Ni hao!! Algo q me rondaba por la cabeza era en que época del año estaban, se me olvidó ponerlo al principio. Como no sé con exactitud el año escolar en Hong Kong, voy a seguir el año escolar de mi prima, q vive en Shanghai, también está en China (por si alguien no anda bien en geografía ^_~). El curso comienza a finales de agosto, por lo q en septiembre ya se han comenzado las clases y terminan a finales de junio (dando clases el mes de Junio entero), por lo que más bien sería principios de Julio. Hay otras festividades, pero eso ya lo pondré a lo largo del fic :)

IMPORTANTE. Este fic esta basado en los personajes del anime y manga Card Captor Sakura de las Clamp. Aclarado esto, solo decir que disfruten del fic ^_^

- "diálogos"

·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario

Recuerdos

- "Pensamientos"

Competición, juegos del destino.

Capítulo 4: Batalla y coincidencias.

¿Por qué será que siempre nos encontramos?

By: Kassy99

Lucha con todo tu VALOR

Enfréntate a tu DESTINO

Solo juega para GANAR

Y sigue hasta alcanzar el final

En la batalla no habrá PIEDAD

Así que guíate por tu instinto

Que solo hallarás en el CORAZÓN

Porque la VERDAD la encontraras

En el JUEGO que el destino te preparó

Así que: ¡Qué gane el MEJOR!

Shaoran y Eriol estaban sorprendidos, la repentina aparición de Sakura era algo totalmente inesperado. Hua y Sakura seguían mirándose a los ojos, como si en los ojos de la otra encontraran respuestas a un sin fin de dudas. Las dos chicas ya no estaban en la cafetería, ahora solo existían ellas dos y su duelo de miradas. Hua apretó el puño y frunció el ceño, Sakura solo permaneció sonriente.

- "¿Qué hace aquí?"- Se preguntaba la joven Sagara. Eriol y Shaoran se miraron. El hechicero chino se levantó de su asiento y se dirigió hacia donde las jóvenes estaban. Avanzó hasta donde las chicas seguían mirándose hasta ponerse detrás de la Maestra de Cards.

- "¿Sakura Kinomoto?"- Preguntó Shaoran. Las palabras de sus labios salían temblorosas e inseguras. El ruido de su voz hizo que las chicas volvieran a la cafetería.

- "¿Sí?"- Contestó la chica con una sonrisa y con toda la naturalidad del mundo. Shaoran pudo ver tras tanto tiempo esos ojos verdes que tanto le absorbieron una vez y que ahora seguían ser tan hechiceros y cautivadores.

- "¿Tú eres Sakura?"- Preguntó Eriol otra vez, aún no sabían como reaccionar, la chica que se había presentado en el local era Sakura Kinomoto, necesitarían un poco de tiempo para digerir tal noticia. Hua salió de detrás de la barra y se puso delante de Sakura, Sakura volvió a mirar a la chica seriamente, pero de manera gentil y amable.

- "¿Por qué estas aquí?"- Preguntó brusca y poco agradable la joven Sagara.

- "Que descortés eres, ¿acaso te molesta?"- Era una pregunta que no necesitaba respuesta, solo había que ver su manera de verse y el tono de las voces como para ver que entre ellas dos había cierta tensión poco acogedora.

- "No, que va, tú nunca molestas"- Esa conversación iba de mal en peor, Sakura no se enfadaba ni se irritaba, no, la persona que estaba a la defensiva y atacando a la vez era Sagara, parecía ser que Hua utilizaba su tono 'amigable' con la mayoría de gente, ya que con Shaoran tampoco es que fuera la alegría personificada.

- "Perdón, siento interrumpir tan tierno encuentro, pero podríais decirme ¿de qué os conocéis?"- Preguntó Eriol gracioso, estaba intrigado y por alguna razón extraña esto no lo había previsto en ningún momento, cuando lo normal sería que él estuviera preparado para cualquier situación, aun si fuera la más extraña del mundo, porque él la hubiera conocido de antemano, con cada uno de los más mínimos detalles.

- "¿Y tú quién eres?"- Preguntó Sakura con un signo de interrogación en su cabeza, no se había percatado de que estaban siendo observadas por esos dos jóvenes- "Hoeeee"- Fue lo único que dijo, se llevó la mano a la boca y se sonrojó un poco- "¿Cuánto tiempo nos habéis estado observando?"- Preguntó ingenua. Que despistada podía llegar a ser esta chica.

- "Disculpa si te he asustado, yo soy Eriol Hiragizawa y el chico que está detrás de ti es mi amigo Shaoran Li"- Cuando le dijo que había alguien a su espalda se dio la vuelta y dio un salto del susto, ¿durante cuánto tiempo había estado ese chico a sus espaldas?.

- "¿Eriol Hiragizawa y Shaoran Li?"- Repitió los nombres con desconcierto.

- "Sí, de la primaria Tomoeda"- Dijo Eriol. Sakura se llevó la mano a la barbilla y empezó a reflexionar. Y tras unos minutos de reflexión.

- "¡¡¡Ahhhhh!!!"- Dijo entusiasta y con una amplia sonrisa.

- "Nos recuerdas"- Afirmó Li con optimismo.

- "No"- Dijo con una sonrisa, Eriol y Shaoran se cayeron al suelo- "Bueno, Sagara..."- Volvió frente a la chica. Sakura iba a decir algo, pero fue interrumpida por un golpe producido por la puerta del local.

- "¡¡¡Pelea en el campus!!!"- Entró un chico sofocado y alterado, todos los ahí presentes se marcharon a ver lo que sucedía. Eriol y Shaoran sintieron algo extraño, era la presencia de algo mágico. Ante tal sensación decidieron investigar, pero no sin antes aclarar las cosas con las chicas, cuando fueron a mirar donde se encontraban las chicas, estas ya habían desaparecido misteriosamente.

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Tomoyo iba caminando con sus amigas, estaban hablando y riendo, la verdad es que el tema no era muy importante, hasta que sacaron a relucir un nombre.

- "¿Y os habéis fijado en como actúa?"- Dijo una chica de pelo largo y oscuro.

- "Que pasa con ella"- Preguntó Valerie. Armony era una chica bastante fantasiosa e incrédula, siempre estaba diciendo cosas muy extravagantes.

- "Pues que el otro día la vi por el campus"- Tomoyo y Valerie estaban pasmadas, seguro que en unos segundos sacaba algo absurdo de algo que podría tener una explicación lógica sencilla.

- "¿Y?"- Preguntó Valerie.

- "Pues que se adentró entre los matorrales con un objeto extraño en la mano"- No podían comprender que tenía de extraño eso, que podría estar imaginando su amiga.

- "¿Y qué tiene de raro eso? Lo mismo estaba buscando una de sus lentillas"

- "Si estuviera buscando una de sus lentillas, para que tenía un objeto que parpadeaba ¿eh?"

- "Vamos Nia, dinos que esta maquinando tu imaginativa mente"- Dijo Tomoyo graciosa, interesada por saber su nueva teoría.

- "Para mí que buscaba una bomba, seguro que es una terrorista que desea hacer explotar la universidad y que como es tan grande la universidad, dejó escondido el artilugio en alguna parte y ahora no sabe donde está y para encontrar la bomba..."- La joven empezó a armar un drama. Las dos chicas se adelantaron disimuladamente y con una gota en sus cabezas.

