Disclaimer: Rurouni Kenshin no me pertenece
Capítulo 2: "La rueda del destino"
Kaoru no estaba segura de lo que veía, no sabía si era un sueño o la realidad. Kenshin la observaba tranquilamente aún apoyado sobre la puerta de vidrio. Ella había quedado sumida en pensamientos, absorta completamente del contexto.
¿Realmente era él¿Acaso sus deseos se habían vuelto realidad? No, eso era imposible ¿Sería sólo casualidad? Tampoco, ella no creía en las casualidades, todo acto tenía una consecuencia. Pero, en este caso ¿Cómo explicaría la presencia del pelirrojo frente a sus ojos?
De repente algo volvió a traerla a la realidad. El frío, eso era lo único que la mantenía conectada con el mundo, sintió como su cuerpo tiritaba; su mentón, sus piernas, sus brazos y manos. Kenshin notó esto, él también tenía mucho frío. El silencio todavía era el protagonista de esta escena. Con un suave movimiento se separó de la puerta y comenzó a caminar en dirección a Kaoru. Ella retrocedió un par de pasos, todavía estaba asustada. Pero Kenshin la pasó de largo. Kaoru se giró para ver a dónde se dirigía su "salvador", detrás de ella estaba el ascensor y las escaleras. Kenshin se paró frente a la segunda y se volteó a ver a la chica.
- Subamos para que te puedas secar- le dijo apaciblemente y comenzó a subir las escaleras. Kaoru lo siguió. Él iba un par de escalones más arriba, ella sólo lo miraba mientras avanzaba con inseguridad con una mano sobre el pasamano.
Estaba en duda, su parte racional le decía que tenía que irse, no era correcto ir sola a la casa de alguien que había conocido 5 minutos antes en medio de una situación poco cristiana. Pero por otra parte, algo le decía que estaba bien, se sentía segura cerca de este chico, después de todo él la había protegido.
Llegaron hasta el primer piso y allí Kenshin volvió a tomar sus llaves, se paró frente a una puerta gris que tenía un cartel que decía "1º A. HIMURA". Abrió la puerta y la sostuvo, Kaoru comprendió que ella debía pasar primero. Así lo hizo y tras ella entró él cerrando la puerta con llave.
Ahora estaban en un pequeño hall delante de ellos había un pasillo oscuro, Kenshin se sacó las zapatillas y caminó derecho por el pasillo. En medio del silencio se escuchó el sonido de una llave de luz e inmediatamente todo quedó iluminado demostrando que el pasillo no era más que una entrada hacia un gran living.
- Pasa por favor- Kaoru se había quedado parada en el hall, torpemente se quitó los zapatos y pudo sentir el frío piso. Caminó con cierta vergüenza hasta el living y enseguida sintió algo mullido en sus pies, algo que le daba más calor. Miró hacia abajo y notó la alfombra, una alfombra toda manchada por el agua, no servía de nada quitarse los zapatos si las medias estaban iguales de mojadas que estos. Kenshin pareció advertir la preocupación de Kaoru.
- No te preocupes, es agua después se seca. Espérame aquí un segundo, ya vuelvo- dijo entrando en otra puerta que estaba a la derecha de ellos. Kaoru se quedó sola y comenzó a mirar a su alrededor. Estaba parada en medio de un modesto living, muy bien decorado. Sobre una mesita de mármol había muchos portarretratos, no se detuvo a observar las fotos, algo más había captado su atención.
Sobre una pared había un gran espejo que ocupaba una buena parte de la misma, se miró a sí misma. Estaba completamente mojada, tenía varios mechones de cabello que chorreaban agua pegados en la cara. Las gotas recorrían las facciones de su rostro y se confundían con algunas lágrimas furtivas que todavía no se habían secado.
No era un sueño, podía sentir como las gotas acariciaban sus manos para terminar en la yema de los dedos y finalmente caer en la alfombra. No, no lo era. Por esta vez no soñaba. Tratando de comprender la nueva situación de la cual formaba parte se encontró en el espejo con otros ojos azules, la miraban. Se concentró tanto en su propia mirada que le comenzó a doler la cabeza. Se dejó de mirar, pero el dolor no se iba, era cada vez más y más agudo. Queriendo recuperarse se llevó las manos a la cabeza, se le estaba nublando la vista. Estaba completamente aturdida.
