Disclaimer Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.

Advertencias Slash.

Nota: Línea dos.

Que la sangre se una con la sangre...

... que haga de tu cuerpo... mi cuerpo...

Y de tu voluntad... un despilfarro

Tú tomarás mi lugar...

... ahora entiendo...

Treinta y nueve: Una marca sobre otra.

Un veloz movimiento permitió que Lord Voldemort atrapará a Harry y arrastrara su cuerpo sobre las hojas secas. La fuerza del impacto permitió que sus dedos penetraran sobre las heridas hechas momentos atrás y escuchó un gemido de dolor que satisfizo cada fibra de su ser.

Decidido a terminar con todo eso emitió poder y la energía se transportó a través de sus brazos y dedos hacía esa piel abierta, provocando dolorosas descargas eléctricas que arrancaron más sonidos de dolor.

Perfecto. Era así como siempre debió ser. Pese a que había tenido que esperar todos esos años para terminar con esa molesta batalla, por fin se veía recompensando.

Y era curioso en verdad. Antes de que el muchacho naciera lo había contemplado como una piedra en su camino. Todo por una advertencia, una predicción"Nacerá aquel que venza al Lord Oscuro y ocupe su lugar".

Por eso insistió en buscarlo. Utilizó todos sus medios y al ver que ningún mortífago daba con los Potter confió en su arma secreta.

Quizás ella hizo aún más que toda esa parvada de inútiles. Se relacionó con la persona adecuada para acceder a la información exacta e hizo que Lord Voldemort le brindara la confianza necesaria hasta que el día se llegó. Ella, que ejecutó a su propio hermano con una bella frialdad que emocionó al Lord Oscuro, ella y su sonrisa torcida sin conmoverse por las suplicas de su cuñada, ella quien se detuvo ante su sobrino.

Ella lo supo. Pero Lord Voldemort pensó que ceder la vida del bebé fue una muestra de respeto y avanzó para arrebatar esa joven vida.

Ella no advirtió nada, sólo lo dejó ejecutar el terrible hechizo que rebotó en su contra.

¿Sería posible que Deborah lo planeará así?

No. Estaba bajo su influencia. No pudo hacerlo.

Lord Voldemort se olvidó del pasado para saborear ese momento presente; viendo ese gesto de dolor en el rostro juvenil. Un movimiento en las manos de Harry le advirtió sobre una posible defensa y respondió atrapándolas con su propia mano, aprovechando sus dedos alargados y toscos para apretar los del muchacho.

Ese era el momento justo. Lo tenía donde debía estar. Y era la situación idónea para demostrar toda su superioridad. Pero un golpe en el vientre bajo lo desconcentró y provocó que Harry liberara sus manos. Eso dio unos segundos en los que la situación cambió drásticamente.

Preciosos segundos que bastaron para sentir ese dolor más agudo y fino en su pecho.

Oh, pero ni aun eso era suficiente.

Había sido un movimiento que alejó al mayor de los brujos tambaleándose hacia atrás.

Su mirada se volvió a concentrar en el muchacho y pudo ver determinación en esos ojos dorados.

Hace años él tuvo esa mirada.

Decidida, fuerte, hermosa...

La misma mirada que evidenciaba sus ganas por salir victorioso y lo que garantizaba que estaba por lograrlo.

Voldemort sonrió. Pronto llegaría el momento.

Con eso en mente se enderezó, dispuesto a provocar lo que tanto había estado concibiendo.

Finalmente todo terminaría. Por fin haría realidad esa advertencia a la que tanto había temido por no haber comprendido perfectamente.

Finalmente...

El ser dio un paso hacia delante, sin embargo una presencia lo detuvo y giró su cuello hacia un lado para ver a ese precioso rubio.

Oh, perfecto.

Más invitados para ver cómo ganaba esa batalla.

-Harry...

... esa voz...

El moreno miró hacia donde ese horrible ser tenía su vista y pudo apreciar esa preciosa figura. Se veía tan borrosa que no pudo creer que estuviera ahí, y en un movimiento ingenuo se retiró los lentes para tallar sus ojos.

Era él.

Era Draco.

Ahí, en su batalla...

... en peligro...

-Imagino que los invitados inesperados salen de tus planes, Potter –siseó Voldemort y una energía violácea comenzó a concentrarse en su cuerpo –No te preocupes, no me molesta... Te mataré, aun con eso... Y después lo mataré a él.

Su amor.

Su precioso amor estaba en peligro.

