Disclaimer Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.
Advertencias Slash.
Nota: Línea dos.
Mi plan era matarte...
verte llorar por morir en mis manos
así como él lloró cuando lo dejaste,
pero él me hizo prometer que no sería así.
Y ahora veo que la trampa se ha cerrado
Sobre mi.
Deborah PotterTreinta y ocho: El verdadero plan
Pese a que el sitio lucía desolado había sufrido una atroz exposición de poder.
Sirius tuvo que darse cuenta mientras avanzaba en busca de un auror que pudiera informarle de lo que estaba pasando. Muy especialmente porque había perdido a alguien importante en ese ataque.
Porque algo muy grave tuvo que ocurrir para que Remus tuviera ese final. Algo por lo que solo su cuerpo se encontraba en ese lugar, al que había llegado.
Pero no encontraba a nadie.
Había asistido bastante gente a ese ataque, ¿por qué no podía encontrar a nadie?
¿Podría ser que lo dejaran solo?
No...
Harry sabía que eso sería peligroso. No pensaría en dejar a nadie solo, aun si era Remus Lupin, un poderoso auror.
Así que algo debió salir mal.
El mago continuó caminando hasta que su campo visual le mostró algo que encogió su corazón.
Deborah...
Qué curioso que sus pasos le llevaran hasta ella después de tener que aparecer justo cerca de Remus.
Qué curioso que tuviera que encontrarla en tan lamentables condiciones justo a unos metros del cadáver de Lucius Malfoy. Y la sorpresa de verlo, justo ahí (en esa batalla), quedó minimizada por la sangre derramada en el área.
Ridículo
Era esa la manera con que describiría la situación.
Ridículo que ella hubiese ido cuando había expresado que no lo haría. Ridículo que lo hubiese dejado inconsciente sin explicar la razón y al momento que despertara fuese debido a esa dolorosa opresión en el pecho. Ridículo que al trasladarse tuviese que encontrar a Remus muerto.
Y ahora ella.
Sirius avanzó paso a paso sintiendo la pesadez de la imagen a sus ojos. Ver en esas condiciones a Deborah causaba tanto dolor como el momento en que tuvo que descubrir a su querido Remus.
La idea de que todo había terminado le invadió y poco le importó el reciente despliegue de poder que le había hecho saber el problema al que Harry se estaba enfrentando.
Harry había perdido importancia, al menos ahora.
Todo lo que importaba ahora era ese cuerpo maltratado en combate, recargado en un cúmulo de tierra llena de crujientes hojas congeladas.
Sirius se arrodilló junto a ella y su triste corazón saltó de idiota alegría al notar el vaho saliendo de sus labios entreabiertos.
Deborah estaba respirando.
Estaba con vida.
Ella abrió sus ojos. Una cansada sonrisa acudió a sus labios y emitió un quejido cuando él la levantó con cuidado.
Sirius retiró el cabello negro de su rostro y correspondió a esa sonrisa sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas.
No había llorado lo suficiente, ¿no?
-Creí que no llegarías -dijo ella cerrando los ojos. -La sola idea de que todo mi esfuerzo sería en vano comenzaba a desesperarme.
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-No te ha bastado una vida llena de traidores para comprender que tengo la ventaja -rió Voldemort lanzando un certero hechizo, no muy poderoso para sorpresa de Harry -Tengo ganada esta guerra, tu nacimiento no significa nada, Potter, absolutamente nada.
Harry apretó los dientes sosteniendo su brazo derecho, completamente petrificado.
Estaba jugando. El muy maldito estaba jugando.
-Yo haré la diferencia –siseó con odio –Voy a matarte... y todos los crímenes que has cometido se lavarán en mis manos.
-¿A cambio de qué, Héroe? –ironizó Voldemort –Esta asquerosa sociedad de desertores no te ha dado nada –sonrió –En cambio... a mi lado lo tendrías todo...
-Es demasiado tarde para intentar salvar tu asqueroso trasero –se burló Harry –Voy a matarte.
Lord Voldemort perdió su horripilante sonrisa viendo venir otro magnífico hechizo que le desgarró la piel, haciendo una herida mayor en uno de sus costados.
Comprendió la estrategia perfectamente e impulsó su cuerpo contra el de Harry, atrapando los hombros finos con las poderosas manos y azotando su espalda contra uno de esos fastidiosos árboles.
Las manos apretaron con tanta fuerza que comenzaron a sacar sangre y Harry tuvo que hundir los dientes en esos labios resecos para no gritar.
Que soberbio.
Lord Voldemort soltó una carcajada justo antes de notar que las manos del chico se movían a una velocidad mayor de la que pudiera registrar. Y con absoluta sorpresa lo vio penetrar la carme de su pecho con la varita.
