Capitulo veinte: El deseo que no es capas de admitir.

Harry llegó a casa cerca de la media noche. En cuanto abrió la puerta percibió un delicioso aroma a chocolate y tostadas que le hizo agua la boca y apretó los labios dirigiendo la vista hacia el improvisado comedor que Draco se había empeñado en colocar tras mover todos sus libros.

-¿Cocinaste?  -preguntó con mal humor.

-No tuve otra opción –dijo Draco con fastidio –Tu hechizo de protección no dejó acercar a mi repartidor.

Oh, de nuevo la mención de ese hechizo del que Harry no entendía nada.

Eso lo fastidió.

¡Claro que no preguntaría a Draco!

-¿Encontraste a Seamus? –decidió cambiar de tema.

-Si –Draco mordió una tostada que lucía en verdad deliciosa.

-¿Y bien? – preguntó Harry al ver que no explicaba lo ocurrido.

-Preferí no traer su cabeza, bastante asqueroso era ya –ironizó Draco hasta notar la perpleja expresión de su interlocutor -¡No me digas que querías su cabeza! ¡¡Eso es asqueroso, Potter!!

-Te veías bastante enojado –justificó el moreno.

-Hasta yo tengo mis límites.

-¡No me digas! –ironizó Harry –Eso si que es novedoso para mí.

-Pensar es novedoso para ti –se burló Draco.

Harry apretó los labios y avanzó hacia su habitación deliberando que soportaría una noche sin comida. No se percató de la mirada penetrante de Draco ni de la manera en que sus bonitas cejas se fruncían hasta que mordió otra tostada.

La verdad es que Draco estaba desconcertado por las palabras de Seamus. Habría querido comentarle eso a Harry, pero solo habría escuchado justo lo que evadía desde hace 4 años.

"Si alguna vez tuvimos una relación, ya no existe... El Harry del que te enamoraste esta muerto..."

¿Qué lo mantenía en esa casa entonces?

¿Por qué continuaba soportando a "eso"?

Audiel....

"Oh, no... No te escudes con eso" susurró una socarrona vocecilla  "Tu sabes que no es así..."

¿Entonces?

Draco dio con una vieja respuesta de la que habría querido olvidarse.

Una respuesta de hace 4 años.

Era una broma, ¿no?

¿Es que el sentimiento carecía de dignidad?

¡Harry lo había abandonado! ¡¡Fue Harry quien decidió apartar toda emoción para convertirse en lo que era ahora!!

No tenía que esperar aprobación por su parte.

¡Claro que no!

Él era Draco Malfoy. ¡Era quien daba las aprobaciones!

Completamente convencido de ello mordió la siguiente tostada.

Harry y su extraño humor podrían irse al infierno.

-Muéstrame a aquel que bloquea el poder de la pluma de oro.

El espejo se revolvió en ondas líquidas debido al movimiento provocado por la mano femenina y cuando comenzó a calmarse mostró unos serenos ojos dorados, fijos en él.

Deborah apartó la mirada del espejo. Mistick siempre había sido muy  preciso en lo  que mostraba... Y siempre mostraba algo, por muy confuso que fuera. Sin embargo ahora tenía su atento reflejo.

¡Mistick la estaba reflejando como su fuera un espejo común!

Eso no podía estar sucediendo, no con un artefacto mágico con tanto poder como ese.

-Muéstrame el lugar donde se encuentra el que bloquea el poder de la pluma de oro.

 De nuevo nada.

Imposible.

Deborah se levantó de improvisto y caminó hasta la mesa que mantenía cubierta de frascos con ingredientes prohibidos para revolver entre ellos hasta dar con una copa de cristal que llenó de vino. Se llevó la copa a los labios tras girar de nuevo hacia el espejo y se dispuso a beber.

Pero no lo hizo...

Su mirada se concentró en el espejo y estiró la mano para colocar la copa en la mesa... Sin embargo la puso muy cerca de la orilla y terminó hecha pedazos en el suelo.

De todas maneras lo que importaba era el espejo Mistick y su reflejo.

Lo que Deborah podía ver era a sí misma, sentada en el taburete que estaba frente al espejo, con esa mirada exasperada, a espera de una respuesta.

Mistick le había dado una respuesta clara.

La persona que bloqueó el poder de la pluma de Oro fue Deborah Potter.

En ese caso debió hacerlo cuando estuvo bajo el poderoso Imperius de Glader.

¿Pero por que no lo recordaba?

