16 de Abril de 2003

No pongo el disclaimer ese, porque todo el mundo sabe que CCS no es mío, sino de las Clamp, solo eso :P

- "diálogos"

·~-·~-·~-·~- Cambios de escenario

Recuerdos

- "Pensamientos"

Competición, juegos del destino

Capítulo 12: Miedos, Pesadillas y Pasado II

¿Qué nos esconden los sueños y el pasado?

By: Kassy99

Lucha con todo tu VALOR

Enfréntate a tu DESTINO

Solo juega para GANAR

Y sigue hasta alcanzar el final

En la batalla no habrá PIEDAD

Así que guíate por tu instinto

Que solo hallarás en el CORAZÓN

Porque la VERDAD la encontraras

En el JUEGO que el destino te preparó

Así que: ¡Qué gane el MEJOR!

Un cielo encapotado, esas nubes que en el cielo se hallaban no marchaban ni aunque el más intenso de los vientos llegase y con su fuerte soplido las intentara arrastrar a otro lugar en la lejanía. Un lugar de tinieblas y desolación era el aspecto que se podía ver del campus. Tenía el ambiente de una novela de terror, donde te hallabas en un paraje deshabitado y en un lugar tenebroso donde los peligrosos te acechaban sin que lo pudieras percatar.

Meiling, Eriol, Tomoyo y Yukito empezaron a inquietarse, ya no era la mera falta de Shaoran lo que los extrañaba sino la desaparición del entrenador de los Black Snakes, Touya Kinomoto. Desde que había salido habían pasado un par de horas, en cualquier otra circunstancia podrían haber esperado a su llegada, cualquiera en su estado desearía salir a tomar un poco de aire fresco. Pero en la situación en las que ellos se hallaban no era una muy común así que la mejor opción era pensar en lo peor e intentar mantener el temple tranquilo y frío. No se podía evitar, no podían dejarse llegar por un sentimiento de esperanza cuando ya estaba visto que lo mejor era mantenerse reales y ser negativos, mejor pensar mal y prepararse que pensar en lo mejor y no hacer nada.

Al cabo de media hora más optaron por lo más razonable en esos momentos, Eriol y Yukito saldrían y Tomoyo y Meiling se quedarían cuidando de la profesora mientras seguían intentando localizar al joven chino. Los hombres salieron en la lluvia que aunque había arremetido unas horas antes ahora volvía con la misma furia o incluso mayor. La búsqueda era difícil por no decir imposible, la lluvia dificultaba la visibilidad y junto con el viento impedían la libertad de movilidad. Los dos hombres seguían su búsqueda aún por muchas trabas que se interponían en el camino. Aunque cabría una posibilidad que no querían ni pensar, que el mismo Kinomoto hubiera desaparecido porque sí y todo el mundo sabe que cuando una persona desaparece por propia voluntad no aparecerá si no esta no quiere y en estos momentos las desapariciones estaban siendo demasiado frecuentes como para dejarlas pasar sin más, porque una persona desaparecida puede llegar a darse por muerta y olvidarla, aún estando solo desaparecida.

Las dos muchachas se mantuvieron quietas al lado de la mujer que parecía desvanecerse, era como si a cada minuto su cuerpo se volviera invisible y desapareciera. Las fuerzas que poseía iban disminuyendo, siendo incluso complicado que se mantuviera despierta. Las jóvenes se acercaban para observar su estado y veían que cada vez se volvía más transparente como si de un fantasma fuera. Una lucha contra el tiempo, una batalla en la que estaban en desventaja y en donde les faltaba apoyo, todos separados, todos indefensos, ahora solo era cuestión de tiempo, solo era cuestión de esperar y lo lograrían, habían conseguido su objetivo, el destino ya había sido marcado, esta lucha les haría enfrentarse uno por uno a distintos enemigos y a la altura de cada unos de ellos, con su propia fuerza y con su propias habilidades. Ya pues el enemigo más poderoso que una ha de enfrentar es uno mismo y sus propios temores y deseos.

La angustia del momento no era comparable con lo que otras dos personas vivían en esos momentos, una se enfrentaba a un pasado desconocido y la otra se enfrentaba a la muerte, pero no la muerte que se lleva el alma a un eterno castigo o una eterna paz, sino que se enfrentaba a la muerte de sí misma, su muerte como ella como persona, no como ser, su muerte como ella es y no como lo que ha sido o será. La muerte a la que se enfrentaba era suya, procedente de su propia alma causada por sus propios temores y solo podría ser resuelta por su propia fuerza, por su propia esperanza. ¿Qué era lo que más temía su alma? ¿Qué hacia que su corazón palpitase temeroso? ¿Qué sentimiento la hacia dudar de sí misma y de su propio ser? Solo ella lo sabía, solo ella podría escapar del sino que en esos momentos marcaría no solo el resto de su camino sino el reto de la vida de muchos otros seres, de muchas otras personas que unían su destino al suyo, una decisión debía tomar, una elección que la haría seguir o acabar en esos mismos instantes, una decisión que marcaría su vida por un camino, tanto bueno como malo.

La vida tal como una vez la vio no volvería a ser vista igual cuando esta prueba de vida terminase, su visión del mundo habrá totalmente cambiado, y su corazón latirá a un ritmo diferente, con sus propios latidos, con su propia velocidad y con su propia fuerza.

- "Se siente tan bien..."- Decía o pensaba con pesadez sus palabras como si estuviera bajo un profundo sopor que la hacía sentirse liviana- "Se siente tan bien estar aquí, sin preocupaciones, sin deberes, ya no siento temor, ni presiones, ni confusiones, ya solo deseo descansar"- Se sentía ligera, no oía o sentía su cuerpo, no olía ni oía nada más, solo sus propios pensamiento o... ¿quizá estaba hablando? No sabía donde acababan sus pensamientos y comenzaban sus palabras. Era como sentirse muerta, sentirse sin vida y esa era la única diferencia que la hacía sentirse viva pero muerta a su vez, era porque lo sentía... Sentía que no estaba viva por lo que eso le daba la certeza de que realmente no estaba muerta. Había perdido el control durante un momento pero después pudo tranquilizarse y ahora se dejaba arrastrar por la sensación de ligereza, por la sensación de pérdida de una gran carga, una carga que la ahogaba en un océano de dudas, de deberes, de miedo y de soledad- "Me siento tan ligera que siento como si estuviera flotando, como si la existencia de mi cuerpo no fuera real"- Pero aún así no era un lugar en el que quería estar, era un lugar frío y cada vez sentía más que ese frío la helaba, era un frío que la invadía el alma, que la apretaba con un fuerte nudo y la ahogaba. Ese frío no lo sentía en su cuerpo, no, ni tan siquiera sentía su mano moverse o si en realidad no la estaba moviendo ya.

- "Este no es tu lugar"- Esa cálida voz, esa voz que ya había oído en sus sueños, que acudía a ella, que la confundía... y que con su propia manera la guiaba, aunque aún no supiera el que buscaba. La cuestión que deseaba saber no era cuál era la respuesta a su pregunta, sino qué pregunta era y dónde tenía que buscarla. La voz era femenina y suave, era tan agradable oírla, parecía un susurro, un tranquilizador susurro- "Aún no es tú momento, debes vivir pequeña, debes vivir para seguir buscando esa respuesta, esa respuesta que buscas desde hace tantos años. Aún tienes grandes cosas que hacer, un futuro que cumplir y un camino que recorrer. El futuro se verá lejano pero no se verá tan lejano como tu corazón lo está de la verdad. Si hoy murieras, tu alma no descansaría en paz porque aún tienes asuntos pendientes, aún te quedan misterios que resolver y uno de esos misterios es el de tu propia existencia"

- "Mi propia existencia..."

- "Jajaja..."- Reía una voz infantil- "No escuches, no hagas caso de lo que ella te diga, ¿para qué quieres volver? ¿para sufrir más? ¿para tener que realizar una misión que te fue concedida a la fuerza? Una misión que tú no pediste y que te obligaron a cumplir, una misión la cual te podría matar, nadie te pidió que lo hicieras, te obligaron a ello. Te ataron con unas pesadas cadenas con las que tendrás que cargar hasta que la muerte llegue a por ti"- Decía con una pequeña vocecita infantil e inocente.

- "Era su destino"- Replicó la mujer con determinación.

- "No estaba preparada para ello. Ella solo quería una vida tranquila y normal, una vida la cual no tuviera que arriesgarse cada día, una vida en la cual no tuviera que sufrir como antes lo había hecho, ella misma eligió descansar y ese destino del que tú hablas lo único que ha hecho es causarle problemas"- La voz parecía proceder de todas partes y se extendía por todo ese lugar parecía no tener fin.

- "Una vida sin preocupaciones, sin miedos ni temores..."- Decía para sí misma la joven.

- "No escuches sus palabras, solo quiere confundirte, solo está diciéndote lo que quieres escuchar, te embauca con palabras hermosas, pero la realidad no es así, la vida no se puede cambiar por mucho que quieras, tú estás viva y tienes todo una vida que vivir por delante y aunque no te guste sufrirás y llorarás. Tienes que crecer como persona y para ello tendrás que afrontar penalidades y torturas. Aún así, sé que tú eres fuerte y lo afrontarás con valentía, hasta ahora lo has hecho muy bien, no se te puede reprochar tus dudas y tus miedos, eres humana y sientes y por esos sentimientos lucha ahora y sal de esta infernal oscuridad"- Le decía con fuerza a través de una voz tierna y dulce.

- "¿Quieres seguir con esa tortura? ¿Quieres morir a tan temprana edad por algo que ni siquiera está relacionado contigo?"- Le decía la maléfica voz intentando llamar su atención con persuasión.

- "Es verdad, yo no tengo nada que ver con todo este asunto, no tengo relación con ello..."- Dijo la joven sosteniéndose la cabeza. Esa figura de la oscuridad, esa niña que tanto se semblaba a Sakura en su infancia sonreía con satisfacción.

- "No, no pienses así mi niña"- Decía de nuevo la dulce voz- "No creas que todo lo que sucede es por puro juego del destino, para seguir la senda que tú has caminado hay que ser muy fuerte y tener una gran voluntad"- Le decía intentando convencerla con todos los medios posibles y existentes- "Tu pequeña, tú debes aprender que en esta vida nada sucede por casualidad, todo tiene una razón. Nada en esta vida es como quieres que sea si no como debe ser"- La chica se quedó pensativa durante un instante y después se acurrucó en sí misma o eso era lo que sentía que hacía.