No bastaron las promesas que se hizo con la intención de protegerlo. Estaba en peligro.

Harry no lo soportó y sintió también la manera en que la energía se acumulaba en su cuerpo.

Ese sería el último golpe. Solo eso y nada más.

Todo presenciado por él.

Un Draco que dio un paso hacia delante, como si deseara intervenir. ¡Como si pensara que su intervención fuera necesaria!

... Pero se detuvo...

Draco se detuvo y una inusual lágrima resbaló por su mejilla.

La lágrima que lastimó a Harry segundos antes de lanzarse contra su enemigo y sentir toda esa energía maligna rodeando su espacio personal. Energía que lo bañó por completo a la vez que su energía bañaba a Lord Voldemort.

Todo en una mezcla de poderes que se esparció por lo ancho del campo y que provocó que Draco frunciera el ceño.

Las energías se mezclaron.

Un equilibrio siniestro se dejó sentir.

Los cuerpos se acercaron.

El ataque no se haría con las varitas. En todo caso Harry pareció olvidarse de ella. Y la explosión de poderes deslumbró el área provocando que las hojas de los árboles bailaran debido a esa brisa que se esparció.

Una energía dominó a otra.

La energía de Harry.

Tragó la otra energía con mucha facilidad.

Demasiada.

Harry sintió la manera en que los dedos de su mano se abrieron paso a través de la carne suave de su oponente. El calor de la sangre le bañó la muñeca y el brazo, goteando sobre su propio pecho y bañando por sobre las heridas recibidas.

Sus dedos localizaron un órgano palpitante y sin miramiento estranguló el movimiento hasta sentir que la carne se abría y escuchar ese grito agonizante en Lord Voldemort.

Los latidos de ese corazón murieron en su mano.

Al instante comprendió que lo había matado.

Finalmente.

La seguridad de que todo había terminado le hizo echar el cuerpo a un lado. Escuchó atentamente por si su enemigo intentaba dar más muestras de vida.

Nada.

Harry rió. Pese a los terribles tironeos y las heridas recibidas había resultado terriblemente fácil. Al menos él no esperaba ese resultado. No así.

Con absoluto sentimiento de satisfacción se incorporó ignorando la quemazón que sus heridas le provocaban. Vio el cuerpo inerte de Lord Voldermort y sonrió. Un aura oscura bailó alrededor de la figura muerta hasta penetrar la piel y pulverizarla. Ese cuerpo terminó de desintegrarse lentamente. A Harry le dio la impresión que se había descompuesto desde hace tiempo y sólo continuaba moviéndose gracias a la magia oscura que poseía.

Esa reflexión le hizo soltar una risita. Su enemigo se atiborró de magia oscura y al final no le había servido de nada.

¿Cómo regresarás a la vida ahora-preguntó con desprecio y continuó riendo.

De hecho...

... estaba riendo demasiado...

... Mucho...

Harry se detuvo.

Lo hizo como un antílope que se da cuenta que es observado por un peligroso depredador.

Más ágil.

Más veloz...

... asesino y astuto...

Un depredador que se tomó su tiempo para acorralar a su presa y ya estaba listo para saltar sobre ella y devorarla.

Oh... vaya...

... Harry se sentía... bajo las zarpas del depredador...

Con el sentimiento del vértigo inundando cada parte de su ser giró la cabeza hacia Draco.

En el momento justo en que sus ojos se conectaron con los del rubio sintió esa explosión mágica que rodeó su perímetro circundante y se detuvo balanceando un ambiente acuoso e irreal cuyo sonido mudo invadió su área.

Magia oscura.

Pura, veloz, extraordinaria.

Emitida de manera tan impresionante que Harry tuvo que admitir su propia sorpresa. Todo aumentado al percibir que ese poder emanaba de su propio cuerpo.

Era él.

El propio Harry emanaba ese asombroso poder oscuro, por el momento detenido, justo a un centímetro de los pies de Draco.

Harry lo comprendió al dejar de sentir ese escozor en sus heridas y bajar la mirada para abrir parte de sus ropas, para apreciar la manera en que las lesiones se cerraban.

Imposible.

La sangre alrededor de la contusión se absorbió por los poros y cerró la herida por dentro.

Era... imposible.

Harry vio que Draco apretaba los labios. Ese gesto le hizo saber que comprendía lo que estaba pasando.

No había confusión en su mirada, no había sorpresa. En esos bellos ojos claros había simple y llana comprensión.

Draco lo... ¿lo sabía?

