15) Secuestrada
Pasaron dos horas y nada sucedía… ya estaba comenzando a anochecer y Hermione moría de hipotermia; el frío iba lentamente carcomiendo su cuerpo al punto de que sus extremidades estaban tan congeladas que no se quedaba ahí por gusto, sino que porque no podía moverse. Mejor así pensó ella No tendré oportunidad de retractarme.
La noche finalmente cayó sobre los terrenos de Hogwarts y la castaña llevaba más de seis horas en la misma banca, recostada, muriendo de frío, con los labios azules y la piel comenzando a partírsele.
De pronto, un frío aún mayor le recorrió el cuerpo, como si hubieran abierto una ventana… pero no habían ventanas al aire libre… entonces que podía ser?
Sintió luego un respirar agitado… era sin duda un dementor, y ahora la estaba levantando. Parecía que la chica fuera levitando, y ahora entendía todo; Dumbledore les estaba regalando el trabajo para custodiar el castillo, y si atacaban de día, podían ser vistos y desterrados. Hermione no podía creer que estaba pensando en todas estas estupideces mientras un dementor estaba transportándola a quien sabe donde para darle el beso, o quizás no se lo de… nadie sabía, ni siquiera ella que por lo general tenía respuestas para todo. Notó como lentamente se elevaba sobre la blanca nieve y como la criatura no hacía ni una huella en ella.
De pronto, todo fue haciéndose más negro… más negro… más negro…
wuju... este fue más corto que el anterior... pero fue para darle cuota de suspenso... POM POM POMMMM! jejejeje... besos!
