Dulce Diciembre

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino a JK Rowling, y la trama de la historia, en su mayoría, le pertenece al director y escritores del guión de la película de "Dulce Noviembre", ya que mi historia pretende seguir en cierta forma la trama, no del todo, aunque es 100 Harry/Draco.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino a JK Rowling, y la trama de la historia, en su mayoría, le pertenece al director y escritores del guión de la película de "Dulce Noviembre", ésta es la forma que quiero que tome.

Resume: Draco Malfoy es un importante hombre de negocios en el mundo mágico y muggle, se encuentra solo, un día a finales de Noviembre, encuentra a alguien que creyó que no vería jamás, no se imaginaba que esa persona le cambiaría la vida, en todos los sentidos.

Dulce Diciembre

Capítulo 1. Reencuetros.

Era uno de los últimos días de Noviembre, el frío ya arreciaba en la ciudad de Londres, en una calle bastante transitada, frente a un edificio de ladrillo rojo se llevan a cabo los siguientes sucesos.

Un joven salía de muy mal humor del escaparate de 'Purge y Dowse, S.A.', subió a su coche, y se disponía a salir cuando un segundo que le bloqueaba el paso, "Ah no, hoy no!" dijo enojado mientras descendía, el sol de mediodía dio con toda su fuerza sobre el joven, cabellos rubio platino, un traje bastante costoso color gris oscuro, zapatos impecables y unos lentes oscuros que cubrían unos ojos gris tormenta que reflejaban la furia que sentía, se dirigió hacia el auto que obstruía el paso de su Bentley negro, pero se paró en seco al ver al conductor del Ford azul que no le dejaba pasar, 'No él, porqué él de todas las personas? Porqué aquí? Porqué yo?' su cara mostraba toda la disconformidad que sentía, aunque en seguida la reemplazó por la máscara de frialdad que acostumbraba.

"Qué demonios haces aquí Potter?!, mueve tu cafetera y déjame pasar!" dijo al otro que tenía la ventanilla abajo.

"Lo siento es urgente", y salió del auto. Draco se hizo para atrás sorprendido de que el otro lo ignorara, después siguió a la figura que descendió del coche, era Harry Potter con no mas de 22 años, esbelto y un poco alto, unos jeans desgastados y un sweater verde oscuro moldeaban su figura, el cabello negro le caía sobre los ojos de manera desordenada y sencilla a la vez, no llevaba gafas y sin embargo eso hacía notar sus ojos verdes, que a muchos habían capturado, Harry apenas y le dirigió una mirada a Draco, de manera distraída, y desapareció por el escaparate, con el rubio siguiéndolo.

"Buenas tardes Maggie vengo por las pociones de este mes" dijo Harry a la señorita del mostrador, que de inmediato sonrió, después se agachó un poco y sacó una bolsa color marrón con el símbolo del hospital, una varita y un hueso cruzados, se los dio a Harry que sonrió, "Gracias Maggie" dijo mientras reducía el paquete y lo metía en uno de sus bolsillos.

"No es nada Harry, el doctor McKinnon me dijo que recordaras que de ahora en adelante, la verde se toma tres veces al día" dijo ella sonriendo.

"Esta bien, lo record..."

"Potter, quita tu remedo de automóvil de mi camino" dijo Draco tan pronto llegó a su lado, varios magos y brujas de la sala de recepción voltearon a verlos con curiosidad.

"Malfoy, te dije que es urgente, además, eres un mago, no?" respondió Harry apenas volteando a verlo, "Maggie, me podrías decir donde está Remus Lupin? Tengo entendido que ingresó hoy por la mañana".

"Ah sí, el nuevo pabellón de obstetricia, piso 6, habitación 501, su pareja está con él" dijo ella un poco reservada, el joven Malfoy estaba furioso.

"Qué demonios crees que haces Potter?, no vas a hacer visitas, vas a mover tu coche" casi gritó Malfoy que casi corría detrás de Harry quien se dirigía a uno de los nuevos elevadores, cuando Draco le quiso decir algo más, Harry ya había subido al ascensor y solo le dijo por la rejilla "Tendrás que esperar, esto es importante y mi visita no será corta!" y con una sonrisa Harry desapareció de su vista.