Escuchaba miles de voces a su alrededor, la llamaban, le hablaban, le decían cosas que no llegaba a entender. Retrocedió unos pasos, y debido a su confusión no pudo notar el sillón que estaba detrás de ella y se tropezó.
Justo en ese instante llegó Kenshin sin el shinai y con un par de toallas en la mano. Sin pensarlo dos veces las tiró al piso y fue a ver qué era lo que le sucedía a Kaoru.
-"...a...nu...va...y…..ec…"- "No lo entiendo... ya basta... por favor..." – Las voces se confundían, estaban dentro de su cabeza, no se iban, no la dejaban en paz.
Lentamente comenzó a sentir cierto calor, provenía de su brazo, era muy confortante. Poco a poco las voces se fueron esfumando junto con el dolor, temerosamente comenzó a abrir los ojos de par en par, la nebulosa había desaparecido.
Una vez que los tuvo abiertos no supo si hubiera sido mejor haberlos mantenido cerrados.
Kenshin con un brazo le sostenía el cuerpo y con el otro la muñeca, la única parte de ella que estaba reposada en el piso eran sus piernas. Pero lo que verdaderamente la inquietó eran los ojos azules profundos que la miraban con preocupación. Esos ojos nuevamente aparecían para inquietarla.
Sus rostros estaban muy cercanos, quiso desviar la mirada del chico que por alguna causa la ponía nerviosa y cuando corrió la vista pudo notar una casi invisible y pequeña cicatriz en la mejilla izquierda. Era extraña, tenía forma de cruz. Ella había visto algo parecido ¿Pero dónde¿Dónde era?
Intentando recodar se dio cuanta de la respiración de Kenshin en su cachete, que por la acción del agua parecía tener el sentido del tacto más agudizado. Eso la puso todavía más nerviosa, no sabía ya cuanto tiempo había estado así. Tal vez eran segundos, pero le pareció una eternidad y a pesar de su nerviosismo, se sentía a gusto en esos brazos, y esa era probablemente la causa por la cual no se había separado de él.
Por otra parte, Kenshin también estaba confundido, no tenía idea de lo que hacía y por qué lo hacía. Esa chica... por algún motivo tenía la necesidad de protegerla, de estar a su lado para que nada malo le pasara...
De repente el sonido de la puerta hizo que salir a los chicos de su universo aparte.
¡Ay que lluvia¡Mira la hora que es!
- Misanagi onee-san...
¡Una hora estuve varada en el centro con todo el tráfi...co...- La chica se quedó callada cuando vio la inusual escena que se estaba dando en el living de, aparentemente, su casa. Enseguida Kenshin y Kaoru se separaron y se pusieron de pie. Kaoru miró a la chica, era mucho más grande que ellos, debería tener unos veintipico. Su pelo era castaño claro con tonos rojizos y lo tenía atado con una coleta alta. Sus ojos eran medio atigrados y tenía puesto un traje de oficina amarillo.
¿Qué es lo que sucedió aquí- dijo mirando la alfombra. Kenshin se puso un poco nervioso, pero calmadamente habló.
- E...ella es Kaoru una compañera de escuela- Kaoru y Misanagi lo miraron. Kaoru sobretodo porque se sorprendió de que Kenshin mintiera, pero supuso que estaba bien ya que no debía querer explicarle a su hermana la horrible situación en la que se conocieron- Nos volvíamos y comenzó a llover muy fuerte así que la invité a pasar hasta que la lluvia cesara...
- Ah...-dijo muy poco creída¿Son compañeros de curso- Le preguntó a Kaoru. Ella estaba a punto de decir que sí, no iba a arruinar la cubierta de Kenshin, pero él habló antes dejándola con la palabra en la boca.
- No, ella va a un curso inferior...- Kenshin había vuelto a mentir, Kaoru estaba sorprendida.
- Mmmmhhh, bueno- le contestó sonriendo. Se acercó hasta Kaoru y le dio la mano- Mucho gusto, mi nombre es Misanagi, soy la hermana mayor de Kenshin.
- Mumumucho gustttto...
