15 de Agosto del 2002
No pongo el disclaimer ese, porque todo el mundo sabe que CCS no es mío, sino de las Clamp, solo eso :P
- "diálogos"
·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario
Recuerdos
- "Pensamientos"
Competición, juegos del destino.
Capítulo 9: El Reflejo
¿Hasta cuando habrá que
esperar para saber la verdad?
By: Kassy99
Lucha con todo tu VALOR
Enfréntate a tu DESTINO
Solo juega para GANAR
Y sigue hasta alcanzar el final
En la batalla no habrá PIEDAD
Así que guíate por tu instinto
Que solo hallarás en el CORAZÓN
Porque la VERDAD la encontraras
En el JUEGO que el destino te preparó
Así que: ¡Qué gane el MEJOR!
La habitación estaba totalmente oscura, nada podía distinguirse, ni cuerpos ni sombras, solo se oía un silencio fúnebre. Poco a poco a través de la cortina empezaron a introducirse unos intrusos rayos de luz. Un cuerpo aparentemente inerte se movió sigilosamente sobre las usaves sábanas. Fue una noche larga y pesada. Estaba ahí tumbada en la cama, dormida, en realidad tenía la mente despejada, era algo extraño. Sentía que estaba dormida, pero a la vez sentía que no lo estaba, como si en realidad estuviera despierta, sentía como si su cuerpo estuviera resentido por algún esfuerzo físico, cuando no había hecho nada. Se levantó y fue a la cabeza de la cama, siempre dormía con la cabeza a los pies de la cama y los pies a la cabeza de la cama, le gustaba sentir el aire de la ventana en su rostro. Cogió el reloj de la mesilla y miró la hora que era, lo volvió a dejar en la mesa y se tumbó en la cama. No había destapado las sábanas, ni siquiera se había molestado en cambiarse de ropa. Entró en la habitación y echó su cuerpo pesado sobre la cama, moldeándose hasta quedar en una posición.
- "Media noche ¿tan poco tiempo ha pasado?"- La chica levantó la mano y se acarició el cabello de delante a atrás.
Su mente seguía en el mundo de los sueños, aún no había recobrado total conocimiento de donde estaba, solo miraba a la nada, al vacío de la nada. Poco a poco fue recobrando conocimiento de la realidad y se sentó en la cama, estuvo así durante largo rato. Con la mirada mirando hacia delante, a la pared, donde en realidad no había nada, ni nadie. Su cabello caía como una cascada sobre sus hombros, brillaban bajo la luz de la luna, parecía que bajo su luz adquirían un extraño color ambarino, su piel blanca parecía adquirir un aura, un aura fina que le daba una sensación de imposible, de ser mágico, un ser místico e inalcanzable. Como si no tuviera vida, la chica se movió. Parecía un fantasma que vagaba por un castillo encantado, un fantasma que no puede volver al mundo de los muertos porque aún hay asuntos pendientes que tiene que resolver, asuntos que le atan a este mundo hasta que su alma no los resuelva.
- "Hua"- Susurró el viento en su oreja. El susurro la hizo girarse repentinamente ¿acaso ahora la muerte la reclamaba?
Fue un susurro que la hizo sentir un escalofrío por la espalda, como si la helada guadaña que sostiene el encapuchado de la eterna oscuridad pasara suavemente por su espalda siguiendo la línea de su columna vertebral. Esa sensación la hizo abrazarse a su cuerpo, no era la muerte la que la reclamaba, no aún. Era la soledad, el miedo, la desesperación, esos sentimientos que debía evitar... que debía olvidar... Una vez caída en ese pozo, es difícil salir de él, no imposible, pero si muy difícil. La chica sintió impotencia ante esa sensación, era débil ante ella y no podía permitirlo, no podía consentir que la debilidad de esos sentimientos se apoderaran de nuevo de ella, ya sucumbió una vez, ya cayó una vez, aún recordaba el dolor y la amargura que la embargó durante esa época, cuando descubrió la verdad sobre sus padres. Aunque ese dolor ya no se lo puedan quitar, la enseñó a hacerse más fuerte, a estar mejor preparada, una vez probada la sensación, sabría como evitar una segunda caída, aunque con ello se volviera un ser frío, y a veces calculador. Jamás volvería a ser esa pusilánime, no, no era débil, ahora ya no.
Lentamente volvió a moverse, su cuerpo estaba tenso y algo frío, se iría a dar una ducha, tenía que relajarse. Cogió ropa para cambiarse y se metió en el cuarto de baño, a esas horas no tendría la preocupación de ser interrumpida por su compañero, abrió la llave del agua caliente y tocó las gotas que caían, niveló un poco la temperatura y se empezó a desvestir. Ya sin la ropa, la chica se introdujo debajo del agua y empezó a limpiarse el rostro. La sensación cálida del agua cayendo sobre su cara la hizo sentir más liberada, más relajada. Se lavó el cuerpo y el cabello y salió de la ducha, ahora se sentía más reconfortada. Se puso la camisa de su hermano y una toalla en la cabeza, cogió la ropa sucia y volvió a su cuarto. Puso la ropa sobre la cama y se sentó en la silla del escritorio. Encendió la luz del escritorio y abrió un libro que se hallaba sobre la mesa, era antiguo, el papel estaba colorido y arrugado, también tenía algunos cortes. Todo lo que tenía encima del escritorio estaba revuelto: papeles en varios lugares, lápices y bolígrafos esparcidos, algunas pequeñas anotaciones y una pequeña caja de música. La chica tocó las cubiertas y abrió el libro. Empezó a pasar las páginas. Las letras que estaban escritas en el libro eran desconocidas, no eran de esta época, además estaban escritas a mano. La chica llegó hasta la página deseada y empezó a buscar con los dedos el fragmento que deseaba conocer, que necesitaba conocer, cuando sus ojos captaron lo que deseaban empezó a leer.
Noche tras noche, día tras día,
solo oscuridad verás,
solo negro algodón observarás,
lágrimas del cielo te empaparán.
12 Damas aparecerán,
7 pecados cometerás
y en la penúltima noche
de sangre a la luna teñirá
lo que dará comienzo al final.
Cuando todo terminado esté ya,
la luna desaparecerá,
en la oscuridad el cielo se sumirá
y el ángel se despertará.
El sello que le encerró se romperá,
nada lo detendrá, nada lo matará,
un ser inmortal será, se alzará
y de su propia sangre se alimentará.
Cuando de la última gota beba,
Ya no podrás dar marcha atrás,
porque el rencor que en su corazón aguarda
jamás compasión hallarás.
Venganza será su nombre,
Ira será su armadura,
Odio será su arma
y Muerte su lema será
Y al caer la última gota de esperanza,
el mundo su final habrá encontrado.
Si con este final jamás os queréis encontrar,
solo una persona lo podrá enfrentar,
inmortal contra inmortal,
así será la batalla final.
El destino ya escrito tiene el final,
pero en este juego todos lucharán,
estas palabras son mi última voluntad,
se firme hasta el final y no te rindas jamás:
Lucha con todo tu VALOR
Enfréntate a tu DESTINO
Solo juega para GANAR
Y sigue hasta alcanzar el final
En la batalla no habrá PIEDAD
Así que guíate por tu instinto
Que solo hallarás en el CORAZÓN
Porque la VERDAD la encontraras
En el JUEGO que el destino te preparó
Así que: ¡Qué gane el MEJOR!
- "Por fin pude descifrarlo"- La chica miró un papel lleno de apuntes y garabatos, cogió un folio blanco, un bolígrafo y empezó a copiarlo todo en limpio. Le había costado casi dos años descifrar el diario, pero por fin había hallado la parte que le interesaba, la clave del final. Cuando ya lo tuvo todo listo cerró el libro y lo guardó en un cajón con llave, metió la llave y cerró el cajón. Ordenó los papeles de la mesa, puso los apuntes de clase en una carpeta y lo dejó encima de la mesa. El papel en el que había apuntado la traducción se quedó sobre la mesa, encima de todo lo demás. Se quedó quieta, mirando esas palabras, solo quedaba esperar al día siguiente para consultar el significado que podían tener. De repente oyó el ruido de una puerta cerrarse, se giró sobre la silla y miró a la puerta cerrada donde comunicaba su cuarto con el baño- "¿Qué hace despierto Li a estas horas?"- La chica se giró a ver el reloj y vio que eran las 12 y 48 de la madrugada. La verdad es que le traía sin cuidado lo que él hiciera, pero siempre había supuesto que Shaoran era un chico que no rompía las reglas y ahora acababa de romper una del campus: 'Esta prohibido salir de las residencias después de las 11 de la noche, a excepción de la realización de algún evento'. La chica se levantó con curiosidad, no sabía por qué pero tenía ganas de saber que era lo que mantenía al chico despierto a esas horas o mejor dicho- "¿Qué ha estado haciendo fuera hasta tan tarde?"- La chica avanzó hasta la puerta, la abrió y atravesó el cuarto de baño hasta la otra puerta, que comunicaba con el cuerto de Li. Lentamente fue abriendo la puerta hasta dejar una rendija para poder ver el otro cuarto. Al principio su vista no captó a nadie, solo los objetos del cuarto, fue moviéndose buscando a la persona que dormía allí y siguió sin ver a nadie. De repente la puerta se abrió rápida y violentamente y vio ante sí a un chico con el entrecejo fruncido. La chica sonrió nerviosamente y puso su cuerpo recto, le miró a los ojos y vio que en su mirada algo nuevo, no sabía exactamente el que, pero había un brillo extraño, un brillo que parecía exigirla algo- "Jejeje, hola"- Hua levantó la mano en forma de saludo, el chico solo acentuó el fruncido del entrecejo- "Buenas noches"- Se despidió rápidamente, la chica se dio la vuelta y se marchó, en aquel momento lo mejor era una retirada, no podía enfadarse con él o actuar con su pose fría, la había pillado espiándole, estaba en desventaja. La japonesa iba a irse cuando algo que la sujetaba del brazo la retuvo, la chica miró su brazo y vio la mano grande de Shaoran. Levantó la vista despacio siguiendo el brazo del muchacho y se paró en su cara, seria y rígida- "¿Podrías soltarme?"- Dijo fingiendo una amabilidad inexistente.
