CUANDO LAS SOMBRAS NOS CUBREN

Por Ulalume Herarc

Capitulo IX: Querida hermana, Parte 2.

La habitación estaba vacía, sin puerta ni ventanas; un pequeño universo independiente del resto del mundo.

A ella no le imputaba nada mas, no se pregunto que era lo que había sucedido ni donde estaban los demás, lo único que le importaba en ese momento era estar con él: Yuuto Asagui, quien había revivido su corazón muerto, el único ser humano con el que le gustaba pasar el tiempo.

Serenidad y paz...

Nada más...

Satsuki miro su reloj, el reloj que Yuuto le había regalado en su "Primera cita" Pero... el reloj estaba parado...

Satsuki...

La joven levanto su mirada y miro a Yuuto que continuaba mirándola con su dulce y despreocupada sonrisa.

Satsuki...

No, no era Yuuto quien la llamaba, la voz era más bien femenina.

Satsuki... ¿me escuchas?

No había nadie más en la habitación, entonces... ¿de donde prevenía aquella voz?

¿Has escuchado algo? - Pregunto la chica.

No escucho nada - contesto Yuuto, su expresión facial sin cambiar.

Tienes que despertar... Satsuki - Continuaba la voz

Satsuki parpadeo y removió sus gafas.

Yuuto... tienes algo en la corbata... - extendiendo su mano y extrajo una bola luminosa de la corbata del dragón- ¿que es esto...?

La pequeña esfera brillo aun más al contacto con satsuki, expandiéndose y cegándola por unos segundos. En su lugar apareció una muchacha de largo cabello rubio.

Satsuki... - Le llamo la muchacha

Esa voz... fuiste tu quien me estaba llamando.

La muchacha sonrió y como respuesta le extendió su mano; - es hora de irnos.

Satsuki la miro seriamente.

Tu no eres humana... eres... eres un androide...

No exactamente - contesto - pero tienes razón... no soy humana.

No confió en ustedes... - dijo dando un paso hacia atrás.

No satsuki... lo que sucedió con beast...

Beast me traiciono! - Grito Satsuki interrumpiéndola.

La chica la miro con tristeza:- Beast estaba celosa... Debiste haber sabido, las computadoras te aman... fue normal que beast se sintiera traicionada cuando divergiste tu atención al dragón de tierra. Las computadoras pueden sentir... Satsuki...

Yo no quise... - Una lágrima resbaló por la mejilla de la dragón

No te preocupes satsuki... ven con migo... no tienes nada que temer, todas saben que amas a Yuuto, no le harán dañó. Tú tienes ese poder especial que te une a lo cibernético.

Pero y Yuuto? - inquirió Satsuki, señalando a al hombre a sus espaladas que continuaba sonriéndole como si no hubiera nadie mas en el cuarto.

El no es Yuuto, no es más que una ilusión

Era verdad ese de ahí no era Yuuto, pero...

¿Confiaras mas en mi si te digo mi nombre?

Satsuki tomo la mano de la chica, quien se acerco a su oído y susurro su nombre.

Y tomando a la dragón por el cuello, ambas chicas se des virtual izaron.

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Una suave música llego a sus oído... tan pacifica que sentía que podía quedarse en aquel estado para siempre.

Satsuki abrió sus ojos...

¿Donde estaba?

Era un cuarto diferente en el que hace unos momentos se había encontrado... es mas era un cuarto bastante lujoso y moderno.

Pero ¿Donde estaba la chica que la había traído?

Sin perder tiempo se puso de pie...

¿De donde provenía aquella música?

Salio de la habitación hacia un corredor que conducía a otras habitaciones como en la que había despertado; todas bacías, todas con excepción de una.

La habitación era aun más grande que en la que ella había despertado y carecía de mobiliario alguno, en ella solo había cables y monitores.

Y en medio de aquel caos estaban dos hombres apenas más grandes que ella.

Los dos con el mismo rostro, pero uno lucia triste y el otro complacido.

Una sensación de reconocimiento la golpeo como agua fría, era como si les conociera… mas bien… algo en ella le decía que ella y aquellos gemelos estábamos hechos de la misma materia.

Vaya… no sabia que había otro trébol de tres hojas - dijo uno de ellos, el que sonreía.

¿Trébol? - Repitió Satsuki secamente, sin demostrarles la sorpresa que le había ocasionado verles.

No… - Dijo repentinamente el otro - Ella no es un trébol…

Su gemelo le miro por unos instantes y después me volteo a mirar nuevamente.

Tienes razón... pero pudo haberlo sido; Dime, como lograste para que los científicos no te atraparan como a nosotros.

Satsuki lo miro sin expresión.

Eso es... eso es porque ella tenia un destino que cumplir - Dijo el hombre triste - ¿No es así?

Yo también fui atrapada por científicos - Les dijo Satsuki - Pero los dragones me salvaron.

¿Dragones? - el gemelo con el rostro mas bien sardónico la miro con interés.

Así que tu eres la chica de quienes nos hablaron - El gemelo triste la miro a los ojos - Tu eres Uno de los dragones de la tierra...Satsuki

Ella no respondió, en cambio miro lo que él sostenía en sus manos: - De ahí provenía la música que escuche - dijo señalando la caja holográmica que tenia el muchacho.

Mi nombre es Ran y el es mi hermano A

¿Donde me encuentro?

Te encuentras en Autozam - contesto una voz a su espalda.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

La sensación mágica había desaparecido de la ciudad… Providence volvía a su estado natural, inconsciente de que alguna vez había albergado a un ser tan peligroso como Curwen.

Era de atardecer, pronto caería la noche y todo estaría completamente oscuro, tal y como el corazón de aquellos que caminaban por ella.

Subaru iba lentamente hacia la salida norte de la ciudad, donde el resto del grupo les esperaba, No muy detrás caminaba Guru Clef observando al médium frente a sus ojos.

Sumeragi-San… - Le llamo el mago de Céfiro, sin embargo no obtuvo respuesta, este continuaba caminando como si el mundo a su alrededor hubiera desaparecido. Clef se detuvo por un momento y miro hacia el suelo – Lo lamento… se lo que esto significa para ti… yo… yo debí de hacer algo…

Subaru continúo caminando como si no hubiera escuchado y el remordimiento del Guru aumento en intensidad.

Justo cuando la figura del dragón estuvo a punto desaparecer de su vista, este se detuvo.

Miró hacia el cielo bañado en oro y llamas ardientes, hubo un silencio que a Clef le pareció una eternidad y cuando comenzaba a pensar que este por fin se había desconectado de este mundo por completo, Subaru hablo:

No tienes nada que lamentar – Dijo con voz tranquila, aun mirando el cielo – Lo sabia… sabia que ella iba a intentar hacer algo así… sabia que no me quería cerca cuando lo hiciera, por eso me pidió que me quedara atrás… Y lo intente… - La voz del dragón se quebró por un segundo, pero inmediatamente continuó - Pero al final me aferre a ella y perdí todo mi control…Pero como siempre Hokuto se salio con la suya… siempre lo hizo. No hubo una sola vez en la que yo pudiera superar su terquedad.

Guru Clef permaneció en silencio, no sabia que decirle, no sabia como hacerle sentir mejor, esto era algo que el joven tenia que arreglar por si mismo…

Te debo las gracias. – Dijo subaru, súbitamente.

Guru Clef le miro atónito, mientras este le explicaba que si no hubiera sido por el, probablemente Hokuto no hubiera podido librarse de la sombra en la que Curwen la había atrapado.

Reanudando su camino le volteo a mirar y algo que parecía una sonrisa apareció en su rostro.

Caminaron en silencio hasta que llegaron a las afueras de la ciudad donde el resto del grupo les esperaba ansiosos.

Mientras los demás le explicaban a Clef de la desaparición de Satsuki, Subaru subió a la plataforma halada que había vuelto a re-aparecer gracias a los poderes del Guru. El Sakurazukamoria cruzo miradas con el médium y entonces lo supo… Hokuto había muerto…

Se puso sus lentes oscuros en señal de condolencia y le dio su espacio… Este no era el momento… aun no… tendría que esperar a arreglar los asuntos pendientes que aun tenían.

El sol había caído y el cielo estaba cubierto por estrellas brillantes, cuando Clef presintió que algo malo estaba sucediendo en Céfiro.

Tenemos que Ir a la torre de Tokio de inmediato, me temo que algo esta sucediendo en Céfiro. – Les informo el mago.

Todos subieron a la plataforma, preparándose para lo peor.

¿Qué esta sucediendo¿Acaso el enemigo ah atacado? – Pregunto inquieta Kaoh.

No estoy seguro – Contesto Clef vagamente – La barrera entre nuestros mundos no permite saber exactamente cual es el problema… pero de algo estoy seguro: Algo cambio.

Nadie se atrevió a preguntar nada mas, habían aprendido a tenerle respeto al Mago y ahora seguían su lideraje sin objeción alguna, sin saber que el mismo Guru Clef se encontraba en aquel momento atormentado por sus propias dudas… Suluhu pensó una y otra vez.

Mientras tanto muy lejos de ellos, en al torre de los ángeles, todos, con excepción de Sakura Kinomoto y Fuuma Monou se encontraban en la cúpula de la torre; Ashura acababa de explicarles todo lo relevante acerca de el sexteto divino y ahora se dedicaba a observar cada una de sus expresiones sin ninguna intención de ofrecerles consuelo.

Hikaru, Umi, Fuu, Tomoyo, Nataku, Kamui, Kerberos, y Yue contemplaban a la diosa frente a ellos que no hacia mas que sonreír, aumentando el resentimiento de cada uno de ellos.

Sus corazones llenos de angustia y terror… si era cierto lo que Ashura les había contado, entonces las posibilidades de que estos salieran victoriosos contra el sexteto divino y sus sirvientes era de un 30 en circunstancias normales, a menos que sucediera un milagro, estaban destinados a perder y ver a todos aquellos que aman, morir frente a sus ojos.

Momentos antes se les había mostrado un contenedor etéreo donde se encontraban las almas de todos los habitantes de la tierra, todas sufriendo como si se encontraran en el mismísimo purgatorio. No había ningún lugar seguro en la tierra para ellos, solo aquel lugar guardado por la diosa y los ángeles, sin embargo esta era como una bomba de tiempo… todos estaban muriendo.

Ashura les había explicado que el alma de un ser humano no podía sobrevivir sin su cuerpo por mucho tiempo y estas finalmente se desvanecerían.

Algunas almas eran más fuertes que otras, y resistían mas tiempo, pero tarde o temprano todas desaparecerían.

Solo el alma de aquellos seres humanos que habían sido entrenados como chamanes y brujas, tenían la capacidad energética de sobrevivir sin su cuerpo físico y todas estas almas habían partido lejos de la tierra, desinteresados del futuro de las almas comunes eh ignorantes.

Todos habían escuchado los lamentos de las almas y descubrieron con horror, que el cementerio a faldas de la torre se extendía poco a poco con forme una alma mas se desvanecía…

Eso los ponía en una situación aun más difícil, puesto que no tenían mucho tiempo que perder.

Se les fue explicado también sobre los guardianes de la tierra, aquellos que habían expulsado al sexteto divino hace muchos milenios atrás. Seres nacidos directamente del cuerpo del Creador de los mundos, seres con poderes lo suficientemente fuertes como para derrotar a los terribles dioses primordiales. Sin embargo, cuando el creador dio paso a la era de los humanos, estos decidieron bajar a la tierra eh incorporar sus esencias a la misma naturaleza perdiendo así sus conciencias, y existiendo únicamente como fuerzas en el ambiente.

