La prometida de Manta Oyamada.

Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei...lo demás es mío.

12.- La guerra de bandas.

-¡Ya es Diciembre! –exclamó infantilmente Haruko Kusume dando vueltas con los brazos extendidos por la banqueta en que caminaba con su prometido, Yoh Asakura y Anna Kyouyama rumbo a la escuela aquel primero de Diciembre.

-Veo que a los europeos les emociona mucho la Navidad –murmuró Anna mirándola de reojo. Yoh asintió y el rubio se echó a reír viéndola cantar con una ligera tonada una y otra vez "Diciembre". Un suspiro de alegría escapó de su corazón, sobre todo al ver que ella le dedicaba una gran sonrisa. Ella...la dueña de su corazón. ¡Era tan agradable aceptarlo a fin de cuentas! Aunque todo siguiera con su ritmo de siempre, para Oyamada era como si el Universo hubiera vuelto a ser creado, ahora que se sentía enamorado.

-¿Ustedes celebran la Navidad? –preguntó súbitamente la ojiazul dándose la vuelta para encontrarse cara a cara con los demás.

-Claro que sí –respondió el shaman riendo. Haruko asintió y siguió caminando. Cinco minutos después los cuatro adolescentes arribaban a la escuela, en donde la prometida de Oyamada se separó hacia sus clases. Ya en la primera hora, Anna se atrevió a hablar con Manta, pues desde esa mañana lo había notado algo distraído.

-Bien, ¿ahora qué te pasa? –preguntó cautelosa, mientras sacaba un cuaderno de su maletín.

-¿De qué hablas, Anna? Siempre piensas que tengo algo...

-Pero ahora más...dime, ¿qué ha pasado entre Haruko y tú?

-¿Haruko y yo? –Manta se ruborizó, no había hecho nada con su prometida fuera de lo normal...hablar, conocerse un poco mejor, quizás tomar su mano de vez en cuneado, pero el tono de la pregunta de la itako le sugerían otras cosas- Nada, es decir..regresó a la casa, nos llevamos más, y ahora...

-Ahora ya admites que la quieres sin que te de pena y ella te corresponde –completó el shaman. Manta asintió levemente con la cabeza, sintiéndose turbado. ¿Acaso era tan obvio?

-Eso está muy bien –admitió la rubia sonriendo. Ya nadie dijo más, puesto que la lección se iniciaba, y cada uno de los jóvenes se sumió en su propio pensadero escolar, excepto Oyamada, que desde que era correspondido sentimentalmente (sin importar que fuera un secreto) parecía andar en otro mundo.

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-¡Te apuesto cincuenta mil yenes a que tu banda no ganará la Guerra!

-¡Y yo acepto! –gritó furibunda una joven pálida de cabellera negra mirando con profundo odio al chico rubio y de ojos obscuros con el que había hecho semejante apuesta. Apenas Haruko había caminado cinco pasos, se encontró con que su prometido y sus amigos la observaban con la misma mirada inquisitiva. Ella solo se dignó a encogerse de hombros más irritada (tenía derecho a estar un poco gruñona, incluso enfrente de Manta, después de todo) y a echar a caminar con pasos fuertes hacia el árbol donde habitualmente pasaba la mayoría de los descansos.

-¿Y bien? –preguntó el amigo de Yoh tras seguirla silenciosamente- ¿Qué estabas apostando en esa conversación?

-No es asunto tuyo, Oyamada –le espetó la inglesa de mal humor, intentando subirse al árbol, a pesar de la falda y los zapatos.

-Quieras o no me lo tienes que decir –replicó el joven; por respuesta recibió una rama aventada hacia su persona- Bueno, entonces dime que es eso de la Guerra...¡y no me avientes nada como respuesta!

La muchacha se echó a reír en medio camino –Es un concurso –aclaró. Anna, sorprendida, tronó los dedos, como si se diera cuenta de algo, y sacó de unos de sus bolsillos un papel pequeño, muy arrugado.

