Cuando falta algo
La pequeña sala de espera de la enfermería estaba casi vacía, Hermione y Tall estaban sentadas en un sillón grande. Estaban algo agitadas, habían tenido que correr para alcanzar a el director mientras llevaba a la profesora Ashcroft a la enfermería.
Tall había tenido la idea de poner un encantamiento de miedo en la puerta del comedor, para que todo el que pasara por ahí empezara a asustarse de todo lo que sucedía a su alrededor. Hermione le había dicho que era demasiado peligroso ya que los profesores pasaban por ahí también. Tall la había ignorado…
Cuando Tall estaba a punto de terminar el encantamiento, escucharon un gran alboroto dentro del comedor. Decidiéron mirar para ver si Dumbledore había traido alguna sorpresa especial para el banquete, pero lo que vieron no fué exactamente lo que se llama una sorpresa…al menos no agradable.
En la mesa de profesores, la profesora Ashcroft estaba en llamas…
Nora estaba sentada en su silla usual de Defensa Contra las Artes Oscuras, tenía los ojos cerrados con el ceño muy fruncido y unas llamas azules la cubrían toda. Vector y Flitwick, los que estaban más cerca de ella, estaban muy asustados y con las sillas echadas hacia atrás. Dumbledore se levantó de repente y gritó algún hechizo que las chicas no alcanzaron a escuchar. Entonces las llamas se volvieron más grandes pero en seguida desaparecieron. Nora cayó desmayada en los brazos del director que estaba a su lado.
Hermione estaba muy asustada, como el resto de los esudiantes, y no se percató de que Tall había entrado corriendo al Gran Comedor.
-¡Nora! ¡¿Profesor qué le pasa?!
-No lo se. Será mejor que me acompañes a la enfermería.
Tall y Hermione habían llegado poco después que Dumbledore, seguidas por MacGonaggal y Snape, los demás maestros estaban tratando de tranquilizar a los alumnos.
-Señorita Ashcroft, será mejor que usted espere…-empezó MacGonaggal
-¡Claro que no! ¡¿Espera que deje a mi hermana ahí sola?!
-Pero si no estara sola, madame Pomfrey y Dumbledore estan ahí con ella…
-¡Por favor maestra!- le contestó Tall exasperada entrando a la sala corriendo.
Habian pasado casi dos horas desde que Nora había entrado. La profesora MagGonaggal, Dumbledore y Snape se habían marchado hacía un rato. Hermione estaba algo cansada de esperar, pero Tall no daba muestras de querer irse.
La señora Pomfrey salió de la habitación.
-¡Señora Pomfrey! ¿Cómo esta Nora?
-Su hermana se encuentra mejor señorita Ashcroft.
-¿Qué le pasó?
-Nada importante señorita; ahora, creo que es muy tarde para que esté usted aquí, será mejor que vaya a su…
-No, me quedaré, ¿puedo verla?
-No creo que sea una buena idea, y respecto a quedarse…
-¿Y por que no puedo verla?
-La profesora ha pedido ver al director, señorita.
Haciendo caso omiso de los reclamos de Tall, la señora Pomfrey salió de la enfermería.
-¡Que no puedo verla! ¡Eso es lo que ha dicho! ¡Pues yo digo: Me importa poco!
Tall estaba a punto de entrar y Hermione de detenerla cuando entraron Dumbledore con la enfermera.
-¡Señorita!- exclamó Pomfrey.
-Esta bien, yo también querría entrar si fuera ella-explicó Dumbledore
-Usted si me entiende profesor- dijo suplicante- por favor dejeme entrar a verla un momento…
-No lo creo conveniente, pero le prometo que cuando la vea le diré que la deje pasar un rato.
Dumbledore entró a la habitación dejando a Hermione tratando de tranquilizar a Tall.
La habitación de la enfermería era individual. La mayoría de los estudiantes que sufrían alguna lesión o enfermedad eran atendidos en una cama que estuviera junto a otras y solo separada por cortinas. Los profesores, por su privacidad, tenían una habitación privada a la que los estudiantes no tenían acceso.
La profesora Nora Ashcroft había sido llevada en brazos de Dumbledore hasta ahí.
Ahora, Nora se encontraba acostada en la cama mirando a la ventana, donde solo se veía al cielo cubierto de estrellas, no había luna. Tenía los ojos enrojecidos de estar llorando y la piel muy pálida.