- Bueno, discúlpenme pero debo ir a quitarme esta horrible ropa- Y salió por la puerta por donde Kenshin se había ido a buscar las toallas. Kenshin soltó un largo y gran suspiro, miró a Kaoru sonriendo y ella sólo lo miró.
- Quiero irme a mi casa...¿Me prestas el teléfono-
- Sí, claro está allí- Y le señaló un mueble que tenía un teléfono / fax. Kaoru se acercó y marcó un número de teléfono
-Hola papá...-Tras la pequeña conversación con su padre, ya que tuvo que explicarle donde se había metido (y no dudó en utilizar la misma mentira que Kenshin), ambos chicos se volvieron a quedar en silencio. Ninguno de los dos se volvió a hablar hasta que el padre de Kaoru llegó y ella se fue saludando con un entrecortado "adiós".
El viaje de vuelta no duró mucho, vivía muy cerca de Kenshin, quizá lo demasiado como para preguntarse por qué nunca lo había visto.
Una vez en su casa, lo primero que hizo fue correr a tomarse un buen baño y después de haber estado allí casi media hora salió y fue derecho a su habitación.
Todavía estaba con la toalla puesta, se la quitó para secarse y cuando se la pasó por la espalda sintió una fuerte punzada en la cintura. Se acercó hasta su placard y abrió una de las puertas donde había un espejo. Se giró y vio un gran moretón, trató de recordar con que se lo podía haber hecho y a su mente vino una imagen. La de ella siendo empujada contra el árbol. Tocó con sus manos suavemente el moretón y sin poder evitarlo cayó al suelo, abrazando la toalla, envuelta en un mar de lágrimas...
-
TITITITI TITITITI ITITTITI TITITITI TITITTIEl despertador comenzó a sonar pero esta vez nadie lo rompió. Kaoru estaba sorpresivamente despierta. Giró su cabeza y apagó ese intermitente sonido. No había podido dormir en casi toda la noche, si durmió 2 horas había sido demasiado. No podía dejar de pensar en la horrible situación por la que tuvo que pasar el día anterior. No podía dejar de pensar en el chico, Kenshin, que la había salvado. No podía dejar de pensar en sus ojos y en lo mucho que se parecían con el hombre de sus sueños.
Se levantó y se comenzó a vestir para el colegio, por un lado estaba muy feliz de haber conocido a alguien tan especial que le recordara a "esa" persona, pero por el otro estaba triste porque sabía que no lo iba a volver a ver.
Bajó para tomar el desayuno y cuando llegó a la cocina el lugar entero quedó sumido en silencio. Ella se quedó parada en la escalera mirándolos un poco molesta.
¡Kaoru que temprano que te levantaste- Le dijo el padre saliendo por completo de su compenetrada lectura del diario.
- Tal vez sólo se volvió normal...
¡Yahiko-chan no hables así de tu hermana- lo reprendió la madre acercándose hasta Kaoru.
¡No me digan chan!
¿Kaoru-chan te sientes bien- Preguntó la madre poniendo su mano sobre la frente de la chica.
- Hai, hai...- dijo Kaoru caminando hacia la mesa.
¿Entonces busu?
- No me digas busu "Yahiko-chan"
- grrrrrrrr...busu...
- Bueno basta de peleas...
Kaoru terminó de comer el desayuno muy rápido y se levantó de la mesa.
- Me voy
¿Caminando¿No quieres que te lleve?
- No, gracias... pero hoy hace un lindo día- dijo sonriendo.
¿Segura? No te olvides que tienes que viajar bastante...
- Sí, estoy segura- "Necesito tomar algo de aire"- Además hoy no tengo que pasar por Megumi... así que adiós...
Salió de la cocina hasta el living y tomó su mochila que estaba en el perchero. La verdad era que quería pasar por la casa de Kenshin, si tenía suerte lo veía.
- "Hola"
- "Hola Kaoru ¿Cómo estás?"
- "Muy bien gracias, tú?"
- "Muy bien, con muchas ganas de verte"
- "¿A mí?"
- "Sí, desde que te fuiste de mi casa no hice otra cosa más que pensar en ti"
-...ay que cosas pienso... si me lo llego a cruzar dudo mucho que me diga eso...- Dijo resoplando. Una de las manías de Kaoru era imaginarse las posibles situaciones que podría llegar a tener con las personas, pero obviamente eran cosas que sólo en su mente pasaban.