Fue un movimiento tan veloz que la sangre se salpicó en el rostro y lentes del moreno. La sangre bañó su mano y parte de su pecho, incluso las heridas recién hechas.
Oh, pero Harry necesitaría más que eso para vencerlo. Mucho más.
Y Voldemort se lo hizo entender al elevar ese cuerpo y arrojarlo contra una roca que se clavó de manera dolorosa en su espalda.
-¿Planeas derramar mi sangre en este suelo, Potter? –siseó sin inmutarse –¿Justo en tu cuerpo? –se lamió el sitio que carecía de labios –No seas imperioso, nadie celebrará tu victoria si te bañas de sangre. Esa partida de magos cobardes, que se hacen llamar aliados tuyos, son asustadizos conejos a los que no les gusta que el remedio sea más sanguinario que el problema.
-Jamás seremos iguales –Harry ya se había levantado, pese al dolor de su cuerpo, y con una mano se quitó sus lentes para limpiar la sangre que le borraba la visión y colocarlos de nuevo en su lugar –Pero... Si solo siendo sanguinario, como tu, podré matarte... pienso serlo.
Voldemort sonrió. Su cuerpo concentró aun más poder y lo lanzó en contra de Harry.
No le sorprendió verlo eludirlo y lanzar un hechizo que le picó en el interior.
Vaya. En verdad había aprendido a causar dolor.
Que interesante.
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-Tu pierna... -musitó él con angustia. -Debo sacarte de aquí. La sangre no ha dejado de correr.
-No te preocupes... Al lugar a donde voy no se necesitan piernas.
Sirius parpadeó absolutamente tomado por sorpresa debido a esas palabras.
Ver eso provocó un goce agridulce en la híbrida y pensó que no sería necesario matarlo después de todo.
Cumpliría la promesa hecha a Remus y se vengaría también.
-Tanto correr para no llegar a tiempo -dijo ella sin poder borrar esa sonrisa. -Tanto te molestaste por enamorarte de otro y no pudiste olvidarlo... Eres patético Sirius Black, no encuentro otra forma de describirlo.
El dolor que esas palabras provocaron resultó ser incomprensible para el animago.
-No...
-¡Al menos entiende esto! -se exasperó ella -¿Viste a tu amado Remus?
-Tú... ¿Tú lo viste? ¿Quién lo hizo? ¿Malfoy?
Eso explicaría medianamente las cosas.
-Siempre has sido tan tonto -musitó ella frunciendo el ceño. -Aún cuando entendí tu necedad por olvidarlo no lo justifiqué. Lastimaste a Remus y mereces que te lastimen igual... Has perdido a tu primer amor en mis manos, Sirius; y estás por perder al segundo.
Era cierto que buscaba al culpable, pero no esperaba que fuera ella.
No esperaba esas palabras ni el dolor novedoso en su pecho. Había pensado que todo estaba superado, había pensado que podría guardar el recuerdo de su primer amor y sobrevivir con la ayuda de ella.
¡Jamás pensó que ella fuera la culpable!
Sirius apretó los dientes para detener las palabras hirientes que buscaban escapar. Poco faltó para estrujar el cuerpo herido de Deborah, sin embargo una realidad le golpeó con aun más fuerza que la confesión que ella acababa de hacer.
-¿Y qué puedo hacer, Debbie?
Fue turno de que ella parpadeara con sorpresa.
-No puedes reaccionar simplemente así... –protestó ella.
-¿Qué puedo hacer? –insistió él y la miró con esos ojos azules bañados en lágrimas, adornados por la sonrisa más hermosa que Deborah jamás hubiese visto, al menos no en él –Aun no he perdido a mi segundo amor... ¿qué debo hacer para no hacerlo?
Deborah sollozó de frustración ante eso y empujó el cuerpo con sus brazos débiles.
-¡Al menos reacciona como debe ser! –protestó indignada.
-¿De qué manera imaginaste que lo haría, Debbie? –musitó él, sin dejar que le separara -¿Odiándote?
Ella escondió el rostro en el pecho masculino sin poder contener un gruñido.
-Ya estoy sufriendo, como planeaste –admitió él con una triste sonrisa -, pero no puedo odiarte... No me enamoré de ti por la fuerza pese a que así empezó todo.
-¡Cállate! -ordenó ella.
-¿Ya estás satisfecha, Debbie? He perdido a mi primer amor... y la mitad de mi corazón con ello, pero aun queda tu mitad...
-¡¡Yo arrancaré esa mitad para tragarla!! –aseguró ella levantando la mirada y un brillo dorado junto con un halo helado se presenció.
Una de sus manos se dirigió justo hacia el corazón de Sirius...
Con fuerza, a pesar de todo. Con energía.
... estaba decidida...