- "Haz que no la conocemos"- Dijo Valerie. Tomoyo sabía que Nia a veces desvariaba, pero de ser imaginativa había pasado a ser totalmente surrealista. Sí, no cabe negar que la profesora nueva se comportaba algo extraño, no es algo muy normal hablar sola y estar siempre pendiente del bolso o incluso meter comida en él. Bueno, era algo curiosa la profesora, pero de ser una persona con sus extravagancias a ser una terrorista era algo increíble que solo a su amiga Nia se le ocurriría imaginar.

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- "¿Lo has notado?"- Preguntó un ser alado, blanco y pequeño.

- "Claro que lo he notado, fuimos creadas para esta misión"- Respondió una mujer alta y muy bonita. Tenía el pelo largo y rubio, con una mecha caoba en la parte derecha, intensos ojos azules y piel pálida.

- "Bueno, bueno, tranquila, no te alteres, solo preguntaba"- Dijo la pequeña gatita. Era blanca, de orejas puntiagudas, cola larga, pelaje terso y suave como el terciopelo. Tenía una marca especial, un lunar en forma de estrella en la mejilla izquierda- "¿Crees que son ellos otra vez?"- Preguntó preocupada.

- "No estoy segura, el otro día estuve buscando con la brújula, pero no dio señales de ningún tipo de presencia"- Respondió seria.

- "¿Lo has hablado con ella?"- Preguntó la felina

- "No, aún no he podido encontrarla, el campus es muy grande, solo he podido averiguar donde se hospeda parte de su grupo. Será mejor que la encontremos lo antes posible, si son ellos, es esencial que la encontremos"- La felina estaba de acuerdo con la mujer y se metió en el bolso, las dos salieron de entre los matorrales y se dirigieron a la residencia A.

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Había un bullicio de gente rodeando a un par de personas, unos estaban gritando, otros murmuraban y otros observaban sin evitar lo que allí estaba sucediendo.

Eriol y Shaoran se hicieron paso entre la gente, lo que encontraron en ese momento fue a un grupo de chicos peleándose como salvajes, estaban pegando puñetazos, patadas, hacían todo tipo de llaves y daban todo tipo de golpes.

- "¿Qué pasa aquí?"- Preguntó Shaoran a un compañero que tenía al lado.

- "Parece ser que empezaron a discutir por no sé que cosa y acabaron 'arreglándolo' con una pelea. ¡¡Sí!! ¡¡Dale!! ¡¡Eso es!!"- Aquello parecía una pelea de animales, incluso había gente apostando quien iba a ser el que quedaría al final de pie.

- "Li, no notas..."- Murmuró Eriol mientras intentaba sentir lo que a su alrededor ocurría.

- "Sí, un aura, cada vez se siente más fuerte"- Dijo mientras cerraba los ojos para localizar el aura. Shaoran se concentró para encontrar la fuente de dicha energía, al igual que Eriol, sintieron como el aura aumentaba y como se expandía. Buscaron por el campo de fútbol, las residencias, los pabellones, hasta que los pararon su búsqueda en seco, abrieron los ojos rápidamente y se miraron.

- "¡El parque!"- Dijeron al unísono, los dos afirmaron y se marcharon hacia aquel lugar corriendo tan veloces como sus pies les permitían.

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Una joven de ojos verdes miraba fijamente a la fuente y allí encontró a una mujer sentada, que tocaba el arpa. Era oscura como las sombras, en realidad no era una mujer, pero tenía aspecto de una. Era totalmente oscura, de cabellos largos y con los ojos cerrados. Tenía un traje típico de las musas en la antigua Grecia, pero negro y oscuro. La chica miró a su alrededor y vio que nadie a excepción de ella la podía ver, todos pasaban discutiendo y gritando, nadie se percataba de la melodía que salía de tan delicioso instrumento. La mujer que estaba sentada en la fuente sintió que la chica no se encontraba bajo su influjo y abrió los ojos, ojos negros, oscuros, malvados.

- "¿A qué vienes hechicera?"- Preguntó con molestia.

- "¿Y tú a por qué estás aquí?"- Contestó con otra pregunta, como si estuvieran jugando.

- "Si no estas bajo mi influjo solo pueden significar dos cosas, o eres una hechicera de la última orden o eres la famosa Cazadora"

- "¿Y qué importancia tiene? En cualquier caso serás condenada"- Dijo mordaz. La chica estaba bastante confiada y segura de lo que decía y hacía. Se llevó la mano al cuello, donde colgaba una llave. La llave tenía forma de estrella, brillante y dorada, en el interior de esta estrella estaba la luna, no redonda, sino en su forma de cuarto creciente/menguante y aun en su forma cuarta, la luna era redonda, porque sus picos se unían formando una circunferencia, en el centro de dicha luna se encontraba el símbolo del sol. La luna a su vez tocaba los picos interiores de la estrella, plateada y cristalina. El sol como la estrella tenía un color dorado, pero un dorado diferente, mientras que la estrella presentaba luz, el sol presentaba calidez. La chica sacó la llave de entre sus ropas y se la quitó del cuello, extendió la mano, abrió la palma y empezó a recitar unas palabras- "¡Oh llave que ocultas los poderes del cielo, revélame la naturaleza de tu auténtico poder, te lo ordeno por el rango que me ha sido otorgado! ¡Libérate! ¡Ahora!"- La llave empezó a iluminarse y a crecer, ahora era una larga vara que supera en altura a la joven, en la parte superior estaban los símbolos, mientras que ahora en la parte inferior de los símbolos había una circunferencia de donde colgaban varias plumas. La parte inferior acababa en pico lo que facilitaba clavarla en el suelo o provocar algún corte al adversario.

- "Así que tú eres la Cazadora"- Ahora la mujer se levantó y con un movimiento de sus manos convirtió su arpa en un arco. Era grande y de un brillante negro, no era un arco común, ¿por qué? Porque no poseía cuerdas ni flechas- "Pues déjame decirte que hoy la cazadora será cazada"

- "Eso ya lo veremos"- La chica cerró los ojos y murmuró una palabras- "Espada y daga son mi elección, así que cumple mi petición"- La vara flotó delante de ella y volvió a brillar para aparecer en su lugar una espada en su mano y en su cintura una daga. La espada era ligera, no excesivamente larga, desde donde se formaba la cruz de la espada hasta el extremo del puño, había dos guardamanos plateadas que servían de protección para las manos contra el ataque del contrario. Donde la cruz de la espada se formaba había un orificio redondo, hueco, sin nada en su interior. La joven se dispuso en formación de batalla y preparada para atacar o defender- "¿No atacas?"- Dijo mofándose de la extraña mujer

- "Te arrepentirás de haberte enfrentado a mí"- Dejándose llevar por su ira, la mujer se alzó al ataque.

Levantó el brazo con el arco en la mano y dispuso el brazo horizontal frente a ella. Con el arco vertical fue acercando su otra mano a donde tendrían que estar las cuerdas, hizo como si tirara de dichas cuerdas y se pudo notar como brillaba algo fino y alargado. La chica miró fijamente a la mujer y vio que movía los labios, susurrando algo inaudible para ella. La mujer cerró los ojos y una luz negra, empezó a cobrar forma de flecha. Inspiró y cuando espiró, abrió los ojos, dejando escapar de sus dedos la flecha de luz negra. La chica se preparó para contrarrestar el ataque. Metió la mano en un bolsillo y de allí sacó un objeto. La joven miró el objeto, era una pequeña esfera, una sonrisa se dibujó en su rostro y levantó la mirada hacia donde la mujer permanecía.

- "Hoy sabrás lo que es ser vencido"- La esfera poseía un peculiar brillo, un brillo blanco, como si en su interior se concentrase toda la luz del universo.

