Aclaraciones y noticias

Hermione jamás había sentido tantos deseos de quedarse en cama. Bajo las sábanas todo era tan seguro y confortable... nada podía dañarla y no tenía necesidad de tener ningún contacto con el mundo exterior. Pero al parecer el mundo exterior estaba empeñado en llevarla de vuelta a la realidad.

Tall se acercó silenciosamente a su cama para no despertarla antes de tiempo. Una oportunidad así no se daría en mucho tiempo. Pero Hermione lo sabía también, y antes de que su amiga brincara sobre ella provocándole un colapso nervioso, se destapó bruscamente haciendo que fuera Tall quien casi sufriera un infarto.

-¡Qué te pasa!- gritó esta cayendo hacia atrás dolorosamente. -¿Pretendes matarme?

Se levantó sobándose la parte trasera que se había golpeado con la esquina de la cama.

-Tú eres quien pretendía matarme a mí, no te hagas la inocente.

Hermione se bajó de su cama poniéndose las pantuflas. Su cabello estaba tan enmarañado que Parvati no pudo contener la risa cuando la vio. Ella sólo imitó su risa sarcásticamente y corrió al baño para entrar antes que Lavender.

Tall caminó hacia allá también, quedándose afuera de la puerta para hablarle a su amiga. Se aseguró de que Parvati y Lavender estuvieran ocupadas y no la escucharan y luego susurró:

-Tengo que contarte lo de anoche 'Mione. Fue increíble.

No hubo contestación.

-¿Me oyes 'Mione?

-Uh... sí. Es solo que... yo también tengo algo que contarte.

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La gárgola del despacho del Director comenzó a moverse. Hermione se puso de pié bruscamente, secándose las lágrimas con la túnica. La profesora MacGonagall bajó las escaleras velozmente.

-Me alegra que aún esté aquí señorita Granger, el Director está más que dispuesto a verle ahora.

La profesora se acercó a Hermione y, tomándola del brazo, la llevó a las escaleras secretas. Se despidió más afectuosa que de costumbre y se marchó por el pasillo.

Hermione se quedó parada en el escalón mirando a la pared. Después de tantas cosas, su mente parecía haberse quedado en blanco... no sabía qué hacer, qué decir, no sabía nada en lo absoluto. Repentinamente una mano se posó en su hombro. Ella giró alarmada. El profesor Dumbledore la miraba con ojos preocupados a través de sus gafas de media luna.

-Acompáñame Hermione.

Ella solo asintió con la cabeza y subió los escalones faltantes para llegar a la oficina.

Sin duda, en cualquier otra situación, aún en la de algún castigo que la hubiera llevado ahí, Hermione hubiera disfrutado bastante de la exquisitez arquitectónica de la oficina; pero ahora lo único que podía ver era una silla vacía frente a ella y corrió a ocuparla, esta vez dejando a sus lágrimas correr libremente. Sabía que no era el momento adecuado para desahogarse, que el Director no era un psicólogo ni mucho menos, pero no podía evitarlo. En medio de su llanto, se sobresaltó cuando algo pesado se recargó en sus piernas. Retiró las manos de sus ojos y vio al hermoso fénix mirándola con compasión. La sola visión de tan maravillosa ave la conmovió, pero no lloró, sino que empezó a acariciar a Fawkes con cariño. Después de unos momentos en esta especie de relajación, levantó la mirada para encontrarse con que Dumbledore estaba de pié junto a la ventana. ¿Será correcto contarle al Director sobre todas las cosas malas que acababa de hacer? Pero antes de que pudiera seguir torturándose con esa clase de pensamientos, el profesor viró la cabeza para mirarla.

-Me alegra que te hayas calmado.

Hermione esbozó una sonrisa.

-Mas me temo que esta no será una visita muy placentera a mi oficina, Hermione.

La cara de Hermione recobró su aspecto de angustia.

-Antes que nada quisiera preguntarte cómo te sientes.

-Mal- contestó ella sinceramente, sin siquiera pararse a pensar. –Esta noche he hecho cosas de las que realmente me arrepiento.

-Me alegre que estés consciente de ello Hermione. Pero déjame decirte que no hay nada de qué preocuparse.- notando la expresión de confusión en el rostro de la chica, continuó. –No quiero que te aflijas por lo de Voldemort, ya arreglé todo. Permíteme explicarte.

»La poción que utilizaste es, sin duda alguna, una de las peores en el mundo mágico. Para este momento ya debes saber todos los contras que tiene. Pero no debes sentirte mal por no haberlo sabido antes, lo aprendiste a la mala, es cierto, pero lo aprendiste a fin de cuentas. Yo mismo sentí cuando dijiste mi nombre –Hermione se sonrojó y retiró la mirada de él- pero supe inmediatamente que eras tú y no me importó, sin embargo cuando recibí una lechuza de nuestro Ministro de Magia...

