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NOTAS iniciales DE la AUTORA.- (20 de octubre del 2002)
¡Hola a todos!, muchas gracias por seguir pendientes a mi historia, otra vez me disculpo por haber tardado tanto en subir este capítulo, pero en verdad tuve un serio bloqueo con esta parte (la escribí tres veces porque no quedaba conforme), pero de aquí en adelante tardaré menos, porque ya tengo escritos varios capítulos más, que según yo, están interesantes.
Con este escrito festejo mi aniversario en ff.net (no puedo creer que ya lleve un año aquí n_n).

A partir de este capítulo empieza una nueva etapa de MEMORIAS borradas, habrá mucho drama, acción, y por supuesto, sentimentalismo. Los misterios saldrán a la luz y comenzarán a resolverse, los elegidos empezarán a recordar por medio de varias cosas. Ya lo había mencionado, pero lo repito: este capítulo tiene cierto parecido con "Traumas Infantiles" de Fusión Prohibida, sólo que tiene un detalle innovador que hará la lectura bastante diferente, y ese aspecto son los tipos de narradores. El desarrollo del episodio se divide en tres, en la primera y tercera parte hay un narrador omnisciente, pero la segunda parte está narrada con el "nosotros" (primera del plural)... espero no se confundan, por si eso pasa, al final les explicaré mi propósito.
Ojalá les guste y no les parezca muy pesado y enredoso... prometo que luego llegará la verdadera acción, así que no dejen de leer, ya que el final es imprevisto.
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MEMORIAS borradas


Por CieloCriss.


Capítulo 8 **Bioluminiscencia**


Sora recostó la cabeza en su esposo y se aferró a él con ansias, en busca de calor. Yamato sonrió, inclinó la cabeza hasta llegar a la frente de su mujer, la besó con ternura y abrazó con la misma fuerza que ella, su tesoro celestial.

Ambos estaban algo agobiados por lo que estaba pasando y curiosamente sus llamas románticas se habían enlazado con más ímpetu para darse apoyo mutuo. Sus cuerpos se fueron quedando dormidos, pero, ¿saben una cosa?, el alma nunca duerme.

Y en esa blanca cama quedaron reposando, tocándose el uno al otro. Matt todavía pudo abrir sus ojos y ver a su pelirroja-naranja por última vez en el día.
Recordó en un instante el cómo había conseguido a Sora, sin embargo, también rememoró lo separados que habían llegado a estar.
"¿Qué fue, Sora? ¿Qué fue lo que me volvió a unir a ti?... no lo entiendo, sé que no fue el amor porque siempre te amé a ti y a los niños, ¿qué hizo que dejara de viajar por el espacio?, no lo sé, pero agradezco que sucediera". Después de ese pensamiento se entregó a Morfeo, el amo de los sueños.

Al son de los ligeros ronquidos y suspiros agotados, entraron por la ventana unos místicos puntos brillantes, cuyas tonalidades eran rojas y azules. Como si tuvieran inteligencia se separaron por colores, formando dos masas de polvos, una del color de océano, y otra tan roja, como la sangre de un humano. Cada uno rodeó a los esposos, y en el susurro del silencio gritaron sus nombres y se adentraron a los cuerpos de Sora y Yamato.

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-¿No puedes dormir?

-Creo que sí, pero no lo he intentado, estaba pensando.

Makoto Motomiya se había levantado al baño, al retornar se encontró con los ojos cafés de su esposo brillando en la oscuridad.

-¿Estás preocupado por Kyo? ¡Es que ha llegado tan serio y temeroso!. Me extraña mucho su actitud... Dai... ¿Me vas a decir qué pasó?

-A Kyo no le pasará nada, Makoto. Prometo cuidarlo ante todo.

-Yo sé que sí, el que me preocupa eres tú; siempre me has ocultado muchas cosas - la mujer se recostó a su lado y prosiguió: - ; dime, ¿tu actitud y la de Kyo están involucrados con quien te hizo esto? - preguntó tocando el yeso de su marido.

-Posiblemente. - Davis besó a Makoto - Mejor duérmete; deja para mañana tu curiosidad.

-¿Pero me dirás todo?

-¡Uy!, que sí ¡Vaya que eres insistente!

Makoto Dosai (apellido de soltera) a los pocos minutos se durmió, Daisuke siguió reflexionando, tal vez en un problema, pero quizá en nada concreto.
Respiró profundamente; no podía pegar pestaña y con desilusión comprobó, una vez más, que la técnica de contar ovejas no servía para nada.
Quitarse de la mente a esa mujer-araña gritando su nombre era imposible, ¿cómo era que esa cosa lo conocía? ¿Por qué esa mujer tejió esa telaraña para acabar con Ken y los chicos?... quería mucho a Makoto, pero no se creía capaz de confiarle eso, era entonces cuando Davis se lamentaba mucho no ser niño para entender todas las fantasías que estaba viviendo.

A su alrededor, sobre su cabeza, chispas color zafiro le rodearon la nuca.

-Me estoy volviendo loco - aseguró al ver y sentir esa esencia. Luego se auto-golpeó para dejar de ver incoherencias.

No podía evitar absorber esos polvos, intentó sacarlos de sí mismo, pero le fue imposible, sentía que lo estaban envenenando.

-Tengo... mucho...su-sue-sueño. - e inmediatamente quedó inconsciente, como si le hubieran inyectado algún anestésico.

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Primero perdió la noción del tiempo acariciando la melena corta y agraciada de Yuriko. La niña se dejó llevar y pudo conciliar el sueño a pesar de estar en una sala de esperas de hospital, estaba recostada en las piernas de su padre, quien le prodigaba cariños dulces y fraternales.
Iori no dejaba de ver a su esposa detrás del vidrio; a Dios gracias Jyou Kido había permitido que tanto padre como hija, cuidaran a Hiromi esa noche. Por su mente pasaban muchas cosas, parecía una carrera de recuerdos, y las lágrimas antiguamente estancadas, fluían como nunca, aprovechando que nadie lo veía. Siempre sería el más joven del grupo, pero también el más severo consigo mismo... eso Cody lo sabía.

