La prometida de Manta Oyamada.
Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei...lo demás es mío.
13.- London Nightmare.
Era medianoche cuando la silueta menuda de Haruko se hizo notar al levantarse la chica de la cama. Todavía adormilada, la inglesa buscó a tientas la perilla de la puerta, con un poco de dificultad debido a su brazo enyesado, saliendo de su habitación en busca de un vaso de agua. No bien había avanzado un par de metros, cuando oyó en un habitación cercana unos ligeros rasgueos de una guitarra. Al parecer no era la única despierta a esas horas.
-¿Manta? -preguntó asomándose a la puerta. En efecto, su prometido se encontraba recostado en su cama, afinando minuciosamente su guitarra, a la vez que por sus sábanas se hallaban desperdigadas varias partituras. El chico estaba tan concentrado que no se dio cuenta de la presencia de su prometida, hasta que sintió que alguien se sentaba a su lado y apoyaba la cabeza en su hombro. Entonces giró la cabeza lentamente y se encontró con el rostro de Haruko, quien entrecerró los ojos examinando el lugar con una sonrisa traviesa atravesando sus labios. Quien diría que alguna vez llegaría a ver ese cuarto tan desordenado, con hojas por todos lados y ropa sobre el escritorio, además de cuerdas de guitarras.
-¿Qué pasó aquí? -preguntó maliciosamente.
-No es nada, creo que perdí la noción del tiempo -respondió el súbitamente, cayendo en la cuenta de que la chica estaba a su lado, levantándose rápidamente y empezando a recoger las partituras, notando una mirada llena de curiosidad que lo acribillaba con cada movimiento que hacía. Tras arreglar su desastre volteó a verla, tratando de no parecer gruñón- ¿Y bien?
-¿Qué? -inquirió ella rompiéndose de risa ante la actitud de su prometido. Nunca lo había visto tan misterioso ni tan raro; además de que cuando intentaba ocultar algo no lo lograba, por lo que era muy divertido observarlo, aunque hasta ahora había logrado esconder ese "algo".
Finalmente Oyamada suspiró resignado, mirando a la chica fijamente.
-¿Sabes? Creo que los dos deberíamos ir a dormir. Ya es tarde.
-Pero quiero un poco de agua -refutó ella tomándolo del brazo- Ven, acompáñame. -El rubio no tenía otra opción, así que se dejó llevar por la chica de ojos azules, quien lo llevó a la cocina. Mejor que no sospechara nada sobre lo que se avecinaba; así la sorpresa sería mejor.
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-¿Qué Haruko casi te descubre? -exclamó Lyserg mitad sorprendido mitad histérico, mirando a Manta con los ojos como platos.
-¡Pensé que todos estaban dormidos! ¿Qué quieres? -gruñó el rubio afinando su guitarra- Yo no fue el que le dijo que se levantara...además, ya había terminado de practicar.
-Solo fue un pequeño descuido, nada grave chicos -dijo Yoh sonriendo como si nada. Horo asintió y Ren soltó una risita burlona.
-Vaya Lyserg, recuerdo que tu eras el más renuente a unirte al grupo y veo que es lo contrario.
-¡No es cierto! -gritó el chico, haciendo que los demás soltaran ligeras carcajadas- Solo lo hago por que creo que Haruko me cae bien, además de que hace mucho que no practicaba en la batería...ni crean que ya me gustó esto de la banda!
-Como sea, estamos a solo cinco días del ensayo general y de la primera eliminatoria; no tenemos tiempo para distracciones o meter la pata -dijo Oyamada seriamente- Además, no voy a dejar que mi prometida pierda esa estúpida apuesta.
-Opino lo mismo -corroboró el chino mirando el bajo negro que el joven de pelo rubio le había conseguido. No había sido tan difícil como había creído que era tocar un instrumento de cuerda, aunque los dedos a veces les dolían de las posiciones que tenía que poner para pisar las cuerdas con firmeza y lograr el sonido deseado. Por lo menos el bajo no se hacía notar tanto como la guitarra blanca del ainu, quien en conjunto con Manta tenían un solo, que si bien para Oyamada era un poco complicado para el hermano de Pilika era endemoniadamente difícil, sobre todo porque tenía que cambiar de pisadas en la guitarra constantemente y con rasgueos a velocidades distintas.