»Fudge no es el mago más poderoso del planeta, eso lo sabemos todos, pero algo hay... y notó cuando alguien utilizó la poción para espiarlo. Inmediatamente se puso a reclamarme por dejar a mis alumnos hacer tales pociones. Por supuesto le mandé una disculpa, y se calmó. Ahora, también puedo deducir que la curiosidad te invadió y trataste de ver al Lord Oscuro también. Y no hay duda de que te asustaste cuando amablemente te informó del peligro que corrías, pero lo que más te asustó fue el hecho de que supiera de tus padres...

Hermione volvió a mirarlo, esta vez más intensamente.

-Créeme, Hermione, estos son asuntos que solo conciernen a magos experimentados, tú no debes tratar de meterte en ellos.

-No-no fue mi intención...

-Lo sé, pero debes prometerme que no mencionarás lo que viste a nadie... y también, que no me preguntarás por qué.

Hermione abrió mucho los ojos. El Director la había tomado de los hombros, sus ojos penetrantes clavados en los suyos. Se sentía bastante intimidada y solo logró asentir con la cabeza. Aún así, tenía muchísimas preguntas en su cabeza.

-Pero puedes preguntarme si quieres, te diré lo que sea necesario- le dijo adivinando su pensamiento Dumbledore.

Ella tragó saliva.

-¿Cómo están mis... mis padres?

-Ellos están perfectamente. Voldemort solo estaba fanfarroneando, pero no te angusties, por si las dudas ya me encargué de su protección.

-Profesor... - esa pregunta estaba taladrando su cabeza.- ¿Sabe usted... ?

-Eso tendrás que preguntárselo a ellos- la interrumpió él. –Pero en lo que a mí respecta, Hermione, los verdaderos padres son aquellos que te educan, aquellos que están ahí para ti, los que te aman...

Ahí estaba su respuesta. Si quería saber si era adoptada no tenía otra opción que preguntarle a sus padres... pero había dicho eso tantas veces y otras tantas lo había aplazado...

-Otra cosa.

-¿Sí?

-Si por medio de esta poción se pueden enviar maldiciones y hechizos... ¿por qué no lo usan para acabar de una vez por todas con Quien-Usted-Sabe?

-Es algo complicado Hermione. Pero por qué no ir con lo más simple. Voldemort fácilmente podría saber lo que pretendemos y así él podría contraatacar.

-Y... ¿no podría él hacer algo como... como lanzar un Imperius por medio de la poción a alguien en Hogwarts para poder- tragó saliva- atacar... a Harry?

Dumbledore sonrió.

-Pareciera que no has leído Hogwarts: Una Historia. Ese tipo de pociones no funcionan para el castillo, al menos no de afuera hacia adentro. Ahora, Hermione, ya es bastante tarde y ya deberías de estar en tu dormitorio.

Hermione se puso de pie dejando a Fawkes volar a la mano de su dueño.

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Tall se detuvo pasmada frente a la entrada del Invernadero número 4. Su boca abierta.

-No puedo creer que hayas hecho eso en mi ausencia... - dijo Tall con aire ofendido, - Quebrantar las reglas es MÍ trabajo.

Hermione sonrió, la tomó del brazo y entraron al invernadero. Eran las primeras en llegar ya que Hermione había apurado enormemente a Tall para contarle todo en el camino. Esta se había mostrado algo enfadada por el hecho de haber sido espiada en sus momentos de intimidad con Draco, pero la curiosidad era mayor a su enojo.

-Pero... dijiste que había algo más.

Para cuando el resto de la clase y la Profesora Sprout llegaron, Tall estaba al borde del colapso. La sola idea de su amiga besándose con Blaise Zabini y el que hubiera sido descubierta por su amigo Ron la estresaba. Apenas podía hablar para hacer unas cuantas preguntas, pero aún no se recobraba por completo cuando la Profesora Sprout anunció la clase por terminada. Todo el trabajo del día lo habían hecho Lavender y Parvati, mientras ella les daba la espalda para escuchar lo que Hermione le contaba. Todos se levantaron de sus asientos para marcharse, pero la maestra habló.

-Señorita Ashcroft, ¿haría el favor de acercarse?

A pesar de que la reacción de Tall había sido un tanto extremista, Ron parecía definitivamente diferente. Y no es que tratara de evadir a Hermione sino que se comportaba normalmente pero sin hablar. No había abierto la boca desde que había saludado a las chicas en la mañana.