Era obvio pensar que solo ella podía bloquear las plumas con tanta eficacia, ya que ella misma  las creó, pero ya no parecía tan lógico que no recordara haberlo hecho.

A menos que...

-A menos que yo borrara ese momento de mi mente –dijo tomando la pluma de oro y apretando los labios.

Oh, eso podía ser un lindo problema.

Bueno, considerando que era la creadora, había muchas formas de bloquear el artefacto. Todas muy efectivas para que alguien más no pudiera utilizarla. Sin embargo los reducía solo a plumas comunes y no era el caso; la pluma de oro solo tenía bloqueada una información. Justo la información que ella necesitaba.

En ese caso se trataba de un método bastante sofisticado para el que tardaría demasiado tiempo en resolver. Y tiempo era lo que no tenía. Por lo tanto debía buscar la manera de contrarrestar el efecto con plena seguridad de que ningún bloqueo (aun el suyo) pudiera impedirle llegar a la información.

Hacer funcionar de nuevo la pluma sería algo muy difícil. Su mecanismo básico se ligaba a emociones ocultas que podía detectar gracias a un útil espíritu que había heredado gracias a su poderosa madre.

¿Cómo lograr que ese ente le diera la respuesta?

-Dándole un espíritu compañero –decidió ella  y comenzó a revolver de nuevo entre los ingredientes hasta dar con un frasco que contenía un hueso ensangrentado –La pluma ha estado vibrando, eso es por que el espíritu sabe la respuesta, pero no puede transmitirla. Debo darle compañía... alguien a quien pueda mostrarle todo –acomodó un viejo caldero al fuego y comenzó a verter ingredientes junto con el que acababa de encontrar -... un compañero que se comprometa a viajar en planos peligrosos a su lado... que acepte su... mano.

Sería difícil.

Aun con la protección sería difícil.

Abandonar un cuerpo invitaba a otros entes a poseerlo. Así que no podía arriesgar a nadie.

Necesitaba ayuda de alguien que velara por su cuerpo mientras ella estaba "ausente". Alguien capaz de captar la presencia de seres malvados.

-Remus...

-Necesito preguntarte algo.

Remus levantó la mirada y descubrió con sorpresa que era Harry quien estaba parado frente al viejo escritorio. Por la expresión de su cara, el adulto podía adivinar que se había pensado  el asistir a ese lugar con mucho cuidado y ahora no parecía estar muy feliz estando parado ahí; frente a él.

-¿Si? –preguntó Remus con tranquilidad al momento que cerró el viejo libro  que había estado leyendo.

Harry se acomodó en la silla intentando ignorar la incomodidad que sentía al estar preguntando algo. Sin embargo ya había soportado suficiente burla por parte de cierto rubio, al respecto.

-Hay una... barrera... que se muestra más violenta  con los extraños...

Remus enarcó una ceja. Claro que sabía que la Sirena había colocado una barrera de protección  en casa de su sobrino, pero no esperaba que presentara características semejantes.

-Eso es una sorpresa –admitió el mago.

-¿Cómo opera una protección así? –insistió Harry.

Remus se levantó para apartar las cosas del escritorio y tenerlo completamente vacío. Caminó hacia una jaula de donde sacó un pequeño ratón y lo colocó en manos de Harry.

En seguida se llevó una mano a la boca y mordió un dedo hasta hacerlo sangrar, con la sangre realizó una circunferencia sobre la madera.

-En el caso del hombre lobo, es posible realizar una barrera con la sangre... El olor atraerá espíritus débiles que protegerán la marca ya que reclamarán la sangre como suya –Remus colocó un trozo de alimento en el centro del círculo y tomó al ratón para acercarlo..

Lo que Harry vio fue a un  roedor intentar llegar hasta el centro del círculo en busca del alimento, sin embargo algo se lo impedía y lanzaba un chillido sin dejar de rodear el dibujo de sangre.

-¿Una barrera de sangre?  -preguntó Harry.

-Esto es solo en caso desesperado –aclaró Remus tomando al ratoncito para acercarlo al alimento, dentro del círculo –Resulta muy útil tras recibir un golpe que cause una herida de gravedad y da tiempo para recuperar energías...

-Yo no vi que mi tía derramara sangre –insistió el chico.

-No lo hizo –aceptó  Remus –La energía de una Sirena sobrepasa la de un Hombre lobo. Ella tiene un aroma penetrante que atrae a espíritus de más alto nivel... y gracias a su sensualidad ha podido crear una barrera impenetrable.

Remus se acercó  a un destartalado librero en donde se veía un frasco. En el interior permanecía una gran araña que liberó.

