Notas de la pobre Autora: Hola...? -asoma su cabeza- Emm... cofcof. Hola! Hohoho! Estoy de vuelta! -no tiene verguenza- Pues que le voy a haceeer! No fue mi culpaaa! Tuve unos problemillas, cambio de casa, cambio de ciudad... y... se me olvido que tenía esto escrito hace un rato... UU No me maten, no me maten!
De todas maneras es todo sus culpas! apunta a los lectores Si! Ya vieron que al final ese método de demorar más en publicar la historia si deja reviews! XD 14! 14 Reviiiiiiieews! se siente feliz y llora.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
+ Iris Tsukiyono: Wooo! Yo quiero leer ese fic todavía... pregunta si me lo puedes mandar, siii? Bueno, sobre Omi-chan... yo ya siento que se me destroza el almaaaaa! TT Pobrecilloooo! Pero... si, si va a sufrir más . '. Gracias por tu reviiiiiew!
+ Suisei Lady Dragon: Pues que crees...? Yo creo que Omi está sufriendo por ser abusado de esa manera! T.T Si todos sabemos que tiene una bala en la pierna, y eso si que duele, pero nuestro bombay es fuerte en ese aspecto. Hohohoh... .. Lo siento, niñaaa! En serio... tenía este capitulo escrito hace mucho... pero luego me tuve que mudar y todos los trámites y se me pasó... Aunque espero que este capitulo te guste, gracias por tu apoyo!
+ Chibinekosam: Hahahaha! Que quieres que hagaaaa XD Siempre me pasa lo mismo... me obsesiono mucho con un personaje... en este caso es obvio que es Omi :3 Sobre el lemon... no me atreví x.X espero que si logre escribir un lemon algún día... U Todavía estoy vivita y coleando, asi que sigo escribiendo... XD Muchas gracias por tu review.
+ Mari: Yay... pues, ahora no sé en realidad x.X Tendré que ver... XD Pero me parece mucho que voy a poner más SchuxOmi! Gracias por tu review!
+ Eli-chan1: Holaa, niña! Bueno... ya te expliqué todo el rollo... XD Gracias por tu review
+ Vicky-Kaede: Holis Sólo porque tu me lo pides cambia un poco el rumbo de todo… ahora es 'todos a por Omi'! XD Ya vas a ver esa escenita que te gusta, gracias por tu review!
+ Dark Mousy: Hola Pues... la pregunta no sería esa... sería¿Quién no se alza? XD Umm... pobre Suzue! No es tan caliente como parece! La he dejado como una villana... U Gracias por tu review!
+ Sue Bennet - Hezziel Leiya: Yay! A quien no le gusta Omi? Si es tan irresistible! Muchas gracias, niña! Me subes algo los ánimos, a mi también me gusta cuando uno no se deja... es más divertido XD Y lo corté porque no me atreví a seguir... me da cosita . bueno, pero más adelante hago más lime, no te preocupes! Sobre el beso... pues es uno bien distinto... imagínate el beso de Schu (con lengua y todo apasionado XD) con el de Yohji (que fue uno suavecito...) yo creo que el 'beso de verdad' fue el del alemán (con tutti XD)
+ Haruka: Wola! Bueno, muchas gracias por tus comentarios y tus reviews, espero seguirte leyendo :3
+ Yukino y Dary: Bueno... de hecho, ya sé que soy mala... se pone a silbar Hohohoh! En esta historia como yo soy la escritora si tengo derecho a tocar a Omi-chan Sobre mii querida Suzue... parece que la he dejado muy mal U ella no es tan... caliente XD Yo creo que mientras más rivales y enredos, mejor ' Oyee! Que tiene la pareja de Schu con Omi? A mi me gusta! Bueno... entonces con quien quieres que deje a Omi? O.o Umm... gracias por las amenazas y el review! '
+ VALSED: Hohohoh, ahora verás que paso con Omi :3 Y que más va a querer nuestro alemán? XD Omi es tan pechosho... - Gracias por tu review!
