"Tal vez lo que distingue al sueño de la vigilia no es la mente, sino el corazón."
Querida Georgia:
No sabes cuánto te he necesitado últimamente.
Estoy bastante consiente que yo soy la culpable de que hayas caído en tantas manos diferentes últimamente, pero créeme que si alguien sufrió por ello fui yo. Me trajiste bastantes problemas sobre las cosas que escribí a principios de año. Esas cosas de que aún me gustaba Harry y que yo le gustaba a Ron. Lamentablemente... bueno, tal vez esa no sea la palabra pero en fin... muchas cosas han cambiado desde entonces. Para empezar Ron y Kania siguen juntos... sé que esa es la razón por la que te lancé por la ventana, pero desde que Malfoy te leyó frente a toda la clase... bueno, digamos que ahora mi relación con ellos dos ha mejorado considerablemente. Kania ha resultado ser una niña bastante... soportable, por decir algo.
Harry por su parte sigue casi igual. Nada relevante en realidad.
Y Tall... ¡Bueno con ella nunca se sabe! Aunque hace rato casi se mata con Pansy Parkinson y ahora está de lo más feliz. En estos momentos sigue en la enfermería con Malfoy ya que este fue atacado por esta chica cuyo nombre no quiero volver a escribir.
Realmente no tengo ganas de volver al baile. Es mejor poder volver a escrbirte. Y prometo solemnemente no volver a descuidarte de esa manera.
Realmente así lo espero Hermione.
Hermione se quedó estupefacta.
¡El Diario parecía haberle contestado!
"Pe-pero no..." pensó nerviosa "No puede ser posible. ¡Espera! Sí puede ser posible Hermione. Mamá lo compró en el Callejón Diagón después de todo. Deber ser un Diario Mágico... ¿Pero cómo es que nunca antes me había contestado? ¡Oh no! ¿Qué tal si se trata de algún Diario con el recuerdo de otra persona? Co-como el de Tom Riddle... Bien, no tengo nada que perder..."
Hermione tomó de nuevo su pluma y la mojó en tinta. Si el Diario realmente estaba encantado tenía que averiguar todo lo que pudiera. Estaba temblando pero respiró hondo y escribió:
¿Quién eres?
Esperó un momento. Nada aparecía.
"¿Ves Hermione? No era nada de qué preocuparse. Estas muy cansada eso es lo que..."
Pero cuando estaba ya convenciéndose a sí misma que se había imaginado la respuesta del Diario este volvió a escribir algo en la página.
Mi nombre es Hermione Granger. Un gusto hablar contigo por fin Hermione.
Se quedó estupefacta. ¿Por qué decía su nombre? ¡Era simplemente imposible! ¿O no?
No puede ser que ese sea tu nombre. YO soy Hermione Granger.
Lo sé. No necesitas remarcarlo tanto.
Si lo sabes ¿por qué lo dices?
Sé que debes estar algo confundida, pero no hay razón. ¿Me permites explicártelo?
Por favor.
Verás. Todos los Diarios Mágicos tienen un encantamiento que hace que guarden el recuerdo de su dueño. Es obvio que no te había podido hablar anteriormente pues aún no podía capturar tu esencia. Lo sé. Suena bastante indeseable pero en realidad solo es el hecho de que yo soy una réplica exacta de tus pensamientos y tu forma de ser. Espero que estés feliz de que ya podamos hablar. Ahora puedo ayudarte más que como un simple desahogo ¿no lo crees?
Bueno, ahora todo estaba más claro. Con esta explicación podía entender cómo es que la memoria de Tom Riddle había perdurado. Pero había algo que aún la preocupaba.
Ya una vez tuve la oportunidad de tener contacto con un Diario igual Pero este era de un chico que vivió hace 50 años. Lo que se me hizo raro es que en sus páginas no estaban escritas las memorias sino guardadas como una película muggle.
