15 Mayo del 2002

- "diálogos"

·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario

Recuerdos

- "Pensamientos"

Competición, juegos del destino.

Capítulo 6: Entre tormenta y tormenta.

Viejos amigos y

dolorosos recuerdos

By: Kassy99

Lucha con todo tu VALOR

Enfréntate a tu DESTINO

Solo juega para GANAR

Y sigue hasta alcanzar el final

En la batalla no habrá PIEDAD

Así que guíate por tu instinto

Que solo hallarás en el CORAZÓN

Porque la VERDAD la encontraras

En el JUEGO que el destino te preparó

Así que: ¡Qué gane el MEJOR!

La noche era fría y silenciosa. El viento soplaba delicado entre las ramas de los árboles, haciendo que sus hojas se movieran con su melodioso susurro. La plateada luz de luna se vio interrumpida por unas inesperadas nubes negras que se acercaban y que al igual que las hojas de los árboles, se vieron arrastradas por el susurro del viento. En un momento, ágiles y veloces, se hallaron encima de la ciudad, tapando el cielo como si de una manta de algodón negro se tratara. El viento antes delicado y susurrante ahora era fuerte e indomable. Las ramas se agitaron frenéticamente, a su paso iba arrancando hojas, los papeles, las bolsas vacías, la arena de y el polvo del suelo salían volando por el tormentoso temporal que se acercaba. La gente corría en dirección a sus hogares intentando resguardarse del horrible tiempo que acaeció de repente.

Truenos y relámpagos hacían clamar su llegada, veloces luces atravesaban el cielo, estruendosos sonidos interrumpían los sueños más preciosos y la negrura abatió la ciudad entera sumergiéndola en la más profunda oscuridad. Y como en un abrir y cerrar de ojos una catarata de agua proveniente de las nubes arremetió sobre la ciudad.

La lluvia caía súbitamente, pesada como el plomo, empapando las calles y las casas, los árboles y la tierra. La unión del viento y el agua hacía imposible ver el exterior desde dentro de una casa, porque las gotas que se estrellaban contra los cristales impedían la visión, haciendo borrosa la visión del exterior, deformando las formas que habían al otro lado del cristal. Centenares, millares, millones de gotas bajaban de las nubes y acababan chocándose contra un cristal, estallando en su impacto y derramándose después hacia el suelo. Una figura en la negrura de la noche se encontraba delante de uno de los vidrios de una enorme mansión, con su mano apoyada en él y sus ojos clavados en la tormenta.

- "Que noche tan horrible"- Murmuró en un aliento de vida. Había estado esperando a que la tormenta cayera, era algo que quería ver, que necesitaba ver. Al sonido de un relámpago la chica cerró los ojos y un vago recuerdo atravesó su mente.

Un paisaje hermoso, árboles en flor, pájaros volando, el aroma a primavera, que olor tan delicioso.

- "Mira, huele a primavera"- Dijo una voz que prevenía de un lado. La niña sonrió y afirmó con la cabeza, bajaron un poco la ventanilla y olieron las dos el perfume que venía del exterior.

- "Niñas, ¿qué están haciendo?"- Preguntó una mujer que estaba delante. Estaban en medio de la carretera, en un coche, solo estaban ellas tres.

La chica agitó la cabeza y se llevó la mano a la frente, para frotarse con dos dedos. Abrió los ojos lentamente y volvió a ver la habitación.

- "Debo de dormir más, estoy alucinando del cansancio"- La chica iba a dirigirse a la cama, pero un presentimiento la hizo dejar la cama y dirigirse a la puerta del cuarto. Poco a poco abrió la puerta y sacó la cabeza para echar una ojeada. Miró a la izquierda, nadie. Miró a la derecha, tampoco había nadie. Volvió a meter la cabeza, cuando repentinamente sus ojos captaron como se giraba el pomo de una puerta de las puertas de ese largo pasillo que había al otro lado de la habitación de la chica. Rápida, metió la cabeza en su habitación, dejando la puerta entreabierta. Oyó abrirse una puerta, seguidamente unos pasos y después cerrarla. Los pasos se acercaron a donde estaba su cuarto y después pasaron de largo. Ella volvió a abrir la puerta y sacar la cabeza. Miró hacia donde la persona desaparecía y vio a un chico de cabello castaño- "Li"- Fue lo único que salió de sus labios. Miró detenidamente a sus lados para asegurarse de que nadie más estaba despierto (la verdad es que a esas horas nadie en su sano juicio podría estar despierto) y salió, decidió seguirlo. Cerró la puerta tras ella y fue siguiendo sus pasos.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Shaoran estaba pensativo, estuvo leyendo algunas páginas del diario de Long Lei, era tan apasionado lo que escribía, era como si su alma estuviera encerrada en esas páginas, sentía como eran de dolorosas sus palabras, lo tiernas que eran las letras para su amada y el temor que sentía por el futuro. Se había desvelado y ahora lo único que le podría hacer descansar era ir a la sala de entrenamiento, un poco de ejercicio le agotaría y esto le provocaría sueño o en todo caso, le despejaría la mente para pensar en todo lo que había tenido que asimilar esa noche.

- "Esas palabras por ella. La describe como un ser inalcanzable, un ser digno del amor más tierno, puro y casto, no de un sentimiento momentáneo de pasión, sino de un amor eterno, suave y delicado, fuerte contra viento y marea, dulce como la miel y suave como una tierna melodía"- Shaoran caminaba y pensaba a la vez, estaba tan absorto que no se percató de que le seguían.

'La primera vez que la vi, me sentí el ser más indigno, poder ver tal

belleza con estos ojos mortales era un pecado. Mis ojos que habían

presenciado todo tipo de crueldades y por ese veneno de desgracias

por los que habían sido infestados debían de estar ciegos. Debía de ser

pecado mortal manchar su pureza con tal indignos ojos. Estaban

contaminados con el dolor de la maldad y la agonía, no era merecedor

de estar ahí presenciando tan divino ser. Comparado con ella, la

belleza de otras mujeres era absurda, la belleza de la naturaleza era

inexistente a su lado. Ella estaba delante de mí, se encontraba colgada,

sujeta delicadamente de manos y piernas. Con unas telas suaves y

aterciopeladas tenía las manos y piernas atadas, sus ojos cerrados

como si en un precioso sueño se encontrase viviendo y su posición era

como la de un santo en su cruz. Detrás de ella había un atrio con un

libro, oscuro y tenebroso, sin nombre. Di un paso al interior de la celda

y las telas que envolvían a la chica se movieron, lentamente fueron

desenrollándose del cuerpo de la joven dejándola libre de su atadura.

Delicadamente caía sobre el suelo, hasta dejarla de pie. Solo quedaban

sus brazos, los cuales al liberarse cayeron fluidamente a sus lados. La

chica empezó a abrir los ojos y cuando los vi quedé prendado de su

belleza, jamás había visto unos ojos de jade tan brillantes y claros'

- "La describe con cada aliento que escapa de sus labios, la describe como algo infinitamente perfecto"- Shaoran entró en la sala de entrenamiento, fue desabrochándose la camisa del pijama, se acercó a donde estaban colocadas las armas, más concretamente, donde estaban las espadas y allí se quitó la camisa y cogió una espada de las muchas que habían en la pared del cuarto- "¿Era tal su belleza como para engloriarla tanto?"- Shaoran caminó con la espada hasta el centro de la sala, cerró los ojos y respiró, lo siguiente que hizo fue ponerse en posición y empezó a practicar unos movimientos. No podía apartar de su mente la imagen de la mujer descrita en el diario, era como si un fantasma le persiguiera.

'Me acerqué a ella y pude ver miedo en esos ojos de cristal verde,

me dijo que no me acercase, que si no lo lamentaría, ya era demasiado

tarde y no me arrepentía de estar allí viendo a tal ser, tal mujer,

misteriosa, única, piel suave, labios pequeños y carnosos, ojos de niña,

dulces e ingenuos y a la vez tan temerosos de la misma vida, como si

acabara de nacer, como si yo fuera el primer ser que ha visto y eso me

hacia sentir el ser más afortunado, no, el hombre más afortunado de

la faz de la tierra. Ninguna otra mujer podría envidiar tal belleza,

ninguna mujer mortal que se precie podrá poseer tan infinita gracia

con la que pisa este mundo'

Shaoran seguía entrenado y entrenando, a cada sonido de un trueno recordaba un fragmento del diario, había comenzado a leerlo esa misma noche, era algo que le atraía de él, esas palabras absorbían su mente, sin dejarle la oportunidad de pensar en nada, como si quisiera conocer todo de ese hombre, como si debiera saber todo de ese hombre. Estaba tan ensimismado que no pudo percatar un par de ojos esmeraldas espiando desde la puerta. La chica estaba tan intrigada, había permanecido ahí quieta, como si estuviera helada, como si la hubieran hechizado para paralizarla y ahora ese hechizo que pendía sobre ella, era infranqueable. Sin quererlo su corazón se desbocó y su respiración se aceleró, paso de la más profunda quietud a la más profunda inquietud. Se llevó la mano al pecho y se dio la vuelta, poniendo su espalda contra la pared, se sentía abrumada, escalofríos recorrían su cuerpo. Miedo y desconcierto la embargaban por todas partes, poco a poco sus pies dejaron de reaccionar, estaban temblando, era pánico lo que sentía, pánico por dejarse caer por algo tonto y estúpido que la podía hacer débil y vulnerable, ya le había sucedido una vez y por ello sufrió, sufrió mucho. Ahora no volvería a caer en la misma trampa, esta vez jugaría contra el destino, no se dejaría llevar por él, no se dejaría ganar por él.

- "No, no, no, no me dejaré vencer por esto, no"- La joven apretó más los puños con los que se tapaba los oídos mientras negaba frenéticamente con la cabeza. La chica bajó las manos para ponerlas en el pecho, sentía como cabalgaba desbocado su corazón. Una ráfaga de luz atravesó el cielo, seguido de un estruendoso ruido- "Hoeeeeeee"-. Soltó las manos del pecho y se llevó de nuevo las manos a las orejas, el sonido de la tormenta la había cogido desprevenida y la había asustado. Cerró los ojos con fuerza y agachó la cabeza, un momento después notó una mano en su hombro y seguidamente una voz tranquilizadora.