+ Srta. Misao Maxwell: Ohayou, Misao-san! Como tas? P Me alegro mucho que te haya gustado la escena de Schu! Umm... otra petición x.X En serio que estoy tratando de complacer a todos los lectores para que se queden felices, así que voy a tomar en cuenta tu petición Oww, pues, a quien no le gusta Omi? Si es tan adorable, hermoso, pechosho y tiernoooo? Emm... bueno, también en este fic se da cuenta de mi complejo... siempre me engancho mucho a un personaje... y me gusta que todos lo persigan XDD -se siente psicopatera- Cof, cof... Bueno, muchísimas gracias por tu review, me encantan los reviews largos. Espero que te agrade este capi :3
+ 'l cRaZyxIoN l': Uyy… que nick más difícil de escribir XD Emmm! Viste que mi técnica funciona? Mientras más los hago esperar, recibo más reviews! XDDD Bueno, muchas gracias por tomarte el tiempo de dejarme un review!
+ Tsubaza Winner: Siiiiii! Gracias por tu review, en serio me haces feliz Jejejeje! Aquí va el séptimo capi... lo tenía escrito hace rato, pero gracias por recordarme... nnUUU -Kaori Koneko cabeza de pollo-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Disclaimer: Weiss Kreuz no es mío... ¿saben porque? Porque si hubiera sido mi creación, Omi hubiera salido más, Sakura no existiría y definitivamente, habría yaoi! No, no... estoy mal... llovería yaoi!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Capítulo 7: Deseos
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Bien...
Misión cumplida. Terminé...
Y me siento mal, porque
fue demasiado fácil...
Lo único que me deja
intrigada es ese pelirrojo pervertido ¿qué se traía
en manos el desgraciado¿cómo es eso de abusar de
menores indefensos?
Uuuyy¡qué rabia¡cómo
existen estos tipos¿qué acaso nadie hace nada? que
crueldad...
Ay, ay ¡se cae!
La joven estaba tan ensimismada en sus pensamientos justicieros, que su rescate casi se cae de la moto, pero la joven lo alcanzó a sostener por la cintura, y lo abrazó fuertemente, provocando que el joven ganara algo de conciencia.
Ughh...
me duele todo... no quiero moverme...
Se siente cálido...
¿quién está ahí? quiero saberlo, pero mis
ojos pesan demasiado. Debe ser el efecto de la droga... o quizás
es porque siento mi cabeza ardiendo...
Mi cuerpo no responde... la
cabeza me da vueltas... quiero moverme, pero no lo voy a lograr a
este paso... quiero despertar de una vez...
¡Schuldich¿Qué
paso...? No recuerdo nada... ¿Qué estaba haciendo
Schuldich?
La peliazulada todavía abrazaba con firmeza al joven, cuando sintió que se estremecía inquietamente. Sus ojos se apretaban e intentaban inútilmente abrirse.
"Te... ne...cesito... Ayuda...me... por favor... te necesito... a mi... lado... no quiero estar solo... tengo miedo..." solo eran murmuros inaudibles y casi delirios los que emitía el joven semiconsciente. Buscaba a alguien... sus ojos se aguaron rápidamente y apretaba aún más los ojos, reprimiendo lágrimas. Parecía que sufría por algo.
"Calma, Bombay... ya estás a salvo..." habló su voz suave y dulce, mientras que depositaba un rápido beso en su frente. "No te ves muy bien... pero ya vas a estar mejor..."
Una
voz... alguien me está hablando... ¿quién es¿una
chica...?
Ya no importa, solo quiero olvidar todo... quiero seguir
sintiendo esta calidez que emana de ella... quiero que me siga
abrazando, no quiero recordar más... ¿porqué
tiene que ser tan difícil de olvidar...?
"Jajaja" se rió despacio la joven, dibujando una gran sonrisa en el rostro. "Todavía no estás en condiciones de responder, dar las gracias o preguntar ¡ko - ne - ko!" agregó animosa después de ver como el joven trataba de abrir los ojos nuevamente y hablar sin resultado alguno.
