IMPORTANTE. Este fic esta basado en los personajes del anime y manga Card Captor Sakura de las Clamp. Aclarado esto, solo decir que disfruten del fic ^_^

- "diálogos"

·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario

Recuerdos

- "Pensamientos"

Competición, juegos del destino.

Capítulo 3: Malentendidos, líos e incidentes

By: Kassy99

Lucha con todo tu VALOR

Enfréntate a tu DESTINO

Solo juega para GANAR

Y sigue hasta alcanzar el final

En la batalla no habrá PIEDAD

Así que guíate por tu instinto

Que solo hallarás en el CORAZÓN

Porque la VERDAD la encontraras

En el JUEGO que el destino te preparó

Así que: ¡Qué gane el MEJOR!

Respiró y abrió la puerta. Al abrirla se encontró con algo que jamás se le hubiera pasado por la mente que le ocurriría. Se encontró ante sí a una chica, solo con una camisa puesta, bailando. Cerró la puerta rápidamente y reflexionó:

- "¿Qué ha sido lo que he visto? No, no puede ser. Debe de ser que estoy cansado y la mente me juega malas pasadas, ahora volveré a abrir la puerta y veré algo que es lo que no he visto"

Intentaba justificarse, era imposible que tuviera una chica por compañera. En el reglamento lo ponía claramente, prohibido habitaciones mixtas. No se tenía que preocupar por nada. Con el shock del momento no se había fijado en quién era aquella chica, aunque en aquel momento no era lo más importante.

Su mano temblaba, se disponía a abrir la puerta otra vez. Lentamente la volvió a abrir y vio lo que había visto antes, a una chica.

Esta vez, se quedó inmovilizado, no podía mover ni un músculo. La miró de abajo a arriba. Cualquier chico en su situación se hubiera sentido afortunado de estar viendo a tal belleza, pero él no era cualquier chico. Él era el jefe del Clan Li, Shaoran Li. Cuando pudo reconocer a la chica, se quedó sin aliento, la persona que menos deseaba ver en aquel momento era a ella. Repentinamente oyó algo.

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En la habitación de Hua. Ella seguía moviéndose según el cuerpo se lo pedía, se sentía libre cuando bailaba. Era un hobby que tenía desde niña. Le encantaba bailar, cantar, leer, escuchar música, hacer toda clase de deportes,... . Era algo que fue adquiriendo. Siempre hacía todo eso para estar ocupada, necesitaba algo que complementara su vida y que la desahogase de su ira. Fue practicando todo tipo de actividades, hasta que descubrió que cada actividad que realizaba la hacia sentir de una manera u otra, y bailar la hacía sentir bien, aunque nunca lo hacia en público, no le gustaba ser mirada por otras personas.

Cuando bailaba se sentía liberada del estrés que acumulaba, de sus preocupaciones. Cantando expresaba como se sentía, hacia diferentes actividades para encontrar una forma de liberar la amargura y el odio que fue acumulando en su corazón, hasta que el fútbol fue su manera de escape. Todo la ira que acumulaba la descargaba en un partido. Eso fue lo que la hizo la mejor, porque para descargarlo todo, tenía que ganar, era su mayor objetivo. Si no ganaba significaba que no se había liberado totalmente. A parte del fútbol otra forma que tenía de descargarse era en un combate cuerpo a cuerpo.

Su hermano la había enseñado defensa personal y eso derivó en que la chica quisiera aprender artes marciales.

Hua seguía bailando, hacía rato que había notado una presencia en su cuarto, pero la había ignorado. Estaba cansada y su mente ya le había causado malas pasadas en otras ocasiones. Lentamente se dio la vuelta para encontrarse, ante su asombro, a un chico en la puerta del baño. Pero eso no era lo peor, no podía ser cualquier chico, no, tenía que ser con él, con él que ya el primer día, había tenido varios encontronazos, no muy agradables. La chica se puso recta y se quedó mirando fríamente al joven.

Shaoran también la miró de la misma manera.

Hua se giró y apagó el aparato.

- "¿A caso no te han enseñado a llamar a la puerta?"- Preguntó molesta.

- "Claro que se llamar a la puerta"- Respondió indignado.

- "Entonces por qué no he oído ninguna llamada a ninguna puerta"- Dijo sarcástica- "¿Y se puede saber que haces aquí? ¿y durante cuánto tiempo me has estado espiando?"- Repuso con enfado.

- "¿Pero quién te crees que eres? ¡Yo no te estaba espiando! Y el que debería de preguntar soy yo, ¿qué haces tú aquí?"- Parecía un partido para ver quién era el más indignado y ofendido.

- "Yo tengo más derecho que tú de estar aquí. Este es mi cuarto así que lárgate. No sé de donde has salido, pero no deberías de estar aquí"- Se fue aproximando al joven hechicero- "Guapo, cierra la puerta después de salir"- Le dijo con un tono de superioridad.

- "¡Pero que te crees bonita!"- A Shaoran se le estaba acabando la paciencia, si quería jugar, dos podían jugar al mismo juego. La agarró del brazo y la acercó a él- "No te creas que puedes conmigo, no juegues con algo que te queda grande, preciosa"

- "No te creas que con tu pose de macho me das miedo, porque lo único que conseguirás es que me eche a reír. Así que suéltame"- La chica no se esforzaba para zafarse de él, solo se lo ordenaba, estaba muy segura de que él no tendría valor para hacerla algo.

- "Y si no lo hago que vas a hacer"- El corazón de Shaoran cada vez se aceleraba más, tenía tan cerca el cuerpo de aquella chica que también podía notar como su corazón latía a la misma velocidad e incluso más deprisa que el suyo. Sus respiraciones se mezclaban, estaban cerca, demasiado cerca.

Todo lo que estaba ocurriendo escapaba a su entendimiento, era algo que no podía controlar y eso le daba miedo. Más que cualquier otra cosa en el mundo.