-¿Quién te separó del mundo, esposa mía? - le dijo a Hiromi, como si ella fuera una ilusión - ¿Cómo podré sacar adelante a Yuri si no tendré fuerza?... Ojalá me dieras una señal, querida, y así sabría cómo proceder.

Cerró sus ojos esmeraldas por el cansancio, y mientras suspiraba, sintió que sus poros eran alimentados por una gracia divina.

Eran los datos amarillos de Armadillomon los que se habían adentrado a él.

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Koushiro entró a su habitación. Traía la cara mojada y los ojos con hilos capilares, escarlatas a todo su esplendor.

-Tiene muy alta la fiebre... pero sólo está caliente en la frente, su cuerpo está helado... no ha dejado de toser. - se quejó con Mimi, que intentaba tejer - No quiero alarmarme por eso, Ben también tiene una leve calentura, aunque temo que Osen tenga una recaída ¡Había estado tan bien estos últimos meses!

-Lo que no entiendo es qué hacían los niños en la televisora a esas horas de la noche, ¿qué fue lo que te dijo Joe?

-No le entendí una sola palabra, venía consternado a más no poder. Mencionó algo de unos monstruos...

-Mi amor ¿Qué es lo que está pasando?

-No lo sé; me siento excluido, lo mejor que puedo hacer es investigar, ¿no crees?.

-¡Ánimo!, no te presiones. Lo que importa es que estamos bien, no le hemos hecho mal a nadie, y no tiene porqué pasarnos algo... anda, acércate, Freddy me dio una patadita.

-Querrás decir Kosuke - dijo el esposo Izumi.

Después de poner la alarma despertadora se acomodó cerca de Mimi e inclinó su masculina cabeza en la barrigota.

-¿Sientes y escuchas al bebé?

-No.

-¡Es que tienes que concentrarte!

-Para ti es sencillo escucharlo, está dentro de ti - excusó Izzy, tratando de poner atención a las entrañas de su mujer.

De repente su hijito enloqueció y dio una patada voladora que el padre escuchó, sintió y hasta vio.

-¡Increíble! - exclamó a todo pulmón, tocando con ternura ese sitio sin levantarse - No tienes idea del gusto que me dio tu llamado, Kosuke... Tu hermana Osen nunca se movió así.

Mimi sonrió y besó a Izzy en la frente.

-Es que Osen siempre ha sido demasiado tranquila.

Sin duda alguna el milagro de la vida era maravilloso, y Koushiro no se permitiría que algo así se convirtiera en tragedia como su primer experiencia de paternidad.

-Ya quiero que nazca mi pequeño. - agregó Izumi, besando el vientre de Tachikawa, esa ternura era poco usual en él - Aunque en realidad estoy aterrado...

-¡Bah!, eres un obsesivo, estoy muy bien ¡Más que bien!... por cierto, ¿sabías que mañana iré al ginecólogo?, Sora va a acompañarme.

-¿Cómo que Sora? ¡Yo quiero ir!

-Ya sé, por eso cambié la cita, ¿entiendes?... Izzy, la última vez obligaste a la doctora Aino a que contara tres veces las uñas del niño.

-¿Y eso que tiene de malo?, quiero que todo esté perfecto. - entonces se resignó, era medio maniático a veces - Bueno, como quieras... después de todo podré aprovechar para llevar a Osen a la cita médica, la cambiaré de día.

-Ok. - Mimi sonrió, dejó su costura (que era un verdadero desastre ) - Hay que dormirnos... es extraño... pero un sueño pesado me ha invadido... como si, como si me hubiera tomado algún tranquilizante.

Algo parecido debió pasarle a Koushiro pues entrecerró los ojos y bostezó varias veces; se tiró a su lado de la cama, y sólo pudo decir:

-Tienes razón... algo raro pasa... el aire, tiene algo.

Su negra mirada dejó de brillar y cayó dormido, enredándose en las cobijas por costumbre casi sonámbula. Mimi también cayó rendida.
Ellos no se dieron cuenta, quizá por lo oscura de la noche, de que respiraron esencias digitales, de colores morado y verde.... que eran, sin duda, los espíritus desfragmentados de Tentomon y Palmon.

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Joe Kido entró a la alcoba de su hijo Doguen, el pequeño tenía insomnio, imposible dormir después de la aventura vivida.

-Toma, tu mamá te hizo un té - comenzó a decir al acercarse para darle la taza con bebida - Es como un tranquilizante, te hará bien y podrás dormir.

-Yo tengo la culpa, papá. - dijo Doguen temblando - Debí ser firme, ojalá no hubiera visto a esos monstruos /porque tú los viste, ¿A que sí?/. ¡Es que pensé que nos matarían!; lo curioso es que no temía por mi vida, sino por la de mis amigos, los veía tan pequeños... y sé que no soy mucho mayor y que soy cobarde, pero...

-Calma Doguen, eres valiente cuando es necesario. Hiciste muy bien en ir con ellos, nunca te quedes atrás, tienes que ser parte de la aventura alumbrando a los demás con tu precavida forma de ser. Cuidar no es igual a proteger, pero si cuidas luego no necesitas proteger... Ayuda siempre hijo ¡Siempre!.

-¿Por qué me dices esto?

-Yo era como tú - Joe suspiró -, y tenía miedo muchas veces, tal vez no me molestaron tanto como a ti, yo era "El Superior Jyou", pero hacía tu mismo rol con mis amigos, y eso se aprecia tarde o temprano.

-Papá, mejor me duermo... tú también necesitas descansar, ya ni sé lo que dices.

El doctor Kido dio las buenas noches, salió y se introdujo en su alcoba.

-¿Está bien mi tesoro?

-Doguen está más tranquilo, Jun, pero se volvería a alterar si te escuchara decirle tesoro.

-Sólo es un cariñito, no estés de pesado como Daisuke. - Jun Kido lo besó y cerró los ojos - Querido, no te tortures por lo que pasó, ¿no serían sujetos disfrazados del día de brujas?... duérmete, mañana todo se verá lejano y tonto.