"Infeliz, arrogante, como siempre, Potter dándose importancia", Draco decidió esperar y darle su merecido a su antiguo némesis, hoy era su día libre en el trabajo y no tenía nada mas que hacer, por eso había ido a visitar a su madre.

Alrededor de una hora mas tarde, la puerta del ascensor se abrió por enésima vez, Draco estaba en una llamada por celular y Harry salió, cruzó la recepción y se despidió con la mano de la recepcionista dirigiéndose a la salida que daba a la calle.

"No Katrina, dile que no me interesa si Wall Street se escinde mañana, incrementará las ofertas así sea lo último que haga, Potter, espera!" corriendo detrás del susodicho, "Si Katrina, envíalo por fax a mi apartamento...Potter!" ya estaban los dos en la calle, y al escuchar su nombre Harry levantó la vista y sonrió abiertamente.

"Sigues aquí eh?" dijo burlón aunque se veía de buen humor.

"Kat, llámame dentro de una hora...adiós" guardó el celular, "Claro que sigo aquí, al fin te dignarás a dejarme salir Potter? O tengo que esperar otra hora" dijo Draco retomando el mal humor.

"Eres un mago, nos graduamos juntos, porqué no te las has arreglado?" respondió el otro.

"Porque es una calle llena de muggles Potter" dijo él acercándose para que no lo escucharan, "Me obstruyes el paso, después vas y te metes al hospital y te tardas las horas y ahora me dices como resolver las cosas, Potter, estás peor que de costumbre".

"Eso me han dicho, no importa, te veo después" y se subió al Ford azul, no tuvo tiempo de reaccionar, fue demasiado rápido, arrancó el automóvil en el preciso momento en que Draco pasaba por delante, le dio un empujón y éste cayó al piso, se golpeó en la cabeza y se desmayó.

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"Enervate"

Le dolía la cabeza, sintió algo cálido recorrer su cuerpo y alguien ponía un trapo con agua tibia en su frente, le limpiaban el rostro muy lentamente, se sentía bien, cómodo, abrió lentamente los ojos, un rostro ligeramente bronceado y unos ojos verdes lo saludaron.

"Buenas noches dormilón" dijo Harry mientras retiraba el trapo y se hacía para atrás.

"Donde estoy?", dijo intentándo levantarse y ganando un mareo, "Qué haces aquí Potter?" preguntó viéndolo con enfado.

"Es bueno verte también eh!... estoy aquí porque es mi casa y te traje porque tuvimos un pequeño percance afuera de San Mungo", Draco le dirigió una mirada extrañada, "La calle... intentaste hacerla de muro humano... te desmayaste, y aunque hubiera sido una buena idea llevarte a San Mungo, sería un poco extraño que yo pasara por un escaparate contigo en brazos, y como de seguro un hospital muggle no era una opción, pues, aquí estamos..." señaló con su mano alrededor.

Era una sala acogedora, sillones de diferentes estilos, enmarcando una bella vista panorámica de la ciudad proporcionada por un ventanal a la derecha, justo al lado de la sala había un comedor sencillo que conectaba con la cocina por la barra y una puerta, la pared del comedor tenía muchas fotografías y había una salida que debía ser la conexión a las recámaras.

"Me trajiste a tu casa Potter?" dijo ya levantándose y percibiendo el calor de la chimenea a sus espaldas y quedando justo frente a Harry, parados al lado del sillón.

"Claro!, qué esperabas? Que te dejara allí tirado?" dijo él como si la sola idea fuera inconcebible, "Ah, por cierto, apagué tu celular, no paraba de sonar, y no quise interferir..."

"Que hiciste qué?!" Preguntó Draco escandalizado, dejando de inspeccionar el lugar, era una zona bien ubicada por lo que se podía ver por el ventanal, la gente "bien" vivía por esa zona, la vista le hizo ver que estaban en un edificio de al menos unos tres pisos en el centro de la ciudad, no en todos lados consigues esa vista de Londres al atardecer, "Dónde está?, mi celular, donde está?", Harry le señaló la mesita de centro, allí estaba el bendito celular, "Potter, eres un inconsciente!", mientras lo prendía, "Mi trabajo depende de esto! Pudo ser importante!", dijo mientras escuchaba los mensajes de su correo.