Bueno eso es opcional. Casi siempre las memorias se conservan justo como tú las grabas. Es decir, si lo has estado escribiendo así se quedan pero si decides guardarlas como pensamientos así se guardan también. Aunque claro, si las guardas escritas corres un gran peligro de que sean divulgadas pero que ahora que el Diario ha logrado completar el ciclo de formación creándome a mí tienes una especia de seguro. Cada vez que alguien que no seas tú lo tome, todo lo que contenga se volverá invisible, hasta que tú des tu autorización. Es por eso que debo pedirte que escribas una contraseña en la pasta delantera del cuaderno. Donde está el título escribe la que quieras.
Sin duda estas eran buenas noticias. Ahora si podría tener completa seguridad de privacía. Cerró el Diario y sobre la leyenda "Diario: Propiedad de Hermione Granger" posó su pluma. Ahora tenía que pensar en una palabra que no fuera fácil de adivinar... al menos una que fuera complicada de averiguar... Y lo primero que se le vino a la mente fue el número de teléfono de sus padres. Era imposible que alguien en el mundo mágico supiera siquiera qué era un teléfono. Después de escribirlo volvió a abrir el Diario.
Hecho.
Muy bien Hermione. Solo nos queda desear que no se te olvide.
Oh no lo creo. Pero en fin... Ahora voy a dormir. Es bastante tarde y aunque mañana no hay clases me parece que tendré que levantarme temprano para ponerme a trabajar en las tareas que no he hecho en las vacaciones.
¡Hasta la próxima entonces Hermione!
Espera! Una última duda, ¿te tengo que llamar Hermione ahora? Suena bastante raro.
Tienes razón en eso... Pero no me gustaría que me siguieras llamando Georgia.
¿Qué tal solo Hermi? Solo Ginny me dice así de vez en cuando y no suena tan mal.
¡Por mi esta muy bien!
¡Entonces adiós Hermi!
¡Claro! ;)
"Empecé odiando la idea de un inútil Diario y ahora converso con un alter-ego de mí misma... Esta de risa esto."
:S
El cielo estaba despejado. Los terrenos de Hogwarts estaban desiertos. Excepto por él. Estaba allí parado mirando al lago. Allí donde se había sumergido el año pasado para rescatarla. Cuando había mostrado a todos que ella era su "pertenencia más preciada" Cuando le había dicho que nunca había sentido lo mismo por otra chica. Jamás.
Su cabello negro era ondeado por el viento.
Caminó hacia él intentando no hacer ruido. Hacía ya mucho tiempo que no lo veía. Había recibido miles de lechuzas diciendo que viniera a verlo. Pero ella simplemente las había ignorado. Y él había seguido su vida. Y ella la suya.
¿Pero lo había olvidado? ¿Realmente estaba ya fuera de su mente?
Se paró justo detrás de él. Tal vez la razón por la que había venido a hablarle. A verla. A tan solo estar en su compañía. Era porque realmente sentía que... Bueno que no era tan solo una obsesión de verano. Que no era un simple enamoramiento de adolescentes.
Dentro de ella estaba la posibilidad. Pero había algo que la detenía. ¿Por qué no podía acercársele más? Si tan solo pudiera ser capaz de tocar su hombro. Si tan solo pudiera ver el rostro un tanto hosco del chico que la hacía sentir así ahora. Quería realmente ver su cara. Tan solo para estar segura de que era él. En el fondo algo la hacía dudar. ¿Sería realmente él el que estaba allí para ella? ¿El que siempre había estado ahí para ella?
Una ráfaga de viento sopló más fuerte haciendo que su piel se enchinara. Se dio cuenta de que no traía su abrigo. En cambio él sí. Tenía puesto uno enorme. Bastante confortable por lo que se veía. Sin querer sus dientes chocaron. Y él volteó.
-¡Hermione! Estas temblando, ¿por qué no me habías hablado? Y yo aquí parado sin verte. ¡Toma mi abrigo!
