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NOTAS iniciales DE la AUTORA: ¡Holapa a todos!. De nuevo traigo otro capítulo de "Mb", espero irlo publicando con ritmo, ya que dejar las cosas en el olvido no es precisamente bueno (tengo que aprovechar que tengo algo de tiempo libre). Este capítulo es el último de introducción, aunque considero que hay bastante acción. Estás narrado en primera persona para darle variedad al fic, el POV es de Toshiro Yagami, el hijo mayor de Kari. Ojalá no se confundan con los personajes, si eso pasa, en el capítulo anterior están unas mini descripciones.
Escrito el 5 de mayo (Para los que viven en México el Aniversario de la Batalla de Puebla). Bueno, los dejo con la lectura. (publicado el 7 de mayo del 2002)
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MEMORIAS borradas
Por CieloCriss
Capítulo 3 **Mariposas Malignas**
(POV Toshiro)
Estoy nervioso y no lo entiendo. Es una sensación fría que mezcla mis jugos gástricos y los hace subir hasta toparse con el final de mi estómago... no tengo náuseas, nada más me siento torpe y tímido, como cuando la niña que te gusta se acerca.
Veo con atención el pasto verde que pisaré y casi me da pereza pensar que tendré que recorrerlo no sé cuantas veces. No es que no me guste el fútbol, pero prefiero verlo desde las gradas junto a O-chan, Kotty y Zet, es divertido oír sus continuas quejas por no tener la edad requerida para entrar al equipo, y sé que el hermano de Kurumi cuenta los días restantes para su cumpleaños número 11 y así poder ser admitido. Creo que terminará lamentándose por apresurar el tiempo.
En fin... no quiero desviarme de esta narración, yo estaba platicando acerca de mis nervios y del porqué no comprendía la razón de éstos, tal vez tengo miedo de decepcionar a tío Davis, pues cree que soy un jugador con excelentes reflejos. "¡Papá, le gané la apuesta a Toshiro y entrará al equipo!, verás que será de los mejores, ya que el tenis de mesa lo ha hecho veloz", había dicho mi amigo Kyosuke, con su gran bocota acostumbrada siempre ha hablar de más.
Sólo espero que este malestar se acabe en cuanto empiece el juego, quiero hacer un buen papel y tomarle gusto al deporte.
- ¡Hey, chicos!, acérquense - ordenó nuestro entrenador Motomiya.
Los once nos acercamos, nuestros rivales eran los **Duendes amarillos**. El equipo era miembro de la copa Fantasy, y los nombres de los clubes eran mitológicos y acompañados de un color, en nuestro caso, éramos los **Dragones azules** .
Taiki se hallaba calentando porque había llegado tarde, Kaya /el número 4/ lo llamó, y así fue como regresó desde donde se encontraba.
- ¡Corrí como tonto! - dijo mi primo Taik, con el rostro colorado por el ejercicio. Su expresión inocente trataba de argumentar su rapidez.
- Cada quien corre como quiere... o como "puede" - agregó Benjamín Tachikawa, resaltando su personalidad sarcástica, me causó gracia su comentario, pero me contuve.
- ¡Ja-ja-ja! ¡Esa estuvo buena, Ben! - opinó Seiyuro, nuestro portero.
- Por supuesto que sí - aseguró Ben Tachikawa con arrogancia, queriendo aparentar superioridad extraña, sobra decir que ese poder de palabra lo perdía casi por completo en la cancha de soccer, donde su flojera lo llevaba a usar una técnica no muy aceptada por los compañeros jugadores.
- Ya, calmados, chicos - dijo el tío entrenador - Guarden sus energías para el partido ¡Quiero que den lo mejor de sí!, el equipo de Osaka llegó a cuartos de final el torneo pasado, está prohibido subestimar a los contrincantes.
- Es una suerte que Taik llegara - dijo Yuri - si no, hubiéramos tenido grandes problemas, ¿Verdad, Toshi?
- Claro, Yuri - respondí, cada vez que me miraba de esa manera tan risueña, mis mejillas me traicionaban.
- El plan ya está estudiado, confío en que los hermanos Yamada serán suplidos de forma excelente por Toshiro y Benjamín... creo que eso es todo, ¡Makoto! .
- ¿Qué pasa, querido?, ya tengo lista el agua - dijo la tía, que era la aguadora, traía el cabello suelto y de color cedro.
- Gracias - respondió su marido - entonces ¡A jugar!
- ¡Sí!
- Una cosa más, Ben.
- ¿Qué pasa, tío Daisuke?
- Sé que... bueno... si das todo tu potencial deportivo, prometo... prometo dejarte salir de las prácticas 5 minutos antes por tres días.
- Ya veo, me está sobornando - dijo Ben, haciéndose el ofendido, luego cambió su expresión: - que sean 10 minutos por 5 días .
- ¡Eso es injusto! - se quejó Taik.
- Taiki, pensé que te gustaban las prácticas.
- Sí me gustan, Tío Davis, pero Ben podrá comprar Changorade y fritangas antes que yo...
Definitivamente mi primo no tiene remedio, ¡Es un glotón!.
Benji sonrió maliciosamente, no sé qué habrá pensado, ni conociéndolo logro terminar de comprenderlo.
Salimos al campo tras oír la aguda voz de Kurumi-chan, casi siempre era la comentarista de los partidos, los narraba con mucho entusiasmo, pero no sabía ser imparcial.
Los rayos solares chocaron en nuestros cuerpos, suspiré al notar que muchas personas nos miraban; Mamá y Min me saludaron de la parte superior de la zona B (Claro que mi hermanita fue manipulada por los movimientos de su papá).
- ¡Mucha suerte, Toshi-kun! - gritó O-chan, junto a Zetaro y Kotaro.
¿Osen?, ¿Qué hacía en el partido?, ¡Debía estar en el hospital!, ¿Qué habría pasado con su estudio médico?. Le devolví el saludo algo consternado.
- ¡EA, Toshi!, no salgas con que estás nervioso por jugar, lo harás bien - me dijo Seiyuro, despeinándome salvajemente mientras saludaba a un grupo de niñas, que llevaban mantas y carteles que decían: **Eres el mejor, Sei**, **Te amamos, Sei** .
Mi "hermano" del alma estaba encantado con su Club de admiradoras, y la verdad, es que con lo lucido que era, lograba impresionarlas... ese tipo de niñas son muy volubles, no como Yuri, pero no tiene caso que hable de ella ¿Verdad?, mejor sigo con lo del partido.
Varios de mis amigos estaban en el equipo: Kyo Motomiya era el capitán, algunos chicos envidiosos decían que tenía ese puesto porque su papá era el entrenador, pero la verdad es que es excelente jugando, en pocas palabras: el líder goleador de equipo. Mi primo Taik no se queda atrás, y aunque es más pequeño, tiene un tino asombroso para anotar; desde niño siempre ha tenido demasiada energía, se debe, creo yo, a la cantidad de golosinas que engulle. De las niñas están May Ishida y Yuriko Hida, ambas están en el medio campo, son perseverantes y ágiles, nadie como Mayumi para crear una jugada. Seiyuro está a cargo de la portería, y cerca de ahí, estaremos Ben y yo, supuestamente defendiendo. Los restantes son: Kaya, Akiyoshi, Kasumi y Mamoru, a ellos no los conozco muy bien.
Kyosuke nubló su vista al visualizar a cierto individuo entre la gradas que le era insoportable.
- ¿¡Qué hace ese imbécil aquí?! - rugió como un león. Kyo no se enoja muy seguido.
- Ahhh, te refieres a "Matsuo", el terrible rival que te robó el amor de Kurumi, ¿Verdad? - le murmuró Sei, picándolo con palabras para hacerlo rabiar más - Seguro viene a estorbar, ¡Pero esta es tu oportunidad, Kyo!. Deberás jugar de forma asombrosa, anotar mil goles, con eso impresionarás a Kurumi, ¡Ya lo verás!
