Umi: Bueno este capitulo va con dedicatoria, es especial para Abby Lockhart, porque ella lo pidió, aquí aparece su personaje Arika, mas tarde aparecerán los demás caballeros dorados, pero por ahora, voy a leer sus reviews.

Jessyasha: Bueno, si estas tan interesada en saber sobre el poder de Umi y el origen de su familia, entonces consulta el juego de peleas King Of Fighters, ahí obtendrás mas información sobre el clan de Umi. Y bueno, gracias por tu review, espero que la historia te siga gustando, claro que Milo va a seguir saliendo.

Abby Lockhart: Bueno, si, salí algo sádica, es verdad, pero sin embargo sigues leyendo esta cosa, gracias por tu review ¡Y ya tenemos fanáticos!

Silence-messiah: ¡Hola! ¡Bueno, bueno! Gracias por decir que esto promete, si soy algo sádica, no te preocupes, todo va a salir bien, claro que le voy a seguir, sigue leyendo.

Shadir: ¡Me caes tan bien, Shadir! Siempre lees mis fics, bueno, si es algo sádica, no te atrevas a burlarte de ella, porque te va a arrancar la cabeza (Es bromita, ya eres amiga oficial de Umi), sigue leyendo, que se pone interesante.

Bueno, lean y que Dios los acompañe.

Capitulo 2: Pequeños cambios.

Cuando Umi llegó al lado de Milo y Shaka hasta el Santuario, había miles de caballeros de todos los rangos y aprendices por todos lados, en ese momento vio correr a un niño de cabellos castaños seguido por una mujer pelirroja con una mascara de plata en el rostro, era Marín, y ese niño era Seiya.

-¿Por que no vas a dar una vuelta por ahí, pequeña Umi? Tal vez conozcas a alguna persona que quiera ser tu amiga.- Dijo Milo, bajando a Umi, pues todo el camino a Grecia la estuvo cargando sobre su hombro.

-Si, Milo.-

-Y ya no me digas Milo, ahora me tienes que decir, maestro.-

-Si, Milo- Sonrió Umi, saliendo de la vista de Milo, quien se dispuso a reportar su regreso al Patriarca.

Umi chocó con Seiya mientras el corría y era seguido por Marín, lo cual detuvo su loca carrera, Marín lo sostuvo mientras el gritaba y pataleaba.

-¡Oye! ¿Por que le haces eso? ¿Que no ves que le duele?- Dijo Umi, viendo de forma amenazadora a Marín.

-¿Tú eres de aquí?-

-Nop, soy de Japón, vine con Milo el va a ser mi maestro de ahora en adelante.- Dijo Umi, señalando a Milo mientras el se marchaba, seguido de Shaka.

-Ah, entonces no hay problema en que le des una paliza a este engendro de nombre Seiya.- Dijo Marín, poniendo a Seiya en el piso.

-Pero yo no quiero golpear a nadie...- Dijo Umi. -¿El se llama Seiya? ¿Es japonés también?-

-Sip, yo también lo soy, por eso me lo dieron para que lo entrenara.-

-Bien, yo soy Umi Yagami, mucho gusto.-

-Yo soy Marín, y este monstruo es Seiya, creo que ya te lo había dicho.- Dijo Marín, revolviendo con su mano el cabello de Seiya, quien se quejaba amargamente.

-Bueno ¿Y que puedo hacer en este lugar?-

-Si quieres, puedo guiarte por el Santuario, para que veas a los demás, y dejaré a Seiya encargado con Aioria, a ver si con el si se porta bien.-

-Genial.-

Umi y Marín caminaron un poco, Umi era una niña chistosa, su cabello era corto y no tan azulado como el de Milo, pero tenía los rasgos físicos de todo Escorpión: Ojos grandes, cejas abundantes y unos pequeños labios bastante carnosos, por donde pasaban, los caballeros mayores le lanzaban piropos a Marín y los pequeños aprendices miraban embelesados a Umi, aun cuando el traje ensangrentado aun cubría su cuerpo.

Llegaron a un lugar de entrenamiento donde estaban los caballeros de Plata, Marín los saludó a todos y ellos se volvieron a regresar el saludo. Pero cuando lo hacían, sus ojos se clavaban en la pequeña Umi.

-Hola Argol.-

-Hola Ma...- Argol no pudo terminar, porque fue visto por unos enormes ojotes azules. -Pero ¿Que veo? Unos tomates azules, cejas enormes, labios grandes ¿Eres Escorpión?- Dijo viendo fijamente a Umi.

