25 de Junio del 2002
- "diálogos"
·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario
Recuerdos
- "Pensamientos"
Competición, juegos del destino.
Capítulo 7: 2 Cards en un día
Conmoción en el campus
By: Kassy99
Lucha con todo tu VALOR
Enfréntate a tu DESTINO
Solo juega para GANAR
Y sigue hasta alcanzar el final
En la batalla no habrá PIEDAD
Así que guíate por tu instinto
Que solo hallarás en el CORAZÓN
Porque la VERDAD la encontraras
En el JUEGO que el destino te preparó
Así que: ¡Qué gane el MEJOR!
La lluvia brotaba de las nubes negras que se hallaban en el cielo. Los truenos eran la única luz que iluminaba el pabellón y las sombras de las gotas que se escurrían en los cristales se reflejaban contra el suelo, donde cuatro seres se enfrentaban con las miradas, no muy lejos y expectativos de lo que iba a suceder, se encontraban Eriol y Shaoran.
- "Maldita Cazadora, jajajaja, hoy será el día de tu muerte, jajajaja, nada ni nadie podrá salvarte de tu final"- Dijo mientras que la mano que sujetaba los cuchillos se alzaba hacia el frente. Tenía 4 cuchillos, cada uno situado entre sus dedos. Movió su mano recta y rígida hacia su lado y con una mirada tenebrosa y sangrienta entrecerró los ojos. Rápidamente movió la mano hacia detrás y desde el lateral, con un fuerte impulso de su brazo lanzó los cuchillos hacia la chica encapuchada.
- "¿Acaso no sabes que conmigo no funciona dos veces el mismo truco?"- Dijo con tono arrogante. La chica saltó para evitar la llegada de los hierros cortantes.
- "Lo sospechaba"- Los labios de la bufona se curvaron en una sonrisa. En el salto la chica giró la cabeza y vio como aquellos cuchillos se acercaban por la espalda, habían girado de improvisto. La chica que hasta el momento no tuvo que emplear al poder de su llave, se vio obligada a meter la mano en los ropajes y sacar su amuleto, su arma.
- "¡Oh llave que ocultas los poderes del cielo, revélame la naturaleza de tu auténtico poder, te lo ordeno por el rango que me ha sido otorgado! ¡Libérate! ¡Ahora!"- Una luz mágica se había formado bajo sus pies y un círculo apareció, después de que un torbellino de luz y viento la rodearan, la llave que tenía delante de ella se alargó hasta convertirse en una larga vara e inmediatamente invocó el poder de una Card- "Por el poder que el cielo me concedió en esta misión. ¡Fly! Dame alas para alcanzar el firmamento"- Dos enormes y blancas alas salieron de la espalda de la joven.
La capa, oscura y pesada impedía el total despliegue de las alas. La chica se llevo las manos al cuello y empezó a desatar el nudo que sujetaba la capa para cogerla y lanzarla a lo alto, a lo que la capa cayó al suelo. Bajo esa capa dejó ver un traje blanco, al igual de pálida que la piel de la chica. El traje constaba de dos piezas, arriba se componía de una camisa china de mangas cortas y cuello alto que le llegaba a la altura del ombligo. La camisa tenía los botones plateados y unos bordados plateados en el cuello y las mangas. En la parte de abajo vestía una falda larga de cintura baja con dos aberturas laterales y que le llegaba por encima de los tobillos. Las aberturas llegaban hasta mitad del muslo. La falda también tenía bordados plateados: por la cintura, la parte de las aberturas y la parte inferior de la falda. La cara estaba tapada con un velo, como las misteriosas bailarinas exóticas de oriente. La única parte visible eran los ojos, verdes, eran brillantes como la más valiosa gema. A Shaoran se le estremecieron los huesos al ver a un ángel, a un ángel de ojos verdes. La chica también tenía cubierto el cabello con un largo velo. A causa de esto no se podía distinguir ningún rasgo facial más excepto sus ojos, ni la forma del rostro ni la altura donde el cabello le llegaba, quizá era corto, pero no lo sabían porque estaba recogido y el velo tapaba la forma del peinado.
- "Un ángel..."- Dijo Shaoran- "... de ojos verdes"- Ante lo que había dicho inconscientemente se dio cuenta de que le era familiar esa descripción. Fue entonces cuando una imagen pasó por su mente, una imagen rápida y fugaz, el chico parpadeó y movió rápido la cabeza, se llevó los dedos pulgar e índice a la frente- "¿Qué ha sido esa imagen?"- Pensó dubitativo. De repente sintió la mirada de Eriol sobre él y este movió la cabeza señalándole la escena. Cuando vio lo que sucedía a su frente vio como la chica volaba esquivando los cuchillos que la bufona lanzaba, parecían no terminarse nunca.
- "Si continua atacándome de manera tan insistente me va a alcanzar"- La chica volaba más alto o bajaba bruscamente para evitar que la cortasen, las guardianas permanecieron quietas, mirando a la joven desde un rincón del pabellón, la chica no podía pedirles nada, el día que decidió ser la Cazadora tomó una decisión y nadie la haría cambiar de pensamiento. Más tarde, sus guardianas optaron por una aptitud algo extraña, la empezaron a decir que hasta que ellas no lo creyeran necesario no la ayudarían, que hasta que ella no aprendiera algo muy importante no harían nada, no sabía la razón de ese pensamiento, pero lo había aceptado, no iba a negarse, después de todo había creído que iba a ser muy sencillo, que la misión que la habían encomendado era algo que sería capaz de controlar, no sabía en que error estaba. Las guardianas se quedaron impasibles, serias, esperando a algo, cuando notaron el acercamiento de dos auras.
- "¿Por qué no la ayudáis?"- Interrumpió de repente la reencarnación de Clow que se había acercado hasta las guardianas. Ninguna de las dos se dignó a girar sus cabezas a ver a los inesperados espectadores.
- "Mira por donde, la mismísima reencarnación de Clow, bueno, en realidad su mitad"- Dijo sarcástica la pantera blanca sin mirar a la persona de la que estaba hablando.
- "¿Qué? ¿Cómo sabéis eso?"- Preguntó el descendiente de Clow al ver que la identidad de Eriol era conocida por las guardianas.
- "Simplemente, lo sabemos"- Aquella contestación por parte de la pantera hizo que el ambiente se cargase de un aire pesado y misterioso. Eriol no se inmutó, permaneció serio, como había hecho a lo largo de su vida, permaneció quieto, observando, escuchando, intentando hallar la verdadera respuesta a la pregunta que jamás se formulaba, a la pregunta que nadie quería formular. Shaoran miró a la chica, allí, en medio del lugar, sin la protección de sus guardianas y una pregunta se le cruzó por la mente y no dudó en formularla.
- "Sois sus guardianas, si no me equivoco, en cambio permanecéis aquí, quietas e inmóviles, mirando como es atacada, con el riesgo de que puedan hacerle daño, no es un acto muy loable de vuestra parte"- Criticó Shaoran seguro de que eso molestaría a las guardianas.
- "Lo que hagamos o dejemos de hacer es asunto nuestro, nosotras somos las encargadas de esto y sabemos muy bien lo que tenemos o no que hacer"- Respondió otra vez la felina. El ser alado que estaba a su lado permaneció mirando la batalla, sin atender a la conversación que su compañera estaba manteniendo con los dos hechiceros. Era un ser de pocas palabras.
- "Es muy raro en unos guardianes, jamás he visto guardianes que no se desvivan por proteger a sus amos"- Dijo Eriol con la mirada seria apoyando la teoría de su querido descendiente.
- "Nosotras no seguimos esos actos humanos, no nos regimos por sentimientos vanos y estúpidos, tenemos una misión y la seguiremos hasta el final de nuestros días"- Contestó de nuevo la felina, esta vez con tono más rudo- "Fuimos creadas para un solo propósito y lo seguiremos cueste lo que nos cueste"- La sequedad y la seriedad de sus palabras eran como los golpes de un martillo- "Esto es por su bien, el pasado no se volverá a repetir mientras podamos evitarlo"- Pensó.
- "¿Y cuál es esa misión tan importante como para arriesgar la vida de vuestra ama? Porque es vuestra ama ¿no es así?"- Shaoran acentuó el tono serio de la conversación, empezando a dirigirla hacia un terreno de guerra verbal.
- "Ella nos encontró, ella nos liberó, ella nos ha cuidado, ella se ha ocupado de nosotras desde que la conocimos, la consideramos nuestra ama, pero no lo es, no puede llamársela de esa manera, al fin y al cabo no es quien nos creó"- La guardiana movía sus ojos según la batalla avanzaba. La chica estaba teniendo problemas para contener a la bufona.
- "Esa actitud que tenéis puede ser comprensible, no es vuestra creadora. Pero no lo es el hecho de que dejéis de lado el que ella es un ser viviente que tiene derecho a vivir, por lo tanto debería de ser protegida, ella os liberó, no escogió esto y vosot..."- La guardiana alada, que había permanecido ajena a todo, dejó ver su rostro impasible y habló ante lo que decía el guerrero chino.
- "Os equivocáis joven hechicero, ella escogió, siguió lo que su ser le decía, jamás fue obligada a hacer nada, ella eligió el rumbo que quería que su destino marcase. La advertimos de los peligros, de los riesgos que correría su vida. Ella escogió el camino que quería llevar, ahora acarrea con las consecuencias de su decisión y no está arrepentida"- Los cuatro vieron como la chica había pisado tierra, en su mirada había un tono decisivo, iba a realizar un movimiento contra su adversario.
- "Ya es hora de dejar estos jueguecitos, ahora vamos en serio"- La chica cogió su vara firmemente mientras la bufona volvía a lanzar los cuchillos, la Cazadora puso en su frente la vara y dijo- "Eterna luz celestial que eres guía de mi poder. Acude ahora a mis súplicas"- La chica cerró los ojos y los volvió a abrir con fuerza, abriéndolos en su magnitud- "Espada y daga son mi elección, así que cumple mi petición"- La chica fue envuelta en una luz, los chicos se taparon los ojos ante tal desprendimiento de claridad, cuando pudieron ver lo que había pasado vieron a la chica con una espada en la mano y una daga en la cintura. La chica esperó a que llegaran los cuchillos y con un rápido y ágil movimiento bloqueó las hojas cortantes de esos traicioneros puñales y los tiró al suelo. La bufona no pareció darle importancia y empezó a reír descontroladamente.
