29 de Diciembre del 2002
Este episodio es bastante confuso ^^UU. Voy a mezclar el mundo de los sueños, la realidad, el pasado y los recuerdos U_U, sé que es algo lioso pero para avisarles lo voy a liar todavía más ^^UUU porque no voy a poner los textos en cursiva como suelo hacer normalmente. Si no entienden algo del capítulo háganmelo saber y ya se los aclaro yo.
No pongo el disclaimer ese, porque todo el mundo sabe que CCS no es mío, sino de las Clamp, solo eso :P
- "diálogos"
·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario
Recuerdos
- "Pensamientos"
Competición, juegos del destino
Capítulo 11: Miedos, Pesadillas y Pasado
¿Cuál es la realidad?
By: Kassy99
Lucha con todo tu VALOR
Enfréntate a tu DESTINO
Solo juega para GANAR
Y sigue hasta alcanzar el final
En la batalla no habrá PIEDAD
Así que guíate por tu instinto
Que solo hallarás en el CORAZÓN
Porque la VERDAD la encontraras
En el JUEGO que el destino te preparó
Así que: ¡Qué gane el MEJOR!
Silencio, una palabra tan fría y tan cercana a nuestros corazones... Es una palabra que a muchos puede causarle dolor y que a otros le da la libertad. La libertad que no te proporciona la felicidad, una felicidad que es tan ínfima que apenas existe, que apenas la vivimos, que solo es imaginación de nuestra alma. La tormenta había parado, pero no mucho después volvió, más fuerte y desgarradora que antes. Era un día negro, un día de despedidas, un día de muerte y desolación. Las dos guardianas permanecían de pie, viendo impotentes, el delicado cuerpo de su ama, pálida y sin calor, tan fría que helaba el corazón de solo mirarla. Una cosa si era cierta, la muerte no le había arrebatado la belleza pero si cerrado sus esmeraldas de esperanza, su brillo único, su cándida sonrisa que no mostraba a nadie y que por ello nadie más volvería a ver jamás. El llanto de angustia de las dos guardianas era el peor de todos los llantos, un llanto silencioso, sin emoción, un llanto que solo sus almas escuchaban y que el silencio arropaba. La verdad de la vida era aquella, unos nacen y otros se van.
- "Polvo somos y en polvo nos convertiremos"- Dijo la felina, recordando esa frase de boca de su ama. El ángel de eterna seriedad se volvió a un armario y de allí sacó una delicadísima y finísima tela blanca. La echó al aire y lentamente cayó sobre el durmiente cuerpo de la chica. La habían cambiado de ropas, eran blancas, típica ceremonial que utilizaba en la batalla, pero con algunos cambios, habían dejado suelto su cabello, que era largo, pero habían mantenido el velo que tapaba la mitad de su rostro para respetar su intimidad. Nadie fue tan valiente y a la vez tan cobarde. Valiente por su fuerza de voluntad, cobarde por miedo a sus propios fantasmas. Una mujer que moriría sin pasado y que jamás alcanzaría el futuro tan deseado.
- "Será mejor que recobremos nuestro otro estado"- Dijo el ángel con ojos fríos e inexpresivos. Los dos se iluminaron y las alas les envolvieron mientras el círculo bajo sus pies brillaba intensamente. En pocos segundos una mujer y un pequeño peluche flotante ocupaban el lugar de las dos guardianas. La mujer derramó una lágrima y salió del cuarto. La gatita permaneció flotando, expectativa...
- "No puedes morir, no puedes estar muerta. El día que aceptaste esta misión juraste terminarla, prometiste que jamás abandonarías"- Las lágrimas no caían de su rostro- "Así que... ¡Levántate y lucha!"- Las palabras sonaron a eco en la habitación. Nada ocurriría, nada podría pasar, solo la muerte traería de vuelta su alma... y todos saben, que la muerte es egoísta y jamás deja lo que ya es de su pertenencia.
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Era tan oscuro el día que apenas se podía decir que había amanecido. Era temprano por la mañana y todos se habían levantado. A causa de las incesantes lluvias los partidos quedaban aplazados hasta nuevo aviso. En una parte de la cafetería de 'The Corner' había un grupo de chicos, silenciosos. Estaban tomando su desayuno o simplemente un café. La mañana era ajetreada en el café y todos hablaban lo que hacía que los murmullos taparan su conversación a otros oídos.
- "Entonces..."- Tomoyo aún no se creía que la tan, ahora, conocida Cazadora, hubiera muerto. Eriol no se mostraba sonriente, por primera vez se veía terroríficamente serio. Shaoran simplemente miraba al exterior, como caían las gotas de agua.
- "Arriesgó su vida para salvar a esa chica"- Dijo Eriol.
- "Pero... ¿y ahora? Sin la Cazadora no se pueden sellar esas Cards ¿verdad?"- Preguntó Meiling aún sin poder creerse todo lo sucedido.
- "El problema es ese, sin ella no es posible la captura de las Cards, y ahora mismo es clara su presencia"- Dijo Eriol mirando también al exterior- "Esta lluvia no es normal. Es provocada por el poder de la Card, pero mi mayor temor es que sospecho que no es solo una"- Las chicas mostraron un ápice de temor, pero se tranquilizaron enseguida.
- "Esa chica... la Cazadora... ¿qué ha pasado con sus guardianas?"- Shaoran miró el reflejo de sus amigos por la ventana.
- "Desaparecerán al cabo de poco tiempo"- Las chicas se giraron a ver al joven guerrero, a excepción de Eriol que solo tomó un sorbo de su café.
- "¿Desaparecerán?"- Dijo Meiling.
- "Sí, será inevitable su desaparición"- Dijo Eriol concentrado en su café.
- "Las guardianas no han sido selladas, por lo que aún dependen de la energía de su ama para sobrevivir. Al igual que le pasó a Yue"- Tomoyo recordó esa época, Meiling solo siguió escuchando atenta- "No sé cuan sea la dependencia de su ama, pero aún siendo poca, dependen de ella para sobrevivir, sin su energía vital ahora solo les queda esperar a que les llegue su hora. Si hubieran sido selladas antes de su muerte, su poder hubiera quedado dormido en el libro, pero ahora... no les queda mucho tiempo de existencia"- Shaoran veía a gente correr con el paraguas en la mano. La lluvia era fuerte e imparable.
- "Ahora habrán recobrado su aspecto normal, el que utilizan para pasar desapercibidas. Así gastarán menos poder, seguramente al igual que Yukito, empezarán a desaparecer y desmayarse, sentirán debilidad y agotamiento. Solo podemos fijarnos bien de quienes se tratan para poder hablar con ellas ya que al parecer ellas siguen sin quererse dar a conocer"- Meiling y Tomoyo asintieron. En ese preciso instante un chico entró en la cafetería empapado.
- "¡Hay... hay un cocodrilo fuera!"- Dijo casi sin aliento. Como un loco empezó a cercarse a cada una de las pidiendo ayuda, desesperadamente. Un par de chicos hartos de sus desvaríos le cogieron y le echaron de la cafetería.
- "Un cocodrilo fuera... a ese tío se le ha perdido un tornillo"- Comentó uno y el grupo con el que estaba se echó a reír justo cuando una chica se levantó de la mesa chillando.
- "¡Ah! ¡Ah! ¡Un gusano, un gusano!"- Sus amigas la miraron extrañadas.
- "Qué dices Nadia, aquí no hay nada"- Tomoyo y Meiling se miraron y después miraron a Eriol.
- "¿Ha dicho un gusano?"- Al hablar en inglés no sabían si habían oído mal.
- "Sí, ha dicho un gusano"- Confirmó Eriol. Shaoran estaba mirando la escena. La chica se había tranquilizado gracias a la ayuda de sus amigas y se la habían llevado.
- "Seguramente sufre alucinaciones"- Dijo Meiling sin darle más importancia. Los cuatro siguieron con su desayuno, pero algo inquietó a Eriol y Shaoran.
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- "Oye Taoru tenemos problemas"- Dijo una chica de cabello largo recogido en una coleta alta.
- "¿Qué pasa Suzu?"- El capitán de los Tigres caminaba por el corredor seguido de la chica.
- "Hay problemas con algunos de los chicos"- La chica vestía con pantalones chándal y una sudadera, lo que tapaban su figura. En la mano llevaba una carpeta.
- "¿Qué problemas hay?"- Dijo saliendo del corredor y llegando al gimnasio del pabellón.
- "4 de nuestros chicos están en cama"- El joven se paró y la miró a la cara.
- "¡¿Están enfermos?! ¡¿Tienen algo roto?!"- La chica se asustó por el rostro del chico y retrocedió unos pasos negando con la cabeza- "¡¿Entonces que tienen?!"- Gritó captando la atención de todos los que estaban entrenando en ese pabellón.