- No lo creo - dijo Kyosuke, entristeciendo su facciones - Además, no quiero impresionarla.... hablas como si me gustara, Kurumi es sólo mi amiga.
- Eso dicen los enamorados, son tontos y ciegos - siguió mi rubio, pero impertinente amigo, del último año para acá, no le paraba la boca.
- Primo, déjalo en paz - regañó May, portadora del #9... mmm, ahora que me fijo, Mayumi Ishida parece estar más pálida que de costumbre.
Nadie habló más del tema, nos entretuvimos viendo la entrada del equipo contrincante, ¿Por qué se veían tan grandes?, tal vez sí estaba nervioso por el partido.
El árbitro y sus ayudantes hicieron un sorteo y ganamos la bola, el público gritó entusiasmado, el juego de 45 + 15 + 45 + tiempo extra, iba a comenzar (años atrás, como en los 90, los partidos infantiles eran más cortos, pero ahora las cosas habían cambiado).
Y dieron el silbatazo de comienzo, por última vez miré hacia donde estaban mis familiares y amigos. Tío Izzy llegaba de la dulcería con infinidad de bocadillos para Mimi y el bebé de su barriguita, algunos adultos miraban hacia la cancha, pero tía Jun mejor se dedicaba a filmar el palco donde su hijo comentaba el juego. Los chicos peleaban por una bolsa de chucherías; los que se veían más serios eran tío Matt y tía Sora, miraban fijamente a Mayumi.
Akiyoshi le dio el balón a Taik, quien burló a un niño enorme para pasarle la bola a Kyo. Mi moreno amigo disparó, pero el obeso portero lo detuvo (con tanta masa corporal tapaba más portería que tres Seiyuros juntos).
- ¡Buen comienzo! - oí gritar a tío Taichi, que estaba sentado en otra parte junto a la Srita. Takashima.
Me sentía incapaz de seguir la pelota con el cuerpo, pero mis ojos no la perdían de vista, pensé que al llegar la oportunidad de tocarla, terminaría bateándola, creyendo que mi brazo era una raqueta... tenía que meterme en el cerebro que debía patearla. Sin darme cuenta estaba haciendo o usando la técnica del Principito Tachikawa: Quedarse parado y esperando a que el balón llegara hasta mí. ¡Y justamente debía hacer lo contrario! .
- Oye, Ben - le dije, pues estaba cerca de mí - Hagamos feliz al entrenador corriendo tras el balón.
- ¿Y batirme con la chusma? - renegó cruzando los brazos.
- Chusma no, "Insectos" - corregí, ya que sabía a la perfección cuáles eran su términos favoritos. Comencé a correr para proteger la portería.
- Ush, todo sea por ver orgullosa a mi madre - terminó por decir Benjamín, mientras me seguía.
Un delantero amarillo pateó el instrumento redondo hacia su camarada, me vi cerca de ahí y corrí para ganarle el objeto mete goles. "¡Oigan!, conseguí la pelota" me dije al robarla con el pie izquierdo... si tocaba el balón con las manos, se perdería el encanto del fútbol, ¿No creen?, se sintió bien tenerla, y ya con ella, mi deber era pasarla, ¿A quién?, pues a Yuri, estaba cerca.
- Buen pase - me dijo ella, volviendo a sonreír de forma dulce, tengo que aprender a controlarme, ella calienta mi cara y la enrojece.
Se la pasó a May, y la rubia Ishida la tiró hacia Mamoru, un chico moreno y con anteojos, él debía pasársela a Taiki, pero un duende amarillo se la arrebató.
- ¡Pardiez! - gritó Sei, al ver a ese gigante acercarse (me pregunto si en verdad son menores de 14 años), lanzó desde casi medio campo con mucha potencia; Seiyuro la atrapó milagrosamente, sus fans gritaron... tengo que admitir que es un excelente deportista, a lo mejor por eso está más alto que yo. Le tiró un beso a esas chicas y realizó un saque de meta, directo a la defensa Kasumi, ella pasó el balón a Ben.
- ¿Por qué me lo pasas a mí estando el buen Toshiro cerca? - renegó comenzando a moverse. Estoy seguro de que Tía Mimi debió haber gritado de la emoción.
- Vamos, Ben, no seas quejón: ¡Pásamela! - ordenó Mayumi.
Tachikawa puso rostro de indignación, realmente no era malo jugando, sólo perezoso.
A lo lejos se oían las voces de Kurumi y Doguen, normalmente los oía en las gradas y me divertía con sus comentarios, pero ahora sus gargantas estaban en otra dimensión para mi mente. Ben me dio un pase inesperado, May estaba más accesible, pero recordemos que estaba molesto con ella. Yo envié el balón hacia la cabellera desobediente de mi primo, quien le dio un certero cabezazo que llegó a estamparse en el muslo de nuestro goleador. Mi amigo de los googles (ni para jugar se los quitaba), despistó al portero y... ¡GOOOOOOL!. ¡Sí!, ¡acabamos de anotar!, me siento muy bien por haber contribuido.
- Ben... - comenzó la linda May - Pensé que no me habías dado el balón por odioso, pero me equivoqué, pudiste ver una jugada que yo no vi, ¡Ojalá así jugaras siempre!, te ves bien haciendo lo correcto.
Benjamín sonrió intimidado, y a partir de ese gol, comenzó a verse tan activo, que llegué a la conclusión de que Mayumi podía controlarlo.
Fue en una de esas rebeliones cuando Ben logró recuperar un balón casi perdido (tío Davis debía estar con la boca abierta), ahora, mi compañero se sentía un AS en el jugar; se encaminó al medio campo. Su anticipado triunfo lo hizo alucinar, y por distraído, un contrario le robó la pelota. Para Ben eso fue humillante.
- ¿Cómo te atreves, animaña de tercera? - renegó - ¡Al gran Ben nadie le roba el balón!
Se dio la vuelta, primero pensé que tenía intenciones limpias de recuperar el balón, pero cuando su furia y fuerza patearon la pierna del otro jugador, tuve muchas dudas. Mi amigo quedó complacido y se llevó el premio; el silbatazo de **FALTA** detuvo su ambición goleadora.
El árbitro sacó la tarjeta amarilla, Ben iba a replicar, pero Yuriko, a buena hora, le tapó la boca.
- AY, Benji, ¡No debes hacer eso!
- Controla tu carácter - reprendió May, los demás miramos la expresión de espanto del entrenador.
Perdimos casi un minuto porque el otro chico se quejaba del dolor, lo sacaron del campo en una camilla, pero apenas hubo salido, regresó, creo que le pusieron un spray curativo o algo así.
A partir de ese hecho comencé a sentir más nervios, casi insoportables, siendo sincero. Traté de olvidar mi malestar, sin embargo, estaba seguro de que presentía algo, como la vez que nos asaltaron a Sei, su padre y a mí. ¿Por qué siempre tenía yo que sentir o ver cosas raras?, me perturbaba pensar que más allá de tener un carácter paranoico, era un ser extraño... dicen que lo raro es pariente de lo feo, y aunque la fealdad física no me asusta, la interna sí.
Ben volvió a su pasivo jugar, estaba iracundo y se sentía ofendido aún sabiendo que tenía la culpa. El partido retomó su curso, pero nada volvió a ser igual, porque: los vi; estaban flotando en el ambiente, eran extraños polvos resplandecientes nadando en el aire como si fuera agua. Eran puntos, eran datos digitales... y comprendía, mágicamente, que eran las mismas mariposas que habían salido del tal Toriyama, que había querido matar a mi padrastro, a mi papá. El balón ya no era mi preocupación, mis ojos asustados seguían esos puntos en el ambiente, que se regocijaban como grandes moléculas de polvos visualizadas por la luz. Pasaban entre la gente y parecían leerles la mente, era extraño, cada vez tenía más miedo.