- "Jajajaja. Vamos a seguir jugando un poco más. Jajajaja, ahora probaremos con otra cosa a ver si podéis sobrevivir a esta"- La bufona empezó a dar saltitos y a hacer piruetas sosteniéndose con una mano y después volviendo a estar de pie. Se paró y empezó a dar vueltas y vueltas sobre sí misma, como si de una peonza se tratase. La Card empezó a girar con fuerza cada vez a más velocidad, muy pronto un torbellino se formó a su alrededor, la bufona seguía dando vueltas y vueltas en el interior del torbellino de aire, después de un momento el torbellino se separó de ella. El embudo de viento se dirigía hacia la Cazadora, unas cosas brillantes que parpadeaban en el interior de ese embudo gigante llamaron su atención. La Cazadora entrecerró sus ojos esmeraldas para intentar descubrir que era eso que parpadeaba. La bufona seguía girando, no había parado desde que comenzó a girar, desde sus pies empezó a subir el viento, formando otro remolino de aire, llegó hasta la cabeza y subió por encima de ella hasta llegar casi al techo del pabellón. Después de un momento otra vorágine de viento se separó de la bufona y se dirigió hacia la chica. La bufona empezó a parar lentamente hasta quedar frente a la hechicera con una enorme sonrisa en sus labios. La Card se puso recta y alzó las manos, cerró los ojos y lentamente fue separando los brazos dejándolo a los lados, a su vez, los torbellinos fueron separándose en dos hasta quedar 4 remolinos, arrinconando a la hechicera, cada uno por un lado- "Jajajaja. Estos remolinos te despedazaran. Al final de ti solo quedara polvo, no quedara ni resto de tu existencia. Jajaja"- Reía como una loca la Card. La verdad es que la situación de la joven Cazadora era precaria, estaba acorralada, no podría evitarlos, al aire no se le puede atacar con armas. Optó por sacar una de sus esferas blancas y ponerla en la espada.
- "Será mejor que esté preparada para capturar esta Card, después de enfrentarme a esto tendré que ser rápida para que no tenga tiempo de realizar otro ataque"- La chica miró sigilosamente a las cuatro columnas de viento, esperando un movimiento.
- "Está acorralada"- Dijo Shaoran- "Esos torbellinos tienen algo peculiar"- Dijo fijando su mirada en esas cosas parpadeantes del interior de los remolinos.
- "Tienes razón mi querido descendiente, en el interior de esas columnas de aire, hay algo, pero no puedo discernir que es por el veloz giro de movimiento"- Dijo Eriol agudizando la vista hacia eso que volaba en el interior de los remolinos.
- "Deberíamos ayudarla"- Concluyó Shaoran- "Esperar aquí a que la maten no solventará el problema, además necesitamos explicaciones"- El hechicero chino iba a abalanzarse a ayudar a la chica, pero en su camino se interpuso la minina.
- "Nadie te ha dado vela en este entierro chico"- Dijo seria y con tono enfadado.
- "¿Quieres que esperemos a que la maten?"- Preguntó impaciente.
- "¿No es lo que habéis hecho desde vuestra llegada?"- Dijo la felina. Esto enfadó a Shaoran- "Os hemos dicho que permanezcáis al margen de este asunto, esta batalla es cosa nuestra, no necesitamos hechiceros de pacotilla que metan sus narices donde no les llaman"- La felina estaba algo enfadada. La hostilidad que tenía hacia ellos se vio desde el primer momento que estos se acercaron a ella. No ocultaba su antipatía por ellos, sino todo lo contrario, la dejaba relucir.
- "Li, será mejor que no actúes, tienen razón, no es asunto nuestro"- El inglés posó una mano en el hombro del chico tranquilizándolo, al joven solo le hervía la sangre. No conocía a la chica, pero no era motivo suficiente para dejarla sola para que la mataran, no tenía tanta sangre fría.
- "¡¿Cómo podéis estar quietos viendo como intentan matarla?! ¡Por amor de Dios! No estamos hablando de un objeto, sino de un ser vivo. Una persona"- Los tres giraron al grito ahogado de una voz femenina. Vieron ante ellos a la chica arrodillase por un corte en el costado. La chica perdía sangre por la herida.
- "Joder, esas cosas que parpadeaban era el reflejo de la luz sobre unos cuchillos"- La joven estaba de rodillas, mirando a los torbellinos, no se había percatado de la llegada de uno que la rozó y la rajó un costado- "Piensa, piensa, que puedo hacer para detenerlos, que Card debería emplear"- La chica estaba pensando lo más rápido posible- "Windy no, podría ser contraproducente utilizarla, no sé si el viento contra el viento provocaría un poder mayor sobre esos torbellinos, otras cartas elementales tampoco, Firey no detendría el viento, Earthy tampoco, Watery... espera, podría funcionar, pero no sé si me dará tiempo a realizarlo sobre los 4 torbellinos. Intentémoslo, no perderé nada por intentarlo"- La chica afirmó con decisión y se levantó con dificultad, tenía un corte bastante profundo, pero aún parecía tener fuerzas como para poder luchar contra los remolinos de viento que creó la bufona. Cogió la espada con fuerza y la puso enfrente de su rostro, con los ojos cerrados. La joven empezó a concentrarse y una luz proveniente de la esfera empezó a emanar. Abrió los ojos y puso la espada recta, con el brazo horizontal y la espada al mismo nivel que el brazo, como si fuera una prolongación de él. Con el filo recto, paralelo al suelo. La esfera dirigía su brillo hacia arriba, hacia el techo del pabellón. Abrió los ojos de golpe y empezó a musitar unas palabras- "Por el poder que el cielo me concedió en esta misión. ¡Watery! ¡Ahoga con tus aguas a estas espirales de viento!"- Un objeto salió de la esfera incrustada en el arma. Algo giraba, brillante, hasta que lentamente se frenó y se pudo apreciar una Card, una Card rosa.
- "Es imposible"- Murmuró Shaoran.
- "No puede ser"- Siguió Eriol. Los dos acaban de notar el color de las Cards, antes no se habían fijado en ese detalle.
- "Una Sakura Card"- Dijeron los dos atónitos sin poder disimular su asombro. Que hacía esa chica con una Card de Sakura. Nadie podía controlar las Card excepto su ama.
- "Creía que ya habíais visto esas Cards, ¿por qué tanta sorpresa?"- Dijo la pantera blanca.
- "Esas Cards solo las puede utilizar su ama y a menos que ella sea susodicha persona, es imposible que pueda controlarlas"- Dijo Shaoran con indignación. Esas dos guardianas eran demasiado serias y ariscas.
- "Aún hay mucho que debéis aprender joven"- Dijo la guardiana de pelo blanco que estaba mirando la lucha tranquila y con los brazos cruzados- "No es necesariamente preciso ser la ama de esas Cards para controlarlas"
- "Sí lo es si esas Cards siguen bajo el poder de su ama, esas Cards tiene el nombre de su ama, su magia fue la que creó esas Cards, es imposible que otra persona pueda utilizarlas"- Dijo con indignación.
- "Debéis saber que hay muchas cosas que no conocéis de nosotras y puedo aseguraros que nada es imposible en este mundo. Todo lo que vuestra mente pueda imaginar es solo una ínfima parte de lo que os podría sorprender. Hay cosas, más allá de lo que un ser humano puede llegar a imaginar, cosas que jamás ha visto y jamás verá, cosas que tacharían de 'imposible' cuando todo... todo en este universo, mejor dicho, en esta dimensión y tiempo, se puede cumplir"- Shaoran miró con recelo a la felina, de repente oyó el ruido de agua y seguido fijó de nuevo su vista en la batalla, para ver como ahora los remolinos de viento habían pasado a ser remolinos de agua.
- "Cazadora, jajajaja, ¿Acaso queréis ayudarme a mataros?"- La bufona reía frenéticamente mientras daba saltitos y bailaba como una loca- "Jajajaja, la Cazadora está loca, es una suicida y morirá en este día. Jajajaja"- Seguía dando saltitos y bailando, alternando los saltos en un pie y en otro.
La Cazadora se encontraba malherida, estaba agotada y su fuerza estaba disminuyendo. Respiraba con dificultad, sudaba y su corazón latía con fuerza desesperado por descansar. Aún con todo ese agotamiento, en la cara de la chica se reflejaba una iluminada sonrisa. Tenía planeado algo, un brillo intenso lo demostraba en sus ojos. La chica se puso recta de nuevo, después de que hubiera llamado a la Card del agua había sido atacada por los remolinos, ahora con mayor fuerza que antes, los pudo esquivar, pero ya era hora de contraatacar. Puso su espada como antes y volvió a mencionar unas palabras
- "Por el poder que el cielo me concedió en esta misión. ¡Freeze! ¡Congela a tu oponente!"- De la Card que salió de la esfera, apareció un pez enorme de hielo, que congeló a los remolinos que ahora eran de agua. La bufona se paró cuando vio que su plan estaba siendo arruinado. La payasa no se percató, pero el agua había cubierto sus pies y había alcanzado sus rodillas, ahora el hielo había paralizado sus piernas.
- "Pero que demonios..."- La payasa miró a sus pies y vio que estaban helados dejándola inmóvil para girar. La Cazadora tenía una sonrisa victoriosa al ver que la payasa no tenía escapatoria. Alzó la espada, la puso horizontal a la altura de su pecho y corrió a envestir a la bufona paralizada, en un rápido movimiento clavó el arma en el pecho de la bufona y esta abrió los ojos de asombro- "Jajajaja, al final me has vencido, jajaja... jaja... ja... j... a"- La cabeza de la bufona cayó por su peso, sin fuerza y sin vida. La chica se quedó quieta, con la cara mirando al suelo, mientras el hielo que estaba a sus pies se mezclaba con las gotas cálidas y saladas que caían de sus esmeraldas.
- "Lo siento"- Murmuró la joven. La bufona se deshizo en polvo negro que ahora giraba alrededor de la espada de la chica, la esfera empezó a soltar también un polvo blanco. Se entrelazaron y al final se mezclaron hasta estar concentradas en una misma sustancia. La sustancia se reunió encima de la esfera y un brillo fue lo último que se divisó. Ahora flotando encima de la espada estaba una Card, negra por detrás y con el dibujo de una bufona, con los brazos cruzados, sujetos con una camisa de fuerza. Debajo se pudo leer- "'The Madness', La Locura"- La chica leía el nombre de la Card sin alegría ni satisfacción. Algo que debería de tener después de haber capturado a una Card. La expresión de su rostro mostraba una suma tristeza. La joven estaba tan distraída en sus pensamientos que no se percató de que gota a gota teñía el suelo de rojo. La tela que cubría su costado estaba roja, la delicada tela estaba empapada de una intensa tinta roja. La chica empezó a sentirse cansada y pesada, pero aún así seguía sintiéndose triste- "Después de todo, un día fueron..."- La chica no terminó lo que dijo porque su cuerpo cayó pesado sobre el suelo.
- "Ama"- A la felina le urgió una enorme desesperación al ver como su ama caía al suelo, pálida, al igual que un diente de león que coges del aire con las manos y lo sujetas entre ellas. Cuando lo aprietas cerrando tu puño se deshace en el aire. La felina salió hacia donde su ama yacía en el suelo. Eriol y Shaoran, que por decisión de no entrometerse no habían intervenido en la batalla entre la Card y la Cazadora, fueron también a socorrer a la joven, pero la otra guardiana de la chica se puso en el camino de los chicos.
