Capitulo 3
"Un largo día de trabajo"
La noche había acabado... el sol había hecho su aparición ya hacía lagunas horas, mas en la residencia Peastcraft el movimiento empezó tarde... pero eso no le quieto lo cansado a sus habitantes, al menos para las que se encargaban de tener en orden la residencia.
"¿cómo pueden hacernos levantar tan temprano cuando ayer nos hicieron acostarnos tan tarde?" la voz adormilada de Duo se oía algo patética
Duo se encontraba recargado en el pequeño comedor de la cocina… unas horribles ojeras oscurecían su rostro, esas ojeras si que le quitaban lo bonito.
"ya no seas exagerada... además son las 11:00... y todos están despiertos al igual que tu" dijo su superior rubia que la parecer preparaba el te
"corrección... yo aun sigo dormida..." dijo dejando caer su cabeza pesadamente en la mesa "y no quiero que me despierten"
"vamos ya no seas tan perezosa..." se acerco a la chica y puso una charola en la mesa "ve y lleva este te al estudio de la señorita Reelena... ahí están reunidos todos"
"¿yo?" pregunto mas dormido que despierto
"si tu"
En el estudio Heero, Trowa, Milliardo, Noin y Reelena discutían los acontecimientos recientes.
"entonces ¿eran dos?" pregunto serio el chico rubio de larga cabellera
"si... eran muy fuertes" contesto Trowa con gran serenidad "y ni siquiera estaban peleando en serió"
"deben ser expertos como para que nadie los haya escuchado" comento Noin con una mirada de enojo "no puedo creer que no me haya dado cuenta"
"eran profesionales... no creo que el error que cometieron lo hagan muy seguido"
"su blanco indudablemente es Reelena"
"pero en aquel momento parecía que solo era un juego"
"entonces debemos suponer que volverán"
"si... estoy seguro"
toc, toc, toc
"pase" ordeno Reelena que había permanecido en silenció y pensativa.
"con permiso" dijo Diana la entrar.
Zech solo por reacción espontánea miro a la joven entrar, fue cuando algo sucedió, durante un instante, ni siquiera un segundo talvez, miro los ojos de la chica y podo ver como recorrían la habitación de cabo a rabo en tan solo un momento.
"¿sucede algo Zech?" pregunto preocupada Noin al ver la mirada perdida de él.
"no nada" 'talvez solo fue mi imaginación' pensó al ver a la chica poner la charola en una mesa y empezar a servir el té "eh... ¿tienen idea de quien puedo haberlo hecho?"
'hay cuatro cámaras que dan total visibilidad de la habitación y sobre todo de la computadora principal, se mueven sin sincronización, además hay censores de movimiento que cerraran la habitación para que nadie escape, eso quiere decir que entrar descuidadamente daría como resultado el ser atrapado... tendré que decírselo a Quatre...' pensaba Duo mientras servia el té.
"no... estaban cubiertos" contesto Heero a la pregunta del príncipe
Esas palabras sorprendieron a Duo, aunque no reacciono, no podía darse a notar
'estan hablando de nosotros' descubrió el motivo de la reunión
"¿quiénes pueden tener la fuerza y las habilidades como para luchar al mismo nivel que ustedes?" pregunto pensativa Reelena
"es buena pregunta"
"en el bajo mundo se murmura..." comenzó a hablar el príncipe pero se detuvo con inseguridad
"murmuran ¿qué?" pregunto con su voz fría de siempre
"hablan de un acecino, uno sorprendente... le llaman "le dios de la muerte" "
"¿el dios de la muerte?"
'si... así me llaman' pensó triste Duo
"pero estos eran dos..." dijo frió Trowa
'claro que somos dos... solo que ese nombre me lo gane en una misión que cumplí yo solo... cuando logre mi record...' sonrió triste al recordar aquella ocasión mientras terminaba de servir la ultima tasa 'sino seriamos los dioses de la muerte y juntaríamos un club'
"si... a eso iba... al parecer tanta perfección tanta destreza, tanta fuerza es imposible para un solo hombre... algunos dicen que son dos, ya que asesinatos parecidos han sido realizados en la misma noche a la misma hora pero en diferentes lugares... se cree que son los culpables de las muertes de grandes funcionarios y decenas de soldados que trataron de impedirles lograr su misión"
"entonces debemos encontrar quien los contrato"
"ese es el problema, en unos círculos se dice que sus honorarios son tan altos que es casi imposible pagarlos..."
'eso no es verdad...' pensó Duo tomo una de las tazas y se acerco a Trowa para dársela
"talvez no sea que son caros... talvez solo trabajan para una persona" Hablo Heero con seriedad
'valla que listo eres Yuy' pensó con sarcasmo Duo tomando otra taza y dirigiéndose a Noin.
"tenemos que localizarlos" sentencio Zech
"y ¿como piensas hacerlo?" la pregunta fue formulada por Noin.
'si... ¿como piensas encontrarnos?' se pregunto regresando por una taza para Reelena
"personas con esas características... no mas bien con esas habilidades no pasan desapercibidas fácilmente"
'te sorprenderías' pensó con cinismo el trenzado
"tendré que salir y recorrer los lugares donde ellos han estado"
'¿y como sabrás donde he estado?' Duo dio una taza mas a Zech
"¿cómo sabrás donde han estado?" fue la pregunta de Reelena
"fácil... al parecer son los únicos que pueden lograr su objetivo sin problemas y matar a decenas de soldados en el acto, solo seguiré los lugares donde haya ocurrido incidentes parecidos"
'ah... no se me había ocurrido' puso unas galletas en la mesa de centro
"¿entonces te volverás a ir?" pregunto triste Noin
Ante esto Zech no respondió, solo se quedo callado con la vista baja.
"con permiso" hablo Diana que había estado silencia repartiendo tazas, y ahora se disponía a salir de la habitación
"¿no olvida algo?" preguntó un frió Heero
"a sí... cuando terminen avísenme para recoger las tazas... ahora con su permiso" y por fin sale dejando a cuatro personas confundidas con una gota en la cara y otro muy enfadado.
Al salir cerro la puerta y después con tristeza se recargo en ella.
"tan mala fama tengo" murmuro para si mismo dando una sonrisa triste para después dirigirse a la cocina.
"¿qué hacemos aquí?" pregunto la chica nueva de cabellos oscuros, entrando aun cuarto completamente en la oscuridad
"Zoe... te toca lavar la ropa" dijo sonriente la rubia de trenzas
"¿la ropa?" pregunto extrañado Wufei
"aja" la mujer enciende la luz y se distingue que ese es el cuarto de lavado. "la ropa sucia esta en el cesto de la esquina" señala un enorme cesto lleno de manteles blancos "como veras la fiesta dejo mucha ropa sucia... mas bien muchos manteles sucios"
"¿los tengo que lavar todos yo?" pregunto con susto al ver la montaña de manteles
"si... que te diviertas" dijo con una gran sonrisa saliendo de la habitación...