Cada vez se acercaban más el uno al otro. No se quitaron la vista de encima. Sus ojos se hundían en la profundidad del otro. Shaoran empezó a notar calidez de los ojos de Sagara. Su mirada tornó más dulce y tierna.

Ya eran las 10 de la noche y los dos tenían que madrugar al día siguiente. Cada vez se acercaban más, lo hacían por impulso, por instinto, no lo sabían, solo ansiaban estar así, tan cerca.

Repentinamente unos golpes desde la habitación de Shaoran los despertó, haciendoles despertar la realidad de nuevo, Hua notó su acercamiento y se separó, recobró la cordura y la sangre fría.

- "Será mejor que vayas a ver de quien se trata, no le hagas esperar. A estas horas debe de ser algo muy importante, capitán Li"- La mirada de Hua se volvió fría otra vez.

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Volviendo otra vez a su habitación, Shaoran era incapaz de saber como pudo volver a ser tan fría, él mismo aún se sentía algo incómodo por la situación, pero ella no daba síntomas de haber notado el ambiente cálido y tierno que antes gobernaba en la habitación, le confundía mucho esa mujer.

Dejó de pensar en ello y se dirigió a la puerta para saber quien era el que insistía tanto con sus golpes.

- "Hui, ¿qué quieres a estas horas? Deberías de estar descansando"

- "Si, bueno"- Ingresó en la habitación como si fuera suya- "Es que me acaban de pasar información sobre la chica del campo, la de esta mañana"- Con solo recordarla Shaoran se ponía tenso y nervioso. ¿Por qué reaccionaba así?.

- "¿Y que has descubierto?"- Preguntó interesado.

- "Me han dicho que tengamos cuidado con ella"- Se sentó en un sillón que había en la habitación mientras que Li se sentaba en la cama.

- "¿Por qué?"

- "He oído que ha estado en varios institutos, el último curso de instituto lo realizó en Japón y desde entonces estudia allí"

- "Y eso que tiene de interesante"- Preguntó para que su amigo fuera directo al grano, estaba dando demasiados rodeos y eso no era algo positivo.

- "Lo que ocurre es que ha estado en Inglaterra, Francia y EEUU, a parte de Japón. De ahí proceden los mejores equipos del campeonato"- Soltó al fin.

- "Puede ser una casualidad"

- "Tú más que nadie sabes que las casualidades no existen en este mundo Xiaolang, todo ocurre por algo"

- "Bueno y si es así, ¿qué tiene de relevante?"

- "Zhao me ha dicho algo que ha hablado con los americanos. Estaban charlando cuando salió el tema del partido. Le han dicho que esa chica también pertenece al equipo"

- "Como animadora"

- "No. Como la entrenadora"

- "¿Qué?"- Su reacción no era para menos, una chica, la entrenadora.

- "Sí, me ha dicho que es la segunda entrenadora del equipo, pero ha ocurrido algo inesperado y el entrenador principal ha tenido que quedarse en Japón. Así que ella viene en sustitución del entrenador"

- "Y eso que tiene que ver con los americanos"

- "Le han dicho a Zhao que cuando ella estaba en EEUU, era la que manejaba a los jugadores y que nadie la ha podido vencer ni en un partido. Jamás"

- "Eso es imposible. Ella, no puede ser la entrenadora"

- "Yo solo te digo que te andes con pies de plomo. Ya te ha avisado y me han dicho que cuando ella hace eso, es que va a por todas y a quién le 'advierte', dijo Zhao que era una forma de declararle el principio de una guerra, ahora tú eres su principal enemigo. Ten mucho cuidado, no me da buenas sensaciones esa chica"

- "No te preocupes, me fijaré en lo que hace, estaré alerta si eso te tranquiliza"

- "Sí, ahora que he podido informarte estoy más calmado, pero no sereno. Bueno, mañana nos veremos"- Se dirigió a la puerta y Shaoran fue tras él.

- "Sí, hasta mañana"

Hui salió de la habitación dejando a Li sumido en un mar de confusiones.

- "Entonces ella me ha declarado la guerra, no comprendo nada. Si tanto desea que sea su rival, ¿a qué vino lo de antes? Estoy seguro que eso fue una insinuación. ¿Pero por qué no me alejé de ella? ¿Por qué me dejé llevar? Yo no soy así, no se que ha pasado. En solo un día y esa chica ya ha trastocado todos mis papeles, no lo entiendo, no puedo entenderlo"- Shaoran se tumbó en la cama, con la cabeza apoyada en los brazos y recordó una y otra vez lo ocurrido en la habitación.

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Hua estaba tumbada de manera que tenía la cabeza en los pies de la cama. De esa manera podía contemplar la luna, como solía hacer de pequeña.

- "Que ha sido lo que ha ocurrido esta noche, como he podido actuar de esa manera. Me he insinuado descaradamente. Si él no me atrae, solo es un capitán del equipo contrario. Ya sé que es guapo y muy atractivo... Pero en que pienso"- "¡¡Ay!!"- Suspiró desahogadamente. Cogió la almohada y la puso sobre su cabeza- "Además según las cartas predijeron, un hombre se interpondría en mi misión y estoy segura de que es él. Su aura es muy fuerte. Se ve que es hechicero. Será que su poder me atrae. No, no soy tan tonta como para dejarme atraer por su aura. ¡¡¡Hoee!!! Por qué será que estoy tan confusa, por suerte pude moderarme a tiempo de haber cometido un error. Además que tiene novia. Pero... y a mi que si tiene novia, yo no voy a intentar nada con él. Bueno, pensemos en la misión. De momento no ha pasado nada, pero he notado varias presencias de poder. Primero fue ese Hiragizawa, tiene bastante poder. También está Li. La chica del restaurante también poseía poderes mágicos. Su cara me suena, pero no sé si... bah, dejémoslo. Y el chico que ha venido esta noche también hacia gala de grandes poderes, aunque son bastante mínimos en comparación con los poderes de Li e Hiragizawa. La chica tampoco tiene un gran potencial, se podría mejorar bastante. Bueno, empezaré a buscar a Sofia y ella me ayudará, espero que Kirina esté bien"

Sagara empezó a cerrar los ojos, hasta quedarse profundamente dormida. La luna estaba en su fase inicial, aún quedaban varios días para su total redondez.

