¡¡¡Embarazada! ¿De él? ¡¡¡No!

Capitulo 4: Confesiones.

Las nubes se arremolinaron mas y mas hasta que comenzaron a descargar la tormenta sobre la Orange Star City. Los rayos disparaban toda su furia sobre la Corporación Cápsula, hasta que uno alcanzó a dar en el pararrayos de las instalaciones y los plomos saltaron apagando todos los aparatos eléctricos, la luz e incluso la cámara de gravedad.

(N. de A.: Es que como no ganaban en combustible terminaron por acoplar la nave a la red eléctrica de la casa)

.-. Oh, genial ¿y ahora que?

Dijo Vegeta cuando las luces de la cámara se apagaron y la gravedad volvió a su nivel normal. Vegeta se dirigió a la puerta de salida, pero sin electricidad el sistema automático de apertura tampoco funcionaba así que acabo soltando la puerta a golpes. Se dirigió a la casa mientras juraba y perjuraba por tener que mojarse, cuando llego hasta la puerta y la abrió un foco de luz le dio de lleno.

.-. Ah, eres tú. -dijo Bulma sin mucho animo mientras bajaba la linterna.

.-. ¿Se puede saber que has hecho? Se ha quedado sin energía la cámara.- le preguntó el saiyan malhumorado.

.-. Ha sido la tormenta, tipo listo - le respondió ella molesta.- No se si te habrás percatado, pero el resto de la casa tampoco tiene luz.

CLICK CLACK (- Sonido de el interruptor al ser pulsado por Vegeta para comprobar si era cierto. Lógicamente no se encendió la luz.

.-. Ah, pues es cierto.

.-. ¡Claro que es cierto! ¿Te crees que me gusta ir con una linterna por la casa?

.-. ¿Y yo que se?

Bulma se dio media vuelta y se dirigió a la cocina intentando calmarse.

.-. ¿A dónde vas?- le preguntó el guerrero con su típico tono de voz amargado.

.-. A intentar conectar todo de nuevo.- Respondió la inventora de mala gana.

Vegeta la siguió con el fin de aprender como se hacía por si aquello volvía a pasar y estaba solo en la casa. Bulma abrió la puerta que daba a la bodega y bajó por las escaleras. Vegeta le seguía de cerca, cosa que ponía cada vez mas nerviosa a Bulma y entre los nervios y la poca luz que había en la estancia, ella acabó tropezando en las escaleras y hubiera caído de bruces al suelo si Vegeta no la hubiera agarrado. El príncipe de los saiyans la aferró por la cintura antes de que ella se desequilibrara del todo y la acercó a él para darle apoyo hasta que ella volviera a tener bien puestos los pies.

.-. Gracias... – dijo ella débilmente, estaba sorprendida por la reacción del saiyan, es mas, le hubiera parecido de lo mas normal que ni siquiera se hubiera preocupado de su estado después de la caída. Por su parte el príncipe de los saiyans no dijo nada y en cuanto pudo la soltó como si le quemara.

Siguieron con el descenso. Cuando hubieron llegado Bulma se dirigió hacia el panel y volvió a colocar los interruptores en encendido...

.-. Las luces siguen apagadas.- informó él mirando escaleras arriba.

.-. No lo entiendo... – murmuró la chica mientras se agachaba y abría el armario de los fusibles- ¡Oh! ¡Vaya lo que faltaba! Se ha reventado un fusible... tendré que cambiarlo.

Tras eso Bulma se dirigió hacia el taller de su padre donde siempre solía haber fusibles de todo tipo (alguno valdría), pero como siempre suele pasar cuando necesitas algo urgentemente... no quedaba ni uno. (Que mala soy) Tanto Bulma como Vegeta acabaron sentados en el salón (en sillones diferentes) haciéndose muda compañía el uno al otro mientras eran iluminados intermitentemente por los relámpagos. El silencio entre ambos podía incluso oírse, lo único que hacía que el mutismo fuera absoluto era el ruido de la tormenta en el exterior y el tic tac del reloj que se encontraba en la sala. Es mas el ruido de este último se clavaba en la mente de la chica haciéndola exasperar cada vez mas y a medida que el tiempo pasaba el tic tac parecía volverse mas lento, y mas , y mas lento...

.-. ¿No te aburre estar aquí sentado sin hacer nada?- dijo Bulma de repente haciendo brincar al príncipe de los saiyans, quien posiblemente se estaba a punto de dormir.

.-. ¿Tienes alguna idea mejor? –Respondió él sin mucho animo.

.-. Bueno... creo que arriba tengo algún juego de mesa... - la mirada de Vegeta le indicó no estaba muy por la labor - Mejor olvídalo.

El silencio volvió a caer sobre ellos. Durante ese nuevo silencio a Bulma le vino algo a la mente.

