Familias Imperfectas
20 Septiembre 2003
Querida Georgia:
Esta mañana me desperté con ganas de reconiliarme con Tall. Hace dos semanas ya que encontró la foto que me mandó mamá. Es probable que solo la haya tomado por curiosidad, y no la culpo. Me porté algo ruda al dejar de hablarle…sí, tengo derecho a guardarme lo que yo quiera para mí misma, así como ella nunca cedió en decirme nada sobre su pasado.
Me siento terriblemente culpable. Le he ocultado mis sospechas a todo el mundo, y digo sospechas por que no es nada seguro aún. Mis padres siempre me han tratado como si fuera su verdadera hija, pero no vivo en la luna para no darme cuenta de que no nos parecemos en nada fisicamente, en lo intelectuál si nos parecemos, pero en ese caso también en eso me parezco a cualquier persona que se interese en sacar buenas notas… Antes de entrar a Hogwarts, ya sabía que no era una muggle de verdad, hacía cosas raras de vez en cuando; eso era lo de menos, empecé a pensar en la realidad de mi familia, de hecho lo que más me afectó fué cuando no pude encontrar mi acta de naciemiento y mis papás dijeron que la habían perdido en unas vacaciones…brillante escusa…Lamentablemente nunca he tenido el valor para decirselos directamente, no los culpo, me han tratado como su hija verdadera toda mi vida y estoy segura de que me aman como yo a ellos…pero siempre he querido saber quienes fueron mis verdaderos padres. Seguramente fueron brujos. A veces me pongo a pensar en si serían como los señores Weasley, o los Malfoy…
En cuanto a Tall…tal vez tenga un problema parecido…es decir, a lo mejor cuando le diga el mío pueda decirme el suyo también. No niego que es una terrible estudiante: irresponsable, descuidada, irrespetuosa…sin embargo es una buena amiga.
Bien, esta decidido, mañana en Hogsmeade le hablaré.
Hermione
Eran las 9:09 cuando Hermione cerró su diario y lo metió a su baúl. El día siguiente sería su primer viaje a Hogsmeade en el año. Tall nunca había ido, por lo que sabía, y era una oportunidad perfecta para estar un rato a solas.
Tall llegó a su dormitorio a las 11:35. Había estado en la sala común de la casa con Pavati, Lavender y la chica Hill hablando de las novedades. Las tres le habían explicado que Hogsmeade era el único pueblo de magos en el país y que había geniales tiendas ahí. Al entrar al dormitorio, vió a Hermione ya dormida en su cama. Había estado pensando toda la semana en disculparse por lo de la foto, pero Hermione se la pasaba evitandola o ignorandola. Tenía el plan perfecto. Llamaría a Hermione aparte en Hogsmeade para hablarle, primero se disculparía, luego le contaría sobre su venida a Inglaterra, algo en lo que se había mostrado interesada desde que se conocieron. Tal vez así, Hermione se sentiría en confianza para decirle sobre sus padres. Sin embargo su plan estuvo en peligro de ser arruinado por la tentadora oferta de Draco Malfoy de ir con él al bar de "Las Tres Escobas".
Aquella mañana, Malfoy le había hablado formalmente por primera vez. Las veces anteriores que se habían visto los dos se limitaban a hacerse del rogar para que el otro le hablara, pero nunca había pasado nada. Le había dicho que la consideraba la excepción de Gryffindor y que le gustaría que lo acompañara al viaje a Hogsmeade. Esta "cita" conllevaba lo que usualmente haría con un chavo tan guapo como él…
Pero ¿qué haría con Hermione?…yá había sido suficiente de no hablarle asi que había rechazado la invitación…¿había hecho bien?
La mañana del 21 de septiembre Harry y Ron se despertaron sobresaltados. Neville Longbottom, su compañero de dormitorio, los había despertado
gritando.
-¡Despierten! La profesora MacGonaggal quiere hablarnos a los Gryffindors en la sala común- exclamó con una nota de orgullo cuando se incluyó entre "los Gryffindors".
-Neville…¿qué hora es?- dijo bostezando Dean Thomas.
