La prometida de Manta Oyamada.
Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei...lo demás es mío.
6.- Verdecito, el enemigo del punk.
-Llegaron más temprano de lo que esperábamos –dijo Kino mientras Tamao distribuía entre todos bebidas frescas en el espacioso comedor. Antes los recién llegados habían depositado (o más bien tirado XD) todas sus maletas (Lyserg estuvo a punto de patear la guitarra de Haruko, pero ésta lo había pateado primero a él XD), y ahora, descansaban del agotador viaje.
-Eso mismo pensaba Sra. Asakura. Quizás nos apuramos para pasar más tiempo aquí –respondió Anna contemplando el jardín japonés que se apreciaba en la ventana principal de la habitación. Hubo un largo silencio durante el cual todos tomaban sus bebidas, hasta que se oyeron los golpes secos de un bastón contra el piso de madera. Segundos después Yohmei Asakura entraba al comedor.
-Hola abuelito –saludó su nieto riendo, mientras Anna se limitaba a hacer una pequeña reverencia con la cabeza y los demás miraban en silencio.
-Bienvenidos –dijo por fin lentamente- Solo espero que se diviertan este fin de semana. Creo que ya todos me conocen como el abuelo de Yoh...excepto esa chica –agregó mirando a Haruko, que se estaba quitando su chamarra, mas de inmediato alzó la mano en dirección al hombre.
-¡Hola! Me llamo Haruko –Yohmei asintió y volteó a ver a su esposa, quien suspiró pesadamente, mirando a su vez a la itako.
-Así que es ella –dijo Kino- La chica de la Visibilidad Espiritual.
-¿Visibilidad Espiritual? –preguntaron 7 voces a la vez, mientras la anciana daba vueltas alrededor de la mencionada, examinándola cuidadosamente y poniéndola ligeramente nerviosa a la vez que parpadeaba constantemente, confundida.
-¿Qué me va a hacer? –tartamudeó intentando no parecer nerviosa ante esa mujer de aspecto imponente. Kino rió.
-Anna me pidió que te diera una pequeña charla sobre –la mujer guardó silencio mirando a hurtadillas a Manta- ...ciertos deberes maritales –susurró por lo bajo, haciendo que la joven de ojos azul obscuro se sonrojara levemente- Y también necesitamos de tu ayuda para saber si Hao anda cerca...creo que para él le serías de gran utilidad –los demás abrieron los ojos más al oír el nombre del gemelo de Yoh, en especial Manta.
-Seguro –respondió Haruko como si nada.
-Pero Hao...-Jun miró a todos buscando su aprobación- es muy peligroso Haruko...es un shaman terrible.
-Eso ya lo sé, pero no le tengo miedo –contestó la muchacha burlonamente. Lyserg la fulminó con la mirada- Sé todo lo que ha hecho y también a mi me enoja Verdecito. Quizá no tanto como tú, pero si puedo hacer algo, vale la pena intentarlo –agregó encogiéndose de hombros humildemente, desvaneciendo la mirada del inglés.
-Entonces ustedes recojan y acomoden sus maletas en lo que Kino y Anna hablan con la chica –interrumpió Yohmei, a lo que todos se levantaron y acataron la orden, en tanto que las dos chicas eran conducidas por la mujer mayor a otro lugar de la Mansión.
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-Ya veo cual es el problema...-dijo Kino Asakura lentamente mirando sus manos acomodadas en su regazo frente a la mesa del pequeño salón en donde años atrás había entrenado a Anna- Pero no te preocupes, ya te dije que es lo que debes hacer Haruko –sonrió- Y si no, solo háblale a Anna y ella te dirá que hacer.
-Gracias –respondió la joven de pelo obscuro entusiasmada, a la vez que la rubia asentía sabiamente.
-Ahora –Kino miró fijamente a la amiga de Kyouyama- Necesito que te concentres y amplíes tu mente para que nos digas si hay algún espíritu maligno en los alrededores.
-Busca a Hao, Haruko. Ya sabes como es su espíritu.
-Lo intentaré, Anna –respondió Haruko no muy convencida, alejándose un poco de la mesita, poniéndose en la posición "flor de loto", cerrando los ojos fuertemente, poniendo cara de concentración. En un principio no veía nada, pero tras unos minutos empezó a relajarse, sintiendo como poco a poco su mente se aclaraba y por medio de esta veía toda la casa; la cocina, la planta alta en donde Yohmei indicaba a los demás donde iban a pasar la noche, Manta dejando su guitarra y pasando la mano para soltar unos acordes, el hermoso patio japonés, los pasillos de madera obscura, las espaciosas habitaciones, los cuadros...cada rincón de la mansión Asakura era examinado minuciosamente por su mente sin que ella supiera el modo. Asimismo, también veía varias luces blancas y grises por donde su imaginación la llevaba.
Nada malo pasaba hasta que la mente de la muchacha salió por una ventana y se alejó del jardín hasta llegar a los límites del bosque, cuyos árboles verde obscuro limitaban su visibilidad mental.
Fue ahí cuando pasó. Un violento escalofrío la sacudió de pies a cabeza, lo que hizo que su "yo" que estaba mentalmente fuera de la casa volteara hacia todos lados, sin encontrara nada, para sentir después una ráfaga de viento frío a un lado de su oreja.
-Haruko... –decía una y otra vez el siseo insinuante del viento. La chica miraba en todas direcciones sin encontrar al dueño de esa macabra voz, hasta que al dar la enésima vuelta lo vio.
El Espíritu de Fuego. La miraba fijamente, alzándose majestuosamente de un color rojo encendido, su cuerpo formado de todos los espíritus inocentes que había matado su dueño, que también aparecía en escena, a su lado, sonriendo.
-Hao...-susurró mirándolo fijamente sin sentir temor, solo una extraña fascinación. El shaman volteó al oír su nombre, y sonrió abiertamente al contemplar a la muchacha que lo nombraba. Haruko dio un respingo asombrada ¿Cómo lo podía ver si no estaba muerto? ¿Acaso era tan malo y tan poderoso? El shaman se acercó lentamente, hasta estar separados a pocos centímetros.