"¿y ahora?" se pregunto triste acercándose a la lavadora "¿cómo funciona esto?" miro confundido la lavadora...
A él le enseñaron como pilotear un MS, como armar y desarmar una pistola, como pilotear una nave... pero nunca, nadie, jamás, le dijo como funcionaba una lavadora.
Duo terminaba de lavar unos trastes, había pasado una hora desde que llevo el té... ahora arreglaba la cocina.
"Diana puedes dejar eso... necesito que hagas otra cosa" Sally entro a la cocina
"¿qué pasa?"
"acompáñame" pidió saliendo de la cocina siendo seguida por Duo..
Llegaron hasta la una de las estancias de la mansión era un lugar elegante, completamente cubierto de alfombra, con grandes libreros, grandes ventanales, muebles elegantes y caros.
"Diana, tendrás que aspirar todas la habitación"
"¿toda?" dijo sorprendido
"si... no es mucho ya veras que para cuando acabes no te habrás dado cuenta" sonrió dejándole la aspiradora enfrente.
"odio este trabajo" murmuro la chica
En una de las habitaciones de la mansión un chico sentado en su cama analizaba la información de la casa.
"esta casa esta mas protegida que un fuerte" se dijo a si mismo "Barton y Yuy son unos expertos..."
toc, toc, toc...
"¿quién?" pregunto desde donde estaba
"joven Winner: piensa bajar almorzar" se oyo la voz de una mujer, talvez de otra de las sirvientas
"si... bajare en un momento" dijo amablemente
Quatre se había despertado temprano pero paso todo la mañana tratando de idear un plan para entrar a esa habitación, por lo que había encontrado era una casa muy bien protegida. Tenia que realizar el plan perfecto pues el ser descubierto por los guardaespaldas no era una opción... era peligroso y nada bueno siendo él el jefe de la familia Winner.
"iré a almorzar... tengo habré" dijo parándose de la cama "talvez encuentre a Duo o a Wufei y podamos planear las cosas juntos".
Salio de la habitación rumbo a la cocina.
"Buenos Días" saluda a la joven que en la cocina se encontraba
"buenos días joven Winner" saluda la chica amablemente. Era un mujer joven talvez de unos 19 o 20 años, tenia el pelo negro corto con un peinado algo extraño y ojos eran azules. "¿quiere almorzar?"
"si... tengo mucha hambre... podrías?" hizo la pregunta incompleta pero al parecer la chica lo entendió
"claro... para eso estoy... aquí yo cocino" dijo sonriente
"muchas gracias... ¿eh?"
"Hilde... me llamo Hilde Schbeiker... pero llámeme Hilde no me gustan las formalidades"
"entonces usted puede llamarme Quatre" sonrió con dulzura
"oh no yo no podría ser tan maleducada" dijo apenada
"no es mala educación... a mi me gusta mas mi nombre que mi apellido"
"bueno si usted gusta..." sonido "¿y que quiere que le haga de comer?"
"pues no sé... algo ligero, no quiero incomodar mucho"
"muy bien... valla a sentarse y le preparare algo rápido"
"bien" asistió sentándose en un pequeño banco de la barra de la cocina.
"¿se va a sentar ahí?" pregunto un tanto sorprendida
"si... tiene algo de malo" contesto un tanto desconcertado
"no... solo que pensé que a usted le gustaría desayunar en el comedor principal"
Quatre sonrió ante el comentario "no... prefiero aquí... allá es muy grande y te sientes muy solo... prefiero quedarme aquí... así talvez pueda conversar contigo" sonrió
"si... será un placer" contesto algo sonrojada
Mientras en otro lado.
"pues después de todo no es tan difícil" decía el chico de ojos negros mientras veía dar vuelta a la ropa que se encontraba dentro de la lavadora.
Una campanilla sonó anunciando el final del ciclo de secado a las espaldas del joven.
"ya acabó" dijo abriendo la secadora y sacando los manteles que en ella se encontraban... "no quedaron tan mal" comenzó a doblar los manteles al tiempo la campanilla pero ahora de la lavadora anuncio el fin del ciclo de la segunda carga de ropa.
Sin hacer escándalo saco unos cuantos manteles... uno y otro... uno mas y otro... 'un momento' pensó el oriental al ver que algo no andaba bien... 'haber' saco otros cuantos manteles... ¿que había de malo con esos manteles rosas?... eran del mismo tamaño, no estaba quemados y se veían limpios... ¿que era lo que había de malo?... 'un momento...' pensó mas asustado '¿manteles rosas?' pensó viendo uno de los lienzos en sus manos '¿rosas?'
Que él recordara todos los manteles eran blancos, así estaban en la fiesta... ¿entonces? Una idea horripilante cruzo por su cabeza y de pronto con desesperación saco todas las prendas que deberían de ser blancas de la maquina hasta que encontró a al causante de toda su desgracia... ahí enredada en uno de los manteles una camisa roja muy elegante... al parecer esa era la causa de la coloración de los manteles
"¿qué haré?... ¿qué haré?... ¿qué haré?" se preguntaba con desesperación el chico
Y en un iluminación divina de quien sabe donde saco su celular marco un numero y...
"inteligencia... tenemos un problema..."
En una de las tantas estancias de la mansión un hombre con semblante serió que daba la impresión de estar siempre así, descansaba de todos los sucesos que ahora invadían la mansión... aquella visita inesperada por gente no muy amigable, el regreso y la reciente partida de Zech... pero sobre todo sus recientes cambio de carácter...
Bueno al menos ahora podría relajarse... nada como tener la oportunidad de tomar una buena taza de té, que complementaba la lectura de su libro favorito que a pesar de haberlo leído miles de veces no se cansaba de leer... aquel que hablaba de otro vida, un sueño, un sueño hermoso que hablaba de otra vida... lo mismo que el deseaba, otra vida, lejos de remordimientos que no podía sacar a la luz por que podría ser debilidad, algo que no le estaba permitido demostrar.
'daría todo por cambiarlo' la voz de aquella chica hizo eco en su cabeza... una sonrisa quiso salir de sus labios pero fue controlada "yo también" murmuro para si mismo.
Sacudió la cabeza ese no era el momento correcto de pensar eso, tenia que pensar en proteger a Reelena sobre todo ahora que la guerra amenazaba con despertar una vez más. Tomo un sorbo de la taza que se encontraba en la mesita frente al sillón donde el se encontraba dejándola de nuevo ahí junto a la tetera.