-Son las ocho en punto.
Ron y Harry se vistieron rápidamente con unas túnicas sobre su ropa normal. En Hogsmeade los miraban raro cuando usaban ropa de muggle.
En la sala común ya estaban la mayor parte de los de la casa.
-¡Escuchen todos!- dijo MacGonaggal para traer la atención de todos- Este día todos podremos ir a Hogsmeade para divertirnos después de dos semanas de estudio- muchos aplaudieron y gritaron- Muy bien, los llamé para decirles que no toleraremos ningúna falta debido al peligro que corren todos por el suceso del año pasado.
A Harry le dieron escalofríos al recodar a lord Voldemort reviviendo.
-El pueblo esta resguardado por aurores del Ministerio, les pido mucha compostura y rápida acción ante cualquier improvisto. Bien, entonces, bajemos a desayunar.
La profesora no estaba muy de acuerdo en dejar a Harry ir por el pueblo haciendo travesuras con sus amigos, pero cuando se lo planteó a Dumbledore este le dijo que Harry tenía derecho a divertirse y a pasar un buen rato después de tanta tensión, después de todo, los aurores estarían ahí. Usualmente Dumbledore tenía razón, pero MacGonaggal aún no entendía sus razones para aceptar en el colegio a un Malfoy, depués de todo ahora estaban seguros de que Lucius Malfoy era un mortifago.
A la entrada de "Las Tres Escobas" se encontraban Harry, Ron y Hermione.
-Como extraño las cervezas de mantequilla, lástima que los muggles no las tengan.
-Por cierto Hermione- preguntó Ron cuando llegaron a una mesa desocupada- ¿qué pasó con la asquerosa de Rita Skeeter?
-¡Vaya! Bueno, cuando llegué a casa mandé una lechuza al Ministerio. Mis padres se han impactado al ver a un montón de magos llegar a mi casa. Skeeter no tenía licencia de animago, asi qué se ganó una buena represalia por parte de los del Ministerio, además de que ya no tiene licencia para ser reportera.
-Genial, "No más reputaciónes arruinadas por la vuelapluma de la odiosa reportera Rita Skeeter", me suena al encabezado perfecto.
En eso entraron al bar Tall y Malfoy.
Los tres se quedaron si habla.
Tall no se veía muy contenta, sino que trataba de zafarse del brazo de Malfoy. Lavender le había contado lo de el padre de Malfoy y se había arrepentido de haber tenido algún contacto con Draco alguna vez.
-Sueltame Malfoy, si no quieres que llame a algún auror para que te lleve a Azkaban con tu "papi".
-Cierra la boca, tu vienes conmigo.
-Sueltala Malfoy- Harry se había levantado.
-Potter ¿no puedes de jar de hacerte el héroe por un día?
-Ya lo oíste Malfoy.
Cuando Hermione se levantó para ayudar a Harry y Tall, esta se sintió mejor, al parecer Hermione no la odiaba del todo.
-¿Qué esta pasando ahí?- la señora Rosmerta había visto el tumulto.
Cuando se dió cuenta de que Draco Malfoy estaba ahí se hacercó a ayudar a Tall.
-Más le vale que la suelte señor Malfoy, aquí no acostumbramos controlar a la gente- Malfoy soltó Tall de mala gana- Y le pido que salga, no quiero más problemas.
Disgustado, Malfoy salió del bar con Crabbe, desde el regreso de Voldemort, Goyle no había regresado al colegio.
-Gracias- murmuró Tall.
-¿Puedo hablarte un momento afuera Tall?
Hermione y Tall salieron de "Las Tres Escobas" y se pusieron a caminar por el pueblo.
-Yo quería disculparme- dijeron al mismo tiempo.
-Dejame- dijo Tall- no era mi inetención meterme en tus cosas.
-Esta bien, yo no debí exagerar.
-Antes que nada quisiera decirte que cometí un error esperando que me explicaras de tus cosas personales cuando yo no te dije nada de mi pasado.