- "Todo es como debe ser..."- De repente en ese lugar de infinita oscuridad la luz se hizo paso. La pequeña niña no podía creer lo que ante sus ojos veía, la luz invadía su mundo, ese mundo que solo ella controlaba, ese mundo de perfecta desolación que había creado se estaba evaporando, se derrumbaba como un castillo de naipes ante un leve soplo de aire. El cuerpo de la joven aparición y ante ella se pudo ver a una chica que estaba tumbada sobre la nada ya que en ese mundo no se distinguía el cielo de la tierra. Su cuerpo algo entumecido se empezó a mover y sus ojos lentamente se abrieron para ver ante ella un mundo diferente al suyo, sus ojos volaron abriéndolos con amplitud y levantándose a gran velocidad- "¿Qué es este lugar?"- Preguntó aturdida, miró a su alrededor y encontró a una mujer de largos cabellos y a una niña a su lado. La pequeña tenía la cara de un diablillo oscuro, su cara inocente había desaparecido para mostrar la misma imagen de un diablo.

- "¡Por qué! ¡Por qué has querido despertarte! ¡Qué merece ese mundo! ¡No es nada! ¡No es más que escoria! ¡Un mundo donde perecerás! ¡POR QUÉ!"- De repente unos vientos negros empezaron a salir de todas partes para rodear a la niña y formar una especie de ovillo que la envolvía- "¡Yo te ofrecía lo que tú más ansiabas! ¡Lo que tú más deseabas!"- Y una gran explosión se formó en ese mundo, la dama de largos cabellos desapareció como había aparecido aconsejando por última vez a la joven.

- "Recuerda que estás aquí por una razón, en esta vida no existen las casualidades, solo lo que debe ser, solo... lo inevitable"- La joven se cubrió el rostro viendo como la mujer desaparecía convirtiéndose en luces blancas.

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Shaoran aún no podía entender que hacía en el pasado, porque estaba seguro de ello, de alguna manera había viajado al pasado. Lo que siguió entre aquel encuentro entre la mujer y Long Lei era algo que personalmente a Li no le interesaba, pero que tal vez le haría entender muchas cosas, aunque en esos momentos él aún no lo supiera.

- "Veo que vuestra nueva tía es de vuestro agrado"- Dijo Eriol su sobrio que se hallaba mirando el té con sumo interés.

- "¿Qué decíais?"- Dijo levantando la cabeza y con mirada aún perdida. Clow sonrió abiertamente y con mala intención.

- "Será mejor que dejéis de poner ese rostro de embelesado, parecéis un tierno corderito que acaba de caer en las garras de un lobo"- Long Lei reaccionó inmediatamente ante el comentario de su tío y más aún ante la sonrisa maliciosa que había adquirido.

- "Deberíais de dejar de tentar a la suerte, recordad con quien habláis tío"- El hombre de gafas solo supo sonreír al comentario del joven, unos golpes se volvieron a oír en la puerta y la muchacha de antes volvió a aparecer. Tenía la cabeza baja y las manos arrugando la falda.

- "¿Queríais algo hermana?"- El hombre se levantó y se acercó a la mujer- "No os avergoncéis, os tengo dicho que caminéis con la cabeza alta y el cuerpo erguido"- El hombre levantó la cabeza de la chica con un dedo en su barbilla y en ese momento se pudo observar el rubor en las mejillas de la joven.

- "Lo siento, no estoy acostumbrada a vivir entre..."

- "Sí, entre tantos seres vivos"- Shaoran observó el ceño de su antepasado, se veía que estaba enfadado por la forma en que su tío seguía tocando a aquella muchacha- "Pues decidme que os trae aquí"- La sonrisa del que era ahora su hermano la tranquilizaba, la daba absoluta paz en el alma.

- "Hay una dama muy bien vestida que dice ser la señora Li"- El rostro de Shaoran se ensombreció y su entrecejo se frunció aún más- "Hermano..."- La mujer le había cogido de la manga y empezó a tirar de ella, el hombre la observó ese gesto tan infantil- "Creía que solo había una señora Li y que era la madre de Xiao Long"- Ante la cariñosa forma de apodar al hombre Clow sonrió muy satisfecho y el aludido se sonrojó.

- "Sí, ella es la señora Li, supongo que la señora Li de la que me habláis debe ser la esposa de mi sobrino, también se la llama señora Li porque al casarse con mi sobrino ella pasa a adquirir el apellido de la familia de su esposo"- La chica asintió pero no comprendió muy bien las razones.

- "¿Entonces si yo me llego a casar adquiría el apellido de ese hombre?"- Clow afirmó con una sonrisa.

- "No"- Dijo Long Lei irritado. Clow se giró debido a que estaba de espaldas y la joven que inicialmente entró avergonzaba ahora le miraba con curiosidad infantil.

- "¿No? ¿Entonces me he equivocado?"- Preguntó la chica ahora confundida.

- "No, no os casareis"- Clow quería reírse no solo por el comentario de su sobrino sino por lo que después dijo la chica.

- "¿Por qué no?"- Sin darse cuenta de su avance la chica se encontró con su cara delante de la del casado con gran interés por la espera de la respuesta.

- "Porque aún no podéis"- Fue lo único que dijo mientras se empezaba a acalorar por la extraña conversación.

- "¿Y por qué aún no puedo casarme?"- Dijo ahora empezando a enfadarse por su renuencia a responder claramente.

- "Porque sois muy joven"- Dijo con mala excusa.

- "Pero... si soy mayor que vos, tengo casi 1500 años"- Dijo hinchando las mejillas y entrecerrando la mirada como una niña pequeña.

- "Pero no los habéis vivido entre los humanos"- La chica se quedó quieta con la cara a apenas 4 centímetros mientras le miraba con fijeza, finalmente se alejó.

- "Tenéis razón, no tengo mucho tiempo viviendo entre los humanos"- Shaoran se cayó al suelo ante la increíble facilidad de la chica en aceptar esa excusa, a Long Lei y a Clow le aparecieron unas gotas sobre sus cabezas- "Y a todo esto... ¿Qué es casarse?"- Long Lei y Shaoran cayeron al suelo, la chica miraba a Clow ya que era el único que parecía estar compuesto.

- "Long será mejor que atendáis a vuestra esposa"- Dijo Clow al sentir la llegada de su esposa.

- "Pero... ¿no me contestáis?"- Dijo la mujer, los dos la miraron con una gota en su cabeza. Clow se acercó a la joven y posó la mano en su cabeza y la guió para que saliera de la habitación. Clow se giró para sonreír a Long Lei que miró detenidamente donde había tocado a la mujer.

- "Venid, yo os lo explicaré Xing"- Clow salió de la sala con la joven que le miraba con ojos de niña deseosa de saber más, en el momento en que ellos salieron una mujer entró en la sala.

- "No entiendo que hacéis aquí siempre que os lo pide vuestro tío"- La mujer se acercó a su esposo y le dio un abrazo, pasó los brazos por su torso y hundió su rostro en su pecho- "No es agradable verse sola al levantarse"- Shaoran pudo ver el rostro sombrío de su antepasado.

- "Os tengo dicho que no me toquéis, ya cumplí con mi deber dando un heredero a mi familia, no me pidáis más"- El hombre separó a la mujer y se marchó hacia la puerta.

- "¡Sois mi esposo! ¡Debéis respetar los votos matrimoniales! ¡Tenéis que cumplir con esos votos!"- Long Lei se dio la vuelta con la cara de un monstruo furioso.

- "¡No sois más que una mujer! ¡No tenéis derecho a alzarme la voz! ¡Sabéis que puedo hacer lo que me plazca siempre y cuando haya cumplido las obligaciones hacia mi familia! ¡Y ya los he cumplido! ¡Así que con vos no tengo ninguna deuda!"- La mujer se achicó un poco ante el tono furioso y aterrador de su esposo.

- "Perdonadme, no quise..."-El hombre no escuchó el final de la frase de su esposa y salió de la sala con un sonoro portazo, la mujer levantó la mirada y le miró con odio- "... molestaros maldito"- La mujer cambió totalmente de la señora indignada que antes había entrado al cuarto a una mujer con mirada oscura. Shaoran miró detenidamente a la mujer y descubrió la oscuridad que rodeaba a esa mujer

- "Esa mujer... tiene un aura muy fuerte"- Pensó al ver a la mujer. La mujer se tranquilizó y después salió del cuarto como si estuviera a punto de llorar.

- "¿Se encuentra bien señora Li?"- La mujer no hizo caso y salió de la habitación como si estuviera a estallar en lágrimas, Long Lei había estado observando desde fuera la salida de su esposa y se sintió un ser miserable por haberse comportado así con ella, después de todo ella tampoco escogió ese matrimonio, ella solo obedecía las órdenes de su familia, al igual que él. También se sentía mal por la mujer que tanto amaba y a la que tanto la haría sufrir, tal vez ahora no, pero sabía que en un futuro lo haría, eso era...

- "Inevitable..."- El hombre miró arriba donde su tío había llevado a la muchacha y decidió salir para disculparse ante su esposa, no le convenía tener rencillas ya que después de todo viviría con ella hasta que la muerte les separase. Después de presenciar esta escena el tiempo pasó para Shaoran como si de segundos fueran y llegó el frío invierno. Las calles estaban cubiertas de nieve, niños riendo mientras jugaban y gente caminando para resguardarse del frío. Entre ellos una joven encapuchada recorría las calles y se adentraba al bosque, sin saber cómo o por qué se encontró siguiéndola como si fuera su sombra. La joven caminó entre los altos árboles y las plantas silvestres arropadas por una capa de nieve. Al llegar a un claro en ese gran bosque halló a otra persona esperando en él, se encontraba al igual que ella abrigada con capa y capucha.

- "Gracias por venir"- Dijo la persona que había estado esperando. La persona que había estado esperando la llegada de la joven se desencapuchó y una mujer mostró su rostro tras la sombra de la capucha.

- "No me deis las gracias"- Dijo sin destaparse la joven que Shaoran había seguido- "Yo también deseaba hablar con vos"- Su voz sonaba pequeña e insignificante delante de la mujer.

- "Jamás creí que fuera una persona extremadamente extraña, en todo caso reservada y algo extravagante, pero el día que anunciaron que Clow tenía una hermana... adoptada recientemente, no pude creer lo que mis oídos escucharon. Sabía que Clow era excéntrico, que tenía ciertas rarezas pero jamás supuse que estuviera loco"- La mujer que se había mantenido en las sombras levantó la cabeza y se destapó para mostrar con furia una mirada de molestia y enfado.

