Umi: ¡Hola, mocosos y mocosas! ¿Como tan? ¿Ya listos para las clases? Yo no... Bueno, dejando de lado las bromas, espero que este capi les guste tanto como los anteriores, es algo más cómico que el cuarto, pero espero que también les guste, ahora a los reviews.

Shadir: Ah, que risita, pues, como siempre y siempre presente, Mu y su "florido" vocabulario o como se escriba (me parece que así se escribe), y si, así se expresa, y aunque no lo creas, Umi SI es linda y tierna. No se vale reírse. Gracias por el review.

Abby Lockhart: Yo se que tu sabes que Argol se iba a morir, pero por lo menos podrías ser algo mas sensible ¿no? Bueno, gracias por tu review.

Anfitrite: Gracias por tu review, y si, Umi es la alumna de Milo, espero que sigas leyendo este fic. De nuevo, gracias por tu review.

Anna Kasamy: Oye, no regañes a Mu, y si, eso lo saqué de Kill Bill, me encanta esa película, gracias por tu review, espero saber mas de ti muy pronto.

Silverhell: ¿Que onda? Bueno, no le hace, el caso es que mandaste review, que bueno que te siga gustando, y si, Mu y Kiki se llevan súper bien, se nota ¿No? Bueno, tú sigue acá, y dale una checada a mi fic de Weiss Kreuz, que no te arrepientes.

Estoy enojada, recibo muy pocos reviews ¿Que pasó muchachos? ¿Donde están los lectores que dejan review? Dejen un review, no sean malitos. Bueno, ahora si, al fic.

Capitulo 5: ¿Que pasó con Umi?

Después de un tiempo, y tras portar con honores la armadura de Perseo, Umi se volvió una chica temible, era admirada por todos, incluso por los caballeros dorados, a los que conocía aun sin haber hablado algún día con ellos.

A Milo le hartaba que Umi siempre estuviera caminando a todos lados, por eso le consiguió una bicicleta, y como Umi casi siempre andaba en el recinto de las amazonas, pues era mas admirada aun entre las amazonas.

Cuando iba saliendo del recinto, ya en la tarde, nadie se atrevía a despedirse de ella, era como si fuera una falta de respeto hablarle, pero había quien vencía la timidez y la saludaba.

Umi era feliz de ese modo, aunque le molestaba que nadie se atreviera a hablarle, era algo molesto que nadie le hablara, sin embargo, en el aire también podía sentirse algo de intranquilidad, todo mundo se movía, aun cuando no hubiera nada que hacer, Umi subía las escaleras al templo de Escorpio cargando con la bicicleta.

-¡Ya vine, Milo!- Dijo Umi, quitándose los zapatos en la entrada, era la costumbre japonesa que no se le quitaba, se puso pantuflas para andar por la casa, dejando los zapatos en la entrada y encontrando a Milo en la cocina, haciendo de comer.

-¡Que bueno que ya llegaste!-

-¿Estas aquí? Que milagrito ¿Eh?-

-Mira, no te burles que el Patriarca dice que debemos quedarnos acá las 24 horas del día, porque pronto va a venir esa impostora que se hace llamar Athena, así que debemos prepararnos para la batalla contra sus caballerillos.-

-Pero son caballeros de bronce, podemos pisotearlos y hacerlos mole poblano cuando se nos de la gana, además, somos mas poderosos y tenemos un cosmos mas elevado que el suyo, y por cierto, quería pedirte un favor.-

-¿Cual?-

-Si encuentras a algún caballerillo de esos que sepas que esta relacionado con la muerte de Argol...-

-¿Que quieres que haga?-

-Mátalo, no tengas piedad con el...-

-De acuerdo, no soy muy piadoso de todas formas...-

Se sentaron a comer, en eso llegó Camus.

-Buenas tardes Milo ¿Como estas Umi?-

-Muy acalorada y cansada de cargar esa infeliz bicicleta, Milo debió comprarme un caballo en vez de una bicicleta.- Bufó Umi, molesta por tener que cargar hasta el templo de Escorpio con esa enorme bicicleta.

-¿Para que lo entrenes y te lo lleves a las carreras de caballos y te uses a ti misma como jockey? No gracias.-

-Estoy chaparra, pero no es para tanto, Milo.-

-Milo, tu alumna tiene razón, creo que no debiste comprarle una bicicleta, es mas el tiempo que la carga que el tiempo en que la utiliza, y un caballo... Pues vendría siendo lo mismo, no suben escaleras...-

-Pero por lo menos no voy a tener que cargarlo.-

-Bueno, eso si, por cierto, Milo, necesito pedirte un enorme favor.-

-¿Pues que tengo, que todo mundo me pide favores?-

-¿Eres muy buen amigo y sabes hacer favores?- Camus puso ojitos de perrito triste.

-De acuerdo, dime que es lo que quieres.-

-De seguro sabes que mi alumno el caballero de bronce de Cisne anda entre esos tipos que dicen que tienen a Athena de su lado ¿Verdad?-

-Sip.-

-Y de seguro también sabes que ellos van a venir a traer a "Athena" para que hable con el Patriarca ¿Verdad?-

-Sip.-

-Pues quiero que no dejes pasar a mi alumno si llega a esta casa ¿Puedes?-

Umi interrumpió la conversación en la que, hasta ese momento, no había tomado parte.