-Creo que ya sé de que se trata –dijo, pasándole el papel a Manta, quien a su vez se lo dio a Yoh, que lo leyó en voz alta.

-"Guerra de Bandas. Inscripciones abiertas del primero al quince de Diciembre en el Teatro Bonsái, de ocho de la mañana a cinco de la tarde. Requisitos: formar banda de tres a siete integrantes, femeninos y/ o masculinos, que toquen música con base en el rock, no importa en subgénero. Veinte de Diciembre se verifican las bandas y se dará un ensayo general de estas (canción a presentar, instrumentos, etcétera) durante todo el día en el lugar antes descrito; asimismo ese día se dará la primera eliminatoria. Día veinticuatro, eliminatoria final de la Guerra de Bandas. Premio: cincuenta mil yenes y un pase doble para el exclusivo concierto de bandas de rock japonesas que se celebrará a finales de marzo y/ o principios de abril en el Foro Murayami (N. de A.: Por si alguien lo recuerda, en ese mismo lugar fue en donde Haruko y Manta fueron al concierto de Reel Big Fish .-), con grupos que van desde The Pillows hasta Malice Mizer (N. de A.: Estos dos grupos son muy buenos y son verdaderos jeje ). Cupo limitado a treinta bandas. "–tras leer el volante, el muchacho de ojos obscuros tomó aire por unos segundos, antes de hablar de nuevo- Oh, creo que ya recuerdo...ese volante te lo dieron en la mañana, ¿no, Anna?

-Si –musitó ella indiferente- varios de la escuela lo estaban repartiendo al llegar, pero creo que no te diste cuenta, Manta.

-¿Es por eso que estabas peleando con Sojiro, Haruko? –inquirió el rubio, tras digerir un poco la información, y haberla asociado a todo lo ocurrido. Curiosamente, esta vez no recibió por respuesta una rama.

-Ese estúpido primerizo se ha burlado de mi y de mi guitarra –respondió la muchacha desde la alto, elevando la voz, a la vez que se soltaba del tronco del grueso castaño y se asía a una de sus no tan gruesas ramas, sin preocuparse de la altura o de su falda, ya que traía sus inseparables bóxers. – Ese tonto...-gruñó- ha dicho que soy una presumida por llevar mi guitarra a clase el primer día, ¡y eso es una mentira! Incluso se ha mofado diciendo que él es mejor guitarrista que yo, ¡ja! –rió estruendosamente mirando a sus amigos, ya no muy consciente de las ramas de las que se sostenía- Ese iluso apenas lleva seis meses de práctica y yo ya llevo nueve años ¡nueve años! Eso es más que las neuronas que tiene ¡ja! Ya verá cuando muela su trasero en esa Guerra de Bandas...¡saldrá llorando en busca de su madre!

Los que estaban abajo escucharon en silencio, dejándola desahogarse.

-Pero Haruko...

-¿Ahora qué, Oyamada? ¿Dudas de mi capacidad musical acaso?!!!!!

-...no creo que sea eso, pero aquí dice que mínimo deben ser tres integrantes...y a menos de que tú te tripliques...

-¡Es por eso que necesito su ayuda, Anna! –exclamó la chica con los ojos chispeantes por un poco de locura, colgada de una rama cual si fuera una monita.

-¿Nosotros? No sé si te hayas dado cuenta, pero...

-Manta sabe tocar la guitarra y el violín, e Yoh puede..., bueno, tú podrías ser la vocalista y yo podría tocar el bajo o algo así, no es tan difícil. Incluso si le digo a Verdecito me puede ayudar con la batería, no es tan complicado –musitó sonriendo maliciosamente- Con que se acuerde de las tundas que le dábamos los chicos de secundaria y yo afuera del baño de las niñas será más que suficiente...

Yoh, Manta y Anna, voltearon a un mismo tiempo a ver a la muchacha que colgaba de una sola mano de un castaño y que les proponía tocar en una banda sin mucha experiencia musical (a excepción de Manta), como si fuera igual de fácil que ir a comprar un helado. La misma idea cruzó por sus mentes a la vez que tres gotas gigantes de sudor caían por tres frentes.