- "Hua..."- Alguien susurraba su nombre- "Hua..."

- "¿Quién eres?"

- "Hua..."- Sagara se encontraba de nuevo sumida en la oscuridad, pero a diferencia de las anteriores veces, la voz que la llamaba era más siniestra y tétrica.

- "¡¡¡Qué quieres de mi!!!"- Gritaba desesperada.

- "Te quiero a ti, ven conmigo, yo te protegeré"

- "No, Hua, no hagas caso de lo que dice"- La mujer, la mujer a la que siempre preguntaba. Sabía que era una mujer por lo dulce y tierna que era su voz, como el susurro del viento, ligera y suave.

- "¡Qué queréis de mi! ¡Por qué no me dejáis vivir en paz!"- Gritó desesperada.

- "Porque tienes que cumplir tu misión, tu destino. Tu vida depende del resultado de la última batalla"

- "Pero... y esa otra voz, ¿qué quieres de mi?"

- "Yo quiero que vengas conmigo, te ofrezco librarte de ese destino, te ofrezco otro mejor"

- "No le escuches"- La joven estaba confusa, no sabía que hacer.

- "¡Por qué yo!"- Se llevó las manos a la cabeza y se arrodilló, lágrimas brotaron de sus ojos.

- "Porque tú eres la elegida. El ser que une en sí a todos las almas mágicas, mortales e inmortales, de la tierra y el cielo, la que en sí es el presente mientras que antecesor y sucesor son pasado y futuro. Tú eres nuestra mensajera, el ángel que nos traerá la paz, el ser más puro que existe en este universo y en todos. Pero ten cuidado, a la vez que eres salvadora, también eres destructora, no escuches la voz que se esconde entre las tinieblas, evita las sombras de tu corazón y haz gala del esplendor que guardas dentro de ti. Recuerda mis palabras, no todo lo que veas es real, no todo lo que aparenta ser falso lo es y jamás dudes de quién eres tú. Tú, querida mía, eres la elegida"

Rinnng, Rinnng. El despertador sonaba una y otra vez. Un pie salió de entre las sábanas y apagó el diabólico despertador de un golpe. Hua se levantó como si fuera una zombi, estaba despeinada y la camisa se le había desabrochado algunos botones. Se frotó los ojos y se levantó con desgana. Otro mal sueño, bueno, mejor dicho, otro extraño sueño. Se dirigió al cuarto de baño para refrescarse y cepillarse los dientes. Al entrar en al cuarto se miró en el espejo y después de echarse un poco de agua en la cara, para despejarse, se percató de la presencia de otra persona. Giró la cabeza y vio a Li cepillándose los dientes.

- "Ay... Se me había olvidado, comparto cuarto de baño con un chico"- "Buenos días"- Dijo seria la joven.

- "Ejem... Buenos... días"- Dijo algo incómodo Shaoran al ver las fachas de la japonesa.

- "Esto no va ha salir bien"- Pensaron los dos a la vez.

Ahí quedó toda la conversación, Shaoran se marchó y ella empezó a asearse.

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El joven capitán salió alterado. No sería fácil convivir con una chica y menos con ella. Lo que exasperaba al joven era la actitud indiferente ante todo lo que sucedió ayer.

Ahora que reflexionaba sobre esto, como iba a decírselo a los demás. No, no podía decirlo, sería algo vergonzoso por no decir que para la universidad sería algo imperdonable que se hubiera cometido una falta tan grave. Tenía que mantenerlo oculto, por lo menos hasta que la situación se aclarase y tenía que hablarlo con ella.

Su mirada pasó por el reloj de su mesilla y al darse cuenta de la hora, se vistió rápidamente, cogió su bolsa y se marchó al campo.

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Hua salió del cuarto de baño y se vistió apurada, hoy tenía que asegurarse de que no sucedía ningún incidente como el de ayer. Cogió una bolsa que tenía preparada desde la noche anterior y se marchó ardua como el viento.

Bajó las escaleras, era más rápido. Salió de la residencia y se dirigió a la cafetería en la que estuvo ayer. Tenía bastante hambre.

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Hua entró en la cafetería después de dar algunas vueltas por el campus, aún no se había situado bien y se perdió.

Se sentó en una mesa y dejó al lado su bolsa. Espero durante varios minutos hasta que decidió acercarse a ver la razón de la tardanza.

Se acercó a la barra y vio como varias chicas iban y venían de un lado a otro sin descanso.

- "Perdón"- Se dirigió a una de las chicas- "Pero... ¿me podrías atender?"

- "Lo siento, podría esperar un poco, es que con la llegada de los nuevos estudiantes, no damos abasto"

- "Si necesitan ayuda, yo ando buscando un empleo temporal"

- "¿De verdad querría ayudarnos?"- Dijo como si de un milagro se tratara.

En seguida se dirigió a la cocina y de allí se escucharon unos gritos. Hua dirigió la vista hacia el lugar y una gota salió de su nuca. Si que tenían que estar desesperadas. Al rato otra chica salió y se dirigió a Sagara.

