Hoooola!!!! HAPPY NEW YEAR!!! Jejeje...Espero que este año les vaya muy bien a todos, mejor que el anterior, y todas esas cosas ;) En fin, aquí les dejo el chapter 4 para festejar que llegamos a los 10 rev!! :D Por cierto, quería aclarar una cosita: Yo no tenía ni idea de que se podía habilitar o desabilitar los reviews anónimos...asíque SIENTO MUCHÍSIMO que aquellos que no están registrados no hayan podido opinar!! Perdonenme!!!!!! Pero bueno, al menos ya deshabilité esa opción ;) Lo cual no hubiera pasado si no fuera por la inestimable colaboración de mis amadas lectoras que me avisaron en sus reviews! Muchas gracias a todas ellas! So, here you are....

4. ¿Ginevra?

Draco Malfoy abrió la puerta de la lechucería lentamente, y con sorpresa comprobó que alguien se le había vuelto a adelantar. Ginny, que ni siquiera lo miró cuando entró, se encontraba de rodillas examinando a una lechuza especialmente grande y vieja que estaba tumbada en la paja sin apenas moverse.

-¿Qué tal, Weasley?

La pelirroja no respondió. Parecía como si realmente no se hubiera enterado de la entrada del Slytherin. Éste la miró extrañado, y decidió provocarla:

-Vaya, parece que el cara-rajada piensa llegar tarde otra vez....

-Harry no va a venir hoy – respondió cortante Ginny.

-¿Cómo que no va a venir? ¿Y por qué no?

-Eso – replicó la pelirroja lentamente – no es asunto tuyo.

-Ooohhh...parece que hoy alguien está de mal humor, ¿verdad? -preguntó Malfoy burlonamente.

Ginny no respondió, ni siquiera con un gesto; se limitó a seguir con su lechuza, sin mirarlo.

–Creo... –añadió después de un segundo el Slytherin- que ya sé por qué Potter no ha venido hoy y tú estás así. Seguro que le pediste que fuera tu novio...y del susto que le diste salió huyendo de Hogwarts!

Ginny levantó la cabeza y miró lentamente a Draco, como si estuviera evaluando si abalanzarse a golpes sobre él o no. Además se preguntó si el rubio sabría algo sobre lo que había pasado entre ella y Harry ayer en el lago...No lo parecía, lo que alivió a la pelirroja. No pudo evitar recordar lo cabizbajo que había estado el moreno durante el desayuno, cómo la había evitado...Tampoco podía olvidar las continuas miradas que le lanzaban Ron y Hermione. Probablemente esperaban que el resultado fuera otro...Ginny suspiró. La perspectiva de tener una charla con su hermano sobre Harry no la ponía demasiado contenta.

-Escucha, estúpido hurón –comenzó la chica con las orejas coloradas y un deje de ira en su voz-. Si Harry no está aquí es porque le han cambiado el castigo. Está ayudando al profesor Lupin a capturar a unos cuantos boggarts que andan sueltos por el castillo. Y ahora cierra el hocico, ¿quieres?

-Mira, pobretona, más te vale que no me vuelvas a insultar por que si no....

-¿Si no qué, Malfoy? ¿Acaso crees que te tengo miedo? –lo interrumpió Ginny poniéndose de pie.

El chico se limitó a sonreír misteriosamente. Le encantaba ese carácter tan marcado, disfrutaba tanto haciéndola enojar...

-No parece que me tengas miedo, Weasley...aunque deberías –dijo acentuando más su sonrisa-. Alguna vez te han dicho que te ves mejor cuando estás enojada? –preguntó distraídamente, mientras tomaba el trapo y comenzaba a fregar.

-Si crees que por que me digas eso voy a caer en tus jueguitos, te aviso que no es así! –gritó Ginny- Yo NUNCA voy a estar en tu club de fans, "Drakin"...¿Lo entiendes?

-Oh, vamos, comadreja –replicó el Slytherin, dejando el trapo y acercándose a ella-. No te va mucho el papel de chica mala, te lo aseguro...

La bofetada que le dio Ginny como respuesta resonó de tal manera en el recinto que algunas lechuzas despertaron de su letargo, alarmadas.