"Está loca..."

-¿Entonces, qué dicen? –preguntó ella animadamente, balanceándose graciosamente en un intento de saltar a la frágil rama que un sauce vecino ofrecía.

-Haruko...primero, no creo que sea buena idea que hagas eso –aclaró Asakura ligeramente nervioso.

-¿Hacer qué?

-oo

-Si te sigues moviendo de ese modo, a Manta la va a dar un paro cardiaco.

-Pero esto es lo más fácil del AAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYY!!!!!

-¡Haruko!

-¿Estás bien? ¡Responde! ¡No vayas a la luz!

-Tiene los ojos abiertos, Manta --

-Yo...creo que hay algo en mi que se rompió.

-Oh no!

Y justamente era el brazo izquierdo, con el que escribía...

Y tocaba la guitarra.

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-"Descuide Señorita Kusume, para el treinta y uno ya tendrá su brazo como nuevo. Solo no juegue a los changuitos de nuevo, eh? Ja ja...JA!" –imitó de un modo bastante grosero Haruko llegando por la tarde a la mansión Oyamada, estrenando sin muchas ganas un yeso muy blanco, que de cubriría de ahora en adelante su brazo izquierdo.

-Vamos, Haruko, ya verás que pronto sanará...el doctor Bakase dijo que tu recuperación será muy rápida –contestó Keiko tratando de animar a la que sería la futura esposa de su hijo, quien se limitó a fruncir el entrecejo más.

-Pero hasta el treinta y uno! –exclamó fúrica. La madre de Manta la miró extrañada, y luego se encogió de hombros, subiendo a su habitación -¿Por qué a mi? –se preguntó tristemente echándose bruscamente sobre el sofá de la sala, enfrente de la enorme televisión. Hasta ese entonces no se había dado cuenta de las palomitas que estaban en la mesa de centro, bastante enojada consigo misma por haberse trepado a ese estúpido árbol.

-Por lo menos alégrate de que va a sanar –comentó suavemente la voz de un chico. Haruko volteó y sonrió ligeramente, fingiendo estar enojada.

-Pero hasta después de la Banda de Guerras, Manta –suspiró- El rubio sonrió asintiendo comprensivo, sentándose a su lado en el sofá.

-Bueno, llegaste a tiempo para ver una película.

-¿Ah si? ¿De qué trata?

-Bueno...de una chica que juega con los árboles y se rompe un brazo y ya no puede participar en una apuesta y perderá cincuenta mil yenes que quien sabe de donde va a conseguir...

-Muy gracioso –murmuró ella golpeándolo ligeramente- Recuerda que todavía tengo un brazo sano ¿eh?

Oyamada la miró fingiendo seriedad- Y si me dejaras terminar, te diría que su prometido intenta animarla con una película de miedo, como a las que ella le gustan, y un tazón gigante de palomitas con mucha mantequilla, para que se le olvide su bracito enyesado y sus penas.

-Me parece bien –respondió ella agradecida, prendiéndose de su cuello, como si estuviera dispuesta a arrancárselo, con una excesiva alegría.

Finalmente se separó de el, debido a que con tanto entusiasmo había empujado al muchacho de modo que ella había terminado encima de él. Rápidamente se separó, visiblemente colorada.

-Hum...la película ya empezó –murmuró rápidamente apoderándose del tazón de rosetas de maíz. Manta asintió también turbado, sentándose apropiadamente y concentrándose en aquella película, mientras intentaba agarrar las palomitas que ahora estaban en posesión de su prometida.

-Haruko –susurró bajito, sin que ella lo escuchara, totalmente absorta en la pantalla, sosteniendo con su brazo enyesado el tazón. Manta intentó agarrar el tazón, mas estaba del lado izquierdo, y el estaba al lado derecho de ella, por lo que se vio obligado a rodearla con su brazo por detrás para que ella no se distrajera. Para su desgracia, ella lo sorprendió en el acto, interpretándolo como otra cosa al dedicarle una mirada sorprendida y colorada.