Se dispuso a leer su libro justo en la misma pagina donde lo había dejado la vez anterior y...
(agregue aquí sonido de aspiradora)
'¿pero que demonios...?' pensó el chico estoico al escuchar ese sonido... como era posible que él que tenia tan poco tiempo de tranquilidad, alguien osara interrumpirlo... ese era le colmo.
Pero ese no fue el colmo... el colmo fue cuando vio entrar a aquella mujer causante de sus cambios de humor en al habitación... ¿por qué ella siempre tenia que molestarlo?... aun cuando ella no tenia esa intención.
La miro entrar sin embargo ella no se dio cuenta de su presencia... de haberlo hecho talvez habría subido la potencia de la aspiradora para que hiciera mas ruido.
Por su parte Duo estaba muy concentrado en su trabajo... era fácil solo tenia que pasar la manguera de ese aparato por toda la alfombra, y ella hacia todo el trabajo, caminaba por entre los muebles tratando de atrapar cada pelusa que en la alfombra tuviera... hasta que encontró una paluchilla grande... estaba junto a la ventana así que se dirigió a ella con una sonrisa maniaca.
"te a llegado tu hora maldito pedazo de suciedad... jajajaja" dijo alegre con una risa maniática. Mientras la aspiradora absorbía la pelusita, el reía aun mas fuerte... "jajajaja... soy el rey de la aspiradora... jajaja" sin darse cuenta y en la efusión del momento subió la mano que traía la manguera de la aspiradora.
Duo comenzó a sentir que algo le jalaba la mano... que extraño... cuando volteo vio con pánico que en la punta de la extensión de la aspiradora un pedazo de tela luchaba por no ser tragado...
"¡¡aaaaaahhhhh!" dio un grito de terror al ver la escena e inmediatamente jalo la extensión, solo para darse cuenta que eso no serviría y peor aun que el cortinero amenazaba con caerse en cualquier momento... pero ¿qué mas podía hacer?... jalaba con desesperación, hasta que en un momento de lucidez se le ocurrió hacer lo mas obvió... apagar la aspiradora.
"aaahhh" dio un suspiro largo mientras sacaba la cortina de la manguera de la aspiradora... cuando por fin logro sacarla esta estaba arrugada y empolvada. Lo peor es que había arruinado una hermosa cortina de seda blanca que el parecer era muy cara. De pronto una idea concurrió en su cabecita perversa. Mirando la izquierda y a la derecha... nadie la había visto... sacudió un poco la cortina hasta que no se viera TAN sucia, y coloco una mesita que estaba junto a la ventana enfrente de la parte sucia de la cortina, eso disimularía el hecho y cuando preguntaran el no tendría nada que ver son eso... que listo era.
"jajajajajaja" no puedo evitar reírse de su gran astucia.
Mientras y justo detrás de aquella figura que reía sin control en pos de victoria... un hombre siempre serió ahora mostraba una pequeña y muy diminutos sonrisa en sus labios causada por las acciones de aquella mujer... Trowa tenia razón era simpática. Aunque tenia una actitud algo extraña para una mujer y ahora que lo pensaba ¿qué era eso de 'soy el rey de la aspiradora'?... que no debió decir 'reina' aunque no tenia porque darle importancia ya que eso se le sale a cualquiera.
También pensaba en que ¿debería regañarla?... digo, había estropeado una cortina cara pero...
El sonido de la aspiradora nuevamente encendida lo saco de sus pensamientos... vio que la chica regresaba su trabajo pero ahora estaba agachado gateando mientras pasaba la aspiradora por debajo de los sillones... le vería, parecía que sería divertido.
Duo ahora trataba de aspirar por debajo de los muebles... a él le habían enseñado que cuando te mandan un trabajo el trabajo se hace bien... y nunca se dejaba inconcluso... además ese era fácil... talvez debería de pensar seriamente en dejar su carrera como acecino profesional y dedicarse de lleno a la vida domestica... el pensamiento lo hizo sonreír.
Poco a poco fue avanzando entre los muebles... hasta que se topo con la pata de un sillón... aunque esta pata parecía un zapato... esos muebles caros si que tenían formas raras... Al menos eso pensó hasta que el zapato se movió para permitirle aspirar debajo del sillón...
Aun no muy convencido de lo que vio levanto poco a poco la cabeza recorriendo el mueble que se movió, hasta que se topo con una mirada azul cobalto que lo miraba frió pero con un dejo de curiosidad.
"aaaaahhhhh" grito un tanto asustado por la repentina presencia de Heero. Y sin darse cuenta cayo asía atrás al tratar de ponerse de pie tirando la mesita y mandando a volar las cosas en ella.
Heero reacciono rápido parándose de donde estaba y logrando sujetar en una mano la taza y con la otra el pequeño plato de esta.. pero vio con terror que había quedado imposibilitado de salvar la tetera que un surcaba el aire... mirando expectante como caía en cámara lenta esperando que se rompiera... pero cual fue sus sorpresa el ver que dicha tetera fue a aterrizar en un lugar blando que evito que cayera de lleno... el lugar... la cabeza de Diana.
La chica al recibirle impacto cayo de lleno en el suelo tirando la tetera que estaba en su cabeza pero evitando que se rompiera... una enorme voluptuosidad salio de su cabeza y sus ojos giraban desorbitados por el dolor... una sonrisa mas perceptible salió del chico estoico.
"¿qué demonios estaba haciendo ahí?" pregunto muy enojado levantándose para hacerle frente a su superior
"hm"
"¿qué estaba pensando?... quería matarme de un susto o que" gritaba sin control "cree que es muy gracioso lo que hizo, casi me da un infarto, la menos puedo avisarme que había llegado y me hubiera evitado esto" señalo el enorme chichón en su cabeza "pero no usted y su personalidad misteriosa que le encanta molestarme..."
"mcmc" aclaro su garganta tratando de hacerla callar
"si de seguro su intención era que me diera un infarto para que ya no le molestara mi presencia... pero sabe es muy tonto porque así tendría que pagar mi funeral pues según usted no tengo donde caerme muerta, y si no me moría tendría que pagarme incapacidad y si quedaba paralítica tendría que pagarme pensión y si..."
Esa mujer hablaba y hablaba pero en la cabeza de Heero solo una pregunta aparecía '¿acaso esta mujer pensara lo que dice antes de hacerlo?' porque realmente no lo parecía, parecía que esta mujer hablaba solo porque Dios le dio una boca... una muy bonita... '¿qué fue eso?' sacudió esos extraños pensamientos de su cabeza
"aaahhh... y encima me ignora después de que me dio el susto de mi vida... es un patán sinvergüenza, tonto superficial, idiota petulante..."