- Toshiro, ve tras el balón - me mandó Sei -; ¿En qué demonios estás pensando?.
- En las mariposas, Sei - avisé, sin obedecer.
Ante mi trance no sé que hayan hecho, vi como Ben, con el honor bocabajeado, me pasaba de largo y trataba de tomar la bola junto con la #6, Kasumi. Más allá de la posición de los defensas, el mundo era neblina y yo seguía hipnotizado por esos datos con esencia maligna.
- ¡Auchhh! - oí exclamar a Ben.
Su quejido hizo que sacudiera la cabeza para mirar a mi amigo de 11 años tirado en el zacate abrazando su cuerpo adolorido.
- ¡Árbitro, eso es falta! - reclamó Kyosuke, al no ver reacción por parte del adulto mediador que hacía cumplir las reglas del fútbol en la cancha.
Mayumi, Yuriko y Kasumi se hincaron cerca de nuestro compañero.
- ¿Estás bien, Ben?
- ¡Ese insecto lo hizo apropósito! - hacía gran esfuerzo por respirar, le habían sacado el aire - ¿Qué, a él no le van a sacar tarjeta?
Sei se acercó dejando atrás la portería, todos nos habíamos reunido y tío Davis discutía amablemente con el otro entrenador, la falta era demasiado notable como para dejarla atrás, había sido "Venganza", el principal problema era que no se aclaraba nada. Los espectadores retozaban entre gritos guiados por la madre del afectado, y lo que era un armónico juego se había convertido en un pequeño disturbio. El árbitro estaba ido, sin vida y con los ojos nublados de entendimiento. Lentamente vi cómo los datos malignos aparecían sobre él y se fusionaban con su ser, ¡Todo fue tan claro después!: ese hombre estaba siendo poseído.
- Seiyuro, son las mariposas malignas las que lo tocaron...
- ¿Qué mariposas, Toshiro?, ¡Deja de alucinar!, estamos en medio de un partido de soccer, métete eso en la cabeza - mi hermanastro estaba molesto y no seguí insistiendo, tal vez tenía razón y era una ilusión, ¿Acaso estaba enloqueciendo?.
Pero frente a mí el afectado se veía cada vez más macabro y silencioso, los dos técnicos lo veían interrogantes, no entendían qué sucedía.
- ¿Qué le pasa? - preguntó el de Osaka - Necesitamos una solución, ¿Es falta o tiro de esquina?
Ojeras verdes y diabólicas aparecieron bajo esos ojos cafés, vidriosos y ahora sucios. Su piel palideció y se fueron marcando extrañas várices , Se parecía tremendamente a el atacante de "papá" Takeru.
- Disculpe, ¿Se siente mal, señor árbitro? - preguntó mi amiga Yuriko.
Tío Daisuke se acercó a ese maquiavélico ser, le tocó la frente para ver si tenía fiebre, en ese instante, la mirada del tipo resplandeció de alegría, la sonrisa que mostraron sus dientes y labios fue escalofriante... y su reacción inmediata, fue la de agarrar con furia la mano de nuestro entrenador, la dobló bruscamente hasta quebrarla, con fuerza asombrosa, de haber estado más cerca, habría escuchado el **CRACK** del hueso roto.
- ¡Ahh! - gritó el papá de Kyo - ¿Qué le pasa?
Todos nos quedamos estáticos por unos instantes, Kyosuke miró con furia al agresor.
- ¡Viejo loco, deje a mi papá! - ordenó.
Sin embargo, el árbitro ya no era él mismo, pateó a las personas cercanas, en su mayoría niños, y comenzó a atacar a tío Davis, quien por la impresión y dolor de brazo roto, no se había defendido inmediatamente.
Vi cómo sus uñas y dedos se clavaban en el cuello del amigo de mi madre, el otro entrenador había avisado a "seguridad" y trataba de separarlos, lo mismo que Kyo, que estaba muy asustado y casi lloraba.
El poseído gritaba: - ¡Daisuke Motomiya, voy a matarte, así haré brillar las tinieblas... te aniquilaré como a tu simpático dragón azul, JAJAJAJAJAJA.
Sei y May palidecieron, comprendí la reacción de Seiyuro Takaishi, esas mismas palabras le había dicho el sujeto llamado Toriyama a Takeru (es muy bueno conmigo, pero se me dificulta decirle papá), pero, ¿Por qué Mayumi se veía tan preocupada?.
- ¡Qué tipo tan perverso! - opinó Kaya.
- ¿¡Cómo es posible!? - exclamó la prima de Seiyuro, lanzándose hacia la pelea para ayudar a Kyo y al encargado de los duendes.
**Kurumi, ¿Qué está pasando allá abajo?**
**Doguen, parece que el árbitro comenzó a golpear al tío Davis, ¡es decir!, al entrenador de Odaiba, Motomiya Daisuke. ¿Se deberá eso a que el negligente árbitro no quiso sacarle tarjeta amarilla al jugador #21 de Osaka?, ¡El público pide justicia!**
Kurumi-chan y mi amigo Kido parecían narrar una pelea callejera en vez de un partido mixto e infantil de fútbol.
En tanto, el conflicto seguía; me quedaba claro que el poseído no iba a cumplir su deseo de matar, había demasiada ayuda y muchos testigos.
- Toshi, esas mariposas, ¿Son las mismas que viste el otro día?, ¿Son la maldad que nos atacó?
Le asentí a Sei Takaishi con nervios, los de seguridad habían llegado y separado al agresor de nuestro entrenador... todo eso pasó rápido, pero el narrarlo lo hace ver lento.
- Pero esos datos siguen el él - agregué.
- ¡Pues hay que sacárselos! - sugirió observando con sus azules ojos cómo el "malvado" se resistía a las autoridades.
- ¡¿Y cómo lo haremos?! - exclamé en cuestión.
- Creo que causándole un buen susto - dijo inesperadamente Mayumi, como si tuviera experiencia.
- ¿Cómo lo sabes, prima?
Los policías le dispararon al tipo un tranquilizante, y el árbitro perdió el conocimiento, vi a las mariposas salir y desaparecer, como la primera vez.
- Se han ido - dije.
- ¡Ah, papá! - chilló Kyosuke, abrazando a su padre, tía Makoto corrió hacia su marido herido, que con valentía innegable, evitaba quejarse.
- Estoy bien... - dijo Davis.
- ¡Voy a hacer pagar a ese sujeto!.
- Kyo, cálmate.
- Pero papá...
- Estoy bien, hijo.
- Motomiya - habló el técnico de los duendes amarillos - Creo que nuestro partido quedará inconcluso; por culpa de ese extraño incidente se ha suspendido el juego... realmente no sé lo que pasó.
- Bashoo, mucho gusto, nos veremos pronto - respondió saludando con la zurda.
Tío Daisuke estaba amarillo, pero mostraba una sonrisa reconfortante, con eso animaba a los preocupados. Para aquél entonces la mayoría de los amigos y familiares habían bajado a averiguar qué había pasado.
- ¡Joe, ven rápido, manda una ambulancia! - gritaba la mamá de Doguen (Jun) por su celular - Atentaron en contra de mi hermano, ¿Qué cómo?, pues la verdad es que un demente lo atacó en medio partido... sí, Doguen está bien, ¡Pero Davis no, así que date prisa!. - entonces colgó el teléfono -Jyou viene en camino.
- Pero ya les dije que estoy bien, Jun.
- Qué terco eres, Dai-chan - le dijo su esposa Makoto.
El Señor Hida había ido a levantar la demanda correspondiente junto al tío Ken. Oía murmullos de adultos, pero también de niños, así que me acerqué a ellos.