Ojalá Remus la perdonara... pero Sirius siempre había logrado sacarle de sus casillas.
Oh, pero aun dentro de la irracionalidad animal, estaba eso, que a Deborah tanto le había molestado y, consideraba su peor defecto. Eso que tanto odiaba y de lo que había querido deshacerse... pero no pudo.
Su parte mas humana y vulnerable tomó partido de la situación, al menos ella así lo sintió, y toda la fuerza, que había reunido para arrancar el corazón de Sirius, se evaporó con una revelación que no habría esperado.
El corazón de él se había partido en dos....
... y el de ella también...
¿Cómo?
Eso no lo había planeado.
¿Cómo ocurrió?
-¡No tienes derecho a hacerme esto! –sollozó ella con dolor, escondiendo la cara en su pecho, escondiendo las lágrimas -... no....
Sirius apretó ese cuerpo contra el suyo y besó el cabello sucio con ternura.
-Nada me importa más en este momento, Deborah... No quiero perderte también... no lo permitas, por favor...
-Idiota... No tienes que ser tan bueno conmigo... ¿no ves que he sido yo quien mato a Remus? ¿No te das cuenta que yo evité que pudieras recuperarlo? ¡Era mi venganza! ¡Desde un principio lo planee así! ¡¡No tienes que arruinarlo de esta manera!!... –sollozó de nuevo –No seas tan bueno conmigo aun después de lo que hice... No lo soporto...
Deborah se mordió el labio inferior, aun herido por el combate reciente.
-Al menos déjame rescatarte...
-¡¡¿Es que no tienes orgullo?!! –gritó ella con rabia y se separó con violencia. Solo que no tenía fuerza para un movimiento así y cayó sobre sus piernas, desviando la vista, serenando su expresión hasta convertirla en la fría máscara que portaría una sirena.
Que estúpido era todo eso.
Se había concentrado tanto en odiarlo que... no se había dado cuenta que pudo amarlo.
Quizá tanto como Sirius la amó a ella.
¿Y ahora qué?
-¿Pretendes hacer una familia con la asesina de Remus? –susurró ella con suavidad y lo miró –Eres un tonto... Ni Remus, ni yo, lo permitiríamos.
-Puedo decidir eso.
-No mientras yo pueda decidir la parte más importante, Sirius –ella enarcó una ceja.
Sirius entreabrió los labios como si quisiera replicar a eso. Sin embargo sólo suspiró y desvió la mirada.
-¿No crees que has manipulado suficiente mi vida, Deborah? ¿No me has lastimado lo suficiente?... Me lo debes... Me debes a mi segundo amor.
El corazón de la híbrida saltó ante esas palabras.
-¿Así que simplemente esperas perdonarme? –preguntó -¿Simplemente esperas que te compense?
-Te amo, Debbie... Es lo que debes tener en cuenta... Mi amor alcanza para perdonarte porque sé que me amas también.
Ella habría querido reírse de eso, pero no pudo.
-¿No alcanza tu amor para perdonarte, Debbie?
Deborah cerró los ojos con la esperanza que eso arrancara al hombre que le miraba de esa manera, haciendo hervir toda su fría sangre, como si aun pudiera quedar rastro humano en su cuerpo que se había enfriado para defenderse del líquido vital que escapaba por su miembro amputado.
¿Alcanzaba el amor de Sirius para humillarla de esa manera y hacerle parecer que él era el bondadoso?
Tonto...
... bello tonto...
-No... –musitó ella sintiendo la manera en que su cuerpo comenzaba a hacerse líquido, listo para filtrarse entre las piedras. Listo para transportarse lejos de ahí –No me alcanza el amor, Sirius... No me alcanzó para dejar que Remus fuera feliz y no me alcanza para serlo yo...
-Eres una cobarde... –acusó él con un sollozo. Deborah apretó los ojos para no verlo.
-Lo sé... Pero dentro de ello aun me siento satisfecha, Sirius... Es lo que me mantuvo viva por tantos años, del lado enemigo... Y es lo que me mantiene viva ahora... No necesito valentía si obtengo la muerte...
-¿No necesitas tampoco mi amor?
Sirius sintió la manera en que ella se le escurría y desistió de aferrar su cuerpo. La transformación se estaba haciendo de manera tan lenta que tuvo que comprender su debilidad.
-Lo necesito, Sirius... Lo necesito como no llegarás a imaginar jamás... –Deborah abrió los ojos -, pero si accedo a él, moriré... Y no quiero morir, Sirius... Prefiero vivir, aun cuando eso signifique agonizar en vida... Prefiero ser yo quien castigue a la asesina de nuestro primer amor ya que tu no lo harás.
-Cobarde...