- "¿Y tú podrías decirme que hacías espiándome?"- Le preguntó el chino apretando más el brazo de la chica, a lo que esta reaccionó con una mirada entrecerrada de irritación.
- "No estaba espiándote, solo cerraba la puerta, estaba abierta"- Fue la peor mentira que pudo buscar pero no encontraba nada más que poder decirle. Li sabía que le estaba mintiendo, tiró del brazo de la chica y la metió en el cuarto.
- "Ya estas dentro. Ahora puedes mirar lo que te apetezca"- Dijo lo más brusco posible. La soltó el brazo y la chica empezó a frotarse por donde la había cogido, había apretado muy fuerte. La chica miró a su alrededor, vio que era una habitación muy limpia y ordenada, como había sospechado, él era del tipo de chico serio y recto, en pocas palabras...
- "Un aburrido"- Murmuró para sí misma. El chico levantó una ceja, la había oído perfectamente.
La chica evitó sus ojos, como si no se hubiera percatado de la mirada reprobatoria que el chino la lanzaba. Se quedó en medio del cuarto, parada, sin mirar al chico. Su mirada voló por la habitación, agudizando la vista en los detalles. Era un cuarto sencillo, sin ningún retrato, tenía bastantes libros, tenía el escritorio muy bien ordenado: los lápices y bolígrafos en su sitio, los papeles recogidos y colocados y un portátil sobre la mesa. También pudo apreciar que el armario estaba cerrado y que solo tenía un pequeño mueble para la ropa, seguramente no tendría muchas prendas. En un rincón de la habitación al lado de la ventana y situado al lado de la cama se encontraba un sillón, detrás de este sillón había una lámpara de pie. La chica volvió a moverse y a mirar al chico, estaba de pie delante de ella con una mirada inquisitiva, esperando respuestas a unas preguntas que no se habían formulado, pero que se sabían cuales eran.
- "Necesito hablar contigo Sagara"- Dijo mientras cruzaba los brazos delante de su pecho.
- "¿Ahora?"- Dijo con vagueza, eran las tantas de la madrugada y... ¿quería hablar con ella?.
- "Sí, prefiero discutirlo lo antes posible"- Dijo acercándose al sillón y sentándose en él.
- "¿No crees que es un tanto tarde? No sé tú... pero yo mañana tengo que ir a clase"- Dijo con la ironía en su voz.
- "No creo que te importe tanto si estabas despierta a esta hora como para espiarme"- Dijo levantando una ceja.
- "Toucher"- Pensó la chica- "Esta vez me has pillado y ya que me tienes atrapada aceptaré esa charla contigo"- Sagara se acercó a la cama y se sentó en ella, frente a frente con su adversario- "Vamos, pregúntame lo que querías preguntarme"- Por suerte la camisa de su hermano era lo bastante grande para taparle algo las piernas.
- "..."- Li se pasó una mano por el cabello, ¿cómo abordar el tema? Era difícil- "Quería preguntarte por una persona"- La chica lo miraba ahora con curiosidad, Shaoran parecía... ¿perdido?. Tenía la sensación de que el chico no sabía por donde comenzar así que decidió que tendría que echarle una mano, no tenía toda la noche, no podían perder una noche de esa manera, sin llegar a ninguna parte.
- "Vamos capitán Li, o... ¿es que tienes miedo de hacerme una simple pregunta?"- El chico frunció el entrecejo y la miró molesto.
- "¿De qué conoces a Sakura Kinomoto?"- Como un animal furioso fue a matar a su presa, la chica se vio un tanto aturdida, por no decir algo asustada, por la forma de atacar del capitán chino, debería de haberse mordido la legua. Por un momento le dio la sensación de que su respiración se había parado y que ahora ya no respiraba, se tomó un tiempo para asimilar la pregunta y su boca se movió despacio, intentando formar una palabra.
- "¿Para qué quieres saberlo?"- Preguntó a su pregunta.
- "No es asunto tuyo, solo responde"- Inquirió él.
- "Pues sí así van a ser las cosas, no es asunto tuyo de que conozco o no a esa chica"- Ahora era ella la que tenía en su poder la situación, si él quería saber lo que deseaba, tendría que ceder.
- "Si así vamos a estar, olvídalo, será mejor que vayas a dormir"- Tan pronto como comenzó la charla, acabó. De todas formas había ganado la chica, una batalla ganada en esa guerra.
- "De acuerdo"- La chica se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, dio un último vistazo al chico y salió de la habitación, no sabía si eran imaginaciones suyas, pero aquella noche habían tenido su primera conversación ¿normal? No parecía que esa tensión de siempre los hubiera rodeado como en otras ocasiones, para las pocas palabras cruzadas había sido algo bastante tranquilo, algo bastante... 'normal'. Entró en su habitación y apagó la luz del cuarto, la había dejado encendida antes de salir. Cogió la traducción y marchó hacia la cama, se sentó en ella y al lado de la ventana, bajo la luz de la luna observó las palabras que ahí había escrito. Poco sabía la chica que en esa habitación no estaba sola, cuando una sensación de ser observada la invadió, se giró y encontró los ojos de un animal en la oscuridad, la chica retrocedió hasta la pared donde estaba la ventana, no estaba asustada de esa mirada, si no de la impresión del sobresalto, pronto se recuperó y relajó los músculos, el dueño de los ojos se acercó y dio a reconocer su figura- "¡Malditas sea!"- Soltó la chica enfadada- "¡No deberías entrar así en un cuarto capitán Li! ¿Ahora a qué vienes?"- Le inquirió Sagara. El chico solo permaneció de pie, mirando la figura de la chica bajo la luz de la luna. El brillo que adquiría su piel bajo la luz era increíble, la hacia ver diferente, más viva, más femenina, como si no fuera un ser de este planeta, sino algo superior, un ser celestial, prohibido tocarlo, incluso mirarlo.
- "No hemos terminado de hablar"- La chica se mantuvo quieta. El papel que tenía en sus manos, lo dobló y lo guardó bajo las sábanas. El guerrero captó esos movimientos, lentos y precavidos- "Contesta a lo que te he preguntado"- Insistió de nuevo Li, ahora mirándola a los ojos.
- "Perdón, pero pensé que había dejado claro, que si tú no me respondías primero yo no iba a responderte ¿o acaso eres duro de cabeza?"- Se mofó la chica, el guerrero se acercó peligrosamente a ella. Ahora si estaba asustada, algo en sus movimientos, en su mirada, en su expresión, la hicieron alarmarse, la sensación de que en ese momento estaba en peligro recorrió todo su cuerpo, se tensó y se unió lo más que pudo a la pared.
- "Contéstame"- Dijo serio y frío a la vez que un tono peligroso se asomaba por sus palabras.
El chico se subió en la cama con las manos y una rodilla apoyadas, mientras tenía la otra pierna recta aún pisando el suelo. Cuando esa pierna estaba sin el apoyo del suelo sus manos se posaron a los lados del cuerpo de la chica y una rodilla entre sus piernas, evitando toda posibilidad de escape. Hua bajó la mirada analizando la situación en la que se encontraba... estaba acorralada. Levantó la cabeza y vio la intensa mirada del joven hechicero. Tragó saliva y sostuvo la respiración, su rostro estaba a centímetros del suyo, apenas podía distinguir su aliento del suyo. Se movió un poco intentando deshacerse de esa sensación de estar totalmente desvalida, parecía que su instinto de atacar y con ello sacar su personalidad fría y distante había desaparecido y eso no le gustaba, nada. Se sentía indefensa, desprotegida y ella no era así.
Li vio que la chica intentaba moverse, la cogió de la muñeca y la agarró con fuerza. No iba a dejar que se escapase de él, se veía que no tenía armas para atacarle, esa era la oportunidad para que él la atacara a ella, para conseguir lo que quería. El roce con la piel de ella le hizo sentir algo inesperado, su tacto era suave, su piel era cálida, la muñeca de la chica era fina y delicada, parecía que se podría romper si no se trataba con delicadeza. Al cerrar sus dedos sobre la muñeca pudo sentir un pequeño temblor de la chica, no apartó su vista del rostro de ella, pudo ver lo incómoda que se sentía, la agitación de su pulso, la forma de palpitar de sus ojos, tanto el uno como la otra estaban ensimismados. Habían olvidado, habían aplazado su charla por el desbordamiento de sus sentidos, por concentrarse en esos extraños sentimientos que ahora los desbordaban por completo. Aún ahogándose en esa piscina de sensaciones, Shaoran mantenía parte de sí despejado, cuerdo, aprovechó esa ventaja para sonsacar lo que quería. A diferencia de ella, él fue entrenado para no dejarse llevar por el momento, pero aún así parte de su ser no podía controlarse, no enteramente él, para su suerte.
- "Su... suelt... suéltame"- Susurró la chica por fin. No pudo soportar más esa mirada, apartó la mirada y cerró los ojos, sus sentidos estaban descontrolados, todo su ser eran puras contradicciones, no podía pensar, solo asustarse, no por él, si no por lo que sentía. Y lo que más la asustaba era que tenía la sensación de que no era la primera vez que sentía algo así, era algo turbador. En un momento su cuerpo volvió a temblar al sentir algo que le rozaba la barbilla, la chica mantuvo los ojos cerrados con fuerza, se negaba a mirarlo, sabía que ante su mirada era como un animalillo asustado, indefenso. Se sentía tan pequeña comparada con él. Notó como lo que la había rozado se mantenía en su barbilla y hacía mover su cabeza a un lado y arriba.
- "Mírame"- Dijo suave y dulce, como si hablara con una niña pequeña. La chica se negó por un momento, pero cedió. Abrió los ojos y vio ante ella una mirada castaña, los ojos del chico se habían suavizado, no eran tan fríos como siempre, si no más cálidos, más gentiles- "Por favor, dime de qué conoces a Sakura"- Le dijo suavemente y gentil.- Ella estaba tan desorientada, estaba perdida y se sentía como si hubiera estado dando vueltas y ahora el mareo la invadía, sentía vértigo, como si lo que sentía la hubiera llevado a lo más alto y ahora sentía tan poca fuerza que se sentía caer en un abismo. No pudo decir nada impertinente, nada para poder defenderse.
