Disclaimer: Nada es mío, ya lo sabéis. Jo qué pena, es el último disclaimer que escribo de este fic… Después de tanto tiempo… creo que me voy a poner a llorar…
7. Ganaremos la guerra
Si a Harry le hubieran contado hacía dos días que iba a conocer por fin la historia de la vida de sus padres y que una de las mejores amigas de su madre le iba a llevar de excursión no se lo hubiera creído, lógicamente. Pero ahí estaba él, sentado en el asiento de copiloto de un turismo ampliado mágicamente, conducido por una mujer pelirroja que parecía ser una diva del pop, con sus mejores amigos en la parte de atrás y con uno de los mejores amigos de su padre dándose el lote con otra amiga de su madre. Y todo esto aderezado con la afirmación mística de que su padrino no estaba muerto. Sí, parecía el guión de un culebrón y tenía tantas cosas que preguntar que no sabía por donde empezar. De todos modos se le adelantaron.
- ¡ No me puedo creer que esté en el coche de Kate Klumps! – exclamó Hermione dando saltitos de la emoción- ¡Dios mío!
- ¿Pero por qué conoces a Kate?- preguntó en tono molesto Ron-¿Por qué siempre lo sabes todo?
- ¡ Oh, cállate Ronald!- exclamó Hermione
Elise, Remus y Kate se echaron a reír. Harry sonrió.
- Me recordáis a alguien- dijo suspirando Kate y meneando la cabeza- No sabía que te gustara mi música, Hermione.
- ¡¡¡¿¿¿Sabes cómo me llamo!- chilló Hermione dejando medio sordos a los pasajeros- ¡¡Dios mío! ¡¡Qué fuerte!
- ¡Cállate ya, histérica!- se quejó Ron
- ¡Cállame tú!- protestó la chica
Elise se seguía riendo.
- Claro que os conocemos. A todos. Sirius y Remus nos escribían muchas cartas y nos sabemos vuestras aventuras de memoria- Elise le acarició una mejilla a Remus- Somos grandes fans vuestros.
Los chicos sonrieron orgullosos
- Por cierto ¿vosotros dos no habéis empezado a salir?- preguntó entonces Kate
- ¡No me los perviertas!-protestó Remus rápidamente mientras los más jóvenes se miraban entre ellos confusos.
- ¿A quién te refieres, Kate?- preguntó Harry con curiosidad.
- A Hermione y a Ron. Si no tardáis mucho a lo mejor gano la porra
- Remus no quiere que se lo digas porque él apostó 10g a que empezaban a salir el año que viene- dijo Elise riendo
- ¡Y a ti no te importa que se lo diga porque tú dijiste que iban a empezar a salir en quinto!- protestó Remus
Hermione y Ron se habían puesto rojos como tomates y parecían habérseles pasado las ganas de discutir, mientras Kate, Elise, Ginny y Harry se reían.
- Entonces tú estuviste saliendo con mi tío Fabian ¿Verdad?- preguntó Ginny compadeciéndose de Hermione y su hermano, para cambiar de tema
- Sí- Kate asintió con una sonrisa- Qué tiempos aquellos… éramos muy amigos…- la mujer empezó a sonreír melancólicamente- La última vez que os vi, Ginny, tú tenías apenas dos meses y tu hermano intentaba cogerte en brazos… De Bill me acuerdo más… entró en primero el año que nosotros nos fuimos.
- Es cierto- suspiró Remus- Tendrías que verle ahora. Ya no se parece nada al niño que revoloteaba alrededor de James para jugar al Quidditch… Es todo un hombre
- Estamos viejos- suspiró Elise mientras le apretaba la mano al licántropo con cariño y Kate asentía.
Los que se echaron a reír entonces fueron los jóvenes.
- Que va, sí Remus me permite decirlo yo creo que es usted muy atractiva, señorita Black. Y usted también Kate…
- Gracias, pero llámame de tú. Si Remus es tan estirado como para hacerse llamar de usted… es su problema- bromeó Kate mientras el hombre le devolvía una mirada insolente.
Hermione le lanzó una mirada torcida a su amigo pelirrojo
- El profesor Lupin también es muy atractivo- añadió con un murmullo de enfado.
Todos menos Ron y Remus, que se había puesto rojo, se echaron a reír.
- Por cierto…- preguntó Harry- ¿a dónde vamos?
- A visitar a los Prewet- dijo Elise con una sonrisa- más conocidos como el primo segundo contable, o también Artemis y Tracy.