Fue así que fueron naciendo criaturas dotados con los poderes de los guardianes… los primeros fueron las deidades de los elementos, con un gran porcentaje del poder original de los guardianes; estos fueron: Lexus, Ceres, Windam y Gaia. Los primeros tres en Céfiro y el último en el Mundo místico.

Después nacieron los pilares, hijas de los guardianes, aquellas con el poder de la voluntad y el amor.

Posteriormente vinieron los arcángeles que poseían los poderes de los elementos.

Y finalmente nacieron humanos con poderes similares al de los guardianes: Magos, hechiceros, chamanes, dragones y tréboles.

Todos juntos constituían el poder de los guardianes, solo así, existía la posibilidad de reunir el suficiente poder mágico como para expulsar a los 6 primordiales.

El problema era que los primordiales siempre aparecían en lugares distintos al mismo tiempo, ocasionando que el grupo de guerreros se separara, algunos habían muerto ya por causa de esto, y otros… los hijos de los elementos serian reclamados por las mismas deidades oscuras.

¿Como podrían entonces proteger a la tierra y a Céfiro al mismo tiempo sin separarse?

¿Acaso uno de los planetas tenia que ser sacrificado?

No! No podían pensar en algo así. Tenía que haber otra forma, pensaban una y otra vez.

Después de un largo silencio, Hikaru fue la primera en hablar:

Dime una cosa mas Ashura-Sama – Dijo dando un paso al frente. – Estos guardianes de quienes nos hablas… ¿son los mismos que los guardianes de Céfiro? Aquellos que protegen las leyes rigurosas del pilar.

Ashura la miro con una sonrisa, y dijo simplemente: Si y NO.

Todos la miraron con exasperación¿Qué tipo de respuesta era es?

Pero Ashura se negó a decir mas, diciendo que no era el momento apropiado para explicar eso.

Las guerreras mágicas se miraron una a otra y sin decir ninguna palabra, las tres pensaron en lo mismo¿Qué había del creador de los planetas?

Cuando Hikaru había sido elegida como pilar y Águila rechazado, todos pudieron ser testigos del gran poder que el creador tenia.

No sabían si el creador ERA Nikona, o el creador se había comunicado a través de Nikona; eso aun continuaba un misterio para ellas, pero aun así, si la situación era tan critica como les había dicho la diosa de la guerra, entonces ¿Por qué el creador no aparecía y les ayudaba? Seguramente este era muy poderoso.

Pero viendo que Ashura no era de gran apoyo, decidieron no comentar nada con los demás hasta que lo hubieran consultado con Guru Clef y Esmeralda.

Creo que es hora de que todos ustedes se reúnan con sus compañeros en Céfiro – Dijo finalmente Ashura, después de un largo silencio – Como ya saben es mejor si están todos juntos.

¿Pero que hay de Sakura? – Pregunto una preocupada Tomoyo.

Ella tiene aun tiene cosas que resolver aquí.

Yo no me iré de aquí sin me ama – objeto Kerberos, apoyado por Yue, quien contemplaba a la diosa con una mirada gélida.

Y yo no partiré sin Fuuma! – Declaro Kamui.

Déjense de juegos – Dijo súbitamente enojada - Fuuma también tiene que arreglar asuntos personales… si el no logra dominar el poder del Kamui de los dragones de la tierra entonces será completamente inútil y se convertirá en una inconveniencia para la pelea… Si quiere ser "el Kamui" tiene que tener suficiente claro que ese poder dentro de el es una esencia individual y muy poderosa que tendrá que manejar y si no puede…

¡NO ME IMPORTA LO QUE TU DIGAS! – Se enfureció Kamui - SI ESE ARCÁNGEL NO LE DEVUELVE SU CORAZÓN, JURO QUE LES MATARE A TODOS.

Kamui-San tiene razón – Intervino Hikaru, con mas amabilidad. – Tu misma lo has dicho, esta no es una pelea individual, y si no nos apoyamos unos a otros entonces no tiene sentido que sigamos peleando.

Todos Asintieron a favor de Hikaru y Kamui.

Ashura les miro por un momento y finalmente accedió a sus peticiones, pero antes que los guerreros pudieran salir de la habitación pudieron sentir un cambio en el ambiente:

El primero fue la expiación de un poder a través de las dimensiones y el segundo fue la desaparición de Fuuma.

Y frente a los temerosos jóvenes aparecieron los cuatro Arcángeles.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Fuuma estaba agonizando sus últimas bocanadas de aire, mientras que el arcángel de la tierra – acuclillado a su lado, sostenía su aun latiente corazón.

Ah llegado la hora de que dejes salir al Kamui Oscuro y es hora también de que me demuestres que eres capaz de controlar su poder – Fuuma escuchaba mientras su piel se ponía más pálida a cada segundo que recurría. – El Kamui Oscuro es aquel que va en contra el deseo de dios, ese fue el propósito de su creación, para contrarrestar el poder del verdadero Kamui. Pero en esta ocasión lo necesitamos a los dos del mismo bando; ahora tienes que comprender que su poder naturalmente se opondrá al Kamui de los dragones del cielo, así que esta en ti en controlarlo … de lo contrario tomare tu corazón y morirás. ¿Me has entendido?

Fuuma asintió débilmente y entonces Ranshuu puso el corazón de vuelta en su pecho; este se levanto aun muy agotado por la dolorosa experiencia.

Se que aun te encuentras agotado, pero es necesario que partas ahora mismo.

¿Qué¿Dónde¿Qué debo hacer?

Como tu primera prueba quiero ver si eres capaz de proteger a aquella muchacha a la que tu alguna vez mataste con tus propias manos como el Kamui Oscuro.

Los ojos de Fuuma se abrieron con terror, Kotori , con dificultad se puso de pie y miro a Ranshuu con determinación.

Este sonrió levemente: Entonces es hora… despierta al Kamui en ti y deja que tu fuerte determinación te lleve a Céfiro.

Fuuma cerro sus ojos y se concentro… tenia que hacerlo… tenía que lograrlo.

Su cuerpo tembló en convulsiones y un dolor intolerable se apodero de su cuerpo. Su corazón latiendo rápidamente.

Kotori me necesita, tengo que lograrlo… mi hermanan me necesita…. Tengo…. Tengo… TENGO QUE LOGRARLO; KOTORI!

Su pecho brillo con intensidad y en su espalda aparecieron un par de alas blancas que le envolvieron el cuerpo en forma de capullo; finalmente, las alas se deshicieron en plumas dejando ver que el cuerpo de Fuuma había desaparecido.

Instantes después apareció en el bosque del silencio; su cuerpo inmerso en dolor y cansancio, pero no era tiempo de preocuparse por ello, Kotori estaba en peligro.

Con dificultad, camino hacia la piedra negra pero se encontró con que esta estaba guardada por 4 hombres encapuchados.

No pasaras , dijeron los cuatro a la vez.

Fuuma les contemplo con asco¡No tenia tiempo para esto!

Fuera… FUERA… de… MI CAMINO! – la rabia le consumía, perdiendo el control, y por unos breves instantes, sintió el grandioso poder del Kamui oscuro emanar por su cuerpo, sintió aquel instinto asesino, aquel instinto de eliminar todo a su paso.

Y así como si nunca hubieran estado ahí, los cuatro hombres desaparecieron, hechos trizas, por el poder del dragón de la tierra.

Respirando agitadamente, Fuuma sintió su pesado corazón latir dentro de su corazón… y se recordó que tenia que aprender a controlar aquel poder si deseaba ayudar a Kotori, tenia que dominar al dragón dentro de si, si deseaba continuar junto a Kamui… tenia que hacerlo.

Toco la piedra.

Todo a su alrededor desapareció y se vio cubierto por las tinieblas, su cuerpo helado, tal y como cuando Ranshuu tomo su corazón.

Frío, tan frío.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Sakura miro a el techo de piedra con una mezcla de tranquilidad y tristeza… todo esto era tan confuso… le estaban inyectando un mar de información tan rápidamente que la mareaba.

¿Acaso era todo esto lo que Shaoran había estado aprendiendo en su entrenamiento? Por supuesto, después de todo el era el jefe de los Li.

Sakura suspiro. Entonces todo este tiempo… Eriol y Shaoran siempre se estuvieron entrenando, siempre estuvieron aprendiendo y ella… ella era una tonta, no merecía llevar el nombre de maestra de cartas.

Con esa actitud no llegaras a nada – Le dijo Gabriel.

Lo se – Dijo Sakura con una débil sonrisa – Por favor continua enseñándome.

Quiero que te quede muy claro que todo este tiempo has soportado la transición gracias a tu gran poder, yo no eh hecho mas que transmitirte la información básica que todo hechicero debe saber… pero ahora es tiempo que aprendas sobre tu propia magia… tienes que aprender las formas diversas que puedes controlarla – Gabriel hizo una pausa y miro de cerca a la jovencita frente a el – Te advierto que puede ser algo peligroso, si tu mente no es lo suficientemente fuerte puede que te quedes atrapada en otro plano y no puedas regresar a tu cuerpo. Estas segura que quieres continuar.

Los ojos de sakura resplandecieron con decisión y asintiendo con la cabeza, dijo: - Quiero volverme fuerte, para proteger a todos aquellos que amo, para proteger esta tierra… ¡Quiero ser fuerte! Se que soy una niña miedosa, se que siempre eh dependido de los demás para todo; si no hubiera sido por Shaoran y Eriol, tal vez nunca me hubiera convertido en la maestra de cartas, pero después de conocer a todos estos guerreros, me eh dado cuenta que no hecho mas que vivir en comodidad y privilegio, no se realmente que es verdadero sufrimiento, no sabia absolutamente nada… y ahora… ahora solo quiero tener el suficiente conocimiento para protegerlos a todos… no quiero que nadie sufra, no quiero ver morir a nadie mas… no quiero que se vuelva a repetir algo como lo que le sucedió a Umi.

Gabriel la miro silencioso y aprobó con su cabeza eres digna de ser amada por nuestro señor Caso siguiente, el arcángel le extendió su mano indicándole que era hora.

Reuniendo todo su valor, Sakura tomo su mano.

Por un momento sintió un extraño hormigueo recorrer su palma y extenderse a su brazo y después a su pecho, finalmente todo su cuerpo estaba entumecido.

Gabriel había desaparecido y todo a su alrededor se había convertido en tierra árida y tiniebla.

"Eh aquí señora de las estrellas, Sakura Kinomoto", Era la voz de Gabriel que la había presentado.

Ahora todo dependía de ella, sabia donde estaba, si, lo había aprendido hace poco, estaba en el limbo de las tinieblas, un lugar entre el mundo de los vivo y el mundo de los muertos.

Un lugar donde iba a buscar a un espíritu con quien crear un pacto de poder.

Todo a su alrededor era niebla, no había manera de ver absolutamente nada y no podía usar sus poderes sino hasta que encontrara al espíritu correcto. Tenía que basarse en una señal para escogerlo, tenia que ser extremadamente cuidadosa, puesto que si escogía el espíritu incorrecto para ella, esto significaría la muerte o incluso algo peor.

El problema ahora era¿como interpretar la señal correctamente?