- "No"- Fue lo único que dijo la austera guardiana. Shaoran se sorprendió ante el gesto del ángel, Hiragizawa solo permaneció serio, sin mostrar lo que pensaba bajo esa fachada.
- "¿Pero qué dices? ¿No ves que morirá si no hacemos algo?"- Inquirió el joven chino.
- "Y haremos algo, 'nosotras' haremos algo"- Remarcó la guardiana- "Vosotros dos no os inmiscuyáis, no tiene nada que ver con vosotros.
- "No somos quién para inmiscuirnos, pero aún así, ella es un ser vivo y todo ser debe ser ayudado si lo necesita"- Interrumpió Eriol antes de que Shaoran saltara con algo elocuente, pero irrazonable.
- "Ella ya está siendo ayudada"- Dijo secamente.
- "¿Por vosotras? Déjame que lo dude"- Dijo Shaoran sarcástico.
- "No des los hechos por concluido tan pronto. Reencarnación de Clow, deberías controlar mejor el genio de tu descendiente"- Una vez más en aquella tarde tormentosa, los dos hechiceros fueron sorprendidos por el conocimiento que las guardianas tenían sobre ellos. ¿Qué más sabrían?
- "¿Cómo puede ser que sepáis tanto de nosotros y en cambio nosotros no sepamos nada de vosotras?"- Preguntó iracundo, ya fuera de control el guerrero del clan Li.
- "Nosotras fuimos creadas por un propósito"- Fue lo único que contestó. La felina había cogido a la chica desmayada y la había puesto sobre su lomo. El ángel que bloqueaba el paso de los chicos lo vio de refilón y en el momento que su compañera se alzó al vuelo ella fue detrás. Li intentó correr para perseguirlas, pero la mano firme de Eriol le detuvo. El inglés negó con la cabeza. Shaoran simplemente lanzó un improperio al aire.
- "Mierda"- Las tres figuras desaparecieron por una ventana alta del pabellón, en medio de la tormenta.
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La chica estaba inconsciente, dormida en una cama, en un sueño profundo. Poco a poco abría los ojos, esos pesados párpados que antes le ocultaron la realidad. Se frotó los ojos y los abrió completamente, estaba en un cuarto desconocido, sumido en la oscuridad. Se sentó en la cama y miró a su alrededor vio que la ventana del cuarto estaba con las cortinas abiertas y que en el exterior se podía ver que aún llovía. Sintió un leve dolor en el costado y una presión sobre ese dolor. Miró hacia abajo y vio que la habían cambiado de ropa, se levantó la camiseta que llevaba puesta y vio que estaba envuelta con vendas. La chica volvió a dejar la camiseta como se hallaba antes y se giró para ver el reloj que había en la mesilla de al lado, el reloj marcaba las 8, seguramente de la tarde. Estaba algo aturdida y desorientada, ¿qué había pasado?
- "¿Cómo he llegado hasta aquí?"- Se preguntó a sí misma. La chica oyó un sonido desde la puerta, una mujer entró en la habitación. Por la oscuridad que cubría el lugar la chica no pudo ver bien su rostro, pero sabía quién era- "¿Y Kira?"- Preguntó al no ver a la pequeña guardiana cerca de su lado.
- "Kirina está de patrulla, supongo que te informó de que había dos Cards, por lo que está buscando la otra"- Le informó.
- "¿A ocurrido algún suceso extraño?"
- "Sí, cuando te trajimos, te curamos la herida y después salimos, Kirina a patrullar y yo a averiguar si algo se había salido de lo normal. Descubrí que algunos chicos se descontrolaron, dijeron que se volvieron 'locos' de repente"- La chica supo que todo se debía a la Card que acababa de capturar.
- "Entonces ya están bien, después de sellar la Card, deben de haber recuperado su cordura"- La mujer negó con la cabeza, fue en aquel momento cuando volvió a preguntar- "¿No?"- Dijo sorprendida- "Eso es imposible"- La chica estaba segura de que había capturado la Card, entonces... ¿por qué no volvieron a la normalidad?
- "Si no me equivoco, esta Card provocó sus actos de locura, pero algo los incitó, quiero decir, que ya había algo que los había preparado para el enloquecimiento, la Card solo manifestó hasta los límites lo que sentían en forma de locura"- Explicó la mujer mientras se sentaba en un sillón cerca de la cama.
- "Eso quiere decir, que la otra Card que andamos buscando creó unos estímulos"- La mujer alcanzó la cama y se sentó junto a la chica.
- "No, no, tanto tiempo y aún sigues sin recordar que estas Cards, no utilizan el mal en sí, solo sacan lo que hay en lo profundo de nuestros corazones. El día que capturaste la Card 'The Greed', en la Competición en EEUU, te expliqué que todos en ese día querían ganar, la Card lo único que aumento fue..."
- "Su avaricia, sus ansias de ser los mejores les llevó a que la Card de la Avaricia se apoderara de ellos y por eso se descontrolaron y empezaron a jugar sucio, sí, me acuerdo"- Dijo la chica apesadumbrada.
- "Sabes que tienes una misión y que te debes a ella, es tú deber, es tú obligación"- Remarcó la mujer, sus palabras eran duras, pero tenía que ser así, ella tenía que comprender que tenía un objetivo que cumplir, que fuera lo que fuera a pasar tenía que anteponer su misión a sus sentimientos, en esta lucha, solo valía lo que al final resultase.
- "Es mi destino"- Susurró la joven entre su respiración. Así fue y así será, por siempre, no sabía si había nacido para esto, no sabía como fue su niñez, pero una cosa sí sabía, que fue entrenada para esto, que olvidó otra vida para cumplir esta misión. Enterró un pasado pero descubriría un futuro, quizá algo incierto para ella, pero un futuro ya marcado por el destino.
- "Será mejor que descanses un poco más, queda poco, lo puedo sentir, esta noche tendrás que dar lo mejor de ti, cada vez se hacen más fuertes"- La mujer se puso de pie y miró a través de la ventana, al exterior.
- "Al igual que él"- Dijo la chica seria.
- "Aún nos quedan muchas por capturar, será mejor hacerlo pronto, antes de que la sucesión de tormentas termine, después vendrá la noche de la luz de rubí y el último día, el día nocturno, ese día será el fin y sabes que en ese momento será mejor tener en nuestro poder todas las Cards o será nuestra perdición, la perdición de la raza humana"- La mujer se giró con sus brazos cruzados y miró fijamente a la chica, la chica tenía una mirada dura, fría, pero triste.
- "¿Cómo me puedes decir todo esto? ¿Sabes el dolor que me causa ver como mato...?"- La chica tenía las manos en el pecho, agarrando la camisa con fuerza.
- "¿Cards?"
- "No. Tú sabes muy bien que no son solo Cards, que no solo son un instrumento mágico, tienen...
- "Alma"- La mujer volvió a darle la espalda a la chica para fijar su mirada en el infinito, en la nada- "No puedes hacer nada, así decidió el destino que fuera su camino, ellas decidieron por su propia cuenta, jamás nadie las obligaron a nada, tú lo sabes muy bien, creí habértelo dejado muy claro"
- "Lo sé, sé que fueron cosas del pasado, pero cada vez que les clavo el filo de mi espada siento su dolor, siento su pena, su tristeza, siento como han sufrido durante todo este tiempo. Esas Cards como tú las llamas, han estado encerradas durante siglos en ese libro, un libro oscuro y sombrío, que puede causar la destrucción de la raza humana, pero sabes bien que ellas no son las causantes de tal daño, sabes bien que ellas solo son almas que tuvieron un..."
- "¿Destino injusto?"- La chica apretó los dedos y agarró fuerte la sábana que le cubría las piernas- "Sabes que el destino no es justo, solo es algo que sucedió, algo que tenía que suceder, nada lo hubiera cambiado. También sabes muy bien que todo en esta vida tiene un propósito, no nacimos en vano, no nacimos por nada, nacimos con un papel en el juego que es la vida, unos más importantes que otros, pero después de todo, todos involucrados en lo que nos tiene preparado este juego. No somos quienes para juzgar lo que está bien o lo que está mal, solo interpretamos papeles ya escritos, aunque intentes cambiar algo, no podrás, siempre llegarás al mismo destino, siempre"- Un relámpago irrumpió en el cielo e iluminó el oscuro campus. La chica permaneció con los puños cerrados, no podía evitar sentirse así, era tan grande la impotencia que sentía. La sensación de no poder hacer nada, de ser incapaz de cambiar algo que ya estaba predestinado a que sucediera, que solo habían nacido porque así lo puso el destino, una palabra tan insignificante pero con tanto poder.
- "Me dices que soy una necia por seguir pensando que podré cambiar mi sino, pero tengo la fe, la esperanza de que cada uno domina su propia vida y que por mucho que el destino nos intente controlar, nuestra fuerza de voluntad, nuestras ganas de vivir son más fuertes que sus hilos de titiritero. Cada uno es dueño de su propio destino, nadie podrá arrebatarnos como deseamos vivir nuestra vida, nadie podrá, nadie"- La chica estaba segura de sus palabras. La mirada de la mujer miró al cristal para ver el reflejo de la joven en él. Tenía una mirada decidida, segura de lo que acababa de decir.
- "Pronto cambiarás de opinión, la vida no es como crees que es. Piensas que puedes controlar lo que te rodea, pero en realidad no sabes nada, no te das cuenta de la realidad y eso nos dará problemas"- La mujer cerró los ojos con pesar y resignación- "Quizá por eso es por lo que fuiste elegida"- Volvió a abrir los ojos y en sus labios se apreciaba una leve curvatura.
- "La elegida para ser la Cazadora"- Dijo con desdén.
- "Más, mucho más que eso mi pequeña"- Pensó la mujer.
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Sus ojos estaban perdidos en la oscuridad, su cabello tapaba sus ojos, ocultándolos de todo lo que le rodeaba, sus brazos detrás de su cabeza, su cuerpo tumbado en la cama. Aún intentaba asimilar lo que había sucedido aquella tarde. ¿Cómo había llegado hasta ese estado? Ah, sí, ya recordaba. Todo comenzó cuando volvió del pabellón con Eriol, después de la lucha entre la Card y la Cazadora.
Shaoran y Eriol volvieron caminando, los dos con un paraguas cada uno, decidieron que sería mejor no llamar la atención, en ese campus había mucha gente. Por eso decidieron que lo mejor era invocar unos paraguas ya que sería muy extraño ver a dos chicos andando sin paraguas en medio de la lluvia y sin mojarse.
Los chicos caminaron pensativos, ninguno de ellos comentó nada de lo que había sucedido, era algo increíble lo que había pasado, tan pronto las guardianas se mostraban ajenas y frías a lo sucedido como se preocupaban de su ama. Era algo complejo intentar desenmarañar lo que pensaban. Shaoran estaba pensando, muy callado, aún no sabía por qué, pero antes, cuando vio a la chica utilizar a Fly y ver sus alas, le recordaron a un ángel.
- "Es muy extraño"- Dijo en alto Eriol.