Harry se encogió de hombros y salió de la sala por el pasillo.

Draco no le prestó atención, estaba dando vueltas de un lado a otro, era Katrina, su asistente, que le envió la información a su departamento, era Thurman, el inepto inversionista, ya había arreglado su problema en Wall Street, y el último, era... increíble, Pansy, le llamaba por enésima vez, para decirle que no le importaba su poligamia, ni su bisexualidad, que quería estar con él, es que no cambiaría?, se iban a cumplir doce años de que entraran a Hogwarts y desde entonces lo quería enganchar. Paró de dar vueltas por la sala, justo frente al ventanal, estaba harto, las empresas Malfoy se habían fusionado a una sola, la que él dirigía, con ayuda de un pequeño consejo, "Los 4 fantásticos", el legal, el administrativo, el mercadeo, la tesorería, todo lo demás lo llevaba él, por supuesto, Draco Malfoy, el hombre de negocios mas importante, y mas joven de ambos mundos, el muggle y el mágico, y allí estaba él, harto, cansado, fastidiado y en la casa del que suponía su némesis, pero basta Draco, un Malfoy jamás siente lástima por sí mismo, borró esos pensamientos y se dedicó a recorrer el lugar.

Potter no estaba por ningún lado, era bastante amplio, la sala contaba con una bella chimenea de piedra oscura, en la repisa de madera descansaban varias fotografías de los amigos de Harry, Los Weasley, de los que ya sólo quedaban 4, Albus Dumbledore con Harry, el anciano había muerto en la batalla final, Sirius Black después de su viajecito por las varias dimensiones (el velo), Remus Lupin, aunque era algo extraño ver a Lupin con senda barriga, después del regreso de Black, se habían comprometido y esperaban a su primer hijo. En el rincón, junto al la chimenea, había una mesita donde descansaba un teléfono y junto a la mesa un canasto con un cachorro dentro, un perrito dormido con manchas cafes y blancas, mas allá una pequeña vitrina donde había un equipo de sonido bastante moderno, sobre el stereo, en el muro estaba una pintura muy famosa, bueno un fragmento de la capilla sistina, "La creación de Adán" (esa donde está extendiendo un dedo y Dios también), Miguel Angel fue grandioso, se dijo Draco. Y de Potter, nada.

La salida que daba al pasillo estaba franqueada por la que sería la puerta de salida, y el pasillo contaba con varias fotos a lo largo, Harry con su equipo de Quidditch que capitaneó durante 6to y 7mo, Harry en el Big Ben, Harry con una tabla de surf en la playa, Harry con una chica de cabellos negros y rojos, la misma chica con un joven que le parecía conocido, Harry con un muchacho rubio y algo bronceado tomados de la mano, Harry y la chica en compañía del joven conocido y de otro alto de cabello arenosos, todos con el equipo inglés del West Ham, vaya recuerdos, Harry tenía varios... amigos.

Llegó a un cuarto a la derecha del pasillo, estaba iluminado por una lampara al lado de una cama azul, resaltaba del cuarto pintado en tonos diferentes, un escritorio, un tocador con varios cosméticos, una t.v. y unos extraños bultos mullidos en los que la gente se sienta y se amoldan a la figura, muchas fotos en una pared de la misma chica con varias personas, al parecer, Harry no vivía solo, tenía una compañera, salió del cuarto y cruzó el pasillo, el otro cuarto estaba en frente.

Era una habitación mas amplia pintada toda de beige y con varias pinturas, una cama en el centro, un armario y baño propios, un librero y del otro lado de la habitación, había una pecera, fue hasta ella y vió que era hermosa, dirigió su vista hacia lo que supuso era otro ventanal y se encontró con la salida a un balcón, y allí encontró a Harry, con su lechuza apoyada en el brazo y viendo el atardecer.

"Husmeando por allí Malfoy?" preguntó Harry cuando lo escuchó salir, veía la puesta de sol mientras despedía a Hedwing que saldría de caza, Draco se sonrojó un poco, porque en cierta forma había husmeando, sin embargo lo ocultó rápidamente y se paró junto a Harry.

"Un Malfoy jamás husmea, te estaba buscando que es diferente, no sabía que te escondieras" respondió.