-¿QUÉ SE SUPONE QUE HACES?- gritó el rubio mientras se pasaba una mano por la zona dolorida de su rostro. Sin embargo, cuando levantó la vista la Gryffindor ya no se encontraba allí. Draco miró su reloj y comprendió que era hora de ir a clases....y él tenía transformaciones. Sería una excelente oportunidad para hablar con McGonagall....

Luego de dos horas, sonó la campana. Los alumnos de Slyhterin comenzaron a abandonar el aula de transformaciones, mientras uno de ellos se dirigía con firmeza hacia la mesa de la profesora.

Mientras tanto, Ginny, Sydney y Amy, cubiertas de tierra, subían dificultosamente por los terrenos en dirección a Hogwarts. Acababan de tener una clase bastante complicada de Herbología sobre los Swurgles, una especie de arbustos que te empujaban, literalmente, si por accidente rozabas una parte sensible de su tronco...algo que no había dejado de suceder durante la clase. Las tres se encontraban fatigadas por un lado y con muchas ganas de hablar por otro, ya que habían estado tan concentradas en agarrar correctamente a los Swurgles que no habían abierto la boca. Luego de ducharse rápidamente, bajaron a la sala común y se recostaron en unos cómodos sillones.

-¿Y bien, Gin? –comenzó Sydney- ¿Qué tal llevas eso del castigo ahora que no está Harry? –La pelirroja se sintió un poco incómoda...no les había relatado la conversación que tuvo con Harry, y eso la hacía sentir un poco culpable...Pero sabía que le preguntarían el motivo de que lo hubiera rechazado, y aún no estaba dispuesta a reconocer ante ellas que le gustaba su enemigo. No podía...

-Bastante mal, la verdad –contestó Ginny intentando no perder la naturalidad-. Malfoy es insoportable....y aún me queda más o menos una semana de castigo con él.

-Oh, vamos, Gin....¡estar sola con un chico tan guapo no puede ser malo! –exclamó Amy con una risita.

-¿Que no? Es un imbécil.....

-Peeero –añadió Sydney acusadoramente- al menos tienes que admitir que guapo sí es...¿o no?

-Bueno...-concedió Ginny, sonrojándose- No está mal. ¡Pero lo detesto! –añadió, sonriendo luego al recordar la bofetada que le había dado esa tarde.

Sus dos amigas se dirigieron una mirada cómplice y luego estallaron en carcajadas.

-¿Qué es tan gracioso? –dijo la pelirroja enfadada.

-Ayyy...harían una pareja tan bonita! –bromeó Amy con mirada soñadora.

-¿Pero qué dices? –replicó Ginny haciéndose la ofendida, aunque en el fondo el comentario la había dejado pensando.

En ese momento se abrió el retrato de la Señora Gorda. Por él entraron Harry, Ron y Hermione; en cuanto vieron a Ginny, se dirigieron hacia allí, el ojiverde con la cabeza baja.

-Oye, Gin... –le dijo Hermione- . Nos acabamos de cruzar con McGonagall en el pasillo, y nos ha dicho que debes ir a su oficina...ahora mismo.

-¿No les ha dicho por qué? –preguntó la pelirroja mientras sus amigas escuchaban con atención.

-No –negó la castaña-. No tenemos ni idea...

-Pero será mejor que te apures...dentro de quince minutos tenemos pociones! –le recordó Amy.

-Sí, es cierto....nos vemos luego! –dicho esto, la pelirroja se puso de pie y salió de la Sala Común.

Cuando entró en el despacho de la profesora, lo primero que vio fue un par de ojos grises observándola desde una silla próxima. La chica tuvo un "mal" presentimiento.

-¿Deseaba verme, profesora? –inquirió, tratando de parecer calmada.

-Sí, señorita Weasley. Siéntese. –la pelirroja obedeció.- Veamos...me ha dicho el señor Malfoy que durante el castigo de hoy usted lo ha abofeteado e insultado. ¿Es eso verdad?

-Verá, profesora, yo....

-Conteste a la pregunta –la cortó McGonagall severamente-. ¿Sí o no?

-Bueno...¡Sí! ¡Pero lo hice porque él me estaba provocando!

