Umi: Bueno, este capi ya es un adelanto, aquí ya tengo 13 años, es en el momento en que mi "amado" Argol muere, es un chapi muy dramático, por cierto, esta basado en el manga, donde Asterión no muere, bueno, voy a leer los reviews.
Antares-Milo: ¡Hola, chavo! ¿Que tal? Gracias por tu review, ya te dejé review en tu historia, espero que lo leas, feo, porque si no, me voy a enojar mucho, y claro que le voy a seguir, tu sigue conectado a este fic.
Atalanta de Esparta: ¡Hola! Es la primera vez que recio un review tuyo, la verdad es que yo no sabia que tu eras Meggan en el fic de Abby Lockhart, entonces ¿Quien es Dagianna? Que bueno que te agrade Umi, es lindo tener un fan. Y lo siento si no he visto ningún fic tuyo, últimamente no he andado mucho por la sección de Saint Seiya, pero sigo actualizando este fic, sigue leyendo.
Abby Lockhart: ¡Guten Morgen, Kinde! Mira, tu sales en todos los capítulos, y este es uno de los capis en los que casi ni sales (Si no es que no sales), pero no te preocupes, como de seguro ya sabes, tu tienes tu propio capitulo que cuenta como te encontraste con Afrodita, sigue leyendo.
Shadir: ¡Que onda! Como te ríes, todo te da risa, eso da a entender que eres una persona muy alegre, y si te sorprende como me gané a ese Patriarca imagínate como le hice para ganarme a Shion, jeje, bueno, sigue leyendo, la linda Umi tiene mucho que contar. Por cierto, no, ese Patriarca ya no es Shion y por ende, ya no es Aries, recuerda que Saga usurpó el lugar del Patriarca desde que Athena nació, y Umi apareció cuando Athena era una niña, igual que los demás caballeros de bronce ¿Oki?
Bueno, con los reviews ya leídos, mejor empecemos con el fic.
Capitulo 4: Algunas despedidas.
Pasaron los años y la tierna y dulce Umi se volvió una fuerte y poderosa jovencita de 13 años, era algo traviesa aun, pero fuera de eso, tenía exactamente el mismo defecto de Milo: Era la mas deseada de todo el Santuario, y eso ni Milo ni el Patriarca lo aprobaron en un principio, pero al ver que controlar a los aprendices jóvenes, con la hormona al limite, era imposible, se dieron cuenta de que Umi no dejaría que cualquiera se le acercara, por el momento, Umi parecía seguir bastante interesada en su Senpai Argol, aunque el solo le seguía la corriente.
De vez en cuando, Argol iba a la casa de Escorpio a hacerle de comer a Umi, cuando Milo se iba con alguna de sus "viejas" como las llamaba Umi, y no llegaba hasta en la tarde, Argol iba a hacerle el desayuno a Umi, en realidad, cuando Milo no estaba en casa, Argol fungía como el "padre" de Umi, era bastante solicito, y Umi lo quería mucho.
Sin embargo, las cosas buenas duran muy poco, pues pronto, Argol fue mandado a luchar contra unos tipos que decían que tenían con ellos a Athena, pero en realidad Athena estaba con el Patriarca ¿Verdad?
Milo dudaba que Athena en realidad estuviera detrás del trono del Patriarca, además de un tiempo a la fecha, el Patriarca se había vuelto sumamente arisco con todos, y no permitía que nadie se acercara a el, aunado eso a la gran cantidad de tiempo que pasaba bañándose, había varios caballeros que sospechaban que al Gran Patriarca se le había botado la canica, sin embargo, nadie decía nada, y seguían obedeciendo a lo que el les ordenaba.
Platicando con Asterión, Umi descubrió como eran todos los caballeros de bronce.
-Uno de ellos es de cabello castaño, tiene la armadura de Pegaso, así que debe ser Seiya.-
-¿Y dices que el solo mató a Misty con sus propias manos?-
-Si, Umi, te lo juro, yo lo vi.-
-Que extraño, el poder de Misty es enorme, ningún caballero de plata podía vencer a ese chico en el Santuario.-
-Si, pero Misty se descuidó, y este chico pudo vencerlo con esa oportunidad.-
-Pero eso no puede ser, Argol fue enviado a pelear con ellos ¿Crees que le vaya a pasar algo malo?-
-No creo, Argol los convertirá en piedra antes de que puedan decir "Athena".-
Horas después, algunos guardias del Santuario llegaban a toda prisa, llevaban un herido, Umi pudo notarlo por los listones blancos atados a sus frentes.
