Disclaimer Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.

Advertencias Slash.

Nota: Línea dos.

No es que me halla vuelto más cruel... ¿o si?

Hice todo esto por ti, solo quería salvarte a ti.

No puedes verlo como algo cruel, por que todo es por ti.

Prefiero matar a morir... prefiero que él muera y no tu...

... y para eso...

planeo ser tan cruel como sea necesario...

Treinta y siete: Matar o morir (parte dos).

Preciosos fragmentos de cristal rojo explotaron para esparcirse por el aire.

Todo acompañado de un tarareo sublime que se elevaba cada vez más. Un tarareo tan hermoso, apenas comparable con angelicales cantos.

Pero no era un ángel quien cantaba.

Era una sirena.

Mortífera y cruel, justo en esos momentos sonriendo, pese a que los tentáculos de su oponente habían alcanzado distintas partes de su cuerpo, haciendo heridas con su devastador poder.

El frío congeló cada miembro oscuro para reventarlo como si estuvieran hecho de frágil cristal. No a tiempo, pero si con eficacia como para evitar una herida mortal.

La sangre de ella había dejado de correr gracias a ese frío congelante, y su canto no dejaba de escucharse.

La sirena no dejaba de combatir.

Draco abrazó su cuerpo sintiéndose horrorizado por la batalla.

Las dos personas que más respetaba estaban matándose una a la otra, y no se detendrían.

Su padre estaba perdiendo, pero ella...

Un tentáculo más emanó del cuerpo de su padre, más delgado (señal de debilitamiento), este alcanzó el cuello de la mujer, derramando sangre.

Ella lo congeló como a los demás y se llevó una mano a la herida.

No había sido profunda.

En todo caso no fue suficiente para callarla.

El hombre se llevó una mano a los oídos, con la esperanza de amortiguar el doloroso sonido. Cayó de rodillas y jadeó de manera dolorosa... hasta que ella se detuvo.

-Antes que mueras debes saber una cosa, Lucius –susurró ella con suavidad –Draco jamás mancharía el honor que le has heredado...

Draco se sintió conmovido con ese voto de confianza y miró a su maltratado padre, quien había soltado una carcajada de desprecio.

-Si me dejas con vida volveré a buscarlo y lo mataré –siseó –Te lo juro, Deborah...

Ella suspiró e hizo un ademán negativo antes de caminar e inclinarse frente a él. Levantó su barbilla y acarició la mejilla.

-No hay más sangre en tu cuerpo...

-No la hay –confirmó él.

-Si vives es por la magia oscura...

-Morí desde esa noche, Deborah... Tu me dejaste morir... Como a Lupin, hace poco... Dejaste morir a tu amor, no podrías salvarme a mí, que no soy nada.

-... Lo siento... –musitó ella y lo abrazó –Lo siento mucho...

-Mentirosa...

Draco vio un beso... Un beso suave y humilde.

La sirena lo había vencido, pero al menos le ofrecía un beso para que no fuera doloroso.

En ese momento pensó que ella, quizá, si lo había apreciado.

Quizá ella pudo corresponder si no fuera porque su corazón fue robado por el hombre lobo.

El rubio negó esa idea y vio la manera con que ella lamía la poca sangre que quedaba en labios de su padre.

La acción le pareció bastante erótica y pensó que estaba siendo testigo de algo que no debería ver.

Pero no podía apartar la vista. No hasta que su padre se derrumbo en el regazo de ella y dejó escapar esas lágrimas junto con un suspiro.

Comprenderlo le dolió. Y Habría pensado que todo terminaría ahí. En verdad lo habría previsto, pero un chorro de sangre emanó con aun más poder que los anteriores.

¿Cómo?

Su padre ya no tenía más sangre.

Ella se alejó con un brinco y frunció el ceño al verse sorprendida. En un movimiento que no previó, los tentáculos se enroscaron en una pierna, haciéndole perder el equilibrio.

