CUANDO LAS SOMBRAS NOS CUBREN

Escrito por Ulalume  Herarc

Capitulo II:  Planeta silencioso

!

Después de varias horas de explorar el extraño lugar al que habían llegado, Li y Karen llegaron frente a un gran y majestuoso castillo de cristal con 3 grandes torres principales.

- ¿Dónde estamos? – Pregunto Li.

- No parece ser Tokyo – Dijo sarcásticamente Karen.

- Ya lo sé – se molesto Li.

De pronto un ejercito salió del castillo y los rodeo amenazándolos, Li hubiera sacado su espada si no hubiera sido detenido por Karen. Así que sin otra opción fueron guiados al interior del castillo hasta una extraña habitación con un trono al fondo.

***

- ¡Que quiere! – se asusto Hikaru.

- ¿Por que ustedes no dicen quienes son? – dijo Seishirôu.

- ¿Por que debemos responderle a un desconocido como usted?  - Dijo Fuu.

- Yo les dije quien soy.

- No se ve alguien de fiar – aclaro Hikaru.

Seishirôu sonrió y desapareció en un abrir y cerrar de ojos, mientras que Fuu y Hikaru quedaron perplejas. En ese momento aparecieron Umi y Subaru.

- ¿Qué a sucedido? – Pregunto Subaru.

- Nada, no a pasado nada – dijo Hikaru.

***

Una semana después (en la tierra)

Tokio, Japón.

- ¡Pero que bonito! – Exclamaba Nakuru mientras pasaba de aparador a parador. - ¡Esta es realmente una hermosa ciudad!

- ¿Te diviertes? – Le pregunto Eriol.

- Si amo, este lugar es aun más bonito que Tomoeda, espero que podamos quedarnos mucho tiempo. – Exclamo Nakuru.

- Solo no olvides a que hemos venido – Le recordó Eriol.

- No te preocupes.

Nakuru siguió revoloteando por todas partes, pero iba tan acelerada que termino por empujar a una joven.

- Oh! Discúlpame, no fue mi intención – Se apeno Nakuru.

- No ahí problema señorita – dijo la jovencita.

- ¡Pero que bonito cabello tienes! – Exclamo Nakuru olvidando todo.

- No es para tanto – sonrió la joven.

- Pero es en serio... ummm me da la impresión de haberte visto antes. – Dijo Nakuru.

- Sabe usted me recuerda a una joven que conocí hace mucho tiempo.

- ¿Come te llamas? – Le pregunto Nakuru.

- Soy Daudoji Tomoyo – Se presento la Joven.

- ¿Tomoyo eres tu? – Se asombro Nakuru – Que felicidad, pero que bonita te has puesto, cuanto tiempo, has dejado de ser una niña. Te acuerdas de mi soy Nakuru.

- Pero claro- dijo Tomoyo – ¿Que te a traído por aquí?

- Ya sabes cosas de magia, pero dime tu, ¿que no vivías en Tomoeda?

- Así es, es solo que mañana es mi cúmplenos y hemos venido a festejarlo en Tokyo.

- Enserio, eso significa que Sakura también esta aquí.

- ¿Nakuru que haces? – Interrumpió una voz.

- Oh lo siento amo, se me olvido que estaba con migo – rió Nakuru.

- Tu no tienes remedio. – Sonrió el joven.

- Pero amo mira a quien me encontrado – Dijo Nakuru señalando a Tomoyo.

El Joven miro a Tomoyo y se quedo en silencio por unos momentos, después se acerco a ella y le tomo la mano y la beso.

- Es un gusto volverla a ver señorita Daudoji – Dijo el Joven.

- El gusto es mío Joven Higarisawa – Dijo Tomoyo- Pero por que no me acompañan, en este momento iba en rumbo a ver a Sakura y a los demás.

***

Fuu salía de su casa hacia el colegio, ese día no se sentía tan bien, su semblante se notaba tan falta de alegría como en aquellos días de sombra cuando no podían olvidar a Céfiro, pero esta vez se preocupaba mas bien por su plantea, aquel hombre el de un ojo ciego, despedía una fuerte energía que no pudo identificar como mala ni como benéfica.

Pero algo le decía que tenía que ver con el relato de Umi sobre las flores de cerezo y con el  Señor Subaru.

Una voz llamó a Fuu por sus espaldas, quien se volteo con calma y observo a Kotori acercándose con Kamui y otro muchacho.

- Hola Fuu, como has amanecido – Le saludo Kotori.

- Bien y Tu – Contesto Fuu Cortésmente.