Una mano de ella acarició la mejilla masculina antes de escurrirse en ese líquido salado. Todo se filtró entre la tierra y las hojas dejando solo al mago.
Entonces Sirius pudo llorar con toda libertad.
Ya no había razón para pelear en esa guerra.
¿O si?
-Me amaste... Pero aun así elegiste no practicar tu amor... Preferiste ser feliz a costa de mi llanto... –se mordió el labio inferior –No importa... mi amor alcanza para perdonar eso también... Alcanza, Debbie.
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Draco se detuvo en seco.
El poder se sentía más cerca por ese camino.
Todo se había expandido de manera tan extraña que no llegaba a comprenderlo, pese a que la presencia era inconfundible.
Era un poder sencillo e imponente, algo que ningún mago alcanzaría a poseer.
Solo ellos dos.
Harry peleaba con su propio poder, aun... Quizá no había llegado a ser tan cruel como requería la situación, ya que la diferencia aun era marcada.
Draco apretó los labios.
Tendría que llegar a tiempo, antes que uno de los poderes sobrepasara ese temible equilibrio. Tenía que... terminar con todo eso.
Harry confiaría en que lo hiciera. Por eso debía llegar justo en el tiempo exacto. Por eso tenía que caminar con cuidado de que ese poder no confundiera el lugar.
-Espérame, Harry... Pronto estaré ahí...
continuará...
cocojadas: Ahora que lo mencionas a mi no me dejo subir un review hace poco... Una pena, es raro que deje alguno... Sin embargo me alegra que hallas seguido la historia... como mi amiga Daga diría "no se si eres valiente o eres masoquista"... Cualquiera que sea el caso, agradezco el apoyo y espero que retengas aliento para leer el final. Los aspectos sentimentales son los que han dado sabor a la historia... Y aun falta mucho por aclarar. Así que guarda uñas para lo que sigue.
Gala Snape: Ya casi terminamos, si... Me alegra que la nota te ayudara a comprender... Se supone que lo agregaría entre el fic, pero cuando acorde ya había publicado la muerte de Neville sin sus razones... asi que.... lo hice así.
Pupi-chan: Aquí tienes la actualización!
Devil Lady Hitokiri: Si, esta es la batalla final. Debbie ha perdido su pierna, pero en verdad no la necesita. Su brazo esta bien, no problem. Eso de las muertes...... Dejare que lo veas tu misma. Lucius ya esta muerto y lo del asunto de la sangre... fue un ultimo aliento en combate... o simplemente jamás perdió toda su sangre... engañó a Debbie por que la conoce... bueno... cuando estaba vivo... Neville aceptó ser el traidor para no morir y para ganar reconocimiento, tristemente en la escuela era el objeto de burla, asi que le pareció atractiva la oferta. Y Hermione se enlisto en las filas de los manos en busca del traidor, ni sabia que era Neville. Pero para enlistarse puso por excusa a Ron.
Velia:
Debbie no tiene
nada que ver con el plan de Lord Voldemort, digamos que ella ha terminado su
actuación importante (por asi decirlo)... Lo demás no lo discutiré, creo que es
más recomendable que lo leas... Y lo de Sirius se contesta justo aquí... La
humana ha vuelto... y es más humana y sirena que nunca.
P.D. Cuando vuelvas a tomar vino invita. Besos.
Amaly Malfoy: Draco tiene mucho con el fin de esta guerra, así que se puede decir que tiene en sus manos el destino de la comunidad mágica. Y respecto a quién lo dijo... Fue la sirena, Debbie despierta aquí. Y tienes razón, Harry podría dar la vida por Draco mientras que Lord Voldemort no la daría por nadie. Sin embargo aun esta un as bajo mi manga... "el plan secreto de Lord Voldemor".
Diabolik: Draco esta a salvo, no te preocupes. Y Sirius... bueno, aquí mismo lo leerás.
Karen Lupin: Entre todo el fic pasan las 200 paginas... No basta eso? 0) Ya me perdonarás la muerte de Remus... yo sé ser paciente. Besos.
Canuto
Frambuesa: Que
bueno que te agrade la chica Potter (aun cuando sea por eso), sin embargo debo
admitir que ese trato no cambiaría, ni aun con otro final... Ellos son tan..
compatibles.
Pronto revelaré el plan de Voldemort... Justo en el siguiente capítulo. Así que
eso se responderá pronto. Besos.
Kendra Duvoa: Sip, ya caso termino (por fin). Aquí tienes el otro capítulo. Espero que sea de tu agrado (a mi me facinó).
Juno Malfoy: Sufres la desgracia de Deborah como la sufro yo... Deberíamos hacer un club contra ese club "anti Debbie"... Veamos lo que pasa en esa espera... porque el que espera recibe. Mil besos... y eres la socia numero dos XD