-¡Eso no tiene nada que ver! Usted, Ginevra Weasley –el Slytherin abrió mucho los ojos, sorprendido. Así que ése era su nombre, y no Ginny a secas...- fue seleccionada para estar en Gryffindor. Y una Gryffindor, señorita, debe demostrar valentía, lealtad y sobre todo, temple! En cuanto a usted –prosiguió dirigiéndose a un sonriente Draco- ¿es cierto que ha provocado a Weasley?

Para sorpresa de Ginny, el aludido, sin perder la sonrisa, contestó:

-Podría decirse que...sí.

-En ese caso –afirmó la profesora, con el ceño fruncido ante la respuesta del chico- Voy a extender su castigo...tendrán que hacerse cargo de la lechucería hasta fines de enero, a ver si eso es suficiente para que aprendan a respetarse –sentenció la mujer–. Pueden irse.

Sin embargo, la pelirroja no se movió:

-Pero....¿¡ENERO!? P-profesora.....profesora! Eso....eso...es...mucho...¡Enero!...N-no puede...

-Mire, señorita Weasley –la interrumpió McGonagall, cortante- debo decir que me ha decepcionado bastante con su comportamiento ¡Yo soy la jefa de la casa, y como tal yo decido cuándo un castigo es muy largo y cuando no! ¿Entendido?

-Sí, Profesora –murmuró Ginny antes de salir del despacho seguida de Malfoy.

-Parece ser que vamos a pasar mucho tiempo juntos, ¿verdad? -preguntó el Slytherin ampliando su sonrisa, mientras caminaban hacia el aula de pociones.

-Cállate, hurón....¡Cállate porque te juro por Merlín que me estoy conteniendo para no pegarte un puñetazo!

-No creo que fueras capaz, Weasl...¿Pero qué...? -Malfoy apenas tuvo tiempo de sujetar la muñeca de Ginny, evitando que ésta se estrellara contra su cara–. Vaya, vaya, vaya –dijo mientras bajaba lentamente el brazo de la pelirroja y observaba aquellos hermosos ojos marrones. –Parece que tienes agallas, Ginevra...

-¡No me llames así! –gruñó la chica mientras intentaba en vano liberar su muñeca.

-¿Por qué no? –preguntó el Slytherin, acercando mucho su rostro al de ella.- Después de todo es tu nombre, ¿o no? Uno muy bonito, si me lo preguntas...

-Pues no te lo he preguntado –replicó cortante la pelirroja, aunque en el fondo la ponía extremadamente nerviosa el sentir el aliento del rubio tan cerca.- ¡Y ahora suéltame!

Malfoy obedeció, y observó cómo la chica se perdía de vista en dirección a las mazmorras. Lentamente la siguió.

Ginny entró en el aula un minuto antes de que tocara la campana; Draco hizo su aparición segundos después. La pelirroja corrió a sentarse junto con sus mejores amigas.

-Vaya, Gin...-le dijo Amy con una sonrisa.- Parece que esto de llegar a Pociones con Malfoy se te está haciendo costumbre, eh?

-¡No me nombres a ese imbécil! –exclamó Ginny en voz baja mientras se levantaba para recoger sus ingredientes del armario del fondo, bajo la mirada expectante de Snape. Aún no podía olvidar las sensaciones que había experimentado al sentirlo tan cerca, demasiado cerca...Había podido sentir como el aliento de Draco, quien ahora la miraba fijamente desde el escritorio del profesor, rozaba sus labios al pasar; y por un momento, aunque odiara admitirlo, había deseado casi inconscientemente que ese instante no terminara. Quería sentir esos labios sobre los suyos, adueñarse de aquel aliento tan perturbador...

-Bien –gruñó el profesor sacándola de sus pensamientos.– Ahora que la señorita Weasel....Weasley –se corrigió distraídamente, mientras los Slytherin (todos menos uno) estallaban en carcajadas– se ha dignado a juntar sus ingredientes, quiero que copien esta receta –señaló la pizarra. – Hoy el señor Malfoy se encargará de supervisar la clase y recoger las muestras...y me informará de cualquier suceso extraño, así que espero que sepan comportarse. –Dicho esto, salió del aula produciendo un gracioso frú-frú con su túnica. Todos los alumnos comenzaron a trabajar, mientras Malfoy recorría el aula con la mirada.

-¿Qué ha pasado? –dijo Amy mirando fijamente a Ginny.