¿Koneko? No me gusta... no me gusta que me digan así... me recuerda cosas... me recuerda a Schuldich y su sonrisa cínica, me hace sentir débil... indefenso... inútil, como si fuera un objeto...
"Me llamo Suzue..." interrumpió la joven "y sé que me escuchas, así que después me tienes que agradecer, bishounen"
El joven semiconsciente emitió una casi sonrisa débil y poco energética.
No
puedo evitar sacar fuerzas de la nada... así me decía
Yohji...
No, no quiero llorar, no quiero ser débil... es
suficiente...
"¿Así te gusta que te digan¿bishounen?" preguntó con gracia Suzue, doblando algo brusco en una esquina y afirmando más fuerte al joven en sus brazos. "Bien, entonces así te diré."
El resto del viaje sólo fue silencio. Al parecer, Omi se rindió contra el cansancio, y la joven no se esforzó en molestarlo.
Es un joven agradable... me pregunto cual será su nombre...mmm, creo que me voy a divertir con él, después de todo¿quién dijo que lo voy a dejar ahora? voy a quedarme cuidándolo, me interesa, en realidad es muy mono!
"¿Dónde era? algo del koneko..." memorizó Suzue, tratando de encontrar su destino. "¿Algo de una florería? florería, florería... ¡ahh! ahí hay algo..."
La joven visualizó una tienda con un gran cartel afuera que decía 'Koneko no Ie Sumu'. "Debe ser aquí..." murmuró disminuyendo la velocidad y parando cerca de la tienda.
Suzue se detuvo, y con cuidado tomó al joven entre sus brazos. No pesaba mucho, así que no representaba un gran problema. Todavía dudaba en si entrar o no... Dio otra mirada rápida. Definitivamente esta era la única florería de cerca...
"Bien, ahí voy" murmuró para sí, apretando aún más el cuerpo del joven contra el suyo. Se acercó cautelosamente, investigando cada detalle de la tienda. Cuando estuvo suficientemente cerca, escuchó voces y retrocedió más nerviosa que antes.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
"¿Quién se cree¡yo no me voy a quedar aquí, esperando que lo traigan!" gritó un rubio moviéndose histéricamente dentro de la habitación, como un león enjaulado, mirando de reojo a sus compañeros.
Los jóvenes habían estado discutiendo hace ya un buen rato, y ninguno se atrevía a desacatar las órdenes de Persia, aunque lo que más querían era salir en la búsqueda del menor, sin pensar en las estúpidas consecuencias que eso acarrearía.
"Ya escuchaste lo que dijo Manx" murmuró ya resignado el castaño, tratando de controlar su mezcla de sentimientos. El joven Hidaka estaba contando los segundos nerviosamente con su pie izquierdo.
"Yohji, siéntate" ordenó el pelirrojo, tomándose la cabeza de manera nerviosa. El joven obedeció de inmediato.
Se creó un silencio incómodo entre los tres jóvenes, que alcanzó a durar unos pocos minutos, ya que después se escuchó un ruido.
"¿Qué fue eso?" preguntó nervioso el rubio, levantándose de golpe, sus ojos revisando todo a su alredor.
"Eso fue como una moto" respondió en un susurro el castaño, avanzando hacia la puerta. Lamentablemente no habían ventanas hacia el frente de la tienda, por lo que lo único que les quedaba era abrir la puerta para verificar si lo que escucharon era cierto.
"¡Atrás!" ordenó por segunda vez el líder, haciendo que sus compañeros guardaran distancia. "No sabemos quien es. Yo voy a ir primero ¿me entendieron?"
Los dos jóvenes asintieron calladamente, y tomaron sus armas, como esperando un ataque.
"Aya, puede que sean solo chicas, ya sabes como molestan, ten cuidado" advirtió el rubio, tocando el hombro del pelirrojo.
"No lo creo, Yohji, son las 5:23 am." agregó enseguida el castaño, revisando rápidamente su reloj de muñeca y luego mirando de reojo al rubio.
"Oee... pero es verdad, no podemos asegurar que sea algún enemigo..." se defendió el rubio preocupado.
"La última vez que pasó esto, fue Schwarz..." informó el pelirrojo, moviendo la mano para indicarles que bajaran la voz.