-Sip, y a mucha honra.- Dijo viendo de forma desafiante a todos los caballeros de plata.

-Salio brava la niña.- Dijo Asterión, viendo de arriba a abajo a la niña. -No me digas, es alumna de Milo.-

Marín asintió.

-No se acostumbren a ella, no durará...- Dijo Misty, quien aun no había visto a la chiquita, pero cuando la vio, con su vestidito escolar lleno de sangre, tragó saliva.

-Aunque ahora que lo pienso, creo que esta si va a durar, y si tiene suerte, puede ser caballero, pero dudo que la dejen portar la armadura de Escorpio.-

En eso se pudo escuchar una risita de una niña y el grito de otra persona que la perseguía.

-¡Arika, vuelve aquí, que te voy a hacer mole poblano y esta vez no vas a escapar!- Dijo Afrodita, corriendo tras la niña de cabellos cortos, se volvió a ver a Umi un rato, pero cuando sintió cerca a Afrodita, echó a correr de nuevo, haciendo al santo de Piscis caer al piso de tierra y tragar polvo.

-¡Corre Arika, no dejes que te alcance!- Gritaban los caballeros de plata, menos Misty, el contemplaba entre asustado y divertido la escena, asustado porque todo lo que corre se cansa, y Arika algún día se iba a cansar, y cuando eso pasara, Afrodita la haría mole poblano, tal como lo había dicho.

Pero lo bueno del caso es que siendo Afrodita mucho mayor que Arika, se cansó primero, regresó humillado y enterregado donde estaban los caballeros de plata, todos le saludaron, pero el estaba deprimido, no podía controlar a su propia alumna.

-Ya, para que no llores, te devuelvo tu maquillaje.- Dijo Arika, riendo.

-¡Dame eso, pequeño insecto mal parido!- Dijo Afrodita arrebatándole lo que traía en las manos, pero después se volvió a ver a Umi, y al igual que los demás, se quedó embelesado viendo a la niña. -¿Pero que es esto? Una niña de cabello azul como el mar.-

-Ay ya vamos a empezar...- Se quejó amargamente Dante

-Y dime, ¿Como te llamas linda?-

-Me llamo Umi Yagami.-

-Vaya, tienes apellido, eso da a entender que tienes familia ¿No?-

-Sip, mi familia es el clan Yagami, uno de los mas poderosos clanes de batalla de todo Japón, somos practicantes de el poder del clan de la Luna.- Modela la luna bordada que tiene en la espalda de su uniforme. -¿A poco no se nota?-

-Creo que si.- Dijeron todos al mismo tiempo.

-Pero aquí vas a tener que olvidarte de tu apellido y de tu posición, ya no estas en Japón, así que aquí no eres nadie.- Dijo Capella, viendo fijamente la luna del uniforme de Umi.

-¿Ah si? ¿Y quien lo dice?-

-¡Yo lo digo, niña torpe!- Capella y Umi se miraron con ojos de fuego.

-Ya dejen de pelear como críos, a Umi se le perdona, pero tu Capella, ya estas muy grandecito, y mas para andar peleando con una niña de seis años.- Dijo Misty.

-¡Tengo siete!-

-Como sea.-

-Ya Umi, muestra un poco mas de respeto para tus superiores.- Dijo Argol, viendo a Umi fijamente.

-¡Si Argol-San!- Dijo Umi, con corazoncitos en los ojos.

-Argol... Ejem... Creo que le gustas...- Dijo Afrodita, en voz baja.

-No importa, ella también es una niña muy bonita, no dudo que sea mas linda cuando crezca.-

-No la hagas que se ilusione...- Dijo Misty, como reprendiendo a Argol por su actitud.

-Ya, no me regañes, pareces mi madre.-

Umi estuvo platicando con los caballeros de plata un buen rato, hasta que llegó Milo y le dijo que la iba a presentar con el Patriarca, Umi se despidió de los caballeros de Plata y se fue en brazos de su maestro.

Algunas cosas le cambiarían a partir de ese momento.

Continúa

Umi: Bueno, una cosa, Abby Lockhart me permitió usar a Arika, y mas tarde saldrán también Rigel, Diego y los otros bueyes para gusto de los que quisieron mas sobre ellos.

Me restiro, no sin antes pedirles que tengan la bondad de ser felices.

Atte.

Umi Yagami Sagara Khon Kido Shirou Arisugawa.