-¡Eso! ¿Qué quería McGonagall? –inquirió Sydney mientras cortaba unas raíces de aspecto viscoso.

-Malfoy le contó que yo lo había abofeteado...-sus dos amigas abrieron la boca en un gesto de sorpresa. Parecía que Sydney quería preguntar si era cierto, pero no hizo falta-. Sí, lo hice, es verdad...así que dijo que nuestro castigo no terminaría hasta...enero.

-¿ENERO? –gritaron Sydney y Amy al unísono, llamando sin querer la atención de varios alumnos.

-Exacto –siseó una voz tan repentinamente que el grupo de amigas se asustó.– Ya te lo he dicho, vamos a pasar mucho tiempo juntos...Así que es mejor que nos empecemos a llevar bien. ¿No crees, Ginevra?

-¡Te he dicho que no me llames...! -comenzó Ginny.

-Y yo te he dicho –la interrumpió Draco- que me parece un nombre muy bonito, así que no pienso dejar de usarlo... –Sydney y Amy se miraron incrédulas, sin poder reprimir una gran sonrisa-. Mucho menos si me lo pides así...Por Merlín, Weasley, ¿no crees que sería bueno que alguien te enseñara algo de buenos modales?

-Yo sólo tengo buenos modales con quienes se los merecen, idio...

-Cuida tu lengua, Ginevra –volvió a interrumpir el Slytherin, sonriendo y logrando que Ginny se pusiera roja de ira, mientras sus amigas escuchaban boquiabiertas.– No olvides que soy Premio Anual...no querrás que te ponga una detención, ¿cierto?

-¡ERES UN....! –gritó Ginny, pero no terminó la frase puesto que Amy le había tapado la boca con una mano.

-¡Calma, Gin! –le susurró su amiga al oído, mientras Malfoy las observaba divertido.– No queremos que te castiguen...venga, cálmate...

En ese momento sonó la campana, y Snape entró al aula. Draco se dirigió inmediatamente hacía él para decirle que la clase había transcurrido en orden (aunque apenas si le había prestado atención) mientras Ginny y sus amigas recogían sus cosas y dejaban la muestra en el escritorio del profesor. Cuando llegó el turno de la pelirroja, ésta depositó la botella y se dirigió con paso firme a la puerta donde ya la esperaban sus amigas. Al pasar al lado de Malfoy, éste le dijo en voz baja de modo que sólo ella lo oyera:

-Nos vemos, Ginevra.....

Esa noche, Ginny no tenía muchas ganas de irse a dormir. Prefirió quedarse en la Sala Común; se acomodó en un sillón en frente al fuego y minutos después se encontraba completamente hipnotizada por aquellas llamas crepitantes...

-Hola, Gin –se escuchó de repente la tímida voz de Hermione. Ginny giró la cabeza y pudo ver a la castaña, algo titubeante, acompañada de Ron; sintió un gran alivio al comprobar que Harry no se encontraba con ellos.

-Hola –contestó sin ganas.

-¿Podemos...podemos hablar? –sugirió su hermano.

-Claro –accedió la pelirroja sin ningún convencimiento...ya sabía de qué iban a hablarle.

-Oye, Ginny, hemos estado hablando con Harry –comenzó la castaña sentándose a su lado-. Y la verdad es que nos hemos quedado...algo...sorprendidos –después miró a Ron, buscando su apoyo, y éste asintió.

-Escucha, Hermione –dijo Ginny, armándose de paciencia pero intentando ir al grano- Es verdad que a mi me gustaba Harry, desde hace mucho...pero ya no, ¿entiendes?

-Y le has dicho que no...sólo por eso? –inquirió su hermano.

-¿"Sólo"? ¿Acaso te parece poco? –replicó la pelirroja, que estaba empezando a enfadarse.

-Ron no quiso decir eso, Gin –respondió Hermione inmediatamente, temiendo que la menor de los Weasley decidiera acabar con la conversación-. Lo que quiso...queremos saber –se corrigió ante una mirada de su amigo- es si le has dicho que no porque no te gusta y punto...o hay algo más.

-¿Qué más puede haber? –preguntó Ginny, intentando dar a su voz un tono de desdén, como si todo aquello no tuviera que ver ni con ella, ni con la realidad, ni con sus sentimientos...