- "¿Estas bien?"- Fue lo que preguntó el chico. La chica alzó la cabeza con los ojos ya abiertos y pesadamente brotaron lágrimas de sus vidrieras de esperanza. El chico quedó estupefacto, ¿la chica estaba llorando por una tormenta?- "Sagara"- Fueron las únicas palabras que escaparon de él.

Ella se apoyó en él, posó sus manos en su pecho y como las gotas de la tormenta que acaecía fuera, empezaron a escaparse de sus ojos. Shaoran se había acercado a averiguar de donde procedía el sonido que le sacó de su práctica. Al ver al lado de la puerta, sentada y con las manos en sus oídos a la joven japonesa, se agachó y contempló el temblor que surgía desde lo más hondo de sus huesos, posó su mano en su hombro, tocando esa fina piel y al contacto de sus dedos con ella, esta lo miró con ojos quebradizos, como si de un momento a otro se fuera a derrumbar. El joven guerrero puso una mano en su cabeza y la otra alrededor de sus hombros y permaneció sentado con ella, en silencio, mientras se escuchaban a las gotas de agua chocar contra los cristales y a los truenos retumbar por la ciudad. Ella dejó de gimotear y se separó de él, permaneció en todo momento con la cabeza baja, sin mirarle a los ojos. Era tan humillante que la vieran llorar, que la vieran tan indefensa. Shaoran se quedó mirando como estaba la chica, no había dicho nada, le había seguido y cuando la descubrió al lado de la puerta apoyada contra la pared, acurrucada como una niña pequeña, la encontró llorando desconsolada. Hua se levantó rápida, ante la mirada incrédula de Shaoran, y echó a correr como la gacela que se siente perseguida por un cazador. Shaoran no fue menos y también se levantó para perseguirla, no le fue difícil alcanzarla, ya que su reacción fue tan inmediata que a ella no le dio mucho tiempo para alejarse. La cogió del brazo y ella se paró, en todo momento evitando contacto visual.

- "Suéltame"- Dijo por fin la chica en tono solemne y autoritario- "He dicho que me sueltes"- Y a la vez que otro trueno sonó, la chica se zafó de la mano del hechicero, con un movimiento brusco. La chica vio la expresión de los ojos de Shaoran mirándolo de reojo, estaba confundido y podía verse cuántas dudas y preguntas se hacía el joven por el comportamiento de la chica.

- "¿Por qué eres así conmigo?"- Preguntó al fin- "¿Por qué te comportas tan fría y distante unas veces y en cambio otras pareces tan tranquila y amable? ¿Acaso te he hecho algo que te molestase?"- La indignación se podía notar en él.

- "No es por lo que haces, sino por quién eres tú"- Respondió la chica.

- "¿Qué?"- Dejó escapar de sus labios totalmente confundido.

- "Eres el capitán de los Dragones de Trueno"

- "Porque será que eso no me convence"- Dijo Li con todo desconfiado.

- "Me da lo mismo que pienses o no, no es asunto tuyo lo que yo haga o deje de hacer"- La chica estaba furiosa.

- "No, Sagara, dime la verdad, lo que realmente pasa, que es lo que te molesta de mí"- El chico esperaría una respuesta, no se quedaría de brazos cruzados.

- "La verdad es algo que no puedo explicar con claridad, solo sé que puedo sentirlo, sentir que me vas a hacer daño"- Dijo sinceramente por primera vez- "Tengo la extraña sensación de que pasará algo, no sé explicarlo, es como si solo lo supiera y ya está. No quiero que te vuelvas a acercar a mí, me haces daño"- Dijo con voz resquebrajada. Shaoran se sintió mal, era como si esas palabras fueran puñales que se clavaban en su pecho.

- "¿Siente temor de mí?"- Se asombró. La chica no dudó más y volvió a prender la huida, esta vez sin su perseguidor- "Que escondes Sagara, dímelo"- Pensaba Shaoran.

La chica corrió hacia su cuarto, fue directa a la habitación, abrió la puerta y se encerró en la alcoba. Permaneció en la habitación, dando vueltas, aturdida y llorando, con las manos en su cabeza, no sabía a donde dirigirse, era un lugar extraño, al final se paró, quedó petrificada y lentamente la habitación empezó a dar vueltas, a girar rápida y veloz, ella misma movía la cabeza a los lados intentando averiguar que estaba pasando hasta que todo se volvió oscuro y negro y ella se encontraba en el centro de esa negrura.

- "Otra vez aquí"- Murmuró para ella misma. Sí, otra vez en esa jaula de oscuridad, ¿por qué siempre llegaba a ese lugar?- "¿Hola?"- Preguntó temerosa de que la respondieran.

- "Hua"- Otra vez la dulce voz de mujer, esa mujer que tanto la aturdía- "Hua"- Repetía la mujer- "Querida flor"

- "¿Por qué estoy aquí de nuevo?"- Preguntaba exigiendo una respuesta, como cada vez que llegaba ese lugar.

- "¿Por qué huyes de tu pasado?"

- "¡Qué pasado! Yo no tengo pasado, tengo un presente y un futuro, de nada me servirá saber lo que hay en mi pasado, nadie puede vivir de fantasmas, yo vivo el presente el momento, no necesito ese pasado del que dices que huyo"- La chica miraba a sus lados, esa mujer, siempre esa mujer, que era lo que quería de ella.

- "En que error estás, los fantasmas que tú dices, no son más que sombras de tu miedo, los fantasmas que tú consideras en el pasado son más reales que tú y yo, y siempre estarán allí, hasta que llegues a tu destino"- De repente una luz blanca apareció, una luz pálida y cálida, la misma luz que perseguía en esos sueños.

- "La luz"- Susurró la joven bajo su respiración.

- "Sí, Hua, la luz de la verdad de tu pasado, el final de tus miedos, el comienzo de tu futuro, todo está en esa luz. Solo recuerda, esa luz es lo que ahora más anhelas, lo que más deseas, no obstante jamás olvides lo que eres, lo que escrito está no se podrá cambiar y lo que ya se ha hecho nada podrá modificarlo, tanto si son alegrías como si de desgracias se tratan. Solo afronta lo que se te tiene deparado, porque una vez cometiste un error, ahora tienes tiempo de remendarlo"- La chica estaba más confusa que antes, era como si le hubiera dicho todo lo que necesitaba oír, pero de tal forma que seguía sin comprenderla, habla en acertijos, en adivinanzas y así jamás podría desvelar el velo de esa luz, el velo de la verdad.

- "Porque no hablas claro de una vez, no comprendo lo que quieres decirme, no puedo comprender esas frases, cada palabra con un doble sentido, con una doble intención, ni siquiera sé si me estás ayudando o en todo caso me estás perjudicando, por favor, dime..."

- "¿Lo que quieres saber?"- La chica estaba cansada, no era un cansancio físico sino un cansancio anímico, ¿cuánto tiempo más podría soportar este juego de palabras?- "O lo que deseas que te diga?"- La chica estaba triste y agotada- "Una vez más te pregunto: ¿Por qué tanto empeño por alcanzar esa luz?"- Por qué la preguntaba eso, qué importancia había en querer alcanzar esa luz.

La chica empezó a abrir los ojos, se sentía pesada, como si todo su cuerpo fuera de plomo. Como si de algo automático fuera, la chica se sentó en la cama, ¿en la cama? No, no podía estar en la cama, ella se había desplomado en el suelo, estaba segura de eso. Miró a la ventana y vio como la lluvia seguía derramándose sobre la ciudad. Movió su cabeza de nuevo, esta vez dirigiéndose al reloj que se encontraba en la mesilla de al lado.

- "Las 5 y 26"- Aún era muy temprano para levantarse de la cama. Estaba agotada, aún sin haber hecho nada, estaba cansadísima, se echó hacia atrás y se quedó tumbada, pensando. Unos pasos lentos pero firmes ingresaron en el cuarto. La chica posó su mirada en una sombra que entraba en la habitación y que se acercaba a la cama- "¿Quién está ahí?"- Preguntó alarmada. La figura no contestó y ya casi estaba delante de ella, la chica se adentró en el centro de la cama y agarró las sábanas hasta que la luz de un relámpago la hizo discernir el rostro del muchacho- "Tú"

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

La luz del sol empezó a relucir por las cortinas, las gotas de la ventana relucían como diamantes y la mañana se presentaba fresca y limpia tras la horrible tormenta de ayer. Eran las 8 de la mañana y todos en la casa estaban despiertos. Hua se vistió con un traje que le había dejado Meiling, resulta que pasaba más tiempo en la casa de su tía que en su propia habitación del campus. Era un vestido rojo con un dibujo de un dragón bordado en amarillo, era de mangas cortas, de falda larga con dos cortes laterales por encima de las rodillas. Se arregló el pelo un poco y se marchó del cuarto.

Caminó por el pasillo, giró por un lado y después por otro, pero aquel lugar no le resultaba familiar, se dio la vuelta y marchó por otro lado.

- "Hoe"- Dijo la chica- "Creo que me he perdido"- Por su cabeza pasó una gota, ¿cómo pudo perderse en pleno día? si ayer por la noche conocía ese sitio sin ni siquiera necesitar luz. Se volvió y delante de ella vio un inmenso cuadro- "Qué bonito"- Era un cuadro especial, muy intenso y delicado a la misma vez. La joven se aproximó atraída por sus pinturas. Era la representación de una mujer, una mujer con la cabeza baja, con unos castaños cabellos cubriéndole la cara. Estaba atada por unas cuerdas, no, más bien eran como unas ramas con espinas, todo su cuerpo estaba rodeado por esas ramas espinosas. El fondo del cuadro era oscuro y tétrico, lúgubre. La mujer parecía tan frágil, tan delicada. Hua se quedó mirándolo absorta, se acercó más al cuadro para tocarlo, pero en un parpadeo vio una sombra rodear a la mujer, era una persona con una capa oscura, negra. Un brazo rodeaba la cintura de la chica, y otro acariciaba el brazo derecho de ella, como si avanzará algo desde detrás de la chica, una capucha se acercó. Hua se aproximó más y más- "¿Qué...?"- La joven estaba a unos milímetros de tocarlo cuando lo que parecía una cabeza se movió de la capucha y un par de ojos sangrientos se dejaron ver, Hua se sobresaltó y se cayó al suelo, aún permaneció mirando el cuadro, cuando la cabeza de la chica del dibujo se movió para dejar ver como una roja lágrima solitaria caía por sus mejillas. A la vez que veía eso algo la tocó, lo que hizo que se sobresaltara de la peor manera posible- "¡Hoeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!"