Ella sonrió levemente. Se puso el abrigo y dejó que él la rodeara con sus brazos. No eran ni remotamente tan fuertes como los de aquel moreno. Pero eran suyos... y estaban a su alrededor. Le alivió que la cara que estaba ahora tan cerca de la suya fuera exactamente la que esperaba ver. La del chico que le amaba. El chico que amaba. Más bien del hombre que amaba pues... No sabía que más pensar. Pero se estaba acercando. Jamás había sentido su aliento tan cerca de ella. Tan tibio contra su rostro. Y su boca. Más cerca y más irresistible que nunca. Y sus labios se adelantaron hacia ella. Y suavemente tocaron los suyos. ¿Acaso era posible tanta felicidad? Ahora estaba segura. No era que fuera el mejor beso del mundo. Pero se sentía inmensamente bien. ¿Qué era? ¿Qué era lo que la hizo sentir tan segura? ¿Tan bien? Era él. Tan solo él. Finalmente se separaron. Sus ojos brillaban más que nunca.
-Entremos al castillo, ¿quieres... Ron?
^.~
-¡Hermi! ¡Hermi! ¡Despierta!
Ginny entró corriendo a la habitación de las chicas de quinto grado. Se lanzó sobre la cama de Hermione sacudiéndola.
Parvati se sentó en su cama.
-Ginny, ¿te importaría hacer menos ruido? Estamos tratando de dormir aquí.
-Oh si lo siento...- murmuró Ginny bajándose de la cama.
Hermione abrió los ojos mirando a Ginny. Ese cabello. Ese cabello pelirrojo. Idéntico.
-¿Qué pasa?- preguntó algo amodorrada
-¡No vas a creerlo Hermione!
-Pruebame...- contestó mientras se sentaba y se ponía las pantuflas.
-Hermione. Oh no mejor quédate sentada- añadió Ginny empujándola de nuevo a la cama cuando se acababa de poner en pie- Es la mejor Navidad de mi vida.
*_*
Después de una semana de la ajetreada noche de Navidad la gente aún hablaba de la pelea de Tall y Pansy y de su repugnante castigo limpiando los pisos de los calabozos a mano. De el estado "crítico" de Malfoy, que en realidad había salido de la enfermería la mañana siguiente. Y de que el famoso Harry Potter ya tenía novia.
Hermione estaba muy feliz de que Harry y Ginny al fin se hubieran hecho pareja. Aunque ahora se sentía algo abandonada. Ahora que sus dos mejores amigos tenían chicas con quienes estar y Tall estaba más cerca de Malfoy que nunca, ella estaba pasando mucho más tiempo de lo usual en la biblioteca.
Desde aquella noche después de Navidad cuando había tenido ese sueño se sentía muy rara. Según este sueño lo que realmente sentía era amor. Pero no hacia Viktor Krum. No hacía ese chico con el que había ido al baile de Navidad del año pasado. Sino hacia este otro. Hacia este tonto con el que siempre peleaba. A este chico por el que había creído sentirse atraída cuando había conseguido una novia. Pero era imposible. Y ella lo sabía. Él estaba tal feliz con la chica esta. Kania Dänkien. ¿Pero quién era ella para interferir ahora? Obviamente lo que ella quería era estar con él. Sin tener que parecer mal tercio. Pero no podía. No era capaz de confesarle cómo se sentía por él. No después de que todo lo del diario se había aclarado.
Afortunadamente su nuevo y mejorado Diario había sido de mucha ayuda. Tener alguien con quien conversar que no tenga nada que ver con el problema en sí era realmente bueno.
Solo algo había cambiado realmente desde Navidad.