Esta luz la producía una especie de nebulosa que daba vueltas. Si mirabas fijamente la esfera podías apreciar una materia parecida al algodón, suave y esponjosa, dando vueltas y con este 'algodón' había unos polvos más brillantes que la esfera en sí, como estrellas clamando la atención de los ojos que la observaran. La chica cogió la esfera con dos dedos, el índice y el corazón. Alzó la espada y de forma que la punta miraba al suelo, con los ojos cerrados empezó a levantar la mano la cual sostenía la esfera y la encajó en el orificio hueco que hacía ver a la espada incompleta. Abrió los ojos y repentinamente la espada empezó a rodearse de un brillo blanco. La espada había adquirido una luz cegadora. La misma mujer tuvo que cubrirse los ojos ante tal resplandor. Mientras todo esto sucedía la flecha negra seguía avanzando para llegar hacia su víctima y arrancarle la vida. La chica alzó su arma con la punta mirando al cielo y sujetándola con las dos manos, empezó a emanar de ella un aura blanca.

- "Por el poder que el cielo me concedió en esta misión"- Giró la espada, enseñando la parte plana y donde se encontraba enganchada la esfera- "¡Shield! ¡Envuélveme con tu escudo protector!"- De la esfera salió una Card y esta empezó a girar sobre sí misma a la vez que formó un escudo alrededor de la chica. La flecha negra se acercó hasta la chica e impactó contra el escudo sin poder cumplir su objetivo.

- "¡Maldita! Puedes escudarte con esa bonita cúpula, pero no podrás destruirme y para eso tendrías que acercarte lo suficiente como para alcanzarme con ese bonito juguete que sujetas en tus manos"- La mujer empezó a reír malévola y ruidosa. La chica que, hasta entonces, no había mostrado expresión ninguna excepto de seriedad, se le empezaron a curvar los labios, para asomar una suave sonrisa.

- "Solo los tontos y los cobardes ríen antes de perder"- Dijo entre esa discreta sonrisa. Estaba provocando la furia de la mujer y ahí quería llegar- "La ira nubla la razón, así no podrá reaccionar con tanta rapidez"- Pensó satisfecha. Así como había predicho, la mujer empezó a desatar todo su poder, volvió a alzar su arco y ciega de ira, lanzó flechas sin sentido, con la esperanza de que alguna acertase. Una nube de polvo se formó en donde la joven se encontraba, no se podía discernir nada, habían formado una niebla con la polvareda.

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Meiling se dirigía a su residencia, después de estar casi toda la mañana mirando los papeles de los estudiantes para organizarlos en los archivos, necesitaba ingresar en su cuarto y tirarse en la cama. Nada cansaba más en este mundo que una mala organización en secretaria y que tuviera que encargarse ella de ordenarlo, solo por el mero hecho de ser la vicepresidenta de la Junta de Estudiantes. Al llegar nuevos alumnos a la universidad y para que los estudiantes se relacionaran entre ellos, se decidió que la organización de la llegada fuera hecha por los alumnos. Aunque la realidad era que los profesores se encontraban demasiado ocupados con los alumnos de sus clases como para ocuparse de la llegada de centenares de nuevos alumnos más.

El principio del nuevo curso fue un caos para Meiling. Desde que se supo que la Competición se organizaría en la universidad de Hong Kong, hubo todo tipo de remodelaciones.

Meiling siguió su camino cuando delante de ella vio a dos figuras correr rápidas, como si su vida dependiera de que llegasen a su destino. En cualquier otro momento le hubiera dado lo mismo, pero los que corrían no eran otros que su primo e Hiragizawa. La verdad es que las expresiones de su cara no eran de felicidad absoluta, el tiempo que pudo ver la expresión de sus rostros, discernió: preocupación, seriedad y desconcierto, esto en cualquier otro chico normal significaba problemas, pero en su primo y la reencarnación de Clow, significaba 'problemas mágicos'. Resignada, lanzó un suspiro y decidió seguir a tan preocupados jóvenes.

- "Por favor, no problemas de magia"- Rezaba mientras seguía un ritmo rápido. Pero no demasiado por el agotamiento que tenía encima.

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Tomoyo se separó de sus amigas porque se había dado cuenta que los libros que tenía se los tenía que devolver a la profesora Páris. La extraña profesora de la que habían hablado antes. La verdad es que esa profesora era de su simpatía, era muy amable y atenta, se preocupaba de sus alumnos. Lo único que podía decirse de ella era que tenía sus extrañezas.

Tomoyo había pedido prestados a la profesora varios libros de narrativa clásica francesa. La verdad es que la profesora le había insistido en que los leyera. No estaban mal. Pero no era la clase de lectura que prefería. Siguió caminando hasta llegar al edificio, que los estudiantes ya habían bautizado como La Residencia de los Horrores, la razón, muy simple, allí estaban concentrados todos los profesores. ¿Alguien puede imaginarse los maquiavélicos planes que podían tramar? ¿Qué nuevas torturas enmascaradas con el nombre de 'educación' que podían estar inventando? Todos los chicos, si podían evitaban ese lugar, podrían acabar absorbiéndoles los sesos o algo peor.

Todo esto hizo reír a Tomoyo, era lo que se decía del edificio cuando solo mencionarlo. Para ella era demasiado exagerado, como si los profesores fueran a ser monstruos. Monstruos, hacía tanto que no escuchaba esa palabra. Las veces que Touya había llamado a su hermana de esa manera para hacerla de rabiar.

- "¿Quién soy?"- Alguien desde detrás de Tomoyo la había tapado los ojos. Tomoyo sabía quien era.

- "Deja ya de hacer el tonto Nova"- Dijo Tomoyo desganada.

- "¿Jamás me llamarás por mi nombre Tomoyo?"- Dijo fingiendo que se sentía herido.

- "Ya sabes que en mi país se tiene por costumbre llamar por el apellido..."

- "Pero si nos conocemos desde hace años y aún sigues llamándome por el apellido, en cambio con los demás no lo haces"- Dijo quejándose del trato que recibía por parte de Daidouji.

- "Ya te llamaré por el nombre cuando sienta..."

- "Si ya somos amigos"- Dijo pasando una mano por encima del hombro de la joven, Tomoyo le lanzó una mirada asesina, desde que conoció a Phillip este no paró de perseguirla, allá donde estuviera ella, él tenía que estar también. Tenía fama de casanova, que ninguna chica se le había resistido, a excepción de Tomoyo, lo que esto hizo que el chico se marcase un propósito, que Tomoyo Daidouji saliera con él. En realidad era un caso que sus amigas llamaban 'Síndrome de lo inalcanzable', aún recordaba la primera vez que las chicas le hablaron de ello.

- "Sí, muy típico en los chicos"- Afirmó Nia.

- "Tomoyo, dile que sí y seguro que te dejará en paz, tiene todos los síntomas. Acoso incesante"- Empezó a enumerar Valerie.

- "Envío de regalos"- Siguió otra vez Nia.

- "Soborno a las amigas por información confidencial"- Murmuró Valerie.

- "¿Qué? ¿Estas hablando en serio?"- Preguntó sorprendida Tomoyo.

- "¡Ah! Que no se nos olvide el intento de llamar la atención en todo momento"- Dijo Nia empezando a divertirse con el asunto.

- "Y por último la acumulación de todos los síntomas provoca el síntoma más grande"

- "La generación espontánea de estupidez por parte del sujeto enfermo"- Dijeron las dos a la vez, con un brillo en los ojos.