- Mmm, desde que te conozco no has quitado esa cara de preocupación – comento Kotori. – Bueno deja presentarte a mi hermano, él es Fuuma, Fuuma ella es Fuu.

- Mucho gusto – Saludo Fuu.

- El gusto es mío. – Saludo Fuuma.

- Bueno creo que es mejor que vallamos avanzando o llegaremos tarde al colegio – Comento Kamui.

Fuu volteo hacia atrás y observo el camino vació, solo y silencioso, tal como el inicio, tal como el fin. De pronto un miedo ciego la invadió, estaba segura de que algo malo iba a suceder, ¿Pero que?

***

- ¡No es posible! – Gritaba Umi por la calle solitaria - ¡Llegare tarde!

Pero es que no entiendo como es que a estas horas no ahí nadie en las calles, ¿Y donde estaban mis padres? ¿Abran salido temprano? Pero no me dejaron ninguna nota.

Umi se detuvo de golpe y noto que el suelo estaba temblando ligeramente, pero ese pequeño temblor se fue haciendo mas y más fuerte hasta resquebrajar el suelo bajo sus pies.

Umi calló en el vació mientras que gritaba a todo pulmón, pero una sombra la salvo y la llevo a tierra firme, cuando estuvo a salvo y vio el rostro de la sombra no fue menos su asombro y casi dejo sordo al pobre chico por tremendo grito que dio.

- ¡¡¡Guru Clef!!!

- ¿Quién?

Umi lo miro de nuevo y suspiro resignada.

- Disculpa te eh confundido, pero si eres tu el joven de la otra vez, tu nombre es Nataku ¿No es así?

- ¿Cómo lo sabes?  - Pregunto Nataku.

- Me lo dijo... me lo dijo un hombre.

- ¿Quién fue?

- Lo siento, prometí no decir nada.

- Comprendo.

Nataku le extendió la mano para que se levantara, y en el momento de contacto de ambas manos, Umi sintió una extraña sensación, parpadeo repetidas veces y depuse le checo el pulso, observo sus ojos, le tomo la temperatura, en fin casi viola al pobre Chaval.

- ¿Qué te pasa?

- Es extraño, no sé, es como si estuvieras vació.

Las palabras de Umi sorprendieron a Nataku.

- ¿Qué quieres decir?

- Es como si no tuvieras sentimiento alguno – Contesto Umi.

- ¿Cuál es tu nombre?

- Mi nombre es Riuzaqui Umi.

Nataku se mantuvo en silencio unos minutos reflexionando, aquella chica Umi, despedía una aura tranquilizadora, que le brindaba una paz y seguridad que el jamás llego a sentir. A demás no era normal que alguien "sin poderes mágicos" pudiera percibir su falta de sentimientos.

- ¿Ahora que te pasa a ti? – Le pregunto Umi.

- ¿Quién es ese Guru Clef? – Pregunto Nataku - ¿Y por que me confundiste con él?

Una gota de sudor resbaló por la frente de Umi mientras su párpado derecho le comenzaba a temblar.

- Contéstame.

- Me creerás loca – Advirtió Umi.

- Vamos dime ya.

- Bueno...

***

Li y Karen se mantenían de rodillas y la paciencia de Li se agotaba cada  vez mas y más.

De pronto apareció un hombre alto "de aparentes"  22 años, con el cabello medio largo y medio corto de color lila, con una extraña tiara en la frente y vestido con una larga túnica oscura y llevaba un largo báculo en su mano derecha.

- Señor, estos intrusos merodeaban por el castillo – dijo un guardia – Y al parecer no son de por aquí.

El hombre vio al joven chico y a la mujer.

- ¿De donde viene? – Pregunto el hombre.

- Somos de Tokyo – contesto Karen de buen grado.

- ¡Imposible! – Exclamo una voz femenina que ingresaba al recinto.

- Caldina por favor guarda la compostura – Le indico el hombre.

- Pero Guru Clef, es simplemente imposible, ¿cómo personas del mundo místico pudieron llegar a Céfiro?, Solo las Guerreras Mágicas pueden.

- ¿Céfiro? – Se extraño Li poniéndose en pie – De que hablan, además, yo no vengo de Tokyo yo soy de China, ella es la de Tokyo.

- Nosotros solo queremos averiguar por que nuestro planeta esta sufriendo extraños cambios – dijo Karen – Déjenme presentarme, yo soy Karen Kasumi – soy uno de los 7 sellos un dragón del cielo.