Por primera vez Draco notó sorpresa en el rostro de la criatura. Una sorpresa que interrumpió el canto (finalmente) y la hizo encajar los dedos de sus manos en el miembro que apretaba más y más fuerte.

Y más, fuerte.

Horrorizado por eso, se acercó tambaleando, pero un viento helado le golpeó en la cara y escuchó un fino grito de dolor.

Era la primera vez que la escuchaba quejarse por el dolor.

No porque no lo hubiera visto antes, sin embargo esta muestra de dolor era especial. La sirena había sido sorprendida y ahora se veía luchando por vivir.

La presión del tentáculo que le había atrapado la pierna le rompió los huesos y Deborah sollozó por el dolor.

Al abrir los ojos vio a Lucius, de pie, con esa mirada ecuánime y fija.

-Mi último aliento por ti... –dijo él con un mudo movimiento en sus labios y sonrió.

Deborah se mordió el labio inferior.

-¡Madrina!

La sangre de Lucius comenzó a desgarrar la carne del miembro atrapado, descubriendo el hueso roto. Ella rayó la inconsciencia y un pinchazo en su brazo, justo donde estaba la marca, le hizo comprender que no era la única que lo sentía.

Unidos en la traición. Unidos en el dolor.

La criatura se llevó la mano al interior de la túnica y sacó la varita. Dirigió la punta y lanzó un hechizo directo a Draco.

El rubio no entendió la acción hasta darse cuenta que no escuchaba nada.

Maldición.

"Yo te protegeré... Soy tu madrina... tu tutora..."

Ella acomodó su cuerpo, enterrando los dedos en la tierra fría y comenzó a orar un hechizo, sintiendo el último tirón en su pierna, que le terminó de arrancar el miembro.

Sintió claramente la sangre, que se acercaba para terminar de matarla, pero no detuvo su hechizo.

Susurros suaves y seductores. Con la voz de la sirena, quien podía encantar a cualquier espíritu.

Un espíritu. Solo necesitaba uno.

Un jadeo brusco escapó de sus labios, interrumpiendo momentáneamente su oración, y miró el tentáculo justo en su brazo, justo donde estaba la marca.

Ya comenzaba a desgarrar. Ya comenzaba a arrancarle la piel.

La mujer se mordió los labios para no gritar por el dolor.

-Peter... Peter... –rogó –Me has dado tu marca, me has dado tu cuerpo...

Entonces apareció.

Un brillo que delineó la tosca figura de un hombre y metió la luz en el cuerpo de la criatura directo en su boca.

Ella arrancó el tentáculo de su brazo y acomodó su cuerpo de nuevo.

Abrió los labios y gritó.

Draco no lo escuchó.

Pero no tenía que hacerlo para saber que había sido un grito agudo, intenso.

Un grito que reventó los tímpanos en las orejas de su padre y le hizo caer de rodillas llevando sus manos a cada lado de la cabeza para detener el impacto.

Pero no lo logró. Y algo en su interior estalló haciendo que la sangre brotara por su nariz, ojos y boca.

Su pecho explotó, justo en dirección de su corazón. Y el cuerpo flácido cayó pesadamente sobre la tierra.

Deborah se dejó caer también.

El frío había comenzado a afectarle y el vaho salía de su boca.

Se sentía humillada por haber tenido que devorar a Peter antes de tiempo. Y simplemente rió alegrándose de seguir con vida.

-Vida sobre orgullo –se dijo sintiendo su adormecido cuerpo, debido al dolor –Venganza sobre amor...

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Charlie alcanzó a escucharlo.

Le lastimó los oídos, como a los demás, pero no le hizo daño. Y solo pudo mirar hacia todos lados, no habiendo identificado la dirección de donde provenía.

-No hay mucho que hacer por aquí –susurró Charlie viendo el desolado sitio, sembrado de los cadáveres de aquellos que se resistieron. –Lo mejor será peinar el área –dijo a sus hombres.

