Las vacaciones de verano habían comenzado, Beth estaba emocionada por ellas, cómo regalo adelantado de cumpleaños Edward había comprado boletos de avión para ir a Italia, despues de que Beth le contará que había tenido una visión de su madre pidiéndole ir alli y también después de que había comenzado un fuego accidental en gimnasia cuando Lauren la había echó enojar, todos en la escuela pensaron que habia sido un corto circuito.

Se encontraba terminando de hacer su maleta( un montón de ropa que Alice y Esme le había arrastrado a comprarle) tomo el libro que Bella le había regalado, una copia de Romeo y Julieta, cuando un par de manos frías se posaron en su cadera.

—Piensas llevarlo contigo?- pregunto Edward mientras besaba delicadamente el hombro desnudo de Beth, aprovechando que está llevaba un mono que los dejaba expuestos.

—Si, creo que me apetece leerlo de nuevo- respondió ella luchando por qué su voz no temblará.

—Bueno, aunque no es de mis favoritos, además Romeo no me cae muy bien-

—Que tiene de malo Romeo?-

—Bien, en primer lugar, está enamorado de esa Rosalinda, ¿no te parece que es un poco voluble? Y luego, unos pocos minutos después de su boda, mata al primo de Julieta. No es precisamente un rasgo de brillantez. Acumula un error tras otro. ¿Habría alguna otra manera más completa de destruir su felicidad?-

—Bien, tienes algo de razón, aunque hace un par de años yo estaba algo enamorada de el- admitió Beth con una sonrisa juguetona

—Ok eso me hace tenerle un poco más de envidia- dijo Edward con una mueca

—Envidia? Que tiene Romeo que pueda inspirar envidia en ti?- pregunto Beth con una corta risa

— además del echo de que te enamoro antes que yo? Bueno, es tan fácil para el terminar con su vida, solo toma un frasquito con extracto de hierbas y ya- dijo el, Beth lo miro con sorpresa

—Por qué tendrías envidia de eso?-

—Es algo que tuve que plantearme una vez, y sé por la experiencia de Carlisle que no es nada sencillo. Ni siquiera estoy seguro de cuántas maneras de matarse

probó Carlisle al principio, cuando se dio cuenta de en qué se había convertido... -

su voz, que se había tornado mucho más seria, se volvió ligera otra vez-. Y no cabe

duda de que sigue con una salud excelente.

Beth se cruzó de brazos

—¿De qué estás hablando? -pregunto-. ¿Qué quieres decir con eso de que tuviste que planteártelo una vez?

—Bueno ya sabes, la primavera pasada, cuando casi... casi te mataron... -hizo una pausa

para inspirar profundamente, luchando por volver al tono socarrón de antes-. Claro

que estaba concentrado en encontrarte con vida, pero una parte de mi mente estaba elaborando un plan de emergencia por si las cosas no salían bien. Y como te decía, no es tan fácil para alguien como yo.

—A qué te refieres exactamente con plan de emergencia?- pregunto Beth con expresión sería

—Bueno, no estaba dispuesto a vivir sin ti -puso los ojos en blanco como si eso resultara algo evidente - Aunque no estaba seguro sobre cómo hacerlo. Tenía claro que ni Emmett ni Jasper me ayudarían..., así que pensé que lo mejor sería marcharme a Italia y hacer algo que molestara a los Vulturis.

Beth recordó lo dicho por su tía y por Carlisle sobre los vampiros italianos,No quería creer que hablara en serio, pero sus ojos dorados brillaban de forma inquietante, fijos en algo lejano en la distancia, como si contemplara las formas de

terminar con su propia vida.

—Eso es estupido- soltó Beth de pronto y tomo el rostro de Edward entre sus manos- no quiero que te atrevas a pensar en eso de nuevo, nunca, que harías si las cosas fueran al revés? Si algo te pasará te gustaría que yo me quitará la vida?-

—Creo que entiendo un poco lo que quieres decir- Edward hizo una mueca de dolor- pero que aria yo sin ti?