Se hizo un silencio breve en el coche
- Pero… ¿Querrán vernos?- preguntó Ginny un poco nerviosa
- Claro que sí- dijo Remus- Tus padres no han dejado de verse nunca con ellos- dijo mirando a Ginny-, ni nosotros… Pero vosotros erais pequeños para comprender su situación…
- ¿Qué situación? ¿Lo de desvincularse del mundo mágico?- preguntó Hermione
- Exacto- asintió Elise- Ellos están deseando conoceros. Pero no habléis de magia, ni la uséis delante de ellos ni de Fabian y Gideon…
- ¿Quiénes son esos?- preguntó Ron con curiosidad. Se llamaban igual que los hermanos de su madre
- Sus hijos. Gemelos. Un encanto- dijo Elise sonriendo
- Sí, cuando duermen son encantadores- murmuró Remus
Todos se rieron y Elise le dio un beso.
- ¿Qué quieres? Tienen diez años. – Kate se encogió de hombros y miró a través del retrovisor a sus amigos- Vosotros… ¿No os han dicho nunca que no se come delante de los pobres?
Elise le sacó la lengua.
- ¿Pero vosotras les conocéis?- preguntó Harry. Si habían estado fuera del país hasta entonces era difícil que conocieran a los hijos de Artemis y Tracy.
- Venían de vacaciones a Florida todos los años- explicó Elise
- ¡Florida!- exclamó Ron- ¡Qué suerte!
- Bueno, no lo es no puedes volver a casa- murmuró Kate con tristeza- a mí no me dejaron venir ni a dar conciertos
Hermione asintió. Nunca había podido cumplir el sueño de ver a su ídolo en directo.
Harry permanecía callado y pensando, demasiado emocionado y confuso… estaba acostumbrado a esos cambios drásticos en su vida, pero esta vez se sentía tan feliz que no podía pensar con claridad.
- Una pregunta….- Hermione parecía haberse tranquilizado y lucía su cara de dudas existenciales- Lo que habéis dicho antes de Sirius…
- Eso os lo explicaremos con más calma en casa de Tracy- la cortó Elise suavemente- También se lo queremos decir a ellos, y aún falta una persona.
- Y otra cosa Elise- volvió a insistir Hermione- ¿La visión que tuviste fue como la profecía de la señorita Trelawney?- Harry frunció un poco el ceño. Había tenido el valor suficiente para contarles el contenido de la profecía a sus amigos, pero por supuesto, eso no quería decir que la hubiera asumido completamente.
Elise suspiro.
- La verdad es que nunca lo sabré- negó con la cabeza- No sé si vi el futuro tal cual porque Lily estaba en peligro o vi a tus padres porque eres el niño de la profecía, Harry. Parece que todo apunta a lo segundo pero sigo sin estar segura
…
Kate entró en una larga calle llena de casas a ambos lados, Harry pensó que era una calle bastante parecida a Privet Drive, y aparcó delante de una de las verjas, dónde Remus le indicó. Pese a que todas las casas eran bastante parecidas, la que tenían delante era una de las más bonitas. En el jardín había dos niños rubios de ojos azules que debían haber estado jugando fuera, pero se acercaron al oír el motor del coche. Todos bajaron.
- ¡Elise!- gritaron los dos niños entusiasmados al ver a la morena. Abrieron la verja y se lanzaron al cuello de la aludida
- ¡Hola enanos!- dijo ella revolviéndoles el pelo- ¿Qué tal estáis?
- Muy bien- contestó uno de los niños tomando una de las manos de la mujer- Fabian y yo te queremos enseñar una cosa top-secret- dijo el niño en un susurro
- Sí, una cosa muy top-secret- dijo el otro niño imitando el tono de su hermano- Ven con nosotros.
Los dos niños empezaron a empujar a Elise suavemente hacia el interior de la casa, sin prestar atención al resto de personas.
- ¡Pero Elise! ¡Qué tenemos que hablar con Artemis y Tracy!- protestó Remus
La morena se encogió de hombros y se dejó llevar por los niños. Remus resopló mientras Kate se reía.
- ¡Esos dos monstruos idolatran a Elise! Y eso que es la que menos ha hecho para caerles en gracia- explicó Kate- A Remus y a mí ni hola, no se deben haber dado cuenta de que estamos aquí…
Remus gruñó.
- Lo que yo decía, un encanto- murmuró
Todos se echaron a reír.
- ¡Kaaate!- exclamó una voz femenina. Una mujer rubia y alta, muy elegante, de unos treinta años se había asomado a la puerta al no oír el follón habitual que montaban sus dos monstruitos- ¡Artemis, cariño, han venido Kate y Remus!- gritó mientras se apresuraba hacia la entrada.