El recuerdo de esto hizo escapar una risita de Tomoyo.

- "Tomoyo ¿de qué te ríes?"- Preguntó el joven interesado en saber si ella empezaba a mostrar interés en él.

- "Nada"- Dijo con una sonrisa. El chico empezó a sonreír, estaba acercándose a la joven, entonces notó a donde estaban dirigiéndose y empezó a sudar.

- "To- tomoyo, ¿a dónde te diriges?"- Preguntó nervioso y tembloroso.

- "A la Residencia de los profes"- Dijo con una resplandeciente sonrisa, el chico se paró y se disculpó con ella.

- "Esto... Me tengo que ir... Sí, eso, tengo que ir a... a... ordenar el cuarto, exacto. Adiós Tomoyo"- Dicha la excusa salió despedido como un rayo levantando una nube de polvo. Tomoyo seguía con la sonrisa, por fin se había librado del pesado. Siguió su camino, pero vio a la profesora adentrarse entre unos matorrales.

- "Seño-"- No pudo terminar de pronunciar palabra, la profesora ya se había adentrado en los matorrales. Con decisión de devolverle los libros la futura diseñadora siguió a la profesora.

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El polvo empezó a disiparse y la mujer intentó ver si la chica había sido destruida, por mucho que tuviera el escudo, no podría soportar un ataque frontal tan potente. La mujer empezó a sonreír al ver que su poder había sido tan fuerte que no quedaba ni un solo rastro de la chica. Ya sentía el sabor de la victoria en su paladar.

- "Jajaja, yo soy la más poderosa, la que destruyó a la infame Cazadora, jajaja"- Reía como una loca.

- "Yo no estaría tan segura de ello"- Dijo eso una voz proveniente de sus espaldas. La carcajada se disipó y en su lugar había una expresión de sorpresa e incredulidad- "No, no, no"- Dijo graciosa mientras movía el dedo a los lados como si la mujer se hubiera equivocado- "Deberías de aprender mejores tácticas"- Dijo con una sonrisa satisfactoria- "Ahora. Adiós"- La chica empezó a correr hacia la mujer con la espada horizontal. Apuntando a la mujer alzó la espada hasta la altura de su pecho y de con una rapidez y certeza increíbles, clavó el arma en el corazón de la mujer. Un grito agonizante se escuchó, la mujer agarró la espada con las dos manos en un último intento de zafarse de ella, pero ya era demasiado tarde. Lo más curioso de esto es que no derramaba ni una gota de sangre.

- "No debería haberme confiado tanto"- Fueron sus últimas palabras. La mujer soltó la espada y cerró los ojos, había perdido la vida, pero había muerto con una sonrisa dibujada en su rostro, una sonrisa irónica, no se había esperado este final.

- "Lo siento"- Murmuró la joven. Una solitaria lágrima empezó a recorrer su cara hasta caer al suelo. Rápidamente la mujer comenzó a brillar para desintegrarse en polvo negro. Ese polvo empezó a rodear la espada para al final mezclarse con el polvo de la esfera blanca que empezaba a salir, las dos sustancias se entrelazaban y se combinaban de forma que el resultado fue un último brillo y la formación de una carta oscura flotando encima de la esfera. La esfera ya no era blanca, había perdido el color, ahora solo era una simple bola trasparente de cristal. La Card se deslizó hasta la persona que la había capturado, posándose en las manos de la chica. La chica observó la Card y leyó - "'The Discord', la Discordia, por eso todos estaban peleándose hoy"- Reflexionó la chica en voz alta. La Card era oscura, no tenía ninguna parte clara ni de color, era negra y gris. El ella estaba plasmada la forma de la mujer en dos mitades, por un lado con un arpa y por el otro con el arco. Porque como todo en esta vida- "La discordia se disfraza de dulce melodía, que ironía"- El otro lado de la Card no tenía símbolo, solo había oscuridad, era una Card oscura y tenebrosa.

Guardó la Card en una funda cuadrada a la misma medida de la Card. La esfera que estaba en la espada era inservible después de usarla, el contenido había desaparecido para dejar una simple bola de cristal, sin su contenido no era útil, la esfera ya había cumplido su misión. Sacó la bola de la espada y la dejó caer al suelo. Seguido cogió la espada y la daga y cerró los ojos para concentrarse, de inmediato la espada y la daga volvieron a unirse para forma la vara y esta se transformó para volver a su forma de llave. Abrió los ojos y se puso la llave en el cuello, en el interior de sus ropas. Se dispuso a irse cuando percibió muy cerca de ella dos auras acercándose. Rápidamente se ocultó el rostro con una capa y capucha, que había dejado entre los matorrales antes de enfrentarse a la Card. También se puso un pañuelo en el rostro y se marchó corriendo. Cuando se dio la vuelta para irse, se percató de la llegada de los dos jóvenes por la espalda. Estaban mirándola, jadeando de cansancio y con cara de pocos amigos, la chica decidió esperar y se dispuso mirándoles cara a cara, bueno, en realidad la chica no mostraba su rostro, pero sí los observaba.

- "¡Tú! ¡Espera!"- Dijo Shaoran como podía, estaba agotado, pero tampoco lo suficientemente cansado como para no poder enfrentarse a la misteriosa chica- "¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?"- Preguntó avanzando un paso.

- "Perdona la educación de mi amigo, pero nos podrías decir que haces aquí"- Preguntó más cortésmente Eriol. La chica había mantenido en todo momento el rostro oculto en la capucha. En cambio quería mirar a los ojos de esos chicos, levantó la cabeza y dentro de la capucha se pudieron ver los ojos de jade. Permaneció mirándolos por un instante, pero en seguida se giró y desapareció entre los matorrales, como si jamás hubiera estado allí. Shaoran decidido a saber lo que estaba pasando corrió tras ella. Eriol solo se quedó allí con un rostro serio.

- "¡Eh!"- Se oyó gritar detrás de Eriol, este se dio la vuelta y vio como venía la prima de Shaoran corriendo. Cuando llegó hasta Eriol, sus piernas ya no la aguantaban más y se sentó en el suelo- "¿Se puede... saber... que es lo que pasa? Estabais... corriendo como posesos"- Dijo Meiling entre jadeos.

- "Persiguiendo mujeres"- Dijo Eriol con una sonrisa y agachándose a la altura de Meiling. A Meiling se le empezó a hinchar una vena y su cara empezó a enfurecerse.

- "¡Acaso te crees gracioso! No sé de que vas Hiragizawa, pero esa actitud de siempre tomártelo todo a la ligera y de creer saberlo todo me..."- La chica estaba rabiando de ira.

- "Corrección, no creo saberlo todo"- Dijo levantado un dedo- "Lo sé todo"- Dijo con una sonrisa para mayor irritación de Meiling.

- "Grrr"- Empezó a levantar el puño cuando de repente una voz los interrumpió.

- "¿Qué hacéis aquí?"- Preguntó Tomoyo que acababa de venir.

- "Tomoyo"- Dijo Meiling sorprendida de verla allí también.

- "Yo he venido con Li a perseguir chicas. ¿Y tú?"- A Tomoyo le apareció un signo de interrogación en la cabeza mientras que Meiling miraba de mala manera a Eriol y este seguía sonriendo.

- "Ah, bueno, yo venía siguiendo a mi profesora"- Dijo Tomoyo aún sin comprender lo que dijo Eriol.

- "Esto es de locos, tu siguiendo a tu profesora, yo siguiendo a este loco y a mi primo y ellos, según él"- Señaló a Eriol con desdén- "persiguiendo chicas"- Dijo Meiling aún mirando de forma asesina a Eriol.

