De confesiones y traiciones
Por Kuruma Chidori
Dedicado a Sayo Yukishiro
Alex.- ¡Yey! Vaya si me tardé con éste capítulo. Si bien le comencé más de una vez, se podría decir que se me vinieron muchas ideas a la mente en cuanto me puse a escuchar la canción "Hasta que el cuerpo aguante" de Mago de Oz, la cual trata sobre un músico :sonrisa maligna: así que ya te podrás hacer a la cabeza algunas ideas malvadas que se me vinieron muajaja. Cuando llegues a leer esto sis... Te quiero mucho!
Capítulo 3 "Engañándote"
Nota:
Los párrafos en cursivas, son pequeños fragmentos de lo que vendría a ser el diario de Sango o Kagome (Voy a variar de vez en cuando) sería como los pensamientos respecto a la situación pero planteados a futuro, no sé si me entiendan. ººººº
Inuyasha suspiró cansinamente antes de llevarse las manos al rostro nerviosamente.
No había porqué sentirse culpable, había dejado todo dicho a Sango... Lo que hacía no estaba mal, y era bueno que se pudiesen dar espacio para pasar más tiempo con los amigos (aunque aquella relación de amistad guardara otras intenciones). Kagome estaría molesta, pero ya se justificaría después con ella...
Sí... estará bien.- Murmuró para sí, con una suave sonrisa en el rostro.
¿Sucede algo Inuyasha?- Aquella voz proveniente de la joven que se hallaba sentada a su lado lo sacó de sus pensamientos. Kikyo le parecía una mujer tan fuera de lo común... sería tal vez por eso que le había llamado tanto al atención. Y aún cuando guardaba similitudes físicas asombrosas con Kagome, eran totalmente diferentes.
No, nada. –El muchacho le brindó una cálida mirada antes de centrar su atención a la ventanilla del taxi que abordaban, observando tranquilamente las calles. A los pocos minutos, los dos ya se hallaban frente a la casa de ella.
Bueno... muchas gracias por acompañarme.
No es nada.- Inuyasha le entregó el bolso que le había estado cuidando desde hacía buen rato.
Bien... nos vemos luego.- Sonrió, antes de despedirse con un ademán de la mano y atravesar la puerta de madera de su hogar.
Adiós...
Debía de hacer algo con todo aquel juego disparatado que mantenía con Kikyo. Debía de terminar la relación tan fría que aún guardaba con Kagome, no podía ocultar más todo aquello... Y quién sabe, a lo mejor y podía mantenerla todavía como amiga...
ºººººººººººººººº
¡Inuyasha!- Soltó en un chillido la castaña al irrumpir de improviso la habitación de su mejor amigo y ver que éste aún dormía cómodamente.
¿Eh? ¿Sango?- Dijo, aún con la modorra matinal. -¿Qué haces aquí tan temprano?
¡Cómo que qué hago aquí! No puedes ser más cínico... ¡Te olvidaste de Kagome! Al menos debiste hablarle...
Ya era tarde.- Se excusó, sentándose sobre la cama y tallándose los ojos. El chico llevaba puesta por única prenda de vestir los boxers rojos.
Eso no importaba. Debiste de verla ayer... estaba tan triste. No es como uno planea pasar su cumpleaños ¿no crees? –Le reprochó sonrojada, desviando la mirada. Sango siempre se cohibía con facilidad.
Mmm... le hablo en un rato.- Suspiró al tiempo que se ponía de pie y se colocaba las gafas mientras salía de su habitación pasando de largo a la chica. Era demasiado temprano para preocuparse por esas cosas...
¿Hablarle? ¡Eres un haragán!- Explotó, viendo cómo se alejaba y atravesaba la puerta del baño para ducharse.- ¡Pero si vive aquí al lado!
Ya te dije que al rato.
Acto seguido, la puerta se cerró y no pasó mucho para que el ruido de la regadera se hiciese notar. Sango suspiró... No había más que hacer.
Sango, no sabía que estuvieras aquí.- Saludó Izayoi, la cual llevaba una cesta con ropa limpia en las manos.
¡Buenos días señora!- Sonrió la joven acercándose a la mujer y tomando la cesta.
Muchas gracias.- Izayoi le devolvía la sonrisa para casi de inmediato borrarla y verle con preocupación.- Oye... ¿de casualidad sabes qué le sucede a mi hijo?
¿Qué le sucede...? ¡Eso me gustaría saber a mí! Ayer faltó a la fiesta de Kagome diciendo que tenía unos asuntos pendientes en la academia.
Según sé era para ver los resultados de las audiciones de una obra teatral. Pero ayer regresó tarde... creí que estaría con ella.
No, nunca se presentó...
Tanto Izayoi como Sango suspiraron antes de entrar a la recámara de Inuyasha y dejarle la ropa.
No creo que sea nada malo.-Sonrió la madre- Algunas veces no lo parece, pero Inuyasha es un buen chico.
Lo sé.
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Es una buena pintura...- Observó un muchacho de tez morena y ojos verdosos con larga cabellera oscura apresada en una coleta.