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "¿Qué ha sido eso?"- Preguntó Meiling, alguien había chillado, estaba segura de que era un chillido.

- "No sé, ¿vamos a ver?"- Sugirió Tomoyo. Las dos chicas se miraron e iban a dejar el cuarto cuando una voz las paró.

- "Meiling"- La chica miró a su imponente tía y esta le señaló con la mirada que se volviera a sentar- "Xiaolang está arriba junto con Hiragizawa, no hace falta que vayáis"- Tomoyo miró a Meiling y la duda surgió por sus mentes, pero se resignaron, volvieron a sentarse, mientras en el comedor entraban Feng-Lian y su hijo Takano.

- "Buenos días"- Saludó la señora Taraka.

- "Buenos días"- Saludaron las dos chicas a la vez, la señora Li asintió con la cabeza y los ojos cerrados, como una pequeña reverencia.

- "¿Y los demás?"- Preguntó la diseñadora al ver que faltan personas en la mesa.

- "Ya bajan"- Contestó la mujer. Meiling miraba sospechosa a su tía Yelan, desde que ayer su primo no le quiso contar la razón de tanto misterio, estaba intrigada por saber que sucesos mágicos estaban ocurriendo en Hong Kong, porque eso nadie se lo podría negar, de sucesos mágicos se trataba el asunto.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "No hagáis nunca más eso, casi me matáis del susto"- Dijo respirando fuerte y rápidamente mientras tenía la mano en el pecho.

- "¿Nosotros? ¿Y tú qué? Deberías de dejar de chillar, a los que casi matas del susto es a nosotros"- Le replicó Shaoran. Eriol solo permanecía de pie con una sonrisa.

- "¿Estás bien?"- Preguntó la reencarnación de Clow, el joven le tendió la mano y ella la aceptó. Se puso de pie y se sacudió el vestido.

- "Sí, gracias"- Respondió Hua. Shaoran tenía un ceño fruncido.

- "¿Segura? Aún estás algo nerviosa"- Dijo Eriol al ver que el pulso de Hua era tembloroso. En realidad la chica estaba temblando por la imagen que había visto en el cuadro. Había aparecido un hombre de la nada. La chica miró por encima de su hombro para ver si la imagen que vio estaba allí, pero para su sorpresa había desaparecido- "Ahora veo alucinaciones de día"- Murmuró.

- "¿Decías?"- Preguntó Shaoran. La chica levantó la cabeza y negó con fuerza.

- "Nadanadanada"- Dijo rápidamente- "¿Y vosotros que hacéis por aquí?"

- "Te vimos entrar por aquí y pensamos que te habías perdido"- Empezó a explicar Eriol. La chica le miró a los ojos y aún recordaba la conversación de la noche anterior.

- "¿Ya estás despierta?"- Dijo el joven.

- "¿Cómo he llegado a la cama? ¿Me has traído tú?"- Preguntó, aún aturdida, al joven inglés de gafas.

- "Sí, estaba buscando a Li y vi la puerta abierta, llamé para ver si estabas dentro y cuando entré te vi desmayada en el suelo. Así que te llevé a la cama"- Dijo siempre con una sonrisa.

- "Mmmm"- La chica desvió la mirada, solo esperaba la pregunta del chico, el no sería diferente, estaba segura de que él también haría esa pregunta.

- "¿Estás bien?"- Preguntó sentándose en la cama al lado de ella, la joven volvió a dirigir su mirada a su observador.

- "Mmmm"- Afirmó una vez con la cabeza para volver a dejarla mirando a las sábanas. Ahora solo esperaba, esperaba la gran pregunta: ¿Qué te pasó para que te desmayaras? Pero solo halló un:

- "Será mejor que duermas"- El joven la cogió de las manos y dio un beso en ellas, después se levantó y se marchó de la habitación, se paró un momento antes de salir del cuarto para mostrarle una de sus sonrisas, era una sonrisa diferente, cálida y tierna, una sonrisa de comprensión. La chica quedó boquiabierta, le acababa de besar las manos, enseguida su color tornó del pálido, que había adquirido por el desmayo, a uno rosáceo de vergüenza y timidez. Era diferente, podía ser misterioso, podía engañar a la gente, pero su sonrisa era tranquilizadora, como la de un hombre maduro, que ha vivido una intensa vida, que sonríe para tranquilizar a una niña pequeña.

Ante este recuerdo la chica volvió a subírsele los colores, era como si se sintiera protegida por un ser cercano, como si fuera un padre protegiendo a su hija. Era tan agradable sentirse segura tan solo con una mirada, que la hacía sentirse nerviosa, porque esa mirada provenía de alguien que no era de su familia y que podría interpretarse de otra manera al ser un chico de su misma edad, aunque ella sabía lo que realmente ocultaba esa sonrisa y no le importaba que pudieran pensar los demás. Shaoran parpadeó y Eriol agrandó su sonrisa. Shaoran miró a su viejo compañero de primaria y le frunció el entrecejo.

- "Será mejor que nos vayamos"- Dijo Shaoran con voz ronca y huraña mientras avanzaba ¿enfadado?. Hiragizawa le siguió y Hua también. Todos iban a salir de ese pasillo, pero Sagara se quedó rezagada, los dos doblaron una esquina y ella se dio media vuelta para echarle una última mirada a ese cuadro, aún podía sentir esa mirada clavada en ella y esa triste lágrima, esa lágrima de sangre caer por la blanca cara de la chica, tan melancólica y a la vez tan atormentada por el dolor de las espinas, un dolor que le rodeaba todo el cuerpo, un dolor que hasta le envolvía el corazón.

- "¿Sagara?"- Se oyó desde la esquina y la chica corrió hacia donde los chicos marcharon.

- "Ya voy"

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Estaban todos desayunando tranquilos y en paz, las chicas cuchicheaban de sus cosas, murmuraban y reían. Los chicos solo quedaron en silencio y las dos mujeres se miraban misteriosas, como si en secreto silencioso se estuviera gritando a voces. Todo eran murmullos y cuchicheos hasta que alguien habló.

- "¿Qué tal habéis pasado la noche?"- Preguntó la matriarca de la casa a las dos jóvenes amigas de su sobrina.

- "Bien"- Contestó Sagara.

- "Bien señora, es una casa muy agradable y confortable, también tengo que decir que los objetos de esta casa son preciosos y muy antiguos, lo que le da un aire a museo misterioso"- Empezó a explicar Tomoyo- "Es como si esta casa fuera una reliquia en sí"- La chica sonrió y la madre de Shaoran también.

- "Es grato saber que os gusta la casa"- Aceptó agradable la mujer el cumplido.

- "Pero como has dicho, esos objetos le dan un toque místico a la casa"- Todos giraron sus cabezas para mirar a la joven que había hecho el comentario. Hua simplemente tomó un sorbo de su zumo. Todos la miraban de diferente manera, desde una cara sonriente hasta la más seria de todas.

- "Yelan gracias por tu hospitalidad pero tenemos que irnos ya"- Dejo la señora Feng-Lian con pesar- "Otro día hablaremos, aún quedan asuntos que tenemos que discutir"- La señora sonrió y la dueña de la mansión la contestó de igual a igual, con una sonrisa enigmática.

- "Cuando quieras, las puertas de esta casa siempre estarán abiertas a ti y tu familia"- Dijo esta vez dirigiendo su mirada a la hija de su amiga.

- "..."- Sagara miró hacia la ventana mientras bebía de su zumo cuando se percató de algo y sin poder contener la sorpresa escupió su zumo a la persona que estaba en su trayectoria, Shaoran. La chica cogió rápida una servilleta y se la puso en la boca mientras que Shaoran aún intentaba digerir lo que le había sucedido, los que estaban en la mesa adquirieron diferentes tonos de color, desde un rosa pálido hasta el más intenso rojo. Meiling estaba roja intentando contener la carcajada, Tomoyo tenía las manos en la boca para que no se le escapara la risita, Eriol solo sonreía, la señora Takano parpadeaba ingenua sin creerse lo que había ocurrido, Takara era el único que reía abiertamente y la madre del chico que había sido bañado en zumo tenía la cara seria, pero sus labios se habían curvado un poco.

- "Perdona"- Dijo avergonzada de lo que acaba de hacer- "Lo siento, de verdad"- La chica estaba sonrojada del bochorno en aquel instante deseaba que le tragara la tierra.

- "¡Pero se puede saber...!"- Shaoran se había levantado de su silla, apoyando las manos en el borde de la mesa, amenazando con una mirada furiosa a la chica que acababa de humillarle, una vena se hizo ver en su frente, pero antes de que pudiera hundir a la chica con sus gritos, su madre impuso un alto a lo que iba a ser una batalla campal.

- "Xiaolang ve a cambiarte"- El chico miró a su madre e hizo caso sumiso, apretó el puño, e indignado se tragó sus palabras y se marchó a cambiarse, era su madre y la respetaba, pero había veces que deseaba que no fuera tan oportuna.

- "De verdad lo siento mucho señora Li, no fue mi intención ofender a su hijo, es que me acordé de algo y no sé como me salió así, de repente"- Dijo veloz la chica, esto era muy incómodo e intentaba enmendar lo que había ocurrido.

- "No hace falta que te pongas tan nerviosa, ha sido un incidente sin importancia y que no ha sido por gusto, solo ha sucedido y no hay más vueltas que darle al asunto"- La mujer siguió con normalidad la mañana, es cuanto a los demás seguían conteniendo la risa de su cara.

- "Yo me tengo que marchar, como he dicho, me acabo de acordar de algo que tenía que hacer"- La chica se levantó de la silla- "Si me disculpan"- Su madre asintió y la cabeza de la familia Li también- "Ha sido un honor haber pasado la noche en esta casa señora"

- "El honor ha sido nuestro, espero verla otro día"- La mujer inclinó un poco la cabeza y la chica se inclinó levemente.

- "Adiós"- Se despidió de todos. Todos la sonrieron y esta se marchó de la mesa, del cuarto y de la enorme mansión.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

En el campus de la universidad era un día normal, todos andaban aún somnolientos por la fiesta de la noche anterior, la mayoría pasaría el día de hoy descansando, al fin y al cabo mañana comenzaban las clases y no sería bueno llegar tarde el primer día.