- Todos los espectadores se están yendo, quedaron muy escamados.
- ¿Escamados?
- Quiere decir: asustados, Kotty - dijo O-chan.
- Oh... - respondió mi primito postizo - ¿Saben?, lo que pasó se parece a lo que le hicieron a mi papi.
- ¿Qué? - cuestionó Taiki.
- Kotaro, cállate - regañó su hermana, May pareció recordar algo.
- Es muy extraño - opinó Yuriko - El árbitro era el Sr. Mizuno, conocido del tío Davis, ¿Por qué habrá atacado?
- ¡No sé, pero juro que lo averiguaré! - gritó Kyo, muy convencido.
- Y yo te ayudaré - siguió Sei - El tipo que quiso matar mi papá dijo lo mismo que Mizuno, Kyosuke.
- ¿En verdad?, ¿Te refieres a esas incoherencias sobre las tinieblas?
- Sí, a eso. Estoy seguro de que hay gato encerrado, ¿Verdad, Toshi?
- Eso creo, Sei -respondí, viéndome alterado, no quería que los demás se enteraran , aunque tal vez era lo mejor...
Mayumi dio un paso al frente.
- Yo... desobedeceré a mi padre - comenzó, haciendo hacia atrás se melena dorada, que estaba mucho más larga que antes, el cabello le llegaba a los hombros - A nosotros también nos atacaron hoy, y de una manera muy parecida.
- ¡Un carrote quería machucar a papá! - ayudó Kotty, contento de participar en la conversación.
- ¿Lo dicen en serio?, y ¿De ese tipo salió algo?
- ¿Cómo que salir, Toshiro?
- Toshi puede ver mariposas malignas y digitales salir de los atacantes - replicó Seiyuro, incomodándome... ya he dicho que no me gusta sentirme fenómeno.
- ¿Mariposas? - cuestionó Zet.
- Más bien, son datos digitales o algo parecido - aclaré - pero tal vez sólo sea mi imaginación.
A Osen le brillaron los ojos.
- ¿Datos digitales? - preguntó.
- Olvídenlo, después hablamos, no es el momento - sugerí - Kyo, será mejor que vayas con tu papá. Seiyuro: May, Min, Kotty y tú tienen una cita con el abuelo Ishida en la televisora.
- ¿No vas a ir, Toshi?, ¡Anda!, técnicamente eres mi hermano, por tanto, su nieto.
- No gracias... te ruego que no insistas, tengo planes, además, ya habíamos quedado en que regresaría con mi mamá.
- Como quieras - de nuevo Sei sonaba enojado.
- Yo tengo que regresar con la doctora Kaoru... es una lástima que no le demostré lo bueno que era jugando.
- Mmmm, ¿Acaso quieres impresionarla?
- ¡No es eso, Ben!... por cierto, ¿Ya estás bien?
- Claro, soy de hierro, ese insecto no me hizo nada malo.
- Como digas - agregó Osen.
- O-chan, ¿Por qué estás aquí? - pregunté sin poder censurarme, después de todo, quería a esa niña como si fuera mi hermana (nueve años completitos vivimos bajo el mismo techo).
- La cerebrito...
- ¡Ben! - regañó Zetaro - Que ELLA responda.
- Suspendieron el estudio - me dijo ella con aparente tranquilidad - por cierto, ya casi todos se han ido, ¿Por qué no van al vestidor por sus cosas? .
- Es verdad - recordó Taiki - me apetece un regaderazo.
- Sí, será mejor ir - dijo Kyo - quiero ver cómo sigue mi papá.
Los que éramos jugadores varones fuimos hacia el vestidor, las niñas se quedaron cuchicheando acerca del árbitro Mizuno y su destino probable en la cárcel, Yuri decía que su papá era un abogado que siempre hacía pagar al mal, yo no lo dudaba, pues tío Cody me parecía un personaje justo y severo con lo necesario, se me figuraba que más o menos así debió haber sido mi padre.
Zetaro Ichijouji nos acompañaba, decía que en vista de su próxima entrada al equipo (primero debía cumplir los 11) era su deber conocer las instalaciones.
Abrimos la puerta del vestidor general, en ese lugar había entradas a baños de niñas y niños, pero el entrar al sitio no fue agradable, había dos personas adentro y no precisamente dialogaban. Un chico y una niña se besaban en la boca, la timidez en el japonés había disminuido con los años, pero de todas maneras no era un acto común en chicas de 14. Kyosuke desfiguró su rostro, y sus gruesas cejas se enfadaron, apretó sus dientes de manera desesperada.
- ¡Hermana! - gritó Zet, viendo a Kurumi-chan con su novio, el tal Matsuo. A Zetaro casi nunca lo había visto descontrolado.
Kurumi se separó del tipo rápidamente (en verdad ese sujeto no le convenía) y nos miró apenada, los que no supimos qué hacer, nos quedamos callados, fue una situación embarazosa.
- Vaya espectáculo - dijo Ben, con ironía, se alejó del sitio hacia la parte de varones, Taiki lo siguió con rostro de bobo.
Quise retirarme y seguirlos, pero el estallido de Kyo provocó que suspendiera mis planes.
- ¡Cómo te atreves a faltarle al respeto a Kurumi! - gritó iracundo, queriéndose lanzar hacia Matsuo, Seiyuro lo contuvo.
- Chicos... por favor, cálmense - pidió nuestra anteojuda amiga, estaba intimidada - Es mi novio, ya lo sabes, Kyo.
Motomiya salió del sitio lanzando injurias, Zet siguió mirando a la pareja.
- No me parece correcto que hagas esas cosas con ese tipo a espaldas de nuestros papás -dijo muy serio.
- ¡No he hecho nada malo, Zetaro! - dijo la hermana.
Matsuo Minomoto estaba disfrutando del espectáculo.
- Kurumi, nos vemos después, ya que calmes a tus "niños".
El tipo salió.
- Con permiso, iré a bañarme - avisó Sei, ya no quería seguir en el show.
- Kurumi-chan, espero que tengas cuidado, no digo que él te vaya a hacer algo malo, pero ve con cautela... eres nuestra amiga y nos importas mucho. - ella ya esperaba mi sermón, lo escuchó con educación y luego salió del sitio, Zetaro la siguió, dulcificando su oceánica mirada.
Había decidido no ir a la visita del abuelo Ishida porque tenía un sitió más interesante que visitar: el Periódico Odaiba. Estaba decidido a investigar al tal Sasuke Toriyama, mi instinto me obligaba a seguirle la pista a esas mariposas fugaces.
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Fin del capítulo 3
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NOTAS finales DE la AUTORA: ¡Otro capítulo más!, espero las ideas sigan fluyendo en mi descontrolado cerebro, la historia se va a poner cada vez mejor, porque como podrán imaginarse, van a aparecer más datos malignos que querrán acabar con los elegidos ¿Por qué?, eso lo descubrirán si siguen leyendo.
Me costó algo de trabajo hacer este capítulo, porque Toshi-kun no es precisamente un niño, tampoco un adulto, pero actúa como uno... es uno de los personajes más maduros y es difícil enfocarlo... espero me haya quedado más o menos decente y no les haya aburrido.
El próximo capítulo se titulará: WIZARD-MON (creo que el título habla por sí mismo). MEMORIAS borradas será un fic largo porque la trama estará complicada, espero les esté gustando, prometo ponerle mucho empeño.
Gracias a todos los Electores (porque eligieron mi fic para leer n_n). espero no se olviden del comentario, ya saben que es muy importante para mí... acepto todo tipo de cosas, menos insultos y demás incoherencias ofensivas (para eso están las críticas constructivas, ¿NO?)
¡Gracias otra vez!
Este fic está dedicado a todos los lectores de Fusión Prohibida.
Hasta pronto.