- "¿El que?"- Dijo en el momento que Eriol le despertó de su profundo razonamiento.
- "No me digas que mi querido e inteligente descendiente no se ha percatado de tan evidente curiosidad"- Siempre con su sonrisa en el rostro hacia que Li hirviera de rabia y más cuando se refería a él como su 'querido descendiente'.
- "¿Darme cuenta de que Hiragizawa?"- Dijo exasperado ante los jueguecitos.
- "De que las Cards que utiliza nuestra misteriosa doncellas..." El joven fue interrumpido por la llegada de una joven que corría bajo la lluvia sin paraguas.
- "¡Meiling! ¿Qué haces aquí?"- Dijo el guerrero chino al ver la figura empapada de su prima.
- "Es Tomoyo, estaba con ella y la acompañé a su habitación, pero se me olvidó decirla algo y cuando volví a su cuarto no había nadie, ha desaparecido"- Dijo muy alterada y con una respiración acelerada.
- "Tranquilízate, respira. Seguramente halla salido a alguna parte, no te preocupes Meiling"- Dijo Shaoran, la verdad es que no entendía porque tanta preocupación.
- "No lo entiendes, en el estado que se encuentra no es bueno que esté sola, podría ocurrirle cualquier cosa. Por favor Xiaolang, tienes que ayudarme, te juro que no estoy dramatizando, esto es muy serio"- La chica se agarró a la camisa de su primo y lo miró con desesperación y preocupación.
- "De acuerdo, la iremos a buscar, pero ahora cálmate"
- "Como quieres que me calme, no sabes lo que ha pasado, no entiendes nada"- Dijo histérica la china.
- "Si no nos lo cuentas, claro que no sabremos que es lo que pasa"- Contestó Eriol algo divertido, sin darle importancia al estado de la chica.
- "¡Tu cállate! ¡¿No eres capaz ni siquiera de respetar la pena de los demás?!"- Le reclamó al chico- "¡¿Cómo puedes reírte de mí?! ¡Eres el ser más despreciable que he conocido jamás! ¡No tienes compasión, eres un insensible, no tienes en cuenta lo que sienten los demás!"- La chica estaba temblando bajo la lluvia. La chica tenía dolor y rabia mezclados en su mirada, pero no era por lo que había dicho Eriol lo que la había puesto de esa manera, sino algo que ya había pasado antes.
- "Meiling"- Shaoran estaba asombrado por el estado que se encontraba su prima, jamás la había visto reaccionar de aquella manera. Se acercó a ella y la tocó el brazo, inmediatamente, como un acto reflejo ella se apartó de él.
- "No, no me toques, estoy bien, no quiero que me toques"- La chica se llevó las manos a la cara y empezó a llorar. De repente Eriol se sintió mal, culpable.
- "Meiling, cuéntame lo que ha pasado"- Dijo en tono suave y tranquilizador el joven guerrero chino.
- "..."- La chica seguía bajo la lluvia, las gotas de agua se mezclaban con las gotas que caían de sus ojos.
- "Li"- El inglés le cogió del hombro y negó con la cabeza. El chico lo miró y después giró su cabeza para posar una mirada preocupada por su prima- "Li, vete a buscar a Tomoyo, yo me quedaré aquí con tu prima"
- "Pero..."- El chico se iba a negar cuando su amigo siguió insistiendo.
- "Li, será mejor que busques a Tomoyo, si ella está igual o peor que tu prima podría sucederle cualquier cosa"- El chico llevaba razón, si Daidouji estaba en un estado similar podría sucederle cualquier cosa.
- "Pero..."
- "Yo cuidaré de ella, tranquilo"- Shaoran miró a su amigo, la lluvia se interponía en su vista, pero se podía apreciar la seriedad de las miradas de los dos. Shaoran cerró los ojos y contestó a su amigo de la infancia.
- "De acuerdo"- Se marchó corriendo en busca de Daidouji. Antes de dejarles le advirtió a Hiragizawa- "Pero como le suceda algo te las verás conmigo Hiragizawa"- El inglés solo sonrió por el sentido protector que tenía Li por su prima. Cuando el chino desapareció de sus vistas Eriol se acercó a Meiling, la tapó con su paraguas y puso una chaqueta encima de sus hombros.
- "A mí me lo puedes contar Li, sé que es algo que nos concierne, a todos, ¿verdad?"- La chica levantó ligeramente la cabeza y vio una faz seria, una mirada profunda y una enorme comprensión en sus ojos.
- "Cómo poder engañar a la famosa reencarnación de Clow, ¿verdad?. Tienes razón es algo que nos concierne a todos"- Dijo con una voz casi inaudible.
- "Y más a tu primo"- Ante esto la chica alzó la cabeza y no negó el asombro en su mirada, pero no dijo nada, por lo que una vez le contó su primo, de él se podía esperar lo inesperado, sabía más cosas de lo que cualquiera pudiera saber, porque aparte de sus poderes de visión futura poseía la mejor intuición y sentido de la observación. La chica cambió su expresión asombrada por una sonrisa divertida.
- "Parece ser que las historias que me contó mi primo son ciertas"- Dijo con una sonrisa triste.
- "Si lo que dice es bueno sí, sino es todo mentira"- A la chica se le escapó una risita, por lo menos Eriol la había animado un poquito, por un escaso segundo la chica se olvidó de todo lo demás, pero la realidad volvió como el pesado plomo, frío y duro.
- "No te equivocas"- La chica agarró la chaqueta que la cubría con fuerza. Apretó los ojos con fuerza, como si quisiera que todo aquello fuese una pesadilla, solo un producto de su imaginación, pero la realidad era otra y se rindió ante lo que era evidente- "Esta tarde nos encontramos con nuestros viejos amigos de la primaria Tomoeda: Rika, Naoko, Chiharu y Yamazaki"- Paró para tomar aire y soltar la gran bomba, más devastadora que cualquier otra creada por las personas, una bomba que no destrozaba físicamente, sino una bomba más devastadora, una que dejaría una eterna desolación en el corazón.
- "¿Y qué pasó?"- No estaba seguro, pero tenía un presentimiento, algo le decía que no la escuchase, que el dolor de aquellas palabras que ahora iba a soltar destrozaría parte de su corazón.
- "Es algo que..."- La chica dudó, en los ojos del chico se podía ver el temor de saber la verdad, el miedo a que un supuesto estúpido que pasaba por su cabeza se fuera a realizar, como si del deseo más macabro se tratase. Por primera vez desde que le conoció vio un ápice de sentimientos, esa máscara se había caído, había dejado traslucir un sentimiento de temor, algo que podía haberla satisfecho la hizo sentir miserable- "Hiragizawa, yo..."- La chica no tenía palabras para lanzar tal noticia.
- "No te acobardes ahora Li, una vez que has comenzado algo, échale valor y termina lo comenzado"- Dijo con una falsa sonrisa, Meiling puso una cara seria, estaba fingiendo otra vez y aunque lo hacía muy bien, se podía ver perfectamente un extraño reflejo en sus ojos.
- "Sakura... está muerta"- Por fin lo soltó, una presión que le sostenía el corazón se aflojó, pero no con satisfacción sino con pena. La chica había apartado la mirada cuando asestó el golpe. Ahora volvió a verle y no notó reacción, solo permaneció parado, sosteniendo el paraguas- "¿Hiragizawa?"- Preguntó ante la inmovilidad del chico. Eriol solo permanecía allí, pensativo.
- "Imposible"- Fue lo único que alcanzó a decir.
- "Sí, es verdad, tuvo un accidente de automóvil, estaban ella y..."- Empezó a explicar al inglés.
- "No, digo que es imposible que ella esté muerta, es físicamente imposible"- La chica estaba empezando a creer que el chico deliraba.
- "Asúmelo, es la verdad, sé que es duro saberlo, a mí también me costó creerlo, pero..."- La chica notó que el agua de la lluvia volvía a caer sobre ella, se giró y vio como el chico caminaba, la chica lo siguió- "¡¿Me has oído?!"- Le inquirió al chico cogiéndolo del brazo. Algo que no soportaba era que la dejaran con la palabra en la boca y más que la abandonaran en medio de una conversación.
- "Perfectamente. Has dicho que Sakura está muerta, algo que es imposible porque hace dos días la vi, en la cafetería del campus, yo y Li"- Ante la contradicción del momento la chica dio un paso hacia atrás, ¿qué estaba sucediendo?.
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Shaoran caminaba por el campus buscando a la joven Tomoyo. Aún estaba pensando en el estado de su prima, ¿qué podía haberla pasado para que estuviera así? ¿qué había sucedido aquella tarde para que las chicas pudieran estar tan tristes y deprimidas?. De una cosa estaba seguro, si su prima estaba así, Tomoyo estaría en un estado similar. El guerrero del clan Li siguió caminado por más de una hora cuando encontró a la chica sentada en unos columpios, con la mirada fija en el suelo, se acercó a ella y puso el paraguas sobre su cabeza. La chica no pareció percatarse o simplemente no quería levantar la cabeza. Shaoran se agachó a verla, pero sus cabellos mojados no dejaron mostrar su rostro.
- "Daidouji, vámonos o cogerás una pulmonía"- El joven intentó poner su mano en el hombro de la chica pero esta se levantó bruscamente.
- "No me toques, estoy bien, ¿no ves lo bien que estoy?, solo quiero estar sola, ¿acaso no me está permitido estar sola?"- Preguntó con evidente tristeza en su voz.
- "No cuando tus amigos están preocupados por ti"- La chica levantó la cabeza y vio una mirada preocupada de su viejo amigo de la primaria Tomoeda.
- "Pues no deberíais estar preocupados por mí, no me pasa nada"- La chica seguía con ese tono triste y pesimista.
- "Y por eso has estado aquí sentada mojándote bajo esta tormenta, sí, es verdad no te pasa nada"- Dijo irónico, la chica empezó a sonreír amargamente. Su rostro estaba mojado por la lluvia, gota tras gota caía sobre su rostro, pasaba por sus mejillas para caer por la barbilla al suelo. Muchas de las gotas salían de sus ojos, que estaban rojos e hinchados, seguramente de haber llorado- "Daidouji vámonos, tenemos que cambiarte de ropa, así cogerás una pulmonía"- Insistía el chico.
- "Y de que me sirve eso ya. De que me sirve si una de las personas a la que más quiero ya no volverá a estar conmigo"- La chica se dio la vuelta y se llevó las manos a la cara. Shaoran no comprendía de que o quien hablaba.
- "Dime que te pasa, quizá pueda ayudarte"- La chica movió un poco la cabeza, para mostrar una sonrisa melancólica.