Cuando Tall se enteró de lo sucedido, le dirigió una mirada compasiva... lo que lo enfureció. Simplemente él no necesitaba la compasión de nadie... Pero cuando esta había sido llamada por la profesora, Harry, Hermione y él, la despidieron y caminaron al castillo.

Los tres estaban un tanto preocupados por Tall, ya que desde principios de año la maestra de Herbología no le había demostrado mucho afecto, pero después de la pelea que tuvo con Pansy en Navidad, todo había empeorado.

Sin embargo, solo Harry estaba pensando en ello por completo. Ron le había contado lo que había visto, pero a pesar de que se sentía algo molesto por el hecho de que hubiera sido un Slytherin el objeto de la "pasión" de Hermione, se sentía algo contento. El hecho de que Ron hubiera corrido a decírselo con más celos que indignación, lo había hecho pensar en la posibilidad de que su amigo al fin se decidiera a seguir a su corazón.

Hermione, por su parte, no dejaba de pensar en cómo disculparse con Ron. Pero entonces recapacitaba y se daba cuenta de que no hacía falta disculparse con él, si el que besara a otro chico lo ofendía podía decir algo, pero nada. Además, no podía parar de imaginarse las reacciones de él; a veces pensaba que el chico enfurecería y la maltrataría por andar por ahí con Slytherin pero también tenía la esperanza de que pudiera al fin corresponderle en el amor que sentía por él.

Los tres estaban a punto de entrar al castillo cuando Tall los alcanzó. Habían caminado hasta allí en silencio sin darse cuenta.

-¡Hermione! ¿No tienes algo que decirme?- dijo tomando a su amiga por el brazo.

Hermione estaba un tanto desconcertada. ¿Algo que decirle? ¿A qué se refería con eso?

-No... no lo creo- musitó un tanto temerosa.

-¿No me llegó nada cuando no estuve?

Entonces Hermione lo recordó. La noche del concierto de Pink, cuando había estado arreglándose, una lechuza había traído algo para ella. Mas la sorpresa que le dio al ver su atuendo la había hecho olvidarse de ella por completo.

-¡Sí! Una lechuza te dejó una carta ayer. Aún debe estar en el tocador donde la dejé.

Tall la jaló del brazo algo violentamente llevándola hacia la escalera de mármol. Hermione comenzó a pedir auxilio cuando la chica casi la estampa contra una pared que resultó ser un pasaje secreto. Llegaron bastante rápido a su dormitorio y las dos se abalanzaron contra el buró. Tall comenzó a revolver todo hasta que levantó en alto un rollo de pergamino aún sellado. Se aventó en la cama y lo desenrolló emocionada. Hermione se sentó a su lado, trató de no leer la carta pero con solo ver la expresión en la cara de Tall podía saber que eran buenas noticias.

-¡Papá viene! ¡Papá viene a Hogwarts!

-¿En serio?

Tall había tomado a Hermione de las manos y estaba saltando eufóricamente.

-Dice que viene a hacer una inspección del Ministerio. ¡Papá viene!- gritó lanzándose a la cama abrazando la carta de su padre.

:D

Las dos llegaron tarde a Artimancia, pero no obtuvieron castigo alguno. A pesar de que Tall no era la mejor estudiante de la materia, la profesora Vector le tenía un cariño especial. Tal vez era porque también se llevaba muy bien con Nora últimamente, ya que a principios del curso la odiaba como el resto de los maestros. Tall, sin embargo, se pasó toda la clase releyendo su carta. Hermione estaba empezando a aburrirse de escucharla hablar de ello por medio de recaditos durante las dos horas de la clase doble, cuando esta terminó. Pero esto no ayudó en nada, pues en Transformaciones también se comportó así. Hermione estaba a punto de gritarle histérica que dejara de hablar de ello cuando se dio cuenta de que solo faltaban quince minutos para ir a comer y decidió tener un momento más de paciencia.

Las dos salieron rápidamente del salón, Tall no podía esperar para contarles a Harry, Ron y Draco acerca de las buenas nuevas. Cuando estaban a punto de llegar al Gran Comedor, Draco se topó con ellas. Tall casi lo tiró al suelo cuando saltó sobre él, pero alcanzó a equilibrarse al recargarse contra la pared. Hermione se disculpó y entró al Gran Comedor. Se fue a sentar junto a Harry y Ron.

-Que bueno que llegas. Te estábamos esperando- le dijo Harry muy serio.

Hermione le miró sorprendida, y luego a Ron, que estaba jugando con su comida con la cabeza gacha.