"Abre de una maldita vez ¿quieres?" sugirió el más alto, ya nervioso.
Los jóvenes de la tienda esperaban cualquier cosa, menos una joven muy linda con un ... ¿bulto?
"¿Quién eres tu?" cuestionó fríamente el pelirrojo, saliendo de la tienda rápidamente y sacando su katana en posición de ataque. Esa chica estaba vestida de negro, por supuesto que podía ser un enemigo.
Yohji observó bien. Tenía el fino hilo en su mano, listo para atacar. Esa joven... la recordaba... la había visto... vestida de negro... con la cara sucia. Llevaba una persona entre sus brazos... alguien pequeño, que estaba herido, porque definitivamente lo que emanaba del bulto era sangre.
Ken observó desde atrás. Definitivamente, pasaba algo extraño. No todas las noches llegaba una joven vestida de negro en la madrugada y además con un bulto sangrante. ¿Un bulto sangrante? eso era una persona, pero no se podía reconocer, porque su cara estaba escondida en el pecho de la joven que lo llevaba.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Suzue estaba acercándose nuevamente, cuando la puerta se abrió, y dio un salto exagerado. Caminó hacia atrás instintivamente, y se asustó aún más, al ver salir a tres hombres armados.
"¿Quién eres tu?" escuchó la fría y dura voz del pelirrojo.
"Eso no importa ahora ¿quién de ustedes es Abisinio?" soltó la peliazulada tratando de esconder su nerviosismo y miedo, y repasando la mirada por los tres jóvenes ante ella.
"Soy yo" respondió enseguida y cortantemente el joven de la katana. "¿Qué quieres?"
"Maine Coon" dijo cortantemente. "Les traje a Bombay" anunció la joven, apretando a Omi en sus brazos otra vez.
Los tres jóvenes instantáneamente soltaron sus armas, y se acercaron sin dudar. La joven retrocedió más.
"Oye, tu, dame al chico" ordenó el pelirrojo, quitándoles la palabra a Ken y a Yohji.
"No, déjame llevarlo yo" negó desconfiadamente Suzue, abriéndose paso para entrar atropelladamente a la tienda.
Los tres jóvenes la siguieron apresuradamente con miradas de recelo. ¿Quién era esa chica¿Por qué se daba tanta importancia ¿Por qué no quería entregarles al chico¿Quién se creía?
Ya adentro, la joven depositó al bulto en un sillón, y le empezó a quitar las ropas con rapidez.
"Tráiganme un botiquín de primeros auxilios" pidió casi como orden, y al ver que los jóvenes cerca de ella no reaccionaban agregó casi en un grito "¡Rápido!"
Dos de los jóvenes desaparecieron con desesperación. El joven pelirrojo no se movió al escuchar a la joven, solo permaneció quieto sus ahora fríos ojos clavados en la espalda de Suzue, y al desaparecer los otros dos, se acercó a Omi.
"¿Qué crees que haces? nosotros vamos a curarlo, no te corresponde a ti" Aya tomó la muñeca de la chica y la apartó bruscamente.
"Claro que no, yo lo traje, yo lo ayudo" se soltó Suzue, con mirada desafiante. "Vete, que voy a desvestirlo"
"Eso debería decirlo yo" respondió Abisinio con una sonrisa irónica.
"Pero yo lo estoy haciendo" sonrió Suzue, sus ojos sólo reflejando desafio. "No tienes nada que hacer aquí, si necesito ayuda, la voy a pedir ¿entendiste?" amenazó, volteándose enseguida hacia el malherido. Ignorando al pelirrojo, siguió desvistiendo a Omi.
"Maldita, ya te vas a ir..." murmuró para sí el líder, saliendo de la habitación, al escuchar la voz de Manx, le estaba llamando.
"Eso crees tu" respondió aún más bajo la peliazulada, viendo como desaparecía el pelirrojo de la sala.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Suzue se entretuvo limpiando y acariciando la cara del joven, tratando de desvestirlo para curarlo mejor, tanto, que no notó la mirada celosa que la atravesaba.