"No me escondo, supuse que necesitabas algo de privacidad con tu celular y todo eso" seguía mirando la puesta de sol, "Y bien, te ha gustado mi hogar?" preguntó ya viéndolo.

"No está mal, para ser tú Potter, esto es un palacio" dijo de manera condescendiente.

"Lo tomaré como un halago" sonrió Harry, Malfoy nunca cambiaría.

"Y cómo llegaste aquí de todas formas?", la curiosidad lo venció.

"No eras el único con herencia Malfoy, no lo olvides, además, mis ingresos extra no están mal y no fue difícil comprarlo" dijo quitándole importancia.

"Es tuyo?" preguntó Draco, dejando a un lado el sarcasmo, "Es decir, es algo fuera de lo común que puedas pagar algo así Potter, como que no es tu estilo"

"Quieres dejarlo?" preguntó fastidiado, "Han pasado casi seis años desde que salimos de Hogwarts, no crees que ya estamos algo grandes para eso?" ahora si lo veía directamente a los ojos.

"Ya, está bien" dijo él, ligeramente apenado, Potter no le había dado motivos para ser hostil, "Tregua" ofreció su mano, Harry la observó un segundo y después la estrechó.

"Mejor así" dijo Harry. Pasaron algunos minutos en silencio y observaban los últimos vestigios de luz, Draco quería preguntar, tenía curiosidad...

"Y dime Potter, quién es la chica con la que vives?" lo soltó tratando de sonar desinteresado y fallando miserablemente.

Harry sonrió, ya se le había hecho tarde, y justo cuando iba a responder se escuchó un portazo en el pasillo, y una voz femenina y alegre resonó por la casa.

"Cariño estoy en casa!!" dijo ella.

Draco se quedó viendo a Harry, esperando una respuesta, éste solo sonrió y se encogió de hombros, para después entrar a la habitación, sólo hasta ese momento Draco se dio cuanta de que no llevaba su saco, hacía frío, él también entró.

"Vic, eres tu?" preguntó Harry mientras atravesaba el cuarto y salía al pasillo.

"Hola Robie como estás?" llegaba la voz desde el cuarto de enfrente, "Me extrañaste bebé...sí?...yo también, Harry!! Como te fue hoy?" Harry ya había entrado en el cuarto, ella caminaba de un lado a otro con el cachorro en brazos, lo puso en la cama, aventó su mochila, se quitó la chaqueta, no veía a Harry, simplemente deambulaba, "Mi día fue horrible!, tuve una prueba sorpresa de Historia de la Literatura", fuera zapatos, sin notar que el cachorro no era el único que la observaba desde la cama, Harry y Draco estaban parados en la entrada, viéndola, "Y creo que no me fue muy bien" fuera la blusa, llevaba una camiseta abajo, "Además tuve una pelea con Lucile porque olvidé otra vez sus libros" el cabello suelto, se metió al pequeño armario y su voz se hizo mas lejana, "Y para terminar, me encontré con Mark por segunda vez... fue horrible" lo último lo dijo saliendo del armario en una bata de baño verde, se congeló por un momento mientras asimilaba que había visitas y después, lo mas naturalmente que pudo se acerco sonriendo.

"Harry no me dijiste que teníamos visitas, mírame, soy un asco" sus cabellos negros por completo caían en todas direcciones por su espalda.

"Si tan solo me dejaras hablar, pareces una grabadora" dijo Harry fastidiado, lo que le ganó un golpe en el brazo.

"Victoria Thomas, mucho gusto y tu eres..." extendió una delgada mano.

"Draco Malfoy, ehm... compañero de la escuela de Potter" dijo él educadamente estrechando la mano de la chica, era algo extraña y totalmente muggle por lo que podía ver, pero eso hace mucho tiempo que había dejado de importarle, hacía tratos con los muggles después de todo.

"Malfoy, Malfoy...ah! Malfoy, he oído mucho de ti" dijo ella sonriendo, Draco volteó a ver a Harry.

"Así que le has hablado de mí Potter" dijo Draco con una ceja levantada.

"Claro que no!, Harry no me habla de ti, bueno, al menos no de forma directa" dijo ella, "Mi hermano fue con Harry a la escuela y de vez en cuando sales a relucir en sus anécdotas escolares".