- "No sé quién es... de verdad..."- Con una mano sobre su muñeca y la otra sobre su barbilla, se sentía aprisionada, enjaulada.
- "Entonces lo que pasó en la cafetería..."- Su mano se deslizó sobre su mejilla. Era tan placentero tocar la suave piel de la chica.
- "No sé mucho sobre ella, sé su nombre porque ella me lo dijo, no sé nada más, ella es quién me encontró"- Cada palabra que articulaba era aire que escapaba de su cuerpo y que hacía que respirara con más dificultad.
- "¿Y para qué quería hablar contigo?"- El joven acercó su rostro a la cara de la chica, rozó su mejilla con la de ella y pasó la mano que estaba en su mejilla a la nuca. Entrelazando algunos cabellos con sus dedos.
- "Son cosas que me dice, cosas sin sentido, solo sé que quiere algo de mí, sabe muchas cosas de mí, pero yo no sé nada de ella, me persigue..."- La chica se sintió más tensa que antes. Shaoran había cerrado los ojos y había apoyado su frente en el hombro de la chica, escuchando sus palabras, que salían lentas y delicadas de entre los labios de la chica. Levantó la cabeza y la puso delante de la chica. Se quedaron absortos uno en los ojos del otro. Poco a poco la distancia que los separaba se fue acortando, la chica no hizo nada, solo lo miraba, estaba hundiéndose en esos pozos marrones. Cuando la distancia de su labios solo era de unos milímetros, él se paró, tenían los ojos abiertos, estaban mirándose, embelesados, sus narices se rozaban y sus respiraciones eran una solo, los latidos de sus corazones estaban desbocados. Se quedaron quietos, admirándose, intentando descubrir lo que se hallaba en el fondo de sus ojos, de sus almas. Todo indicaba que estaban perdidos, uno por el otro, pero un momento de lucidez los invadió a los dos y el chico se separó, la chica apartó la mirada ocultando sus ojos en unos mechones. Notó cuando el joven bajó de la cama, cuando el calor que la envolvía la abandonó, ahora se sentía cuerda, se sentía en sus cabales, pero se sentía fría... sola. El chino se sintió preocupado, se había dejado arrastrar por sus emociones, pero no estaba totalmente perdido en ellas y eso era lo que más le asustaba, había tenido la suficiente lucidez para saber lo que hacía. Se quedó parado delante de la chica un momento y se marchó hacia la puerta.
- "Lo siento"- Fue lo único que dijo antes de salir de la habitación. Hua se rodeó con los brazos y se dejó caer en la cama, encogió las piernas llevándolas al pecho y allí las rodeó con sus brazos. Se sentía temblar de frío, extrañamente, ahora sentía una sensación de melancolía, de añoro por algo, algo que no recordaba que era. Prefirió olvidar, agarró las sábanas y se depositó bajo ellas, arropándose bajo el calor de las telas, cobijándose del exterior.
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La mañana avanzaba aburrida, sin vida, sosa y monótona. Era vivir día tras día lo mismo, las mismas personas, las mismas palabras de saludo, una lección, siempre las mismas lecciones, nada nuevo había, nada novedoso, nada emocionante, así fue durante una semana. Nada había ocurrido, nada extraño y eso era lo que más intranquilizaba. Miró el reloj y vio como la aguja del segundero avanzaba lenta, como si cada segundo durara una eternidad. Miró a su alrededor y vio a la misma gente insulsa de siempre, las mismas chicas cotilleando, los mismos chicos durmiendo, las mismas personas apuntando todo lo que el profesor decía y gente que simplemente mantenía la mente en blanco o pensando en sus cosas, como ella. Después de 20 minutos de agotadoras clases terminó la jornada, la campana sonó y todos se marcharon a seguir con sus respectivas vidas. La chica se levantó de su mesa y recogió sus cosas, después de haber metido todo en su cartera, se marchó. Por su camino a la salida de la clase se encontró con la mirada sonriente de Paul, no paraba de echarle miradas y sonreir petulantemente, lo cual irritaba a la chica. Le ignoró y se marchó. Hua se fue a la cafetería, no tenía que trabajar hoy y esa mañana ya había repartido lo que debía, era un trabajo duro ya que tenía que madrugar mucho. Las clases comenzaban a las ocho y media pero a las 6 ya se despertaba todo el mundo[1]. Hua se levantaba a las seis menos diez de la mañana, a las seis y cuarto llegaba al trabajo y ya empezaba a repartir, a las 8 volvía a la cafetería a entregar los papeles de todos los pedidos entregados y desayunaba un poco, después se marchaba a clase.
Caminaba ensimismada, no se percataba por donde iba, era como un acto reflejo, su cuerpo se movía, pero su mente estaba en otro lugar. Cuando alzó la cabeza se encontró delante de una clase, ¿dónde estaba?. La chica miró el letrero de la puerta y vio que era el aula de ciencias y empresariales. ¿Cómo había llegado a aquel lugar? Ni siquiera había pasado por esa zona todavía. La chica pasó por delante de la puerta, sin darle más importancia. Pero del aula salió alguien y Hua se cayó al suelo, se había chocado con esa persona. La chica agitó un poco la cabeza y vio donde fueron a parar sus libros, los recogió y cuando levantó la cabeza vio los ojos marrones del capitán americano. Su cara cambió completamente, pensaba disculparse, pero lo único que hizo fue mirar con gran asco el rostro del chico. El americano no se había caído pero al ver quién estaba tendida en el suelo no pudo evitar una sonrisa de petulante satisfacción.
- "Mirad lo que se ha dejado caer por aquí"- Dijo mirando a la chica con ojos de buitre.
El americano y la japonesa no es que se llevaran muy bien, sino todo lo contrario, ella lo odiaba a muerte, él en cambio la encontraba muy entretenida. El chico no había cambiado mucho, lo pudo ver la otra vez que se encontraron. Era apuesto, eso nadie lo negaba, era alto, de piel no muy morena, cabello negro como el azabache, mirada castaña, de boca grande y ojos también grandes, cejas anchas pero que le daban cierto estilo. Era fuerte, pero no corpulento. Su carácter era altivo, siempre con la cabeza por encima de los demás, presumido y una persona, según Sagara, imposible de tratar, era competitivo y muy posesivo, era el mejor y nadie debía contradecirle. El chico se llevó las manos a los bolsillos del pantalón, no se iba a molestar en ayudarla, la chica le miró con desprecio, cuando iba a volver a ponerse de pie encontró delante de ella una mano, volvió a alzar la vista y vio la misteriosa sonrisa de Eriol. La chica le devolvió la sonrisa y se levantó con su ayuda. Entre ellos existía una extraña comunicación. La chica se puso de pie y se sacudió el polvo de los pantalones. Cuando ya vio que estaba todo bien dirigió su mirada a Alex, este miraba con cierto desagrado al capitán inglés, el cual solo sonreía sin prestarle mucha atención.
- "Hola Sagara"- Saludó Eriol. La chica movió la cabeza hasta mirarle e hizo un pequeño saludo de cabeza.
- "Hola Hiragizawa"- Saludó con la misma cortesía.
- "No sabía que dieras clase por esta zona"- Comentó Eriol olvidándose por completo del americano.
- "Y no doy clases por esta zona. Estaba merodeando por aquí, hace una semana que damos clases y todavía no conozco muy bien este recinto"- Dijo alegre pese a lo incómodo de la compañía. De repente al grupo se unió otra persona que también salía de la misma clase que Eriol y Alex- "Tres capitanes juntos en una misma clase, que casualidad"- Comentó Sagara al ver salir a Li. El chico la vio y frunció el ceño como lo había hecho antes, solo permaneció serio, de alguna manera los dos se sentían distintos, pero ninguno de ellos lo iba a demostrar.
- "Al parecer conoces a los capitanes del equipo inglés y del chino, Hua"- La chica le lanzó una mirada asesina mientras Eriol miraba curioso y Shaoran miraba al chico con poca simpatía.
- "Que interesante..."- Pensó la reencarnación de Clow.
- "Mmmmm... ¿qué quieres que te diga? ¡Oh, sí! ¡Ya! No es asunto tuyo"- Dijo con una sonrisa pero con un fondo de enfado.
- "Tranquila, no me saques las garras, gatita"- La chica empezó a ponerse roja, la rabia la comía por dentro.
- "Creo que nos tenemos que ir Hiragizawa, hay asuntos que discutir"- Interrumpió el chino, la chica maldijo por lo bajo y el americano solo tenía una sonrisa en sus labios- "¿Te acercamos a alguna parte Sagara?"- Esto pilló totalmente desprevenido a los tres, la chica no sabía que responder, Eriol sonrió curioso y el americano sacó las manos de los bolsillos. ¡Le estaba quitando la chica! ¡Y delante de sus narices!
- "Pues... esto..."- Estaba tan desprevenida que no sabía que decir, en realidad hoy no trabajaba, era martes y no tenía trabajo por la tarde, del partido que se jugaba esa tarde ya se encargaría de ir Suzu, así que sí, no tenía nada que hacer, iba a rechazar la oferta pero Eriol fue más rápido, al ver la respuesta en sus ojos.
- "Vente con nosotros, Tomoyo y la prima de Li estarán con nosotros, seguro que estarán encantadas de verte"- La oferta de Eriol fue de los más oportuna, ahora la chica no tenía razones para rechazar su invitación, la sonrisa de Eriol se acentuó al ver la cara de rabia del americano. Shaoran por su parte seguía con cara tranquila.
- "Sí, será agradable verlas, desde la cena en casa de Li no he podido verlas"- Ante ese comentario el asombro de Alex Kazuo fue mayor, ¿Cuán profunda era la relación entre esos tres?
- "Vámonos"- Shaoran comenzó a andar con su cartera en un hombro, pasó al lado del americano y le dio un ligero empujón en el hombro. Eriol siguió a Shaoran con Hua al lado. La chica miró al americano y una sonrisa victoriosa se formó en sus labios.
