20/04/02

Otro capítulo!!!!!!!!!! Yo misma me entusiasmo escribiendo ^^UUU, es que ni yo me creo que termine los capítulos, bueno, no me enrollo, lo único, que este capítulo lo he subido algo tarde, primero por el comienzo de clases, que la verdad no tuve bastante tiempo para terminar este capítulo durante las vacaciones U_U que le voy a hacer. Y la otra razón es que tengo unos problemillas con la compañía de teléfono más prestigiosa en timar en toda España, no doy nombres, pero mucha gente me entenderá ¬¬ odiosa compañía. ¡¡¡¡Qué disfrutéis del fic!!!!

- "diálogos"

·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario

Recuerdos

- "Pensamientos"

Competición, juegos del destino.

Capítulo 5: La Cena

Un pasado oculto, leyendas desconocidas y

un futuro incierto

By: Kassy99

Lucha con todo tu VALOR

Enfréntate a tu DESTINO

Solo juega para GANAR

Y sigue hasta alcanzar el final

En la batalla no habrá PIEDAD

Así que guíate por tu instinto

Que solo hallarás en el CORAZÓN

Porque la VERDAD la encontraras

En el JUEGO que el destino te preparó

Así que: ¡Qué gane el MEJOR!

- "Entonces entras o no, no tengo todo el día"- Hua entró, pero no muy convencida, la verdad es que no sabía porque había parado y se había ofrecido a llevarla, solo se habían visto una vez y tampoco habían cruzado una palabra, ni siquiera conocía su nombre, era bastante extraño, incluso apostaría que no la había caído bien aquel día. Lo único que sabía es que era la novia de Li y eso ya demostraba que tenía un gusto pésimo para los hombres.

La chica miró de reojo a Sagara, de manera desconfiada, colocó su mano en la palanca de cambios y puso el auto en marcha. Las dos permanecieron calladas, simplemente eran dos extrañas que por una razón desconocida, para Hua, estaban compartiendo un auto. El silencio fúnebre era lo único que se apreciaba en el auto. Hua estaba algo incómoda, ¿de qué podía hablar con alguien que apenas conocía y que tenía una relación sentimental con la persona que peor de caía? La verdad es que la situación más extraña e incómodo no podía ser, ¿por qué tuvo que subirse al coche? Ah, sí, llegaba tarde.

- "Perdona, pero... ¿sabes a donde voy?"- Preguntó con una gota en la cabeza, la verdad es que era muy despistada, ni siquiera le había indicado a donde se dirigía, solo entró en el coche y permaneció callada y ahora que se daba cuenta ella tampoco le había preguntado a donde la tenía que llevar.

- "Sí, vas a la mansión Li, a cenar con la familia de Xiaolang"- Respondió segura e indiferente.

- "Te lo ha contado él. ¿Verdad?"- Preguntó delicadamente, no quería meter la pata, no fuera que provocara algún revuelo entre la pareja, igualmente podía haberse enterado por otra persona.

- "Sí, esta tarde me lo encontré, me dijo que estaba invitada a una cena con su familia con una amiga de su madre y sus hijos y daba la casualidad que tú eras la hija de la amiga de la madre de Xiaolang"- El tono de voz que estaba empleando la chica era de desconfianza y recelo.

La verdad es que su mirada era como un puñal, siempre fija y como si con ella fuera a lanzarse a ella en cualquier momento y clavársela. Sería que estaba... ¿celosa de ella? No, eso sería una auténtica tontería, celosa de ella, eso sería lo más gracioso que pudiera haber escuchado en su vida. Ya había notado esa mirada en la cafetería, pero si pensaba de esa manera podía suspirar aliviada, a ella nunca, jamás, se le ocurriría pensar en el capitán Li de 'esa manera'. La chica empezó a reírse mientras que Liu la empezó a mirar extrañada.

- "No me hagas caso, es que estoy muy estresada"- Dijo entre las risas. La chica estaba empezando a impacientarse, ¿es que acaso se estaba burlando? ¡Y delante de sus narices!.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Una enorme mansión, esplendorosa y majestuosa ante los ojos de tres jóvenes. Los tres quedaron parados delante de la puerta principal de la mansión. Meiling estaba acostumbrada a ver tan majestuosa construcción, a Eriol nada le impresionaba, incluso sin poder predecir lo que aquella noche les podría deparar seguía conservando esa sonrisa satisfactoria y enigmática, dando a pensar que escondía más de un secreto, y era verdad, escondía varios ases, los cuales aún darían mucho de que hablar. Por su parte Tomoyo estaba fascinada, había estado en lugares más impresionantes, más llamativos, más extravagantes, pero aquel lugar poseía un encanto propio que los distinguía de otras muchas mansiones, un encanto 'mágico'.

- "Es precioso este lugar"- Dijo Tomoyo con una sonrisa. Meiling se alegró de que a su amiga le gustase el lugar, sería horrible estar en sitio donde desde un principio no estás a gusto.

- "¿Verdad? Es un lugar muy grande, después recuérdame que te enseñe los jardines, es lo más precioso y encantador que podrás ver"- Dijo Meiling con una sonrisa orgullosa y satisfecha.

- "¿Yo también podré acompañaros?"- Preguntó Eriol con una sonrisa. Meiling solo giró la cabeza para lanzarle una mirada asesina.

- "No"- Dijo descortésmente y enfadada, Tomoyo solo soltó una risita graciosa.

Estaban en la puerta, esperando a que abrieran, la verdad es que ya llevaban un rato frente dicho portón, porque la puerta no es que fuera pequeña, tampoco era una monstruosidad, pero si era grande, con ornamentaciones y grabados chinos, algo bastante curioso que llamó la atención de Hiragizawa. Se oyó la cercanía de unos pasos y los tres volvieron sus miradas a la puerta, para ver como se abría lentamente. Detrás de ella se pudo ver a una mujer, que por las prendas que llevaba se podía deducir que era una de las criadas de la casa.

- "Buenas tardes señorita Meiling"- Dijo la criada haciendo una leve reverencia al ver a la chica.

- "Buenas tardes Kai-sun, estos son Tomoyo Daidouji y..."- Presentó a Eriol no muy entusiasmada- "Eriol Hiragizawa"

- "Joven, señorita, pasen, la señora los está esperando"- Hizo otra reverencia a los dos amigos de Meiling y abrió más la puerta dejándoles entrar a la mansión. Uno a uno fueron pasando los tres jóvenes, ofreciéndoles sus saludos a la doncella. Cuando Eriol traspasó la puerta sintió una sensación extraña, se quedó parado un instante, pero al ver que la sensación se marchaba enseguida siguió sin darle más importancia. La doncella cerró la puerta tras ellos y con un gesto avanzó por un pasillo y dirigió a los tres jóvenes a la sala donde estarían esperándolos.

- "Síganme y no se separen"- Dijo la mujer dirigiéndolos por el pasillo.

- "Es verdad, no os separéis, este casa es enorme y no sería la primera vez que alguien se pierde por sus pasillos"- Dijo Meiling como si de una historia terrorífica se tratase y añadió- "y vuelve jamás"- Dijo con voz siniestra y tenebrosa, mientras que Eriol sonreía y a Tomoyo le aparecía una gota en la cabeza.

Los tres fueron caminado por el pasillo siguiendo a la doncella, pasando varias puertas. Por el camino vieron: jarrones, esculturas, cuadros y demás objetos de decoración, todo muy bien cuidado y limpio. Aquella casa parecía ser bastante antigua, pero la pulcritud y el buen cuidado de las cosas hacía ver que no era tan vieja. Tomoyo estaba impresionada, algunos de aquellos objetos deberían de estar en un museo, sabía mucho de esto, su madre la llevó muchas veces a exposiciones y galerías de arte, podía distinguir las antigüedades de las que no lo eran, no podía descifrar su fecha, pero sí si eran algo valioso y antiguo o algo recién creado y por tanto de menor valor. Eriol seguía algo intrigado por lo que había sentido antes, era una sensación de inseguridad lo que sentía ahora, como si estuviera indefenso. Era como si una parte de él hubiera sido apartada, aislada. Pronto llegaron a una puerta en la que alguien esperaba delante de ella, como un guardián. La doncella se paró y se marchó dejándolos con el hombre, Meiling se paró frente al hombre y los dos hicieron una ligera reverencia.

- "Señorita Meiling"- Saludó el hombre.

- "Buenas tardes Ho"- El hombre se alzó y vio a las dos personas que la acompañaban.

- "¿A quién debo de presentar?"- Preguntó el hombre.

- "Ella es Tomoyo Daidouji y este es Eriol Hiragizawa"- Presentó al segundo desganada y desinteresada.

- "Buenas tardes jóvenes"- Saludó el hombre.

- "Buenas tardes"- Dijeron los dos a la vez. El hombre terminó de reverenciarse y abrió la puerta, entrando en la sala, los tres permanecieron detrás.

- "Señora, la señorita Meiling a llegado con dos acompañantes, la señorita Tomoyo Daidouji y el joven Eriol Hiragizawa"- Dicho sus nombres se oyó la voz de una mujer.

- "Que pasen"- A esto último salió el mayordomo y les indicó que ya podían entrar.

- "Gracias"- Dijo Meiling y fue pasando dentro.

Meiling era siempre la primera de los tres y como caballero que era Eriol, permaneció siempre al final, detrás de las señoritas. Cuando entraron los tres vieron una enorme sala, bien iluminada, con varios sillones alrededor de una mesa y frente a una chimenea. La araña de cristal que colgaba del techo era hermosa y voluminosa. En la sala ya estaban varias personas de las cuales Meiling conocía 5: las hermanas y la madre de Shaoran. Había otras dos personas a las que no conocía personalmente, pero sabía quiénes eran. Tomoyo solo quedó fascinada, primero por lo precioso que era el lugar, segundo por poder conocer a su ejemplo a seguir y tercero por la noble dama que estaba a su lado, seguramente la madre de Shaoran si mal no recordaba. Eriol solo miró fijamente y con una amplia sonrisa a la madre de Shaoran, la que no escondió en ningún momento y desde la entrada del joven su interés por él.