Dumbledore entró a la habitación, al abrir la puerta dejó entrar los gritos de inconformidad de su hermana. Nora esbozó una sonrisa.
-¿Cómo está profesora?- dijo amablemente el director mientras se sentaba en una silla junto a la cama.
-Llameme Nora profesor.
-Nora entonces.
-Estoy bien, algo deprimida, pero bien fisicamente hablando.
-Profesora…digo Nora, estuve pensando en lo que sucedió en el Gran Comedor. Estoy algo confundido, esperaba que usted me aclarara las cosas.
Un silecio se produjo entre los dos.
-Usted sabe que soy una asvr…
-Si, pero no creo haber leído en ningún lado hacerca de que los asvr pudieran encenderse en llamas.
-En efecto, usted no lo ha leido en ningún lado, puesto que, oficialmente, los asvr ni siquiera existimos.
Mientras Nora hablaba, miraba al cielo y en ningún momento le dirigía una mirada a Dumbledore.
-Los asvr somos el fruto de una estupida creación. Se suponía que debíamos tomar la magia de los humanos, la inteligencia de la gente de agua y la belleza de las hadas. Sin embargo, aunque tomamos la magia, también tomamos la sensibilidad fisica de una sirena y la sentimental de un hada. Así, nacemos viviendo por el sentimiento que se sintió por nosotros en el momento de nuestro nacimiento.
-Ya veo…
-Bueno, pues en realidad yo no fuí una hija deseada, y mi madre me odiaba cuando nací aunque cuando crecí me amó aún más que a mi padre y mi hermana. Por esto, me volví hiper-sensitiva a los sentimientos de odio, ira, rencor… Puedo sentir estos en cualquier ser viviente…y yo…no soy capáz de…pues…amar.
-Si voy bien, usted nació para los sentimientos malos pero no puedo creer que no sea capáz de amar. Usted amaba a sus padres.
-Pues nunca ame a mi padre, cuando mi mamá lo abandonó me llevó con ella y jamás pude conocerlo lo suficiente, ahora que vivo con él, debo confesar que me desagrada. En cuanto a mi madre, le juro que intenté amarla mientras vivió…pero siempre acababa odiandola…no se por que, la odiaba por ser hermosa, por ser inteligente, por amarme aunque yo no lo hiciera…la odiaba, a ella y a todo su ser. Ya que así es y seguirá siendo mi vida deberé acostumbrarme…los asvr somos fieles a nuestro sentimiento de nacimiento, y la muerte solo nos viene cuando somos capaces de afrontarlos. Toda mi vida busqué algo a que amar para al fín morir pero…
-Me temo que eso es imposible, cuando amas a una persona no quieres separarte de ella, y estoy segura de que cuando encuentres algo que en verdad ames no tendrás deseos de morir. Nunca encontarás amor si no quieres que este dure.
-Profesor no es facil.- soltó un suspiro de resignación- Mi madre por ejemplo, tuvo la suerte de morir de otra cosa y no de causas naturales. Ella se amaba a si misma como nunca pudo haber amado a algo más. Sus padres, cuando nació, desearon una hija perfecta. Y la tuvieron, y hubiera sido perfecta si no se hubiera amado tanto. El día en que hubiera encontrado un defecto en si misma hubiera muerto.
-No estará diciendo que desea morir…
-Pues no lo se, si muriendo dejara de sentir esto que siento lo haría. Es como si cada vez que alguien sintiera odio o ira u otra cosa mala cerca de mi, sintiera que me voy a un abismo. Sin embargo siento satisfacción…eso me hace sentir muy culpable después.
-¿Y qué hay de su hermana?
-¿Qué con ella?
-¿Tiene un sentimiento también?
-Pues…si, a diferencia de mí, cuando ella nació, madre la deseaba, había sentido lo que era ser madre y lo quería de nuevo…nació siento amada, pero cuando creció, mamá decidió tomar un marcado favoritismo hacia mí. Ha pasado toda su vida tratando de no ceder a sus sentimientos…pero ella no lo sabe… Ha tenido muchos problemas por ello, por eso el Sombrero Seleccionador se confundió tanto con ella.
-¿No sabe lo de…bueno, su condición?