- "Al parecer no quieren salir de sus camas"- El chico se le hinchó una vena y salió dando grandes y fuertes pasos. En su salida empujó a un chico, el cual le cogió del brazo y le estrelló contra la pared.
- "¿Cómo te atreves a empujarme?"- Dijo con su cara cerca de su oreja.
- "Suéltame capullo"- Dijo el capitán de los Tigres. El hombre retorció más fuerte el brazo del chico.
- "Repite eso"- La chica que había estado hablando con Taoru llegó corriendo.
- "Suéltale Alex"- Dijo enfadada. El joven apartó la vista del japonés y miró a su prima.
- "Buenos días primita"- Y la ignoró, siguió apretando al chico contra la pared.
- "Suéltale Alex"- Dijo otra voz femenina. Era su hermana. Había llegado algo mojada de la lluvia y al ver lo que estaba haciendo su hermano se acercó corriendo.
- "¿No es humillante capitán de los Tigres? Te tienen que defender dos chicas"- Rió sádicamente. Le vergüenza y la humillación corrió por las venas de Kamatsu.
- "Maldita sea. La fuerza de este tipo es increíble"- Pensaba Kamatsu. Lo que no sabía es que estaba empleando su poder para incrementar su fuerza.
- "¡Eh vosotros!"- Cinco figuras llegaron desde el fondo del corredor. Shaoran había llegado junto a Eriol, Hui, Paul y Andrew. Paul fue quien les llamó la atención.
- "Deja en paz al chaval"- Dijo Andrew- "Esto es una competición de fútbol, no de artes marciales ni lucha libre"
- "No os metáis donde no os llaman"- Dijo el norteamericano separándose del cuerpo del chico y así tirarle al suelo de un fuerte empujón. Suzu se acercó a su amigo para ver si estaba bien pero este la apartó con el brazo y se levantó con algo de dificultad.
- "No te metas Suzu"- Dijo con la voz ronca y sería. El chico se puso frente al norteamericano. Tenía el brazo dolorido, la mejilla rojiza del golpe contra la pared y el orgullo pisoteado.
- "¿Quieres más?"- Dijo con sonrisa malintencionada.
- "Eres un..."- El chico fue a embestirle con su puño cuando alguien paró su brazo. Miró a su lado y vio a Shaoran con una mirada seria.
- "Si te dejas llevar por la furia serás igual que él. Si comienzas una pelea te descalificarán de la Competición, piensa bien lo que vas a hacer"- El chico miró en la profundidad de sus ojos marrones y se tranquilizó un poco. Por mucho que quisiera patear a ese niñato, no podía dejar que eso le costara la Competición a él y a todo su equipo.
- "Mira quien es... el capitán de los lagartos y el de las hurracas"- Dijo despreciativamente. Eriol solo sonreía, Shaoran no se inmutaba, a diferencia de Andrew y Paul que estaban hirviendo de ira. Hui también estaba furioso, pero mantuvo la compostura- "Patético"- Dijo pasando a Li y dirigiéndose a los otros cuatro- "Viendo a tanto inútil se me han quitado las ganas de entrenar aquí"- Al pasar al lado de los cuatro chicos, Hui le cogió del brazo- "¿Quieres pegarme?"- Dijo casi con alegría.
- "Hui"- Shaoran le miró y el chino retiró el brazo con desprecio.
- "Mira como el perrito faldero obedece a su amo"- Se burló el capitán de los Snakes.
- "No deberías hablarle así a las personas"- El joven se paró y se giró a la voz, una voz femenina. Una chica salida de la nada había aparecido, todos giraron a ver a la chica y Shaoran y Eriol se quedaron sin aliento. Una joven de pelo corto y ojos verdes estaba detrás de Suzu, avanzando hasta ponerse delante del capitán de los Snakes, dando la espalda al hechicero chino y el capitán de los Tigres. El americano analizó el cuerpo de la chica, observando con lujuria cada curva de su cuerpo, levantó la vista y miró a la chica con un urgente deseo de saber que sabor tenía esa mujer.
- "¿Qué dices preciosa?"- Ignoró a los otros chicos y se fue acercando a ella. Había encontrado una nueva muñeca con la que jugar. Se puso frente a ella y levantó la mano para tocarla cuando Li le cogió por la muñeca permaneciendo detrás de la chica. La furia se veía en sus ojos por primera vez.
- "No tienes derecho a hablarle así a la gente"- Dijo dulce y melodiosa a la vez que la amargura se podía oír en su voz. Shaoran podía sentir su calidez desde allí, podía percibir su cálida aura y no iba a permitir que ese tipo la ensuciase con sus asquerosas manos. Claro... si es que podía tocar a un fantasma.
- "¿A no? ¿Y una preciosidad como tú que va a hacer para impedírmelo"- Dijo divertido y provocativo ignorando los ojos que los observaban. La chica sonrió dulcemente como si fuera una niña pequeña- "Una chica como no debería de meterse en estos asuntos tan desagradables"- Suzu que estaba al lado de Taoru miraba la escena aturdida, al igual que todos los demás. Eriol además de estar aturdido miraba expectante y curioso. La segunda vez que la veían y ni siquiera se habían percatado del acercamiento de su presencia. Aún siendo un fantasma parecía bien material, incluso gente sin poderes podían verla, ahora si que se escapaba a toda explicación lógica y racional.
- "Perdón si te he ofendido, pero no me gusta como has tratado a estas personas, deberías disculparte"- Dijo con toda ingenuidad, como si hubiera acabado de nacer y no supiera las maldades que en este mundo se podían ver. El chico sonrió más abiertamente mientras que nadie de los que estaba presente entendía lo que estaba pasando- "No está bien insultar a las personas y humillarlas como si no sintieran esas palabras"- Dijo con sincera inocencia.
- "Pequeña, hay cosas en esta vida que debes aprender. Eres muy ingenua si piensas que todo en esta vida es pura bondad"- Dijo muy divertido. Shaoran seguía sosteniendo su muñeca, protegiendo a la chica de su tacto. Levantó la vista y vio la mirada de Shaoran, estaba furioso.
- "Sé que en esta vida hay gente que son descorteses con los demás, pero confío en que no todos son así. Yo creo que en el fondo eres una buena persona"- Dijo con voz infantil. El chico sonrió, jamás había encontrado una chica tan tonta, sería una buena pieza para su colección.
- "Me gustas"- La chica puso sus manos delante, le hizo una leva inclinación con la cabeza y sonrió.
- "Gracias"- Shaoran tenía la sangre hirviendo. Ella levantó una mano y cogió el brazo de Shaoran. El chico se sobresaltó y vio que ella le miraba con una sonrisa- "No te preocupes"- Li aflojó y soltó al norteamericano- "En realidad no eres tan mala persona"- A Shaoran le recorrió un escalofrío pero sintió como le apretaban la mano. La chica entrelazó los dedos con los de él, lo cual asombró al muchacho.
- "Jajaja... eres una chica muy mona y graciosa, en serio, me gustas"- La chica sonrió de nuevo.
- "Me halaga"- Todos parpadearon y Alex se echó a reír.
- "En serio, eres muy graciosa. ¿De verdad piensas que soy buena persona?"- La chica caminó llevándose a Shaoran con ella. Se acercó a Eriol y le cogió con la otra mano.
- "En realidad... No, no creo que seas buena persona"- El chico se quedó mudo de repente- "Creo que eres desconsiderado, altanero y muy egocéntrico, si te digo la verdad no me gustas"- Solo había una palabra que definiera ese giro en la situación. Humillación. Le había humillado de la peor manera posible, había elevado su ego a lo más alto posible y después, de un empujón, lo había sumido en una humillación, que para su honor era lo peor que le podía haber pasado. Un rechazo. Le había rechazado, a él. Taoru no pudo evitar reírse al igual que Paul y Andrew, Hui sonreía, Suzu contenía su risita lo mejor que podía y Eriol y Shaoran solo miraban perplejos la torna de papeles, con la diferencia de la siempre dibujada sonrisa de Eriol.
- "Esto ya no es un simple juego, sino algo personal. Le ha humillado de la peor forma, en donde más le duele y eso no lo dejara pasar tan fácilmente"- Pensó Suzu. Ella sabía bien que lo que había hecho la chica era jugar con él, había hecho que bajara la guardia inflando su ego y su diversión y después con un pincho lo había desinflado rápidamente hasta haberle dejado totalmente vacío. Había jugado una perfecta jugada para derrotar al capitán de los Snakes. No era cuestión de llegar al final sino de vencer a un rival que hacía tiempo que clamaba por una buena lección.