Éstos hicieron un ademán afirmativo y se agruparon por parejas para adentrarse en l sitio.

Charlie dudaba que hubiese algo más que buscar hasta que una brisa le empujó.

Al levantar la mirada descubrió que sus compañeros la habían sentido también.

Una brisa... No, eso no había sido un simple viento...

-Magia... –decidió finalmente –Muy poderosa... justo en combate...

¿Podría ser?

-Deberíamos dirigirnos hacia ella –dijo uno de los hombres.

Charlie dudó.

Hasta ahora no había conocido a un mago capaz de hacerse notar de esa manera, aun estando tan lejos.

-No ayudaríamos en nada –susurró.

-¿Nos quedaremos aquí?

-Ayudaremos más a Harry si no le estorbamos –dijo Charlie.

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-Es sorprendente –murmuró George -¿Cómo puede existir un mago con semejante poder?

-Me alegra que esté a nuestro favor... –dijo Fred.

-¿Cómo sabes que es Harry?

-Aun si no fuera él –musitó el pelirrojo –Lord Voldemort no emitiría tanto poder por nadie que no valiera la pena.

George comprendió.

-Solo estorbaremos... –dijo finalmente.

-Ya hemos hecho suficiente por ahora... Si pudiéramos marcar la diferencia, te diría que fuéramos con Harry... Pero solo moriremos.

-Comprendo.

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Deborah levantó la mirada al sentir ese poder en el ambiente.

Sorprendente.

Justo como lo había pensado. Justo como lo había predicho.

Ambos magos tenían tanto poder que su combate sería sentido, aun por seres no mágicos.

Su poder era tan... intenso, que lo mejor había sido pelear en ese sitio, alejado de toda civilización.

-Todo terminará pronto –musitó ella.

-Lo sé. –corroboró Draco. Había tenido que contrarrestar el hechizo personalmente, ya que su madrina no había tenido fuerza para ello.

Deborah suspiró y apoyó la cara en el pecho de su ahijado. Se sentía tan cansada.

-Si no intervienes... Harry perderá –susurró ella.

-Lo sé... –repitió Draco y suspiró - ¿Por qué me lo permites, madrina?

-Ante mis ojos es correcto –dijo ella con suavidad – Así que no pierdas el tiempo en mí... ve con él...

-No quiero verlo –confesó Draco –No quiero ver la manera en que Harry peleará... Me es insoportable.

-Pero si no vas... Harry va a perder –insistió ella.

Draco volvió a suspirar. Acomodó a su madrina contra un tronco y se incorporó.

-Gracias...

-Desearía que no me agradecieras, Draco –dijo ella con cansancio –No intervenir no es especial, en realidad, así que ve con él... y asegúrate que sea feliz.

-Lo haré –prometió el rubio y se encaminó en dirección de ese poder.

Deborah cerró los ojos. Ahora solo tenía que esperar.

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La sospecha de que nada de eso sería fácil le invadió al momento que su cuerpo rebotó contra la dura madera de un árbol. Al instante escuchó un alarmante crujido, sin embargo estaba seguro que no se trataba de un hueso, pese al dolor que invadió su cuerpo y se apresuró a recuperar el equilibrio para enfrentar a su enemigo de manera adecuada.

Había que admitir que el poder desplegado era de admirarse. Las hojas de los árboles retumbaron a la primera emisión por parte de Lord Voldemort y Harry estaba seguro que no muchos magos habían tenido oportunidad de presenciar algo así. Ahora solo debía asegurarse de salir vivo de ese encuentro.

El chico moreno apretó los labios ante ese pensamiento. No se estaba rindiendo, simplemente admitía que no sería fácil.

"No es imposible" pensó rodando su cuerpo por el suelo para evadir un hechizo más y la punta de su varita respondió a la agresión con magia, igualmente evadida.