- "Maldito Li"- Susurró en lo bajo mientras su puño volaba hacia la pared de al lado- "Si quieres guerra, la tendrás. Conmigo nadie juega y menos cuando se trata de mujeres"- Apretó con fuerza el puño y finalmente se marchó por el camino contrario por donde se habían ido los tres de antes.
Hua se mantuvo callada, ese silencio era algo incómodo, pero necesario, cuando no hay palabras que decir el silencio es lo mejor. No se había dado cuenta, pero el capitán de los Dragones la había ayudado, de alguna manera esa ida fue la peor humillación para Alex, ni siquiera se habían despedido de él, le habían ignorado, con letras mayúsculas.
Eriol llevaba una cartera negra bajo el brazo, el cual tenía la mano dentro del bolsillo del pantalón. Al comenzar las clases no llevaban uniformes, pensaron que así no habría distinciones entre países, cada alumno iría como prefiriera. Eriol llevaba una camisa de mangas cortas a cuadros azules, con unos pantalones oscuros, no sabía bien si eran negros o de un azula marino muy oscuro, la camisa la llevaba por fuera, lo que le hacia dar un aire juvenil, pero maduro. Shaoran iba con un polo verde de mangas cortas y unos pantalones beige anchos a diferencia de Eriol, Shaoran iba más casual, tenía un aire más resuelto, pero que no se daba a llegar por la expresión seria de su cara. Hua vestía con unos pantalones ajustados, que le llegaban por la cintura lo que la dejaba ver el ombligo. Arriba iba con una camiseta de colores vivos. Tenía dos telas, una que la cubría el cuerpo y otra transparente. La zona que no era transparente le llegaba por encima del ombligo y era sin mangas, la tela transparente prolongaba la camiseta hasta la cintura del pantalón, cubriendo discretamente esa parte, después tenía unas mangas cortas hechas de esa tela transparente. Ese día iba peinada con dos coletas.
- "¿De que conoces a Kazuo?"- Interrumpió repentinamente Li sin mirarles, siempre por delante de sus amigos. La pregunta le pilló por sorpresa, la chica dudó y su mirada se tornó como antes, llena de rabia.
- "No quiero ser entrometido, pero también me gustaría saberlo"- Añadió Eriol de improviso, la chica se vio algo atrapada entre ellos dos. ¿Por qué se sentía siempre así cuando estaba cerca de ellos? ¿Debería de decírselo? No los conocía mucho, no tenían tanta confianza, pero tampoco ocultaba nada- "Si no lo quieres contar no hace falta que nos lo digas, solo es simple curiosidad"- Dijo Eriol con su habitual sonrisa, graciosa y con un toque de falsa inocencia.
- "De que lo conozca no es asunto vuestro"- Contestó mirando hacia el frente, con toda la dignidad del mundo- "Y aunque no es asunto vuestro os lo contaré"- Los dos parpadearon algo confusos, no es que no les interesase, pero era un cambio de actitud algo inesperado. La chica los miró con una ceja levantada, tampoco había dicho algo tan raro- "Es un asunto del pasado, digamos que no quiero que mi imagen se dañe más de lo debido. Seguramente no tardará mucho. No me gusta hablar de eso, es un tema algo delicado"- Shaoran movió la cabeza para mirar a la chica, esa respuesta le había dejado más intrigado que antes. Eriol solo pudo sonreír ante el gesto de su descendiente.
- "No quiero insistir, pero... ¿tan malo es que no lo puedes contar?"- Dijo Eriol provocando más la curiosidad de Li, que había vuelto la mirada delante.
- "La verdad es que será mejor que os cuente lo que pasó, después de todo, dentro de poco empezará a alardear, lo que me sorprende es que aún no lo haya hecho"- Dijo esto último para sí misma- "Bueno... conozco al capitán de los Black Snakes de la temporada que estuve en Nueva York, hace tres años que estuve, pasé un año en el mismo instituto que Alexander"- La chica no lo llamó ni por su apellido ni por su nombre de pila, algo... extraño. Teniendo en cuenta que solo lo habían oído llamar de esas dos maneras- "Era el chico más popular del instituto, todas las chicas estaban locas por él"- Dijo recordando aquellos días, suspiró. Eriol miró a la chica y volvió a sonreír.
- "Todas, excepto tú"- Dijo Eriol, la chica asintió con la cabeza, Shaoran observaba todo esto desde la esquina de su ojo.
- "Yo era amiga de su hermana pequeña, bueno... en realidad seguimos siendo amigas. Las dos éramos animadoras y estudiábamos lo mismo, un día coincidimos en la biblioteca y... bueno... no viene al caso. Six, la hermana de Alexander, me lo presentó y me insistió en que saliera con él, decía que su hermano estaba muy interesado en salir conmigo y por hacerle un favor a ella..."
- "Accediste"- Se oyó decir a Li, con una voz fría y grave.
- "Sí"- La chica hizo una larga pausa, empezó a retorcerse los dedos y a mirar al suelo. El tema se estaba tornando desagradable para Hua.
- "Creo que puedo adivinar lo que pasó"- Dijo Eriol poniendo la mano en la barbilla. La chica le miró y parpadeó- "Volvisteis a salir y el chico empezó a agradarte"- La chica le miró algo sorprendida, no iba por mal camino- "Y siendo el playboy que parece ser, diría que te enamoraste y que después se marchó con otra"- Hua se sorprendió, no se había alejado del todo, pero aún faltaban varios detalles- "Si falta algo, dímelo"- Dijo gracioso. La chica sonrió, había hecho que el hecho pareciese gracioso.
- "La verdad es que te acercas bastante, en realidad, no se marchó con otra, ya tenía 'otras'"- Los dos chicos se pararon en seco. ¿Había dicho otras? ¿en plural?- "Si no me equivoco, salía con otras dos más, llegué a pensar que eran tres, pero esa no era 'novia', era 'amiguita', lo que para él es una gran diferencia"- Explicó como si fuera lo más natural del mundo. Los hechiceros no podían creer lo que oían.
- "Por Dios, que cerdo"- Pensó Shaoran.
- "Y yo pensaba que Paul era un mujeriego, por lo menos tiene la decencia de salir con ellas de una en una"- Pensó Eriol. No es que le entusiasmase la actitud de su amigo, pero ese tipo era muchísimo peor- "¿Qué pasó?"- Preguntó. La chica suspiró y cogió aire para seguir con el relato.
- "Pues todo lo descubrí por su hermana, la verdad es que ella no sabía lo de las 'otras' cuando me pidió que saliera con él, lo descubrió más tarde de que empezáramos a salir y cuando lo supo no quiso herirme, se sentía culpable, después de todo ella nos presentó. Cuando me lo dijo me sorprendió, el concepto que llegué a tener de él había cambiado desde la primera impresión que me dio. Me enfrenté a él y no me negó nada, mucho peor, me dijo que no era hombre que se ataba a una relación, me dijo que era como una abeja que recolectaba miel de flor en flor, que le gustaban las flores más dulces, las más llamativas, todo... para recolectar miel"- Explicó la chica las razones que él le había dado.
- "Es decir su ego de macho"- Dijo Shaoran en voz alta, al percatarse de ello miró a la chica para pedir perdón, en estos asuntos debería tener más tacto, pero le había salido con naturalidad, sin pensarlo, debería de haber permanecido callado, no enseñana sus emociones, pero se sentía tan irritado que no pudo evitar que se escapase el comentario. Ella le sonrió tristemente y le negó con la cabeza, por primera vez vieron dolor en sus ojos.
- "Lo peor fue después"- Dijo bajando el tono de voz.
- "¿Después?"- Preguntó Eriol algo intrigado, ya era malo lo que le había hecho a la chica, ¿cómo podía ser peor?
- "Jamás me sentí peor, después de mucho tiempo confié en alguien y me traicionaron de nuevo"- Pensó la chica- "Sí, después de romper. Él me ofreció seguir la relación, yo por supuesto me negué. Fui yo quien le dejó y eso no fue lo peor, le dejé en el instituto, delante de todo el mundo, lo que fue un gran error"- La cara de Eriol adquirió un tono ligeramente serio- "El día después fue horriblemente peor, mis compañeras me evitaban, los chicos empezaron a meterse conmigo, todo por haberle dejado"
- "Se hizo la víctima"- Dedujo Eriol.
- "Exacto, pero eso solo fue la punta del iceberg, tiempo después corrió el rumor de que era la chica más 'fácil' de todo el instituto. Los chicos empezaron a insinuarse, las chicas me insultaban por los pasillos, pasó a ser una historia totalmente diferente de la verdad: 'Alexander Kazuo fue utilizado por una víbora que se iba a la cama con cualquiera'"- Shaoran estaba asqueado, esa clase de personas las detestaba, jamás creyó que conocería a una de ellas- "Me cambié de instituto a dos meses de terminar el curso, me gradué en otro instituto"- La chica apretó sus puños con fuerza.
- "Supongo que fue lo mejor, no podrías haber enfrentado todo un instituto contra ti"- Dijo Eriol.
- "Fue la peor decisión. Huí, como una cobarde, escapé de él, no me enfrenté por miedo"- Dijo resentida, su vida siempre había sido así, huir, escapar de los miedos, lo hacía inconscientemente y eso era algo que la irritaba. Los dos chicos se miraron, parecía tener un bajo concepto de sí misma- "Una cobarde, eso es lo que en realidad soy"
- "Eres demasiado dura contigo misma"- Dijo Shaoran. Eriol y Hua le miraron- "No puedes hacerle frente a todo lo que se te ponga por delante, tal vez ahora veas que fue un error, pero en aquel momento fue lo mejor que pudiste hacer, no estabas en condiciones de ir contra todo un instituto, si le hubieras plantado cara, tal vez hubieras salido adelante, pero déjame que lo dude. Si te hubieras enfrentado a todo ese instituto, tú sola, sin el apoya de nadie, te aseguro que las burlas hubieran aumentado y la cosa se podría haber descontrolado, podías haber salido muy perjudicada, hubiera sido como entregarte a unos lobos sedientos de sangre, en pocas palabras, un suicidio. Hiciste lo mejor, créeme"- Eriol miró al chino con mirada de comprensión, apoyaba lo que su amigo había dicho. Por su parte, Hua lo miraba algo asombrada, no hubiera esperado esas palabras por parte de él. Desde que supo de eñ capitán de los Dragones se formó un concepto de él: una persona fría y cerrada que no se molesta por los asuntos de los demás y allí estaba, diciéndole palabras de comprensión y apoyo. Su imagen de él empezaba a cambiar y eso la asustaba, el concepto que empezaba a formarse la asustaba porque la hacia sentirse extraña, muy incómoda, empezaba a darse cuenta de que no era todo frialdad y seriedad. No iba a precipitarse, no esta vez, no tropezaría dos veces con la misma piedra y además, él ya estaba comprometido, tenía una novia. Pero... ¿Por qué pensaba ahora en la novia? ¿Qué majadería se le estaba pasando por la cabeza?
