Por influencia de una chica.
Reviews:
Rocy Malfoy – hola! Me alegro que te haya gustado el cap., y espero que este sea de tu agrado. Eso de tener los mismos gustos no está mal jejeje. Besos.
Malfoys red-haired lover – jajajaja.. es bueno que tenga creatividad jejeje. Si, tiene que ser gracioso ver a Draco dando de comer a los delfines jejeje. Y cuando se cae muchísimo mas jejeje, pero claro, todo lo hace por Ginny, además, quien no ha hecho el ridículo alguna vez en su vida? Besos.
Eire – si, yo también me siento identificada con Draco, me hubiese pasado lo mismo que a ti, no sabría que hubiese hecho jejeje, seguro que lo tiraba a él también jajaja. Besos.
Ginny – ForEver – Hola! Siento no haber actualizado tan pronto como esperabas, sorry. Pero bueno, aquí lo tienes, mas vale tarde que nunca. Espero que la espera valga la pena. Besos.
Cap. 7:
Hablando con Dumbledore
Acababan de llegar al despacho de Dumbledore. Este los esperaba sentado en su silla, enfrente del escritorio, "vaciando" su memoria en un pensadero.
Al oírlos entrar cortó la hebra brillante que conectaba su sien con la vasija de piedra y se acomodó al otro lado del escritorio. Levantó una mano, indicándoles que tomaran asiento. Los chicos obedecieron sin rechistar. Ginny estaba impaciente, no sabía por qué les había citado en su despacho a esas horas. Miró a Draco en busca de apoyo pero él tenía la mirada perdida. Pasaron unos minutos que les parecieron horas cuando el director habló.
Se estarán preguntando el por qué de esta reunión. Bien... hay dos causas. Una buena y otra mala, por así decirlo. ¿Cuál prefieren primero?
La buena... – contestó Ginny. Prefería oír cosas buenas.
Vale... esta tarde he hablado con uno de los sanadores de San Mungo. Me han comentado que después de hacerles muchas pruebas a los pacientes, o sea a tu familia y demás, han descubierto con qué maldición han sido dañados...
Sí? Bien, entonces ya podrán curarles, es genial. – le cortó Ginny muy contenta. Sonrió a Draco y este le devolvió la sonrisa.
Para ella era uno de sus mejores días. Se lo había pasado genial en el zoo con su novio y ahora le decían que ya sabían la maldición, por lo tanto, podrían curarles... o eso pensaba ella.
No tan rápido Srta. Weasley. Saben la maldición sí, pero tardarán un poco en descubrir la contra-maldición. No obstante es un gran avance.
Se produjo un silencio incómodo. Mientras tanto, Dumbledore, volvió a vaciar su mente en el pensadero.
"No quiero saber cual es la mala noticia..." pensaba Ginny, era un día bastante favorable y no quería estropearlo.
Bien, - continuó el profesor después de que pasaran unos minutos. – ahora la mala: como habrán podido leer en el periódico, nuevos mortífagos han escapado de Azkaban. Eso no es lo preocupante, lo que verdaderamente me preocupa es que descubran que Potter y la mayoría de la Orden están en coma. Eso nos pondría en peligro, ya que Voldemort atacaría inmediatamente.He de pedirles discreción. No salgan mucho de su casa.
De acuerdo. Pero no podemos estar metidos siempre en casa... – dijo Ginny.
Lo siento, es por su bien. Claro que al hospital si que podrán ir.
Se despidieron y volvieron a casa.
¿Nos vamos a dormir? – dijo una Ginny cansada.
Va a ser lo mejor...
Subieron en silencio las escaleras. Al llegar a las habitaciones se despidieron con un beso y cada uno entró en su respectiva habitación.
Estaba en una habitación muy tristemente decorada. En el centro había un gran sillón rojo, desgastado y rasgado, se veía que tenía mucho años. Y enfrente de dicho sillón había una chimenea encendida. En el sillón había un hombre sentado, al cual no se le veía porque estaba de espaldas. A su lado una serpiente se deslizaba por el suelo. Y enfrente un hombre estaba arrodillado.
Y bien... ¿Qué ha pasado con Malfoy? – preguntó una voz siseante, que asoció inmediatamente al hombre del sillón.
Dijo... dijo que no se uniría... – contestó la voz del hombre arrodillado, con un tono de temor en la voz.
¿Cómo¿qué no se va a unir? Y supongo que estará con mi amigo Dumbledore ¿no?
El hombre solo asintió con la cabeza, sabía lo que vendría luego. "estúpido niñato" pensó.
¿Y no lo trajisteis a la fuerza?
No, nos vencieron y uno de los que venían con migo murió.
¿Cómo¿Os ha ganado un mocoso?
No estaba solo. Con él estaba una chica pelirroja...
La Weasley... con que si ¿eh?
¿Señor?
¡Silencio! Quiero que averigüéis todo lo que podáis sobre la chiquilla. Se llama Ginebra Weasley. Y de pasa también traéis a Malfoy, amenazarle con algo que le importe demasiado como para perderlo. De Lord Voldemort no se ríe nadie, y menos dos mocosos.
Sí señor, nos pondremos en ello inmediatamente.
El hombre hizo una exagerada reverencia, se levantó y se disponía a salir cuando...
¿A dónde se supone que vas? No hemos acabado. Ven aquí.
