.
-Sé que no es de mi incumbencia –comenzó justo cuando Harry estaba por levantarse -, pero pienso que deberías considerar recuperar a Audiel (En caso de que este poseso).
-No puedo creer que insistas –farfulló Harry con molestia.
-He dejado de lado el hecho que te acuestes con él –objetó Hermione –Tu y yo sabemos que Audiel es el mejor entre los hombres que integran nuestra división; sería una gran perdida no contar con sus habilidades.
-Precisamente –Harry frunció el ceño con preocupación –Nadie de los magos que integran nuestra división podrían detenerlo ya que es un magnífico elemento.
Hermione palideció al comprender.
-Tu podrías detenerlo, Harry.
-No puedo –replicó él mirándola –Si yo pudiera evitar tener a un enemigo en particular, ese llevaría el apellido Malfoy.
-¿Por qué no lo mataste entonces?
-Por respeto a Draco Malfoy.
La muchacha apretó los labios. Aunque no comprendía bien la razón de las respuestas de su amigo había dejado algo en claro: el enemigo se había equivocado de blanco.
* * *
Charlie se secó la frente al verter un ingrediente más y volvió a revisar la receta en el pergamino rayado que Malfoy le había facilitado. La verdad es que la formula original había sido cambiada bastante a la que conocía, por lo que había que revisarla a menudo.
Justo en ese momento Charlie se encontró con uno de los ingredientes que habían sido cambiados:
Escama de Dragón. Escama de Sirena.
Vaya, ¿y de donde iba a sacar una escama de sirena?
Charlie revolvió el armario en busca del ingrediente y comprobó que no lo tenía a la mano.
¿En cuanto tiempo podría conseguir una escama en el mercado negro?
El pelirrojo frunció el ceño ante la dificultad hasta que vio entrar a Neville por la puerta.
-Creo que entre tus ingredientes hay algo de esto – le tendió un pequeño papel y comenzó a mover entre los ingredientes –Si logro hacer una crema antes de la media noche podré borrar cualquier marca de heridas.
-¿Heridas? –preguntó Clarlie -¿Alguien salió mal en la misión de Harry?
-Audiel –respondió Neville sin dejar de mover entre los ingredientes –Logré estabilizarlo hace dos horas, pero creo que debería borrar las marcas también. En especial las de su espalda.
-No tienes tiempo para cuidar la estética de un Malfoy –replicó Charlie con algo de fastidio, muy especialmente por que tenía problemas con un solo ingrediente. Cosa que le hizo saber a Neville.
-¿Hace cuanto que no entras a la recamara de la señorita Potter?
-He estado reuniendo unos ingredientes para realizar la poción –replicó Charlie.
-Aun así me extraña que el señor Black no te lo halla dicho. La señorita Potter esta entrando a una nueva etapa.
-Yo soy el experto, Neville –insistió Charlie.
-Tendrías que verla para entenderlo.
-De cualquier manera, ¿en qué me ayuda eso son el ingrediente faltante?
-En que puedes adquirirlo tomando un poco de piel de la señorita Potter.
-¿Ah? –Clarlie frunció el ceño al comprender. Ciertamente era un detalle que Black debió decirle ya que acortaba el tiempo que tenían para reanimarla en su cuerpo humano –Me ayudarás cuando despierte, ¿verdad Neville?
-Ya te dije que si –sonrió el muchacho regordete y volvió a buscar entre los ingredientes -¿Seguro que no hay de lo que busco?
-Al fondo a la izquierda –indicó el pelirrojo y tomó el pergamino para salir tras sellar la poción que estaba preparando –Voy con ella ahora.... Mis hermanos morirán de envidia en cuanto sepan que estoy por tomar una muestra directamente de la señorita Potter.
-No serán los únicos –murmuró Neville al encontrar lo que estaba buscando y miró la poción con detenimiento –Me pregunto si ella averiguó algo que valga la pena antes de entrar en ese estado... de otra manera creo que solo perdió el tiempo.