- "Estoy de acuerdo con mi querido... amigo. Tú sola contra todos hubiera sido un gran error, podrías haber salido más perjudicada de lo que realmente saliste"- Eriol la miró con su sonrisa de siempre.
- "No estoy muy segura, aún así, ahora me voy a tomar una pequeña venganza"- Dijo más para sí misma que para ellos. Los dos chicos la miraron volviendo a centrar todos sus sentidos sobre ella- "Ni siquiera sé porque os he contado todo esto, no os interesa mi vida"- La chica recordaba los días en que su hermano era quién la daba consejo y la apoyaba. Al perder ese punto de apoyo se sintió aturdida y sola, no confiaba en nadie más que en él y ahora tampoco confiaba plenamente en él, rompió su promesa, el juramento de estar siempre con ella, eso no lo olvidaría nunca.
- "La verdad es que has tenido una vida muy movida, has estado en EEUU e Inglaterra y vienes de Japón, viajar has viajado, habrás conocido muchos lugares y ha muchas personas"- Dijo el inglés con una sonrisa.
- "La verdad es que sí, mi vida es de lo más asombrosa y movida"- Ante ese comentario los dos jóvenes miraron a la chica con interés- "También estuve en Francia, mi padre viaja mucho, siempre que oye un lugar donde le hacen una buena oferta o donde haya un equipo tecnológico muy moderno con el que pueda trabajar nos mudamos, en 6 años he estado en 4 institutos diferentes, no, en 5, de universidad jamás me he cambiado, hasta ahora, pero esto es más bien un intercambio cultural más que un cambio de universidad"
- "Ya que hablamos de la universidad, ¿en qué estudias?"- Preguntó Eriol.
- "Publicidad y Relaciones públicas"- Dijo la chica con una sonrisa.
- "Entonces debes de estar en la misma clase que Paul"- Murmuró Eriol con una sonrisa mientras que Kua solo farfullaba cosas al recordarle ese nombre.
- "Si no me equivoco tienes que estar en la planta superior al otro lado de donde se encuentra nuestra aula, ¿qué hacías por ahí?"- Dijo Shaoran al recordar a la chica junto con Eriol y Kazuo en la entrada de la clase. La chica dudó por un momento.
- "Creo que ya lo dije, como no conozco el lugar muy bien todavía, decidí recorrerlo y por casualidad me encontré allí"- La verdad, era una razón convincente, pero algo les decía a él y a Hiragizawa que la chica no decía la verdad.
- "Ajá"- Dijo Shaoran como si creyera todo lo que había dicho. Los dos chicos fijaron sus miradas en ella, no mostraba nerviosismo, tampoco cambió su actitud, parecía que realmente estaba diciendo la verdad, todo en ella parecía normal, excepto que no sentían eso, la sensación que ella les dio fue demasiado... no sabían explicarlo, simplemente lo presentían.
- "¿Dónde vamos?"- Preguntó la chica al ver que aún andaban por el campus.
- "¡Ah! Disculpa mi falta de cortesía, vamos a mi casa"- Dijo Eriol ampliando su sonrisa.
- "¿A tu casa? Mmm, no te entiendo, ¿acaso no estás en una habitación de la residencia cómo nosotros?"- Preguntó con un signo de interrogación encima de su cabeza mientras se llevaba el dedo a los labios y ladeaba un poco la cabeza hacia la derecha.
- "Sí"- A la chica le salieron más signos de interrogación sobre la cabeza.
- "¿Entonces?"- Dijo con muchas dudas. A Eriol se le escapó una risita al ver la cara de Hua, parecía una niñita pequeña a la que había que aclarar muchas dudas, una faz dulce y de pura inocencia. Se parecía a...
- "Es que es muy raro"- Murmuró Shaoran.
- "Es que me gusta mi independencia y estar con mis amigos"- Explicó cerrando los ojos y levantando un dedo.
- "Yo más bien diría 'jugar' con ellos"- Volvió a murmurar Shaoran, todo esto sin ser oído por Hua.
- "Ahm, desde ese punto de vista tienes razón, la verdad es que pasa lo mismo con el capitán Li ¿no? Porque él también tiene casa en la ciudad"- Dijo mientras los dos dirigieron sus miradas hacia el chico que estaba delante.
- "No creo que su caso sea el mismo"- Dijo entre risitas, recordando a sus hermanas, seguro que iban con frecuencia de visita a la casa. Shaoran le lanzó una mirada asesina.
- "¿Entonces?"- La chica avanzó unos pasos hasta ponerse a la altura del chino- "¿Por qué te quedas en el campus?"- El chico la miró de reojo y con toda la sequedad del mundo la respondió.
- "Lo mismo que Hiragizawa, independencia"- La realidad es que el chico solo trataba de escapar, de evitar la presión de su clan, las tareas, los deberes, solo quería algo de paz y tranquilidad, al igual que un poco de libertad.
- "Es normal, nadie quiere depender de sus padres eternamente ¿verdad?"- Al decir esto, la voz de la chica tenía un tono diferente, parecía tan distante, no como de costumbre, no una distancia fría sino una distancia melancólica... triste.
- "Ya llegamos"- Dijo Eriol al ver su auto. Estaba estacionado algo lejos, pero por fin habían llegado. El inglés sacó las llaves y quitó la alarma. Después se acercó y metió la llave en la ranura. Sagara se había quedado quieta, estuvo un momento así y se dio la vuelta, no había nada ni nadie, había tenido una extraña sensación, no sabía describirla, pero era una sensación de inseguridad. Se volvió a girar para dirigirse al coche y se cruzó con una chica. Las dos cruzaron miradas, se miraron hasta que una voz interrumpió el trance.
- "Sagara"- Le llamó el hechicero de gafas. Le miró y después volvió a lanzar otra mirada furtiva a la chica con la que acababa de cruzarse. Vio como una chica se acercaba a ella y se marchaban juntas. Se metió en la parte trasera del coche y cerró la puerta- "¿Conoces a esa chica?"- Le preguntó Eriol al ver como se había quedado quieta, mirándola.
- "No"- Contestó algo pensativa mientras miraba hacia el lugar donde se había cruzado con la chica. Eriol arrancó el coche y Shaoran observaba a la chica con mirada sospechosa. Estuvieron callados mientras rápidamente la ciudad se volvía a cubrir de nubes negras.
- "Que tiempo más imprevisible, últimamente llueve mucho"- Comentó Eriol mientras veía la formación de las nubes en el cielo.
- "Sí... es verdad..."- Los dos se miraron ante el susurro de la chica, parecía totalmente absorta en algo. Un trueno invadió el cielo y un recuerdo vagó hasta su mente, se quedó en blanco y unas palabras escaparon de sus labios-
"'Noche tras noche, día tras día,
solo oscuridad verás,
solo negro algodón observarás,
lágrimas del cielo te empaparán.'"
Inconscientemente la chica recitó el primer fragmento del texto que había traducido. Shaoran oyó las palabras, que fueron casi imperceptibles. Su ceño se frunció y se giró a mirar a la chica que se sentaba detrás.
- "¿Qué acabas de decir?"- La chica se sobresaltó, no se había percatado de nada de lo que había dicho y parpadeó confundida.
- "¿Perdona?"- Dijo la chica de vuelta al mundo real.
- "¿Que has dicho?"- Repitió Shaoran. Eriol se mostró serio, también había oído lo que la chica había dicho y aunque no lo había entendido sabía que era una lengua muerta, una lengua que no muchos podrían entenderla y si no estaba equivocado, era la lengua que utilizó Long Lei en su diario y manuscritos, se podía ver en la reacción de su copiloto.
- "Nada, nada"- Aún no había recobrado la compostura del sobresalto, pero recordaba lo que había dicho, que tonta de su parte. Shaoran seguía mirándola, sabía que no iba a sonsacarla nada.
- "Dime, ¿entonces no te suena nada...
'Noche tras noche, día tras día,
solo oscuridad verás,
solo negro algodón observarás,
lágrimas del cielo te empaparán.'?"
Dijo traduciendo lo que había oído, la chica se vio en un apuro, no sabía que él entendiera esa lengua, a ella le había costado descifrarla, pero él solo necesitó oírla y ya sabía lo que había dicho.
- "No sé de que me hablas Li"- Error, la chica había cometido un error. Shaoran sonrió dentro de sí mismo.
- "¿Estás segura? Te noto nerviosa"- La chica no se había percatado de lo que había dicho, pero empezó a desear estar fuera de ahí, libre de sus miradas.
- "Li, creo que te estás equivocando"- El mismo error otra vez.
- "Ya hemos llegado"- Traspasaron las verjas y en pocos segundos llegarían delante de la puerta. Eriol vio la mirada molesta de Li, sabía que si seguía presionándola podía haberla sacado algo. La reencarnación de Clow le miró seriamente.
- "Deja que todo salga a su debido tiempo, se paciente, no debemos forzar las cosas"- Pensó mentalmente como si estuviera diciéndoselo a su descendiente. De alguna manera Li comprendió.
- "Bonito sitio"- Miró el lugar, era grande, era más pequeño que la casa de Shaoran, pero seguía siendo bastante grande.
- "Gracias"- La chica había perdido el nerviosismo de antes, la intervención de Eriol la tranquilizó, pero a partir de ahora iba a ser más precavida, no podía dejar que siguieran sospechando de ella, porque seguro que era eso lo que sentía sobre ella, sospechas. Los tres salieron del auto y se dirigieron a la puerta de la mansión- "Bienvenida a mi humilde casa"- Dijo Eriol con una sonrisa, mientras que a Hua le salía una gota.