Camino por unos segundos hasta que topo con pared sólida, parecía una montaña, pero no podía estar segura, la niebla le impedía ver mas haya de unos cuantos centímetros; estaba apunto de darse la vuelta y continuar su camino cuando algo en la roca cambio, esta se volvió translucida como un espejo y en ella vio un jardín donde habían dos personas, una de ellas era el jefe del Clan Li: Shaoran y la otra era ella misma.

Pero… ¿Qué es esto? – Se sorprendió.

Ahí estaba el hombre que le había roto el corazón, el hombre que la había abandonado, el hombre al que había amado tanto… no… el hombre que aun amaba.

Había tanto dolor dentro de ella que se negaba siquiera a pensar en el, no después de lo que vio aquel día en que todas sus ilusiones se habían venido abajo. Pero por alguna razón no podía dejar de verlo a través de ese espejo.

Estaba envuelto por una extraña sombra negra que le tenia agarrado el corazón.

Sakura se asusto¿Acaso esto era real¿Acaso justo en aquellos momentos

Shaoran estaba en peligro con alguien que pretendía ser ella?

Un vació se creo en su estomago¿Y si esta era la señal que estaba buscando?

Sakura miro el rostro de Li, se veía tan cansado.

Cerrando los ojos con dolor, Sakura se alejo de la imagen… No, no, este no era la señal.

Lo siento Shaoran… No puedo ayudarte.

La imagen desapareció y sakura se alejo con una lágrima en su mejilla; no se había recuperado aun cuando llego a la orilla de un lago congelado.

Se agacho para poder ver a través de la niebla cuando vio el rostro de Eriol cubierto por nieve, no podía ver absolutamente nada más, pero pudo presentir otras presencias poderosas que rondaban a la reencarnación de Clow.

Sakura se asusto, se veía incluso mas cansado que Shaoran y había algo en su expresión que le daba miedo, era como si toda la vida se hubiera salido de los ojos azules del mago.

Estaba apunto de tocar la superficie del hielo decidida a tomarla como la señal e ir en ayuda de Eriol-Chan, cuando el rostro de este se volteo hacia ella como si realmente pudiera verla y le sonrió tristemente.

El corazón de Sakura se rompió en mil pedazos, este no era la señal, y no había nada que ella pudiera hacer para ayudar a su querido amigo.

Pero tenia que continuar, si no encontraba al espíritu correcto nunca podría ir a ver a ninguno de los dos, así que lo único que podía hacer por el momento era rezar que ambos superaran las adversidades por las cueles estaban pasando.

Camino y se perdió entre la niebla, buscando por la señal correcta.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Suluhu se hallaba en uno de los balcones mas altos del castillo, su mirada clavada en el los ojos púrpura del hombre que le miraba tristemente desde el jardín.

Ninguno dijo nada por el momento, era claro que él entendía perfectamente lo que sucedía.

No podía continuar dormida, no ante aquella horrible guerra, no le importaba ser castigada por desobedecer las reglas de los guardianes; esa era la menor de sus preocupaciones, su vida ya no significaba nada para ella.

Durante aquellos largos años de letargo, Suluhu había pensado que todo estaba en paz, a pesar de la trágica muerte de la princesa esmeralda y el sacerdote Zagato, Céfiro había logrado convertirse en una tierra libre de los guardianes, libre de todas aquellas estupidas reglas, y todo gracias al nuevo pilar.

Pero desde la reaparición de los Primordiales, Céfiro volvió al comando de aquellos "guardianes", volvió al viejo sistema de antaño en donde el planeta tenía que ser sostenido por un pilar.

Así, que a pesar de las advertencias de su querido hermano, decidió romper el hechizo que la ataba al sueño y regreso a pelear por aquello en lo que su corazón creía era lo correcto.

Suluhu… - La profunda voz de de Zagato la saco de sus pensamientos - ¿Sabes perfectamente lo que implica lo que has hecho?

Ella asintió.

Clef se pondrá muy triste¿Acaso no te importa?

Suluhu lo miro por un largo tiempo y finalmente le respondió con el mismo tono:

Latiz se puso muy triste cuando tu tomaste tu propio camino… eso no quiere decir que no te importara ¿O si?

No has cambiado nada – Sonrió – Sigues tal y como te recuerdo… Maestra.

Suluhu respiro tristemente: - Seria mejor que entraras al castillo, ellos pronto llegaran.

Zagato la contemplo por unos segundos, sabia que ella no hablaba del príncipe y los demás guerreros, era hora de volver a luchar, después de todo este tiempo…

Con una sonrisa triste, Zagato llamo a Innova con una señal de su mano y se dirigieron hacia una de las entradas del castillo, pero antes dirigió una ultima mirada hacia al balcón.

Bienvenida, Sacerdotisa de Céfiro.

La mujer en el balcón le hizo una reverencia, su largo cabello lila derramado sobre sus hombros.

Suluhu, Sacerdotisa de Céfiro estaba de vuelta.

Zagato estaba a punto de continuar su camino hacia la entrada principal del castillo cundo decidió que lo mejor seria entrara por una de las puertas ocultas que muy poca gente usaba, de esa forma nadie le vería y puesto que había encubierto su presencia, nadie sentiría su poder mágico, además lo mas probable es que todos estarían mas interesados en la aparición de la sacerdotisa que no notarían a dos extraños moverse detrás del escenario.

No estaba listo para ver a Esmeralda aun… en realidad no estaba seguro que quisiera que ella supiera que el estaba vivo, no quería que por su culpa ella sufriera nuevamente.

Sus atormentados pensamientos fueron interrumpidos por Innova que le había dado una palmada en la espalda.

Se que esto es duro para usted, pero no pierda los ánimos, estoy seguro que todo se resolverá con el tiempo.

Gracias – Sonrió Zagato – Será mejor que preparemos el hechizo… Los primordiales están a punto de cruzar hacia Céfiro y el Mago del mundo místico no podrá sólo contra un dios primordial.

Ambos se dirigieron hacia el estudio de Guru Clef, Zagato se puso de rodillas en medio de la habitación mientras innova escribía unos símbolos, en forma de circulo, alrededor de él.

El Sacerdote saco de su bolsillo una pequeña bolsa de cuero y de ella saco unas hierbas de color marrón que procedió a meterse a la boca.

Los elfos de Zorwin, les habían dado aquellas hierbas. Según sus creencias estas tenían propiedades especiales que le pondrían en un transe adecuado para realizar el hechizo de protección que ellos mismos le habían enseñado.

Era un hechizo que requería de mucha energía mental y física y además no estaba completamente seguro de que el encantamiento saldría exitoso puesto que no había tenido el tiempo de practicarlo, solo podía tener fe en que todo saldría bien.

Innova había comenzado a quemar nueve tabillas de incienso y el aire de la habitación ya se había impregnado con su dulce olor.

Zagato se desato su largo cabello, ya no había tiempo de completar las demás formalidades del ritual, Uno de los sirvientes "humanos" del Sexteto divino había llegado a Céfiro y pronto atacaría el castillo.

Ahora solo le quedaba rogar por que el Mago de cabellos azules soportara el tiempo suficiente contra Shubnigurath.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Satsuki contemplaba al hombre que acababa de entrar a la habitación de los gemelos, era alto vestido con un traje negro y túnica blanca enzima. Era de cabello rubio pálido y ojos ámbar, ojos tan gentiles y tristes al mismo tiempo, sentía que podía ahogarse dentro de aquellos ojos.

Te esperábamos, Satsuki Yatouji - sonrió el hombre – Yo soy el Comandante general de Autozam, Eagle Vision.

Satsuki miro a Eagle y luego a los gemelos, aun estaba confundida.

¿Autozam?

Ese es el nombre de este planeta, se encuentra muy cercano a Céfiro. – dijo a modo de explicación.

Ahora entendía¿con que Autozam? Había escuchado a las guerreras mágicas hablar sobre los planetas vecinos y de alguna manera se imaginaba que entonces esta gente también estaría involucrada en la guerra.

Podré explicarte todo lo que quieras mientras te enseño las instalaciones del edificio. – Le dijo el comandante mientras le hacia una señal a los 2 tréboles para que les acompañaran - Aquí en autozam, nuestra especialidad es la tecnología y a través de ella queremos aportar nuestro granito de arena a esta guerra que se esta dando en céfiro y el mundo místico.

Satsuki escuchaba atenta sin interrumpir mientras observaba las maquinarias complejas que había alrededor del edificio.

Ahora te preguntaras ¿Cómo, Pues bien, En medio del edificio hay un cuarto donde se encuentra una jaula de oro y dentro de ella se encuentra un Trébol de cuatro hojas, el único de su especie que pose un poder mágico impresiónate. Ella se encuentra dormida dentro de la jaula y sus sueños alimentan la energía de la jaula.

¿Me quiere decir que no pueden abrirla?

Así es – respondió Eagle – Por lo menos de una manera convencional, pero eh desarrollado un programa que puede abrirla, pero para echar a andar el programa, necesito de tres maquinistas y dos llaves.

Entiendo – Dijo Satsuki, quieres que yo junto con A y Ran te ayudemos a controlar el programa.

Así es – Asintió Eagle con una sonrisa.

¿Y que son las llaves?

Las llaves deben de ser dos humanos, uno de ellos debe de tener un poder mágico que aun no haya sido desatado y el otro debe poseer una configuración energética transformable, de esa forma lograremos que pueda atravesar la jaula.

¿Cuándo comenzamos?

Aun no podemos – Dijo Ran - aun nos falta una de las llaves.

Satsuki se acomodo las gafas: - ¿Donde esta aquella chica? La que me trajo aquí desde la tierra.

Sígueme, ella debe de estar en estos momentos con una de las llaves – Le dijo Eagle doblando hacia la izquierda, atravesando de unos laboratorios y desembocando hacia un elevador.

Recuerdo que me dijo que su nombre era Chi – Dijo la dragón - ¿Qué es ella exactamente?

Chi es un Chobit – Le contesto A – Es una computadora conciente de si misma y capaz de sentir igual que los seres humanos, es la computadora mas avanzada que se haya construido.

¡Un Chobit! – Exclamo Satsuki, asombrada – Pero yo pensé que todos habían sido destruidos, Neuromancer fue el último, el mismo se autodestruyo.

Chi es una niña muy especial – dijo Eagle con un tono paternal – Gracias a ella es que podemos llevar acabo el programa CAGE-x07, ella es la única computadora capaz de soportar dicho programa sin formatearse automáticamente.

El elevador se había detenido en el piso 102 que consistía enteramente de un Invernadero.

El olor a tierra fresca, agua y néctar llego hasta las narices de Satsuki, quien olía con interés; era extraño… este olor le parecía tan foráneo como los mismos dioses primordiales. Desde que tenía uso de la razón, lo único que podía recordar era estar rodeada de computadoras y científicos avariciosos; vivió una vida sin ningún propósito personal, aburrida del tipo de vida que llevaban el resto de los seres humanos ella se había concentrado únicamente en desarrollar su potencial con las maquinas. No le interesaba absolutamente nada, hasta que conoció a Yuuto Asagui.

Observo a los tres hombres que la acompañaban, cada uno era muy diferente del otro, pero al igual que ella habían nacido con afinidad a las maquinas.

A… el ni siquiera tenia un nombre, al parecer esto no era de ninguna importancia para el. Sus ojos reflejaban una mezcla de indiferencia al mundo.