Por lo menos ellos no sufrían tanto como Lyserg, quien ya tenía dos bonitos chichones en la cabeza por aventar las baquetas al aire. Por si fuera poco, el inglés tuvo que volver a lo básico en su instrumento, ya que había perdido gran parte de la noción del ritmo en los años que n había tocado la batería.
Sin embargo, todos los shamanes sabían que a quien le estaba afectando más era a Manta, a quien ya se le habían formado unas profundas ojeras, pero que aun así contaba con todo el entusiasmo y paciencia del mundo para enseñar a sus amigos y seguir adelante en los ensayos realizados en casa de Tao, con la esperanza en alto. El era quien les ponía ejercicios para mejorar en sus instrumentos, así como rentaba la batería, la guitarra y el bajo. El era quien realizaba todo para sus amigos y para su prometida.
-Tienes razón -dijeron al unísono los demás shamanes mirando con un poco de admiración y afecto a Manta, quien a su vez les dirigió sendas miradas de gratitud por estar a su lado en esa locura para la persona más especial, Haruko
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-Creo que Manta es más raro que yo -dijo Haruko como quien no quiere la cosa, asomándose al locker de Anna. La rubia ni se inmutó ante su comentario, solo continuo sacando sus cosas para irse a casa y disfrutar del fin de semana.
-Si...vaya que es un tipo raro -murmuró la inglesa tercamente- Me preguntó si será por la Navidad; hoy es 19 de diciembre verdad? Entonces tal vez la próxima semana Manta ande como una cabra...¿no crees?
Anna la miró brevemente antes de cerrar su casillero de golpe.
-Yo no he notado que Manta se comporte diferente -respondió secamente tomando su mochila. Al parecer esas palabras eran lo necesario para que la inglesa pensara que se había iniciado una conversación, por lo que dio unos saltos de impaciencia, a pesar de su maletín.
-¡Por favor! Si tu notas igual que yo que ese chico se está trayendo algo entre manos -dijo- No se tú, pero para mi no es normal que cuando le hable se ponga nervioso, o que ahora le de por practicar guitarra en la madrugada, o que siempre esté hablando por teléfono con Yoh y los demás o que...
-No sé de que me hablas -la cortó la sacerdotisa saliendo de la escuela. Haruko la siguió, frunciendo el entrecejo y tratando de colocarse a su lado.
-¡Aja! Entonces tú también tramas algo! -exclamó sorprendida- Si tu también lo estás negando es que lo encubres...Manta, Yoh y tú están planeando algo, yo lo sé!!!! Y lo peor de todo es que no quieren que sepa nada porque piensan que soy demasiado estúpida para echar a perder su plan -refunfuñó haciéndose la ofendida.
-Sigo sin entenderte -replicó Anna cortésmente, doblando la esquina de una calle, seguida por Haruko, quien seguía con ese aire insistente y hostigante. Para sorpresa de la prometida del rubio, la itako se dirigió a un mini súper, al que entró.
-Tengo que hacer la compra de la semana para que Yoh cocine -se explicó, pensando que con esto apaciguaría a la chica, más fue un error, pues esta volvió a la carga con su tema minutos después, entre la sección de vegetales.
-¡Claro que si me entiendes! Es más, hasta ya sé que es lo que se proponen! -gritó triunfalmente, llamando la atención de unas cuantas compradoras.
La zanahoria que Anna sostenía se le escapó de las manos. Girando bruscamente la cabeza, Kyouyama se encaró a la muchacha, quien retrocedió dos pasos ligeramente asustada, ¿habría hecho bien en decir esa mentira de que ya sabía? Había pensado que con eso Anna le habría soltado la verdad, pero se había equivocado al ver a la chica acercarse lentamente. Por su parte, Anna suspiró, sorprendida de haberse encontrado a alguien más cabeza dura que Horo Horo.