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NOTAS iniciales DE la AUTORA: ¡Holapa a todos!. De nuevo traigo otro capítulo de "Mb", espero irlo publicando con ritmo, ya que dejar las cosas en el olvido no es precisamente bueno (tengo que aprovechar que tengo algo de tiempo libre). Este capítulo es el último de introducción, aunque considero que hay bastante acción. Estás narrado en primera persona para darle variedad al fic, el POV es de Toshiro Yagami, el hijo mayor de Kari. Ojalá no se confundan con los personajes, si eso pasa, en el capítulo anterior están unas mini descripciones.
Escrito el 5 de mayo (Para los que viven en México el Aniversario de la Batalla de Puebla). Bueno, los dejo con la lectura. (publicado el 7 de mayo del 2002)
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MEMORIAS borradas
Por CieloCriss
Capítulo 3 **Mariposas Malignas**
(POV Toshiro)
Estoy nervioso y no lo entiendo. Es una sensación fría que mezcla mis jugos gástricos y los hace subir hasta toparse con el final de mi estómago... no tengo náuseas, nada más me siento torpe y tímido, como cuando la niña que te gusta se acerca.
Veo con atención el pasto verde que pisaré y casi me da pereza pensar que tendré que recorrerlo no sé cuantas veces. No es que no me guste el fútbol, pero prefiero verlo desde las gradas junto a O-chan, Kotty y Zet, es divertido oír sus continuas quejas por no tener la edad requerida para entrar al equipo, y sé que el hermano de Kurumi cuenta los días restantes para su cumpleaños número 11 y así poder ser admitido. Creo que terminará lamentándose por apresurar el tiempo.
En fin... no quiero desviarme de esta narración, yo estaba platicando acerca de mis nervios y del porqué no comprendía la razón de éstos, tal vez tengo miedo de decepcionar a tío Davis, pues cree que soy un jugador con excelentes reflejos. "¡Papá, le gané la apuesta a Toshiro y entrará al equipo!, verás que será de los mejores, ya que el tenis de mesa lo ha hecho veloz", había dicho mi amigo Kyosuke, con su gran bocota acostumbrada siempre ha hablar de más.
Sólo espero que este malestar se acabe en cuanto empiece el juego, quiero hacer un buen papel y tomarle gusto al deporte.
- ¡Hey, chicos!, acérquense - ordenó nuestro entrenador Motomiya.
Los once nos acercamos, nuestros rivales eran los **Duendes amarillos**. El equipo era miembro de la copa Fantasy, y los nombres de los clubes eran mitológicos y acompañados de un color, en nuestro caso, éramos los **Dragones azules** .
Taiki se hallaba calentando porque había llegado tarde, Kaya /el número 4/ lo llamó, y así fue como regresó desde donde se encontraba.
- ¡Corrí como tonto! - dijo mi primo Taik, con el rostro colorado por el ejercicio. Su expresión inocente trataba de argumentar su rapidez.
- Cada quien corre como quiere... o como "puede" - agregó Benjamín Tachikawa, resaltando su personalidad sarcástica, me causó gracia su comentario, pero me contuve.
- ¡Ja-ja-ja! ¡Esa estuvo buena, Ben! - opinó Seiyuro, nuestro portero.
- Por supuesto que sí - aseguró Ben Tachikawa con arrogancia, queriendo aparentar superioridad extraña, sobra decir que ese poder de palabra lo perdía casi por completo en la cancha de soccer, donde su flojera lo llevaba a usar una técnica no muy aceptada por los compañeros jugadores.
- Ya, calmados, chicos - dijo el tío entrenador - Guarden sus energías para el partido ¡Quiero que den lo mejor de sí!, el equipo de Osaka llegó a cuartos de final el torneo pasado, está prohibido subestimar a los contrincantes.
- Es una suerte que Taik llegara - dijo Yuri - si no, hubiéramos tenido grandes problemas, ¿Verdad, Toshi?
- Claro, Yuri - respondí, cada vez que me miraba de esa manera tan risueña, mis mejillas me traicionaban.
- El plan ya está estudiado, confío en que los hermanos Yamada serán suplidos de forma excelente por Toshiro y Benjamín... creo que eso es todo, ¡Makoto! .
- ¿Qué pasa, querido?, ya tengo lista el agua - dijo la tía, que era la aguadora, traía el cabello suelto y de color cedro.
- Gracias - respondió su marido - entonces ¡A jugar!
- ¡Sí!
- Una cosa más, Ben.
- ¿Qué pasa, tío Daisuke?
- Sé que... bueno... si das todo tu potencial deportivo, prometo... prometo dejarte salir de las prácticas 5 minutos antes por tres días.
- Ya veo, me está sobornando - dijo Ben, haciéndose el ofendido, luego cambió su expresión: - que sean 10 minutos por 5 días .
- ¡Eso es injusto! - se quejó Taik.
- Taiki, pensé que te gustaban las prácticas.
- Sí me gustan, Tío Davis, pero Ben podrá comprar Changorade y fritangas antes que yo...
Definitivamente mi primo no tiene remedio, ¡Es un glotón!.
Benji sonrió maliciosamente, no sé qué habrá pensado, ni conociéndolo logro terminar de comprenderlo.
Salimos al campo tras oír la aguda voz de Kurumi-chan, casi siempre era la comentarista de los partidos, los narraba con mucho entusiasmo, pero no sabía ser imparcial.
Los rayos solares chocaron en nuestros cuerpos, suspiré al notar que muchas personas nos miraban; Mamá y Min me saludaron de la parte superior de la zona B (Claro que mi hermanita fue manipulada por los movimientos de su papá).
- ¡Mucha suerte, Toshi-kun! - gritó O-chan, junto a Zetaro y Kotaro.
¿Osen?, ¿Qué hacía en el partido?, ¡Debía estar en el hospital!, ¿Qué habría pasado con su estudio médico?. Le devolví el saludo algo consternado.
- ¡EA, Toshi!, no salgas con que estás nervioso por jugar, lo harás bien - me dijo Seiyuro, despeinándome salvajemente mientras saludaba a un grupo de niñas, que llevaban mantas y carteles que decían: **Eres el mejor, Sei**, **Te amamos, Sei** .
Mi "hermano" del alma estaba encantado con su Club de admiradoras, y la verdad, es que con lo lucido que era, lograba impresionarlas... ese tipo de niñas son muy volubles, no como Yuri, pero no tiene caso que hable de ella ¿Verdad?, mejor sigo con lo del partido.
Varios de mis amigos estaban en el equipo: Kyo Motomiya era el capitán, algunos chicos envidiosos decían que tenía ese puesto porque su papá era el entrenador, pero la verdad es que es excelente jugando, en pocas palabras: el líder goleador de equipo. Mi primo Taik no se queda atrás, y aunque es más pequeño, tiene un tino asombroso para anotar; desde niño siempre ha tenido demasiada energía, se debe, creo yo, a la cantidad de golosinas que engulle. De las niñas están May Ishida y Yuriko Hida, ambas están en el medio campo, son perseverantes y ágiles, nadie como Mayumi para crear una jugada. Seiyuro está a cargo de la portería, y cerca de ahí, estaremos Ben y yo, supuestamente defendiendo. Los restantes son: Kaya, Akiyoshi, Kasumi y Mamoru, a ellos no los conozco muy bien.
Kyosuke nubló su vista al visualizar a cierto individuo entre la gradas que le era insoportable.
- ¿¡Qué hace ese imbécil aquí?! - rugió como un león. Kyo no se enoja muy seguido.
- Ahhh, te refieres a "Matsuo", el terrible rival que te robó el amor de Kurumi, ¿Verdad? - le murmuró Sei, picándolo con palabras para hacerlo rabiar más - Seguro viene a estorbar, ¡Pero esta es tu oportunidad, Kyo!. Deberás jugar de forma asombrosa, anotar mil goles, con eso impresionarás a Kurumi, ¡Ya lo verás!
