Hermione estaba comenzando a preocuparse por Tall, así que aceleró el paso para llegar más rápidamente al Castillo y poder buscarla sin demora. La clase de Vuelo había sido algo aburrida. Con Harry en la torre de Gryffindor y Ron en la Biblioteca (Hooch les había restado 5 puntos por su ausencia), Hermione se había visto abandonada con Parvati y Lavender, que no dejaban de hablar sobre los progresos de la primera con Terry Boot. Pero por fortuna esta había sido la última clase del día, ya que el Director les había dejado a todos salir temprano para que tuvieran tiempo de arreglarse para el baile de esa noche. Apenas estaba pasando la cabaña de Hagrid cuando algo llamó su atención. Por el camino adornado con estatuas de cerdos voladores por el que llegaban siempre los alumnos al comenzar el curso en Hogwarts, se acercaba una carroza algo elegante tirada por dos preciosos caballos alados de color castaño oscuro. Hermione, sorprendida por semejante oportunidad de contemplar estos animales, sacó rápidamente su libro de Animales Fantásticos & Dónde Encontrarlos con ilustraciones que le había regalado Tall y ahora nunca dejaba; pasó las hojas buscando la sección dedicada a estas criaturas mejor conocidas como Pegasos e identificó a estos como de la especie llamada aethonan. La carroza llegó a las puertas de Hogwarts y Hermione se acercó, ya había olvidado a Tall casi por completo.
-¡Caballos alados!
El grito ronco que le llegó desde atrás sorprendió tanto a la chica que se apartó del camino por el que iba. Un muy excitado Hagrid corría hacia la carroza y pasó junto a ella agitando su mano y repitiendo: ¡Caballos alados!
Entonces la portezuela se abrió y una delicada zapatilla color lila se dejó ver. Hermione levantó la vista para ver quien estaba saliendo y se encontró con la larga e hipnotizante cabellera plateada de Flour Delacour. Se sorprendió un poco al ver que no estaba muy cambiada, sino que seguía igual de hermosa e impresionante, pero su boca se abrió en asombro cuando vio quién bajó enseguida de ella y la tomó de la cintura. Simplemente no podía creer que Flour Delacour estuviera tan apegada a Bill Weasley. Decididamente su cola de caballo, su pendiente y su tez bronceada no combinaban con la elegancia, altivez y maneras de Flour, pero aún así, se veían bastante felices.
Hagrid saludó a los dos jóvenes con un apretón de manos y después liberó a los caballos de las riendas y los llevó a su cabaña emocionado. Hermione los alcanzó sonriendo.
-¡Bill! ¡Flour! No esperaba verlos aquí. ¡Y hoy!- les dijo recordando lo especial de la fecha.
Bill la saludó muy alegre y Flour solo le dedicó una sonrisa.
-Bueno, es una sorpresa. Al menos lo era. Vinimos a visitar a nuestros amigos acá en Hogwarts en este día de la amistad. Dudábamos al principio- continuó Bill mirando a Flour-, pero finalmente nos convencimos de que sería divertido, sobretodo cuando nos enteramos del baile.
-Pues estoy segura de que Ron se alegrará de vert... los, de verlos. A los dos. ¿Por qué no vamos juntos al castillo? Los acompañaré a la Sala Común, eres un Gryffindor y tienes derecho de estar ahí... con quien vengas claro.
Los tres comenzaron a caminar por el sendero empedrado que llevaba a la puerta principal.
-No sabía que estuvieran saliendo- comentó Hermione como quien no quiere la cosa.
-¿No? Pero si hemos estado viéndonos desde las vacaciones de verano. Ron debería habérselos dicho, al menos eso creí. Me alegra que tenga mejores cosas que hacer que preocuparse de mi vida amorosa.
Hermione rió. Ciertamente Ron tenía preocupaciones más grandes que esa.