- "No creo que puedas hacer nada y aunque pudieras es algo que no está al alcance de tu mano"- La chica extendió los brazos y las alzó al cielo- "Una vez se lo pregunté a Kero: '¿Podemos cambiar el pasado?' Y sabes lo que me contestó"
- "Que nadie puede, el pasado no puede cambiarse, todo tiene su sentido, por muy duro que sea cada cual tiene que enfrentar su sino, cada cual madura con lo que afronta, aún si quisiéramos cambiar el pasado sería imposible"
- "Porque al final todo sigue por el mismo cauce, nada puede desviar el camino del río, siempre será el mismo, debemos dejar que fluya. ¿No es así Li?"- La chica se enfrentó a él, cara a cara, mirándole a los ojos- "Pues sabes lo que te digo. Aquí y ahora reto al destino. ¡Por qué eres tan cruel! ¡¿Te divierte ver como manejas a los humanos como marionetas?! ¡Pues yo me niego a aceptar esa verdad! ¡Me niego a pensar que no se puede hacer nada! ¡Me niego! ¡¿Me oyes destino?! ¡ME NIEGO!"- La chica cayó de rodillas, gimoteando como una niña pequeña.
- "Tranquilízate Daidouji"- Li se acercó hasta donde la chica, intentó tocarla, pero se volvió a alejar.
- "¡Ni siquiera sabes lo que está pasando! ¡No me digas como debo de estar si no sabes que es lo que ha ocurrido!"- Le reclamó la chica.
- "Es cierto, no lo sé, pero si me lo contaras podría..."
- "¡Sabes lo que me pasa! ¡Lo que me pasa es que Sakura está muerta! ¡Me entiendes! ¡MUERTA!"- La chica estalló, Shaoran abrió los ojos muy sorprendido.
- "¿Qué has dicho?"- Intentó asimilar las palabras atropelladoras de la chica como mejor pudo.
- "Lo que has oído. Sakura está M-U-E-R-T-A"- Dijo despacio y contundente. Shaoran se quedó de piedra y el paraguas se le cayó de las manos. Se acercó a la joven Daidouji y la cogió de los brazos, casi por los hombros.
- "No puede ser. Como puedes decir eso. Es imposible"- La chica estaba temblando, tenía frío y a eso se le unía la enorme pena que inundaba su corazón.
- "¿Crees que bromeo? ¿Crees que sería capaz de bromear con algo así? Si no me crees ve a ver a Naoko, o a Rika y Chiharu, o si prefieres a Yamazaki, ellos te lo confirmarán, ellos fueron los que me lo dijeron"- La chica movió los brazos hacia el pecho de Shaoran empujándole, los dos quedaron tendidos en el suelo, Tomoyo llorando desconsoladamente. Shaoran perdido en las nubes del cielo, con la mirada borrosa por las gotas de lluvia que caían en su rostro.
Shaoran seguía en su cama, mirando ahora al techo, como si lo estuviera analizando, como si aquello fuera interesante. Después de la confesión de Tomoyo Shaoran le dio vueltas al asunto, si Sakura estaba muerta, ¿quién era la chica del otro día? Todo estaba muy confuso, demasiado reciente para analizarlo con sangre fría, ahora solo podía sentir, sentir tristeza, desolación, mucho más que eso, ahora sentía que le faltaba algo dentro de sí, algo tan importante como la respiración. Sentía que su mundo se había parado en aquel instante, que en ese momento todo se había derrumbado. Su mente no paraba de recordar esas duras palabras, esa sensación de hundimiento, ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?
- "¿Por qué?"- Era una sola pregunta para tantas dudas- "¿Por qué tú? ¿Por qué tuvo que suceder? ¿Por qué me siento así? Después de todo solo eres un recuerdo del pasado. Una chica a la que conocí"- Pero no una simple chica, no cualquier persona, sino Sakura, su primer amor, un recuerdo tierno de su infancia, la primera que le hizo sentir ese cosquilleo, esa sensación de felicidad infinita y ahora que ella le falta- "Me siento incompleto, como si una parte de mi hubiera muerto contigo"- El chico miró a la ventana, al cielo aún nublado, con las gotas chocándose contra la ventana- "Entonces... ¿eras un fantasma?"- El chico pensó en el día de la cafetería cuando se encontró con la chica que decía ser Sakura- "No eras tú, no podías ser tú, por eso no nos conocías ¿verdad?"- Hablaba como si quisiera comunicarse con ella- "¿Por qué tengo la sensación de que eras tú? ¿Qué no fue una ilusión? En lo más profundo siento que eras tú, ¿acaso eras un fantasma?"- Una gota salió por la comisura de uno de sus ojos y se deshizo sobre la cama.
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- "¿Has encontrado algo?"- Dijo una mujer en la sombra.
- "Sí, la Card de 'The Madness' no actuaba sola, interactuaba junto con otra, mientras la otra siga en libertad, las personas afectadas seguirán en el estado actual"- Explicó el peluche felino flotante.
- "Entonces hay que atrapar a la otra Card para que todo vuelva a su rutina. ¿Has averiguado algo más de él?"- Preguntó sin mirarla.
- "No, nada. Parece ser que se está ocultando bien. En realidad pienso que todavía no ha despertado del todo. Él no es de la clase de ser que se oculta. En mi opinión aún no ha podido recuperar todo su poder, aún"
- "Eso significa que el sello ha logrado su efecto, si alguien no destruye el objeto mágico no podrá despertar todo su poder"
- "Y las únicas personas que poseen ese amuleto son ellos, pero eso quiere decir que parte de su ser sigue encerrado en ese objeto"- Reflexionó la gatita.
- "Supongo que mientras a nadie se le ocurra descifrar sus grabados no ocurrirá nada, la ama se encargó muy bien de que solo lo leyera una persona a excepción de ella"
- "Solo ella y esa otra persona podrían descifrar esos grabados, por lo que no creo que se despierte"
- "Pero despertará, es el destino"- Añadió la mujer.
- "Aún así eso nos da tiempo a reunir la mayoría de Cards"- La gata estaba contenta de ese punto.
- "Yo no pienso de esa manera, recuerda que la última Card puede absorber el poder de las demás y causar el más terrible de los caos"- El entusiasmo que antes tenía la gata se esfumó de golpe.
- "Con pesimistas como tú no entiendo como el mundo puede seguir en marcha. Recuérdame que evite que tengas una prole, no sería bueno tener copias tuyas esparcidas por el mundo, podía causar el fin de la humanidad"- La mujer levantó una ceja mientras que una vena de la frente se hinchaba.
- "Te recuerdo que no tengo sexo definido, así que no soy ni hombre ni mujer"- Respondió enfadada.
- "Y yo te recuerdo que si lo tienes cuando contraes forma humana o acaso olvidas el detalle de que nuestra ama nos creo con 'sexo definido' para que pasáramos más desapercibidas en esta época. Perdona se me olvido el detalle de que no nos crearon perfectas por lo que a ti te falla la memoria"- La gatita se puso delante de la mujer.
- "Maldita gata, siempre contestándome, te voy a retorcer el cuello con mis manos"- La mujer se disponía a cogerla.
- "No, no, que violenta nos ponemos ¿no? No será que estamos en aquella época del mes?"- La mujer no se demoró más, salió a perseguirla. En la habitación irrumpió la joven que antes estaba durmiendo. Ninguna de las dos se percató de su entrada.
- "Kira, Sofie..."- Iba a decir algo cuando lo único que hizo fue mirar sorprendida con una gota en la cabeza, como corrían una detrás de la otra- "¿De qué se trata esta vez?"- Preguntó la chica.
- "Sofie lo ha confesado por fin, se ha declarado oficialmente homosexual"- Dijo mientras volaba escapando de la mujer.
- "Pero como te atreves gata. Cuando te pille te descuartizo"
- "Si solo digo la verdad, o acaso niegas que has dicho que no sabes que sexo tienes, eso en una mujer diría que es casi homosexualidad, si no sabes si te sientes hombre o mujer puede dar a esa conclusión, después de todo eres mujer y dices no sentirte como tal"- La gata seguía volando mientras se reía.
- "Serás... Te mato, o mejor, te dejo sin comida"- En aquel momento las dos se pararon y la gata se giró con dos cataratas descendiendo por los ojos.
- "No, no, no hay peor tortura que esa, hazme lo que quieras, pero mi comida no, vamos, si eres el ser sin 'sexo definido' más hermoso del mundo"
- "¿Sexo definido?"- Preguntó la chica que permaneció allí aún incrédula de las cosas que dijo la felina. La felina y la mujer la miraron y ella solo dijo- "Mejor no me lo digáis, la última vez me dejasteis traumatizada"
- "Oye no es mi culpa si no has leído, digo visto el libro"- La chica se dirigió resignada a uno de los sillones del cuarto.
- "De no haberlo visto a no saber que es a una larga diferencia, pero de que me habléis del libro a... mejor... olvidadlo, aún me dan escalofríos de pensarlo"- La mujer se paró y se sentó en el otro sillón libre.
- "Eres una mentirosa, siempre tergiversas las cosas gata, deberías de ir a un psiquiátrico"
- "Solo digo lo que oigo"- Se defendió la minina.
- "Más bien lo que te apetece"- Dijeron las dos mujeres a la vez.
- "Oye por mí, si queréis podemos ir a un terapeuta, que nos aconseje de nuestra relación, creo que necesitamos una mejora en nuestra comunicación"- Dijo mientras se puso unas gafas y cruzaba las piernecitas y los bracitos.
- "Olvidemos esto y vayamos con lo que nos interesa. ¿Y la otra Card?"- Preguntó más seria.
- "Por lo que pude averiguar son Cards dependientes, si una actúa, la otra también, podrían actuar con otras, pero si así ha sido no podemos hacer nada"
- "Entonces las personas que sufrieron de un ataque de histeria siguen igual"
- "Hemos atrapado una Card, pero mientras la otra siga libre ellos seguirán bajo un estado de rabia, lo que les llevará a lo que la otra Card hacía, es decir, la chaveta no se les irá tanto"
- "Que manejo del vocabulario"- Dijo Sofie.
- "Si no me entiendes búscate la vida o búscate una novia traductora"- La mujer le lanzó una mirada asesina.
- "Kira, déjalo, no la provoques, no pienso mediar por ti otra vez"- La gata se sentó y tragó saliva, si no tenía apoyo, sería mejor no enfadar a la profesora.
- "Jejejeje, solo era una broma, de compañera a compañera"- La chica suspiró mientras que la profesora seguía lanzando miradas asesinas.
- "Bueno... ¿y sobre lo de él?"- Dijo pasando a un tema más serio- "¿Has encontrado algo?"- La gata se acercó a su ama y se sentó sobre sus rodillas.
- "Me temo que no, la verdad que es extraño que aún no haya aparecido, después de tantos años creía que ya habría recuperado su poder"- Dijo la gatita mientras se tocaba la barbilla.
- "Eso solo puede significar que el sello aún conserva todo su poder, nadie habrá leído los grabados, por lo tanto solo tenemos que buscar ese objeto que lo sella y evitar que alguien lea su grabado"- Dijo la chica algo esperanzada.
- "No es tan sencillo, la familia que custodia el objeto no saben que posee la función de sello, además solo hay una persona aparte de nuestra creadora que puede leer esos grabados"
- "¿Y eso no es bueno?"- Preguntó confundida.