.-. "Quizás... Debería decírselo ahora... la verdad es que no tendré mejor oportunidad que esta... pero quizás se enfade... pero... ¿por qué tendría que enfadarse? El tuvo parte de culpa... SE LO DIGO"

La peliazul clavo sus ojos en Vegeta decidida.

.-. Vegeta. – le llamó resuelta- Tengo que decirte algo.

Vegeta le dirigió una mirada entre atenta y cansina.

.-. Yo... veras... yo... anteayer cuando fui al hospital... bueno... me dijeron que... Es...

BROUUUUUMMMM (- Mientras decía la parte importante un inmenso trueno ahogó el sonido de su voz y por lo tanto Vegeta no lo oyó.

.-. ¿Qué has dicho? No te he entendido.- pregutó el saiyan mirándola con la ceja alzada.

.-. ¿¿¿QUÉ? -cayendo al suelo por la impresión- "No, No me ha oído lo tendré que volver a repetir"

Volviéndose a sentar, armándose de valor y suspirando fuertemente con el fin de calmarse.

.-. Decía que... yo... (suspiro) Estoy...

RIIIIIIINGGG (- El teléfono la corta de nuevo.

Bulma coge el teléfono.

.-. ¿Diga? "Solo esto puede pasarme a mi"

.-. ¿Bulma? ¿Eres tú?- preguntó una voz al otro lado del telefono.

.-. Si Chichi, Soy yo.

.-. Ah Bien. Bueno veras te llamaba porque necesito tu ayuda.

.-. ¿Mi ayuda?

.-. Si. Es que le he comprado a Gohan un nuevo aparato para el estudio.

.-. ¿Un aparato para el estudio?

.-. Si, es como un ordenador, pero solo sirve para estudiar. (Mira que se gasta el dinero en tonterías ¬¬) Y lo que ocurre es que yo no entiendo de electrónica y al parecer estas instrucciones dan por supuesto que todo el mundo conoce palabras como 'software', 'CPU' y otras cuantas mas que ni siquiera se pronunciarlas.

.-. Está bien. -.-Û Tú vete diciéndome lo que no entiendes y yo trataré de explicártelo.

.-. ¡Gracias! non

Tras dos horas de conversación telefónica intentando que Chichi comprendiera la mayor parte de las palabras que venían en las instrucciones a Bulma se le acabó la paciencia.

.-. Mira Chichi será mejor que mañana me pase por tu casa y te lo haga yo misma.

.-. Oh no, no lo hagas. No hace falta, creo que ya lo empiezo a entender.

.-. No, insisto. Mañana a la mañana me paso por allá.

.-. Pues muy bien, gracias non

(Chichi jamás llegó a comprender la informática -.-Ûû)

Tras colgar el teléfono se volvió hacia donde estaba sentado Vegeta, cual fue su sorpresa al descubrir que el príncipe de los saiyans se había quedado completamente dormido. Con un suspiro de resignación la científica se levantó y se dispuso a irse a otra parte, pero antes de salir por la puerta se detuvo. Le daba lastima dejarlo ahí sentado como estaba con la cabeza caída hacia un lado, así que como no podía llevarlo hasta su habitación fue en busca de una manta para al menos taparle. Cuando hubo vuelto comenzó a poner suavemente la manta sobre él y después con sumo cuidado ajustó la manta al cuerpo del saiyan para evitar que se destapara. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que el rostro de él no reflejaba la ira de siempre; todo su rostro reflejaba tranquilidad.

Bulma se quedó como hipnotizada mirando el semblante de Vegeta, jamás lo había visto tan tranquilo. Nadie que lo viera ahora pesaría que él alguna vez hubiese amenazado la Tierra, su gesto mostraba orgullo y altivez pero no maldad, incluso pensó que tenía algún rastro de inocencia en su porte. Bulma estaba totalmente hechizada.

El subconsciente guerrero de Vegeta, curtido ya por años de experiencia, comenzó a sentirse alarmado. La proximidad de alguien y la mirada clavada en él fueron el pequeño detonante que hizo que el príncipe se removiera en sueños, tal vez una persona normal no se hubiera enterado y en caso de haberlo hecho lo hubiese ignorado, pero Vegeta se había prácticamente criado en los planetas base de Freezer donde las intrigas y los asesinatos estaban a la orden del día; y en un lugar donde un puñal en el corazón se considera muerte natural (porque naturalmente te mueres), se aprende a no confiarse.

Vegeta abrió los ojos descubriendo frente a él los grandes ojos azules de Bulma. Eso no le hizo gracia, pues le hizo sentirse como un niño que es velado por su madre, eso en la mente de Vegeta significaba ser débil.

.-. ¿Qué te crees que haces, mujer?- dijo de muy mala manera.

.-. Nada,- argumentó la fémina apartándose rápidamente de él- tan solo te tapaba para que no te quedaras frío. Pensé en despertarte, pero creí que te enfadarías y al parecer no me equivocaba.

.-. No necesito de tus cuidados.- dijo mientras se levantaba y tiraba al suelo la manta, después se dirigió a la salida.