Flour y Hermione entraron primero al castillo ya que Bill aún creía en la caballerosidad, pero no fue la mejor de las formas de mostrar delicadeza ya que cuando las dos dieron un paso dentro se vieron cubiertas de una desagradable sustancia verde que se estampó contra ellas al venir dentro de unos enormes globos.
Flour comenzó a llorar.
-¡Gue asco! ¿Gué demonios es esto?
Bill tan solo escuchó carcajadas que venían de algún lugar sobre ellos. Era Peeves.
-¡Peeves! ¡Tanto tiempo sin verte!
Las risas cesaron. El pequeño poltergeist descendió y se detuvo a la altura de Bill.
-¡El Weasley Bill! ¡Tanto tiempo! ¡Tantas cosas nuevas que compartir con usted!
Bill Weasley, a pesar de ser uno de los mejores estudiantes en la historia de Hogwarts, se había confabulado con Peeves para hacer la mayor cantidad de bromas en sus tiempos de escolar.
-Lamento interrumpir su conmovedor reencuentro, pero ¡ESTAMOS CUBIERTAS DE PORQUERÍA!- exclamó Hermione.
Bill se acercó a ella y cogió algo de la sustancia con los dedos. La frotó entre ellos y la olió.
-¿Mucosidad de Gusamoco? Muy ingenioso Peeves. ¿Pero sabías que si lo mezclas con algo de hierbas del Perú se hace irremovible?
-Mu... mu... ¿MUCOSIDAD?- gritó Flour desmayándose.
Bill la cogió antes de que cayera al suelo.
-¡Qué está pasando aquí! ¡Peeves!
La profesora MacGonagall acababa de llegar y se acercó a ellos con cara de enfado. Pero al ver a Bill esta cambio a de impresión.
-¡Bill Weasley! ¡Qué sorpresa tan agradable!
-Maestra, ¿cómo esta? ¿Cree que podría ayudarme con esto?
-¡Oh! Por supuesto- contestó ella sacando su varita. La agitó un poco y pronunciando un sencillo hechizo la mucosidad se retiró completamente de la ida Flour.
Hermione se aclaró la garganta para hacerse notar.
-¡Señorita Granger! ¿Usted también? Corra a su dormitorio a bañarse o no alcanzará a llegar a tiempo para el baile. Bill, ¿por qué no vamos a la enfermería? Tal vez Poppy pueda hacer algo por ella.
La profesora, seguida de Bill cargando a Flour en los brazos, se alejó dejando a Hermione de pie en la entrada.
Hermione gruñó. ¿Por qué solo había ayudado a Flour a quitarse esa cosa? Pero no valía la pena enfadarse, era mejor que se apurara si no quería llegar tarde como había dicho MacGonagall. Mas cuando iba a comenzar a subir las grandes escaleras de mármol, vio a Ron que caminaba por un pasillo del primer piso.
-¡Ron!- giró, olvidándose momentáneamente de cómo lucía.
El chico volteó para ver quién lo llamaba, y tropezó con una alfombra cuando vio a la muy estropeada Hermione. Ella subió corriendo las escaleras y llegó a él algo agitada. Pero cuando la sorpresa de ver a su amiga tan sucia se le pasó, Ron volvió a poner una cara de frustración que su amiga nunca había visto en él.
-¿Ron? ¿Qué pasa?
-Nada... es solo que... Me costó trabajo encontrar un libro de enfermedades muggles en la Biblioteca...
Hermione se había olvidado del asunto del rumor de Kania por completo.
-Y pues... no es justo. Ya hubiera querido ella que hiciéramos lo que se necesita para que eso se contagie. ¿Me entiendes?
-Oh, completamente- le respondió ella rápidamente.
-Espero que esta noche este organizada para ser divertida, porque voy a pasarme el mejor tiempo de mi vida. Sin pensar en Kania Dänkien y en nada que tenga que ver con ella. ¿Te parece?- Ron le dirigió una sonrisa decidida a su amiga.