-Tú no eres diminuta...-susurró finalmente, a punto de tocar su mejilla, cuando el Espíritu de Fuego se acercó, tomando por sorpresa a la chica y estrujándole un brazo, quemándola y haciendo que volviera a la realidad en un grito de dolor y miedo.
-AAAAAAAAH!!!
Fueron varios los minutos en que Haruko permaneció en un estado de semi- inconsciencia o algo parecido, ya que, mientras Anna intentaba hacerla volver en sí y Kino la miraba pensativa y sorprendida, ella se negaba a responder, repitiendo en su mente una y otra vez aquel encuentro con Hao, hasta que la quemazón de su brazo la hizo volver a la realidad, gritando de nuevo.
-Haruko, ¿estás bien? –preguntó la sacerdotisa a su lado, preocupada.
-Sí...-murmuró intentando ponerse en pie, más se sintió débil y no tardó en caer al suelo.
-¿Qué fue lo que viste? –dijo la anciana.
-No lo sé...creo que fue un susto...no pasó nada –mintió, sin estar segura del porqué; simplemente sentía que no debía contar lo que había pasado- Hay demasiados fantasmas aquí y creo que por eso me alteré...pero no vi ninguno malo –agregó mirando su brazo, en donde había quedado una extraña marca rojiza, que Anna miraba extrañada, para después salir de la habitación.
-¿Estás segura? –preguntó la mujer mirándola como si quisiera atisbar en el interior de su alma. Haruko asintió rechinando los dientes debido a la herida que le causaba dolor. Kino la examinó del mismo modo que Anna había hecho. Finalmente desvió la mirada hacia la puerta, por la que entraba la prometida de Yoh cargada de vendas, un par de tijeras y ungüentos.- Sé que algo está pasando porque te lastimaste –dijo viendo como la rubia untaba una pomada de olor desagradable en el brazo de la muchacha, que emitió un débil quejido al sentir el contacto del frío ungüento que en seguida calmó sus dolores- pero no puedo estar segura...quizás nunca habías hecho algo así ¿Sentiste algo, Anna? –preguntó bruscamente. La chica negó con la cabeza mientras con la boca sostenía un trozo de venda y cortaba el otro extremo, formando un nudo. Haruko tragó saliva, nerviosa. Algo le decía en le fondo que no debía decir la verdad para no asustar a nadie, pero sentía que eso no era lo correcto. La voz de su amiga la sacó de sus pensamientos.
-Listo.
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-Así que eso es la Visibilidad Espiritual! –exclamó Pilika emocionada mirando a los demás en cuanto Yohmei terminó de explicarles el Don que Haruko poseía, tras haber acomodado las maletas.- Yo ya había oído de eso pero siempre pensé que era un mito entre shamanes.
-Increíble –susurró Ren anonadado. Su hermana asintió, mientras Diesel abría de golpe sus ojos verdes.
-Creo que ahora entiendo –dijo tomando aire- Todo el mundo en Londres le decía que estaba loca porque decía que veía luces en ciertos lugares o cuando iba al cementerio, pero ya sé por qué...no creo que yo hubiera soportado tanto tiempo viendo fantasmas horribles por más de 10 años...es decir, solo puede ver bien a los malos, no?
-Que miedo oo –dijo Horo tragando saliva, cosa que hizo que Yoh riera por lo bajo. El único que no dijo nada fue Manta, que bajo la vista, preguntándose que haría él si tuviera tantas apariciones sin saber cuando o en donde las vería. Eso hizo se apilara un gramo más de compasión al peso que sentía en el corazón cuando la veía triste o callada. Yohmei se levantó y se dirigió a la puerta, que en esos momentos se abría mostrando a Anna y a Haruko. Oyamada se alarmó al notar al instante que su prometida tenía una gruesa venda en uno de sus brazos.
-Bueno chicos, me retiro para que se diviertan –dijo saliendo y cerrando la puerta tras de sí, en lo que las dos chicas se acomodaban con los demás. Haruko notó ligeramente incómoda la mirada de su prometido, por lo que se puso su chamarra y sacó del bolsillo de esta una baraja de cartas inglesas.
-¿Y bien? ¿Qué es lo que el festejado quiere hacer? –preguntó el shaman del hielo entusiasmado.
-No sé –respondió Oyamada encogiéndose de hombros- Escojan ustedes.
-Yo le preparé una sorpresa especial esta noche
-OO ¿Hiciste uno de tus pasteles de chocolate Tamao? –inquirió Asakura, a lo que Tamamura asintió y el chico soltó una exclamación de alegría súbitamente reprimida por un golpe de su prometida.
-Me parece bien -dijo Manta sonriendo; los demás asintieron y su prometida no dijo nada, concentrada como estaba en barajar las cartas una y otra vez con aire distraído.
-Yo quiero jugar pócar (N. de A.: No estoy muy segura pero creo que este juego de cartas también se llama "póquer" U Como dato no informativo ¬¬ en lo personal a mi me fascina este juego XD soy una viciosa) –murmuró en voz baja, tratando de distraer su mente de lo que había pasado minutos atrás, temblando ligeramente al recordar aquello.
-Viciosa ¬¬
-Cállate Verdecito ¬¬, no sabes lo que es bueno –respondió burlonamente- En Londres te la vivías con tu péndulo, tu música clásica y tu ajedrez.
-Y tú con tus cigarros, la cerveza, el punk, el rock, el grunge y todo lo que tiene que ver con ruido entre otros de tus vicios como las cartas ¬¬
-¿A qué le llamas ruido? –preguntó la chica intimidatoriamente, levantándose rápidamente.
-Interesante –musitó Anna sonriendo- Reacciones asesinas al momento.
-Violencia no –dijo a su vez Yoh nervioso, disimulando con una risita.
-¿Por qué mejor no se retan? –interrumpió Pilika aburrida.
-¿Retarnos? –preguntaron los ingleses al unísono.
-Ya saben –comentó la hermana de Ren entusiasmada- Lyserg puede retar a Haruko al ajedrez y Haruko puede retar a Lyserg al pócar y así ya ven quien es el mejor...¿Qué les parece?