Harry no terminó de analizar eso cuando fue consciente de la presencia de otro pensamiento.

Otro ideal.

Otro deseo.

Otra... voluntad.

Todo cual absorbente agujero negro que comenzaba a mezclar su personalidad con otra que era más poderosa. Todo que se aprovechaba de las siniestras semejanzas haciéndolas suyas y eliminaba las diferencias.

¿Era eso?

¿Sería eliminado dentro de su propio cuerpo?

"Es un plan muy astuto ¿No" escuchó dentro de su propia cabeza.

Una risa.

La risa de él.

"¿Has oído ese ridículo dicho muggle" una carcajada más "Si no puedes con el enemigo, únete a él"

Muy astuto. Si.

Harry sintió un doloroso pinchazo en su pecho. La energía detenida a su alrededor se arremolinó regresando hacia su cuerpo en ese torbellino luminoso que se alzó por los cielos acumulándose en el cielo en forma de nube.

Energía oscura.

Demasiada energía oscura que se acumuló más y más, provocando emisiones en relámpagos oscurecidos. Toda luchando entre sí. Buscando escapar de ese cúmulo.

"Antes que nacieras predijeron que ocuparías mi lugar... Tu cuerpo ocupará mi lugar, pero he decidido ocupar tu esencia".

-

-Creo que no es parte del plan -dijo Fred con el ceño fruncido, en todo caso el resultado no es el esperado.

Desde donde estaban podía verse esa nube, a una altura suficiente, arremolinándose hacia adentro.

-Creo que no es el resultado -convino George y señaló directo hacia un cadáver del que Fred pudo ver salir un aura que viajó hacia esa nube de energía. -Y desde luego no ha terminado.

-Entiendo.

Ambos gemelos alcanzaron a notar un cambio en la energía acumulada. Algo que la impulsó en su contra a una sorprendente velocidad sin darles más oportunidad más que colocar esa barrera justo a tiempo para evitar que esos poderosos espíritus malignos lograran herirles.

El resto de los hombres lucían impresionados y asustados. Claramente eso no lo esperaban. Y aún dentro de la protección de la esfera, se podía sentir un poder arrollador que sobrepasaba el nivel al que podían pretender.

-Magia oscura -dijo Fred con el ceño fruncido.

-Imposible... ¿Harry ha perdido?

-

Charlie permaneció impasible ante la escena que se desarrollaba a poco menos de un metro de todos ellos.

Era absolutamente sorprendente. Tanto que no podía hacer otra cosa que mirar esa danza de espíritus muertos apretujándose contra la barrera en busca de hacer un orificio y penetrar.

Era aterrador. Antes de colocar esa esfera habían tenido que ver la horrible muerte de dos compañeros. Sucedió tan rápido que no hubo manera de evitarlo y la reacción salvaguardó a los demás de esos espíritus predadores que tironearon los dos cuerpos muertos como hienas hambrientas.

Quiza sí estaban hambrientos.

Hambrientos de sangre.

Todo eso era una horrible matanza originada por esa nube de energía que comenzó a dispersarse a una impresionante velocidad. Todo iniciado por la energía del enemigo.

Porque esa energía no era la de Harry.

¿Habría perdido?

¿De qué sirvió todo lo que hicieron entonces?

Charlie vio una fisura en la barrera y apretó los labios.

Sus compañeros de inquietaron, sabiendo que podrían hacer poco contra los violentos espíritus.

Unos dedos descarnados intentaron abrir la barrera.

El pelirrojo exhaló y apretó la varita.

-No nos matarán tan fácilmente –gruñó.

Hasta el límite.

Hasta la muerte.

-

-Harry...

Sirius se obligó a ponerse de pie viendo esa manifestación de poder.

Tan lejos y tan cerca.

Una manifestación terrible en donde el poder de Harry comenzaba a ser devorado por dentro.

Imposible.

¡No!

Sin analizar la razón por la que los espíritus danzaban burlonamente a su alrededor, sin atacar, caminó en dirección del centro de ese torbellino que creaba la nube en el cielo.

Harry, su Harry...

No podía perderlo también.

�¡No lo soportaría!

-

¿No intervendrás? –susurró una voz vieja... la voz de una sirena antigua... Aquella que miraba a su cachorro con tristeza, comprendiendo su dolor –Tu sobrino...

-No era yo quien debía intervenir –interrumpió ella –Si Draco permitió esto es porque no piensa retractarse...