- "No os consiento que habléis así de mi hermano"- Dijo con fuerza y pasión en sus palabras- "He venido aquí porque vos me pedisteis que habláramos de algo urgente, pues... aquí me tenéis"- Sus miradas se encontraban con ira, sus rostros eran los de un animal acechante, a la espera de que su presa diera el siguiente paso.

- "Me trae sin cuidado lo que me consintais o no, no sois mas que una mísera recogida, no sois mas que un insignificante bicho recogido de las calles"- La mujer empezó a andar hacia un lado sin apartar la mirada de esa 'recogida'. La joven hizo lo propio y camino hacia el mismo sentido, las dos siempre enfrentándose cara a cara.

- "Si habéis concertado esta cita solo para insultarme, disculpadme pero tengo asuntos más importantes que tratar"- La mujer se paró y Xing hizo lo mismo.

- "Deseo que os marchéis de este lugar"- Dijo con vehemencia.

- "Pues si así..."- Pero Xing no pudo terminar sus palabras.

- "No del lugar que ahora nos encontramos, si no de esta ciudad, de la casa de vuestro 'hermano'"- Xing la miró con desagrado, esta mujer era una arpía, durante el tiempo que había vivido con su hermano había llegado a conocer todo tipo de personas pero ella era un ser malévolo, soberbio, muy altanero y sobre todas las cosas avaricioso y celoso de sus 'pertenencias'.

- "¿Y por qué debería hacer lo que vos me pedís?"- Contestó con una pregunta y soberbia en sus palabras ante la indignación de la mujer ante su contestación.

- "¿Acaso no tenéis un mínimo de respeto hacia nuestra familia? Sois una desvergonzada si creéis que no me he dado cuenta de los tratos que tenéis con mi marido"- Xing se quedó quieta y su mirada no podía demostrar más desprecio por esa mujer que tenía atada a Long Lei para la eternidad.

- "No me avergüenzo de lo que siento y no es pecado lo que hacemos ya que no tengo ningún trato con vuestro marido del que una tía no tenga con su sobrino"- Y aunque esa mujer no la creyera, así eran las cosas, entre ella y Long Lei no había nada, solo un sentimiento, un sentimiento imposible de realizar ya que no podían traicionar a sus seres cercanos- "Me preocupo por él como si una hermana fuera, jamás le he tratado de otra manera, es y siempre será alguien especial en mi corazón, pero jamás haré algo que haga sufrir a mi hermano, a mi familia ni tampoco a la familia que Long Lei ha creado"- Era sincera, algo que en este mundo no se valoraba.

- "Sois una descarada al declararme vuestros sentimientos, ¿acaso no tenéis vergüenza ni honor? No consentiré que os acerquéis a él, antes la muerte a que me separéis de mi marido"- Dijo con orgullo y grandes aires de importancia.

- "Jamás he pretendido eso, jamás haría algo que perjudicara a otros seres"- Dijo llevando la mano al pecho.

- "¿No? ¿entonces como explicáis esas miradas? ¿esos roces? ¿esas palabras dulces que mi esposo os recita mientras abandona a su hijo y su mujer?"- Recriminó a la joven con dureza.

- "Él siempre ha cumplido con vos, vuestra vida esta unida en santo voto ¿y me reclamáis hechos que jamás han sucedido?"- Su inocencia y su ingenuidad la hacían ciega a hechos que realmente ocurrían- "¿Tan ciega estáis por la envidia y los celos que no veis que jamás he rozado a vuestro marido mas de lo que haría con mi hermano? ¿Y esas palabras bellas? Solo cumplidos como buen caballero que es ¿Y las miradas? Solo miradas de profundo respeto y cariño fraternal"

- "¡Hipócrita!"- La esposa de Long se acercó a ella y le cruzó la cara con la palma de la mano. Xing se tocó la mejilla golpeada y ni tan siquiera se vio ni odio ni enfado en sus ojos- "¡Marchaos de aquí o me veré obligada a que vuestro hermano sufra las consecuencias de vuestros actos!"- Y con eso volvió a ponerse la capucha y salió del claro del bosque con paso firme.

Xing que había crecido bajo la tutela y enseñanza de Clow había descubierto muchas cosas del mundo humano, había aprendido el significado de los sentimientos humanos y de la forma de expresarlos, también había aprendido que hay lazos sagrados que son eternos, unos lazos que ni el mismo humano es capaz de romperlos. Cuando le enseñaron el significado de la palabra 'matrimonio' su corazón quedó destrozado y el sueño que la había llevado a salir de su santuario se evaporó. Siempre tuvo la pequeña esperanza de poder estar con él, desde el día que sus ojos se posaron en él, tenía esperanza de poder amarle en silencio, pero incluso eso le estaba prohibido.

El día que por primera vez pisó la mansión Li descubrió que del matrimonio de su amado había dado fruto un niño, su alma había quedado desolada, ya ni tan solo pudo quedarse con ese sentimiento, no podía hacerlo, no podía sentir eso si no quería hacerle daño a otras personas, sabía que si ese sentimiento lo seguía guardando podía causar dolor a personas que no tenían relación. No podía hacer daño a su hermano, la persona que la encontró, que la cuidó, que la enseñó, que la protegió y sobre todo la persona que la consoló en esas solitarias noches de desconsuelo, que se desveló por ella para arroparla en sus brazos mientras las cálidas lágrimas caían sin remedio. Nunca sintió dolor más grande que ese día, el día que tuvo que borrar esos sentimientos. Shaoran pudo ver a la mujer caer sobre sus rodillas sobre la nieve del suelo y romper en lágrimas... una vez más.

- "¿Acaso es pecado amar algo inalcanzable?"- Y las lágrimas heladas del cielo empezaron a caer sobre ella y la ciudad. El tiempo volvió a pasar ante los ojos de Shaoran a gran velocidad, se dio la vuelta sobre si mismo para ver que se encontraba en un lugar oscuro iluminado por las velas colocadas en las lamparas del techo, era un ambiente misterioso donde se podían esconder grandes secretos.

- "Por favor, no huyáis más de mi"- El hombre había acorralado a la mujer en la pared de uno de los pasillos mientras abajo la fiesta seguía en su apogeo. Había visto subir a la dama por las escaleras y sin dudarlo la siguió hasta arrinconarla en un corredor.

- "Os lo ruego mi señor... no puedo corresponder algo que no siento, entendedme"- El hombre que la tenía aprisionada entre la pared y él, había puesto los brazos a los lados de su cuerpo para evitar su huida. Posó su cabeza sobre los hombros de ella mientras la abrazaba por la cintura.

- "¿Ya amáis a otra persona?"- Le preguntó al oído. La mujer calló y el hombre la apretó con más fuerza- "Por favor, respondedme"- La mujer dudó por un momento pero soltó un suspiro y dijo las palabras que él más temía.

- "Sí"- Respondió ella con pesar, el hombre sonrió con tristeza.

- "¿Y os corresponden?"- Preguntó con el alma dolida.

- "No. Mi amor tampoco es correspondido"- Dijo tristemente mientras su corazón no paraba de latir con nerviosismo y pena.

- "Entonces dadme una oportunidad, os pido una oportunidad, yo lograré que le olvidéis, os juraré mi eterna fidelidad y mi amor"- La mujer estaba conmovida ante sus palabras pero no podía sentir algo que realmente no sentía, no podía mentirle a él ni a sí misma.

- "Os suplico vuestro perdón porque este sentimiento que vos sentís yo lo siento igualmente pero por otro ser. Me duele rechazaros, habéis sido bondadoso conmigo, me habéis respetado y me habéis tratado con gentileza y adoración, pero aún así no puedo mentiros y daros esperanzas de algo que sé que no va a cambiar"- El hombre levantó la cabeza y la sonrió apesadumbrado.

- "Perdonad mi insistencia, no quise causaros ninguna pena, entiendo lo que sentís y lo respeto, por ello quiero que siempre contéis con mi apoyo siempre que lo necesitéis, mi amor por vos será eterno, como eterna es el alma"- El hombre cogió las manos de la mujer, las juntó y las besó con dulzura, después se marchó con paso pesado y cansado, por el pesar que soporta ahora su alma. No pasó mucho tiempo cuando oyó que del otro lado del pasillo llegaba alguien. La joven se encontraba algo emocionada por lo que antes había sucedido que su corazón se exaltó con facilidad al oír los pasos, pudo ver la figuro tapaba por la sombra de las luces y poco después se encontró con un hombre de fieros ojos marrones y rebelde cabello que la miraba con arrebatadora fuerza.

- "¿Qué hacíais de nuevo con él?"- Preguntó arisco con el ceño fruncido, se acercó a la mujer y se puso delante de ella.

- "Nada que os deba perturbar. Si me perdonáis"- La joven hizo una reverencia pero cuando se dispuso a marcharse fue cogida de un brazo y llevada a la fuerza a un cuarto de aquel pasillo, fue tal la rapidez que no tuvo tiempo para reaccionar.

- "No, no os perdono"- Dijo con furia el caballero que la había arrastrado allí dentro- "¿Qué hacía merodeándoos de nuevo?"- La mujer retrocedió unos pasos y le miró sorprendida.

- "Hacía lo que un caballero hace a una mujer casamentera, cortejarme ¿acaso me espiabais?"- Esas palabras despertaron un ser en las entrañas de él y no pudo contenerse más, no podía permitir que algún día la apartaran de su lado, antes que eso haría lo que fuera, no podía dejar que se la llevaran, jamás permitiría eso.

- "Sí, os espiaba y antes de que un hombre os vuelva a cortejar prefiero destruir mi vida..."- El hombre se acercó a ella y la cogió de los hombros- "... y la vuestra"

Y sin poder esperar lo que iba a hacer, Xing se vio sumida en una tormenta irrefrenable de pasión, deseo y amor. Todos esos sentimientos reprimidos durante tanto tiempo se desbordaron al simple roce de sus labios, tan cálidos y suaves y a la vez tan amargos, la amarga realidad que representaba ese beso. No supo decir si fue él el que había ansiado esto o si era ella quien lo esperaba con tanta ansia. Jamás supieron hasta donde alcanzaba su amor hasta que al final de aquella noche sintieron la cumbre de la más íntima de las uniones, lo que dio paso al principio de una gran aventura, una aventura de amantes, prohibida ante el día y libre ante la noche. A partir de ese día y en sucesivas noches su pasión se desataría sin penas ni temores, sin preocupaciones, como si el mañana no existiera y el ayer no tuviera importancia, en esas noches para ellos solo existían su mundo, su amor, pero la felicidad no es eterna y la vida siempre toma inesperados giros. Shaoran sintió desde su interior la sensación que esos dos enamorados sentían, era como si él mismo lo viviera. Y como venía sucediendo hasta ahora, el tiempo avanzó de nuevo, pero esta vez avanzó a un futuro más lejano y a una época más oscura, a un lugar atormentado. Ante él podía ver un cielo ennegrecido y alguien en las tinieblas, parecía un ser tenebroso, oscurecido por la negrura y en su mano poseía un libro, más oscuro que ese ser.

