Antes que nada agradecer a mis primeros 4 reviews... �¡Muchísimas gracias! Os voy a contestar a todos:ç

CervatillaMuchos besos para ti, gracias por ser mi primer review. A ver cuando me paso para leer tu R/Hr. ¡Hasta otra!

Biank Radcliffe Potter(Espero no haberme equivocado poniendo tu nik, jeje) Muchas gracias, pues todavía hay muchas sorpresas respecto a Malfoy... bueno, ya lo verás. Bye!

IloveWeaslysTe pellizcaría ahora mismo, pero recuerda que han pasado algunos meses, y además hay algo que ha cambiado en la vida de Draco, algo relacionado con su familia. :P ¡Besitos!

Sarah-KeykoSi... un fallito, es que no me lo publicaba, pero gracias por poner en los dos. Ciao!

Ya no me pongo más pesada, y como prometí este capítulo es de Ron.

Capítulo 2: Prácticas de aurores.

Ron Weasly se preparó para salir adelante, pero en el último momento se paró en seco. Harry, que se encontraba detrás de él le preguntó que ocurría.

El pelirrojo salió corriendo con su varita en la mano.

�¡Petrificus totalus!- un pequeño gato se quedó paralizado y cayó de lado con los ojos bien abiertos. Una voz se oyó por la calle procedente de unos grandes altavoces.

�¡Weasly, Potter, regresad¡Chang, Davies os toca a vosotros!

Ron se secó el sudor de la frente mientras miraba de reojo a su amigo. Las clases teóricas de aurores eran sencillas, memorizar algunos hechizos de alto nivel y aprender oclumancia, pero las prácticas era peores. Era algo así como pruebas físicas y mentales, como hacían los policías muglees... seguramente su profesor de prácticas: el sr. Robinson les echaría el puro.

Cabía recordar que Harry había vencido al señor tenebroso algunos meses atrás, y que todavía cuando iban por la Facultad de aurores los alumnos los paraban para que le firmaran autógrafos. A los profesores les incomodaba darles clases a una persona que había vencido a Lord Voldemort, ya que seguramente tendría que darles clases el chico de la cicatriz, que había hecho algo que ningún otro había conseguido. Las prácticas se hacían en parejas de dos, y Ron sabía las consecuencias de ir con Harry, pero era su amigo y aquello importaba más que nada.

Pero cuando fallaban, aunque fuera algo mínimo les regañaban, buscaban siempre algún fallo para criticarlos. Harry bromeaba diciendo que a ese paso serían los mejores sin cometer ni un solo error.

Llegaron a la caravana del profesor más temido de toda la Facultad, el señor Robinson, antiguo Slitheryn y con mucha manía a Ron y Harry. El hombre era gordo, llevaba un gran mostacho y a Harry le recordaba vagamente a su tío Dursley. Casi siempre estaba comiendo y algunos se preguntaban como había llegado a ese puesto, ya que jamás movía un dedo para hacer algún esfuerzo físico. Entraron en su interior y observaron al hombre que comía una rosquilla.

¿Nos ha llamado?.- preguntó con amabilidad Harry.

De otra manera no estarían aquí.- replicó con mala leche "su jefe". Dirigió una sonrisa llena de arrogancia a los chicos.- Ahora... vamos a analizar lo que hicisteis mal ¿Correcto?

Correcto sr. Robinson.- dijeron los dos a la vez, puesto que a no ser que contestaran así tendrían más problemas y no les convenían más problemas.

Haber cual de los dos es quien me lo va a decir.- añadió sabiendo que ninguno de los dos sabía la respuesta, eso le complacía todavía más.

Deberíamos haber utilizado un hechizo más potente.- aventuró Harry después de unos segundos sin que ninguno dijera nada.

Erróneo.- le rectificó el profesor y su mirada se posó en el pelirrojo que no sabía que podía haber hecho mal.

Haber actuado más rápido.

¿Y me decían que los de Gryffindor eran bastante inteligentes?.- rió pesadamente y para que los dos muchachos se sintieran peor. Pero Ron alzó más su cabeza, no le afectaba en absoluto lo que le dijeran, todos conocían que lo único que quería era hacerles daño... no lo conseguiría.- Weasly, lanzaste un patronus sin saber si el que había al otro lado era un gato, un mortífago... ¿Y si fuera un compañero auror? Estaríais en desventaja... y tú Potter, no impediste nada, de modo que tienes la misma culpa que Weasly.

Es obvio que no nos dimos cuenta.- contestó Harry en el mismo tono que había empleado el educador, y produciendo, quizás un gesto descortés con él. Ron lo miró de reojo con cautela.

Jamás conteste a un profesor, Potter.

¿Es una orden o un consejo?.- preguntó esta vez Ron arqueando las cejas. El profesor los observó furiosos y ambos tuvieron que hacer esfuerzos para no echarse a reír.