Guru Clef comprendió entonces, el también estaba investigando porque del extraño comportamiento de La princesa y había escuchado que hablaba con unas personas que mencionaban a los dragones del cielo y a los de la tierra.

- Yo soy Li Shaoran, del Clan Li descendiente del Mago Clow.

- ¿Eres mago? – Pregunto Caldina.

- Si lo soy – dijo Li – Y vengo en busca de una respuesta.

- No te preocupes todos las queremos – interrumpió una voz.

De las sobras de la habitación apareció un hombre de cabellos negros y de semblante serio.

- Pero Latiz, quedamos en hablar de esto – Se molesto Caldina.

- Si estas personas provienen de la misma dimensión que el de las Guerreras Mágicas entonces tendrán información – Dijo Latiz – Ya que el Pilar se niega a dárnosla.

- Algo que no entiendo... – dijo otra mujer presente ahí - ... es que ellos posean magia, no tenia idea de que en el mundo místico hubiera magos.

- Si las guerreas mágicas tienen magia, es posible que también aya mas personas en su planeta que los tengan. – Hablo Guru Clef.

- Ya veo – La mujer se colocó a lado de Caldina. – entonces tendremos una larga charla.

***

¿Qué sucede cuando estas completamente solo? En un planeta al que le a llegado su hora

- ¡¡¡Que alegría verlos!!! – expreso Sakura – Eriol, Nakuru, pensé que jamás los volvería a ver.

- Eriol te has vuelto muy guapo – bromeo Chijaru.

- Has de tener muchas novias en Inglaterra – dijo Rika.

- Jajaja, pero si Eriol se la pasa en la casa – Dijo Nakuru – será el fin del mundo cuando Eriol quiera tener novia.

Mientras tanto Tomoyo grababa emocionada los movimientos de sus amigos mientras todos avanzaban en la calle rumbo al hotel, pero repentinamente el cielo se oscureció como si fuera a darse una tormenta.

Sakura se volteo a ver a Rika, pero ella ya no estaba, ni Chijaru, ni Naoko ni tampoco Takeshi.

- ¡Que pasa!- exclamo Sakura - ¿Dónde están todos?

- Toda la gente a desaparecido - dice Eriol.

- Oh no Tomoyo – Sakura se vuelve rápidamente.

Tomoyo no avía desaparecido pero veía al cielo con insistencia.

- ¿Qué te pasa Tomoyo?

- Me...me duele mucho – en ese momento Tomoyo desmayo.

***

Ahora las tinieblas han cubierto todo el sol y la luna se ha apagado y ni una estrella brilla ahora.

Los hombres y los animales serán destruidos y el mundo de las tinieblas se levantara, los monstruos tomaran el control y el dios de la maldad se los llevara

Hace mucho frío, y ahí abajo, en aquella casa, suceden cosas realmente extrañas, por noches y días se escuchan extraños gritos gorgoteantes, gritos que uno jamás imaginó llegar a escuchar y aquellos que lo escuchaban jamás podrían olvidarlos.

Además, un terrible hedor rondaba por aquellos terrenos, un hedor muy diferente a los ya conocidos, aun pero que el de la podredumbre y del azufre, realmente  era horrible.

En esa casa habita un hombre... si un hombre, la mayoría de sus vecinos piensan que esta totalmente loco, y mas de una vez intentaron matarlo, pero nada les funciona.

Es un hombre de profesión, Un químico que se la pasa todo el tiempo encerrado en su laboratorio, pero sus descubrimientos no son normales, son horrorosos y terribles, y nadie sabe lo que planea, nadie sabe que horro a despertado en este mundo, nadie lo sabe.

Es el único que habita la casa, pero, sin embargo, se escuchan discusiones dentro, gritos y suplicas... nadie sabe que hay ahí dentro.

Pero yo si, por que él me torturo, él me sacó de mi descanso, de mi tumba, me a revivido y no se como, pero me ha pedido información de mi Clan y yo me negué a dársela. Él vuelve a matar aquellos que no colaboran, y aunque colaboran los vuelve a matar.

Tiene muchos libros, viejos y nuevos... pero no son químicos,  la mayoría son de brujería, de magia y del ocultismo y de demonología.  Y uno de ellos, uno de esos libros... es... es  el mas terrible que pueda existir... el mas terrible.

Yo eh logrado escapar de aquella casa, de a milagro, y ahora no me detendré hasta encontrar a mi hermano, tengo que decirle sobre ese libro... por que si no... si no algo terrible sucederá y arrasara con el planeta y tal vez hasta con otros... si es que el proceso no ha comenzado ya. Espérame Subaru...