- "Buenas tardes Meiling, jóvenes"- La majestuosa señora se levantó y les dio a entender que avanzaran y se sentaran.

- "Buenas tardes tía Yelan"- Saludo respetuosamente- "Tía estos son Tomoyo Daidouji"- Dijo presentándola.

- "Mucho gusto señora Li"- Dijo Tomoyo con educación y una reverencia.

- "Mucho gusto también señorita Daidouji"- Respondió la matriarca.

- "Y este joven es Eriol Hiragizawa"- Dijo sin ninguna alegría y con mucho pesar de tener que estar con él.

- "Un placer estar aquí. Señora Li"- Dijo Eriol con tono respetuoso, pero algo gracioso.

- "El placer es todo mío, joven"- Entre ellos dos había un juego de miradas bastante sospechoso y a los que solo entendían la razón del porqué podrían entender este juego de miradas, palabras y sonrisas, esto último por parte de Eriol- "Dejadme que os presente a la señora Feng-Lian Katano y su hijo Takara Katano"

- "Es un placer conocerles"- Dijeron los tres jóvenes a la vez. Las chicas mostraban un gran entusiasmo. Mientras que Eriol solo permanecía sonriente.

- "Que jóvenes más agradables sois"- Dijo la señora Katano- "Deberías de aprender de ellos Taka, son respetuosos, amables y muy agradables"- Recriminó la mujer a su hijo.

- "Madre"- Dijo serio el chico, la verdad es que la mujer solo quería hacer una gracia, pero la relación entre madre e hijo estaba bastante caldeada desde hacía bastante tiempo. Poco después se oyó llamar a la puerta.

- "Pase"- Dijo Yelan, la matriarca de la casa.

- "Señora, ya llegó su hijo"

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Las dos chicas seguían calladas, ninguna de las dos intentaba comenzar una conversación, solo estaban en silencio, Lin conduciendo y Hua mirando por la ventanilla del coche, estaba apreciando las hermosas luces de Hong Kong. Era algo espectacular, la ciudad de Hong Kong era uno de los lugares más bellos que podían verse de noche, ya que las luces de la ciudad se unían a las luces de las estrellas formando un inmenso cielo brillante, nada más hermoso en el mundo que...

- "Las estrellas"- Murmuró Hua. Era una pasión que tenía desde niña, una extraña fijación por la luz de las estrellas. Era como si estas la llamaran, como si pidieran ser observadas. Esto la hacía recordar una anécdota de su infancia.

Una niña saltaba, agarrada a la camisa de su padre, tiraba y empujaba de ella con mucha insistencia. La niña miraba esperanza a que su padre le hiciera caso, pero seguía con sus asuntos pronunciando un solo.

- "Ahora no. Ve a jugar con tus muñecas Hua"- Fue lo único que dijo su padre y volvió a sus documentos. Su madre no estaba en casa, había pasado varias noches fuera de casa ultimando los detalles de su próxima exposición de diseños. Resignada y desilusionada volvió a su habitación, donde se sentó a los pies de su cama y agarrándose de las rodillas se echó a llorar.

Una triste sonrisa se reflejó en su rostro al recordar a aquel momento de soledad y desconsuelo, aunque siguió recordando y su sonrisa triste se convirtió en una sonrisa nostálgica y dulce. Cerró los ojos y siguió recordando.

- "¡Ya he vuelto!"- Se oyó a alguien entrar en la casa y después cerrar la puerta. Hua seguía llorando desconsolada y triste, pero silenciosamente, dejando escapar algunos lamentos ahogados. El joven que entró en la casa se dirigió a su cuarto, se oyó pasar al chico por la habitación de Hua y avanzar hasta llegar a la suya. La pequeña paró de sollozar y ahora solo miraba el suelo con la mirada perdida. Poco después se oyeron unos golpes en la puerta, pero la niña no respondió, solo permanecía allí, sentada, como si no estuviera realmente allí- "¿Hua?"- La niña seguía sin responder. El joven abrió la puerta y vio a la niña con la cabeza sobre sus piernas y sus rodillas abrazadas por sus cortos brazos. Una sonrisa comprensiva pasó por sus labios y entró en la habitación, avanzó lentamente y se sentó al lado de ella. Nada de lo que estaba haciendo el chico fue notado por ella. Los dos permanecieron sentados allí en silencio, hasta que el chico puso algo en la cabeza de la chica, algo que la había traído. La chica solo entonces reaccionó y volvió de su sueño. Volvió la cabeza a donde estaba su hermano y vio con sorpresa una sonrisa, la cual devolvió con pena.

- "Hola"- Saludó a su hermano. El chico cogió lo que antes había puesto en su cabeza y lo puso delante de sus ojos. Era un peluche, un conejo con una estrella en sus manos, la chica miró a los ojos de su hermano y preguntó- "¿Para mí?"- El chico afirmó y la pequeña alzó las manos para coger al dulce muñeco y ponerlo sobre sus rodillas, mirándolo con ternura- "Gracias"- Agradeció la niña.

- "Va, lo compré porque te debía un favor después de haber lavado los platos de una semana"- Dijo sin importancia por el detalle. La niña gruñó un poco y entonces el chico dijo cariñosamente- "Y porque me dijiste que te gustaban los conejos y las estrellas y ese peluche gritaba a voces que tenía que ser para ti"- La chica sonrió contenta y se echó a los brazos de él, llorando, con alegría y tristeza- "Tshhh, ya estoy aquí. Llora, llora si te sientes mal"- Dijo mientras abrazaba a la niña. Permanecieron así durante horas, la niña había dejado de llorar hacía bastante tiempo, pero permaneció abrazada a él. Necesitaba tanto estar con él, siempre la comprendía, la consolaba y la animaba- "Estás muy, pero que muy fea cuando lloras, ¿lo sabías?"- Dijo gracioso. La chica se apartó de él y le echó una mirada asesina, que se fue suavizando hasta que los dos se echaron a reír- "Ahora, dime, ¿cuál era la razón de esos lagrimones?"- Preguntó el joven.

- "Quería pedirle a papá que si me podía mover la cama, quería ponerla al lado de la ventana"- Explicó mientras se limpiaba la cara con la manga.

- "¿Para?"- Preguntó curioso.

- "Ver las estrellas"- La pequeña apuntó hacia le ventana y el chico sonrió.

- "Si eso lo puedo hacer yo"- El chico se levantó y se dirigió a la cama, fue empujándola hasta la pared de la ventana. Cuando estuvo ya bajo la ventana, la chica se sentó en la cama y abrió la ventana para ver esas pequeñas luces del cielo.

- "Será mejor que te duermas, ya es muy tarde"

- "Pero si acabas de poner la cama al lado de la ventana, no me ha dado tiempo de ver nada"- Rechistó la niña.

- "Dime, tienes 18 años"- La chica negó.

- "No, tengo 13"- Dijo enfurruñada.

- "Pues si no eres mayor de edad estás bajo mi cuidado así que a la cama y sin más muecas de monigote"- Dijo con tono de adulto.

- "Jo, eres peor que mamá"- La chica se marchó al baño a ducharse, cuando salió limpia y cambiada se metió en la cama, pero seguía mirando a esas lucecitas que se hallaban a lo lejos. Vio que alguien se puso sobre ella y observó que su hermano estaba cerrando la ventana.

- "A dormir"- Dijo su hermano. Se había dado cuenta de que aún no se había dormido. El chico se recostó junto con ella y puso su cabeza sobre la de ella- "Vamos, duerme"- Le susurró al oído.

- "¿Te quedarás conmigo?"- Preguntó mientras cerraba los ojos por la pesadez de la noche.

- "Siempre estaré contigo"- Le dio un beso en la mejilla- "Siempre estaré contigo, porque eres mi hermanita"- La niña se durmió, escuchando una última frase- "Recuérdalo siempre, eres mi hermanita, siempre lo serás"

Hua abrió los ojos y una lágrima escapó. Antes no lo había comprendido, pero después lo entendió todo, comprendió la realidad. Volvió su mirada adelante, ya habían llegado a la mansión. La chica fue parando el auto y al final paró el motor del coche.

- "Ya hemos llegado"- Avisó Liu. Las dos jóvenes salieron del auto y un hombre se acercó a la china, en tanto que Hua se giró y contempló ante sus ojos una inmensa mansión, que desprendía magnificencia por todos sus rincones. Lin se puso al lado de Hua, había dado las llaves del coche al hombre para que se lo llevaran.

- "Así que esta es la mansión Li"- Murmuró asombrada. Después una sonrisa confiada apareció por sus labios, como si de una acto reflejo se tratase, empezó a sonreír segura y demasiado confiada.

Las dos jóvenes se dirigieron a la entrada y ya enfrente de la puerta Liu llamó, poco tiempo después la criada que antes abrió la puerta a Meiling, Eriol y Tomoyo, volvía a abrirla para dejar paso a las dos chicas.

- "Buenas tardes señorita Liu"- Saludó cortésmente la chica.

- "Buenas tardes. ¿Ya han llegado todos?"- Preguntó interesada la novia de Li.

- "Sí, señorita. La amiga de la señora ya está aquí temprano en la tarde, la señorita Meiling llegó junto con otros dos jóvenes más avanzada la tarde y el joven Li llegó hace poco rato"- Informó la chica. La chica Liu entró a la mansión, pero Hua se quedó en la puerta, absorta en sus grabados, no sabía la razón, pero esos grabados eran algo más que un simple objeto de adorno- "Señorita, ¿No pasa?"- Preguntó la criada al ver que la chica estaba de pie fuera, al otro lado de la puerta.