"¿ya acabo?" pregunto serió interrumpiéndola
"¿qué?" dijo sin entender de pronto
"¿qué si ya acabo?"
"¿acabar que?"
"acabar de decir todo lo que usted quiere decir" pregunto con la misma seriedad de siempre
"ya" contesto inseguro
"bien... ahora me toca a mi"
"¿eh?"
"primero yo estaba aquí desde hace más tiempo que usted... eso quiere decir que la que llego a molestar fue usted... en segunda yo no intente nada usted fue la que se acerco a mi sin fijarse... tercera yo solo intentaba facilitarle en trabajo quitando mi pie... así que como ve aquí la única culpable fue usted por distraída" dijo con una actitud algo prepotente
"¿eh?" miro al sillón donde ese tipo había estado, un libro estaba en el.
"pero de cualquier forma me disculpo... pues debí haber advertido mi presencia al 'rey de la aspiradora'" dijo con un tono burlón
"¿eh?" no pudo evitar sonrojarse al pensar que él lo había observado hacer ese comportamiento tan bobo
"y ahora me inclino ante el soberano" hizo una inclinación con una diminuta sonrisa
"usted es un tonto porque no me dijo para..."
"por que fue muy divertido" interrumpió antes que la mujer acabara
"ERES UN IDIOTA" grito sonrojado
"ah, ahora nos tuteamos"
"¿usted se esta burlando de mi?... pues no se lo voy a permitir idiota prepotente piensa que soy su burla o que, yo le voy a decir que..."
El teléfono celular de Heero sonó pero Duo no lo escucho por estar gritando. Heero saco su teléfono de su bolsa y contesto.
"bueno" mas no escucho nada por los gritos "permíteme" pidió
"... estúpido, majadero, mentecato, necio..." sus palabras fueron interrumpidas al sentir que algo le impedía hablar... algo calido.
Cuando se dio cuenta un dedo sobre sus labios le impedía hablar. Heero poso un dedo suavemente en los labios de esa mujer. Esta lo miro confundida. Este la observo un momento y dejo el dedo mientras contestaba.
"¿qué pasa?... aja... si... si... esta bien... voy para halla" colgó el teléfono "lo siento me tengo que ir... pero le prometo que después terminaremos" su voz sería aun reflejaba algo de burla. Después quito su dedo de los labios de la mujer de dejándola algo sorprendida y aunque no lo vio sumamente sonrojada (como no la vio si estaba muy sonrojada... bueno a de ser uno de esos misterios de la vida como el de ¿quien mato a Colosio?).
"espere" lo llamo Duo haciendo que se detuviera "¿vio lo que paso con la cortina?"
"si" contesto sin inmutarse
"¿y no me va a decir nada?"
Se quedo callado un momento luego vio la cortina y otra vez a Diana.
"esa cortina no me gustaba de cualquier forma" respondió para después salir de la habitación.
Duo sin comprende porque se dirigió a la ventana y de ahí pudo ver cono el chico estoico salía de la casa y subía a su auto para darse a la marcha. Y ahí se quedo otro rato... como si esperara también que el chico regresara de pronto, pero una figura que merodeaba tratando de no ser vista salía de la casa y corría a toda velocidad a la reja de esta lo saco de su embelesamiento... el conocía a esa persona.
"¿qué demonios estará haciendo Wufei?" se pregunto al verlo seguir corriendo.
Mientras Quatre buscaba a sus amigos... la chica llamada Hilde le dijo que Zoe estaba en el cuarto de lavado pero cuando bajo no había nadie ahí... ¿dónde se había metido Wufei?... Y ahora buscaba a Duo que también había desaparecido... la misma chica le dijo que estaba en una de las estancias... pero ¿en cual?... ya había pasado por mas de 5 y en ninguna estaba... ¿cuantos cuartos de descanso podía tener esta mansión?... las suyas no tenían tantos... o era que ya estaba tan acostumbrado que no había dado cuenta.
Mientras recorría la mansión entro a un cuarto solo por buscar a sus amigos, pero fue una gran sorpresa el encontrarse con un cuarto lleno de instrumentos musicales... había de todo, flautas, violines, panderos, trombones, y cosas así... pero a él en especia un piano fue lo que le llamo la atención... se acerco a él y sin pensarlo se sentó en el banquillo... el piano estaba algo viejo, se podía ver que la madera con el que estaba hecho se había enmohecido un poco y el marfil no había sido limpiado en mucho tiempo...
Pulso una tecla solo para ver su estaba en condiciones de tocar... lo estaba... pulso otra y no supo como pero cuando se dio cuenta ya estaba tocando una canción... en espacial aquella melodía que tantos recuerdos le traía... los recuerdos que aquel tiempo en los que se pudo considerara completamente feliz...
Su cabeza empezó a dibujar una figura, una silueta sentada a un lado de él... no era muy clara, pero poco a poco se fue esclareciendo... la imagen de una mujer rubia de cabello bastante largo que le sonreía con dulzura... aquella mujer en sus brazos tenia una pequeña criatura rubia que dormía placidamente con una pequeña sonrisa en sus labios.
Recuerdos... recuerdos eran lo único que le quedaban de esa época... daría todo... su dinero, sus empresas, su nombre... su vida... por regresar a aquel tiempo... por volver a ser feliz... por poder haber llegado a tiempo... daría todo por tan solo 10 segundos poder volver a ver aquellas figuras.
Y en sus ojos lagrimas se juntaron pero solo una fue derramada... así la cadencia concluyo...
Unos aplausos solitarios los sacaron de sus recuerdos.
"fue hermoso" una voz a su espalda lo hizo voltear no sin antes secar aquella lagrima
"gracias" dijo secamente, viendo la figura de Trowa Barton delante de él
"aun que es una melodía muy melancólica" le dijo sin dejar de verlo a los ojos
"a mi no me parece" desvió su mirada al no soportar la del otro.
"a mi si... esa canción ya la había escuchado antes, pero no tan triste"
"es solo una canción" dijo tratando de acabar esa charla
"pero es lo que te hace sentir... lo que transmite lo que te hace tocarla"
"es una simple canción... no transmite nada... hay algo en lo que le pueda ayudar" cambio abruptamente la conversación
Trowa miro curioso la actitud del rubio... era sorprendente como alguien tan hermoso podía sufrir tanto y aun así negarlo... esa canción gritaba a los cuatro viento cuanto sufría esa persona... y ahora que había cambiado la conversación el mismo lo había afirmado.