- "¡¿PERO SE PUEDE SABER POR QUÉ TE APARECES DONDE TE DA LA GANA?!"- Gritó con la ira descontrolada.

- "Soooooo, para el carro, tranquilízate, que nos va a oír alguien. Deberías de controlarte mejor, tienes tendencias nerviosas que hacen que te comportes de una manera muy irascible o en otras palabras ¡Controla ese carácter niña!"- Dijo una bola de algodón volante.

- "Es que juro que te mato Kira, un día de estos me moriré de un infarto y espero que ese día estés ahí, para que te carcoma la conciencia"- La bola blanca que estaba flotando en el aire le sacó una diminuta lengua.

- "Encima de que lo hago para avisarte"- La bola cruzó sus bracitos, cerró los ojos, apartó su cara redonda y puso cara enojada.

- "Vale, vale, perdona"- Dijo juntando las dos palmas de la mano y poniendo ojitos llorosos.

- "Si me suplicaras quizá..."- El peluche blanco abrió un ojo y vio como la chica fruncía el ceño- "Jejeje, dejémoslo"- A la bola le salió una gota en la cabeza

- "Me decías que has venido a avisarme, ¿no?"- Preguntó ahora con el rostro serio.

- "Ajá"- Afirmó el peluche al que llamó Kira- "La fastidiosa esa con el aparatito asqueroso que funciona cuando le da la real gana..."- Empezó a delirar.

- "Kirina"- Impuso seriedad a la gata- "Céntrate en el asunto"- La gata dejó de mascullar palabras raras y se centró en el tema.

- "Pues lo que decía, hemos localizado dos más"- Dijo la bola de algodón.

- "¿Dos? Entonces esto se está poniendo serio, ¿por el campus verdad? Ninguno fuera de él"- Preguntó a la gata.

- "Exacto, ninguno fuera del campus, por lo que puedo decir que tu teoría es correcta"- La chica se sentó en una roca, cruzó las piernas y los brazos. La bola de pelo blanco parlante se puso enfrente de ella.

- "Es prácticamente imposible, que sagaz de su parte"- Murmuró para si misma la chica- "Entonces tendremos que seguir con su juego"

- "Eso sí que es una de tus mayores locuras. Seguirle el juego es como lanzarse al vacío sin paracaídas, como tocar una olla ardiendo sin guantes de cocina, como tomar tortitas sin chocolate, como tomar flan sin nata, como tomar..."- La felina empezó a decir cosas absurdas mientras se imaginaba tales 'desgracias'.

- "Para ya Kira, he pillado la gravedad del asunto"- Dijo con una enorme gota en la cabeza. ¿Por una vez en su vida podría de dejar de pensar en comida?- "En fin"- Suspiró desesperanzada- "Será mejor que te vayas con ella, conmigo corres mucho peligro"- dijo volviendo a lo que les concernía.

- "¿Por qué?"- Preguntó extrañada.

- "Digamos que no es lo que más nos conviene en estos momentos"- Fue lo único que añadió.

- "Bueno, si tú lo dices"- La gatita no añadió nada más, si decía que no era lo más conveniente en esos momentos, tendría sus motivos.

- "Entonces esta noche nos vemos. Iremos de Cacería"- Una sonrisa arrogante y altiva se formó en sus labios. A la gata le apareció un brillo especial en los ojos. Ambas se separaron dirigiéndose a direcciones opuestas. Esta noche sería una nueva aventura.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "Buenos días"- La joven entró en el 'Corner' y deprisa se acercó a su compañera que estaba en la barra con el delantal puesto- "Siento el retraso, pero es que no..."- Antes de poder continuar, una mujer apareció detrás de la chica del delantal, con ardientes llamaradas de fuego, estaba furiosa. Hua solo fue capaz de sonreír nerviosa.

- "¡¿Se puede saber por qué llegas tarde?!"- Gritó la dueña del 'Corner'.

- "Es que ayer fui a la casa de unos amigos de mi madre y nos pilló la tormenta, hoy en la mañana vine lo más rápido que pude"- "Cuando me acordé que tenía que venir a trabajar"- Se dijo mentalmente esto último.

- "Espero que no vuelva a pasar jamás"- La mujer aceptó sin más la excusa de la chica y esta suspiró aliviada.

- "Le caes bien a la jefa"- Dijo la chica que había presenciado toda la escena.

- "¿Qué? Si casi me mata con la mirada cuando salió detrás de ti"- Dijo alborotada.

- "No, en serio, le has caído genial, si no fuera así ya te hubiera despedido, es de las personas que odia la impuntualidad"- Aclaró la chica del delantal. A Sagara le apareció una gota en la cabeza, tendría graves problemas en lo referente a ese asunto.

- "Bueno, esperemos que me dure el empleo"- La chica dejó caer la cabeza desalentada. La otra chica se rió por lo bajo mientras sacaba una lista.

- "Creo que nos tocará el mismo turno, pero por las mañanas tú estarás de repartidora mientras yo me quedo aquí"- Dijo mirando las hojas. Hua la miró con ojos de niña pequeña a la vez que inclinaba un poco su cabeza a la derecha- "Con esto solo quería decirte que seremos compañeras de turno"- La chica sonrió a Sagara- "Mi nombre es Xiang Fei Lai"- Dijo la chica inclinándose para saludar.

- "Mucho gusto Lai, yo soy Ying Tao Hua Sagara"- Cuando la chica china oyó el nombre tan largo de su compañera parpadeó un par de veces.

- "Encantada Sagara y por favor no me llames Lai, mis amigos me llaman Xiang Fei"- La chica sonrió.

- "Pues en ese caso llámame Ying Tao"- Las dos chicas estuvieron un rato sonriéndose, hasta que 'por casualidad' la jefa se volvió a pasar, en ese momento Hua fue directa a cambiarse y a recoger los papeles de los pedidos.

- "Toma, hoy recorrerás los edificios A, B, C, E, G y J, también tendrás que pasarte por la Residencia de los Horrores"- Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Xiang Fei a la mención del lugar.

- "No entiendo como podéis llamar así la residencia de los profesores, tampoco creo que sea para tanto"- Dijo la chica encogiéndose de hombros.

- "Se ve que no conoces a los profesores de esta universidad"- Dijo con pesar.

- "Bueno, será mejor que me vaya yendo ya, porque como vuelva la jefa Tiao me mata"- La chica cogió los primeros pedidos y se marchó con la lista. Fue hacia el coche del local y allí depositó la comida, se introdujo en el vehículo y se marchó. Cuando ella se fue otra persona entró en el 'Corner'.

- "Buenos días"- Saludó Xiang Fei. Al ver quien era la persona que entró su cara cambió radicalmente- "Buenos días Liu"- El chico se sentó delante de la barra.

- "Hola A Fei"- Saludó el hermano de Lin.

- "Te he dicho que ya no me llames así"- La joven se iba a marchar dentro de la cocina cuando la mano del joven Hui la detuvo sujetándola del brazo.

- "Espera A Fei, por favor"- Le pidió el chico.

- "No tengo nada de que hablar contigo Liu, así que suéltame"- La chica se deshizo del joven, se dirigió a la cocina, pero antes de introducirse en el lugar movió un poco la cabeza y le miró por las esquinas de sus ojos- "No vuelvas jamás Liu, tú y yo hace tiempo que lo dejamos, no remuevas llagas del pasado"- Entró en la cocina, el chico solo se quedó inmóvil, mirando como la figura de la chica desaparecía tras las cortinas.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "¡Eh! ¿Dónde te habías metido ayer?"- Dijo un chico dándole una palmada en la espalda a Eriol. A su vez otro chico se acercó a ellos.

- "Eso Eriol, ¿qué hiciste ayer para no ir a la fiesta de presentación?"- Dijo Paul, rodeándole el cuello con un brazo y guillándole un ojo.

- "Nada, fui a cenar a casa de un amigo"- Dijo con una sonrisa.

- "Vamos, ¿dices que fuiste a cenar a casa de un amigo cuando pudiste venir con nosotros a una fiesta con un montón de tías? Estas bromeando ¿no?"- Dijo Andrew sorprendido. Eriol negó lentamente con la cabeza aún con su sonrisa.

- "Bah, déjale Andrew, no sabe lo que te perdiste, todo un pabellón lleno de chicas de todas las clases posibles"- Dijo mientras recordaba la fiesta y se le formaba una sonrisa viciosa.

- "Parece que os lo habéis pasado muy bien"- Dijo con su sonrisa. Los tres jóvenes estaban en la habitación, Eriol estaba en su ordenador mientras que los otros dos chicos estaban 'arreglando' su parte del cuarto.

- "¿Qué haces con el ordenador?"- Dijo Paul al cansarse de 'limpiar'. Se acercó detrás de Eriol e intentó ver lo que hacia.

- "Estoy hablando con mi prima"- Dijo tecleando en el aparato.

- "¿Con la loca de Nakuru?"- Dijo Andrew, que al oír que estaba hablando con ella dejó lo que estaba haciendo.

- "Sí, con ella mismo"- Dijo con una gran sonrisa, algo estaba maquinando, algo que sus dos amigos no esperaban.

- "¿Para qué? A esa acosadora compulsiva sería mejor dejarla en paz"- Dijo Paul cruzando los brazos. Andrew copió el gesto de su compañero y afirmó con la cabeza.

- "Sí, sí, sí"- Dijo mientras seguía afirmando con la cabeza.

- "Estoy comunicándome con ella para que venga"- Dijo serenamente. Los dos chicos palidecieron y cogieron a Eriol por los hombros para darle la vuelta, al estar sentado en una silla que podía girar esto era fácil.

- "¡¿Qué?!"- Gritaron los dos chicos a la vez.

- "Pues lo que habéis oído, mi prima va a venir"- Eriol sonrió. Los chicos se arrodillaron y se pusieron las manos en la cabeza a la misma vez que gritaban.

- "¡NOOOOOOOOOOOO!"- El grito se oyó por todo el edificio.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Hua se dirigía a su último destino, hacia la temida Residencia de los Horrores. Paró el coche y sacó las bolsas de comida de él, la verdad es que no sacó todas, era una gran cantidad de comida la que habían pedido, debía de haber un regimiento en la habitación en la que habían pedido tal cantidad de platos. Cogió la lista y vio las habitaciones, la primera sería la 1.2. Cogió las bolsas y se dirigió a la entrada de la residencia. Abrió la puerta y entró. Se dirigió al ascensor y pulso el botón de la primera planta. Las puertas se cerraron y el ascensor subió hasta la planta marcada. Ya fuera, se dirigió por el pasillo buscando la puerta número 2.