-¿Y bien?-dijo finalmente- ¿Cómo te enteraste?
Haruko sonrió como los villanos, contenta de que suposición hubiera sido la correcta. Si estaba en lo cierto, ya sabía que era lo que sus amigos y su adorado tenían en mente, aunque solo era un suposición que había surgido de improviso, aunque ahora sintiera que era verdadera.
-¡Van a ir a cortar el árbol de Navidad sin mi! -gimió dramáticamente.
Una suposición bastante alejada de la realidad.
-Bien, así que hoy es el día ¿no? -preguntó Lyserg tratando de no sonar nervioso, frente al Teatro Bonsái, que distaba mucho de parecer un teatro normal, ya que tenía un aspecto lúgubre y descuidado. El inglés volteo a ver a los demás shamanes y a Oyamada, que venían detrás de el, esperando que también mostraran la misma cara de incertidumbre y nerviosismo, mas lo único que vio fue que los demás ya estaban avanzando hacia el Teatro con paso firme.
-Solo esperemos que todo salga bien -murmuró Tao, quien ya se conocía el lugar, puesto que días antes había ido con Manta e Yoh a registrar a la banda. - Además, no es está nada mal allá adentro.
Los demás asintieron brevemente, pues tenían prisa por entrar, ya que notaron que otras bandas también deseaban entrar y ellos bloqueaban la entrada con todo e instrumentos (a excepción de la batería, que según sabían ya estaría dentro.
Al entrar se dieron cuenta de que el teatro era más sorprendente por dentro que por fuera, más que nada debido a que era grande, con muchas butacas forradas de guinda que ocupaban una cuarta parte del lugar, pues la mitad del recinto era para el escenario, rodeado de pesadas cortinas negras. Asimismo, el lugar también tenía gran altura debido a que había varios pabellones para los que desearan ver desde arriba. Lo demás eran pasillos enormes y alfombrados. En el centro del escenario se encontraba una batería, además de varias conexiones para los instrumentos. Desde abajo, varias de las bandas participantes que ya habían llegado observaban el lugar con sumo interés desde sus asientos, en los cuales habían varios grupos de entre tres y seis personas juntos, con distintas personalidades de acuerdo a su forma de vestir y a sus instrumentos, con los que practicaban procurando no molestar a los demás.
Con un poco de timidez, los cinco amigos se instalaron a unas cuantas filas del escenario. Inmediatamente Ren se levantó.
-Será mejor preguntar cuando es nuestra hora de pasar al frente -dijo, avanzando hacia lo que parecía ser el jurado, que estaba conformando por dos chicos y dos chicas, que parecían tener entre 20 y 25 años, así como cada uno de ellos parecía ser completamente opuesto a los demás, ya que una de las muchachas, a pesar de vestir como si hubiera salido de la mejor casa de modas, tenía el pelo largo teñido de un rosa escandaloso, hecho en rastas, así como una perforación en la barbilla; su compañera, al contrario, estaba vestida enteramente de negro, con unos pantalones como los que Haruko solía usar y una chaqueta larga; ella también portaba perforaciones, solo que en las cejas y en los labios, decorados de un llamativos rojo que destacaba sobre su rostro y su pelo, lacio y negro con unas puntas azules. Por otro lado, uno de los chicos vestía unos pantalones blancos ajustados y una camisa celeste, mostrando parte de su pecho, con el pelo rubio platinado casi al rape, mientras que el otro muchacho parecía ser el más normal de los tres, a excepción de sus ropas holgadas y de un alborotado cabello pelirrojo, que parecía levantarse como por arte de magia unos 10 centímetros en todas direcciones.
-Me preguntó como pueden salir a la calle...-se dijo a sí mismo el chino haciendo una ligera mueca, hasta encontrarse en frente del grupo, en el que cada miembro sostenía un puñado de papeles.
-¿Asunto? -preguntó la chica de las rastas, examinando a Ren a través de unos ojos con pupilentes amarillos.