"Anécdotas escolares?" preguntó algo descolocado, aunque su único gesto fue volver a levantar la ceja de modo interrogativo, "Potter, te importaría explicarme?"

"Claro que no, solo que considero que si te explico tal vez sea un poco largo y Victoria quiere darse un baño", ella sonrió y Harry también.

"Tengo una excelente idea" dijo Victoria animada, ya había escuchado hablar de Draco Malfoy y le resultaba interesante, "Porqué no nos acompañas a cenar?, Harry es un excelente cocinero...".

Harry no dijo nada, se limitó a levantar a Robie que estaba a sus pies.

"No creo que sea una buena idea" dijo Draco de inmediato, "Además, a Potter no le ha de gustar tener agregados a la cena..."

"Por quien me tomas?" preguntó Harry volteando a verlo y rascando detrás de las orejas a Robie, "Creo que es lo menos que puedo hacer después del incidente de la tarde, no me molesta en absoluto".

"Ah, bueno, tienes razón, me debes una, entonces me quedo" dijo Draco mas convencido, después de todo, era eso, o regresar a su apartamento y pedir comida rápida.

"Que bien!, entonces los dejo, me daré un baño" dijo ella y desapareció detrás de la puerta que había justo a un lado de su cuarto.

"Bien, acompáñame" dijo Harry, todavía llevaba al cachorro en brazos, lo dejó en la alfombra y se dirigió a la cocina, Draco se sentó del otro lado de la barra, "Ella, es la hermana de un amigo mío de Hogwarts, Dean, no sé si lo conociste" empezó Harry mientras sacaba su varita y prendía el fuego, llenó una olla con agua y la puso en la estufa.

"Dean... Thomas, creo que sí, no era un chico de cabellos negros que siempre andaba con Finnigan?" preguntó Draco mientras aceptaba una copa de vino tinto.

"Sí, bueno, Seamus también sale a escena, llevan dos años viviendo juntos, en el apartamento de abajo" dijo Harry mientras ponía la pasta en el agua que de repente había empezado a hervir, el fuego no era común, rápido sacó unas verduras del refrigerador y empezó a lavar y a pelar, "Se mudo a vivir conmigo hace dos años precisamente, cuando Seamus llegó, al parecer no le gusta hacer mal tercio, y aquí no hay mucho problema porque ella casi no está y yo tampoco", las verduras fueron a parar a otra olla, las estaba cociendo, la pasta estuvo lista y la enjuagó, ya había otra cacerola en el fuego, al parecer se ayudaba con la magia pero no del todo, "Estudia en Oxford, quiere ser escritora o algo así y sale casi todo el día, solo llega a dormir, después se encierra en su cuarto a estudiar", la cacerola ya tenía tomate y tocino picados dentro, además de otras especias, olía realmente bien.

"Y tu que haces Potter?" preguntó Draco observando con atención, lo que sea que estuviera haciendo Potter olía muy bien, entonces recordó que no había almorzado, podría avalanzarse sobre la comida en cuanto se la sirvieran, pero de nuevo, un Malfoy no se avalanza, come moderadamente, y no devora, degusta.

"Harry, soy Harry" dijo él mientras ponía la pasta en la misma cacerola, ahora ya olía demasiado bien, en opinión de Draco.

"Si, bueno, yo soy Draco... te preguntaba qué haces, Harry?" respondió.

"Si, bueno, nada realmente, escribo de vez en cuando, la editorial me compra casi todo lo que hago y me remuneran bastante bien, aparte de eso, nada".

"Me quieres decir que no tienes contacto con los magos?" preguntó descolocado.

"Claro que no, sí tengo contacto con los magos, pero no vivo en su mundo, encuentro mas confortable ser 'Harry Potter, el tipo del apartamento 3', a 'Harry Potter, el joven que vivió', no sé si me entiendas".

"Creo que sí" se levantó y siguió a Harry que con un movimiento de su varita puso la mesa y después dejó el recipiente con la pasta en el centro de la mesa, el pan, el vino, el queso, ya estaba allí, después, llevó las verduras que ya estaban cocidas y debidamente cocinadas y por último una ensalada que se había preparado sola.