- ¡Tracy!- exclamó Kate abrazando a su amiga con fuerza y empezando a dar saltitos las dos- ¡Estás guapísima!
- ¿Yo?¡Pero si tú no has cambiado casi! ¡Estás impresionante!
Mientras había salido otro hombre, de pelo claro y expresión tranquila. Caminaba con las manos en los bolsillos y se acercó a Remus. Se abrazaron.
- ¿Qué tal, Artemis?- preguntó el licántropo
- Muy bien… espero que representes a tus jóvenes acompañantes…- les guiñó un ojo a los cuatro jóvenes, a Harry le pareció delomás simpático enseguida- Aunque creo que sois Ginny, Ron, Hermione y…. Harry- dijo con una amplia sonrisa.
- ¡Artemis, so rancio, ven a darme un abrazo!- exclamó Kate mientras se tiraba al cuello de su amigo, que tenía que hacer grandes esfuerzos por no caerse al suelo-Oye ¿Te estás quedando un poco calvo no?
- ¡Yo también me alegro de verte!- dijo Artemis riendo
Tracy entonces reparó en los jóvenes.
- James- murmuró mirando a Harry, con cierto dolor en sus ojos- ¿Tú eres Harry, verdad?- murmuró la mujer apoyando sus manos en los hombros.
Harry asintió no sin cierta dificultad para tragar saliva. Demasiadas emociones en un día. Acto seguida Tracy le estrechó en un abrazo.
- Te lo habrán dicho mil millones de veces, pero eres igual que tu padre- le dijo la mujer- ¿Sabes quién soy? Me llamo…
- Tracy- dijo Harry, sin saber muy bien por qué la había cortado, pero eso pareció complacer a la mujer- Remus me ha explicado vuestra.. historia.
Tracy sonrió.
- Seguro que no te ha dicho lo guapa que era tu madre- dijo Artemis acercándose y abrazando a Harry- Tienes sus ojos.
Harry sonrió. Ginny, Ron y Hermione empezaban a sentirse un poco fuera de lugar, pero Remus apoyó las manos en los hombros del pelirrojo para transmitirles confianza.
- Vosotros también tenéis que estar aquí.- susurró Kate
Harry tenía ganas de preguntar muchas cosas, pero el estar allí, con esas personas que tanto habían querido a sus padres y que le apreciaban… sólo podía sentirse feliz.
- ¿Y vosotros sois Ron y Ginny, no?- preguntó Tracy abrazando a Ron que inmediatamente se puso colorado mientras Ginny sonreía y Hermione entornaba los ojos.
- Encantada, señora Prewet- dijo Ginny
- Llámame Tracy- la mujer también abrazó a la pelirroja- Te pareces muchísimo a tu madre- Ginny hizo una mueca como si no estuviera muy segura si darle las gracias o no.
Todos se echaron a reír.
- Y Hermione- dijo Tracy con una sonrisa mirando a la chica- ¿Ya te han contado lo celosa que se puso Elise cuando Remus y Sirius te conocieron y le explicaron lo buena bruja que eras?
- ¡Tracy!- protestó Elise que se acercó a ellos seguida de los gemelos mientras Hermione se ponía de nuevo colorada y la rubia se reía acompañada por los demás
Elise recibió también abrazos de Artemis y Tracy.
- ¿Pero como es que estáis "aquí"?- preguntó Artemis entonces- ¿No ha venido Sirius?
- Vamos mejor dentro- propuso Elise
…
Delante de unas humeantes tazas de café, en un salón decorado con sencillez pero buen gusto, Elise, Kate y Remus le contaron al matrimonio los últimos acontecimientos; empezando por la caída de Sirius (en ningún momento dijeron que estuviera muerto) y los avances de Voldemort, y acabando por su libertad. Tanto Tracy como Artemis parecían un poco incómodos al tratar esos temas.
- Es fantástico que hayáis podido volver- dijo Artemis sonriendo, como queriendo cerrar el tema.
Todos se miraron inquietos, y un poco incómodos. Elise miró a su alrededor, como para cerciorarse de algo, y luego carraspeó.
- ¿Qué pensáis hacer cuando a Fabian y a Gideon les lleguen sus cartas?- preguntó
Evidentemente, todos supieron a qué cartas se refería Elise; las de admisión en Hogwarts.
- Elise, sinceramente no creo que eso sea de…- empezó a decir Artemis frunciendo el ceño.