Tembloroso se volvió a arrodillar, casi se escabullía, pero no.
Cruccio! – gritó el hombre del sillón.
Se comenzó a retorcer de dolor, gritando de tal manera que parecía que se le iba a desgarrar la garganta. Él seguía gritando mientras que su señor se reía a carcajada limpia, sin mostrar piedad...
-AAAAHHHHH!- gritó Ginny al mismo tiempo que caía estrepitosamente al suelo.
Se incorporó rápidamente. "valla sueñecito... aunque no creo que lo fuera... Ginny te estás empezando a parecer a Harry..."
Se puso sus zapatillas y salió de su habitación en dirección a la del rubio. La puerta estaba entreabierta. La abrió con cuidado de no hacer ningún ruido y entró. En la cama puedo ver el cuerpo de Draco cubierto por las sábanas. Se acercó con cuidado y le quitó un mechón de pelo que le caía sobre los ojos. " Que tonta... qué le va a pasar aquí..." pensó. De repente una mano se cerró en torno a su muñeca y los ojos del rubio se abrieron de golpe. Ginny se sobresaltó y abrió los ojos como platos.
¿Qué pasa? – preguntó el chico asustado.
Nada, bueno... no, nada.
Me lo puedes decir, no pasa nada.
Draco se incorporó e hizo sentar a Ginny con él.
Es que... bueno, me e despertado por una pesadilla, pro parecía muy real, demasiado real.
Cuéntame que has visto.
Le contó todo el sueño, de principio a fin. Todo, incluido las conversaciones.
Hablaban algo sobre ti y sobre mi. Dijeron que investigaran sobre mí y que a ti te chantajeasen con algo, que nadie se reía de él, de Voldemort. Después utilizó la maldición Cruccio contra el hombre arrodillado.
No te preocupes. Yo estoy aquí.
Tu crees que era real ¿verdad?
No lo se. – contestó. Claro que lo sabía pero no quería preocuparla. Es más, estaba seguro de que todo era cierto, que iban a por ellos. "Ahora que necesitamos a Potter y a todos sus súper-amigos no están, es increíble." Pensaba el chico desesperadamente. – Si quieres te puedes quedar aquí con migo.
No se...
No te preocupes, solo dormiremos... pero si quieres mas. – dijo y le dedico una sonrisa pícara.
Obseso! – le llamó Ginny dándole un golpe suave en el hombro.
Esta bien, está bien, solo dormir, pero quédate¿vale?
De acuerdo, solo dormir.
A la mañana siguiente unos rayos la despertaron, como siempre. Sintió un brazo alrededor de su cintura, abrió los ojos y vio a Draco tumbado a su lado, durmiendo. " Bonita forma de empezar el día" pensó sonriendo. Pero de pronto llegó el recuerdo de todo lo que había sucedido el día anterior y se le borró la sonrisa. Algo se movió a su lado.
Buenos días, preciosa.
Buenos días – dijo Ginny dándole un tierno beso y apartando sus pensamientos de la noche anterior.
¿Bajamos a desayunar?
Ummm... ¿y si nos quedamos así un poquito más?
Está bien, pero no te acostumbres.
He pensado que podríamos ir al hospital a ver a mi familia. Se que no te gusta pero... es que necesito verles.
Claro, iremos... – esta era otra de las cosas que hacía por ella, a él no le hacía ni pizca de gracia ir a ver al "cara rajada".
Gracias – dijo sorprendiéndole con un beso. – ahora, bajemos.
Entonces¿me esperas fuera¿no quieres entrar? – le preguntó Ginny en la entrada de la habitación de su madre.
Si, te espero fuera. – le contestó Draco.
Gracias por venir.
Acto seguido entró en la habitación. Estaban como siempre, tumbados en sus camas, como muertos. Se acercó a la cama de su madre como y hizo la vez anterior y le contó todo lo sucedido ese día y la noche anterior. Le contó el sueño, lo que les contó Dumbledore y que pronto se pondrían bien. Estuvo un rato más y pasó a la habitación de Harry. Estaban igual.
Solo espero que os recuperéis pronto, aquí las cosas están muy mal...
Salió de la habitación y se encontró con Draco que la esperaba fuera.
¿Qué tal están?
Bien... bueno, como siempre, parece que no mejoran...
Sin decir nada más, se dirigieron a las chimeneas para volver a la Madriguera. Estaban a punto de desaparecer, cuando llegó una de las enfermeras de la planta de daños producidos por mortífagos, la planta donde estaban los miembros de la Orden. Se acercaron a ella.
¿Srta. Weasley?
Si, dígame¿qué ocurre? – contestó la pelirroja alterada.
Su madre, su madre a despertado. – dijo la enfermera.
¿Cómo?
Sin decir palabra salió corriendo, seguida de cerca por Draco y la enfermera. Corrió todo lo que pudo, todo lo rápido que le permitían sus piernas. Al llegar abrió rápidamente la puerta. Alrededor de la cama de Molly, había reunidos muchos sanadores. Se acercó lo máximo que pudo, lo máximo que le dejaron los sanadores.
Hola¿qué tal? Siento haber tardado tanto, pero aquí tenéis un nuevo capítulo, el cual espero que os guste, lo he hecho lo mejor que he podido.
Hasta el próximo.
Besos
Lady Laura Malfoy