- "Hola chicos, ¿qué hacéis aquí?"- Preguntó una chica al verlos. La joven se acercó a ellos y les sonrió.

- "Hola Sagara"- Dijo Meiling, la verdad es que si era una casualidad que todos estuvieran allí.

- "Buenas tardes Sagara"- Dijo Tomoyo.

- "Hola"- Fue lo único que agregó Eriol. Meiling volvió a mirarle mal cuando esta la saludó. A Hua se le hacía extraño ver a Meiling sentada en el suelo mirando de mala manera a Eriol, a Eriol agachado y a Tomoyo con unos libros y cámara de fotos. A los cuatro se les asomó una gota en la cabeza, en que situación más curiosa se encontraban.

- "Eh Hiragizawa"- Shaoran salió de entre los matorrales con una capa en la mano, se sacudió unas hojas y ramitas y cuando iba ha añadir algo más se percató de la presencia de las chicas. Cuando vio a Sagara, su mirada se tornó más seria de lo que ya estaba- "He encontrado esto"- Fue lo único que añadió después de ver a sus amigas. Fue acercándose a Eriol y cuando estaba a su lado le enseñó la capa- "Meiling, Tomoyo ¿qué hacéis aquí?"- Preguntó algo extrañado.

- "Nada, tonterías"- Dijeron las dos a la vez. Sagara se acercó al grupo de amigos y con Tomoyo ayudó a que Meiling se levantase. Ya de pie, se sacudió el polvo de la ropa. Shaoran y Eriol se miraban a los ojos, como si con ello se pudieran decir todo. Los dos asintieron a la vez y Shaoran apartó su vista para observar a Sagara, no sabía el motivo pero esa chica le causaba gran intriga, inseguridad y una sensación de que había muchas ocultas en ella.

- "Esta tarde es la fiesta de bienvenida, ¿verdad?"- Preguntó Sagara para romper el hielo. Las chicas empezaron a andar, seguidas por los dos chicos. Mientras andaban se oyó un 'Crack', como si se hubiera roto algo.

- "¿Qué ha sido eso?"- Preguntó Tomoyo.

- "Bah, seguramente habrás pisado un plástico o el sonido de las piedras"- Dijo Sagara.

- "No, más bien sonaba al resquebrajarse de un cristal"- Dijo Tomoyo reflexiva.

- "Si te digo la verdad es imposible que tengas tan buen oído Tomoyo, será lo que dice Sagara, cuando pisas las piedras y se rozan hacen un sonido parecido, te lo digo porque este lugar está muy limpio, lo limpian muy a menudo y además si tiras basura al suelo y te pilla un profe, te castigan incluso te llegan a multar"- Explicó a las chicas. Los chicos ni siquiera atendían en la conversación de las chicas- "Eh vosotros, que estáis en Babia, tierra llamando a los despistados"- Dijo Meiling burlándose.

- "¿Sí?"- Dijo Shaoran reaccionando, Eriol solo sonrió.

- "Estabamos hablando de la fiesta de esta tarde"- Les informó Tomoyo.

- "Pues como te decía Sagara la fiesta de llegada es esta tarde, será en el pabellón principal y habrá que ir bien vestido"- Informó Meiling, ya que ella también se encargaba de eso. De repente a Tomoyo le brillaron los ojos como estrellas.

- "¿Por qué no os ponéis unas ropas que he hecho?"- Dijo La chica ilusionada. A los tres amigos les salió una gota, en cambio Hua no entendía lo que les había ¿asustado?

- "Esto... yo ya tengo ropa, no quiero molestarte Tomoyo, de veras"- Dijo Meiling intentando escaquearse.

- "Yo también tengo que ponerme, no queremos ser una molestia para ti"- Dijo Shaoran apoyando a su prima.

- "Que va, no es molestia, solo pasad por mi habitación a probaros la ropa y ya está"- A los dos les daba terror que los trajes de Tomoyo fuesen iguales a los que hacía cuando capturaban las Cards- "¿Y tú Eriol?"- Eriol afirmó y sonrió- "Que bien, y tú Sagara"- La joven miró al suelo y se sonrojó un poco.

- "Yo es que... la verdad es que no puedo"- Dijo algo cortada.

- "¿Por qué?"- Dijo decepcionada.

- "Es que esta noche voy a cenar con mi madre"- Dijo aún nerviosa- "Si Tomoyo hace ropa seguramente conocerá el mundo de la moda, seguro que la conoce"- Pensaba nerviosa.

- "Pues póntelo cuando vayas a ver a tu madre"- Seguía insistiendo Tomoyo.

- "Es que ya tengo vestido y lo ha diseñado mi madre y..."- Respondió la chica- "Por favor que no lo pregunte"

- "¿Entonces tú madre es diseñadora? ¿La conozco?"- Preguntó curiosa.

- "Es Feng-Lian Takano"- Dijo incómoda.

- "¡¿Feng-Lian Takano es tú madre?!"- Gritaron los cuatro a la vez. La verdad es que Hua se lo estaba esperando de las chicas, pero de Li e Hiragizawa, nunca.

- "Increíble, eres su hija, ella es mi ídolo, ha hecho los trajes más bonitos del mundo"- Dijo Tomoyo agarrando las dos manos de Hua entre las suyas y con dos estrellas en vez de ojos.

- "Es verdad, se me había olvidado, Meiling, mi madre me dijo que hoy vendría a casa a cenar"- Murmuró Shaoran.

- "¡Va a ir a tu casa la diseñadora Takano y tú no me lo dices Xiaolang!"- Meiling estaba apretando el cuello de su primo.

- "Se... me... olvidó... decírtelo, ya sabes que no le doy mucha importancia a estos eventos"- Dijo intentando respirar- "Además madre me ha dicho que puedes ir"- Añadió el joven guerrero- "Pero como es que eres su hija, creía que no tenía hijas"- Preguntó Shaoran suspicaz.

- "Tonto, no hagas caso a Xiaolang. La verdad es que tú eres hija de su exmarido. ¿No? El doctor"- Preguntó Meiling curiosa de saber la respuesta.

- "Sí, mi padre es doctor"- Afirmó la joven algo melancólica, no era agradable ser hija de un matrimonio que no acabó bien.

- "Oye, entonces tu hermano es Takara. ¿Verdad?"- Dijo Meiling con dos corazones en vez de ojos.

- "Jejeje"- Ella empezó a reír nerviosa, la verdad es que su hermano no es que fuera un sex-symbol, por lo menos ella jamás vio nada especial en él, todo lo contrario, era una persona terca, cabezota, desagradecida y... . Los chicos empezaron a asustarse al ver llamas alrededor de la chica. Se alejaron a una distancia prudencial, para no ser abrasados. Hua al darse cuenta de lo que estaba haciendo los miró y al ver la distancia que mantenían le salió una gota y volvió a ponerse recta- "Jejeje, que calor ¿no?"- Dijo disimulando.

- "Sí claro"- Le dieron la razón para no enfurecerla otra vez. Para cambiar el ambiente cargado Hua preguntó.

- "No es por ser grosera, pero ¿desde cuando los chicos se fijan en las diseñadoras de ropa?"- Preguntó Sagara intrigada.

- "Desde que tengo que asistir a cada evento social con mi madre"- Respondió Eriol con una sonrisa.

- "Desde que tengo una prima loca"- Dijo Shaoran echando una mirada asesina a Meiling.

- "¿Qué has dicho?"- Preguntó ardiendo de ira.