- No lo creo - dijo Kyosuke, entristeciendo su facciones - Además, no quiero impresionarla.... hablas como si me gustara, Kurumi es sólo mi amiga.
- Eso dicen los enamorados, son tontos y ciegos - siguió mi rubio, pero impertinente amigo, del último año para acá, no le paraba la boca.
- Primo, déjalo en paz - regañó May, portadora del #9... mmm, ahora que me fijo, Mayumi Ishida parece estar más pálida que de costumbre.
Nadie habló más del tema, nos entretuvimos viendo la entrada del equipo contrincante, ¿Por qué se veían tan grandes?, tal vez sí estaba nervioso por el partido.
El árbitro y sus ayudantes hicieron un sorteo y ganamos la bola, el público gritó entusiasmado, el juego de 45 + 15 + 45 + tiempo extra, iba a comenzar (años atrás, como en los 90, los partidos infantiles eran más cortos, pero ahora las cosas habían cambiado).
Y dieron el silbatazo de comienzo, por última vez miré hacia donde estaban mis familiares y amigos. Tío Izzy llegaba de la dulcería con infinidad de bocadillos para Mimi y el bebé de su barriguita, algunos adultos miraban hacia la cancha, pero tía Jun mejor se dedicaba a filmar el palco donde su hijo comentaba el juego. Los chicos peleaban por una bolsa de chucherías; los que se veían más serios eran tío Matt y tía Sora, miraban fijamente a Mayumi.
Akiyoshi le dio el balón a Taik, quien burló a un niño enorme para pasarle la bola a Kyo. Mi moreno amigo disparó, pero el obeso portero lo detuvo (con tanta masa corporal tapaba más portería que tres Seiyuros juntos).
- ¡Buen comienzo! - oí gritar a tío Taichi, que estaba sentado en otra parte junto a la Srita. Takashima.
Me sentía incapaz de seguir la pelota con el cuerpo, pero mis ojos no la perdían de vista, pensé que al llegar la oportunidad de tocarla, terminaría bateándola, creyendo que mi brazo era una raqueta... tenía que meterme en el cerebro que debía patearla. Sin darme cuenta estaba haciendo o usando la técnica del Principito Tachikawa: Quedarse parado y esperando a que el balón llegara hasta mí. ¡Y justamente debía hacer lo contrario! .
- Oye, Ben - le dije, pues estaba cerca de mí - Hagamos feliz al entrenador corriendo tras el balón.
- ¿Y batirme con la chusma? - renegó cruzando los brazos.
- Chusma no, "Insectos" - corregí, ya que sabía a la perfección cuáles eran su términos favoritos. Comencé a correr para proteger la portería.
- Ush, todo sea por ver orgullosa a mi madre - terminó por decir Benjamín, mientras me seguía.
Un delantero amarillo pateó el instrumento redondo hacia su camarada, me vi cerca de ahí y corrí para ganarle el objeto mete goles. "¡Oigan!, conseguí la pelota" me dije al robarla con el pie izquierdo... si tocaba el balón con las manos, se perdería el encanto del fútbol, ¿No creen?, se sintió bien tenerla, y ya con ella, mi deber era pasarla, ¿A quién?, pues a Yuri, estaba cerca.
- Buen pase - me dijo ella, volviendo a sonreír de forma dulce, tengo que aprender a controlarme, ella calienta mi cara y la enrojece.
Se la pasó a May, y la rubia Ishida la tiró hacia Mamoru, un chico moreno y con anteojos, él debía pasársela a Taiki, pero un duende amarillo se la arrebató.
- ¡Pardiez! - gritó Sei, al ver a ese gigante acercarse (me pregunto si en verdad son menores de 14 años), lanzó desde casi medio campo con mucha potencia; Seiyuro la atrapó milagrosamente, sus fans gritaron... tengo que admitir que es un excelente deportista, a lo mejor por eso está más alto que yo. Le tiró un beso a esas chicas y realizó un saque de meta, directo a la defensa Kasumi, ella pasó el balón a Ben.
- ¿Por qué me lo pasas a mí estando el buen Toshiro cerca? - renegó comenzando a moverse. Estoy seguro de que Tía Mimi debió haber gritado de la emoción.
- Vamos, Ben, no seas quejón: ¡Pásamela! - ordenó Mayumi.
Tachikawa puso rostro de indignación, realmente no era malo jugando, sólo perezoso.
A lo lejos se oían las voces de Kurumi y Doguen, normalmente los oía en las gradas y me divertía con sus comentarios, pero ahora sus gargantas estaban en otra dimensión para mi mente. Ben me dio un pase inesperado, May estaba más accesible, pero recordemos que estaba molesto con ella. Yo envié el balón hacia la cabellera desobediente de mi primo, quien le dio un certero cabezazo que llegó a estamparse en el muslo de nuestro goleador. Mi amigo de los googles (ni para jugar se los quitaba), despistó al portero y... ¡GOOOOOOL!. ¡Sí!, ¡acabamos de anotar!, me siento muy bien por haber contribuido.
- Ben... - comenzó la linda May - Pensé que no me habías dado el balón por odioso, pero me equivoqué, pudiste ver una jugada que yo no vi, ¡Ojalá así jugaras siempre!, te ves bien haciendo lo correcto.
Benjamín sonrió intimidado, y a partir de ese gol, comenzó a verse tan activo, que llegué a la conclusión de que Mayumi podía controlarlo.
Fue en una de esas rebeliones cuando Ben logró recuperar un balón casi perdido (tío Davis debía estar con la boca abierta), ahora, mi compañero se sentía un AS en el jugar; se encaminó al medio campo. Su anticipado triunfo lo hizo alucinar, y por distraído, un contrario le robó la pelota. Para Ben eso fue humillante.
- ¿Cómo te atreves, animaña de tercera? - renegó - ¡Al gran Ben nadie le roba el balón!
Se dio la vuelta, primero pensé que tenía intenciones limpias de recuperar el balón, pero cuando su furia y fuerza patearon la pierna del otro jugador, tuve muchas dudas. Mi amigo quedó complacido y se llevó el premio; el silbatazo de **FALTA** detuvo su ambición goleadora.
El árbitro sacó la tarjeta amarilla, Ben iba a replicar, pero Yuriko, a buena hora, le tapó la boca.
- AY, Benji, ¡No debes hacer eso!
- Controla tu carácter - reprendió May, los demás miramos la expresión de espanto del entrenador.
Perdimos casi un minuto porque el otro chico se quejaba del dolor, lo sacaron del campo en una camilla, pero apenas hubo salido, regresó, creo que le pusieron un spray curativo o algo así.
A partir de ese hecho comencé a sentir más nervios, casi insoportables, siendo sincero. Traté de olvidar mi malestar, sin embargo, estaba seguro de que presentía algo, como la vez que nos asaltaron a Sei, su padre y a mí. ¿Por qué siempre tenía yo que sentir o ver cosas raras?, me perturbaba pensar que más allá de tener un carácter paranoico, era un ser extraño... dicen que lo raro es pariente de lo feo, y aunque la fealdad física no me asusta, la interna sí.
Ben volvió a su pasivo jugar, estaba iracundo y se sentía ofendido aún sabiendo que tenía la culpa. El partido retomó su curso, pero nada volvió a ser igual, porque: los vi; estaban flotando en el ambiente, eran extraños polvos resplandecientes nadando en el aire como si fuera agua. Eran puntos, eran datos digitales... y comprendía, mágicamente, que eran las mismas mariposas que habían salido del tal Toriyama, que había querido matar a mi padrastro, a mi papá. El balón ya no era mi preocupación, mis ojos asustados seguían esos puntos en el ambiente, que se regocijaban como grandes moléculas de polvos visualizadas por la luz. Pasaban entre la gente y parecían leerles la mente, era extraño, cada vez tenía más miedo.