- "Yo no emplearía la palabra 'humilde' y 'casa' tampoco, esto es una mansión grande, bastante grande"- Pensaba mientras le devolvía la sonrisa a Eriol. En esta ocasión Hiragizawa fue el que caminaba delante, los otros dos le seguían. Hua tenía varias gotas de sudor, notaba perfectamente que la mirada de Li no se apartaba de ella, una mirada fija, como la del lobo que sigue a su presa. La chica no iba a girar la cabeza para mirarle, sabía que ante la juiciosa mirada de él sería juzgada y condenada antes de poder decir nada. La chica ya estaba en la lista de sospechosos y solo un milagro haría que desapareciera de ella. Lo que había parecido una tranquila tregua desapareció en menos de una hora esa tarde. La tensión que había entre ellos no iba a desaparecer, por lo menos no por parte de Li.
- "¿Has comido Sagara?"- De nuevo la oportuna interrupción de Eriol salvó a Hua de un ataque de nervios.
- "Sí, sí he comido, no te preocupes por mi"- Decía mientras avanzaba unos pasos para ponerse al lado de Eriol, sabía que él tampoco era de fiar, pero se sentía menos incómoda. Él por lo menos no la mataba con la mirada.
- "¿Te apetecería té o café o cualquier cosa para tomar?"- El chico se paró delante de unas puertas y puso las manos en los pomos. Cuando abrió la puerta de la sala los tres se encontraron con Meiling, Tomoyo, Kaho y Nakuru. Las cuatro mujeres se giraron al abrir la puerta y vieron a los tres jóvenes. La respuesta no salió de los labios de la chica.
- "Buenas tardes"- Saludó Hua con una reverencia. Las cuatro mujeres se levantaron y saludaron a los recién llegados.
- "Buenas tardes"- Saludaron las chicas al unísono. La expresión de su cara era de desconcierto, no se esperaban la llegada de una invitada.
- "Sagara deja que te presente a Kaho Sato, una amiga, y Nakuru Akizuki, mi prima"- Presentó el dueño de la mansión. La chica las sonrió y les hizo una reverencia, estas hicieron lo mismo.
- "Encantada de conocerlas"- Dijo educadamente la japonesa de ojos verdes.
- "El gusto es nuestro"- Dijeron las dos mujeres.
- "Perdóneme, ¿pero le importaría si le hago una pregunta señora Sato?"- Preguntó analizando a la mujer. Parecía bastante joven para estar casada.
- "No, pregúntame lo que quieras"- La chica se sentó en uno de los sofás al lado de Tomoyo mientras que enfrente estaban Kaho y Nakuru, Meiling estaba sentada al otro lado de Tomoyo y los chicos se sentaron en los sillones del otro día.
- "¿Usted no sería profesora en la escuela Tomoeda? Es que Naoko, Chiharu y Rika me hablaron de una profesora de matemáticas de primaria, pero se llamaba Kaho Mizuki"- Los presentes estaban bastante sorprendidos, ¿cómo podía acordarse de algo que seguramente no tendría que tener ninguna importancia para ella? Seguramente de la profesora hubieran mencionado varias cosas, lo normal es que las olvidara o recordara pocas cosas, pero ella parecía saber bastante.
- "Sí, fui la profesora de matemáticas cuando tus amigos iban a la primaria Tomoeda. Me he casado, ahora me apellido es Sato, antes me apellidaba Mizuki"- La chica solo emitió un ruido y afirmó, se volvió a quedar pensativa. Meiling y Tomoyo miraron a Eriol y Shaoran, ¿de qué iban a hablar si la chica estaba delante?
- "Me han hablado mucho de ti"- Dijo Kaho llamando la atención de las chicas.
- "¡Ah! ¿si?"- La chica miró con atención a la mujer, era una mujer bonita, eso podía verse, era, al parecer, una mujer agradable, con una sonrisa en sus labios, pero por alguna razón la chica empezó dirigir su mirada de la mujer a Eriol y de este a la mujer. Había cierta similitud en su forma de sonreír. No era una sonrisa de alegría tampoco era una de simpatía, era...- "Una sonrisa engañosa, es una sonrisa misteriosa, mentirosa, como la de Hiragizawa, solo es una máscara, una fachada, esta mujer oculta algo y se ve que se están reprimiendo, la cara de asombro cuando entre en el cuarto no la pudo contener nadie. Quieren hablar de algo, pero... entonces... ¿por qué me han traído?"- La chica paró su mirada sobre Kaho y la sonrió, ella también sabía jugar a ese juego.
- "Sí, eres el centro de atención en la Competición, me han dicho que es una polémica que una chica entrene a los jugadores"
- "No veo que sea tan importante, estoy tan cualificada como cualquier entrenador de esta Competición, ya he entrenado a otros chicos y en realidad no soy entrenadora oficial, además el entrenador solo se ausentará durante algún tiempo, se ha planeado que vuelva, no hay que armar tal alboroto por algo tan insignificante"- El tono fue duro, frío y contundente, durante toda la tarde se había mostrado tranquila, ahora pasó al ataque. Tomoyo tenía los ojos ensanchados, sin duda podía llegar a ser fría, hasta entonces no había visto esa parte de ella. Meiling solo pensaba en lo petulante que le había sonado la contestación, pero pronto empezó a reír en su interior.
- "Y yo que pensaba que mi primito era de hielo, no puedo evitar pensar en lo complicado que debe de ser estar con ella, dos personas de carácter parecido, seguro que ya han tenido varios roces y más compartiendo cuarto de baño"- Eran pocas, mejor dicho ninguna, fuera de la familia que supieran irritar de verdad a Li. Solo sus hermanas, Meiling solo cuando veía un momento oportuno, la madre de Li debía ser una experta, una vez Li le comentó a su prima como podía ser su madre, pero jamás lo vio en persona.
- "Yo pienso que es un gran mérito que una chica se meta en un mundo de hombres, no muchas se atreven a eso"- Dijo Kaho con una sonrisa afable.
- "Si no hubiera sido yo hubiera sido otra"- Había varias tazas de té en la mesa y la chica miró a Tomoyo- "¿Puedo tomar té?"- Dijo en tono bajo para no interrumpir el hilo de la conversación, la chica asintió y vio que Nakuru se levantaba a por una taza, volvió con ella y la puso sobre la mesa, Tomoyo la sirvió el té y lo puso delante de la chica de ojos de jade- "Gracias"- Le agradeció con una sonrisa.
- "No todo el mundo tiene tanto valor"- Añadió Eriol.
- "¿Valor? Yo no lo llamaría valor, en realidad solo lo hago por razones egoístas"- Lo hacía para descargar tensión, aunque también había otro motivo, humillar al capitán de los Snakes.
- "Aunque tuvieras un motivo egoísta, si no hubieras tenido el valor suficiente para enfrentarte con todos esos chicos, no te hubiera servido de nada esas 'razones egoístas'"- Dijo Tomoyo con el té en las manos. La chica bajó la mirada y apretó las manos.
- "No, no soy valiente, siempre he estado huyendo de las cosas, siempre he escapado de todo. No, yo no soy valiente"- El sonido de la taza tocando el plato hizo que Hua levantara la cabeza dándose cuenta que no debía mostrar flaquezas. En un movimiento rápido Eriol se levantó de su asiento y se paseo por la sala.
- "Sé que Shaoran te invitó para que te lleváramos a alguna parte..."- Los que estaban en la sala lo miraron totalmente perdidos, ¿de qué estaba hablando?- "... En ese momento decidí aprovechar la oportunidad que me ofreció Li para invitarte y que habláramos de unos 'asuntos', que creo que sabes de cuales son"- Todos se había quedado sorprendidos en la sala, había cogido la presa y la había encerrado en una jaula sin que nadie se enterase.
- "¿Me has engañado?"- Se dijo para sí misma más que para hacer una pregunta.
- "No te he mentido en ningún momento, así que no puede llamarse engaño, te invité a que vinieras a ver a Tomoyo y Meiling, solo decidí que mejor sería no decirte de que íbamos a hablar, no fue una mentira, simplemente no te conté todo lo que haríamos"- Dijo parándose y mirando la reacción de Hua y como esperaba, no mostró señal de asombro o preocupación, se mantuvo recta, seria, distante, la mejor defensa es no dejar ver tu miedo o preocupación, de esta manera la presa no deja ver sus intenciones de escapar.
- "No lo puedo negar, eres muy astuto"- Parecían estar solo ellos dos. Los demás no intervenían, ¿cómo acabaría esa situación? ¿Bien? ¿Mal? En esos momentos nada estaba bajo control, esa reunión podía acabar de cualquier manera. En ese instante llamaron al timbre y Nakuru se levantó para salir de la sala y ver quién llamaba. Poco tiempo después volvió con dos hombres, la sala seguía como la había dejado, muy silenciosa. Los dos hombres vieron la situación, vieron a la chica y notaron la tensión, recibieron algunos saludos con la cabeza o con la simple mirada, no hubo palabras.
- "Ya estamos todos"- Dijo Eriol, se movió y volvió a sentarse en el sillón- "Ahora... Sagara, ¿te importaría explicarnos que sabes de todo?"
- "A todo podrías especificar, no sé, quizá a... ¿de qué diablos me estás hablando?"- La chica estaba enfadada, pero aún en su tono iracundo había una tosca educación.
- "Creo que me he perdido algo"- Touya miraba la situación bastante interesado, su tono al hablar había sido juguetón, como si la situación fuera graciosa.
- "Estáis mojados"- Notó Tomoyo las ropas húmedas de los dos hombres.
- "Está lloviendo"- Afirmó Yukito. En ese momento Hua giró la cabeza hacia la ventana y vio como las gotas caían del cielo para estrellarse contra la ventana de la habitación. Fue en ese momento cuando sonó un teléfono en la habitación. Sagara cogió su bolso y sacó su móvil. Todos se quedaron mirándola.