Casi todo su tiempo libre Hermione estaba haciendo sus tareas en la biblioteca. Y allí siempre estaba Blaise Zabini. Hermione entendía que se esforzara tanto pues, como ella, él también quería llegar a ser prefecto de su casa. Pero esto era el extremo. Estaba ahí todo el tiempo y cuando ella llegaba siempre iba a sentarse a su lado. Al principio Hermione pensó que algo raro le ocurría pero cuando le preguntó este solo le dijo que no era nada, y pronto se había hecho normal que estuvieran juntos. Incluso comenzaba a disfrutar realmente de pasar el tiempo con el Slytherin. No sabía si comenzar a pensar el él de una forma diferente. Pero simplemente no podía olvidar ese sueño.
¬_¬
Harry, Hermione, Ron y Tall acababan de terminar de comer y se dirigían a sus clases de la tarde. Harry y Ron tenían Adivinación, y después de escuchar a sus amigas mandarles indirectas de lo maravillosa que era la profesora Vector, se dirigieron a la torre norte. Ultimamente la profesora Tralewney había estado muy tranquila. La predicciones de muerte para Harry habían ido disminuyendo pero ahora estaba a punto de empezar un nuevo tema y Parvati y Lavender estaban extasiadas con la expectativa.
-Queridos míos, este nuevo periodo de clases nos lleva a un nuevo método de adivinación. Este es un método que muchas manos muggles han querido dominar, pero casi ninguno lo ha logrado, y digo casi, mis alumnos, ya que unos pocos de ellos han demostrado tener un don, probablemente un vestigio de sangre mágica en sus venas diría yo, pero en realidad no hay que sorprenderse, pues la lectura del tarot es bastante fácil de llevar a cabo.
Lavender y Parvati parecieron emocionarse y rápidamente sacaron sus barajas. Este curso escolar, la profesora Tralewney les había hecho comprar un mazo de cartas del tarot, para el mucho disgusto de la señora Weasley.
"Realmente no le veo la utilidad a esto. La adivinación esta hecha para los que tienen el don y punto final. Pierden su tiempo creyendo en todas estas tonterías y jugetitos que aseguran ver el futuro. ¡Y lo que cuestan! Me gustaría que esa maestra suya les pagara estas cosas. Ya la veré yo..." había dicho literalmente. Pero al parecer la mayor parte de la clase estaba feliz de poder entrar a este tema.
-Prefiero jugar un rato a las cartas que estar haciendo cuentas para ver la posición de los planetas ¿no lo creen?- les dijo Dean Thomas al oír sus quejas.
-Yo preferiría estar en mi dormitorio tomando una siesta si a esas vamos- contestó Ron.
-La baraja de tarot completa consta de 78 cartas: los arcanos menores y los arcanos mayores, también conocidos como triunfos que son las cartas con figuras simbólicas- explicó la maestra caminando entre las mesas.
Harry y Ron sacaron estas últimas viendo las ilustraciones.
Algunas eran bastante grotescas, como la del ahorcado, aunque claro que a ellos les parecieron geniales.
-Es algo complicado aprenderse todos los distintos significados de cada uno de los arcanos mayores. Pero con la práctica podrán hacerlo. Saquen sus libros de El mundo incierto del tarot y traten de formar las formaciones de cartas que ahí les sugieren. Harry y Ron abrieron sus libros para empezar a ver las cartas.
Estuvieron burlándose de las ilustraciones que venían en este, pero después de un rato se aburrieron y estuvieron haciendo pirámides de cartas mientras la profesora no los veía. Pero cuando Ron estaba a punto de terminar una excepcionalmente grande la maestra los descubrió.
-Veo que el respeto que tienes por estas cartas es muy escaso señor Weasley- susurró acercándose a él- ¿Me pregunto que podría decirle ahora con una lectura?
La delgada mujer atrajo un sillón vacío hacia la mesa de los chicos con su varita y se sentó cuidadosamente.
-Veamos...- empezó mientras barajaba las cartas que Ron había ahora recogido. Empezó a hacer una formación con ellas encima del mantel siendo el punto de atención de toda la clase, que ahora estaba reunida a su alrededor.