***

Nataku miraba a Umi con escepticismo, en un silencio que ponía de nervios a Umi.

- "OH no ahora pensara que soy una loca escapada del manicomnio" – pensaba Umi evitando la mirada de Nataku.

- Ya veo... con que tienes magia... bien por ti.

- ¡¡¡¡QUE!!! – Ahora era Umi quien miraba a Nataku con desconfío.

- ¿Que sucede? – Una gruesa gota de sudor resbalo por la frente de Nataku.

- Y tu que me dices... mmm... que extraño tatuaje tienes en la frente... mmm – Umi había sacado una lámpara de su portafolio y le apunto con ella a Nataku - ¡Vamos confiesa tu también escondes algo, si no me creerías loca por todo lo que te dije!

La gota de sudor se hizo mas gruesa.

- Este... bueno... este...

- Vamos no tengo todo el día!!!!!!

- Este... – Nataku veía la lámpara con desconcierto, en este momento le parecía que Umi pertenecía a la PGR. – Bueno la verdeada es que soy un dragón de la tierra, uno de los 7 mensajeros, que buscaban la destrucción de la humanidad en el destino de 1999.

Ahora la que tenía la gota era Umi, quien se lamentaba por abrir la boca.

- Este... no te parece extraño que no halla  gente a estas horas?

- Si por eso te seguía

- ME ESTABAS SIGUIENDO – Grito Umi a todo Pulmón.

- Ya no te quejes, que te salve la vida.

- Argh – refunfuño Umi – Esta bien, ¿Por qué no me acompañas a buscar a mis amigas?

- Que mas da! – Nataku se puso en pie -  ¿Por cierto de verdad se parece a mi ese tal Guru Clef?

- No quiero habla de ello, me pone triste... Pero que tu nunca te has enamorado?

- Yo que se de esas cosas, fui creado y no tengo emociones...

- Mmm... pues a mi me parece que si las puedes llegar a tener...sabes... Te imaginas en estos tiempos hasta los androides tienen sentimientos, por supuesto que los has de tener, eso si bien enterrados pero chance y si quieres te llegaras a enamorar o que se yo. – Comento Umi.

***

Hikaru entraba al templo Sumeragui, corriendo  y con l a respiración entrecortada, pero al darse cuenta que tampoco había nadie ahí se recostó en el tronco del gran árbol de Sakura.

- Tampoco hay nadie aquí  - Suspiro Hikaru - ¿Qué estará pasando?

- Eso es lo que  a mí me gustaría saber – dijo una voz.

- ¿¡QUE!? – Hikaru alzo la vista, y se encontró con aquel hombre misterioso que le antojaba un terror inexplicable.

El Sakurazuka se acerco a la frágil pelirroja mientras esta rodeaba al árbol para evitarlo.

- No te acerques – Le advirtió Hikaru.

- O si no que... – Su burlo el hombre.

- O si no lo pagaras caro – Le amenazo Hikaru, apretando su guante mágico.

- JAJAJAJA – Se rió el dragón de la tierra – Así me gustan las niñas bonitas.

El Sakurazuka alcanzo a Hikaru y le lanzo un par de bolas luminosas mientras que su gabardina negra ondeaba en el aire.

Hikaru lo evito hábilmente a tiempo que evocaba sus flechas de fuego

Seishirôu recibió el ataque de lleno, pero pudo mantener en pie mientras que sus gafas oscuras se rompían.

- No me esperaba eso – admitió el hombre – Pero que una linda chica que tenga poderes mágicos aumenta la diversión.

- ¡No te tengo miedo! – Le desafío Hikaru.

- Eres un abusivo – Le apremio Una voz. – digo eso de atacar a chicas bonitas esta muy mal.

- Ya cállate  - Dijo otra voz, una voz femenina y un poco irritada.

Hikaru vio a un grupo de personas, había dos mujeres, una era la segunda voz, tenia el cabello largo y lacio de color negro y la segunda era un poco mayor y de cabello castaño, la primera voz pertenecía a un chico con gorra, y al lado de él estaba... un ángel, o eso parecía.

- Ustedes dos – Seishirôu, se dirigió hacía el muchacho de la gorra y al joven de negro cabello – No me estorben.

- Uhhhhhhhhhyyyyyyy, mira como tiemblo – Se burlo el muchacho.

Sakurazuka se impaciento y le arrojo un poder al joven que estaba demasiado entretenido en sus fanfarronadas.