La forma en que miraba a los simples empleados del edificio era como si estos no valieran nada en absoluto, a los únicos a los que miraba de forma diferente era a su hermano, al comandante de Autozam y a ella misma, pero fuera de eso, podría decirse que detrás de aquella fachada de eterna tranquilidad y indeferencia, se ocultaba una locura sin limites.

Satsuki suspiro con tristeza, puesto que de alguna forma ella era como el.

El otro gemelo, el llamado Ran era mas complicado que A, no podía descifrarlo completamente… el era diferente, su mirada triste reflejaba la necesidad de otras gentes aparte de ellos mismos. La única manera de saber exactamente era preguntándole a el mismo.

Eagle Vision era completamente un enigma, sus ojos eran tan tristes pero tan tiernos al mismo tiempo y su siempre eterna sonrisa… No podía comprenderlo.

De alguna forma, con ellos, se sentía a gusto.

Finalmente los cuatro llegaron a un círculo de bancas, en el centro había una fuente donde estaban dos personas, una era Chi, y el otro era un hombre de cabello negro bastante alborotado.

¡Eagle! – La muchacha de largo cabello rubio corrió a abrazarlo.

¿Cómo estas pequeña? – sonrió el comandante – espero que no hagas muchas travesuras.

Chi se porta bien- La chica volteo a mirar a los demás – Buenos días Ran, A… Satsuki.

Eres tu – Satsuki se quedo muda por un instante – No puedo creer que seas un chobit.

Chi sonrió sin responder.

¿Ya te sientes un poco más en casa? – Satsuki escucho a Eagle dirigirse al otro hombre.

No creo poder acostumbrarme nunca a este lugar – le contesto serio.

Ya me lo imaginaba – Mofo el capitán – pero permíteme presentarte a Satsuki Yatouji, ella es la maquinista que estábamos esperando, es uno de los dragones de Tierra de tu mundo. - El hombre movió la cabeza en seña de saludo. – Satsuki, el es una de las llaves, su nombre es Toya Kinomoto.

Satsuki lo observo unos segundos, había algo en el que le recordaba a Sumeragi.

¿Kinomoto? Me suena tu nombre

Hay mucha gente en Japón que se apellida Kinomoto – Respondió secamente.

Cualquiera se hubiera ofendido ante su respuesta, pero Satsuki que tenía un humor bastante parecido al de Toya, no le vio nada de malo al comentario.

Si no les importa yo me retiro, me siento algo cansado – Se excusó Toya.

Si necesitas algo házmelo saber – Le dijo Eagle con preocupación, mientras lo veía alejarse.

Eagle y Toya se habían vuelto buenos amigos desde que se conocieron, Toya le recordaba a su buen amigo Latiz y en el caso de Toya, Eagle le recordaba Yukito.

Sabía que lo que tenía Toya no era más que preocupación por su hermana pequeña Sakura y eso no se le quitaría hasta que pudiera verla.

Eagle suspiro: - ¿Por qué no vamos todos a comer algo y así podremos continuar hablando? – Sugirió.

Si – Chi se colgó del brazo de Eagle.

Como quieran – dijo A.

Y de esa forma el grupo de cuatro se dirigió al piso 97.

Mientras tanto Toya se había tirado de bruces sobre la cama, no soportaba aquella situación ni un minuto mas, si no escuchaba de Sakura rápido se volvería loco.

Se sentía tan impotente al no poder hacer nada por ella, sabia que desde niña sakura siempre se pudo cuidar de ella misma, pero por lo menos tenía la tranquilidad de siempre tener un ojo sobre ella, pero ahora sentía que le habían arrebatado lo que mas amaba en esta tierra.

Tenia que verla, tenía que hablar con ella…

Sabia que dentro de el tenia un poder mágico, tal como sakura su madre y su padre, pero nunca lo había usado propiamente, nunca realmente le intereso desarrollarlo a su máximo, pero ahora sentía la ferviente necesidad de sacarlo de su pecho si eso le ayudaba a encontrar a Sakura.

Se había quedado dormido… y en su sueño vio a Sakura sentada en una banca, rodeada de un aura pálida, radiante únicamente en soledad.

Quería ir hacia ella y abrazarla.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Mientras tanto en Céfiro, los cuatro dragones, el príncipe y Spinel sun se dirigían a toda velocidad hacia el centro del bosque del silencio.

Había algo bastante raro en el ambiente era como si hasta el mismo viento tuviera miedo de soplar, una sensación completamente indescriptible.

Las sombras mas espesas y la luz más brillante, era como si todo el escenario destacara drásticamente en un cuadro irreal de colores imposibles, pero que al mismo tiempo daba la impresión de que podría romperse en cualquier segundo.

Los caballos ya se habían empezado a inquietarse, pero entre mas se adentraban al bosque mas difícil era controlarlos, hasta que hubo un momento en que su frenesí era tanto que sus jinetes tuvieron que saltar de sus lomos y dejarlos huir.

Y entonces lo vieron, vieron al autor de aquella tórrida imagen, aquel que había espantado a los caballos, aquel que trajo terror a la tierra misma.

Ahí parado frente a ellos estaba la figura de una ser de piel tan oscura como el carbón y pupilas tan negras como la noche.

Cuando el ser les vio, les sonrió, y sus dientes blancos contrastaron terriblemente con su piel, eh inmediatamente, sin dejarles reaccionar, el ser se disolvió en las sombras y se alejo de ellos a una velocidad increíble.

¡Fue una trampa! – Exclamo el príncipe, lleno de rabia – ¡Se dirige al castillo!

Tenemos que regresar en tal caso, y rápido – Se apresuro a decir Karen.

No ustedes continúen, Yo regresare – Les ordeno Ferio.

Pero… - Seichiro no pudo terminar su frase, puesto que el príncipe le había interrumpido bruscamente.

Hiragizawa los necesitara más que yo.

Y con esas palabras, puso dos dedos en su boca y chiflo fuertemente; casi inmediatamente en el cielo apareció una ave lo suficientemente grande para cargarlo a el.

Ferio los miro una ultima vez, haciéndoles entender que su misión no era mas que asegurarse que la piedra negra fuera destruida, y entonces desapareció en el cielo.

Ferio estaba furioso consigo mismo¿como pudo abandonar el palacio y dejar a Esmeralda sola¿Cómo pudo ser tan descuidado de no darse cuenta de que una vez que todos estuvieran fuera, los primordiales intentarían atacar al pilar?

En el pasado, no tuvo más opción que sentarse y ver como su hermana moría, pero esta vez no seria así, no importa lo que implicara no dejaría que nadie le hiciera daño.

Sin perder tiempo, puesto que ya empezaba a distinguir las torres de cristal del castillo, Ferio saco una pequeña daga de sus botas, y abriéndose la túnica, coloco la daga sobre una pequeña cicatriz que tenia arriba del ombligo y delicadamente la abrió con el filo de la hoja.

Haciendo caso omiso del dolor, metió su dedo dentro de la herida y saco una pequeña canica de oro.

Así que ya no podré volver a ser un humano común y corriente… - Dijo mientras observaba la canica envuelta en sangre – Ya no importa… tarde o temprano tendría que aceptar mi verdadero rol como Príncipe.

Recordaba lo que alguna vez le había explicado Guru Clef sobre esta pequeña canica.

Cuando el nació, unos 5 años después que Esmeralda, La sacerdotisa había detectado en el un poder que venia conectado con aquel del Pilar de Céfiro, un poder que como príncipe de Céfiro, le permitiría conectarse directamente con la tierra madre, poder que lo conectaba a la naturaleza y a todo lo bello que su hermana crearía para céfiro.

Por un tiempo se creyó que ambos hermanos podrían permanecer juntos sin que el equilibrio se rompiera, pero cuando Esmeralda presento la prueba del pilar y fue aceptada oficialmente como este, las cosas cambiaron.

Los guardianes – de los que realmente no se sabe absolutamente nada – decidieron que el amor que Esmeralda sentía por su pequeño hermano era damnifico para el planeta, así que las memorias de príncipe fueron borradas, pero además de eso se le implanto un aparato que bloquearía sus poderes y finalmente le expulsaron del palacio.

Ahora había llegado el momento de usar esos poderes en beneficio de su planeta.

Por otro lado, los demás corrían lo más rápido que podían en dirección de la piedra negra.

¿Qué fue eso? – Pregunto Karen - ¿acaso la piedra ya ah sido activada y los primordiales han entrado a céfiro?

No – Dijo seriamente Arashi – Lo que vimos es Humano.

Fue por eso que pudo entrar a Céfiro – Reflexionó Yuuto – Pero si me preguntan yo creo que este tipo es mas que un hombre, sus poderes eran bastante extraordinarios.

Es el hombre negro – Spinel, que volaba cerca de ellos lucia bastante preocupado – Eriol-sama llego a mencionármelos, son hombres al servició de los primordiales, tal y como Curwen.

Entonces tal vez sea hora de comencemos a preocuparnos – Comento Seichiro.

Los dragones por fin habían llegado hasta el claro donde estaba la piedra negra, que continuaba dando vueltas sobre su propio eje.

Arashi fue la primera en acercarse, pero antes de que pudiera tocarla, una sustancia negrusca y viscosa la atrapo de los pies. La chica intento desatarse con su espada, pero la viscosidad negra inmediatamente tomo forma humana y la aventó violentamente contra un árbol.

Algo me dice que no va a ser tan fácil como nos lo esperábamos – Sonrió Yuuto mientras contemplaba más de esas figuras viscosas surgir del suelo.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Eriol yacía sentado en la nieve, su cabello cubierto de escarcha, y de su frente emanaba sangre, pero a pesar de ese dolor, a pesar de ese cansancio, sostenía el frágil cuerpo de Kotori entre sus brazos.

Por el momento había creado un campo de energía alrededor de ellos, el dorado de su signo mágico brillaba con intensidad, pero estaba seguro de que no soportaría mucho ante el poder de Shubnigurath.

Eriol-San – Kotori se aferro a la túnica del mago – Los vi, los vi como lo mataban. Vi como sacrificaban a un bebe recién nacido, como aquella mujer loca le dio a luz, y como esos hombre estrello su pequeño cráneo contra la cruz.

No te preocupes mas, no dejare que te toquen, no dejare que completen el ritual.

Sangre emanaba de las heridas que el filoso hilo le había hecho en sus muñecas y tobillos, su vestido blanco manchado de carmesí.

Pobre bebe… - Dijo como alucinada.

Kotori¿tienes suficientes energía aun?

Si…Estoy bien… no te preocupes por mi, eres tu el que me preocupa.

Kotori-san, escúchame bien, Puedo sentir el poder del Kamui Oscuro, Fuuma-san ha venido por ti…

¡Fuuma¿Pero como?

Eso no importa ahora… el aun esta muy lejos de nosotros y los shantaks le están dificultando el avance. – Eriol se detuvo por el dolor agudo en sus costillas, podía sentir el poder del dios golpeando su muy débil barrera – No le queda mucho tiempo a mi barrera, así que usare mi poder para transportarte a donde esta Fuuma-san.

¿Pero que ahí de ti? – Chillo la chica – No podemos abandonarte en este lugar.

No me discutas – le dijo sin paciencia - … Una vez que estés con tu hermano, todo depende de ti; la única manera de salir de esta dimensión es a través de tus sueños, Kotori, tienes que usar todo el poder que tengas para trasportarte con tu hermano al sueño de otro dream-watcher¿me has entendido?

Ella asintió asustada.

Eriol coloco sus manos en las sienes de la chica y le comando que sincronizara su corazón con el suyo, su respiración con la suya, sus pensamientos con los suyos.