-Eso…
-Dejame terminar. Hace dos semanas que estoy aquí y aún no me abro con nadie. Quisiera que la persona que me apoyara en mis problemas seas tú.
-Pues…gracias.
-No es facil pero te lo contaré. Mi hermana y yo nunca hemos sido muy unidas. Verás nuestros padres no eran perfectos. Mi padre, Rudolph Ashcroft, era un auror, el error de su vida fué enamorarse de la hermana de uno de los peores mortífagos: Rumer Avery.
Los Avery fueron famosos por su fidelidad a lord Voldemort antes de Harry Potter y su caída. Mi padre la conoció y, para su desgracia, no pudo resistir a sus encantos. Ella no era una bruja normal, era asvr, como yo, le venía de su madre, quién lo heredó de su madre, es algo que usualmente solo se dá en mujeres. Ella no era la esposa perfecta, y no quería tener hijos. Mi padre, al contrario, los deseaba con todo su corazón, asi que le lanzó un hechizo a mi madre para que por una noche se olvidara de su deseo de conservar su figura. Así nació mi hermana. Para alegría de papá, madre comenzó a querer mucho a su hija, la amó con todo su corazón. Sin embargo papá quería más, así, convenció a mi madre de que otro hijo la dejaría igual de hermosa como estaba. Y nací yo, para mi pesar, ella se la pasaba comparandome con mi hermana. Papá empezó a faltar mucho a la casa por sus deberes de auror y mamá se volvió…no sé…algo loca. No podía hacer todo ella sola y no podía encontrar a un elfo doméstico tampoco. Al fín llegó el día en que se hartó de vivir en la miseria y desgracia y nos abandonó, llevandose a Nora.
Fué un golpe muy duro para papá pero yo estaba mejor así que con una madre que no me quería. Cuando cumplí 11 años, fuí a la escuela de magia en Australia, donde vivíamos. Cuando estaba en segundo año, nos llegó la noticia de que madre había muerto, atacada por un ladrón muggle, mi madre murió cuando este le disparó en la cabeza durante un robo. Nora tuvo que mudarse con nosotros. Nunca quiso mucho a papá. Cuando salió de estudiar entró al Ministerio. El año pasado, papá fué llamado acá a prestar sus servicios de auror y me puso en Hogwarts. Mi hermana no fué aceptada en el Ministerio de su país pero consiguió este trabajo de maestra. Así…esa es la historia de mi vida.
-Bueno, creo que tenías razón en querer guardarlo para tí. Mi problema es algo diferente.
Mis padres son muggles, siempre viví en su mundo y pensé que era una también. Algunas veces hacía cosas inexplicables pero no las tomabamos en serio. Cuando mi carta llegó me sorprendí mucho, me preguntaba de dónde lo había heredado, pero cuando leí que en algunas familias muggles había magos me aferré a esa teoría. Sin embargo, el parecido entre mis padres y yo no es mucho, de hecho ni siquiera tengo papeles que digan que soy su hija. Me gustaría saber quienes son mis verdaderos padres, y estoy segura de que mamá y papá me aydarían a encontrarlos porque me quieren y quieren lo mejor para mí, pero no me atrevo a enfrentarlos.
-Creo que deberías decirselos. Al fin y al cabo tienes derecho a saber la verdad sobre tí mísma. Será más fácil si lo haces por carta, creo yo.
-Tal vez les escriba cuando esté de vuelta en el castillo.
-Vaya, vaya, asi que en realidad puede que no seas sangre sucia después de todo Granger- era Malfoy.
-¡Malfoy! ¿Escuchaste nuestra conversación?- gritó Tall.
-Tu callate hija no deseada…
-¡Cierra el pico! ¡Largate Malfoy!
-Uy, la adoptada va a evitar que le diga a todos su verdad…que miedo tengo.
-No quisiera hacer esto pero…
Hermione tomó su varita y la dirigió a los ojos de Malfoy.
-Obliviate!
El encanto desmemorizador le pegó a Malfoy y lo lanzó al suelo.
-¡Hermione!
Hermione se dirigió a ver su Malfoy no había sufrido mucho daño en su caída.