- "Aquí, la puerta dos"- La chica paró delante de la puerta y llamó. Nadie respondió- "¿Hola?"- Preguntó la chica para saber si había restos de vida en su interior- "¿Hay alguien?"- Preguntó de nuevo, seguían sin responder- "No se habrán muerto de hambre ¿verdad?"- Pensó al recordar tanta cantidad de comida que aún quedaba en el coche- "No será que tenían mucha hambre y ahora están en la habitación desnutridos. Imposible"- A la chica se le apareció una gota en la cabeza, a veces se dejaba influenciar demasiado por las historias de Naoko y las mentiras de Yamazaki. Enseguida una puerta que había al lado se abrió y de allí salió una mujer. Hua la vio y decidió preguntarla por el profesor que estaba en aquel cuarto- "Perdón, ¿me podría decir si sabe donde está el profesor que está en la habitación 2?"- La mujer la miró y la sonrió.

- "Ha salido, me dijo que iba a ver a un viejo amigo, está en la planta de arriba, en la habitación 6"- Le indicó por donde tendría que ir para encontrarlo.

- "Gracias"- Agradeció la chica y se marchó al ascensor de nuevo. Subió una planta más y al salir del elevador buscó la habitación 6.

- "6, 6, 6. Aquí"- La chica dejó las bolsas en el suelo, era cansado ir cargada con tanta comida de un lado para otro. Llamó a la puerta y desde dentro se escuchó una voz grave.

- "¿Quién?"- Se oyó algo alejada la voz, la voz de aquella persona no sonaba muy cortés. Se oyeron unos pasos que se dirigían a la puerta y seguidamente como abrían la puerta- "¿Quién eres?"- Preguntó un hombre alto desde la puerta. La chica tuvo que levantar la cabeza para poder verle el rostro y no fue muy agradable lo que vio.

Delante de ella había un hombre alto, bastante alto. La expresión de su cara no mostraba ningún rastro de felicidad ni de cortesía, sino más bien tenía un semblante huraño y tosco, junto con una mirada asesina y recelosa. Tenía unos ojos serios, casi más serios o iguales que el chico Li. El cabello negro y revuelto. Era ancho de hombros, atlético, pero no excesivamente musculoso. Vestía una camiseta y unos pantalones deportivos, se veía que no esperaba visita, o por lo menos una visita como ella.

- "Disculpe, ¿está aquí el profesor Tsukishiro?"- Preguntó Hua.

- "Sí, estoy aquí"- Dijo un hombre desde detrás del hombre-armario que se acercaba a ver quien había llamado a la puerta de su amigo- "Sagara, que haces tú por aquí"- Dijo alegre al reconocer a una de sus alumnas.

- "Ha traerle el desayuno"- Le sonrió a su profesor. El profesor Yukito Tsukishiro era su profesor favorito, era amable, gracioso y el más guapo de todos los profesores, la hacia sentir algo, no sabía describirlo, era una sensación cálida y tierna, ahora que lo pensaba, era una sensación similar a la que Eriol le hizo sentir ayer- "Que cosa más curiosa"- Dijo incrédula por su comparación- "Cada día estoy peor, ahora comparo a Hiragizawa con mi profesor cuando no tienen nada que ver"- La chica alzó la vista cuando su profesor la preguntó.

- "¿Trabajas de repartidora?"- Preguntó el hombre. El otro que había permanecido al margen de todo cuando su amigo reconoció a la chica, se encontraba entre los dos e interrumpió la conversación de forma tosca.

- "¿No sería mejor que hablarais dentro? O quizás preferís que se quede la comida fuera y estemos con la puerta abierta para que habléis"- La chica le lanzó una mirada asesina ante la impertinencia y a Yukito le salió una gota, su amigo podía ser bastante grosero.

- "Sagara, este es un viejo amigo, Touya Kinomoto. Touya esta es una de mis alumnas, Ying Tao Hua Sagara"- La chica hizo una inclinación de saludo y Touya también, no sin antes fruncirle el ceño- "Vamos pasa, pasa"- Invitó el profesor ante una mirada asesina de Touya. La chica cogió unas bolsas mientras que Yukito se acercó a coger otras pocas y entraron dentro.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Shaoran se encontraba sentado en la cama leyendo, leyendo el diario de Long Lei.

Me hallaba sumido en la más profunda tristeza, haber tenido que

dejarla fue lo más difícil y duro que he tenido que hacer en mi vida,

pero tenía que hacerlo, tengo deberes que asumir, obligaciones que

no puedo dejar ni mucho menos olvidar.

- "Que extraño, falta un tramo desde la última vez que leí el diario, pasa de su encuentro con la chica a su vuelta"- El chico volvió a su lectura después de sus cavilaciones, no sin antes apuntar todo lo extraño o importante que pudiera servirle para descifrar ese futuro tan incierto.

Ahora me dirijo hacia mi casa junto con mi esposa. Esta peregrinación

que me tenía que haber hecho más fuerte, más poderoso, me ha lo ha

hecho, pero no como yo esperaba, no de la manera que había

imaginado. Sí, ahora soy más fuerte, pero no en fuerza física, ni en

destreza o rapidez, tampoco soy más inteligente desde que salí a buscar

más poder, mi cuerpo está igual, lo que se ha hecho más fuerte ha sido

mi corazón, mi alma.

Ahora me doy cuenta, ahora descubro que durante todo este tiempo he

tenido una venda que me tapaba los ojos, ahora sé que mi matrimonio

con Mai fue un error, el mayor error. ¿Por qué me deje arrastrar por

mi clan? ¿cómo fui tan tonto por dejarme caer en esa trampa?. Fue el

mayor error que jamás cometí y ahora tengo que asumir con las

consecuencias, unas consecuencias que ahora sé que son nefastas, que

ahora descubro que me amargaran por el resto de mis días.

Este camino es más duro a su vuelta que a la ida, ahora que vuelvo a

mi 'hogar' siento que algo he dejado atrás, algo muy importante, siento

como si parte de mi ser hubiera quedado con ella. Sé que mi vida ya no

será la misma, sé que jamás volveré a sentir tan fascinante sentimiento.

Ella se ha convertido en una droga de la que dependo para sobrevivir,

ya no puedo prescindir de ella. Era lo que me había devuelto la vida y

ahora sin ella ya no merece la pena seguir con esta maldición, con este

peso que cae en la espalda tan pesado y doloroso, tan amargo y

mortificante.

Shaoran pasó de página, había notado que había varios saltos temporales, pero no había ninguna página arrancada, volvió a anotar esto que le había llamado la atención. Prosiguió con la lectura, atento e intrigado por ese hechicero, Long Lei.

Todo sigue igual aquí, mi esposa sigue con sus amigas tomando el té.

Cuando regresé, el ambiente que nos rodeaba a ella y a mí había

cambiado, y eso ella también lo había notado. Hace ya algún tiempo

de mi regreso y ahora nuestro trato es más frío, es más distante,

cruzamos unas palabras, no más de las necesarias, en público nos

mostramos más afectivos, pero un afecto fingido, un afecto que no

sentimos, o que por lo menos que yo no siento.

El clan me presiona, siguen con el mismo asunto, con el mismo tema,

mi madre insiste una y otra vez, mi padre me exige que cumpla como

único varón que tiene. Mi tío se lo toma todo con gracia y humor. Él,

que vive sin las preocupaciones de un matrimonio. Muchas veces le

envidio, tiene algo que yo anhelo, libertad. Quizá por esos aires de

libertino que tiene mi tío es el porqué de que los Ancianos le tengan en

tan poca consideración, aún siendo uno de los mejores magos de estos

tiempos. Los Ancianos se toman muy en serio los valores familiares y

el que mi tío aún no halla contraído matrimonio ni tampoco producido

descendencia, le hace merecedor de poco respeto.

Después de semanas sigo con mis rutinas en el Consejo, con mi familia

y mi mujer, pero ahora, ya no puedo sentir esta vida como la vivía antes.

Hace poco recibí la visita de mi tío, vino a darme la bienvenida,

estuvimos hablando y se percató de algo, se veía en su sonrisa. A él

nunca se le escapa nada, es una de las personas más intrigantes y

perspicaces que conozco, no fue directo, pero se veía que quería parar

en algún sitio. Cuando se marchó se despidió con una de sus intrigantes

sonrisas que tanta rabia me dan y me dijo una frase muy peculiar: "No

te preocupes, lo que has perdido pronto lo hallarás", jamás le he

comprendido muy bien, pero sé que pronto descubriré algo, porque

Clow Read nunca dice nada que no signifique algo.

- "Así que Eriol era igual de irritante cuando era Clow"- Farfulló Shaoran- "Clow es y será siempre un intrigante, incluso siendo ahora solo la mitad de su reencarnación"- Siguió criticando a su viejo amigo inglés de la primaria. Pasó de página otra vez y volvió a la lectura del diario.

Ya estamos en primavera, otra vez. Hace solo un par de semanas que

nació mi hijo, un varón, mi sucesor, lo que tanto ansiaban mis padres

y los Ancianos, alguien que sucediera la línea de los Li. Se llama Hu.

Mi tío Clow se pasó el día después de su nacimiento y me dio su

bendición y una buena para el pequeño. Me dijo que me pasara por su

casa, que tenía algo que mostrarme, algo muy importante, y como no,

me dijo todo esto con una enorme sonrisa, una sonrisa que decía que

guardaba un secreto, estoy seguro de ello, mi tío sonríe de manera

especial cuando oculta algo, se ve en sus ojos, un brillo juguetón

aparece. En todo caso lo descubriré mañana, toda la semana he estado

ocupado con gente que venía a presentar sus respetos al recién nacido

y a la afortunada madre. Este niño será en lo que me volcaré ahora,

este niño, hijo mío, sangre de mi sangre, es lo único que me debe de

preocupar ahora, nada más.

Shaoran se paró un momento a pensar.