—Lo que sea que hacías cuando yo no estaba- dijo ella apretando los labios molesta, Edward suspiro

—Vamos no quiero que estés de mal humor, disculpame- dijo el joven tomándola en sus brazos

—No me gusta que tengas ese tipo de cosas en la cabeza- dijo ella estirándose para alcanzar sus labios, se besaron profundamente, hasta que Beth apriciono el labio inferior de Edward con los dientes y tiro suavemente, entonces el desaparecio, Beth parpadeo desorientada y miro al rededor, Edward estaba recargado en la puerta de entrada mirandola con una sonrisa tensa

—Creo que mejor nos vamos, todos están esperando para festejar- dijo esforzándose por adoptar un tono lijero

—No necesitan hacer eso- respondió Beth volteando a su maleta tratando de esconder su decepción.

—No estaremos aquí cuando cumplas 18 así que la familia quiere festejar, no seas aguafiestas Beth- explico con voz fingidamente animada,dando un par de pasos hacia ella.

—Lo sé pero, me parece raro, no he celebrado mi cumpleaños desde hace 10 años y no quiero que se molesten ni gasten en mi-

—Pues acostumbrate, que es el primero de muchos y es un placer para nosotros - dijo Edward con un tono alegre, Beth suspiro resignada, siempre que estaban en una situación sensual Edward se escapaba, pero tenía que respetar su decisión, aunque no podía evitar sentirse rechazada. Metió el libro la maleta y la cerro.

—Listo, podemos irnos ya- Edward tomó el equipaje y lo subió al auto mientras Beth se acomodaba en el asiento del copiloto y partieron a la casa Cullen.

Cuando llegaron fueron recibidos por los miembros de la familia el salón estaba lleno de jarrones con camelias rosas y blancas, en una mesa un pastel de chocolate, globos de color perla y una gran charola de bocadillos.

—Feliz cumpleaños Beth!- chillo Alice abrazándola antes que todos, Beth correspondió con gusto

—Gracias Ali-

—Feliz cumpleaños Úrsula- dijo Jasper le revolvió el pelo con una sonrisa,Beth lo miro mal. Ellos habian comenzado a molestarse poniéndose apodos sobre brujas y vampiros de dibujos animados o peliculas

—Deja de molestarla Jasper- dijo esme- feliz cumpleaños cariño

—Gracias Esme- dijo Beth dejándose abrazar por ella

—feliz cumpleaños Beth- carlisle también la abrazo cariñosamente. emmett y Rosalíe la felicitaron el primero con un gran abrazo y pero Rosalie no sé acerco. Cantaron cumpleaños feliz y le dieron regalos, Jasper y Alice un montón de material de dibujo, Esme y carlisle una cámara fotográfica instantánea y un bonito album, emmett y Rosalíe unas botas dr. Martens. Conmovida Beth soltó unas lágrimas y agradeció muchas veces, entonces pudo comer pastel y bocadillos. Con la excusa de ir al baño se colo en la habitación de Edward para dejar sobre la cama un paquete plano

—disculpe señorita, se a perdido camino al tocador?- pregunto alguien tras ella Beth dió un saltito

—oh, Edward, me asustaste-

—que haces Beth?-

—quería dejar tu regalo de cumpleaños- dijo ella señalando la cama, Edward tomo el paquete y lo desenvolvio rápidamente mientras sonreia, su expresión se convirtió en una de sorpresa, era un cuadro que retrataba de manera hiper realista su claro del bosque

—se que no es la gran cosa, no tenía mucho dinero...además no sabía que podrías querer que no tuvieras ya...- Beth se excusaba mientras se frotaba el lóbulo de la oreja compulsivamente, Edward la envolvió en sus brazos

—es perfecto Beth, gracias- susurro mientras la chica le devolvia el abrazo feliz. Antes de bajar con los demas, Edward se aseguró de colocar el cuadro en la pared, de manera que cualquier persona que entrara lo viera. Jasper y Alice la estaban haciendo reír cuando Edward se acercó

—es mejor que partamos ya o perderemos nuestro vuelo- dijo Edward poniendo una mano en su cintura.

—es verdad- admitió ella y miro sus regalos pensativa, Alice soltó una risita

— puedes llevarte la cámara y el álbum, los demás regalos los dejaré en tu casa.-

—oh gracias, eres la mejor- dijo Beth con una sonrisa, Alice hizo un gesto como diciendo que lo sabía. Edward y ella se despidieron de la familia. Excepto de Jasper que los dejaría en el aeropuerto.