Hermione simplemente no podía resistir esa expresión en su rostro, de valentía y confianza, pero estuvo a punto de desmayarse cuando Ron tomó su mano. No podía creer que sus manos estuvieran agarradas, y no como cualquier amigo se agarra sino con los dedos entrelazados...
-¡Eugh!- exclamó él. -¿Qué rayos te echaron Hermione?
El maravilloso momento en el que sus manos se habían unido se había acabado, y todo por ese tonto de Peeves y su mucosidad de Gusamoco.
-Ah... fue Peeves, Flour y yo quedamos llenas de esto.
-¿Eh? ¿Flour? ¿Flour Delacour?
-¡Ah! Olvidé decirte, Flour y... su novio vinieron al baile para darnos una sorpresa.
Ron no dijo nada. Hermione se había abstenido de decir el nombre de Bill a propósito, para ver si Ron comentaba algo al respecto, pero no fue así.
-Ron...
-Oh bien, sabía que se enterarían tarde o temprano. Pero bueno, tienes que entender, que cuando me enteré no me hizo mucha gracia que mi hermano si hubiera conseguido salir con mi amor platónico.
-Me lo imaginé... pero pues no importa Ron, tu enamoramiento ya pasó, ¿no es así?
-En definitiva.
-Porlock- dijo Hermione para abrir el retrato de la Señora Gorda.
Los dos entraron sonriendo a la Sala Común, ambos trataban de disimular su felicidad pero les era imposible.
-Hola chicos... ¿Hermione? ¿Eres tú?
Hermione le dirigió una mirada de furia a Harry, que estaba jugando con Ginny a derribarla sobre uno de los sillones.
-Nos vemos en el baile. Me voy a tardar quitándome esto si no encuentro el hechizo limpiador rápido.
-O podrías ir así disfrazada, nadie te reconocería- agregó Ron para molestarla.
-No abuses de tu suerte Ron, no tendrás mi lástima siempre ¿sabes?
Ron iba a contestarle a Hermione que no necesitaba la lástima de nadie cuando se percató del pequeño juego entre su amigo y su hermana.
-Me alegra que se diviertan, ¿pero no es eso peligroso? Peligroso no... ¿embarazoso?
Harry y Ginny se sonrojaron y se dejaron caer en el sillón más grande, sentándose lo más alejados posible.
-Así me gusta- les dijo Ron- Será mejor que se mantengan así mientras me disfrazo para el baile.
-¡Pero si ya es tardísimo! Yo también tengo que arreglarme Harry, nos veremos ahí.
Ginny corrió a las escaleras de las chicas.
-Me pregunto cómo se disfrazará Hermione- le comentó Ron a Harry.
-¡Oh no! No sé como se disfrazará Ginny. ¿Cómo la encontraré?
-Mmmm, solo espero poder llevar a cabo mi plan sin que sospeche nada.
-¿Qué tal si la confundo con otra chica? Hay tantas de su estatura y complexión...
-Pero es posible que alguien más la invite a bailar antes que yo y se vaya con él.
-¿Y si ella no me reconoce tampoco?
-¿Qué?- Ron comenzó a escuchar las divagaciones de Harry.
-¡Qué idea! ¿Disfrazarse?
-¡Cierto! ¿Y si no nos reconocemos?
-Vaya problema ¿eh?
-Así es amigo, así es...
-¿Qué lo es?
Tall se les había acercado. Tenía una expresión de felicidad en el rostro que sus dos amigos nunca le habían visto. Ni cuando comenzó a salir con Malfoy.
-Los disfra...- comenzó Ron, pero Harry le interrumpió.
-Espera... creo que ella tiene algo más interesante que contarnos. ¿No es así Tall?
-Bueno... No quería que se preocuparan...
-Dinos, para eso están los amigos.
-Pero pues no quiero agobiarlos con mis cosas...
-Solo dilo Tall.
-Bien... NO.- les sacó la lengua a ambos y corrió a las escaleras- ¡Me voy a arreglar! ¡Cosa que deberían hacer también!