-No, solo siente deseos de hacer todo lo que esté a su alcance porque fué deseada. No puede resistirse. ¿No ha visto sus piercings?
-Oh…si.
-No puede resistirse a desear todo, todo…y cuando desea algo pues lo obtiene.
-Osea, que cuando se resista a desear algo morirá…
-Eso creo.
-Pero profesora…
-Nora.
-Nora, no puede vivir una vida de odio…
-Es mi destino, si amo muero, si no, vivo odiando mi propia existencia. Deprimente ¿no?
-Creo que le hace falta descansar, le garantizo que mañana todo se verá mejor.
-Siempre me dicen eso…pero nunca pasa.
-Hay algo que aún no entiendo… ¿Por qué ardió en llamas de repente?
-Odio, sentí odio, esta escuela esta llena de chicos que se aborrecen unos a otros, estoy de acuerdo de que ninguno se odia realmente…pero todos esos rencores juntos…pueden provocarme algo así, me sentía tan mal que estallé…en realidad es mejor estar en llamas que no me queman que sentir todo ese dolor dentro de mi.
Hermione estaba a punto de caerse de sueño.
Harry y Ron habían pasado a la enfermería, pero la señora Pomfrey les impidió el paso argumentando que ya verían a la profesora después, que por el momento ya tenía demasiados visitantes.
Tall se había calmado, pero no había dicho una palabra.
Dumbledore salió de la habitación algo serio.
-Creo, señorita Tallulah, que su hermana necesita descansar. La verá mañana.
-No me moveré, no voy a dejarla sola.
-Esta bien, lo imaginé, Poppy ¿prepararías una de las camas para la señorita Ashcroft para que pase la noche?
Tall sonrió.
-Gracias. Profesor…¿podría decirme qué le pasó a mi hermana?
-Fué solo un encantamiento mal realizado-contestó tan tranquilo como pudo.
Albus Dumbledore llegó a su depacho algo fatigado.
Habría preferido decirle a la niña todo respecto a su raza y futuro, pero su hermana no lo consideró conveniente.
¿Su padre lo sabría? Tal vez se casó con la madre sin saber siquiera que no era una humana.
El sufrimiento de esta chica era muy grande, tal vez era cierto que moriría cuando hallara el verdadero amor. Era dificil pensar en lo que sería una vida odiando a todo el que la rodea. Incluyendo a su familia.
La mañana siguiente Hermione se levantó primero que todo Gryffindor para ir a la enfermería. Tall se había quedado a dormir ahí pero ella se había ido al dormitorio.
Parvati y Lavender habían tratado de sacarle lo que hubiera sabido en compañía de Tall pero no les dijo nada, en realidad no sabía nada.
Iba pasando por un pasillo hacia la enfermería cuando algo atrajo su atención.
La profesora Trelawney y Sprut iban caminando hablando muy bajo.
-Aún no sé por qué no despidió Dumbledore ya a esa loca- susurró la profesora Trelawney.
-Además de que es demasiado joven.
-Bueno, yo empecé joven también, mis predicciónes y el don se me dieron desde que era bastante pequeña, pero te puedo asegurar que en mis años mozos nunca hice algo tan peligroso para los estudiantes.
-Tienes razón, pudo haber lastimado a alguien. Vector me comentó que Nora tuvo unos dolores de cabeza muy fuertes antes del incendio.
-Ya se lo decía yo "Cuidado con esos dolores, pueden acarrearte cualquier imprevisto", se lo dije ayer por la tarde, acababa de revisar mi bola de cristal y noté algo ardiendo en el Comedor. Lamentablemente no lo tomé en serio. Pensé que sería simplemente un alimento demasiado picante en el menú de hoy.
-Sybill, debiste mencionarlo. Dumbledore no lo veía venir. ¡Y llevarla cargada! Pudo haberlo lastimado.
Hermione decidió dejar a las maestras solas. No podía entender como Sprout hablaba tan mal de la que vino siendo su amiga, por lo que vieron en el tren. En cuanto a Sybill Tralewney…era de esperarse.
Cuando entró a la sala de espera Tall estaba dando vueltas en la habitación.
-¡Es la última vez que se lo pido señorita Ashcroft! ¡Deje de caminar en círculos!
-¡Y qué quiere que haga! ¿Dormir? ¡Ni loca!