"no..." contesto algo serio "la verdad es que iba pasando y cuando escuche la cadencia me dio curiosidad ya que nadie aquí sabe tocar"
"espero no haber hecho algo indebido" dijo con mas suavidad en su voz
"no... como dije fue hermoso, es muy grato escuchar cosas así en un lugar como este"
"si... parece que aquí se hace mucho ruido pero nada muy agradable"
"no esta tan mal... siempre ahí la esperanza de que alguien venga y haga que los Ángeles toquen para él" (la verdad no se de donde saque esta frase)
"exagera mucho" contesto con una sonrisa mas afectuosa
"no tanto" su rostro no había cambiado pero su voz era suave "¿por qué toco esa melodía?" insistió Trowa el quería, no anhelaba saber que era lo que entristecía a aquellos ojos de esa forma tan notable.
"es una de las que toco mejor... nada en especia" contesto pues supo que el darle la vuelta a la pregunta solo generaría mas preguntas.
¿Por qué ese hombre estaba tan interesado en saber su inspiración?... ¿por qué preguntaba tanto?... ¿por qué quería saber?... y ¿por qué no le molestaba que lo hiciera?... ¿por qué tenia tantas ganas de contarle todo?... ¿qué era lo que ese hombre tenia que le hacia sentir tanta seguridad?... tanta que le en realidad por un momento pensó responder la pregunta.
Ring... ring... ring.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su celular.
"permítame" pidió sacando el teléfono de su bolsa y saliendo de la habitación, pero sin darse cuenta su cartera salia de la misma bolsa.
Trowa vio salir al rubio del cuarto para poder tener privacidad y hablar. Noto que en suelo algo estaba tirado... era una cartera, supuso que era la Quatre. La levanto con cuidado... el no era del tipo curioso, de hecho nunca lo había hecho pues las cosas de los demás no le importaban... pero esta vez no pudo resistirse y abrió la cartera y ahí en primera fila una fotografía...
Aquella fotografía si que sorprendió a Trowa... en ella pudo ver a Quatre, pero a un Quatre totalmente diferente y no solo por el hecho de que se veía mas joven, de unos 19 o 20 años, si no porque ese Quatre estaba feliz... esa mirada que tenia no se compraba en nada con la que tenia ahora, aquella mirada reflejaba pura felicidad, esa mirada derretiría a cualquiera, sus ojos tenían una luz que cegaba... comparándolos con los de ahora, los de ahora daban tanta luz como una bombilla quebrada...
Exploro bien la imagen y se dio cuenta que Quatre no estaba solo... a su lado una mujer sonreía con gran alegría... era una mujer rubia que jamás había visto tenia ojos pequeños y de color aperlado y una ceja un tanto extraña... era bonita... pero algo mas fue lo que llamo su atención, la criatura pequeña que ella traía entre sus brazos que sonreía con jubilo estirando sus manitas a Quatre... era un bebe hermoso... rubio de ojos tan grandes como los de Quatre pero del color de los de la mujer.
¿Acaso Quatre tenia un hijo?... no se sabia que el presidente de las empresas Winner tuviera un heredero... sin embargo ese niño era la viva imagen de Quatre... entonces esa mujer era su esposa... pero tampoco se sabia que estuviera casado.
Entonces... esa foto ¿que quería decir?... pero fuera lo que fuera, ya tenia una idea de lo que había hecho cambiar tanto a Quatre… era muy nula pero servia... esa foto llena de felicidad le decía que debió haber sido algo muy malo para que una mirada como la que tenia Quatre hubiera cambiado tan cruelmente.
Cerró la cartera.
Quatre entro de nuevo a la habitación cuando acabo su llamada... pero no había nadie ahí... ¿dónde estaba Trowa?... y como salio si esa era la única entrada de ese cuarto. Se fijo bien, y la ventana estaba abierta... miro en el banquillo del piano y encontró su cartera... ¿acaso la había tirado?... la tomo y la abrió miro la foto un momento... ¿acaso Trowa la había visto?... y si así lo había hecho porque se fue y no le pregunto nada... ese joven era extraño.
En otro lado y Wufei muy apurado regresaba al cuarto de lavado... en sus manos traía varios manteles blancos que al parecer había pedido para reponer los que hecho a perder.
"eso estuvo cerca" dijo en un suspiro
"hola ¿dónde habías estado?" una voz detrás de el le dio un pequeño susto... no reconocía la voz
"disculpa" dijo al voltear a ver a la mujer
"oh... disculpa mi mala educación... mi nombre es Hilde Schbeiker... soy la cocinera... no nos habidos visto pero supe de ti por la señorita Sally" saludo amablemente
"aaahhh, mi nombre es Zoe Kaohsiung" dijo algo confundida
"mucho gusto..." dio una gran sonrisa "sabes en bueno tener gente nueva espero poder llevarnos bien... a y también venia a ver si ya habías acabado con los manteles"
"...s... si" dijo inseguro
"entonces dijo Sally que cuando terminaras comenzaras con la ropa y también la plancharas"
"¿qué?" dijo con susto en su mirada.
"si... pero no te preocupes es lo único que harás... cuando acabes podrás descansar" dijo con una gran sonrisa...
Al otro lado de la ciudad en lo que parecía una bodega un auto de fachada cara iba llegando, las puertas de la bodega se abrieron para recibirlo... ya dentro el auto se detuvo de él el chico de apariencia estoica y gran seriedad bajo... unos soldados aparecieron para darle un saludo militar
"¿qué ha pasado?" pregunto fríamente
"aun se niega"explico uno de los soldados
"¿qué métodos han usados?"
"no muchos... Noin dio ordenes estrictas que impedían su tortura"
"entonces iré yo" sentencio Heero caminado y siendo seguido por los soldados.
En un cuarto oscuro y húmedo un cuerpo maltratado sentado en una pequeña silla amarrado de pies y manos dormitaba por el cansancio hasta que una luz proveniente de la puerta ahora abierta lo despertaba completamente.
Al principio no pudo reconocer la figura que entraba a la habitación, pero después de unos segundos supo quien había entrado.
"Heero Yuy" menciono el nombre de su visitante "valla... esto es un honor"
"¿me conoce?" pregunto sin muchas ganas
"claro... usted y su amigo Trowa Barton son famosos en mis círculos... y no me refiero a su fama de guardaespaldas" sonrió con cierto tono de cinismo
"¿pretende chantajearme?" pregunto con una sonrisa burlona
"no... jamás podría... le digo que se muy bien quien es usted... solo un idiota se metería con usted y su amigo"
"entonces ¿por qué lo hizo?"