-Soy miembro de "London Nightmare" Quisiera saber cuando es nuestro turno para...
-El número de su banda es el 26 -interrumpió el chico de pelo rubio entregándole un par de hojas con el nombre de la banda e integrantes- Lo que quiere decir que dentro de tres turnos tienen que pasar al escenario...
-¿Ya saben qué canción van a interpretar? -interrumpió a su vez la joven vestida de negro.
-"Ride" de "The Vines" -respondió Tao empezando a molestarse. El pelirrojo anotó la canción en uno de los tantos papeles que sostenía y lo miró sonriente. (N. De A. - ¿No es esa canción genialosa? XD A mi me encanta, sobre todo por los gritos del vocalita n0n)
-Mucha suerte -dijo, terminando la conversación El shaman asintió y se reunió con los demás, que ya habían sacado partituras e intentaban practicar, en tanto que el shaman inglés, baquetas en mano, practicaba su ritmo motriz sobre una de las butacas, logrando llamar la atencón de una banda conformada por chicas, que lo miraban entre expectantes y molestas de que las distrajera.
-Según el jurado somos la banda número 26, por lo que en unos quince minutos pasaremos -informó dejándose caer en una butaca, buscando en su bolsillo una cuña para su bajo.
-Me parece bien, tenemos tiempo -respondió Oyamada recorriendo el lugar- Vaya, parece que la competencia es de primer nivel; la mayoría traen buenas guitarras y parece que no lo hacen tan mal...
-Pero ellos no tienen lo que nosotros tenemos -aseguró Yoh cruzándose de brazos. Los demás voltearon a verlo con sorpresa- Bueno, es un decir! -se explicó encogiéndose de hombros. Lso otros chicos suspiraron asombrados del ingenio del prometido de Anna, y siguieron practicando los acordes o notas que interpretarían, además de que Oyamaca cantaba en voz baja la letra de la canción, tratando de no olvidarse de nada. Todos estaban tan concentrados en practicar que tardaron en reaccionar al oír la voz de uno de los jurados decir su nombre por un megáfono.
-London Nightmare. Es su turno.
Manta se levantó de un salto, aferrando la guitarra como si en ello se le fuera la vida; con más calma le siguieron Horo, Lyserg y Ren, quienes notaron que varias miradas curiosas se clavaban en ellos, pues parecían los chicos más normales de todos los que estaban reunidos en ese lugar. Mas parecían espectadores que intérpretes, a excepción de los instrumentos que empuñaban. Desde su asiento, Asakura levantó los pulgares sonriendo.
-¡Suerte!
-Espero no necesitarla -murmuró Oyamada sintiendo un nudo en el estómago, que se hizo mas fuerte al notar que en la banda que había pasado antes que ellos, con guitarra en mano y una sonrisa de satisfacción estaba Sojiro, el chico que había realizando la apuesta con Haruko. A punto de romper el mango de su propio instrumento, el chico subió al escenario seguido de sus amigos, intentando desvanecer el nerviosismo que hacía que sus manos sudaran y su boca se le pusiera reseca. Fue necesario que respirase un par de veces antes de colocarse en su posición, desde donde miró uno a uno a sus compañeros, quienes lo miraban a su vez expectantes.
-Estamos listos.
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-¿Dónde está Manta? ¿Y los demás? -fue lo primero que dijo Haruko Kusume al llegar a la pensión Asakura, incluso antes de levantar el puño para llamar a la puerta. Sin embargo, al instante fue recibida por Pilika, cosa que desconcertó a la inglesa.
-Hola, Haruko! Hace mucho que no te veía.
-Yo tampoco -respondió la chica de cabello negro descalzándose lo más rápido posible, corriendo hasta llegar a la sala, en donde Anna se encontraba con Jun tomando té. De lo rápido que iba, Kusume estuvo a punto de resbalar a causa de la brillante madera, por lo que apenas alcanzó a asirse del borde de la puerta que se descorría con su brazo bueno, lastimándose la rodilla ligeramente y atrayendo la atención de la hermana de la mayor de los Tao y de la prometida de Asakura, contrario al deseo de la chica.