—llámame en cuanto puedas ok?- dijo el rubio a Beth y después añadió mirando a Edward de reojo este lo ignoro- cuídate mucho.

—claro Jass- dijo ella abrazándolo con una sonrisa, ajena a la desconfianza de Jasper. La emoción de Beth tartamudeo cuando Edward la guio a sus asientos

—por dios Edward, cuánto gastaste?- preguntó con voz aguda. Ella solo había viajado una vez en avión, y no se parecía para nada a lo que estaba viendo ahora, eso no era ni por asomo clase turista.

— no te preocupes por eso Beth, anda siéntate-

—esto es demasiado- soltó ella, tomó asiento seguida de Edward y se cubrió la cara con las manos

—vamos Beth solo quería que estuvieras más cómoda, recuerda que es un regalo de cumpleaños y como te negaste a qué te comprara un auto propio...-

—no lo hagas peor...no lo entiendes, yo no tengo dinero, suficientemente mal me siento con que Jasper se haga cargo de la escuela y otros gastos...yo, jamás tuve ropa nueva, ni cosas lindas, ni viaje en primera clase. Malgastan su dinero y yo no puedo retribuirlo- los ojos de Beth se llenaron de lágrimas

— no mi amor no llores- Edward la tomó en brazos, acariciando su cabello- no debes sentirte así Beth, solo es dinero y nosotros tenemos mucho, no le des demasiada importancia, nos hace feliz gastarlo en ti, no tienes idea de cuántas cosas quiero darte y se que Jasper, Esme y carlisle También pero no queremos agobiarte así que respetamos tus límites. Solo piensa en el dinero de tu manutención y escuela, aceptaste lo mínimo para vivir y creeme que nadie estaba conforme con eso. Dices que no puedes retribuirnos pero lo haces, Alice tiene una mejor amiga a la que adora, Jasper una hermana, Esme y carlisle te aman como si fueses su hija y yo Beth, en todos los años de mi existencia jamás experimente ni la cuarta parte de la felicidad que me haces sentir, te amo-

—y yo te amo a ti- susurro avergonzada

—entonces olvida ya eso y disfrutemos el viaje, estoy ansioso por ver lo que nos espera-

El vuelo era de casi doce horas sin escala, vieron un par de películas, platicaron y después Beth se quedó dormida, desvelada del día anterior por los nervios del viajé, Edward la despertó para las comidas que dado a su condición no podía saltarse. Aterrizaron en el aeropuerto de pisa a la 1 de la tarde y Edward metió el equipaje a un auto de alquiler mientras Beth llamaba a casa para avisar que habían llegado con bien.

Berignone Nature reserve quedaba a hora y media del aeropuerto. Beth estaba tan impaciente por llegar que partieron de inmediato. El pequeño aparcamiento improvisado estaba completamente vacío, una pequeña cabaña de vigilancia adelante. La puerta de está se abrió cuando estaban a unos 10 metros de distancia y salió una mujer morena de unos 30 años, vestía un pantalón beige y una camisa tipo polo verde militar.

— lo siento pero hoy no hay visitas- dijo en italiano

—oh, valla, pero...- Beth quiso explicarse pero la mujer la interrumpió

—no insista por favor, regrese otro dia- dijo y se dió la vuelta

— estamos buscando a una mujer llamada Matrona- dijo Edward la mujer volteo a verlo con los ojos achicados,

—y que asunto tiene un vampiro extranjero con Matrona?- dijo ella, su voz llena de desconfianza.

— soy yo la que quiere verla, mi madre nació aquí, su nombre era Ela O farrell y...- de nuevo fue interrumpida, está vez por un hombre que salió de la cabaña, era alto y musculoso, moreno como la mujer y vestía parecido. Los miro un segundo y después hablo con voz grave

— síganme- comenzó a caminar por una zona sin camino visible entre los árboles

—Pietro!- exclamó la mujer- no les irás a dejar así como así, menos a el!