- "Nada"- Fueron las escuetas palabras de Li.

- "Pues yo no he tenido tiempo de ir a los eventos y no la he podido conocer"- Suspiró desalentada Tomoyo. Sagara se entristeció al ver a la chica así, no sabía porque, pero ver a Tomoyo así la hacia sentir muy triste.

- "¿Si quieres venir?"- Dijo la chica. Tomoyo la miró y la ofreció una dulce sonrisa.

- "Eres muy amable Sagara. Iré con mucho gusto"- Sin saber porque las palabras de Tomoyo la hicieron sentir llena de alegría.

- "No hay de que"- Le dio una amplia y sincera sonrisa. Lo que hizo llamar la atención de los cuatro. Podía parecer tan ¿inocente?

- "¿Y yo? ¿Me vais a dejar al margen de tal reunión?"- Dijo Eriol haciéndose el herido.

- "Sí"- Contestó Meiling.

- "Claro que no, si te apetece venir Hiragizawa, ven"- Dijo Sagara. Shaoran no sabía porque, pero ella era amable con todos excepto con él o eran imaginaciones suyas.

- "Yo me voy, tengo que hacer muchas cosas"- Dijo Tomoyo mientras se desviaba.

- "Espera que te acompaño. Bueno, hasta esta tarde"- Meiling siguió a Tomoyo.

- "Hasta luego"- Se despidió Tomoyo y las dos chicas se alejaron. Ahora solo quedaban los dos chicos y Sagara. Los dos se miraron y seguidamente dijo Eriol.

- "Nosotros también nos vamos"- Y sin dejar que Sagara se despidiese los dos chicos se marcharon.

- "A... diós, que prisas tenían"- La chica siguió su camino hasta el edificio de la residencia. Al acercarse, vio una figura parada en la entrada del edificio, era la figura de una chica, se acercó más y más hasta que su vista pudo contemplar la figura de la chica de antes, Sakura Kinomoto.

- "Sakura"- Dijo sorprendida.

- "Hua"- Sakura Kinomoto se giró a mírala a los ojos y una sonrisa apareció en su rostro.

- "¿Qué haces aquí?"- Preguntó a la chica.

- "Hua sabes que no podrás deshacerte de mí tan fácilmente, es muy importante que estemos unidas"- Dijo Sakura.

- "Sigo sin comprender porque me dices cosas que no tienen sentido para mí, porque no puedes dejar de atormentarme, déjame, te lo ruego, deja de decir cosas que no tienen nada que ver conmigo"

- "Hua, tú destino es este, yo solo estoy aquí para ayudarte, por qué dices que te atormento, por favor, compréndelo, las cosas no siempre tienen sentido, pueden ser lo más enrevesado que existe en este mundo, pero aun así tienen un motivo de ser, un motivo de que sucedan, yo estoy aquí por ti. No le temas al destino"- Dijo Sakura intentando acercarse a ella, con esa sonrisa tierna y dulce que tenía desde niña. Una sonrisa que hacía sentir a más de uno lo sinceras y amables que eran sus palabras. Hua dio unos pasos atrás y se agachó cogiéndose la cabeza.

- "Deja de torturarme. Por favor"- Se arrodilló y permaneció así durante unos minutos. Cuando levantó la cabeza de nuevo, la chica ya no estaba allí, había desaparecido- "¿Por qué has vuelto?"- Seguía preguntándose desesperada, todo aquello era una locura, por qué tuvo que ser ella, porque no otra persona, su vida era un auténtico caos. Se intentó tranquilizar un poco y recobrar la compostura. Respiró hondo y se repitió- "Todo saldrá bien, pase lo que pase todo saldrá bien"- Estaba algo temblorosa y nerviosa, pero más tranquilizada que antes. Volvió a ponerse de pie, arreglándose un poco para que no se percibiera su intranquilidad y entró en el edificio.

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Tres camas, era una habitación bastante amplía, pero algo desordenada, bueno, la verdad es que solo una parte de la habitación, la otra estaba impoluta, como si nadie hubiese pasado por aquel lugar. Que curiosa podía ser la diferencia que había entre las personas. Shaoran estaba bastante anonadado, la verdad es que las camas de los amigos de Hiragizawa estaban bastante, por no decir que parecía que había pasado un torbellino por ahí, desordenadas. Era lo que llaman un 'mare magnum' o en palabras cristianas un caos.

- "Oye, Hiragizawa ¿Qué crees que ha sucedido esta tarde?"- Preguntó curioso por saber la opinión de la reencarnación de Clow.

- "¿La verdad?"- Preguntó Eriol.

- "Claro"- Contestó algo fastidiado por la actitud siempre alegre que podía provocar que más de uno quisiera quitarle las gafas no de muy buenas maneras.

- "No lo sé"- Shaoran se cayó al suelo, ¿cómo podía seguir tomándose todo aquello a broma?

- "¡Hiragizawa!"- Gritó el guerrero chino- "¡Podrías dejar de tomarte las cosas a la ligera por una vez en tu vida!"- Gritó totalmente fuera de sí. Shaoran era unja persona seria, que se toma los asuntos como eran, sin darles mayor o menor importancia, y ese era lo que le diferenciaba de su antecesor, que este, pese a la situación que estuvieran, siempre conservaría el toque cómico.

- "Estoy hablando muy en serio Li"- Aclaraba con su sonrisa. Cualquiera en la situación de Li no le creería, con esa sonrisa burlona que hacía parecer que más bien se estaba riendo de él.

- "¿Y quieres que yo crea que tú has perdido el poder de ver el futuro?"- Preguntó sarcásticamente.

- "Deberías de saber querido descendiente, que Hong Kong tiene una gran confluencia de poderes místicos, lo que hace que yo, la mitad de la reencarnación de Clow, no pueda tener acceso a plenos poderes"

- "Pero eso no es lo bastante fuerte como para hacer que tus poderes disminuyan"- Agregó el hechicero chino mientras intentaba derrumbar su teoría.

- "Te equivocas, si puede ser posible si a todo eso le añadimos que alguien a creado una barrera para bloquear mis poderes de premonición"- Dijo aún con una sonrisa.

- "¿Alguien bloqueando tus poderes?"- Repitió incrédulo Li.

- "Claro mi querido descendiente, desde hace tiempo he notado un poder interfiriendo con el mío, lo que me impide tener mis visiones del futuro"- Shaoran estaba bastante extrañado, la verdad era que él no había sentido nada, ni siquiera la más mínima actividad mágica, a excepción del día de hoy, que notó como dos auras se enfrentaban. La única explicación sería que la persona que estaba interfiriendo en los poderes de Eriol, le interesa anular esa faceta de él, así no podría descifrar los movimientos de su adversario antes de realizarlos, esa era la única explicación. Pero, ¿qué era tan importante como para quitarle el don de la visión de futuro? Tenía que ser algo importante- "Fue desapareciendo poco a poco hace bastante tiempo"- Murmuró el chico inglés.

- "¿Hace tiempo? Hace cuanto tiempo exactamente Hiragizawa"- Preguntó ya con un tono más preocupado.

- "La verdad es que empecé a tener unas visiones extrañas, pero fueron disminuyendo cada vez que pasaba el tiempo. El día que llegué a Hong Kong pude sentir que una parte de mi poder fue anulada. Por la noche intenté realizar un hechizo para conjurar una visión de futuro, pero no pude terminar el hechizo, una extraña presencia rodeó el cuarto y anuló el poder del hechizo"- Explicó Eriol, ahora con su tono serio y maduro- "Tuve algunas predicciones bastante extrañas, pero a medida que se hacían más claras, empezaron a ser menos frecuentes, después de bastante tiempo empezaron a ser imágenes rápidas que aparecían inesperadamente, flashes"- Terminó de explicar Eriol, Shaoran estaba inquieto, ¿quién tendría el poder suficiente como para realizar este plan?.