"Si quieres puedo hacerlo yo, no te molestes... creo que ya has cumplido tu misión" le comentó un rubio, entrando a la sala y con él, los medicamentos necesarios que le había encargado la chica.
Veo mucha competencia por aquí...
"No te preocupes, lo hago con gusto, además, soy estudiante de medicina, sé muy bien lo que hago" le sonrió Suzue de forma forzada. "¿No vas a irte?" preguntó unos minutos después de llegado el joven rubio.
"Ni lo sueñes... quiero estar aquí cuando Omi despierte" murmuró acercándose al cuerpo inconsciente del pequeño, agachándose, y tomando su mano con fuerza.
"¿Dónde está el otro?" preguntó curiosa la chica
"Supongo que te refieres a Ken" supuso el playboy acariciando suavemente la mano de bombay entre las suyas. "No se llama 'otro', no te refieras a él de forma tan irrespetuosa."
"Si, como sea" respondió ella de mala forma.
"Fue con Manx y Aya..."
"¿No deberías estar allá también?"
" No" respondió más cortante de lo usual. Nunca trataba mal a las mujeres, pero siempre existía la excepción.
Suzue le sacó la parte superior con delicadeza, dejando al descubierto algunas heridas, en la espalda, el pecho, los brazos y las muñecas, y todavía faltaba desvestir los pantalones.
El cuerpo de Omi estaba lleno de sangre seca, heridas profundas, rasguños y magulladuras menores. Las muñecas estaban marcadas y sus brazos morados.Yohji apretó los ojos con dolor y soltó la mano del pequeño.
"¿Quién se atrevió a hacer esto?" preguntó a Suzue, todavía con los ojos apretados, y con voz llena de odio.
Suzue miró al suelo, dejando a un lado a su paciente. "Yo... lo siento... no pude llegar antes..." se disculpó la joven, lamentándose en forma sumisa.
"¿Quién fue?" volvió a preguntar ignorando lo que la joven había dicho anteriormente. Sus manos estaban más blancas de lo normal, y era porque las estaba apretando sin control alguno.
"No lo sé... me parecía conocido, en alguna parte tendré que haberlo visto..." susurró pensativa. Fue interrumpida cuando el joven cerca de ella la movió bruscamente, quedando de frente.
"No tengo la paciencia para juegos" amenazó con los ojos llenos de dolor y rabia el playboy.
"¡Suéltame!" le grito la joven moviéndose inquietamente y logrando soltarse. Sentía miedo al ver la brusquedad del rubio hacia ella... sus ojos mostrando que mataría a cualquiera sin dudar...
La peliazulada siguió su labor como si nada hubiera pasado. Yohji se movía de un lado a otro.
"Un pelirrojo" murmuró la chica después de 5 minutos de silencio.
El rubio abrió los ojos exageradamente y se detuvo en seco, su corazón dio un vuelco desesperado.
"Pelirrojo..." repitió en voz baja ."¿Qué más¡cómo era?" exigió saber, acercándose bruscamente a la joven nuevamente.
"Llevaba algo en la cabeza... como una bandana o un cintillo... y unos lentes oscuros." dijo tratando de recordar más. "Parecía extranjero... su acento no era japonés" agregó distraídamente
Yohji estaba apretando su puño incontrolablemente. Sus ojos no dejaron de reflejar sus sentimientos. Suzue no se atrevió a mirarlo.
"¡Además ese tipo tenía poderes extraños! Me dijo algo sin mover su boca... como si su voz hubiera estado dentro de mi cabeza" se afligió la peliazulada.
"¡Es él!" solo confirmó en voz alta el joven. Levantó la cabeza hecho una furia, y se acercó a una silla sólo para destrozarla.
Suzue lo miraba espantada. ¿Quién era ese tipo¿Acaso ya le conocían?. A la joven la inundó un miedo y angustia desesperante. El playboy estaba fuera de control. Sus ojos viajaron de un lado a otro, tratando de pensar en algo para detener al joven frente a ella.