.-. ¿Por qué siempre haces lo mismo Vegeta? – preguntó ella entristecida.

Vegeta se detuvo y se volvió hacia ella con curiosidad.

.-. ¿Qué es lo que hago siempre?

.-. Evitas a la gente que quiere ayudarte- dijo tranquilamente- al principio pensé que era por tu orgullo, pero ahora estoy segura de que no... o al menos no siempre. Incluso algo tan nimio como el que alguien te tape con una manta te sienta mal, creo que lo que pasa es que tienes miedo de...

.-. ¡¡Yo no tengo miedo a nada!- gritó enojado.

.-. Tienes miedo de que la gente se te acerque.- continuó ella sin hacer caso a la interrupción.

.-. Que tonterías estas diciendo, mujer, ahora mismo estas cerca de mí y no te tengo miedo, ju, ¿por que tendría que temer a alguien que no tiene ni la mitad de fuerza que yo?

.-. No tienes miedo al daño físico que te pueda hacer y creo que ya sabes a que me refiero... tienes miedo de llegar a tomar aprecio a alguien o a algo.

.-. ¡¡¡DEJA DE DECIR TONTERÍAS!- después de decir eso en tono desafiante el príncipe de los saiyans se volvió dispuesto a marcharse.

.-. Si no es verdad ¿por qué te enfadas?- le pregunto ella con audacia deteniendo la marcha del hombre.

.-. PORQUE NO DICES MAS QUE TONTERÍAS CURSILERAS- le gritó volviéndose hacia ella con los puños apretados.

.-. ¡Tan solo te digo la verdad!- reafirmó Bulma.

.-. ¡¡¿LA VERDAD! ESO NO ES LA VERDAD, YO SE PERFECTAMENTE CUAL ES LA VERDAD Y ESA NO LO ES.- continuó el saiyan fuera de sí.- ADEMÁS A QUE VIENE TODO ESTO, ¿POR QUÉ DIABLOS ME LO DICES?

.-. ¡¡Porque alguien debía hacerlo!- dijo ella subiendo mas el tono de voz.

.-. ¡¡¿Y POR QUE PRECISAMENTE TÚ!

.-. ¡¡POR QUE ME IMPORTAS!

Esa última afirmación retumbó en la mente del orgulloso príncipe haciéndole retroceder tanto física como mentalmente.

.-. ¿Qué te importo? Eres mas tonta de lo que pensaba. ¿No te das cuenta de que dentro de tres años cuando acabe con los androides, también acabaré con tú planeta?- le dijo con un tono mas calmado (estaba shokeado)

.-. Si, lo se. Me lo recuerdas siempre que puedes y yo me lo repito en muchas otras veces...

.-. ¿Y entonces por que...?

.-. Porque no puedo negar lo que siento, incluso aunque quisiera odiarte yo... no puedo...

.-. Eso no son mas que debilidades, mujer... deberías superarlas... – el saiyan se volvió dispuesto a irse pues esta conversación se le hacía de lo mas vergonzosa, pero hubo algo que le detuvo mas bruscamente de lo que le hubiera detenido cualquier golpe del mundo, una simple frase que marcaría el resto de su vida mas de lo que él se imaginaba...

.-. Pues esa debilidad te va a hacer padre... –dijo Bulma en un susurro casi inaudible, pero que llegó con toda claridad a los oídos del saiyan.

Vegeta se giro rápidamente con tal de averiguar si lo que había oído era cierto o fue un simple delirio de su imaginación. La frase quedo totalmente confirmada cuando al volverse vio que Bulma huía a toda velocidad escaleras arriba. El príncipe de los saiyans se quedo un rato quieto sin siquiera respirar, digiriendo la frase de la mujer...

¿Ser padre? ¿eso había dicho, pero eso era imposible ¿no? ¡él no podía ser padre! Nunca había pensado si quiera en esa posibilidad... ¿Acaso no sería una treta de esa mujer para...? ¡¡¿PARA QUE! Él no tenía nada para darle y... ¿si sería para salvar su mundo? No, eso era una autentica locura, ella tenía amigos poderosos que se encargarían de algo así, definitivamente no podría ser eso. Entonces otra duda le asalto ¿qué ocurriría si era verdad?...

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COMENTARIOS DE AUTORA:

Por fin acabé este capitulo, buf, si que me ha costado esta vez. Si es que no tenía ni idea de cómo darle forma y al final me quedo un poco mas cursi de lo que yo quería, pero en fin que se le va a hacer; el genero romántico no es lo mío...

Bueno como ya sabéis es la tercera vez que edito este fic... alguien me tiene manía Y.Y pero lo dicho: "Conmigo no podrá nadie, si vuelven a quitármela la volveré a editar con otro nombre, nada podrá impedir que leáis el final, lo prometo." Me despido.

Runliney

P.S.D.: QUIERO REVIEWSSSSSSSSSSS que tengo que recuperar los que he perdido n.n