-¿Tall? Tal vez la señora Pomfrey tenga razón…
-¡Hermione! No te pongas de su lado por favor.
-Bien, te he traído un sandwich, no cenaste ni creo que vayas a ir a desayunar.
-En efecto Hermione, no iré.
-¿Piensas faltar a Cuidado de las Criaturas Mágicas?
-Sí, Hagrid entenderá. Además no tengo muchas ganas de ver a Draco Malfoy.
-Pero después tenemos clase de vuelo y Pociones.
-Hooch me dejará faltar. Snape no me importa en realidad.
-Perderás muchísimos puntos y…
-¡Es lo único que te importa!
-Lo siento…
-Bah, no importa. Gracias por el desayuno.
Harry y Ron estaban algo preocupados.
No había rastros de Hermione o Tall en la casa de Gryffindor. En el fondo se alegraban, se sentían algo avergonzados de su incursión el los dormitorios femeninos de Ravenclaw la noche anterior.
Fueron caminando hacia la cabaña de Hagrid.
-¡Harry! ¡Ron!- gritó Hagrid desde su puerta de donde sacaba una enorme caja de madera.
-Espero que no sea ningún escregucto de cola explosiva- susurró Ron.
-Creo que todos murieron…gracias a Dios.
-Chicos, ¿saben cómo esta Tall?
Hagrid se había vuelto amigo de ella también desde que se empezó a juntar con ellos.
-No lo sabemos. Hermione no nos dijo nada anoche, y no la hemos visto.
-Debe estar algo alterada. Dumbledore no ha querido comentar con nadie la razón del incendio.
-¿Tu sabes como pasó?- preguntó Harry.
-Pues Nora, digo la profesora Ashcroft, solo estama cenando cuando se quejó de un dolor de cabeza muy intenso, luego de enderezó y llamas salieron de su piel. Flitwick casi muere del golpe que se dió al caer, pero se recuperó rápido. Por cierto…¿dónde estaban ustedes?
-En la sala común…nos sentíamos mal- contestó Ron.
-Deberían ir a la enfermería, tal vez es una especie epidemia.
-No lo creo, nos sentimos mucho mejor.
-¿Hoy no vinieron tus mujeres Potter?
Era Malfoy.
-¿Qué es lo que quieres Malfoy?
-Nada, solo quería que le dijeras a tu amiga "ulah-ulah" que ya perdió su oportunidad conmigo.
-Como si la quisiera…
-¡Ya estoy aquí!
Hermione venía corriendo del castillo.
-¿Qué supiste?- le preguntó Harry.
-Nada, ni Dumbledore ni la señora Pomfrey le dijeron nada a Tall.
-Debe sentirse impotente sin saber nada.
-¡Atención todos! Hoy veremos a unas criaturas pequeñas y bastante raras.
Hagrid metió la mano en un agujero de la caja y sacó lo que, o bien era una mosca con forma humana, o un hada bastante peluda.
-Esta es una doxy, aveces llamada hada mordedora.
-¡Que fea! ¡No se parece en nada a un hada!- exclamó Pansy Parkinson al verla.
-No debes ser tan ruda, tienen mal temperamento.
La doxy pareció enfadarse ya que agitó sus dos pares de patas y brazos y sus alas de escarabajo.
-La doxy prefiere un clima frío por eso viven en el norte.
Pueden poner hasta 500 huevos que entierran hasta que se rompen a las dos o tres semanas. Les daré una a cada pareja para que las observen y aprendan a protegerse de sus mordeduras, que por cierto son venenosas.
Harry y Ron pasaron toda la clase tratando de dominar a la suya, que resultó ser una especialmente temperamental. Hermione, por su parte, se puso con Neville, quien no fué muy cuidadoso y rompió una de sus alas. La doxy se puso a llorar y fué volando como pudo hacia Hagrid, que la guardó en la caja grande con una pequeña cinta en el ala rota.
-En realidad crecerá para mañana, pero se sienten tristes, piensan que nunca más les creceran- explicó Hagrid a un muy arrepetido Neville.
Tall no llegó.