-Harry nos ha dicho algo más –prosiguió Ron en voz baja-. Nos dijo que tú le habías confesado que "querías a otro"...

-Y digamos que nos preocupa quién pueda ser –finalizó la castaña, rogando que su amiga no reaccionara demasiado mal.

-¿Ah, si? –gritó Ginny poniéndose muy colorada-. ¿Y a ustedes dos qué más les da quién sea? ¿Por qué tienen que andar siempre metiéndose en mi vida? Además –añadió poniéndose de pie- eso lo dije sólo para que Harry no se sintiera culpable!

Sin esperar respuesta salió de la Sala Común, corriendo sin rumbo fijo, mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Mientras tanto, aún en la sala de los leones, un moreno de ojos verdes salía de entre las sombras y caminaba hacia donde lo esperaban Hermione y Ron.

-Lo sentimos, Harry –fue lo único que dijeron sus mejores amigos.

Ginny seguía corriendo, sin poder ver a dónde se dirigía, hasta que chocó contra algo. Mejor dicho, contra alguien. Unos ojos grises la observaban con curiosidad: los cabellos despeinados, los ojos hinchados, un mar de lágrimas que bañaba su rostro...

-¿Qué...qué haces aquí? –susurró la pelirroja, tratando de ignorar los temblores que recorrían su cuerpo.

-¿Sabes dónde estamos? –respondió el chico. Ginny negó con la cabeza.

-Me lo imaginaba. Estamos en el pasillo de entrada de la Sala Común de Slytherin...así que la pregunta es ¿Qué haces TÚ aquí...Ginevra?

-Yo...no sé...estaba...dando un paseo –dijo la chica vagamente, sin molestarse por el hecho de que la hubiera llamado Ginevra. En el fondo, no podía evitar sentirse feliz...estaba con él, por fin, lejos de todo y de todos...

-¿Un paseo? Por Merlín, Weasley, estás helada! Mira cómo tiemblas...toma –añadió el rubio poniéndole su capa sobre los hombros.

-Gr-gracias –murmuró Ginny, sin saber qué hacer.

-¿Por qué lloras? –inquirió el rubio luego de una pausa, pasando suavemente una mano por la mejilla de la pelirroja para secar sus lágrimas.

-No estoy llorando –mintió Ginny, liberándose contra su voluntad de aquellos suaves dedos.

-No, claro, y yo me llamo Milicent Parkinson –replicó el Slytherin con sorna, observando cómo la pelirroja no podía contener la risa-. ¿Vas a decirme por qué llorabas o no?

-Mmmmm...depende...¿Qué me das a cambio? –contestó Ginny, recuperada, con una tímida sonrisa.

-¿Qué me pides tú? –inquirió entonces el rubio, acercándose a ella de manera que sus narices chocaran suavemente.

En ese momento, dejaron de tener algún valor las palabras. Ginny ni se molestó en pedir nada; porque aquello que hubiera pedido...lo único que hubiera querido pedir, aunque se le fuera la vida en ello, estaba a punto de suceder.

Y en ese momento, entre el frío del ambiente y el calor de dos alientos que apenas conseguían vencer el impulso de unirse, ya no importó nada más.


Bueno, qué les pareció? Espero sinceramente que les haya gustado! Contesto algunos rr:

Rosa E. Landeros Mtz.: Muy buena pregunta! Como ves, Ron no descubrió quién le gusta a Ginny...pero algo raro sospecha. Uy, uy, uy....;) En fin, me alegro mucho de que te guste el fic! Y gracias por los reviews!

Lara-Lm: Otra buena pregunta...Quizás siempre se le declara tarde porque hay que reconocer que nuestro "héroe" es un poco lento para asuntos amorosos, no te parece? :P A ver cómo reacciona cuando se entere lo de Draco y Ginny... :S

Sthefany Weasley: Mil gracias por el consejo!!! Que bueno que tengo a gente como ustedes para avivarme...vvU

Zoe simitis: Hola! Bueno, espero que este chap no se te haya hecho corto ;) y que lo hayas disfrutado! Y me alegro mucho de que te hayas reído...es bueno para la salud, dicen :p

So...nos vemos pronto! Cuidenseeeee!!!!! Salu2,

ThE LuCkY OnE

"It's me against this world and I don't care...." Good Charlotte