- ¡Rayos rojos! – Grito Hikaru, salvándole la vida al muchacho.

Ambos poderes se fundieron, destruyendo uno a otro.

- Uhyhuhu, eso estuvo cerca – Exclamo el extraño chico, con la misma jovialidad.

- ¡Pero si casi te me petateas mi buen! – Exclamo Hikaru exasperada.

- Ah si! Gracias – dijo el muchacho con una amplia sonrisa. Una gota de sudor recorrió la cabeza de todos.

Para ese entonces Seishirôu Sakurazuka ya había desaparecido.

- ¿Quiénes son ustedes? – Pregunto Hikaru – ¿Y quien era ese tipo?

- Permíteme presentarme linda damita – Dijo el muchacho – Soy Sorata Arisugawa un dragón del cielo, a tus servicios madam.

Hikaru reía nerviosamente, mientras sus orejas de gato se movían.

La chica de Negro cabello hizo a un lado a Sorata y se presento:

- Yo soy Arashi Kishuu, también soy un dragón del cielo.

- Y Yo soy Kaho Mizuki – Se presento la amable mujer, de cabello castaño.

Sorata se acerco a Hikaru y le murmuro lo siguiente:

Ese de ahí, el ángel con cara de "Una roca tiene mas vida social que yo" (jeje eso me lo pírate de Lys, de su fic: Colegio Clamp) se llama Yue, no habla mucho.

- Bueno... este, yo me llamo Hikaru Shidou, soy la guerrera mágica del fuego. – Hikaru dejo los nervios a un lado y pregunto mas seria – ¿Saben quien era es tipo?

- Es Seishirôu Sakurazuka, un asesino, un dragón de la tierra – Le contesto Arashi.

Hikaru permaneció en silencio por unos instantes, hasta que se dio cuenta de que Arashi no estaba dispuesta a dar mas información.

- ¿Saben ustedes donde esta toda la gente? – Pregunto Hikaru, cambiando de tema – La ciudad esta desierta.

- Nosotros tampoco sabemos mucho – Le dijo Kaho – Pero si quieres puedes acompañarnos.

- Bueno... – Hikaru suspiro.

Aquel extraño grupo emprendió su viaje hasta el edificio gubernamental, donde se hallaba una mujer llamada Hinoto, quien según entendió Hikaru, era la guía de los supuestos dragones del cielo.

Hikaru suspiro, mientras acariciaba su gema divina que emitía un ligero resplandor. Caminaba hasta los último mientras que trataba de poner en orden sus pensamientos.

Las cosas no se pondrían nada bien, y se lo había sospechado desde que la gema divina de Umi había aparecido, y se confirmaron en el momento en que su gema y la de Fuu, también aparecieron.

Lo que no entendía era porque la gema de Umi apareció antes que la de ellas... tal vez por que Umi había pensado en Guru Clef y En Céfiro hasta le último momento, en cambio ella y Fuu, habían tratado de olvidar a Céfiro, había tratado de olvidar a aquel hombre que le robo el corazón... había tratado, pero no pudo y cuando se dio cuenta de que esas experiencias formarían parte de su vida para siempre, fue que apareció su gema.

La segunda cuestión que le intrigaba, era el por que los hechos extraños estaban ocurriendo en la tierra y no en Céfiro, como regularmente. ¿Acaso pelearían solas?, ¿sin sus amigos?, ¿sin su Latiz?

Hikaru apretó su gema contra su pecho... como le gustaría tener entre sus brazos el suave cuerpo de Nikona.

- ¿Qué es eso? – Le pregunto Yue, que caminaba junto a ella, al final de todos.

Hikaru se quedo pasmada, aquel hombre-ángel, le había hablado, cuando según Sorata no había dicho palabra alguna desde que lo encontraron junto a Kaho, y ahora hablaba por primera vez, y solo a ella.

- Es... mi gema di-vi-na – Dijo Hikaru tímidamente.

- ¿Para que te sirve?

- Bueno es, por así decirlo, el símbolo que indica que soy dignada de ser una guerreras mágica, digna de mi genio guardián – Dijo, tomando confianza – Me lo dio Nikona (N.de.Ula: estoy combinando la historia de la serie de MKR con su Ova, donde las gemas divinas se les son entregadas por Nikona y no por Guru Clef)

- ¿Tienes un guardián?

- Si! – Dijo Hikaru, Ya totalmente Sonriente – Se llama Lexus, Es la deidad del Fuego.

- Yo también soy un guardián – Comento Yue.