- "El libro de esas extrañas cards oscuras"- Pensó Li al ver a ese ser delante de él. No sabía porque pero esa silueta parecía haberla visto en algún lugar, no sabía dónde, ni cuándo, pero le era muy familiar.

- "Detened esta locura"- Shaoran giró la cabeza para ver a Clow, con las ropas desgarradas y junto con sus dos guardianes, Kerberos el guardián de la portada del libro de Clow y Yue, el guardián de la contraportada. Los tres estaban muy abatidos, se podía ver que el ser que controlaba las cards oscuras era más poderoso que ellos.

- "Pero... ¿cómo llegó a controlar esas cards? ¿No se suponía que había una guardiana que los custodiaba? ¿Y no estaban escondidos en un lugar lejano? ¿No estaban escondidos en un santuario?"- Se preguntaba Shaoran al ver al gran control del ser sobre las cards. Debía de saber controlarlas muy bien- "¿Puede ser su creador?"- Pensó Shaoran al ver a ese ser de oscuridad, las cards empezaron a salir del libro y todas le rodearon como si estuvieran protegiéndole.

- "Ya sabéis lo que quiero, dádmelo y seréis perdonados"- Kerberos le atacó con su aliento de fuego mientras que Yue lanzaba flechas plateadas, pero no sirvió para nada, ya que no sufrió ni un rasguño.

- "Jamás"- Dijo Kerberos y se abalanzó sobre el ser que allí se alzaba sin preocupación, pero antes de que pudiera hacer nada un poder le detuvo y le devolvió a su estado de pequeño animal de peluche. El peluche miró a su espalda y vio a una bella joven. Los años no habían pasado por ella y su hermosura se conservaba fresca, como el primer día de su existencia.

- "Kerberos, deja que yo me encargue de esto"- La mujer avanzó hacia ese ser oscuro sin miedo ni temor. El anillo que rodeaba a ese ser oscuro se ensanchó introduciendo a la mujer en el interior. Y lo que pudo observar al final solo fueron sucesivos fragmentos de visiones. Sangre, el cuerpo de dos personas, el cierre del libro oscuro junto con otros dos libros, Clow, sus guardianes y un objeto brillante que cegaba la vista del chino, un objeto que empezaba a formarse, pero era como si se formara en conjunción de dos, parecían dos auras...

- "M... ito ...o... o"- Shaoran oía una voz, era como si le estuvieran llamando- "De... a"- No oía bien las palabras pero repentinamente sus ojos se abrieron como platos y delante de su rostro pudo ver el entrecejo de una cara huraña- "Por fin despiertas maldito mocoso"- Dijo un enfadado Touya Kinomoto- "Llevo llamándote como media hora"- Dijo poniéndose recto y cruzando los brazos- "Pensé que habías muerto, no respirabas"- La mirada del hombre era sombríamente seria.

- "¿Qué no respiraba?"- Preguntó algo aturdido.

- "Bueno... casi no respirabas, tenías un pulso más o menos estable pero débil y tu espíritu no estaba dentro de tu cuerpo, además tu aura parecía estar vagando fuera de tu cuerpo, por suerte el vínculo alma cuerpo no se había roto, tienes suerte mocoso"- El tono del hijo mayor de Fujitaka era muy serio.

- "¿Mi espíritu fuera de mi cuerpo?"- Quedó algo impresionado, la verdad es que no sabía lo que había sucedido, un momento se había encontrado leyendo una de las páginas del diario de Long Lei y después había despertado en otra época y ahora estaba de vuelta, ¿cómo había sucedido? Pero cuando se levantó contempló el diario delante de él y encima de una de las páginas se encontraba una card negra, podía ver la parte trasera de la card, la parte oscura y negra. Touya también captó vista de ello y posó su mano sobre su hombro.

- "Creo que ya sabemos la causa de tu misterios 'ausencia'"- Shaoran le miró, pero inmediatamente volvió la vista hacia la card sobre el diario e inmediatamente se aventuró a levantar su mano y acercarla a la card- "¿Seguro que sabes lo que haces mocoso?"- Shaoran no pudo evitar que una vena se hinchara a la costumbre de Touya de llamarle así.

- "¿Se puede saber qué haces aquí?"- Dijo parando su mando a medio camino e irritado, acababa de despertarse de a-saber-que-lugar y lo primero que tenía que oír eran las impertinencias de ese hombre.

- "Pues para tu suerte alguien me avisó de que viniera sino puede que ahora mismo estuvieras en el otro mundo descansando en el infierno"- Dijo con una sonrisa victoriosa, no sabía porque pero Shaoran se sintió cada vez más irritado.

- "¿Y quién te avisó?"- Dijo Shaoran con tono cada vez iracundo.

- "Dale las gracias a mi madre que parece que también vela por tu salud"- Ahora si que estaba sorprendido, ¿acababa de decir que su madre le había avisado para que viniera a socorrerle?.

- "¿Tu madre?"- Si Shaoran no se lo podía creer, Touya estaba en un estado de mayor conmoción.

- "Sí, increíble ¿verdad? Después de años sin saber de ella se me presenta hoy en plena lluvia diciéndome que debía ayudar a las almas torturadas por el pasado. No entendí lo que me dijo pero al final cuando se marchó me di cuenta de que había parado justo delante de tu residencia, así que no me quedó otra que buscarte, cuando entré te encontré recostado sobre este escritorio con un pulso preocupante, sin casi respiración y sin espíritu, algo que me parece bastante increíble"- En pocas palabras lo que Kinomoto estaba diciendo es que había quedado casi muerto.

- "No me puedo explicar que después de media hora tu cuerpo siga reaccionando con normalidad, deberían haber quedado atrofiados como mínimo los músculos después de tanto tiempo inactivos"- Shaoran quedó pensativo por un momento y entonces Touya siguió hablando- "A no ser que tu alma halla viajado fuera de tu cuerpo dejándolo en un estado letárgico, lo que explicaría que no hallas sufrido daño alguno, lo más probable es que tu corazón latiera a una velocidad y potencia relativamente lentas"- Shaoran levantó una ceja y le miró algo incrédulo.

- "¿Cómo sabes tanto de esto?"- Preguntó Shaoran al escuchar tal sarta de explicación.

- "Estudio. Después de lo sucedido con mi hermana estudié el espiritismo ya que en principio es eso en lo que consiste mi poder, de pequeño siempre he podido ver espíritus y hablar con ellos, de alguna manera podía llegar a atraerlos, con todo ello más tarde aprendí a llamarlos y gracias a este saber que he ido acumulando, he podido recobrar tu alma. Un viaje como el tuyo llega a ser mortal si no se tiene un gran potencial mágico. A lo que me preguntaste... leí sobre una técnica en la que consiste en llegar a un punto de plena concentración y relajación corporal y espiritual, una armonía de cuerpo, alma y mente. Para luego poder separar tu alma de tu cuerpo y guiarla para contactar con el mundo espiritual, pero es una técnica muy peligrosa, normalmente se suele invocar a los espíritus para que ellos vengan ya que suele ser lo menos peligros, teóricamente"- Shaoran estaba algo sorprendido con el hermano de Sakura por su conocimiento sobre el tema.

- "¿Entonces me dices que acabo de utilizar una técnica espiritual para separar el alma del cuerpo?"- Dijo resumiendo lo que Touya trataba de explicar.

- "Básicamente... si"- Dijo tranquilamente- "Aunque me asombra que un mocoso como tú halla logrado algo tan impresionante, teniendo en cuenta que tu magia no consiste en comunicarte con los espíritus"- Sabía que no podía quedarse sin decir una crítica hacia su persona.

- "Pero la verdad es que tienes razón, no fui yo quien realizó semejante hazaña"- Se tornó de nuevo a la card que se encontraba boca abajo. Touya también vio la card y entonces entendió lo que el chico quiso decir.

- "Si quieres hacerlo, hazlo ya, deja ya de provocar tensión"- Dijo algo impaciente.

- "Si me permites, me acabo de despertar de a saber donde y ahora lo que me gustaría es no volver"- Era extraño seguir pelando después de tantos años como cuando Shaoran tenía 10 años y sin que la razón por la que pelearan estuviera presente.

- "Adelante"- Los dos no dijeron más y Shaoran siguió con lo que estaba haciendo. Su mano prosiguió el camino para dar tocar la card, que no sabía si ya había vuelto a su forma de carta o si por el contrario seguía en su otra forma. Shaoran se arriesgo y tocó la card mientras contenía la respiración, llegó hasta el borde y lentamente le dio la vuelta hasta ver el dibujo de la card. Era como todas las demás cards, pero el dibujo central era como el de 'The Time', el de una persona con un reloj de arena, pero a su vez era distinto, esta persona no iba vestido con túnicas ni era un hombre mayor. Era una mujer de largos cabellos y con los síntomas de la vejez en su rostro, el reloj que portaba en su mano no era un reloj de arena común, estaba dividido en tres partes, cuando un reloj normal estaría dividido en dos partes.

- "¿Qué pone debajo?"- Le preguntó Touya despertándole de su trance- "¿'Tempus'?"- Leyó en voz alta- "Esto no es inglés"- Miró a Shaoran y este le miró también algo desconcertado.

- "Es igual que 'The Time'. 'Tempus' también es tiempo, proviene del latín"- Touya y Shaoran se miraron cuando sin previo aviso un mechón de cabello empezó a flotar por encima de la cabeza de Shaoran, lo dos lo vieron y se giraron para ver a una mujer de alas blancas y vestido claro, un aura brillante la rodeaba y su cuerpo era semi transparente.

- "Mamá..."- La mujer sonrió y se dirigió a la puerta atravesándola.

- "Creo que quiere que la sigamos"- Los dos se miraron y no dudaron ni un momento más, si era como había sucedido con Touya, debía ser algo realmente importante.