-Hasta mañana - finalizó Kido, sin tomar en cuenta las incoherencias de su mujer.

El médico sentía los párpados pesados, y sus pupilas perdían fuerza. Los polvos de Gomamon, que eran plateados, se metieron en Jyou Kido, el primer dueño de la Sinceridad.

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-¿Otra vez pensando en que no has conseguido escribir eso tan importante?.

-No, ahora estoy pensando en otra cosa.

Hikari miró que Takeru dejaba un biberón en la cómoda y mecía a su bebita Min en la cuna.

-¿Tampoco puedes dormir?

-Estoy muy preocupado, mi Kari - sinceró, caminando hacia ella.

La tomó de los hombros y la acercó a su pecho, que le irradiaba calor y amor. Así estuvieron buen rato, con los cuerpos pegados por un dulce aroma a pasión que reconfortaba a los esposos de las penas.

-Lo que está pasando es un laberinto, querida... y hay otro trozo qué añadir.

-¿Te refieres a la travesura de Taiki, Osen, Ben y Doguen?.

-Eso no fue una travesura.

-Ya lo sé.

-Sé que de alguna forma yo conozco la solución a esto que pasa.

-Y yo siento, inexplicablemente, que alguien se acerca, y que la verdad saldrá pronto, mi Takeru.

Las bocas se unieron, los polvos surgieron y se los llevaron a los sueños... Tailmon y Patamon hurgarían hasta despertar recuerdos.

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"No sé que pretendía Taiki, ¿qué quería hacer allá?, ¡y ni siquiera me siento bien regañándolo por ir de loco a la Televisora!... me parece que lo que él hace tiene una razón de ser, incluso lo asocio conmigo, cuando era pequeño, ahh... siempre me metía en líos."

Taichi miró su cama con tristeza, estaba vacía... era el lugar más frío de su alcoba, cuando se acostaba volvía a sentirse solo, como si no tuviera derecho a estar acompañado.

-Otra noche más, no tengo sueño... ¡Hace tanto que no tengo un sueño natural!

Tai miró al sacudir la cama que se levantaban chispas naranjas, las quiso tocar, pero no pudo, ellas le ganaron la batalla y terminó aspirándolas.

-¿Qué es esto? - preguntó angustiado, perdiendo el sentido al instante... Agumon tomaba control de su mente.

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Los Ichijoujis habían tenido un día muy difícil.

Después de llegar a casa, Ken y Kurumi estaban desanimados y un poco lastimados. Yolei casi se hizo loca teniendo a tres heridos y varias tragedias en el hogar.

-Mandé pedir pizza para la cena - dijo nerviosa, mientras ponía la mesa junto a su hija - la favorita de ustedes.

Kurumi le sonrió, estaba desinflada, pero tenía la obligación de verse feliz.

-Ojalá que con eso se anime Zet - optó por decir, tratando de ser optimista.

Ken tocó la puerta de su hijo intermedio por enésima vez, otra vez no obtenía respuesta.

-Por favor Zet, ¡¡ABRE!! - ordenó, tratando de no perder la paciencia.

La escena le resultaba tremendamente familiar y vagamente se recordó de niño, en sus épocas negras. Él había hecho sufrir mucho a sus padres, pero había sido por una razón muy poderosa ¿Cuál era entonces si no la recordaba?.

-Es hora de cenar, ¿entiendes?, ¡abre o te tumbo la puerta! - la voz se le había endurecido muchísimo.

-Estoy ocupado, no puedo abrir - respondió por fin el niño - y no tengo hambre.

El timbre grueso y seco que usó Zet al hablar descontroló más a Ken, quien siguió imperando.

-Ese no es asunto mío, ¡abre la puerta y ven a cenar!

A Zetaro debió quedarle un milímetro de cordura y finalmente obedeció. Salió de su cuarto cerrando la puerta con rapidez maniática, no queriendo que nadie viera lo que había dentro de su sitio.
El detective Ichijouji se paralizó al ver a su vástago. La fría mirada mostraba a unos ojos muertos, Zet estaba pálido, más alto y sombrío.

-Comeré, pero quiero dormir solo esta noche.

-¿Qué? ¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? - acercó su brazo al niño, pero éste retrocedió. El padre tembló al verse reflejado en la actitud del chico.

-Que Satoru duerma en el cuarto de Kurumi, estoy OCUPADO

-¡No digas disparates!

-Comeré, pero Satoru no dormirá conmigo, ¿queda claro? - avisó muy decidido, retirándose silenciosamente hacia el comedor.

-¿Qué le han hecho a mi niño?


Esa noche, como le sucedió a los demás, los polvos digitales de Hawkmon y Wormmon, se metieron en sus amigos humanos, llevándolos a un sueño que los ayudaría a recordar.

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EL SUEÑO
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Nosotros aparecimos cada uno por separado, pero nos vimos a lo lejos y comprendimos que estábamos juntos en donde sea que estuviéramos. Nuestros pechos irradiaban luces, que quizás podían formar un arco iris de esperanza después del escampe que anochece nuestros sentimientos.

Podíamos sentir, en todos los rincones de nuestro ser, a alguien que se movía por nuestros espíritus, nos hacían respirar más rápido o lento, y oíamos voces en altibajos que nos tenían en ascuas, incluso el miedo se apoderó de nosotros.
Nos llegó a la mente esa frase leída en la novela de Alejandro Dumas "Todos para uno y uno para todos", y suspiramos al sentirnos un todo, eso justamente éramos: un ser completo que se había comido toda la ansiedad del pasado.