-¡Asterión, traen un herido!- Umi estaba visiblemente preocupada, no tenía idea de quien podría ser el herido, pero tenía miedo de que fuera Argol, grande fue su sorpresa, la de Asterión y la de Arika, cuando vieron que el herido era Argol, estaba herido de muerte, cosa rara, su armadura solo estaba rota de un pequeño extremo.
Los miedos de Umi se hicieron realidad.
-¡Argol! ¡Argol! ¿Estas bien?-
-No, Umi... No estoy bien...- Argol, a pesar de estar moribundo, conservaba la sonrisa en el rostro, como si hubiera cumplido un propósito.
-Argol, ¿Te vas a morir?-
-Creo que si, después de todo, como caballero de plata, ya estaba destinado...-
-¡Umi, cuida aquí a Argol, iré a buscar a alguien que lo cure!- Asterión ya se iba, pero Argol lo detuvo.
-¡No, Asterión! No es... Necesario...- Argol sostuvo fuertemente la mano de Umi.
-Me falta poco para morir...-
-¿Que dices?-
-Umi, escúchame, y escúchame bien...-
Argol apretaba cada vez mas la mano de Umi, estaba cubierto de sangre.
-Quiero... Que seas fuerte, esto es mi destino... Y no podemos detener al destino...-
-¿Destino? ¿Que es...el destino?-
Argol vio a Umi con los ojos entristecidos, una pequeña y fugaz lágrima escurrió por su ensangrentada mejilla.
-Un futuro que ya fue definido...-
-¡Eso no es verdad, Argol! ¡Lo que pase mañana no está decidido! ¡Eso no es verdad, no puede ser verdad!-
-Bueno, Umi... Tal vez, si usas la armadura de Perseo y más adelante la de Escorpión y luchas por Athena y por la Tierra... Tal vez, solo tal vez... Tú seas capaz de cambiar el futuro...-
-Argol, por favor no mueras...-
-¡Umi, escucha!-
-¿Que ocurre?-
-Quiero que vayas a Jamiel, y busques a Mu, el caballero dorado de Aries, con mi sangre, pídele que repare la armadura de Perseo, y úsala, estoy seguro de que ella te aceptará...-
La fuerza de Argol comenzaba a disminuir, la vida lo abandonaba, su mano dejó poco a poco de apretar la de Umi, finalmente, dejó de respirar, y murió en paz.
-Argol, no... No te vayas...-
Por un momento, Umi creyó sentir que el cosmos de Argol seguía ahí, hablándole.
"Oye Umi, promete que vas a cuidar a aquellos a quienes llegues a amar tras mi muerte."
Umi asintió, no supo por qué lo hizo, pero lo hizo, como si prometiera que protegería a los que amara mas adelante.
-Te prometo que cuidaré de todos aquellos a los que ame en mi vida...-
Umi recordó el momento en que conoció a Argol, cuando hizo, con los caballeros de plata y algún que otro dorado su propia banda, su inseparable grupo de amigos.
Argol era el mas desmadroso del Santuario, y era justo igual que Umi, aun cuando a veces no estaban de acuerdo en ciertas cosas, se llevaban muy bien, Umi amaba a Argol, aunque no estaba segura de que en realidad amaba a Argol lo suficiente como para llorar toda una vida por el, derramaría lagrimas por Argol, y aun así, su corazón no estaría destrozado.
Cumpliendo la orden de Argol, se dirigió a Jamiel, era un lugar horrible, lleno de esqueletos de personas que no alcanzaron a llegar al monte.
Cuando llegó, lo primero que vio fue una especie de mesita con una sombrilla enorme, y a un chico de cabello lila sentado en una silla, leyendo un periódico, cuando sintió la presencia de alguien, sin despegar la vista del periódico, le saludó en un idioma desconocido.
-Buenas tardes...- Después se volvió a ver a Umi, quien sonreía con la enorme caja de la armadura de Perseo a espalda, Mu se dio cuenta de que no era lemuriana, entonces volvió a saludar, esta vez en español. -¡Bienvenida! Acércate, anda, sin pena.-
-Gracias...- Umi se acercó, se sentó en una de las sillitas y dejó la armadura en el piso.
-¿Eres china?-
-Casi, casi, soy japonesa.-
-¡Ah, japonesa! Bienvenida japonesa ¿y a que viene una japonesa a Jamiel?-
-Quiero que repares esta armadura.- Umi sacó la armadura de Perseo de la caja, Mu vio la armadura con preocupación.
-Será difícil, pero tiene sangre, así que veré que puedo hacer... ¡Kiki, tenemos un trabajo, trae las herramientas!- Esto ultimo lo gritó de nuevo en ese idioma que Umi desconocía, quizás lemuriano.
Una voz de niño se escuchó desde adentro del enorme castillo.