-Yo..-el chico tartamudeó nervioso ¿Por qué siempre le pasaba eso enfrente de ella y no de otra persona? – eh..lindas palomitas, es decir, yeso! Digo, me das de tu yes...palomitas!

La chica lo miró curiosa por un par segundos, haciendo que el joven retuviera la respiración en ese momento ante esa mirada tan rara. ¡Rayos, por que nunca nadie inventó un Manual para entender a las Chicas! Así en ese momento le sería de más ayuda saber que hacer en esos momentos; si abrazarla como no tenía previsto, retroceder, esperar una bofetada...de seguro era algo más útil que las tablas de multiplicar. Pero de seguro no estaría escrito en ese todavía inexistente manual que ella dejaría el tazón sobre la mesa y le sonreiría tiernamente, con las mejillas teñidas de color rosa, para después volver a ver la película.

Oyamada suspiró aliviado, recargando sus brazos sobre el respaldo del sofá, intentando concentrarse en la pantalla. Logró hacerlo por veinte minutos, hasta que sintió un poco de peso sobre su costado derecho, y oía una respiración lenta y acompasada.

-Es justo que descanses después de tener un día tan agitado, ne? –preguntó suavemente, acomodando a Haruko y abrazándola. Para su asombro, la muchacha sonrió y abrió un ojo perezosamente, haciendo que su prometido se sonrojara. Ella sonrió un poco más y colocó un par de sus dedos sobre los labios del chico.

-Mejor no digas nada..-murmuró divertida- Soy yo la que tengo que decirte...muchas gracias Manta-kun... esto fue muy tonto e inesperado –dijo sonriendo apenada, más que nada al tenerlo tan cerca de ella- No se por qué pero por alguna razón debo agradecerte ...

-Más bien al contrario –respondió el retirando delicadamente los dedos pálidos de su boca- Tú te esforzaste lo tuyo en agradarme con el violín y cosas así...sé que tuviste que sacrificar varias cosas y no ser tú solo por mi...así que me parece adecuado que yo haga algo por pequeño e insignificante que parezca ¿no crees?– preguntó, suponiendo que ella continuaba despierta, siendo una chica tan activa, pero en ese momento ya no había escuchado las últimas palabras del rubio al hacer profundamente dormida, atrapada en los brazos de su prometido.

Manta suspiró, contento de que el mundo estuviera en un hermoso momento, de esos que parecen durar para siempre. Fue en ese momento que se le vino a la mente una estupenda idea.

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-¿Y bien? ¿Qué opinan? –preguntó ansioso el chico de cabello rubio y ojos obscuros mirando intensamente a sus amigos.

-Harían feliz a Haruko y le ayudarían a ganar cincuenta mil yenes –dijo Yoh sonriendo, intentando convencer junto con Manta, a Lyserg, Horo Horo y Ren. – Sin contar que será una linda sorpresa de Navidad a Haruko Kusume.

-Claro...sería algo interesante para todos–murmuró Oyamada sonriendo.- No es nada del otro mundo, solo necesitamos un baterista, un guitarrista, que sería yo, un bajista y otro guitarrista auxiliar. Incluso yo podría ser el vocalista.

-Entonces –Ren empezó a enlistar con los dedos de una de sus manos, mirando sin ver el enorme ventanal de su hogar, desde donde se alcanzaba a ver Funbari por completo- Solo necesitan cuatro personas, sin contar a Manta. Es decir, les faltan tres integrantes para esa Guerra de Bandas.

-Haruko me había dicho que habías practicado batería por un tiempo, Lyserg...

-Oh, solo fue por tres semanas –contestó el inglés, sintiéndose halagado- pero al parecer creo que en eso tengo un...

-...dijo que tomaste 3 lecciones y que por recordar los golpes de las palizas de los chicos de secundaria no te sería tan difícil tocar–rió Manta.