- "¿Cómo te llamas?"- Dijo Alex irritado y rojo de ira. La chica empezó a llevarse a los dos capitanes, el chino y el inglés. Y solo dijo entre una melodiosa risa.
- "Sakura, simplemente Sakura"- Los tres desaparecieron dejando a 6 personas sonrientes y un hombre muriéndose de ira. Se arrepentiría, eso era algo que nadie le hacía, nadie. No se quedaría tranquilo hasta devolverle la humillación a esa... esa tal Sakura.
- "Esto no quedará así"- El chico se dirigió al otro lado de donde habían desaparecido los 3.
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Fuera del pabellón en una parte cubierta estaban tres personas. La lluvia caía de fondo, fuerte y furiosa. La miraban sin palabras, era de carne y hueso, no podía ser un fantasma, era materialmente imposible, a la vez que era imposible que fuera ella la que realmente estaba delante de ellos. La chica vestía con un vestido que le llegaba hasta las rodillas, era de color azul pálido, las mangas eran cortas y calzaba unas zapatillas blancas. Los dos jóvenes se miraron y seguidamente la miraron a ella, con interesado detenimiento. Meiling y Tomoyo se acercaron por detrás de la chica. Se pararon al ver las expresiones de Hiragizawa y Li.
- "¡Eh! Hola chicos"- Al oír la voz de Meiling se percataron de sus presencias. Las chicas llegaron al lado de los dos y se giraron a ver a la chica.
- "Hola"- Saludó Tomoyo. Las dos chicas quedaron hipnotizadas por los ojos verdes de la chica- "No se parece a..."- Meiling la observó y afirmó.
- "Tiene un aire a Sagara. ¿Eres familiar suya?"- Dijo a la joven. Si antes tenía una sonrisa en sus labios ahora se podía decir todo lo contrario. Quedó inmóvil observando fijamente a Li.
- "Creí que la ayudarías"- Las chicas no entendían de que hablaba, Eriol miró a su descendiente y Shaoran no tenía palabras.
- "¿Ya os habíais visto antes Li?"- Preguntó Eriol con mirada seria pero sonrisa en sus labios.
- "Sí, esta es la tercera vez que nos encontramos, pero creo que ya la he visto otras veces, como en la reunión en mi casa. Me dio la sensación de que la había visto"- Dijo pensativo hundiéndose en esos pozos verdes.
- "¿De qué os conocéis?"- Susurró Meiling. Las dos chicas habían venido a ver los entrenamientos ya que Tomoyo tenía que grabar todo movimiento de los equipos contrarios. Quedaron para ir juntas y allí se encontraban ahora.
- "Ella es..."- Eriol no sabía como explicarlas todo ese lío si les decía quién era esa chica pero la joven se había anticipado a él.
- "Sakura Kinomoto"- Las dos giraron sus cabezas hacia donde estaba la chica.
- "¿Cómo?"- Dijo sorprendida y furiosa Meiling, como si de una macabra broma se tratase.
- "Eso es imposible"- Tenía su mirada fija en la de la chica y vio algo que una vez vio en una chica de mismos ojos verdes- "¿Sakura?"- Tomoyo se llevó las manos a la boca y empezó a llorar. Meiling miraba inquisitiva a su primo y este solo miraba fijamente a Sakura.
- "Creí que la protegerías"- Se dirigía a Shaoran con dureza otra vez.
- "¿Proteger a quién?"- Preguntó Eriol interesado en el tema.
- "A la Cazadora"- Respondió sin apartar la vista de sus profundos ojos verdes. Aún recordaba como vino esa noche para pedirle eso, que fuera en ayuda de la Cazadora.
- "¿Para qué proteger a la Cazadora?"- Dijo Eriol al fantasma de carne y hueso.
- "Ella es la escogida para capturar las Cards, no era el momento de que cayera en el sueño, todavía no, no está preparada para enfrentar la verdad... la realidad... su pesadilla"- Tomoyo había parado de llorar, pero aún tenía el corazón sobrecogido en un puño.
- "¿Cómo?"- Preguntó sin entender ni una palabra de lo que trataba de decir.
- "Sakura, qué quieres decir con la verdad, ¿qué verdad? ¿qué realidad? ¿cuál pesadilla?"- Shaoran intentó acercarse a ella pero esta retrocedió- "¿Ahora huyes?"- Dijo dolido.
- "No sé quién eres, pero creí que tú la podrías proteger. La soledad... el dolor... la mentira... la oscuridad... Un teatro de marionetas donde ella es el títere principal. Yo solo la quería ayudar, protegerla, hacerla entender la verdad... su pesadilla..."- Los chicos fijaron su mirada en alguien que llegaba detrás de la chica y puso sus manos en los hombros de la 'fantasmal' aparición de Sakura.
- "Sakura"- Dijo con voz débil. La chica miró a la persona que había pronunciado su nombre y allí vio a una fatigada profesora de pelo rubio. Estaba pálida y se veía el agotamiento en sus ojos.
- "Profesora Sofie"- Murmuró Sakura. La mujer no se podía mantener en pie y cayó sobre la chica. Los cuatro fueron a socorrer a la profesora. Sakura quedó al lado de la maestra- "¿Cuánto tiempo os queda?"- Preguntó suavemente. Eriol y Shaoran comprendieron en aquel instante. Ella no podía ser otra que...
- "La guardiana de la Cazadora"- Dijo Tomoyo para asombro de Eriol y Shaoran.
- "No mucho pequeña, ¿qué hacéis aquí? Supongo que debí saberlo. Era imposible que nos hubiera dejado"- Dijo con sonrisa sincera y serena.
- "¿Dónde está Kirina?"
- "Velando el cuerpo de cualquier mal. Si estáis aquí significa que aún no está todo perdido. ¿Dónde está? ¿Qué ocurrió?"- Sakura cerró los ojos.
- "Está en su pesadilla, está sufriendo, un dolor proveniente de la verdad, de su pesadilla"- Repetía una y otra vez.
- "¿Por qué no para de decir eso? Repite una y otra vez 'verdad', 'pesadilla' y 'realidad'"- Sakura se levantó y miró a los alrededores.
- "El espejo nos muestra lo que queremos ver, el corazón nos enseña a aceptarlo"- Murmuró.
- "¿Por qué no hablas claramente Sakura? Si es que eres Sakura"- Dijo Meiling levantándose algo indignada de tan pesada broma.
- "Yo soy quien soy y tú eres quien eres"- La chica desvió su mirada hasta posarla en Shaoran- "Protégela de su pesadilla, de la verdad, de la realidad y sobre todo, de sí misma. No lo olvides por favor... Cuando el momento llegue no olvides que ella es ella, tú eres tú y yo soy yo"- En el mismo instante que Shaoran intentó levantarse un trueno cayó sobre un árbol cercano, llamando la atención de todos. Cuando volvieron sus ojos no había nadie. Sakura había desaparecido... de nuevo.
- "¿Pero qué clase de broma era esa?"- Recriminó a su primo y al inglés. Eriol ayudó a la mujer del suelo a levantarse con la ayuda de Tomoyo.
- "Era realmente ella ¿verdad?"- La mujer la miró con sonrisa débil a la japonesa.
- "Sí"- Dijo agotada entre su respiración.
- "Pero está muerta"- Dijo Meiling que había oído la pregunta y la respuesta.
- "La muerte..."- Sonrió con ironía en su voz dentro de su debilidad.
- "¿Qué debemos hacer?"- Preguntó Tomoyo a Eriol.
- "Llevémosla dentro, ahí la podremos tumbar"- Todos entraron de nuevo al pabellón, todos excepto Shaoran. Se mantuvo quieto, pensativo.
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- "No podrás escapar de aquí"- Resonaba la voz por aquella oscuridad. La chica corría y corría, pero todo seguía siendo oscuridad. Cansada de correr se paró para tomar aire. Se apoyó en sus rodillas y tomó las bocanadas de aire que podía.
- "Mierda..."- No era la primera vez que estaba en ese lugar, de eso estaba segura- "No puedo... encontrar... la salida"
- "Este es el laberinto que tú creaste, qué ironía ¿verdad? Atrapada en tu propia verdad"- La voz era madura y fría, pero sabía que pertenecía a esa niña que había visto antes, una niña que ya había visto, una voz que ya había escuchado, una pesadilla que ya había vivido.
- "No estoy derrotada, no me rendiré"- Se irguió y miró amenazante al aire.
- "Pero si ya te rendiste hace mucho tiempo"- Reía la voz.
- "¿Cómo dices?"