- "Hu, Hu, de que me suena ese nombre"- El joven le dio vueltas y vueltas al asunto, hasta que una luz de entre la oscuridad de sus pensamientos se iluminó- "Ajá, sí, Hu Li, El Tigre Oriental, uno de mis antepasados, pero si no recuerdo mal su padre era Xiong Li y su madre Hong Li"- El chico estaba muy intrigado ante esta contradicción, estaba seguro de que no se equivocaba, tenía la certeza de que los padres de Hu Li eran Xiong Li y su esposa Hong Li. Iba a seguir leyendo, esta contradicción era una información muy importante, si todo en el diario era cierto, en el pasado tuvo que suceder algo muy grave como para ocultar un dato de tanta trascendencia. Tenía que resolver esa duda, siguió con la lectura, pero no pudo, justo en aquel instante alguien llamó a su puerta. Se levantó de la cama y guardó el diario en un lugar donde estuviera relativamente seguro. Seguían llamando insistentemente a la puerta- "Me vas a destrozar la puerta, ya voy"- Dijo enfadado por tanto golpe. Cuando abrió la puerta vio de pie delante de él a un chico, un jugador de su equipo- "Chun que haces aquí"- El chico le miró a los ojos, había una inquietante aura rodeándolos, sus ojos carecían de brillo, en su lugar había una extraña sombra. Sin previo aviso sacó algo que tenía sujeto en la cintura y le atacó- "Pero que..."- Tenía un cuchillo en la mano y estaba atacándole tempestuosamente, moviendo el cuchillo velozmente de un lado a otro para conseguir corta a Li, este intentaba por todos los medios esquivar al chico, a cada ataque del intruso, Li se movía para no ser alcanzado, era algo muy raro, pero le costaba esquivarle, era rápido, más rápido de lo que realmente era.

- "Te odio Li, siempre has sido el mejor en todo, siempre tú, el señor perfecto, el hombre intachable, el que nunca a cometido un error, siempre los demás bajo tu sombra. ¡Muere!"- Cogió el cuchillo con las dos manos y se abalanzó sobre él.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "Creo que será mejor que me vaya"- La chica se disculpó mientras se levantaba. Se le había pasado el tiempo volando.

- "¿Pero no dijiste que ya habías terminado?"- Preguntó el hombre de cara gentil que escondía sus ojos tras los cristales de sus gafas.

- "Sí, profesor Tsukishiro, pero tengo que regresar para decir que todos los pedidos han llegado a su destino, han sido muy amables al invitarme a desayunar, pero ya es más de mediodía y aún tengo que hacer muchas cosas"- La joven empezaba impacientarse.

- "Bueno, siempre es agradable hablar con los alumnos"- Yukito se levantó para despedirla y Touya hizo lo mismo por cortesía o por la insistente mirada de su amigo.

La mañana había sido amena, la joven se quedó a hablar con su profesor y el entrenador Kinomoto, lo que sorprendió a Hua, no se esperaba que el entrenador Kinomoto fuera amigo de su profesor. Touya Kinomoto era uno de los entrenadores universitarios de fútbol más conocido en EEUU. Tenía fama de ser un entrenador muy exigente, por lo cual era muy duro, lo que iba a la par con su carácter huraño y malhumorado. Desde que llegó a Hong Kong les obligó a sus jugadores a que entrenasen o por lo menos lo intentó. Por desgracias de la vida, antes del viaje hacia la Competición tuvo un accidente, y tuvieron que vendarle el pie, como no quiso dejar a su equipo le tuvieron que permitir ir al viaje. En los primeros días no pudo asistir a los entrenamientos, sabía que sin él delante pocos acatarían las órdenes, pero cuando estuviera totalmente recuperado, que iba a ser dentro de muy poco, machacaría a esos jugadores para enseñarles que a él no se le miente. Él era estricto, muy estricto, y si no cumplían con lo que había dicho les mostraría la primera regla sobre su entrenador: 'Nadie es más listo que Touya Kinomoto, así que no juguéis con él'.

Hua se excusó y se marchó con bastante prisa, Touya había estado toda la mañana pensativo, esa chica le sonaba de algo, le resultaba familiar, pero no sabía donde o cuando la había conocido, la chica notó la intensa mirada durante toda la mañana y se sintió muy incómoda, así que decidió marcharse antes de estallar y soltarle unas palabras que después podría crear un ambiente muy tenso.

Yukito había mantenido una agradable charla con su alumna. Desde que Hua se mudó a Japón siempre había estado en alguna de sus clases. La conocía bastante, pero nunca mantuvo unos lazos muy estrechos con ella, la chica rehuía hablar con él, le evitaba en muchas ocasiones y en otras simplemente respondía lo más escuetamente posible, como aquella tarde. Había sido una conversación apacible, pero muy escueta en palabras, junto con la poca participación de Touya, ya que este no confiaba mucho en la chica, primero porque no la conocía y segundo porque era bien sabido que ella 'entrenaba' al equipo japonés.

Los dos amigos de juventud permanecieron en el cuarto de Touya, rememorando viejas batallas y contando otras nuevas, hasta que llamaron a la puerta. Los dos se habían encontrado el día de la llegada, en una reunión en la residencia de los profesores, para que todos los maestros se conocieran. Para la sorpresa de los dos, se encontraron después de años sin saber el uno del otro, pero fue grato el reencuentro.

Hua corría con toda su alma hacia el coche cuando delante de él vio a una persona. Se dio la vuelta y se vieron cara a cara. Era una mujer alta, con una sonrisa en sus labios.

- "Profesora"- Fueron las únicas palabras que escaparon de la boca de la chica.

- "Buenas tardes pequeña mía"

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Eriol vio incrédulo al joven que estaba en la silla, amordazado y loco por desatarse.

- "En serio dices que te intentó atacar"- Dijo aún mirando al chico de la silla.

- "¿Te crees que ato a las personas por diversión?"- Dijo algo enfadado el hechicero chino. Por el tono que había empleado Eriol era como si a él le complaciera ir atando a toda aquella persona que se interpusiera en su camino.

- "Lo mismo sí, nunca se sabe que esconde una persona"- Ahora Eriol estaba mirando a Shaoran con un brillo juguetón en sus ojos. Esto hirvió de furia la sangre de Shaoran.

- "Hiragizawa, déjate de cachondeitos. Este chico ha intentado matarme con un cuchillo, ha venido, ha entrado y se me ha lanzado ha matar"- Resumió en breves y simples pero contundentes palabras.

- "¿Seguro que no le hicistes nada?"- Seguía bromeando la reencarnación de Clow.

- "¡Hiragizawa!"- Gritó exasperado Li.

- "Tranquilo, tranquilo. Hablando en serio, ¿estás segurísimo qué no le hiciste nada?"- Preguntó con el rostro más serio.

- "Cuantas veces lo tengo que repetir, entró y empezó a decir tonterías como: 'Te odio Li, siempre has sido el mejor en todo, siempre los demás bajo tu sombra' y después ha empezado a chillar que me iba a matar, que me muriera"- Relató recordando lo sucedido.

- "Y fue entonces cuando te intentó clavar el cuchillo, se clavó en la pared y tú le noqueaste"- El joven chino afirmó- "Ahora tenemos a un psicópata despierto intentando liberarse"- El joven seguía moviéndose y lanzando miradas asesinas a Li, intentaba por todos los medios liberarse de sus ataduras- "¿Alguna vez se ha comportado de esta manera?"

- "Jamás, siempre ha sido tranquilo, se lleva bien con todos, los estudios los lleva bien y sobre todo, odia la violencia, lo que me ha extrañado más todavía. Era lo menos que me esperaba de él"- Dijo en resolución a sus reflexiones.

- "Mmmm, que raro"- Los dos estaban pensando en el motivo de la locura del chico, no podría ser algo psicológico, debía de ser algo mágico lo que le hacía comportarse de esa manera, un cambio tan radical no puede ser así sin un estímulo y menos tan rápido sin que el estímulo sea 'mágico'- "Igualmente está drogado"- Propuso otra posibilidad Eriol.

- "Déjame que lo dude, le conozco desde hace varios años, no somos amigos en el sentido estricto de la palabra, pero creo conocerle lo suficiente como para saber que a él no la van esas clases de cosas, además debo añadir que la fuerza y la rapidez con las que me atacó fueron impresionantes"

- "Imposible, al futuro líder del clan Li le costó deshacerse de un chico sin poderes mágicos?"- Dijo gracioso, a Shaoran le había molestado ese comentario.

- "Hiragizawa, te soporto tus tonterías, pero jamás pongas en duda mis capacidades como luchador o hechicero"- Dijo en un tono muy frío, a varios grados bajo cero.

- "Deberías de relajarte más mi querido descendiente, te tomas las cosas demasiado, en serio, nadie ha criticado tu capacidad como guerrero ni como hechicero"- Eriol puso el rostro más serio, se veía que Shaoran se sintió ofendido. Los dos estaban en sus cavilaciones cuando sintieron algo, fue rápido, casi imperceptible, se miraron y después se oyeron gritos en el pasillo.

- "¿Y ahora que pasa?"- Preguntó Shaoran. Los dos se miraron y afirmaron con sus miradas. Fueron a la puerta para abrirla y descubrir la razón de tanto escándalo. Lo que vieron al abrirla fue a un montón de gente huyendo, en avalancha, de alguien. Se quedaron quietos para discernir el rostro de la persona. Era una chica que empuñaba un cuchillo y gritaba cosas absurdas.

- "¡Sois escoria! ¡Pura suciedad! ¡Sois la lacra del mundo! ¡Merecéis morir! ¡Pronto llegará vuestro fin!"- Esa chica si que estaba realmente loca.

- "¿Y ahora que?"- Se preguntó Shaoran- "Mucha de esta gente no posee poderes, no podemos utilizar nuestra magia delante de todos"

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "Sky creía que las Cards no aparecerían hasta la noche"- Dijo una muchacha encapuchada montando encima de una pantera blanca.

- "Que quieres que haga, yo no soy quién controla esas dichosas Cards"- Se quejó la pantera.

- "Anda y corre, tenemos que encontrar la fuente de todo, además si mal no recuerdo también hay otra Card en combinación con esta, porque dijiste que había dos"- Dijo apesadumbrada.

- "Ya que importa, de todas maneras te van a descubrir siendo de día"- Dijo la felina.

- "¡Sky!"- Gritó enfadada. La felina corría veloz y dio un salto en el aire para desplegar dos enormes alas y alzarse al vuelo. Tras ellas y en silencio permaneció un ser alado con el pelo largo y plateado, recogido en una coleta alta, con dos largos mechones a los lados. Su ropaje era blanco.