"porque no tenia opción... porque el cumplir mi trabajo me daba una esperanza"
"ahora no tiene ni una"
"lo sé"
"Mario Raggazzi... también lo conozco, muchos daría buena suma por su cabeza"
"también lo sé"
Hubo un silencio que al hombre amarrado le pareció eterno.
"¿quién te mando?" pregunto por fin Heero
"no se lo puedo decir..." sonrió victorioso
"¿no me lo dirás?"
"así es"
"¿sabes que podría matarte?"
"no... no lo harás hasta que te diga quien me contrato... podrás torturarme y hacerme lo que quieras pero no me mataras"
"¿Así qué no tienes miedo a la tortura?"
"Un poco... pero mas a la muerte... y de decirle lo que sé es lo único que me espera"
"si me lo dices te ofrezco tu libertad y..."
"no me interesa" interrumpió a Heero con voz severa
"¿Por qué?"
"aquí tengo la seguridad de estar vivo..."
"¿a que le teme?"
"a la muerte"
"¿cuál muerte?"
Una sonrisa salio de los labios.
"A la que me espera allá afuera"
"te has escapado muchas veces de ella... ¿qué es lo que temes ahora?"
"¿usted cree que nadie lo puede vencer?..." Heero lo miro de pronto sin entender "no es así... usted también debe temer... los dioses de la muerte están sueltos... y ya tiene su objetivo" sonrió dejando a un mas confundido al otro hombre.
"achu" estornudo levemente el chico de cabello oscuro...
"achu" la leve resonancia de otro estornudo logro escuchar.
"valla debe haber una epidemia de gripe" pensó mientras pasaba la plancha por aquella camisa blanca.
¿Cómo había aprendido a planchar?... muy fácil cuando él y Duo se ensuciaban los domingos mucho... Lady los ponía a lavar y planchar su ropa... ahora ¿por qué no sabia usar la lavadora?... Por que no los dejaba usarla, tenían que hacerlo a mano.
"esto no es digno de mi... al menos ya no" pensó mientras pasaba otra vez la plancha por aquella arruga que se formaba una y otra vez en esa camisa "este es el peor trabajo, no solo tuve que disfrazarme de una débil mujer, también tengo que hacer estos trabajos que solo las mujeres hacen... porque no pudimos haber matado a esos tipos y ya... no son tan fuertes como se creen... además ese solo fue un error, y ni siquiera fue mío... fue de Duo... el muy tonto se dejo atrapar" suspiro "debo reconocer que ese Barton y ese Yuy no pelean tan mal pero les pudimos ganar y si no estaba segura pues Quatre pudo ayudar... y en vez de eso tengo que hacer estas boberías" murmuraba sin tomar en cuenta su alrededor... "un momento" se detuvo al oler algo extraño... "¿a que huele?"
De pronto reconoció el olor... algo se estaba quemando... ¿qué sería?... ¿qué se estaba quemando?...
Cual fue su sorpresa al encontrar el causante de ese olor... aquella camisa a la que le había dejado de prestar atención ahora ya estaba prendida en llamas... tuvo que tirarla y pisotearla para apagarla... cuando lo hizo una gran gota de sudor estaba en su cabeza... definitivamente hoy no era su día
"te vi" escucho una voz en la puerta, extrañamente era una voz un tanto infantil... busco al dueño de esa voz.
Frente a él y justo parado en el umbral de la puerta un niño como de 5 años lo miraba sonriente. Tenía ojos azules y cabello oscuro... su piel era blanca y no era ni muy delgado y muy robusto... se veía un niño muy saludable.
"te vi" repitió el pequeño
"¿quién eres tu?" pregunto desconcertado por la presencia de un niño en esa casa
"Víctor" contesto simplemente
"¿Víctor que?"
"Te vi" repitió por tercera vez
"¿qué viste?"
"vi como quemaste la camisa del señor Heero"
"¿conoces a Yuy?"
"no..." dijo mas sonriente "yo no conozco a ningún Yuy... pero esa camisa es del señor Heero" dijo inocente el niño que al parecer no sabia que aquel era el apellido del hombre que mencionaba
"¿cómo lo sabes?"
"se la he visto..." sonrió más "le voy a decir a mi mama" el niño soltó la carrera pero en un ataque de iluminación Wufei logro detenerlo
"¡espera!" pidió con sobresalto tomándolo de la mano. "no se lo digas a nadie"
"pero tengo" sonrió
"no tienes" Wufei sonrió también
"podemos hacer un trato"
"¿un trato?" Wufei de pronto no comprendió lo que el niño pretendía
"si" afirmo alegremente
"¿de que se trata?" pregunto ya interesado soltando la mano del niño y agachándose para quedar cara a cara con él
"pues... mi mama esconde unos dulces en la alacena pero como esta muy alto no los puedo bajar..."
"y ¿qué quieres que yo haga?" dijo Wufei que no comprendió el trato
Una gota salio de la cabeza de Víctor.
"bueno... pues quiero que tu los bajes"
"no puedo hacer eso... se darán cuenta y me preguntaran"
"pues entonces tu cómprame dulces"
"y ¿por qué tengo que hacerlo?" pregunto un tanto molesto al verse obligado por el niño.
"por que si no le diré a mi mama que quemaste la camisa del joven Heero"
"¿qué?" vio sorprendido que el niño era inteligente... y lo peor de todo que lo estaba chantajeando... un niño de menos de la mitad de su tamaño, un mocoso había sido mas inteligente que él.
¿Cómo había caído tan bajo?... ¿en que momento se volvió tan tonto?... ¿cómo un mocoso le estaba ganado? fuere lo que fuere definitivamente esto no era digno de él
"¿qué dices?... hacemos el trato" el niño extendió la mano para terminar con el acuerdo.
Wufei sin otra alternativa le dio la mano al pequeño.
"bien... mañana los quiero..." sonrió dulcemente "hasta mañana" y sin mas desapareció por el pasillo
Wufei lo miro un largo rato aun cuando ya no estaba...
"que idiota" dijo de pronto... y la verdad lo era... el no tenia necesidad de hacer ningún trato, después de todo haría lo mismo que con los manteles, además nunca le pregunto quien diablos era su mama... a la mejor era un pequeño ladrón y él de tonto lo había caído en un truco... por dios cuando se volvió tan bobo.
Suspiro y volvió a su trabajo no sin antes llamar a inteligencia pues... tenia un problema
Valla que había sido un día de trabajo duro, Duo, después de aspirar todos los cuartos había tenido que limpiar las ventanas de las habitaciones de los visitantes... ¿quién demonios necesitaba 15 habitaciones para las visitas?... Wufei termino por fin de planchar, y no había sido fácil, esa gente ensuciaba mucha ropa había sido mucho sufrimiento el plancharla toda, su espalda reclamaba cama como su estomago comida...