-No hagas eso o arañarás la madera -la reprendió Anna a manera de saludo, mientras que la chica se acercaba a la pequeña mesa baja en donde estaban las demás, seguida de Pilika. Haruko soltó un gruñido y asintió con la cabeza, dejándose caer pesadamente sobre un cojín, examinando su holgado pantalón a cuadros escoceses negros, que se había abierto un poco por la caída.
-¿Te lastimaste? -preguntó Jun amablemente, mirando a Haruko con interés por encima de su taza de té verde.
-No, pero a mi pantalón ya le hacía falta un adorno -rió la chica, a pesar de que extraño comentario fuera recibido por un extraño mutismo. Tras unos segundos la inglesa suspiró y tomó una taza, sirviéndose té.
-Bien, me van a decir o no? -preguntó viéndolas misteriosamente, como si todas compartieran el mismo secreto. Tanto Anna como Jun la miraron con un ligero interés por un par de segundos, para después seguir con lo suyo.
-...
-...
-¬¬U Oigan...
-...
-Delicioso té, Anna
-Yoh fue el que lo preparó
-Ojalá mi hermano hiciera algo así!
-¬¬ Oigan, por si no se han dado cuenta yo sigo aquí!
-¿Hacemos algo hoy?
-Yo tengo ganas de cocinar, hace mucho que no lo hago...creo que la última vez que preparé algo fue en casa de mis padres
-Pues entonces vayan por los ingredientes al mini súper que está cerca y hagan su comida. Tengo ganas de probar algo chino ahora que lo pienso mejor.
-¬¬ Grrrr
-¡Yo quiero ir a tomar un café! Sé de un lugar muy romántico en donde siempre hay un violinista
-Yo preferiría quedarme a leer un libro...no me apetece nada salir...
-Pues hagan lo que quieran, que yo me quedaré a ver este maratón de mi serie favorita
¿Se nota mucho que alguien está ignorada en la conversación?
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Anna, Jun y Pilika, un poco sobresaltadas, voltearon a la vez a mirar a la muchacha responsable de aquel grito, quienes la mistaba sacando chispas, demasiado furiosa de que no la tomaran en cuenta; más que nada aquello de que la ignoraran, fue la gota que derramó el vaso, ya que de por sí toda la mañana había irritado a todos en la casa de los Oyamada por preguntarles hasta el cansancio en donde estaba su prometido, y al no obtener respuesta alguna, ni siquiera una leve pista, ella también había acabado enfadada, cargando con un humor que explotó en ese preciso momento.
-¿Sucede algo, Haruko? -preguntó Anna educadamente- ¿Más té?
-¡No, no quiero más té!
-¿Algún bocadillo? -ofreció Tao, acercándole a la joven una bandeja con panecillos. La inglesa negó con la cabeza, igual de fúrica.
-¿Un poco de...
-¡QUE NO QUIERO NADA! -gritó malhumorada a punto de derribar la mesita.- Sólo díganme en donde está Manta -dijo finalmente. Las demás chicas intercambiaron miradas extrañas, negando con la cabeza a un mismo tiempo.
-No lo he visto desde ayer -respondió la itako encogiéndose de hombros
-Ni yo -respondieron las otras al unísono
-¡Vamos! -ahora su voz sonaba suplicante, juntando los brazos sobre la mesita, con pinta de completa desesperación- Lo he estado buscando toda la mañana por todas partes y nadie me dice donde está y no consigo encontrarlo. Me preocupa... -puntualizó, diciendo las últimas dos palabras en un murmullo muy bajo, a la vez que se ruborizaba levemente.