Dio vuelta la esquina y por fin llegó a la cuadra donde vivía Kenshin, del en frente estaba el parque lleno de gente y nenes que iban al jardín de infantes. Se sorprendió que un lugar tan lleno de vida durante el día fuera tan horrible durante la noche.
Pensó que sería mejor si cruzaba de vereda y seguía por el parque, así no se vería tan obvia. Miró bien al edificio a ver si veía algo pero no había nada.
De repente divisa una figura saliendo de la puerta de vidrio, seguro que era él. Se acomodó un poco el pelo y comenzó a caminar lentamente haciéndose la indiferente. Caminó un poco más pero no obtuvo respuesta, nadie la llamaba. Tal vez él no la había visto. Ya no se podía contener más y venciendo su pobre fuerza de voluntad se giró y lo que vio casi la pone pies para arriba.
No era Kenshin ni nada que se le pareciera, era solamente el portero que limpiaba el pórtico. Se quedó observando un segundo más el edificio y con un gran suspiro continuó su marcha hacia la escuela.
- Tonta Kaoru... no sé por qué creíste que lo ibas a ver...- Se dijo calzándose la mochila y justo cuando desaparecía entre la gente la puerta del edificio se volvió a abrir.
- Ohio gozaimasu Kusanagi-san- dijo Kenshin sonriendo
- Ohio gozaimasu Kenshin-kun, Bonito día no- Le contestó el hombre parando de barrer y mirando al cielo.
- Hai nn
¿Ya te vas para la escuela?
- sí, así que me despido, que tenga un buen día
- Tú también- El hombre le sonrió y Kenshin saludando con la mano se dio media vuelta y se fue.
-
Kaoru había llegado por fin al salón, dio una mirada rápida, Megumi no había llegado. No sabía si debía contarle lo que le había sucedido ayer, le daba algo de vergüenza, quizá con el tiempo. Estaba depositando su mochila en el gancho del banco cuando un escalofrío le recorrió la espalda.
En la puerta estaba Megumi, Kaoru no la podía ver pero sabía que era ella, en ese momento recordó algo que la hizo asustar más. Ayer había prometido llamarla cuando llegara así hablaban del nuevo alumno pero con todo el problema que había tenido lo había olvidado por completo.
- Bu...bu...bu...buenos días Meg...
¡Hum! Buenos días...- Le dijo Megumi sentándose en el banco.
¿Cómo estás- dijo un poco más nerviosa pero Megumi sólo la miró arqueando una ceja.
- Estoy esperando...
- Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento...
- Muy bien, esta vez fueron diez ¡La próxima van a ser 20!
- No me tortures más...
- Espero que tenga una buena excusa Kaoru Kamiya.
- Créeme que es buena...o mala... es decir es buena pero la causa es mala, aunque eso la convierte en mala, entonces es mala pero la excusa es buena –Megumi volvió a mirarla arqueando una ceja, Kaoru ya no sabía lo que decía. ¿Le diría la verdad? En realidad le debía una buena explicación a su amiga pero...
- Bueno basta, ya est� olvídalo... es muy temprano para mi pobre cerebro... Pero escúchame bien, en el receso vienes conmigo sí o sí¿Capische?
- Sí, muchas gracias...
- En fin- dijo sacando muchas hojas¿Hiciste la tarea?
- Ta-re-a- preguntó asustada. Ahora lo recordaba, le habían dado un montón de ejercicios para el día de hoy y no había hecho ninguno, como si eso fuera poco era una materia que le costaba bastante. El día de hoy iba a ser muy largo...
-
RIIIIINNNNGGGGGG!¡Al fin! Las clases me van a terminar matando- Dijo Megumi cuando la profesora se fue.
¿Y a mí? La profesora me dio 40 ejercicios más...- comentó tirándose sobre el banco- buaaaaaa... que vida más injusta...
- Bueno, Kaoru llegó la hora... VAMOS- dijo mientras se acomodaba la pollera.
- aunque no tengo mucho tiempo...lo prometido es deuda...
- Seguro te agradará...
¿Qué tal es- Le preguntó Kaoru tratando de parecer algo interesada, Megumi todos los días anteriores y el posterior de conocer al amigo de Sanosuke, había estado muy emocionada.