- "¿Sí?...mmm... sí... vale... de acuerdo... iré enseguida... adiós"- Todos vieron como apagaba el móvil, la chica guardó el aparato y se levantó- "Siento ser tan inoportuna pero tengo que ir al trabajo, ha surgido algo. ¿Podéis llevarme Meiling o Tomoyo?"- Se dirigió a las chicas. Eriol sonrió de nuevo, era evidente que los estaba evitando.
- "Sí, claro"- Tomoyo se levantó y Meiling junto a ella.
- "Os acompaño"- Las tres chicas se dirigieron a la puerta. La china y la futura diseñadora se despidieron de la gente de la sala.
- "Gracias por la invitación Hiragizawa, ha sido un placer venir"- La ironía de sus palabras no pasó desapercibida para nadie. Con esa despedida se marchó con las chicas.
- "Se escapó"- Concluyó Eriol- "Una presa difícil de capturar, sin duda"- Dijo con una sonrisa. Se dirigió a la ventana y vio como tres figuras salían corriendo de la casa dirigiéndose a un coche.
- "¿Qué pretendías con eso Hiragizawa? Ahora estará más alerta que antes"- Le inquirió el joven futuro cabeza de clan.
- "Tienes razón, la he puesto en alerta, pero la próxima vez no huirá, ahora ha escapado solo porque no estaba preparada, lo próxima vez se enfrentará a nosotros, la próxima vez sí obtendremos nuestras respuesta. Tiempo al tiempo, no hay que presionarla, ya vendrá ella a nosotros"- Dijo con una sonrisa que fastidió al chino.
- "¿Acaso tú no la has presionado?"- Preguntó sarcástico Touya.
- "No, solo le ha dado ha ver que quería hablar con ella, la ha preparado, ahora sabe que sabemos que ella sabe algo, le hemos dado tiempo, solo hay que esperar a que ella sepa reaccionar y que hable por si misma, presionarla podría ser perjudicial"- Dijo Nakuru totalmente sería, ni siquiera se había abalanzado sobre Touya cuando este entró en la casa- "Puedo decir que se ha percatado desde que ha entrado en la sala que íbamos ha hablar de algo importante, también creo que sabe más cosas de nosotros de lo que realmente muestra. Lo ha dado ha ver por sí misma, no se oculta, todo lo contrario, está esperando a algo"
- "Esa chiquilla no es tan lista, además si supiera algo, no sería de gran relevancia, no posee magia, no siento ningún aura alrededor de ella"- Dijo el mayor de los Kinomoto.
- "Eso si que es extraño. Tiene espíritu de combate, seguridad en sus actos, pero baja autoestima, es algo perceptiva y educada si quiere, bastante fuerte en carácter, me extraña que no posea magia, es fuerte, física y mentalmente, preparada para grandes acontecimientos, pero no posee magia"- Razonó Kaho en voz alta- "Es algo turbio, muy turbio este asunto"- Eriol miró la tormenta, el cristal reflejaba su rostro, un rostro sonriente.
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- "Gracias por traerme"- Agradeció la chica.
- "No hay de qué, somos amigas ¿verdad?"- Dijo Tomoyo no muy convencida.
- "Claro que sí, hasta luego"- La chica abrió la puerta del coche y salió corriendo dando un portazo.
- "Muy sospechosa"- Murmuró Meiling.
- "Todos tenemos secretos"- Tomoyo vio desaparecer la figura de la chica tras la fuerte lluvia. Hua corrió hasta entrar al local. Estaba a rebosar de personas, se hizo paso entre la gente y llegó hasta la barra.
- "¿Puedo servir de ayuda?"- Dijo con un tono juguetón. Xiang Fei se giró y la miró con alivio.
- "Muy graciosa, corre, cámbiate y ayúdame"- La japonesa se hizo paso entre la gente para ir al otro lado de la barra e ir a los vestuarios, después de unos minutos salió con el uniforme.
- "Sagara, menos mal que has llegado, corre, atiende a los de la mesa 15 y a los de la 19, con la lluvia han tenido que suspender el segundo partido de hoy y todos han venido a refugiarse aquí"- La chica obedeció cogió una libreta con un boli y marchó a la mesa 15.
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Una chica corría bajo la lluvia, estaba totalmente empapada, sus ropas estaban pegadas a su piel y sus zapatos emitían unos ruidos cada vez que tocaban el suelo, tenía en la mano una larga vara. Atravesó medio campus hasta llegar a un lugar cubierto, era un paseo cubierto entre edificio y edificio, ahí se encontraban dos seres alados, esperando la llegada de alguien.
- "¡Sky! ¡Tiankong!"- La chica llegó a su lado algo sofocada. La lluvia había dejado de caer sobre su piel, pero ya daba lo mismo, estaba totalmente mojada.
- "Será mejor que te pongas las ropas"- Dijo el ángel mientras le extendía unas telas dobladas. La chica empezó a quitarse las ropas mojadas y a ponerse las ropas blancas, se puso el pañuelo en la cabeza y el velo en el rostro.
- "¿Cómo es que has tardado tanto?"- Le recriminó la felina.
- "No me percaté hasta que empezó a llover, sabes bien que antes de que llueva es algo difícil de detectar una Card si no se muestra ella, es decir si no muestra su influencia sobre las personas"- La miró con ojos asesinos- "¿Dónde está la Card?"
- "Tenemos malas noticias"- Dijo la enorme gata.
- "¿Qué pasa?"- Preguntó algo preocupada.
- "Esta Card es una de las Damas, pero es una de las Damas Espaciales"- Explicó el ángel siempre seria.
- "¿Entonces donde la buscamos?"
- "Por lo que he podido ver tiene que ser solo una Card"- Dijo convencida la felina.
- "¿Cuál?"- Demandó con ansia.
- "'The Reflection'"- Dijeron las dos guardianas a la vez
- "Esta Card pasa desapercibida, es muy escurridiza y difícil de atrapar, ningún ataque mágico funciona contra ella en nuestro plano y en el suyo no se puede emplear la magia, pero sobre todo si la quieres atrapar no puedes ir a su plano, la única manera de destruirla es destruir su reflejo"- Explicó Tiankong
- "Pero lo más irónico del asunto es que no tiene reflejo, algo muy raro, no me preguntes como destruirla porque no lo sé, solo te decimos lo que nos dijo nuestra creadora"- Dijo la felina.
- "¿Entonces como la atrapo?"
- "Nuestra creadora dijo que sin magia, con esta Card la magia no funciona, para destruirla hay que destruir su reflejo, que da la casualidad que no tiene. ¡Ah! y por si la cosa ya la ves fea, no vale un reflejo cualquiera, tienes que destruir el reflejo que se ve en la puerta que da a su mundo"- La chica no cabía en sí de asombro.
- "¿Y cuál es la puerta a su mundo?"- Preguntó algo que para el caso era inútil, si no tenía reflejo no le servía de nada.
- "Un espejo, que debe de ser antiguo. Ya no sabemos nada más, está complicado el asunto ¿eh?"- Dijo la felina aún con sentido del humor.
- "Una Card que no se puede sellar con magia"
- "No es exacto, puedes utilizar magia, pero mejor no probar. Y una cosa que tengo que advertirte es que si acaso la llegas a sellar, no es que dude de ti, pero tengo digamos que no pondría la pata en el fuego a que la atrapas"- Empezó a divagar la felina.
- "Que consuelo, gracias por tu apoyo"- El asunto ya estaba bastante mal para los ánimos que le estaba dando su guardiana.
- "¡Oye! Solo te digo lo que pienso. Bueno, si la llegas a sellar, tienes que tener claro que en ningún caso será mediante el sello de las esferas, ya sabes... magia... esferas... inútil"- Dijo como si le estuviera explicando algo complicado a una niña pequeña.
- "Puedo ser despistada pero no estúpida. Yo... tu ama... alimento... galletas... Sky"- Las dos empezaron a lanzar chispas por los ojos.
- "A lo que iba, que al no poder utilizar la magia de las esferas tendrás que invocar su poder y después emplear la esfera para que vuelva a su forma de carta y no se nos escape"
- "¿Tú estás loca?"- La chica miró al ángel para pedir ayuda, pero la otra guardiana solo asintió- "¡Jamás he invocado una de esas Cards! ¡Es una de las primeras cosas que me dijisteis! ¡Jamás invoques el poder de esas Cards porque son imprevisibles, puede pasar cualquier cosa! ¡¿Y ahora quieres que invoque una Card después de atraparla?!"- Las dos guardianas asintieron- "Vale, genial, me mandáis a la boca del lobo"- La chica empezó a dar vueltas de un lado a otro- "Bueno, mejor será que busquemos a la Card antes que nada"- La chica sacó una figura de forma pentagonal y recitó unas palabras- "Cielo y Tierra, luz y oscuridad, vida y muerte, por el poder celestial que escondes revélame la estrella que me guiará en esta misión"- La figura se transformó en estrella, donde antes estaban los lados del pentágono ahora salían los picos que formaban una estrella. Del centro, donde había incrustada una esfera como las que la chica utilizaba para capturar las Cards salía una luz que apuntaba entre la lluvia- "Vamos a buscar a la Card"- La chica se montó sobre su guardiana y la otra la cubrió con una capa, las tres emprendieron el vuelo siguiendo el camino que apuntaba la luz.
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- "¿Habéis averiguado algo?"- Preguntó Kaho a los que estaban reunidos.
- "Kazuo me ha dicho que Sagara ha vivido siempre con su padre hasta que cumplió los 18, se marchó de casa y se independizó, a partir de allí estudiaba y trabajaba. En Japón tenía un apartamento. Y no pude conseguir nada más"- Yukito miró a los presentes, cada uno meditaba la información- "¿Y vosotras?"- Dijo dirigiéndose a Meiling y Tomoyo que ya habían regresado.
- "No demasiado"- Dijo Meiling- "Según nos han dicho, mantiene las distancias, no saben mucho sobre ella, parece ser que es una chica hermética, dicen que no tiene una relación íntima con nadie y con íntima quiero decir que no hay alguien en que confié plenamente, de su padre no suele hablar y con ellos no habla de cosas privadas, es decir, que no suelta prenda de su vida"
- "Sabemos que tuvo una relación con un chico, nos explicaron que solo se los contó antes de llegar a Hong Kong porque el chico también vendría, solo para que no pensaran mal de ella"- Agregó Tomoyo. Shaoran y Eriol recordaron que la chica había dicho lo mismo aquella tarde, que les contaba eso para que no se equivocaran con ella- "Rika personalmente piensa que es una persona en la que no puede confiar en nadie, pero que quiere que confíen en ella, en su opinión es una buena persona, tal vez con sus secretos, pero una buena persona"
- "¿Y vosotros?"- Preguntó Touya a los capitanes de fútbol.