Sin embargo, toda esa gracia hacía aún más incoherente el sueño, y la misteriosa felicidad se diluía considerablemente por culpa del olvido, y más que nada, por no entender lo que estaba pasando... ¿cómo podía existir algo tan familiar y ajeno?, ¿y esas voces eran conciencias?, ¿y nosotros doce éramos uno solo?
Siempre había demasiadas preguntas y pocas respuestas en una situación psicológica, sabíamos que lo interesante de la filosofía era el planteamiento y no tanto el resultado. En conclusión, estábamos en un espacio diferente, donde no teníamos control de la mente ¿No es eso maravilloso?... estábamos dentro de nosotros mismos, pero no podíamos mandar, a diferencia de cuando estamos despiertos y tenemos esos preciosos ensueños. Si nuestros cuerpos duermen, nuestro cerebro se llena de imágenes toda la noche, y no siempre recordamos al otro día lo que hemos vivido, pero hoy, que era un día tan especial, seguro sería una vía para poder saber lo que no comprendíamos pero necesitábamos.
Cada corazón se unía formando un todo, pero a la vez vibraba de forma individual, y el sueño nos juntaba sin habernos revolcado.

Lo curioso era que podíamos ver lo que le acontecía a todos, y al mismo tiempo, sólo nos enfocábamos en lo personal... teníamos fe en el inconsciente, pero honestamente no pensábamos en él, nos hubiéramos confundido más.

Pudimos ver que Mimi buscaba desesperadamente a alguien; en nuestra visión tenía 10 años y su vestuario consistía en ese simpático sombrero rosa pastel y vestido rojo. Se veía triste, sus pestañas estaban empapadas por el llanto, como si uno de sus caprichos de princesa se hubiera visto truncado... Mimi podía verse, era como si su alma estuviera afuera de su cuerpo para observar la perspectiva.

El verdor de la selva era notable, anteriormente estábamos en una cueva y la magia de nuestra mente la había transformado en otra escena, en un habitat mágico donde las flores, teñidas de colores despampanantes, adornaban el lugar y a la vez lo hacían exótico. Tachikawa a veces gritaba, nosotros sentíamos que nos gritaba, pero el mandato era para alguien más, para su conciencia: "...Es una TONTA ¡Tonta!", pero ¿quién era una tonta? ¿Quién no aparecía?
Entonces oíamos, en el pulsar de nuestra amiga, una voz muy pura y mimada que decía: "¡Qué mala es Mimi, ya se olvidó de mí!"... "Mimi, ¿cómo me veo?"...

Ahora volvíamos a la cueva, donde Mimi seguía llorando, mientras el viento se llevaba su sombrero para siempre y susurraba: "Mimi, sé que esa vez me escondí, pero por favor, ahora no seas tú la oculta... te estaré esperando aquí mismo"

A Sora pudimos visualizarla abrazada a sí misma...
"No brilla" decía "y eso es porque fui una niña criada sin conocer el verdadero amor"

Nos mareamos, ahora Sora estaba sujetando con fuerza a algo, ella parecía la sombra, pero en realidad el objeto al que se aferraba era el ser oscuro cuya silueta no distinguíamos bien, parecía aletear.

"¡Sora, déjame ir!"

"¡No puedo hacerlo, estás herida!" chillaba nuestra amiga, cuyo amor sobrepasaba todos sus demás encantos... lloraba, esas lágrimas caían en la playera amarilla con la que más la recordábamos de niña.

"¡Soy la única que no ha hecho nada para ayudar!" gritaba la cosa que protegía, y a la vez nosotros protegíamos "¿¡Por qué nunca me quieres entender?!" gritó el ser, soltándose, haciendo brillar el cuello de Takeouchi, creciendo y desapareciendo, para dar cabida a otro tiempo y otro lugar..

"Al final" dijo nuestra Sora, cerca de un lago y con nosotros alrededor "pude comprender el gran amor que me tiene mi madre"

"Yo también puedo sentir el amor que me tienes, Sora" dijo la sombra con dulzura.

"¡Ay, yo quiero un poco de amor de Sora!" dijo uno de nosotros, no supimos quien fue.

Estábamos, poco a poco, comprendiendo el porqué estábamos ahí, después de haber visto a nuestras dos amigas viajar por el camino del pasado, nos sentíamos dorados, como si estuviéramos brillando a toda potencia.

Nuestro Jyou, ahora fue el premiado... pero no tuvo tanta suerte, porque fue transportado a un sitio donde el agua comenzaba a ahogarlo, creímos que era el mar, pero estábamos confundidos. Quiso respirar, pero en los sueños no podía hacer eso, menos si estaba justamente bajo el agua, así que comenzó a desesperarse, y nos preocupamos. Alguien nadaba tratando de salvarlo, y el misterioso ser descubrió un anzuelo que enredó rápidamente alrededor de Jyou para sacarlo... en efecto, lo pescaron, y a nosotros con él.
Cuando Kido despertó salió de su cuerpo infantil y se visualizó dormido, atarantado y con un rostro que expresaba sufrimiento. A su alrededor vio a Sora de chica y a dos figuras indescifrables... charlaban, y sobre él.

"Quiero pedirles un favor (...) últimamente Joe ha perdido la confianza en sí mismo y se ha vuelto muy débil".

"Bueno, Jyou nunca ha sido un chico fuerte"

"Eso ya lo sé, por eso quiero que lo nombren nuestro líder, eso lo animará"

Entonces Joe Kido, el que estaba con nosotros, tuvo una reacción muy extraña, se dirigió a todos nosotros, y admitió, con mucha seguridad, que quien había hablado era su mejor amigo, a lo que le contestaron: "Por supuesto que sí, Jyou". Supusimos que ese ser había plantado en nuestro coetáneo una semilla, que florecería tarde o temprano.

No terminábamos de analizar lo de nuestro amigo mayor, cuando Yamato comenzó a llorar en silencio, los demás nos dimos cuenta de eso al sentir un frío que nos paralizaba el alma. Estábamos ahora en un paisaje blanco y congelante, y nuestro Matt caminaba desesperado con muchísimos años menos. Seguro y tenía mucho frío, ¿cómo no si traía esa playera verde manga corta?, la niñez volvía, pero Ishida no sonreía, en cambio se veía angustiadísimo buscando a su hermano ¿A Takeru?, ¡pero si él estaba también con nosotros!