- "Señora, debería utilizar la brújula"- A la chica y a la felina les apareció una gota.

- "Jejeje, tienes razón"- Sacó una figura pentagonal y recitó unas palabras- "Cielo y Tierra, luz y oscuridad, vida y muerte, por el poder celestial que escondes revélame la estrella que me guiará en esta misión"- Y la figura se transformó en una estrella. Una luz blanca salió de ella mostrando una dirección- "Hacia allí Sky"- Dijo señalándole la luz que salía de la brújula.

- "Allá vamos, en busca de lo desconocido"- Dijo para darle emoción al asunto.

- "Deja de parecer tan dramáticamente exasperante"- Dijo frunciendo el ceño.

- "Solo intento darle emoción al asunto, tanta rutina te está haciendo aburrida"- Contestó la felina.

- "Nos acercamos"- Fue lo único que dijo el ser alado que venía con las otras dos después de su largo silencio.

- "Podías aprender de Tiankong"

- "¿Y convertirme en una aburrida amargada? No, gracias"- A este comentario, la otra guardiana la miró muy seria, tan seria que asustaba. A la felina alada se le apareció una gota en la cabeza- "No me mires así, ¿sabes que con esa actitud no encontraras novio?"- Dijo aún en tono burlón.

- "Sky, yo que tú dejaría de bromear, ya sabes como se pone con estas cosas"- Le susurró su ama. Al ver la intensa mirada que tenía en sus ojos. No se sabía en lo podría estar pensando ahora, pero intuían que no eran halagos hacia la pantera alada.

- "Jejejeje"- Rió nerviosa ante la insistente mirada asesina del ángel guardián- "Olvidemos lo que he dicho, borrón y cuenta nueva ¿eh?"- Intentó salir del lío en el que se había metido.

- "..."- El ángel no contestó, solo permaneció callada, mirando a su destino.

- "Mira, ya la has hecho enfadar"- Se quejó la chica encapuchada.

- "¿Y cómo sabes que está enfadada? Si siempre tiene cara de póker"- La otra guardiana la miró más amenazante y la gata sonrió nerviosa mientras que varias gotas de sudor empapaban su cara. Se podía ver la tensión entre las dos.

- "Calla"- La susurró al animal y miró su otra guardiana con una sonrisa- "Mirad, es uno de los pabellones"- Dijo señalando el lugar.

- "No hay duda, es una Card escapada de la Celda. Su presencia es notable, y está adquiriendo poder a mediada que infecta a las personas"- Dijo ahora realmente seria la felina alada.

- "Debemos de darnos prisa. Antes de que resulte alguien herido"- Las tres bajaron a toda velocidad.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

- "Tomoyo creo que en este campus están sucediendo cosas extrañas"- Comentó su amiga Nia.

- "Que cosas tienes, ¿qué te hace pensar eso"- Dijo graciosa, la verdad es que su amiga tenía una imaginación prodigiosa.

- "Segura que es otra de sus paranoias, ignórala Meiling, nuestra amiga tiene la olla algo ida"- Dijo Valerie. Meiling había acompañado a las chicas a recorrer el campus, para que mañana cuando comenzaran las clases pudieran guiarse lo mejor posible. Las dos chicas francesas empezaron a discutir, dejando detrás de ellas a Meiling y Tomoyo hablando pacíficamente.

- "Tus amigas son muy graciosas"- Dijo con una risita la joven china.

- "La verdad es que no suelen ser así, es que desde que llegamos, Nia cree ver sucesos paranormales por todas partes, todo comenzó desde que leyó que en Hong Kong confluyen fuerzas místicas, o por lo menos eso me dijo"- Dijo con una gota en la cabeza.

- "Si no fuera porque es verdad, diría que está loca tu amiga, pero lo que dice es cierto, en Hong Kong fluye todo tipo de magia, también hay que añadir que en esta competición hay hechiceros de todo el mundo, lo que es bastante curioso"

- "¿Hechiceros del todo el mundo?"- Preguntó la japonesa.

- "Sí, conozco a algunos de las reuniones que organiza el Consejo de Hechiceros, hay otros que sus apellidos me suenan por su larga historia familiar, la verdad es que hasta lo de ayer no me había planteado esta coincidencia"- Dijo al recordar el extraño comportamiento de su primo y su tía, escondían algo.

- "Seguro que no es nada"- Dijo Tomoyo- "Preguntémosle a Li y a Eriol y saldremos de dudas"- Dijo con una sonrisa- "No te preocupes, seguro que todo irá bien, todo saldrá bien"- Dijo recordando melancólica a su amiga de la infancia, esas palabras de aliento y esperanza que eran marca de su alegría y júbilo.

- "Eso espero, eso espero"- Las dos se callaron cuando de repente Meiling se chocó con alguien y cayó al suelo.

- "Perdón, lo siento, no miraba por donde iba y..."- Dijo una joven.

- "¿Estáis bien?"- Vinieron las dos francesas que vieron lo sucedido.

- "Sí, sí, no pasa nada, estoy bien"- Las chicas ayudaron a levantarse a Meiling.

- "De verdad que lo siento, es que mi novio y mis amigas estaban aquí y desaparecieron y como esto es tan grande"- Dijo atropelladamente, cuando un grupo de chicos vino corriendo.

- "¡Chiharu!"- Gritaron unas chicas.

- "¡Eh! ¡Aquí! ¡Rika, Naoko, Takashi!"- Agitó la mano en el aire indicándoles a sus amigos donde se encontraba.

- "¿Chiharu?"- Preguntó la futura diseñador con sombro, la joven se giró y la miro con desconcierto.

- "¿Sí? ¿Nos conocemos?"- Preguntó extrañada, no conocía a esa chica, pero la resultaba familiar.

- "Sí, soy yo, Tomoyo Daidouji"- Dijo entusiasmada de ver a su amiga de la primaria- "Y esta es Meiling Li. De la primaria Tomoeda"- Dijo contenta. Chiharu abrió ampliamente los ojos de asombro.

- "No puede ser. Tomoyo, Meiling"- Sus demás amigas llegaron casi sin aliento y vieron como las tres jóvenes se miraban con júbilo, Chiharu se giró a sus amigas y les informó de la buena nueva- "Chicas, son Meiling y Tomoyo"- Las dos recién llegadas japonesas miraron a las chicas indicadas y una sonrisa apareció en sus labios.

- "Imposible. ¿Tomoyo? ¿Meiling?"- Las cinco se miraron y tras un segundo de silencio se oyó un grito de las cinco.

- "¡Ahhhhhhhhhhhhh!"- Las cinco se abrazaron, se miraron y lloraron de alegría por el reencuentro después de tantos años.

- "Pero que bien estáis, creí que jamás os volveríamos a ver"- Dijo Chiharu aún intentado creer lo que estaba viendo.

- "Sí, os habíais ido hace tanto"- Dijo Rika, recordó con pesar cuando se marcharon.

- "Ni en la historia más fantástica hubiera esperado esto"- Añadió Naoko. A sus cuatro amigas les apareció una gota, a la mención de 'historia fantástica".

- "Hay cosas que nunca cambian"- Dijo Tomoyo.

- "¿Sabíais que en la antigüedad esta clase de reencuentros significaba un buen augurio? Y para que no se escapara el buen augurio se celebraban unas fiestas durante semanas al Dios de la suerte, se bebía todo tipo de bebidas, se comía y se ofrecían sacrificios, esto pasó de generación en generación hasta..."- El chico se calló al tirón de orejas de Chiharu.

- "Y si no me equivoco este es Yamazaki"- Dijo Meiling con una enorme gota en la cabeza.

- "Sin duda, hay cosa que jamás cambiarán"- Dijo Tomoyo con una sonrisa al ver como Chiharu controlaba a su novio al igual que cuando eran niños.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Los dos decidieron correr hacia la presencia que sintieron, estaban hablando de lo sucedido antes, pero la intromisión en sus mentes de esa presencia y el repentino alboroto del pasillo les hizo salir corriendo a averiguar de donde procedía. La chica que antes andaba loca por los pasillos fue controlada por ellos, se encargaron de desarmarla y atarla para que no agrediera a nadie, después volvieron a sentir algo, era algo más aparte de lo sentido antes, otras tres presencias más. Seguían corriendo hacia uno de los pabellones de la universidad. Se acercaban a su destino, las presencias se notaban más fuertes, más poderosas.

- "Li, la fuerza oscura es cada vez más poderosa, debemos estar preparados"- Eriol sacó su llave en forma de sol y Shaoran la esfera en forma de ojo de gato. Los dos seguían corriendo mientras empezaban a cambiar sus objetos de lucha. A Eriol se le formó un círculo bajo sus pies y un viento le rodeó, mientras cerraba los ojos y empezaba recitar unas palabras- "¡Oh llave que ocultas los poderes de las tinieblas! ¡Revélame la naturaleza de tu verdadero poder! Te lo ordeno por el rango que me ha sido otorgado! ¡Libérate¡ !Ahora!"- Conjuró Eriol, esas palabras hicieron que la llave que tenía en sus manos se convirtiera en una larga vara, con la forma del sol en la parte de arriba, un sol con hueco en el centro. En cambio Shaoran no necesitaba cambiar su objeto mágico mediante meras palabras, alzo la esfera con su cuerda y la puso a su frente. Cerró los ojos y se concentró, una luz se formo y el objeto se transformó en una espada. Los dos estuvieron corriendo en todo momento, corrían lo más rápido que sus fuerzas le dejaban.

- "Estoy notando anomalías en las auras"- Dijo Shaoran- "Parece ser que ha comenzado un enfrentamiento"

- "Sí, yo también lo puedo notar"- Eriol murmuró unas palabras y Shaoran notó como bajo sus pies dejaba de estar la firmeza del suelo, estaban levitando.

- "Podías haberlo hecho antes Hiragizawa"- Gruñó el chico chino al ver lo que su amigo estaba haciendo.

- "Todos tenemos un lapsus de vez en cuando ¿no?"- Dijo con una sonrisa- "Pero si no me equivoco, el gran heredero del Clan Li, también pude utilizar esta clase de hechizos"- Ante eso, Shaoran no pudo hacer otra cosa que lanzar un gruñido- "No te enfades querido descendiente, como he dicho, todos tenemos un lapsus de vez en cuando"- El chico le frunció el ceño a su amigo inglés.