-¡Estoy viendo la novela!-
-¡Al diablo con la maldita novela, ven acá a trabajar!-
-¿Por que no lo haces tu solo, para variar?-
-¡Cállate! ¡Trae tu trasero acá afuera!- Esto ultimo, lo dijo en español.-Disculpa, es que este niño nunca hace nada ¿Gustas comer algo?-
-No gracias, así estoy bien...-
Después de unos minutos de fijarse si la sangre era suficiente, volvió a renegar, y volviendo a gritar en lemuriano, se volvió para llamar a Kiki.
-¡Kiki! ¿Donde carajo están mis herramientas?-
-¡Búscalas tú mismo!-
-¡Ven acá en este momento, zanahoria sobrecrecida!-
Minutos más tarde, Kiki salió del castillo, con la caja de herramientas. Mu le daba órdenes en un idioma desconocido para Umi.
-Y tráeme también el polvo de estrellas...-
-¡Ah, siempre es lo mismo! ¡Yo traigo las cosas y tu reparas las armaduras!- Se quejó Kiki, nuevamente en lemuriano. -¡Si esto fuera el Santuario, yo ya sería caballero dorado!- Dijo Kiki, señalando a Mu con el dedo.
-¿Si esto fuera el Santuario?- Mu sostuvo el dedo de Kiki, pasándolo por encima de la cabeza de Umi, quien se inclinó para dejarlos pasar. -¡Si esto fuera el Santuario yo ya sería Patriarca! ¡Y seguirías trayendo las cosas! ¿Entiendes?- La pregunta la hizo en español nuevamente, pero Kiki se seguía quejando en lemuriano. -¡Ya vete por el polvo, zanahoria!-
-No soy una zanahoria, tengo el cabello rojizo ¿Entiendes?-
-¡Ya lárgate!- Mu le lanzó un cuchillo a Kiki, que se fue a clavar en el marco de la entrada al castillo, Umi permaneció callada todo el tiempo.
-¿Y que no se supone que el dueño de esta armadura murió ayer?-
-Si, pero me la heredó, porque con esta armadura voy a proteger a mis seres queridos.-
-¡Me agrada que todavía exista gente que piensa que las armaduras son para proteger y servir y no para demostrar un cierto grado de superioridad!-
-¿Uh?-
-Si, últimamente los caballeros actuales piensan que las armaduras son solo para pisotear a los de menor rango que ellos, pero no son para eso, y por ese motivo, algunas armaduras no aceptan a ciertas personas...-
-¿Las armaduras escogen a quien proteger y a quien no?-
-La armadura en si, en si, no es un pedazo de metal simplemente, sino un ser vivo con sentimientos y emociones, y a veces siento que esta armadura llora por su dueño anterior, pero a la vez se alegra de que su heredera tenga tan buenos sentimientos.-
-¿Crees que la armadura me acepte?-
-Ah, claro que lo hará, además, de seguro tienes entrenamiento ¿No?-
-Un poco...-
-Oh, muy bien, ¿Y quien es tu maestro?-
-Milo, el Escorpión...-
Mu dejó de prestar atención a la armadura, para ver asombrado a Umi.
-Debes haber hecho algo realmente malo, para ser la alumna de Milo el Escorpión.-
-Horrible...-
Después de reparar la armadura, Mu le dijo a Umi que debía irse, y que tal vez se volverían a encontrar en el Santuario, Umi se fue por el mismo camino por el que había llegado, y al verla marchar, por un momento, Mu recordó al primer visitante oriental que llegó a esas montañas a curar dos armaduras.
-¿Me pregunto si Shiryu conoce a esta jovencita? Si no, le interesaría mucho saber que Seiya y Marín no son los únicos orientales en el Santuario...-
Continúa
Se refiere a una persona superior a uno, en este caso, dado que Umi aun es una aspirante, Argol es bastante superior a ella, ya que es un caballero de plata.
Umi: Oki, como dijo don Fermín, este capi llegó a su fin. Bueno, espero que dejen harto review para poder seguir con esta historia.
Por cierto, Jessyasha es la nueva madrina del fic, como saben, su review me cayó del cielo (Les recuerdo que Abby Lockhart ya había leído los capítulos antes de que los publicara, así que ella es la primera madrina de Umi de Escorpión, además, si no fuera por ella, yo nunca hubiera creado a Umi como un personaje de un fic), el padrino del fic es Silence-mesiah (que aun estamos en platicas para saber si es hombre o mujer, jeje), bueno, gracias a todos por sus reviews.
Me restiro, no sin antes pedirles que tengan la bondad de ser felices.
Atte.
Umi Yagami Sagara Khon Kido Shirou Arisugawa.