- Ya verás...- le contestó con cierta picardía en el rostro. Kaoru sabía lo que eso significaba así que rió un poco.- Vamos, rápido- y le tomó la mano y comenzó a correr a toda velocidad por los pasillos sin importarle chocarse con los demás alumnos. Al final de un gran corredor se detuvo en un salón y asomó la cabeza.
¿Dónde se metió ese Tori-atama estúpido?
¿No est�?
- Arggggg, ya va a ver... vamos a la cafetería, quizás está comiendo...- y como un rayo volvió a llevar a Kaoru hasta la mitad del corredor donde se encontraban las escaleras. Megumi iba tan rápido que bajaba de a dos escalones. Kaoru ya quería que este viaje terminara, porque no sólo que debieron tirar al piso a media escuela sino que le dolían los pies de la cantidad de golpes que se había dado en la escalera.
Al fin llegaron a la cafetería que por cierto estaba llena. Megumi se paró en la puerta y alzó la cabeza buscando a su amigo, pero no lo encontraban.
- Mirá allí está Misao- dijo Kaoru señalando una mesa donde estaba Misao con otras chicas.- Preguntémosle si lo vio- le aconsejó a Megumi que maldecía por lo bajo.
- Está bien...
- Misao...Misao- gritó Kaoru acercándose a la mesa y salundando con la mano.
- ah! Hola Kaoru... por fin puedo hablar con la salvadora de la historia- le dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
¿Salvadora?
- Sí! Si no hubiera sido por tu ayuda nunca hubiera salido con Aoshi
- ah, y cómo te fue?
- Pues verás... estábamos...
¡Ejem- tosió muy fingidamente Megumi que preveía que la charla sería durardera.- Lo siento Misao, pero otro día nos cuentas a la dos, ahora estamos apuradas...
- Sí, es cierto ¿No has visto a Sanosuke?
-...- Misao miró a Kaoru con una gota de sudor señalando con la mano un almuerzo todo comido, a Kaoru y Megumi también se les sumó una gota de sudor.
¿Para dónde fue?
- Para el patio, estaba con...
- Gracias- dijo bruscamente Megumi llevándose a Kaoru nuevamente hacia el patio externo.
- No corras tan rápido Meg... el piso está mojado, nos vamos a caer...- pero Megumi ni caso le hacía, sólo miraba para todos lados. Kaoru estaba previniendo un final triste, cercano y doloroso para ambas.
Estaban dándole la vuelta a unas de la esquinas del edificio cuando alguien que venía del otro lado se les cruza sin darle tiempo a frenar.
-AHHHHHHHHHH!
-Fíjate por donde caminas...- dijo despectivamente Megumi sin mirar a la persona que tenía debajo.
- Fijate vos Kitsune tonta
¿Qué¡Tarado te estuve buscando por todos lados!
- Que linda manera de recibirme, hola para vos también... ¡Hola Kaoru- dijo asomándose por el costado del cuerpo de Megumi.
- Hola sano- Le contestó con una sonrisa Kaoru que se había quedado del otro lado de la esquina sin percatarse de la presencia de alguien más del otro lado.
- Bueno Kitsune, te levantás o te levanto yo. Elegí.
¡Argggg- gruño Megumi levantándose de encima de Sanosuke.- ... En fin, no te vinimos a ver a ti sino a ...- pero una sonrisa le iluminó el rostro cuando vio a alguien del otro lado de la esquina- Hola, no te había visto...
- Hola Megumi- de repente Kaoru pareció escuchar una voz que se le hacía conocida, se acercó un poco hasta el otro lado pero Sanosuke de le puso en frente.
- Bueno Kaoru ahora sí te presento a mi mejor amigo...- Kaoru lo corrió la vista antes de que Sano terminara y súbitamente sintió como litros y litros de sangre hirviente se le subían a la cabeza. Se quedó completamente pasmada y de su boca salieron dos sílabas.
¡Kenshin- Kenshin que también se había sorprendido mucho, la miró y sólo pudo pronunciar otras dos sílabas.
¡Kaoru!