-¿Qué quiso decir con eso?- preguntó Ron tratando de acomodarse el cabello.
-Solo esta jugando con nosotros. Pero algo tiene... lo sé.
Pero antes de que pudieran discutir más a fondo la razón por la que Tall estaba tan extraña, escucharon un grito que venía de los dormitorios de las chicas. Los dos corrieron lo más rápido que pudieron para ver qué pasaba.
En una de las puertas del fondo del pasillo Tall estaba gritando como una desesperada. Dentro de la habitación, Hermione estaba agachada dentro de su baúl, pero el aspecto que tenía con toda esa mucosidad escurriéndole la hacía ver tan horrenda que Tall la había confundido con un autentico Gusamoco gigante. Espantada por el grito, se levantó para ver qué sucedía. Tall, al ver su cara, se tranquilizó un poco pero casi grita de nuevo cuando Harry y Ron la empujaron para 'protegerla'.
-¿Qué pasó?
-¿Por qué gritabas?
-Era solo Hermione y su disfraz- les dijo ella.
-Este no es mi disfraz- replicó Hermione algo molesta.
-¡Así que salgan! ¡Se suponía que fuera sorpresa!- les gritó Tall jalándolos hacia fuera.
-No importa, este no es mi disfraz- contestó Hermione algo exasperada.
Pero nadie la escuchó, ya que Tall empujó a los dos chicos al pasillo... algo de lo que se arrepentiría. Cada puerta de todos los dormitorios se abrió para revelar a una multitud de chicas que se habían alarmado por los gritos de Tall. Algunas estaban ya disfrazadas y nadie las hubiera reconocido, pero algunas estaban en prendas de vestir que no eran adecuadas para ser vistas por un hombre. Estas últimas comenzaron a gritar, mientras que las primeras se abalanzaron contra ellos, unas empujándolos a salir y otras escandalizadas porque su disfraz ya no era sorpresa les gritaban cosas algo ofensivas. Los dos chicos cayeron al suelo de la Sala Común.
-¡Girl Power! Jeje, no hay nada que se le compare- les gritó Tall desde arriba, mientras regresaba a su dormitorio- Interesante disfraz Hermione. ¿Piensas usar un antifaz con él?
-¿Cuántas veces debo decirte que esto no es mi disfraz? Peeves nos llenó de esto a Flour y a mí.
-¿A quién?
-Oh, claro tú no la conoces. Flour Delacour fue una de los cuatro campeones del Torneo de los Tres Magos del año pasado.
-Espera... ¿cuatro?
-Es una larga historia... El punto es que vino de visita junto con su novio, el hermano mayor de Ron, Bill.
-Vaya, hay mucho de ustedes que aún no sé.
-Tienes razón, sólo sabes lo importante.
-Pero cuéntame, ¿sí?
-Ahora no, debo ponerme mi disfraz.
-Pero si ya...
-¡Tallulah!
-Oh esta bien...
En el momento en que Hermione se metía al baño para bañarse, ya que no había encontrado un hechizo que limpiara la mucosidad sin irritarle la piel dejándosela llena de escamas, Parvati y Lavender entraron riendo a la habitación.
-Escuchamos lo que les pasó a Harry y Ron. Debió ser genial- le dijo Lavender a Tall.
-Genial es poco. Es justo el tipo de cosas que van directo al anecdotario.
-¿Cómo se disfrazarán ustedes Tall?- preguntó Parvati tirándose en su cama.
-Bueno... es una sorpresa. Y Hermione no sé la verdad.
-Ahhh es tan romántico que lo mantengas en secreto.
-¿Romántico? ¿A qué te refieres?
-Pues, Malfoy y tú compartiendo un secreto.
-¿Quién está hablando de Draco?
Parvati guardó silencio.
-¿Quieres decir que no usarán disfraces coordinados?
Tall abrió los ojos en señal de asombro.
-¿Disfraces coordinados? ¿Qué demonios es eso?