- "Hola, me llamo Tiao Yang-Sing y soy la encargada de esto, en otros casos te pediríamos referencias y demás, pero ya ves que estamos hasta los topes. Las condiciones del trabajo son: Que seas puntual, el sueldo es el mínimo, pero si lo haces bien podríamos negociarlo, el horario sería de tardes o mañanas, a excepción de fines de semana. Te tocaría descanso una semana si y una no. Me gustaría saber si tienes alguna experiencia en esta clase de empleo"- Dijo deprisa mientras estaba haciendo otras tareas.

- "He trabajado en varios lugares. He estado de camarera en la barra, sirviendo mesas y también de repartidora"- Dijo mientras recordaba los diferentes lugares en los que había trabajado.

- "¿Repartidora?"- Dijo ilusionada, sujetándole las manos y con estrellas en vez de ojos. A Hua empezó a darle mala espina haber pedido aquel empleo.

- "Sí, de repartidora"- Dijo dudosa.

- "Pues siendo así te ofrezco esto: Por las mañanas serás la repartidora y por las tardes del Lunes, Miércoles y Viernes harás de camarera. Los sábados trabajaras y librarás todos los domingos. ¿Aceptas?"- La extendió la mano. Hua se lo pensó por un momento, pero le encantaba estar activa y por eso quería un trabajo. Esa era una oportunidad de mantenerse ocupada, con los pensamientos alejados.

- "De acuerdo"- Las dos estrecharon las manos.

- "Bueno, pues comienzas ahora mismo"- Se agachó un momento y cuando volvió a levantarse salió con unas hojas- "Aquí tienes los pedidos de hoy. Se que es domingo pero por las mañanas andamos muy saturadas y andamos escasas de personal. Resulta que a los jugadores no les gusta moverse de su preciado campo, así que les llevamos su desayuno, de ahí a que necesite los repartidores"

- "No hay problema, me dirigía hacia allá"

- "Bueno, tenemos una motocicleta, hasta llegar al campo tardarás 20 minutos más o menos y si vas cargada tardarías más y no queremos machacarte ni tampoco que el desayuno llegue frío"

- "De acuerdo, dime que tengo que llevar y a quién"

- "Pues, a nuestro equipo, a los japoneses y algunos jugadores sueltos, aquí han pedido franceses, ingleses y americanos y cada uno ha pedido algo diferente"

- "¿Y como puedo llevar todo eso en una motocicleta?"- Dijo al ver la comida que traían.

- "Ah. No, la motocicleta es para pedidos sencillos, toma estas llaves, supongo que sabes conducir"

- "Sí, ya le he dicho Jefa Tiao, que he sido repartidora"

- "Bueno, las llaves son de un coche, no es muy grande pero te valdrá para esto. Te doy esto"- Le entregó los papeles- "Mira bien, repártelos, jugador por jugador, no vaya ser que te salgan con cualquier tontería"

- "Como ¿cuál?"

- "Te pueden reclamar, sigue los pedidos para que no haya errores, son unos..."- Tiao se contuvo.

- "Bueno, supongo que querrá saber como me llamo"- Esa pregunta hizo que la jefa se cayera al suelo, como podía ser tan despistada, haberle preguntado todo, excepto su nombre- "Me llamo Ying-Tao Hua Sagara, soy de Japón"

- "Mucho gusto Sagara"- Las dos se sonrieron.

Yang-Sing era una chica muy activa, nunca paraba, la cafetería la montó ella con la autorización de la CPA, le fue díficil, pero a base de esfuerzo y empeño, consiguió que la cafetería se extendiera y pudo organizar también un servicio de comidas, pasó de ser una cafetería universitaria a ser restaurante-cafetería. Ella ya había terminado sus estudios, se había graduado en hostelería, todo lo relacionado con el mundo de la comida y los servicios a los demás. Tenía 25 años y llevaba 3 con ese negocio, por su éxito en el campus decidió llamar al lugar Rincón Universitario conocido por los estudiantes como Corner, en inglés, ya que se relacionaba con una palabra empleada en el fútbol, que era la actividad principal de la universidad. Yang-Sing tenía espíritu joven y locuaz al igual que un sentido aventurero y del riesgo. Era alta. Sus ojos eran de color azul verdoso, como el mismo mar y su cabellera era igual de ardiente como el fuego. Eran una combinación mortal, el agua y el fuego.

- "Bueno, será mejor que te marches antes de que llegues tarde, porque supongo que no vas al campo por pura diversión"

- "Si, pero..."- En aquel momento sus tripas rugieron y Tiao entendió. Cogió y preparó algo. Puso el desayuno en una bolsa junto con un zumo.

- "Toma, para que desayunes, después de todo vinistes a por esto"

- "¿Cuánto es?"

- "Nada, podrás desayunar gratis, siempre y cuando sea algo ligero"

- "Claro"- A Hua le salió una gota de la cabeza, se veía que el ser la jefa le daba un toque de superioridad y lo hacia ver con alguna ironía.

Hua cogió su bolsa y el desayuno. La comida que tenía que llevar ya la habían metido en el coche. Se dirigió a la parte trasera para encontrarse con un vehículo sucio y algo oxidado, se podía notar que no lo conducían desde bastante tiempo, o por lo menos no se esforzaban por mantenerlo en buenas condiciones. Entró en el coche dejó en el asiento de al lado la bolsa y su desayuno, cogió la llave y la metió en el contacto. La giró, esperaba a que estallase o algo parecido, pero el coche arrancó, a pesar de su aspecto iba como la seda.

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Ya en el campo de fútbol, Hua aparcó el coche y salió. Fue a la parte trasera y sacó las bolsas de alimento, aquello parecía comida para un regimiento. Se acordó de los pedidos, fue a por su bolsa, allí había guardado los papeles, los sacó y junto con algunas de las bolsas se dirigió a entrar al estadio. Había sido repartidora, pero no recordaba haber llevado tanta comida en su vida. Se dirigió al campo.

Al llegar lo primero que vio fue una congregación de chicos de todas clases, formas y estilos. Nunca había visto a tantos jugadores. Se fijó en varios de ellos, no se lo podía creer, ahí estaban ellos también.