* * *
Draco atravesó la oficina y reprimió un suspiro al ver que Harry aun estaba ahí acompañado de sus dos amigos; en cambio dejó ver una mueca de absoluta molestia y plantó las palmas en la madera apolillada mirando al moreno.
-¿De qué diablos se trata todo esto? –demandó el rubio.
-¿Oíste algo, Ron? –preguntó Harry revisando un artículo en el periódico. Donde informaban sobre un cadáver recién encontrado.... el de un licántropo.
-Algún insecto, quizá –murmuró Ron con la misma falta de interés al momento que leía la misma nota que Harry.
-¿No te pagan lo suficiente para comprar tu propio Diario, Weasley? –preguntó Draco con desprecio y arrebató el diario a Harry para enfrentarlo tras lograr que Ron maldijera -¿a dónde se va toda tu partida de inútiles?
-Temo que no me apetece esperar a que Audiel recobre energías para matarnos a todos, así que cambiaremos esta base.
-Se supone que no sabrías –intervino Hermione.
-Finnigan se encargó de echármelo en cara –ironizó Draco –Pero no es el punto. –volvió a mirar a Harry - Potter, esto que haces es ridículo, mi primo ni siquiera ha despertado.
-Y espero que no lo haga antes de que todos mis hombres estén fuera –respondió Harry con tranquilidad –Tenemos cosas más importantes que hacer a esperar un bonito ataque sorpresa.
-Idiota –gruñó Draco -¿Cuál es el punto destino?
-No puedes saberlo mientras insistas en estar al lado de Audiel.
-¡Es mi primo! –exclamó el rubio dedicándole una mirada penetrante hasta que se dio cuenta de un pequeño detalle -¿Y tu por qué no te has ido?-Tengo cosas que hacer aquí.
-Al diablo con todos ustedes –Draco se dio la vuelta para volver –cuando Audiel despierte me haré cargo que nadie vuelva a verlo.
-Podrías hacer lo mismo con tu persona.
-No en tu caso, Potter.
* * *
En efecto. Solo hacía falta costar un poco de piel en la mujer para obtener suficientes escamas y abastecer a cualquier experto en pociones el tiempo necesario para evitar una investigación en su contra por entrar en contacto con el mercado negro.
La extensión de los brazos que descansaban sobre las mantas lucían millares de diminutas escamas ligeramente levantadas emitiendo un aroma salado y seco. De la misma manera había escamas en el rostro, pero no habían terminado de cubrir la piel, quizá por que la parte humana aun estaba poniendo resistencia a la de la criatura.
Sin embargo tiempo era lo que no tenían. En esas circunstancias resultaba perjudicial llevarla a su ecosistema ya que había comenzado una etapa crítica en la que la sirena intentaba captar un poco de humedad por medio de las imperceptibles escamas. Pero la humana había reaccionado ante esa humedad combinada con el violento clima que se avecinaba con el invierno y la fiebre se había hecho presente muy a pesar del curioso estado de reposo en que se encontraba.
En definitiva se trataba de una criatura complicada.
Charlie se acercó para cortar una muestra de piel del codo, donde podían apreciarse con más claridad las escamas, cuando se dio cuenta de algo que no había notado hasta el momento.
Marcas.
Marcas amoratadas en el fino cuello.
... De dedos...
El pelirrojo tocó y pudo sentir el pulso justo en ese momento.
¿Alguien había intentado dañar a la señorita Potter?
¿Y por qué nadie le había dicho?
Charlie apretó los labios con molestia.
-No se preocupe, señorita... voy a reanimarla antes del amanecer...
* * *
Draco le había insistido en que no tenía que unirse al campo de entrenamiento aun. Le dijo que era un niño, que no había cumplido los 13 y no tenía posibilidad; que podía esperar a ser mayor y de esa manera lo habría pensado mejor, que no cometiera una estupidez.
Pero Audiel no lo escuchó.
El niño se encuadró entre jóvenes y adultos mientras otros, de su misma edad, se preocupaban por mantenerse a salvo. Aprendió técnicas de combate nuevas y perfeccionó las que Draco le había enseñado hasta que se hizo digno de ser llamado auror.