- ¡De veras! – Dijo Hikaru, rebosante de alegría.

- Sirvo y protejo a mi ama Sakura, mi símbolo es la luna.

Yue y Hikaru no pudieron terminar su conversación, puesto que se formo un hoyo justo en el suelo que pisaban, todo el grupo cayó.

Hikaru cerro los ojos angustiada, puesto nos sabía volar!!!!!! Pero de pronto se sintió sostenida de la cintura, abrió los ojos y se dio cuenta que era Yue quien la tenía agarrada con ambas manos.

- Gracias– Le dijo, mientras subía la mirada hacía un circulo luminoso que era la salida del hoyo- ¿Que paso?.

El Hoyo era lo bastante  ancho como para que todos entraran sin ningún problema y sin apretujarse- Hikaru vio a Kaho, Arashi y Sorata dentro de una burbuja flotante, quienes parecían igual de confundidos que ella.

Se disponía a formulara otra pregunta cuando, las paredes rocosas del abismo comenzaron a temblar para que a continuación escupieran unas grandes navajas en forma de media luna.

Yue intento contra restarlas pero le resulto imposible, puesto que necesitaba de ambas manos para sostener a la chica pelirroja y si tan solo retirara una mano esta caería, que haría entonces?

Ni lenta ni perezosa, Hikaru trazo un fuerte sesgo con su espada, que partió en dos a la navaja que se dirigía a ellos.

Yue vio la espada que Hikaru sostenía en sus manos, era muy hermosa y grande, con la empuñadura de color rojo en forma de flamas.

- ¡WOW! De donde has sacado esa espadota – Exclamo Sorata.

Hikaru miro a Sorata, para inmediatamente dirigir su mirada hacia Arashi.

- Dime tu de donde a sacado ella esa espada – Hikaru invirtió la pregunta.

En la mano de Arashi, se encontraba una espada muy fina unida extrañamente a su mano por algo que parecía ser ramas.

- Ah! La espada de Arashi, ella lo guarda dentro de su cuerpo, sale de su mano cuando la necesita – le contó Sorata, como si fuera algo que se viera todos los días.

- Bueno la mía sale de la gema – Le contesto Hikaru, seria, no era momentos de chistorradas.

Un poco harta de escuchar a Sorata, Arashi intento hablar para decirles que salieran de aquel lugar, pero misteriosamente ni un sonido salió de la comisura de sus labios. Extrañada, Kaho intento hablar también, pero no sucedió nada, el sonido parecía perdido en algún otro espacio diferente a el de ellos.

Hikaru comenzaba a ponerse nerviosa eh intento gritar con ahínco, pero siguió sin suceder nada.

Yue subió la mirada, para descubrir que la salida del abismo se cerraba poco a poco, y que la luz se iba haciendo mas escasa por segundos, en cuanto se percato de la gravedad del asunto, el hoyo se había cerrado, y el grupo se quedo encerrado en aquel lugar oscuro, sin sonido y sin dimensiones, estaban atrapados sin saber como orientarse.

***

Melin caminaba exhausta por una calle totalmente desolada, llevaba horas buscando algún rastro de gente, pero no había absolutamente nadie, eran alrededor de las 2 de la tarde y el cielo estaba completamente nublado.

Bastante Cansada, Melin se dejo caer al pavimento y miro al cielo con la vista completamente empañada.

Sentía que la cabeza le daba vueltas y que no podrida dar ni un paso mas, no podría mover ni un solo músculo, pero estaba demasiado cansada como para cerrar los párpados, de pronto distinguido algo extraño en el cielo, seguramente una nube negra de tormenta; pero aquel punto de negrura se hacia mas y mas grande a cada momento mientras que un extraño  ruido silbante le taladraba los tímpanos.

En un impulso de puro terror, Melin dio un salto y se puso de pie, aquella negrura no se trataba de una nube sino de una parvada de Chotacabras, enormes cuervos – mas grandes que uno común y corriente – de grandes picos curvos y negros como el azabache, plumas gruesas y erizadas, y unos grandes ojos negros y rasgados.

Melin intento huir desesperadamente, mientras que escuchaba el puro latido de su corazón. Para su desesperación, sentía todo su cuerpo pesado y lento como un gran costal de plomo, no podía permitir que esos pájaros se la llevaran.

Era todo tan aterrador, que Melin apenas tuvo tiempo para descubrir que esos pájaros eran unos de los factores principales de la desaparición de la gente. Puesto que estos se llevaban las almas de las personas al mundo de los muertos. Seguramente – y para tristeza de Melin – Por lo menos un cuarto de la sociedad global del mundo ya estaría muerta.