La araña se percató de la presencia del ratón y avanzó con funestas intenciones, sin embargo una aplastante energía presionó hasta matar al arácnido.

-El caso de las hembras es mucho más interesante –admitió Remus –Las hembras marcan un territorio de manera aun más celosa por muchas razones... La más sabida es su etapa de ovulación o el tiempo de gestación... La única criatura que podrá penetrar es su consorte... Aquel a quien la hembra ha elegido para procrear.

-Eso es ridículo –opinó Harry –Mi tía ha colocado una barrera en mi casa.

-Ha reproducido el mismo patrón –Remus suspiró –Me atrevo  a decir que tu representas a... la hembra en celo.

-Ahora si creo que es ridículo –ironizó Harry.

-Tu barrera sólo deja entrar a una criatura...

-¡Imposible! –exclamó Harry con molestia -¡Debe ser una equivocación!

-La barrera de una Sirena encierra una enorme emoción por el consorte. El deseo de protegerlo sobrepasa el interés que muestre por él.

-Con eso es suficiente –Harry giró hacia la puerta para irse –Gracias, Remus.

-No hay problema.

En realidad si lo había, pensó Harry caminando por el pasillo hasta ver a su tía y detenerse al mismo tiempo que ella.

La barrera protegía al consorte... Le permitía entrar al territorio de la "hembra" por que ella así lo deseaba (aun si no lo expresaba).

Y Draco lo sabía.

Lo sabía y se burlaba de él por que no era capaz de comprender que... le permitía estar en su casa por deseo.

-¿Aun no has encontrado nada? –preguntó a su tía –Creo que ya has consumido mucho tiempo.

-Pronto daré con la respuesta –prometió ella.

Harry sonrió con desprecio y continuó su camino. Fue ese desprecio lo que arrancó un suspiro de la mujer antes que se enderezara y entrara a la oficina, en donde estaba Remus.

Él la miró con curiosidad. Estaba acomodando a un ratón en su jaula y tomó un trapo para limpiar un rastro de sangre.

-Voy a liberar mi cuerpo –informó ella –Necesito un guardián.

-Yo podría ser poco recomendable –dijo Remus.

-No lo hagas por mí. Hazlo por Sirius.

Justo ahí estaba la palabra clave.

Justo la razón  por la que Remus sería capaz de hacer cualquier cosa.

-Yo creo que esto es una absoluta estupides –opinó Ron acomodando los pies sobre la mesa.

-Son medidas que hemos estado practicando desde que integramos la Orden –dijo Percy, atento a una reacción mágica –Y hasta el momento habías estado de acuerdo.

-Ginny no tiene nada –insistió Ron –Harry exagera al querer hacer todo esto.

-Solo se asegura de no tener un elemento dominado –Percy acomodó el frasco en donde tenía una poción e hizo anotaciones –Creo que con Audiel Malfoy bastó.

Ron torció los labios. En realidad el mocoso jamás le cayó bien... muy especialmente por esa relación insana que había tenido con Harry. Sin embargo si llegó a sentir pena por su muerte.

-¿Cómo va eso, Percy? –Charlie entró acompañado de los gemelos, quienes mantenían una animada charla.

-Negativo –dijo el muchacho.

-Te lo dije –dijo George a su hermano Charlie –Nuestra pequeñita esta limpia.

-Solo son pruebas superficiales –opinó Percy –creo que hay que acudir a métodos poco convencionales.

-Tu insistencia por descubrir un defecto a nuestra hermana me repudia, Percy –opinó Fred.

-Si buscas irregularidades podrías mirar en un espejo –completó George.

-O podría verlos a ustedes –contraatacó Percy y concentró su mirada en Charlie –Manda una muestra de sangre a Bill para que haga pruebas... Debemos descartar toda posibilidad.

-Solo fue una mordida –se exasperó Ron.

Los gemelos guardaron silencio tras ese comentario y mostraron una inusual expresión preocupada.

-¿Cuánto tiempo tardaría Bill en mandar los resultados? –preguntó Fred.

-Tomando en cuenta la poción que se requiere, quizá cinco o seis días –dijo Charlie.

-Faltan ocho días para la Luna Llena –murmuró George.

Ron abrió la boca para protestar de nuevo, pero mantuvo un tenso silencio.

-¿Creen que halla tenido un enfrentamiento con una criatura así? –preguntó –Seamus ni siquiera poseía una característica al respecto.

-Tampoco sabíamos que era el traidor –observó Percy con mucha lógica.