- "Depende de las circunstancias, aunque tengas esperanzas de que la batalla contra él no surja nunca, eso no pasará, sabes muy bien que el destino ya está escrito y la batalla se realizará, lo único que desconocemos es el final. Creo que te lo dijimos una vez, nuestra creadora nos dijo lo que acontecería en el futuro, jamás su desenlace"- Declaró la gata. La otra mujer estaba quieta, callada, con la espalda contra el respaldo del sillón. La chica la miró.
- "¿Por qué jamás me habláis de ella? Lo único que me habéis contado de ella es que ella predijo mi aparición, que tengo una misión que cumplir, jamás me habéis dicho como era ella, como era la persona que os creó"-
- "Para que tenemos que contarte nada de ella, solo necesitas saber lo que ya sabes, nada más"- La mujer tenía un tono molesto, se levantó y salió de la habitación.
- "Siento que seamos que tener tan bruscas, pero no necesitas saber nada de nuestra creadora, nada de lo que sepas de ella te servirá ayudará para la batalla, sino todo lo contrario, es por tu bien, lo mejor es que sigas desconociendo nuestro pasado, es lo mejor"- La gata salió se levantó de las piernas de la chica y voló hasta la puerta entreabierta que había dejado la mujer. La chica solo se quedó quieta, pensativa, miró a la ventana cuando un rayo iluminó la habitación.
- "Tormentas, solo tormentas"- La chica se acercó a la ventana hasta tocar el cristal, vio como caían ríos de agua por la ventana, notó el cristal frío, su respiración provocaba que se empañara el cristal, sus ojos perdidos en la inmensidad de aquella tormenta- "'En tiempos de gloria, donde los hechiceros se enfrentarán con valor en representación de su nación, el mal los invadirá y solo entonces sus vasallos despertaran de su letargo para sembrar el mal. Aparecerán ante nuestros ojos en las formas más indefensas posibles, incluso podrán ocultarse a nuestros sentidos. Cuando ese momento llegue una joven despertará de la luz del cielo y su destino será capturar las almas de esos infelices que sirven al mal, se la conocerá como la Cazadora y solo la Cazadora será capaz de capturar sus almas para después sellarlas en su burbuja de vida' Maldita profecía, ¿por qué yo tuve que ser la escogida? ¿Por qué yo y no otra?"- La chica empezó a caer sobre sus rodillas, pesada y cansada. Pegó su frente al cristal empezó a pegarlo con furia- "Maldito destino, yo no soy la indicada, no soy la más fuerte"- Pronto el suelo empezó a mojarse por unas gotas saldas que caían de la barbilla de la chica.
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- "¿Cómo puede ser? Es imposible, no creo que halla pasado, la verdad, creo que aquí hay algo más, hay muchas cosas que están escondidas"- Dijo una mujer con larga cabellera pelirroja.
- "Hay piezas de este rompecabezas que tienen sentido, que podrían encajar, pero hay otras que no, todo esto es muy engañoso, una afirmación en estos momentos sólo podría llevarnos a un error. Por ejemplo, la extraña sensación que tuve hace seis años, desde ese momento empecé a sentirme diferente, y desde ese momento mis poderes de visión de futuro disminuyeron"- Dijo un joven que estaba tomando té.
- "Pero jamás sentimos desaparecer su poder, si hubiera ocurrido lo que dicen, lo hubiéramos percibido. Me cuesta mucho pensar que algo tan importante se nos halla escapado, es meramente imposible, en cualquier caso lo hubiéramos sentido, estoy segura"- Dijo la mujer en tono muy serio, había escuchado toda la información del joven y estaba segura de que había cosas muy extrañas en todo el asunto.
- "Kaho, hay cosas que no tienen sentido en esta vida, pero al final todo tiene un motivo. Un día que hablé con Tomoyo me contó que Sakura desapareció, las cartas que le enviaba volvían porque ella ya no vivía allí, misteriosamente su familia desapareció, su padre y su hermano se mudaron, quizá después de su 'muerte', eso no lo sé, solo son conclusiones a las que he llegado. Desde ese día hace 6 años mis poderes de visión futura fueron mermando. Las casualidades no existen y aquí hay algo que no encaja"- Dijo encajando unas piezas de ese rompecabezas.
- "Si lo que me dijiste es verdad hay cuatro personas con las que tenemos que hablar, pero solo podremos hablar con tres de ellas"- Dijo la mujer. Kaho no había cambiado, seguía siendo la misma mujer de cara afable, con una sonrisa en sus labios, excepto en aquel momento.
- "¿Les has visto?"- Preguntó el inglés dejando la taza sobre el platito.
- "No, todavía no he tenido ocasión de hablar con ellos. Pasé a verlos, pero estaban ocupados"- Dijo la maestra de primaria tomando de su taza.
- "¿Estás bien en esta mansión?"- Preguntó Eriol quitándose sus gafas.
- "Sí, ya estoy preparando los detalles para la llegada de Nakuru y Spinel. ¿Para que querías que vinieran?"
- "Porque tengo el presentimiento de que en futuros enfrentamientos necesitaremos la mayor ayuda posible"- Dijo con su misma sonrisa de siempre, misteriosa.
- "¿Vas a hablar con ella?"- Preguntó la mujer mientras mirada su taza de té.
- "Sí, es la única que puede aclarar muchas dudas. No es normal que te digan que una persona está muerta cuando días antes la ves viva y caminando"- Dijo mientras en sus manos limpiaba las gafas.
- "Igualmente es otra persona, pero me da la sensación de que tú no crees eso"
- "Habré perdido mi visión de futuro, pero sigo teniendo buen instinto"- Dijo el joven ampliando su sonrisa.
- "¿Y nuestro querido guerrero?"- Preguntó la mujer tomando otro sorbo del té.
- "No he tenido ocasión de intercambiar opiniones con él, pero habrá sacado conclusiones parecidas a las mías, le impactó mucho descubrir que Sakura estaba en Hong Kong y más debe de haberle impactado descubrir que está supuestamente muerta desde hace 6 años. De todas maneras, mañana a más tardar quiero que hables con Touya Kinomoto y Yukito Tsukishiro, ellos podrán responder a algunas de nuestras preguntas"- La mujer afirmó. Eriol se puso las gafas y se recostó contra el sillón- "Echaba de menos está casa"- Inspiró el aroma de la casa.
- "No has estado aquí desde tu muerte como Clow, ¿verdad?"- Preguntó la mujer.
- "Ajá, así es"- El chico cerró los ojos y entrecruzó los dedos de sus manos para posarlos sobre sus piernas cruzadas- "Hace ya mucho tiempo de eso, mucho tiempo"- Afuera de la casa la tormenta seguía cayendo, estruendosa y apabulladora- "Demasiado"
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Noche negra y oscura, nadie se atrevía a salir con la enorme cantidad de agua que caía de las nubes. Todos estaban resguardados en sus casas, todos no, había tres figuras caminando entre las gotas de agua, protegidas por una esfera de la lluvia. Las tres estaban paradas, esperando a algo o a alguien.
Una enorme pantera blanca permanecía a la derecha, pasando sus ojos por cada rincón del lugar. La pantera tenía una marca en forma de estrella en la cara. Tenía una especie de armadura plateada que la cubría el lomo, las patas delanteras estaban envueltas por unas placas de plata con unas esferas en el centro de ellas. En la punta de la cola tenía tres anillos, uno dorado, uno plateado y otro cobrizo. Siguiendo este orden el dorado estaba en la parte más exterior y el cobrizo en la parte interior.
La otra guardiana que estaba a la izquierda vestía con túnicas blancas. Siempre impasible, con la cara seria.
La persona que estaba en el centro de esos dos seres era una chica con una capa negra, la cual tenía una capucha que le cubría el rostro, de esta manera no mostraba ningún rasgo facial.
Las tres esperaban algo o alguien. Pronto se apreció como una pequeña figura iba aumentando de tamaño hasta quedar frente a las tres.
- "Te esperaba Cazadora, sabía que no te costaría tanto derrotarla, ahora es mi turno"- La Card tenía forma de mujer, como las demás, la expresión de su cara, a diferencia de las demás, era seria y enfadada. Vestía con una gabardina ajustada, negra, el cuello subido. En los pies un par de botas. Podría pasar por una persona normal y corriente si no fuera porque sus ojos eran negros, completamente negros. Sacó dos bolas de su bolsillo, dos bolas negras que eran del tamaño de una manzana. Las bolas estaban unidas por una cuerda. La mujer cogió las dos bolas por donde se sujetaban por las cuerdas y dejó caer lo que le sobraba de cuerda. Era larga la cuerda, lentamente dejó caer las bolas sujetándolas con la cuerda y empezó a dar vueltas a las bolas con la cuerda. Tenía una mirada tenebrosa, muy siniestra.
- "Ten cuidado, hay algo que no me gusta de esa Card"- Advirtió la pantera mientras se alejaba junto con la otra guardiana, no les estaba permitido intervenir.
- "Ten los ojos bien abiertos"- Le dijo la otra guardiana.
- "No os preocupéis, los tendré"- La chica se desató la cuerda que sujetaba la capa y la lanzó al cielo- "Vamos, comencemos el juego de una vez"- La Card salió despedida hacia la Cazadora, mientras seguía girando las bolas.
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El sonido del trueno despertó a Shaoran, se sentó en la cama y respiró agitado.
- "¿Qué ha sido eso?"- Se preguntó mientras se pasaba la mano por su cabello- "Que sensación más fuerte"- Se había quedado dormido. Ya era entrada la noche, casi las doce en punto de la noche para ser más exactos- "Que tarde se ha hecho ya"- Se levantó de la cama y salió a por un refresco en la sala común de la planta. Cada planta poseía una sala común donde todos los estudiantes solían comer. Shaoran se acercó a la nevera y la abrió, indagó lo que podía coger para tomar.
- "Li..."- El chico se dio la vuelta pero no vio a nadie.
- "Aún estoy medio dormido"- Se dijo tocándose la nuca. El chico se dio media vuelta otra vez y miró los refrescos que había en la nevera.
- "Li..."- Volvió a oír el joven, era como un susurro, como si fuera una súplica. La voz era débil, suave y... familiar- "... Shaoran..."
- "¿Hay alguien allí?"- El joven miró los alrededores pero no divisó a nadie.
- "¿No lo sientes?"- Preguntó la voz que se hacia cada vez más débil. Shaoran pudo notar por el sonido de la voz que era femenina, de una chica, suave y delicada.
- "¿Qué?"- El chico no entendió nada, hasta que la sensación que lo despertó le volvió a invadir. Alguien estaba peleando.
- "Sí, es ella, ayúdala"- Dijo como si supiera lo que en esos momentos había pensado. De repente una sombra se reflejó en el suelo, cerca de la esquina que dirigía a las escaleras.
- "¡Muéstrate!"- Reclamó el joven Li. La sombra se movió para enseñar a una joven de ojos verdes y pelo corto.