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Por alguna extraña razón, la maestra francesa empezaba a parpadear, era como si no se decidiera a desaparecer. Meiling y Tomoyo no entendían el motivo de este extraño comportamiento. La maestra en cambio parecía haber dejado de sufrir, era como si la calma y la paz hubieran llegado a ella librándola de todo el dolor que antes estaba padeciendo. Las dos mujeres no sabían como tomar esto, si como algo positivo o totalmente devastador, algo debía estar ocurriéndole a su señora pero el que era lo que lo podría estar ocurriendo era una incógnita para las dos universitarias. Los cuatro hombres no llegaban, Eriol y Yukito que habían salido en la búsqueda de Shaoran y Touya aún no habían vuelto, ni solos ni con ellos.

- "¿Deberíamos llamarlos? Mi primo debería de llevar el móvil al igual que Hiragizawa y Tsukishiro, también Kinomoto debería de llevar su móvil ¿verdad?"- Meiling se estaba impacientando, con esas cards sueltas y ellos sin llegar la situación era preocupante.

- "No cuentes con que Touya lleve su móvil"- Dijo señalando un teléfono del cuarto- "Y por lo pronto no esperes a tener cobertura, antes lo he intentado y no parece haber comunicación"

- "Pero si antes logré llamar a mi primo"- Dijo algo extraña por el repentino corte de comunicación.

- "Pues ahora ya no hay comunicación, solo podemos esperar a que vuelvan"- Las dos mujeres estaban realmente impacientes por noticias, desde que los dos últimos hombres habían salido había pasado ya una hora, aun encontrando a los desaparecidos o no deberían haberse comunicado con ellas.

- "Esto es de locos, primero nos encontramos con estos inexplicables ataques, después con esa Cazadora, la muerte de Sakura y ahora la desaparición de todos, sin contar a esta profesora que es la guardiana de esa extraña nueva cazadora de cards, que supuestamente está al borde de la muerte y..."- Meiling paró de repente sus pasos y miró a Tomoyo.

-"¿Qué pasa?"- Preguntó a la china.

- "De repente me ha acordado de una antigua historia"- Dijo algo pensativa- "Es un cuento para niñas según decía Xiaolang, por eso no creo que se acuerde de ella"-

- "¿Y qué pasa con esa historia? ¿a qué viene eso ahora?"- No sabía a donde dirigía el razonamiento de Meiling.

- "El relato cuenta que hace muchos siglos un miembro de nuestra familia practicaba la magia negra. Se decía de esta persona que era un ser de oscuridad y maldad que encandiló a uno de los nobles caballeros de nuestra familia. Esta mujer le llevó a la perdición y finalmente el hombre logró matarla arriesgando su vida"-

- "Una historia algo trágica..."- De repente Tomoyo se percató de un dato de la historia- "Pero lo que esta historia cuenta es que un miembro de tu familia mató a otro, eso quiere decir que era una mujer ¿verdad?"

- "Sí, una mujer de magia oscura, se decía que invocó a la misma muerte y que incluso jugó con ella como si de una carta se tratase"- Esto despertó los sentidos de Tomoyo.

- "¿Una card?"- Dijo sorprendida.

- "También dijo que convirtió la época vivida en un infierno de pecados, torturas y dolor"- Las dos se miraron intensamente y después quedaron pensativas de nuevo.

- "¿Y qué pasó con esa mujer?"- Preguntó Tomoyo.

- "Que finalmente fue llevada por la propia muerte y que su imagen fue grabada eternamente junto con la de su verdugo. Esta historia era un relato para asustarnos y que jamás utilizáramos la magia negra, era una historia para meter miedo a los niños, pero ahora que lo pienso puede tener relación con lo que ahora vivimos"

- "¿Por qué piensas que puedan tener relación?"- Preguntó la japonesa a la sorpresiva seriedad que había adquirido Meiling.

- "Por algo que me dijo mi tía"

- "¿La señora Li, la madre de Shaoran?"- Meiling asintió- "¿Es que ella sabe algo?"

- "Mi tía siempre ha sido muy, muy misteriosa, incluso más que ese Hiragizawa, el día que cenamos todos juntos me encontré con ella a solas por la noche, durante la tormenta y la único que me dijo fue..."

- "La realidad siempre supera a la ficción de un cuento, recuerda lo que un día te enseñaron Meiling, el conocimiento es lo único que te preparará para el sino que te depara"- La mujer que había llegado a Meiling en plena noche cuando esta se había levantado se marchó como la noble dama que era, con solemnidad.

- "¿Eso fue lo que dijo?"

- "Mi tía sí sabe como meterse en la mente de una persona y dejar inquietudes en ella. Es una artista en el arte del control mental a parte de la magia claro"- Tomoyo estaba sorprendida, no por el hecho de que la dama fuera una manipuladora de personas sino que se semblaba mucho a Eriol, después de todo, ella también era descendiente de Clow. La japonesa jamás había pensado en ello, pero... ¿podría la señora saber más de lo que nadie sabía? y si sus poderes eran tan grandes... ¿podría ver el futuro? ¿o el pasado? El pasado... si la historia tenía algún vinculo con lo que ahora sucedía la señora Li lo pudo haber visto ¿y si encaminó a su hijo a esta aventura? Tomoyo empezó a negar con la cabeza, se estaba volviendo paranoica, debía de ser razonable, ninguna persona haría que otra llegara a la línea de fuego y menos una madre ¿verdad?- "Te pasa algo Tomoyo?"

- "Ehhh... no... nada... que va, no me pasa nada, solo estaba pensando. Meiling si tu tía te dijo eso por qué pensaste en esa historia, porque ella no especificó que fuera esa historia en la que tenías que pensar, ¿no?"- Meiling la sonrió con timidez y vergüenza.

- "Es que era mi cuento favorito de pequeña, jejeje... por eso pensé en ella"- A Tomoyo le salió una gota en la cabeza- "Pero tiene similitudes ¿no crees? Lo de jugar con la muerte como si fuera una carta y me enteré por mi primo que hay un total de 20 cards oscuras"- Dijo apoyándose contra el marco de la ventana.

- "¿Cómo saben eso?"- Dijo mirando a su amigo con curiosidad.

- "Al parecer tuvieron una charla con la Cazadora y esta les dio información, escasa, pero información"- Dijo entrecerrando la mirada, esa Cazadora la ponía de mal humor, era muy misteriosa y muy reservada, tanto que eso la irritaba.

- "¿Y les dijo algo más que nos pueda servir?"- Interrumpió a Meiling en su camino hacia la ira.

- "Pues que la profecía dice algo así de unas '12 damas y 7 pecados'"

- "¿Doce damas y siete pecados?"- Repitió extrañada.

- "Al parecer los 7 pecados son los 7 pecados capitales pero las 12 damas no sé que son exactamente"

- "Aún así, eso solo son 19 cards"- Meiling asintió- "Entonces... ¿Y la última?"

- "La Muerte o eso es lo que Shaoran me dijo"- Las dos chicas se miraron con decisión, esto empezaba a ir más allá de sus manos ya que el futuro es algo impredecible, con voluntad propia.

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El sitió donde llegaron era muy antiguo, se podía apreciar que la casa estaba deshabitada, las cortinas ya estaban rasgadas, polvorientas, los muebles blanquecinos del polvo de los años y alguno de ellos podridos, las tablas del suelo crujían ante los pasos de los dos intrusos, las puertas rechinaban por la falta de aceite, pero aunque tenían ante ellos este panorama podían percibir que no era peligroso, sino todo lo contrario.

- "¿Y ahora a donde mocoso?"- Dijo el huraño entrenador.

- "Primero, deja de llamarme mocoso, creía que ya ha pasado mucho tiempo para que me sigas llamando así, segundo, subamos las escaleras y tercero deja de mirarme así"- Los dos echaban chispas solo por tenerse uno cerca del otro. Se podía ver la poca simpatía que sentían sobre el otro.

- "Cuando vea oportuno dejar de llamarte mocoso lo haré, mientras tanto deja de quejarte como el mocoso que eres"- Shaoran tenía una vena hinchada en la cabeza impresionante.

- "Es verdad lo que se dice, la gente con mal carácter no puede cambiar, simplemente se morirían si lo hicieran"

- "No como tú, que incluso después de la muerte seguirás conservando ese mal carácter, mocoso"- Acentuó la última palabra con mala intención. Los dos habían subido las escaleras y ahora miraban hacia los lados intentando saber por donde seguir, pero era como si Li supiera donde debía ir, cuando la mujer que volaba por los cielos desapareció, fue como si su alma fuera atraída por algo, algo le conducía a un lugar, desconocido para él, pero de alguna manera no para su espíritu. El joven se paró ante una puerta entre abierta y con ayuda de su mano la abrió. Touya se veía poco convencido, en el momento en que se halló ante esa tabla de madera sintió algo, dentro de ese cuarto se hallaba alguien de gran poder que luchaba por su vida, lo podía sentir... lo podía vivir.

- "¿Estás seguro?"- Dijo el joven Kinomoto antes de que su acompañante entrara a la habitación. Entró sin responder y ante él pudo ver el cuerpo pálido de una mujer, de dulce facciones, parecía adormecida, parecía que el tiempo hubiera parado en ella y que su belleza, blanquecina y pura se hubiera detenido en el tiempo para conservarse eterna como su esencia. Las cortinas ya envejecidas por el tiempo flotaban sobre ella mientras que gotas de lluvia entraban en la habitación cayendo delicadas sobre la piel de la joven y resbalando sobre su rostro y sus brazos, aún siendo mojada por las lágrimas del cielo parecía no despertar de ese profundo sopor que hacía que sus ojos permanecieran cerrados.

- "¿Qué hacéis aquí?"- Apareció repentinamente una enrome pantera blanca alada y con cara cansada.

- "¿No deberías estar en tu forma más reducida?"- Dijo Li con una ceja levantada.

- "Mi ama nos llama"- Dijo girando la cabeza al cuerpo- "Ya no importa que veáis su rostro, tampoco importa nuestra misión, ni nuestro orgullo, pero... haced algo, debéis hacer algo, no puede morir, debe sobrevivir, la vida ha sido muy dura con ella como para que ahora acabe así, su vida no terminará aquí, no puede terminar aquí... no puede..."- La felina se encontró impotente ante el hecho de no poder proteger a su ama. Era un sentimiento que había intentado olvidar, un sentimiento que estaba reviviendo con todo su pesar.

- "Entonces tendremos que hacer algo"- Dijo Touya avanzando un par de pasos con aire apesadumbrado, como si le estuvieran obligando.

- "Si no quiere hacer esto no le obligamos"- Dijo la otra guardiana que aparentaba un ángel de seriedad, con rasgos de fatiga y cansancio, con tono gélido y mirada atravesante como el filo de una espada.