-Los humanos me causan lástima –dijo Lady Meer bajando la mirada –Tu consorte morirá de tristeza...

-No... –ella sonrió a la vez que una lágrima resbalaba por su mejilla –El amor de Sirius alcanza para conservar la vida que estoy protegiendo... Alcanza.

La sirena se apartó de la piedra en la que estaba descansando y una preciosa extremidad marina golpeó el agua. Con un impulso se adentró en el líquido para alejarse.

Lady Meer suspiró.

Era demasiado vieja para comprenderlo.

Era demasiado vieja para aceptarlo, pero no era su vida.

-

Harry apretó la tierra en sus manos sin poder amortiguar el dolor que le carcomía por dentro.

Dolía. Dolía mucho.

Las lágrimas se arremolinaron en sus ojos y se derramaron sin que pudiera detenerlas.

No era la apariencia más digna, pero no podía evitarlo.

Dolía.

Con un jadeo se mordió los labios y sollozó ante la quemazón de su interior.

La energía avanzaba rápidamente. No había manera de protegerse de ella ya que estaba dentro de su cuerpo.

El ataque se realizaba en su propio interior.

¡Maldición!

�¿Cómo pudo ser tan estúpido!

¿Por qué no pudo preverlo?

Era de esperarse. Que Lord Voldemort intentara tomar su cuerpo era de esperarse.

�¿Cómo no pudo preverlo!

Otro sollozo.

Harry se creía capaz de rayas la inconciencia para defenderse de ese dolor, pero sabía que eso facilitaría la invasión.

¡Al menos debía dificultar eso!

¡Demonios!

Una caricia en su rostro le hizo sobresaltarse.

No, por favor. Que no se acercara... ¡Podría lastimarlo!

Pero la energía no hacía daño a ese rubio y Harry se sorprendió.

-Esta demasiado ocupada en ti –susurró Draco como si hubiese adivinado su preocupación –Lo siento... Debí intervenir...

Harry jadeó de nuevo. Su cuerpo se convulsionaba en un inútil intento por detener esa invasión.

¡Era su cuerpo!

De nadie más.

¡Suyo!

-Has acumulado más semejanzas de las que imaginas –dijo Draco recostándolo en sus piernas –Antes de este día ya eras como él... Por eso mataste a Ginny... Por eso estuviste por matar a Audiel... Por eso pudiste matarme a mí...

¿Qué?

-Eras como él, aun cuando peleabas de nuestro lado...

Draco acarició su mejilla y bebió esas lágrimas.

-Sólo... hacía falta una cosa... –murmuró –Sólo faltaba que lo mataras a él... Te provocaría hasta lograr que su sangre se filtrara en su cuerpo... Lo siento –repitió –pude intervenir... pero... –apretó los labios –Perdóname...

Harry comprendió.

El dolor era tan intenso que no pudo responder y otra convulsión atacó su cuerpo.

¿Y si todo eso era cierto?

Se había convertido en el enemigo desde antes que eso sucediera.

Y no se había dado cuenta.

No...

¿Por... qué? –musitó con voz agonizante.

-Porque jamás sería feliz aunque tuviera a lo que más amo a mi lado... No me educaron con ese interés...

Harry dejó que sus ojos se abrieran ante esas palabras.

La risa en su interior lo estaba volviendo loco.

-Oh... –jadeó el moreno -... porqué...

Porque un Malfoy lo sobrepasa todo... Incluso al amor.

Harry vio que Draco tomaba la varita, su propia varita.

La acercó a su corazón antes de inclinarse a besarlo.

¿Me amas? –murmuró ¿Me amas lo suficiente para hacerme feliz, Harry¿Me amas lo suficiente para que mi felicidad sea la tuya, aun cuando sea tan egoísta?

Harry sintió otro desgarrador golpe en su interior.

-... si...

Draco volvió a besarlo.

Lo hizo con ese abandono que cautivó a Harry en lo más profundo. Lo hizo con ese amor en el que había creído... en el que aun creía...

La energía aun se arremolinaba en su interior, extinguiendo toda resistencia.

Pronto terminaría.

Pronto Harry se perdería.

Así que disfrutó de ese beso poniendo toda el alma en él sin darle importancia al dolor que le provocó esa varita al penetrar su pecho y abrirse paso hacia su corazón. Sin darle importancia al hechizo que destrozó todo eliminando ambas energías en pugna.

De su boca comenzó a emanar sangre, pero Draco no dejó de besarlo. No dejó de hacerle el amor a sus labios con ese erotismo que Harry tanto había amado.