- ¿De mi incumbencia?- acabó la mujer- Claro que es de mi incumbencia. Los dos sabéis de sobra que no me gustó que renunciarais a vuestros poderes…
- Fue nuestra decisión-murmuró Tracy.
- Y la respetamos- siguió Remus- Pero creo que Fabian y Gideon tienen derecho a elegir lo que quieren ser.
- Son mis hijos, Remus- le advirtió Artemis.- No quiero sonar grosero, pero soy yo quien decide como deben de ser educados
- Tus hijos ya saben que algo no marcha bien- volvió a decir Elise. Los demás miraban hacia sus tazas no sabiendo muy bien qué hacer.- Me acaban de enseñar sus poderes en el jardín…. Están asustados, Artemis.
Se volvió a hacer el silencio entre los presentes.
- Os dolió mucho- murmuró Kate entonces- pero ahora que toda la pesadilla de hace quince años vuelve, nos gustaría que estuvierais con nosotros.
- No pienso volver al mundo mágico- dijo Tracy con los ojos llorosos- Todo lo que nos quitó… sólo quiero un lugar seguro para mí y para mi familia
- ¿Y crees que si no utilizas tu magia esto va a ser un lugar seguro?- preguntó Remus.
Artemis le tomó la mano a Tracy.
- ¿A qué habéis venido?- murmuró molesto
- Os necesitamos en la Orden, Artemis- explicó Elise- Somos muy pocos
Tracy negaba fervientemente con la cabeza.
- No quiero pasar otra vez por lo mismo…- murmuró
- Os necesitamos para traer de vuelta a Sirius- dijo entonces Elise.- Y también necesitamos a nuestros amigos de siempre… tenemos que estar juntos si queremos ser fuertes
Justo en ese instante crucial, cuando Harry no podía estar más atento, llamaron al timbre de la puerta. Nadie se movió.
- Ya voy yo- se ofrecieron a la vez Ginny y Hermione, contentas de alejarse por un instante de tanta tensión.
Los demás permanecieron en silencio unos instantes, mirándose entre ellos con creciente incomodidad.
- ¡Oh! ¡Qué imagen más bonita!- exclamó una voz a la vez profunda y jovial, mientras Dumbledore, ataviado como un muggle, entraba en el salón- ¡Una reunión de los alumnos más revoltosos, entrometidos, valientes y desobedientes que Hogwarts ha tenido en los últimos tiempos!
Ginny y Hermione entraron en el salón a la vez que todos los demás saludaban al director con un apretón de manos, que fue un abrazo en el caso de Elise y Kate.
- Señorita…- Dumbledore miró a Kate por encima de las gafas- Tiene usted que prometerme que me firmará su último disco… La profesora McGonagall siempre se está pavoneando porque tiene su primer autógrafo y me tiene harto
- ¿Mi primer autógrafo?- preguntó extrañada la mujer
- Un castigo de cuando usted iba a tercero: copiar 1500 veces "no bostezaré, ni me quedaré dormida y aún menos roncaré en clase". Debajo pone: "para la profesora McGonagall" y su nombre. ¡Lo tiene colgado en el comedor de su casa y yo también quiero uno!- dijo el hombre sonriendo
Todos se echaron a reír mientras Tracy invitaba al director a sentarse y le servía una taza de café. Luego les miró a todos.
- ¿Se lo han explicado ya, señoritas?- dijo mirando a Elise y a Kate.
Ambas negaron con la cabeza.
- Le estábamos esperando profesor.- dijo la morena- Si es tan amable…
El director carraspeó y les miró a todos. Harry se acordó de que en el coche Elise había dicho que aún faltaba alguien; debía tratarse de Dumbledore.
- Como todos saben, Voldemort ha vuelto- Ron, Ginny, Hermione y Tracy sintieron un escalofrío al oír el nombre- Desgraciadamente, su poder no ha menguado. Algunos también saben de primera mano que hace pocos días nos tuvimos que enfrentar a él, perdiendo a uno de nuestros miembros.
- Sirius- murmuró Harry.
- Sí, Harry. Sirius. –afirmó el anciano- Todos, incluso yo, le dimos por muerto.
En la sala volvió a hacerse silencio. Harry miró a Elise y a Kate, que parecían tranquilas. Tracy asía con fuerza la mano de su marido.
- Hasta que pude hablar con Elise.- explicó Dumbledore- Supongo que ya saben que la señorita Black tiene ciertos poderes… especiales.
El resto asintió. El anciano miró a Elise, invitándola a continuar.