- "Perdón, estoy algo distraída hoy"- Y acto seguido pasó la puerta y se introdujo en la mansión. Cuando fue cruzando la puerta, sintió algo muy extraño, pero al igual que Eriol no le dio mayor importancia.

- "¿La acompaño señorita?"- Le preguntó la criada a Lin. La chica negó con la cabeza y se dirigió por un largo pasillo enfrente de ella. Sagara la siguió sin dilación.

La casa era enorme, la chica china iba decidida hacia donde tenía que ir, mientras que la otra permanecía absorta mirando los objetos, era como si la casa estuviera viva, cada objeto que veía, que olía, que tocaba, cada uno de esos objetos desprendía una esencia, como si el dueño que lo había tenido en sus manos aún estuviera vivo, allí, en el interior del objeto, y la verdad, la chica no se equivocaba, cada objeto que en la casa estaba colocado, había pasado por manos de un hechicero, normalmente antecesor de la familia, aunque en cualquier caso, la importancia del objeto era la misma. Eran objetos sumamente valiosos, no en valor monetario, pero si en valor mágico, porque parte de la sabiduría y poder estaban guardadas en su interior. Estaban guardada a la vista ya que una persona normal no podía notar esa cualidad del objeto.

La razón de que contuvieran la sabiduría y el poder mágico de antiguos magos, muy sencilla, varios de los dibujos o grabados, fueron hechos con un hechizo, el objeto si fue realizado a mano, pero durante la realización de ese objeto y como legado fueron guardados conocimientos y experiencias, que en el futuro y si fuera necesario, se podrían consultar y resolver dudas, al igual que un libro o un pergamino, podían contener con palabras los hechizos.

Las dos chicas seguían caminando hasta que Liu paró enfrente de una puerta donde un hombre se alzaba de pie serio, recto, frío como la piedra, como si en vez de ser un hombre fuera una escultura más de esa mansión.

- "Buenas tardes señorita Liu"- Salieron esas palabras de la boca de la estatua viviente- "¿A quién debo presentar?"- Preguntó seco.

- "Buenas tardes, esta chica de aquí es Ying Tao Sagara"- Dijo señalando a la chica de al lado.

- "Corrección, mi nombre es Ying Tao Hua Sagara"- Dijo con una sonrisa en el rostro. Poco después el hombre entró en la sala y después de unos segundos volvió, para abrir las puertas y dejar pasar a las dos chicas. Dentro de la sala se podían ver a las personas tomando té, seguramente estaban esperando su llegada.

- "Buenas tardes"- Dijeron las dos muchas al unísono y se miraron, fue extraño que hubieran reaccionado a la misma vez.

- "Buenas tardes Lin, y tú debes ser Ying Tao"- Dijo una mujer de imponentes rasgos. La mujer se levantó y se dirigió a la muchacha, para asombro de su hijo y novia. La mujer permaneció delante de la chica y la ofreció una sonrisa- "Yo soy Yelan Li, la madre de Xiaolang y vieja amiga de tu madre"- La chica se inclinó un poco como gesto de saludo y cuando volvió a mirar a la señora, ya estaba a su lado con su mano en la espalda indicándole con un abanico que se sentara, las dos fueron juntas a los sofás. La expectación que esto causó en su hijo era enorme, ya que su madre no solía ser una mujer más bien como él, distante. La joven Hua sintió algo extraño proveniente de esa mujer, pero se olvidó de ello al ver a cuatro mujeres cogiéndose de las manos y con cara infantil.

- "Que chica más guapa"- Dijo Shiefa.

- "Eres monísima"- Dijo Feimei con chispas cerca de los ojos.

- "Encantadora"- Dijo Fanren.

- "Preciosa"- Dijo Futtie.

- "¡Kawaii!"- Dijeron tres de las cuatro hermanas, a la vez. Las tres chicas tenían los ojos brillantes, Shaoran suspiró y le apareció una gota en la cabeza, por muy mayores que fueran y aunque ya estaban casadas, seguirían siendo así de infantiles- "Hola"- Saludaron las cuatro.

- "Que raras son las hermanas de Li"- Murmuró Tomoyo a Meiling con una gotas en la cabeza.

- "Mejor no digas nada"- Respondió lo más silenciosa posible, para que nadie la oyese.

- "Hola Ying Tao, te podemos llamar así ¿no?. Soy Feimei Li"- Dijo con una amplia sonrisa.

- "Yo soy la incomparable Futtie"- Dijo guiñando un ojo.

- "Yo soy Fanren Li"- Dijo con ojos grandes, brillando y chispeando de alegría.

- "Encantada yo soy Shiefa"- De las tres hermanas fue la que se comportó de manera más 'normalita'. La madre y Shaoran no pudieron evitar que se les escapara un leve suspiro.

La mujer no podía dejar de mirar a su hija de manera cálida y cariñosa, parecía que en cualquier momento fuera a levantarse y abrazarla entre lágrimas.

- "Hola Hua"- Dijo suavemente su madre. Ella no sabía como tratarla, no es que la odiase, por lo menos ya no, ahora lo único que sentía es que la persona que había estado con ella de pequeña y a la que había llamado 'mamá' era ahora una total desconocida para ella. Apenas se habían hablado por teléfono, solo la vio tres veces en cuanto, ¿6 años?. No podía tratarla igual que antes.

- "Hola"- Fueron las únicas palabras que escaparon de su boca. Al lado de su madre estaba él, su querido hermano, su quebradero de cabeza desde que era una niña.

- "Buenas"- Dijo el chico con una sonrisa amplia y reluciente.

El caso de su hermano era totalmente diferente al de su madre.

Hablaba con él casi siempre, para su desgracia. Cuando eran pequeños, su padre compró un ordenador portátil, aparato que su hermano utilizaba muy a menudo. Muy a su querer, aunque más bien comenzó como una competición, la chica aprendió a usarlo rápidamente y con esto aprendió las maravillas de las comunicaciones y la desgracia de tener un hermano demasiado aficionado a los ordenadores y a fastidiarla. No sé sabe como, a excepción de su queridísimo hermano, un día mandando e-mails, la chica se encontró con una persona no conocida, que le mandó un e-mail, a los que ella tachó de poco gratos. La razón (cualquiera en su lugar se hubiera puesto como lo hizo ella), en esos e-mails, una persona que hasta entonces no conocía, se metía con ella, no de manera insultante, pero si algo pesada y de forma que al final siempre acababa encrespando sus nervios. Hasta aquí todo normal, borraba esos mensajes y a otro asunto. Más tarde, en su MSN, recibió la notificación de que la habían agregado en la lista de amigos de esa persona que tanto la estaba molestando. Con ganas de cantarle las cuarenta a ese 'desgraciado', la chica le aceptó y habló con él, entonces fue, después de una larga conversación escrita, que descubrió que ese loco acosador era el insoportable de su querido y amadísimo hermano.

- "Un día de estos le borraré esa sonrisita graciosa"- Pensaba ardiendo de ira la chica. Cuando veía el rostro de su hermano sentía un impulso irrefrenable de querer pegarle un guantazo aunque estuviera delante de una expectación- "Hola"- Contestó de mala gana. La madre se levantó y la cogió de las manos, Hua puso cara extrañada y cuando a su madre le aparecieron estrellas en los ojos a la chica le apareció una enorme gota- "Por favor, que no me diga: 'Estás preciosa con ese vestido, eres la chica más linda de todas, te ves adorable. ¡Encantadora!'"

- "Hija, estás preciosa con el vestido, eres la chica más linda de todas"- A Hua se le agrandó la gota de la cabeza.

- "Te ves adorable"- Dijo en tono bajo y burlón el hermano de Hua, para que nadie le oyese.

- "Te ves adorable"- Dijo la madre entusiasmada.

- "¡Encantadora!"- Dijeron a la vez y suspirando los dos hermanos.

- "¡Encantadora!"- Los dos chicos bajaron la cabeza en un último suspiro y la madre giró la cabeza de lado a lado mirando a sus dos hijos con cara incrédula y parpadeando incesantemente los ojos- "¿Pasa algo malo?"- Preguntó preocupada. Hua y su hermano se miraron y poco a poco empezaron a reírse.

- "No, mamá, solo que eres de costumbres arraigadas"- Dijo con una amplia sonrisa su hijo.

- "¿Costumbres arraigadas?"- Preguntó sin comprender el sentido de la frase.

- "Bueno, Sagara, siéntate"- Dijo la señora Li, que permaneció en todo momento al lado suya. La chica la miró y afirmó con la cabeza, seguidamente se sentó.

Durante todo ese tiempo Shaoran no apartó la vista de ella, mirándola, analizando sus gestos y sus palabras, no confiaba en ella, mucho más que eso, la vigilaba porque pensaba que podría ser peligrosa. Su madre notó como miraba a la joven invitada y por instinto, Shaoran notó la mirada inquisitiva de su madre, como si de alguna forma le dijera que se tranquilizara y que fuera más discreto. También había dos personas más que notaron las incesantes miradas de Shaoran a la chica, lo que irritaba a una, mientras que la otra persona solo permanecía sonriente. Tomoyo y Meiling estaban mirando el precioso vestido que la hija de la diseñadora llevaba y no pudieron evitar lanzar una pregunta.

- "Perdona Sagara"- Llamó la atención Meiling.

- "¿Sí?"- Dijo girando la cabeza hacia donde las voces provenían.

- "Queríamos preguntarte si el vestido que llevas es el que antes nos dijiste, el que diseñó tú madre"- Preguntó Tomoyo muy entusiasmada.

- "Oh, sí, lo recibí por correo, la verdad es que..."- Hua estaba algo nerviosa, jamás se había acostumbrado a que su madre fuera tan conocida.