"¡Takeru! ¡Takeru!", gritaba desesperado, quisimos tranquilizarlo, iba a quedar afónico... lo malo era que en esa visión no existíamos para Matt. Alguien más trataba de detenerlo, era un ente muy cálido, que a cada tosido de nuestro rubio arrugaba su piel espesa e ininteligible. Volvimos a nuestra cueva, y el personaje misterioso que acompañaba a Yamato le rogó que permaneciera ahí mientras le ayudaba a buscar a Tk. Seguro lo quería mucho, todos esas conciencias eran puras y nos querían.
Pero Yamato desobedeció y salió... luego enfermó y fue rescatado. El ser se quitó la piel y lo cubrió con ella ¿Se quitó la piel? Sí, era gruesa e irradiaba calor... luego de eso Matt volvió con nosotros, pero con una sonrisota en la boca.

Cody también estaba soñando junto con nosotros, en la realidad sus párpados estaban cerrados, pero aquí tenía sus ojos esmeraldas bien abiertos, y se hallaba en un templo antiguo donde frente a él había dos piedras raras, con símbolos que a Sora y Koushiro les parecieron familiares... justamente un Izzy falso, o diferente al nuestro, estaba junto al pequeño del grupo.

"Y dime Cody ¿Qué opinas del Digimundo?"

"Yo... no lo sé"

"Vamos, seguro sí piensas en algo"

"Sí, en muchas cosas, pero todas ellas pasan por mi cabeza a gran velocidad"

"Lo imaginaba, tienes una mentalidad curiosa"

Nos transportamos a otro lugar, a la casa de nuestro compañero Hida cuando chico, ahí todavía su abuelo estaba vivo y tomaba un jugo raro. Cody sentía que todo eso ya lo había vivido, y aún así, volvía a sentirse nervioso, porque debajo de la mesa estaba un secreto amarillo y regordete al que nuestro amigo quería mucho.
Lo descubrieron... y el animal salió ¿Una mascota?, no... era otra conciencia.
"Lo siento mucho, Cody" se disculpó el ser, e Iori no pudo responder, pues volvimos a cambiar de escenario.
Todos perseguíamos junto a Cody a un hombre misterioso.
"¡Fuiste un gran amigo de mi padre! ¿Por qué haces estas cosas?"

Y cuando Hida regresó a nosotros, nos dijo un nombre, "Oikawa".

Miyako sintió que por primera vez pisaba el mundo de la fantasía, podíamos ver en el paisaje a muchos bichos con formas extrañas, algunos estábamos ahí, pero no era una situación sencilla la que enfrentábamos. Por eso Yolei estaba tan desesperada, al parecer la tierra se había tragado a Daisuke, y ella lloraba desconsolada porque no sabía cómo ayudarlo.
Nosotros y nuestros YO pequeños le rogamos que se levantara y fuera fuerte, debíamos retirarnos antes de que las bestias volvieran a atacar.

Nos dirigimos a una pirámide, parecida a las de las civilizaciones de Mesoamérica. En seguida Miyako pudo notar a Sora frente a ella, con un rostro agradable, y amable, nuestra pelirroja adolescente le pedía que alzara una piedra, que tenía plasmado un corazón de extraña forma. Fue ahí cuando su conciencia nació, pero la Yolei actual no recordaba.

"¿Qué es todo esto y quien es esa sombra que hace palpitar mi corazón?"

Y como un vendaval parecido al enamoramiento, el rostro de nuestra amiga se transformó de una manera increíble, su vestuario excéntrico de piloto de alguna aeronave, brilló por unos instantes, y ella, con orgullo y presunción ante nosotros, nos dijo cómo se llamaba su amigo...

"¡Hawkmon, ése es su nombre!"

Era un descubrimiento el de Yolei, y aunque era suyo, lo compartía con nosotros y nos daba fuerza y ánimo para seguir caminando por ese sueño tan especial.
Fue entonces cuando notamos que nuestra Kari estaba brillando más de lo debido, bueno... es que todos teníamos esa linterna en nuestros corazones, pero ella irradiaba más luz, como si estuviera enteramente identificada con la iluminación, recordamos que ella tenía un SEXTO sentido bastante especial que siempre nos ayudaba.

Estaba en Odaiba, y otra vez de niña, con ese silbato que ahora era de Toshiro, nos dijo que en ese tiempo, estaba por convertirse en la octava niña elegida, al menos eso nos comentó, pero la mayoría no entendió qué quiso decir con eso ¿Acaso habíamos olvidado que generalmente el misterio la envolvía?

A su alrededor giraba la maldad. A Yamato se la habían robado, y estaba en garras asesinas... pero, en toda la bruma, una felina madura y hermosa la protegía con todo el amor que es posible imaginar. La energía negativa se juntaba con una frase parecida a: "garra de la oscuridad"... y antes de que esa aura acabara con la gata, alguien más se interponía... tenía pinta de viajero, de un amigo, que moría a manos de un enemigo que no reconocíamos.
Hubo más luz... muchísima, y la gata se volvía un ángel sólo para cuidar a Hikari.

"Kari, sigue mi luz" le dijeron a nuestra guía ", yo siempre seguiré la tuya"

Y Hikari asintió, antes de regresar a donde la esperábamos. Ella no terminaba de llegar, cuando Koushiro, movido por su eterna curiosidad, se escapó de nuestro cuidado, bueno... en verdad todos queríamos irnos, pero cada quien tenía su tiempo.

"¡No puede ser!" gritó al sentirse niño, su espíritu temblaba porque su pasado lo atosigaba al tiempo que entraba a una batería gigante repleta de símbolos que todos admiramos pero que a él le parecieron interesantísimos. Se dio cuenta de que se trataba del lenguaje digital del 2027 y nos lo comunicó inmediatamente, totalmente embelesado.

"Nunca te había visto tan contento" le dijo una criatura, que hablaba con tono gracioso. ¿Quién era? ¿El amigo inseparable de nuestro Izumi?, nosotros sabíamos que cada uno tenía uno propio, y ese era motivo para sentir una chispa interna bastante agradable.

"¿De verdad?" contestó en cuestión nuestro camarada, él a veces respondía de esa manera.

Koushiro-niño abrió su inseparable laptop, ¡hey, es cierto, de chico siempre lo veíamos con ese aparato!, y poco a poco fue entendiendo, todos tratábamos de comprender, pero ninguno lo lograba tan bien como él.