Se percató de que a sus manos no les llegaba la sangre. Dejó las bolsas y se quedó mirando el espectáculo. Sus técnicas eran buenas. En seguida volvió a su deber y para llamar la atención de todos, gritó.

- "¡Caballeros! ¡El desayuno ha llegado!"- Todos los ahí presente se giraron a ver de donde procedía la voz y lo que vieron sus ojos era a una hermosa chica que saludaba con la mano. Hua se había puesto unos pantalones cortos y una camiseta de mangas cortas, que la cubría con una chaqueta.

Los chicos fueron a donde la chica se encontraba, unos para pedirles el teléfono y otros para poder comer de una vez, pero algunos de ellos iban por otras razones.

Hua bajó al campo con la comida y se encontró delante a un grupo de hombres hambrientos o desesperados por una cita.

Uno de ellos se acercó a la joven y la saludó.

- "Buenos días Sagara"- Eriol fue el primero que la saludó.

- "Buenos días Hiragizawa"- Devolvió el saludo- "Estoy aquí para repartir esta comida, aún me queda alguna bolsa en el coche, pero vayamos por partes. Según mi jefa"

- "¿Tu jefa? ¿Hua desde cuando trabajas?"- Se dirigió el capitán japonés a la chica.

- "Desde hoy Taoru, además no es de tu incumbencia"- La chica sacó unas hojas y empezó a decir- "A ver, a ver, aquí, primero el equipo de Li Shaoran, aquí hay desayuno para 11 personas. ¿Es así capitán Li?"- Levantó la vista y se encontró a Shaoran delante de ella, con su mirada sería.

- "Sí, así es"- Los jugadores cogieron su comida como la iba repartiendo Aika.

- "Ahora, vosotros, supongo que habéis entrenado con las tobilleras y muñequeras"- Regañó a su equipo.

- "Sí, hemos entrenado desde que llegamos, como nos dijiste"- Respondió el capitán. Los jugadores cogieron sus alimentos y se fueron a sentar a comer.

- "A ver, mira a quién tenemos aquí. A Hiragizawa"- Eriol avanzó junto con dos compañeros- "Que raro, solo entrenáis 3.

- "A estas horas de la mañana no hay mucho espabilado"- Respondió Andrew.

- "La audacia del día"- Se burló- "Buenos días Sagara"- Saludó Paul.

- "Buenos días Scott, hace 6 años que no nos veíamos"

- "Cuanto tiempo, pero soy mejor desde la última vez que nos vimos"- Agregó en tono de duelo.

- "No lo dudo"- Cogieron lo suyo y se marcharon- "Ay, tendré que volver a por las demás bolsas"

- "No te preocupes Sagara, yo voy"- Uno de los jugadores de su equipo cogió las llaves y se marchó, mientras así Hua podía seguir con la lista.

- "Pues entonces ahora va..., Nova. El capitán francés. No esperaba verte a ti aquí"- Esto llamó la atención de Paul, Eriol, Shaoran y Taoru.

- "Fíjate las vueltas que da la vida, Sagara"- Sus miradas se cruzaron, en él se podía notar rencor, mientras que ella no expresaba ningún tipo de sentimiento. Cogieron sus pedidos y se marcharon a comer. Los interesados se quedaron cerca de Sagara, parecía una caja de sorpresas.

- "Y los últimos son los americanos. A nombre de..."- Sus ojos temblaron, su rostro palideció y alzó la vista del papel- "Alexander Kazuo"- Dijo en un suspiro.

- "Hola Hua, 4 años sin vernos ¿y así me tratas?"- Se acercó a ella y puso su mano en su cara, acarició su suave piel y le dio un beso en la mejilla- "Que cruel eres conmigo, preciosa"- La dijo al oído.

Esta escena la contempló todo el mundo y la reacción fue diferente. Unos se sorprendieron, otros se desilusionaron, a algunos les hervía la sangre y otros tenían ganas de matarlo. Eriol fue el único que mantenía la calma, en su mente lo único que rondaba era el porqué de la reacción de la joven al ver el nombre en la lista. Que más misterios ocultaría esta chica.

A diferencia de Eriol, Shaoran fingía desinterés en el asunto, cuando era él, el que más indignado estaba.

Hua volvió su mirada seria y se apartó de él.

- "De que manera quieres que te trate, yo ni siquiera te conozco"

- "Tú indiferencia me hiere"- Fingió su dolor y mantuvo su sonrisa burlona.

- "Más me hiere a mi el verte"- Dicho esto se marchó. Se mantuvo firme hasta el último momento. Pasó por delante de los hechiceros, los cuales demostraron signos de inquietud, esa chica había entrado en sus vidas de una manera muy enigmática. No sabían como explicarlo pero sabían una cosa, ella se había cruzado en sus vidas por algún motivo y tenían que hallarlo.

Hua siguió hasta salir del estadio. A la salida encontró a un grupo de chicas acercarse, eran animadoras. Sus uniformes eran blancos, con los puños y el cuello de la camisa de color negros. Los bordes negros tenían forma de serpiente. La serpiente zigzagueaba alrededor de los puños y el cuello de la camisa, hasta morderse la cola. En el centro de la camisa había una serpiente negra la cual se podían apreciar los largos dientes. En la parte izquierda del pecho estaban las iniciales BS en rojo. La falda era corta, por encima de las rodillas y tenían el mismo bordeado que en los puños de la camisa. No cabía duda, eran las animadoras de los Black Snakes.

Las chicas iban charlando y riendo, se podía ver gran entusiasmo en ellas. Aika siguió como si no las hubiera visto cuando una de ellas la paró.

- "¡¡Hey!!"- Gritó la porrista.

- "..."- Hua la ignoró y siguió su rumbo hacia el vehículo. La chica se acercó mientras que sus compañeras se marcharon.