-¬¬ Está bien, pero me debes una! –gruñó irritado- De preferencia que sea manteniendo a esa chica lejos de mi con una orden de restricción.–le susurró al prometido de la ojiazul para que nadie supiera.

-Yo podría aprenderme los acordes de la canción que van a tocar, no creo que sea tan difícil –aceptó el ainu amablemente. El único que seguía dudando era el hermano de Jun.

-¿Y qué haría Yoh?

-El llevaría "casualmente" a Haruko y a Anna a la Guerra de Bandas el 24 para que nos vea tocar y vea lo que le tenemos preparado.

-Dirás, la sorpresa que le planeas hacer –rectificó el chino, haciendo que su amigo sonriera, ruborizándose un poquito.- Bien, creo que es una buena obra navideña, así que opino lo mismo de Horo Horo; si nos enseñas los acordes de esa canción todo saldrá bien.

-Descuiden, con que no nos descubra Haruko (Anna pronto sería informada del plan) todo estará de maravilla. Incluso sé de una tienda donde podemos rentar los instrumentos musicales.

-¿Y qué canción vamos a interpretar? –inquirió el shaman de cabello verde. Manta no le respondió, solo se encogió de hombros, desconcertado ante aquella pregunta.

-No había pensado sobre eso.

-¿¡¡Cómo!!? –exclamó Tao a punto de irse de espaldas- ¿¡Vamos a ir a esa Guerra a tocar una canción y no sabes cuál!?

-Bueno...pienso que podríamos interpretar algo en inglés para la primer eliminatoria y para la Final algo de j-rock ¿Qué opinan ustedes?

-No está mal –dijo el shaman del norte, animado- Solo falta decidir el nombre para la inscripción.

-¿Qué tal "Los Dragones Chinos"?

-¬¬

-¡"Los Bobs"!

-Pero tu artista favorito ya tiene ese nombre, Yoh ¬¬

-¡"Hielo"!

-Nooo!!!

-Oigan, chicos...

-¡"London"!

-¬¬ Muy original, Lyserg...

-Yo solo doy mi opinión uu

-"London" no suena tan mal Lyserg...solo que le falta algo

-¡"English Dragons"!

-¬¬ ¿Eso qué?

-¡"Cold London"!

-Eso nos hará ver muy sosos

-¡"Bob-London"!

-O.o

-Eso suena a nombre de marca de ropa...

-¡"London Nightmare"!

Las cabezas de Oyamada, Tao, Asakura y el hermano de Pilika voltearon hacia Diesel.

-Es original –murmuró Ren.

-Suena a algo frío y peligroso...¡me gusta! –exclamó el ainu.

-Creo que a Haruko le gustaría ese nombre –opinó el prometido de Anna soltando una risita.

-Entonces ya está decidido –musitó Lyserg muy contento apuntando en un trozo de papel el nombre definitivo de la banda

-Nuestro nombre será London Nightmare –puntualizó Manta orgullosamente, feliz de que su plan secreto avanzará poco a poco.

Continuará...

Neko: XD Holas! Parece que lo estoy logrando que ya actualizo con más frecuencia ¬¬U según yo...en fin, pasemos a lo importante, aunque este todo revuelto, como ya es costumbre -.-U:

Shinjistu: Oniisan nn muchísimas gracias por tus comentarios tan positivos! Me estimulan mucho para seguir escribiendo n.nU; solo espero mejorar un poco más

en la redacción y pulir mi estilo de redacción Nai, me conformo con que me enseñes a hablar francés y japonés por correspondencia nOn

Daina-chan: nn que bueno que tu máquinita ya se arreló! nOn acias por los comentarios x3 que sorpresa que Manta sea así de tierno n.n quien no quisiera uno así XD oie es novedad que no hagas la amenaza U aunque ya me estaba acostumbrando XD

Neko: Jep esto es todo por hoy XD muchas gracias por sus valiosos comentarios, no saben cuanto los aprecio n-n espero verlos pronto n.n byes!