¿Qué, ya se conocían- dijeron al mismo tiempo e igual de extrañados Megumi y Sanosuke. Kenshin y Kaoru se quedaron mirando ignorando por completo la pregunta de sus amigos, realmente no lo podían creer ¿Acaso sería una jugada del destino?
¡Hola, tierra llamando a Kenshin y Kaoru- dijo Megumi mirando a los chicos. Este llamado trajo de vuelta consigo a Kaoru que la miró directamente a los ojos con a boca abierta.
¡Tanuki¿Ya se conocían?
- Este... bueno...- Kaoru miró a Kenshin otra vez, si decía que sí tendría que contar lo de anoche y si decía que no, no le iban a creer.- algo por el estilo...- Insatisfechos con la respuesta de Kaoru, Sanosuke y Megumi giraron la cabeza al mismo tiempo hacia Kenshin. El seguía sorprendido, pero algo en la cara de Kaoru le dijo que debía permanecer en silencio, así que puso su usual cara de qué está pasando y contestó con su habitual.
¿Oro- a Megumi y Sanosuke les rodó una gota de sudor, comprendiendo que no iban a saber nunca la respuesta.
- No tienen caso... ninguno de los dos...- dijo Sanosuke rascándose la cabeza.- Mejor vamos a comer algo, tengo hambre...- y la panza le comenzó a hacer ruido.
¿Hambre? La vimos a Misao... Sabemos que te comiste su almuerzo...- le regañó Megumi.
¿La comadreja? NAH! Eso sólo fue un pequeño aperitivo...
- A veces me pregunto a donde irá toda esa comida, pero después me doy cuenta..."mucha carne poco sesos"...
¿Qué querés decir con eso?
¡Creo que fue bien explícita!
¡Yo sí tengo cerebro y mucho más que vos para que sepas!
- seh... demuéstralo
¿Cómo?
¿Ves? No tienes...
- que sí
- que no
- que sí
- que no...
Mientras Sanosuke y Megumi peleaban, Kenshin y Kaoru seguían mirándose sin poder creerlo haciendo caso omiso de la pelea a muerte que se daba detrás de ellos.
Kaoru sabía que debía estar completamente roja y no sabía como ocultar su cara. Sin embargo se quedó pensando unos momentos, tenía muchas ganas de verlo y bueno, ahora lo vería todos los días, estaba muy feliz. Quería decir las palabras correctas para no parecer una tonta, pero todo lo que había "ensayado" se había borrado por completo de su mente. Miles de preguntas comenzaron a asaltarla, preguntas que ya se había formulado pero la respuesta era inexistente. Tal vez esta sería la oportunidad.
- Ayer... me di cuenta de que no te agradecí por haberme ayudado...Domo arigatô gozaimashita...
- Do Itashimashite- le contestó Kenshin con una sonrisa.¿Te encuentras mejor?
- sí, por suerte no pasó a mayores.
- Me alegro- Dicho esto el silencio volvió, es decir, el silencio entre ellos dos, porque Megumi y Sanosuke estaban gritando mucho.
- Pu...puedo hacerte una pregunta...- Dijo de repente Kaoru sorprendiendo un poco a Kenshin.
- claro
¿Cómo sabías lo que me estaba pasando en ese momento- Kenshin al escuchar esta pregunta se puso a pensar como si cuidara cada palabra que iba a decir, hasta que al final un poco nervioso dijo.
- Te vi desde el balcón de mi habitación que da frente al parque...
¿Me viste- volvió a cuestionar Kaoru, la verdad que había sonado poco creíble el tono de voz de Kenshin.
- Sí, miraba la lluvia...tú sabes...
- sí...por supuesto...- Kaoru no le creyó demasiado pero se tuvo que conformar con esa respuesta. Cuando su pequeña charla finalizó cayo en cuenta de la cotidiana pelea que se disputaba tras ella.
¿Siempre se llevan así, no- preguntó Kenshin con una gota de sudor en la cabeza.
- Sí, siempre... como dice el dicho "los que se pelean se aman"...
¡PERO ESTE NO ES EL CASO- gritaron al mismo tiempo Megumi y Sanosuke.
¡AYYYY¿No era que no nos escuchaban- les dijo Kaoru con las manos en las orejas.
- Bueno basta, no tiene sentido discutir con este tori-atama estúpido.
- Ni menos con una kitsune cabeza dura... Kenshin...
