¡Muchas gracias por los reviews! Como podéis ver, he decidido convertir esto en una serie de one-shots donde se pueda ver la relación entre los personajes. El día que me inspire ya continuaré con Yukina y Hiei, pero es que me apetece más seguir con otros personajes, por ahora. Supongo que poquito a poquito iré haciendo más capítulos... ahora os dejo con este, ¡Espero que os guste!
Nota a Sumiko Minamino: "Ja ne" y "Mata ne" quieren decir "hasta luego" o "nos vemos".
Keiko, Yuusuke
Keiko POV
Ni te imaginas lo que sentí en aquel momento.
- ¿Yuusuke...?
No reccioné. Ni una sola lágrima brotó de mis ojos hasta que finalmente lo asimilé.
- Keiko... lo siento mucho...
Salí corriendo de mi habitación y deambulé lentamente por las calles.
Vi el parque donde siempre jugábamos.
Aquel río al que caíste cuando éramos niños. Estuve muy preocupada por ti aquella vez.
En realidad, tan preocupada como siempre.
Sin darme cuenta, fui a parar a tu casa. Había mucha gente allí, supuse que se estaría celebrando el velatorio.
No fue hasta entonces que me di cuenta de lo sucedido.
- ¡¡¡Yuusuke!!!
Alguien intentaba consolarme, pero no me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor. Sólo podía pensar en ti, en tu sonrisa... Desesperada y gritando tu nombre, me abandoné al llanto.
¿Cómo podía ser que hubieras muerto?
No tuve valor para acercarme a tu ataúd. Si lo hacía, tendría que aceptar irremediablemente la verdad.
Sabía que no podría haberlo hecho.
Pero, ¡poco tiempo después resucitaste! Si supieras cuanto me alegré, por mucho que intentara esconder mi emoción...
Y ahí empezó todo. Tu trabajo como detective para el Reikai, las misiones, las historias de demonios... los demonios que acechaban mi mente cuando te ibas a solucionar algún caso.
A ver, eres detective. En teoría lo que hacen los detectives es resolvermisterios, ¿no? Entonces, ¿por qué tienes que poner tu vida en peligro cada vez que te encargan ir a algún sitio?
"Me encanta luchar", dices.
Idiota.
¿Es que no piensas en mí? Detesto tener que ver cómo te hecen daño sin poder hacer nada. ¡La de veces que hubiera saltado al ring en tu lugar en cualquiera de esos torneos en los que participas!
Pero, por supuesto, tú sólo te importas a ti mismo. Cuando tienes a un oponente digno en frente de ti el resto del mundo se te desdibuja.
Aún me pregunto cómo fui capaz de enamorarme de alguien como tú... quiero decir que, si ese coche nunca te hubiera atropellado, las cosas habrían sido mejor. Todo habría sido normal. Cierto que hubiéramos continuado con la rutina de cada día, pero, ¿qué importa eso?
La de problemas que podríamos habernos ahorrado... aunque ahora ya me da un poco igual. Supongo que habré aceptado que lo único que puedo hacer es mirarte de lejos.
Pero, hasta que llegue el momento en que todo termine... ¡pobre de ti que pierdas!
Yuusuke POV
Aaaah, por fin de vuelta. Después de dos años, echaba todo esto de menos. Nunca habría dicho que algún día me hartaría de estar lejos de casa.
Bostezo. Tiro la bolsa en un rincón del cuarto, me quito la chaqueta y me dejo caer en la cama.
¿Qué hora es?
Miro el despertador de mi mesita de noche. ¿¡Las nueve!? ¿¡Ya!?
Me muero de sueñooo... ya sabía yo que no tendría que haberme ido de fiesta con los otros. Con la historia de celebrar que todos hemos vuelto, hemos estado toda la noche en vela.
Aún suerte que nos han echado del primer bar cuando Kuwabara se ha puesto a hacer un striptease. No podría haberlo resistido...
Me pregunto dónde comprará esos calzoncillos blancos con corazones rojos.
Desvío un poco mi mirada del despertador. A la derecha, también en la mesita, hay una foto en la que salimos Keiko y yo. Entonces aún éramos unos críos.
Dónde nos hicimos aquella foto... ¡ah, sí! Fue al lado del río. Recuerdo perfectamente cuando jugábamos allí.
Es pleno invierno. Me acerco sigilosamente a Keiko por detrás.
- ¡AAAAH! -¡misión Levantar Falda a Keiko completada!- ¡Yuusuke! ¡Eres un cerdo!
Corro tan rápido como puedo para evitar que me alcance. Entonces, la hierba húmeda hace que un pie me resbale...
¡CHOFF!
¡Aah! ¡Qué fría está el agua!
- ¡Yuusuke! ¿Estás bien?
- ¡Mierdaaaa! ¡Quiero salir de aquí!
- ¡Te está bien empleado!
Sonrío ante aquel recuerdo. El episodio se traduciría al día siguiente en el peor resfriado que he cogido en mi vida. Keiko se pasaría las horas muertas al lado de mi futón preocupada por mí; y yo decidiría ir al día siguiente al colegio para hacerle creer que ya estaba recuperado... aunque hirviera de fiebre.
Hace años, hubiera pensado que lo único que merecía la pena de mi asquerosa vida era Keiko. Y, aunque sigue siendo la parte más importante de ella, por suerte ahora tengo otras cosas que me hacen continuar.
Quién sabe qué tonterías habría hecho si Koenma no llega a darme trabajo como reikai tantei.
Bueno, ahora da lo mismo. Ya estoy despedido.
Me levanto con bastante esfuerzo (me duele todo) y bajo la persiana para que no me moleste la luz. Vuelvo a tumbarme y, antes de quedarme dormido, pienso en todo lo que tengo que poner en orden ahora que he vuelto.
Hay que empezar a planear la boda...
¡Fin! (o continuará, quién sabe...)
Mata ne!