Los dos caminaban cabizbajos arrastrando los pies pues ya sus fuerzas no les daban ni para levantarlos... ¿cómo era posible que hacer eso fuera mas cansado que luchar contra todo un ejercito?... se dirigían a su habitación, lo único que querían era dormir.
"hola... los he estado buscando" de hecho los busco un rato, después se dedico a buscar a Trowa que lo había dejado muy pensativo.
"pues aquí estamos" contesto Duo que aun caminaba sin parar a su habitación ante el sentimiento de que si se detenía no podría volver a caminar.
"no deberíamos hacer un plan o algo así"
"si..." contesto Wufei también sin detenerse obligando al otro a ir tras ellos "yo ya tengo un plan..." se quedo pensativo "... no esperen ya se me olvido" dijo con resignación
"¿entonces qué haremos?"
"d-o-r-m-i-r... dormir" señalo Duo
"pero..." Quatre trato de protestar... claro, él no estaba cansado, él era el invitado
"nada" Duo por fin se detuvo y llego hasta su amigo rubio "amigo... te quiero, y sabes que deseo acabar con esto lo antes posible..." dijo serio "pero me estoy muriendo" dijo ya con un tono de dolencia
"esta bien... pero mañana planearemos esto" ordeno
"lo juro" dijo con una gran sonrisa.
Imágenes extrañas lograba ver alguien en su sueños... primero una base militar en medio del bosque, después la imagen de una puerta que el abría con cautela, un ruido que delataba su presencia, la imagen de una pareja de espesos sorprendido en su cama mientras dormirán por él, el ruido ensordecedor de un disparo dirigido al hombre... y la mujer que se interpuso entre ese disparo muriendo al instante... una cuadrilla de soldados que iban en su búsqueda... sus manos templando y dejando ir un nuevo disparo atinado esta vez al blanco... él entrando a la habitación para darse cuenta de que no había salida, le disparo a la bombilla y el esperar en la oscuridad a los guardias que venían a darle muerte... él disparando a diestra y sinistra a los soldados inexpertos y jóvenes que habían ido a su captura... al terminarse sus municiones tener que darles muerte con sus propias manos... para cuando se dio cuenta todo el piso estaba cubierto de sangre de mas de 50 soldados jóvenes muertos por sus propias manos... en la puerta aquella pequeña niña llorando al ver esa masacre... aquella que le dio su apodo... aquella que solo supo decir cuando le preguntaron que "el dios de la muerte" había ido a su casa.
Duo despertó sobresaltado ante el recuerdo de aquella ocasión... su respiración era agitada y su corazón latía a 1000 por hora... de nuevo esa pesadilla, no, era esa y muchas mas, ¿cuántas? Ya ni las recordaba, había perdido la cuenta pero todas eran aterradoras, lo peor es que no eran sueños sino simples recuerdos de su pasado... horribles recuerdos por los cuales daría todo por cambiarlos.
Salió de su cama no podía permanecer así... como hubiera deseado poder llorar, poder desahogarse, pero de sus ojos ya no salían lagrimas, hace mucho que las había perdido.
Camino entre la oscuridad de la gran mansión, pensó en terminar su trabajo pero el sueño que acababa de tener talvez lo perturbaría y no le permitiría hacerlo bien, prefirió ir a la cocina.
¿Han oído aquello que dice que cuando comes mucho antes de dormir te dan pesadillas?... pues bien, con él era totalmente lo contrario, las pesadillas venían cuando no comía antes de dormir, y con lo cansado que estaba olvido cenar... y si bien, últimamente no había comido antes de dormir y aun así no tenia pesadillas, era bueno señalar el hecho que últimamente con todo el alcohol que tomaba cada noche él no dormía, mas bien quedaba inconsciente.
Ya en la cocina abrió el refrigerador tomaría leche y talvez un emparedado de mermelada o algo así.
Heero regresaba de un largo día... muy difícil, no puedo sacarle nada a Mario, él solo hablaba de los dioses de la muerte y cosas así... no podía torturarlo pues eso iba en contra de la política de Reelena, que si bien no estaba enterada de la captura y retención de aquel francotirador, él tenia que poner el ejemplo para los soldados de la guardia imperial... ellos debían darse cuenta que la que mandaba era Reelena y que su política de pacifismo era la correcta y por lo tanto tenían que seguirla a pesar de todo.
Entro a la casa, todo estaba oscuro y no era de extrañarse pues era muy tarde ya, sin embargo un ruido le llamo la atención y decidió seguirlo, no sin antes sacar su arma. Aquel ruido lo llevo hasta la cocina, una pequeña luz iluminaba el cuarto con deficiencia. Pensó en atacar al que estuviera ahí... pero después lo pensó bien... alguien que lograra burlar las alarmas de la casa ¿qué demonios tenia que hacer en la cocina?... ahora que lo pensaba bien no podía ser un ladrón o un espía... guardo su arma.
Duo se alumbraba solo con la luz que el refrigerador expedía, sacaba jamón y un poco de queso, la mermelada no lo llenaría... estaba completamente atento al hambre que tenia. Cuando por fin saco su cabeza del refrigerador dio la vuelta para poner las cosas en la pequeña barra...
Sin embargo cual fue su sorpresa al ver una figura que lo mirándolo fijamente que de pronto desconoció justo detrás de él. Por reacción al susto todas las cosas que traía; el jamón, el queso, el tomate, una lata cerrada de picante y varias cosas más, fueron arrojados a aquella figura al momento de dar un grito de susto.
La figura esquivo con maestría los objetos lanzados. Duo por fin reconoció quien era
"IDIOTA..." grito con toda su alma "¿en que demonios estaba pensado?... ¿qué estaba haciendo detrás de mi?" sus voz aun era molesta y en tono alto.
"ssssshhhhh" fue lo único que hizo el hombre indicándole que tenia que bajar la voz.
"¿qué?... como me pide eso si me acaba de dar el susto de mi vida... no, ya me lo había dado... aaaahhhh... ya entendí, así que pretende que me de una ataque, sabía que ese era su plan, para deshacerme de mi piensa matarme de un susto... lo sabía... usted piensa deshacerse de mi de esa forma, pues sabe que... no lo lograra porque yo soy muy fuerte y puedo resistir lo que sea... inténtelo cuantas veces quiera por que no..." de nuevo aquel dedo en sus labios interrumpió sus palabras
"piensa... ¿piensa lo que dice entes de hacerlo?" pregunto de pronto quitándole el dedo
"¿qué?... claro que lo hago, pues si no soy tonta, o acaso usted piensa que lo soy... si usted piensa eso y por eso me dice que..." otra vez el dedo descanso en sus labios
"creo que así es la única forma que usted este callada" expreso serió
Ante el contacto Duo se sonrojo mucho y por primera vez se quedo sin palabras. Heero miro con curiosidad ese rostro sonrojado.