-Esta bien, solo se golpeó, despertará sin saber que hacía aquí.
-No podemos dejarlo aquí.
-Le diremos a MacGonaggal que se cayó, la ví en el bar.
Tall y Hermione se dirigieron riendo a "Las Tres Escobas", donde dijeron a la profesora que habían encontrado tirado a Malfoy unas cuantas casas adelante.
Desde entonces, Tall y Hermione se llevaron mucho mejor. Hermione pareció resignarse de que Tall fuera un desastre en los estudios y Tall decidió aceptar a Hermione con todo y lo nerd.
Ron y Harry hablaban mucho con ella, de hecho también eran ya sus amigos, aunque no les había hablado de lo mismo que a Hermione, o Mione, como empezó a llamarla.
Malfoy estaba muy normal, el encantamiento desmemorizador había funcionado perfecto pues no recordaba nada de la conversación y pensaba que solo se había resbalado en Hogsmeade.
Se acercaba el día de Halloween y todos estaban ansiosos de tener un gran banquete. Pero Tall no pensaba en eso. Como les había dicho a Ron, Hermione y Harry, sería mucho más divertido hacer bromas por el castillo que sentarse a comer.
Hermione se mostraba algo renuente y no dejaba de repetir lo que pasaría si Filch los atrapaba, pero Ron era el que más defendía la causa.
-Hermione, solo haremos algunas bromas preparadas, así cuando todos regresen del banquete se hallarán con alguno que otro truco.
-Y lo mejor es que no solo será en Gryffindor si no en los pasillos y aulas también- explicó Tall.
Hermione iría con Tall hacia el ala norte y sus alrededores y Ron y Harry al sur.
Esa noche los cuatro se quedaron en sus dormitorios esperando que todos se furan al Gran Comedor.
Este estaba adornado con grandes calabazas, esqueletos que se movían solos y un montón de dulces de Halloween.
Ron se lamentó no haber robado algo de comer para la larga noche que tendrían.
Tall y Hermione, después de despedirse, comenzaron llenando las antorchas con poción fluoroscente color rosa. Cuando fueran encendidas al estar todo a oscuras, lanzarían gotas rosas por todas las paredes. Hermione estaba preocupada por esto pero Tall preparó las pociones para que se borraran solas en unas 3 horas.
Mientras Ron y Harry se habían propuesto hacer una broma espectacular para Trelawney, la maestra de Adivinación.
Cuando iban caminado hacia la torre norte escucharon ruidos adelante de ellos. Ron empujó a Harry dentro de una puerta grande de madera para evitar al que estuviera allí.
-Pero cómo, nadie va a dejar al pobre Peeves comer en el comedor con todos…como me encanta el Halloween…una pequeña pelea de comida no hace daño a nadie. Bueno, Filch al menos no debería ir tampoco, al menos me aseguraré de que pase mala noche…creo que a su gata no le gustarán estas cositas. Los Weasley si que inventan cosa buenas, ladridos estridentes…¡no puedo esperar a ver la cara de Filch al ver a su gata correr como la que lleva el diablo!
-Era solo Peeves.
-¿Qué es esto?
Ron y Harry habían entrado a un cuarto muy impactante. Era como una mazmorra pero estaba llena de escudos de Ravenclaw, tenía serpentinas y globos mágicos azules. Tenía aguilas, el animal de esa casa, pegadas en las paredes. Dos días antes Ravenclaw había vencido a Hufflepuff en el primer partido de quidditch. Hufflepuff había resentido muy fuertemente la falta de su buscador y capitán.
-¿Crees que sea una parte de la casa de Ravenclaw?
-No lo se, mira.
Harry había visto una puerta algo disimulada por un tapíz. A un lado había una pequeña caja.
-Tal vez lleve a la casa…¡Harry! ¿Te imaginas si hacemos las bromas en la casa de Ravenclaw?
-¿Y cómo se supone que entraremos?
-A lo mejor la caja tiene una llave. Alohomora!
La caja se abrió mostrando un pergamino algo rayado que decía:
-El quintaped ha llorado.