- Cuando me dijeron que mi primo había muerto me pareció extraño. Somos parientes, y por tanto compartimos vínculo de sangre. Puedo notar cuando una persona de mi familia es torturada o padece mucho y definitivamente "siento" que mueren. Y esos días no había sentido nada.
- Es parecido a tu cicatriz, Harry- explicó Kate. Todos asintieron, entendiendo lo que quería decir. Harry notaba los cambios de humor de Voldemort a través de la cicatriz de su frente; a Elise le pasaba igual con sus familiares
- Exacto.- siguió Elise- Entonces pensé que quizás mis poderes estaban desapareciendo, así que para cerciorarme intenté establecer conexión telepática…Pero estábamos muy lejos y casi pierdo la conciencia en el intento
- Así que decidimos hacer una especie de proyección hacia el inframundo.- dijo Kate- Como enviar una parte de uno mismo.
- Para que lo comprendáis- dijo el director- Si Sirius no había muerto estaría perdido entre el inframundo y nuestro mundo, ya que la maldición de Bellatrix no le mató.
- Y le encontré- dijo Elise- Un poco anonadado me explicó lo que había pasado, pero no pudimos hablar mucho rato porque yo tenía que salir si no quería perderme también.
- ¿Sirius está vivo?- preguntó con un hilo de voz Harry, sacando las fuerzas para hablar de no sabía donde.
Kate y Dumbledore asintieron. Los demás se miraron impresionados entre sí.
- Y necesito que nueve personas que le conocieran (conmigo diez) y que tengan poderes mágicos me ayuden a sacarlo de allí. Es difícil, uno de los hechizos que tu madre me ayudó a traducir- dijo Elise mirando a Harry- Magia antigua, como la que te protege.
Se quedaron en silencio mientras Harry asentía. Dumbledore le había hablado alguna vez de eso. Su madre usó lo que había aprendido de los códices para protegerle con su vida.
- Y nosotros somos esas ocho personas- murmuró Remus
Elise asintió
- Por eso necesitamos vuestra ayuda, porque creemos que sois los más indicados para traer de vuelta a Sirius- dijo Kate- aunque no sabemos si va a salir y qué es lo que nos puede pasar
- Contad conmigo- dijo Harry inmediatamente con determinación
- Y conmigo- se le unió Ginny, seguida de Remus
Hermione y Ron se miraron dudosos, miraron a los demás y fruncieron el ceño.
- Y conmigo-dijeron a la vez.
Elise y Dumbledore les sonrieron. Luego miraron a Artemis y a Tracy que se miraban entre ellos con tristeza.
- ¿Estáis seguras de lo que vais a hacer?- preguntó Artemis
- No- contestó Elise negando con la cabeza.- No conocemos a nadie que lo haya hecho.
La pareja se volvió a mirar con reservas.
- Nosotros no queremos tener nada que ver con la magia- murmuró Tracy.
Harry frunció el ceño enfadado. No se creía lo que estaba oyendo, al igual que los demás, que se miraban entre ellos con reprobación.
- ¡Vosotros no podéis ser Tracy y Artemis!- exclamó el chico entonces- ¡Sirius es vuestro amigo! ¡Tracy y Artemis no tendrían miedo por lo que pudiera pasar! ¡Ellos salvaron a mi madre de Voldemort! ¡Voldemort!- chilló aún más fuerte y dando un puñetazo en la mesa- ¿Qué hay peor que eso?
- Harry no creo que tengas ningún derecho a hablarnos así- dijo Artemis muy serio.
- Tenemos una familia, Harry- dijo con la voz temblorosa Tracy.
Elise no dijo nada pero tenía un semblante muy apenado y Remus rodeó el brazo de Harry para instarle a que se calmara y se sentara. Los demás se callaron pero su mirada lo decía todo, incluso la de los jóvenes que apenas acababan de conocer la historia. Kate se levantó ágilmente de la silla, también muy triste.
- Encontraremos a alguien que sí quiera hacerlo- murmuró la mujer- Y puede que Harry no tenga ningún derecho- miró a Artemis- pero sí tiene razón.
La mujer se dirigió hacia la entrada, defraudada. No se le ocurrió que sus amigos fueran a negarles su ayuda. Remus y Elise se levantaron para seguirla, pero Artemis detuvo a la morena por el brazo.
- Esperad un momento- dijo el hombre tonel rostro un tanto consternado- Lo haremos
Kate se giró en el pasillo.
- Artemis, no tienes porqué hacerlo obligado- dijo amargamente
Todas las miradas se clavaron en el matrimonio, esperando una respuesta.