En ese entonces Draco ya había logrado crear una división más de combate debido a los problemas que tuvo con Harry y pensó que tendría a Audiel bajo su custodia. Pero se equivocó.
Audiel no pidió estar con él. Corrió a rodearse de gente a la que Draco había despreciado y, sabía, lo despreciaban. Sufrió crueles burlas por ser quien era hasta el momento en que puso a todos en su merecido lugar.
Incluso Draco se dio cuenta de lo ocurrido debido a lo importante de la acción. Y es que no cualquiera logra enfrentar a un Lestrangue y salir con vida acompañado de 5 aurores heridos.
Oh, es que su primo no era débil. Podía ser un completo idiota si de personalidad se hablaba, pero no era débil.
Después de todo era un Malfoy, ¿verdad?
Quizá el carácter lo había heredado del asqueroso hombre que tuvo por padre. Quien no quiso reconocerlo y abandonó a Anne Malfoy, la hermana menor de su padre... Pero todo lo demás era característico de un Malfoy y fue acogido como solo un Malfoy merece.
Todo pudo seguir por el buen camino si no fuera por un rumor que Draco escuchó por accidente hace poco. Audiel se había convertido en amante de su jefe en mando. Sin embargo Draco pensó que era solo un rumor; después de todo un Malfoy esta expuesto a toda clase de acciones que los perdedores hagan debido a la envidia.
Justo ahora se enteraba que no era un rumor... pero aun podía decir que no le dolía saber que su primo se acostaba con Harry. Lo que dolió fue saber que Audiel lo amara desde el principio para hacer todo por él. Y aun tras cuatro años (con casi un año de relación sexual) el pequeño no había conseguido nada.
Ni siquiera que creyeran en sus sentimientos que serían capaces de fortalecer la lealtad de la Orden del Fénix; muy particularmente a Harry Potter.
Maldito Potter.
¿Cómo se atrevía a dudar de la palabra de un Malfoy?
Era cierto que él no había sido muy honesto, pero Audiel era punto y aparte.
El rubio se tragó cada insulto que deseaba decirle al idiota moreno y acarició la frente de su primo.
Desde el último encuentro que había tenido con Harry se dedicó a estar ahí, con su primo, a espera de que despertara.
Y en cuanto lo hiciera pensaba llevárselo a un lugar seguro donde nadie pudiera lastimarlo de nuevo. Muy especialmente Harry Potter.
Draco miró a Audiel odiando lo frágil que se veía. Por un momento deseó despertarlo de manera brusca. Deseó gritarle por lo idiota que había sido al encapricharse de esa manera con Harry y a estar dispuesto a dar todo por él.
Idiota.
Draco levantó la mirada al sentir un movimiento en su primo y descubrió que había abierto los ojos.
Audiel miró el lugar como si no reconociera el sitio y después posó los ojos claros en él.
-Draco... –murmuró con suavidad.
-Pequeño tonto, me asustaste –regañó Draco con una bonita sonrisa.
-¿En verdad te intereso? –preguntó Audiel con una expresión de bella ingenuidad.
-Claro que si... Somos primos, ¿ya se te olvidó?
Audiel desvió la vista.
-¿Y Harry?
¿Por qué su primo tenía que hacer precisamente esa pregunta.
Draco apretó los labios con molestia.
-Ya debió irse... o debe estar por hacerlo.
-¿A dónde?
-No me lo dijo... Lo que si me quedó claro es que no nos quiere cerca... Piensa que eres un peligro.
Audiel sonrió.
La verdad es que era lo último que Draco esperaba que hiciera y miró confundido la manera con que se levantó como su jamás hubiese estado herido. El chico se puso de pie y miró sus manos con absoluto asombro hasta que estalló en carcajadas.
-Aun no se ha ido –dijo mirando hacia la puerta y se lamió los labios –Puedo sentir su presencia en el lugar.
-¿Audiel? –Draco frunció el ceño. Estaba seguro que él no podía sentir presencias... Ninguno podía ya que no era tan sencillo.