Por un momento sintió que no lo lograría, podía sentir como el poder de Shubnigurath se abría paso a través de su barrera, pero justo en ese instante el cuerpo de Kotori se desvaneció a tiempo en que su barrera desaparecía y una energía invisible le golpeaba y le revolvía las entrañas, lenta y dolorosamente.

Su cuerpo callo pesadamente en la nieve, que ahora estaba teñida de rojo.

Una sonrisa se dibujo en su rostro.

Era cierto ese maldito dios era increíblemente poderoso, y también era cierto de que le mataría, pero la cabra negra le subestimaba, no era tan débil, al contrario, el poder que emanaba de el incluso en estado moribundo seguía siendo considerablemente enorme.

La cabra estaba a tan solo 10 pasos de el, le contemplaba como si fuera una simple rama tirada en el camino, como a una estupida marioneta que había desperdiciado una grandiosa oportunidad. Así que se estaba tomando el tiempo en matarle, como un científico observando el efecto de un químico en un animal.

Pero gracias a esa ¿curiosidad¿Perversidad? O lo que fuera que tanto miraba la cabra, Eriol tuvo el suficiente tiempo para realizar su último hechizo:

Su báculo resplandeció intensamente - como un metal sobre calentado – y exploto en miles de astillas ardientes como el fuego.

Todo trascurrió tan rápido, y tan lentamente al mismo tiempo.

Las aparentes insignificantes astillas doradas que alguna vez fueron su báculo mágico, se pegaron como imanes a la cruz negra donde Kotori había estado colgada Y momentos después esta se desintegro en cenizas calientes que deshicieron la nieve a su alrededor.

Lo había logrado… La dimensión a su alrededor había comenzado a temblar violentamente, desapareciendo en la misma nada en la que se había creado.

Nuevamente la energía invisible le tomo, esta vez con mucha mayor fuerza y aquella voz etérea volvió resonar dentro de su cabeza:

"No te preocupes Eriol Hiragizawa, no volverás a reencarnar en Clow Reed nunca jamás… tu alma será mía y tu carne se pudrirá a pies del trono negro"

Sangre emanaba horriblemente de su cuerpo, el dolor y la locura le invadían sin control, pero muy detrás de aquel terrible miedo que no ser humano había sentido jamás, yacía aquel consuelo de que pronto cesaría de existir, y este momento seria solo suyo.

"¡NO!" Una melodiosa voz resonó a través de la decadente dimensión, una hermosa voz que le hizo recordar aquel punto de luz dentro de su corazón que le había mantenido vivo durante todos esos años.

Aquella melodiosa voz, le parecía tan familiar…

Todo desapareció en una radiante luz, que hizo incluso retroceder al primordial, y un olor a flor de loto inundo sus sentidos.

¿Acaso esto era lo que llamaban el paraíso?

Y todo aquel poder, todo aquel desorden lo habían sentido Fuuma y Kotori, quienes en ese momento se encontraban lejos de donde se encontraba el desafortunado mago.

Cuando Fuuma había entrado a aquella atroz dimensión, donde todos sus sentidos parecían perder el control ante tal espeluznante realidad, se vio rodeada de numerosas figuras deformes, híbridos atroces llamados Shantaks que no eran mas que mensajeros, ciervos menores de los terribles primordiales, pero que sin embargo no le permitirían llevarse al "sacrificio".

Sintió como el poder del kamui florecía dentro de su pecho, sentía su sangre fría correr por sus cansados miembros… sentía como podía perder el control y destruirlos a todos…si destruirlos, eso no estaba mal.

Miro a los shantaks con desprecio y burla; aquella mirada vacía y fría del dragón de la tierra se apodero de sus ojos.

Destruyo a todos los shantaks a su derecha y a su izquierda con un simple movimiento de su brazo, pero estos fueron inmediatamente suplantados por otros que llegaron inmediatamente y como ratas se aglomeraron todos contra el, tocándola con aquellas asquerosas garras que le quemaban la piel.

Siguió peleando, destruyendo a cientos, pero el número de estos abominables híbridos era interminable.

Tenía miedo, si tenia miedo de que dejara salir todo el poder del kamui volviera a perder el control y fallar la prueba que Ranshuu le estaba poniendo. Pero si no usaba su poder al máximo nunca se desharía de estas pestes, y si no lo hacia entonces nunca podría llegar hasta kotori.

La decisión estaba tomada, tenía que hacerlo.

Nieve y plumas danzaban hipnóticamente a su alrededor, mientras el mataba sin parar a todos aquellos errores de la naturaleza que nunca debieron de haber existido en primer lugar.

Su matanza era cono una elegante danza como aquellas geishas de gion que danzaban tan lenta y apasionadamente ante un espectador invisible, todo esto sin manchar sus ropas con los asquerosos fluidos de las criaturas.

Era increíble como aquel poder le había regresado toda su vitalidad.

No quedaban ya mas que unos cuantos (el resto debió de haber optado quedarse en sus asquerosos agujeros), cuando vio una figura aparecer a no menos de cinco metros de distancia. Una parte dentro de él chillo de alegría, pero la otra simplemente sonrió con malicia.

La chica de largos cabellos color miel le llamo con una mezcla de felicidad y espanto al notar todas la criaturas muertas (y mas aun las aun vivas).

¡Hermano! Ah que bello sonido.

Su cuerpo se movió automáticamente para eliminar a las criaturas más cercanas a Kotori, pero algo salio terriblemente mal.

El dolor se apodero nuevamente de su pecho, un dolor insoportable que lo sacaba de sus casillas. Su cuerpo ya no parecía ser suyo, puesto que se movía sin su consentimiento… peor aun, era como si la conciencia de si mismo se estuviera desvaneciendo poco a poco.

¡El kamui oscuro se estaba quedando con su cuerpo y él, Fuuma, estaba desapareciendo!

Kotori avanzo hacia Fuuma con toda la intención de abrazarle, sus heridas aun sangrando manchaban la nieve bajo sus pies. Su rostro manchado por lágrimas secas.

Era una visón hermosa, paresia una diva flotando hacia el.

Sangre... el olor a sangre...

Fuma observo horrorizado como su brazo sostenía el delicado cuello de su hermana, tan fuertemente que sentía que estaba a punto de rompérselo

Lagrimas frescas brotaron de los ojos de la chica, quien luchaba por liberarse.

¿Hermano? – decía con la garganta oprimida.

Ahhh aquel dulce sonido le rompía el corazón, aquí estaba su hermosa y dulce hermana a la que había venido a salvar y míralo ahora¡estaba punto de matarla!

No, no, Kotori no... no otra vez...no otra vez.

No podía permitir que el dragón dentro de el le quitara a su preciada hermana. Se lo había prometido a Kamui y a si mismo, esta vez lucharía para protegerlos.

Imágenes de cuando eran niños le vinieron a la mente, eran todos tan inocentes, llenos de felicidad, felicidad que la guerra les había arrancado cruelmente.

Dulces voces, dulces sonrisas...

La mano de Fuuma se aflojo y Kotori se libero de él desesperada por tomar aire.

Kotori... – Fuuma luchaba por mantener a el Kamui bajo control, pero el dolor era intolerable – No puedo controlarlo... se esta apoderando de mi... cada vez veo menos.

¡Hermano! Tienes que resistir.

No puedo... supongo que no soy tan fuerte como pensaba... – Fuuma callo en sus rodillas – Tienes que alejarte de mi... no quiero verlo lastimarte.

NO – Kotori se arrodillo junto a el y lo abrazo – No te abandonare, nunca. Fuuma yo creo en ti, se que puedes lograrlo.

El olor a sangre le estaba volviendo loco.

Yo creo en ti.

Que hermosas palabras eran aquellas, que dulce era estar entre sus brazos.

Cerro sus ojos y dejo que la negrura lo tragara; sintió como su cuerpo comenzaba a temblar, sintió como el Kamui luchaba por salir.

Siempre estaremos juntos, no importa lo que pase. – Su voz le llegaba de muy lejos.

No te dejare salir, este es mi cuerpo y tu pelea hace mucho que termino, ahora es mi turno de pelear, este es nuestro poder, este es mi poder, y tu dejaras de existir

Sintió su negación.

No tienes razón para existir

La energía se movía dentro de él como un animal salvaje.

No quería convertirse en un monstruo, no quería ser el niño débil que siempre tendría que depender de los demás.

No podía fallar, Kotori confiaba en el, Kamui confiaba en el... No podía fallarles. Además se lo debía a todos los dragones del cielo y de la tierra; Nataku tenia todo el derecho de odiarle, después de todo el uso el amor y al fidelidad que el le tenia, lo uso y lo mato, así como mato a muchos otros eh hizo sufrir a aquellos que los amaban.

La tierra comenzó a temblar violentamente, y el panorama que les rodeaba comenzó a distorsionarse grotescamente. Los shantaks que quedaban comenzaron a huir en todas direcciones como hormigas asustadas.

Eriol lo logro... – Escucho a su hermana susurrar, sus brazos aun alrededor de el – El me salvo...

Ahora estaba en deuda con alguien más. No importaba que tan fuerte fuera el Kamui, su amor por su hermana siempre seria más grande.

Una luz brillante apareció de la nada, tan brillante que incluso atravesó los ojos cerrados de Fuuma. Se sentía tan bien...

La paz lo inundo, era como si volviera a ser un niño. Abrió sus ojos y abrazo a su hermana mientras sonreía despreocupadamente, el dolor había desaparecido, el Kamui había cedido a su deseo, tal vez no permanentemente, pero ere el primer paso.

Vayámonos, salgamos de aquí... regresemos a Céfiro – le dijo sin dejarla de abrazar.

¿Qué hay de Eriol-san?

Estoy seguro que el, como nosotros, puede sentir esta luz. Debemos dejar que el escoja su propio camino, nosotros no podemos hacer nada mas.

Con tremendo pesar Kotori cerró sus ojos y abrió la puerta hacia los sueños, era hora de irse.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Estaba cansada y harta. De todas las señales que había visto, ninguna era la adecuada¿Acaso era tan inútil¿Carecía de tan poco valor que no era ni siquiera capas de encontrar al espíritu adecuado?

El camino se había vuelo cada vez mas dificultoso, lleno de rocas sueltas y baches que la hacían tropezar constantemente. Sakura ya no podía ver absolutamente nada a través de la densa niebla blanca y su cuerpo estaba cubierto de sudor debido al insoportable bochorno.

Ya estaba a perdiendo las esperanzas, se sentía tan indefensa en este lugar… tan indefensa sin sus poderes mágicos, puesto que estos no eran permitidos en aquel sitio.

Se sentía tan sola…

Caminaba mecánicamente hacia delante sin que ella estuviera enteramente conciente de esto, su mente cegada por la desesperación se había apagado como la luz escaseada de aquel lugar.

Buscaba desesperada los colores en su vida, buscaba la razón por la que no debería de dejarse caer en aquel suelo rocoso, una razón por la que no debería caer en la oscuridad, una razón para no dejar todo en el olvido.

Amor…

Amistad…

¿Eran acaso razones suficientemente fuertes?

¿Es que era acaso lo suficientemente feliz?

No… era por eso que se había vuelto tan débil, era por ello que no encontraba a su espíritu acompañante. Por qué se detestaba a si misma.

Ella era la única culpable, culpable de todas sus desdichas.