Después la concentración se fue de nuestro genio y el lugar se transformó en nada, sólo había un espacio negro, sin vida, e Izzy estaba en medio de él, perdiendo no sólo su curiosidad, sino también a su ser-conciencia, que perdía energía y se hacía cada vez más débil y pequeño. Separado de todo eso, nuestro amigo estudiaba algo lejano y ridículo, nosotros intentamos advertirle que se detuviera, que se diera cuenta, pero Koushiro entró en sí por las palabras de esa sombra que lloraba por él. Cuando volvió a ser él mismo, buscó remediar su fallo... y como casi siempre, lo logró.

"Izzy, como esa vez, recupérame... es cuestión de que te acuerdes, y sepas como encontrarme"

Inmediatamente, oímos en otra parte de esa cueva, que Taichi hablaba, no era nuestro Tai, y eso lo supimos porque él aún seguía con nosotros; en cambio, Davis se había ausentado en cuerpo y alma, y había tomado posesión de su niñez.

"Yo no pude moverlo" había dicho el Tai que sólo era una imagen. Entonces Hikari y Takeru, que también vivían en la visión, intentaron mover otra de esas piedras que anteriormente ya habían aparecido en nuestra mente, nadie de ellos había podido mover el objeto, estaba muy pesado.

"Aún lado, esta clase de cosas las hago yo" dijo nuestro Davis... qué extraño, traía puestos otros googles, los que en un principio eran suyos.
Al momento de mover la roca rara, algo brilló, algo nació... al principio no supimos qué fue, pero Daisuke se llenó de gozo.

Más tarde el mismo Tai le decía: "No me cabe duda Davis, tú eres el nuevo niño elegido".

Motomiya, el que estaba soñando, nos volteó a ver.

"¿Lo ven?, ese fue el día en que Tai me heredó sus lentes; me entregó el liderato ... pero ¿Ustedes saben de qué? ¿Por qué no podemos recordar esas aventuras?" Nuestro compañero estaba atormentado, y sus palabras se metieron en nuestros corazones "Amigos, ¿Por qué no puedo recordar a V-mon?"

Una ráfaga de viento se estrelló en nuestras mentes, y Davis se mezcló con nuestros susurros, luego escuchamos un gemido de alegría, y una voz simpática que le decía a nuestro amigo: "Davis, dijiste mi nombre!".

Daisuke volteó hacia nosotros, regresando a la adultez, y sonriendo nos dijo: era V-mon.

A Takeru lo oímos gritar de terror, y con una leve ojeada del sitio en el que nos habíamos transportado, pudimos darnos cuenta de que nuestro amigo no tendría tanta suerte como los demás.
Gotitas de llanto salían de su cuerpecito de 8 años, quien veía el paisaje como si estuviera borroso. Frente a nosotros había una batalla que terminaría en tragedia. Un hermoso ángel había surgido, era esplendoroso, con múltiples alas y el poder de un golpe de fe. Al otro lado, un demonio espantoso y gigante, contrastaba la imagen e intentaba darle muerte a su adversario.

Nuestro TK no tardó en darse cuenta, "¿Qué significa esto?" se había dicho primero, pero al entender lo que sucedía, tembló de rabia y comenzó a gritar:
"¡Alto! - había horror en su tono de voz, no nos gustaba ver a alguien tan pacífico así de alterado - ¡No lo maten! ¡Lo van a matar! ¡El ángel va a morir!... yo, yo me acuerdo... ¡hermano! ¡Tai!, ¡alguien ayúdelo!"

En la lucha que presenciábamos hubo un empate, y vimos que el ángel se desintegraba junto con el enemigo de forma inevitable. Oímos llorar más fuerte al pequeño Takeru, la mente nublada de nuestro amigo no podía más.

"Esto no tuvo porqué repetirse" se decía, sin tomar en cuenta que estaríamos siempre ayudándolo.

Pero ¿Saben qué?, siempre hay una segunda oportunidad... las alas del ángel se unieron y formaron un huevo, que para sorpresa de todos, podía hablar: "Tk, ve en ti, ve todo lo que has escrito, estoy seguro de que habito en tu corazón".

Taichi comprendió que no estábamos completamente en un sueño, no eran sólo fantasías las que vivíamos, al contrario, nos dijo que desgraciadamente era una especie de realidad. Un metro adelante de él se formó una reja que parecía tener electricidad, y el ambiente se oscureció, como si hubiéramos vuelto a la cueva... pero no era una caverna; según Koushiro, era una pirámide que le parecía conocida. Tai tenía 11 años y sentía que debía rescatar a alguien, pero temblaba notoriamente, porque recién había descubierto que no estaba dentro de un videojuego.
Sabía que debía ayudar, pero también tenía miedo, y cruzar esa frontera peligrosa lo hacía sudar. No estaba solo, para nada, incluso pensamos que a su lado estaba la mejor de las compañías, se presentaba como una sombra, pero no lo era, era su amigo más especial.

Yagami estiró la mano hacia la reja, se mordió los labios... y entonces, oímos una porra desde atrás, era su conciencia:

"¡Vamos Tai, demuestra ese valor!"

Nuestro camarada entró decidido, supimos que había ganado, pero cuando regresó con nosotros, no estaba enteramente feliz... como que había recordado algo más aparte del sueño. Sin embargo, ocultó su preocupación.
"... Y entonces" nos comentó "... esa vez... salvé a Sora"
Asentimos, todos conformes, cansados por esa travesía que ya casi acababa.

Ken sabía que sería el siguiente, y perturbado quiso negarse a recordar... tuvimos que insistirle, debía abrir su corazón como los demás... era posible que al despertar no recordáramos bien esto, pero por el momento estábamos disfrutándolo, porque recordar es volver a vivir.
Nosotros fuimos egoístas, porque Ken no había tenido una vida fácil, y cuando dio un paso al frente, para entrar a su visión, lo primero que vimos fue la muerte de Osamu, su hermano mayor. Ichijouji volvía a tener una corta edad, y volvía a mirar el cuerpo sin vida de Osamu... volvía a sufrir, volvían a mandarlo a un lugar negro y maligno, donde metía al agua un artefacto que cambiaba de forma.