-Y su aroma –ronroneó el pequeño Malfoy –Su aroma se concentra en todo este lugar...
Draco se levantó con el ceño fruncido.
-Después me encargaré de ti, Draco –Audiel lo miró con odio y un brillo rojizo se deslumbró en las irises azules –Ahora tengo algo más importante en manos... Algo llamado Harry Potter.
Un estruendo rompió la puerta cuando Audiel levantó la mano y emanó un hechizo poderoso. Salió con pasos firmes que resonaron en cada pared del lugar y una risa lejana llena de monstruosa maldad.
Draco reaccionó al escuchar esa risa y apretó los puños con fuerza.
Si primo... ¿Dónde estaba su querido primo?
-¿Por qué tienes que tener razón? –preguntó pensando en Harry y se enderezó para ir detrás de Audiel -¿Por qué Audiel?
* * *
Harry se detuvo bruscamente cuando vio a uno de sus hombres salir impulsado contra la pared en donde se rompió la cabeza. Extendió una mano para detener a Hermione y le hizo retroceder junto con Ron.
Del pasillo emanó una frágil figura. Se trataba de un joven de tan solo 16 años que aun vestía con la graciosa pijama de seda fina y tenía sus pies descalzos.
Sus manos estaban manchadas de sangre, pero eso no parecía afectar en absoluto esa bella sonrisa.
-Harry... –susurró Audiel con amor -¿Ibas a irte sin mi?
Harry frunció el ceño.
-Pequeño idiota –masculló molesto.
-No me decías eso cuando me hacías el amor –se rió Audiel.
-Solo fue sexo –corrigió Harry con desprecio.
-Para el caso da lo mismo –el rubio se echó a reír –Parecías estar muy feliz mientras fornicabas conmigo.
-Basta –rogó Hermione.
-Oh.... La pequeña sangre sucia esta contigo –apreció Audiel y miró a Ron –Los tres... Que conveniente.
-No tienes tu varita, Audiel –dijo Harry sin mostrar perturbación.
-No necesite de una varita para matar a ese pobre diablo –dijo el rubio señalando el cadáver. –Resulta que he adquirido habilidades que el mismo Merlín envidiaría.
-Yo creo que sentiría lástima por ti –refuto Harry.
-¿A quien le importa? –se rió el rubio y extendió ambas manos para hacer emanar una fuerte cantidad de magia que viajó hacia los tres amigos –Merlín me causa asco con esa insistencia por la justicia... ¡¡En este mundo no hay justicia!!... Solo existe la fuerza... ¡¡Mi fuerza, Potter!!
-Maximus spirita-murmuró Harry levantando la varita para crear una esfera que repelió el ataque y lo regresó a un hábil Audiel que lo evadió con un salto.
-El método convencional no sirve, ¿Eh? –observó Audiel con una sonrisa –Vamos entonces por lo especial.
Hermione frunció el ceño al ver la forma tan violenta con que el chico se rompía las venas y dejaba escapar su sangre en el suelo para que comenzara a hervir y emanar una peste horrible.
-Harry –rogó ella –Tienes que acabar con esto.
Harry frunció el ceño.
-¡Lo haré yo! –exclamó Ron dando un paso hacia delante, pero justo en ese momento emanaron veloces tentáculos de la viscosa sangre intentando golpearlo. Afortunadamente Ron era veloz y reaccionó justo a tiempo.
El pelirrojo apretó los labios y lanzó un hechizo que logró cortar uno de los tentáculos para llegar al brazo del chico y perforarlo.
Audiel se mordió los labios, pero no dejó escapar queja alguna. La sangre que brotó de su brazo lo hizo en forma de más hilos vivientes con la viscosa sustancia vital.
-¡¡Esto es ridículo!! –exclamó Ron.
-Debes matarlo –dijo Harry –Lanza un rayo de luz directo al corazón.
Ron y Hermione miraron a su amigo a espera de que eso fuera una broma. Cuando Ron estuvo a punto de pedir una explicación sintió que uno de los tentáculos se enredaba en su pie izquierdo tirándolo al suelo para acercarlo lentamente al pequeño Malfoy.