—calma tu espíritu Adreana, Matrona será la que decida, ahora regresa- respondió el hombre. Observaron a la mujer refunfuñar de camino a la cabaña, Edward le tomó la mano a Beth y comenzaron a caminar tras el hombre. Nadie dijo nada mientras avanzaban, hasta que llegaron a un pequeño claro con tres rocas al centro. Pietro les hizo una señal para que de detuvieran, avanzó solo, apoyo su mano en la roca más grande y murmuró algo al aire. El ambiente cambió, pudieron distinguir murmullos diferentes a una distancia no tan larga, frente a ellos apareció una mujer de unos 70 años, salió de los arbustos tras las rocas como si apartará una cortina que reflejaba el follaje. Ella vestía una especie de túnica verde bosque y tenía un elaborado cinturon trenzado de color marrón y el largo cabello cano suelto. Se paró frente a los tres miro a Edward y después a Beth, sonrio.

— puedes regresar con tu hermana, gracias por traerlos- dijo la mujer mirando a Pietro, este asintió y camino de vuelta.

— vamos, síganme- dijo la mujer con voz apremiante caminando al lugar por el que apareció, la sensación al pasar por allí fue como atravesar un delgado velo transparente,en lugar de más arboles al otro lado todo era increíble, una pequeña aldea rústica sacada de un cuento medieval, hombres y mujeres haciendo sus tareas del día, intercambiando comida incluso un par de niños corriendo. La gente volteó a verlos cuando comenzaron a caminar, sobre todo a Edward al que miraban con desconfianza, Beth le apretó la mano y el le sonrió despreocupado. La mujer los llevo a una casita al final del camino.

—pasen- les invito abriendo la puerta. Los tres tomaron asiento a la mesa, Beth hablo

—disculpe, usted es Matrona?-

—si muchacha soy yo-

—tal vez se pregunté que hago aqui-

—no, yo sé que haces aquí, pude ver tu magia bloqueada desde que entraste al claro,Tal vez eres tú la que no lo sabes, tu corazón quiere respuestas no es así?-

—bueno yo, quería conocer el lugar donde nació mi madre y saber un poco más de ella. Nunca hablo de su infancia, ni de cuando conoció a mi padre, ni siquiera la menciono a usted-

— yo la crié, su madre y yo crecimos juntas, Cuando murió yo me encargue de sus hijas-

—ella no me contó nada-

— creo que tenía esperanza en que tú vida fuese diferente pero no será asi-

—a qué se refiere?- pregunto Edward alarmado, Matrona lo miro con una sonrisa curiosa

—eres un telepata, verdad? Siento la vibración en mi mente...muy útil- tomo un puro dentro de su cinturón y lo encendió con un toque de su dedo

—Ela creyó tener tiempo de arreglar las cosas, trataba de protejerte... pero no salió bien, déjenme contarles un poco del pasado, para entender lo que pasa y pasará más delante...tu abuelo era de los brujos más poderosos que yo conociera, Aidan venía de Irlanda pero se quedo aquí cuando conoció a tu abuela, Chiara era una mujer muy hermosa y obviamente dejo a tu abuelo encandilado, se enamoraron y se casaron solo 6 meses después de verse por vez primera- Beth la miro con sorpresa, Matrona soltó una risita- para ti parece poco tiempo niña,pero no debería parecerte pronto, cuando una bruja conoce a su compañero, a su complemento, ya no puede vivir lejos de él y siente que siempre an estado juntos, eso lo entiendes verdad?- dijo con voz juguetona y paso una mano sobre las que los jóvenes tenían apoyadas en la mesa, una luz nacarada iluminó su piel y pudieron ver una especie de hilo de luz enredado en sus manos brazos y todo el cuerpo, Matrona levantó las cejas con sorpresa

— que es esto?- pregunto beth?—mirándose y después a Edward

—sus lazos afectivos, son fuertes y están tan envueltos el uno en el otro que parece uno solo- explico la mujer, Beth y Edward se miraron con sorpresa y después de una última mirada a los hilos estos desparecieron