La verdad es que solo tras el divorcio de sus padres pudo mantenerse alejada de los medios de comunicación, tuvo la suerte de que su padre fuera viajando de un lugar a otro para despistar a los periodistas y paparazzis, aunque le fue difícil, poco después los medios se olvidaron de ellos tras el romance que su madre tuvo con un fotógrafo, que por cierto no era del agrado de Hua, no le conocía demasiado, la verdad, solo le había visto una vez, en la fiesta en la que coincidieron sus padres, de allí a que acabaran discutiendo y también le vio cuando estuvo por Nueva York, coincidencias de la vida. Pero lo que le aseguraba que no debía confiar en él era un sexto sentido que le decía que no era de fiar, ella era bastante buena juzgando a las personas y él no iba a ser la primera excepción, él no, pero quizá otra persona más adelante la haría derrumbar ese sentido tan infalible.

- "¿Quieres un poco de té Sagara?"- Preguntó la señora Li al ver que la chica no se sentía cómoda con la pregunta.

- "Sí, gracias señora Li"- La chica cogió una taza de té delante de ella que había servido la mujer- "Perdone, pero... ¿desde cuando se conocen usted y mi madre?"

- "Mmm, tú madre y yo"- Pensó la señora- "Desde el primer día que entramos al colegio, a los 6 años, fuimos juntas hasta al final del instituto, al comenzar la universidad, ella ya se había marchado, le habían concedido una beca en el extranjero para estudiar diseño"- Dijo la mujer mientras se tomaba su té.

- "¿Entonces se conocían desde niñas tía Yelan?"- Las dos mujeres cabecearon- "¿Y siguieron comunicándose después de separarse?"

- "No"- Contestó esta vez la madre de Hua- "Decidimos que así sería lo mejor"

- "¿Lo mejor?"- Preguntó extrañada Tomoyo.

- "Nunca lo comprendí, pero estábamos seguras de que nos volveríamos a encontrar en el futuro"- Las mujeres se sonrieron. Todos los que estaban allí presentes se miraron intrigados, a excepción de Eriol, que permanecía sonriente y sin cambiar ni una mínima línea de la expresión de su cara.

- "Y ya nos veis, tras años de separación volvemos a estar juntas por el destino"- Dijo la madre de Shaoran siempre tras sus ojos hechiceros y misteriosos.

- "Madre, ¿por qué nos has invitado a está cena?"- Preguntó seguro de que su madre estaba ocultándoles algo.

- "Para que os conozcáis joven"- Contestó Feng-Lian- "Es mejor conocer a las personas antes de juzgar y sentenciar"- Dijo con una sonrisa. La verdad es que la noche iba pasando de ser extraña a ser totalmente misteriosa e incompresible, la conversación paraba de una duda a otra que las mujeres infundían y aunque Eriol no supiera que tramaban, le estaba divirtiendo aquella situación de desconcierto.

- "Tengo entendido que vais a la misma universidad de mi hermana"- Cortó el hilo de aquella conversación que no iba a parar a ninguna parte el joven Taraka.

- "Sí, yo soy de Inglaterra, mi amiga de al lado es de Francia y ellos son de aquí, Hong Kong"- Explicó Eriol ajustándose las gafas.

- "Mmm, bastante variados, pero vosotros sois japoneses, ¿no?"- Preguntó otra vez el hermano de Hua.

- "Sí"- Contestó Tomoyo.

- "No"- Sonrió Eriol, todos se quedaron mirándolo, ya empezaban a surgir nuevas preguntas y el ambiente empezaba a enrarecerse, no para todos.

- "Bueno, mi hijo me ha comentado que estáis aquí por una competición de fútbol universitario"- Rompió el hielo la madre de Sagara.

- "Sí, es una competición internacional de los mejores equipos de cada país"- Dijo Tomoyo intentando no terminar con otra respuesta extraña que dejara a todo el mundo pensativo e incómodo.

- "Mmm"- Se estaban acabando los temas de conversación. Hua permaneció callada, había algo en esa casa que había despertado su curiosidad, no paraba de intentar descifrar de donde procedía tan extraña sensación. Shaoran por su parte, permaneció totalmente aparte de la discusión que estaban teniendo. Estaba más interesado en saber lo que antes había hablado con su madre.

Shaoran conducía por el campus, hasta que atravesó sus puertas, ahora ya se encontraba fuera, yendo hacia su cita. Estaba algo malhumorado, había ido a recoger a Meiling y cuando llegó a su habitación ya sé había marchado, le había abierto la puerta la compañera de su prima y le dijo que se había ido junto con Tomoyo en el coche de Eriol. Había llegado tarde, eso nadie lo negaba, pero solo se había retrasado un par de minutos, apenas llegaban a los 5 minutos de retraso.

- "Porque será que me esperaba esto de Meiling"- Suspiró para sí mismo- "Porque tendrá tan poca paciencia"- Pensó el joven.

Permanecía con la vista fija en la carretera que tenía delante. Estaba pensativo en los sucesos que habían ocurrido a lo largo de este par de días, apenas fue ayer cuando notó la nueva presencia de lo que parecían ser Cards, diferentes a las que de niño intentó cazar, estas tenían un poder más oscuro, más tenebroso, más maléfico. No sabía explicarlo, pero la presencia de las Cards y de la chica que escapó era algo que no le había tomado totalmente de sorpresa, después de todo había aprendido que en la vida toda clase de sorpresas te podían deparar, solo con tener consciencia de que Eriol había aparecido en Hong Kong le hizo ver que pasaría algo. Eriol no es cualquier persona y aunque sea un adolescente con una vida normal, él no es tan normal y siempre que puede se rodea de un fino velo de misterios y secretos. Al verle aquel día después del primer encuentro con Sagara y solo ver esa dichosa sonrisita de saberlo todo y de esconderlo todo le alteraba los nervios, ¿por una vez no podía hablar claramente?. Repentinamente un sonido salió de su chaqueta, se había olvidado de sacarlo y ponerlo en el manos libres del auto. El joven sacó el móvil del bolsillo interior de su chaqueta y lo puso en su lugar, todo esto sin apartar la vista de la carretera, lo menos que desearía ahora era morir en un accidente de tráfico. Ya puesto el móvil pinchó un botón del sonoro artilugio y sin oportunidad de preguntar nada, sonó una voz.

- "Después de la cena ven a verme Xiaolang"- El chico puso una cara totalmente seria al sonido de la voz, era de una mujer, no se podría deducir la edad, pero por la forma de llamar al chico era alguien cercano, sino no hubiera dejado que le llamaran por su nombre.

- "Madre, ¿qué es tan importante?"- Preguntó sereno y respetuoso, en un tono tranquilo. Shaoran media sus palabras cuando se dirigía a su madre o cuando hablaba con alguien delante de ella. La matriarca de los Li enseñó muy bien a su hijo a comportarse, a ser un experto en combates, en todo lo que debe de saber sobre la magia, a imponer respeto, todo lo necesario para ser un buen líder en el futuro, de todo ello, se encargó personalmente de que fuera entrenado con los mejores expertos, y algunas cosas se las enseñó ella misma. Aunque Shaoran siempre tendrá algo que recriminarle a su madre, que por todo eso que ella consideraba un importante bien para la familia, le obligó a quedarse en Hong Kong, sin ni siquiera dejarle comunicarse con ella, jamás le dejó que se explicara con ella.

- "Esta misma tarde llegó Datong"- Respondió su madre siempre con un tono bastante frío.

- "¿Y a qué vino?"- Seguía hablando como si no le interesara el asunto del que su madre estaba apunto de contarle.

- "Hace un mes me llamó porque me iba a traer algo, no me dijo con exactitud el que iba a traer. En aquel momento me contó que lo que tenía se lo trajeron de una excavación arqueológica, la única información que me facilitó fue que eran restos de un antiguo santuario. Hace unos meses que lo encontraron y como colaboraba en la excavación, convenció a los arqueólogos para traerlo aquí"- Contó su madre.

- "¿Y que tiene que ver con nosotros? ¿Qué es lo que ha traído?"- Preguntó algo curioso, la verdad es que Datong era un hombre muy excéptico, no muy sociable, pero siempre aportaba importante información a la familia por sus conocimientos de la antigua China y la magia- "¿No será otra de sus locuras?"- Preguntó recordando una de sus últimas historias.

- "No bromees hijo, esto es algo serio"- Dijo con un tono enfadado. Shaoran dejó las tonterías y siguió escuchando- "Esto no puede hablarse por teléfono, cuando la cena termine hablaremos"- Dijo la madre.

- "Madre, madre"- Llamó el joven, pero la mujer ya había colgado.

Shaoran volvió a la sala y miró a su alrededor, las personas ya empezaban a levantarse para ir al comedor, Meiling estaba bastante entretenida hablando con Tomoyo y Feng-Lian. Eriol por su parte estaba en una entretenida conversación con su novia. Su madre se dirigía majestuoso y digna hacia la otra sala, mientras que sus hermanas estuvieron durante todo momento rodeando al joven hermano de Hua, incluso casadas seguían subiéndose en cada hombre atractivo que conocían. Hua andaba sola, Shaoran se acercó por detrás hasta que estuvo a su altura.

- "Que hermanas más graciosas tienes"- Dijo la chica con una pequeña sonrisa al ver como en cada momento sus hermanas acariciaban y clamaban por su hermano, parecían estar pegadas a él. Shaoran giró la cabeza para verla. No dijo nada, solo permaneció serio, quería saber tantas cosas de ella. A lo largo de esos casi tres días, descubrió que poseía algo que ocultar, tenía unos cambios de humor bastantes repentinos y exagerados, también descubrió que tenían bastantes cosas que la ligaban a su vida, mediante fantasmas del pasado. La chica giró la cabeza y con una sonrisa falsa le preguntó- "Vamos suéltalo, sé que deseas preguntarme algo, sé que lo deseas desde hace bastante tiempo, vamos capitán Li"- Volvió la mirada hacia delante. Los dos se hablaban con calma, el chico se paró y ella también, los demás siguieron si percatar su ausencia.