El rubio siguió destrozando la desdichada silla, hasta verla hecha añicos en el piso. Su rabia no se había descargado enteramente, y la joven lo vio acercarse hacia un equipo de música con el mismo aire destructor.
"¡Basta!" lo detuvo la chica, sacando valor de la nada y tomando a Yohji por un brazo. "¿No te das cuenta de lo que haces?" le regañó más calmada.
Yohji la miró desafiante, dispuesto a enfrentarse a la chica, pero la joven siguió hablando.
"Bombay necesita reposo..." dijo mirando a Omi . "Está con fiebre, y estas no son horas de que armes un escándalo y lo despiertes, ha sido mucho por hoy."
Al parecer eso tranquilizó completamente la furia de Yohji. El joven se apartó de Suzue, y con mirada arrepentida y preocupada se acercó a Omi.
"Vete, niña, quiero estar solo" pidió el joven de pelo largo, sus ojos escondidos entre su pelo.
"Yo no creo que" la joven fue interrumpida.
"Te dije que te fueras" le ordenó en casi un amenaza.
Una razón desconocida llevó a Suzue a obedecer de una buena vez, y salió de la habitación en silencio. Suzue estaba cerrando la puerta, cuando Aya y Ken aparecieron. Los dos jóvenes se preguntaban que hacía la chica ahí, pero no dijeron nada, al verla afligida y con ojos angustiados.
"No entren" fue lo único que pronunció con voz fría, y se alejó para buscar a Manx.
El pelirrojo y el castaño se miraron aún más confundidos. Habían escuchado un ruido fuerte y deseaban saber que había sucedido. El líder se adelantó y abrió la puerta suavemente. Estaban dispuestos a entrar, cuando vieron al rubio junto a Omi, llorando.
"Supongo que este no es un buen momento..." se desesperó el castaño.
"Cada uno tendrá su turno, Omi necesita descansar, mañana a primera hora lo llevaré a un centro médico." concluyó Aya, cerrando la puerta y alejándose del lugar, seguido por Ken.
"Omi... sé que me escuchas, Omi... yo... yo lo siento mucho..." se lamentaba el rubio con ojos llorosos y perdidos. "Yo nunca... nunca debí permitir esto! Perdóname, chibi... perdóname..."
Yohji no pudo seguir hablando, ya que sentía un inmenso dolor penetrándole el pecho. Tenía el alma destrozada, y no podía parar de sollozar y temblar. Un nudo cruzaba su garganta, impidiéndole hablar por unos momentos.
"Chibi... Omi... yo... en verdad, esto es culpa mía, discúlpame... no sé como pude permitir esto..." seguía sollozando. Acercó sus labios temblorosos a la frente del pequeño, depositando un suave, tierno y nervioso beso. Sintió el ardor de su frente, pero se olvidó el estado de su amigo, al perderse en sus reflexiones.
"Te amo, pequeño... ¿lo sabías? No voy a volver a fallarte, nunca... no voy a dejar que ese infeliz de Schwarz te ponga las manos encima, por favor, dame una oportunidad para corregir mi error... para demostrarte como me siento..."
Sus manos recorrieron su rostro, acariciando cada lugar. Yohji no se podía explicar como ese sentimiento había surgido, ni cuando.
Ya no importa... lo único que importa, es que estás aquí, y no te voy a dejar... no te voy a volver a dejar solo... no voy a dejar que nadie más te toque.
"Omi... espero que me perdones algún día, voy a tratar de enmendar mi error... sé que yo debería haber estado contigo en ese momento... mi misión era protegerte..."
Yohji sintió al joven de ojos azules estremecerse.
"No fue tu culpa..." murmuró casi sin fuerzas y semiconsciente el joven herido. "Gracias por estar aquí... te necesitaba... te... necesito..." agregó suavemente en un suspiro, y sin siquiera levantar sus párpados, un murmuro casi inconsciente.
"Omi, yo" comenzó apresuradamente, pero se detuvo en seco. Al parecer el niño de ojos azules ya no lo escuchaba, estaba inconsciente de nuevo, quizás a causa de la fiebre, o tal vez era por que estaba drogado.