- "Tú misma lo estás pensado, ya has estado aquí. Pero jamás has llegado al final, jamás has podido aceptar tu pesadilla. Eres débil como cualquier ser humano, pero tu mayor debilidad reside dentro de ti. Tú eres tú propia perdición"- Seguía riendo la voz.
- "Mentiras... tonterías... Lo que estás diciendo no tiene sentido"- Dijo con arrebatadora furia.
- "¿Y a caso esta vida tiene sentido?"- Preguntó interesada la voz.
- "..."- No sabía que contestar, su vida no era como la de cualquier otra persona, era nada más ni nada menos que una hechicera, la Cazadora.
- "Tú silencio lo dice todo. Has tenido mucha suerte, la muerte todavía no ha venido a por ti, pero no queda mucho para que venga a por lo que es suyo. Tu tiempo se acaba... tic... tac... tic... tac..."- Reía a carcajadas. Los ojos de la chica se oscurecieron y su cuerpo cayó sobre sus rodillas.
- "No quiero... no quiero saber..."- Murmuraba- " ... la verdad"- Ahora la oscuridad invadía su cuerpo, como la noche invade al día.
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- "¡Mierda!"- Entró como un tornado y cerró la puerta de un portazo, estaba frustrado. Recorrió toda la habitación, andando sin cesar. No podía comprender que estaba pasando. Sakura, la Cazadora, todo iba siendo cada vez más confuso, más distorsionado. Después de varios minutos se paró en medio del cuarto- "¿Qué está ocurriendo? Esto no tiene el más mínimo sentido"- De repente algo cruzó por su mente, recordó lo sucedido ese día- "El chico de la cafetería al igual que la chica... después lo de los chicos del equipo... Las palabras de Sakura..."
- "...no era el momento de que cayera en el sueño, todavía no, no está preparada para enfrentar la verdad... la realidad... su pesadilla"
- "Sueños... quizá se referiría a pesadillas, a un mundo de pesadillas, pero..."- El chino fue a su cama y se sentó llevándose las manos a la cabeza. Mantuvo la cabeza agachada y se tranquilizó momentáneamente. Decidió borrar el asunto de su mente y seguir con lo que había dejado. El diario de Long Lei. Otro misterio sin resolver. No sabía porque pero ese diario era clave de muchas cosas, tal vez si se despejaba, centrándose en otra cosa podría pensar con más claridad toda esa locura. sí, seria lo mejor- "El diario de Long Lei"- Se levantó y fue al escritorio donde sacó de un cajón cerrado con un sello mágico el diario de su antepasado. Abrió el libro por donde lo había dejado la última vez y empezó a leer.
Han pasado unos meses desde que mi hijo nació. Es la alegría de toda mi familia,
el lazo que nos une a mi y a mi esposa, en cambio... yo me siento tan vacío, nada
ha cambiado para mi, el hecho de que halla nacido mi sucesor me hace sentir un
muñeco que manejan a su antojo, me siento una marioneta que mis padres
crearon solo para perpetuar la línea familiar.
Mi tío vino hace unos días, visitándome como hace cada semana, aunque esta vez
se demoró más. Aunque sea una persona irritante parece ser el único que puede
entender mi tristeza, que ironía... el gran hechicero del que todos esperaban
fuera un ejemplo a seguir se había convertido en la lacra de la familia por sus
excentricidades y su soledad, en cambio yo había asumido ese papel que él no
pudo tomar. Hoy le noté diferente, se veía pensativo y serio, algo muy poco
normal en él. Intenté sacarle sus pensamientos pero el solo me dijo: '¿Puedes
visitarme mañana? Tengo que enseñarte algo que te interesará' Como siempre
un velo de misterios se cernía sobre él, no tuve más remedio que aceptar. Mañana
sabría el porqué de su ausencia de hoy.
Shaoran se sentía profundamente agotado, no podía mantener los párpados abiertos. Su cabeza caía pesado sobre sus hombros y en cuestión de pocos segundos cayó sobre su escritorio agotado.
Con lo que ahora se encontró escapaba a toda explicación, parpadeó un par de veces y vio que no se equivocaba. Estaba en una habitación, con una cama delante y dos bultos sobre ella. Notó que un bulto se movía y se sobresaltó, miró a los lados y no vio lugar donde esconderse, ni siquiera sabía como había parado en aquel lugar. De la cama salió una persona, al parecer era un hombre, se sentó al borde de ella y miró a su espalda con mirada triste, después de unos minutos se levantó cogió una bata y salió de la habitación, Shaoran percató enseguida el movimiento de la otra persona sobre la cama, tenía los cabellos largos y negros, la mujer posicionó su cuerpo mirando hacia el techo, dejó escapar un suspiro y cerró los ojos. En esos instantes había olvidado que se encontraba en un lugar ajeno y empezó a moverse de su posición. Shaoran salió del cuarto y vio que delante de él había un pasillo, extenso y amplio, no sabía la razón pero le resultaba ligeramente familiar. Por instinto avanzó por el pasillo, caminando pensativo en esa extraña sensación de familiaridad hasta que se encontró a los pies de unas escaleras, las bajó lentamente, cauteloso y receloso de lo que abajo le podría deparar. A varios escalones del suelo se paró, el hombre de antes había salido y se dirigía a otra parte de la casa. Se había cambiado de ropa
- "¿Dónde se ha cambiado?"- Se preguntaba el chino. Algo que también le llamó la atención fue que el hombre vestía con ropas chinas pero la casa tenía un estilo occidental. Decidió seguirle, el hombre entró en otro cuarto e inmediatamente salió de nuevo, cuando el desconocido salió de la habitación se encontró cara a cara con Shaoran, le miró a los ojos y acentuó el ceño de su rostro, Shaoran no pudo verle las facciones de su cara pero supo en seguida que no era del agrado del hombre. El hombre no dijo nada y comenzó a caminar de nuevo, delante avanzó hasta donde estaba él y en un segundo el hombre le atravesó, como si de aire se tratara, Shaoran se impresionó por el hecho y se dio media vuelta, se miró el cuerpo, se lo palpó y no parecía que hubiera nada fuera de lo normal, levantó la vista y vio que había otro hombre delante de él, de pelo largo oscuro y algo azulado, con unas ropas azules y unas gafas, pero lo que de alguna manera irritó a Shaoran fue la sonrisa que estaba dibujada en sus labios, algo que le resultaba molestamente familiar. En ese momento solo pudo pensar en un nombre- "Eriol"- Pero ese pensamiento le despertó de alguna forma- "No puede ser..."- Ese era... esa persona tan similar a Eriol solo podía ser...
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- "¡Achiss!"- Estornudó el joven inglés. Los personas que estaban con él le miraron con curiosidad y sin el más mínimo interés.
- "¿Estás bien Eriol?"- Preguntó Tomoyo mientras veía como el inglés e colocaba las gafas.
- "Sí, no es nada"- El joven seguía con su imborrable sonrisa en los labios. Estaban en la habitación de Yukito, Touya tenía la mirada entrecerrada desconfiando en todos los que lo rodeaban, Yukito atendía a la profesora que se encontraba tumbada en su sofá, sentados en unas sillas estaban Eriol, Meiling y Tomoyo- "¿Meiling, tú primo sigue sin contestar?"- Una vena de la frente de la chica se hinchó pero no estalló en ira como normalmente hacía.
- "Al parecer está desaparecido, tiene el móvil conectado pero no contesta"- Contestó algo ruda. Shaoran se había marchado después de todo lo presenciado antes. Habían acordado reunirse más tarde pero no se había presentado, era como si la tierra se lo hubiera tragado- "También he llamado a Lin pro me ha dicho que últimamente no lo ve mucho y ha empezado a echarme el sermón"- Dijo con un suspiro- "Al parecer Shaoran la está ignorando"- Dijo con algo de molestia un su voz y no porque la chica la molestase sino que Shaoran no se comportaba de esa manera con ella. Meiling no apreciaba mucho a Lin por lo que ella decía Shaoran estaba tratándola de una manera bastante poco usual en él, también había oído algo de Hui, pero al parecer las cosas habían pasado a mayores.
- "Supongo que lo de Sakura le ha afectado más de lo que pensaba"- Dijo Eriol con la cara más seria.
- "¿Y qué es eso de 'Lo de Sakura'? ¿Qué demonios significa todo ese dramón que vimos esta tarde? Porque juro que el espectáculo es digno de ser sacado de una película. Un misterio, la amiga muerta que vuelve..."- Meiling se había levantado de la silla y se encaró a Eriol, el cual solo la sonreía- "Los amigos de la infancia, el enemigo que se oculta entre las sombras, la nueva amiga enigmática, las situaciones extrañas. Es mejor que uno de los Expedientes X"
- "Cálmate Meiling"- Dijo Tomoyo con la voz trabada en la garganta. Al ver la expresión en los ojos de la japonesa Tomoyo se tranquilizó una oleada de culpabilidad la invadió.