Diesel asintió sin remilgar, mientras la chica se cruzaba de brazos enfurruñada, para después asentir lentamente. Todos observaban levemente emocionados ante lo que podría suceder. Manta por su parte, se limitaba a mirar a Haruko, que seguía con la mirada perdida desde que había llegado, como si algo muy importante hubiera llenado su mente.
-¿Por qué no lo hacen más divertido? –preguntó Horo Horo.
-¡Qué sea de prendas! –exclamó Ren eufórico.
-¡NO!
-O/O
-Manta, no te enojes, no creo que lleguen a tanto con juegos así –musitó Asakura tratando de calmar a su amigo, que se había colocado automáticamente en medio de su sonrojada prometida y del shaman inglés, que parecía azorado.
-¿Quién opina que el ajedrez sea de prendas? –preguntó la itako. Todas las manos se alzaron, excepto las de Lyserg, Haruko, Yoh y Manta.
-Bien, que sea de prendas.-anunció divertida.
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-Jaque mate!!! Siiiii!!!! Al fin, te he....ganado!!!! –exclamó Lyserg varias horas después en el que sus amigos habían observado ligeramente expectantes el juego de ajedrez entre Haruko y él, en el que ambos ya no quedaban con mucha ropa, pues el inglés solo portaba sus bóxers y su camisa, en tanto que la chica también estaba en bóxers y en una camiseta corta algo transparente (bajo la cual traía su brassiere). La velada se había amenizado gracias al pastel de chocolate de Tamao, ya que a medio juego Horo y Ren empezaron una pelea de comida entre alfiles y peones, a la que los demás se unieron, excepto los jugadores y Manta, que rechinaba los dientes cada que su prometida tenía que despojarse de una parte de su ropa al perder una pieza, aunque realmente no sabía el por qué. Quizás porque pensaba que era degradante y vulgar hacer cosas como esas...¿o no?
-Rayos!!! –exclamó la chica frustrada empujando a su rey de un golpe, a lo que el muchacho de pelo verde se levantó alegre y empezó a bailar alrededor de la mesa, quitándose la camisa y arrojándosela a una sorprendida Tamao.
-¡Joven Lyserg, usted no debía de haber hecho eso!
-¿No? O.o
-o.o Usted acaba de ganar!
-Ah si! Haruko, ríndete!!!! –exclamó riendo estúpidamente, recibiendo un golpe de parte de la chica de pelo obscuro, quien suspiró resignada decidiendo que prenda se quitaría. –Ya no tienes calcetines –tarareó encantado, aunado a la loquera que le había dado.
-Lyserg, ya ganaste! ¿Por qué no dejamos estos juegos y hacemos algo más- Manta se vio interrumpido al sentir que algo le caía en el hombro. Confundido, bajó la mirada para encontrarse con un brassiere blanco.
...
-OO ¡HARUKO!
-¿Qué? ¿Ahora yo que hice? –preguntó la chica sosteniéndole una mirada ofendida y altiva la vez que se cruzaba de brazos, conservando todavía su camiseta blanca.- ¡Sólo estoy jugando!
-¿Cómo hizo eso? oO
-¡Eso no importa en este momento Pilika! –estalló el rubio sin entender la pregunta de su amiga, quitándose su propia camisa y arrojándosela bruscamente a su prometida, que se cubrió con ella sin ponérsela.- Espera...¿cómo hizo que? oo
-Quitarse el brassiere...
...
-¡PILIKA!
-¡Manta-kun, no te pongas loco! –intervino la joven colocándose la camiseta del rubio, mientras todos miraban y Diesel bailaba todavía su danza de la victoria.- Sólo fue un juego y ya! Mejor cambiemos a otra casa –suspiró enfurecida, tomando sus cartas- ¿Quién quiere jugar pócar?
-¡¡¡¡Yo te ganaré!!! ¡¡Yoooooooooooooooooooo!!
-Está bien Verdecito –sonrió- Pero esta vez cambiemos las cosas...quien gane se arrojará al estanque de la mansión...
-¡Acepto! Mwajajajajajaja pronto pescarás una bronquitis!!!
-...sin ropa
...
-OO ¿Eh? –Lyserg se quedó callado, sus ojos verdes bien abiertos contemplando la sonrisa maliciosa que la chica le ofrecía encantada. Todos los que estaban ahí, que habían escuchado su conversación sin mucho interés, se sorprendieron, volviéndose todo oídos.
-Haruko ¿estás loca? –preguntó su prometido, a lo que la joven se encogió de hombros, sin dejar de mirar fijamente a Lyserg.
-Y bien Verdecito, ¿qué dices?
El inglés miró a todos lados, anonadado de que todas las miradas se dirigieran a él, presionándolo inconscientemente, incluida la ceja alzada de Haruko y su sonrisa mafiosa.
-oo Acepto.
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-Creo que es lo justo ¿no creen? –preguntó Horo Horo avanzando por un pequeño sendero cubierto por guijarros que resplandecían tenuemente a la luz de la luna. No recibió respuesta alguna mas que siseos frenéticos pidiéndole silencio y un empujón por parte de su hermana, que lo instaba a seguir avanzando hasta llegar al estanque, en donde todos se agruparon alrededor. Yoh y Anna eran los encargados de llevar las lámparas, que destacaban macabramente la palidez de Haruko, quien observaba el lago sin ponerle atención. A pesar de lo mucho que se había esforzado en el pócar, su mente regresaba una y otra vez hacia el tal Hao. Suerte que Verdecito era un jugador patético, pensó sonriendo aliviada. Oyamada advirtió su sonrisa como mueca de venganza contra el shaman inglés, que tiritaba bajo una camisa blanca delgada.
-Es hora Lyserg –susurró Jun con los ojos brillantes de emoción. Se escuchó un gemido de queja bastante débil.
-Verdecito, no seas un llorón ¬¬ cumple tu palabra! –exclamó la muchacha de cabellos obscuros cruzándose de brazos. Anna y Ren asintieron seriamente, mientras que Asakura miraba el lago nervioso y los norteños aguardaban impacientes junto con una Tamao colorada. El rubio por su parte, se agachó a tocar el agua del lago, notándola bastante helada.