Yohji en verdad se preguntaba cuanto de lo que dijo había llegado a los oídos de Omi, pero no le interesó por mucho tiempo, porque todo lo que le había dicho era lo que sentía... y si no lo había escuchado, tendría que repetirlo cuantas veces fuera necesario.
Balinés siguió contemplando con la mayor calma y dulzura, tomándose todo el tiempo. De pronto cayó en cuenta de que todavía necesitaba vendar al pequeño frente a él.
Con algo de vergüenza, y ojos descontrolados, le quitó el pantalón, deleitándose con la figura frágil y delicada. Pronto salió de esto, al ver la herida de su pierna. Se dedicó a limpiarla con suavidad y dulzura, para no provocar ni el menor dolor.
Luego de terminar, sus manos sin control se satisfacieron, buscando un poco de contacto.
Yohji no podía entender como podía sentir algo como aquello. Después de lo de Asuka... pensaba que no volvería a amar a nadie... y menos a un chico. El sentir ese cosquilleo... ese deseo... sentir que esa persona es la que adoras, por la cual morirías... sentir que si no estás con él, no estás completo... Tantas cosas juntas. Sus ojos recorrieron con placer el cuerpo del menor, pero manteniendo un control algo moderado.
"Eres hermoso..." dejó escapar en un susurro, contemplando nuevamente al objeto de su amor y deseo, y suspiró.
Balinés se preguntaba una y otra vez si sería correspondido. Omi era muy reservado, y siempre se escondía detrás de una sonrisa... pero mirando a nadie en particular. Utilizaba una máscara infalible, una máscara fría y sin sentimientos. Ese pequeño tan angelical... tan perfecto... tan... tan Omi. Yohji no podía dar cuentas de cuanto lo adoraba. Era alguien tan especial, tan puro... sabía que se veía indefenso y frágil, pero también sabía que cuando tenía algo con que defenderse, lo hacía, y muy bien.
Omi se enfrentó a Schwarz... definitivamente no había posibilidad de salir ileso... ni Ken, ni él mismo, y ni siquiera Aya podían enfrentarse a Schwarz sin heridas... pero sospechaba que no sólo eran heridas físicas las que traía bombay...
Yohji era consciente de que un integrante de Schwarz estaba rondando permanentemente a su preciado Omi. Sabía que su enemigo pelirrojo no sólo era su enemigo a nivel de organizaciones... también tenía en cuenta de que Schuldich perseguía incansablemente al joven de ojos azules. Eso era lo que más le angustiaba. Omi había estado con el pelirrojo, los dos, solos, y este último bastardo ni siquiera dudaba en atormentar a Omi cuando podía.
Sus pensamientos eran lejanos, mientras que sus manos abrigaban protectora e inconscientemente a Bombay. Dejó a un lado la rabia y el odio, brindándole solo calidez a su paciente.
Esfumó rápidamente el odio acumulado contra su enemigo, y se levantó para ponerle paño húmedo en la frente de Omi. Ya terminados sus cuidados, se sentó de nuevo a su lado, contemplándolo incansablemente.
"Voy a luchar por ti" habló para sí el joven con voz firme.
Se levantó, abrigó aún más a su pequeño, y trató de hacer bajar su fiebre. Yohji sabía que Omi era fuerte, pero no podía evitar sentirse preocupado. Si era necesario, lo cuidaría sin descansar ni un solo instante.
El rubio no podía dejar de moverse. Estaba inquieto, y definitivamente no tenía intenciones de dormir lo que quedaba de 'noche'. Se levantaba y se volvía a sentar. Revisaba a cada momento la condición de Omi, y lo arropaba casi maternalmente.
Las bolsas debajo de sus ojos se dejaban mostrar, pero no se sentía cansado. Por lo menos, su mente no, porque su cuerpo demostraba lo contrario. Finalmente, y después de rondar de forma incansable y persistente, su cuerpo no lo dejó seguir, y cayó dormido en una silla, casi encima de Bombay...