- "Ese chico no nos ha dicho nada de nada"- Respondió Eriol.
- "Se piensa que vamos a hacer algo contra su entrenadora, no piensa hablar de ella a sus espaldas"- Añadió Li.
- "Kamatsu es una personal muy leal"- Dijo Yukito. Los demás le miraron- "Admira y apoya a Sagara, fue la única que tuvo fe ciega en él, ella fue la que le propuso como capitán y hasta ahora su criterio no ha fallado, el chico es algo impulsivo, pero leal y fuerte, solo hace un año que es el capitán, pero con la ayuda de Sagara, han hecho que el equipo esté más compenetrado que antes. Debería de haberos avisado, no dirá nada de ella, no mientras no confie en vosotros y debo decir que eso os costará siendo los dos capitanes y estando en esta Competición. Seguramente piensa que la información que le saquéis podríais utilizarla para perjudicarla y por eso no os dirá nada"
- "Mmmm... por lo que sabemos es una chica cerrada, pero todos tiene un sentimiento a ella parecido"- Eriol se llevó dos dedos a la barbilla mientras sonreía y continuaba con su meditación en voz alta- "Ninguno sabe nada de ella y aún así tienen..."
- "... Una fe y confianza ciega"- Terminó Shaoran por Eriol. Era muy extraña la influencia de la chica sobre los demás- "Una influencia muy extraña y perturbadora"- Pensó Li al recordar lo ocurrido hace una semana, pero ese pensamiento se volatilizó al sentir algo, todos los que ahí poseían magia lo sintieron.
- "Hasta ahora no los había sentido, pero ahora..."- Dijo Kaho levantándose- "Con la confluencia de poderes que hay en Hong Kong era difícil sentir las presencias, pero esto es algo diferente"- Dijo algo sorprendida.
- "Una de las presencias está empleando gran cantidad de magia"- Dijo Eriol.
- "¿Qué ocurre? ¿Qué habéis sentido?"- Preguntó Tomoyo al notar las reacciones de los poseedores de magia.
- "¡Eh! ¡Xiaolang!"- Gritó la prima de Li. Todos se giraron para ver que el hechicero chino ya no estaba allí y la puerta abierta de la sala.
- "¡Nakuru! ¡Llama a Spinel, nos vamos!"- Ordenó Eriol con tono severo y serio.
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Una muchacha estaba tendida en el suelo, no estaba muerta, su pecho se movía al ritmo de su respiración, que era rápida y ahogada. Tenía varias heridas pero su fuerza de voluntad era más fuerte, lentamente se volvió a levantar y se sentó, el ángel estaba delante de ella protegiéndola de lo que su enemigo podría hacer en su estado. La felina blanca estaba a su lado mientras vigilaba a la otra chica que estaba delante con una sonrisa sádica, una sonrisa igual a todas las demás, una sonrisa tétrica y oscura, una sonrisa que infundía miedo, pero no en ella, no en la Cazadora. La Cazadora sentía como todo su cuerpo se resentía por el dolor, aún sabiendo que no debía utilizar la magia contra ella lo hizo, tenía que intentarlo por lo menos, pero a cada ataque que le lanzaba, volvía igual, si empleaba más fuerza en el ataque, volvía con la misma intensidad. Como el nombre de la Card indicaba, 'The Reflection', reflejaba todo, cada ataque que lanzaba, lo reflejaba y volvía donde procedía. Eran inútiles los ataques mágicos.
En el momento que vio a la luz blanca de su brújula apuntar a la chica, se quedó extrañada, no estaba en su apariencia de Card, sino en el de una chica corriente, por un momento dudó, pero cuando vio la mirada de ella elevarse hasta la suya pudo ver los ojos negros de una Card. No entendía como era que tenía apariencia humana.
- "Sky, ¿Qué hago? ¿Cómo la sello sin magia?"- Dijo algo agotada. La chica logró ponerse de pie y sostenerse en su báculo.
- "Ya te dije lo que debías hacer, busca el espejo donde encontraras la dimensión donde pertenece y destruye su reflejo"- La felina también estaba cansada, había tratado de proteger a su ama, pero había fallado, al igual que la Cazadora, había recibido los golpes de su poder.
- "¿Y cómo hago eso?"- La chica estaba preocupada.
En esos momentos no podía hacer nada, no había nada que estuviera al alcance de su mano. Si encontraba el espejo, ¿cómo destruiría el reflejo si no tenía?, era algo materialmente imposible. No había posibilidades de capturar esa Card. En esos momentos unas plumas brillantes se volvieron hacia ellas y cortaron a las tres. Lanzaron gritos de dolor. La felina tenía varios cortes en las patas y en el lomo. La guardiana de rostro serio tenía un corte en cada brazo y otros en las piernas. La Cazadora se mantenía de pie con la cara mirando al suelo cuando se desplomó como un árbol cuando lo sierran. Estaba consciente, pero un corte le alcanzó en el costado, por suerte no fue en el mismo lugar del anterior corte sino en el otro lado. El corte era amplio pero no profundo, aún así, la sangre no paraba de salir. Tiankong miró a la felina y con eso se dijeron todo, Sky se acercó a la chica y con la cabeza le movió el cuerpo.
- "Nos vamos"- Dijo severamente.
- "¿Qué? ¿Nos retiramos?"- Dijo enfadada.
- "Tiankong la distraerá, tú tienes que recuperarte, así no puedes continuar. Vamos"- La felina la obligó a levantarse, pero la chica se negó a subir encima de su guardiana.
- "No, no voy a dejar aquí a Tiankong"- En el momento que Sky iba a responderle, recibieron otro ataque. Esta vez la felina se puso sobre la chica protegiéndola de los ataques. Las heridas eran graves. Sky cerraba los ojos para aguantar el dolor, pero pronto se desmayó. La chica salió de debajo de la pantera con mucha dificultad. Cuando se libró de la prisión del cuerpo de su guardiana pudo ver que Tiankong también había caído. La Card con forma humana se acercó al ángel y con el pie movió el cuerpo para ver si se levantaría, no quería intromisiones. Al ver que estaba inconsciente se dirigió a la Cazadora, el báculo ya no estaba en su mano, miró a su alrededor y vio que durante el ataque se había apartado, ahora estaba a su lado, a varios metros.
- "No entiendo como sigues pensando en utilizar la magia, eso no vale contra mi"- Dijo acercándose a la Cazadora. La Cazadora se levantó con las fuerzas que le quedaban y se puso en posición de combate, si la magia no le servía, solo le quedaba la lucha sin ella. Corrió hacia la chica y lanzó su puño contra su cara, pero esta lo esquivó con facilidad. Al esquivar ese ataque se apoyó sobre un pie y levantó el otro, dando un giro y darle en la cara, pero la Card lo paró y atacó, dándole un golpe en el vientre. La chica retrocedió unos pasos tocándose el lugar donde había sido golpeada. Respiró y emprendió otra vez el ataque. Cada golpe, patada o llave que intentaba hacer era bloqueado, para después ser ella quién recibía los golpes.
- "¿Cómo es que no reflejas los golpes?"- Preguntó la Cazadora, estaba golpeada por todas partes, pero seguía sonriendo, en el mismo momento que se alzó a la lucha cuerpo a cuerpo su cara no paró de reflejar una sonrisa.
- "Te gustaría saberlo, pero no te lo diré"- Dijo con humor.
- "La verdad es que ya lo sé. Solo puedes reflejar la magia ¿no es así?"- Como respuesta recibió otro golpe que la lanzó hacia atrás tirándola al suelo.
- "No me esperaba menos de la Cazadora, eres lista, pero no lo bastante como para sellarme"- La Card se acercó a la chica sacó un puñal que sacó de detrás, estaba colocado en su espalda, sostenido por la cintura- "Y ahora... ¡muere!"
N. de la A: Jejejejeje, sí, por primera vez he tardado menos de un mes en terminar un fic, deberían de darme una medallita XD. ¿qué tal el capítulo de hoy? Menuda la cartita que tiene que capturar, ¿cómo podrían captura una Card así?, si es que la Cazadora sale de esta para contarla XD. Mis notas de hoy van a quedarse hasta aquí, que me he pasado todo el fin de semana escribiendo y ya estoy cansada :P. ¡Ah! La profecía que se supone estar en otro idioma no tiene traducción, en este fic. No se crean que se me ha olvidado, es que el significado ya ira apareciendo XP.
Vocabulario:
[1]: Un dato curioso, en china la gente se suele despertar sobre las 6 de la mañana, se desayuna entre las 6 y media y las 7, lo digo porque cuando fui de viaje a Shangai e iba a comprar el desayuno (es que hay varios puestecillos en la calle, no sé como llamarlos, pero para explicarlo mejor, son unos puestos de comida, a lo largo del vecindario a puestos de diferentes cosas, no sé si os hacéis a la idea) si no comprabas antes de las 7 no encontrabas comida o la persona del puesto ya se iba a marchar ^^UU. La comida era sobre las 12 y la 1 como muy tarde y la cena a las 5 o seis de la tarde, la verdad es que los horarios de comida con los que estoy acostumbrada tiene mucha diferencia. La hora de acostarse era sobre las 10, hay quien se duerme más tarde, pero sobre las 10 y las 11 ya todos están durmiendo. Solo poner esto como dato curioso, voy a seguir este horario, pero quizás en Hong Kong no se siga así, no estoy familizariza con su cultura ni con sus fiestas, pero tengo un calendario chino de marcado con las fiestas de Hong Kong ^^UU aunque no me sirve de mucho, porque no te pone que se celebra, solo que es fiesta U_U, dejémoslo.
Comentarios, sugerencias, regalitos o lo que sea a: eternal_phoenix_light@yahoo.es
Ciao
Kassy99