-Vamos afuera, ¿quieren?-continuó Harry poniéndose de pie.

-Pero... - comenzó ella queriendo hacerle saber que realmente tenía hambre, cuando Harry puso algo de comida en un plato y se lo alargó.

-Puedes comer afuera.

Ron y Hermione lo siguieron hacia los terrenos de Hogwarts, donde no había nadie que pudiera escucharlos.

Harry se detuvo a un lado de un gran árbol que se erguía a un lado del castillo, no muy lejos de la entrada.

-Me parece que ya estuvo bueno de ustedes dos.

-¿Qué quieres decir con eso?- preguntó ella, algo desconcertada.

-Digo, que no pueden seguir así nada más. Fingiendo que nada pasó anoche...

Los tres guardaron silencio unos minutos, hasta que Ron habló.

-Esta mañana mandé una lechuza.

Harry continuó viendo a sus pies, pero Hermione lo miró algo extrañada.

"¿En serio? ¡Felicidades Ron! ¡Siempre pensé que lo lograrías con nuestro apoyo moral! ¡Vivan Ron y Pig!" Pensó Hermione sarcásticamente, pero no pudo decirlo. Estaba demasiado nerviosa.

-La carta que llevaba... era para Kania.

Esto sin duda había despertado la curiosidad de la chica.

-En ella le digo que... que ya no quiero andar con ella.

Cualquiera podía apostar que los ojos y la boca de Hermione nunca se habían abierto tanto al mismo tiempo. Era tanta su emoción que apenas pudo tomar aire. ¿Había escuchado bien? Ron en verdad había terminado con su noviecita. El beso con Blaise realmente le había afectado.

-Solo quería decirte, Hermione, que te agradezco que me hayas hecho ver que ella no es la chica para mí.

"¡Ah! Bueno, eso no es noticia nueva...  pero, ¿me está diciendo esto para llegar a que... a preguntarme si yo quisiera ser la chica ideal para él? ¡Qué digo! Si ya lo soy..."

-¡Bien! Si no nos apuramos llegaremos tarde a Pociones, y no has comido Hermione- soltó Ron dándole una palmada a su amiga y caminando con decisión al castillo.

Hermione cerró la boca pero estaba más pasmada que antes. Harry le puso una mano en el hombro.

-Paciencia- murmuró empujándola para que caminara detrás de su amigo.

La mente de Hermione estaba en blanco. Cada nuevo argumento a favor de que Ron la quería era borrado inmediatamente por otro que la convencía de lo contrario. No tenía otro remedio que seguir con el curso de la vida... aunque lo que más quisiera fuera gritarle al mundo su forma de sentir.

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La mañana siguiente Hermione fue despertada violentamente por Tall. Esta estaba notablemente feliz.

-¡Hoy es el día 'Mione! ¡Hoy viene papá!

Tall tiró de las cobijas que cubrían a su amiga y la arrastró hasta el baño.

-Arréglate para que podamos ir a recibirlo. Dijo que iba a estar aquí a primera hora de la mañana.

Esa mañana, Hermione tomó el baño más veloz del mundo y apenas alcanzó a tomar su mochila antes de que Tall la hiciera correr desesperadamente hasta las grandes puertas del castillo. Bajaron corriendo las escaleras de mármol, y Hermione casi se mata cuando Tall se detuvo de repente al divisar al director Dumbledore y a la Profesora MacGonagall de pié frente a la puerta abierta. Soltó a Hermione y prácticamente voló hacia allá.

-¡Papá!- gritó emocionada.

Pero cuando dio la vuelta para ver quien estaba del otro lado de la puerta, chocó violentamente con su hermana. Hermione notó que Nora había estado  apunto de gritarle enfadada, pero se detuvo. Tall, por su parte, ignoró a su hermana y saltó sobre su padre. Hermione siempre se había imaginado al padre de las dos chicas como alguien muy parecido a ellas, pero en el aspecto del color del cabello y los ojos, así que cuando vio que el hombre era bastante común, se sintió algo extrañada. Entonces recordó que las dos chicas habían heredado sus genes asvr de su madre y se fijó más detenidamente que las facciones del hombre sí eran bastante similares a las de sus hijas. Rudolph Ashcroft era un hombre bastante alto. Era de complexión delgada pero se veía bastante fuerte, probablemente todos los aurores eran así. Usaba una cola de caballo como la del hermano mayor de Ron y también una abundante barba de candado. Su cabello café oscuro era del mismo tono que sus ojos. El abrazo que se estaba dando con su hija menor parecía suavizar sus facciones y hacerlo ver bastante blando, pero Hermione se imaginó que cuando se trataba de apresar mortífagos, el señor Ashcroft se volvía uno de los más temibles magos. Entonces Hermione miró a la hija mayor del hombre. La expresión de Nora no era lo que ella hubiera esperado. Podía haber algo de enfado por la expresión de afecto excesivo que sus familiares se mostraban o celos por no ser incluida en tal expresión, mas su rostro mostraba tan solo satisfacción, ternura, se veía sinceramente conmovida. De repente, respiró profundo y sacudió la cabeza, volviendo a su semblante serio, el que siempre ponía cuando estaba con su hermana pequeña.