- "No tengáis en cuenta a este tipo, siempre ha sido un malhumorado y seguro que morirá con el ceño fruncido lo cual nos facilitara la tarea de espantar los malos espíritus"- Los dos se lanzaron una mirada asesina y aunque la gente que los observara pudiera ver un mutuo desprecio o una apreciable enemistad, en el fondo, muy en el fondo se podía ve que se respetaban, algo que ninguno admitiría, ni aunque en ese mismo instante el mundo se acabara.

- "Mocoso..."- Susurró, de repente la mujer que estaba tendida en la cama arqueó la espalda y como si fuera una convulsión y cayó de nuevo sobre ella. Touya corrió al lado de la chica y la tomó el pulso colocando dos dedos sobre el cuello de la joven. Levantó la mirada y miró a su espalda donde Shaoran permanecía quieto- "¿Qué haces ahí parado?"- Le dijo irritado ante la impasividad del chino. Shaoran estaba paralizado, esa mujer tendida sobre la cama, por alguna razón no quería descubrir quién era, su corazón por primera vez se anteponía a su mente. Touya le miró intensamente y cerró los ojos con pesar dejando escapar un suspiro, retornó a la joven y examinó sus signos vitales, sus pupilas, su pulso y respiración- "Esta chica está en un estado bastante grave, su pulso es muy débil y por no decir que su respiración es casi inexistente, estaba igual que el crío cuando le encontré, pero... lo suyo era diferente, el tipo este por lo menos respiraba más o menos con regularidad y su espíritu aunque lejano parecía no haber roto el vínculo con su cuerpo, en cambio esta chica..."- Su mirada se tornó sombría y fúnebre.

- "¿Podéis traerla de vuelta?"- Preguntó la felina que ahora se encontraba sentada, se sentía cada vez más agotada.

- "Sí"- Touya miró de nuevo al chico, este miraba a un lado apretando el puño- "¿Pero que le está pasando? Bueno... da lo mismo, ahora sé porque mi madre me llamó, ahora ya sé porque estoy aquí... en Hong Kong"- El hombre se apartó de la chica y se puso delante del guerrero del clan Li y con un certero golpe de su puño en el rostro del joven lo tiró al suelo.

- "Pero que..."- Dijo tocándose la cara para rozar un hilo de sangre que caía de sus labios.

- "Siempre desee hacer esto..."- Dijo tocándose los nudillos de su puño con una sonrisa en sus labios- "... y necesitabas espabilar mocoso"- El hombre se arrodilló delante de su enemigo de infancia y le sonrió con mala intención- "O prefieres que la chica se quede en el lugar en donde ahora se encuentre"- Shaoran se sintió algo humillado, no por el golpe si no por al lección que él le estaba dando... una lección de responsabilidad, de su responsabilidad, de su deber en ayudar a esa mujer, porque quien quiera que fuese y lo que realizara era su deber ayudar a un ser humano que quizá podría llegar a ser un buen aliado.

- "¿Y qué hacemos? Tú eres el experto en estas artes"- Sin ayuda del joven Kinomoto el chino se levantó.

- "Pues en este caso necesitamos traer el espíritu de la chica porque aunque es casi imperceptible aún tiene un vínculo entre su cuerpo terrenal y su cuerpo espiritual, pero para traerla de vuelta necesitamos que ella venga a nosotros, lo cual significa llamarla de alguna manera a lo cual llegamos al hecho de que tenemos que atraer su alma de alguna manera, lo normal sería utilizar un objeto personal de ella, pero... este caso es especial, muy especial"- Dijo con tono derrotista.

- "¿Qué pasa? No pareces tenerlas todas contigo"- Dijo intentado molestar al hombre, sea como fuera no podían dejar de batallar, aunque el tema fuera serio y peligroso.

- "Para tu información los objetos se utilizan para llamar personas que no poseen cuerpo terrenal, lo que implica utilizar algo que fuera de su posesión, pero a diferencia de esos espíritus esta chica tiene aún un lazo que la une a nuestro mundo y la forma de llamarla es a través de ese lazo, pero para ello deberíamos utilizar una conexión entre su cuerpo y otro, pero eso drenaría a la persona mensajera de su poder"- Hizo una pausa y miró a la guardiana- "Y también tener un lazo emocional, algo que la conecte a ella"- A esta última alusión los dos hombres miraron a las guardianas y Touya miró a Shaoran, sabían a la perfección que en su estado actual no podrían ser de gran ayuda si es que acaso no querían asegurar su desaparición.

- "¿Y no hay otra manera?"- Dijo Shaoran pero solo alcanzó a ver más derrotismo en la voz del hijo de Fujitaka.

- "¿Sin saber donde está con plena exactitud? Déjame pensar... NO"- Shaoran le miró con una vena hinchada, al no ser un entendido en estos temas debía resignarse a seguir lo que Touya sabía.

- "¿Y no puedes hacer nada más?"- Touya le miró con una sonrisa en los labios y este deseó no haber preguntado.

- "Podemos intentar la conexión a través de la sangre"

- "¿Por la sangre?"- Dijo algo sorprendido.

- "Sí, mediante lazo de sangre, solo tienes que unirte a ella mediante un pacto de sangre y con tu magia atraerla hacia nosotros"- Dijo explicándole.

- "¿Y tú qué vas a hacer?"- Dijo levantando una ceja, lo cual parecía haberse vuelto una costumbre. Aparentemente el único que aquí parecía arriesgar algo era él, pero se equivocaba.

- "Tengo que mantener vuestra unión y mientras con este lazo y empleando tus poderes mágicos intentamos sacarla del lugar en donde esté, yo tengo que buscar ese lugar y mantener esa unión"- Una vena apareció en la frente de Touya mientras una miraba asesina se incrustaba en Shaoran- "Necesito que estés concentrado y que por nada del mundo rompas el vínculo que se forme, de tu poder depende poder o no ayudarla, ella sola no podrá, de eso estoy seguro, su poder es muy débil en estos instantes, apenas se mantiene viva, cualquier otra persona ya hubiera muerto"- Las palabras de Touya fueron tan certeras que dejaron al chino mudo.

- "Hagámoslo y terminemos ya con esto"- Parecía que le estuvieran obligando a realizar ese vínculo, pero nada le impedía salir de ese cuarto, de esa vieja casa y olvidarse de todo.

- "Necesito un cuchillo"- Shaoran pudo ver un extraño brillo en los ojos de Touya, se podía ver que en cierta manera disfrutaba con todo esto. El ángel le dio a Touya un cuchillo y Shaoran enseñó su mano para cogerlo, pero Touya negó con la cabeza- "Por una vez déjame disfrutar"- Shaoran le miró con un ceño notablemente fruncido pero no le replicó. Touya agarró del mango y apoyando la punta desde un lado de la palma de la mano la cruzó creando un río rojo de sangre, en ningún momento separaron sus ojos uno del otro. Touya tenía dibujada una sonrisa en sus labios y Shaoran resistió el dolor sin pestañear ni una vez. Después de cortar la mano de Li se acercó a la cama y con delicadeza hizo lo mismo con la joven que yacía en la cama. Shaoran esperó un momento, un momento de duda, pero enseguida reaccionó y se acercó junto a la cama, pudo ver el rostro pálido y mojado de la joven, las gotas de lluvia que estaban cayendo de sobre su rostro hacían simular unas lágrimas que partían de los ojos cerrados de la joven, era como si realmente estuviera llorando. Se arrodilló en frente de la cama y guiándose por la mano de Touya este les unió, mezclando la sangre de las heridas que caían al suelo mezcladas- "Necesito un pañuelo o algo de ella que pueda servirme para atarles"- La gata señaló en la cama un pañuelo blanco que Kinomoto pudo ver inmediatamente, lo cogió y con ello ató las manos de los dos jóvenes, primero por las manos y después con cada extremo la muñeca de cada uno de los dos- "Recuerda, concéntrate, deja que ella note tu presencia y que se deje guiar por ella, deja que ella haga de ti su escapatoria"- Shaoran cerró los ojos y Touya posó sus manos una arriba y la otra abajo, con las palmas mirando a las manos de los jóvenes, el amuleto que llevaba empezó a brillar y una luz apareció de sus palmas.

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El mundo oscuro y solitario ya no era negro, ahora podía ver la luz en él, pero... la niña que se asemejaba tanto a Sakura en su infancia seguía rodeada de una tétrica sombra. Sus ojos grandes su pelo oscuro al igual que su piel, sus labios finos en una línea, su vestido negro ondeaba por las vibraciones de su propia aura enfurecida.

- "Cómo puedes traicionarme de esta manera, te ofrecí la paz eterna y tu preferiste ese mundo de infelices"- La voz que antes era la de una niña se había convertido en una voz diabólica, grave y vibrante.

- "Yo jamás pedí esto, jamás desee un mundo oscuro y solitario, solo deseaba paz... una paz interior que tu no puedes darme"- Dijo con fuerza.

- "Estúpida, te di un mundo mejor y ahora pagarás las consecuencias de esta ofensa"- La niña empezó a temblar mientras se agarraba los brazos, de su espalda brotaron unas alas rojas de murciélago, su pelo empezó a crecer desmesuradamente, su piel empezó a ennegrecerse, los dedos de la mano a alargarse, los colmillos de su boca a alargarse y de sus codos salieron lo que parecía la prolongación de su hueso, pero tan afilados como un cuchillo- "Este mundo es mi reino y el miedo es el que reina en él"- La Cazadora se encontró impresionada ante tal monstruosidad.

- "Eres..."- El monstruo sonrió mientras caminaba hacia ella.

- "Solo soy como me han creado esos patéticos humanos que tú estimas proteger, soy producto de ellos y eso me hace fuerte ante ti y ante todo el mundo"- Desplegó las alas y se dirigió a ella con los codos doblados para ensartarla en esas punzantes prolongaciones de sus brazos. La Cazadora iba a esquivar su ataque cuando unas espinas negras brotaron rápidas del suelo y enredaron a la mujer, un corte centro de arriba abajo cruzo el cuerpo de la mujer- "Tal vez tu cuerpo no este aquí, pero tu alma es reflejo de él por lo que si mueres aquí tu cuerpo yacerá eternamente en la realidad. Cada herida, cada corte, cada golpe que recibas aquí lo sentirá tu cuerpo y quedará marcado con sangre. Jajaja"- Otro corte por encima del pecho, por los costados, los brazos y las piernas, a cada corte más débil se sentía, a cada corte más vida de su ser desaparecía.

- "¡Ah! ¡No! ¡Ah!"- Gritaba sintiendo su cuerpo cortarse y desangrarse lentamente.