- "¿De qué conoces a Sakura Kinomoto?"- Fue directo al asunto, sin rodeos, sin preámbulos, fue a lo que le interesaba. Los dos se miraron fijamente y tras un momento de silencio ella empezó a mover los labios.

- "Yo no conozco a Sakura Kinomoto"- Fue lo que contestó y se dio media vuelta, a Shaoran le subió la sangre de rabia, ¿acaso estaba jugando con él? Si ese mismo mediodía vio como se hablaban. La chica cerró los ojos y respiró, Shaoran iba a decirle algo, pero ella se adelantó, volvió un poco la cabeza y por la esquina de su ojo apareció su brillante pupila- "Es ella la que me conoce a mí"- Tras finalizar esa frase se marchó, como si con eso aclarara todo, cuando lo único que hacia era sembrar más dudas e incertidumbres. Shaoran se quedó ahí, parado, sin aliento.

- "¿Qué quiso decir con eso?"- Se preguntó en voz baja para sí. Después de unos minutos, una de sus hermanas se acercó a él.

- "Hermanito"- Dijo pasando su mano delante de sus ojos. El chico dio un pequeño brinco al darse cuenta de que se había quedado parada como un poste- "Te esperamos para cenar"- Contestó Shiefa, el joven Li afirmó y pasó de largo a su hermana, dejándola muy confusa.

Shaoran entró en el comedor y se sentó en el lugar vacío que quedaba, su hermana entró después que él y también tomó asiento. La mesa era de madera maciza, redonda y de color caoba. Estaba dispuesta con gran cantidad de comida, preparada para ser devorada.

Shaoran se sentó al lado de su madre, a su derecha, y a la izquierda esta la diseñadora. Al lado de la diseñadora estaba su hijo y al lado de este estaban Sagara, Meiling, Tomoyo y Eriol. Al otro lado de Shaoran estaba su novia, Lin y al lado de esta estaban sus hermanas. La disposición de los sitios fue así porque: Por una parte, Meiling no soportaba estar al lado de Lin y tampoco quería sentarse al lado de Eriol, porque si la volvía a sonreír sería capaz de matarle, así que se decidió que se pusiese entre Tomoyo y Hua. En un principio Hua se tenía que sentar entre su madre y su hermano, pero debido a la gran tensión que había entre ellas dos lo mejor sería que se sentase al lado de su hermano. Shaoran como hijo varón que es, se tenía que sentar a la derecha de su madre y Feng-Lian como invitada se tenía que sentar al otro lado de la matriarca. Lin como no, al ser la novia de Li se tenía que sentar al otro lado de él. Y en definitiva, las cuatro hermanas Li querían tener al guapísimo Takano enfrente de ellas.

Cada uno empezó a coger de los diferentes platos que había en la mesa. Hua, Takano y Tomoyo no estaban muy acostumbrados a la comida china, así que probaron un poco de todo. La madre de Hua era de origen chino, aunque tenía apellido japonés, la razón era bastante simple, tenía raíces japonesas, pero eso fue siglos atrás, solo se conservó el apellido de la familia. Tomoyo tampoco estaba tan desorientada en lo que de la comida se trataba, había catado comida de varios países. La cena siguió amena, una conversación más tranquila y menos misteriosa que la de antes y así continuó hasta que acabaron de cenar, ahora llegaban los postres.

- "Tengo entendido que la competición de fútbol comenzará la semana que viene"- Comentó la madre de Hua.

- "Sí, ya se están preparando todos los equipos, creo que será una competición muy reñida"- Contestó Eriol a la señora, a su vez miraba a Li y después a Sagara, a los dos se les veía una intensa mirada, era la pasión de la competición, la emoción de una buena disputa. Las miradas que se echaban los dos jóvenes no pasaron desapercibidas para ninguno. Era como si la competición se estuviera disputando en aquel momento, en la mesa.

- "Y tú..."- Dijo Takano.

- "Eriol"- Completó el inglés.

- "Tú Eriol, has dicho que eres de Inglaterra, entonces eres de los Halcones Milenarios"

- "Correcto"- Afirmó con una sonrisa.

- "Y tú Daidouji... ¿verdad?"- La chica afirmó con la cabeza y una sonrisa- "Eres de Francia, entonces estás con el equipo de Saint Renard"- Dijo con una sonrisa maliciosa- "O como los llaman: 'Los Santos Zorros', algo irónico si lo miras bien"

- "¿Por qué a dicho eso?"- Preguntó Lin a Shaoran.

- "Porque a los santos se los consideraba personas puras e incapaces de hacer ninguna injusticia y maldad, en cambio los zorros son inteligentes astutos y son de poco fiar"- Dijo Shaoran serio y ahora mirando al hermano de Sagara- "¿Cómo puedes saber tanto de esta competición"

- "Porque él participó hace 4 años en el equipo americano"- Contestó Hua en lugar de su hermano, con un tono poco amable.

- "¿En el equipo americano?"- Preguntó Meiling.

- "A eso puedo responder yo"- Interrumpió la madre de Hua y Takano, para cortar la tensión que giraba alrededor de los chicos- "En aquella época estabamos viviendo en Nueva York y Taka estudiaba en la universidad que representaba a EEUU en la competición de aquel año, era el co-capitán"- Dijo sonriendo a su hijo.

- "Hace cuatro años..."- Reflexionó Lin en voz alta- "Ese año no fue... no, imposible"- Se dijo a sí misma.

- "¿Qué pasó hace cuatro años?"- Preguntó Tomoyo curiosa ante la reacción de la chica.

- "Hace cuatro años"- Feimei se llevó el dedo a la barbilla- "Mmmm, Fuutie, ese año fue cuando sucedió eso ¿no?"- Preguntó a su hermana que estaba al lado.

- "Creo que sí, ¿fue ese año Fanren?"- Preguntó a su hermana de al lado.

- "Mmmm, si fue ¿no?"- Le preguntó a la hermana de al lado.

- "Sí, ese año presencié la competición y fuimos de viaje"- Contestó Fanren que estaba a su otro lado- "Me gradué al año después, tenía 21"- Reflexionó la chica.

- "Entonces sí"- Dijeron las otras tres hermanas, dejando a los demás jóvenes de la mesa en vilo.

- "¿Y?"- Preguntó Shaoran, la verdad es que los chicos no se enteraban de nada, no sabían de que estaban hablando y por eso esperaban que después de tanta cavilación se dignaran a contar lo que estaban pensando.

- "Pues eso"- Contestaron las cuatro y a todos en la mesa les apareció una gota.

- "Pero que es eso"- Dijo Meiling indignada. Todos esperaron a que dijeran algo, las miraron atentos.

- "Pues que la competición fue de lo más reñida"- Los chicos se cayeron al suelo.

- "Pero que pasó"- Dijo Shaoran mientras volvía a sentarse bien en la silla.

- "¡Ah! Chicos aclaraos u os decimos que es 'eso' o lo que pasó"- Dijo la chica con los brazos cruzados.

- "¿Es que acaso no es lo mismo?"- Dijo Meiling rendida.

- "No"- Contestaron al unísono y agitando la cabeza.

- "Hermano, por favor ¿lo puedes explicar tú?"- Rogó Sagara y todos afirmaron con la cabeza agitadamente.

- "Pero si estaban explicándolo muy bien"- Dijo con una enorme sonrisa. Hua movió el pie y le dio una patada debajo la mesa- "¡Auch!"- Se quejó y le echó una mirada furtiva.

- "¿Decías?"- Sonrió inocentemente. A todos en la mesa les apareció una gota en la cabeza de nuevo.

- "Decía que aquel año fue una competición muy reñida"- Respondió mientras se tocaba el pie- "Fue un año de locos, todos estaban ansiosos por ganar, fue como si lo único que importase fuera ganar, quiero decir, que llegaron a un punto en que la competición llegó a ser muy agresiva, lo entendería de algunos pocos, pero es que fueron todos los que estaban deseosos de ganar"- Explicó ahora de manera seria.

- "Sí, estaban todos ansiosos por ganar, incluso llegaron a cometer graves faltas, varios jugadores fueron expulsados de la competición y oí que no solo ocurrió esto en la competición, las animadoras empezaron a encontrarse fuera de la competición para pelearse"- Las otras hermanas afirmaron ante el comentario de Fanren.

- "¿Y entonces como puede ser posible que no sepamos nada?"- Preguntó Meiling sin creerse nada de lo estaban diciendo.

- "Porque lo aislaron"- Respondió de nuevo el hermano de Hua.

- "¿Aislaron?"- Se preguntó Tomoyo en voz alta.

- "Sí, en ocasiones tan importantes como es esta competición, cualquier suceso extraño, conflictivo, como lo desees llamar, la universidad encargada de ese año, hace lo posible para dejar 'aislado' el asunto, o en otras palabras, intentan que no salga fuera del recinto universitario, los medios de comunicación no se enteran, los padres siguen con sus vidas y así queda todo, como la disputa más limpia jamás jugada"- Concluyó el joven.

- "Pero entonces, al final que ocurrió, es decir, siguieron con ese empeño de ganar, yo oí rumores, pero nadie nunca me aclaró nada"- Preguntó Lin, todos estaban muy atentos a lo que estaban diciendo, a excepción de tres personas todos se mostraron interesados en el relato que estaban contando.

- "No. Duró un mes, si mal no recuerdo, después todos volvieron a ser 'normales', incluso dijeron que no se acordaban de lo que habían hecho, fue un suceso muy extraño"- El joven giró su cabeza a su hermana- "Ese año estabas en Nueva York, Hua, ¿no te comente nada?"