-¿Me tengo que echar un chapuzón? –se quejó el inglés abrazando su camisa como si en ella se le fuera la vida.
-El nivel del agua aquí es muy bajo –observó Kyouyama señalando la mano que Manta retiraba una y otra vez del agua- pero el lago es bastante grande y en el centro es más hondo, aunque creo que hay una orilla bastante amplia, ¿no es así Yoh?
-Creo que sí Anna –el shaman se rascó el codo haciendo memoria- Recuerdo que una vez me caí al lago cuando era pequeño y no podía tocar fondo...en una de las orillas. Es la que está más cerca del bosque, casi al final de la mansión –agregó- Incluso hay un pequeño puente en esa parte, pues el lago está muy angosto ahí–señaló, mientras todas las cabezas giraban hacia un rústico puentecito de madera algo destartalado, que apenas y se veía entre aquella obscuridad.
-Listo Verdecito, ahora te podrás sumergir completo y de clavado –dijo Haruko maliciosamente. Pilika rió por lo bajo y Tamamura se cubrió la boca, pero Yoh permaneció serio.
-Aguarden –musitó- el puente es muy frágil y no creo que pueda sostenernos a todos, como mucho a dos.
-Entonces yo iré con Verdecito para comprobar que si se va a arrojar o por lo menos para empujarlo si se acobarda y ustedes quédense aquí para ver que pasa. Anna, tu linterna. –La chica tomó la linterna que la sacerdotisa le ofrecía y a paso vivo fue bordeando el lago, una mano con la linterna y la otra sujetando la muñeca de Lyserg, que por más esfuerzos que hacía no podía resistirse. Finalmente llegaron al puente, por el que subieron con un poco de esfuerzo.
Contenta, la joven colocó la lámpara en el suelo del puente y se dirigió a su amigo.
-La camisa –dijo sonriendo. El chico refunfuñó pero sin oponerse se despojó de su única prenda de vestir enfrente de los demás (a varios metros, claro está), logrando que Pilika y Jun gritaran entusiasmadas (y que los hermanos de cada una se enfadaran), que Anna levantara una ceja divertida, que Yoh mirara al suelo nervioso y que Manta enrojeciera al ver que Haruko sonreía más.
-Mejor nos apuramos; es hora –anunció. Diesel bufó resignado, subiéndose a la pequeña barandilla del puente, en donde apenas pudo mantenerse en el equilibrio necesario para juntar sus manos y saltar en un clavado hacia el lago, emitiendo un sonoro chapuzón. Rápidamente, Haruko recogió la lámpara y junto sus manos formando una bocina.
-¡CORRAN! -gritó apurándose para bajar del puente, viendo como su amigos, formando parte de la apuesta, empezaban a retirarse del lugar (las chicas riendo, menos Tamao que se sentía avergonzada y los jóvenes burlones), excepto por Manta, que la esperaba, así como Anna e Yoh, ya que el shaman se mostraba renuente a retirarse en tanto que su prometida intentaba jalarlo.
Fue ahí cuando sucedió.
En una fuerte sacudida de viento, los tres jóvenes se vieron obligados a cerrar los ojos y esconder la cara al viento que soplaba furioso, desgajando hojas y apagando la linterna de Yoh, trayéndoles un grito desgarrador que Oyamada reconoció con escalofrío.
-¡Haruko! –exclamó atemorizado a la vez que el misterioso viento se desvanecía al instante.
Sus amigos voltearon a verlo sorprendidos y segundos después dirigieron la mirada al puente, en donde la solitaria flama de una linterna oscilaba.
Continuará...
Neko: Hola de nuevo! Jo, jo, aquí tienen de nuevo a la retrasada escritora de mi XD pero aún así le he continuado XD, ojalá tenga más tiempo para escribir con eso de que ya estoy de vacas o si es que no se presentan las idas al cine o más paseítos U Como sea, aquí les respondo Les deseo felices vacas y disculpas si los revis están en desorden XP
Loconexion: Gracias por tus comentarios tomodachi / me halagan musho, y ya ves..a veces la gente hace las cosas no sólo por ir en contra de la autoridad, sino como una vía de escape y más bla, bla, bla digno de un psicólogo profesional y no de mí, intento de ¬¬U todavía no se de que soy intento XD como sea: niños y niñas, no tomen y no fumen..bueno, solo poquito y sin exceso XD porque si no van a quedar como yo XD y eso que no consumo nada ¬¬U creo XD
Chibi-Chabe: Paisana! o Claro que voy a seguir escribiendo, que es mi vicio preferido! (weno, el primero es mi pollo , pero esa es otra historia :3) Además me gusta como se está desarrollando esto, sin ser muy predecible, creo. Y pues, quien sabe si Manta quiera a Haruko o qué (jo, ni siquiera la mensa de la autora sabe!) ojalá y si, que son una bonita pareja en mi opinión X3
Shinjitsu: Manito! - (Neko corre a abrazar a su manito favorito, que dicho sea de paso, es el único que tiene XDD) Es un honor que hayas decidido leer este fic y que te guste creo que va a tener de todo un poquito (si es posible,), como mi debut de SK, el de "Antes, durante y después del Torneo de Shaman King", ojalá y si :D Je, Haruko demostraba su afecto por Verdecito molestándolo XD así como yo le hacía con mi pollo jo, jo Gracias Jitsu, me fue muy bien (creo XD, no he ido por mi boleta todavía XP) y no me fui a ningún final oU Oki, tu me avisas de tu fic y yo también te extraño muchote, espero me escribas pronto (no se te vaya a olvidar con tantas cosas que tienes que estudiar!) y no por review, eh?
Daina-chan: Oh si, se salvaron por un pelito de rana calva esos dos! O.o creo que Lyserg está soltero, así que te lo dejo a tu disposición, si es que no sale otra fan fúrica y vaya a hacerme vudú como la otra vez oo o tal vez a Haruko, aunque veo que ya está ganando público que la quiere
Neko: Weno, eso es todo, me despido mandando besitos y abrazotes XD nos vemos!
Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei...lo demás es mío.
6.- Verdecito, el enemigo del punk.
-Llegaron más temprano de lo que esperábamos –dijo Kino mientras Tamao distribuía entre todos bebidas frescas en el espacioso comedor. Antes los recién llegados habían depositado (o más bien tirado XD) todas sus maletas (Lyserg estuvo a punto de patear la guitarra de Haruko, pero ésta lo había pateado primero a él XD), y ahora, descansaban del agotador viaje.
-Eso mismo pensaba Sra. Asakura. Quizás nos apuramos para pasar más tiempo aquí –respondió Anna contemplando el jardín japonés que se apreciaba en la ventana principal de la habitación. Hubo un largo silencio durante el cual todos tomaban sus bebidas, hasta que se oyeron los golpes secos de un bastón contra el piso de madera. Segundos después Yohmei Asakura entraba al comedor.
-Hola abuelito –saludó su nieto riendo, mientras Anna se limitaba a hacer una pequeña reverencia con la cabeza y los demás miraban en silencio.
-Bienvenidos –dijo por fin lentamente- Solo espero que se diviertan este fin de semana. Creo que ya todos me conocen como el abuelo de Yoh...excepto esa chica –agregó mirando a Haruko, que se estaba quitando su chamarra, mas de inmediato alzó la mano en dirección al hombre.
-¡Hola! Me llamo Haruko –Yohmei asintió y volteó a ver a su esposa, quien suspiró pesadamente, mirando a su vez a la itako.
-Así que es ella –dijo Kino- La chica de la Visibilidad Espiritual.
-¿Visibilidad Espiritual? –preguntaron 7 voces a la vez, mientras la anciana daba vueltas alrededor de la mencionada, examinándola cuidadosamente y poniéndola ligeramente nerviosa a la vez que parpadeaba constantemente, confundida.
-¿Qué me va a hacer? –tartamudeó intentando no parecer nerviosa ante esa mujer de aspecto imponente. Kino rió.
-Anna me pidió que te diera una pequeña charla sobre –la mujer guardó silencio mirando a hurtadillas a Manta- ...ciertos deberes maritales –susurró por lo bajo, haciendo que la joven de ojos azul obscuro se sonrojara levemente- Y también necesitamos de tu ayuda para saber si Hao anda cerca...creo que para él le serías de gran utilidad –los demás abrieron los ojos más al oír el nombre del gemelo de Yoh, en especial Manta.
-Seguro –respondió Haruko como si nada.
-Pero Hao...-Jun miró a todos buscando su aprobación- es muy peligroso Haruko...es un shaman terrible.
-Eso ya lo sé, pero no le tengo miedo –contestó la muchacha burlonamente. Lyserg la fulminó con la mirada- Sé todo lo que ha hecho y también a mi me enoja Verdecito. Quizá no tanto como tú, pero si puedo hacer algo, vale la pena intentarlo –agregó encogiéndose de hombros humildemente, desvaneciendo la mirada del inglés.
-Entonces ustedes recojan y acomoden sus maletas en lo que Kino y Anna hablan con la chica –interrumpió Yohmei, a lo que todos se levantaron y acataron la orden, en tanto que las dos chicas eran conducidas por la mujer mayor a otro lugar de la Mansión.
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-Ya veo cual es el problema...-dijo Kino Asakura lentamente mirando sus manos acomodadas en su regazo frente a la mesa del pequeño salón en donde años atrás había entrenado a Anna- Pero no te preocupes, ya te dije que es lo que debes hacer Haruko –sonrió- Y si no, solo háblale a Anna y ella te dirá que hacer.
-Gracias –respondió la joven de pelo obscuro entusiasmada, a la vez que la rubia asentía sabiamente.
-Ahora –Kino miró fijamente a la amiga de Kyouyama- Necesito que te concentres y amplíes tu mente para que nos digas si hay algún espíritu maligno en los alrededores.
-Busca a Hao, Haruko. Ya sabes como es su espíritu.
-Lo intentaré, Anna –respondió Haruko no muy convencida, alejándose un poco de la mesita, poniéndose en la posición "flor de loto", cerrando los ojos fuertemente, poniendo cara de concentración. En un principio no veía nada, pero tras unos minutos empezó a relajarse, sintiendo como poco a poco su mente se aclaraba y por medio de esta veía toda la casa; la cocina, la planta alta en donde Yohmei indicaba a los demás donde iban a pasar la noche, Manta dejando su guitarra y pasando la mano para soltar unos acordes, el hermoso patio japonés, los pasillos de madera obscura, las espaciosas habitaciones, los cuadros...cada rincón de la mansión Asakura era examinado minuciosamente por su mente sin que ella supiera el modo. Asimismo, también veía varias luces blancas y grises por donde su imaginación la llevaba.
Nada malo pasaba hasta que la mente de la muchacha salió por una ventana y se alejó del jardín hasta llegar a los límites del bosque, cuyos árboles verde obscuro limitaban su visibilidad mental.
Fue ahí cuando pasó. Un violento escalofrío la sacudió de pies a cabeza, lo que hizo que su "yo" que estaba mentalmente fuera de la casa volteara hacia todos lados, sin encontrara nada, para sentir después una ráfaga de viento frío a un lado de su oreja.
-Haruko... –decía una y otra vez el siseo insinuante del viento. La chica miraba en todas direcciones sin encontrar al dueño de esa macabra voz, hasta que al dar la enésima vuelta lo vio.
El Espíritu de Fuego. La miraba fijamente, alzándose majestuosamente de un color rojo encendido, su cuerpo formado de todos los espíritus inocentes que había matado su dueño, que también aparecía en escena, a su lado, sonriendo.
-Hao...-susurró mirándolo fijamente sin sentir temor, solo una extraña fascinación. El shaman volteó al oír su nombre, y sonrió abiertamente al contemplar a la muchacha que lo nombraba. Haruko dio un respingo asombrada ¿Cómo lo podía ver si no estaba muerto? ¿Acaso era tan malo y tan poderoso? El shaman se acercó lentamente, hasta estar separados a pocos centímetros.