-¿Qué esperas, Ron? –insistió Harry al momento que dirigía la varita hacia el chico.
-¡¡Ron!! –exclamó Hermione con urgencia al ver que se acercaba más y extrajo su varita para atacar también.
Ninguno de los ataques fue necesario. una veloz estocada reluciente cortó lo que sujetaba a Ron y un rubio mayor se colocó frente a los tres con la varita al frente.
-¿Pensabas dañar a mi primo, Potter? –preguntó Draco arrastrando las palabras.
-Te dije que lo dejaras –acusó Harry.
-Idiota –espetó Draco –Ningún Malfoy abandona a otro a menos que este muerto.
-Ese ya no es tu primo –dijo Harry.
-Sigue siendo un Malfoy –insistió Draco –Por lo tanto alguien tan insignificante como la comadreja no puede quitarle la vida... Mucho menos tu, Potter... tu quien le hiciste tanto daño... Y ni Granger con su mezcla de sangre.
Audiel frunció el ceño y extendió las manos para lanzar más energía, pero no pudo. Repentinamente pareció conocerlo todo y parpadeó al sentirse en medio de toda esa magia.
-Mátalo ahora –dijo Harry viendo la confusión en el rostro.
Algo en el interior de Draco se rompió.
Un rayo de luz emanó de su varita para refugiarse en el corazón de su primo y lograr que su cuerpo se encogiera de dolor.
Audiel levantó la mirada y gruesas lágrimas corrieron por sus mejillas. De su boca brotó sangre al momento en que la abrió y formó palabras que solo Draco entendió.
..."Ámalo"...
Continuará...
Verotto: Muchas gracias!! Comprendo que a muchos les gustaría que actualizara más frecuentemente, pero temo que no es posible. A pesar de eso pienso que cada semana no esta mal. Y el sufrimiento esta a la orden del día, por eso no te preocupes.
Ayesha: Ánimo con el trabajo!! Ya verás que pronto las cosas se calman. Harry es perfecto (según Draco un perfecto idiota), pronto lo veremos desarrollarse más, no te preocupes. Y Zabini no debe hacer nada con Audiel. Lo único que tenia ke hacer era entretener a cualquiera que intentara evitar que el Cazador tuviese contacto con Audiel.
Niky Chan: Pansy murió hace cuatro años. No se ha especificado, pero pienso hacerlo en los flashback que aun faltan. Audiel tiene una posesión mucho mas difícil ke la de Padma, ya la explicare en el siguiente capitulo. Y del espía... bueno, hagamos apuestas a ver quien es... xDDD
Amaly Malfoy: Seguro que sabrás quien es el traidor, solo ten paciencia. La verdad es que yo no sé quien es (broma)... paciencia... Si, Audiel evocó la imagen de Harry, la verdad es que a mi si me puede llegar a dar pena... pero muchas piensan que estorba así que.... snif... Audiel ya no podrá cambiar a Harry como puedes notar, pero sin duda alguna cambiará a Draco. Y vamos a ver quien esta mas resentido con quien.
Karen Lupín: Por nada, niña, espero que te halla gustado junto con este. Y tienes razon, Audiel no deja de ser un Malfoy, aunke eso de no hacerlo sufrir.... Y creo que pasara mucho antes que esos dos se digan algo amable, asi ke solo nos keda tener paciencia. Y la edad no tiene nada de malo... Leer es una acción de toda a vida. Besos.
Moryn: Ya veremos si no me hacen nada en la orden... Voy a insinuar el fic para ver como lo toman XDD. ¿Quién será el traidor? Yo tampoco sé, pero no te apures, seguro se descubre. Besos.
Murtilla: Un salubri?? XD.. es la primera vez que oído la palabra, pero pienso que te refieres al cadáver del gobernador (eso era para quienes no entendieron). Y lo que le hizo fue una violación... no muy descrita y nada importante a comparación de lo que hizo el cazador al dibujar ese símbolo con su sangre.