En eso la puerta se abrió sileciosamente mostrando una hermosa sala común.
-Al parecer tienen a su Neville- susurró Ron.
-¡Peeves! ¡Te escuché entrar aquí! ¡Sal de una vez!
Era Filch, el conserje, al parecer los había escuchado hablar dentro de la habitación. Harry Ron cerraron la puerta de la sala común y bajaron unas escaleras muy amplias para huír de Filch.
Entraron a una de las puertas de el pasillo al que llegaron.
Al entrar se dieron cuanta de que habían entrado a uno de los dormitorios de las chicas.
-¡Ron!- susurró Harry- Estos son cuartos de chicas…
En la habitación había cinco camas de dosel azul. En las paredes había globos y letreros de "Vamos Ravenclaw" y que cambiaban a "Si se pudo".
Las chicas no estaban tan mal ahora que se fijaban. Harry no pudo evitar pensar si estarían en la habitación de Cho Chang.
Avanzó entre las camas viendo a las chicas.
La primera tenía el cabello rubio y lacio hasta los hombros, tenía una linda cara, la siguiente tenía el cabello café claro y muy corto, su cara no era del todo de su agrado. Luego estaba una chica morena de cabello café con una cara muy de niña pequeña, su cama estaba bastante deshecha y ella estaba a punto de caerse. Después estaba una cama vacía. Por último una chica blanca de cabello café ondulado hasta los hombros, su cara era linda.
Ron no parecía interesado en verlas si no que escuchaba pegado a la puerta.
-Creo que nadie se acerca.
En eso la puerta del dormitorio se abrió y entró una chica.
Ron se cayó y Harry tuvo el impulso de taparle la boca a la muchacha para que no gritara.
-¿Mmm m?
Harry se puso rojo como un tomate, era Cho, se separó de ella rapidamente.
-Cho…
-Harry ¿Qué estas haciendo aquí?
-Uh…bueno nosotros…
-¿Cho? ¿Quiénes son ellos?
La última chica, la de cabello café, había despertado.
-Shhh, él es Harry y él…¿cómo te llamas?
-Ron- contestó algo avergonzado.
-Ron- completó Cho.
-Hola, yo soy Kania.
-Hola- dijeron Harry y Ron.
-¿Y bien? ¿Qué hacen aquí? ¿Cómo entraron?
-Bueno estabamos pensando hacer bromas por la escuela cuando entramos a su sala de festejos (por lo que parece) y entramos a la sala común.
-Con razón no te vi en la cena, hace horas que terminó.
-¿Me buscaste?- preguntó Harry. No podía creer que Cho hubiera notado su ausencia.
-Bueno…
-¿Cómo que hace horas que terminó?- preguntó Ron, sacando a Harry de su regocijo.
-Si- contestó Kania- la profesora Ashcroft tuvo que ser llevada a la enfermería y Dumbledore canceló el banquete.
-¿La hermana de Tall?- preguntó Ron a Harry.
-Así parece…
Para que no tener problemas, antes había olvidado decir esto pero... Todos los personajes y cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J.K Rowling y WB, excepto los que yo inventé vdd, esos solo usenlos pidiendo permiso eh?
Qué tal!!! Mejor no hago promesas de futuros sucesos…gracias por leerlo todo!!!!
He tomado la poción fluorecsente de un fic de Silverfox, ojalá no te molestes!
Comentarios, felicitaciones, besos, etc etc a no262a@aol.com o a noriko_gen@hotmail.com
Windy: Gracias, es que todo lo que yo hago es...tin-tin-tin-tin...di-fe-ren-te muajajaja... ya ya vdd me emocioné... sigue leyendo ojalá te gusta el chapter!
Iris Pollens: Pues es la verdad! Gracias! disfruta del cap!
Claudia: 'Chas gracias!
Aquél que dejo un rev. anónimo: Gracias que te guste. Esa pareja bueno... en lo personal no me agrada del todo pero después de todo yo solo soy su instrumento. Ya verás.
Atte: SaRaGeN J
Todo lo aquí contenido en esta historia tiene ©.