-Tú no eres diminuta...-susurró finalmente, a punto de tocar su mejilla, cuando el Espíritu de Fuego se acercó, tomando por sorpresa a la chica y estrujándole un brazo, quemándola y haciendo que volviera a la realidad en un grito de dolor y miedo.
-AAAAAAAAH!!!
Fueron varios los minutos en que Haruko permaneció en un estado de semi- inconsciencia o algo parecido, ya que, mientras Anna intentaba hacerla volver en sí y Kino la miraba pensativa y sorprendida, ella se negaba a responder, repitiendo en su mente una y otra vez aquel encuentro con Hao, hasta que la quemazón de su brazo la hizo volver a la realidad, gritando de nuevo.
-Haruko, ¿estás bien? –preguntó la sacerdotisa a su lado, preocupada.
-Sí...-murmuró intentando ponerse en pie, más se sintió débil y no tardó en caer al suelo.
-¿Qué fue lo que viste? –dijo la anciana.
-No lo sé...creo que fue un susto...no pasó nada –mintió, sin estar segura del porqué; simplemente sentía que no debía contar lo que había pasado- Hay demasiados fantasmas aquí y creo que por eso me alteré...pero no vi ninguno malo –agregó mirando su brazo, en donde había quedado una extraña marca rojiza, que Anna miraba extrañada, para después salir de la habitación.
-¿Estás segura? –preguntó la mujer mirándola como si quisiera atisbar en el interior de su alma. Haruko asintió rechinando los dientes debido a la herida que le causaba dolor. Kino la examinó del mismo modo que Anna había hecho. Finalmente desvió la mirada hacia la puerta, por la que entraba la prometida de Yoh cargada de vendas, un par de tijeras y ungüentos.- Sé que algo está pasando porque te lastimaste –dijo viendo como la rubia untaba una pomada de olor desagradable en el brazo de la muchacha, que emitió un débil quejido al sentir el contacto del frío ungüento que en seguida calmó sus dolores- pero no puedo estar segura...quizás nunca habías hecho algo así ¿Sentiste algo, Anna? –preguntó bruscamente. La chica negó con la cabeza mientras con la boca sostenía un trozo de venda y cortaba el otro extremo, formando un nudo. Haruko tragó saliva, nerviosa. Algo le decía en le fondo que no debía decir la verdad para no asustar a nadie, pero sentía que eso no era lo correcto. La voz de su amiga la sacó de sus pensamientos.
-Listo.
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-Así que eso es la Visibilidad Espiritual! –exclamó Pilika emocionada mirando a los demás en cuanto Yohmei terminó de explicarles el Don que Haruko poseía, tras haber acomodado las maletas.- Yo ya había oído de eso pero siempre pensé que era un mito entre shamanes.
-Increíble –susurró Ren anonadado. Su hermana asintió, mientras Diesel abría de golpe sus ojos verdes.
-Creo que ahora entiendo –dijo tomando aire- Todo el mundo en Londres le decía que estaba loca porque decía que veía luces en ciertos lugares o cuando iba al cementerio, pero ya sé por qué...no creo que yo hubiera soportado tanto tiempo viendo fantasmas horribles por más de 10 años...es decir, solo puede ver bien a los malos, no?
-Que miedo oo –dijo Horo tragando saliva, cosa que hizo que Yoh riera por lo bajo. El único que no dijo nada fue Manta, que bajo la vista, preguntándose que haría él si tuviera tantas apariciones sin saber cuando o en donde las vería. Eso hizo se apilara un gramo más de compasión al peso que sentía en el corazón cuando la veía triste o callada. Yohmei se levantó y se dirigió a la puerta, que en esos momentos se abría mostrando a Anna y a Haruko. Oyamada se alarmó al notar al instante que su prometida tenía una gruesa venda en uno de sus brazos.
-Bueno chicos, me retiro para que se diviertan –dijo saliendo y cerrando la puerta tras de sí, en lo que las dos chicas se acomodaban con los demás. Haruko notó ligeramente incómoda la mirada de su prometido, por lo que se puso su chamarra y sacó del bolsillo de esta una baraja de cartas inglesas.
-¿Y bien? ¿Qué es lo que el festejado quiere hacer? –preguntó el shaman del hielo entusiasmado.
-No sé –respondió Oyamada encogiéndose de hombros- Escojan ustedes.
-Yo le preparé una sorpresa especial esta noche
-OO ¿Hiciste uno de tus pasteles de chocolate Tamao? –inquirió Asakura, a lo que Tamamura asintió y el chico soltó una exclamación de alegría súbitamente reprimida por un golpe de su prometida.
-Me parece bien -dijo Manta sonriendo; los demás asintieron y su prometida no dijo nada, concentrada como estaba en barajar las cartas una y otra vez con aire distraído.
-Yo quiero jugar pócar (N. de A.: No estoy muy segura pero creo que este juego de cartas también se llama "póquer" U Como dato no informativo ¬¬ en lo personal a mi me fascina este juego XD soy una viciosa) –murmuró en voz baja, tratando de distraer su mente de lo que había pasado minutos atrás, temblando ligeramente al recordar aquello.
-Viciosa ¬¬
-Cállate Verdecito ¬¬, no sabes lo que es bueno –respondió burlonamente- En Londres te la vivías con tu péndulo, tu música clásica y tu ajedrez.
-Y tú con tus cigarros, la cerveza, el punk, el rock, el grunge y todo lo que tiene que ver con ruido entre otros de tus vicios como las cartas ¬¬
-¿A qué le llamas ruido? –preguntó la chica intimidatoriamente, levantándose rápidamente.
-Interesante –musitó Anna sonriendo- Reacciones asesinas al momento.
-Violencia no –dijo a su vez Yoh nervioso, disimulando con una risita.
-¿Por qué mejor no se retan? –interrumpió Pilika aburrida.
-¿Retarnos? –preguntaron los ingleses al unísono.
-Ya saben –comentó la hermana de Ren entusiasmada- Lyserg puede retar a Haruko al ajedrez y Haruko puede retar a Lyserg al pócar y así ya ven quien es el mejor...¿Qué les parece?
