Capítulo 5: Un vistazo de la Snitch

Habían pasado casi 9 años desde que habían encontrado a Ron y Hermione en aquel armario. Y después de tantos años de amor y ahorros, Ron y Hermione se iba a casar al
día siguiente.

Harry había estado recordando toda la mañana sus dos últimos años en Hogwarts. Aquellos besos a escondidas con Ginny. Las miradas vergonzosas que Ron y Hermione intercambiaban cuando se tomaban de la mano.

La primera vez que Harry se dio cuenta de que no sólo le gustaba Ginny, sino que estaba enamorado de ella, fue durante sus últimas vacaciones como alumno de Hogwarts. Harry estaba en su dormitorio de Privet Drive, mirando una foto que Luna les había sacado a Harry, Ginny, Ron y Hermione (si bien Harry sospechaba que el verdadero objetivo de Luna había sido Ron). Los cuatro estaban sentados en la biblioteca y saludaban a Harry desde sus lugares. Entonces Harry recordó una de las tantas bromas de Fred y George, cuando habían manchado la foto de la novia de Percy, haciendo que ésta se rehusara a aparecer en el marco. Tal vez si manchaba con tinta a Ron y Hermione, ellos también se ofenderían y se irían de la foto. Y entonces Harry tendría su primera foto de Ginny y él solos.

Como lo había previsto, las imágenes de Ron y Hermione se disgustaron muchísimo cuando Harry dejó caer una gota de tinta sobre ellos, y abandonaron la foto. Pero lo que sucedió después no se lo esperaba. En esa foto Harry y Ginny estaban separados por Ron y Hermione, sentados cada uno en un extremo. Después que las imágenes de Ron y Hermione se fueron, las imágenes de Harry y Ginny permanecieron en sus lugares saludando. Pero después de unos minutos, la imagen de Ginny se corrió para sentarse junto a Harry. La imagen de Harry sonrió ampliamente, y las dos imágenes se quedaron mirándose entre sí y sonriéndose, olvidándose por completo de saludar a Harry que los miraba sorprendido. Y una de las tantas veces que durante sus solitarios días de verano Harry se quedó mirando la foto, hubiera jurado que vio a la imagen de Ginny besar la nariz de la imagen de Harry.

Así fue como Harry comprendió que Ginny, además de ser divertida, dulce y muy bonita, tenía algo más que le encantaba: la forma en que siempre se sentía mejor, incluso más esperanzado, si estaba con ella. Harry buscó entre sus recuerdos, y descubrió que esa sensación estaba en su corazón desde antes que empezara a salir con ella, o aún antes de que empezara a interesarse en ella. Sintió la necesidad urgente de hablar con Ginny, escuchar su voz y tomar su mano entre las suyas. Harry se miró al espejo, y su imagen le preguntó:

"Entonces...¿estás enamorado?"

Harry ya sabía la respuesta.

El séptimo año en Hogwarts había sido el más difícil. No por todas las materias, ni las tareas interminables y la preparación para los ÉXTASIS. Lo más agotador, lo que resultaba asfixiante, era el miedo constante al ataque. Harry no podía imaginar que fuera posible sobrevivir a tanto dolor, pero lo hizo. Y sabía que lo había logrado por y gracias a Ginny

Harry terminó su séptimo año junto con un gran evento que ya figuraba en los libros de historia de la magia: la derrota de Voldemort. El gran Harry Potter. El chico que vivió dos veces.

Ese verano fue el primero que Harry pasó entero en la Madriguera. Por fin él y Ginny podían caminar tomados de la mano, por fin podían hacer las cosas que las otras parejas hacían normalmente. Durante los cuatro años que salió con Ginny, Harry se consideró el hombre más feliz de la tierra. Pero habían llegado a amarse con tanta locura, a depender tanto uno del otro, que se asustaron. Después de todo¡eran tan jóvenes!. Tal vez habían vivido todo demasiado rápido. Pero es así como se vive si crees que no tendrás un mañana.

Harry empezó su entrenamiento como Auror, pero antes de terminar el primer año empezó a sentir que las Artes Oscuras ya le habían robado mucho tiempo de su vida y abandonó el curso. Apenas estuvo libre, lo convocaron para jugar Quidditch profesionalmente, y Harry aceptó entusiasmado.

Ginny no tuvo problemas vocacionales. Al terminar su séptimo año en Hogwarts empezó los estudios para Sanadora. Entre las extenuantes prácticas de él y las interminables clases de ella, les quedaba poco tiempo para estar juntos. Unos días después de que Harry cumpliera 19 años, ocurrió algo inesperado. Solucionando una emergencia de Mal-uso de artefactos muggle, el Sr. Weasley sufrió un accidente que le costó la vida. Todos quedaron muy impresionados con su muerte absurda. Después de escapar a varios intentos de homicidio, era increíblemente irónico que un enchufe en mal funcionamiento hubiera matado a Arthur Weasley. Harry pensó que a pesar de todo, el Sr Weasley había muerto haciendo algo que le encantaba, y tomó conciencia de que él no estaba dispuesto a morir en un accidente de Quidditch.

Por un lado estaba Harry, buscando una carrera por tercera vez en menos de dos años, y por el otro Ginny, profundamente deprimida por la pérdida de su padre y más abocada que nunca a sus estudios. Aunque se seguían queriendo, decidieron separase.

Harry recordaba muy bien el día en que se había separado.

Era muy tarde y los dos estaban cansados cuando se encontraron en aquél café. Habían pasado los dos últimos meses discutiendo a cada rato, por las nimiedades más estúpidas. Pidieron dos cervezas de mantequilla, y permanecieron largo rato en silencio, hasta que Ginny dijo:

"No estamos bien, Harry"

"Ya lo sé"

"Siento que...que hemos sido nosotros por tanto tiempo, con tanta pasión y desesperación...que nos hemos olvidado de ser Harry y Ginny"

Harry la miró largamente, sorprendido de que ella hubiera puesto, una vez más, sus propios pensamientos en palabras.