Yo mas bien diría que lo bueno es la retratada, incluso cuando la pintura aún no está finalizada.- Sonrío malicioso Miroku mirando fijamente la pintura que la noche anterior había olvidado Inuyasha.
Sí... bueno, eso también.- Kouga cambió de dirección la vista.- Y dime, ¿sabes quién es la chica?
Pues... tengo entendido que su nombre es Kagome, la prima de Inuyasha.- Musitó pensativo.
¿Inuyasha? ¿Te refieres a aquel chico que dice tocar bien el piano?- Interrogó mordaz. A Kouga nunca le había agradado el alarde que mantenía perpetuamente Inuyasha... y mucho menos cuando era en lo referente a la música.
Ese mismo.- Sonrió.
Pues es una chica bonita... esperemos que no tenga el temperamento del primo.- Farfulló cruzándose de brazos.
Pareces muy seguro en conocerla.- Observó Miroku, regresando su atención a la pintura del día anterior. Parecía no decidirse en el tono de ocre que había formado en su paleta.
Creo que se podría dar la oportunidad. No hay imposibles en este mundo.
O más bien, no hay imposibles para ti cuando tienes en al mira a una chica.- El muchacho parecía estarse molestando con su pintura, no estaba logrando "la vida" que debían poseer los colores.
Tal vez... ¿pero es que acaso no te atrae a ti?- Kouga estaba perplejo, era la primera vez que su amigo no prestaba más esmero que él en una conversación como aquella...
No es que no me atraiga. Es sólo que no me fío de imposibles. Es al prima de Inuyasha, y para que éste le haya pintado, debe significar mucho para él, no dejaría que cualquiera tuviera relación seria con ella. – Miroku parecía tener repentinos problemas con los destellos que debía reflejar el sol en las nubes.
¡Pero qué estás diciendo!- Kouga comenzaba a preocuparse por Miroku, ¿estaría enfermo?- ¿Desde cuando tú piensas en relaciones formales?
¿Relaciones formales? ¿Eso dije? el olor del acrílico debe estarme afectando.- Soltó, dejando el cuadro y la paleta con pinturas por la paz y sentándose en el pequeño sofá de su sala.
¿Seguro que es eso?- Kouga le miró dudoso.
Sí, ¿Qué más puede ser?- Bostezó, recordando la fotografía que el día anterior le había mostrado Inuyasha...
¿Cómo se llamaba la chica?... Sango. Quien sabe, por alguna razón deseaba conocerla...
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Inuyasha, quería preguntarte algo.- Sango miró temerosa a su amigo. Hacía varios minutos que éste había salido de la ducha y se había vestido y ahora los dos estaban sentados sobre su cama.
¡Ah! ¿te refieres a lo de la academia?- El platinado sonrió mientras amarraba las agujetas de sus zapatos negros.
Sí, quería saber porqué ayer no...
Te conseguí el lugar en mi aula.-Soltó de repente, sin darse cuenta de la interrupción.- Me dijeron que no había problema, la nieta del director hablará con él. Les dije que tenías talento y que yo pagaría los gastos necesarios.
¿E-estás... bromeando?- Vaciló, le temblaba el labio y difícilmente podía mantenerse sentada, sentía que perdía el equilibrio.
¿Bromear con eso?- Masculló con el ceño fruncido.- No, sabes que no soy así.
¿Entonces... cu-cuando comienzo?
Cuando quieras. Si así lo deseas puedes venir conmigo mañana, sólo para que conozcas las instalaciones...- Inuyasha le miró un momento, la joven parecía estar al borde de las lágrimas.- Aunque creo que la idea no te deja buenas expectativas... supongo que no te agradó que hiciera todo sin comentarte.
¡No! ¡Claro que me agrada! ¡Muchísimas gracias!- Gritó al tiempo que abrazaba con fuerzas a su amigo y salía rápidamente de la habitación. El muchacho sonrió levemente, acomodándose las gafas y el cabello alborotado.
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¡Kagome! ¡A que no te imaginas!- Soltó con emoción Sango minutos después a su amiga cuando le fue a visitar a la casa de al lado.
¿Qué sucede?
¡He conseguido un lugar en la academia Tsukino!
¿En verdad?- Kagome sonrió- ¿Pero cómo?
Inuyasha se hizo cargo.-La joven había comenzado a dar saltitos entusiasmada como si se tratase de una pequeña niña. Pero el gesto de alegría de Kagome había permutado de inmediato al oír aquel nombre.
Así que fue Inuyasha... Veo que no está tan ocupado como para conseguir lugares a sus amigos pero sí para asistir al cumpleaños de su novia...- Exclamó en tono molesto cruzándose de brazos.
Kagome... tranquila, debe haber una razón en concreto.- La castaña colocó una mano en el hombro de la chica, pero esta de un movimiento brusco la retiró.
Sí, la hay... Te tiene preferencia a ti.- Dijo, dándole la espalda.