- "Lo siento, es demasiado para una sola tarde"- La joven se volvió a sentar.
- "No quiero ser ni grosero ni interrumpir nada de gran relevancia pero... ¡¿Se puede saber que hacemos aquí y por qué la chiquilla china está tan exaltada? y sobre todo... ¿Qué hace esta mujer medio inconsciente aquí?!"- Exigía respuestas el mayor de los Kinomoto.
- "Touya, no laces tanto la voz, vas a despertar a..."- Pero las palabras de Yukito fueron interrumpidas por al tacto de la mano helada de la mujer que se hallaba tumbada en el sofá.
- "No... te... preocupes... Yukito..."- La mujer le sonrió débilmente.
- "¿Os conocíais?"- Preguntó Touya, antes que cualquiera de los demás.
- "Mmmm... sí, de un viaje que hizo para visitar a Sagara, era su tutora cuando estuvo en Francia"- Esto cada vez se ponía más interesante, era como si todo en sí estuviera conectado de alguno curiosa forma.
- "¿Qué me ha pasado?"- Preguntó a los presentes.
- "Se ha desmayado y la hemos traído aquí"- La mujer asintió- "También queríamos hablar con usted, ya sabe... de ella"- Lo que Eriol dijo no sorprendió en absoluto a la mujer, era más, había esperado que lo hubieran descubierto mucho antes.
- "Comprendo"- La mujer se intentó reincorporar, pero ante la dificultad Yukito la ayudó.
- "Pues yo no"- Dijo Meiling cruzándose de brazos.
- "Y yo mucho menos"- Agregó Touya. Tomoyo inclinó la cabeza a un lado pensativa, tenía sus sospechas.
- "Realmente está..."- Siguió con la conversación Eriol ignorando las dudas de los demás.
- "Una vez me dijo mi creadora que la muerte era la mayor mentira creada por los humanos"- Las chicas parpadearon y los hombres concentraron toda su atención sobre ella.
- "¿Tu creadora?"- Dijo Yukito. La mujer le sonrió con pena.
- "Tú tuviste suerte de poder encontrarte con tu creador Yukito, o debo decir Yue"- Todos se asombraron excepto Eriol y Touya al cual le importaba más bien poco lo que había dicho ella.
- "¿Cómo...?"
- "¿... lo sé? Muy simple, porque a diferencia de Yue, a mi me dejaron conservar todos mis recuerdos con mi creadora y se me dio el poder de ser consciente de lo que hacia tanto siendo Sofie Páris como Tiankong"- Eriol encontró eso bastante fascinante, otra persona aparte de él que había creado unos guardianes.
- "Increíble"- Susurró Tomoyo.
- "Volvamos al principio. ¿Qué dijo tu creadora? ¿Qué la muerte es una mentira?"- Dijo con sarcasmo en su voz. La muerte... una mentira... ¿qué clase de persona pensaba eso?
- "Es algo que me enseñó mi creadora, que la muerte no es más que una fantasía creada por el, miedo humano, que realmente no existe"
- "Entonces ella no está muerta..."- Siguió irónica.
- "Sí"- Meiling borró esa sonrisilla irónica de su rostro, esa mujer o... guardiana estaba hablando en serio.
- "No lo entiendo... ¿su creadora quería decir que no morimos?"- Dijo Tomoyo.
- "Una persona es eterna, jamás muere, es realmente inmortal. El alma después de abandonar el cuerpo vaga hasta un lugar de retiro, donde encontrara la opción de quedarse como está o reencarnarse de nuevo en algo material. El juicio de las almas no existe, porque no es el alma el que daña a los demás si no el pensamiento humano. El alma no posee recuerdos, no posee malos pensamientos porque en sí no tiene consciencia de nada"
- "¿Y los fantasmas?"- Dijo Touya algo renuente.
- "Esos son espíritus, otra forma del alma. Como bien se sabe los espíritus están aquí porque tienen asuntos pendientes, no pueden marcharse hasta que el lazo que los ata a este mundo se deshaga. Cuando se liberan de esa carga el alma puede llegar a su estado original y volver a donde pertenece"
- "Muy bonito"- Dijo Eriol- "Entonces debo suponer que tu creadora era una persona de pensamientos muy especiales"
- "Mi creadora era especial y sigue siendo muy especial, cada alma es única en este mundo y su alma no tiene comparación"- Dijo con el ceño fruncido.
- "Por lo que le has dicho al profesor Tsukishiro tu creadora no ha tenido el destino de ser reencarnada de nuevo"- Dijo Tomoyo, todos la miraron con curiosidad, si que era realmente observadora y atenta.
- "Mi creadora jamás volverá a reencarnarse en nadie"- Dijo bajando la mirada y con enorme pesar.
- "¿Qué?"- Dijo Touya.
- "Antes de su último día como humana nos predijo que en el futuro él volvería y que en su momento la escogida despertaría. Nos ordenó que guiáramos a la esperada para derrotar al mal que se cierne sobre esta vida. Mi creadora predijo su muerte en esa vida y que su alma jamás reencarnaría"- Los presentes se miraron- "Porque ese era su último deseo, jamás reencarnarse en este mundo"
- "¿Por qué?"- Preguntó Yukito.
- "Mi creadora también nos contó que había almas con un brillo, un brillo que las hacía diferentes a las demás y que el destino les tenía siempre un papel importante en el ciclo de su existencia. Dijo que el Dios que creó esas almas era como el Dios que creen los seres humanos, el señor que creo la existencia, el poderoso que concede un brillo a las almas"
- "¿Y qué importancia tiene ese brillo?"- Preguntó Eriol.
- "Esa alma con brillo especial debe proteger a los 'vivos' de ellos mismos"- Dijo mirando en la profundidad azul de Eriol.
- "Es decir de nuestra propia maldad"- Dijo Touya.
- "El problema de todo esto surgió a raíz de un hombre muy poderoso, un ser que halló el modo de liberar el poder de su alma en su máximo esplendor dentro de su cuerpo. Era como vosotros denomináis, un hechicero"- El silencio se hizo en la sala. Eriol meditó un momento sobre alguna batalla que hubiera surgido en el pasado, pero en los registros de su biblioteca no tenía nada, si estuviera Li allí podrían intercambiar más información y recabar más datos sobre todo ese asunto.
- "Y ese hombre que quería... ¿destruir la raza humana? ¿Convertirse en el hechicero más poderoso o quizá dominar el mundo?"- Preguntó Meiling.
- "No, sus acciones fueron guiadas por los más antiguos sentimientos"
- "Odio, amor y venganza"- Concluyó Tomoyo que volvieron a mirarla. No sabría mucho de magia pero era muy inteligente.
- "Ciertamente Tomoyo, eres una persona muy observadora"- Elogió la maestra de esta.
- "Entonces un hechicero con enormes poderes quería vengarse de alguien que odiaba y seguramente recobrar el amor de alguien"- Dedujo Touya.
- "No es tan sencillo como eso Kinomoto"- Dijo Sofie- "No buscaba simplemente venganza. Quería justicia, por la traición de una persona amada"- Eriol abrió los ojos al entender lo que quería decir, todos callaron y después de pensarlo entendieron lo que quería decir. Ante la mirada de todos ellos afirmó- "Quería vengarse de la persona a la que más amaba y que a su vez..."- Apretó las manos en un puño- "... y que a su vez más odiaba"
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Shaoran caminaba por las calles de ese lugar siguiendo a los dos hombres. Descubrió que uno de ellos era el mismísimo Clow, lo que significaba que había viajado al pasado, algo totalmente increíble para él. Los hombres caminaban en silencio y sin mirarse, parecía que entre esos dos existía un ambiente muy frío, pero había solemnidad en sus pasos y en sus gestos, era un frío respeto el que sentían el uno por el otro. Después de caminar varios minutos los dos hombres se pararon ante una casa, los ojos de Shaoran se ensancharon ante reconocimiento del lugar.
- "Es la mansión de Eriol..."- Y en efecto, era la mansión a donde fue el otro día, la antigua mansión de Clow, entonces sus ojos parpadearon y luego en su mente sonó un chasquido de revelación, el porque de que se sintiera tan familiar en la casa del acompañante de Clow era porque... - "Es la mansión de mi familia"- No había notado la similitud por la diferencia del mobiliario, era más occidental que oriental, pero sin duda seguía siendo igual de antigua, quizá menos antigua pero su ambiente de tranquila vejez no había cambiado. Los dos hombres entraron en la mansión y Shaoran siguió siguiéndoles de cerca.