- "Como iba a saber yo algo, yo no iba a la universidad, aún estaba en el instituto y si no te acuerdas, no me enteré de que estabas en la misma ciudad hasta que terminó la competición"

- "Es verdad, creo que entonces no te comenté nada de esto, bueno, en todo caso no tiene nada que ver"- Shaoran y Eriol miraron suspicaces a la chica. Ella solo cogió la cuchara de la mesa y tomó el helado que le habían servido mientras estuvieron conversando. Lin miró a Shaoran con enfado, se había percatado que su novio no había apartado la vista de la chica en toda la noche y eso la estaba irritando de sobremanera. La noche ya era clara en el cielo y el reloj marcó las diez y media. La velada siguió tranquila, Hua estaba hablando con las chicas y Eriol, estaban congeniando bastante bien, o por lo menos eso parecía. Shaoran miró varias veces a su madre y esta permaneció con la mirada seria y tranquila, Eriol también echó varias miradas rápidas a madre e hijo, algo estaba pasando.

- "Meiling, ¿por qué no acompañas a tus amigas a mirar la casa?"- Dijo la matriarca de los Li.

- "De acuerdo, ¿venís?"- Las dos chicas se miraron y afirmaron. Pidieron permiso para levantarse, también las acompañaron Lin, Feng-Lian y Takano. Shaoran y Eriol se quedaron en la mesa, esperando algo. Las hermanas de Shaoran se disculparon y se marcharon a sus casas, tenían que cuidar de sus familias.

- "A sido un placer conoceros"- Dijo Feimei.

- "Otro día que queráis pasaros por nuestras casas"- Dijo Futtie.

- "Sois unas chicas adorables"- Siguió Fanren.

- "Hasta otra vez"- Concluyó Shiefa, las cuatro se inclinaron levemente y se marcharon, los demás también se inclinaron en modo de despida.

- "Adiós"- Se despidió Tomoyo.

- "Ha sido un placer"- Dijo Hua. La madre de Hua y Takano se despidieron y las mujeres se marcharon de la sala riendo y charlando. Ya fuera las hermanas, los demás se marcharon a recorrer la casa, dejando en la sala a tres personas. El silencio envolvió todo y nada se escuchó hasta que Yelan habló.

- "Gracias por venir reencarnación de Clow"- Dijo la señora dirigiéndose a Eriol- "No le ha sido un inconveniente llegar aquí, supongo"- Shaoran estaba sorprendido, ¿acaso su madre había llamado a Eriol?. Esto le había pillado de sorpresa, pero no dejo que lo vieran.

- "No, señora y por favor, ahora soy Eriol Hiragizawa"- Dijo con su típica sonrisa.

- "Madre, ¿habéis llamado a Hiragizawa?"- Preguntó desconcertado pero serio, tenía que parecer impasible ante todo.

- "Sí, le llamé hace unas semanas, teníamos 'asuntos comunes' que discutir"- La señora se levantó y los dos jóvenes también.

- "¿Por qué no me lo dijisteis madre?"- Le recriminó Shaoran.

- "No lo creí necesario, ya sabrías las cosas en su debido tiempo"- La mujer empezó a caminar y los dos chicos la siguieron.

- "¿Entonces es por eso por lo que viniste Eriol?"- Preguntó al inglés.

- "No del todo"- Fue lo único que contestó. El chico sonrió y Shaoran empezó a ponerse rojo de ira. Estaban tomándole el pelo o qué- "Señora Li, me habló de algo que había llegado a sus manos, ¿podría decirnos que es?"- Shaoran recobró la compostura y se acordó por lo que se había quedado.

- "Ahora lo sabrán"- Ahora estaban en un pasillo, dirigiéndose a una parte de la casa, donde había algo importante guardado.

- "Quería preguntarles algo que me llamó la atención al entrar en la casa. Esos símbolos que hay grabados en la puerta..."

- "Son grabados mágicos, en realidad son sellos de magia, con los grabados en las puertas y ventanas, cualquiera que entre en la casa será incapaz de emplear su magia"- Explicó Shaoran.

- "Eso pensaba, por eso sentí algo extraño al cruzar la puerta"

- "También hay grabados en los muros que protegen la mansión, pero son de defensa, para evitar sufrir un ataque desde el exterior. Aunque hay salas de esta casa en las que sí se puede emplear la magia"- Siguió relatando su amigo de primaria.

- "Ya veo"- La mujer se paró delante de una puerta, era grande, y en su superficie había unos símbolos grabados- "¿Y estos símbolos? ¿No son...?"- Eriol no terminó su frase cuando Shaoran le interrumpió.

- "Estas puertas encierran la historia familiar, lo que conlleva a que también encierra todo tipo de objetos mágicos"- El joven vio como su madre alzaba la mano y empezaba a empujar la puerta. Parecía muy pesada la puerta, pero con una sola mano la abrió, como si en realidad estuviera hecha de aire.

- "Y si no me equivoco, en esta sala nadie puede entrar a excepción de vuestra familia"- Dijo Eriol.

- "No, estas puertas fueron hechas por antiguos artistas, fueron creadas para que la gente de corazón impuro no las abrieran. Después de siglos, cambiaron el hechizo que las regía. Ahora estas puertas las pueden abrir muy pocas personas, para poder abrirlas se necesita tener el poder mágico de los hechiceros de la última orden o superiores"- Eriol miró como las puertas se abrían lentamente, la mujer empezó a introducirse en la sala y Shaoran fue tras ella, Eriol no se lo pensó y también siguió a la mujer y el joven.

Ya dentro de la sala pudo ver una sala enorme, amplia y con paredes altísimas. Todo lo que en la sala había eran libros, todo lo que había pegado en las paredes eran estanterías con libros. En medio de la habitación había una mesa ovalada y sillones alrededor de ella. En una parte de la habitación había una chimenea y al otro lado un amplio ventanal. La mujer se dirigió a una parte de la sala y Shaoran se dirigió a la mesa, sentándose en una de las sillas. Eriol imitó el gesto del joven Li. Poco después regresó la mujer con un libro y unos pergaminos en sus manos.

- "¿Qué es eso madre?"- Preguntó Li.

- "Esto es por lo que os he llamado. Son escritos de una profecía y este es un diario. Según lo que he descubierto pertenecieron a un viejo hechicero, aún no he pude descifrar de quien era, al parecer no era muy conocido en su época o no se quiso dar a conocer"- Los jóvenes habían dirigido todos sus sentidos a lo que ahora estaba diciendo la matriarca- "Recibí esto porque al parecer es un código empleado por alguien ligado a nuestra familia, era poco probable que fuera de nuestra familia"

- "¿Era?"- Preguntó Shaoran al ver que su madre hablaba en pasado.

- "Sí, era. Este código no estaba registrado en nuestros libros o al menos eso creía, había algunos similares, pero nunca llegaban a ser idénticos o lo que se descifraba era ininteligible, pero hace unos días, encontré un código que si concordaba con este, nunca hubiera imaginado que fuera ese código, porque solo lo empleó una persona"- La mujer se sentó.

- "Long Lei Li"- Mencionó Eriol.

- "¿Long Lei Li?"- Repitió Shaoran.

- "Sí, Long Lei Li era el primo de Clow"- Refutó Yelan.

- "¡¿El primo de Clow?!"- Dijo Shaoran asombrado.

- "Ha pasado en la historia con el seudónimo de 'Dragón del Trueno', se le conocía como guerrero, no como hechicero"- Aclaró Eriol- "Dejó muy pocos escritos y murió a temprana edad, sino tengo mal entendido, era el hijo del hermano mayor de la madre de Clow"

- "Un primo, jamás había escuchado nada de él, ni siquiera en los escritos familiares"- Se sorprendió Shaoran.

- "Eso es debido a que sus escritos fueron traspapelados, sus hechizos y el diario se perdieron a su muerte y lo que se sabía de él fue ocultado de la mejor manera posible"- Dijo Eriol.

- "¿Y tú cómo puedes saber tanto?"- Preguntó receloso.

- "Recuerdos del pasado"- Fue lo único que contestó- "Pero a lo que nos lleva el asunto, ¿estos son sus manuscritos y el diario?"- Se dirigió a la madre de Li.

- "Sí, fueron encontrados en una excavación"

- "¿Qué excavación?"- Preguntó Eriol muy interesado.

- "De las ruinas de un santuario. Parece ser que el santuario quedó sepultado por un terremoto. Pero algo curioso es que el santuario quedó bastante intacto"

- "Tal vez emplearon un escudo de protección"- Habló Shaoran.

- "Según me dijo Datong el santuario no aparece en ninguno de los escritos, excepto en los de Long Lei. Los escritos que tenemos de Long Lei hacen referencia a un templo sagrado protegido por 4 guardianes alrededor del templo, dos guardianes a la entrada del templo y otros dos guardianes en la puerta de un lugar sagrado, representados por estatuas de animales. Según las palabras escritas por él el templo era 'la jaula que guarda el destino'"

- "¿'la jaula que guarda el destino'?"

- "Nunca hemos sabido que quiso decir con esas palabras, pero en uno de los documentos que poseemos de él de hace siglos descubrimos una advertencia: 'Advierto a mis futuros sucesores que jamás nadie se atreva a profanar La Celda, nunca entréis y si en algún caso os atrevéis a profanar ese sagrado suelo, no toquéis el libro que guarda en su interior las más terribles desgracias y los peores pecados que un ser humano puede soportar. Que estas palabras de advertencia pasen de generación en generación para proteger la vida de este mundo del angelical mal' Eso dejo escrito en parte de su profecía"

- "¿Y qué hay en el manuscrito? Si no tengo mal entendido relata una profecía sobre la resurrección del mal para destruir a los hombres que pisan este mundo"- Dijo Eriol.