- "¡Patética humanidad! ¡Amor! ¡Justicia! ¡Paz! ¡Amistad! ¡Libertad! ¡Todo mentiras! Viles falsedades creadas por el humano, creencias sin sentido, todo eso no son más que hipocresías, el ser humano solo está aquí para sufrir"- Decía con vehemencia, con tanta convicción en esas palabras que hacía daño sentir tanto odio.

- "¡No! ¡No! ¡No puede existir solo eso! ¡Debe de haber un mundo mejor! ¡Debe de existir algo mejor que esto! ¡No puede ser solo esto! ¡Yo vivo por ello, yo solo vivo para encontrar esa verdad, para encontrar esa verdad que dejará de mortificar mi alma! ¡Debe haber algo mejor que la vida que he vivido! ¡Necesito que exista algo mejor! ¡Lo necesito! ¡Por favor...! ¡Lo ruego...! ¡Lo suplico...! ¡¡¡¡¡POR FAVOOOOOOR!!!!!"- El grito desesperado de la joven se apagó cuando una última asestada atravesó su vientre. Con suma facilidad el monstruo sacó el objeto del vientre y volvió a la normalidad, los espinos se deshicieron con un soplo y el cuerpo cayó pesado sobre el suelo. La niña se fue a dar la vuelta cuando sintió en un instante algo atravesándola el pecho, la niña miró arriba y vio a un ser encapuchado que le había atravesado el cuerpo con su brazo.

- "Por... que..."- Así como ensartó el brazo lo sacó, las piernas de la niña no soportaron su propio peso y cayó de rodillas mientras se tocaba el pecho.

- "Tu momento había llegado, así estaba escrito y así he cumplido con mi misión, has cumplido con tu deber, ahora puedes volver a descansar, no te preocupes... nos volveremos a ver"- Ese ser misterioso desapareció como humo negro y la niña cayó hacia delante con una sonrisa en sus labios mientras sangre negra salía de la comisura.

- "Así que... mi misión... siempre... el... destino... ¿verdad...?... ¿mi señor...?"- Dos cuerpos sobre el suelo y ese extraño mundo empezando a tambalearse y a retorcerse, todo estaba derrumbándose, todo empezaba a desaparecer como la card empezaba a desaparecer a su vez. De la nada una luz se formó dando paso a la figura de un hombre, era Shaoran Li. El joven se vio algo mareado pero cuando recobró el sentido vio como ese mundo empezaba a desintegrarse, con la mirada recorrió el lugar para alcanzar a ver un cuerpo inerte en el suelo, corrió hacia él y observó la figura de la chica.

- "Mierda, ¿pero que diablos ha pasado?"- Vio sangre por todos lados y múltiples cortes. Sin pensar mucho más lo que la joven podría haber sufrido cogió el cuerpo y lo envolvió en sus brazos- "Mierda... reacciona... reacciona..."- La joven no parecía responder- "Debo llevarla de nuevo a su cuerpo"- El joven abrazó a la chica y se concentró con fuerza, se concentró para salir del lugar. Cuando sus ojos se abrieron vio que aún seguía en el mismo lugar- "Vamos..."- El joven volvió a concentrarse con más fuerza y notó una presencia, la siguió sin dudar, era cálida y relajante, parecía la calidez del cielo pero lo que sus ojos vieron cuando se abrieron fue el rostro cansado de Touya.

- "Ya era hora de que te dignaras a volver"- Dijo con su habitual ceño. El joven suspiró cansado y agotado hasta que recordó el motivo de todo, se levantó con veloz y prácticamente se abalanzó sobre la cama, llevó su mano al cuello de la joven y vio que no tenía pulso, en su cuerpo estaban las marcas con las que la había encontrado en ese extraño mundo.

- "Maldita sea... que la pasa, de donde le han salido estas marcas"- Touya se levantó alertado y vio a lo que el chino se refería. La chica estaba ensangrentada y con múltiples cortes. El joven entrenador miró a su lado para preguntar a las guardianas pero estas estaban en sus últimos momentos de vida, no eran ya casi visibles.

- "¿Sabes primeros auxilios?"- Dijo serio, Shaoran le miró y asintió, cada uno se puso al lado del otro, Touya puso su palma sobre el pecho de la joven y después su otra mano sobre esa palma uniéndolas. Shaoran movió la cabeza de la chica dejando la vía respiratoria abierta y acercando su rostro al de ella- "Allá vamos... 1001, 2001, 3001, insufla"- Y el joven dio una bocanada de aire dentro de la chica- "Otra vez... 1001, 2001, 3001, insufla"- Volvió a repetir el mismo proceso, repitieron el proceso hasta que sus esperanzas estuvieron perdidas, Shaoran la miraba incrédulo, estaba... muerta.

Touya no pudo ver a las guardianas... habían desaparecido. Se encontró frustrado y no supo otra cosa que hacer que salir del cuarto y soltar su rabia. Li vio a la mujer delante de él, sin vida, tan pálida y quieta como una flor, sus labios entreabiertos y sin saber porque esos labios que le invitaban a ser probados, esos labios que no pudo tocar aquella noche se vieron tan deseables que su ser reaccionó inclinándose a tocarlos con los suyos propios. Los besó con ternura y delicadeza, los besó con dedicación sabiendo que tendría todo el tiempo del mundo para saborearlos, sin embrago pronto su beso se tornó cansado la piel tan fría que tocaba revivía llenándose de calidez, se separó de la joven y vio, sin creerlo, como ella mostraba de nuevo al mundo esos jades. La mujer tosió con dificultad y el hombre gritó a lo cual Touya reaccionó corriendo hacia el cuarto.

- "Est... est... está..."- Shaoran no podía creer lo que veía sus ojos, había estado 5 minutos sin respirar y ahora parecía no haber estado nunca muerta.

- "Viva"- Dos luces brillaron y las guardianas se encontraron de nuevo ante ellos, como si nada hubiera ocurrido.

- "Mi señora"- Dijo Sky con lágrimas en los ojos. La Cazadora se encontró aturdida pero en cuanto escuchó su nombre giró débilmente su cabeza y vio para su horror a los dos hombres.

- "Li... Kinomoto..."- La habían descubierto, ahora sabían quien era, no podía haber despertado en peor situación. La chica estaba tan ensimismada en esa preocupación que no notó que empezaba a sentirse mareada.

- "¡Eh! ¡Chica! ¡Despierta! ¡No me apetece sufrir un ataque cardíaco tan pronto!"- Gritó Touya al ver que la chica empezaba a cerrar los ojos. La sangre de su cuerpo seguía saliendo e inmediatamente Touya cogió su teléfono y llamó a un hospital, ya la habían perdido una vez, no quería volver a probar de nuevo. Sky volvió a su forma más compacta y se acercó volando a su ama, el ángel recuperó su forma humana como maestra y también se dirigió a la chica. Shaoran aún seguía desconcertado de una forma que ni él mismo entendía, no entendía su impulso, no entendía ese irrefrenable deseo de acercarse a ella y no solo de tocarla sino también de conocerla, conocer su alma. Sofie con expresión angustiada se acercó se mantuvo al lado de la joven cogiéndola de la mano. Shaoran miraba a la joven desde detrás de las dos guardianas, no entendía su frustración ni tampoco su temor, estaba inquieto y se encontraba confundido... inseguro.

- "Vamos... resiste, ahora que has vuelto no puedes abandonarnos... eres fuerte, eres muy fuerte"- Le dijo la maestra mientras a la vez que sujetaba la mano de la chica le acariciaba la frente apartando los mechones que habían quedado pegados a causa de la lluvia que había caído sobre su rostro.

- "No... no soy fuerte, no soy tan fuerte como una vez lo fue ella, tan majestuosa, orgullosa, tan bondadosa y tan brillante como lo fue vuestra creadora... jamás tendré su fortaleza o su valentía..."- Los lamentos de la chica eran cortantes como un puñal en el corazón de las guardianas.

- "Nunca te hemos menospreciado, no debes pensar que eres débil, no debes compararte con una difunta, tú eres tú y eres una persona muy fuerte, has sabido sobrevivir las trabas que el destino te ha puesto en el camino. Has sabido seguir a pesar de lágrimas y tristezas, jamás digas que eso es debilidad porque no lo es... tú eres especial como cada persona que existe en este mundo, nuestra creadora era especial, pero su brillo era diferente al tuyo aunque era igual de cálido, no te lamentes por lo que no puedes llegar a ser si no alégrate por lo que ya eres"- Digo la felina en forma de peluche, la joven lloraba desconsoladamente pero había una sonrisa en sus labios, una sonrisa cálida y alegre, una sonrisa que no habían podido ver desde hacía muchos años.

- "Gracias Kira"- Movió sus cabeza para observar a la maestra y apretó la mano que ella sujetaba- "Sofie, os prometo que cumpliré con mi misión, no moriré, no moriré hasta haber terminado lo que he comenzado, os lo juré y cumpliré con ello"

Pronto escucharon las sirenas de una ambulancia, se oyó un pequeño ajetreo fuera y después como voces y pasos apresurados se introducían en la casa para subir por las escaleras y llegar a la habitación donde se hallaban. Dos personas entraron con un equipo médico y una camilla. Aseguraron las constantes vitales de la joven y sus heridas, seguidamente sacaron unas jeringuillas y la inyectaron para después ponerla sobre la camilla, bajarla e introducirla en la ambulancia. Shaoran bajó detrás de los sanitarios y la profesora fue en la ambulancia junto con la joven, la otra guardiana fue en el regazo de la maestra, Touya y Shaoran siguieron la ambulancia hasta llegar al hospital donde fue conducida a una sala. Vieron como la joven desaparecía detrás de unas puertas entre los gritos e indicaciones de médicos y enfermeras. Una enfermera se acercó a ellos y les indicó una sala donde podrían esperar. No muy poco después un hombre de bata blanca se encontraba hablando con esa enfermera fuera de la sala de espera.

- "¿Qué le ha pasado? ¿Cómo se encuentra?"- Preguntaba el hombre ansioso y nervioso.

- "Doctor Yushui tranquilícese, de momento no podemos decirle nada, cuando terminen saldrán a avisarnos ya sabe como funcionan las cosas"- Dijo la enfermera algo apenada por el hombre- "Doctor ahí están quienes la acompañaron hasta aquí, tal vez ellos sepan responder alguna de sus preguntas"- La enfermera le indico la sala e inmediatamente entró, miró a los presentes y se encaró en el primero que vio, que fue Kinomoto.

- "¿Qué ha pasado?"- El hombre había cogido a Touya de la ropa y le exigía respuestas.