Ron, que se había sentido algo asustado cuando la maestra le había visto, pero ahora estaba bastante emocionado ante la posibilidad de que esta cometiera un error como el que había hecho el año pasado al decir que Harry había nacido en pleno invierno cuando en realidad había nacido a finales de Julio.
Al parecer la lectura de cartas de Ron era bastante aburrida pues la profesora se veía algo molesta.
-Bien mi querido. Tu lectura no es nada extraordinario. A menos de que pienses que la ruptura con tu novia sea algo trascendental.
Ron entonces cambio la cara. Se puso muy serio.
-¿E-está segura?- titubeó.
-Si pequeño mio. Al parecer un término está muy próximo, pero no te acongojes, al parecer detrás de esta chica actual viene una mejor, por lo que veo es una chica que ya conoces y que ahora mismo siente cosas muy fuertes por usted. De hecho- añadió bajando su tono de voz que de por si ya era muy bajo-, ella será la causa de su ruptura. Se dará cuenta de que a la que en realidad quiere es a ella.
-Debe estar bromeando. ¿Dice que romperé con mi novia pero que luego tendré otra? ¿Alguien que ya conozco además?
-¿Eres de lento aprendizaje Ron? Sí, eso es lo que dijo- exclamó Lavender exaltada.
-Sin embargo señor Weasley, las cartas son bastante inexactas. Si me permitiera hacerle una lectura por medio de mi bola de cristal... tal vez podría decirle quién es esta chica exactamente.
Lavender, Parvati y otros se mostraron muy emocionados pero Harry y Ron se habían tranquilizado. Probablemente cuando la profesora de asomara a su bola llena de humo no vería nada más que la figura confusa de alguna mujer según sus imaginativos ojos.
-Por mí esta bien- dijo Ron bostezando- Pero no me reclamen si no averiguan nada.
Parvati corrió hacia la mesa que servía de escritorio a la maestra al frente del salón para traer la bola de cristal. Todos se apartaron para dejarla pasar.
-Aquí tiene profesora Trelawney- dijo Parvati sin aliento.
-Muchas gracias señorita Patil, y déjeme decirle que anoche que estuve consultando las estrellas pude ver que los planetas están en una posición muy favorable para los de su signo.
-Apuesto a que eso les dice a todos los barberos como ella- murmuró Harry a Ron.
-Voy a necesitar silencio para esto clase- dijo alzando la voz la maestra. Cerró los ojos y empezó a rodear la bola con sus flacas y largas manos de uñas largas. Entonces, después de un instante de quedarse petrificada, levantó los párpados y miró fijamente a la masa de humo multicolor dentro del cristal.
-M-mmm- comenzó- Justo lo que me temía.
-No, no me diga, Flour Delacour esta enamorada de mí, ya lo sabía.
-¡Silencio! Definitivamente tiene usted un problema de respeto a los poderes superiores Weasley.
-Sí, tal vez tenga razón.
-Lo que la bola me muestra es bastante turbio como para que pueda interpretarlo yo sola. Necesitaré mi libro de notas.
Parvati entendió la indirecta y corrió nuevamente a la mesa trayendo consigo una carpeta llena de trozos de pergaminos.
-Gracias de nuevo señorita Patil.
Trelawney pasó las hojas mojándose los dedos de saliva haciendo que Ron hiciera un gesto de repugnancia bastante notorio.
-Vaya señor Weasley, parece que las cartas decían lo correcto. Sí, en efecto, tiene usted una chica que quiere algo más que amistad con usted.
-¿Puede decirnos quién profesora?- preguntó emocionada Lavender.
-Mi querida señorita Brown, me parece que hablar de la vida privada del señor Weasley abiertamente es muy inadecuado. A menos claro, que a él no le importe.
Todos voltearon a ver Ron. Los ojos agrandados por las lentes de la profesora Trelawney se clavaron en los suyos haciéndolo sentir incomodo.