- Toshiro, ve tras el balón - me mandó Sei -; ¿En qué demonios estás pensando?.
- En las mariposas, Sei - avisé, sin obedecer.
Ante mi trance no sé que hayan hecho, vi como Ben, con el honor bocabajeado, me pasaba de largo y trataba de tomar la bola junto con la #6, Kasumi. Más allá de la posición de los defensas, el mundo era neblina y yo seguía hipnotizado por esos datos con esencia maligna.
- ¡Auchhh! - oí exclamar a Ben.
Su quejido hizo que sacudiera la cabeza para mirar a mi amigo de 11 años tirado en el zacate abrazando su cuerpo adolorido.
- ¡Árbitro, eso es falta! - reclamó Kyosuke, al no ver reacción por parte del adulto mediador que hacía cumplir las reglas del fútbol en la cancha.
Mayumi, Yuriko y Kasumi se hincaron cerca de nuestro compañero.
- ¿Estás bien, Ben?
- ¡Ese insecto lo hizo apropósito! - hacía gran esfuerzo por respirar, le habían sacado el aire - ¿Qué, a él no le van a sacar tarjeta?
Sei se acercó dejando atrás la portería, todos nos habíamos reunido y tío Davis discutía amablemente con el otro entrenador, la falta era demasiado notable como para dejarla atrás, había sido "Venganza", el principal problema era que no se aclaraba nada. Los espectadores retozaban entre gritos guiados por la madre del afectado, y lo que era un armónico juego se había convertido en un pequeño disturbio. El árbitro estaba ido, sin vida y con los ojos nublados de entendimiento. Lentamente vi cómo los datos malignos aparecían sobre él y se fusionaban con su ser, ¡Todo fue tan claro después!: ese hombre estaba siendo poseído.
- Seiyuro, son las mariposas malignas las que lo tocaron...
- ¿Qué mariposas, Toshiro?, ¡Deja de alucinar!, estamos en medio de un partido de soccer, métete eso en la cabeza - mi hermanastro estaba molesto y no seguí insistiendo, tal vez tenía razón y era una ilusión, ¿Acaso estaba enloqueciendo?.
Pero frente a mí el afectado se veía cada vez más macabro y silencioso, los dos técnicos lo veían interrogantes, no entendían qué sucedía.
- ¿Qué le pasa? - preguntó el de Osaka - Necesitamos una solución, ¿Es falta o tiro de esquina?
Ojeras verdes y diabólicas aparecieron bajo esos ojos cafés, vidriosos y ahora sucios. Su piel palideció y se fueron marcando extrañas várices , Se parecía tremendamente a el atacante de "papá" Takeru.
- Disculpe, ¿Se siente mal, señor árbitro? - preguntó mi amiga Yuriko.
Tío Daisuke se acercó a ese maquiavélico ser, le tocó la frente para ver si tenía fiebre, en ese instante, la mirada del tipo resplandeció de alegría, la sonrisa que mostraron sus dientes y labios fue escalofriante... y su reacción inmediata, fue la de agarrar con furia la mano de nuestro entrenador, la dobló bruscamente hasta quebrarla, con fuerza asombrosa, de haber estado más cerca, habría escuchado el **CRACK** del hueso roto.
- ¡Ahh! - gritó el papá de Kyo - ¿Qué le pasa?
Todos nos quedamos estáticos por unos instantes, Kyosuke miró con furia al agresor.
- ¡Viejo loco, deje a mi papá! - ordenó.
Sin embargo, el árbitro ya no era él mismo, pateó a las personas cercanas, en su mayoría niños, y comenzó a atacar a tío Davis, quien por la impresión y dolor de brazo roto, no se había defendido inmediatamente.
Vi cómo sus uñas y dedos se clavaban en el cuello del amigo de mi madre, el otro entrenador había avisado a "seguridad" y trataba de separarlos, lo mismo que Kyo, que estaba muy asustado y casi lloraba.
El poseído gritaba: - ¡Daisuke Motomiya, voy a matarte, así haré brillar las tinieblas... te aniquilaré como a tu simpático dragón azul, JAJAJAJAJAJA.
Sei y May palidecieron, comprendí la reacción de Seiyuro Takaishi, esas mismas palabras le había dicho el sujeto llamado Toriyama a Takeru (es muy bueno conmigo, pero se me dificulta decirle papá), pero, ¿Por qué Mayumi se veía tan preocupada?.
- ¡Qué tipo tan perverso! - opinó Kaya.
- ¿¡Cómo es posible!? - exclamó la prima de Seiyuro, lanzándose hacia la pelea para ayudar a Kyo y al encargado de los duendes.
**Kurumi, ¿Qué está pasando allá abajo?**
**Doguen, parece que el árbitro comenzó a golpear al tío Davis, ¡es decir!, al entrenador de Odaiba, Motomiya Daisuke. ¿Se deberá eso a que el negligente árbitro no quiso sacarle tarjeta amarilla al jugador #21 de Osaka?, ¡El público pide justicia!**
Kurumi-chan y mi amigo Kido parecían narrar una pelea callejera en vez de un partido mixto e infantil de fútbol.
En tanto, el conflicto seguía; me quedaba claro que el poseído no iba a cumplir su deseo de matar, había demasiada ayuda y muchos testigos.
- Toshi, esas mariposas, ¿Son las mismas que viste el otro día?, ¿Son la maldad que nos atacó?
Le asentí a Sei Takaishi con nervios, los de seguridad habían llegado y separado al agresor de nuestro entrenador... todo eso pasó rápido, pero el narrarlo lo hace ver lento.
- Pero esos datos siguen el él - agregué.
- ¡Pues hay que sacárselos! - sugirió observando con sus azules ojos cómo el "malvado" se resistía a las autoridades.
- ¡¿Y cómo lo haremos?! - exclamé en cuestión.
- Creo que causándole un buen susto - dijo inesperadamente Mayumi, como si tuviera experiencia.
- ¿Cómo lo sabes, prima?
Los policías le dispararon al tipo un tranquilizante, y el árbitro perdió el conocimiento, vi a las mariposas salir y desaparecer, como la primera vez.
- Se han ido - dije.
- ¡Ah, papá! - chilló Kyosuke, abrazando a su padre, tía Makoto corrió hacia su marido herido, que con valentía innegable, evitaba quejarse.
- Estoy bien... - dijo Davis.
- ¡Voy a hacer pagar a ese sujeto!.
- Kyo, cálmate.
- Pero papá...
- Estoy bien, hijo.
- Motomiya - habló el técnico de los duendes amarillos - Creo que nuestro partido quedará inconcluso; por culpa de ese extraño incidente se ha suspendido el juego... realmente no sé lo que pasó.
- Bashoo, mucho gusto, nos veremos pronto - respondió saludando con la zurda.
Tío Daisuke estaba amarillo, pero mostraba una sonrisa reconfortante, con eso animaba a los preocupados. Para aquél entonces la mayoría de los amigos y familiares habían bajado a averiguar qué había pasado.
- ¡Joe, ven rápido, manda una ambulancia! - gritaba la mamá de Doguen (Jun) por su celular - Atentaron en contra de mi hermano, ¿Qué cómo?, pues la verdad es que un demente lo atacó en medio partido... sí, Doguen está bien, ¡Pero Davis no, así que date prisa!. - entonces colgó el teléfono -Jyou viene en camino.
- Pero ya les dije que estoy bien, Jun.
- Qué terco eres, Dai-chan - le dijo su esposa Makoto.
El Señor Hida había ido a levantar la demanda correspondiente junto al tío Ken. Oía murmullos de adultos, pero también de niños, así que me acerqué a ellos.