-Tranquila, solo fueron de pesca -dijo finalmente Jun. Pilika y la rubia la miraron con sorpresa, expectantes ante la siguiente sarta de mentiras que la china dijera- Es la primera vez de Manta y no quería que nadie supiera por si era un fracaso y terminaba poniéndose a sí mismo de anzuelo. No te lo quería decir Haruko, prometí que era un secreto...-murmuró fingiendo un poco de compasión ante la frustración de la inglesa, que en esos momentos levantaba la cabeza como si hubiera descubierto una verdad elemental, con un brillo de locura en su mirar, levantándose como si tuviera un resorte activado. Las demás muchachas la observaron con un poco de miedo ante su rostro, dándose cuenta de su descuidado aspecto: los pantalones rotos, un par de tenis que no eran del mismo diseño y el pelo negro revuelto, además de que ahora soltaba sonoras carcajadas.
-¡Se fueron de pesca! -exclamó divertida, en un tono mordaz- ¿De pesca? -repitió sorprendida- ¿Y por qué nadie me lo dijo?
-¬¬ Jun ya te dijo que era un secreto
-Manta se fue de pesca...ahora todo encaja! -se dijo a sí misma sin escuchar a Kyouyama, mientras hacía ademanes rápidos con las manos- Por eso nadie de los chicos está, era una sorpresa...!!! Bien -se dirigió a las jóvenes con aire resuelto y una sonrisa inmensa- Espero que atrape un pez muy grande! -gritó a modo de despedida, desapareciendo por el pasillo a la vez que decía algo como "pesca, quien lo hubierha pensado!".
-Vale por mi, pero la próxima vez que le sueltes una mentira a esa tía cuida que no se deschavete -le dijo Pilika a Jun, quien sonrió complacida.
-Cualquier cosa que le hubieras dicho a esas alturas de desesperación la habrían calmado. Igual y diciéndole que su prometido estaba en la Luna se la habría creído -respondió Tao con aire de superioridad. La sacerdotisa se encogió de hombros.
-Por lo menos no rompió la mesa de té.
Justo en ese momento las tres oyeron como varias personas entraban a la pensión, y pronto dedujeron que eran Yoh y compañía. Al parecer se habían topado con la joven de ojos azules, a juzgar por el repentino silencio que se había formado.
-¡Haruko! -oyeron como Ren exclamaba súbitamente- ¿Qué haces aquí?
-Buscaba a Manta, pero creo que ya ha de haberse ido a la casa...fue buena la pesca?
-¿Pesca? -preguntaron cuatro voces confundidas. Del lado de la sala no se oía algún ruido absoluto, en lo que Jun, Anna y la norteña esperaban que los demás no estropearan nada.
-Sí, ya saben...lo que nadie sabe...por cierto ¿qué hacen con ese bajo y esa guitarra? -preguntó curiosa.- No me digan que en Japón pescan con guitarras...
-No entiendo nada de lo que estás diciendo...
-Vamos Horo Horo...o es que fueron a darles un concierto a los peces?
-OO
-¿Qué? Solo es una bro...
-¿Cómo lo sabes?
-¡Lyserg, cierra esa alcantarilla que tienes por boca! ¬¬
-o.O De qué hablas Verdecito?
-¬¬
-Verdecito...¬¬
-¡Pero si ella no tenía que saber nada!
-Lyserg, ya necesitas tomar tus píldoras en forma de osito o si no uno no sabe lo que va a pasar contigo -interrumpió Pilika jalando al inglés hacia la cocina, no sin antes darle un puntapié y lanzarle una mirada de "mejor cierra la boca si no quieres que te vaya peor".
-¿Píldoras de osito? Ya estoy confundida...no iban a ir de pesca? Y esas guitarras?
-No le hagas caso a Lyserg, ya sabes las ideas que tiene -murmuró rápidamente Anna tomando a la prometida de Manta del brazo, casi arrastrándola a la entrada- Bien Haruko, ha sido encantador que hayas venido de visita, pero Manta te espera, hasta luego!
-o.o Y yo que pensaba que era la más normal de todos -susurró Haruko encogiéndose de hombros, para después enfilar hacia su casa.