- "Deja de llamarme 'querido descendiente', no estoy de humor para tus jueguecitos"- Dijo bastante enfadado, era la segunda vez que insinuaba algo sobre su capacidad sobre la magia.

- "Tu nunca estás de humor querido descendiente"- Al guerrero chino le reventaba como era Hiragizawa, siempre con sus jueguecitos y no sabía porqué pero él era su principal víctima. ¿Acaso no podía dejar de ser tan pedante?

- "..."- El joven mantuvo su ceño fruncido y acentuó la mirada asesina que siempre utilizaba, para convertirse en una terrorífica, que a cualquiera asustaría, excepto, como no, a Eriol.

- "Si sigues con esa expresión en tu cara, se te quedará así para siempre"- Dijo aún con la sonrisa en su rostro.

- "Maldita sonrisita"- Maldijo en su pensamiento el guerrero chino.

- "No deberías de pensar esa clase de cosas"- Shaoran se asustó y asombró, ¿acaso podía leer la mente?- "No, no leo la mente, solo es que eres muy predecible, siempre tienes ganas de matarme ¿o caso me equivoco?"- La cara de Shaoran empezaba a aumentar de temperatura y ha adquirir un color rojizo del enfado que la reencarnación de Clow le estaba provocando.

- "Serás..."- Iba a insultar a su acompañante cuando vio que se acercaban a su destino.

- "Mejor dejamos la discusión para después mi querido descendiente"- Y con la palabra en la boca, Eriol descendió hacia el pabellón.

- "Maldito su sentido del humor y su sentido de la oportunidad"- Juró y perjuró el chico. Después de lanzar maldiciones al aire contra Hiragizawa, le siguió y descendió hacia el pabellón.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Las chicas estaban hablando entretenidamente, después de años sin verse tenían que contarse tanto. La emoción del momento aún estaba en sus corazones y el júbilo del reencuentro de las chicas de la primaria Tomoeda era a rebosar. Las amigas de Tomoyo se marcharon, ya que en aquel cuadro no pintaban nada, Yamazaki también se marchó, tenía cosas que hacer, a parte de que no hacía nada en ese encuentro de amigas.

Se dirigieron a un banco para sentarse y hablar mejor. Naoko, Chiharu, Rika, Tomoyo y Meiling no pudieron evitar que alguna lágrima escurridiza se escapase de sus ojos, era tanta la alegría del momento que no entendían como era posible que no se hubieran desmayado. Reían y charlaban de sus vidas, de cómo les había tratado el destino y de muchas cosas más.

Yamazaki antes de marcharse no pudo evitar que alguna de sus 'fantásticas historias' se escaparan de esos labios mentirosos y como si el tiempo jamás hubiera pasado, Chiharu acercaba sus manos al cuello de su ahora novio y empezaba a agitarle enérgicamente. La vida los había tratado bien a todos, eran felices, sin grandes problemas. Naoko estaba estudiando para ser escritora. Rika estaba comprometida con el profesor Terada, que a pesar de su diferencia de edad, mantenían una hermosa y estable relación desde hacía varios años. Tomoyo les presentó a sus amigas francesas y les contó sus proyectos para convertirse en una gran diseñadora. Meiling por su parte les contó su deseo de convertirse en policia, una fijación, una obsesión, que con el tiempo se convertiría en realidad. Todo esto se debía a su falta de poderes mágicos, quería ser útil, combatir por el bien de la justicia, hacer el bien y mantener el orden, ahora estudiaba criminología.

- "Que alegría poder encontrarnos en esta Competición, pensé que jamás nos encontraríamos con vosotras, ha pasado demasiado tiempo"- Dijo esperanzada Rika.

- "La verdad es que esto ha sido obra del destino, estar todas aquí, reunidas, las amigas de la primaria"- Dijo Naoko.

- "Bueno, no todos, faltarían Li, Hiragizawa y..."- La voz de Chiharu se volvió quebradiza y triste.

- "Mi primo también está aquí y ese Hiragizawa..."- Al pronunciar el apellido del joven inglés a Meiling se le hinchó una vena de la cabeza- "También"

- "¿Conoces a Eriol Hiragizawa?"- Preguntó extrañada Naoko- "Creí que no lo conocías, al fin y al cabo, él llegó después de que tú te marcharas, además el día que viniste de visita, si no tengo mal entendido, no coincidisteis"- Reflexionó la futura escritora.

- "Por fortuna"- Dijo inaudible la china.

- "Nos chocamos con él y les presenté"- Aclaró Tomoyo.

- "Bueno, también falta ella"- Dijo Rika melancólica.

- "Solo de recordarlo se me encoge el corazón, desearía regresar al pasado y cambiarlo todo, seguro que si no nos hubiéramos ido seguro que jamás hubiera pasado eso"- Chiharu temblaba ante las palabras que decía, con el ínfimo recuerdo de la noticia la hacia temblar como una niña pequeña cuando tiene miedo de la oscuridad.

- "No hablemos de eso, me pongo triste de solo recordarlo"- Un helante frío invadió el cuerpo de Rika.

- "¿De que estáis hablando?"- Preguntó Meiling sin comprender de lo que hablaban sus viejas compañeras japonesas. Las tres se miraron con pena y dolor.

- "¿No lo sabéis?"- Preguntó Naoko con la voz como si estuviera a punto de echarse a llorar.

- "Si no nos decís que estáis hablando, por supuesto que no sabremos que estáis hablando"- El tono de la china empezó a subir, raspando el enfado.

- "No sé porqué, pero tengo el extraño presentimiento de que ha pasado algo"- Dijo Tomoyo llevando las dos manos entrelazadas al pecho- "Algo malo"- Las chicas bajaron la cabeza en silencio, lo que acentuó el pánico de Daidouji.

- "Fue hace mucho, como estabais fuera del país seguramente no os enterasteis, sería lo más lógico, yo tampoco estaba en Japón por aquel entonces yo me trasladé a Hokkaido, Yamazaki y Rika cambiaron de colegio, a uno en Tokyo y Naoko se marchó con sus padres a Kyoto. Por unos asuntos de papeleo volví a Tomoeda por unos días, fue cuando me enteré"- Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de Chiharu- "F... fue algo terrible... fue..."- El llanto la controló y Naoko la abrazó para tranquilizarla.

- "Por casualidad, Yamazaki, Naoko y yo también volvimos a Tomoeda, unos problemas con los papeles del colegio"- Explicó Rika no en mejor estado que sus demás amigas.

- "Contadnos, qué pasó"- Dijo Tomoyo nerviosa, ansiosa por saber cual era esa pena que cargaban sus corazones- "Porque pienso que le pasó algo a..."- Los ojos de Tomoyo empezaron a vibrar desesperados por una respuesta. Rika solo hizo un gesto de afirmación. Meiling también estaba presintiendo lo peor.

- "¿Qué pasó? ¿Qué ocurrió?"- La angustia que Tomoyo sentía ahora también la sentía Meiling.

- "Siento decirlo después de tantos años"- Rika hizo una pausa y cogió aire, contuvo sus lágrimas y en el momento que el aire que inspiró salía de sus labios, dijo- "Hace seis años murió Sakura"- Los ojos de Meiling y Tomoyo se ensancharon y gotas saladas corrían por las mejillas de las dos.

- "No, no, es mentira, es falso"- Repitió Daidouji- "¡¡¡¡¡NOOOO!!!!! ¡¡¡¡¡SAKURA!!!!!"- La chica se llevó las manos a la cabeza y cayó del banco apoyándose en sus rodillas, llorando desconsoladamente.

·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-·~-

Era una especie de payaso, un bufón de las antiguas cortes de la Edad Media. Era una mujer con el pelo corto y negro como el azabache, vestía con ropa a cuadros, con unos zapatos acabados en punta y un cascabel colgado al final de la punta de cada zapato. Llevaba un gorro que acaba en cinco puntas, también con cascabeles en su final. Los cascabeles eran negros como la misma noche. Todo en ese ser era blanco o negro, no había colores intermedios, ni siquiera un gris. La cara de mujer era blanca, a excepción de una línea negra que atravesaba el ojo izquierdo, los labios, finos y prolongados hasta una fina punta, también eran negros. La bufona llevaba en una mano unos cuchillos, afilados, sin ningún tipo de empuñadura ni mango. Como los cuchillos utilizados por los artistas de los circos.

Shaoran y Eriol vieron como esa bufona permanecía parada, sonriente, delante de tres figuras más: un ser alado, una pantera blanca, también alada, y una figura tapada por una capa. El sol empezó a cubrirse y unas nubes negras cubrieron el cielo antes despejado y soleado. La oscuridad invadió el día, en un abrir y cerrar de ojos había cambio el temporal del día.

- "Eres buena en este juego Cazadora"- Dijo la bufona- "Que gane la mejor"- Con esto, truenos y relámpagos se veía y oían desde el cielo, iluminando en parpadeos, por las ventanas altas del pabellón, a esas cuatro.

- "Hoy la presa será cazada, no lo dudes, hoy al igual que siempre la cacería acabará con mi victoria"- Dijo muy segura de sí misma- "No lo dudes. Hoy Card, serás sellada, que no te quepa ninguna duda de ello"- Un trueno sonó al terminar su frase la Cazadora. Ya no tenían dudas, esa chica cubierta con la capa, era la Cazadora, la chica de los manuscritos.

- "La profecía"- Pensaron a la vez el heredero del clan Li y su antecesor.

N. de la A.: Buenooooooooooooo, terminé este capítulo, quedó muy intrigante, jejejeje ^^UUU, lo q va a ser un problema, ya q no podré subir el siguiente capítulo en muxoooooooooooooooooooooo tiempo, se los aseguro, me tardaré muxo en subir el siguiente. La razón: Último trimestre del curso = Exámenes hasta debajo de las piedras. Yo creo que hasta junio nada, incluso puede que se demore hasta julio, intentaré q sea lo antes posible.

¿Qué tal quedó este capítulo? He dejado muchas preguntas en el aire y creo que cada día me extiendo más en los capítulos, si son demasiado largos ¡díganmelo!.

Bueno, solo me queda decir q me manden sus opiniones, xfiiiiiiiiiii, díganme que horrible está el fic ^^UUUU. Verduras y frutas, junto con un que otro comentario, sugerencia, etc a eternal_phoenix_light@yahoo.es

Bye,

Kassy99