- "¿Sakura?"- Dijo atónito. La chica solo le miró fijamente durante un momento y después sus labios volvieron a moverse.
- "Ayúdala Li, tú eres hechicero, ayúdala"- La chica permanecía mirándolo a los ojos y en un parpadeó del chico salió corriendo, Shaoran la intentó seguir, pero cuando la chica giró la esquina que dirigía a las escaleras, desapareció. El joven sacó la cabeza para mirar arriba y abajo, pero no se veía ni oía a nadie.
- "Sakura... tú... ¿estás realmente muerta?"- Se preguntó. La sensación de dos poderes enfrentándose le llamó la atención de nuevo- "La Cazadora"- El chico se dirigió rápido a su habitación a por su espada y salió para dirigirse a donde procedía ese choque de poderes. Quizá no estaba seguro de quién había venido a pedirle ayuda para la Cazadora, pero tenía que ir a ver como avanzaba la batalla entre la Card y la misteriosa Cazadora, como hechicero debía intentar apoyarla por el bien del mundo.
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La chica esquivaba saltando la llegada de las bolas, cada vez venían con más velocidad. Su intensivo ataque no la permitía sacar su llave para llamar a sus poderes. Las guardianas sólo estaban quietas mirando como su ama estaba siendo atacada.
- "¿Qué puedo hacer?"- Se preguntaba la chica- "Maldita sea"- La chica se vio acorralada por unos árboles y arbustos que estaban a su espalda. Para empeorar el asunto, la lluvia empezaba a caer con más fuerza, haciendo que la chica ralentizara sus movimientos, su visión era pésima y su equilibrio iba a ser nulo en cualquier momento, el agua del suelo no la permitía realizar movimientos bruscos, podría caerse y recibir un golpe de las bolas.
- "¡¿Qué pasa?! ¿Ya te has cansado?"- Se mofaba la mujer. La chica intentaba mirar por donde pisaba y a la vez esquivar los ataques, pero con la lluvia no podía ver bien por donde llegaban las bolas.
- "Necesito ayuda. No, no la necesito, puedo hacerlo por mi misma, tengo que salir yo sola de este lío, aunque no sea lo bastante fuerte, este es mi problema y tengo que salir de él sola"- La chica se despistó un momento y la bola la alcanzó en el costado, donde ese mediodía le había alcanzado la otra Card- "¡Arggggggggggg!"- Gritó por intenso dolor del golpe. De la fuerza del impacto la chica salió despedida hacia atrás, cayendo al suelo mientras rodaba por él. Las dos guardianas mostraron un ápice de preocupación pero no se movieron.
- "Aunque sea duro, tendrá que aprenderlo de esta manera"- Pensaron las guardianas. La chica se tocó el costado, se había abierto la herida y estaba sangrando de nuevo. El dolor era tan fuerte que le dolía todo el cuerpo. La chica intentó levantarse difícilmente. Se apretó el costado con una mano y con la otra se apretó el colgante del cuello. Cerró los ojos y empezó a murmurar unas palabras.
- "¡Oh llave que ocultas los poderes del cielo, revélame la naturaleza de tu auténtico poder, te lo ordeno por el rango que me ha sido otorgado! ¡Libérate! ¡Ahora!"- El objeto que colgaba de su cuello empezó a brillar y se transformó en una vara. La chica cogió con fuerza la vara y miró seria a la Card- "Vamos a comprobar que tan buena eres ahora"- La lluvia seguía cayendo pesada sobre las dos luchadoras.
La chica tenía cara cansada, esta agotada, estaba con desventaja, ya que aquel día ya había gastado parte de su poder enfrentándose a una Card. La Card sonreía con seguridad, era más que evidente la diferencia entre las dos, la Card ganaría esa lucha. La Cazadora se apoyaba en la vara intentando que nadie se percatara de su debilidad, estaba perdiendo sangre, por lo cual perdía más energía de la poca que le quedaba. Aún con todo eso, la sonrisa burlona de satisfacción nadie se la quitaría. Jadeaba, sudaba entre toda esa lluvia y apenas sus piernas la podían sostener, pero aún así, no pediría ayuda, antes la muerte que pedirla, y la iba conseguir. Las guardianas no iban a moverse, no hasta que ella aprendiera.
- "Vamos ¿no me atacas?"- Preguntó bufona la Card- "O acaso me tienes miedo Cazadora"- La chica frunció el ceño y la Card no esperó más y volvió a mover las cuerdas para mover las bolas- "Solo te he dado un golpecito y ya no puedes ni quedarte en pie"- La Card se acercaba peligrosamente. Cuando ya estuvo a una distancia más que suficiente se paró y atacó con las bolas- "Vamos a ver si de esta escapas"- La chica saltó se preparó para ver por donde llegaban.
- "Por la espalda y el costado derecho"- Pensó la chica. Esquivó la del costado, pero cuando iba a esquivar la otra, esta se giró inesperadamente y se dirigió a su lado izquierdo. Iba a recibir el impacto cuando sintió que sus pies se despegaban del suelo. Lo siguiente que vio fue a alguien elevarla de un salto, haciendo que la bola se estrellara contra el suelo. Cuando la persona que la salvó pisó el suelo la chica pudo ver el rostro de un hombre, mayor que ella, con un semblante huraño, por el tacto de su cuerpo se podía ver que era un hombre que practicaba deporte. La chica le miró fijamente, había algo que le sonaba de su rostro, pero no sabía que era, porque la lluvia empapaba su pelo, lo que hacía que el cabello le tapara parte de la cara.
- "¿Quiénes sois vosotros?"- Habló al fin el sujeto de toda expectación en aquel momento- "¿Se puede saber a que estáis jugando?"- El hombre tendría sobre los 30 años, más joven, cabello oscuro y mirada seria. Posó a la chica sobre el suelo y está le miró curiosa. El chico se puso enfrente de ella y la miró directamente a los ojos- "No me digas que estas capturando una especie de Cards"- Dijo el hombre apesadumbrado. La chica solo pudo afirmar, absorta por su mirada.
- "¿Y quién eres tú? ¿Cómo te atreves a interrumpirnos?"- Le reclamó la Card.
- "No soy nadie, solo pasaba por aquí y fíjate, encontré a una chica luchando contra un ser mágico, que vueltas da la vida"- Dijo todo esto con tono sarcástico, más sarcástico de lo que debería de sonar.
- "Maldito, tú también morirás por inmiscuirte en lo que no debes"- La Card iba a lanzar una de las bolas cuando un viento la rodeó haciendo que la bola se desviase- "Y ahora que"- La Card se giró a ver como otra persona se acercaba a ellos. Esa persona tenía una espada en la mano. El chico de pelo oscuro miró detenidamente, habían pasado los años, pero esa presencia jamás la olvidaría.
- "Creo que no es justo que te metas con alguien herido y otro que no posee grandes poderes mágicos"- Dijo la persona que se acercaba.
- "¿Quién dijo que la batalla tuviera que ser justa?"- Las dos guardianas miraban incrédulas, esto había salido de todo plan, no se hubieran esperado eso, ahora solo podían mirar como iba a evolucionar esa situación.
- "¿Y tú mocoso que haces aquí?"- El chico, a la mención de mocoso, le empezó a hervir la sangre, hacía años que nadie le llamaba así, en realidad, la única persona que le había llamado así alguna vez fue...
- "¿Touya Kinomoto?"- Dijo asombrado, los años habían pasado y ahora que se fijaba mejor era verdad, era él.
- "¿A quién esperabas? ¿Al ratoncito Pérez?"- El huraño Touya Kinomoto, no podía evitarlo, ese crío jamás sería de su simpatía, era el que una vez intentó arrebatarle lo más preciado para él. La chica que aún sangraba vio a los dos jóvenes, se veía la tensión entre ellos dos, la enemistad se olía bajo la lluvia. La llegada de Li no le era muy inesperada, después de todo él podía sentirles luchar, en cualquier momento se esperaba su aparición, pero la del otro joven no, ni siquiera había sentido su presencia, no poseía mucho poder.
- "¿Después de este enternecedor reencuentro, podría seguir con lo mío?"- La chica despertó a los dos de su batalla de miradas.
- "No es por nada, pero esa herida va hacer difícil que me vaya de aquí, no quisiera que después mi conciencia me acusara de insensible. Pensar que podría haber dejado a su suerte a una chica herida, no gracias, prefiero quedarme"- Dijo el hombre huraño aún con su tono sarcástico.
- "Haga lo que le dé la real gana"- Contestó la Cazadora- "¿Y se puede saber que haces tú aquí? Ya pensé que te quedarías en tu cuarto"
- "Me aburría y pensé... ¿por qué no voy a arriesgar mi vida un rato por alguien al que no conozco?"- La chica estaba algo incómoda con la presencia de aquellos dos hombres, le erizaban los pelos, era una sensación extraña, la irritaban.
- "¿Acaso estáis burlando os de mí?"- La Card dio un tirón de la cuerda y la bola incrustada en el suelo se levanto para que de un giro se dirigiera a ellos.
- "Vale, esto ya ha esperado demasiado"- La chica corrió al encuentro de la bola, cerró un ojo del dolor de la herida, pero siguió corriendo con la vara delante de ella. Cerró los dos ojos y un círculo luminoso se formó bajo sus pies- "Eterna luz celestial que eres guía de mi poder. Acude ahora a mis súplicas"- La bola se acercaba cada vez más a la chica- "Espada y daga son mi elección, así que cumple mi petición"- La vara se transformó en una espada y una daga que se sujetaba en su cintura. Con la espada sujeta entre sus dedos la chica se dispuso a atacar. La chica fue rápida, la Card también y en el cruce la chica alzó la espada y cortó la cuerda que sujetaba la bola.
- "Imposible, la cuerda esta hecha de un material indestructible"- La Card miró asombrada como la bola caía al suelo- "¡¿De qué material esta hecha la hoja de esa espada?!"- Exigió la Card.
- "Del material más sólido que puedas encontrar, esta espada fue forjada hace siglos por dioses. Su metal fue extraído desde lo más profundo de la tierra y fue mezclada con un material cristalino, procedente de los cielos, este material absorbe los poderes de cualquier objeto mágico para utilizarlos después. Fue bendecida con agua del manantial de Jaynonku, el fuego que se empleo para forjarla fue el de las llamas del fénix y la empuñadura fue creada del último árbol del bosque de Futsakayro. Esta espada solo pueden utilizarlas unos pocos, los elegidos por los dioses"- La Card estaba bastante sorprendida.
- "Esa espada es..."- Shaoran también estaba sorprendido, decir que jamás había estado más sorprendido era poco.
- "Una de las últimas espadas celestiales, una espada de dios, la Espada Espejo, la espada que refleja toda clase de poderes"- Shaoran abrió los ojos muy asombrado ante la confesión de la Cazadora.
- "¿Y que cosa tiene esa espada? No le veo nada especial"- Dijo Touya al que no le asombraba nada de esa espada, parecía una espada cualquiera.