- "Sí, en el manuscrito relata el resurgir del mal"- Cogió el manuscrito y empezó a leer- "'En tiempos de gloria, donde los hechiceros se enfrentaran con valor en representación de su nación, el mal los invadirá y solo entonces sus vasallos despertaran de su letargo para sembrar el mal. Aparecerán ante nuestros ojos en las formas más indefensas posibles, incluso podrán ocultarse a nuestros sentidos. Cuando ese momento llegue una joven despertará de la luz del cielo y su destino será capturar las almas de esos infelices que sirven al mal, se la conocerá como la Cazadora y solo la Cazadora será capaz de capturar sus almas para después sellarlas en su burbuja de vida'"

- "¿La Cazadora?"- Interrumpió Shaoran sin ser contestado, siguió la lectura.

- "'A su vez la llave se ocultará para que jamás despierten al ángel del mal. La llave será protegida por la Cazadora, ella será la que guardará el secreto de la llave y la única que sabrá como controlar su poder. Esta profecía se cumplirá y el destino dependerá de los últimos hechiceros de última orden, de los guardianes de Terra'"

- "Los hechiceros de última orden. Son muy pocos los que descienden de esos hechiceros"- Dijo Shaoran.

- "Tú mismo eres hechicero de última orden, al descender de uno de ellos y yo al ser la mitad de la reencarnación de Clow también tengo su poder, ya que él también era hechicero de última orden"- Dijo Eriol.

- "Hay algo que no alcanzó a comprender, esto es una profecía, y como la predijo, ¿acaso vio el futuro?"

- "No"- Interrumpió Yelan- "No tenía la capacidad de prever el futuro"- Explicó.

- "Entonces como pudo describir el destino del futuro"

- "Todo esto es muy extraño, no puedo negarlo, hace centurias que murió y jamás se encontró información de él hasta hace unos años que se encontraron unos documentos suyos. Y ahora nos desborda información de él. Hay una vieja historia familiar que cuenta que un hombre de nuestro clan fue un adultero"- Empezó a relatar la mujer.

- "Pero eso que tiene que ver"- Dijo Shaoran y Eriol le miró como si quisiera decir que se tranquilizase y que escuchase.

- "Siga por favor"- Pidió Eriol y la mujer siguió con su historia.

- "Se casó a los 16 años en un matrimonio concertado, decían de ellos que eran una pareja perfecta, jamás peleaban, se tenían respeto y se apreciaban"

- "Pero no se amaban"- Añadió la reencarnación de Clow.

- "Muchos cuentan que el joven, cuando marchó de peregrinación a los 17 años, quedó prendado de un sueño"

- "¿De un sueño?"- La mujer empezaba a molestarse con tantas interrupciones. Shaoran se calló ante la mirada seria de su madre.

- "Como iba diciendo, en su peregrinación, para ampliar sus conocimientos y poderes, llegó hasta un templo. Un santuario protegido por animales mágicos y donde solo los inmortales tenían permiso de pisar sus suelos. Además de los animales, cuentan que en ese lugar vivía una joven hermosa y pura, encerrada en un cuarto del cual le estaba prohibido salir. El joven de nuestro clan pudo traspasar sus puertas, se enfrentó a los seres mágicos y los venció. Llegó hasta la celda donde la joven se hallaba y quedó hechizado por sus ojos, nadie sabe que sucedió entonces. Cuando regresó, muchos dijeron que le habían robado el alma, que había sido poseído o que le habían matado ya que sus ojos, que se consideraban el espejo del alma, habían cambiado, hasta que un día volvió a recuperar la 'vida', muchos dijeron que se enamoró de un sueño y que ese sueño le impediría amar a alguna mujer. Después de 10 años casado con su esposa empezaron a ocurrir sucesos extraños, muchos temieron que fuera el fin del mundo, nunca se ha sabido que fue lo que ocurrió realmente. Cuando todo volvió a la normalidad, el hechicero desapareció, nadie sabe a donde marchó, poco después volvió y al final murió, tampoco saben que es lo que realmente ocurrió, y los documentos que tenemos de aquella época son escasos, muchos fueron quemados, otros desaparecieron y los que quedaron están incompletos"- La mujer dio una bocanada de aire para respirar- "Estos documentos me hacen creer que aquel hechicero era Long Lei Li"- La habitación quedó silenciosa, los tres permanecían pensativos, que es lo que vio en el templo y como pudo hacer una profecía cuando no tenía poderes para ver el futuro.

- "Pero la profecía no dice nada más, ¿no da más detalles?"- Preguntó sereno en todo momento Shaoran.

- "Sí, aquí cuenta algo referente a Cards"

- "¿Cards?"- Dijeron los dos jóvenes al mismo tiempo y eso les hizo recordar lo que había sucedido esa misma tarde.

- "Sí, así dice: '7 pecados mortales, 12 damas negras e incluso la muerte vendrán, todos sembrando el mal, en este juego tendrás que robar toda la baraja si no quieres morir al final' Por lo que creo que se refiere a unas Cards, 20 Cards para ser exactos"

- "Pero..."- Eriol estaba reflexionando sobre algo que dijo antes- "Aquí hay una contradicción, antes mencionó que un poder estaba escondido en La Celda y después en la historia del hechicero también dice que una mujer estaba encerrada en una celda, ¿acaso ella estaba con las Cards? Y si es ese el caso ¿no significaría que es su guardiana? Por lo que ella debería de ocuparse de que las Cards jamás se liberasen"- Shaoran afirmó junto con Eriol, la verdad es que su razonamiento era muy lógico.

- "No tengo la certeza de lo que pasó, pero he indagado en estos documentos y sí, ella era la responsable de que las Cards jamás se liberasen. Esa joven no era una guardiana exactamente, pero si que era un ser mágico, porque no era mortal, tenía vida infinita, una vida que tenía que pasar eterna junto con las Cards"

- "Esta historia no tiene mucho sentido, faltan piezas en este rompecabezas"- Dijo Shaoran- "Entonces si la chica no era mortal ¿qué era? Un ser creado por un hechicero, lo dudo. Clow fue uno de los pocos hechiceros que logró crear seres mágicos sin 'defectos'. ¿Era una diosa?"- Esta pregunta se la hizo a sí mismo, pero a Hiragizawa también se le pasaban ideas similares.

- "No creo, las diosas no suelen cuidar de este tipo de asuntos personalmente, estar eternamente encerrada para proteger unas Cards"

- "Una diosa no, pero si una hija de diosa"- Dijo Yelan, con esto volvió a captar la atención de los jóvenes- "No era una diosa, pero si tenía vida inmortal, por lo que podía proteger a las Cards, a su vez también poseía magia"

- "Hija de diosa"- Murmuró Shaoran bajo su respiración, por un momento se sintió extraño y sin aliento, pero rápidamente volvió al asunto.

- "Se la conocía como la 'Dama de las Bestias' por los seres mágicos que la protegían, las leyendas sobre ella se extendieron por todo el mundo por gente que decía tener apariciones de un santuario, pero pasó con diferentes versiones. Y aún no he podido terminar de leer el diario de Long Lei para saber si él sabría decirnos quién era esa 'Dama'. Ahora que ya estáis más o menos informados del asunto, creo que deberíamos de hacer algo"

- "Nos has llamado por estos manuscritos porque crees que ocurrirá ahora, quiero decir en estos tiempos, ¿no es así madre?"

- "Sí, hace tiempo que noto unas presencias oscuras moverse por la ciudad y otros hechiceros me han confirmado que en sus sectores también ha habido gran actividad"

- "La competición"- Pensó Shaoran, como si fuera una revelación- "La profecía decía: 'donde los hechiceros se enfrentarán con valor en representación de su nación, el mal los invadirá y solo entonces sus vasallos despertaran de su letargo para sembrar el mal' podría ser el encuentro de la competición"

- "Es lo que más sentido tiene. Conozco unos hechiceros que participan en la competición, no son poderosos, la sangre de su familia mágica se ha mezclado con sangre de familias que no poseen magia, pero aún quedan vestigios de magia en ellos"- Dijo el inglés.

- "Supongamos que se diera lugar durante la competición, tengamos en cuenta la presencia de esta tarde y a la chica que salió corriendo"- Enumeró el joven Li.

- "La Cazadora"- Susurró Eriol.

- "Noté esas presencias, el aura de La Cazadora era brillante y claro"- Dijo la madre de Shaoran.

- "Entonces las Cards ya se liberaron, pero como rompieron el sello si se supone que la semidiosa tenía que estar protegiéndolas"- Dijo Shaoran levantándose del sillón.

- "Señora Li, no sabrá por casualidad lo que pasó para que se liberaran las Cards"- Pregunto Eriol.

- "No tengo más información, lo que tengo ya es demasiado después de todo Long Lei era una persona que hasta ahora no existía para nosotros"- La señora Li miraba a su hijo, que andaba de un lado a otro meditando- "Hay más información, pero todo está en el diario"- La mujer empujó el diario por la mesa hasta ponerlo delante de los tres.

- "Yo me encargaré de terminar de leerlo"- Dijo Shaoran. A Eriol la apareció una sonrisa, pero no una sonrisa graciosa, sino una sonrisa que decía que sabía algo que los demás no saben. Shaoran le miró cuidadoso, sabía que Eriol destaparía más sorpresas más adelante.

- "Entonces las Cards ya se han liberado y La Cazadora ya ha despertado, pero... ¿qué hay de ese ángel del mal?"- Preguntó Eriol, habían hablado del tema, pero aún no habían dejado claro quien era ese ser que quería destruir la raza humana.