-No parecía un traidor muy inteligente –opinó George –Hace menos de cinco días estuvimos con él; estaba tan ebrio que terminó durmiendo en la mesa de la casa. No tomó nada ni preguntó por nada.

-Audiel murió hace más de cinco días –gruñó Ron.

-¿Podría ser reciente? –Percy parecía confundido.

-Draco fue tras él –Charlie miró a los gemelos -, vayan a averiguar lo que pasó.

Muy regañadientes los gemelos obedecieron.

-¿Y desde cuando lo llama por su nombre? –preguntó Fred a su gemelo, camino a la salida.

-¿Desde cuando obedecemos a un hermano mayor? –contrarrestó George.

-¿"Eso" que esta en el caldero es confiable? –preguntó Remus señalando el caldero en cuestión.

-Ya no soy la muchacha idiota a la que podía estallarle una simple poción para dormir –replicó ella acomodando los espejos en un ángulo que parecía haber sido minuciosamente calculado –Además no se trata de una poción en forma; es solo una mezcla de ingredientes que harán más fácil el desprendimiento de mi alma.

-¿Ya has hecho eso?

-No.

-No creo que deberías –dijo Remus viéndola caminar hacia el caldero para servir del liquido en un cuenco.

-No va a pasar nada –dijo ella bañando la pluma de oro con la sustancia y bebiendo el resto –Tengo un excelente guardián.

Remus suspiró y la vio acercarse. Confundido levantó la mirada cuando ella le sujetó la cara con ambas manos y (con sorpresa) la vio acortar la distancia hasta aplastar sus labios con los de él hasta penetrar su boca con la pequeña lengua.

El sabor amargo de la mezcla  le llenó los sentidos y notó el brillo dorado en los ojos de la mujer antes que se alejara a postrarse en medio de los espejos.

No había tenido la oportunidad de reaccionar cuando la escuchó hablar en ese griego antiguo. Su voz se dulcificó cautivando a Remus y sintió la bella energía que solo una sirena podía mostrar en el momento justo que comenzaba a seducir a todo aquel que era capaz de sentirlo.

Fue eso lo que llamó la atención de Sirius, ¿no?

La Sirena mostraba un arrebatador atractivo y el de Deborah había sido enternecedor. Recordarla en su etapa infantil provocaba escalofríos de sobreprotección en Remus como lo causó aquella primera vez en que la vio, sola, a la orilla del lago, hace muchos años.

Un cachorro de Sirena era capaz de ejercer un control admirable en quien le viera; y Remus lo comprobó al confundirla con un ser pequeño a pesar que sabía que era un año mayor.

-Puedo oler tu sangre –había dicho ella en ese encuentro y sonrió –Tu eres como yo.

Criaturas... ambos era criaturas y humanos.

Pero la verdad es que no eran parecidos. Deborah tenía un carácter frío y autosuficiente que contradijo la frágil apariencia y rechazó a su propio hermano. Sirius no se había mostrado interesado en ella debido a que evitaba a James.... Sin embargo...

... Sirius confesó aquello a Remus...

Entonces... Al día siguiente convirti esa confesión en una broma y comenzó a perseguir a Deborah Potter.

¿Debbie sabía eso?

Quizá... No era tan tonta a pesar que en algunos aspectos sentimentales dejaba mucho que desear.

¿Y por qué había aceptado a Sirius tras casi 4 años de indiferencia?

-¡Remus!

La voz de la híbrida lo devolvió a la realidad y se dio cuenta que había aun más energía... Energía oscura.

En verdad odiaba eso de ella.

-Ofrezco una mente al espíritu guardián de Mistick –repitió ella Deborah extendiendo la pluma hacia los espejos –Eleva mi alma hacia el secreto.... Muéstrame la verdad... Ahora yo soy tu complemento.

Remus la vio acomodar la pluma con la punta dirigida hacia ella. Deborah siempre le había parecido extremista, pero jamás imaginó el alcance de sus decisiones.

De haberlo sabido, habría intentado detenerla.

-Dame quince minutos –dijo ella a Remus antes de clavar la punta de la pluma de oro en su pecho.

Remus alcanzó a sujetar su cuerpo para que no se golpeara contra el suelo y dirigió la mano hacia la pluma con la intención de extraerla. Sin embargo un ambiente pesado le hizo levantar la mirada hacia la oscura habitación donde comenzaba a soplar un aire poco común.

Espíritus...

Seres que reclamaban el cuerpo.