Ron estaba a punto de decir que por él no había problema, cuando sonó el timbre de término de la clase. Todos, un tanto desilusionados, se retiraron del aula dejando allí a la maestra que llamó a Ron para que se acercara a su mesa.
-Me parece querido, que debes tener más cuidado con lo que haces y dices en cuanto a tu mala opinión de la adivinación. Los hados pueden dejar de favorecerte; tal vez hasta podrían hacer que esta chica de la que le hablé hace un momento deje de sentir algo por usted.
~_~
Ron bajó de la trampilla de la torre norte para ir con Harry hacia el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras.
-Que alivio que sonara la campana justo a tiempo ¿no crees?- le dijo Harry a Ron antes de entrar al salón.
-Supongo. La verdad creo que solo estaba tratando de asustarme con eso de hablar de mi vida privada. Y ahora me dijo que si no le tengo más respeto a la adivinación los "hados" pueden dejar de favorecerme.
-¡No digas!- exclamó Harry fingiendo pánico.
En eso llegaron Tall y Hermione de su clase de Artimancia. Las dos estaban algo serias, al parecer este día la profesora Vector les había cargado la mano con la tarea.
-Pensé que su maestra favorita nunca les dejaba nada que hacer.
-Bueno Ron, no esperarás que estemos así todo el tiempo. Una que otra vez tenía que hacernos practicar fuera de la clase- explicó Hermione muy seria.
-Sí claro, tú tienes la razón. Aunque claro, hoy Harry y yo no tenemos na-da que hacer y por mí te puede pasar todo el tiempo que quieras practicando.
Tall se mostró algo diferente en esta clase. Por extraño que les pareciera a todos, trató de participar siempre que su hermana hacía alguna pregunta. Mas, para su tristeza, esta nunca la elegía sino que la pasaba por alto. Hermione se sentía algo enfadada por esto. Por primera vez Tall trataba de mostrarse participativa y la profesora Ashcroft parecía no darle importancia alguna. Por esto, Hermione trató de mostrar su desacuerdo con la situación absteniéndose de participar, pero en realidad no tenía muchas ganas de hacerlo. Aún recordando su sueño y mirando la nuca de este chico que ahora se había sentado frente a ella no podía pensar en nada más. Su cabello rojo le hacía seguir recordando ese... ese beso.
:-*
Todos los personajes y cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J.K Rowling y WB, excepto los que yo inventé vdd, esos solo usenlos pidiendo permiso eh?
Este capítulo ha sido raro. Lo terminé en una tarde pero luego, mientras leía, recordé algunas cosas de la versión original que de plano se me habían borrado de la mente. Tuve que cambiar casi la mitad para poder poner varias escenas importantes. Para su información, la frase del título la saqué de la película Una mente brillante o A beautiful mind y lo dice Jenifer Conelly (no se si es con doble n) que interpreta a Alicia Nash. Es una frase muy "neta" y me gustó por lo del sueño. Pero por supuesto todos los derechos son de la peli y de quien la haya hecho o de quien sean! No son mios, no quiero que me demanden ok?
Ahora que me acuerdo! Acabo de leer HP4 de nuevo y ví que en efecto Oliver Wood le dice a Harry en que equipo de reserva esta... y es el Puddlemore United no el que yo puse! Que vergüenza! Mis disculpas...
En el próximo capítulo, de todas formas, tendremos el muy esperado concierto de la P!nka (así le dice mi hermana). ¿Cómo creen que se vista Tall para un concierto muggle? Y para los que gustan de lo oscuro: la primera aparición oficial de Voldemort... (que miedito...).
Bien... piensen un momento después de leer... ahora escriban cualquier tontería o locura que salga de su mente en un review o a noriko_gen@hotmail.com o a saragen8686@aol.com que se les agradecerá.
Atte: SaRaGeN J
Todo lo aquí contenido en esta historia tiene ©.