- "Eh, Hua, espera"- Volvió a llamarla. Sagara decidió parar, ya era demasiado tarde, la había reconocido- "¿Por qué huyes de mi? Creía que eramos amigas"

- "Perdona, iba algo distraída Six"- Se disculpó.

- "Ya pensaba que te habías olvidado de mí"- La sonrió con énfasis. Cuando notó la expresión de su vieja amiga solo salió un...- "Oh"- Su mirada se volvió triste y comprensiva- "Ya le has visto"- Afirmó la joven.

- "No creí que le vería"

- "¿Segura?"

- "No. En realidad esperaba que hubiera sido un horrible sueño, producto de mi imaginación. ¡Qué tonta! Debería haberlo esperado"

- "Hua, no te sientas mal, la culpa no fue tuya, sabías como era e hiciste lo que pudiste, no se pueden ganar guerras en un día. En realidad él es un estúpido, dejar que ocurriera fue culpa suya y no de sus... como lo llama hormonas, fue una excusa tonta y todo eso de que no pudo evitarlo, que no te lo había contado por tu bien y que fue un impulso de su corazón son patrañas, una cosa así no ocurre tan de repente. Jamás lo hubiera imaginado, con otras sí, pero contigo..."- La chica no siguió, pudo ver como el dolor aún seguía allí clavado en su corazón.

- "Ya no importa, creo que fue lo mejor, si ocurrió significa que en realidad no estabamos destinados a estar juntos"

- "Lo que me hizo feliz fue que aún me consideradas tu amiga, espero que lo seamos aún. Yo siempre te apoyaré en todo, tienes más derecho que nadie a ser feliz"

- "Te lo agradezco, será mejor que te largues antes de que te echen en falta"

- "No te preocupes, a mi no me echa de menos ni mi novio"- Ante el comentario, rieron. Se miraron, se abrazaron y la chica se marchó al estadio.

Hua continuó su sendero hacia el coche, entró y se marchó hacia el campus.

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De vuelta en el campo. Todos los jugadores descansaban para comer. Eriol y Shaoran decidieron hablar de lo que habían hecho durante los últimos años. Pese a sus diferencias de niños, ahora compartían opiniones en común, sobre magia.

- "Tengo entendido que ahora eres el jefe de tu clan. También he sabido de tu compromiso con una chica del clan Liu. Es la chica del otro día ¿no?"

- "Sí es cierto, el compromiso se hizo oficial cuando alcancé la mayoría de edad. Fue deseo del Consejo"

- "Ya veo, por eso no eres feliz"

- "¿Qué? Yo no he dicho eso"

- "Es algo que se ve, solo mencionar el compromiso tu expresión cambió de inmediato. Hasta un ciego lo vería"- Dijo Eriol en tono serio.

- "..."

- "Tu silencio me hace ver que no me he equivocado. Si es así, ¿por qué no lo has impedido?"

- "Porque sé que este matrimonio no me causará ningún daño"

- "Con daño, quieres decir que nadie te podrá hacer sentir dolor ¿verdad?"- Eriol conservaba a cada palabra su sonrisa, sin hacer ver cual era su reacción y con ello su opinión sobre el tema.

- "..."

- "¿Acaso piensas que con ese compromiso evitarás enamorarte?"- Esa pregunta abrió los ojos de Shaoran- "¿Y ella sabe que no la quieres?"- Preguntó seriamente la joven reencarnación.

- "..."- Shaoran miraba a los ojos de Eriol y en ellos vio seriedad, en lugar de su humor de siempre, ahora hallaba un tono maduro y sereno.

- "¿Acaso te ha comido la lengua el gato? O quizás sea que tienes miedo"

- "No, no tengo miedo, jamás he tenido miedo en nada, y en lo que has dicho te estas equivocando, no tengo miedo de enamorarme, ya quiero a alguien, y esa persona es Lin, así que deja de decir tonterías Hiragizawa"- Shaoran apretaba los puños, estaba frustrado, como si estuviera enjaulado y no tuviera ninguna forma de salir.

- "Tienes razón, yo no soy quién para opinar sobre tus sentimientos"

- "..."- Silencio, los dos siguieron callados, Shaoran bajó la mirada y estuvo contemplando el suelo.

- "Aunque no soy nadie para decirte nada. Un día te darás cuenta de que la persona que en realidad dices querer, solo es un mero escudo para no afrontar tus verdaderos sentimientos. Al final, aunque no quieras, aunque hallas hecho un bunque donde refugiarte, te alcanzará, te alcanzará y no podrás evitar sentirte mal por haber desaprovechado una oportunidad como esa y déjame decirte algo más, al desaprovechar ese momento, jamás volverás a tener otra oportunidad como la que desperdiciaste. Ese sentimiento tarde o temprano te atrapará y un simple lazo de conveniencia no podrá escudarte"- Se levantó y se marchó con sus compañeros. El joven hechicero chino vio como se iba su viejo compañero de primaria.

- "No sé porque dice esas tonterías, escudarme... yo... de que iba a esconderme"- Shaoran sabía desde el fondo de su corazón que Eriol tenía razón y que la verdadera pregunta no era de que se iba a escudar, sino de quién.

La mañana pasó lenta para unos y demasiado deprisa para otros. Ya se acercaba la hora de comer, los jugadores empezaron a recoger todo el material. Después de poner cada cosa en su lugar, se dirigieron a los vestuarios, después de tan duro entrenamiento se lo merecían.

Tenían que esforzarse al máximo, ya solo quedaba una semana para que comenzara el primer partido de liga. Todos iban poco a poco conociéndose, analizándose y sobre todo investigándose. Li no podía apartar de su mente lo que la reencarnación de Clow le había dicho en la mañana. Se distanció de sus amigos y fue reduciendo la velocidad.