Era hilarante notar esa agilidad –casi gemela – de un cuerpo que no lucía más impresionante que horroroso.

Era como... si fueran iguales.

Notar eso turbó a Harry. Lo turbó y lo molestó.

Nunca había sido bueno compararse con Lord Voldemort, mucho menos en ese momento, que era el definitivo.

Preguntarse si alcanzaría su nivel había resultado contraproducente ya que aumentaba su inseguridad. Y era eso lo que menos necesitaba, justo ahora.

Así que levantó la varita en dirección de su oponente lanzando un hechizo con más poder.

Lo extraño fue que no lo evadió.

La energía de la varita abrió una herida sobre el hombro izquierdo tras desgarrar la tétrica túnica.

Esto sacó sangre.

Roja sangre que goteó hasta el suelo. Provocando que la visión chocara a Harry, haciéndole notar, una vez más, las semejanzas.

No quería ver eso. Le molestaba.

Sin embargo, ser el primero de los dos que provocara una herida daba una ventaja en ese encuentro.

Ventaja que pensaba aumentar.

Pensando en ello apoyó una mano en el tronco del árbol más cercano y lanzó el peso de su cuerpo hacia el punto en donde estaba Lord Voldemort.

Una brisa a su lado lo obligaron a frenar con violencia y girar para no perderlo de vista.

Demonios, era rápido.

-Me parece notar que te exasperas –rió el ser.

Harry apretó los dientes.

-Hasta para matarte debo ser paciente, ¿no? –ironizó –Tal como debiste ser tu después que casi te matara, siendo tan solo un bebé.

-Solo equivoque las señales, muchacho... –rió Voldemort –Ahora entiendo todo lo que está ocurriendo, cosa que no puedo decir de ti.

-La situación no tiene mucho para entender, a mi parecer –siseó Harry –Solo debo matarte y punto.

La sonrisa se esfumó de los labios de Lord Voldemort y estrechó sus ojos.

-Inténtalo entonces, muchacho –siseó –Uno de los dos debe morir... y no estoy dispuesto a ser yo... Aun cuando quedes con vida, no moriré...

Esas palabras crisparon los nervios de Harry. No se trataba de una situación agradable, y se le ocurrió que Lord Voldemort había encontrado la manera de salir con vida (de nuevo).

Pero no lo permitiría.

No esta vez.

Siendo un bebe no era conciente de sus actos o poder.

Ahora las cosas eran diferentes.

Y no pensaba dejarle con vida.

Claro que no.

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Notas de la autora: Bien, vamos con Neville.

Desde la autoría principal quedó claro que Neville era bastante bueno en herbología, así que se utilizó esa habilidad para atribuirle la medicina.

Su traición viene desde el ataque hecho al colegio hace 4 años, esa fatídica noche en el colegio. En el momento en que las fuerzas de los mortifagos se despliegan. En la descripción no se explica claramente, pero Neville fue sorprendido por los malos.

Sin embargo caigo en la cuenta que los padres de Neville eran absolutamente importantes (aun cuando no sepa exactamente la razón), así que eso salva momentáneamente su vida hasta enfrentarlo al mago más poderoso, quien le ofrece un trueque: su fidelidad por su reconocimiento.

Como saben, Neville no es muy hábil... nada hábil. Así que Lord Voldemort le ofrece ser admirado (además de dejarle con vida). Neville, acepta y es aquí donde se refleja el lado oscuro que (quizá) no tendrá en la realidad.

Neville decide por el lado ganador, justo donde quedará con vida y será respetable.

Ahora con respecto a Hermione.

Debido a que los mortífagos siempre están cubiertos con mascaras, Hermione no podía dar con aquel que daba información. Y siendo ella, una sangre sucia, no confiaban demasiado como para descubrirse. Así que ella se replanteó las posibilidades de encontrar a quien filtraba la información al bando enemigo, sabiendo que debía ser alguien cercano a los líderes por la calidad de esta información.