El dolor que la energía de su enemigo provocaba se extinguió con la misma rapidez que inició y al sentir que Draco se separaba de él lo pudo ver, aun más hermoso que antes.

Draco lloraba.

Harry sonrió. De la comisura de sus labios se deslizaron hilos de sangre.

Su sangre.

... si...

Lo amaba lo suficiente para sentirse feliz pese a todo ese plan...

... lo amaba...

Y su mayor consuelo era saber que Draco sería feliz, aun tras provocar su muerte.

Sería feliz.

Eso bastaba.

Continuará... (dentro de lo que cabe)

Notas de la autora: Un especial agradecimiento a Shizuka, mi coescritora, por darme la maléfica idea que dio a Draco Malfoy, el derecho de ser la mano ejecutora. Este capítulo es para ti. Es tu plan, aun cuando halla sido yo quien lo llevó a cabo.

Juno Malfoy: Espero que hallas guardado pañuelos. Lo de Sirius y Deborah es uno de esos planes maquiavélicos que no siempre salen bien. El personaje ha dado de sí justo al final... Quiero decir, quizá no fue bueno en combate, pero demostró otras cualidades. Creo que son las mismas en que pensó la escritora original, no lo sé. En todo caso son las que cree para mí.

Pipu chan: Pues sí, que estrés el de esos dos... Aunque no más que el que tiene tu servidora. Draco ya esta aquí...

Ozz: No matare a Draco, promesa XD. Y a Deborah... creo que no aquí.

Velia: Si, al parecer Sirius solo vino a perder en esta guerra. Voldemort esta sorprendido con la crueldad de Harry, pero, como has leído, no para mal. P.D. Creo que hay que emborracharnos por este capítulo.

Gala Snape: Demasiado Gryffindor... Si, ese puede ser el problema... muy especialmente por que ella es muy Slytherin... Draco aportar�, no te preocupes.

Canuto Frambuesa: Aquí esta el plan de Voldemort. Gracias a Draco no pudo desarrollarlo.

Kaguya Tsukino: (Que mono nick!) Vaya, la historia en dos días!... Jo... y yo con años y años haciéndola (exagero). Estamos acabando, como has podido notar. Y respecto a tu duda... Claro que dejaré a alguien vivo.

Ayesha: Esperaré al capítulo 40 para que tu enfado se calme. Muy especialmente por que cumpliré con tu regalo. Besos.

Kendra duvoa: Los bebés nacerán... por ellos no te preocupes... Y Draco ya esta ahí.

Diabolik: Draco esta a salvo, así que no necesitas abogar por él besos.

Murtilla: Espero que te hallas divertido al viajar. En lo personal no me gusta tanto, ya que viajo del trabajo a mi casa, jo jo jo... El papel de Draco esta expuesto. Mil besos y suerte en tus viajes.

Cristhie: Mil gracias por darte tiempo para dejar un mensaje. Entiendo que bastante hacen con leerlo, para, todavía, escribir algo... Yo misma lo sufro XD. Por lo que haces favor de contarme, me parece que nos iniciamos de forma similar en el slash... yo caí cautivada por un fic y desde entonces hago exploración con todo lo que se deje. Para ser sincera, creo que es fantástico contar con el apoyo de las lectoras... incluso me llega a inflar un poco (lo admito), sin embargo no soy la mejor... solo aspiro a mejorar día con día, así que te diré un pequeño secreto (que he aprendido): el ver muchos reviews no siempre significa que la historia vale la pena... No por decir que la mía es una de ellas; a mi me ha satisfecho enormemente, y agradezco que personas tan lindas se vean reflejadas en mí... aunque... me gustaría decir que me veo reflejadas en ellas... Los personajes se manifiestan a través de mi, pero he logrado que no lo hagan como yo lo haría... en todo caso, son ellos, víctimas de mis ideas. Volviendo al punto... gracias por dejar tu opinión. Ojalá continúes por aquí ahora que el final se acerca... Besos.

Cerdo Volador: Suerte con tu tarea!... aunque ya habrás terminado para estas fechas¿verdad?... tsk... Bueno, suerte en lo demás!

Fridnec: Hola, hola! Que bueno que escribes por acá... Jamás es tarde!... Tenemos unos cuantos problemas existenciales por ac�, pero creo que hay espacio para hacer un final acorde a todos ellos. Besos.

Akasha Snape: Debbie hará lo necesario para que Sirius sea feliz. Don´t worry.