-¡Claro que lo haremos! Así podré descubrir quien mató a Argol.-

-Te ves molesta aun por eso...-

-Lo estoy. Quiero ver muerto al que le quitó la vida a Argol.-

-Lo siento por ti, Argol era un buen chico, y si me permites decirlo, un excelente cocinero.-

-Derramé lágrimas por Argol, pero aun así, mi corazón no se siente destrozado.-

-Que bueno que sabes sobrellevar este tipo de cosas con total tranquilidad, ahora eres la dueña de la armadura de Perseo, de seguro Argol se siente muy orgulloso de ti.-

-Si, espero que así se sienta, en donde quiera que se encuentre.-

-Bueno, me retiro, tengo cosas importantes que hacer, me voy, buen provecho.-

-Adiós, Camus, hasta luego.-

-Puede ser que no haya un luego...- Camus se volvió a ver a Umi, en su mirada había una especie de brillo, como si estuviera consciente de que va a morir pronto. -Me voy, tengo cosas que hacer.-

-Sayonara, Camus-San-

-Adiós, Camus.-

-Hasta luego.-

Camus se fue, y Milo y Umi comenzaron a comer, dejaron los platos vacíos, en verdad estaban hambrientos, ahora tendrían que entrenar, Umi estaba muerta de cansancio, pero entrenaba de todas formas, quería ganar la armadura de Escorpio, y para eso, debía vencer a la competencia mas poderosa que tenía: Un chico llamado Diego, que era "novio" de Arika (En REALIDAD, no eran novios, porque Afrodita no le había dado permiso a Arika de tener novio, pero a ellos les gustaba creer que si eran novios) y siempre trataba de meter a Umi en problemas, y trataba de hacer que Arika y ella dejaran de ser amigas, pero siendo que Arika y ella eran un par de amigas inseparables, para Diego era casi imposible separarlas, y Arika era seguida siempre por un chico de nombre Rigel, no había que negar que Rigel era el mas guapo del Santuario, aunque el era guapo, no hermoso como los demás.

Tres días después, cuando faltaba casi un mes para el cumpleaños de Umi y por ende, el de Milo (3 y 10 de noviembre respectivamente), ambos sintieron un cosmos poderosísimo, y Umi bajó a la casa de Aries, había sentido un cosmos íntimamente familiar.

Cuando entró a la casa, acompañada de Arika, vio a Mu sentado en las escaleras de la entrada del templo, leyendo un periódico, que era, extrañamente, el mismo periódico que estaba leyendo cuando Umi y el se conocieron.

-¡Hola, Mu-San!- Saludó Umi. -¿Te acuerdas de mí?-

-Ah, hola señorita de cabello azul que presenció una pelea entre Kiki y su buen maestro o sea yo.-

-¿Por que viniste al Santuario?-

-Porque se acerca una batalla, y yo tengo que proteger mi templo.-

-¡Ah, casi lo olvido! Ella es Arika, es una buena amiga mía.-

-Mucho gusto, señorita Arika.-

Arika no respondió, estaba idiotizada con el caballero de Aries, Umi le dio una palmada en la nariz.

-Lo siento, Mu-San, creo que debemos irnos, porque esta niña esta pasando por un lapsus pendejus ¡Hasta luego!-

-Hasta luego, Umi-

Cuando estuvieron lo bastante lejos para que Mu no las escuchara, se detuvieron.

-¿Que demonios te pasa, Arika?-

-¿De que o que?-

-Pues que no le hablaste a Mu, ¿Por que no le respondiste?-

-¡Es que esta bien chulo!-

-Ay, Arika, ¿Que no se supone que andas con Diego?-

-Pues si, pero Afro no me deja verlo, antes de verme con ese "vago" como el le dice, mejor me mata, y si lo ve cerca de la casa, le da un tiro.-

-¿Y si viera que lo besas o algo así?-

-Lo mata, y después le da un tiro...-

-Que lindo...-

-Ya lo se...-

De pronto, Arika y Umi sintieron un grupo de cosmos acercándose a la casa de Aries, eran los caballeros de bronce.

-Bueno, Arika-chan, creo que nos espera una muy buena batalla...-

-Así es, los caballeritos de bronce se acercan...-

-Bueno, yo tengo que ir a entrenar, nos vemos luego.-

-¡Mata ne!-

Así, las dos amigas se separaron, cada una agarrando un rumbo distinto, ninguna de las dos se imaginaba que Arika perdería a su maestro tan pronto.

Continúa

Adiós.

Señor, señora.

Pequeña.

Adiós

Umi: Bueno, este fue el quinto capi, pronto veremos que pasará con Umi, espero que sigan leyendo y que dejen un chorro de reviews.

Me restiro, no sin antes pedirles que tengan la bondad de ser felices.

Atte.

Umi Yagami Sagara Khon Kido Shirou Arisugawa.