- "Ignorante"- Farfulló Shaoran, a lo que Touya, que lo había escuchado claramente, le lanzó una mirada fulminante.
- "Ahora comprobarás que a esta espada no se le escapa nada"- La chica metió la mano en un bolsillo y sacó una esfera, la puso en el hueco de la espada y se abalanzó sobre su enemigo. La mujer cogió enseguida la otra bola que tenía y la lanzó contra la chica. La chica esquivó la bola fácilmente, pero enseguida vio como una sonrisa sádica se dibujaba en la cara de la Card, no pudo notar que la bola volvía hacia ella y la envolvía con la cuerda, dejándola inmóvil, al punto de que cayó al suelo.
- "Si no te puedes mover, ¿cómo piensas atacarme?"- Reía la Card. Lentamente iba apretando para estrangular el cuerpo de la chica.
- "¡Argggggg!"- La presión sobre la parte del costado hizo que perdiera más sangre aún, ahora que casi había dejado de sangrar. Los otros dos se disponían a ayudarla cuando la voz de la Card se los impidió.
- "No os atreváis o la mataré de un solo movimiento. Como ves, aún tengo algún as escondido bajo la manga"- Las guardianas estaban allí quietas, no podían moverse, no les estaba permitido, no hasta que ella no entendiera.
- "Por favor, compréndelo de una vez, entiéndelo"- Suplicaba la felina.
- "¡Argggggg!"- La chica gritaba de dolor- "Me va a matar, necesito ayuda, pero no debo pedirla, no debo, esto lo escogí yo, yo escogí ser la Cazadora, es mi problema y debo afrontarlo yo sola, aún si me cuesta la vida"- La chica cerraba los ojos y apretaba los dientes con fuerza. Shaoran vio la inquietud en los ojos de las guardianas.
- "Si están tan angustiadas, ¿por qué no hacen nada?"- Se preguntaba el guerrero chino.
- "Por favor, que alguien me ayude"- La chica vio una luz y de repente se encontró en otro lugar. Era aquel lugar oscuro, se encontraba desatada y rodeada de lo desconocido.
- "Recuerda que no estás sola"- La voz de una mujer retumbaba por el lugar.
- "¿Quién está allí?"- La chica se giró en el lugar.
- "No tengas miedo a pedir ayuda. Es verdad que se te dio la oportunidad de escoger, pero no estás sola, tus guardianas están allí para ayudarte, compréndelo, escucha la voz muda del corazón"- La voz de la mujer fue desvaneciéndose.
- "No quiero que nadie se inmiscuya en mis problemas, yo soy la que se tiene que encargar de esto, yo y nadie más"
- "El día que escogiste ser la Cazadora ya estaba escrito, tu decidiste ese camino por que estaba predestinado, ahora escoge si quieres seguir sola o no, tuviste un pasado y huyes de él, tienes gente a tu alrededor que te quiere y protege, y huyes de ella. Te encierras en ti cuando tienes que mostrar tus sentimientos. Eres humana, naciste humana, por lo tanto piensa y siente como tal"
- "Yo... yo..."- La chica empezó a reflexionar cuando lo pudo entender- "Son mis guardianas, aunque no las creé, son mis guardianas porque yo escogí ser su ama, yo no solo acepté la misión sino que también escogí cuidar de ellas, ser su ama, ser su amiga. Ahora que lucho no pueden hacer nada porque jamás les pedí ayuda, jamás les hice sentir que las necesitaba"- En aquel momento la chica llegó a una pregunta- "¿Por eso decidieron no ayudarme?"- Se preguntó a sí misma- "Para que puedan saber si las necesito o no tengo que aceptar que ellas también están involucradas, que lucharán por mí, junto a mí. Porque somos compañeras, porque ellas también tienen una misión, guiarme y protegerme"- Dijo con lágrimas en los ojos.
- "Lo has comprendido. Ya no estás sola, ahora tienes dos seres que te cuidarán y pronto habrá más gente, en tu camino se cruzaran varias personas más, porque su destino es luchar junto a ti. No eres débil, eres la más fuerte, porque junto a ti habrá gente que te apoyará, recuérdalo"- Si no fuera porque no podía ver el rostro de la mujer, la chica tenía la impresión de que la estaba sonriendo.
- "Sí"- La chica empezó a volver a su realidad, a abandonar ese mundo oscuro.
- "Ya has superado esta prueba, tu presente, ahora solo te queda tu pasado, tu futuro y tu corazón"- Algo se movió de las sombras de ese sueño y desapareció- "Cazadora, pequeña estrella, aún tienes mucho que aprender para florecer"
La chica poco a poco fue volviendo a su realidad, volvía a sentir las cuerdas alrededor de ella. Abrió los ojos y fue como si el tiempo no hubiera pasado, que esos minutos con la mujer solo hubieran sido... nada.
La chica levantó la mirada y vio a sus guardianas, una lágrima escapó y de su voz, salió un sonido resquebrajado.
- "Sky, Tiankong, ayudadme"- En la felina podía verse una sonrisa de júbilo, mientras que en el rostro del ángel podía verse un brillo de felicidad. De alguna manera la chica había comprendido. Los dos hombres permanecieron mirando a la chica. Shaoran estaba realmente aturdido, ahora si que no entendía nada de lo que pasaba.
La gata desplegó sus alas y se dispuso arriba de la Card. De la cola, donde estaban los anillos se formó un aro de luz que lanzó a la cuerda y la cortó. El ángel se alzó delante de su ama para evitar el ataque de Card, que se disponía a atacar con las cuerdas, con sus plumas. Extendió las alas y cogió unas plumas, en su mano empezaron a brillar y las lanzó. Cortando las cuerdas. La chica dio uno pasos atrás al romperse la cuerda, las cuerdas se cayeron al suelo y la chica se dispuso a atacar definitivamente a la Card. Metió la mano en una bolsita y de ella sacó una de las esferas blancas, la levantó y la incrustó en el hueco de la espada.
- "Aquí acaba esto"- La chica levantó la espada a la altura del pecho y de un impulso se dirigió hacia ella que había sido inmovilizada con un aro de la felina, el aro había salido de uno de los anillos de la cola de la gata y había rodeado a la Card, el aro fue cercándose hasta atrapar su cuerpo, dejando imposible para la chica que pudiera mover los brazos. Rápidamente la Cazadora se acercó a la Card y en un rápido movimiento, la chica insertó la espada en su pecho, traspasando su cuerpo y su corazón. Un grito seco lanzó la Card y pronto su cuerpo empezó a deshacerse en polvo negro. Antes de su total desaparición advirtió a la Cazadora.
- "Aún quedan muchas Cards que atrapar, no te será fácil capturarlas a todas"- La chica le regaló una sonrisa antes de desaparecer. El polvo negro siguió el proceso que se sucedía después de que la espada se clavase en su pecho. El polvo negro se unió con el blanco que desprendía la esfera y dio lugar a una Card negra, sin el nombre de su creador al otro lado. La chica soltó una lágrima, solo una lágrima. Así era como se despedía de las Cards.
- "Sé que aún hay muchas que atrapar, pero no me rendiré, no abandonaré ahora, no le fallaré a mis guardianas"- La chica observó la Card y pudo ver a una mujer con la gabardina larga y ajustada y unos ojos furiosos en ella. Bajo el dibujo pudo leer- "'The Wrath' La ira, esta era una de las Cards de..."- La chica empezó a debilitarse, el ángel corrió a socorrerla al igual que su compañera felina. Shaoran y Touya también intentaron acercarse, pero las guardianas desplegaron las alas y desaparecieron en el cielo inmediatamente. Lentamente, la tormenta iba amainando, la luna empezó a mostrar su brillo plateado sobre la piel húmeda de los jóvenes. Shaoran volteó la cabeza para ver como la mirada del mayor de los Kinomoto se clavaba fría sobre él.
- "¿Qué haces tú aquí?"- Preguntó Shaoran rompiendo el silencio que rodeaba la evidente tensión entre los dos.
- "Es algo que a ti no te incumbe, pero te lo diré de todas maneras. Soy tú enemigo en esta competición, soy entrenador del equipo americano, los Black Snakes y date por avisado, esta vez me tomaré mi revancha"- El mayor de los Kinomoto tenía una cara desafiante y seria. Después de 'avisarle' se marchó como si en aquel lugar no hubiera pasado nada- "Nos volveremos a ver, mocoso"- Fue lo único que dijo el joven huraño.
Li estaba quieto. Desde la llegada de los equipos a la Competición habían sucedido cosas fuera de su control. Su cabello se movía al ritmo de la brisa nocturna y sus ojos estaban ocultos bajo su cabello. Era tanto lo que había pasado hoy, lo que había sucedido a lo largo de esos días. Aún siendo un hechicero, ante cosas como esas no había sido entrenado. Y ahora debía añadir otro rival, Kinomoto, la segunda persona que le había declarado la guerra en el fútbol. El chico solo pudo recordar una frase que le llegó a la mente después de años. Una frase de la que no había vuelto a escuchar desde sus años como Card Captor.
- "Espera lo inesperado"- Con ello, el chino se marchó a su habitación, era hora de descansar. Mañana sería el comienzo de la Competición, mañana buscaría las respuestas a todas las incógnitas, mañana sería un nuevo día. Mañana...
N. de la A: Ni hao!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¿Q tal? ¿Q tal? ¿Q tal? ¿Q tal quedó el capítulo de hoy? Creo que ha estado bien, me parece que esto del tema de Sakura ha quedado algo lioso. Si está muerta, ¿cómo es que se le aparece a Li? ¿y el día de la cafetería, en el 'Corner'? Espero haber dejado claro lo de las guardianas, no sé si he explicado bien las razones del por qué no ayudaban a su ama. Y.................. ¿se puede saber que hace todo el mundo retando a Li? Primero Hua, y ahora Touya, ¿qué revancha querrá? Cuantas preguntas. Y el tema de las Cards, que andan pululando por ahí, creando a todo tipo de locos. ¿quién es ese 'él' del que tanto hablan? Pfffffffffffff, y a todo esto, ¿desde cuando está Kaho en Hong Kong? Y si Eriol tiene una mansión, ¿por qué no vive en ella? Si yo fuera él me quedaría en la mansión, tan grande y para mi solita ^______^
Espero no haber tardado tanto con el fic ^^UUUU ya saben lo que es tener q llevar una vida de estudiante, ahora ya he terminado los exámenes, creí que tardaría más en poner el fic, al final fui más fuerte que la pila de libros ^^UUUUU Ahora no esperen que el siguiente lo suba pronto, xq ahora tengo el trabajo de verano ^^UUUU, sí, soy una chica algo atareada, que le vamos a hacer U_U.
Como cada capítulo del fic que pongo, mándenme sus comentarios, críticas constructivas, quejas y reclamaciones o si quieren unas porras (se me antojaron las porras ^^UUUU por un desayuno que montamos en clase) a eternal_phoenix_light@yahoo.es
Bye
Kassy99.