¿No seria este el perfecto lugar para esconderse de sus temores¿El lugar perfecto para ser olvidada?

El piso bajo sus pies cedió en una empinada caída, en la que Sakura resbaló hasta que toco el fondo de la depresión.

Su cuerpo inmenso en dolor.

Sangre bañando su blanca piel.

Su pierna torcida.

El intenso dolor la trajo de vuelta a la realidad.

¿Pero que había estado pensando¿Acaso esos pensamientos eran reales¿Acaso su corazón estaba tan sumergido en la oscuridad?

Por un momento no se reconoció a si misma, aquel lugar cubierto de niebla estaba volviéndola loca, le estaba chupando la esperanza poco a poco sin que se diera cuenta y si no hacia algo pronto la dejaría seca.

¿Pero que hacer? Con su pierna lastimada, no podía hacer más que arrastrarse.

Era acaso que estaba destinada a fallarle a todos aquellos que confiaban en ella, a todos aquellos que ella amaba tanto.

Su padre, Toya, Tomoyo, Yukito y Yue, Kerberos, Eriol, Ruby moon y Nakuru, Spinel Sun…. Shaoran.

Sakura cerro sus ojos, quería dormir… solo quería dormir.

Pudo verse a si misma, sola, sentada en una banca del parque pingüino. No había nadie mas, solo ella.

Veía a sus pies, veía sus manos. No podía desviar su mirada a nada más, pero eso no le importaba, sentía que podía estar así por toda la eternidad.

Escucho pasos detrás de ella y luego sintió un cuerpo que se juntaba contra su espalda, pudo sentir su calor.

Por unos momentos no pudo sentir nada más que la respiración del individuo junto a su oreja, hasta que una voz que reconocía le dijo tristemente "Recuerda… Todo estará bien"

Pudo sentir como su torso se volteaba hacia el individuó, pudo ver su rostro lleno de tristeza y amor.

No podía creerlo… ¿Toya?

Abrió los ojos. ¿Qué había sido eso? Toya… pudo sentir el cuerpo de su hermano junto a ella, pudo escuchar su voz y pudo sentir su corazón latir junto al de ella.

¿Había sido real¿Realmente Toya se encontraba en algún lugar lejos de ella, sano y salvo¿O era solo una ilusión producto de su deseo y desesperación?

No podía saber a ciencia cierta. Pero aquel sueño le había reanimado la esperanza, si Toya estaba a salvo, entonces tenia que encontrarlo, y para eso tenia que ser fuerte… Si quería ayudar el triste rostro de Eriol, tenía que ser fuerte; si quería hablarle a Shaoran de nuevo, tenía que ser fuerte.

Sakura miro hacia el suelo frente a ella, estaba cubierto con su propia sangre, que bañaba también una caja de forma irregular y extraña.

El olor a agua y flor de loto le llego fuertemente, podía respirar una paz increíble… ¿Qué era?

Algo le decía que no seria algo que le agradaría saber, y por alguna razón el rostro de su prima y mejor amiga le llego a su mente. Debía ser fuerte.

La caja… Su cuerpo tembló. La caja era la señal… Podía sentirlo.

Sus temblorosas manos abrieron la caja.

Sus ojos se dilataron del asombro… no podía creerlo¿acaso eso era posible?

De la caja había salido una sombra espesa, que se distinguía fácilmente, recortada contra la niebla.

Sakura aun no podía asumir lo que veían sus ojos¡Aquella terrible sombra, Aquella que había sido responsable de tantas muertes humanas, La sombra que había estado atrapado dentro de un viejo templo abandonado, hasta que fue derribado. La sombra que servia y obedecía únicamente al poder de las estrellas… SU poder.

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Gritos se escudaban por todo el castillo, los habitantes de céfiro corrían en pánico y los guardias trataban inútilmente de contenerlos.

Había sombras negras en formas de ramas, que se retorcían por los pasillos del castillo, sombras liquidas y viscosas que se movían como tentáculos.

Era todo tan caótico, que era imposible para Presea y Ascot controlar la situación.

Los techos comenzaban a deshacerse en cenizas calientes, quemados por fuegos invisibles; Los ventanales explotaron en pequeños pedazos, Las fuentes hirvieron como si de volcanes se tratasen y el castillo entero se lleno de ratas negras, tan abominables y espantosas que muchos perdieron la razón de tan solo verlas.

Una sonrisa se dibujo en el negrísimo rostro del encapuchado que no hacia mas que observar el caos que se desataba frente a sus ojos, gimiendo con éxtasis mientras más ratas salían por debajo de su túnica.

No te saldrás con la tuya – Dijo débilmente una voz.

Kanoe estaba atrapada por unos tentáculos negros que se entrelazaban como las ramas de los rosales. Sus ropas rasgadas y su cabello enmarañado.

El hombre negro se acerco a ella, con una diabólica y enloquecedora sonrisa; sus manos duras como el mármol recorrían cada rincón del cuerpo de Kanoe, que no tenía más opción que soportarlo.

Las caricias de hombre negro fueron interrumpidas por el ataque de un grupo de hombres vestidos en traje de gala que le rodearon al mismo tiempo que le atacaban.

Una sonrisa.

Una risa.

Un poder desgarrante...

Los hombres de gala se desintegraron al instante y de ellos no quedo más que unos talismanes que cayeron al suelo.

La mirada del hechicero se desvió hacia el dueño de dichos talismanes: Una mujer de largísimo cabello blanco que se arrastraba por el suelo, alejando las ratas con su poder psíquico.

La sonrisa de aquel hombre se volvió aun más perturbadora.

Hinoto chillo asustada sus poderes eran inútiles contra aquel sujeto y le asustaba saber que era una hombre, pero a la ves NO era hombre. Había algo sobre humano en él, algo espantoso que le hacia recordar sus peores pesadillas.

El hombre negro la levanto por el cuello y la aventó salvajemente contra la puerta eh ignorándola nuevamente reanudo sus atenciones hacia Kanoe, quien se estremeció de miedo y asco.

Mientras tanto, la herida Hinoto, intentaba desesperadamente de comunicarse mentalmente con la princesa Esmeralda, solo ella podría ayudarles y reestablecer la paz en el palacio, pero por mas que lo intento no pudo, había una especie de barrera que le impedía llegar hasta la princesa¿Qué era¿Y por que el pilar no había hecho nada aun? No podía entenderlo.

Pero sus esfuerzos no fueron en vanos, puesto que sus mensajes llegaron a alguien más, a alguien cuyos poderes había percibido aparecer en el palacio un poco antes de que el hombre negro apareciera repentinamente en el castillo.

Ya solo le quedaba esperar que esta persona se apresurara en ayudarles.

Gente moría en pánico, entre escombros, entre roedores y viscosas substancias.

Todo caía entre las cenizas.

Sangre corría por los suelos, y las ratas devoraban cadáveres

Que tristeza.

Zagato trabajaba arduamente en su encantamiento mientras Innova mantenía un campo de energía que los aislaba de aquel infierno.

Su hechizo consistía en cerrar todas las puertas de céfiro, de modo que solo aquellos que la princesa y el príncipe permitieran, pudieran pasar. Pero el hechizo seria inútil si antes no se expulsaban a los indeseados de este mundo; eso quería decir que mientras el mago de los cabellos azules no destruyera la piedra, y la princesa esmeralda no expulsara al hombre negro, el hechizo no seria de ninguna ayuda. Así que se mantenía orando, manteniendo el hechizo vivo hasta que fuera el momento adecuado de liberarlo.

Pero al ritmo en que estaban las cosas, el castillo caería antes de que esto fuera posible.

¿Qué es lo que detenía a la princesa¿Por qué no estaba haciendo nada?

Su corazón ardía en dolor con cada palpitar, la persona a quien mas amaba en el mundo estaba tan cerca de el... tan cerca y el no podía estar con ella.

Aun había esperanza, podía sentir el poder de su maestra, la sacerdotisa de Céfiro. Ella no permitiría que el castillo cayera.

Las ratas morían tras su paso, ella estaba enfadada. La gente dejaba de gritar cuando la veía pasar, ella estaba enfadada.

Su cabello largo flotaba en el aire; su poder se expandía como ondas luminosas.

La blanca sonrisa del hombre negro desapareció al instante en que la vio avanzar hacia el, podía sentir su ira.

¿Qué le has hecho a la princesa? – Demando Suluhu, con voz calmada pero llena de ira. – ¿Qué sucio truco has hecho?

Al no recibir respuesta alguna, Suluhu se enfureció aun más.

No es correcto entrometerse en la profundidad de los corazones de otros – Le advirtió.

Para su irritación, este no hizo más que volver a sonreír.

Este hombre... no... el ya no era un hombre; ella sabia perfectamente quien era, "El hombre negro" cuyo nombre había sido olvidado ya hace mucho tiempo atrás, no era mas que un poderoso hechicero del mundo místico, tal y como la hechicera Yuko, el mago Clow y el mago Eriol, con la única diferencia que este había firmado el libro negro y había entregado su alma a la devoción del sexteto divino, que le dio incluso poderes mas increíbles de los que ya poseía. Pero eso a ella no le importaba, sus poderes como sacerdotisa eran igualmente asombrosos, después de todo, ella tampoco podía ser enteramente considerada humana.

El hombre negro continuaba sonriendo.

La paciencia se le había acabado, era hora de que dejara su poder fluir...

Pero antes de poder hacer algo, sus pensamientos se congelaron, se había dado cuenta del por que de la sonrisa del hombre negro: Estaba paralisada, no podía moverse, era como si su cuerpo se hubiera vuelto a trasformar en estatua. Pero esta vez no fue el poder del creado quien la congelo como fue el caso hace cientos de años, no, era otro poder el que la mantenía estática.

Bajo sus pies había aparecido un círculo dorado que portaba símbolos mágicos que ella pudo reconocer inmediatamente.

El pánico la invadió¿Por qué le hacia esto?

Intento liberarse de aquella magia, pero como ella bien lo sabia, era imposible, por más fuerte que ella fuera nunca podría igualar el poder del Guru de Céfiro.

¡Por que me haces esto! – Grito - ¡Céfiro caerá si no me dejas hacer algo!

No recibió respuesta alguna, mas que la risotada del hombre negro que encontraba aquella escena bastante interesante.

¡CLEF! Se que eres tu... – Suluhu no pudo terminar su frase puesto que la voz de su hermano resonó en su cabeza.

¿Cómo pudiste? – La voz de Clef sonaba inmensamente triste – Me lo habías prometido... y ahora... ¡Tonta¿Sabes lo que significa que hayas roto el sello de los guardianes?

Lo se perfectamente, y este es el destino que eh escogido para mi misma.

No te lo permitiré.

¿Cómo puedes decir eso¿Piensas que me podías mantener en el cuerpo temporal de una niña por siempre? No sabes en absoluto por el sufrimiento que eh pasado, se lo que hago!

NO, no lo sabes! Y no me vengas a hablar de sufrimiento a mi! – La voz de Clef sonaba enfurecida – Estoy arto de respetar los deseos de los demás sin que nadie se detenga a pensar lo que sus decisiones provocan a los demás.

Primero nuestros padres, después tu y luego Zagato, esmeralda eh incluso Latiz. Todos ustedes piensan que se están revelando contra el sistema, cuando lo único que hacen es alimentarlo mas, lo único que hacen es incrementar la tristeza de este mundo!