¿Qué? ¡Pero cómo dices eso!- Sango comenzaba a ver a la joven de otra manera.- Sabes que el tener un futuro en la pintura es mi mayor sueño, y el estar en esa academia es un paso más que me están facilitando... Creí que esto te alegraría tanto como a mí, eres mi mejor amiga.
Y por lo mismo... me gustaría a mí pasar más tiempo con Inuyasha, pero él sólo te busca a ti.
Es mi amigo... sabes que no hay nada más, la sola idea es absurda.
¿Y? –Bramó de repente. Era ilógico, pero se sentía... ¿celosa de Sango?- Eso no significa nada para mí.
... Y eso me da a suponer que nuestra amistad tampoco significa nada. Date cuenta Kagome, son vecinos, si tanto te interesa ¡ve a buscarlo tú! Deja de pensar sólo en ti y en la relación que tienes con Inuyasha... es por eso que seguramente
el ya no te busca, ¡No seas tan egoísta!- Gritó con fuerza, antes de salir rápidamente de la casa, cerrando la puerta con fuerza.
Sango...
Kagome se dejó caer sobre su sofá con lágrimas en los ojos. ¿Pero qué el estaba pasando? ¿Tanta carga en sus estudios estaba atrofiando todo? No... no era eso. Era ella y su actitud la que alejaba a Inuyasha, y ahora a su mejor amiga. Tendría que cambiar todo aquello, no podía seguir así.
¿Es mi culpa, verdad Buyo?- Sonrió levemente al gato blanco con motitas cafés que se había acercado para recibir alguna caricia de su ama.
(Kagome)
A veces uno comete errores sin notarlos, uno habla sólo por hablar, olvidando las consecuencias de las palabras, muchas veces hirientes. Una vez leí en uno de los escasos libros que frecuento cuando no son de política, que los celos y el amor son hermanos. No creo que sea así, los celos son la total discordia. Y ahora esa discordia, puede acabar la mejor amistad que he tenido... ¿Enamorada? Muchas veces tengo mis dudas. Capricho, tal vez...
Continuará...
N/AYa, ya ¬¬ no hay excusa para justificar mi demora en actualizar, así que pueden regañarme todo lo que deseen n.nU Ojalá y el capítulo les haya gustado.
Gracias a quienes me leyeron anteriormente:
Tsuki no Mizu: Pues creo que a como tengo pensado seguir el fic, no te gustará nada el Inu/Kag, pero ya se verá pues tengo muchas cosas preparadas. En cuanto a Sango y Miroku... se darán las oportunidades, ya lo verás. Muchas gracias por leerme, un beso: Kuruma Chidori
Alex: Sis! Gusto como siempre que me leas. Más cuando este fic va enteramente para ti. Aquello que nombré en el capítulo pasado, me ha sucedido varias veces, son sucesos que difícilmente se pueden evitar... lamento si aquello te hizo rememorar malas situaciones. ¿Sabes? Este Fanfic también me gusta, pues siento que de todos, éste es el más humano que he hecho. Porque como tú dijiste, son cosas que pasan. Y creo que el fic puede parecer un poco crudo con los engaños, pero es real, y creo que eso es lo importante. Claro que puedo comprenderte sobre aquel fragmento de los sueños. ¿Duro tal vez? A veces cierto, e igualmente, creo que es bello. Muchas gracias por darte un tiempecito para sentarte en la PC y leerme, significa mucho para mí n.n Ahora, espero éste capítulo te guste, pues a mi agrada, puede que un poco corto, pero ya sabes que soy experta en aquello. Un fuerte abrazo sis: IyaSis Lina: Hola mi Lunita n.n Veo que tú ya serías la tercera en el club en contra del InuYasha de éste fic jaja. Iré haciendo inscripciones O.O Me causó mucha gracia lo que dijiste del pastel xDD Espero te esté gustando la historia tanto como a mi. Te quiero demasiado mi sis, demasiado. Un beso: Iya
Gaby-sis: ¡Ah! Que lindo! Mis tres hermanas juntitas xD Me pone contenta que la historia esté siendo de tu parecer. Que como el dije a Sayito, creo que es lo más humano en fics que he hecho, pues son cosas que pasan, duras pero que fortalecen y hacen que tomes tus propios caminos... A lo mejor y te quieres unir al grupo que odia al InuYasha de mi fic jejeje. No te culpo! Sobre los amigos. Sabes que tú eres de las de cerca, las de muy, muy cerca. Pues tú, Alex y Lina son las tres personas que más pueden conocerme en este planeta, nunca lo dudes. Te adoro Lucesita, un fuerte abrazo: Iya-Corazón
Angel Nemesis: Veo que tú prefieres a Kikyo! Bueno, eso es algo que em da ánimos de continuar pues nadie la quiere jaja. Muchas gracias por leerme y darme tu apoyo, y sí, la verdad que un Sango/Inuyasha es una pareja tierna! Te cuidas: Kuruma Chidori
Bueno, acabé O.o fueron muy pocos reviews (se siente raro .) espero actualizar muy pronto, nos vemos.
Iyari.-