-Bueno, la mayoría de las parejas que conozco usarán disfraces coordinados, ¿no es así Parvati?- Lavender se sentó junto a Tall.- He visto rey y reina, medi-mago y enfermera, incluso patinadores en hielo.
-Terry y yo iremos de vampiros. ¡Nos veremos tan bien!- Parvati juntó las manos emocionada.
-Al menos espero que sepan de qué se van a disfrazar, ¿o de qué manera piensan encontrarse entre la multitud?
Tall comenzaba a preocuparse. No tenía idea de cómo se iba a disfrazar Draco, ni él sobre ella.
-Y está prohibido desenmascararse antes de la media noche.
Tall comenzó a pensar: El baile comenzaba a las nueve, ¿era posible que tuviera que esperar tres largas horas hasta que se desenmascararan para ver a Draco? Porque era altamente improbable que se encontraran de casualidad... Pero... un momento. Una oscura idea pasó por su cabeza. Su disfraz era tan bueno que no se encontraría con Draco... y por consiguiente él no la vería a ella... ¿Sería posible que pudiera disfrutar de tres horas de una especie de 'soltería' temporal? No sonaba tan mal... Y bueno, a la media noche podía dejar de hacer lo que hubiera estado haciendo y buscar a Draco... Sin duda no sonaba tan mal...
Sin embargo no estaba del todo tranquila esa noche como para ponerse a disfrutar de su presunta libertad... La plática con su hermana mayor la había dejado muy pensativa y no podía esperar para ponerse a reflexionar todo lo que había escuchado.
; )
Las puertas del Gran Comedor estaban cerradas aún, apenas iban a dar las nueve pero la mayoría de los estudiantes estaban ya reunidos frente a ellas. Aún así faltaban todavía algunos.
En el dormitorio de las chicas ya casi había completo silencio, solo se podía escuchar a Patricia Hall y Lavender Brown peleando por quién iba a usar el disfraz de superheroína que ambas habían escogido. Tall las escuchaba desde su habitación. Finalmente decidieron disfrazarse de heroínas diferentes y la discusión terminó. Al fin reinaba el silencio. Tall caminó hacia su mesita y se sirvió un vaso de agua. Se sentó en la cama y lo miró con curiosidad.
"Si tan solo todo fuera tan trasparente de entender... pero... ¿por qué tiene que ser todo tan complicado? Tan... confuso..." pensó.
Se sentía débil y mareada, justo como se había sentido esa mañana en el comedor, sólo que más intenso. Hermione había salido muy emocionada con su disfraz, al igual que el resto de sus amigas, pero ella... ni siquiera se había comenzado a arreglar cuando esta sensación la invadió más fuerte que nunca. Sus instintos le decían que debía correr con su hermana, que era necesario e imperativo que lo hiciera, pero... Tenía miedo de que algo malo pasara, de que este mal presentimiento se hiciera realidad...
Se puso de pie con algo de trabajo ya que le costó mantener el equilibrio, pero lo hizo. Bebió el agua de un solo trago y comenzó a caminar.
Los pasillos del castillo estaban desiertos y le llegaba el eco del ruido que había en el Hall. La oficina de su hermana no estaba muy lejos de la torre de Gryffindor y por eso tenía aún más nervios.
De repente su cabeza dio un vuelco y sintió como si hubiera sufrido en violento golpe. Casi se cae pero algo la sostuvo firmemente.
-Tenga cuidado señorita Ashcroft- le dijo una áspera pero amable voz.
Tall se sintió extrañamente aliviada al escucharla.
-Profesor Dumbledore. ¿Por qué no está en el Baile?
-¡Oh me había olvidado del baile por completo! Excúsame un segundo.
Dumbledore sacó entonces su varita y la agitó en el aire tres veces.
-Listo, lo demás ya está preparado automático- le dijo a Tall sonriendo.
Los dos se miraron un momento.