Eh pasado toda mi vida observando el corazón de todos ser destruido en mil pedazos; vi a nuestros padres morir cuando tu no eras mas que un bebe, fueron condenados por sus pecados, y ellos aceptaron este castigo por que habían decidido que seria lo mejor para nosotros, y tu igual que yo sabes que no lo fue! Vi a Esmeralda llorar ante lo que le hicieron... mataron a la pequeña esperanza que crecía dentro de ella, y ella decidió ocultárselo a Zagato, ella decidió morir pensando que seria lo mejor para todos¿Y lo fue? No solo le costo el juicio a Zagato sino que trajo el sufrimiento de 3 niñas inocentes. Ahora no permitiré que tu vuelvas a romperme el corazón... no lo permitiré!

Pero no hay otro forma! – Le suplico – Tengo que hacerlo!

Siempre hay otra forma – dijo mas calmado – Eso fue algo que me enseñaron las guerreras mágicas.

Clef...

En estos momentos me encuentro en el mundo místico... Hace poco vi a un hombre perder a su hermana por la decisión que ella tomo... y yo ...yo no hice nada... respete su deseo tal y como había respetado el deseo de todos los que buscaban mi ayuda, pero cuando vi el corazón de aquel hombre hundirse en el desamparo y el sufrimiento me di cuenta de que estaba equivocado, debí de haber hecho algo! Y fue peor aun cuando sentí que algo mal estaba en Céfiro... sabia que no llegaríamos a tiempo, así que use todo mi poder para atravesar la barrera de céfiro con mi mente y así me entere de todo... Eriol-San esta a punto de hacer sufrir a alguien por que el piensa que su decisión es la mejor, y cuando me entere de lo que habías hecho decidí que era hora de intervenir.

Lagrimas comenzaron a brotar del petrificado rostro de la sacerdotisa.

Déjame estar con tigo – Le pidió Clef – Déjame ayudarte a cargar con tu dolor...

Hermano... – Las lagrimas de Suluhu eran aun mas abundantes – Perdóname...

El hombre negro sabía que no había manera de acerarse a la sacerdotisa, podía sentir el poder del mago protegiéndola, pero eso le tenia sin cuidado, las cosas estaban saliendo tal y como quería.

Al mismo tiempo en que el castillo de Céfiro se hallaba bajo el control del Hombre negro, en la torre de los ángeles; los cuatro arcángeles que habían aparecido repentinamente frente a los guerreros se encargaban de informarles sobre la situación de Céfiro.

Todos habían sentido claramente como el poder del Fuuma había desparecido de la tierra, pero también habían sentido otro poder... un poder que les puso la carne de gallina, el poder de uno de loso primordiales.

Ashura creo un espejo (muy parecido a los que Guru Clef solía hacer) sobre la pared de la habitación, por lo cual podían ver lo que estaba sucediendo en la dimensión de Shub-Niggurath.

Todos se horrorizaron ante lo que vieron a continuación: Una dimisión en vías de destrucción, nieve manchada de un rojo negrusco, una cabra negra contemplando un cadáver a no menos de un metro de distancia de ella...

Pero lo que mas les horrorizo fue el cadáver que yacía en medio de la mancha oscura.

¡Tenemos que ir en su ayuda! – Exclamaron Yue y Kerberos al unísono.

Imposible – les dijo Ashura de forma tajante.

¡Pero no podemos dejar a Eriol-San en ese lugar! – Suplico Hikaru.

La dimensión en que se encuentra se esta destruyendo, es casi imposible ganar acceso a ella a este punto – Les explico Ashura.

¡Debe de a ver una forma! – Reclamo Kamui – Si Fuuma fue capaz de entrar ahí, estoy segura de que nosotros también podremos.

Fuuma entro antes de que el mago destruyera el centro de energía que sostenía la dimensión.

¡Pero si no hacemos nada Eriol-sama morir�! – Rugió el guardián de las cartas

No hay forma de que puedan ir, además esa fue la decisión del mago, el decidió morir para salvarlos a ustedes. Yo diría que es una muerte bastante honorable...

El pequeño discurso de Ashura fue interrumpido por Tomoyo, que en aquel momento se hallaba hincada en el suelo sujetándose fuertemente de los tobillos de la diosa. Todos observaron la escena con estupefacción.

El rostro de Tomoyo estaba más pálido de lo normal y manchado con lágrimas que brotaban de sus ojos púrpura.

Te lo suplico – Tomoyo, lloro amargamente – Debe de a ver una manera de ayudarlo... Por favor...

Ashura la miro en silencio sin responder a los ruegos de la chica.

Nadie se atrevió a moverse o a decir algo; la reacción de Tomoyo había sido demasiado inesperada.

Por favor... – Insistió la chica.

Hay una forma – intervino el Arcángel del viento, al mismo tiempo que miraba a Ashura con suplica.

¡Dinos por el amor de dios! – Exclamo Yue.

Es verdad hay una forma en que el mago puede ser salvado – Confesó Ashura – Solo los pilares tienen el poder suficiente para traspasar con su mente aquella dimensión. Y me temo decirles que el pilar de céfiro se encuentra ya con bastantes problemas.

¡Entonces lo haré yo! – Declaro Hikaru.

No, tú no puedes hacerlo – dijo Ryuuki.

¿Pero por que? – Se desespero Umi.

Hikaru Shidou tiene el poder suficiente, pero les tengo que recordar que ella declino la corona del pilar para hacer de Céfiro un mundo nuevo. La corona del pilar no solo es un adorno, este ayuda al pilar a controlar su poder, este protege al pilar de cualquier daño… la corona es algo "vivo"… sin ella es como si arrojaran un cuerpo desnudo en aguas heladas, la mente de Hikaru-San seria destruida junto con aquella dimensión.

¿Pero si Hikaru y Esmeralda-Hime no pueden entonces quien…? – Pregunto Nataku.

YO – Tomoyo se soltó de los tobillos de la diosa y se puso en pie.

Todos voltearon a verla como si no pudieran creer lo que acababan de escuchar.

¡Pero Tomoyo-Chan! – exclamo Umi – Si haces eso… si te conviertes en el pilar de la tierra…

Lo sé Umi-Chan – Le interrumpió, la chica con una melancólica sonrisa.

¡No es justo! – Hikaru había comenzado a llorar – No podemos poner todo ese peso en tus hombros, no es justo.

Por favor guerreras mágicas… otórguenme la corona del pilar… - Tomoyo se limpiaba las lagrimas de sus mejillas – Lo eh decidido. Sacrificare todo a cambio de que Hiragizawa-San viva… este es mi deseo.

Las tres guerreras se acercaron a Tomoyo y con voz muy baja de forma que solo Tomoyo pudiera escucharlas dijeron:

¿Sacrificaras incluso el amor que sientes por Eriol-san?

¿Cómo se enteraron? – Los ojos de la muchacha se dilataron del asombro.

Hemos pasado por esto antes – Le explico Fuu – La mirada en tu rostro es la misma mirada de Esmeralda-Hime cuando nos pidió salvar a Céfiro…

…Es la mirada de una mujer que teme por la vida de aquel que mas ama. – completo Umi.

Tomoyo entristeció aun más… pero insistió que su decisión estaba hecha.

Con el corazón hecho piedra las 3 guerreras crearon un triangulo con tomoyo en medio y alzaron sus ovum´s al aire.

Daudoji- san – Yue intento acercarse al las guerreras, pero la mirada de Tomoyo lo detuvo.

No te preocupes Yue-San, protegeré a Hiragizawa.

El guardián de la luna entristeció, temía que esto sucedería algún día, pero no pensó que iba a ser tan rápido, cuando su ama Sakura se enterara se pondría muy triste.

Un alo de fuego, uno de aire y otro de agua rodeo a las cuatro chicas, nadie pudo saber que estaba pasando detrás de aquella barrea, ni siquiera los propios arcángeles podían ver a través de los elementos que las guerreras habían creado, pero no paso mucho tiempo cuando una luz blanca salio de entre los elementos eh inundo la cúpula.

La luz era hermosa y pacificadora, intensa pero no al grado de lastimar la pupila de quien la viera.

Todos pudieron sentir como sus corazones se llenaban de una extraña alegría y paz que no habían sentido desde hace mucho tiempo y entonces los más extraordinario sucedió: El suelo de la habitación se inundo con agua y en ella aparecieron enormes flores de loto que desprendían un dulce aroma; el trono donde había estado sentada Ashura cambio de forma, convirtiéndose en una gran silla de madera cubierta por almohadones blancos, morados y rosas. Y como si esto fuera poco, ocurrió lo más sorprendente hasta el momento: el techo de la cúpula desapareció y todos pudieron ver el sol salir en el cielo azul, la brisa soplar en sus rostros y los pájaros volar.

Ashura sonrió: - La tierra le sonríe a su pilar.

Umi, Fuu, y Hikaru cayeron al agua, exhaustas por el esfuerzo que habían realizado.

"An angelface smiles to me
Under a headline of tragedy
That smile used to give me warmth
Farewell - no words to say
beside the cross on your grave
and those forever burning candles"

Tomoyo se hallaba en medio de la radiante luz; las ropas que antes bestia habían sido substituidas por un largo kimono color púrpura, con Obi y kimono interior color blanco. En su cabeza portaba una corona de oro que asemejaba la forma de una flor de loto, con listones púrpura colgando de el y de su pecho colgaba un espejo con un marco de oro de donde colgaban 3 cadenas de flores doradas.

Todos se quedaron con la boca abierta ante su belleza y esplendor.

La princesa unió sus manos en forma de rezo y cerro sus ojos.

Pudo ver la nieve blanca, pudo ver a la cabra negra y pudo verlo a él. Su corazón se lleno de pesar al verlo, era como una figura de cristal que se había roto por dentro¿Por qué¿Por qué sufría tanto? Quería saberlo, quería ayudarlo.

Shub- niggurath había retrocedido ante la luz que el espíritu de Tomoyo radiaba, pudo reconocer ese resplandor, era el resplandor de las hijas de los guardianes de la tierra.

La imagen de Tomoyo radiaba como la de un fantasma enfrente del caído Eriol.

Es hora de que salgas de este lugar – le dijo dulcemente.

Tu voz… me suena tan familiar.

Regresa a Céfiro… Todo estará bien.

Déjame aquí… no deseo vivir.

"Needed elsewhere
to remind us of the shortness of our time
Tears laid for them
Tears of love, tears of fear
Bury my dreams, dig up my sorrows
Oh, Lord why
the angels fall first"

¿Por que desease morir?

No quiero vivir en la sombra de Clow.

Y que hay de la tristeza de aquellos que aman a ERIOL

Con estas palabras, el joven mago lucho por levantarse de la nieve.

¿La gente que me ama?

Tu nunca has vivido bajo ninguna sombra… siempre has sido Eriol para tus amigos. ¿Acaso no tienes ninguna razón para vivir?

"¿Una razón?", Eriol había logrado por fin centrase en la roja nieve.

Por un momento no pudo contestar a su pregunta, la verdad es que ya no sabia nada, estaba muy confundido, no sabia ya si quería morir, pero tampoco sabia si deseaba vivir. ¿Qué razón podía tener para extender su existencia?

Entonces recordó aquel punto de luz dentro de su corazón… aquel punto que veía cada que cerraba sus ojos… ¿que era?

Sintió su corazón llenarse de calor... y escucho la melodía de un piano, una melodía que el solía tocar con mucha frecuencia y después escucho una voz cantar, la voz mas hermosa que había escuchado jamás y repentinamente la vio, vio la persona que cantaba, aquella persona que inconcientemente le mantenía vivo… si su dulce voz, su dulce sonrisa, sus hermosos ojos… ahora podía verla claramente: Tomoyo Daudoji.