Ella lo sabía... Por eso lo había llamado.

-Bien –aceptó protegiendo el cuerpo herido –Te daré quince minutos.

Continuará.

Notas de la autora: Muchas gracias por tenerme paciencia. La verdad es que este capitulo esta desde la semana pasada, pero no alcance a subirlo por... muchas razones... Bueno.... Ahora necesito que me ayuden a decidir... Más que por comodidad mía es por comodidad de ustedes.

Como ya saben tengo... errrr... prohibido subir lemons por acá... y resulta que... pues el capitulo siguiente tiene uno (por fin!!!). Tengo claro que no estará aquí... Lo que no tengo claro es si cortar el capitulo y mandar a link donde este el lemon o subir el capitulo COMPLETO en mi pagina de fics y agregar el link aquí. Claro, para mi es las cómodo poner el linck, pero veamos ke opinan ustedes...

Gala Snape: Si, Debbie vive de susto en susto, pero arreglará las cosas para bien, no te preocupes.

Little My: Creo que... Seamus lo merecía!! No te preocupes por Remus, terminará bastante bien y Harry si que se dará cuenta de muchas cosas... en el siguiente capitulo, muy especialmente.

SouYu Jumonji: Mil gracias. Creo que tienes razón con lo de Debbie.. ella es culpable de muchas cosas... ju ju.. por eso la adoro... Sin embargo su personalidad es lo suficiente interesante para no culparla del todo y pronto verás la razón. Seamus es un cabo suelto que no puede ser atado en mi opinión... a pesar de haber visto a Harry y a Draco no tuvo nada específico... En todo caso solo deja más dudas. Y la muerte de Severus si que pinta en todo esto, solo que no con Seamus... ju!, creo que es lo que más me gusta de mi historia XD.  Y en lo demás.... Tienes razón!!!!! Deberíamos intercambiar planes malévolos algún día. XD

Amaly Malfoy: Sirius no se molestará, promesa. Y lo de la pluma esta resuelto como vez... Ahora a enterarnos de lo que pasa. Ginny....... Yo ya prescindo de ella XD.  Ohhh!!!! Por qué a Audiel!!!??? Ahí esta la pregunta del millón de dolares...  ju ju ju... Lo que no puedo dar aun es la respuesta... Y La emboscada de Ginny también tiene su explicación... espero que se vea por el 22 o 23. eso si, adelanto que no es nada personal... es un plan muy bien elaborado. Harry y Draco aun se quieren... El paso... ufff... será difícil, pero lo harán (muy a regañadientes y escondiendo emociones). Pronto sabremos de lo ke pasó a Lucius. Besos.

Kendra Duvoa: Debbie protege a Sirius, solo ke muchas no lo notamos.... Y de Harry.... solo tiene a alguien detrás llamado Draco Malfoy, Seamus no cuenta. Besos.

Moryn: Muchas gracias por seguir leyendo... Opino que ustedes hacen valiosa una narración, así que debo agradecer su tiempo.

Asosa76: Muy agradecida, prima. La historia se va a poner mejor (pienso yo). Agradeceré que la termines de leer en el tiempo que puedas dedicar.

Murtilla: Lo de los espejos se aclarará, solo ke no era mi plan aclararlo tan pronto. Mira, se supone ke Mistick refleja más allá de lo físico... anda, podría reflejar a Lord Voldemort como si él mismo estuviese ahí, por lo tanto, Oessed no reflejaría un reflejo (el de Mistick), sino al propio Lord Voldemort, pero lo que refleja Oessed solo puede ser visto por kien se refleja, así que por eso se dio un complemento y este es la pluma de oro, aquella creada para descubrir emociones. Lo de Ginny.... digamos ke es un plan para el gran plan, pronto se sabrá de ello.

Amy-Lee: Mil gracias. No es que Draco este preocupado por Ginny, sin embargo coincidiremos en que es raro que halla ido tras ella sabiendo lo que sabe, verdad?

Duare: Si, Draco sigue molesto con eso. Y lo de Seamus.... vale, si tuenes un humor algo macabro, pero... ¡qué diablos!... yo también me divertí haciéndolo XD. Por que no Ron? Por qué Ginny?... ju ju ju... No fue Ron el que se quedó atorado con Draco en el capitulo uno?... tsk tsk... Pero ya le llegará su turno, no problem. Besos!!!

Ayesha: Te juro que todo va conforme al plan!!!!... aunque... (tos) si pienso casarlos.... No me mates... aun no he acabado!!!!... jejeje... Besos y gracias.