Diesel asintió sin remilgar, mientras la chica se cruzaba de brazos enfurruñada, para después asentir lentamente. Todos observaban levemente emocionados ante lo que podría suceder. Manta por su parte, se limitaba a mirar a Haruko, que seguía con la mirada perdida desde que había llegado, como si algo muy importante hubiera llenado su mente.
-¿Por qué no lo hacen más divertido? –preguntó Horo Horo.
-¡Qué sea de prendas! –exclamó Ren eufórico.
-¡NO!
-O/O
-Manta, no te enojes, no creo que lleguen a tanto con juegos así –musitó Asakura tratando de calmar a su amigo, que se había colocado automáticamente en medio de su sonrojada prometida y del shaman inglés, que parecía azorado.
-¿Quién opina que el ajedrez sea de prendas? –preguntó la itako. Todas las manos se alzaron, excepto las de Lyserg, Haruko, Yoh y Manta.
-Bien, que sea de prendas.-anunció divertida.
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-Jaque mate!!! Siiiii!!!! Al fin, te he....ganado!!!! –exclamó Lyserg varias horas después en el que sus amigos habían observado ligeramente expectantes el juego de ajedrez entre Haruko y él, en el que ambos ya no quedaban con mucha ropa, pues el inglés solo portaba sus bóxers y su camisa, en tanto que la chica también estaba en bóxers y en una camiseta corta algo transparente (bajo la cual traía su brassiere). La velada se había amenizado gracias al pastel de chocolate de Tamao, ya que a medio juego Horo y Ren empezaron una pelea de comida entre alfiles y peones, a la que los demás se unieron, excepto los jugadores y Manta, que rechinaba los dientes cada que su prometida tenía que despojarse de una parte de su ropa al perder una pieza, aunque realmente no sabía el por qué. Quizás porque pensaba que era degradante y vulgar hacer cosas como esas...¿o no?
-Rayos!!! –exclamó la chica frustrada empujando a su rey de un golpe, a lo que el muchacho de pelo verde se levantó alegre y empezó a bailar alrededor de la mesa, quitándose la camisa y arrojándosela a una sorprendida Tamao.
-¡Joven Lyserg, usted no debía de haber hecho eso!
-¿No? O.o
-o.o Usted acaba de ganar!
-Ah si! Haruko, ríndete!!!! –exclamó riendo estúpidamente, recibiendo un golpe de parte de la chica de pelo obscuro, quien suspiró resignada decidiendo que prenda se quitaría. –Ya no tienes calcetines –tarareó encantado, aunado a la loquera que le había dado.
-Lyserg, ya ganaste! ¿Por qué no dejamos estos juegos y hacemos algo más- Manta se vio interrumpido al sentir que algo le caía en el hombro. Confundido, bajó la mirada para encontrarse con un brassiere blanco.
...
-OO ¡HARUKO!
-¿Qué? ¿Ahora yo que hice? –preguntó la chica sosteniéndole una mirada ofendida y altiva la vez que se cruzaba de brazos, conservando todavía su camiseta blanca.- ¡Sólo estoy jugando!
-¿Cómo hizo eso? oO
-¡Eso no importa en este momento Pilika! –estalló el rubio sin entender la pregunta de su amiga, quitándose su propia camisa y arrojándosela bruscamente a su prometida, que se cubrió con ella sin ponérsela.- Espera...¿cómo hizo que? oo
-Quitarse el brassiere...
...
-¡PILIKA!
-¡Manta-kun, no te pongas loco! –intervino la joven colocándose la camiseta del rubio, mientras todos miraban y Diesel bailaba todavía su danza de la victoria.- Sólo fue un juego y ya! Mejor cambiemos a otra casa –suspiró enfurecida, tomando sus cartas- ¿Quién quiere jugar pócar?
-¡¡¡¡Yo te ganaré!!! ¡¡Yoooooooooooooooooooo!!
-Está bien Verdecito –sonrió- Pero esta vez cambiemos las cosas...quien gane se arrojará al estanque de la mansión...
-¡Acepto! Mwajajajajajaja pronto pescarás una bronquitis!!!
-...sin ropa
...
-OO ¿Eh? –Lyserg se quedó callado, sus ojos verdes bien abiertos contemplando la sonrisa maliciosa que la chica le ofrecía encantada. Todos los que estaban ahí, que habían escuchado su conversación sin mucho interés, se sorprendieron, volviéndose todo oídos.
-Haruko ¿estás loca? –preguntó su prometido, a lo que la joven se encogió de hombros, sin dejar de mirar fijamente a Lyserg.
-Y bien Verdecito, ¿qué dices?
El inglés miró a todos lados, anonadado de que todas las miradas se dirigieran a él, presionándolo inconscientemente, incluida la ceja alzada de Haruko y su sonrisa mafiosa.
-oo Acepto.
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-Creo que es lo justo ¿no creen? –preguntó Horo Horo avanzando por un pequeño sendero cubierto por guijarros que resplandecían tenuemente a la luz de la luna. No recibió respuesta alguna mas que siseos frenéticos pidiéndole silencio y un empujón por parte de su hermana, que lo instaba a seguir avanzando hasta llegar al estanque, en donde todos se agruparon alrededor. Yoh y Anna eran los encargados de llevar las lámparas, que destacaban macabramente la palidez de Haruko, quien observaba el lago sin ponerle atención. A pesar de lo mucho que se había esforzado en el pócar, su mente regresaba una y otra vez hacia el tal Hao. Suerte que Verdecito era un jugador patético, pensó sonriendo aliviada. Oyamada advirtió su sonrisa como mueca de venganza contra el shaman inglés, que tiritaba bajo una camisa blanca delgada.
-Es hora Lyserg –susurró Jun con los ojos brillantes de emoción. Se escuchó un gemido de queja bastante débil.
-Verdecito, no seas un llorón ¬¬ cumple tu palabra! –exclamó la muchacha de cabellos obscuros cruzándose de brazos. Anna y Ren asintieron seriamente, mientras que Asakura miraba el lago nervioso y los norteños aguardaban impacientes junto con una Tamao colorada. El rubio por su parte, se agachó a tocar el agua del lago, notándola bastante helada.