- Queremos hacerlo- dijo entonces Tracy
Los demás se miraron entre sí entre alegres y temerosos. Iban a hacerlo.
…
Dos horas después, de vuelta a Grimmauld Place, todos estaban muy nerviosos. Tracy se había metido en la roñosa cocina a preparar algo para que comieran los que estaban allí; la señora Weasley y el resto de la familia habían sido enviados a la Madriguera oportunamente hacía tres días; Dumbledore estaba en todo. Aunque a la señora Weasley le costó bastante dejar a Ron y a Ginny en la casa de Londres. Fabian y Gideon se quedaron a cargo de la señora Fleming, la vecina de la familia; algo así como la señora Figg de su barrio.
Elise y Dumbledore se habían encerrado en uno de los salones limpios nada más llegar y habían insistido en que estuvieran preparados. Remus, Ron y Artemis jugaban al ajedrez alternativamente mientras Hermione y Ginny repartía sus nervios entre la cocina y la sala de estar.
Harry les miraba a todos y se preguntaba por qué no estaban tan histéricos como él. Sentada a su lado en el sofá, Kate arañaba la tapicería del desgastado sofá.
- Creo que todo saldrá bien- murmuró entonces la mujer mirando a Harry.
El chico suspiró y la miró escéptico.
- Parece que la palabra bien y yo no nos llevamos bien últimamente.
Kate tomó una de las manos de Harry.
- Quizás esto no te tranquilice, pero Elise siempre sabe lo que hace- dijo con una sonrisa
Harry sonrió también. Sí que le tranquilizaba, sobretodo que Kate confiara en ella.
- ¡Bocadillos y zumo para todos!- exclamó Tracy saliendo de la cocina con una bandeja llena de bocadillos. Detrás de ella Ginny llevaba una jarra y Hermione unos vasos de plata que tenían toda la pinta de pesar toneladas.
Ron se levantó rápidamente a coger un bocadillo y se puso rojo de nuevo cuando Tracy le sonrió. Remus se dio cuenta y le dio un codazo a Artemis que se estaba riendo también.
- Vaya Tracy, cualquiera diría, en los lejanos tiempos del NTCPSP, que estarías preparando bocadillos para mí- dijo Kate burlona.
- Bueno, si tú supieras…- dijo la rubia sonriendo y sentándose al lado de su amiga, mientras los demás atacaban la bandeja- Rachel Rayan trabaja conmigo desde hace unos diez años, vino a la entrevista de trabajo sin saber que yo trabajaba allí. Ahora somos co-directoras de las dos tiendas de Londres.
Kate alzó las cejas con un gesto de sorpresa mientras Remus les acercaba un bocadillo a ambas.
- Sí, y he oído que Gilda se ha divorciado…- comentó el licántropo- me llamó el otro día para quedar y me lo dijo.
- Será mejor que eso no se lo digas a Elise…Si no ríete tú de la segunda Guerra Mundial- dijo riéndose Kate- ¿Y por cuál va, por el segundo?
- No, es su tercer divorcio- dijo Tracy- Rachel y ella siguen manteniendo sus reuniones de arpías destripadoras y me mantiene al día
Todos se echaron a reír de nuevo
- Mirad, Kate sale en esta revista- anunció Ginny que estaba leyendo una revista de colores chillones que le había dejado Hermione- "Kate Klumps declara: ahora mismo mi carrera me impide pensar en el amor"…
- Qué pelo más bonito te han dejado en las fotos- comentó Tracy mientras miraba la revista y Kate se ponía colorada.
Remus también miró la revista y se echó a reír.
- Sirius siempre se compraba todas estas revistas. Cuando se empezó a decir que salías con Tom Cruise casi le tuvimos que atar a una silla para que no se escapara a matar al pobre hombre…
- Eran todo mentiras- murmuró la cantante poniéndose colorada
Los demás se echaron a reír.
- De todas maneras, no haces buena pareja con Tom- sentenció Hermione muy seria- A mí me quedabas mejor con Antonio Banderas.
Tracy negó con la cabeza.
- Está casado. Sin duda yo te veía con George Clooney
- George es muy majo, pero ningún hombre puede competir con Sirius- dijo Kate sonrojada, pero con una sonrisa. Nunca ningún hombre podría, añadió internamente
Todas las mujeres presentes suspiraron mientras los hombres tosían nerviosamente.
Tras unos minutos más de charla, las puertas de la habitación donde estaban el director y Elise se abrieron, y Dumbledore apareció detrás.
- Cuando quieran.