—bueno, en que iba? A si, tus abuelos Pasaron muchos años juntos viviendo en Florencia hasta que vino de visita un amigo de Aidan, en cuanto la vio quedó prendado de Chiara de una forma enfermiza y pese a que está ya estaba embarazada, trato de forzarla, Aidan llegó a tiempo y se batieron a duelo, tu abuelo termino matando al otro pero quedó gravemente herido. Chiara tenía un gran dominio de las artes de sanación así que le cuido y poco a poco comenzó a reponerse- Matrona suspiro- antes de recuperarse por completo, la amante del brujo muerto llegó buscando venganza- miro a Edward y sonrió amargamente- en eso se parecen nuestras razas, cuando matan a nuestras parejas no podemos perdonarlo- la mujer regreso su atención a Beth- así que mato a tu abuelo mientras dormía y cuando Chiara llegó a su casa se batieron en duelo, la extranjera no era tan diestra en combate como tú abuela pero su odio era tan grande que sacrificó su vida para con sus últimas fuerzas maldecir a Chiara, sus hijos y sus nietos... Chiara regreso aquí a parir a sus mellizas, y murió después de nombrarlas. Así que yo las crié, tan distintas física como mentalmente, Ela fue una gran bruja y una persona extraordinaria. Era hábil con la magia de sanación como Chiara y aprendía rápido todo lo que se le enseñaba, también era trabajadora,dulce y amable, siempre dispuesta a ayudar. Amelia nació sin dotes mágicos más allá de la intuición para distinguir lo sobrenatural, algo muy raro, eso la lleno de envidia y celos, siempre fue un parásito que vivía a costa del trabajo de Ela y ella tan amable nunca dijo nada al respecto, sintiendose responsable de su hermana. Tu madre deseaba ayudar a la gente y Amelia quería salir de aquí, se fueron a Florencia y Ela estudió fisioterapia y enfermería,junto con sus dotes mágicas llegó a ser muy buena, Amelia no hacía más que salir de parranda, tener sexo y gastar el dinero de Ela, que le pagaba hasta clases de danza, Un dia se metió en problemas por estar con un hombre casado así que convenció a Ela de mudarse a Estados Unidos. Así lo hicieron y poco después Amelia se fugó con un hombre que le prometió lujos. Ela se asentó en una pequeña comunidad de Washington una reserva quileute-

- mamá vivió con los quileutes?- pregunto Beth sorprendida, Matrona la miro con las cejas alzadas, Beth se sintió apenada por interrumpir- lo siento

- no pasa nada...si Ela vivió allí, fungió como enfermera y fisioterapeuta. Se ganó el cariño de todos en la reserva. Entonces un verano llegaron de vacaciones un viejo amigo de los líderes de la comunidad, junto con su hijo, la esposa del hijo y un nieto. El joven estaba en silla de ruedas a consecuencia de un accidente en el ejército. Solo bastó que los presentarán, Ela y Louis no se pudieron separar más, ella le regreso la alegría que había perdido desde su accidente y con sus esfuerzos logro caminar de nuevo. Se casaron cuando el pudo moverse sin ayuda. Sé que tu madre no había sido tan feliz en su vida, tu padre la adoraba y no había nada que no hicieran el uno por el otro, por eso quedó devastada cuando el murió, si no te hubiera tenido seguramente se hubiera dejado morir. Cuando perdemos a nuestra pareja no apagamos lentamente, te trajo con apenas unos meses, le ofrecí quedarse aquí, pero aún tenía familia de tu padre con quién quería que convivieras... supe que no tenia mucho tiempo la maldición la estaba consumiendo lentamente desde su nacimiento y murió muy joven. -matrona suspiró con tristeza mirando por la ventana,

- los doctores nunca supieron que era lo que tenia, solo dijieron que su cuerpo dejo de funcionar-Beth bajo la mirada, sintió la mano de Edward tomar la suya con delicadeza.

- los médicos jamás podrían siquiera pensar que era a causa de una maldición- farfullo Matrona

- usted dijo que la bruja que maldijo a Chiara también maldijo a sus hijos y nietos...eso que significa para Beth?- pregunto Edward, su expresión sería, Matrona tomo una última calada de su puro antes de dejarlo en un cenicero.

- no lo sé con certeza, no es mi especialidad este tipo de magia. Se que debilita en cuerpo de manera lenta pero imparable, las brujas tenemos vidas largas pero está maldición parece consumir desde dentro- Beth abrió los ojos alarmada

- Pero algo se debe poder hacer! Debe existir una manera de romper la maldición!- Edward estaba alterado, mirando suplicante a Matrona

- este tipo de magia suele fortalecerse con el tiempo muchacho, no puedo darles muchas esperanzas, lo lamento- dijo Matrona con pesar, Edward abrió la boca pero Beth hablo antes de que el lo hiciera

-cuanto tiempo cree que tengo?- pregunto con semblante inexpresivo

-si desbloqueo tus canales mágicos puede que... puede que llegues a los 21- respondió Matrona

- no,no,no, debe existir una solución algo- miro a la mujer desesperado

-lamentablemente yo no puedo ayudar en eso- dijo la mujer con un suspiro- aunque conozco a una persona, tal vez si le mando un mensaje...pero no les puedo asegurar que responda...-

- inténtelo por favor, se lo suplico- rogó Edward mirandole con expresión ansiosa.