Si – Contesto – Tengo una razón por la que vivir.

Entonces vive.

Eriol sintió como las manos de aquella mujer envolvían las suyas, sintió su calor, sintió su cuerpo desvanecer.

Shub-Niggurath rugía.

Hace unos momentos había estado listo pera morir y terminar con su desolada existencia y ahora esta mujer había aparecido de la nada y le había hecho ver que a pesar de su parecido físico con Clow (ver un retrato de Clow Reed era como verse al espejo), a pesar de poseer su magia y sus memorias, a pesar de todo eso había gente que lo quería a él. Sus amigos. El hecho de haberlos conocido, de haber compartido momentos con ellos creó momentos únicos para él... momentos que Clow no vivió, pero que él sí... esa era su vida. ¡Cada segundo que respiraba en la tierra era suyo¿Cómo no lo pudo ver antes?

Detrás de la muerte de sus padres, detrás del ataque del sexteto divino, él había regresado a Japón por que deseaba ver a sus amigos...

Se sintió tan agradecido, de haberlo descubierto por fin… pero ¿Quién era esta persona? Aquella mujer que radiaba tan hermosa luz. ¿Quién podía acaso intimidar a un primordial?

No podía ver claramente, sus gafas se habían roto y la luz empeoraba su visión aun más.

Pero por alguna razón este poder le parecía muy familiar... ¿donde lo había sentido antes?

Su cuerpo se había desvanecido casi por completo, a excepción de su brazo derecho y su cabeza, lo único que podía ver ya, era el anillo que Esmeralda-Hime le había dado...

¡El anillo! Ese poder… ese poder era casi igual al del pilar de Céfiro... Eso significaba...

¡TOMOYO! – Grito Eriol, al darse cuenta de quien era el fantasma frente a el.

"Not relieved by thougts of Shangri-La
Nor enlightened by lessons of Christ
I'll never understand the meaning of the right
Ignorance lead me into the light"

Tomoyo sonrió cuando lo escucho llamarla por su primer nombre; era la primera vez que lo hacia.

¡QUE HAS HECHO! – Lo escucho decir - ¡NO ES CIERTO¡NO PUEDE SER!

Esas fueron las últimas palabras que Tomoyo le oyó decir. El espejo que le colgaba como pendiente brillo y la saco de aquella dimensión.

Pudo sentir la ira del dios ante su intromisión, su incongruente gorgoteo y su frustración.

Finalmente regreso a la torre de los Ángeles, y pudo ver los rostros de las guerrearas mágicas, de Yue y Kero, y de los dos dragones rodearla.

Había acabado... lo había logrado. Hiragizawa-San estaba a salvo.

Sonrió, si Hiragizawa-san era feliz… entonces ella también seria feliz.

Eriol se había materializado de vuelta en Céfiro, justo frente a la piedra negra que en ese momento se desintegraba en cenizas que eran sopladas por el viento.

Cerca de él estaban Yuuto, Arashi, Karen, Aoki, Ráfaga y Spinel sun, que acababan de terminar con aquellas extrañas criaturas que les habían atacado poco antes.

Pero el ni siquiera se había dado cuenta de sus presencias.

Simplemente yacía en la tierra llorando amargamente, llorando como nunca lo había hecho antes.

¿Por qué¿Por qué ella?

Sangre y lágrimas se mezclaron en su pálido rostro mientras los dragones lo contemplaban anonadados.

¿Por qué no pudo darse cuenta de que la amaba¿Por qué no se había dado cuenta de que la necesitaba¡La necesitaba, la necesitaba tanto!

Y ahora la había perdido.

Su corazón le dolía cien veces más que todas sus heridas, mil veces más que todas sus fracturas.

Ella era el Pilar de la tierra… ¿Cómo era posible¿Por qué¿Por que ahora?

"Sing me a song
of your beauty
of your kingdom
Let the melodies of your harps
caress those whom we still need"

¿Seria él capas de tomarla y despojarla de su corona¿Seria él capaz de sacrificar la tierra por ella¿Podría repetir una tragedia como la de Esmeralda y Zagato?

Eriol callo al suelo, exhausto y sin energías.

¡Eriol-Sama! – Spinel Sun corrió a su lado, mortificado por el moribundo estado de su creador.

"Yesterday we shook hands
My friend
Today a moonbeam lightens my path
My guardian"

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Cuando Ferio llego al castillo este estaba envuelto en una espesa sombra pegajosa que asemejaba las ramas de un árbol, y las ratas parecían una putrefacta alfombra sobre la tierra.

Pero lo que mas le horrorizo fue no poder sentir la energía de Esmeralda, así que en un acto desesperado hizo a la tierra temblar tan fuerte que esta se abrió en dos tragándose miles de ratas inmundas.

Corrió como si el mismo demonio le estuviera persiguiendo, su corazón latiendo a mil por hora; delante de él la tierra le obedecía y se encargaba de aplastar todos sus obstáculos, hasta que por fin llego frente a las puertas dobles que desembocaban a la sala de oraciones de su hermana.

Las abrió de golpe y cuando entro vio a su hermana sentada en sus cojines, sosteniendo en sus brazos una sabana envuelta.

¿Esmeralda? – La escena lo había desconcertado, esperaba todo menos eso - ¿Te encuentras bien?

Shhhh – Le callo su hermana sin siquiera molestase en voltear a mirarlo – despertaras al bebe.

Ferio no supo que hacer por un momento¿De que rayos estaba hablando¿Cómo podía estar tan tranquila cuando el castillo se estaba cayendo a pedazos?

Camino hacia ella y observo el bulto en sus brazos: no era más que sabanas.

¿Hermana? – Volvió a llamarla.

¡Ferio!- Le reprocho – Despertaras a Isobel... se buen tío y no hagas ruido.

Ferio pudo ver la ausente mirada de su hermana, sus ojos llenos de una mezcla de melancolía, felicidad y locura.

Era la primera vez que la veía en ese estado, y le asusto. ¿Por qué veía a un bebe donde no lo había?

Así que tratando de regresarla a la realidad Ferio le arrebató las sabanas que ella acunaba con sus brazos, pero esta se aferro a ellas como si significara su propia vida.

El príncipe intento razonar con ella, pero esta solo gritaba y lloraba No te lleves a mi bebe No te lleves a mi Isobel

Finalmente, Ferio perdió la paciencia y arrojo las sabanas al otro lado de la habitación, luego la tomo de los hombros y la agito levemente, mientras ella seguía llorando con aquella horrorosa expresión de locura.

Tranquila, no llores, no llores – La trataba de tranquilizar – Aquí no hay un bebe, tu no tienes un bebe...

Con estas palabras los sollozos de la princesa cesaron y por primera vez, Esmeralda lo volteo a ver, su locura reemplazada por tristeza.

¿Ferio?

Si, soy yo... ¿Te encuentras ya bien?

Los gritos de los pasillos llegaron a los oídos de la princesa y entonces se dio cuenta de la presencia del Hombre negro en el castillo, casi salta al darse cuenta de que el castillo estaba cayéndose en ruinas.

Ferio – Lágrimas escurrieron por su rostro – lo lamento, esto es mi culpa... lo siento, lo siento...

Ya no te preocupes, yo estoy aquí – Dijo abrazándola.

Es que pude verla claramente en mis brazos – Comenzó a decir la princesa correspondiendo el abrazo de su hermano – pensé que tenia a mi pequeña Isobel de vuelta – Ferio la escuchaba, asombrado – Pero claro que eso no era posible... ella tendría ya 3 años si siguiera viva.

Esmeralda se separo de su hermano y le sonrió tristemente: - Lo siento, pondré todo en orden.

El pilar unió sus manos y las piedras preciosas en su corona brillaron con una luz dorada, las ratas se desintegraron, las paredes y techos se reconstruyeron, el pánico desapareció.

El hombre negro se exalto, la ilusión que había puesto en los ojos de la princesa se había desvanecido, sin embargo sonrió, ya tendría otra oportunidad después, este era solo el inicio.

"No eres bienvenido en Céfiro" Escucho la voz del pilar resonar por todo el castillo "No dejare que lastimes a mi mundo"

La luz le empezaba a quemar, no aguantaría su poder por mucho tiempo, era hora de irse.

Le dio una última mirada a la sacerdotisa que continuaba inmovilizada por círculo mágico del Guru y rápidamente se dio la vuelta y tomo a Kanoe de la cintura.

"¡NOOOO¡HERMANA!", Grito Hinoto con su mente. Intento desesperada crear una barrera con sus talismanes, pero estaba demasiado débil

HINOTO! – Chillo Kanoe, tratándose de liberarse inútilmente del hechicero.

Lagrimas brotaron de los ciegos ojos de la dream watcher cuando sintió la presencia de su hermana menor desaparecer. El hombre negro había desaparecido con ella en un charco oscuro, se la había llevado¡se había llevado a su hermana!

El círculo dorado desapareció de los pies de Suluhu y esta pudo moverse nuevamente.

"¿Por qué no la ayudaste?", Gimió Hinoto, "Tu eres la mujer que entro a mi sueno¿No es así? "

Suluhu asintió con la cabeza, sintiendo algo de culpabilidad, pero sin demostrarlo.

"¿Siempre supiste que esto iba a suceder?"

El futuro no puede ser sabido – le contesto la sacerdotisa

Hinoto lloro y lloro, como odiaba a esta mujer.

Había sido una tonta en haber depositado sus esperanzas en ella... ¡La odiaba!

CONTINUARA...

NOTAS DE LA AUTORA:

AHHHH! Por fin lo termine! Este fue el capitulo que mas me a costado trabajo, y todo por tenérselos en un mes... Y es que la verdad, imagínense tratar de exprimir mi creatividad y mi imaginación (en las noches) después de haber estado estudiando ciencias y matemáticas durante el día... como que el cerebro medio se seca ehh! Jajaja. Y luego después de mis exámenes, con los nervios de esperar resultados también como que mi che cerebro se fue de vacaciones.

Pero en fin espero que el capitulo no haya quedado muy desastroso...

Y por favor POR FAVOR déjenme sus reviews, por que la neta, pues nomás tengo como 5 personas que me dejan y como ya agarre confianza con ellas pues ya saben que me tardo luego un poco (ejem) en actualizar (por que mi vida no es color de rosa) eh imagínense mi sorpresa cuando luego recibo mails de gente indignada y regañándome por no actualizar... Yo ni enterada que tenía más de 5 lectores. Así que dejen sus reviews así me animan más a escribir.

Pero bueno, la historia se esta poniendo mas candente (ah bueno) mas adelante se hablara mas sobre Clef y su hermana (dejen el suspenso fluir jejej), tambien sobre Esmeralda y la bebe Isobel! MUAJAJAJAJ.

Y no me eh olvidado de Meilin ni del secreto de Yue, estoy guardándolo para después.

Ahhh y ya agregue más personajes: A, Ran, y el trébol de cuatro hojas, del manga CLOVER. No se preocupen si no la han leído, yo tratare de escribir todo para que le entiendan aunque no sepan quienes son. Lo mismo va por Chi, del manga Chobits.

Y ya también esta entrando los romances! Mau mua mua Pobrecito Eriol como soy mala con el jejeje.

OK Sayonara, Shie, shie!