"Y tú que haces Draco?" preguntó mientras servía el vino.

"Me encargo del negocio familiar, solo que expandido, hago inversiones y cosas por el estilo" dijo él mientras se sentaba.

"Vaya, supongo que no debería sorprenderme, lo que me sorprende es el traje 100 muggle que llevas" dijo con una sonrisa.

"Si, las compañías se fusionaron y yo lo expandí, resulta que los muggles son la mejor manera de hacer dinero, en cierta forma, y me pareció adecuado dar un cambio, después de todo, al finalizar la guerra muchas cosas cambiaron" respondió el, mientras veía como entraba Victoria al comedor, enfundada en unos pants grises y una playera blanca que decía 'Coldplay'.

"Harry, estás seguro de que no puedes hacer un hechizo así?, al menos por una noche?, es decir, no debe ser muy difícil convertirme en Victoria Beckham, y te lo agradecería toda mi vida, anda, solo una noche" dijo ella mientras tomaba asiento, levantó la copa y brindó, los demás la siguieron.

"Sé que te mueres por ello, pero me temo que simplemente no sucederá, al menos no lo haré yo" dijo él, mitad serio y mitad de broma.

"Pero Harry, es David Beckham, por Dios, hasta tu querrías estar con alguien como el, es solo que..."

"Sí si, ya sé, un cabello como el de un dios, unos ojos de muerte y unas piernas..."

"Vaya piernas", dijeron Victoria y Draco al mismo tiempo, Draco adquirió un ligero tono rosado en las mejillas y para salir del bochorno tomó un poco mas de su copa.

"Si, bueno, notas que no soy la única que sabe que Becks está para comerse?" dijo ella como si enterarse que el rubio que tenía en frente era gay fuera lo mas normal del mundo.

"No lo estoy negando, pero, es demasiado... todo el mundo quiere a Beckham...", Harry pasó por alto el detalle, pero tampoco se le hacía tan extraño, se había enterado de muchas conquistas de Draco en la escuela, no era una sorpresa.

"Vamos Draco, dí algo, no te vamos a golpear o algo así, Harry puede compartir mucho en ese ambito, no es verdad cielo?" dijo ella, mientras tomaba un pan de los que había en el centro, Draco levantó los ojos ante la abierta declaración de Victoria, se encontró con los ojos de Harry que le sonreían de manera cómplice, entonces, sonrió.

"Si, bueno, no es el tema que yo preferiría para la cena, pero si lo sacas a la luz, pues sí, puedo compartir con Draco mucho al respecto" contestó.

La cena transcurrió de manera normal, Harry se enteró de que Draco vivía al otro lado de la ciudad, también que estaba visitando a su madre en San Mungo porque estaba enferma, que trabajaba casi todos los días a todas horas y que no tenía una relación seria por eso. Draco se enteró de que Victoria llevaba un mes saliendo con su novio Joshua, que empezaría a trabajar la próxima semana en sus practicas y que le encantaba David Beckham (N/A: Y a quién no?), que Harry era un excelente cocinero, que Robie había sido encontrado dos días antes en la puerta del edificio sin ningún dueño, que Harry llevaba un tiempo sin salir con nadie y supo también que no tenía ningún contacto con Weasley y Granger, lo que lo sorprendió, habían sido los mejores amigos en la escuela.

"Ah Harry, por cierto, me encontré con Jenny allá abajo, dijo que si la podías acompañar el viernes a buscar unos materiales para su proyecto" ahora estaban en la sala tomando un café en el caso de Draco, un chocolate en el caso de Victoria y un té en el caso de Harry, la comida había sido deliciosa, Draco estaba sentado solo en el sillón mas grande, Victoria en el que estaba frente al ventanal, en esos momentos veía hacia fuera, Harry estaba en el sillón frente al a chimenea, sus ojos centelleaban conforme la chimenea crepitaba, Robie volvía a estar en sus manos. Draco se quedó observando a Harry, estaba un poco mas delgado de cómo lo recordaba y también un poco mas alto, sus manos, eran delgadas y bellas, las pasaba distraídamente por el lomo del perrito que ya estaba dormido, Harry estaba como en otro mundo, viendo el fuego, la luz de la chimenea delineaba su perfil de una manera hermosa, y justo así Draco pensó que era, hermoso, reaccionó ante sus pensamientos y sacudió la cabeza negativamente, dejó su taza de café en la mesa y dijo.