…
Las ventanas del salón, ya de por si oscuro, estaban cubiertas con telas para impedir el paso de la escasa luz que se filtraba en la estancia. Elise permanecía de pie en el centro, sonriendo con esa tranquilidad de espíritu que la caracterizaba, mientras Dumbledore les invitaba a pasar.
- Bueno- empezó la morena poniéndose un poco más seria- Os vuelvo a repetir que no hay noticias de que esto se haya hecho antes y de que no sé qué puede pasar… ¿Seguís queriendo hacerlo?
Todos asintieron. Tracy tomó la mano de su esposo.
- Entonces colocaos en círculo a mi alrededor y daos las manos- Todos obedecieron silenciosamente, Dumbledore tomó las manos de Tracy y de Kate y el resto se fue situando entorno a la morena- Escuchad y esto es muy importante: pase lo que pase no os soltéis de las manos o no conseguiremos nada. Cerrad el círculo un poco.
Seguramente notaréis una fuerza muy grade, pero reoito, no os separéis.
Obedecieron a la mujer, Hermione y Tracy cerraron los ojos. Harry apretaba las mandíbulas con decisión.
- Ahora concentraos en la imagen de Sirius y escuchad.
Elise levantó los brazos, cerró los ojos y empezó a hablar en una lengua extraña. Unos segundos después se abrió delante de ella un círculo que emitía una luz que parecía sólida y que quemaba la vista. Los que formaban el círculo cerraron los ojos y notaron una sacudida: Ginny cayó de rodillas pero no se soltó de Remus y de Hermione.
Elise seguía recitando lo que parecía un conjuro mientras la luz se hacíamos cegadora y tenían que hacer más esfuerzos por aguantar el círculo y estar concentrados. Tracy también se cayó, seguida casi al momento por Ron y Hermione. Remus y Harry se encorvaron para no caer al suelo.
Justo entonces, Elise paró de recitar y el círculo de luz se hizo insoportable. Kate se sorprendió a si misma chillando mientras Elise caía de rodillas y sus brazos desaparecían en el círculo. Dumbledore y Harry impidieron que se soltara para ir a ayudar a su amiga.
- ¡Concéntrate Kate!- exclamó Harry.
La morena, mientras, estaba chillando también, gotas de sudor resbalaban por su frente mientras intentaba sacar los brazos del círculo.
- ¡Ya!- chilló Remus cuando vio como una forma oscura empezaba a salir del círculo, con los brazos de Elise a su alrededor.
Todos vieron el semblante de Sirius y entonces una nueva sacudida les hizo gritar a todos. Del agujero luminoso ahora salía también un viento fortísimo que les arrastraba.
- ¡Aguantad!- gritó Dumbledore con su portentosa voz dándoles ánimos a todos.
Elise y Sirius lucharon por alejarse del círculo, pero tenían dificultades. Los demás no podrían aguantar mucho más. De repente, se oyó una explosión y todo paró en seco.
La estancia volvía a ser oscura, el viento huracanado había desaparecido y nadie veía qué había pasado porque no tenían los ojos acostumbrados a la oscuridad.
- Podéis soltaros- murmuró la voz de Elise- Y tú primo ¿Se puede saber que demonios comes? Creo que me has roto las costillas con tu culo de mamut
- Debilucha- murmuró una voz conocida por todos.
- ¡Sirius!- exclamaron casi todos a la vez mientras Dumbledore encendía unas velas con su varita.
El atractivo moreno se estaba incorporando, justo había caído encima de su prima, pero no pudo cumplir ése objetivo porque una centella de pelo naranja se le lanzó al cuello y le placó contra el suelo.
- ¡Kate!- exclamó el hombre cuando pudo ver el rostro de la mujer que se dedicaba a darle besos por toda la cara con los ojos llenos de lágrimas. La abrazó y ambos se levantaron del suelo, ella sin soltarle y llorando aún- Mi niña…- murmuró mientras le devolvía los besos.
- ¡Y a mí que me parta un rayo!- exclamó Elise haciéndose la enfadada desde el suelo, Remus se acercó a ayudarla- ¡Casi me quedo paralítica por tu culpa!
Sirius se separó unos centímetros de Kate y alzó una ceja.
- Anda ven a darme un abrazo, tontorrona, que sé que lo estás deseando.
Poniendo cara de estar haciéndole el mayor favor de su vida, Elise se acercó a abrazarle.
- Y como seas tan gilipollas de volverte a caer al inframundo, que sepas que no te voy a salvar el culo- murmuró mientras se separaba de él.
Remus se rió mientras se acercaba a saludar a su amigo.