     La parvada de chotacabras se detuvo en los alambres de los postes de luz, excepto uno: Un gran cuervo, aun mayor que el resto, de unos aterradores ojos rojos y de plumas crispadas, voló hacía ella. La miro con insistencia y casi parecía que había algo de burla en su mirada, ¿pero como saberlo?

Por un momento Melin sintió helar su sangre y un miedo escandalizado, pero pronto aquel miedo se mezclo con su coraje, con su enojo.

- ¡Vete  de aquí! – Le grito - ¡Vete y aléjate de la gente! ¡Aléjate!

El curvo pico del chotacabras se abrió y un extraño sonido surgió de el, un sonido que se antojaba como voz, una voz que hablaba un idioma.

- No me iré – Dijo, con una voz escalofriante, desprovista de cualquier tipo de sentimiento humanos – No me sacras de aquí, no lo lograras, No me podrás sacar.

Si no fuera por que un ave es incapaz de sonreír, Melin hubiera Jurado haber visto una sonrisa malévola en aquel pico negro y brillante.

En un extraño presentimiento, Melin giro su cabeza hacía un basurero, y su vista se ilumino y se lleno de esperanza, ahí detrás del bote de basura, se escondía un niño pequeño y con marcas de lagrimas en sus mejillas, en donde nunca muere el gusano.

Sin embargo la felicidad no le duro mucho, uno de los chotacabras también vio al niño, y ni lento ni perezoso se lanzo hacía él y lo prensó con sus garras... él niño, con una mueca de desesperación, desapareció en la nada... murió.

- ¡No! ¡No te lo lleves! – Grito Melin, descontrolada - ¡Por favor! ¡No te lo lleves!

- No nos sacaras – repitió el cuervo.

Toda la parvada elevo el vuelo y se marcho, dejando a un desconsolada Melin tirada en el suelo. Con  la única y absoluta preocupación de sobrevivir, de no caer en el mundo de las pesadillas, de huir lejos, muy lejos.

***

Subaru metió sus manos en su gabardina blanca y  encogiéndose de hombros miro a Umi de reojo.

- Te advertí que no te acercaras a Nataku – le dijo entre dientes, mientras echaba una mirada de soslayo a susodicho.

- ¿Por qué te pones así? – Umi le miro con el ceño fruncido – Acabamos de encontrarnos y ya me estas regañando. Ya te dije, que fue circunstancial, además, Nataku salvo mi vida, aparte de que tu nunca me diste una razón concreta por  la cual debería mantenerme alejado de él.

- ¿Y que me dices de aquellos dos? – Dijo señalando a una mujer de gafas y cabello negro y aun hombre de cabello castaño.

- Sabes perfectamente que yo no tengo nada que ver con sus problemas como  dragones del cielo y tierra – Se quejo Umi -  y que ellos sean del bando contrario al tuyo no es mi culpa, además, en esta situación es lo de menos. Las cosas están muy extrañas y ya comprobaste que tus rivales están igual de desconcertados que tu.

- Nunca se sabe... – Murmuro Subaru Sumeragui.

- Ashhh, eres muy desconfiado, ¿lo sabias? – Umi le dio unas palmaditas al hombro – Venga, ya se  que te has de sentir solo por estar alejado de los tuyos, o yo que sé, igual acabo de conocerlos a todos ustedes y extraño mucho a mis amigas, igual que estoy preocupada por mis padres, pero no puedo perder la esperanza, ¿entiendes?

Subaru asintió con la cabeza y se dirigió hacía los dragones de la tierra, a Shougo Asagui y a Satsuki Yatouji.

- Bien ... creo que tenemos que seguir buscando gente, amenos que tengan alguna objeción – dijo con un atajo de amargura.

Satsuki apenas y asintió con la cabeza, mientras que Shougo accedió con un deje de coquetería dirigido hacía Umi, que se sonrojo, mientras que Nataku fruncía el ceño.

- Bueno este... mejor nos ponemos en marcha no creen.. – Dijo nerviosa, al percatarse de las miradas que le lanzaba Shougo.

- ¡SUBARU!!!! – Un voz, desgarro el ambiente, gritando el nombre de Saburu. Todos voltearon a ver quien era quien gritaba con tanta desesperación.

A unos metros de donde estaba aquel grupo tan extraño, Una muchacha de unos 15 años, completamente andrajosa y sucia, de aspecto convaleciente y deprimente; esa era la niña que había gritado el nombre de Saburu.