-Asumo que usted tiene el mismo presentimiento que yo.
Tall se sorprendió un poco por esto. ¿Era posible que la conexión que compartía con su hermana no fuera solo entre ellas?
-Bueno... eso creo.
Entonces Tall volvió a sentir el horrendo golpe dentro de su cabeza.
Dumbledore le puso el brazo alrededor de los hombros y la hizo seguir avanzando hacia la oficina de Nora.
-Debemos apresurarnos, no queda mucho tiempo.
-¿No? Espere... ¿tiempo para qué?
O.O
El apartamento de Nora estaba perfectamente ordenado como siempre, mas estaba algo polvoriento por la falta de aseo. En él solo podías encontrar una cama individual, un librero y un escritorio. Cuando Dumbledore y Tall entraron notaron inmediatamente la atmósfera lúgubre del lugar.
Nora estaba acostada en su cama, lucía notoriamente pálida y sus ojos estaban perdidos en la nada.
Su pequeña hermana corrió hacia ella y se hincó a su lado.
-Nora...- susurró.
La chica movió la cabeza un poco para alcanzar a ver a la jovencita.
-Tallulah...
-Nora, ¿qué sucede?
-Querida... ya es hora.
Los ojos de Tall se humedecieron en contra de su voluntad.
-¿Recuerdas lo que hablamos esta mañana?
-Sí, claramente. Pero exactamente por eso quiero saber qué demonios pasa. Hace unas horas estabas perfectamente bien- su voz comenzaba a quebrarse.
-Bueno... sucedió de un momento a otro, y no pudo haber sido en uno mejor.
-¡No! Nora no puedes dejarme ahora...- Tall se abrazó firmemente a su hermana mayor.
-No te dejaré... tú nunca estarás sola. Padre cuidará de ti... además, no vas a extrañarme.
-¡¿Cómo puedes decir eso?! Es cierto que jamás fuimos hermanas de verdad pero eso no importa, los pocos momentos que pasé contigo son suficientes para que me pueda dar cuenta de que eres una persona maravillosa... y de que te voy a extrañar demasiado si te vas...
-Escucha, todavía hay algo que no te he dicho sobre nuestra madre.
Tall abrió mucho los ojos y se enjuagó las lágrimas.
-No me interesa hablar de ella en nuestros últimos momentos juntas.
Nora negó con la cabeza.
-Ve hacia mi armario, abre la gaveta que tiene la llave pegada a la cerradura y saca el libro con pastas grises.
Tall dudó un instante en separarse de su hermana.
-Ve; si no vas ahora después te arrepentirás- dijo Dumbledore con dulzura.
Tall se puso lentamente de pie y fue a traer el libro. Era un libro algo grande con las tapas llenas de polvo. Caminó hacia la cama y se sentó a un lado de Nora.
Con una mano limpió una de las pastas y apareció una leyenda en color amarillo: Álbum de Familia. Y al pie se podía leer: Propiedad de Rumer Avery Ashcroft.
-Ábrelo- susurró Nora.
Lentamente, Tall abrió el álbum dejando ver la primera página. Era un poema.
-Odio la poesía- exclamó Tall tratando de hacerse la fuerte.
-Por favor... léelo...
Tall sorbió la nariz y comenzó a leer:
Aha! Tendrán que esperar al próximo capítulo para leer el poema que escogí para el álbum. Espero que no les haya parecido muy triste el cap. de hoy pero las cosas tienen que pasar! Es el destino!
Aredhel: Claro que no soy AntiRon/Hermi!!! No necesitas sobornarme jeje.
Caty: Que bueno que te guste mi humilde historia. Te diré que no es probable que acabe pronto porque la inspiración no quiere volver!!! En fin, lucharé por ella.
Bueno, escriban a norikogenhotmail.com para comentarios y demás o agréguenme a sus MSG para poder chatear :D.
Nos vemos!
Atte:
SaRaGeN J
Todo lo aquí contenido en esta historia tiene ©.