Detrás de él estaban dos chicos que llevaban dibujado en el hombro una serpiente negra. Iban discutiendo sobre algo que espabiló al chino.

- "Si que es bonita, la recordaba muy guapa pero ahora es todo un bombón, ya me gustaría tener entre mis manos a una chica como ella"

- "Sí, está preciosa. Creí que no la volvería a ver, pero cuando llegó, me quedé sin respiración, aún sigue siendo la chica más sexy que he visto"

- "En bañador si que estaba para mojar pan"

- "Si vieran una escoba con falda se volverían locos"- Pensaba Shaoran con una gota en la frente.

- "Oye Tim, más respeto que es mía"- Dijo el otro chico.

- "Sagara sí que sabe levantarte el ánimo, ¿eh? Alex"- Dijo dándole un codazo a su amigo.

- "¿Sagara?"- Pensó sorprendido Shaoran.

- "Seguro que es una auténtica fiera"

- "Sin duda, sabe como hacer feliz a un hombre"- Los dos empezaron a reír como locos.

A Shaoran le molestaban ese tipo de personas. Siempre voceando sus relaciones y lo buenas o malas que eran estas. Siempre fanfarroneando. Pero este caso era diferente, en este caso aquel chico no iba diciendo como era él, si no que estaba hablando de cómo consideraba a la chica. Todo lo que decían solo demostraba el poco respeto que tenían por las mujeres. Estaba hablando de algo que Shaoran considera una ofensa a una chica, su forma de describirla, las insinuaciones. No podía entender porque esta clase de chicos alardeaban siempre de las relaciones que tenían con las chicas con las que habían salido.

Este tipo de sujetos hacían que su sangre hirviera de rabia. ¿Cómo podían ser tan fanfarrones?

Los chicos seguían riéndose de sus alardes. Shaoran entró al vestuario dejando atrás a los americanos. Ya dentro se dirigió a su taquilla, la abrió y se empezó a quitar la ropa, sacó sus objetos para asearse y se dirigió a las duchas.

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Tomoyo estaba paseando por el campus de la universidad, llevaba una cámara fotográfica y varios libros. Miraba maravillada lo bonito que era el lugar, ayer había recorrido parte de la ciudad, con la compañía de Meiling no tenía riesgos de perderse. Ahora se dirigía a ver a su amiga Valerie, era del grupo de las animadoras y en cierta manera le recordaba a Sakura, era vital, llena de alegría y siempre tenía una dulce y tierna sonrisa. Físicamente no tenían semejanzas, Valerie era morena, de cabello castaño muy oscuro, corto, siempre se peinaba de manera que la punta del flequillo quedara rizada hacia dentro; sus ojos eran almendrados y sus labios eran carnosos y rojizos.

Tenía que dirigirse al pabellón 2, seguía las indicaciones que Meiling le había dado.

- "Entonces ahora tengo que ir todo recto"- Seguía caminando cuando de repente oyó unos gritos.

- "¡Eres estúpido! ¡Nunca conocí a un chico tan pusilánime como tú!"- Empezó a gritar una chica, Tomoyo no pudo evitar escuchar la discusión, la verdad es que nadie que pasara por allí podría evitar escuchar la discusión.

- "¡Y tú eres una creída, siempre mirándote en el espejo, para que, aunque te miraras un millón de veces seguirías siendo un espanto!"

- "¡Cómo te has atrevido! ¡Para que lo sepas yo solo salía contigo porque me dabas pena! ¡Eres aburridísimo! ¡No me extraña que no tengas amigos!"- Tomoyo vio incrédula como se atacaban verbalmente esos dos. Cuando ya parecía que iban a tirarse de los pelos, prefirieron separarse y marcharse cada uno por su lado.

- "Que forma más violenta de romper una relación"- Pensó Tomoyo, ya acabado el espectáculo se dirigió al pabellón donde su amiga esperaba.

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Hua estaba en la barra de la cafetería limpiándola, la verdad es que la mañana había pasado bastante agitada, entre los muchos pedidos que llegaban y la gran cantidad de personas que acababan derramando algo en la barra, no daba crédito de la cantidad de platos rotos.

- "¿Y siempre es así?"- Preguntó Hua exhausta.

- "La verdad, es que siempre hay muchos pedidos si es eso a lo que te refieres"- Respondió su compañera de turno.

- "No, me refería a las peleas, jamás vi a tanta gente discutir en un solo día"- Dijo asombrada.

- "Y yo tampoco, la verdad es que es la primera vez que pasa algo parecido y espero que no sigan, porque ya es casi la hora punta y esto va a estar a rebosar de gente, imagínate el alboroto que se montaría si se armara como con los dos chicos de antes, esto sería el caos"- Dijo la chica mientras se imaginaba la situación. Hua empezó a reflexionar sobre lo extraño que había sido la mañana. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos- "Buenas tardes, ¿qué queréis?"- Hua volvió a la realidad y ante ella se encontró con un amplio grupo de chicos.

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Shaoran estaba absorto, desde su charla con Eriol estuvo muy pensativo. A la salida de los vestuarios, todos decidieron ir a comer al Corner. Shaoran solo seguía a sus compañeros, no tenía noción de nada, caminada mirando al suelo y con las manos en los bolsillos.

Eriol habló con sus amigos y estos también decidieron dirigirse al Corner, les habían hablado del lugar y les comentaron que hacían muy buenas comidas, ya habían pedido el desayuno y la verdad es que no estaba nada mal. Eriol andaba con sus dos amigos cuando vio que delante de él estaba Li, estaba el último de todos.

- "No sabía que conocieras a la chica esa"- Comentó Andrew.

- "Y no la conozco"- Contestó Paul.

- "Ya, claro, por eso ella sabía tú nombre y tú el suyo y os saludasteis porque erais unos desconocidos"- Dijo irónico Andrew.