- "¿Quién es usted?"- Preguntó Shaoran al hombre pero su pregunta no fue contestada ya que dos personas más llegaron en esos instantes.

- "Papá, ¿qué ha pasado?"- Un joven entró en la sala acompañado de una chica.

- "Taka..."- El hombre soltó a Touya al ver a su hijo.

- "¡¿Qué le ha pasado a Hua?! ¡Responde!"- El joven estaba furioso y pudo abalanzarse sobre el hombre porque la chica que le acompañaba le sujetaba.

- "Eso mismo quiero saber yo"- El hombre se giró a los demás que estaban allí y ninguno supo responder a su pregunta, hasta que Sofie fue la única que se dignó a hablar.

- "Taraka"- Saludó al hermano de Hua- "Hua ha sido atacada"- Esa fue su respuesta.

- "¿Atacada?"- Dijo el doctor- "¿Por quién? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Es qué iba sola? ¿Qué sucedió?"- Las preguntas del hombre eran muy complicadas de responder por no decir que eran imposibles de contestar.

- "Papá tranquilízate. Sofie... ¿qué haces tú aquí?"- Se dirigió a la profesora.

- "Estoy aquí encargada de unos alumnos que participan en la Competición de fútbol"- Respondió con mayor facilidad.

- "Perdonen... pero qué relación hay entre ustedes?"- Dijo Shaoran refiriéndose al doctor y el joven.

- "Él es mi padre, Yushui Sagara, también doctor de este hospital"- Ahora entendían la preocupación del hombre, era el padre de Sagara, la que ahora yacía en la sala de operaciones.

- "Dios mío, esto no puede ser"- Dijo el hombre pasándose la mano por la cara y sentándose en una de las sillas. Se volvieron a oír pasos acercarse a la sala y Taka pudo ver como su madre llegaba.

- "Hijo... ¿qué ha ocurrido?"- Dijo llegando al lado de su hijo- "Me llamaron a la oficina porque Hua estaba en el hospital, ¿está bien? ¿Le ha sucedido algo grave?"- El joven puso sus manos sobre los hombros de su madre.

- "Ahora está en la sala de operaciones... no sabemos nada aún"- La mujer se sintió alarmada y sus lágrimas empezaron a brotar, se soltó de su hijo y se giró para encontrarse con su ex marido.

- "Yushui... tú puedes saber como está, eres médico pregunta por su estado"- La desesperada madre se arrodilló frente a él y le cogió de la corbata- "Por dios santo eres médico de este hospital y su padre"- El hombre levantó la cabeza y la miró.

- "Y por eso sé que ahora mismo no podrán decirnos nada hasta que acaben. Cálmate"- La mujer le soltó y le miró con desprecio, el hombre entrecerró la mirada y su rostro se tornó frío- "No empieces de nuevo, no es el momento ni el lugar"- Dijo con voz áspera. Taka se acercó a su madre y la llevó al otro lado de la sala, pero sin previo aviso la mujer se giró y le cruzó la cara a su ex esposo.

- "Maldito, nunca te has preocupado su salud, nunca te has preocupado por ella, jamás fuiste un padre para ella"- Su hijo cogió de la cintura a su madre y la llevó al otro lado.

- "Cómo quieres que sea un padre cuando me arrebataste a mis hijos"- Shaoran, Touya, la profesora y la joven que había llegado con Taka miraron silenciosos la discusión.

- "Cómo te atreves a decir que te arrebaté a tus hijos, podías visitarlos, podías llamarles y ¿qué me dices de cuando estábamos casados? ¡Tan importante era tu trabajo que nunca atendiste a tus hijos!"- Gritó saltando y forcejeando con su hijo para ir frente a Yushui.

- "Mamá por favor"- Le rogaba Taka.

- "¡Tenía que mantener una casa o acaso querías que viviéramos del aire!"- Dijo el hombre enfurecido.

- "¡Papá!"- Gritó el chico ahora a su padre.

- "Mentiroso, cobarde, di la verdad, jamás te preocupó nada de nuestra familia, solo tenías tiempo para..."- Pero la mujer no terminó lo que iba a decir.

- "¡Cállense! ¡Los dos!"- La joven que había llegado con Taka había chillado con todas sus fuerzas mientras también las lágrimas se derramaban por sus ojos- "¡Porque nunca piensan en sus hijos y solo en ustedes! ¡Incluso en estos momentos se ponen a discutir! ¡¿Acaso no pueden tener un mínimo de respeto hacia Hua que ahora se encuentra luchando por su vida?!"- Feng Lian dejó de luchar y su hijo Taka fue hacia la chica y la abrazó apretándola fuertemente en su pecho.

- "Tranquila Miaka, todo saldrá bien"- La chica levantó la cabeza le miró con tristeza.

- "Deberías ser tú el que tuviera que estar nervioso e intranquilo"- Dijo con pena- "No consolándome a mi"

- "Alguien tiene que mantener la cabeza fría, además tú ya estás intranquila por los dos"- La chica le sonrió tristemente y le abrazó- "Siento mucho que hallan tenido que ver esto"- Dijo a los otros tres espectadores.

- "Tranquilo, ahora no necesitas preocuparte de esto"- Dijo Sofie.

- "Todos tienen problemas"- Dijo Touya con la mirada entrecerrada.

- "Sí... ya... problemas..."- El hombre acarició la cabeza de la chica y la acarició.

- "Será mejor que nos sentemos, creo que nos espera una larga noche"- Dijo la profesora y todos tomaron asiento en la sala. La habitación quedado en un silencio total. El hermano de Sagara y la chica se habían sentado junto a los acompañantes que habían traído a su hermana, la señora Takano había sentado al otro lado de la habitación y donde más alejada estaba de su ex marido. Solo había pasado una hora y Shaoran se había levantado.

- "Perdonadme pero tengo hacer una llamada"- El joven se disculpó y salió de la habitación. Shaoran se dirigió a la salida del hospital y desde allí salió al exterior. Una vez fuera el chico se introdujo la mano en el bolsillo de sus pantalones y de ahí sacó dos cards, la card que le había atrapado a él y la que la había atrapado a ella. Las dos cards estaban en su poder y nadie se había percatado de ello, miró fijamente las dos cards y se centró en la segunda, esta card llevaba estampado el dibujo de una niña pequeña con un camisón y un gorro de dormir con su pequeño pompón en la punta, cualquiera hubiera caído ante ese rostro dulce e infantil que se dibujaba en su rostro si no fuera porque su mirada encerraba una profunda oscuridad con ocultas intenciones. El joven juntó las dos cards y las volvió a guardar en su bolsillo- "Dos cards, 'Tempus' y 'The Nightmare' ¿cómo se pudo sellar 'Tempus' sin la vara y el hechizo? ¿Y 'The Nightmare'? Tal vez ella la selló, pero... por su estado no creo que fuera capaz de sellarla"- Esas ideas rondaban por su mente, pero dejó esos pensamientos para hacer la llamada. Sacó su teléfono y pinchando unas teclas marcó un número de teléfono- "Hola, soy yo Xiaolang, sí, ¿está en casa? Sí me gustaría hablar con ella, gracias, espero"- El joven contempló el cielo de la ciudad y aún pudo ver las nubes negras en él- "Creo que aún no ha acabado la cacería de hoy"- Era un razonamiento simple al que se podía llegar. Siempre que una card se mostraba el tiempo se enturbiaba misteriosamente, un parámetro sencillo al que llegar- "Buenas noches a ti también, mi llamada se debe a que necesito cierta información que tal vez se me halla ocultado. Sí. Entiendo, ¿eso es todo lo que me ofreces? mis actitud se halla así porque odio que se me mienta. Bueno... entonces que se me oculte información que podría ayudar a toda esta situación. Sí. de acuerdo. Buenas noches"- El joven cortó la comunicación y volvió a llamar- "Ho..."- No pudo terminar su saludo ya que tuvo que apartar el auricular si no quería quedarse sordo del grito de una mujer histérica desde el otro lado- "Hazme el favor de no chillar tanto"- Tuvo que volver a apartar el teléfono de la oreja si no quería sufrir una sordera- "Sí. Sí. Sí. Lo siento. Sí. Sí. No, no te estoy tomando por loca. Sí. No. Estoy con Kinomoto"- Se volvieron a oír gritos- "Sí. Estamos bien. La profesora Paris está con nosotros. Sí, no ha desaparecido. Ahora estamos en el hospital, te he dicho que estamos bien. Es Sagara la que está grave. No, no hace falta que..."- Y lo siguiente que oyó fueron los pitidos del teléfono. Shaoran soltó un suspiro y se guardó el teléfono- "Esta Meiling..."- Su cara se mostró seria y se dio la vuelta dando de espalda esa ciudad nocturna que se veía en tinieblas- "Esta noche será eterna..."- Dijo entre suspiro y seriedad.

N. de la A.: Ahora si que estoy dispuesta a q me torturen, me lo merezco, tardarme 5 meses con este fic, ni yo misma me lo creo, solo puedo pedir disculpas y que intentaré que algo así no me vuelva a suceder. Debo decir que esta vez a sido culpa mía y no del tiempo, me he fijado más en otros fics y he dejado este algo aparcado, lo siento mucho U_U. Soy un desastre lo sé. Bueno, pero ya que aquí esta el fic disfrutadlo ^^UUU.

Debo decir que los primeros auxilios no son mi fuerte así que no sé si no me he equivocado en la reanimación. En cuanto a todo esto del espiritismo y la magia es inventado, nada es real, algunas cosas pueden estar basadas en la realidad pero todo ha sido redefinido por mi. ¡Ah! Y otra cosa, Miaka y Taka son pareja de otro manga/anime, supongo que algunos os habréis dado cuenta, no son esos personajes, solo ha sido una casualidad.

Por petición de Serena aquí he puesto su escena ^^UUU, no me he olvidado, puedo ser lenta y tardarme milenios, pero siempre contesto y leo e-mails, peticiones y sugerencias y teniendo en cuenta la comprensión de Serena por esperar a este fic era lo mínimo que podía hacer. También me gustaría saludar a Meli ;), que ahora está viviendo una época de cambios, desde aquí le doy mi apoyo y que no se olvide de que aquí tiene una amiga ^^ y sobre todo a todos los que leen este fic disculpen la tardanza, les pido que me perdonen y les doy GRACIAS por su PACIENCIA y COMPRENSIÓN (Kassy no para de hacer reverencias).

Para lo que sea, incluso insultos lo cual entendería, a eternal_phoenix_light@yahoo.es

MSN: kasiopea_milenia@hotmail.com

Zai Jiang