- bien pero primero lo primero -dijo la mujer y se levantó de la mesa, entro a la cocina y comenzó a sacar cosas para preparar una infusión, Beth se levantó de la silla y se apoyo en el marco de la ventana, un minuto después sintió los brazos de Edward a su alrededor, se revolvió para poder mirarlo a la cara, su expresión preocupada se convirtió en una decidida

- te prometo que encontraremos la forma de ayudarte, así tenga que recorrer el mundo entero para eso- Beth no respondió, se elevó en las puntas de sus pies y le beso, una ola de calor la cubrió de la cabeza a la punta de sus dedos y se le formó un tenso nudo en el bajo vientre. Sintió a Edward tensarse por completo. Se separaron cuando escucharon un carraspeó, Matrona los miraba divertida

- pero cuánta tensión sexual hay entre ustedes caray! si quieren puedo irme un rato- les dijo y ellos la miraron avergonzados-

- lo siento- murmuro Beth

-no se cohiban muchachos, después de todo las brujas somos seres muy sexuales, -Beth se puso colorada, La mujer mayor le entrego una taza con un líquido turbio y humeante- tomate eso- le indico, Beth miro algo desconfiada la taza pero dió un trago, su sabor era fuerte y amargo, le quemó la garganta al pasar haciéndola toser, Matrona le saco la taza de las manos y le puso una mano en la cabeza. Beth sintió que está le iba a explotar, estuvo a punto de caer al suelo cuando Matrona la soltó pero Edward la atrapó.

- que le pasa?- pregunto el preocupado, mientras Beth había cerrado los ojos y se estremecía, se quejaba.

- su magia es muy fuerte, estoy casi segura de que actúa como una antena de amplificación y también de inhibición.

- a qué se refiere?- pregunto Edward

- cada persona en el mundo tiene un don, unos más fuertes que otros, en las brujas o los vampiros estos se amplifican, existen algunos con habilidades especiales para manejar algún elemento, dominar personas o como tú, vislumbrar los pensamientos. dime puedes leer su mente?-

- solo lo pude hacer cuando estaba herida-

- tiene sentido, cuando mi magia quiso entrar a su mente se desvío como si se apagará no es una barrera mental, es más como si estuviera protegida por un campo que neutraliza lo que siente como amenaza, no es consiente. al estar débil este es vulnerable así que pudiste entrar a su mente

- pero como es que me toma como amenaza?-

- no lo tomes personal niño, los pensamientos son algo personal e íntimo, es normal-

- parece que se siente mal- Edward la miro, había comenzado a transpirar y tenía un gesto de dolor

-la magia viene de la mente, cuerpo y el espíritu, ella estaba usando solo la energía de su cuerpo, tuve que desbloquear esos canales y eso requiere mucho esfuerzo, es incómodo y doloroso. Lo mejor es que la dejemos descansar y procuremos que este cómoda. Pasará en unas horas- entonces le señaló una cama donde el la deposito con cuidado- cuánto tiempo piensan quedarse? -

- tres días mas, tenemos reservaciones en un hotel relativamente cerca- dijo Edward

- nada de eso, aquí hay sitio para los dos, además mañana es el festival del solsticio de verano, es una fiesta importante. por cierto, tengo que pedirte que vallas a alimentarte

- estoy bien gracias, quiero estar con ella- respondió en sentándose junto a Beth

- vas a necesitar alimentarte, creeme...además ella no despertara toda la noche.

- no le supondré un problema de verdad- dijo Edward

-aun que no cazes personas todos estarían más cómodos con la idea de que estás bien alimentado muchacho, es la primera vez que un vampiro se queda en la aldea, -

- saldré en la madrugada entonces- dijo el con un suspiro mientras apartaba el cabello del rostro de Beth.