- "Pero no has contestado Hiragizawa, ¿desde cuando empezó a pasarte esto?"

- "Mmm. Desde hace 6 años"- Repuso serio.

- "¡¿Qué?!"- Dijo preocupado.

- "He estado indagando sobre esto y todo los datos me indican que el centro del poder proviene de aquí, Hong Kong"

- "Entonces no estás aquí solo por la competición"- Dedujo Shaoran, como no, Eriol siempre con sus misterios e intrigas.

- "No exactamente, aproveché esta competición para venir, pero si no se hubiera organizado aquí también tendría que haber venido. Tampoco pude predecir si íbamos a ganar para saber si llegaría a venir aquí, recuerda querido descendiente que sin mi poder de predicción tampoco podría asegurar que llegaría hasta aquí. Digamos que fue simple intuición"- Concluyó Eriol.

- "Pues espero que esa intuición tuya que tienes pueda decirnos, el asunto de la pérdida de tu poder de visión, las misteriosas auras y la chica de la capa"- Dijo Shaoran enfadado.

- "Y no olvidemos la reaparición de nuestra querida Sakura"- Añadió el inglés sonriente.

- "..."- Esto había dejado sin palabras a Li, no se había olvidado de ese detalle, solamente no quería recordarlo.

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El sol ya empezaba a ponerse, eran casi las siete de la tarde. Toda la gente se estaba preparando para la fiesta de la noche, para la gran reunión de alumnos, sería divertido: conversación, unas copas, música, baile y una oportunidad de conseguir una cita, después de todo lo más importante era relacionarse ¿verdad?.

Meiling fue al cuarto de Tomoyo, al final la insistencia y los dotes de persuasión de esta fueron efectivos para que la joven china se pusiese un vestido de su creación. Shaoran se pudo escaquear con la ayuda de unos compañeros que en el último momento le llamaron para resolver unos asuntos. Eriol fue el más escurridizo, ya que por más que se le buscaba, no se le pudo encontrar en ningún lugar, simplemente, desapareció del mapa.

Hua estaba dándose los últimos toques, el vestido que su madre le había enviado el día antes de partir a Hong Kong era realmente bonito. Era un vestido corto, por encima de las rodillas, de tirantes, era verde claro, pero un tejido blanco casi transparente que llevaba por encima, lo hacía ver de un color más pálido, hacía parecer que el vestido era suave y delicado, como el de una frágil flor. Era un vestido sencillo, sin ningún tipo de adorno. Encima de la cama estaba una chaqueta a conjunto con el vestido, era blanca, de mangas largas y que le llegaba a media espalda. Los zapatos eran sencillos también, blancos, de poco tacón. Se miró en el espejo del baño. Estaba peinándose, se había rizado un poco el pelo y se lo había recogido, de manera que le quedaba suelto por detrás a la altura del cuello, formando rizos y bucles.

Después de peinarse se maquilló un poco, la verdad es que no le gustaba mucho el maquillaje, le gustaba más lo natural, por lo que solo se solía echar sombra de ojos y un pintalabios de color rosa pálido. Terminada de preparase se echó un último vistazo en el espejo. Concentrada en su imagen no se percató de que su compañero también había ingresado en el cuarto.

- "Ejem"- Tosió el joven chino. Hua giró la cabeza para ver en la otra puerta del baño al chico, bastante desarreglado. Llevaba los pantalones y la camisa puesta, pero la camisa estaba abierta por unos botones de la parte de arriba y colgando en su cuello tenía la corbata. A la joven no se le pudo evitar escapar una risita burlona- "¿Qué tiene tanta gracia?"- Repuso el joven molesto, a la vez su mente le decía otra cosa- "Tiene una risa encantadora"- Al darse cuenta de lo que pensaba el chico movió la cabeza agitadamente y volvió a poner su cara seria y enfadada- "Me estoy volviendo loco"

- "Tú"- Dijo mientras reía, la verdad es que era gracioso ver las pintas que llevaba el joven, parecía haber salido de una tormenta. Y para colmo, la chica empezó a reírse más al ver al chico intentando arreglarse. Shaoran estaba poniéndose bien el traje, se metió la camisa, se la abrochó bien y se peinó un poco, solo faltaba ponerse la corbata, lo que era una misión imposible para él. Shaoran miraba como hacerse el nudo, cuando cada vez que le salía mal, la chica soltaba una risita maliciosa, él la echaba una mirada asesina y esta fingía mirar a otra parte.

- "¿No tienes algo mejor que hacer?"- Preguntó enfadado y con una vena en la frente.

- "No"- Repuso riéndose- "No hay nada mejor que ver como intentas ponerte una sencilla corbata"- Dijo burlona.

- "¿Y acaso tú sabrías hacerlo mejor que yo? Seguro que ni siquiera sabrías unir las dos partes de la corbata"

- "Pues claro que sé hacerle un nudo a la corbata"- Ahora había conseguido molestarla.

- "Pues comprobémoslo, hazme el nudo de la corbata"- Estaba retándola, no era un duelo de espadas, pero valía si al final conseguía lo que quería.

- "Muy listo capitán Li"- La chica se acercó a él y le miró a los ojos- "Pero no voy a caer en tu juego, si quieres embaucar a alguien, hazlo con otra que tendrá mejor suerte, yo soy mucho más lista como para caer en un juego..."- La chica se acercó lentamente a él. A Shaoran le empezó a latir el corazón como un caballo desbocado. Se acercó a su oreja y le susurró- "... de niños"- Y dejó escapar otra risa. La chica se separó y puso su cara sería- "No juegues conmigo capitán Li, te aseguro que no sería divertido enfrentarse a mí"- Dicho esto se marchó, cerró la puerta y dejó a Li pasmado, estaba totalmente aturdido.

- "Pero ¿se puede saber que he dicho?"- Se quedó ahí parado, sin saber como reaccionar- "De repente es amistosa y al segundo es más fría que el hielo"- Dejó de darle vueltas al asunto después de todo- "Las mujeres son muy complicadas"- Murmuró para sí mismo. Y volvió a mirarse al espejo, a ver como se hacía el nudo de la corbata.

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Hua permaneció de pie con la espalda y la cabeza pegadas en la pared. La verdad es que no entendía la razón de tan variado comportamiento.

- "¿Será que me estoy volviendo loca? Estoy congeniando con él y eso no debe de pasar, no. Debo de permanecer distante, no puedo dejar ver que soy..."- La verdad es que Hua era la chica más complicada de entender que había existido en este mundo y en esta vida. Ella misma ni se entendía, así que Shaoran iba a necesitar el manual de instrucciones más detallado del mundo- "Bueno, olvidemos a ese chico, volvamos a lo principal. Recuerda: Cena, amigos de mamá y compostura. Espero no perder los nervios como en la última vez"- Dijo esto recordando las últimas las veces que estuvo con su madre.

La verdad es que los contactos que tenía Sagara con su madre eran muy pocos, por no decir que desde el divorcio solo había visto a su madre tres veces. En una pasarela, cuando su madre expuso unos diseños y la verdad es que ni siquiera habló con ella. Durante una fiesta en la que sus padres coincidieron accidentalmente, lo que acabó muy mal. Y en una cena, que acabó peor que en la fiesta, ya que el escándalo fue grandísimo. Por suerte no salió en la prensa. Lo que podía hacer el tener buenos contactos.