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Ya era tarde cuando Manta, con una sonrisa de felicidad en el rostro, se dejaba caer sobre su cama, mirando con orgullo su guitarra, recordando como habían logrado entrar a la gran Final de a Guerra de Bandas. La verdad, ni él mismo se lo esperaba, pero realmente habían tenido una gran actuación ante el jurado; lo mejor de todo fue ver la cara que Sojiro había puesto al saber que tendrían que competir una vez más dentro de u par de días...No, nadie se lo esperaba, pero había sido una gran sorpresa. Lástima que no pudiera ir a la pensión de los Asakura para festejar con los demás, pero había que recordar que eso era un secreto y que no se podría descubrir, al menos no dentro de unos cuantos días.
Bostezando, el muchacho contempló por última vez su cuarto, haciendo memoria de lo que había pasado en el día, dispuesto a dormir de una vez por todas. Entrecerrando los ojos, pudo distinguir que alguien intentaba deslizar algo por debajo de su puerta y se alejaba a paso rápido. Sin poder contener su curiosidad, el joven fue hacia su puerta, donde descubrió un trozo de papel, que levantó. Tenía algo escrito, y por la sonrisa formada en sus labios, el chico supo quien era la autora de ese recado.
-"Más te vale que ese pez sea grande" -leyó, levantando una ceja, sorprendido ante esa incomprensible frase de parte de Haruko. ¿Qué rayos quería decir? , se preguntó, bostezando de nuevo. Pero en fin, por ahora eso no importaba: Oyamada se caía de sueño, y ya mañana tendría más tiempo para descifrar ese mensaje. Dándole una última ojeada con cariño al recado escrito en papel azul, el joven lo colocó en su mesita de noche y se dio la vuelta, cayendo inmediatamente en un profundo sueño.
Continuará...
Neko: nn Holas! XD Bue, creo que me tarde de acuerdo a lo que había dicho, pero es que no lidio con eso de los exámenes mensuales - me atontan XD pero más que nada, creo que fue debido a que en estas tres últimas semanas presente una mini crisis emocional y otra mini crisis académica, además de un suceso que pasó que... bueno no creo que sea lo más conveniente en estos momentos; anyway solo quiero agradecerles sincera, pero muy sinceramente todos sus reviews,
de verdad que no tienen idea cuanto; son una inspiración constante y una razón para escribir además de una razón para seguir viva, en pie, etc...se qué suena raro pero para mi tiene mucho valor el que alguien lea lo que escribo, aunque no deje comentarios, simplemente por el hecho de hacerlo, y aún más por el hecho de que piensen o sientan que es algo que esta bien escrito, o que les guste la trama o qué se yo...bueno bastap! u.uU que si no me echo a llorar y yo, que ya he digievolucionado XD (larga historia) ya no tengo por qué hacer eso XD empecemos:
Daina-chan: x3 sie, Lyserg y Manta son beios nOn ..U psicología invertida? XD no creo que ningún tipo de psicología me ayude u.u ni amenazas ni elogios pero está bien XD seguiré escribiendo! o.ó
Shinjitsu: XD Sie, el caramelo ya está brotando bastante a partir de este punto XD pero tenia que ser n.n ¿te parece bien el nombre de la banda? A mi me gustó mucho nnU ojaláquede bien ..U yo también lidio con las tareas y todo eso pero no me va tan mal a fin de cuentas sobrevivo, y después e todo tengo los fines de semana para mis solita, yay! XD
Loconexion: U Descuida tomodachi por lo de los reviews, suele pasar n.nU babosos punkeros XD que genial, pero es mejor que poperos o.O ojalá sane el brazo de Haruko pronto XD y pues a ver que pasa con la banda, aunque todo por ahora está bien o
The chosen girl : ñau nOn que bueno que te agrada mi fic n.n le he puesto mucho empeño y dedicación XD es verdad cui te pareces a Haruko? o genial, ojalá yo pudiera decir lo mismo ;; pero soy muy diferente a ella XD aunque sí está bien; ya me estoy queriendo tal como soy :D
Neko: nn Pues esto es todo por hoy; espero actualizar más seguido, cosa que creo que haré o.O ñam gracias por sus comentarios de nuevo, significan mucho para mi nn matta ne!