Umi la vio horrorizada,  por su estado y por su cara, por que era exactamente igual a la de subaru, esa niña parecía ser una copia del joven dragón del cielo!

La chica comenzó a llorar y se dejo caer al suelo completamente fatigada. Mientras que Subaru corrió hacía ella gritando su nombre: - ¡Hokuto!

- Her...hermano... por fin te eh encontrado – Dijo jadeante la muchacha – Tienen... que prevenir... antes de que sea demasiado tarde... antes de que sean liberados...antes de que nos dominen.

- ¿De que hablas? – Subaru la tomo el frágil cuerpo de la chica entre sus brazos - ¿Quiénes despertarán?  ¿Estas... estas viva?

- ...No hay tiempo... Él tiene el Necronomicon... – La muchacha perdió el conocimiento, mientras que su Hermano comenzó a temblar... no era posible.

- Eh escuchado bien? – Exclamo Nataku – ¡No tenía idea de que aun quedaban copias del Necronomicon!

- Si lo que dice esa niña es cierto... Ya tenemos una idea de que es lo que le esta pasando a la tierra – Comento Shougo.

- Oigan... ¿Qué es eso del necro..necro... como se pronuncie? – Pregunto Umi.

Subaru envolvió a su hermana en su gabardina y se volvió hacía la guerrera mágica.

- El Necronomicon es...

***

Guru Clef salía del salón del trono. Acaban de tener una reunión con la Princesa Esmeralda y sus invitados terrestres, y lo que el pilar les había confesado era realmente muy grave; lo que le estaba pasando al mundo místico era algo inimaginable e inhumano, algo que pronto le pasaría a Céfiro también si no de daban prisa en actuar.

Esmeralda les había explicado que el planeta tierra y el planeta Céfiro, eran planetas gemelos, planetas hermanos, creados por un solo gran poder.

Ambos habían sido habitados por unos seres indescriptibles – que esmeralda aseguro aun no estar lista para hablarle de ellos – pero estos seres habían sido expulsados a las esferas exteriores, a los espacios negros  entre las estrellas – conocidos como sacos de carbón para los científicos -, Y fueron asignados dos pilares para cada planeta, las dos llaves representantes de los seres que expulsaron a las criaturas nefastas, ellas, la pilar de céfiro, y la pilar de la tierra se encargaron de cuidar a los nuevos habitantes, a los seres humanos.

Por lo tanto, La princesa les acababa de mandar a que fueran al planeta tierra y encontraran a la pilar antes de que fuera demasiado tarde.

No les quiso revelar más...

Partirían esa misma noche, con el hechicero chino y con la  dragón del cielo, hacía la tierra, aunque aún no sabían mucho...

- Hermano, iré contigo... – Dijo una vocecilla.

Guru Clef miro a su costado y vio a su pequeña hermana, quien se aferraba a su túnica.

- Esto no es un juego, es muy peligroso – Le dijo Guru Clef con seriedad – Te quedaras y no quiero discutir.

- ¡Pero por que! – Se quejo la niña – Ya estoy grande, tengo 10 años, y el hechicero Shaoran me contó que el luchaba desde esa edad... por que no...

- Te quedaras con la princesa Esmeralda y cuidaras de ella... entiendes – Dicho esto Guru Clef se marchó, dejando a la niña con lagrimas en los ojos.

Latiz y Paris le siguieron con paso firme mientras cada uno se sumergía en sus propios pensamientos.

Principalmente Latiz quien tenía un mal presentimiento, algo le decía que Hikaru estaba en peligro.

        La princesa los vio marchar desde su balcón. Una lagrima cristalina resbalo por su mejilla, donde el gusano nunca muere.

- Perdónenme por no contarles todo... pero en cuanto menos sepan mejor... mejor. Solo espero que no sea demasiado tarde.

CONTINUARA...

Notas de la autora:

Espero que les este gustando este crossover, que intento mezclar con la fantasía heroica – que es originalmente la serie -, con el misterio y el terror y con lo gótico y macabro. Realmente no se si me esta saliendo, después de todo no soy ninguna profesional, si no mas que una estudiante de prepa.

Mas adelante pienso usar algunos elementos de mi autor favorito de terror : H.P. Lovecraft, y espero les guste.

También disculpen por no meter algunos personajes en este capitulo, como Fuu, o Sakura, u otros, pero comprendan que son tantos que uno se hace bolas, así que es mejor que sea poquito a poquito =)

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Ó

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Atte: Ula Herarc