- "Este ser solo existe en la profecía, en ningún otro documento aparece el 'ángel del mal'"

- "Será mejor que lea el diario y después volvamos a hablar de todo esto"- Los tres estaban de acuerdo, eso sería lo mejor es esos momentos. La mujer estaba mirando a los jóvenes cuando desvió su mirada a la puerta, la vio abierta, con una pequeña rendija. La matriarca pudo encontrar un par de ojos observándoles, ¿cómo abrió la puerta? La persona que estaba observando se dio cuenta de que había sido descubierta y veloz, se marchó. Antes de su ida, Yelan pudo ver que esos ojos eran verdes.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Una chica estaba en los jardines de la mansión Li, quieta, muda, solo mirando al cielo las hermosas estrellas y la luna. El helado viento pasaba por su pelo, haciéndolo ondear, la chica estaba absorta en esa plateada luna y esas miles y diminutas estrellas que decoraban el cielo como las luces en una ciudad. Estaba preocupada, no sabía la razón, pero desde que pisó Hong Kong su carácter sufría cambios muy drásticos, tenía extraños sueños, recuerdos de su infancia que había olvidado y con ello desenterró también sentimientos que había guardado en una cámara acorazada, que creía haber perdido la llave, pero por algún motivo, la llave no se había perdido y sus sentimientos, tan bien guardados, habían escapado. Como su nombre indicaba, era igual de frágil que las flores, necesitaba mimo, cuidado y un lugar donde sostenerse para no salir volando en una ráfaga de viento, sí, era muy delicada, pero no quería dar a verlo, no quería que nadie la volviera a hacer daño, tanto su familia, como sus amigos la engañaron una vez, ¿quién la podía asegurar que eso no volvería a pasar de nuevo?.

Mechones que tenía sueltos a los lados de su cara se soltaban continuamente y ella volvía a ponerlos lentamente con la mano.

Hua se había separado del grupo, al contemplar un precioso árbol de cerezo, como su nombre, Ying Tao Hua, Flor de Cerezo, era la flor favorita de su madre. Ese nombre se lo pusieron en chino porque a su madre le hacía mucha ilusión, cuando nació su hermano decidieron ponerle un nombre japonés, como su padre, pero acordaron que sí tenían una niña la pondrían el nombre en chino, como su flor favorita, la flor de cerezo. Hua no sabía porqué, pero también le encantaba esa flor, tan pequeña y bonita, tan dulce, era como si no solo se llamara como una flor era como si realmente lo fuera.

- "Ying Tao Hua"- La chica oyó detrás de ella. La joven se dio la vuelta y vio al joven de cabellos castaños. El chico se acercó hasta quedar al lado de ella.

- "No hace falta que desgastes mi nombre"- Respondió antipática.

- "No me había dado cuenta hasta ahora, pero tu nombre significa flor de cerezo en mandarín"- Shaoran se sintió herido al pronunciar flor de cerezo, eso le hacía remover recuerdos del pasado.

- "Sí ¿acaso te importa el significado de mi nombre? El significado de un nombre no tiene mucha importancia"- Dijo fría y distante.

- "Sí que tiene importancia, tu nombre marca muchos rasgos de ti, tu personalidad"- Dijo Shaoran serio.

- "Entonces eso quiere decir que tú eres una persona solitaria, agresiva, cautelosa, fría e insensible, que incluso puede llegar a ser cruel, ¿después de todo tu nombre no significa lobo?"- Lo dijo de la forma más hiriente posible.

- "Eso se supone"- Sus palabras le hirieron de sobremanera, Shaoran se dio media vuelta y se dirigió al interior, no podía permanecer ahí, con esa chica que lo único que hacía era intentar herirle o molestarle cada vez que lo veía- "Hasta luego"- Fue lo único que mencionó. Hua estaba asombrada de lo que acababa de decir, se dio media vuelta y vio como Li se marchaba, un impulso extraño la hizo sentir remordimientos y de su boca salió.

- "Espera"- Shaoran se paró y permaneció de espaldas a la chica, no esperaba que ella le pararía- "Por favor, mírame"- Suplicó con voz quebradiza. Shaoran se dio la vuelta y se encontró con los ojos verdes de la chica. Eran tristes y palpitaban como si estuviera a punto de llorar- "Perdóname, lo siento, de verdad, yo... yo no quise herirte, no soy una mala persona, solo... es algo muy confuso, por favor perdóname, olvida lo que te he dicho"- Y la chica salió corriendo de allí. Shaoran vio como desaparecía en el interior de la casa. Esa chica era muy misteriosa, no la comprendía, era amable en un momento y al rato después volvía a ser fría, le desconcertaba mucho.

- "Es muy extraña, mi primera impresión de ella fue que era una persona fría, distante incluso calculadora, pero ahora ya no sé que pensar, me tiene desconcertado, es como las muñecas rusas, abres una muñeca y en su interior encuentras otra, abres esa y dentro hay otra más, cuantas sorpresas más nos tienes preparados ¿eh Sagara?"- Shaoran se volvió de nuevo a mirar las estrellas, pero algo captó su mirada, enfrente entre los matorrales había alguien, esa persona se percató y salió corriendo, Shaoran iba a decir algo, pero cuando volvió la mirada esa persona, pudo ver dos ojos verdes- "Sakura"- Fueron las únicas palabras que vinieron de su boca, ¿cómo alguien pudo haber burlado el sistema de vigilancia de la casa?.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "Ha sido una velada encantadora, deberíamos de vernos más Yelan"- Dijo Feng-Lian.

- "Sí, hacía tiempo que no hablábamos y aún tenemos muchas cosas de que hablar"- Las dos se miraron fijamente con una sonrisa en su rostro. Todos se estaban despidiendo hasta que se oyó un trueno. Hua sintió un escalofrío por su espalda y dijo.

- "Tormenta, creo que nos tendremos que quedar"- Shaoran y Eriol la miraron y después se miraron, la verdad es que una tormenta eran palabras mayores, no dijo cualquier cosa, había controlado sus palabras, dijo 'tormenta' en vez de 'va a llover' ó 'parece que va a hacer mal tiempo', no, fue contundente y en una sola palabra, 'tormenta'. La gente empezó a salir, todos se dirigieron a sus autos, Lin salió la primera, se despidió de Shaoran con un beso en la mejilla y se dirigió a su coche, arrancó y se marchó. De manera increíble, Eriol no se metió en el coche, algo le decía que Sagara estaba en lo cierto.

- "Hua, ¿estás segura?"- Preguntó su madre, la chica afirmó seria- "Yelan, ¿te sería mucha molestia que nos quedáramos esta noche aquí?"- Todos se asombraron, solo por un comentario que hizo Sagara, su madre y hermano prefirieron quedarse- "No quiero tentar al destino, Hua siempre ha tenido un sexto sentido y nunca le ha fallado"- Explicó la mujer.

- "Podéis quedaros todos si es para vuestro mayor alivio"- Dijo con cara seria.

- "Sí, Eriol, creo que será mejor que nos quedemos, por si acaso"- Dijo Tomoyo. Meiling también estaba dudosa, pero prefirió prevenir que curar. Todos volvieron dentro de la mansión, quedándose en la entrada, una criada llegó y la señora le ordenó que acompañara a cada uno de ellos a una habitación y les proporcionase ropa para cambiarse. La mujer les indicó que la siguieran y subieron por unas escaleras. Shaoran y Meiling se quedaron abajo mientras que la madre de Li desaparecía al fondo del pasillo.

- "Xiaolang, ¿qué está pasando? Esta tarde estabais corriendo, mejor dicho, persiguiendo algo y ahora tú y ese Hiragizawa desaparecéis después de la cena con la tía"- Meiling estaba impaciente por saber que estaba ocurriendo, ¿qué era lo que sucedía?.

- "No ocurre nada Mei, no le des más vueltas a algo que no tiene importancia, solo sigue con normalidad"- Y lanzado esto el chico se marchó subiendo las escaleras. Meiling estaba confundida.

- "¿Acaba de llamarme Mei?"- Dijo atónita- "Entonces si que es grave, no me llamaba así desde hacía años"- La chica se quedó parada en medio de la entrada, pensativa- "¡Esperadme!"- Salió corriendo detrás de los demás.

N de la autora: Ahhhhhh!!!!!!!! Malditas compañías telefónicas, yo que había terminado este fic hace semanas y tener que ponerlo tanto tiempo después. Sorryyyyyyyyy, por tardar tanto, pero en esta vida hay imprevistos que no se pueden controlar.

Ahora a lo que me interesa, ¿q tal el capítulo de hoy? Creo que poco revelador o tal vez sí. Una leyenda, un ángel negro, todo esto más La Cazadora y nos saldrá un cóctel de aventuras, ya sabemos algo más, que por ejemplo la madre de Shaoran trae incluso más misterios que Eriol y eso de que se conocen, malo, malo si hay tanta persona enigmática.

La madre de Hua no sé queda atrás, lanza cada frasecita. Y eso que dijo Hua de Sakura...

¿Es qué no saben hablar como gente normal y decir las cosas claras? Creo que Eriol va impartiendo clases 'Como hacer para esconder misterios' ¿Alguien más se apunta? Bueno, de momento sabemos que la chica Sagara tiene más de un sexto sentido, porque siempre está sintiendo algo. Jejeje, a que nadie se esperaba que la del coche fuera la novia de Li, seguro que muchos ya se habían olvidado de ella :P

Creo que no tengo nada más que decir, excepto que no se esperen gran cosa, que ahora estamos en la recta final del curso y hay que ponerse las pilas, intentaré poner los fics en poco tiempo, pero ya saben, no se promete nada y menos si de repente te quedas casi un mes si conexión.

Una aclaración, Ying Tao Hua es en mandarín, muchos habrán leído en otros fics Ying Fa, no sé si eso es verdad, lo mismo está en cantonés. La aclaración es que lo que yo escribo en chino vendrá del mandarín y que mis fuentes son muy fiables, lo aseguro. Bueno, supongo que no tengo q explicar el significado del nombre, además de que muchos ya lo sabían o la habrán sospechado. Ahhh!!!!! Y Lei significa relámpago, así que la traducción de Long Lei, sería Dragón Relámpago.

Comentarios, quejas, manifestaciones, opiniones o un delicioso pastel (no para tirarme, sino para comerlo ^^) a eternal_phoenix_light@yahoo.es

Bye

Kassy99