-¿Me tengo que echar un chapuzón? –se quejó el inglés abrazando su camisa como si en ella se le fuera la vida.
-El nivel del agua aquí es muy bajo –observó Kyouyama señalando la mano que Manta retiraba una y otra vez del agua- pero el lago es bastante grande y en el centro es más hondo, aunque creo que hay una orilla bastante amplia, ¿no es así Yoh?
-Creo que sí Anna –el shaman se rascó el codo haciendo memoria- Recuerdo que una vez me caí al lago cuando era pequeño y no podía tocar fondo...en una de las orillas. Es la que está más cerca del bosque, casi al final de la mansión –agregó- Incluso hay un pequeño puente en esa parte, pues el lago está muy angosto ahí–señaló, mientras todas las cabezas giraban hacia un rústico puentecito de madera algo destartalado, que apenas y se veía entre aquella obscuridad.
-Listo Verdecito, ahora te podrás sumergir completo y de clavado –dijo Haruko maliciosamente. Pilika rió por lo bajo y Tamamura se cubrió la boca, pero Yoh permaneció serio.
-Aguarden –musitó- el puente es muy frágil y no creo que pueda sostenernos a todos, como mucho a dos.
-Entonces yo iré con Verdecito para comprobar que si se va a arrojar o por lo menos para empujarlo si se acobarda y ustedes quédense aquí para ver que pasa. Anna, tu linterna. –La chica tomó la linterna que la sacerdotisa le ofrecía y a paso vivo fue bordeando el lago, una mano con la linterna y la otra sujetando la muñeca de Lyserg, que por más esfuerzos que hacía no podía resistirse. Finalmente llegaron al puente, por el que subieron con un poco de esfuerzo.
Contenta, la joven colocó la lámpara en el suelo del puente y se dirigió a su amigo.
-La camisa –dijo sonriendo. El chico refunfuñó pero sin oponerse se despojó de su única prenda de vestir enfrente de los demás (a varios metros, claro está), logrando que Pilika y Jun gritaran entusiasmadas (y que los hermanos de cada una se enfadaran), que Anna levantara una ceja divertida, que Yoh mirara al suelo nervioso y que Manta enrojeciera al ver que Haruko sonreía más.
-Mejor nos apuramos; es hora –anunció. Diesel bufó resignado, subiéndose a la pequeña barandilla del puente, en donde apenas pudo mantenerse en el equilibrio necesario para juntar sus manos y saltar en un clavado hacia el lago, emitiendo un sonoro chapuzón. Rápidamente, Haruko recogió la lámpara y junto sus manos formando una bocina.
-¡CORRAN! -gritó apurándose para bajar del puente, viendo como su amigos, formando parte de la apuesta, empezaban a retirarse del lugar (las chicas riendo, menos Tamao que se sentía avergonzada y los jóvenes burlones), excepto por Manta, que la esperaba, así como Anna e Yoh, ya que el shaman se mostraba renuente a retirarse en tanto que su prometida intentaba jalarlo.
Fue ahí cuando sucedió.
En una fuerte sacudida de viento, los tres jóvenes se vieron obligados a cerrar los ojos y esconder la cara al viento que soplaba furioso, desgajando hojas y apagando la linterna de Yoh, trayéndoles un grito desgarrador que Oyamada reconoció con escalofrío.
-¡Haruko! –exclamó atemorizado a la vez que el misterioso viento se desvanecía al instante.
Sus amigos voltearon a verlo sorprendidos y segundos después dirigieron la mirada al puente, en donde la solitaria flama de una linterna oscilaba.
Continuará...
Neko: Hola de nuevo! Jo, jo, aquí tienen de nuevo a la retrasada escritora de mi XD pero aún así le he continuado XD, ojalá tenga más tiempo para escribir con eso de que ya estoy de vacas o si es que no se presentan las idas al cine o más paseítos U Como sea, aquí les respondo Les deseo felices vacas y disculpas si los revis están en desorden XP
Loconexion: Gracias por tus comentarios tomodachi / me halagan musho, y ya ves..a veces la gente hace las cosas no sólo por ir en contra de la autoridad, sino como una vía de escape y más bla, bla, bla digno de un psicólogo profesional y no de mí, intento de ¬¬U todavía no se de que soy intento XD como sea: niños y niñas, no tomen y no fumen..bueno, solo poquito y sin exceso XD porque si no van a quedar como yo XD y eso que no consumo nada ¬¬U creo XD
Chibi-Chabe: Paisana! o Claro que voy a seguir escribiendo, que es mi vicio preferido! (weno, el primero es mi pollo , pero esa es otra historia :3) Además me gusta como se está desarrollando esto, sin ser muy predecible, creo. Y pues, quien sabe si Manta quiera a Haruko o qué (jo, ni siquiera la mensa de la autora sabe!) ojalá y si, que son una bonita pareja en mi opinión X3
Shinjitsu: Manito! - (Neko corre a abrazar a su manito favorito, que dicho sea de paso, es el único que tiene XDD) Es un honor que hayas decidido leer este fic y que te guste creo que va a tener de todo un poquito (si es posible,), como mi debut de SK, el de "Antes, durante y después del Torneo de Shaman King", ojalá y si :D Je, Haruko demostraba su afecto por Verdecito molestándolo XD así como yo le hacía con mi pollo jo, jo Gracias Jitsu, me fue muy bien (creo XD, no he ido por mi boleta todavía XP) y no me fui a ningún final oU Oki, tu me avisas de tu fic y yo también te extraño muchote, espero me escribas pronto (no se te vaya a olvidar con tantas cosas que tienes que estudiar!) y no por review, eh?
Daina-chan: Oh si, se salvaron por un pelito de rana calva esos dos! O.o creo que Lyserg está soltero, así que te lo dejo a tu disposición, si es que no sale otra fan fúrica y vaya a hacerme vudú como la otra vez oo o tal vez a Haruko, aunque veo que ya está ganando público que la quiere
Neko: Weno, eso es todo, me despido mandando besitos y abrazotes XD nos vemos!