"Necesito ser Harry", dijo tomando su mano en la suya.

"Necesito ser Ginny", murmuró ella.

Los dos sentían que necesitaban crecer por su cuenta, lejos de ese amor que tanta seguridad les había dado durante la guerra. Siguieron siendo amigos. Harry empezó a trabajar en el Ministerio de Magia, primero en la Comisión de Deportes y luego de un tiempo escuchó de una vacante en el Departamento de Misterios, y para su propia sorpresa, pidió el trabajo y fue transferido. Allí finalmente había empezado a sentirse a gusto. Después, hacía más de tres años, Ginny se había ido a Francia a hacer su especialización. Desde entonces sólo intercambiaban mensajes ocasionales.

Harry había tenido varias novias después de Ginny. Todas lo habían dejado. Él no entendía la causa de sus fracasos amorosos, hasta que Karenina, su última novia, se lo dijo llorando la noche que lo dejó:

"No puedo seguir así, porque me estoy enamorando de ti, y tú ya estás enamorado de otra mujer".

Ahora estaba solo, como lo había estado la mayor parte de su vida. Y mañana se casaban sus dos mejores amigos. Harry se paró frente a su chimenea y apareció en la Madriguera, para el almuerzo que los Weasley organizaban como adelanto de la fiesta del día siguiente. Se avergonzó al notar que estaba nervioso. Sabía que Ginny estaría allí. Después de tanto tiempo, volvería a verla. Ya no necesitaba mentirse a sí mismo: había comprendido que nunca había dejado de quererla.

Cuando Ron saludó animadamente a Harry, éste notó que Ron estaba una 10 veces más nervioso que él. Su vista vagó por el jardín en busca de la melena pelirroja que le interesaba. Allí estaba Ginny, abrazando con un brazo a Bill (sólo Harry sabía que era su hermano favorito) y hablando con Hermione. Era su Ginny de siempre, y sin embargo se veía distinta. Harry se acercó a saludar, primero a Hermione que lo abrazó con fuerza (ella también parecía muy nerviosa), luego a Bill, y por último a Ginny. Como todas las veces que después de separase se había encontrado con ella en la Madriguera, enseguida todos se alejaron con excusas. Harry suponía que nadie se resignaba a la idea de que Ginny y él estuviesen separados. No podía culparlos, tal vez él tampoco se había resignado aún.

Ginny lo saludó con un beso rápido en la mejilla, y él le respondió con una sonrisa amable.

"Hacía mucho que no nos veíamos".

"Desde aquel espantoso año nuevo en que Fred y George arruinaron la comida" rió ella.

"Espero que no tengan nada preparado para mañana" comentó Harry.

Ella lo miró alzando las cejas.

"Pues yo estaba pensando lo mismo. Imagina cómo se pondría mamá".

Harry miró a la señora Weasley, quien estaba conversando animadamente con los padres de Hermione. Como gesto de atención a las visitas, todos vestían ropa muggle.

"A papá le hubiera encantado esto" dijo Ginny, mirando a lo lejos pensativamente. Harry leyó el dejo de tristeza en su voz, y pasó su brazo alrededor de los hombros. Ella reclinó su cabeza sobre él, y ambos permanecieron en silencio. Harry se preguntó si Ginny podría sentir los latidos fuertes de su corazón.

"¿Cómo te ha ido en París¿Dejaste algún corazón roto?"

Ella levantó la vista y lo miró a los ojos, sonriendo de esa forma que tanto le hacía acordar a Fred y George.

"El famoso Harry Potter, el mago más sexy del año, está interesado en mi vida amorosa... Bueno, supongo que yo tengo una ventaja respecto a ti, me entero de tus novias a través de Corazón de Bruja".

Harry se sonrojó como un adolescente ante la imagen mental de la Edición especial de otoño de la revista Corazón de Bruja, que los había elegido a él y a su ex novia como la pareja más sexy del año. Harry sabía muy bien que él no era para nada sexy. Aquel nombramiento se debía exclusivamente a los atributos físicos de su ex novia, Karenina Tomovlova, la conocida modelo rusa de túnicas

"Te contaré la versión original de lo que hayas leído, si tú respondes a mi pregunta" le propuso él con su más seductora sonrisa.

"Conocí a alguien en las prácticas en el hospital... Jean Pierre" con estas palabras el corazón de Harry saltó hacia su estómago.

"Una persona muy agradable... me ayudó mucho"

"¿Y por qué no lo has traído para que lo conozcamos?" preguntó Harry, tratando de disimular su desilusión.

"Me dejó después de mi cumpleaños" dijo ella con tono casual.

La boca de Harry formó una O, pero no dijo nada.

La nube pasó rápido de la cara de Ginny, y codeando suavemente a Harry le preguntó:

"¿Qué me cuentas de tu novia la modelo?. ¿Es tan hermosa cómo se ve en las fotos?"

"Pues sí es muy bonita... pero ya no es mi novia. Me dejó... unas semanas atrás".

"Oh... lo siento, Harry."

"Está bien... Dijo algo extraño antes de irse", Harry no sabía por qué le estaba contando eso. "Dijo que nunca podría enamorarme de ella".

Ginny lo miró con curiosidad. Él inclinó la cabeza para hablarle al oído, pero fue interrumpido por la voz de la Sra Weasley.

"La mesa está servida".

Harry no se extrañó de que hubiesen guardado dos lugares para que él y Ginny se sentaran juntos.