- Todos los espectadores se están yendo, quedaron muy escamados.
- ¿Escamados?
- Quiere decir: asustados, Kotty - dijo O-chan.
- Oh... - respondió mi primito postizo - ¿Saben?, lo que pasó se parece a lo que le hicieron a mi papi.
- ¿Qué? - cuestionó Taiki.
- Kotaro, cállate - regañó su hermana, May pareció recordar algo.
- Es muy extraño - opinó Yuriko - El árbitro era el Sr. Mizuno, conocido del tío Davis, ¿Por qué habrá atacado?
- ¡No sé, pero juro que lo averiguaré! - gritó Kyo, muy convencido.
- Y yo te ayudaré - siguió Sei - El tipo que quiso matar mi papá dijo lo mismo que Mizuno, Kyosuke.
- ¿En verdad?, ¿Te refieres a esas incoherencias sobre las tinieblas?
- Sí, a eso. Estoy seguro de que hay gato encerrado, ¿Verdad, Toshi?
- Eso creo, Sei -respondí, viéndome alterado, no quería que los demás se enteraran , aunque tal vez era lo mejor...
Mayumi dio un paso al frente.
- Yo... desobedeceré a mi padre - comenzó, haciendo hacia atrás se melena dorada, que estaba mucho más larga que antes, el cabello le llegaba a los hombros - A nosotros también nos atacaron hoy, y de una manera muy parecida.
- ¡Un carrote quería machucar a papá! - ayudó Kotty, contento de participar en la conversación.
- ¿Lo dicen en serio?, y ¿De ese tipo salió algo?
- ¿Cómo que salir, Toshiro?
- Toshi puede ver mariposas malignas y digitales salir de los atacantes - replicó Seiyuro, incomodándome... ya he dicho que no me gusta sentirme fenómeno.
- ¿Mariposas? - cuestionó Zet.
- Más bien, son datos digitales o algo parecido - aclaré - pero tal vez sólo sea mi imaginación.
A Osen le brillaron los ojos.
- ¿Datos digitales? - preguntó.
- Olvídenlo, después hablamos, no es el momento - sugerí - Kyo, será mejor que vayas con tu papá. Seiyuro: May, Min, Kotty y tú tienen una cita con el abuelo Ishida en la televisora.
- ¿No vas a ir, Toshi?, ¡Anda!, técnicamente eres mi hermano, por tanto, su nieto.
- No gracias... te ruego que no insistas, tengo planes, además, ya habíamos quedado en que regresaría con mi mamá.
- Como quieras - de nuevo Sei sonaba enojado.
- Yo tengo que regresar con la doctora Kaoru... es una lástima que no le demostré lo bueno que era jugando.
- Mmmm, ¿Acaso quieres impresionarla?
- ¡No es eso, Ben!... por cierto, ¿Ya estás bien?
- Claro, soy de hierro, ese insecto no me hizo nada malo.
- Como digas - agregó Osen.
- O-chan, ¿Por qué estás aquí? - pregunté sin poder censurarme, después de todo, quería a esa niña como si fuera mi hermana (nueve años completitos vivimos bajo el mismo techo).
- La cerebrito...
- ¡Ben! - regañó Zetaro - Que ELLA responda.
- Suspendieron el estudio - me dijo ella con aparente tranquilidad - por cierto, ya casi todos se han ido, ¿Por qué no van al vestidor por sus cosas? .
- Es verdad - recordó Taiki - me apetece un regaderazo.
- Sí, será mejor ir - dijo Kyo - quiero ver cómo sigue mi papá.
Los que éramos jugadores varones fuimos hacia el vestidor, las niñas se quedaron cuchicheando acerca del árbitro Mizuno y su destino probable en la cárcel, Yuri decía que su papá era un abogado que siempre hacía pagar al mal, yo no lo dudaba, pues tío Cody me parecía un personaje justo y severo con lo necesario, se me figuraba que más o menos así debió haber sido mi padre.
Zetaro Ichijouji nos acompañaba, decía que en vista de su próxima entrada al equipo (primero debía cumplir los 11) era su deber conocer las instalaciones.
Abrimos la puerta del vestidor general, en ese lugar había entradas a baños de niñas y niños, pero el entrar al sitio no fue agradable, había dos personas adentro y no precisamente dialogaban. Un chico y una niña se besaban en la boca, la timidez en el japonés había disminuido con los años, pero de todas maneras no era un acto común en chicas de 14. Kyosuke desfiguró su rostro, y sus gruesas cejas se enfadaron, apretó sus dientes de manera desesperada.
- ¡Hermana! - gritó Zet, viendo a Kurumi-chan con su novio, el tal Matsuo. A Zetaro casi nunca lo había visto descontrolado.
Kurumi se separó del tipo rápidamente (en verdad ese sujeto no le convenía) y nos miró apenada, los que no supimos qué hacer, nos quedamos callados, fue una situación embarazosa.
- Vaya espectáculo - dijo Ben, con ironía, se alejó del sitio hacia la parte de varones, Taiki lo siguió con rostro de bobo.
Quise retirarme y seguirlos, pero el estallido de Kyo provocó que suspendiera mis planes.
- ¡Cómo te atreves a faltarle al respeto a Kurumi! - gritó iracundo, queriéndose lanzar hacia Matsuo, Seiyuro lo contuvo.
- Chicos... por favor, cálmense - pidió nuestra anteojuda amiga, estaba intimidada - Es mi novio, ya lo sabes, Kyo.
Motomiya salió del sitio lanzando injurias, Zet siguió mirando a la pareja.
- No me parece correcto que hagas esas cosas con ese tipo a espaldas de nuestros papás -dijo muy serio.
- ¡No he hecho nada malo, Zetaro! - dijo la hermana.
Matsuo Minomoto estaba disfrutando del espectáculo.
- Kurumi, nos vemos después, ya que calmes a tus "niños".
El tipo salió.
- Con permiso, iré a bañarme - avisó Sei, ya no quería seguir en el show.
- Kurumi-chan, espero que tengas cuidado, no digo que él te vaya a hacer algo malo, pero ve con cautela... eres nuestra amiga y nos importas mucho. - ella ya esperaba mi sermón, lo escuchó con educación y luego salió del sitio, Zetaro la siguió, dulcificando su oceánica mirada.
Había decidido no ir a la visita del abuelo Ishida porque tenía un sitió más interesante que visitar: el Periódico Odaiba. Estaba decidido a investigar al tal Sasuke Toriyama, mi instinto me obligaba a seguirle la pista a esas mariposas fugaces.
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Fin del capítulo 3
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NOTAS finales DE la AUTORA: ¡Otro capítulo más!, espero las ideas sigan fluyendo en mi descontrolado cerebro, la historia se va a poner cada vez mejor, porque como podrán imaginarse, van a aparecer más datos malignos que querrán acabar con los elegidos ¿Por qué?, eso lo descubrirán si siguen leyendo.
Me costó algo de trabajo hacer este capítulo, porque Toshi-kun no es precisamente un niño, tampoco un adulto, pero actúa como uno... es uno de los personajes más maduros y es difícil enfocarlo... espero me haya quedado más o menos decente y no les haya aburrido.
El próximo capítulo se titulará: WIZARD-MON (creo que el título habla por sí mismo). MEMORIAS borradas será un fic largo porque la trama estará complicada, espero les esté gustando, prometo ponerle mucho empeño.
Gracias a todos los Electores (porque eligieron mi fic para leer n_n). espero no se olviden del comentario, ya saben que es muy importante para mí... acepto todo tipo de cosas, menos insultos y demás incoherencias ofensivas (para eso están las críticas constructivas, ¿NO?)
¡Gracias otra vez!
Este fic está dedicado a todos los lectores de Fusión Prohibida.
Hasta pronto.
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