La diferencia con la actual mansión era notable, era más acogedora y más cálida, tenía un ambiente menos tétrico y los muebles eran más nuevos, el lugar era una mezcla oriental y occidental, lo cual era lógico. Siendo Clow tan extravagante y de padre ingles y madre china era normal una combinación de ambos estilos, lo extraño hubiera sido que no se encontrara con ese estilo propio de Clow para hacer las cosas. Los hombres entraron a un cuarto que se asimilaba a una biblioteca, se sentaron en unos sillones alrededor de una mesa.
- "¿Un té?"- Dijo Clow sonriente, el otro hombre solo le lanzó una mirada asesina- "No me miréis así, os saldrán arrugas y os convertiréis en un huraño"- Dijo gracioso.
- "¿Para que me habéis dicho que viniera?"- Fue directo al asunto que lo reunían allí.
- "Ya os dije que tenía algo que os interesaba"
- "¿Y qué es esa cosa? ¿Tío?"- Shaoran lo miró incrédulo, si ese era el sobrino de Clow eso quería decir que era...
- "Tranquilidad mi querido Long"- No estaba en un error, él era Long Lei Li, su antecesor al igual que Clow, el hombre al que le estaba leyendo el diario... el diario. Por la parte donde había terminado de leer narraba el día anterior, cuando Clow quería hablar con su sobrino de algo importante, al parecer para él.
- "No estoy con ganas de otros de vuestros juegos"- La relación entre sobrino y tío parecía casi un reflejo de la relación que Shaoran y Eriol tenían. Long Lei era un joven apuesto, ya no era tan joven, ya era un hombre maduro y casado con una familia que llevar. Tenía un cabello rebelde como el de Shaoran, castaño de un color intensamente oscuro, unos ojos marrones algo rojizos, rostro serio de facciones duras, ojos alineados con un ceño, boca medianamente grande pero podía devorar a una persona si se lo propusiera, sus ropas eran de colores verdes. En el instante que Clow iba a proseguir con sus juegos alguien llamó a la puerta.
- "Es nueva aquí, por favor no seas grosero con ella"- Le dijo antes de contestar que entrara.
- "¿Otra criada?"- Pensó soltando un suspiro, su tío no tenía remedio, el hombre tardó en levantar la vista, pero cuando vio a la persona que estaba delante de él se quedó sin palabras.
- "Long, os presento a Xing Li vuestra nueva tía. Xing este es Long Lei Li, el cabeza del clan Li y vuestro sobrino a partir de ahora"- La chica le sonrió e hizo una reverencia con toda educación.
- "Es un placer"- Al hombre le costó reaccionar por un momento pero enseguida saltó de su sillón y exclamó:
- "¡¿Qué?!"- Clow sonrió y la joven Xing no pudo contener una risita. El hombre se sonrojó ante su propia conducta, tosió para disimular su incomodidad y volvió a sentarse.
- "Xing traenos el té, creo que sus nervios no aguantaran mucho más"- La chica salió aún con la risilla entre sus labios y cuando salió Clow dijo- "¿No os dije que no fueráis grosero con ella? Ni siquiera la habéis saludado"- El joven bajó la mirada y la escondió de su tío.
- "Podríais haberme dicho que ella estaba aquí"- Dijo reprochándole su conducta, siempre con sus bromas.
- "¿Y estropear la cara que pondríais al verla? Mmmm... jamás"- Sonrió de oreja a oreja. Shaoran solo pudo ver como Long lanzaba miradas asesinas a su tío antes de volver su atención a la mujer que volvía con una bandeja con té. Shaoran vio como la mujer se arrodillaba en el suelo y ponía las tazas y servía el té.
- "No, así basta"- Dijo Long tocándole la mano para que parara, la miró a los ojos y sonrió como no hacía desde la última vez que la vio- "Gracias... Xing"- Shaoran no pudo evitar ver la escena y la suavidad en las palabras del hombre, pero algo que realmente llamó la atención de Shaoran fueron los ojos de la chica, eran...
- "Verdes"
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La oscuridad empezaba asfixiarla, se sentía encerrada en una caja sin escapatoria que cada vez se empequeñecía más y más. No podía sentir nada, era como si en ese lugar no hubiera nada más que la oscuridad, silenciosa y sin luz que la dijera que realmente no estaba muerta. Ya no sabía si pensar que estaba viva o que estaba soñando. Poco a poco el silencio se adueñó del lugar, sus ojos perdieron la vista antes que los oídos el sonido, tocaba el suelo y no sabía si realmente estaba sobre algo o si estaba flotando en el aire, no sabía si estaba de pie o sentada o tal vez tumbada, no olía ningún aroma, no sabía si realmente estaba hablando o pensando, quizá realmente estaba muerta, no sabía si su cuerpo sufría algún tipo de daño porque no se veía y cuando movía los brazos no sabía si realmente los movía porque no sentía nada, era como si no tuviera cuerpo y solamente tuviera una mente que pensaba. Era todo tan confuso que no sabía nada, solo estaba ahí, esperando a alguien o quizá estaba ahí acostumbrándose a la idea de que realmente estaba muerta.
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- "¿Sentir amor y odio por una misma persona no son sentimientos algo contradictorios?"- Dijo Tomoyo.
- "El ser humano en sí es un conjunto de contrariedades"- Dijo Eriol en respuesta a su pregunta.
- "Esta historia se está tornando cada vez más enrevesada y sin sentido"- Dijo Meiling. La china empezó a impacientarse, miraba sin parar la puerta. Eriol notó el nerviosismo y la impaciencia de la chica. Él no mostraba pero también estaba algo intranquilo con la tardanza de Shaoran.
- "¿Y la venganza? ¿Cómo comenzó toda esa historia?"- La pregunta llamó la atención de todos, la mujer cerró los ojos y contuvo durante un instante el aliento, después soltó el aire y abrió los ojos despacio, mostrando en su mirada una antigua cicatriz del pasado.
- "Es una historia que no me corresponde contaros"- Un silencio sepulcral invadió el cuarto hasta que Touya se levantó de su asiento y miró con fiereza y seriedad a la mujer.
- "¿Y quién nos la contara si tu creadora está muerta?"- La mujer bajó la mirada, Eriol miró detenidamente a la mujer, ocultaba algo, no sabía que era, pero había algo que no había explicado, lo podía ver, lo podía presentir, lo podía sentir en lo más profundo de su ser.
- "Me temo que no es mi deber contar algo que no me concierne"- Dijo sin levantar la vista.
- "¿Que no la concierne? Si hablamos de la persona que tenía que proteger"- Dijo indignado Touya- "Si eso no la concernía, ¿entonces que lo hacía?"- La mujer movió la cabeza ha un lado ocultando más su rostro.
- "Touya..."- Dijo Yukito con voz suave, entendía el dolor que le causaba a la mujer hablar de la perdida de su creadora, muy en el fondo el también sentía una pena igual, pero también entendía que a Touya le afectaba todo esto, sobre todo cuando el supuesto fantasma de su hermana había vuelto.
- "Me voy a tomar el aire"- Con eso dicho cogió su chaqueta y salió de la habitación dando un sonoro portazo. Todos siguieron su mirada al cuerpo de Touya hasta que desapareció por la puerta, pero inmediatamente giraron su cabezas al oír como algo que caía al suelo. La profesora francesa se encontraba agitada en el suelo
- "Señorita Páris"- Dijo Tomoyo acercándose a la mujer- "¿Qué la pasa? ¿Qué la ocurre?"- Dijo alarmada por el estado de la mujer.
- "Su condición física no mejora, se está quedando sin energía"- Dijo Eriol mirándola, en ese momento se percató de algo que se le había escapado a toda lógica, como podía haberse olvidado de ese detalle- "Qué tonto he sido al no darme cuenta"- Todos posaron sus miradas sobre el joven.
- "¿Qué ocurre Hiragizawa?"- Preguntó Meiling al joven que ahora tenía una sonrisa en sus labios.
- "Unos guardianes tienen que existir gracias a la magia de su maestro, su existencia depende de ello. Si este muere, los guardianes desaparecen, al contrario que le pasó a Yue, su muerte será rápida y no progresiva, ha pasado el tiempo suficiente como para que no quedara vestigio de magia en el cuerpo de la Cazadora como para seguir manteniendo a sus guardianes, por lo cual..."
- "... Por lo cual la Cazadora debe de seguir viva, para poder explicar que la profesora siga aquí con nosotros"- Concluyó Meiling entendiendo el razonamiento de Eriol. Pronto vieron como la mano de la mujer empezaba a volverse transparente.