Finalmente padre e hija se separaron. Dumbledore les dijo algo que Hermione no alcanzó a escuchar pero Tall le habló a su padre y tiró de su gran mano para acercarlo a donde estaba ella. Justo como lo había sospechado, el señor Ashcroft se veía bastante imponente e intimidante de cerca ya que su estatura era considerablemente mayor a la de ella. Era casi de la misma altura que Dumbledore, y eso ya era algo.

-Mira papá, ella es Hermione Granger, mi mejor amiga.

Si Hermione había estado deprimida por todos los sucesos por los que acababa de pasar, la simple frase que acaba de oír de los labios de su amiga la hicieron sentir la persona más afortunada de todo el mundo. Tall acababa de decir que ella era su mejor amiga. ¿Había algo mejor que eso?

-Me da gusto que mi pequeña Tallulah haya encontrado una amiga tan encantadora- dijo el señor Ashcroft mientras estrechaba la pequeña mano de Hermione, quien se sonrojó.

-Mucho gusto en conocerlo señor, Tall me ha contado mucho de usted.

-¿En serio? Tallulah no suele hablar mucho de su familia... - dijo dirigiéndola a su hija una mirada de satisfacción.- Me dio mucho gusto conocerte Hermione, pero ahora tengo que volver al trabajo. Se inclinó para recibir un tierno beso en la mejilla de su hija, y despidiéndose con la mano, volvió junto a Dumbledore y MacGonagall. Nora estaba caminando hacia ellas. Cuando se cruzó con su padre, este solo le dio una palmadita en la espalda, cosa que ella ignoró completamente. Cuando llegó junto a las dos chicas se dirigió a Tall.

-Espero que hayas aprovechado este breve momento. Padre no tiene mucho tiempo libre ya que viene a trabajar, así que procura no hacerle perder tiempo.- dijo bastante seca... como siempre, - Por ahora será mejor que vayan a clase o perderán puntos de su casa.

J

Todos los personajes y cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J.K Rowling y WB, excepto los que yo inventé vdd, esos solo usenlos pidiendo permiso eh?

Un capítulo algo corto pero que nos lleva a cosas importantes... Conocemos al padre de Tall lo que pronto tendrá gran importancia para Hermi con lo de sus padres. Vemos que al fin tiene una oportunidad con Ron ya que este al fin termina con Kania... pero ¿cuándo un rompimiento no es difícil? Veremos que opina la otra parte... Y para la próxima algo más de información sobre Tall y su característica asvr: El deseo.

Ahora los reviewsss!! Como hace siglos que no actualizaba pues son muchos! Coooool!

Lee_loo: Gracias, mi mayor admiradora. Ya ves que soy lenta pero segura... bueno... creo... jeje NTC.

knd: Hola mujer! Que bueno que haya venido a leer mi fic y y te haya gustado. Espero que no t hayas rendido por tanto que me tardo y sigas leyendo. Gracias por tus felicitaciones! Yo también espero durar mucho jeje. Byes!

Melania Weasley: La loca, bueno gracias por leer mis dos fics. Me algra que t gusta OST porque es mi orgullo... snif snif... ya cálmate... Gracias por tus comentarios!

fliper: Bien aquí ienes el sig. capítulo. iempre es bueno tener nuevos lectores! Sigue! Y gracias.

Almendra: Amigocha! Bueno, ya ves lo que pasa cuando se está enamorado, uno no poena atención en lo que hace! Volcemort malo juar juar. Espero poder leer tu fic lo más pronto! Ron seguro la perdona ya ves! Tall y Draco hasta el fin!!! Y que no t de la takikardia! No quiero pagar por tu operación... vieras que corta ando de fondos.

Gracias a todos y me gustaría también pedirles paciencia ya que mi tiempo libre se ha visto reducido enormemente! Ahora, no os desilusionéis, ya que tengo una super sorpresa para todos... Pero tampoco se olviden de leer H: QD y OST de una boda. ;)

Comenten dejándome un review. O escriban a noriko_gen@hotmail.com, y pueden hablarme por el MSG ;)

Atte:

SaRaGeN

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