Desde luego, para ello debe ganarse la confianza de los malos, y esto implica dar información que ni el traidor pueda dar. Es por eso que elige a Malfoy. Sin embargo ella no sabe que se trata de Neville, hasta que el propio Neville se enfrenta a ella para "felicitarla" por su fidelidad.

Es justo este momento lo que da a la muchacha la respuesta.

Sabía que no podrían confiar en ella así de fácil. Así que se vendió a cambio que no le hicieran nada a Ron, la persona que amaba y por quien arriesgaría todo.

Neville es un traidor que nadie esperaría, una razón de lo más absurda, pero real para el propio traidor... y lo necesario para permanecer con vida en una situación donde nadie esta a salvo.

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Juno Malfoy: Si mato a Draco me echó toda una horda de fans encima, me basta con la de Remus, y de todas maneras aun no he acabado el fic, así que pueden ocurrir muchas cosas. Aquí tenemos la batalla que estabas esperando, espero que satisfaga lo que esperabas. Sirius estará bien, dentro de lo que cabe.

Ayesha: Aceptas alternativas con respecto a todo esto? Por que Remus ya no volverá...

Diabolik: Nop, Remus no volverá. Aunque si puedo asegurar que Sirius no estará solo.

Misato: Ayesha me matara cuando lea este capítulo. Pero tu no, ¿verdad?... Draco esta bien, y así seguirá.

Devil Lady Hitokiri: Si, Harry tenía algo importante que hacer mientras Draco era salvado por su tía. Deberían admitir que Debbie es más que un plan maquiavélico y egoísta XD. Mil besos y aquí esta la atualización.

Nimpha Nix Nivis: Lo siento, Remus ya no revivirá... no al menos aquí... Y Deborah tiene sus buenas razones para hacer todo esto... eso de arpía... más bien lo corregiría por "sirena"..

Kendra Duvoa: Espero que nada se quede inconcluso, aun cuando he tenido especial cuidado podría faltar algo por ahí. De cualquier manera me he divertido explorando a cada uno de los personajes... muy especialmente hasta que llegue el final... Besos.

Angel: Aquí esta el capitulo para que sepas lo que pasó. Y ya que termine sabrás quien queda vivo. Solo espero que tengas valor para leerlo completo. Y gracias por tu tiempo.

Cerdo Volador: Es una conclusión respetable la tuya. Y la aplaudo de pie. Por el momento tenemos la batalla final, así que espero que la leas. Mil gracias por tus buenos deseos.

Amaly Malfoy: Yep, aun tengo cartas bajo la manga. Lucius amaba a Deborah como mujer, claro, jamás pudo tenerla como tal... La diferencia que has notado entre Harry y Voldie es correcta, sin embargo hay un detalle clave en todo este enfrentamiento. Lo de Sirius es simplemente correcto, así que tienes resuelta esa parte... Y La sirena si estima a Draco... tu misma lo has visto en este capitulo. Por mi cumple no te preocupes, la felicitación llego con el mismo cariño, aun cuando fue tardecito.

Pupi-chan: Aquí tienes!! Y lo de los cortes de capítulo... pues son necesarios, así no actualizo cada dos meses o mas por falta de completar un capitulo. Besos.

Murtilla: La madrina de Draco es la humana y la sirena. Verás... ella aceptó ser su madrina cuando estaba bajo el imperius, y eso implica que sea la sirena quien le acepte, así que Draco esta a salvo de ella (si es lo que temes). Lo de Audiel te lo explico ahora. Lucius es el mayor de los Malfoy, así que su sangre es mas poderosa que la de sus descendientes, esto le da control en la sangre de ellos ya que es quien hereda sus características. El hechizo en sí domina la sangre que es "suya" por derecho. Y eso de que me sali del personaje de Draco... muy probablemente lo halla llegado a hacer, pero espero las opiniones de ustedes, quien lo lee. Besos.