- "Bueno, no dramatices, la conozco, pero solo de oídas y de habérmela encontrado alguna vez, pero no somos íntimos amigos, pesado"- Murmuró esto último

- "Te he oído"

- "¿Y se puede saber que he dicho?"- Dijo inocente- "Mulo"- Volvió a decir, mientras giraba la cabeza y silbaba para disimular.

- "Te he vuelto ha escuchar"- Dijo ya exasperado y molesto. Los dos amigos empezaron una de sus nuevas peleas infantiles. Los dos se conocían desde niños, siempre habían ido a la misma escuela, al mismo equipo de fútbol, siempre iban a los juntos a cualquier lugar y siempre tenían una discusión tonta e infantil.

Andrew Roberts era uno de los mejores porteros del equipo universitario, tenía buenos reflejos y era rápido interceptando los balones. Era un chico bastante inmaduro, siempre se tomaba las cosas con humor y hacia tonterías, pero a la hora de salir al campo de juego eso cambiaba, en el fútbol era la persona más recta de todas. Era algo más bajo que Paul, cabello largo de color negro, le llegaba hasta el cuello, siempre llevaba una coleta porque Scott se metía con su pelo, decía que el pelo largo solo lo llevaban las chicas y la realidad es que en algunas ocasiones eso hacía que las chicas se acercaran a él, eso y el pendiente que llevaba en la oreja izquierda. Su mirada era gris azulada y su piel era clara.

Eriol veía gracioso como los dos jóvenes seguían con las niñerías, volvió su mirada al frente y se percató de que ya habían llegado al local, delante de ellos estaban los Dragones del Trueno. Ya habían pedido y Shaoran estaba sentado en una de las mesas junto con otro compañero, se había sentado de manera que pudiera ver la barra. Ante la seria y fija mirada que tenía el chino, Eriol se propuso descubrir que era lo que le tenía tan rudo. Para su gusto, era la chica enigmática.

- "Así que mi querido descendiente ha levantado ya la barrera"- Una sonrisa traviesa apareció por su rostro.

- "Buenas tardes, ¿qué deseáis?"- Preguntó una chica que tenía una libreta y lápiz en la mano.

- "Hola, queríamos una buena comida en manos de una deliciosa mujer como usted"- Contestó Paul de manera atrevida. A Andrew y a la chica se le apareció una gota mientras que Eriol seguía sonriendo.

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- "El pedido de la mesa 5"- Le dijo una chica a Hua, le dio la bandeja con los platos y la empujó fuera de la barra. Hua estaba algo incómoda, ya era mala suerte haber quie tenido que llevarle el desayuno, pero que tuviera que servirle justamente a él. Y lo que más le incomodaba era la insistente mirada que tenía el chico. Se fue acercando a la mesa, hasta estar delante de los dos.

- "¿El plato 3?"- Preguntó seria.

- "Mío"- Respondió el acompañante de Li, la verdad es que el chico amigo de Li, tampoco se cortaba un pelo en las miraditas. A Hua le apareció una gota de asombro, ¿acaso todos los chinos miraban así?. Hua puso los dos platos y las bebidas y se marchó, durante todo momento notó una punzante mirada en su espalda. Puso la bandeja sobre la barra y dio un suspiro.

- "No le des mucha importancia"- La chica se asustó, no había notado la presencia del joven inglés- "Perdona, ¿te he asustado?"- Preguntó con preocupación, pero su forma de preguntarlo sonaba de forma graciosa.

- "No pasa nada"- Dijo con una sonrisa. De repente la vista de la chica se desvió para fijarse en una persona que acababa de entrar. Su cara se tornó sería y su posición pasó a ser recta y firme. Eriol se percató ante tal repentino cambio de postura. Sintió como alguien se acercaba a ellos y se disponía detrás de él.

- "Hola Sagara"- Contestó una voz dulce y suave. Sagara no parecía muy contenta por la llegada de la chica. Eriol se dio media vuelta y se encontró con una chica preciosa. Alta, esbelta, cabello hasta los hombros, ondulado, castaño con reflejos dorados y unos ojos verdes absorbentes. Eriol se quedó bastante sorprendido, era bastante parecida a Hua, pero a la vez era totalmente diferente a ella. Las dos se miraron de manera hostil.

- "Hola Kinomoto"- Fueron las palabras que salieron de la boca de la chica.

- "¿Kinomoto?"- Pensó Eriol asombrado- "¿Sakura?"- Fueron las palabras que escaparon de sus labios. Ante la sorpresa de todos, Shaoran también había escuchado ese apellido.

- "No puede ser"- Dijo en un suspiro. Y ante los dos jóvenes, tras años sin saber nada, la Maestra de la Cards había vuelto a aparecer en sus vidas, como por arte de magia.

Notas de la pesadísima autora: Hola!!!!!! A q no se esperaban esto. Eh???? O sí??? Pos sí, nuestra querida Sakura también está en Hong Kong y conoce a Hua y al parecer no se llevan muy bien. Se han sorprendido???? Ni que decir que el inmutable de Eriol está asombrado. La verdad, personalmente, no sé que tiene de asombroso encontrarse a alguien a quien hace diez años que no ves, que desapareció misteriosamente y que reaparece en Hong Kong de manera inesperada, ^^UUU Si, es asombroso. Y esto de que Hua a estado en tantos países, EEUU, Francia, Inglaterra, en Japón y ahora en Hong Kong, esta chica si que ha viajado en unos años. ¿Y habéis visto que habitación? Ni siquiera yo tendría tantas cosas en mi habitación. Sus padres tienen que ser ricos. A todo esto, q asco me dan los americanos esos ¬¬ hablar de esa manera de una chica, ¿q relación tendrá Alex con Hua? Mmmmm. Me parece que ya me he extendido demasiado.

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Bye

Kassy99