"Creo que ya es hora de que me vaya, todavía necesito pasar por mi auto" se levantó, Harry lo siguió,

y también Victoria, "Ha sido una cena estupenda, me ha agradado mucho volverte a ver, Harry" dijo estrechándole le mano que tenía libre.

"A mí también, eres bienvenido cuando desees, Draco" respondió sonriente.

"Mucho gusto en conocerte, Victoria" dijo él, dándo un beso en la mejilla de la chica.

"El gusto es mío" respondió, "Deberíamos salir algún otro día, he pasado una velada estupenda, pero esta vez deberíamos salir a cenar, o algo así"

"Cuando quieras, el gusto será mío" respondió Draco, no tenía muchos amigos cerca, y le había agradado la velada, además, la chica era simpática y estaba conociendo a Potter, no Potter no, Harry, otra vez, se preguntó qué habría sido de ellos, si Harry hubiera aceptado su mano en el tren doce años antes.

"Bien, si es cuando quiera, propongo que sea mañana, vayamos a cenar al centro, qué les parece?" dijo ella.

"Por mí no hay problema, que dices Draco?" preguntó Harry.

"Sí, claro, mañana estará bien, a qué hora?" dijo el.

"Bueno, sería como a las 8, cenaremos y si quieren podemos ir a un club o algo así, es viernes".

"Está bien, mañana a las 8, en... qué les parece 'The Ivi', cenaremos y también podremos quedarnos al club" sugirió Draco.

"Excelente, tenemos un plan" dijo Victoria sonriente.

"De acuerdo, hasta mañana entonces" dijo Draco, con un asentimiento se despidió de Harry, él le respondió, Draco tomó su saco y desapareció, para aparecer segundos después en la sala de recepción de San Mungo, salió rápidamente hacia su coche y subió, manejando rumbo a su apartamento, pensó en que después de todo no había pasado una noche tan mala, y se había encontrado con alguien que no esperaba volver a ver, se dio cuenta de que no se sintió incómodo en absoluto, recordó que aún cuando se enteraron de sus preferencias lo trataron igual, cosa que no pasaba con todo el mundo, y también recordó el sentimiento de bienestar que había sentido al estar en la sala de Harry tomando café, observando como el otro hombre acariciaba al cachorro, su mirada, sus ojos verdes, y entonces cayó en la cuenta, "Ok, esto no está pasando, es normal, no es nada malo, me sentí bien con él porque lo conocía, porque me trató bien, porque lo ví otra vez", y entonces recordó que el día en que se graduaron, sintió un pesar enorme, no volvería a ver a su némesis, no volvería a ver esos ojos, ni siquiera esa sonrisa, y lo golpeó de pronto, la razón por la que eso le causó tanta tristeza, fue el saber, que ya no habría alguien que le hiciera sentir lo que Harry, la revolución que se llevaba a cabo dentro de él cada vez que se cruzaban en los pasillos, y comprendió que no era odio, nunca fue odio, fue algo más, algo que no podía descifrar, y lo asustó, lo asustó porque Harry había entrado en su vida otra vez, tan rápido como se había ido.

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Gracias por leer.

Bueno, ps aquí está otro fic que me saqué de la manga, jeje, bueno no precisamente, solo que se me ocurrió mientras estaba enferma la última semana del año pasado y aquí está, espero guste, aquí las cosas se darán mas rápido que en mi otro fic, "In The Shadows", porque en la película se da rápido, sin embargo, hago aclaración en que muchas cosas las tomaré de la película, pero otras tantas vienen de mi cabeza, espero y se aprecie, en el próximo cap se van por allí y a ver que pasa, espero y sean pacientes, tengo una traducción, un fic aparte y este por seguir, contando también que ya inició la escuela y que mi hermanito sigue sin tener otra nana que no sea yo, porfavor sean pacientes, y por último les agradecería un review o dos, me encanta recibirlos. Gracias.

:D amy-lee-malfoy

"Una gran mentira pretende ocultar una gran verdad, una gran verdad no se puede ocultar con mentiras, el amor es una de esas verdades".