Fuera.- les señaló la puerta.- Hablaremos más tarde, o quizás mañana.- se tocó las sienes como si le doliera la cabeza y los echó rápidamente fuera.

Una vez fuera de la caravana ambos se miraron, Harry estalló en carcajadas sin poder evitarlo.

Eres genial : "¿Es una orden o un consejo?".- imitó su voz riéndose mientras le daba unas palmaditas en la espalda.

Seguramente tenemos el 0 garantizado.- resumió en pocas palabras mirando hacia abajo, arrepentido, por eso no pudo ver el rostro de Harry.

¿Estás así por Hermione? No te reconozco Ron, estás de mal humor y raro...- añadió tocándole el hombro colegialmente, aunque el pelirrojo no dijo nada, solamente asintió levemente.

No me la puedo quitar de la cabeza. Tres meses... hace tres meses que no hablo con ella, que no veo sus ojos. Voy a volverme loco.- repuso con una cara llena de tristeza mientras su amigo le daba palmaditas en la espalda.

Entonces... ¿Por qué no hablas con ella?.- inquirió mirándolo fijamente y con la certeza de que Ron aceptaría, pero a pesar de su asombro negó.

No... siempre soy yo el que llamo para pedir perdón, estoy harto de mis celos, seguramente está mejor sin mí.

Si no la llamas jamás lo sabrás.

De momento prefiero no hacer nada.- dijo Ron y cuando se quiso dar cuenta habían llegado a la residencia. Oyeron una voz por detrás y vieron a Cho Chang a sus espaldas. Una vez llegó a su lado sonrió.

Ron sabía que desde quinto las cosas entre Cho y Harry no se habían arreglado, pero ahora que la chica iba a clases con ellos y estudiaban en el mismo lugar, al menos se toleraban sin insultarse.

Me he enterado de que Robinson os ha echado la bronca. No te preocupes Ron, en mi opinión lo hiciste de fábula.- añadió con otra de sus sonrisas y Harry le sonrió por animar .- Por cierto, cuando iba a hacer las prácticas me crucé con Ginny, está esperando en vuestra habitación. Me tengo que ir ¿Eh¡Hasta luego!.- y corriendo un poco más se perdió entre otro pasillo que llevaba a otra habitación de la residencia, pero la parte de las chicas.

¿Qué hará Ginny aquí?.- preguntó Ron en voz alta, y Harry solamente se encogió de hombros sin conocer la respuesta.

Cuando llegaron a la habitación y entraron encontraron a Ginny Weasly en el sofá ojeando una revista mágica, sobre la facultad de aurores. Cuando vio a los dos chicos se levantó y abrazó a Ron, tanto Harry como ella sabían lo mal que lo estaba pasando por la ruptura de Hermione con él. Después Ginny se pasó un mechó de pelo pelirrojo por detrás de la oreja y miró a Harry.

h- Hola... Harry.- sonrió tímidamente.- ¿Qué tal?

Mal... digo bien, digo... regular... digo que sí que pasable.- respondió tartamudeando. Que se den un beso ya y me dejen estar pensó Ron mentalmente mientras se sentaba en el sofá agotado por todo el día.

Antes que nada, que... Hagrid me ha dejado venir.- Hagrid se estaba ocupando del colegio durante una temporada mientras se encontrara a algún director, ya que Dumbledore estaba haciendo un viaje para recuperar lo perdido. Había luchado con Harry, y estaba lleno de heridas y solo quería descansar, pero solía escribir para conocer como estaban sus alumnos favoritos.- Porque traigo una estupenda noticia... �¡Rebecca se casa!

¿Con Charlie¡Es fantástico!.- dijo Harry, que había conocido a Charlie en séptimo cuando se juntaron todos los colegios en uno para hacer frente a Voldemort, le parecía estupendo que se lo hubiera pedido, ya que Charlie era profesor, y Rebecca había cumplido la mayoría de edad hacía tiempo. En realidad, el chico había entablado más con Ron, pero se alegraba de todas maneras.

Sí, pero lo mejor es que... ¡Charlie quiere que seas su padrino Ron¿No es genial?

Yo el padrino de Charlie en su boda...- recapacitó.- No me apetece, que se lo de a otro...

Es que... la madrina de Rebecca va a ser Hermione.

Ron abrió los ojos incapaz de creer lo que estaba oyendo. Los dos como padrinos tendrían que volver a verse, practicar antes de la boda... su oportunidad de ganarse su amor sin tener que suplicarle un perdón. Sonrió abiertamente por una vez en mucho tiempo y miró a Ginny.

Ginny... acepto ser ese padrino.

Jaja, vaya final... bueno ahora ya se sabe por que se llama la historia los padrinos de la boda. Pero no va a ser tan fácil recuperar a Hermione, porque por si no lo recordáis Rebecca no le ha dicho nada de ser madrina todavía... y también Draco va a jugar un importante papel en este boda. Gracias por leer y muchos besos! Byes!