Después, y al caminar por el inconsciente de Ken, vislumbramos que su bondad era anulada por una maldad que no era de él... ahora quisimos sacar a nuestro amigo de ese hoyo tan doloroso, no nos gustaba sufrir con él.
Había clímax terribles, y todos nosotros estábamos ahí, pero no apoyándolo, ¡al revés!, nosotros luchábamos contra él... y llegaba un fin, y de nuevo el alma de Ken renacía...
Cuando los recuerdos amenos iban a venir, alguien interrumpió nuestra cadena de sueños, alguien gritó, no supimos quien fue... pero cada quien despertó en su cama, con la realidad y una nueva conciencia... desgraciadamente los recuerdos no fluían correctamente ¿O sí?

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FIN DEL SUEÑO
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Matt Ishida dejó de soñar y despertó abruptamente. A su lado Sora también estaba con los ojos abiertos, parecía estar tensa.

-¿Querido, estás bien? - preguntó.

Yamato se puso a dar vueltas por la habitación.

-No sé si estoy bien - anunció - , cuando me atacaron, Akira dijo: "Acabaré contigo así como eliminé a tu **lobo amistoso**", o algo así.

-¿Y si traes fiebre?

-Sora, acabo de verme de niño... y había un lobo en mis sueños ¡Era su piel!... y me protegía.

-¡Matt! Yo también soñé esta noche - se apresuró a decir ella, mientras sudaba a chorros.

Biyomon y Gabumon estaban dentro de esos cuerpos, y buscaban hacer recordar, aunque sencillo no iba a resultar.

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Daisuke bostezó estirando su brazo no-enyesado, golpeó sin querer a su esposa Makoto, quien renegó dormida.

-Era V-mon - se dijo con una sonrisa, como si acabara de ganar en una lucha perdida.

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Lo primero que le vino a la mente a Cody después de despertar, fue el nombre del mejor amigo de su padre.

-¡Oikawa! - exclamó, pero no como una persona recién levantada, sino como un ebrio astuto.

-¿Qué sucede papá? ¿Mamá se encuentra bien? - indagó la linda Yuri, que estaba en el hospital con su progenitor, ella se había despertado por el grito.

-Yuri, discúlpame... todo está bien, estaba soñando.

-¿Quién es Oikawa?

-No lo sé con precisión.

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-¡Koushiro!, ¡despierta, mi amor!

-¿Ehhh? - se quejó Izzy, al oír los berridos - ¿Por qué siempre tienes que despertarme con gritos?

Izumi se puso de pie, pero la esposa lo detuvo por la espalda.

-No te vayas, querido... tengo miedo. Es que tuve un sueño, no sé si era una pesadilla, pero tengo el estómago revuelto... pobre Kenny, lo he de haber molestado.

-Lo que soñamos fueron manifestaciones que no se deben desaprovechar - expuso, suspirando con descontrol -, si me quedo aquí acostado, voy a olvidar lo que he soñado... lo que pasa es que recordé un lenguaje que vi de niño, además, creo que hay alguien que me pide que lo encuentre.

-¡Es que no entiendo nada!

-Eso es porque hay un misterio, un misterio que investigaré.

Salió de la habitación y regresó dos minutos después.

-No está mi vieja laptop.

-¿Cómo? ¿Despareció?, acabo de limpiar y sí estaba.

Izumi prendió su máquina moderna con resignación.

-Mimi, vas a decirme todo lo que recuerdas, ¿ok?

-Okay.

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Al contrario de sus amigos, Jyou Kido no despertó completamente, apenas abrió los ojos, pero el cansancio lo hizo caer de nuevo en el mundo de los sueños... aunque, esa vez, no volvería a rememorar lo anterior.
Gomamon estaba dentro de él y buscaría la manera de ayudarlo, de dar la confianza que su humano necesitaba... quería volver a reñir con Kido, pero primero necesitaba que lo recordara.

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-Mi ángel esperanzado - terminó diciendo TK al recuperar la conciencia.

Estaba recostado en el suelo, no en su cuarto, sino en el de Min. A su lado no estaba Hikari, ésta estaba de pie en medio de la habitación mirando el techo.

-¿Te das cuenta, mi Takeru?, fueron ellos, nos están buscando.

-Te... te refieres a... - pero el escritor no pudo continuar, su esposa le asintió.

Él no perdió tiempo, salió disparado de esa alcoba directo al estudio (o biblioteca) de su aposento. Abrió el armario y comenzó a sacar los libros que había escrito sobre el Mundo Digital. Estaban borrados, en blanco, pero eso él ya lo sabía, porque todo lo referente a Digimons había dejado de existir... además, supuestamente al desaparecer el lenguaje digital del 2027 se habían perdido los escritos realizados en ese programa.

-¡Siguen vacíos! - dijo molesto mientras hojeaba maniáticamente el contenido desaparecido - ¿Por qué entonces en ese sueño me piden que haga esto?

-Tk, cálmate - rogó Kari, que lo había seguido - Estoy segura de que quien te llamó te dará una señal.

-¿Una señal, mi Kari? ¿Y cómo sabré distinguirla?, ¡tengo qué distinguirla!, de eso depende mi paz interna.

-Ese alguien sabrá llegar a ti. ¿Sabes?, también tengo miedo, pero tengo fe en que ella sabrá comunicarse... ya está cerca.

-¿Quién te busca?

-Mi ángel de luz.

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El Yagami despertó tosiendo, sentía la garganta seca, como si estuviera ronco. Sus ojos desorbitados, comenzaron a estremecerse al recordar el sueño que había tenido.
Comenzó a llorar, lo bueno era que nadie lo veía, a Tai le hubiera dado vergüenza. Se sintió como un imbécil, como si la realidad le hubiera caído encima destruyendo de paso sus fantasías.