Harry estaba exento de la clase de vuelo porque era parte del equipo de quidditch y se despidió de Ron y Hermione para ir a la sala común. Las pruebas de el equipo de Gryffindor para nuevo guardián se harían hasta el día siguiente, les tocaba jugar en navidad pero habían tardado tanto en elegir a Angelina como nueva capitana que el tiempo se había pasado volando.
-Estuve pensando en hacer la prueba para el equipo, ¿crees que sea una buena idea?-le preguntó Ron a Hermione.
-¿Eh? Si, claro.
-Y me gustaría también audicionar para ser el nuevo vocalista de las Brujas de Macbeth, ¿crees que lo consiga?
-Oh, claro.
-Hermione…¡despierta!
-¿Qué te pasa?
-A ti, no me prestas a tención. Si es por lo de Tall, no te preocupes, ella puede cuidarse sola.
Madame Hooch pareció entender las razones de Tall para faltar, pero si les quitó 5 puntos.
Tall había estado en la sala de espera toda la noche y casi toda la mañana. Estaba harta de estar sin hacer nada. Le comían las ansias de no saber nada de su hermana. En realidad no le importaba mucho verla. Su relación no era la más calida del mundo y Nora siempre había sido indiferente con ella. Lo que en realidad le preocupaba era la razón de ese fuego. La mayoría de las cosas raras que tenían era por causa de sus ascendentes de otras razas. Se contagiaban de enfermedades de agua o tenían periodos de que parecían estar en otro mundo, una enfermedad de hadas llamada Juldia por su descubridor Adam Julegard. Tenía algo de miedo solo de pensar que a ella le pudiera pasar algo así de repente. Arder en llamas no era lo que consideraba algo ligero.
La señora Pomfrey entró a la habitación de Nora algo apurada.
En seguida salió con la paciente, estaba prácticamente normal exepto por la palidéz de su rostro.
-¡Nora!
-¿Qué haces aquí? Deberías estar en clases- dijo Nora con una voz tan fría que pudo haberse confundido con la de Snape.
-No importa.
-Su hermana se quedó desde anoche aquí por usted profesora- explicó la enfermera.
-¿En serio? Mal hecho, debiste ir a tu dormitorio. Yo estoy bien, ya sabes, siempre surge una enfermedad rara que no conocíamos.
-Me alegro que estes bien.
-¿Y qué esperas? Ya vete.
Tall salió corriendo de la enfermería. Su hermana se encontraba muy bien, se comportó como siempre…
Snape ya había terminando su clase de pociones de rapidéz y eficacia. Hermione, Ron y Harry salieron de las mazmorras algo disgustados, Snape les había quitado 10 puntos por la ausencia de Tall.
Al salir vieron a la chica recargada en la pared del pasillo.
-¡Tall! ¿Cómo esta tu hermana?
-Bastante bien, ya esta normal.
-¿Y qué tenía?- preguntó Ron.
-No lo se, y creo que ella tampoco. En todo caso no me importa realmente. Y bien, ya tengo hambre.
Los cuatro se dirigieron al Gran Comedor.
Hermione notó que la profesora Aschroft no estaba en la mesa de los profesores pero Tall parecía no interesarse.
Por la tarde tuvieron muchas clases en las cuales conversar de el suceso pero Tall evadía las preguntas. Lo aceptara o no, le dolía que su hermana la tratara de ese modo que dejaba mucho que desear…de hecho deseaba que fuera más calida o comprensiva con ella, al menos debería de mostrarse agradecida por los sacrificios que hizo por ella.
Al día siguiente tendrían Defensa y Hermione estaba impaciente de ver si Tall seguiría con su actitud indiferente ante su hermana. Después de todo por algo dicen que las relaciones se vuelven más estrechas después de un acontecimiento malo en común.
Todos los personajes y cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J.K Rowling y WB, excepto los que yo inventé vdd, esos solo usenlos pidiendo permiso eh?
CurlsofGold: Así es como ves? Buenas parejas eres brija o que??? bien ya verás. En este cap no mucho amor pero sí pasan cosas...
naomi: Gracias, sigue leyendo que tendrás resultados.
Dos r/r!!! Que miserable... Si les gusta o no diganlo!!! Estas chicas han sdo buneas sigan su ejemplo!
Algo sentimental pero bueno a mi me gusto. En el siguiente las pruebas de quidditch y la locura de los fanáticos del deporte…o de los jugadores.
Gracias por leer hasta el 5!!!
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