- "¿Dónde está tu señora?"- Preguntó Yukito a la mujer, esta levantó la mirada y sonrió mientras una lágrima caía de sus ojos.
- "Afrontando la verdad"- Y con esto cayó inconsciente. Era extraño que repitieran una y otra vez, sin cesar que la joven Cazadora se encontraba afrontando la verdad, enfrentando una pesadilla, ¿qué querían decir con esas palabras?
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- "¿Cómo puede ser que sea mi tía?"- Preguntó a Eriol. La mujer había abandona la sala solo hacia un momento.
- "Mi madre la adoptó"- Dijo como si fuera algo que todos los días se pudiera oír.
- "¿Queréis decir que estuvo aquí desde hacía bastante tiempo y no me lo habéis mencionado?"- Preguntó despacio y con creciente enfado.
- "Sí, hace bastante. Madre la conoció y le encantó la idea de tenerla como hija y la adoptó, sabeis que es bastante extravagante cuando quiere"
- "De tal palo, tal astilla"- Pensó el joven Long para sí mismo- "Sabíais que la conocía ¿no es así?"- El hombre de gafas sonrió abiertamente y disfrutando.
- "Digamos que lo sentí"- Shaoran miraba la escena algo interesado, sabía perfectamente quienes eran esas dos personas, eso significaba que estaba en el pasado, ahora solo debía descubrir como había llegado ahí y por qué.
- "No juguéis conmigo, ¿y por qué la abuela decidió tal idea?"- Se levantó de la indignación.
- "Si os calmáis y os volvéis a sentar os explicaré como pasó todo esto"- El hombre miró a su tío y después de unas cuantas respiraciones para tranquilizarse se sentó- "Hace unos meses..."
- "¿Unos meses?"- Repitió a la vez que la sangre le empezaba a hervir.
- "... Ejem... paseando por el bosque en busca de algunas plantas para unos hechizos me encontré con algo que uno no ve todos los días"- El joven levantó una ceja en señal de su impaciencia- "Me encontré a una joven tirada en el suelo en pleno bosque"
- "Xing...."- Murmuró sacando la conclusión de que ella debía de ser esa mujer.
- "Sí. La traje a casa, le curé las heridas la di de comer, la lavé y la vestí"- ante esto último su mirada se volvió agresiva y Clow rectificó lo que dijo- "Mis criadas la atendieron, quiero decir"- Sin bajar la alerta, Long siguió mirando con cuidado a su tío.
- "¿Y después?"- Clow pensó con sumo cuidado lo que iba a decir.
- "No sé la razón del porqué se hallaba allí y al parecer ella tampoco"- Esto último abrió los ojos de Long con asombro.
- "¿Cómo?"- Dijo perplejo.
- "Que al parecer la joven perdió la memoria, aunque se acordó de algo"- La sonrisa de Clow se volvió más evidente.
- "¿El que recordó?"
- "En tres palabras... Long Lei Li"- Las mejillas del joven se encendieron como si de un adolescente se tratara.
- "Eh..."- No tenía palabras para expresarse.
- "Y para mayor de mis sorpresas llevaba algo consigo"- Continuó relatando con una sonrisa pícara- "Un precioso colgante, único en el mundo, ya que el dibujo que hay en él fue creado expresamente para vos, mi querido sobrino"- El sonrojo de sus mejillas era comparable al color de un tomate- "Al no recordar nada más y teniendo tan valioso objeto del líder de la familia Li, decidí que se hospedara aquí. Pero una inesperada visita a mi casa, el día del nacimiento de tu hijo, hizo que las cosas se tornaran algo... interesantes"- Dijo manteniendo su preciosa sonrisa- "La visita fue de mi madre y al ver a la pobre chica decidió adoptarla y así fue como la joven se convirtió en tu tía, las vueltas que da el destino ¿verdad?"
- "Sí"- Dijo algo incómodo por la mirada que su tío le ofrecía.
- "Pero durante todo este tiempo me he preguntado... ¿cómo esta chica, perdida en el bosque, sin pasado y sin nombre tenía vuestro medallón y recordaba solo vuestro nombre? Me haríais un gran favor explicándomelo"- Dijo apoyando su espalda con más comodidad.
- "No os hagáis el inocente tío, sabéis muy bien quien era, sino me hubieseis traído diciéndome que me tenía que enseñar algo muy importante, para mi"
- "¿Yo? ¿Hacerme el inocente? No soy yo quién va perdiendo un valioso objeto cayendo después en manos de tan deliciosa mujer"- Dijo con intenciones ocultas. El joven Long entrecerró la mirada y soltó un bufido.
- "¿Y quién le puso ese nombre?"- Clow abrió los ojos por un momento para volver a sonreír.
- "Ella misma decía que le gustaban las estrellas y que mejor nombre que Xing"- Long se sonrojó, la puerta se abrió y la chic volvió a entrar algo tímida.
- "Hermano, un hombre espera en la puerta por vos, dice que tiene algo urgente que contaros"- Clow se levantó de su asiento y marchó a la puerta, no sin antes dar un último vistazo a la sala.
- "Xing, cuidad de que nuestro invitado se sienta cómodo"- El color de las mejillas del hombre no podía ser más carmesí.
- "No os preocupéis hermano"- La mujer le hizo una reverencia con la cabeza.
- "Y vos sobrino, no hagáis nada que yo no haría"- Ante el comentario el lanzó una mirada furiosa a su tío. El hombre abandonó la sala dejando a los dos jóvenes solos. Shaoran que había escuchado toda la conversación vio que el ambiente entre los dos jóvenes se volvía extrañamente cálido, una calidez tranquilizadora, suave y muy agradable.
- "Así que mi tío os ha cuidado"- Dijo sobresaltando a la chica.
- "Sí. Es una caballero y una buena persona"- Dijo con una sonrisa en sus labios, la chica permaneció de pie, delante de la puerta.
- "Por favor, sentaos"- Dijo levantándose y ofreciéndole un asiento. La chica le volvió a sonreír y aceptó su invitación, los dos se sentaron- "Sobre mi tío, creo que os equivocáis, no es buena persona, en absoluto"- Dijo frunciendo el ceño, la chica dejó escapar una risita contenida- "¿Qué os hace tanta gracia?"
- "Vos, mi señor, sois muy gracioso. Tenéis siempre una mirada serio y una compostura seria, pero os enfadáis enseguida como si fuerais un niño pequeño"- El hombre suavizó sus rasgos al verla reír y sonreír tan alegremente.
- "Os he añorado tanto"- Dijo en un susurro, la joven dejó de sonreír y le miró sin entender.
- "¿Cómo habéis dicho?"- Dijo sorprendida y con las mejillas ligeramente sonrojadas.
- "Nada"- Dijo al darse cuenta de lo que acababa de decir. Su corazón le había traicionado y había hecho que dijera esas palabras. Sabía que era ella, no tenía la menor duda, era incomparable, era imposible que no fuera ella, no había manera de imitar esa forma de moverse, de sonreír, no había forma de copiar ese aroma tan característica, el olor a dulce primavera, era imposible calcar ese rostro, único en belleza, esa piel tersa, ese sedoso cabello que caía por su espalda, una nariz pequeña y graciosa, unas mejillas finas y deliciosas al tacto, esos ojos de jade tan penetrantes y envolventes, esos labios de pura dulzura que con un aliento le hacían temblar los dedos al rozarlos, un manjar de pasión al saborearlos. Sí, era imposible que su genuino candor estuviese en otra persona, era totalmente imposible equivocarse. Solo había una y esa era ella.
- "¿Mi señor?"- La joven se había acercado a él al notar que el joven no respondía a lo que le preguntaba. Se sentó en el suelo posando su mano en la rodilla del hombre y mirando en sus ojos por la razón de su silencio- "¿Os encontráis bien?"
- "Sí"- El joven chino movió su mano para ponerla encima de la pequeña mano que tocaba su rodilla, la cogió con suma delicadeza y la pasó por su mejilla- "Tenéis un tacto tan suave"- La joven no pudo soltar la mano y el carmesí coloreó su rostro.
- "Gra... gracias mi señor"- Lentamente bajó la mano hasta sus labios y los besó como si de porcelana se tratasen. La mujer no sabía que hacer, se sentía tan a gusto con él.
- "Sois muy hermosa"- La mujer le miró a los ojos con gran vergüenza. En ellos vio algo que no había visto antes, un fuego cálido que invadía todo su ser, era un fuego abrasador que solo se sentía por...
- "Pasión"- Pensó totalmente avergonzada.
- "No tengáis miedo"- Dijo levantándose mientras tiraba de la mano para levantar a la joven con él.
- "No tengo miedo"- Dijo le mujer.