- Eres mi héroe Pad- dijo bromeando mientras le abrazaba- ¿Mucho calor allí abajo?
- Nah, todo eso de las llamas es publicidad engañosa… ¡Vosotros!- exclamó entonces al ver a Tracy y a Artemis. Primero abrazó a la rubia y luego a su marido- Muchas gracias
La pareja negó con la cabeza mientras Tracy empezaba a temblar emocionada. Sirius les volvió a abrazar
- Profesor- Sirius se acercó a Dumbledore- Muchas gracias
El aciano sonrió y le dio un golpecito en la espalda.
- Espero que esto te haya servido de algo, Sirius- murmuró para que sólo le oyera el aludido, que asintió casi imperceptiblemente.
- ¡Harry!
El muchacho, que hasta entonces había estado luchando por mantenerse fuerte, apretar la mandíbula y sobretodo no llorar, no pudo más. Abrazó a su padrino escondiendo la cara. Se sentía aliviado, feliz, pero parecía que toda la frustración y la culpa se querían escapar e forma de lágrimas.
Unos segundos después, el hombre saludó y dio las gracias también a Hermione, Ginny y Ron, que estaban muy emocionados también
Acabada la ronda de saludos, Kate se volvió a apropiar de Sirius sin intenciones visibles de soltarle.
Elise abrazó a Tracy y le limpió las lágrimas mientras Artemis las rodeaba a las dos
- No llores- le murmuró la morena- Todo está bien…
La mujer rubia asintió pero seguía llorando. Harry también estaba emocionado y notó que alguien le cogía la mano. Era Giny, que miraba al frente distraída, aunque no podía disimular el rubor de sus mejillas. Harry le apretó la mano
Y ya no importaba que estuviera a punto de empezar una guerra. Harry supo eso cuando vio como Remus abrazaba a Elise y la hacía sonreír, como Sirius parecía un adolescente al lado de Kate, como Artemis consolaba a Tracy, como la amistad había padecido embistes pero seguía siendo tan pura después de tantos años y tantas calamidades. No importaba porque por mucho que Voldemort luchara no podría desunirlos, no podría destruirles, porque tenían la mejor arma y la única que podía derrotarle: el amor. El amor que había soportado los años, la distancia, el exilio y la prisión.
El muchacho notó como Dumbledore apoyaba una mano en su hombro y Harry supo que él también lo sabía. Ganarían esa guerra.
FIN
0o0o0o0o0o0o0oo0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0oo0o0o0o0o0o0o0
Bueno… sé que no es lo que esperabais muchos y que os hubiera gustado que siguiera o que acabara de otra forma… pero tras pensarlo… es que he visto que no quería continuar. El presente es de Rowling y de momento no es un tiempo que haya trabajado y no tiene unos personajes con los que me sienta cómoda y no quería fastidiarla. Así que mi querido fic se acaba aquí. Ni yo me lo creo joder, que pena.
Bueno, que sepáis que he llegado hoy de vacaciones desde Alicante sin dormir, medio borracha y no he comido nada desde hace 24 h así que si pongo incoherencias se deben a la falta de sueño y comida y al exceso de alcohol y de fiesta… Por eso no he actualizado antes, esta semana no he estado ocupada pero creo que me merecía un descansito…. Aunque lo primero que estoy haciendo es enviaros este último capítulo, para ver si consigo endulzar a alguien el final de las vacaciones
Quiero dar las gracias a todos los que me habéis seguido durante poco o mucho tiempo, porque de verdad que habéis sido quienes me han dado motivos para seguir escribiendo… Es gratificante compartir con vosotros una de mis mayores pasiones y recibir tanto apoyo… (Henar saca el clinex)… Muchas gracias a todos
Y nada, sólo pediros que me dejéis un review y me digáis que os ha parecido…
No puedo contestarlos vuestros porque el teléfono de casa no funciona y como mañana es fiesta los de Telefónica no vendrán hasta el martes (que ya tengo clase) y me tengo que ir con un disquete (y con mi cara) a casa de un amigo a postear el capítulo… En fin, soy una impresentable que no contesta reviews TT… Pero si queréis que os conteste a algo escribidme a mi mail o dejadme un mensaje en mi panel de la comunidad de Story Weavers (la dirección está en el capítulo anterior)
Un beso
Hermione Weasley 86
M.O.S, M.L.L.
Escritora Weaver
Prefecta de Ravenclaw HA
Miembro de la Orden del Fénix (ja,ja)
Amiga por correspondencia de una mortífaga exnovia de Voldemort
Eterna estudiante
Amargada por los exámenes