-Todos estos meses no he demostrado ese valor que me piden... he estado insinuando que Taiki me mentía, o me había espiado, ¿cómo pude hacerle eso a mi hijo?, ¿cómo pude olvidar que ya le había hecho esa confesión?... dejé atrás todo, hasta el coraje que él me ha infundido... he olvidado algo, ¿cómo he podido?

Siguió reclamándose por varios minutos, sintiendo sobre sus hombros el peso de un época difícil que quería derrumbarlo. Sin darse cuenta, Taichi malinterpretaba el mensaje que Agumon quería trasmitirle.

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El sueño colectivo de los elegidos había terminado por un grito, un gemido extraño que había surgido en la casa de los Ichijouji.
Ken y Miyako abrieron los ojos de forma robótica y se les encogió el estómago.

Zet volvió a gritar desde su cuarto. Esa exclamación de dolor escandalizó a sus padres.

-¡ZETARO! - dijo Ken, mientras la imagen del Zet poseído se mezclaba con la suya de niño como una amenaza. Rápidamente asoció a su hijo intermedio consigo mismo, y se levantó al instante para correr hacia su vástago.

Miyako lo siguió asustadísima, vio que su esposo llegaba a la puerta de su hijo e intentaba abrirla a golpes.
Kurumi y Satoru también se habían despertado por el grito de su consanguíneo, ambos veían horrorizados la desesperación de sus padres.

-¡ZET! ¡No se atrevan a hacerle eso! ¡No pueden implantarle ESO!

-¿De qué hablas, Ken? - exigió Yolei, mientras trataba de calmarlo.

-Fui, fui un instrumento cuando niño... y tú lo recuerdas ¿Verdad?... plantaron en mí una semilla y me llevaron a un lugar de tinieblas... ¡No permitiré que ahora hagan eso con mi hijo! - dijo angustiado sin dejar de mirar a su familia -... A un lado, niños ¡Voy a derribar la puerta!

El detective le dio varios golpes, pero no cedió, la puerta estaba hecha de un material muy resistente. Con desesperación sacó su pistola, Kurumi retrocedió temblando.
Ken apuntó a la chapa y la voló con un tiro.

El cuarto estaba hecho un desorden, docenas de dibujos volaban, aterrizaban, giraban y adornaban la habitación. Los trazos tenían formas raras de digimons de toda clase, especialmente malignos. No eran dibujos limpios, las líneas estaban encimadas y sucias, chuecas... eran bocetos.

-¡Oh, Dios mío! - exclamó Miyako - ¡Zetty ¿Qué es todo esto?!

Zetaro estaba parado en el colchón de la cama con los ojos entreabiertos y el cuerpo desgastado.

-Adiós... - susurró lentamente, mientras su figura se iba borrando, para irse a otra dimensión.

-¡No se lo lleven! - rogó Ken, viendo que la silueta del niño se esfumaba (justo como Hikari en 02) - Yolei, se lo llevan, se lo llevan al mar de la oscuridad, ¿te enteras?

Miyako no sabía qué era ese lugar, pero su espíritu sufrió escalofríos al escuchar ese nombre.

-¡Zet! - chilló Kurumi - ¿A dónde se fue, papá?

-¡BUAAAAAAA! Mi hedmano dezapadezioooo.

-No lloren, hijos. - pidió la madre, sin frenar su propio llanto; entonces fijó su vista hacia la computadora - Ken, ¿Lo ha absorbido el computador?

-Esta vez NO... pero no te preocupes, así muera mil veces, traeré a Zetty de vuelta - Ichijouji comenzó a pensar mientras veía las obras de su hijo, de pronto algo pareció iluminarlo - ¡Lo tengo!, ¡KARI! ¡Ella también ha ido a ese lugar sola!; tengo qué llamarle.

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Fin del capítulo 8
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NOTAS finales DE la AUTORA.-
¡Gracias por soportar este capítulo TAN largo!, quizás les enfadó, pero al menos estoy segura de que no se esperaban el final ¿A que no?... ¿Les gustó?, eso espero, por eso quiero saber qué opinan de mi fic, se aceptan críticas positivas y constructivas, yo sólo quiero mejorar como escritora y hacer que se entretengan.

Explicando lo anterior (de forma sencilla) diré que las esencias o los polvos de los digimons se metieron en los elegidos para hacer que tuvieran un sueño colectivo que les permitiera recordar algunos sucesos o momentos claves. La reacción de cada digi-destinado fue diferente, por ejemplo Davis y Yolei sí pudieron recordar los nombres de sus digimons... el caso es que ese sueño se vio suspendido por Zetaro, quien "inexplicablemente" /luego se explicará/ fue transportado al mundo del Mar Oscuro. Sé que estuvo MUY subjetivo, pero tengo fe de que sí trasmití lo deseado.
Por cierto, los recuerdos de los adultos no están al pie de la letra con la serie, lo escribí a como lo remembraba.

AGRADECIMIENTOS: bueno, aprovechando que estas notas están amplísimas, quiero darle las gracias a LARA, porque gracias a unos datos que me dio hace meses podré desarrollar este fic sin tantas complicaciones.
También le agradezco a Hikari Takaishi, Kari Yagami, Zelshamada, Daairo, Dikana, Mi Koushiro Yamato, Sasha, No angel, entre otros (como los que amablemente me han dejado reviews o comentarios por e-mail /Lynn, Raquel, Angel*Miaka, Ishidamon, Yo, Zero, Tiffany, Paula, SoraIshida, Nicole I., Eimi O., Ben-ship, etc./), por todo el apoyo que me han brindado, han sabido animarme y orientarme, ¡eso no lo olvidaré!, Arigatooo!.

Ahhh, otra cosa: Gracias por haber nominado a este fic en los premios Digimons, eso me animó mucho.

Ejem... ya me excedí, nada más me resta informar que el próximo capítulo es un ESPECIAL, o un paréntesis del fic, donde Taichi es el protagonista (esculcaremos el pasado de Yagami ¿Qué les parece?). Prometo subir dicho episodio rápido.

*Este fanfic está dedicado a todos los lectores de su antecesor.

Hasta pronto.

Atte. CieloCriss

P.D. Err, lamento si el capítulo tiene errores, lo revisé pero soy muy descuidada.

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