- "Entonces liberaos de ese pudor"- La joven bajó la mirada. Long se acercó al cuerpo de la mujer y esta no supo como reaccionar cuando encontró un brazo del hombre alrededor de su cintura- "¿Qué... qué hacéis?"- Dijo algo alarmada.
- "No tendréis reparos en dar un beso a vuestro sobrino ¿verdad?"- La voz del hombre se transformó en un seductor susurro. La mujer empezó a sentirse débil, sus piernas parecían débiles y sin fuerza. La mano que tenía libre se agarró a las ropas del hombre y con la otra liberada se agarró fuertemente al hombre. No vio totalmente el rostro del hombre pero pudo ver una sonrisa en sus labios- "¿O acaso no os agrado?"
- "No... no es eso"- Dijo sin casi aliento.
- "Entonces... no hay ningún problema"- Bajó la cabeza para oler sus cabellos y lentamente recorrió la longitud de sus cabellos con su mano mientras bajaba el rostro hasta el cuello de la joven, donde empezó a dar pequeños besos. La joven apretó sus manos al pecho del hombre.
- "Deberíamos... deberíamos..."- no podía pensar, buscaba una excusa pero su mente se encontraba volando. El hombre paró su dulce tortura y levantó el rostro para dejarlo delante del de la Xing, a un par de milímetros de distancia, sus labios se acercaron sigilosos a los de ella hasta rozarlos. La mano que había acariciado su cabello se elevó hasta llevar a la nuca donde allí abrió la palma y enredándose con los cabellos sujetó toda la cabeza. Bajó la cabeza hasta que en un suspiro abarcó con sus labios los de ella, en un beso dulce que se tornó hambriento y lleno de deseo. Lo que había sido un beso tranquilo se había vuelto pasional cuando él con gran maestría empezó a abrir la boca de ella intentando introducir la lengua. La mujer se resistió al principio pero después fue tanto lo que sintió, que le desbordaba de una manera asombrosa. Se dejó llevar por ese momento y dejó que el hombre la guiara, el beso era devorador, con tanta hambre por sentirla a ella que con la mono que tenía detrás de su cabeza se aseguró de que no se apartara, jamás.
- "Ejem... Perdón"- La voz del intruso hizo que los dos se apartaran con rapidez. La chica miró hacia la persona que había interrumpido y se llevó la mano a los labios. Su sonrojo era muy evidente, pero no sabía si era por la vergüenza de la situación en la que había sido vista o por el calor de los sentimientos que la habían desbordado- "¿Interrumpo?"- Clow miró a los dos con una sonrisa de oreja a oreja. La muchacha se acercó hasta él y se disculpó saliendo velozmente de la habitación. Long tenía la mirada baja con los cabellos tapando sus ojos, pero con la cara carmesí- "Jamás pensé que supieras hacer eso"- Dijo con una sonrisa malintencionada.
- "¿El qué?"- dijo huraño ante la inoportunidad de su tío.
- "Besar con tanta pasión"- Shaoran que había observado la escena no podía estar más rojo ni que los mismos implicados, pero por alguna extraña razón se sintió... como si él fuera el que había besado a la chica, había sentido toda esa calidez, esos devoradores sentimientos, todo ese deseo y esa irrefrenable pasión.
- "Callaos"- Dijo Long con rabia para más diversión del hombre.
- "Supongo que estaba en lo cierto... es ella"- Por primera vez en su vida sintió que su tío se alegraba de verdad por él.
- "Sin duda alguna, ella era la guardiana del templo"- Shaoran abrió los ojos de asombro, ella era la semidiosa que custodiaba ese templo, donde Long Lei había ido en su viaje. Esa era la mujer de la que se había enamorado.
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- "¿Dónde está Xiaolang? Ya debería haber llegado hace tiempo"- Dijo Meiling paseándose por el cuarto.
- "La verdad, si que es extraño"- Murmuró Tomoyo.
- "No es extraño, es rarísimo, mi primo jamás y digo, jamás ha sido impuntual en todo lo que le lleva de vida"- Dijo con furia, escondiendo lo que realmente sentía, preocupación.
- "Será mejor que vayamos a su habitación haber si está allí"- Dijo Eriol, pro una voz los detuvo.
- "No, no está allí"- Dijo la voz cansada de la mujer.
- "¿Cómo lo sabe?"- Dijo Meiling- "¿Qué sabe de mi primo?"
- "Hace tiempo que lo sentí..."- Dijo respirando con dificultad.
- "¿El que sintió?"- Preguntó Tomoyo.
- "Cards..."- Los cuatro se miraron alarmados.
- "¿Dónde? ¿Tienen a Xiaolang? ¿Qué ha pasado?"- Exigía respuestas alarmada.
- "Creo... que son... 3 Cards"- Dijo lo mejor que podía.
- "¿Cuáles?"- Preguntó Eriol.
- "No lo sé, pero el aura de una de las Cards envuelve el aura del joven Li"- Dijo casi sin aliento.
- "¿Eso quiere decir que está bajo la influencia de una Card?"- Preguntó Yukito.
- "Sí"- La preocupación invadió a los 4, ahora si que podía estallar el pánico.
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El mayor de los Kinomoto caminaba por el frío campus bajo la lluvia. Aún recordaba el día que le dieron la noticia del accidente de su hermana.
- "Touya Kinomoto acuda al despacho del director"- Se oyó por un altavoz. Touya dejó a sus jugadores para que descansaran y se dirigió al despacho.
- "¿Y qué querrá ahora?"- Se preguntó el joven. Cuando llegó a l despacho del hombre entró y se sentó. El director era un hombre mayor, de pelo canoso y bigote también blanco. Touya se sentó tranquilamente.
-"Señor Kinomoto... no sé como decirle esto"- Touya como siempre llevaba dibujado una expresión huraña en el rostro. Esperaba impaciente por lo que le habían llamado- "Esto es algo muy difícil"- La expresión del hombre empezó a intranquilizar al entrenador.
- "¿Sucede al malo?"- Preguntó con un mal presentimiento, presentimiento con el que se había levantado esa mañana.
- "Resulta... siento ser yo quien le tenga que comunicar esto señor Kinomoto, pero..."- Touya se inclinó hacia delante esperando la noticia- "... Su hermana... ha muerto"- El mundo se había parado y ahora empezaba a derrumbarse.
- "¿Cómo ha dicho?"- Dijo sin creerse de lo que acababa de oír.
- "Nos han comunicado que su hermana tuvo un accidente de coche, al parecer iba con una amiga y su madre. El coche se salió de la carretera y..."- Touya ya no podía escucharle, había perdido noción de lo que le rodeaba, solo había una cosa que pasaba por su mente.
- "Sakura..."- Después de la noticia volvió inmediatamente a Japón donde ni siquiera pudo ver a su hermana por última vez- "Sakura..."- El hombre caminaba sin rumbo fijo. Su mente parecía estar bloqueada, solo podía pensar en un nombre, en una persona- "No pude protegerte..."- No pudo evitar la muerte de su hermana, ni siquiera pudo estar allí con ella, cuando más la necesitaba.
- "Touya..."- Una figura apareció delante de él. Touya se paró y miró a quién estaba delante de él. No pudo descubrir quién era la figura, solo pudo escuchar...- "Touya..."
N. de la A: ^^UUU El fic revive de nuevo. Antes de todo aclarar unos puntos del fic :). Todos hablan en inglés, pero por si estaban alucinando Meiling y Tomoyo le preguntaron a Eriol, que su inglés es perfecto, recordemos que es de Inglaterra :P. Alex, a parte de ser un tipo asqueroso ¬¬, es americano, pero más concretamente estadounidense, para no liarme diciendo todo el rato, estadounidense lo cambio por americano, no he querido ofender a nadie con esto, ni a los americanos (que eso es toda América, de América americanos ¿no? :P) ni a los estadounidenses. Simplemente es algo pesado de escribir y lioso para leer, parece un trabalenguas, también podía haber puesto norteamericanos, es q se me acaba de ocurrir ahora :p.
¿Qué tal quedó el capítulo de hoy? T_T Sí, algo confuso T_T Solo voy a decir q no voy a poder actualizar los fics para antes de fin de año. UFELO me queda la mitad, Lazos del destino lo acabo de comenzar T_T. Si puedo, intentaré poner un capítulo más de El Poder de Dos Corazones.
Y...
XIN NIAN HAO!!!!!!!!!!
Sugerencias, comentarios, preguntas o la respuesta a que significa lo que he puesto XD a: eternal_phoenix_light@yahoo.es
Mi MSN para cualquier tontería :P kasiopea_milenia99@hotmail.com
Zai Jian