Esa noche iba a cenar a la mansión de una vieja amiga de su madre, una compañera de instituto. La verdad es que por lo que había mencionado Li en la conversación anterior se podía decir que la compañera se trataba de su amiga. Lo peor que le podría pasar, cenar con su rival. ¿Por qué siempre acababa enredándose en asuntos tan extraños? El mundo era un pañuelo demasiado pequeño para coincidir justo con la madre del chico al que había calado con la vista el primer día que posó Hong Kong.

- "Será que las casualidades no existen"- Suspiró desalentada- "¿Y mis zapatos?"- Se preguntó al ver que estaba todo menos sus zapatos, ya iba a salir y ahora le faltaban sus zapatos- "¿Cómo puedo ser tan despistada con las cosas? A ver, la chaqueta y el bolso los dejé en la cama, cuando me estaba peinando y maquillando en el lavabo llevaba los zapatos en la mano, eso creo. Después de..."- Ahí estaba la solución- "Dejé los zapatos al entrar en el cuarto de baño y con todo lo de Li se me olvidó llevármelos. Cabeza hueca"- Se dijo a sí misma. Se dio la vuelta y llamó a la puerta, nadie respondió. Llamó otra vez y seguían sin responder. Entreabrió la puerta y miró a ver si había alguien. Vio como Li seguía intentando hacerse el nudo de la corbata- "Este chico es tonto. ¿Y si llego a pasar y se está duchando?"- Inmediatamente se le subieron los colores al rostro, se apartó de la puerta y se puso las manos en la cara. Permaneció así hasta que se empezó a volverle el color, dejó caer las manos y agitó la cabeza intentando apartar de la mente esa visión- "Pero en que piensas Hua"- Se recriminaba a sí misma. Volvió a mirar por el entreabierto de la puerta. Shaoran se había ido- "Parece ser que se ha ido"- Abrió más la puerta y metió la cabeza, miró a los lados y rápidamente vio los zapatos, los cogió y volvió a salir fugazmente. Volvió a su cuarto y cerró aliviada la puerta. Con los zapatos en la mano se dirigió a la cama y coger sus cosas, antes fue a mirar el reloj de la mesilla- "¡Hoeeeeee!"- Gritó al ver la hora que era- "¡Voy a llegar tarde!"- Se puso los zapatos y la chaqueta velozmente, cogió su bolso y salió de la habitación como si en ella hubiera un incendio.

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Shaoran se había rendido, iría sin corbata, de todas maneras odiaba llevarla. Harto de todo, se puso la camisa por fuera, se abrió el primer botón de la camisa y se puso la chaqueta. Después de todo no iba a ser una cena formal, sino una cena entre amigos.

Cogió sus objetos personales. Ya era bastante tarde, él que siempre era puntual, esta vez se retrasaría un poco. Todo fue por una reunión de emergencia con el entrenador, que al final acabó hablando de cosas insignificantes.

Cogió las llaves de su coche y de la habitación y cuando iba a salir del cuarto, oyó un ruido bastante familiar, unos gritos que no pudo entender y un portazo. Abrió la puerta y vio a una figura correr por el pasillo hasta las escaleras.

- "Será mejor que me dé prisa en recoger a estos"- Salió de la habitación y cerró la puerta con llave. Después se dirigió al ascensor de la residencia.

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- "¿Crees que Shaoran se molestará por no haberle esperado"- Preguntó Tomoyo a la chica que tenía al lado en el asiento trasero del coche.

- "Que hubiera sido más rápido, si él no es puntual no es nuestra culpa el que le hallamos dejado"- Contestó Meiling. Conduciendo el auto estaba Eriol, observando con una sonrisa a las dos chicas por el espejo retrovisor- "¿Y tú por qué siempre sonríes? Me das escalofríos"- Dijo molesta.

- "Solo me estoy imaginando la cara que pondrá mi querido descendiente"- Dijo con una sonrisa más amplia. Meiling solo lo miraba con desconfianza.

- "Meiling, te queda genial el vestido, ¿a qué si Eriol?"- La verdad es que lo tenía que confesar, Tomoyo diseñaba unos vestidos y trajes preciosos, por suerte para Meiling. Sería bochornoso salir a la calle con un vestido parecido a los que diseñaba de niña. Era un vestido rojo sin mangas, con una falda con vuelo, por encima de las rodillas y con un precioso fénix dibujado con hilo del color del oro, que se enrollaba por todo el cuerpo de la chica. Tomoyo llevaba un vestido azul largo brillante, era bastante ajustado y se sujetaba alrededor del cuello. Eriol vestía con un traje marrón oscuro y camisa blanca, bien planchados, no llevaba ni corbata ni pajarita, llevaba una especie de medalla enganchada al cuello.

- "Todo lo que tus manos crean es perfecto"- Dijo sonriendo al espejo retrovisor. Tomoyo se sonrojó bastante y Meiling apartó la vista como si dijera 'increíble'.

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Hua estaba fuera del recinto universitario. ¿Qué iba a hacer ahora? Jamás llegaría andando y con las prisas se le olvidó llamar a un taxi y por ese lugar no pasan taxis. Se quedó pensando una solución, cuando por detrás se vieron unas luces. Hua se dio media vuelta e intentó divisar quién se acercaba. Los faros del automóvil la impedían ver al conductor. Se apartó para dejar paso al coche. El automóvil llegó hasta donde estaba la chica y se paró a su lado. La puerta se abrió y desde dentro se oyó.

- "¿Te llevo a alguna parte?"

N. de la Autora: Hi!!!!! Jejeje, bueno hasta aquí el capítulo de hoy, que me ha costado lo mío, lo he terminado en un par de días, justo después de terminar mi último examen me puse a escribir y tengo que decir que ahora me toca descansar del instituto :)

Hay que ver como son las cosas, por un lado Eriol, que ahora tiene miradas asesinas por doble, se ve que Meiling y Shaoran tienen rasgos en común. Eriol, haber si dejas de sonreír tanto que pones nerviosa a la gente. Y hablando del sonrisas, ¿por qué no pude ver el futuro? o más exactamente ¿por qué no le dejan ver el futuro?.

La extraña carta que apareció en el parque, ¿de donde salió y quién es esa Cazadora? La escena no se si fue lo bastante descriptiva como para saber lo que ocurrió, no son muy buena relatando batallas o peleas ^^UU. Y Sakura, ¿como es q está en HK? y ¿donde se ha metido estos años? Cuantas intrigas, y que largo, cada vez me extiendo más, jejeje.

Hablando de misterios, Hua tiene un carácter muy variable, esta triste como alegre, fría como simpática, es despistada y algo misteriosa, ni un psicólogo la podría psicoanalizar.

Y la relación entre Shaoran y Hua no va bien, parece ser que jamás se llevaran bien, por lo menos ella intentará evitarlo, chica rara.

Creo q hasta ahora son suficientes intrigas, ya descubriremos más en el siguiente capítulo.

Solo decir que pondré el siguiente capítulo de mi otro fic (algún día ^^UUU, la verdad en una semana estará) y que espero poner el siguiente capítulo de este en más tardar un mes, pero con las vacaciones de Semana Santa en dos semanas puede estar puesto, puede, no que este :P.

Comentarios, sugerencias, preguntas o los ingredientes para una sopa de verduras a eternal_phoenix_light@yahoo.es

Bye

Kassy99