"es mas bonita cuando esta sonrojada" el tono de voz tan frío del hombre no hacia ver sus palabras como un halago a pesar de que lo fueran.
Las palabras, que aunque no supo decir si era un halago o no, lo hicieron sonrojar aun más
"no haga eso" dijo por fin Duo quitando suavemente el dedo de Heero de sus labios... "si no quiere que hable solo dígalo"
"¿y resultaría?" pregunto muy significativamente
"¿resultaría que?" pregunto al no comprender
"si se lo pido... ¿dejaría de hablar?"
Un silencio incomodo rodeo el cuarto.
"no creo" se respondió a si mismo Heero
"¿qué esta queriendo decir?... acaso dice que soy una guacamaya parlanchina que no pude dejar de hablar y que solo parlotea porque..." se detuvo al ver lo que hacia... ese tipo tenia razón... pero él no era así siempre, solo con él. El trenzado desvió la mirada y recogió las cosas del suelo para ponerlos en la barra. "¿qué esta haciendo aquí?" trato de cambiar el tema.
"lo mismo pregunto" contesto el otro
"pues tenia hambre porque no cene y vine a prepárame algo... usted acaba de llegar, ¿no es así?"
"si... ¿cómo lo sabe?"
"porque trae la misma ropa que traía en la tarde... a estas horas de haber estado aquí ya debería traer su pijama" contesto embarrando mayonesa a la rebanada de pan.
"es observadora"
"si... un poco"
"y usando su misma lógica usted ya estaba dormida cuando le dio hambre"
"¿eh?" pregunto si comprender, hasta que vio como la miraba de arriba abajo. "me imagino que alguien como usted pensaba que todas las mujeres dormíamos con pequeñas tangas y grandes escotes" dijo sarcástico mas no supo porque lo dijo, su mirada seguía en su emparedado.
"De hecho... siempre me he preguntado si no será incomodo dormir con pequeñas tangas y grandes escotes"
"para su conocimiento no lo sé... yo siempre duermo muy tapada"
"si, se nota" dijo mirándola de arriba abajo, traía una pijama de dos piezas muy holgada y sin duda tapaba todo su cuerpo y no dejaba ver lo bien formada que estaba.
Duo por su parte embarraba mayonesa a una rebanada de pan. La verdad Duo siempre dormía con bóxer, pero en esta misión no podía darse el lujo de que se notara que le faltaba algo, por eso no usaba gran escote, y también que le sobraba otra cosa, por eso usaba faldas o pantalones muy amplios.
"¿y usted?" pregunto indiferente mirando su rebanada mientras le ponía un poco de mostaza
"¿yo que?"
"¿usted que esta haciendo aquí?... yo ya le conteste a usted le corresponde lo demás"
"eso no quiere decir que yo tenga que contestarle"
"pero eso se da a entender, además solo es curiosidad, que pierde con decirme" contesto mientras ponía mermelada a su emparedado.
"tenia un trabajo que hacer... nada importante"
"ah... entonces no ha comido"
"no" contesto sobriamente
"¿quiere que le prepare algo?" pregunto embarrando un poco de crema de cacahuate al emparedado
"¿usted sabe cocinar?" pregunto mirando el emparedado que la chica aun preparaba
"no mucho... pero puedo hacerle un emparedado"
"y porque la amabilidad" dijo con cierto tono cínico
"pues porque yo se que es el hambre... además no se queje solo trato de ser amable con usted y parece que lo insultó, sabe debería saber que no siempre estoy tratando de molestarlo, y si tiene duda no pienso envenenarlo"
"¿no?... ¿en serio?" dijo muy significativamente
"claro... no soy usted para tratar de matarlo" y por fin después de ponerle los picantes a su emparedado le puso la otra rebanada arriba y con decisión lo mordió.
Para su mala suerte esa cosa era lo más horrible que hubiera probado en su vida, no pudo más que escupirla. Sin remedio fue al fregadero para tirar lo que en su boca había
"¿cómo puedo confiar en usted, si usted misma se envenena sola?" pregunto con cierto tono burlón
"muy gracioso" contesto "pues que demonios tiene este pan" abrió el emparedado para ver su contenido
"picante, sal, mermelada de fresa y guayaba, crema de cacahuate, mostaza, mayonesa, entre otras cosas"
"¿en serio?" pregunto sin entender viendo el interior del pan donde se veía una extraña masa de varios colores y muy desagradables olores, por la combinación.
"Sin duda usted no es experta en la cocina"
"nunca me había pasado... pero no me volverá a pasar, le haré un emparedado a usted que jamás olvidara" dijo volviendo a tomar dos rebanadas de pan pero una manos tomo suavemente las suyas y le quieto las rebanadas
"por lo que he visto sin duda jamás olvidaría un emparedado hecho por usted..." puso los panes en la mesa y tomo el cuchillo para embarrar
"¿qué va a hacer?" cuestiono sin entender "yo tengo hambre"
"lo sé... prefiero no arriesgarme a que usted me haga de comer... permítame hacerle yo algo a usted"
"pero..." trato de interrumpir
"por lo visto si usted se hace para si misma... también terminara envenenándose" dijo mientras movía con maestría sus manos en la barra de la cocina
"pero yo..." esta vez sus palabras fueron interrumpidas por algo que entraba a su boca
"dígame si le agrada" Heero había puesto en su boca un emparedado
Duo sin poder decir nada mordió el bocadillo... era bueno... sabia bien, era de jamón con mayonesa y tomate, pero estaba muy bien... mejor que los que le hacia y eso que eran los mismo ingredientes.
"esta bien... digo es muy bueno" contesto tímidamente "¿puede hacerme otro?"
Sin respuesta Heero hizo una pequeña mueca como de una sonrisa y empezó a hacer otro... esa noche Duo comió mucho...
Continuara...
N/A: Bueno solo una aclaración, recuerdan que había dicho que la pareja de Wufei era Sally en este fic, pues cambio de ultima hora... es que realmente la actitud de Sally no me inspira para lo que la necesito en este fic por eso Hilde entre de manera repentina... de hecho no la tenia contemplada en el fic, pero la necesite al ultimo.
Ok. Por el momento eso es todo, perdonen la tardanza y si se dieron cuenta este es el capitulo mas corto que mi fic tendrá, así que ya se imaginaran.
Bueno, hasta luego.
Pd: no dejen de leer "El día libre de Diana"