Sus ojos violetas recorrían la habitación incansablemente. Sus manos jugaban con unos papeles, y su cara no demostraba emoción alguna, era de esperarse, ya estaba acostumbrado a esconder muy bien lo que sentía. Cerró sus ojos con pesar, mientras apoyaba su cabeza en el respaldo de la cama, pero no por mucho. Unos segundos después, ya estaba levantado cerca de la puerta. Estaba cansado, era verdad, pero también algo le molestaba profundamente, y él sabía que era, lo sabía perfectamente. Abrió la puerta con delicadeza y salió de su habitación, caminando por el corredor cuidadosamente. No quería despertar a nadie... si es que alguien estaba durmiendo, aunque él no lo creyera. Paso una nerviosa mano por su pelo rojo antes de detenerse en frente de otra habitación, cerca de la suya, y dudó. Dudo en si entrar o no. Posó su pálida mano en la manija de la puerta y abrió suavemente, asomando enseguida su cabeza. Sus ojos se enancharon. La última vez que estuvo en la pieza estaba el herido, Omi, recostado en el sofa, durmiendo, y el rubio, Yohji a su lado, cuidándolo y hablándole. Pero ahora el play boy estaba casi encima del ojiazul, casi roncando. Enseguida se arrepintió de haber dejado 'un tiempo' para hablar al rubio, pues el también quería el suyo, y al parecer, no lo iba a poder tener ahora. Reprimiendo un gruñido, cerró la puerta y se dirigió de vuelta a su habitación.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
La joven estudiante de medicina se estaba dando repetidos golpes en la frente con la palma de su mano, mientras lanzaba suspiros. Luego de un rato, se aburrió, y apoyó la cabeza en la mesa, cerrando sus ojos color violeta fuerte. Se sentía extraña, fuera de lugar. Suzue suspiró nuevamente y abrió los ojos para mirar a su alrededor. Estaba en la cocina, en el lugar donde había estado hablando con Manx. Sacudió su cabeza rápidamente para espantar todos los pensamientos que rondaban su cabeza y se levantó. Sus ojos se posaron en el reloj en la pared. Eran ya las 7:30 de la mañana. Una sonrisa apareció en su rostro mientras comenzaba a revisar los muebles.
"Eso es, voy a preparar un buen desayuno para Omi-san!" se dijo enérgicamente, mientras ponía manos a la obra.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Mientras que en otro lugar, un hombre entraba en un departamento, casi tirando la puerta abajo. Se podía notar rabia e ira en su mirada y en su cara, y él no hacía nada por evitarlo. Murmurando unas cuantas maldiciones caminó por el pequeño corredor, entrando en una fría habitación y fulminando con la mirada al hombre frente suyo.
"¡Qué pretendes!" preguntó el pelinaranjo inmediatamente, en un arranque de ira.
"¿Mmm?" murmuró el Americano, ni siquiera volteando a mirar al otro, con una sonrisa burlona en su rostro.
"¡No te hagas el tonto, Brad!" gritó, arrugando su frente.
"Baja el tono, no estás hablando con cualquiera" advirtió Crawford, volteando a mirar al otro hombre, su sonrisa había desaparecido por completo.
Al parecer con este último comentario, el Alemán se calmó un poco, recobrando su aire de relajo, y se apoyó contra la fría pared, pero sus ojos todavía destellaban odio.
"Yo sé lo que hago, Schuldich, no me cuestiones ¿entendido?" dijo fríamente el pelinegro, saliendo de la habitación sin más.
Los ojos del Alemán siguieron al Americano hasta que salió del lugar. Dejó escapar un gruñido, mientras que cerraba sus ojos y cruzaba sus brazos por sobre su pecho.
"Siempre consigo lo que quiero, Crawford... siempre, así que sólo has pospuesto esto..." murmuró para sí, con una sonrisa de suficiencia.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Notas de la Autora: Bien, eso fue todito . Les gustó o nooo? Ahora si me dejan reviews, eh?
Dejen su review! Hagan la buena acción de hoy día, presionen el botoncito lindo de abajito y déjenme sus comentarios y críticas y tomatazos y todo eso... No mucha violencia, por favor! TT