¿Oro?
- No digas "oro"... vamos...
¿No comerán con nosotras- preguntó desilusionada Kaoru.
- Nah, la kistune me quitó las ganas...
- Hasta luego Kaoru, Megumi- dijo Kenshin yéndose con Sanosuke.
- adiós Kenshin- dijo un poco triste¡Adiós Sano- le gritó a su amigo que estaba un poco más lejos.
- Matta ne jo-chan- dijo acompañando con un ademán de la mano, pero antes de irse se dio vuelta y caminando para atrás gritó¡Por cierto Kistune!... Kenshi cuando te diga corres...- le susurró a su amigo.
¿Oro?
¿Qué quieres ahora- dijo enfadada.
¡La bombacha roja que tenés puesta te queda mal- y se dio vuelta.- Ahora...- y ambos chicos comenzaron a correr.
¿Qué¡ESTÚPIDO- gritó Megumi totalmente sacada de sí.¡YA ME LAS VAS A PAGAR ENFERMO MENTAL!
- jajajajajajajaja...
¿De qué te ríes?
- oops! De nada, ya está déjalo.
- hum! Bien que le gustaría a ese inútil verme la ropa interior.
- Mejor comamos... el receso va a terminar...
- sí, dale...- Y así las dos chicas se fueron a comer. Kaoru estaba muy feliz, porque sabía que de ahora en más vería a Kenshin cuando quisiera y quién decía quizá algún día...
-
N/A: Ohiô! O genki desu ka? Jajajajja, quiero pedir perdón, me tardé mucho en actualizarlo... pero prometo de ahora en más tratar de hacerlo más seguido.
Quería aclarar un par de cosas antes de agradecer los reviews, una de ellas es que si no lo notaron Sanosuke habla (o mejor dicho yo escribo Oo) con un tono muy "argentinizado", la razón por la cual lo puse así es que en la serie original él habla muy impropio y es de lengua larga, en mi fic él nació en Osaka y allí la gente (en realidad en toda esa región pero no entremos en detalles absurdos) habla también de forma impropia a como lo hacen el resto de los japoneses. Así que yo quise trasladar eso de alguna manera.
Por otro lado quiero aclarar que el pelo de Kenshin yo me lo imagino como el del final del manga, no es largo (si lo vemos desde el punto de vista a como lo tenía antes) pero tampoco es corto (para alguien normal).
Por último queda decir que...¡A qué no se dieron cuenta de quien era Misanagi! Sí, es la jefa ninja Sanada. No soy partidaria de los personajes inventados de sagas inventadas pero me pareció que el personaje encajaba con la personalidad que debería tener el personaje "hermana de Kenshin".
Bueno después de todas estas aclaraciones me queda decir que me alegra mucho que este fic haya sido bien aceptado, espero no desilusionar a nadie.
Mangela Kaoru-chan the tanuki: Muchas gracias por tu review, y sí, yo leo tu fic, me gusta y contá siempre con un review mío.
Gaby(hyatt: ¡Gracias de verdad! Me alegra que te agrade el fic. Con respecto a la novia de sano...jejejeje..ya van a ver porque es quién menos se imaginan.
Mari: También me alegro de que te haya gustado el fic. Opino lo mismo, Kenshin es muy lindo XD (perdón sou-kun, igual vos sos el único para mí)
Tatsi Shinomori: No te enojes, hay Soujiro para todas… Igualmente te vuelvo a aclarar que con quien mantengo mis conversaciones es con Soushi Okita :). Muchas gracias por tu review, de verdad.
Naoko L-K: Muchas gracias, creo que todas queremos un ken...
Yuki-Kudo: Que bueno que te haya gustado el capítulo, espero que este tb te guste. Con respecto al pelo de Kenshin ya aclaré algo, de cualquiermanera le queda bien ¿No?
Dark-Natt: primero que nada ahhhhhh! Me encanta tu fic, está buenísmo. No puedo creer que leas el mío... En verdad que me gusta mucho como escribís, espero que la historia tenga el final correcto...
Misao-HX: Muchas gracias por tu review, me alegra de que te guste.
Eso es todo por ahora, como siempre no se olvides de dejar reviews que me encanta leerlos. Sin más se despide...
Atte.AsUkA!
